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Universidad Autónoma

de Nuevo León
Facultad de Medicina

Unidad de Aprendizaje: Introducción a la


Ingeniería Biomédica.
Investigación: Cazadores de Microbios
Profesor: Ing. Oscar Eduardo Cervantes

Estudiante: Guillermo Sebastián Farias Domínguez


Matricula: 2001725
Carrera: Ingeniería Biomédica (IB)
16 de septiembre del 2021
San Nicolas de los Garza, Nuevo León.
Introducción
Imagina vivir en el siglo XVII, en donde las enfermedades estaban al por mayor, en donde el ser
científico significaba jugarte la vida… Literalmente, y no por que los experimentos fueran de
alto riesgo, sino que existía una ideología religiosa que era capaz de perseguirte, encerrarte y en
casos hasta asesinarte en la hoguera por el simple hecho de “retar” la palabra de Dios (Por
ejemplo, a Galileo Galilei se le condeno a cadena perpetua por demostrar que la tierra no era el
centro del universo).
Pues en esto contexto nace la ciencia,
un intento de encontrar la verdad
mediante la observación cuidadosa y el
razonamiento claro. Y con ella, las
diferentes ramas del conocimiento.
Desde la física hasta la geología,
pasando por la medicina y la biología.
En este ensayo, hablaremos de una
rama muy fascinante de la ciencia, la
microbiología. Y para ser más precisos,
de los científicos que lucharon contra
seres fantasmagóricos, invisibles para el
ojo humano. Y veremos la genialidad
de estas personas para poder realizar
experimentos que hasta el día de hoy
siguen salvando personas en todo el
mundo.
Marco Teórico:
Para realizar este ensayo, me base en el libro de Cazadores de Microbios. Escrito por Paul De
Kruif, un microbiólogo estadounidense. Publico la primera edición de su libro en 1926, y hasta
hoy en día es un libro que relata los hechos por los que varios cazadores de microbios tuvieron
que pasar para poder lograr un bien mayor en la humanidad.
Si bien, el libro contiene la vida de muchos cazadores de microbios, yo me centrare en los
primeros tres cazadores por el hecho de que plantaron las bases de cómo podemos combatir a
seres invisible a simple vista. Estoy hablando de Anthony Leeuwenhoek, Lazzaro Spallanzani,
Louis Pasteur. Todas unas inminencias en su campo, creadores de métodos y teorías que
ayudaron al avance de la ciencia y que, sin lugar a duda, de no ser por ellos, probablemente
muchos de nosotros no estaríamos aquí.
A continuación, iniciaremos con la exposición de estos hombres de ciencia… Dando un breve
recorrido de su vida, y centrándonos en las herramientas, experimentos, resultados y teorías que
realizaron estos genios de la microbiología.
Sin mayores preámbulos, iniciamos.
Desarrollo:
Al primer genio del que vamos a hablar es el primero en orden cronológico, Antonio Van
Leeuwenhoek.
Antonio Van Leeuwenhoek nació en 1632, en Holanda. Él
no era un científico como tal, sino todo lo contrario. Se
desempeñaba como conserje del ayuntamiento de su
pueblo natal, Delft. Si bien nunca se formó
profesionalmente en alguna universidad o estudio algo de
ciencia, se interesó mucho en un trozo de cristal
transparente que era capaz de magnificar en gran escala
las cosas que vieras en él.
Todo inicio analizando cuales lentes se le pusieran en su
camino, y poco a poco empezó a crear sus propios lentes.
A tal punto que superaba cualquier lente de aumento antes
visto. Fabrico un lente de poco menos de tres milímetros
de diámetro capaz de ver las cosas más pequeñas con
perfecta nitidez. Analizo todas las cosas que se le ponían
enfrente, desde las cosas más comunes como la lana de
oveja o los pelos de algún animal, hasta cosas más extrañas como el cerebro de una mosca o el
aguijón de una abeja. Hasta que un día, descubrió algo fascinante en el agua de la lluvia.
Después de un día de lluvia, Leeuwenhoek tomo una muestra de lluvia sin esperar lo que
descubriría. Al analizar la muestra, encontró pequeños bichitos, miles de bichitos, todos
contenidos en una simple gota de lluvia. Acababa de descubrir el mundo microscópico, lleno de
criaturas de una milésima de milímetro, imposibles de ver con el ojo humano sin utilizar alguna
herramienta especialidad. Había descubierto sin saberlo el mundo de los microbios, bichitos casi
invisibles, para algunos insignificantes, pero implacables en sus funciones (Mas adelante
hablaremos de esto). Un mundo fantástico de criaturas que vivían crecía y morían sin nosotros
darnos cuenta.
Si bien ya los había descubierto, faltaba responder una pregunta ¿De dónde salen estos bichitos?
¿Los creaba algún Dios, nacían de la espontaneidad, caían del cielo, o tenían una forma de
reproducirse? Estas fueron las preguntas que se hizo Leeuwenhoek. Y solo había una forma de
responderlas… experimentando. Realizo muchos experimentos, pero nunca dio una respuesta
concreta a estas preguntas, y murió sin conocer la verdad.
Después de analizar a los microbios durante mucho tiempo, decidió una carta a la Real Sociedad
(Una comunidad científica muy respetada) explicando sus descubrimientos, la medida de estos
bichitos, como se desarrollaban y crecían en número al pasar de las horas. La sociedad estaba
escéptica por el descubrimiento, así que le pidieron a Leeuwenhoek mandar sus muestras para
poder analizarlas y validar el descubrimiento, pero él se negó. Por lo que la Sociedad encargó a
Robert Hooke (Científico hecho y derecho con gran trayectoria) la construcción de unos
microscopios mejores que los de Leeuwenhoek. Y para el 15 de noviembre de 1677, habían
confirmado la existencia de los diminutos bichitos. Después de esto, la Real Sociedad nombro a
Leeuwenhoek miembro de la sociedad más importante de científicos.
Los cazadores modernos tienen muchas cosas que aprender de Leeuwenhoek, entre ellas está el
hecho de renunciar a conclusiones sin haber realizado muchos experimentos para confirmar sus
teorías. Así mismo, no hacer atribuciones precipitadas sin antes comprender la complejidad de la
realidad y evitar caer la determinación de una cosa como causa de otra.
Entre otras aportaciones debemos de destacar el hecho de deducir que el calor mata a estas
criaturitas, demostrar que aquellos seres microscópicos eran capaces de matar a seres mucho más
grandes que ellos, teorizar que los microbios deben de tener cabeza, hígado, cerebro y vasos
sanguíneos. Este fue el primer cazador de microbios en toda la historia. Un conserje del
ayuntamiento de su pueblo que se convirtió en uno de los científicos más importantes en toda la
historia de la humanidad.

Del siguiente del que vamos a hablar es del italiano Lazzaro Spallanzani.
Primero tenemos que ponernos en contexto del mundo científico
en el que nació Spallanzani. En su época ya se sabía que existían
los microbios… Pero no se había podido resolver la pregunta
que se hizo Leeuwenhoek, ¿Nacen espontáneamente o deben de
tener padres? En su época, la comunidad científica se inclinaba
por la espontaneidad.
Spallanzani era un hombre de ciencia, y veía absurdo el hecho de
que los animales provinieran de forma aleatoria. Debía de haber
una ley y/o orden que deben de explicar su nacimiento. No
podían surgir al azar. De esto estaba seguro Spallanzani, pero
¿Cómo lo demostraba? Estuvo en una lucha científica con otro
científico, Needham. Este científico realizo un experimento en el
que hervía (Recordemos que el calor mata a los microbios) un
caldo de carnero después tomaba una muestra y la analizaba.
Resulto que en el caldo aun había microbios, por lo que se
concluyó que nacían de manera espontánea.
Spallanzani sabía que ahí pasaba algo extraño, por lo que hizo el mismo experimento, pero
dejando hervir el caldo durante una hora. Y cuando analizo el caldo vio que no había ningún
microbio. Concluyo que algunos seres vivientes pueden soportar la temperatura del agua
hirviendo; para matarlos había que mantenerlos hirviendo durante una hora. Y con esto demostró
que la vida solo procede de la vida. Todos los seres vivos tienen forzosamente progenitores.
Para finalizar, vamos con la persona que probablemente salvo a millones de personas con sus
aportes, Louis Pasteur.
Pasteur descubrió una nueva especie de microbio que podían realizar todas sus funciones sin
necesidad de aire. Este fue el primer ejemplo de animales que puedan vivir sin aire. Pero sin
duda, su aporte más importante fue en la medicina. En 1861 paso de ser un hombre de ciencia a
medico de gusanos de seda. Un acontecimiento que cambiaría por completo la historia de la
humanidad.
El problema era el siguiente, los gusanos de seda morían por una enfermedad conocida como
pebrina, que se caracterizaba por unas manchitas negras que cubrían a los gusanos enfermos.
Entonces, Pasteur experimento contagiando a propósito a algunos gusanos, y analizando
descubrió que cuando el gusano empezaba a tener manchitas negras, era casi seguro que el
gusano moriría en cuestión de días. Reflexionando llego a la conclusión de que los puntitos
(glóbulos) estaban vivos y se trataban de parásitos. Y estos eran los causantes de que los gusanos
se enfermaran. Estos no eran solo la señal de enfermedad, también son la causa. Estos se
multiplican, se infiltran en el cuerpo de la mariposa y provoca su muerte. Había descubierto que
un tipo especifico de parasito provocaba una enfermedad especifica. ¿Pasara lo mismo con todas
las enfermedades?
Pasteur soñaba con descubrir los microbios que causaban las enfermedades. Así que los empezó
a cazarlos. Lo primero que pensó es un plan fantástico en el que los microbios patógenos se
enfrentaran entre sí, protegiendo a los hombres de estas amenazas. Un tipo de combatir el fuego
con fuego. Para esto hizo el siguiente experimento:
Trajeron a cuatro vacas y las contagiaron de carbunco (Enfermedad que causaba la muerte), y
esperaron para ver qué pasaba. Observaron que dos de las vacas habían sobrevivido, mientras las
otras dos murieron. Quedaron entonces con dos vacas que ya habían sido contagiadas de
carbunco y no habían muerto. Lo siguiente que hicieron fue traer a dos nuevas vacas que nunca
se habían contagiado de carbunco. Pusieron a las cuatro vacas en línea (Dos que habían
sobrevivido a la enfermedad, y dos que nunca se habían contagiado) y las contagiaron de
carbunco. Para sorpresa de todos, las dos vacas que ya habían sufrido la enfermedad vivieron,
mientras las que nunca se habían contagiado murieron. Aquí, Pasteur concluyo que una vaca que
ha tenido carbunco y sale adelante, no se le puede producir otro ataque. Ya está inmunizada.
Pero había aun una pregunta en el aire, ¿Cómo producir a un ser vivo un ataque ligero, que no lo
mate, pero que le inmunice con toda seguridad? Después de experimentar con gallinas, Pasteur
dio una respuesta ingeniosa. Hay que dejar envejecer a los cultivos virulentos, ya que cuando
estos envejecen se vuelven menos mortales, provocándole a las gallinas una enfermedad leve, y
así queda inmunizarla.
Así fue como Pasteur combatió a los microbios con los microbios. Domesticándolos primero y
después utilizándolos como defensa contra futuros ataques de la misma especie. Con esta
técnica, se empezaron a fabricar las vacunas. Estas ayudan a combatir toda clase de
enfermedades, desde una enfermedad como la rabia, hasta un virus como el Covid-19. Estamos
hablando de un aporte que ha salvado millones de personas. Cabe la posibilidad de que, si esto
no se hubiera descubierto, nosotros no estuviéramos aquí en estos momentos.
Conclusión
Ya para concluir mi ensayo, me gustaría recalcar un par de puntos.
El primer es mi opinión acerca del libro como obra literaria y como material científico. Como
obra literaria me parecía muy exquisito. Una lectura muy amena, con temas muy interesantes,
además, empatizadas con estas personas. Es una forma interesante de aprender, te van guiando
por su vida y momentos clave, para después explicarte como fue que realizaron sus experimentos
en base a esos momentos claves. Y como material científico me parece una gran ayuda para
comprender los temas. Ya tenía un conocimiento previo de los temas que se vieron, pero leyendo
este libro abrí mi panorama y comprendí mejor como es que se habían descubierto y creado
algunos aportes. Sin lugar a duda lo estaré leyendo para comprender mejor algunos temas que
podamos llegar a ver en alguna asignatura.
Y el segundo punto es reconocer el trabajo de estos
cazadores de microbios. Me pareció fascinante lo
estricto y metodológico que era Antonio Van
Leeuwenhoek, la forma de pensar de Lazzaro
Spallanzani, y por su puesto las ganas de conseguir
una cura a todas las enfermedades de Louis Pasteur.
Sin duda, nos incita nosotros los estudiantes a
querer llegar a algo parecido a ellos. Poder generar
conocimiento que se reconozca en un futuro, y aún
más importante que el reconocimiento, que ayude a
las personas. Y esto por lo que me metí a la carrera
de Ingeniería Biomédica, para poder aprender, y en
un futuro generar conocimiento que ayudé a la
sociedad.
Ya por último me gustaría agradecer a todos los cazadores modernos que literalmente se juegan
la vida por conocer cuáles son los parásitos que producen cierta enfermedad. Ya que sin ellos tal
vez no estemos aquí.
Esto fue todo por mi ensayo, espero que le haya gustado. Gracias

Referencia.
Kruif, P. D. (1998). Cazadores de microbios. Ediciones Nueva Fénix.

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