Ejercicios propuestos

Tu Mapa del Cuerpo del Dolor

Tal como lo hace nuestro cuerpo físico, nuestro cuerpo de dolor registra y guarda heridas, frustraciones, culpas,
vergüenzas y torpezas, además de los efectos de nuestras creencias limitantes, saboteos y complejos, y de
aquellas situaciones de abuso, trauma y duelo, más las condiciones extremas vividas desde nuestra gestación,
guardando, así pues, un cúmulo de memorias, aún las negadas a nivel consciente. Este ejercicio ayuda a
comprender las causas (nuestras creencias estructurales limitantes que derivan en nuestra forma de asumir la
vida) y los efectos dolorosos (aquello que nos sucede) en nuestra vida. Esclarecida la conexión entre causas y
efectos, y comprendiendo entonces la manera específica en que hemos participado en nuestra propia desgracia,
nuestra capacidad de cocrear de un modo más bello y liberador está siendo empoderado.

A lo largo del ejercicio revisa tu historia (perinatal y biográfica) desde la óptica del dolor y las heridas. Incluye
todo sufrir: tipo de útero y de teta, las culpas, duelos, finanzas y adicciones, tu emocionar (vergüenza, triste,
cobarde, culposo, rabioso….), las enfermedades y auto saboteos, etc. En una hoja grande haz una creación
reflexiva (donde símbolos y colores representan algo) titulada “Mapa de mi cuerpo de dolor,” y representa una
red que teja y conecte unos elementos con otros, más en sentido psicológico y afectivo que en orden
cronológico.

La complejidad y el provecho del ejercicio pende de cuán honda y franca sea tu revisar las conexiones entre tus
creencias y actitudes limitantes -que son las causas y vienen a partir del tipo de utero y la infancia- y el dolor y
sufrir que has vivido -que son los efectos, que a su vez pueden haberse tornado en causas de otros dolores-. La
idea es que veas el modo cómo algunas condiciones, dolores y emocionares son transversales a tu historia y,
además, que su génesis yace en actitudes, creencias e imágenes guardadas desde muy temprano en tu vida.