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Capítulo 1

Un encuentro accidental
Al girar mi cabeza lo único que mis ojos captan es la bella luz que emita
la luna y las estrellas que se encuentran alrededor, ojalá esto sea para
siempre, pero escucha una voz lejana. Mira para todos lados, pero no
logro captar de quien es la voz, de un momento a otro llega un chico
frente a mi y quede demasiado sorprendida no solo porque llegara así tan
de repente si no de lo lindo que era; porque para ser sincera era lindo,
pero no era una belleza normal, bueno para mí no lo era.
El chico agitado me pregunto por una dirección, que la verdad no conocía
ya que soy muy despistada para eso, pero intente ayudarlo lo más posible.
Al terminar de intentar explicarle, él se fue así como vino, tan de
repente y rápido. Y me volví a quedar ahí sola mirando a luna, y me quedé
en ese solitario lugar toda la noche, imaginándome a ese chico alto de
cabello color azabache con ojos color mil que me dejaron hipnotizada
desde que lo vi de cerca, con una cadena con un dije un poco raro era una
luna que en medio tenía una flor, pero no alcance a ver qué tipo de flor
era.
Pasé toda la noche en el banco de ese parque ya que no quería regresar a
mi casa eso era obvio, solo volví a esa horrorosa casa cuando era de
mañana y sabía que no había nadie presente.
Al llegar noto todo un poco desordenado ya sea por la pelea de anoche o
porque siempre esta así, lo único que vengo hacer es bañarme y tomar mis
libros he irme para la universidad y luego en la tarde venir por mi ropa
y llevármela al trabajo ya que no tengo más donde quedarme, mi plan es
pedirle a una amiga que me deje quedarme con ella hasta que encuentre un
lugar donde quedarme.
Llego a la universidad un poco agitada ya que llegaba tarde, como cosa
rara, al llegar noto la presencia de mi mejor amiga Nara que me ve con
cara de pocos amigos por mi obvia llegada tarde.
-dos opciones o te quedaste dormida o tuviste otra pelea con tu padre- a
lo que ella y yo íbamos hablando nos dirigíamos a nuestros salones.
-que inteligente le atinaste a las dos- la mira con cara sorprendida-
luego de la pela me fui al parque y me quede ahí toda la noche y no
regrese hasta esta mañana por eso me demore más de lo normal.
-caro cuanto lo siento de verdad- me mira con cara de angustia, la misma
cara que me pone desde pequeñas cuando le contaba mis problemas- si
necesitas algo nunca dudes en pedírmelo sabes, para eso estamos.
-hablando de eso narita linda me dejarías quedarme en tu casa hasta que
encuentre un lugar donde quedarme, es que no quiero volver a estar en esa
casa en un largo tiempo.
-te entiendo estrellita- es el apodo que nos tenemos desde muy pequeñas,
nos gustó y pues se quedó- puedes quedarte el tiempo que quieras sabes
que mi mama te ama, pero hay un problema es que mi hermano regreso y no
quiero que te estés peleando con el oíste- me señala con su dedo con una
mirada de mamá.
-no te preocupes estrellita, hare lo posible para no pelearme con el
estúpido de tu hermano.
Y así encontré mi nuevo hogar por un tiempo y es un problema menos para
mi vida, ahora el próximo problema las aburridas y tediosas clases. Y
luego el trabajo, si esto es la vida de un adulto no la quiero devuélvame
a cuando jugaba con tierra mientras Nara me regañaba por estarlo
haciendo.
Cuando termino una de mis clases me dirigí a la biblioteca ya que tenía
dos horas de descanso, de camino recordé que no le conté a Nara acerca
del chico este del parque, luego se lo diría ya que me acompañaría a
buscar mis cosas a esa casa.
Casi todas las dos horas estuve sentada haciendo trabajos y cosas
aburridas. Hasta que un hola me saco de mi orbita de aburrimiento y me
sorprendí al ver a un viejo amigo bueno mi mejor amigo Derek que no veía
hace rato.
-hola ratica cuanto tiempo- el imbécil me llamaba ratica desde los 8 años
y sabe que no me gustaba me llamara así pero igual lo hacia el muy tonto.
-cuantas veces te he dicho que no me llames así- lo miro con
desaprobación y rabia- ah y hola.
-muchas, pero siempre te contesto que nunca dejara de hacerlo, me da risa
ver cómo te molestas.
-jajaja mira a mí también como me da risa, y ese milagro que no estas con
doña espejo- su novia que no sé porque no le caigo bien y por eso casi no
me junto con Derek.
-no la llames así caro, aunque para más con el espejo que conmigo, bueno
salió por que tenía asuntos familiares y aproveche para ver a mi rata
favorita, o sea tu- me lanza un beso el muy desgraciado, pero aun así
sigue siendo mi mejor amigo así que lo invito a sentarse- y dime que tal
tu vida ratica.
Lo miro con cara de odio antes de responderle.
-pues lo mismo de siempre aburrido y asquerosa, aparte del hecho que me
voy a ir a vivir con Nara- el me mira con cara de sorprendido y me tira
una mirada que en pocas palabras me está preguntando que si es por mi
papa y nuestras peleas- y si es por eso y Nara me dejara quedarme con
ella ya que no pienso quedarme más con él.
-ohh ratica lo siento mucho, y perdón por lo que voy a decir, pero tu
padre es una basura.
- lo sé, lo sé- mi cara decía cansancio en ese momento y ahí me di cuenta
de que ya me tenía que ir a mi clase y de ahí buscar mis cosas con Nara y
después al trabajo, que cansancio la verdad- bueno amigo mío es hora de
retirarme tengo clases y puede que ya vaya tarde así que chiau.
Adiós ratica, luego te escribo para salir un día de estos.
Y así deje a mi mejor amigo sentado y me dirigí a mi clase aburrida, ya
que se termine buscare a Nara para ir a mi casa, luego a si casa y por
ultimo al trabajo, que día tan largo por dios.
Ya iba de camino a buscar mis cosas con Nara, que me quede petrificada
cuando llegue al frente de la casa y veo el auto de mi padre ahí. Pero se
supone que el no debería estar aquí, bueno ni modo no lo quería
enfrentar, pero toco.
-estrellita si quieres puedo entrar contigo así no te hará nada- me dijo
Nara con su tono muy amable, pero con rabia a la vez.
- no te preocupes no me hará nada si tu no estas presente solo quédate
aquí y espérame- ella asintió forzadamente.
Y bueno llego la hora entre y solo subí directamente a mi habitación
ahora ex habitación, en el proceso en que estaba guardando mis cosas
entra el con su cara de arrepentido que obvio no me iba creer porque lo
conozco y solo hará esto para que me quede y volver a lo mismo y así no
poder defenderme de él, solo quisiera encontrar a mama por una vez por
todo y alejarme de el con ella, aunque cabe una pequeña probabilidad de
que ella sea igual o peor que el por algo se fue, ese no es el punto.
-por favor hija quédate te juro que no pasará otra vez- y estamos otra
vez en la misma situación desde que tengo 12, siempre que veía que yo me
iba ir regresaba donde mi con su cara de arrepentimiento y siempre me
convencía, pero esta vez será diferente.
-NO- le grite.
Sé que volverá a pasar, y no quiero seguir viviendo así. Por esa razón me
voy de esta casa y no volveré, no por ahora- termine de coger mis cosas
con la intención de dejar todos los problemas con mi padre atrás.
Él me toma el brazo desprevenida y me jala para donde el, en ese momento
pensé que me golpearía cosa que nunca ha hecho, pero esta vez creí que
pasaría ese límite y no solo se arrodillo donde mi suplicándome que no me
fuera, pero ya estaba decidido me iba a ir.
A llegar a la puerta estaba decidida a no voltear, pero las ganas
pudieron más que yo y me volteo y lo que vi me sorprendió y mucho ya que
estaba llorando o lo que aparentaba ser, estaba por devolverme, pero ya
era una decisión que no tenía vuelta atrás. Al salir veo a Nara
esperándome en su cara podía ver felicidad y asombro y la entiendo yo
también me sentía así, pero con un poco de tristeza en el fondo.
Ya había dejado en la casa de Nara y estaba en mi trabajo una biblioteca
cerca de la casa de ella que ahora también era mi casa, ya que estaba
cerca podría irme caminando.
En el resto del día no pasó nada interesante, solo clientes en su mayoría
chicas muy lindas, a decir verdad.
Acaba de cerrar y estaba caminado con mi vaso de café que nunca puede
faltar y estaba cansada la verdad tanto por la universidad como por los
problemas del día, así que decidí sentarme en una banca del parque, que
curiosamente era la misma en la cual había pasado la noche anterior.
Y a lo lejos veo a alguien corriendo así que me alarme un poco, pero esa
persona va disminuyendo su paso y no va solo si no que va con un perro,
ahhhh un perro que lindo, aunque a su mayoría me daban miedo este no
curiosamente.
El chico se acerca donde mi y suelta con su voz un poco agitada, imagino
que por estar corriendo.
-oh que coincidencia verte de nuevo por aquí- el y el perro me quedaron
mirando.
-pues si quien lo diría, escuche que dicen que las ciudades son pequeñas,
pero no creí que tanto.
-estoy de acuerdo contigo- hizo una pausa que me dio a entender que me
estaba viendo de arriba abajo como examinándome, y la verdad me dio
nervios, pero es algo que puedo controlar creo- por lo que veo trabajas
en la librería.
Solo asiento con la cabeza y veo para abajo y observo como el perro que
lo acompañaba se queda a un lado de mis pies e ignorando a lo que el
chico me decía decido acariciar el perro y este se deja, a lo que levanto
mi mirada veo como el chico se sorprende.
-que, te sorprende que le preste más atención al perro que a ti- le
suelto esa frase de una forma vacilona. A lo que el responde con una cara
seria, pero de broma.
- no es eso, es que el- por obvias razones refiriéndose al perro- nunca
se da con nadie y menos con chicas, eres la primera a las demás las
intenta morder.
Me dirijo al perro- que afortunada me siento querido perro que sea la
primera chica que dejas que te acaricie- ambos nos reímos y me di cuenta
de algo de que ya era tarde y tenía que regresar a casa de Nara, bueno
ahora mi casa y sé que esta me regañaría por la hora.
-bueno ya tengo que irme fue un gusto volvernos a encontrar- me iba a dar
la vuelta para emprender mi camino, pero decidí preguntarle algo- oye,
como se llama el perro.
-se llama Dan- con su respuesta me decidí irme, luego de que diera dos
pasos me llamo- oye todavía no se tu nombre.
- mi nombre es caro- le respondí, no esperando una respuesta.
-el mío es Jack- y así se fue el chico del parque o ahora Jack.

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