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PROYECTO:

PLAN DE MUSEALIZACIÓN DEL TEMPLO DE


DEBOD

IRENE MORENO GUILLÉN


MUSEALIZACIÓN Y RESTAURACIÓN
DE SITIOS Y MONUMENTOS (GRUPO 810)
ÍNDICE
1. BIOGRAFÍA DE UN MONUMENTO
1.1. HISTORIA DEL CUARTEL DE LA MONTAÑA DE PRÍNCIPE PÍO
1.2. HISTORIA DEL TEMPLO DE DEBOD
2. CONSERVACIÓN: RESTAURACIÓN, RECONSTRUCCIÓN, REHABILITACIÓN
2.1. RESTAURACIONES PREVIAS
2.1.1. ACTUACIONES Y RESTAURACIONES REALIZADAS DESDE 1082 HASTA 2008. FACTORES DE
DETERIORO
2.1.1.MEDIDAS DE CONSERVACIÓN PREVENTIVA Y RESTAURACIONES
3. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
4. BIBLIOGRAFÍA
1. Biografía de un monumento

Situado en lo alto del Parque del Cuartel de la Montaña de Príncipe Pío, dentro del Parque del Oeste, en
pleno centro de Madrid. Erigido en el siglo II a.C., durante el periodo helenístico del Antiguo Egipcio, es
uno de los pocos monumentos que conservamos de la cultura egipcia, gracias a la donación del Gobierno de
Egipto al país por la ayuda de España a la construcción de la segunda presa de Asuán y para reubicar el
templo de Abu Simbel antes de que quedasen sumergidos bajo las aguas para siempre, junto con el resto de
la cultura Nubia.

1.1. Historia del Cuartel de la Montaña de Principe Pío

El Templo de Debod de la Baja Nubia se ubica en un entorno precioso y evocador, pero que
constituye el escenario de numerosos acontecimientos traumáticos de la Historia de España.
En primer lugar, la Montaña de Príncipe Pío fue testigo de los fusilamientos del Tres de Mayo de 1808,
cuando las tropas francesas del ejército imperial de Napoleón I asesinaron a los sublevados, acontecimiento
que fue plasmado por Francisco de Goya y Lucientes en su cuadro 3 de mayo de 1808 en Madrid: los
fusilamientos de patriotas madrileños (1814, óleo sobre lienzo).
En segundo lugar, cincuenta años después del sofoco de la revolución de 1808, se construye el Cuartel de la
Montaña de Príncipe Pío (Imagen 1, derecha) con los fondos obtenidos por el Estado español tras la
desamortización de Madoz ocurrida entre 1853 y 1863, ese mismo año se finalizan las obras iniciadas tres
años antes. El cuartel tenía una capacidad para albergar unos 3000 soldados, y fue construido en lo que
entonces eran los arrabales de Madrid. A principios del siglo XX, era la sede del Regimiento de Infantería
“Covadonga”, que se encontraba bajo el mando del coronel Moisés Serra Bartolomé, que formaba parte de
la conspiración militar que causaría el estallido de la Guerra Civil, en 1936, en este mismo lugar.
Consecuentemente, el 19 de julio de 1936, el general Fanjul declaró la guerra contra las fuerzas de la
república. Esa misma tarde, el alzamiento fue sofocado por las tropas fieles al Gobierno, que rodearon el
cuartel y destruyéndolo a cañonazos causando de 500 a 900 bajas. En 1939 se decidió construir un Campo
de Concentración para los republicanos detenidos.
Finalmente, en 1972 se inaugura el Parque de la Montaña
de Príncipe Pío y se erige una escultura en bronce en
honor a los Caídos del Cuartel de la Montaña de
Principe Pío, quienes murieron en su defensa, del artista
Joaquín Vaquero Turcios. Posteriormente, se decidió
como enclave para situar el Templo de Debod, aunque se
consideró construir una Casa de la Falange en lo alto de
la colina.
1.2. Historia del Templo de Debod

El origen del templo se remonta al siglo II a.C. (195-185 a.C.), levantado por orden del rey nubio
Adikhalamani de Meroe (Sudán), quien manda construir una capilla en honor al dios Amón y a Isis en la
localidad de Debod, al sur de Egipto, en medio de una ruta de peregrinaje hacia el santuario principal del
primero, en la Isla de Filé. El templo de Debod es relevante por su extraordinaria Antigüedad y por los
personajes que en él hay representados, entre ellos monarcas meroitas, ptolemaicos y romanos. En un primer
momento, la capilla, de planta rectangular, a la que se accedía por solo una puerta, estaba decorada en su
interior con relieves de ofrenda a los dioses distribuidas en bandas horizontales. Esta capilla pertenece al
primer momento de su construcción, y es el único testimonio que conservamos del rey Adikhalamani.
Posteriormente, en época de la dinastía ptolemaica (323 a.C. - 30 a.C.), es ampliado creando un templo en
todo el sentido de la palabra. Esta nueva ampliación, contemplaba la apertura de otras tres estancias, dos
capillas laterales con sus correspondientes criptas flanqueando un santuario, que quedarían justo detrás de la
capilla de Adijalamani y un vestíbulo que serviría de entrada a la misma. Así mismo, desde el vestíbulo se
podía acceder a una terraza con una capilla dedicada a Osiris. El pilono que se encuentra más cerca de la
puerta de entrada al santuario, fue construido por Ptolomeo VI en el 172 a.C., se caracteriza por las
inscripciones griegas y jeroglíficas en su cornisa. En época del rey Ptolomeo VIII (145-116 a.C.), se ordena
construir un santuario en honor a la diosa Isis, hoy desaparecido, aunque se conserva el sagrario dedicado a
Amón levantado por orden de Ptolomeo XII (80-51 a.C.), con inscripciones que han ayudado a identificar la
autoría en tiempos de este monarca.
Tras la toma de Egipto por el Imperio Romano, alrededor del año 30 a.C. el territorio vive una época de
esplendor, durante la que se levantan nuevos templos y se amplían otros ya existentes, en el caso del templo
de Debod, se conservan añadidos de Octavio Augusto (63 a.C. - 14 d.C.) y Tiberio (42 a.C. - 37 d.C.), entre
ellos la erección de dos pilonos - a parte del existente de época ptolemaica -, un camino procesional desde el
muelle, el mammisi1 y los relieves de ofrendas a los dioses del templo del vestíbulo y de la fachada
principal, a los que se añaden Osiris y Mahesa. Además, se mandó levantar un muro perimetral frente al
vestíbulo que actualmente no se conserva.

A lo largo de los siglos fue cayendo en desuso, hasta su abandono en el 635 d.C. debido al cese de los
rituales paganos. Se ha conocido su estado - de ruina - gracias a la documentación recogida por los
exploradores que viajan desde Europa a tierras egipcias, especialmente abundantes durante el siglo XIX. En
las fotografías se muestra el progresivo proceso de ruina del templo: se había desplomado parte de la
fachada norte, parte del mammisi y uno de los pilonos. Este estado de deterioro ha sido estudiado, y las

1 Los mammisi son un espacio de los templos dedicadas al eterno nacimiento, crianza, matrimonio y sucesión del
trono de las diosas del Antiguo Egipto. De esta manera, al construir un mammisi se transmitía a las dinastías el poder
sagrado de estas divinas mujeres y quedaba resguardado simbólicamente en estos lugares.
conclusiones apuntan a que las causas de la destrucción decimonónica del templo se debió a un terremoto
que asoló la región a mediados del siglo, pero principalmente, a la fuerza destructiva de los habitantes de la
ciudad, que encontraron en el templo una cantera de calidad y fácilmente accesible.

Entre 1898 y 1902 la construcción de la Primera Presa de Asuan provocó un cambio radical en el
territorio de Nubia, haciendo que los templos quedaran sumergidos bajos las aguas del lago. El país
reaccionó lentamente ante la amenaza de destrucción inminente del patrimonio cultural de la Baja Nubia y
finalmente, Arthur Wigall (1880-1934) fue enviado a realizar un informe previo a la restauración de los
monumentos, en él se mostraba el estado de ruina profunda de los templos, entre ellos, el de Debod había
quedado totalmente destruido y la reconstrucción de la fachada norte, el vestíbulo y el mammisi se planteaba
imposible.
A mediados del siglo XX, el Gobierno de la República de Egipto decide construir la Presa de Asuán, una
gran obra de ingeniería hidráulica que tendría por misión controlar las crecidas del Bajo Nilo así como
abastecer de agua y recursos a gran parte de la población pero las construcciones monumentales a los pies
del río acabarían por sumergirse es sus aguas. Consecuentemente, la UNESCO, en 1959, hace un
llamamiento internacional para la reubicación de los templos que corrían riesgo de inundación. Algunos
gobiernos acudieron al auxilio, entre ellos España, aportando recursos humanos, técnicos y económicos En
1960, se forma el Comité Español para el Salvamento de los Tesoros Arqueológicos de Nubia, por el que se
ordenan siete campañas arqueológicas y una aportación importante de fondos por parte del Gobierno
Español. Ochos años después, tras los estudios pertinentes, se adjudica el templo de Debod a España, como
recompensa por la ayuda prestada para la salvaguarda de los templos de Nubia.

2. Conservación: restauración, reconstrucción, rehabilitación

2.1. Restauraciones previas

Finalmente, se inicia entre 1907 y 1908 la Primera Campaña de Salvamento del Patrimonio Arqueológico de
Nubia, dirigida por G. Reisner. En 1911 se llevó a cabo la restauración de Alexandre Barsanti (1858-1917),
siguiendo la lista de recomendaciones de actuación de
Weigall. El restaurador del Museo de El cairo, por aquella
época, realizó una restauración muy perjudicial que
provocaría daños posteriores en la estructura, pues
decidió unir los sillares utilizando mortero y hierro,
dejando el muro este del vestíbulo con los relieves al aire
libre y expuestos a la acción destructiva del agua, pues los
monumentos quedaban nueve meses al año bajo el Lago
Asuán. Tras la restauración de Barsanti, G. Roeder realizó una exhaustiva recogida de documentación, de
hecho, la más exhaustiva hasta la fecha.

Desgraciadamente, durante los siguientes 50 años, el templo de Debod, solo podía ser visitado en los meses
calurosos del año (Imagen 2, derecha), pues mientras que las compuertas de la presa permanecieran
cerradas, el agua sepultaba los edificios borrando el brillante colorido de los relieves de la capilla de
Adikhalamani y dañando gravemente los sillares. En 1954 el gobierno de Násser confirmaba la construcción
de una presa en los 60, empresa que finalizaría en 1970 y que provocaría la destrucción del patrimonio
monumental y cultural de Nubia. Consecuentemente, la UNESCO, en 1959, hace un llamamiento
internacional para la reubicación de los templos de Nubia. Algunos gobiernos acudieron al auxilio, entre
ellos España, aportando recursos humanos, técnicos y económicos. Gracias a los trabajos de rescate del
Patrimonio Arqueológico de Nubia, el templo de Debod fue el primero en ser trasladado, con previos
trabajos de recogida de datos, copia de inscripciones y relieves y numerosos documentos fotográficos, que
posteriormente, resultaron insuficientes en su reconstrucción por anastilosis. No todos los elementos
arquitectónicos pudieron ser rescatados por el Servicio de Antigüedades Egipcias, se dejaron in sittu los
cimientos y primeros bloques de los paramentos del templo, así como los restos del embarcadero junto al
muelle y la calzada que conducía hasta el santuario desde el río. En 1964, España solicitaba la donación del
Templo de Debod, pues la ayuda económica prestada por el Gobierno español superaba los 500.000 dolares.
En 1968, la petición de reubicación del santuario fue aprobada como agradecimiento por la ayuda
económica prestada, y el templo de Debod, junto con el de Dendur, Taffa y Ellesiya, fueron trasladados a
sus nuevos enclaves. En el caso español, la empresa de transporte de sillares fue dirigida por Martín
Almagro Basch: en primer lugar, se trasladarían los bloques en barcazas por el cauce del Nilo hasta la
ciudad de Alejandría, allí se montaron en un barco de carga apodado el “Benisa” que tenía como destino
Valencia. Dos semanas después de su llegada a la ciudad valenciana, entre el 20 y 28 de junio de 1970 el
templo era transportado hasta la capital española.

2.1.1. Actuaciones y restauraciones realizadas desde 1982 hasta 2008

Al inicio de la década de los 70, se inaugura el Parque del Cuartel de la Montaña cuyo edificio estrella es el
Templo de Debod, cerca de la Estación de Príncipe Pío y Plaza España. Sin embargo, esa misma instalación,
desprovista de sistemas de protección contra los factores medioambientales, ya preocupaba al Subcomité
Consultivo de la República Árabe Unida, ya que una de las condiciones a cumplir por el Gobierno español
para la donación del Templo de Debod era que el santuario se situase en un lugar cubierto para su excelente
conservación y exposición al público para la difusión del conocimiento de la cultura egipcia. En cambio,
Gobierno español anunció que su instalación al aire libre sería provisional, sin embargo, a fechas de hoy se
encuentra aún sin cubrir, expuesto a los factores de riesgo que paso a enumerar.
Factores de deterioro
● Factores ambientales: humedad
El más dañino de los factores medioambientales es la incidencia de las lluvias y de la humedad, pues
existe un fuerte contraste entre el clima de la capital española y el clima árido de la región de Nubia.
El agua de lluvia, si bien no son tan abundantes en Madrid como en otros lugares de España,
desgasta los sillares provocando la disminución del material pétreo original, ya afectado por el
historial de factores de deterioro enunciados anteriormente.
● Factores ambientales: contaminación atmosférica
No es el más agresivo de los factores, pues no se encuentra expuesto a una gran contaminación,
como otras obras monumentales de Madrid más próximas al denso tráfico de la ciudad. Sin embargo,
la contaminación existente en el aire cuando entra en contacto con el agua de lluvia, aumentando su
acidez, es arrastrada hacia la superficie de los paramentos y al interior de los sillares y del templo,
provocando reacciones químicas y roturas de material así como aumentando la corrosión de los
metales
● Factores estructurales
Los bloques originales de piedra arenisca llegaron a España en un estado horrible de conservación,
por la acción destructiva de las aguas de la Presa de Asuán, bajo la que estuvieron tiempo prolongado
sumergidas, así como el desuso y la acción destructiva del tiempo y del humano (edificio utilizado
como cantera). Para completar las pérdidas de sillares, se utilizó piedra de la cantera de Villamayor
(Salamanca), de un color más claro y mucho más porosa que la original y que han resultado muy
dañadas por la acción de la humedad, especialmente, en las fachadas este y oeste (la de los
estanques) y norte (la de los pilonos).
● Factores biológicos:
Aunque los factores biológicos no son tan agresivos como es la humedad, el montaje al aire libre del
la estructura templaria ofrece un lugar ideal para la creación de nidos de aves en sus paramentos,
principalmente, de gorriones y palomas. Por otro lado, en las zonas donde el sol no da todo el día,
crece vegetación - aunque no en exceso - como por ejemplo, musgo, que crea manchas en la piedra
anti estéticas y reacciones químicas al entrar en contacto con el material pétreo, acrecentado por el
efecto de la lluvia y la humedad.
● Factores antrópicos:
Los visitantes, en ocasiones abundantes, y los actos vandálicos ponen en peligro la apariencia regular
del edificio. Además, hay que tener en cuenta que los espacios del interior del templo - musealizados
- son muy pequeños y vulnerables y la afluencia ingente de turistas aumenta la temperatura y pueden
dañar los sillares y relieves originales. Además, siempre se forman largas colas en las semanas
próximas a Navidad, época del año en la que esta zona de la ciudad - Plaza de España y Príncipe Pío,
que cuenta con un centro comercial - se masifican, y en ocasiones se observan colas que rodean casi
por completo el perímetro del templo. También, al estar cerca de las zonas de ocio de la ciudad, es
más probable que sufra agresiones humanas - graffitis, lanzamientos de piedras y basura - por estar
desprovista de medidas de seguridad tanto físicas como humanas. Así mismo, el templo sufrió
episodios de graffitis sobre la plataforma, los pilonos y a veces, sobre la fachada suroeste del templo,
cerca de los relieves.

2.1.1. Medidas de conservación preventiva y restauraciones

● Medidas para evitar la entrada de humedad: doble capa de protección superior de plomo con
función impermeable y aislante térmica, esta última función no se logró exitosamente. Se procedió a
la inspección del sistema de evacuación de agua que se acumula en la parte superior de los pilonos y
del templo, se vaciaron los estanques situados al este y oeste y se impermeabilizaron. Así mismo, se
procedió a la localización y sellaje de las cañerías que llevaban el agua al parque, que aunque ya no
se estaban utilizando, pueden poner en peligro los cimientos si estallan o se quiebran. Asimismo,
para evitar la entrada de humedad por la terraza al interior del templo, se instaló en 1999 de manera
provisional una mampara de cristal doble y con cámara de aire que apoya sobre una estructura
metálica sujeta al suelo y al techo, donde no existen estructuras originales que pueden ser dañadas, y
sellada con silicona, de tal manera que cuando se quiera retirar, sea posible una reversibilidad
absoluta sin poner en peligro estructuras importantes. Una vez instalada esta pantalla de cristal, el
sistema de climatización, que controla los niveles de humedad y la temperatura óptima para la
conservación de los objetos arqueológicos, fue ampliado hasta la terraza. En el 2006 se volvió a
recuperar la pendiente en el zócalo del templo para evitar charcos de agua cerca de los paramentos.
● Medidas de prevención contra actos vandálicos: establecimiento de medidas de seguridad 24
horas (patrullas) y aumento del personal encargado de vigilar el interior del monumento durante la
apertura del mismo. También se ha limitado el número de personas y el tiempo (especialmente de los
grupos de turistas) en el interior del templo, y la obtención obligatoria de entradas con antelación (no
exitoso).
● Restauraciones: La última actuación de restauración sobre los sillares decorados se fecha en 2002 y
en 2007 se limpian las pintadas de la fachada trasera del templo. Las restauraciones de los años 80
fueron las más agresivas, centradas en los pilonos, que habían sido gravemente afectados por la
humedad, acrecentando los problemas que ya venían arrastrando: limpieza de las grapas metálicas
utilizadas para la consolidación del edificio introducidas en el proceso de restauración de 1911, y que
al dilatarse, provocaron fracturas en el material. Así mismo, se eliminaron las amenazas biológicas,
las manchas de sal, se retiró el hormigón introducido por Alexandre. Igualmente, se tienen
programadas las limpiezas (inexistentes, o por lo menos no registradas, desde 2002) del sagrario de
Amón de Ptolomeo XII y la cornisa con inscripciones en el segundo pilono.
3. Propuesta de intervención y musealización

En primer lugar, llevo cinco años viviendo en Arguelles, a cinco minutos del Templo de Debod, y
muchas veces - si no son todos los días - paso por delante del lugar especialmente al atardecer y al
anochecer, y solo en dos ocasiones vi a la policía local vigilar el monumento. Además, cuando se forman
colas, principalmente los fines de semana y en Navidad, éstas llegan a rodear el estanque por completo,lo
que evidencia que la venta de entradas previa a la visita es inexistente, o están mal gestionados los horarios -
medida que también se dijo que se tomaría.
En segundo lugar, el hecho de que el lugar este desprovisto de vigilantes de seguridad y de coches
patrullas cuando el templo está cerrado, sumado a la inexistente barrera que pueda separar el monumento
milenario del parque, convierte al templo en un lugar sumamente vulnerable no solo a las pintadas, sino
también a las personas que por las noches se introducen en el templo, tocan sus paramentos y los erosionan
(yo misma he visto a gente tirar piedras), los agreden y ensucian tirando envases, vacíos o llenos, o
proyectiles de toda índole.
En tercer lugar y como se dijo en clase, la ignorancia es la principal causa de la muerte de un
monumento histórico. Si esto se aplicase al Templo de Debod, habríamos firmado su muerte, pues no hay ni
un solo cartel informativo que rodee el perímetro del templo. Quizás a la entrada del museo interior - yo no
lo he visto -, pero en lo que se refiere a las calzadas de acceso a la plazoleta en la que se encuentra el
monumento, no hay ninguna cartela. Esto quiere decir que muchas de las personas que visitan el templo
desconocen que es un monumento del siglo II a.C., y este desconocimiento será transmitido a las futuras
generaciones encargadas de salvaguardar el patrimonio. En este sentido, ¿con qué finalidad se colocó el
capitel corintio esquematizado en el centro de la plazoleta lateral? En un principio, se meditó que la mejor
solución para conservar los tres capiteles y cuatro tambores del templo que se desplomaron en el siglo XIX
era guardarlos en el interior del mismo, en cambio, se expondrían las copias de éstos. Sin embargo, antes de
finalizar las labores de reconstrucción, el capitel en mejor estado de los tres se colocó en la esquina derecha
de la terraza del templo, y la copia es la que se expone a un lado, aunque en realidad, hubiese sido mejor
idea exponerlo en el Museo Arqueológico Nacional.
Por tanto, las medidas de seguridad que el Ayuntamiento de Madrid prometió hacer efectivas son
inexistentes. Pero afortunadamente, se declaró hace poco el templo como Objeto de Interés Cultural, lo que
obliga a una protección del bien inmueble. Sin embargo, todavía no se han tomado cartas en el asunto,
aunque ya se anunció un proyecto de intervención en el 2005 por el que se concluía la instalación de una
cubierta con un gran alero que recorriera todo el perímetro monumental y apartase el agua de lluvia de los
paramentos. Desgraciadamente, a esta conclusión se llegó sin hacer análisis científicos en condiciones, pues
los estudios del templo se limitaron a la investigación del estado superficial del mismo, fruto de este
“análisis” se elaboró una lista de recomendaciones de actuación entre los que figuraba esta solución.
En mi humilde opinión y expuestos los factores más perjudiciales la cubierta parcial la veo como una
solución a corto plazo y que reduce los daños de los factores de riesgo, pero no asegura la conservación
integral y efectiva del templo como lo haría un edificio y/o museo construido para albergar el templo.
El problema también reside en que no se trata de un yacimiento arqueológico in sittu. Muchos yacimientos
de esta índole si que han podido cubrirse pues se idearon alternativas para evitar descontextualizar el
monumento. Sin embargo, el templo de Debod es un yacimiento ex sittu, descontextualizado, y no se tendría
que tener reparo en construir un edificio encima pues en ningún momento rompería la percepción original
del sitio arqueológico. La instalación de un edificio exigiría un aislamiento total de la humedad, un control
exitoso de la temperatura mediante sistemas de climatización y ser sometido a procesos de conservación
preventiva. Asimismo, construir un museo sobre otro museo dificultaría la atracción de los visitantes como
hasta ahora lo ha hecho, alteraría el skyline de la ciudad y debería contar con las instalaciones pertinentes de
las que se dota a un museo (baños, tienda de souvenirs, taquillas…). Por no mencionar, los estudios
científicos (es decir de laboratorio, no superficiales) y exhaustivos de la estructura previos al montaje del
proyecto museográfico, así como la excavación y el estudio de las estructuras arqueológicas subyacentes (el
Cuartel de la Montaña).

Para finalizar, el Templo de Debod se encuentra entre uno de los monumentos más característicos del centro
de Madrid y cubrirlo alteraría visualmente la percepción del monumento, igual que rompería la armonía que
existe entre el entorno vegetal, muy evocador, y el propio monumento. Sin embargo, no se puede negar, que
la llegada del edificio al país fue una donación para su conservación, sumado a que una de las condiciones
de la reubicación en Madrid sería la no exposición al aire libre del templo y además, se aseguró al Gobierno
egipcio que su ubicación en un lugar abierto al exterior sería sólo provisional. Por tanto, la única solución
que veo favorable es su cubrición y/o inclusión en un edificio aislado del calor y de la humedad.

4.Bibliografía
Varagnoli, C. (2021). ¿Desplazar monumentos? El templo de Debod en Madrid en una comparación entre
España e Italia. ZARCH, (16), 32–53. https://doi.org/10.26754/ojs_zarch/zarch.2021165575

Martín Flores, Alfonso (2009). La conservación del templo de Debod. Problemas y propuestas para el
futuro. Trabajos de Egiptología, (Nº 5, T.2) https://riull.ull.es/xmlui/handle/915/21632

Imagen 1, Extraída de:


https://2.bp.blogspot.com/IriIT76gokI/WhMEXDBaJnI/AAAAAAAATXs/IYw2f6UOavM6ek-
4y7beUAr8U8Axlbq8gCLcBGAs/s1600/Foto%2B16-11-17%2B11%2B41%2B23.jpg

Francis Frith, Imagen 2, Extraído de: https://www.ngenespanol.com/traveler/templo-de-debod-la-grandeza-


del-antiguo-egipto-que-llego-a-espana-hace-3-mil-anos/

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