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HOMILIA PARA LA MISA DE GRADO DE BACHILLERATO DE LA CASA

HOGAR – 2017

Ha llegado el momento de dar gracias a Dios por todos los dones que, a lo
largo de nuestra vida, nos ha concedido. Hoy tenemos un motivo muy especial
para estar agradecidos con Dios. Y es que, este grupo de adolescentes hoy se
están graduando.

Quisiera saludar de manera cariñosa y cercana a los padres, familiares y


amigos de estos alumnos que hoy se gradúan, a los profesores y educadores
que los han acompañado de manera ejemplar, a las hermanas de la comunidad
religiosa de Franciscanas del Sagrado Corazón de Jesús que un día los
acogieron en este Colegio Casa Hogar Mons. Carrillo…en definitiva un saludo y
una felicitación efusiva y gozosa para todos los que forman esta Comunidad
Educativa que da lo mejor de sí para formar hombres y mujeres de buena
voluntad…y cómo no, para el final, los más importantes…ustedes, alumnos y
alumnas del Bachillerato que durante mucho tiempo han esperado este gran
momento, y que por fin ha llegado… un fuerte aplauso.

La Misa de graduación, es siempre un momento de recuerdos y de despedidas.


También es un día de fiesta, hoy no hay lugar para las caras tristes. Estamos
ante uno de los momentos más bonitos y emocionantes de la etapa escolar…es
el cierre de una puerta que nos va a permitir la apertura de otras muchas…pero
ese cierre hay que hacerlo, vivirlo y sentirlo con la importancia que tiene y se
merece…hoy queridos muchachos, todos los que les acompañamos nos
vestimos de fiesta, estamos de celebración, y por eso estamos también aquí
celebrando la Eucaristía juntos…

Llegaron a este Centro Educativo agarrados de las manos de sus padres, se


sentían protegidos y seguros. Y ¿quién no se siente de esa manera al lado de
papá y mamá? Ellos son su refugio y apoyo, lo serán siempre, sin embargo se
han hecho mayores e independientes y estamos ante un logro que ustedes
mismos han conseguido y que deben vivir con alegría porque ha llegado el
momento de iniciar un nuevo vuelo hacia un destino, que, con compromiso y
responsabilidad, marcará definitivamente su futuro.

Muchachos, deben estar agradecidos, con sus padres, con todos los profesores
y profesoras de este Centro Educativo que compartieron con ustedes, sus
triunfos, sueños y esperanzas y también, ¿por qué no?, sus fracasos. Hoy dicen
no un “adiós” sino un “hasta siempre”, a esta casa de formación, en la cual
estuvieron muchos años y de la cual recibieron el calor y el don de formarlos y
enriquecer su espíritu. ¡Gracias a todos ellos por su dedicación y paciencia y
por haberles ayudado en la difícil tarea de forjarlos!..

Como el apóstol San Pablo, en una de sus cartas, quiero decirles: “Estén
siempre alegres en el Señor, se los repito, estén alegres”… esa debe ser hoy y
siempre la mejor definición de cada uno. Hoy comparten con Dios el fruto de
sus logros, metas, fatigas y sueños. Seguro han tenido días y algunas noches
también, de sacrificios y fatigas; pero hoy se reúnen para agradecer al Dios de
la Vida.

Cada uno, emprenderá nuevas metas y propósitos para su vida; por eso,
pedimos a Dios, en esta misa, que ilumine las mentes de cada uno de ustedes,
para que, guiados por el Espíritu Santo, encuentren su verdadera vocación
profesional, la cual les dará paz y dignidad laboral. Será una exigencia la
perseverancia, la responsabilidad, el compromiso y muchos otros valores que
han de poner en práctica para seguir alcanzando nuevas metas, pero por favor,
háganlo, teniendo siempre presente a Dios Padre como el amigo especial y
viviendo su mensaje de amor. Porque quien mira a Jesús se da cuenta, por
ejemplo, de que Jesús en cualquier cosa que hacía se ponía entero, de cuerpo
y alma, y seguramente así vivió también los treinta años como carpintero en
Nazaret, poniendo en esa madera y en esa obra, el corazón, la mente, las
ganas, toda la fuerza.

También están llamados, a ser la luz que alumbre a los otros…se les encarga la
tarea de ante tanta oscuridad existencial, encender con su vida la esperanza de
los que convivan con ustedes…quién mejor que ustedes, para dar calor y color
a un mundo que se muere de frío y en el que abundan las zonas grises y
pesimistas…no tengan miedo de aceptar esta responsabilidad, de encarnar esa
magnífica vocación que consiste en encender una luz, aun a costa de
equivocarse, antes que maldecir permanentemente la oscuridad…es mejor
siempre equivocarse que disecarse por miedo a actuar…no se encierren en las
seguridades ficticias de la vida y arriésguense siempre que sea necesario por el
bien del otro, ahí estará la clave de su felicidad.

Disfruten mucho de este gran día, porque eso es lo que quiere Dios hoy para
ustedes, que desde la reflexión agradecida por todo lo vivido en este colegio,
hagan memoria feliz y alegre para enfrentar lo que venga con garantías de
éxitos. Que Dios me los bendiga y que les siga concediendo muchos triunfos
más. Amén.

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