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Esta leyenda se remonta hasta el siglo XVII muchos años después de la conquista
de los españoles y comienza desde que el lo que ahora es el municipio de Calpan
la cual esta ubicada en el noroeste de la capital poblana colindando con el
municipio de Cholula para tener una referencia mucho mas clara, en esta época
para poder evangelizar a los indígenas que eran nativos de México muchas
órdenes religiosas vinieron aquí con ese fin y en el caso del estado de Puebla se
abrieron monumentales conventos como el ubicado en Huejotzingo, Cholula,
incluso en la misma capital del país y por ultimo y del cual hablaremos es el de
Calpan, los conventos antes mencionados pertenecían a la orden franciscana.
Entrando en detalles se cuenta que este ser a la gente que llega a esta cueva les
ofrece riqueza inimaginable por su alma a cambio, la gente que da fe de ello lo
retrata como un hombre elegante, de traje negro y un sombreo de copa el cual es
algo mayor, los que aceptan reciben en sus manos un costal lleno de oro y antes
de retirarse el diablo les dice que no deben abrirlo hasta llegar a su casa ya que
de hacerlo el costal se volverá serpientes las cuales mataran al hombre y la otra
condición es que a pesar de tener su gran riqueza deben aparentar ante la
sociedad que aún son pobres vistiendo de la misma manera y no mostrando sus
lujos, entre más cosas.
En una casa una vez nacieron dos gatos y con emoción la familia dueña de la
madre la cual ya era una gatita bastante vieja, decidió llevarla al veterinario y de
esta gatita nacieron 2 gatos del mismo aspecto pero con una sola diferencia uno
nació con un pelaje de un color blanco y reluciente como la plata, mientras que el
pelaje del otro era obscuro como el espacio, la familia en una no le dio importancia
y al llegar a casa nombraron a los recién nacidos uno como Nieve, pero al ver al
otro y ver su color negro lo nombraron Niebla a pesar de esto sus dueños no le
dieron importancia y el tiempo paso y su vieja madre murió, sus dueños los
trataban bien a ambos pero Nieve no lo aceptaba, pensaba que por su color el era
torpe y feo, así que le dijo un día a su hermano -si te gano una carrera te tendrás
que ir y si tu me ganas te dejare en paz-, Niebla acepto y el resultado fue un
empate, su hermano Nieve no lo podía aceptar y le dijo -de nuevo hagámoslo, con
las mismas condiciones- y paso lo mismo una y otra vez, hasta que cansado Nieve
le grito -por qué no te puedo ganar- y Niebla contesto -recuerda lo que dijo alguna
vez nuestra madre- y recordado su mente viajo al pasado y su madre había dicho -
nunca peleen, puede que su color nunca sea igual, pero los dos véanse en un
espejo y verán que los dos son idénticos-, con esto en mente los dos hicieron las
pases y esa idea absurda salió de la cabeza de Nieve.
La moraleja de esta historia es que todos somos iguales y puede que no tengamos
el mismo color, pelo, ideas, gustos y muchas cosas pero sin embargo todos
valemos lo mismo