Machine Translated by Google
Ver como un fenómeno social 217
10
Ver como un fenómeno social:
La teoría feminista y la
Ciencias Cognitivas
Anne Jaap Jacobson
1. Introducción
¿Es ver un fenómeno social? ¿Hay dimensiones políticas en la pregunta de qué se
puede ver? Estas preguntas merecen atención feminista, particularmente porque
las ciencias cognitivas están planteando dudas sobre las formas básicas de
conocimiento. Los problemas que rodean las dudas recientes sobre el conocimiento
humano se cruzan con las preocupaciones feministas en muchos puntos familiares.
Investigaciones recientes sobre la cognición humana respaldan firmemente la
idea de que las capacidades cognitivas humanas individuales son significativamente
menores de lo que muchos se han inclinado a pensar, como veremos. El resultado
es que no somos los conocedores individuales que a menudo pensamos que somos.
Por lo tanto, es importante que gran parte del pensamiento feminista tenga un
contexto en el que ubicar tal conclusión, ya que las feministas a menudo se dedican
a mostrar cómo, en varios niveles, los logros del conocimiento involucran a la
comunidad (Longino 1990, 2002; Potter 1995; Lloyd 2000; Jaggar 2008). ). En pocas
palabras, la investigación reciente sobre la cognición humana revela lagunas y
errores, mientras que quienes trabajan en las dimensiones sociales del conocimiento
a menudo investigan cómo se rectifican las lagunas y los errores en la creación de
conocimiento. Quizás el más obvio de los problemas son los sesgos, como el sesgo
de confirmación; en este caso, el papel de la comunidad correspondiente puede ser
simplemente revisar el trabajo de uno en busca de tales sesgos. Pero, de manera
más general, estos dos proyectos, la deconstrucción del conocimiento individual y
la delineación del conocimiento social, juntos nos apuntan hacia un proyecto
constructivo para comprender la cognición humana.
216
Nos centraremos en la visión. Lo que estamos aprendiendo hoy es que la mayoría
de nosotros no somos conscientes de la naturaleza de nuestra experiencia visual
real y sus muchas limitaciones. Como (Pylyshyn 2000: 203) señala:
con cada mirada se codifica menos información de lo que se suponía
anteriormente. La investigación realizada por varios trabajadores ha demostrado
que la información sobre las propiedades y las ubicaciones relativas de los
pequeños cambios en una escena rara vez se notan durante los movimientos
sacádicos. Sin embargo, los humanos tienen la impresión de una gran escena
panorámica. Tal escena ciertamente existe, pero está en el mundo real y no en la mente.
El fenómeno que describe Pylyshyn, la ceguera al cambio, se informa más
detalladamente en Chabris y Simons (2010).
Desde el punto de vista de los intereses claramente humanos de llegar a los
verdaderos hechos del caso, la visión humana es a menudo una guía defectuosa.
Por lo tanto, investigaciones recientes muestran que nuestra experiencia visual real
es muy parcial en comparación con la forma en que estamos inclinados a pensar
en ella. Nuestros informes perceptivos considerablemente más completos deben
basarse en recursos adicionales a nuestra experiencia interna. Como tal, pueden
verse afectadas las contribuciones de la comunidad tanto como cualquier otra declaración.
2 capacidades cognitivas
Podemos ver que gran parte de la filosofía angloamericana ha heredado de las
investigaciones de la Ilustración una confianza en la cognición humana, donde la
'cognición' se entiende ampliamente para cubrir la memoria, los sentidos y las
emociones, así como una actividad cognitiva de nivel más alto como razonamiento
explícito. En gran medida, la cultura más ordinaria ha seguido con una fuerte fe en
los sentidos como instrumentos para descubrir verdades. Por ejemplo, el testimonio
de testigos presenciales ha sido considerado casi incorregible por el público en
general y por jueces y fiscales. Un jurado puede encontrar la idea de que uno no
pudo ver lo que estaba ante sus ojos como simplemente increíble (Chabris y Simons
2010).
La conexión entre la visión y el descubrimiento de verdades se refleja en muchas
declaraciones filosóficas recientes sobre la visión. Por ejemplo, la introducción a la
influyente colección Perceptual Experience (Gendler y Hawthorne 2006) considera
que el problema central de la filosofía de la percepción es reconciliar el hecho de
los errores de percepción con nuestra visión de nuestro acceso perceptivo al
mundo; aquí la verdad parece ser el objetivo de ver. Y en la colección, Mark
Johnston afirma que la función de la conciencia sensorial es revelar a nuestra
conciencia
Machine Translated by Google
218 Anne Jaap Jacobson
los hacedores de verdad y proveedores de contenido de nuestros juicios sensoriales;
los sentidos nos muestran lo que hace que nuestros juicios sean verdaderos (Johnston
2006). Tal afirmación presenta como no problemática la idea de que los sentidos nos
revelan el mundo. Pero tales puntos de vista son muy cuestionables.
Todos creemos que somos capaces de ver lo que está frente a nosotros, de recordar
con precisión eventos importantes de nuestro pasado, de comprender los límites
de nuestro conocimiento, de determinar correctamente la causa y el efecto. Pero
estas creencias intuitivas son a menudo erróneas que
enmascarar limitaciones de importancia crítica en nuestras capacidades cognitivas...
A lo largo de la vida, a menudo actuamos como si supiéramos cómo funciona
nuestra mente y por qué nos comportamos de la forma en que lo hacemos. Es
sorprendente la frecuencia con la que realmente no tenemos ni idea. (Chabris y Simons 2010: xii)
La vista, la memoria y la comprensión de las relaciones causales son productos de la
evolución, que responde a cosas como la supervivencia, la reproducción y, en muchos
casos, las necesidades sociales. A lo largo de gran parte de nuestra evolución, las
variaciones fueron seleccionadas sobre la base de que atienden las necesidades que
compartimos con muchas otras especies, que tienen poco que ver con los intereses
humanos en la construcción de narrativas fácticas. Tales construcciones constituyen mucho
en nuestro sentido de nosotros mismos, y nuestras opiniones sobre la estructura y el
propósito de nuestras sociedades, pero nuestro interés en ellos es una anomalía en la
naturaleza. Ese hecho aparece cuando examinamos nuestras capacidades cognitivas.
Por ejemplo, la visión y la memoria nos dan la esencia de las cosas, pero no se adaptan
bien a la recopilación y explicación de hechos que la sociedad occidental valora tanto.
Es posible que queramos saber exactamente qué sucedió, y cómo, dónde y cuándo
sucedió. Pero, como nos dice una extensa experimentación, nos perdemos mucho de
lo que está justo delante de nuestros ojos, y lo que recogemos solo se retiene
parcialmente en una memoria que a menudo distorsiona.
3 Feminismo y conocimiento social
Como señalamos anteriormente, mientras la ciencia cognitiva ha estado deconstruyendo
el conocimiento individual de los hechos, las teóricas feministas han estado buscando
las bases sociales del conocimiento y quién lo tiene. Los factores sociales pueden
hacernos saber aún menos, pero también pueden contener recursos para compensar
los déficits individuales. Por lo tanto, hay muchas formas en que la sociedad afecta el
conocimiento de los individuos. Por ejemplo, tanto los medios para producir
conocimiento como la capacidad para revelar los resultados de tal producción a
menudo están fuertemente influenciados por decisiones que están fuera del control de
cualquier investigador individual. En formas discutidas en muchas influencias feministas
Ver como un fenómeno social 219
trabajos sobre ciencia, incluso las personas muy interesadas en responder a un
conjunto de preguntas pueden encontrar que la formación necesaria está cerrada para
ellos. En una sinopsis de su próximo trabajo sobre las mujeres científicas victorianas,
Holmes (2010) señala que las mujeres científicas estaban en gran parte confinadas a
roles que, si bien eran importantes, a menudo eran secundarios a la producción real de la ciencia.
Y eso, podemos decir, es solo el comienzo. Los investigadores que se resisten a la
presencia de algunos grupos pueden desarrollar teorías que justifiquen la continuación
de la exclusión de esos grupos de la comunidad de conocedores, con demasiada
frecuencia con el resultado de que el conocimiento sobre ellos no se desarrolla o se
distorsiona. Quizás lo más notorio es que, a lo largo de los siglos, muchos escritores
han afirmado que los hombres son más capaces de realizar investigaciones científicas;
entre los más recientes está Simon Baron-Cohen (Baron-Cohen 2003), cuyo trabajo se
analiza en un capítulo de este volumen.
Por lo tanto, a menudo existen controles comunales sobre la producción y el acceso
al conocimiento, que también pueden promover o reforzar los sesgos en los
investigadores. También son importantes para nuestros propósitos los efectos
positivos que la comunidad puede tener. Así, una comunidad de investigadores puede
corregir los sesgos de sus miembros (Longino 1990; Potter 1995). Aquí podemos
pensar que una comunidad mejora la capacidad de conocimiento de los miembros (Lloyd 2000).
En relación con esto, la comunidad puede ayudar a completar proyectos que son
demasiado grandes para que un investigador individual los lleve a cabo por sí solo, o
que aporten conocimientos esenciales que ninguna persona podrá abarcar. Además,
como han subrayado algunas feministas, el estatus de outsider puede conferir un
conocimiento situado que no está disponible para grupos de conocedores sancionados
oficialmente (Harding 2004). Por ejemplo, aquellos que son discriminados pueden tener
una visión mucho más clara de los déficits de comprensión en el grupo dominante de
lo que ese grupo puede discernir por sí mismo.
Quizás lo más desafiante desde el punto de vista filosófico es la idea de que la
comunidad está involucrada en el conocimiento de un individuo hasta el final, por así
decirlo. ¿Podría la adquisición de conocimientos ser social como lo son jugar al
ajedrez o bailar el vals? Si es así, entonces lo que uno está haciendo está en parte
constituido por lo que otros están haciendo. Este punto de vista es articulado en varios
lugares por Baier (Baier 1991, 1994, 1997; Jacobson 2000) y parece ser mantenido por
Longino en comentarios como “El sujeto de la experiencia, el individuo, es un nexo de
interpretación que surge en el frontera entre naturaleza y cultura” (Longino 1990: 221).
No es difícil comprender la tesis de que el conocimiento de las matemáticas está
parcialmente constituido por la comprensión de códigos cuyas reglas de uso están
determinadas por la comunidad y no por un individuo. Ver y recordar, podríamos
pensar, son muy diferentes, ya que son solo una cuestión de experiencias individuales
que tenemos. Sin embargo, puede parecer muy inverosímil decir que
Machine Translated by Google
220 Anne Jaap Jacobson
nuestros informes de memoria y nuestros informes de percepción son informes
de experiencias internas bastante completas, ya que no parece que tengamos
tales experiencias. Más bien, la visión que tenemos parece algo construido, y
la construcción se basa en una serie de factores externos a nosotros.
O eso argumentaré.
A medida que observamos las capacidades sensoriales y, en particular, la
visión, podemos discernir espacio para muchos roles para una comunidad.
Los buenos para ver algo pueden haber necesitado un entrenamiento especial,
que va desde reconocer un estilo de pintura hasta ser capaz de ver las
posibilidades que ofrece la maquinaria. Ver puede reflejar profundamente los
sesgos culturales, ya que lo que notamos en una escena es a menudo lo que
los sesgos estereotipados nos hacen esperar (Eberhardt et al. 2004). Además,
lo que es muy importante, ver puede dejarnos con grandes lagunas en nuestro
conocimiento de una escena que examinamos. Reunir a otros testigos puede
ayudar. De manera similar, conseguir que alguien ayude incluso en una
búsqueda simple, como encontrar las llaves, que de hecho están en el
escritorio, puede ser importante para el éxito de la tarea. Además, y de manera
más general, cuando ver implica reconocimiento, a menudo es el resultado de un aprendizaje cultural.
Es decir, argumentaré, los informes perceptuales no se interpretan mejor
como informes de experiencias internas. Más bien, son contribuciones para
compartir un discurso capaz sobre lo que es. Podemos considerar que el
enfoque de los informes de estados psicológicos que se emprenden aquí es
'analítico' en lugar de 'sintético'. Un enfoque sintético se basa en el
reconocimiento de que existe una brecha entre la supuesta experiencia interna
y nuestros informes correspondientes. Analiza las formas importantes en que
la comunidad tiene un papel en la creación del material para el informe. Un
ejemplo destacado es el trabajo reciente de Sue Campbell sobre la memoria
(Campbell 2003; Campbell et al. 2009) que reconoce la naturaleza limitada y
precaria del registro fáctico que hacen nuestros recuerdos. Para Campbell,
una audiencia activa puede participar en la construcción de los informes de
memoria de una persona; Los informes de memoria pueden entenderse como
representaciones públicas formadas por interacciones. Dichos informes
también le brindan a uno un sentido de sí mismo extendido a través del tiempo.
Creo que todavía no somos capaces de emprender un enfoque sintético de la
visión; por lo tanto, tomaré un enfoque analítico, que examina los elementos
de la visión para investigar cómo los informes de la experiencia visual
contrastan con la experiencia misma, y las formas en que el contenido del
informe de uno es o puede ser sensible a las audiencias de uno, ya sea potencial o real.
En resumen, las feministas a menudo se han interesado en despachar el
ideal de un conocedor solitario. Las ciencias cognitivas parecen dispuestas a ayudar.
No obstante, los resultados del cuestionamiento total de un tradicional
Ver como un fenómeno social 221
concepción de la cognición no siempre son optimistas para las feministas. Si
las mujeres ya están situadas como desiguales en su capacidad de saber, su
credibilidad puede verse disminuida aún más por los nuevos entendimientos.
En realidad, este resultado ha ocurrido en parte porque las nuevas ideas sobre
la memoria se han entrelazado a la vista del público con la pregunta de si los
informes de las mujeres sobre recuerdos recuperados de abuso sexual son
solo productos poco confiables de la terapia sugestiva. El trabajo de Sue
Campbell en esta área también destaca hasta qué punto las mujeres con tales
afirmaciones, y las feministas que apoyan la posibilidad de que sean ciertas,
han sido descartadas como delirantes o activistas fanáticas (Campbell 2003).
Campbell concluye que el resultado es privar a las mujeres de su plena personalidad.
Los recuerdos, argumenta, son en parte narrativas sociales que implican la
construcción de los yoes.
El trabajo de Campbell es sobre una situación compleja, donde las
preocupaciones morales, políticas y filosóficas se cruzan creando un problema
para las feministas. Mirar la visión nos da la oportunidad de considerar una
variedad de cuestiones sobre lagunas y errores sin encontrarnos
inmediatamente con problemas políticos. Sin embargo, como vemos al final, las implicaciones políticas
4 Visión: alcance y límites
Es bueno comenzar con una serie de formas en que la contribución de la
visión supera lo que hasta hace poco pensábamos que podía hacer. La visión
tiene vínculos con reacciones que son importantes para nuestro
comportamiento social. Las investigaciones más recientes confirman la
existencia de 'neuronas espejo' en los seres humanos (Mukamel et al. 2010);
gracias a ellos, la mayoría de nosotros, por ejemplo, podemos reflejar las
acciones y las emociones expresadas por los demás, y tal reflejo parece muy
importante de muchas maneras para nuestra comprensión y nuestras acciones
(Iacoboni 2008). Curiosamente, hay pruebas muy recientes de que inhibir
nuestras imitaciones motoras en respuesta a la captación visual de la
expresión facial degrada nuestra capacidad para comprender a los demás. Por
lo tanto, el Botox, cuando se usa para suprimir el movimiento facial, puede hacer más daño que bien so
La visión suele ser excelente para guiar la acción de otras maneras. La vía
magnocelular en el sistema visual permite que algunas señales muy
importantes, como las de las serpientes y las expresiones faciales, lleguen al
sistema límbico antes de que sean reconocidas por cualquier función cognitiva
superior (LeDoux 1996). Debido a esto, podemos actuar y reaccionar muy rápidamente.
La experiencia ordinaria revela que la visión puede ayudarnos a hacer frente
a la complejidad que nos resultaría muy difícil de resolver. Por ejemplo,
caminar por un terreno muy irregular puede ser bastante arriesgado, pero si uno
Machine Translated by Google
222 Anne Jaap Jacobson
simplemente se mira por dónde se camina, la caminata se vuelve mucho más
segura, aunque podría ser imposible para uno describir la variedad de ángulos
en los que se colocan los pies a medida que se ajusta la caminata a la superficie.
También hay muchas formas en las que la visión se queda corta de lo que
pensamos que hace. La visión no nos permite captar los detalles de nuestro
entorno en la forma en que creemos que lo hace. Por lo tanto, creemos que
podemos abarcar una habitación de un vistazo, pero en realidad captamos
relativamente poco. En cierto modo, esta información no debería sorprender.
Escuchamos historias sobre accidentes automovilísticos que ocurren porque un
conductor simplemente no vio al otro automóvil. Muchos de nosotros conocemos
a alguien (y puede ser alguien) que regularmente no logra encontrar las llaves
que están a la vista. La liberación del sentido común sin educación parece ser
que uno abre los ojos y ve lo que está a su alrededor, pero eso está mal.
Es, entonces, un lugar común de la ciencia de la visión que obtenemos mucha
menos información en un momento dado de lo que tendemos a pensar que
tenemos. El sistema visual que produce nuestra experiencia de un mundo de
objetos estables es selectivo en muchos sentidos. Pero podemos entender las
limitaciones en las que Pylyshyn y otros (ver arriba) están interesados si
pensamos que la visión tiene dos grandes etapas de consolidación y dos etapas
en las que las limitaciones son introducidas por la forma en que funciona nuestra
atención. Tanto en la consolidación como en la limitación podemos encontrar
formas en que se restringe la visión de las que en gran medida no somos conscientes.
Al mirar una escena, nuestros ojos tienden a escanearla moviéndose en
movimientos sacádicos, que son pequeños movimientos rápidos puntuados por
breves fijaciones. En tales fijaciones, la atención trabaja para producir ataduras,
de modo que las cualidades procesadas por separado en la visión temprana se
reúnen en nuestra experiencia. Por lo tanto, el color y la forma se procesan
originalmente por separado, pero tendemos a experimentar las formas coloreadas
como cosas únicas. Esta es la primera gran consolidación.
También experimentamos un mundo de objetos fijos, pero los movimientos
sacádicos nos dan una serie irregular de tomas muy parciales de partes de ese
mundo. Se crea una segunda gran consolidación cuando transformamos la
entrada brusca en una experiencia de objetos. La segunda consolidación también
produce resultados parciales en comparación con la escena completa que
creemos que podemos abarcar. Al juntar los productos de nuestras tomas cortas,
tiende a ser muy selectivo y muy orientado a objetos. A veces se dice que esta
segunda consolidación es o implica una terminación amodal.
Los límites de atención se suman a la parcialidad de los resultados para ambas
etapas de consolidación. Por lo tanto, la naturaleza discontinua de nuestros
movimientos sacádicos se ve agravada por nuestra capacidad para unir solo un
número limitado de elementos. Y una atención igualmente restringida e impulsada
por el interés limita los objetos que vemos. Por ejemplo, es más probable que veamos lo que
Ver como un fenómeno social 223
esperar ver, por lo que las motocicletas y las bicicletas son menos seguras para
conducir en áreas donde no son comunes (Chabris y Simons 2010).
Ha habido un aumento reciente en la investigación sobre la transición de los
movimientos sacádicos a los objetos. El Journal of Vision de 2008 , por ejemplo,
dedicó un número a nuevas investigaciones (Martinez-Conde et al. 2008). La
investigación posterior en la que me concentraré (Öÿmen et al. 2006; Öÿmen
2007; Ayden et al. 2008), reemplaza investigaciones distinguidas anteriores
realizadas por activistas filosóficos (Noë 2004; Rowlands 2010), que enfatizaron
nuestra comprensión intuitiva de las interacciones entre nuestros movimientos y
lo que se ve en nuestro entorno (las 'contingencias sensorio-motoras').
La transición de los movimientos sacádicos a los objetos, tal como la investiga
la investigación que estamos considerando, es de abajo hacia arriba; es
independiente de cualquier conocimiento de características distintas de las
reveladas en la visión temprana. En consecuencia, lo que tenemos hasta ahora
nos brinda experiencias que nos brindan un mundo en cierto sentido segmentado
en objetos. En cuanto a lo que es relevante para nuestra discusión, la escena es
un arreglo parcial tridimensional de objetos coloreados y movimiento; también
tenemos algunos cambios en el procesamiento visual temprano que reflejan
nuestras experiencias de características con valencia positiva y negativa en el
mundo. Los factores relevantes para la acción que alguna vez pudieron haber
sido cuestiones de reconocimiento consciente llegan a afectar características
muy primitivas del procesamiento sensorial temprano. Esto es particularmente
cierto en el caso de las señales de recompensa que pueden aparecer en V1 y
permiten predecir el momento de las recompensas (Shuler y Bear 2006; Montague
2007). Podríamos pensar en tales experiencias como si nos dieran un esquema
que se produce rápidamente y que a menudo es una muy buena guía para la
acción. Hay, sin embargo, una gran brecha entre tal esquema y el contenido de
tales informes perceptuales como “Veo la luz roja del sol poniente filtrándose a
través de las ramas negras y tupidas de los olmos; Veo a los ciervos moteados pastando en grupos sobre la
Parte del contenido agregado viene cuando somos capaces de clasificar objetos.
Hay un período importante en el desarrollo, que se completa alrededor de los 12
meses, cuando un niño pasa de considerar que la continuidad espacio-temporal
es suficiente para que la persistencia de un objeto sea suficiente para considerar
que la persistencia de un tipo es necesaria (Carey y Xu 2001). Antes de esta etapa,
un objeto que está ocluido puede convertirse en cualquier otro tipo de objeto, al
menos en lo que respecta al perceptor. Después de esta etapa, el perceptor capta
la capacidad de predicción de la persistencia del tipo. Es aquí donde parece que
tenemos un individuo que experimenta el mundo como hecho de objetos estables y duraderos.
Lo que también es importante es que el contenido conceptual de los conceptos
de clase, en cualquier teoría reciente de los conceptos en psicología, está lleno
de datos aprendidos. Con la clasificación de objetos, dejamos el ámbito del
procesamiento de abajo hacia arriba sensorial puro y comenzamos a aprovechar los resultados del aprendiz
Machine Translated by Google
224 Anne Jaap Jacobson
La terminación amodal por sí misma nos da una especie de organización perceptiva.
Mucho más es proporcionado por una mayor conceptualización, que se aprende a
través de nuestros grupos sociales.
Además de la conceptualización, tenemos complementos, que ayudan a dar
cuenta de la sensación que tenemos de experimentar un panorama sin brechas.
Esta última parte se logra, al menos en gran medida, mediante la adición o el relleno
basados en la experiencia. Aquí nuestro sentido de lo que vemos va mucho más allá
de lo que obtenemos de la consolidación de movimientos sacádicos y los objetos resultantes.
Agregamos descripciones de cosas que sí vemos, como "el hijo de mi vecino", "el
presidente de los Estados Unidos" y "alguien calvo por la quimioterapia", donde lo
que hace que estas descripciones sean verdaderas podría decirse que no es una
característica que afecta nuestras retinas. . Los informes visuales no solo pueden
agregar tales descripciones, sino que también podemos poner correctamente en
ellos cosas que, en un sentido claro, no vemos en absoluto. Por ejemplo, uno podría
decir que vio a alguien junto al recinto de los osos o junto al estanque, aunque ni el
recinto ni el estanque fueran visualmente accesibles desde donde uno se encontraba.
Aunque estas descripciones de 'cosas adicionales e invisibles' son parte de las
descripciones de cosas vistas, también podemos agregar cosas independientemente
de describir otras cosas. Por lo tanto, cuando se me preguntó cómo se veía una
tienda robada cuando entré, podría informar que las verduras estaban a la derecha
de la puerta, aunque todo lo que obtuve fueron algunas formas y colores sueltos en
mi visión periférica. Ese tipo de material puede transformarse en un informe sobre
las cosas vistas si tenemos buenas bases epistémicas para tomarlo como lo que
causa de alguna manera nuestra experiencia.
La adición que nos lleva del esquema a la escena completa, de hecho, se basa en
una serie de factores, incluida seguramente nuestra comprensión de la relación
entre nuestro entorno y nuestro movimiento, resulta de una mayor exploración y
conceptualización de sus productos, experiencias pasadas. con la ubicación y el
tipo de cosas que se ven, las convenciones culturales sobre los objetos de artefactos,
la entrada de otros sentidos, y así sucesivamente.
El resultado es que ya no tenemos una escena un tanto esquemática y parcial; más
bien, como revelan nuestros informes sensoriales, tenemos una imagen mucho más
completa del medio ambiente. Sin embargo, es posible que aún no tengamos la
comprensión detallada de las caras que tenemos ante nosotros, por ejemplo.
También podemos perdernos por completo cosas que no esperábamos, incluidas
las motocicletas, o cosas que buscamos frenéticamente, como las llaves del automóvil.
5 Visión y verdad
¿Qué debemos decir ahora a la idea de que la visión es una cuestión de verdad que
revela la experiencia interna? La segunda consolidación nos permite una
Ver como un fenómeno social 225
visión esquemática de la escena que tenemos ante nosotros; sin la inclusión de
ningún material aprendido, tenemos algo de movimiento, algunos objetos
organizados, junto con algo de material sobre recompensas que nos preparan para
la acción. Hay un problema con la evaluación de este material como correcto o
incorrecto; la segunda consolidación no cubre toda la escena ni proporciona todos los detalles.
Las brechas, sin embargo, no necesitan estar en el mundo mismo, y una comprensión
precisa de lo que se ve implica una distinción, al menos implícitamente empleada,
entre brechas en la experiencia y brechas en lo que se experimenta.
La situación es bastante parecida a la de los mapas. Dado un mapa con una X y
dicho que muestra dónde está el tesoro, uno no comienza a saber cómo buscar el
tesoro. Ni siquiera la información que da el mapa de nuestro entorno es suficiente.
Necesitamos más interpretación, no solo sobre la escala y la orientación del mapa,
sino también en muchas situaciones, necesitamos información sobre, por ejemplo,
cómo incorporamos en nuestros planes todas las cosas del entorno que no están en
el mapa. mapa. Incluso en los mapas topográficos maravillosamente detallados de
Inglaterra pueden ser seriamente ambiguos. ¿Es una valla rota y deteriorada la valla
del mapa? ¿O eso es un poco más adelante? ¿Es este grupo elevado de piedras el
túmulo funerario en descomposición o no?
Podemos ver gran parte de la adición como al menos parte de la interpretación de
nuestra toma esquemática. Dicha adición suele ser automática y muy rápida. Si
empleamos habilidades conceptuales preverbales que describen los teóricos
recientes basados en la experiencia sensorial (Barsalou 1999; Prinz 2002), deberíamos
esperar que la adición tenga una importancia fenomenológica. Esto se debe a la
estrecha conexión que, en tales relatos, existe entre la experiencia sensorial y el
despliegue de conceptos. En consecuencia, como hemos venido enfatizando, lo que
nos reportamos como viendo, y lo que se siente fenomenológicamente al haber visto
estos objetos, son bastante diferentes del esquema inicial. El esquema inicial suele
ser suficiente para la acción, pero está muy por debajo de lo que normalmente
pensamos que es lo que vemos.
Un punto familiar en la literatura filosófica sobre la visión proporciona una pista
importante sobre cómo agregar o completar es, sin embargo, algo apropiado. A
menudo se dice que la experiencia sensorial es transparente y que incluso si
tratamos de describir sus características, de hecho describimos las características
de los objetos. Como Gil Harman ha señalado célebremente:
Cuando ves un árbol, no experimentas ninguna característica como intrínseca a
tu experiencia. Mire un árbol y trate de dirigir su atención a las características
intrínsecas de la experiencia visual. Predigo que las únicas características que
encontrará para centrar su atención serán las características del árbol presentado.
(Harman 1990: 667)
Machine Translated by Google
226 Anne Jaap Jacobson
Lo que hemos visto proporciona algo así como una corrección en este punto de vista.
Nuestra experiencia intrínseca es muy parcial y no puede explicar por sí sola la
descripción completa que damos de nuestro entorno; más bien, nuestra
conceptualización y adición crea nuestra comprensión del entorno. Articular nuestra
comprensión normalmente es solo describir lo que hay en el entorno que hemos
experimentado. Aprendemos locuciones como “Veo” en el contexto de experimentar
un mundo lleno de tipos ya nombrados. No podemos reportar haber visto un gato a
menos que hayamos dominado los reportes de que hay un gato. Desde esta
perspectiva, “Veo al gato” reporta un logro epistémico, no una experiencia interna.
Podríamos decir que el esquema inicial que obtenemos es más una invitación a
describir nuestro entorno que una especie de mensaje sobre todo lo que hay allí.
Que somos una especie diseñada para la acción demasiado rápida para requerir
un compromiso de nivel mucho más alto (Montague y Quartz 1999; Montague 2003;
Allman 2005; Montague 2007) –aún menos de debates internos– sugiere que las
creencias son un producto separado causado por una acción. orientada a la visión
y una gran cantidad de información de fondo. Sostener que además de las creencias,
la experiencia tiene ese contenido que parece multiplicar entidades sin necesidad.
Los teóricos que creen que tenemos una experiencia interna que revela la verdad
tienen argumentos en su arsenal que considero en otra parte (Jacobson, de próxima
publicación). La principal de ellas es la afirmación de que las similitudes subjetivas
entre la visión genuina, por un lado, y las ilusiones y alucinaciones, por el otro,
revelan una ontología necesaria para las teorías de la visión. En respuesta, argumento
que la idea de que las similitudes subjetivas proporcionan una ontología para la
ciencia ha resultado ser un error suficientes veces como para que ahora sea increíble.
Hemos visto lo suficiente como para brindar un fuerte apoyo a la idea de que el
material aprendido afecta nuestros informes de percepción de una manera que va
mucho más allá de los datos visuales que recibimos y procesamos en la visión
temprana, el procesamiento visual que no se basa en conocimientos y creencias de
fondo. Como consecuencia, gran parte de nuestros informes de nuestras experiencias
visuales que incorporan el rico panorama son el producto de una gran cantidad de
aprendizaje, incluido aprender a emplear las clasificaciones codificadas en nuestro
idioma. El resultado es el producto del mundo físico, nuestros ojos y cerebro, y
nuestra cultura. La precisión que buscamos en nuestros informes, cuando ese es
nuestro objetivo, depende de la práctica extensiva y las correcciones a medida que
aprendemos a unir nuestra cultura y la información visual. En la siguiente sección,
veremos brevemente algunas de las características de la visión que se destacan
cuando la miramos de esta manera.
Ver como un fenómeno social 227
6 La política de ver
Dadas las investigaciones recientes, podemos ver los informes de nuestra
experiencia perceptiva como similares a los informes del entorno. Su contenido se
basa en los recursos de las clasificaciones acordadas, que reflejan el conocimiento
causal compartido. El papel de la comunidad en sacar a la luz tal estado de cosas es
muy significativo. Las reacciones de la comunidad también pueden contribuir a una
mayor precisión en nuestras opiniones sobre lo que está claramente disponible.
Dado ese papel para la comunidad, podríamos esperar que la visión sea más un
sitio de actividad política de lo que se nos hubiera ocurrido por primera vez. Y parte
de ella tiene un alto grado de género en formas que producen diferentes habilidades
visuales en hombres y mujeres. Pero otros aspectos reaccionan también a la raza, la
etnia y la clase. Muchos de los efectos que veremos se anticiparon anteriormente.
6.1 Los efectos del sesgo
Una variable en la experiencia de uno es la atención, y los estereotipos, conscientes
o no, pueden tener una gran influencia en lo que uno atiende. Como consecuencia,
ver puede no ser creer, pero creer puede crear gran parte del ver. Por ejemplo, la
visión puede reforzar los estereotipos.
Incluso los sesgos implícitos que se basan en estereotipos que quizás no
expresemos pueden prepararnos para notar elementos relacionados con los
estereotipos. El resultado son experiencias visuales que promulgan y confirman
prejuicios. Por ejemplo, si tenemos el estereotipo de que los hombres negros son
peligrosos, estaremos preparados para elegir elementos a su alrededor que podrían
ser armas. Quizás lo que es peor, cuanto más estereotípicamente negro es un
hombre, más se lo ve como peligroso (Eberhardt et al. 2004). Esto pone a los
hombres negros más oscuros en un riesgo considerable en el sistema de justicia penal.
Muchos factores como estos reducen el valor probatorio del testimonio de los
testigos oculares. No obstante, los fiscales tienden a darles mucha importancia y a
mostrarse escépticos ante cualquier preocupación de que los jurados puedan ser
engañados (Mukamel et al. 2010). El sitio web del Proyecto Inocencia nos dice:
La identificación errónea de testigos presenciales es la principal causa individual
de condenas injustas en todo el país y desempeña un papel en más del 75 % de
las condenas anuladas mediante pruebas de ADN. Si bien el testimonio de un
testigo presencial puede ser una evidencia persuasiva ante un juez o un jurado,
30 años de sólida investigación en ciencias sociales han demostrado que la
identificación de un testigo presencial a menudo no es confiable. La investigación muestra que la mente hum
una grabadora; tampoco registramos los eventos exactamente como los vemos,
Machine Translated by Google
228 Anne Jaap Jacobson
ni recordarlos como una cinta que ha sido rebobinada. En cambio, la memoria del
testigo es como cualquier otra evidencia en la escena del crimen; debe conservarse
con cuidado y recuperarse metódicamente, o puede contaminarse. (Proyecto
Inocencia)
6.2 ¿Quién ve qué?
Otra área de preocupación feminista surge cuando nos damos cuenta
la visión se utiliza para construir narrativas potencialmente sociales de lo que hay. Esta
característica encaja con el hecho de que puede haber estándares públicos para una
visión competente y que la socialización puede marcar una gran diferencia en la
capacidad de un niño para cumplirlos. En situaciones estereotipadas, es posible que
los hombres jóvenes no puedan detallar los diversos componentes del cambio de
pañales que se encuentran en un estante, mientras que una mujer joven puede perderse al ver el motor de un automóvil.
Es discutible que los beneficios de este arreglo sean para los hombres. Hay serias
ramificaciones, entonces, para la socialización específica de género que reciben los
niños. Sabemos, por ejemplo, que la imaginación espacial puede ser importante, entre
otras cosas, para obtener buenos resultados en varias partes de los exámenes SAT y
luego seguir carreras en campos cuantitativos. Pero parece cada vez más que la
imaginación espacial se desarrolla a través de interacciones visuales con el entorno.
Los juegos de niños pueden ser más útiles aquí que el juego doméstico estereotipado
de niñas.
Algunas de las pruebas de que el efecto es ambiental es que envi
Los factores ambientales pueden corregir algunos de los déficits. Por ejemplo, las
mujeres que juegan videojuegos durante diez horas aumentan su habilidad para rotar
figuras espacialmente de modo que estén cerca de las habilidades de sus contrapartes
masculinas (Jing, Spence et al. 2007). Los puntajes de CI, al parecer, pueden basarse
en habilidades maleables y de género.
6.3 Visión y encarnación
Una última característica que podemos señalar es que el énfasis de la filosofía en la
visión y la adquisición de la verdad y el consiguiente descuido de la excelencia de la
visión para facilitar la actuación y las conexiones sociales representa una bifurcación
familiar presente en la filosofía al menos desde Descartes. Esta es la división entre la
cognición interpretada de manera muy estrecha en términos de búsqueda de la verdad
y los asuntos corporales, como las acciones y las emociones compartidas.
Tradicionalmente, el cuerpo y las emociones son considerados extraños en el ámbito
filosófico, y su frecuente y familiar identificación con la mujer asigna a la mujer, al
menos a nivel simbólico, una posición al margen de la filosofía.
Vale la pena seguir un poco la apropiación de la visión como servidora de aquellos
que buscan la verdad. El papel de la visión en las conexiones sociales y en la acción
Ver como un fenómeno social 229
puede colocarlo del lado de lo instintivo. Algunos teóricos más recientes han
consignado lo instintivo al cerebro femenino, argumentando que el cerebro analítico de
los hombres es lo que se necesita para la ciencia y el liderazgo, por ejemplo (Baron-
Cohen 2003). Cerramos el círculo al encontrar que la excelencia de la visión y las
mujeres están relegadas a un 'orden inferior' que el necesario para la búsqueda genuina
de la verdad.
7 En Conclusión
Como ha señalado Alva Noë, puede parecer natural pensar en la visión en términos de
una experiencia similar a la de una fotografía (Noë 2004). Sin embargo, investigaciones
recientes nos hacen tomar conciencia de lo equivocado que está ese modelo, como
también sostiene Noë. El producto del sistema visual es, en contraste con una
fotografía, incompleto y parcial en formas llamativas que varían con nuestros intereses
y creencias. La visión es para satisfacer las necesidades del organismo en su entorno,
y no para decidir cuestiones de hecho complejas.
Este capítulo se ha centrado hasta cierto punto en la brecha resultante entre la
percepción y nuestra visión ordinaria sobre ella, gran parte de la última reflejada en la
integridad de los ejemplos en la literatura de informes perceptuales. He argumentado
que la brecha significa hasta qué punto nuestras opiniones aparentemente individuales
sobre el mundo están repletas de influencias de los contextos sociales, particularmente
aquellos en los que aprendemos a conceptualizar nuestro entorno. Al adquirir términos,
uno también experimenta acuerdo en el juicio, una base para el discurso público.
Argumentar que podemos entender los informes perceptuales más como actuaciones
públicas que como informes sobre experiencias internas va del lado "analítico" del
proyecto de proporcionar una teoría de la cognición socialmente incorporada. Sin
embargo, nos prepara para darnos cuenta de que nuestra concepción de la visión
puede disfrazar muchas formas en las que la visión tiene una dimensión política. Este
capítulo acaba de comenzar a investigar esa dimensión.