02 de diciembre de 2022 Nº 28

EFEMÉRIDES

LAS MATANZAS DE PARACUELLOS:

LA REPRESIÓN EN EL MADRID DEL FRENTE POPULAR
El 17 de julio de 1936, se pro-
dujo el alzamiento militar que
inauguró la Guerra Civil es-
pañola. En ese momento, las
autoridades del Frente Popular
intensificaron una represión
contra los considerados desa-
fectos del régimen, que ya ve-
nían practicando desde febrero
de dicho año. Los arrestos se
incrementaron en ese momen-
to, quedando los presidios lle-
nos de ciudadanos españoles
señalados como enemigos de la
nueva República que en la zona
controlada por el Frente Popular
y la CNT sustituyó de facto al
régimen constitucional.
De especial gravedad fue el
despliegue, principalmente en
Madrid, de las llamadas che-
cas, prisiones gestionadas por
las milicias que el Gobierno re-
publicano de izquierdas había
convertido en fuerza pública,
y que incluían un sistema re-
presivo propio que les permi-
tía apresar y asesinar a quienes
consideraban políticamente
desafectos.
La represión alcanzó el
punto más crítico y trágico
con las matanzas organizadas
de Paracuellos en noviembre y
diciembre, uno de los mayores
asesinatos en masa de la Gue-
rra Civil. Este episodio no fue la
plasmación de un estallido es-
porádico de violencia por unos
“incontrolados”, sino un plan
diseñado y ejecutado desde los
centros de poder republicanos,
que proseguían la dinámica ini-
ciada desde el comienzo de la
Guerra Civil. Paracuellos fue la
continuación de las sacas ini-
ciadas en agosto y la expresión
de un plan en el que estuvieron
implicados personajes como
Santiago Carrillo (líder de las
Juventudes Socialistas Unifica-
das) su lugarteniente, Segundo
Serrano Poncela, José Miaja,
Ángel Galarza (ministro socia-
lista de Gobernación), Federica
Montseny o Juan García Oliver.

Milicianos republicanos asesinando presos en Paracuellos.

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La represión en el Madrid detenciones ilegales y sumarias condenados por su implicación de Fomento nº9.
republicano de 1936: checas, y, en última instancia, los ase- en la Revolución de Asturias Por otro lado, estaba el
masacres en las cárceles y pri- sinatos, de forma instantánea de 1934 y por su participación asunto de las cárceles del Es-
meras sacas en muchos casos. Las checas, en el asesinato del diputado tado que, pese a estar abarro-
La represión durante los una denominación hispanizada de Renovación Española José tadas, funcionaban con relativa
primeros meses del conflicto de la tcheká, que tenía el obje- Calvo Sotelo. normalidad hasta mediados de
fue contundente. Tanto en la tivo de eliminar a los enemigos Establecidas en edificios y agosto de 1936. Sin embargo,
zona nacional como en la que de la revolución bolchevique, locales que funcionaban como desde esa fecha, el ministro de
estaba bajo dominio de la Re- ejercieron de policía secreta y prisiones privadas, estas se Gobernación, Sebastián Pozas
pública, se cometen asesinatos fueron un elemento clave para encargaron hacer arrestos ar- Perea, en conjunción con la Di-
oficiales e irregulares, con una la represión civil, ejercida con bitrarios, brutales interrogato- rección General de Seguridad
significativa abundancia an- el Frente Popular, pues milicias rios a los reos y de juzgarlos de Manuel Muñoz, permitió a
tes del 1 de noviembre. Por lo y Gobierno. No obstante, no se en procesos que eran una au- milicianos a entrar en los pre-
que las sacas y matanzas de puede hacer una distinción del téntica parodia y ejecutarlos. sidios a realizar registros a los
Paracuellos de noviembre son proceder entre las milicias y el La Causa General cifra en 226 presos derechistas. Uno de los
algo exclusivo de la zona re- Gobierno, pues Manuel Azaña las checas de Madrid, pero un encargados de hacer estos re-
publicana. y José Giral decidieron el 19 de reciente estudio del Instituto de gistros era el atracador Felipe
Sin embargo, en el Bando julio repartir armas, algo que Estudios Históricos del CEU, Emilio Sandoval “doctor Mu-
Nacional hubo un mayor inte- violaba las leyes y que demos- encabezado por los profesores ñiz”, habitual en la checa de
rés por la regularización de la traba una ruptura de la legali- Alfonso Bullón de Mendoza Fomento.
justicia, con el asentamiento, dad completa en la zona repu- y Luis Togores, apuntan a la Durante el registro que
por el decreto nº55 de los Con- blicana, pero que fue un gesto existencia de 345 checas en la practicaron el 22 de agosto,
sejos de Guerra Permanentes que significó la integración de ciudad. En ellas, se dio la or- aprovecharon para dejar en
para Madrid el 1 de noviembre estas milicias en la estructura den de ejecución de, al menos, libertad a presos comunes e
de 1936. Otro decreto, el 191 gubernamental. Muchos de los 1.800 prisioneros (el 90% de incendiaron parte de la cárcel
del 26 de enero de 1937, ex- milicianos que ahora pasaban ellos en 1936), entre los que Modelo. Los milicianos apro-
tendía los Consejos de Guerra a ser una figura de autoridad, hubo 360 clérigos, sacerdotes vecharon para culpar de estos
Permanentes a todas las pro- eran auténticos delincuentes y religiosas. Mención especial disturbios a los “fascistas”,
vincias, garantizando y profe- que fueron excarcelados des- merecen las checas de Bellas acudiendo a los alrededores
sionalizando la justicia en la pués de febrero de 1936, como Artes o Fomento, situada hasta de la Modelo toda clase de
retaguardia con jueces y ma- los socialistas José del Rey el 25 de octubre en la calle Al- individuos frentepopulistas
gistrados formados1. y Fernando Condés, ambos calá nº40 y, después, en la calle que entraron en la prisión. Los
En el lado republicano se
pusieron en marcha los tribuna-
les revolucionarios durante el
verano de 19362. En alternan-
cia y connivencia con ellos, se
encontraban los tribunales po-
pulares, tan parecidos en méto-
dos que se confundían y basa-
dos en el sistema de tribunales
de jurados. Justificados bajo la
necesidad bélica, en su mayoría
eran tribunales no profesiona-
les ni vinculados con el ámbito
legislativo. Esta no era más que
otra de las tantas ilegalidades
en la zona republicana, ya que
no hubo Estado de guerra hasta
1939, por lo que debían haber
funcionado los tribunales espe-
ciales establecidos por la Ley
de Orden Público.
Dichos tribunales eran el
método empleado por las che-
cas en para realizar procedi-
mientos judiciales, justificar las Cadáver Melquíades Álvarez.

1 Eusebio González Padilla. “La justicia militar en el primer franquismo”, Sociedad y política almeriense durante el régimen
de Franco. Actas de las jornadas celebradas en la UNED durante los días 8 y 12 de abril de 2002. Coord. Por Manuel Gutiérrez Navas
y José Rivera Menéndez (2003), p. 158.

2 Julius Ruiz. El terror rojo. (Barcelona: Espasa, 2012), p. 18.

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funcionarios avisaron tanto al

ministro Pozas como a Mu-
ñoz, que no tomaron ninguna
medida.
Los bomberos apagaron el
incendio, pero los milicianos,
con el socialista Enrique Puen-
te a la cabeza, con la prisión
tomada, reunieron en el patio
a presos seleccionados con an-
terioridad y, sobre las siete de
la tarde, comenzaron a ametra-
llarlos. Después, los funciona-
rios eran expulsados del recinto
a la par que se seleccionaron a
otros reos a los que se fusila-
ría durante la noche. Entre los
asesinados estaban el diputado
del PNE, José Albiñana, el ex-
presidente del Congreso Mel-
quíades Álvarez, el exministro
de Justicia Ramón Álvarez Val-
dés, Fernando Primo de Rivera,
Julio Ruiz de Alda, el coronel Santiago Carrillo con Enrique Líster, Francisco Antón, Dolores Ibárruri y Joan Comorera en una
Osvaldo Capaz Montes, el ge- reunión del PCE en Toulouse en 1945. EFE/Archivo Enrique Líster López.
neral Rafael Villegas Montesi-
nos o el capitán Elviro Ordiales de 1936. Entre el 14 y el 17 de allí. Entre los meses de sep- Santiago Carrillo, líder de unas
Oroz3, exgobernador civil del dicho mes, fueron sacados del tiembre y diciembre de 1936, Juventudes Socialistas que, en
Partido Radical, es decir, de presidio y ejecutados los pri- las autoridades del Frente Po- ese momento, estaban bolche-
un partido específicamente re- meros trece hombres. En oc- pular habían acabado en Ma- vizadas por completo y bajo la
publicano. Sin embargo, otra tubre, las sacas serán menores drid con la vida de, al menos, disciplina de los comunistas es-
de la figura de mayor relieve en número, pero más graves en 3.008 personas4. pañoles. Aquí es donde entra en
político que aquí pereció fue cuanto a la cantidad de presos escena otra de las figuras clave
José Martínez de Velasco, jefe extraídos. En la producida el PARACUELLOS: UN para entender los sucesos de Pa-
del Partido Agrario Español
que estuvo al frente de varios
31 de octubre, son fusilados en
Aravaca treinta y dos hombres
ENSAYO DE EXTERMINIO racuellos: el socialista Segundo
Serrano Poncela, delegado de
ministerios, como Estado e In- procedentes de Ventas. Entre El 6 de noviembre de 1936, el orden público y encargado de
dustria, Agricultura y Comer- los asesinados, se encontra- Ejército nacional se encontraba firmar las listas de las sacas de
cio, entre 1934 y 1935. ban el fundador de las JONS, en las inmediaciones de Madrid los presos que serían asesinados
Las medidas que se toma- Ramiro Ledesma Ramos y el y tanto los diplomáticos extran- en Paracuellos5. Es importante
ron después de estas matanzas, intelectual Ramiro de Maeztu. jeros como los dirigentes de la señalar, que el control civil y de
lejos de buscar frenarlas, favo- Las sacas de los días 2, 3 y República, pensaban que la ciu- las cárceles de Madrid, en ese
recieron y prepararon las pos- 4 de noviembre también hicie- dad iba a ser tomada. Entonces, momento, estarían atribuida
teriores “sacas” de presos. En ron el recorrido Ventas-Arava- las autoridades gubernamenta- la propia Consejería de Orden
la cárcel Modelo se constituyó ca. No obstante, la proximidad les de la República, bajo la pre- Público.
un Comité de control formado de las tropas nacionales obligó sidencia del socialista Francisco Entonces, la situación que nos
por representantes de todos los al cambio de patíbulo de los Largo Caballero, huyen de la encontramos en noviembre de
partidos y entes sindicales del prisioneros. El nuevo esce- capital y trasladan el Gobier- 1936 en Madrid es la de unas
Frente Popular. Dicho régimen nario de las ejecuciones sería no a Valencia. La defensa de la milicias comunistas, anarquis-
estuvo en funcionamiento has- Rivas-Vaciamadrid y las sacas ciudad quedaría encomendada tas y socialistas que, asimiladas
ta la evacuación completa de la se ampliarían a las cárceles de entonces al general José Miaja a los Cuerpos de la Seguridad
prisión el 16 de noviembre. San Antón y Porlier. Entre el a través de la formación de una del Estado, controlaban las
El método de las grandes 4 y 5 de noviembre, ochenta y Junta de Defensa, presidida por prisiones y formaban tribuna-
“sacas” se puso en marcha en la cinco reos de la Modelo, San él mismo. Como consejero de les procesarios desde el 15 de
cárcel de Ventas en septiembre Antón y Porlier son asesinados Orden Público, se nombraría a agosto con la autorización de

3 Ángel David Martín Rubio. Paz, piedad, perdón y verdad. Estudio definitivo sobre la represión en las dos zonas de la Guerra
Civil. (Toledo: Fénix, 1997), p. 308.

4 Ángel David Martín Rubio. Paz, piedad, perdón y verdad. Estudio definitivo de la represión en las dos zonas de la Guerra
Civil. (Toledo: Fénix, 1997), p. 311.

5 José Javier Esparza. El terror rojo en España. (Madrid: Ediciones Áltera, 2007), p. 288.
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Gobernación. Por ello, se pue-
de dilucidar que las matanzas de
Paracuellos no fueron espontá-
neas, sino algo planificado por
Ángel Galarza, la Junta de De-
fensa de Madrid, miembros del
PCE y el PSOE, anarquistas,
considerados todos entes inte-
grados y pertenecientes a las
autoridades gubernamentales.
A su vez, la prensa comunista y
socialista no hizo más que alen-
tar al exterminio y la barbarie.
De hecho, entre las filas
del Frente Popular se extendió
la creencia de que existía un
enemigo interno que había que
erradicar: la llamada “quinta
columna”. Esta expresión, mal
atribuida al general Mola, pero
cuya autoría no ha sido proba-
da, apela a la acción de todo un
grupo organizado y compuesto
por funcionarios, religiosos,
militares y demás técnicos
(sectores a los que comunis-
tas y socialistas profesaban un
notorio odio) que se dedicaban
a boicotear desde dentro a la
República. Sin embargo, histo-
riadores como Javier Cervera o
Julius Ruiz indican que no se
puede asegurar la existencia de
un enemigo interno sanguina-
rio y organizado dentro de la
capital en 19366.
Sin embargo, el uso de este
término fue aprovechado, en
especial por los comunistas,
para estimular a los antifascis-
tas e incentivar el odio contra
las personas que consideraban
contrarias en lo ideológico y
en lo político. De hecho, el pe-
riódico comunista del Quinto
Regimiento, Milicia Popular,
publicaba el 5 de agosto: “En
Madrid hay más de 1.000 fas-
cistas presos entre curas, aris-
tócratas, militares, plutócratas,
empleados… ¿Cuándo se les
fusila?”. Es más, comunistas
como Francisco Antón, meses
después de Paracuellos, se jac-
taban de haber acabado con esa
quinta columna.
6 Julius Ruiz. El terror rojo. (Barcelona: Espasa, 2011), p. 27.
7 José Javier Esparza. El terror rojo en España. (Madrid: Ediciones Áltera), p. 288.
8 Ángel David Martín Rubio. Paz, piedad, perdón y verdad. Estudio definitivo sobre la represión en las dos zonas de la Guerra
Civil. (Toledo: Fénix, 1997), p. 313.
Autores como José Javier Los presos eran sacados sin El religioso e historiador
Esparza inciden en que, en ese ninguna de sus pertenencias, Ángel David Martín Rubio, ha
momento, los asesores del Ko- atados entre sí por los codos, dividido las sacas, iniciadas el
mintern, Vitorio Codovilla y humillados y sometidos a ma- día 7, de forma temporal ba-
Mijail Koltsov, agente personal los tratos durante el trayecto. sándose en las características
de Stalin en España, instan a Además de dejar los fiche- que las diferenciaba. Los días 7
ejecutar a los presos de las cár- ros en las cárceles con toda la y 8 de noviembre serían los de
celes de Madrid, comparándolo información relativa a los pre- las grandes sacas; del 9 al 17
con el método soviético que se sos, Galarza quedó dispuestas se produciría una pausa en este
emplearía después en Katyn7, y preparadas las primeras sacas método, pero se seguirían co-
incidiendo en la necesidad del antes de abandonar Madrid, por metiendo asesinatos de forma
vaciamiento de las cárceles de lo que no fue una explosión de intermitente en Madrid; del 18
los subversivos del Gobierno. violencia espontánea, sino algo de noviembre al 4 de diciem-
No obstante, el 6 de noviembre meditado y calculado. Las pos- bre volverían a reanudarse las
la Junta de Defensa de Madrid teriores, cuando Carrillo está extracciones de las cárceles y
no estaba plenamente asentada, instalado de forma completa las ejecuciones masivas8. Por
estando las sacas preparadas de en su cargo, son consecuencia lo tanto, las sacas y los fusila-
forma previa por el ministro de de la intervención del Consejo mientos tendrían lugar los días
Gobernación del PSOE Ángel de Orden Público, conocido 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 27, 28,
Galarza. Además, el contexto como el célebre “consejillo”, a 29 y 30 de noviembre, y los
de Katyn se da en una guerra través Santiago Carrillo, quien días del 1 al 3 de diciembre.
entre dos países diferentes con decidía el destino de los pre- Los reos son sacados, sobre
el fin de acabar con los mandos sos y designaba a los hombres todo, de las cárceles Modelo,
de Polonia y el de Paracuellos que se encargarían de ejecutar San Antón y Porlier, aunque
en un contexto de guerra civil sus decisiones. También queda de Ventas hubo extracciones
en el que se quiere eliminar a demostrada la participación de los días del 28 al 30 y el 2 y
un enemigo político, además miembros de las Milicias de 3 de diciembre. No obstante,
de a personal civil, que fue la Vigilancia de la Retaguardia también eran incluidos en esos
principal víctima de estas sa- y de otras autoridades en las corredores de la muerte fami-
cas pese al también importante maniobras de selección y ex- lias que eran detenidas horas
número de militares, políticos tracción de presos. antes de ser ejecutadas. El 4 de
y religiosos.
Con el abandono del Go-
bierno de Madrid el 6 de no-
viembre, la misma madrugada
del día 7 comienzan las prime-
ras sacas de las cárceles y que
tendrían como destino Paracue-
llos del Jarama, San Fernando
de Henares, Torrejón de Ardoz
y Boadilla del Monte debido
a los cambios en la línea de
frente. El modus operandi de
extracción de los presos de los
penales fue similar en todos los
casos. Miembros de la Direc-
ción General de Seguridad y
milicianos de distinta índole se
presentaban en las cárceles con
órdenes de libertad firmadas,
en muchos casos, por Serrano
Poncela. Entonces, eran intro-
ducidos en autobuses de dos
plantas de la Sociedad Madri-
leña de Tranvías y trasladados
a los municipios mencionados. José Miaja.
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diciembre pararían las sacas, traslado suscritas por la Direc- Esta intervención fue decisiva cuarenta y tres sacerdotes y
pero seguirían cometiéndose ción General de Seguridad”. para reanudar los asesinatos religiosos y quince obreros. A
asesinatos por Madrid. Del mismo modo, escribió al y muestra el papel activo de estos, hay que sumar casi cua-
Otra de las distinciones que caballerista Galarza, cuya acti- estos ministros en Paracue- trocientos individuos de dedi-
merece la pena mencionar es la tud fue evasiva y no hacía más llos, que incluso llegaron a cación aún no determinada 10.
que hace Jesús F. Salgado, para que proteger a los asesinos. dar criterios a la DGS para las El estatus de los asesinados
la que contó tanto con la infor- Incluso el ayudante de Miaja siguientes matanzas de presos: indica la intención clara de ex-
mación del Archivo General de alegó el 10 de noviembre que primero todos los militares con terminio de unos grupos socia-
la Guerra Civil, el AGA o del “el general desconoce en abso- graduación superior a capitán; les muy concretos que podrían
Archivo del Tribunal Militar luto los hechos que denuncia V. después todos los falangistas y, considerarse las élites intelec-
Primero y Cuarto, incluyendo E.” a Irujo. a continuación, todos los hom- tuales, políticas y culturales
testimonios y entrevistas de Incluso es significativa la bres que hubieran tenido acti- que había encarceladas y que
testigos de los sucesos. Este asistencia de los ministros Gar- vidades políticas francamente los partidarios de la República
dice que las sacas podrían di- cía Oliver y Federica Montseny derechistas. Se llegaron inclu- querían eliminar a toda costa.
vidirse en tres momentos: el
primero correspondería a los
días 6 y 7 de noviembre, con
responsabilidad exclusiva del
Gobierno y cifra las víctimas
en 700; el segundo momento
sería el de los días 8 y 9, con
otras 500 víctimas y la respon-
sabilidad compartida del Go-
bierno y la Junta de Defensa,
implicada la Dirección Gene-
ral de Seguridad, todavía bajo
órdenes del Ministerio de Go-
bernación, al igual que la Con-
sejería de Orden Público; las
del 18 de noviembre hasta el 4
de diciembre ya serían de res-
ponsabilidad plena de la Junta
de Defensa y, por lo tanto, de
Carrillo y Miaja9.
Especial mención merece el
impasse sucedido entre el día
9 y el 18 de noviembre. En el
momento en que se hizo cargo
de su puesto, Melchor Rodrí-
guez se apresuró a detener las
excarcelaciones y asesinatos.
Otros nombres importantes de
la República, como Manuel El anarquista Melchor Rodríguez, encargado de la detención de las sacas.
Irujo, preocupado en especial
por la situación de Federico los días 12 y 13 de noviembre so a crear dos comisiones, una Así pues, el total de extraccio-
Salmón y apoyado por José a las reuniones de la Junta de presidida por Manuel Rascón, nes de las cárceles madrileñas
Giral, envió el día 10 de no- Defensa de Madrid, que supu- que permitieran una mayor sis- fue de 2.936 personas.
viembre una carta al capitán sieron el fin de la tregua de las tematización de los asesinatos. El modus operandi de estos
Castañeda, ayudante secretario sacas en la ciudad. De hecho, Los datos de las sacas de actos no solía variar. Los pre-
de Miaja en la que le mostraba tras una airada reunión entre los primeros días indican el ob- sos eran sacados de los pena-
su preocupación por “haberse García Oliver, ministro de Jus- jetivo del exterminio. En base a les, con órdenes firmadas por
producido en las cárceles días ticia, y Melchor Rodríguez, la procedencia socio-profesio- personajes como Segundo Se-
pasados hechos lamentables este último fue despedido me- nal, de los mil ciento cuarenta rrano Poncela, bajo la excusa
como consecuencia de los cua- diante telegrama el día 14 por y tres asesinados de la cárcel de ser trasladados o liberados,
les han sido fusilados gran nú- dar órdenes sin su aprobación Modelo, quinientos siete eran pero sin permitirles portar nin-
mero de detenidos, sirviéndose y por excederse de sus pode- militares, ciento sesenta y guna de sus pertenencias. En-
las milicias, para extraerlos res, es decir, por detener de cuatro personas pertenecien- tonces, eran trasladados a los
de las cárceles de órdenes de forma momentánea las sacas. tes a familias de clase media, lugares de ejecución en los ya

9 Jesús F. Salgado. Amor Nuño y la CNT. (Madrid: Fundación Anselmo Lorenzo, 2014), p. 288.

10 Ángel David Martín Rubio. Paz, piedad, perdón y verdad. Estudio definitivo sobre la represión en las dos zonas de la Guerra
Civil. (Toledo: Fénix, 1997), p. 313.
6 EFEMÉRIDES • Nº 28
mencionados autobuses de dos
plantas de la Sociedad Madri-
leña de Tranvías. Una vez allí,
los presos eran agrupados y ti-
roteados frente a las fosas en
las que iban a dejar sus cuer-
pos. Pese a que el número de
presos sacados de las cárceles
estaba registrado, no se sabe
con exactitud cuántas personas
murieron en Paracuellos debi-
do a las detenciones hechas
antes de las ejecuciones. Los
que si están contabilizados son
los 2.936 presos mencionados.
También fueron asesinados
276 menores de edad y 281 re-
ligiosos, habiendo 105 beatos
reconocidos. Destaca el caso
de los hermanos agustinos del
monasterio de San Lorenzo del
Escorial, cuya comunidad fue
completamente eliminada. La
cifra puede llegar a los 4.500
cuerpos, repartidos en las 7
fosas que allí se encuentran,
aunque es posible que fueran
trasladados los restos de perso-
nas asesinadas en otros puntos
de Madrid.
Importantes personalidades
sucumbieron ante las balas de
los fusiles de los rojos. El 7 de
noviembre cayeron el exminis-
tro de la CEDA, Federico Sal-
món, el abogado Ricardo de la
Cierva y Codorniú, el futbolis-
ta Mochín Triana, el abogado
Jesús Cánovas del Castillo y el
medallista olímpico Hernando
Fitz James-Stuart. El día 9, el
jefe nacional del SEU Alejan-
dro Salazar y el 24 el almiran-
te Mateo de los Reyes. Pedro
Muñoz Seca se enfrentó a la
muerte el 28 de noviembre de
la manera en que vivió, de for-
ma tragicómica. Antes de ser
ejecutado, sus ejecutores le
humillaron, llegando a cortar-
le sus característicos bigotes.
Sus últimas palabras fueron:
“Podéis quitarme mi hacien-
da, mi patria, mi fortuna e
11 Felix Schlayer, Matanzas en el Madrid republicano, (Madrid: Áltera, 2010), p. 151.
12 Julius Ruiz, El terror rojo, (Barcelona: Espasa, 2011), p. 270.
13 La labor humanitaria de los diplomáticos extranjeros en el Madrid republicano está recogida en la obra de Antonio Manuel
Moral Roncal Diplomacia, humanitarismo y espionaje en la Guerra Civil española (Madrid: Biblioteca Nueva, 2015).
14 Angel David Martín Rubio. Los mitos de la Represión en la Guerra Civil. (Madrid: Sekotia, 2018), p. 297.
incluso-como estáis al hacer- P. D. Como comprenderás voy fosas de Paracuellos y Torre-
mi vida. Pero hay una cosa que muy bien preparado y limpio de jón11. A través de sus informa-
no podéis quitarme: ¡el miedo culpas.” ciones, Pérez Quesada elaboró
que tengo ahora mismo!”. Las sacas de presos y los el informe que envió a Londres
Consciente de lo que estaba fusilamientos masivos se de- el día 1712 y que ponía en co-
sucediendo, le envió a su es- tuvieron el 4 de diciembre, nocimiento de las autoridades
posa María Asunción Díez de cuando el anarquista Melchor internacionales de las matanzas
Bulnes una misiva fechada la Rodríguez García se hizo car- que estaban teniendo lugar en
propia madrugada de su muer- go del puesto de delegado gu- Madrid13.
te. Dice en su párrafo final: bernativo de prisiones, del que En conclusión, las ma-
“Siento proporcionarte el dis- había sido nombrado el 10 de tanzas de Paracuellos fueron
gusto de esta separación, pero noviembre. un intento sistemático de ex-
si todos debemos sufrir por Los diplomáticos extranje- terminio, la palabra más ade-
la salvación de España y esta ros asentados en Madrid pronto cuada para definirlo, en el que
es la parte que me ha corres- se hicieron eco de lo sucedido destacaron las altas cotas de
pondido, benditos sean estos en las cárceles y calles de la funcionarios, militares, polí-
sufrimientos. Te escribo muy ciudad. Destacan Edgardo ticos, sectores profesionali-
deprisa porque me ha cogido Pérez Quesada, encargado de zados y religiosos. En ellas,
la noticia un poco de sorpresa. negocios de Argentina, el che- se buscaba, a través de odios
Adiós vida mía, mil besos a coslovaco Zdenko Formanek, previos, la eliminación de esos
los niños, cariños para todos y el embajador de Chile, Aurelia- grupos sociales, pero que aca-
para ti, que fuiste siempre mi no Núñez Morgado y el cubano bó extendiéndose a muchos
felicidad, todo el cariño de tu Ramón Estalella. Sin embargo, civiles, que fueron las princi-
Pedro. fue el cónsul noruego Felix pales víctimas. En ellas estaban
28 de noviembre. Schlayer quien descubrió las implicados ministros del Fren-
te Popular, como el socialista
Galarza, Miaja, García Oliver,
BIBLIOGRAFÍA Montseny y los integrantes de
Esparza, José Javier. El terror rojo en España. Madrid: Edi- la Junta de Defensa de Madrid,
ciones Áltera, 2007. Miaja y Santiago Carrillo. No
Eusebio González Padilla. “La justicia militar en el primer obstante, las sacas no habían
franquismo”, Sociedad y política almeriense durante el régi- hecho más que continuar la
men de Franco. Actas de las jornadas celebradas en la UNED dinámica establecida en el
durante los días 8 y 12 de abril de 2002. Coord. Por Manuel Madrid de 1936 con los ase-
Gutiérrez Navas y José Rivera Menéndez (2003). sinatos políticos, las detencio-
Martín Rubio, Ángel David. La cruz, el perdón y la gloria: nes masivas, los fusilamientos
la persecución religiosa durante la II República y la Guerra en cárceles y las sacas previas
Civil. Madrid: Ciudadela, 2007. a Paracuellos. Por ello, no fue
Paz, piedad, perdón y verdad. Estudio definitivo sobre la re- un estallido de violencia mo-
presión en las dos zonas de la Guerra Civil. Toledo: Fénix, mentáneo, sino unos eventos
1997. planificados con detenimiento
Los mitos de la represión en la Guerra Civil. Madrid: Sekotia, por el conglomerado que formó
2018. el Gobierno del Bando republi-
Moral Roncal, Antonio Manuel. Matanzas en el Madrid re- cano, en el que estaban integra-
publicano. Madrid: Biblioteca Nueva, 2015. Payne, Stanley. das todas las milicias y partidos
La Europa Revolucionaria: las guerras civiles que marcaron políticos mencionados. Lo úni-
el siglo XX. Barcelona: Espasa, 2019. co que podría definirse como
Ruiz, Julius. El terror rojo. Barcelona: Espasa, 2011. genocidio o holocausto, y que
Paracuellos. Una verdad incómoda. Barcelona: Espasa, 2015. va más allá de Paracuellos, es
Salgado, Jesús F. Amor Nuño y la CNT. Madrid: Fundación el caso del sector religioso son
Anselmo Lorenzo, 2014. asesinados en este periodo un
Schlayer, Félix. Matanzas en el Madrid republicano. Madrid: total de 6.788, entre los que se
Áltera, 2010. incluyen sacerdotes, obispos,
religiosas y seminaristas14.