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“Los cambios de bando, ya se dijo, eran frecuentes”: Tanto en la vida como en el mundo de la

política, las traiciones son muy frecuentes, de un momento a otro todo cambia, ya sea por un
error, por un rumor o comentario falso, o simplemente por una mejor propuesta de parte de otro
partido político, quien era considerado nuestro aliado o amigo, termina siendo un rival y un
desconocido, por la avaricia o por la envidia.
que no tardó en mancharlo con la ejecución en masa de los 48 oficiales, constituían, alegó, una
latente amenaza: Tiene una similitud con lo que pasa en Colombia, muchas veces los policías o
incluso, políticos matan personas inocentes, por un mal entendido, actúan de mala manera en
contra de ellas y, como es costumbre en este país, mueren personas inocentes, como por ejemplo,
Javier Ordóñez, un ciudadano que compartía con unos amigos y por una discusión que
tuvo con un policía, fue golpeado por ellos hasta causarle la muerte o también, los miles
de jóvenes que murieron en medio de las protestas en contra del mal gobierno y las malas
decisiones del presidente Iván Duque, dos casos similares que como es costumbre en
nuestro país, quedaron impunes.
Morillo, que hasta entonces sólo hablaba de “el bandido de Bolívar”, lo trató de “su Excelencia”:
Por otro lado, al observar este fragmento me doy cuenta que la hipocresía es una de las
principales características de la humanidad, muchas veces pensamos que porque una persona se
comporta de buena manera con nosotros, estaremos a salvo de rumores en contra de nosotros,
pero en realidad, esas personas son las que más difaman a nuestras espaldas, pero no son capaces
de decir frente a frente todo lo malo que piensan de nosotros y no solo pasa en las personas
“normales”, en la “clase alta” es donde más se presentan este tipo de situaciones pero como dije
anteriormente, a nuestras espaldas hablan mal, pero en nuestra cara nos hablan con una sonrisa
en el rostro.
Por último, en el capítulo se mencionan algunos fragmentos de Simón Bolívar, como los siguientes:
“Yo soy un hombre peligroso para la República”. “Ay del hombre que manda solo, y del pueblo que
obedece”: Tiene mucha razón y lo podemos relacionar con Álvaro Uribe, quien, desde que “dejó
de ser presidente” no ha dejado de gobernar, ya que, cada candidato del centro democrático que
asume el poder, es un títere de el y como dijo Simón Bolívar: “Nada es tan peligroso como dejar
permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder” y en la actualidad lo vemos
reflejado, el país cada día está peor, mientras los senadores y en general, todos los gobernantes,
tienen los bolsillos llenos de dinero, en muchos lugares, como La Guajira, las personas se están
muriendo de hambre, pero como los políticos piensan que el mundo gira entorno a ellos,
consideran que el país que están gobernando no tiene problemas y ante esa “buena situación”,
establecen una reforma tributaria(como sucedió hace algunos meses) “para beneficio del país”,
cuando se sabe que los únicos beneficiados son los bolsillos de ellos.
En general, ha sido uno de los mejores capítulos del libro, ya que, en él se encuentran fragmentos
cortos y párrafos que ponen a reflexionar sobre situaciones que no se tendrían que seguir
presentando en Colombia, pero que lastimosamente por malas administraciones, no se han
logrado superar.

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