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Pablo Cazau
Una introducción a la didáctica
Capítulo 1: Didáctica y educación
Capítulo 2: La enseñanza como proceso
Capítulo 3: El alumno
Capítulo 4: El docente
Capítulo 5: La interacción alumno-docente
Capítulo 6: Estrategias de enseñanza
Capítulo 7: La evaluación del aprendizaje
Capítulo 8: Algunas enseñanzas especiales
Referencias bibliográficas
Anexos
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CAPÍTULO 1: DIDÁCTICA Y EDUCACIÓN
1. La didáctica
El término didáctica puede designar al menos dos cosas: una actividad, como cuando se dice
que “este docente es muy didáctico”, o una teoría acerca de dicha actividad, como cuando se
dice “la didáctica dice que el docente debe tener entusiasmo”.
Consideramos a la didáctica, en forma muy genérica, como una teoría acerca de cierta
actividad llamada enseñanza, o, más sencillamente, una teoría de la enseñanza. La didáctica
se puede ocupar de describir la enseñanza, de clasificarla, de cuestionarla, de proponer
estrategias para enseñar, etc. Según Contreras, “la didáctica es la disciplina que explica los
procesos de enseñanza-aprendizaje para proponer su realización consecuente con las
finalidades educativas” (Contreras, 1990:19).
La enseñanza es, entonces, el objeto de estudio de la didáctica. La enseñanza hace
referencia a un proceso vital de orientar el aprendizaje y la construcción del conocimiento
(Mercer, 1997). En la perspectiva de Fenstermacher (1995:151), la actividad llamada
enseñanza implica genéricamente una persona que trata de transmitir o impartir un
contenido a otra persona que inicialmente carece de él, de modo que ambos se
comprometen en una relación donde ésta última adquiere el contenido.
Otras definiciones de enseñanza son las siguientes:
“Puede definirse a la enseñanza, en tanto que acción práctica, como una técnica que
orienta el aprendizaje en orden a conseguir unas metas consideradas como algo
positivo” (Gimeno Sacristán J, 1996:471).
“Conjunto de actividades que propician la adquisición de los conocimientos y el
desarrollo de las actitudes que socialmente se consideran necesarios para la
integración activa de los alumnos en el medio social y cultural que promueve su
escolarización” (Puigdellivol I (1998:93).
“Enseñar es crear situaciones de aprendizaje, o sea, crear las condiciones idóneas
para que el alumno asimile algo (conocimientos, habilidades, actitudes)”
(Enciclopedia Combi Visual, 1979).
“Conjunto de actividades de profesor-alumno, realizadas con distintos medios y
diversas modalidades, sobre contenidos determinados” (Escudero Muñoz, 1980:32).
La expresión enseñanza tiene también otros significados. Por ejemplo, enseñar puede
significar simplemente mostrar, como cuando se dice “enseñame las fotos”. Desde ya,
mostrar puede ser una forma de enseñar en tanto actividad que orienta o propicia el
aprendizaje. Para Galileo el experimento ‘mostraba’, y tenía una función didáctica. No
‘demostraba’ porque era algo ya establecido como verdad de razón.
A los efectos de investigar las prácticas de la enseñanza, la didáctica ha construido a lo largo
de su breve historia una serie de categorías de análisis tales como el aprendizaje, el
currículum, los objetivos, los contenidos, las actividades y la evaluación. Luego, a partir de la
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década del '80 (Litwin, 1996) se incorporaron nuevas revisiones de esas categorías, como el
currículum oculto y el currículum nulo, al propio tiempo que se proponían -en el marco de la
llamada didáctica crítica- nuevas categorías de índole filosófica, económica, política e
ideológica, y que venían a destacar que, categorías como la forma, el contenido, los fines o
la evaluación de la enseñanza no eran el resultado de una selección aséptica.
Esta didáctica crítica se refiere a lo que suele también denominarse la nueva agenda
didáctica (Litwin, 1996), entendiendo por tal un conjunto de líneas de investigación que
procuran criticar, revisar y/o ampliar los postulados de la agenda didáctica clásica
inaugurada por Comenio hace más de 300 años, y de sus versiones actuales.
De alguna manera, las categorías de análisis de la didáctica intentan organizar la
investigación para responder a sus problemas fundamentales: qué se enseña, cómo se lo
enseña, por qué se lo enseña, cuándo se lo enseña, dónde, para qué y a quién se enseñan
qué contenidos.
2. La educación
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Calidad educativa.- Rosales (2000) destaca tres sentidos de calidad educativa. Un primer
sentido del concepto, la calidad entendida como «eficacia»: una educación de calidad es
aquella que logra que los alumnos realmente aprendan lo que se supone deben aprender-
aquello que está establecido en los planes y programas curriculares-al cabo de determinados
ciclos o niveles. Esta dimensión pone en primer plano los resultados de aprendizaje
efectivamente alcanzados por la acción educativa.
Una segunda dimensión del concepto de calidad, complementaria de la anterior, está referida
a qué es lo que se aprende en el sistema y a su «relevancia» en términos individuales y
sociales. En este sentido una educación de calidad es aquella cuyos contenidos responden
adecuadamente a lo que el individuo necesita para desarrollarse como persona-intelectual,
afectiva, moral y físicamente-, y para desempeñarse adecuadamente en los diversos ámbitos
de la sociedad-el político, el económico, el social Esta dimensión del concepto pone en primer
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plano los fines atribuidos a la acción educativa y su concreción en los diseños y contenidos
curriculares.
Finalmente, una tercera dimensión es la que se refiere a la calidad de los «procesos» y
medios que el sistema brinda a los alumnos para el desarrollo de su experiencia educativa.
Desde esta perspectiva una educación de calidad es aquella que ofrece a niños y
adolescentes un adecuado contexto físico para el aprendizaje, un cuerpo docente
adecuadamente preparado para la tarea de enseñar, buenos materiales de estudio y de
trabajo, estrategias didácticas adecuadas, etc. Esta dimensión del concepto pone en primer
plano el análisis de los medios empleados en la acción educativa (Rosales, 2000).
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motivación adicional para aprender: querer agradar o seducir al docente que impartió la
enseñanza).
Como conclusión, puede señalarse un doble aporte del psicoanálisis a la educación: a) Por un
lado, en relación con la actitud del maestro hacia el alumno, el docente no debe coartar
violentamente los instintos sexuales del niño, sino que debería instrumentar los medios para
ayudarlo a que los sublime. b) Por el otro lado, en relación con la actitud del alumno hacia el
maestro, vemos que el alumno ve a su docente como un padre sustituto, actitud que puede
ser aprovechada, dada la intensidad de dicho vínculo afectivo, para que el aprendizaje pueda
llevarse a cabo en forma efectiva.
En efecto, "el maestro, al representar la autoridad, evoca a los padres y desencadena los
sentimientos que el niño ha experimentado en sus primeras relaciones humanas. Se
producirá, entonces lo que se llama 'transferencia afectiva', es decir, la activación de las
relaciones ya vividas con respecto a las imágenes paternales, maternales y fraternales"
(Mauco, 1973:274), con toda su carga emocional de sentimientos de odio y amor.
Currículum
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Programación Educativa
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c) Aporte de la asignatura a la formación del alumno.- Por ejemplo: “Su aporte específico
consiste en brindar conocimientos pertinentes a la problemática del campo grupal y la
dimensión socio-histórica de la subjetividad”.
d) Marco teórico de la asignatura.- Por ejemplo: “En la elaboración del marco conceptual
elegimos un criterio transdisciplinario y multirreferencial, desde una perspectiva que trabaja
con ideas de las Ciencias Sociales, Psicoanálisis, Psicología Social, Movimiento
Institucionalista, Psicodrama Psicoanalítico, Estudios de Género, Escuela Grupalista
Argentina”.
3. Objetivos.- Los programas de estudio incluyen casi siempre objetivos de aprendizaje (qué
se espera de los alumnos) y objetivos de enseñanza (qué se espera que hagan los docentes).
Cualquiera de ellos pueden a su vea ser objetivos conceptuales, procedimentales o
actitudinales, de acuerdo al contenido que se desea enseñar.
7. Sistema de evaluación.- Especifica los criterios y las técnicas para evaluar el aprendizaje
de los alumnos, es decir, qué se evalúa y cómo se evalúa.
Algunos criterios de evaluación son: a) grado de participación en las clases, b) originalidad y
rigor científico en los exámenes o trabajos presentados, c) nivel de comprensión de los
conceptos teóricos enseñados, y d) cuidado de los aspectos formales en la presentación de
trabajos (ortografía, gramática, claridad, etc), asistencia, puntualidad, actitud general del
alumno (capacidad para confrontar ideas, aportar inquietudes y contribuir a crear un clima
de tolerancia, respeto e interés, etc), y nivel de comprensión de las consignas.
Algunas técnicas de evaluación son la observación de alumnos en clase, los exámenes
orales, los trabajos escritos, discusiones grupales, etc. En algunos programas de estudio no
sólo se especifican qué exámenes deberán cumplirse sino también sus características: será
un examen tipo multiple-choice, o contendrá tres preguntas para desarrollar, o será un
examen parcial domiciliario, o será un examen a libro abierto, o consistirá en la defensa de
su trabajo ante un tribunal, etc.
También podrán especificarse los diferentes tipos de evaluación a implementar: continua,
discontinua, diagnóstica inicial, diagnóstica final, etc.
8. Sistema de acreditación.- Especifica los requisitos que debe reunir el alumno para aprobar
la asignatura. A veces se diferencia un régimen de promoción directa (sin examen final) de
un régimen de promoción con examen final.
Ejemplo 1) El alumno acredita la asignatura con la aprobación de un trabajo escrito
individual con puntaje de 7 (siete) o superior. Si no alcanzare este puntaje, corregirá su
trabajo hasta que pueda resolverse su acreditación.
Ejemplo 2) El alumno acredita la asignatura si obtiene un promedio de 7 puntos en dos
exámenes parciales, y si obtiene una calificación mayor o igual que 4 en ambos. También
debe haber asistido al menos al 75% de las clases teóricas y al 80% de los trabajos
prácticos.
El sistema de acreditación no sólo debiera indicar los requisitos de aprobación, sino también
los requisitos de regularidad. Un alumno puede no aprobar la asignatura pero mantener su
condición de alumno regular, que le permite dar exámenes hasta aprobar sin tener que
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recursar la asignatura. Por ejemplo, un alumno aprueba con 7, mantiene la regularidad con
4, y debe recursar con una calificación inferior a 4.
10. Sistema de comunicación.- Especifica como, cuando y donde pueden comunicarse los
docentes entre sí y los docentes con los alumnos más allá de las clases.
En algunos programas se establece un cronograma de reuniones, que pueden adoptar
diversos tipos y objetivos:
a) Reuniones generales de cátedra, donde participan todos los docentes. Un objetivo puede
consistir en planificar o evaluar las actividades docentes (revisión del programa, revisión de
bibliografía, realización del cronograma, organizar tareas de investigación, organizar los
trabajos prácticos, evaluar a los nuevos candidatos a integrar el plantel docente, etc).
b) Reuniones especiales de cátedra, donde participan solamente el personal docente de los
trabajos prácticos, o bien el personal docente que dicta los teóricos, o bien los docentes de
determinados turnos, etc.
c) Reuniones generales de apertura o cierre de la cursada, donde participan todos los
docentes y alumnos.
d) Reuniones especiales de algún docente con los alumnos, como por ejemplo los horarios
que se establecen para la atención de estos últimos.
11. Consignas para realización de actividades.- Algunas veces se incluyen en el programa las
consignas de los trabajos escritos (por ejemplo formato, cantidad de carillas, etc), de las
actividades de pasantía (normas de comportamiento, etc), y de cualquier otra actividad
pautada que requiera el cumplimiento de consignas explícitas. Este tipo de consignas
requieren ser escritas y además ser claras y unívocas, para evitar las típicas situaciones
donde las consignas se transmiten solamente en forma oral y cada alumno termina
entendiéndolas de manera diferente.
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COSMOVISION
Universal, cultural y
educativa
CATEDRA PROGRAMA DE LA
ASIGNATURA
ALUMNO
Para implementar sus tareas, las cátedras utilizan una estructura didáctica llamada curso. Un
curso es un sistema didáctico mediante el cual se cumplen procesos de enseñanza y
aprendizaje sobre un determinado tema y en un tiempo estipulado.
Los cursos son habitualmente empleados para dictar una asignatura o materia. Los cursos
pueden formar parte de sistemas didácticos mayores llamados ciclos de educación primaria,
secundaria o terciaria (carreras), o bien impartirse en forma aislada.
Por ejemplo, el curso como sistema didáctico es empleado para impartir la asignatura
Geografía en el nivel secundario, o la asignatura Física en la carrera de Ingeniería en el nivel
terciario.
En sentido amplio, un curso se cumple en tres etapas: planificación, ejecución y evaluación.
La planificación está normalmente a cargo del docente, en la ejecución intervienen docentes
y alumnos, y la evaluación, que permite estimar la eficacia del curso impartido, es llevada a
cabo por el docente y también a veces por el alumno.
En sentido estricto, el curso abarca específicamente la etapa de la ejecución o desarrollo. En
este último sentido, y puesto que un curso tiene habitualmente un tiempo estipulado donde
un acontecimiento define su inicio y otro acontecimiento define su finalización, explícita o
implícitamente tiene siempre una estructura temporal visualizable en un cronograma.
El acontecimiento que da comienzo al curso es la inscripción formal del alumno, mientras que
el acontecimiento que finaliza el curso es la acreditación, donde el docente establece
explícitamente que el alumno ha aprobado el curso y por tanto está habilitado para utilizarlo
fructíferamente o bien para iniciar un curso subsiguiente.
Un primer momento del desarrollo del curso es la presentación del mismo, donde el docente
explica sus características principales, entrega a los alumnos el material que utilizarán, y
estos pueden aclarar dudas preliminares de naturaleza académica, administrativa o técnica.
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Por ejemplo, si se trata de un curso de educación a distancia, las dudas técnicas pueden
estar referidas al modo de operar en un entorno virtual.
El conjunto del personal directivo, docente y administrativo que se ocupa de planificar,
ejecutar y evaluar los cursos se llama cátedra. Una misma cátedra puede implementar
cursos de diferentes temáticas, o también, más habitualmente, cursos del mismo tema pero
organizados de diferente manera en diferentes años o ciclos lectivos.
La enseñanza puede ser entendida como un proceso o como un producto de ese proceso, es
decir, como una actividad del docente o como su resultado, (algo que haya aprendido el
alumno). La didáctica se interesa especialmente por el proceso, es decir, busca comprender
la enseñanza como una actividad que se despliega en el tiempo a lo largo de sucesivas fases.
Ya se trate de una maestra de preescolar o de un profesor universitario, todo docente realiza
siempre, espontánea o reflexivamente, las tareas de planificar lo que enseñará, enseñar
(ejecutar lo planificado) y evaluar lo realizado. El resultado de este último incidirá, a su vez,
en su futura planificación, con lo cual el proceso de enseñar tiene, en principio, asegurada
una realimentación permanente. Escudero Muñoz (1980:17) denomina a las tres fases
planificación, realización y control, que conceptualmente coinciden con la presente
propuesta.
En cada fase se habrán de considerar por lo menos siete dimensiones de la enseñanza: los
objetivos, los sujetos del aprendizaje (alumnos), los contenidos, los recursos materiales, los
recursos humanos, las estrategias didácticas y la evaluación del aprendizaje. Estas
dimensiones son siete aspectos a considerar cuando se planifica, se ejecuta y se evalúa lo
enseñado.
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Una vez me ocurrió de no tener tiempo para planificar una conferencia. Una noche me
avisaron por teléfono si podía dar una charla sobre inteligencia emocional en una empresa al
día siguiente al mediodía, me arriesgué y les dije que sí. Desde ya, el tema ya lo conocía
pero nunca lo había planificado, o, para usar una terminología de Chevallard (1997), nunca
lo había traspuesto, vale decir, nunca lo había transformado para enseñarlo.
Finalmente, la planificación fue solamente mental pues no tuve tiempo de escribirla, y lo hice
en el colectivo mientras viajaba hacia la empresa. La charla no salió como yo hubiera
querido, pero pude hacer un papel decoroso y hacer quedar bien a quienes me contrataron.
Si uno registra por escrito su planificación, las cosas van mejor. Otro tanto ocurre en el
alumno: aprender es un proceso mental, pero si toma algunos apuntes, tanto mejor. Un
registro de planificación no es un trascripción textual de todo lo que diré o haré, sino un
resumen, donde generalmente incluyo los siguientes elementos (ver por ejemplo esquema):
a) La fecha de la clase; b) El título de la clase, es decir, el tema que desarrollaré; c) La
secuencia de contenidos y actividades, si es posible en forma numerada. Siempre trato de
identificar y diferenciar cuál será mi apertura, cómo será el desarrollo de la clase, y cómo
haré el cierre.
4. La planificación no sirve para una sola clase y después se tira.- En principio, hago una
planificación para una determinada clase, y además suelo registrarla por escrito en no más
de una hoja oficio.
Durante la clase, algunas veces tengo esa hoja frente a mí a modo de machete, y otras
veces no. Conozco colegas docentes que nunca usan machetes, o otros que siempre lo usan.
Algunos llegan incluso a leer el machete durante toda la clase sin levantar la vista, con lo
que corren el riesgo de seguir hablando cuando ya los alumnos se fueron o se quedaron
dormidos.
Pero más allá de estas utilidades momentáneas del registro de planificación, igualmente
siempre lo conservo por tres motivos principales: a) me servirá para una nueva clase sobre
el mismo tema; b) me servirá para recordar qué temas expliqué y qué temas no expliqué en
las clases, cuestiones que debo tener presentes a la hora de confeccionar preguntas de
exámenes parciales o finales; y c) me servirá como consulta para encontrar recursos
didácticos para otros temas. Al respecto, hay ciertas metáforas lo suficientemente fecundas
como para ser utilizadas en la enseñanza de cosas muy diferentes entre sí.
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pasado. Este error, que data de mis primeros años como docente, fue fructífero: nunca más
lo volví a cometer.
7. Se puede planificar y estudiar al mismo tiempo.- Cuando no conozco el tema que debo
desarrollar, antes de hacer la planificación o a veces al mismo tiempo, estudio el tema en
cuestión. En ocasiones, en un rapto de audacia, lo estudio y lo planifico a medida que lo
expongo ante los alumnos, pensando en aquello de que el docente enseña lo que necesita
aprender. En estas ocasiones, a veces me va bien y otras veces me va mal.
4) Próxima: recolección de datos en investigaciones descriptivas (cuestionario, entrevista, test). Lean cap.
8-9-10 de Selltiz
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Este ejemplo en particular tiene como característica que contiene relativamente pocos
contenidos informativos y mayor cantidad de actividades o experiencias prácticas, lo que hice
para poder motivar más a los alumnos, habida cuenta de la aridez del tema. Si hubiese
incluido mayor contenido informativo, probablemente el registro de la planificación hubiese
ocupado media carilla más para explicitarlos.
Luego de haber leído el registro del esquema adjunto, el lector habrá entendido poco, porque
se trata de un registro que usé para mí, no para otros. Para aclarar algunos puntos del
mismo, valgan las siguientes consideraciones.
En esta planificación he pensado como apertura una pregunta a toda la clase acerca de cuál
fue la última vez que recolectaron datos, como para que puedan rápidamente ubicar esta
operación con algo de la vida cotidiana. Por mi experiencia, hay mucha variedad de
respuestas, pero ninguna es la correcta, porque la última vez que recolectaron datos es en
esta misma clase, al tomar apuntes.
Les cuento luego que hay varias formas de tomar apuntes de lo que dice el profesor: el estilo
obsesivo que transcribe todo, hasta los más pequeños detalles, la técnica del esclavo,
consistente en dejar que otro tome apuntes y luego uno le saca fotocopia, etc. Les muestro
que son todas técnicas o modalidades de recolectar datos que incluso vienen arrastrando
desde la secundaria, y no por ello son las más eficaces. Algunos, incluso, trasladarán las
mismas modalidades luego, ya recibidos, cuando deban registrar lo que les dice un paciente,
en el caso de los estudiantes de psicología. Les propongo luego discutir cuál sería la forma
correcta de tomar apuntes, para que empiecen a vislumbrar cómo se recolecta información
en el curso de una investigación exploratoria.
Luego, paso a explicar dos instrumentos importantes de recogida de datos: la investigación
bibliográfica y la observación. Luego de una breve definición teórica de cada una, pasamos a
hacer actividades que son al mismo tiempo motivantes, y eficaces en cuanto a su
potencialidad para generar aprendizaje. En el registro de la planificación, he anotado las
diferentes actividades que desarrollaré yo y que desarrollarán los alumnos. El cierre de la
clase, finalmente, se refiere casi siempre a un anuncio del tema de la próxima clase, y
alguna indicación de lectura bibliográfica. Concluido el dictado de clase, agrego al registro de
lo planificado todo aquello que dije en ella y no registré originalmente, agrego los aportes de
los alumnos (por ejemplo, sus preguntas), y finalmente tacho aquello que no quise o no tuve
tiempo de explicar.
La ejecución no es otra cosa que llevar a la práctica lo planificado, aún cuando esto último no
se cumpla tal cual. Mientras la planificación (primera fase) y la evaluación de la enseñanza
(tercera fase) pueden llevarse a cabo en cualquier lugar, la ejecución ocurre en el momento
de la interacción docente-alumno (típicamente: el espacio físico del aula en la educación
presencial, o el espacio virtual de una computadora en la educación a distancia), razón por la
cual es la única fase del proceso de enseñanza que queda expuesta en forma tangible frente
al alumno. De hecho, muchas veces éste no suele pensar demasiado en el hecho de que el
docente, además de enseñar, planifica lo que enseñará y evalúa el proceso de enseñar: al
contrario, tiende a pensar -al igual que muchas instituciones educativas a la hora de calcular
remuneraciones- que todo el trabajo del docente se realiza únicamente en el aula.
Esta última cuestión es importante en la medida en que en algunas instituciones educativas
se pide la opinión de los alumnos sobre los docentes, y por tanto la información que reciben
las autoridades concierne sólo a la fase de ejecución o realización. La planificación llega por
otra vía, a saber, cuando el docente entrega un plan de estudios y un cronograma de su
asignatura: es este punto la planificación se torna visible para las autoridades, quienes
entonces podrán evaluarla.
En la tercera y última fase, el docente evalúa la eficacia de la enseñanza que impartió. Por
ejemplo: ¿se cumplieron los objetivos originales? ¿se alcanzaron a enseñar en tiempo y
forma los contenidos previstos en los lugares pensados? ¿se emplearon los recursos
materiales y humanos, las estrategias didácticas y las estrategias de evaluación que se
planificaron? ¿Se enseñó de acuerdo al perfil de los alumnos? ¿Se incluyeron objetivos,
encuadre, contenidos o estrategias que no estaban previstas en la planificación? Los
resultados de la evaluación de la enseñanza se realimentan con la planificación: por ejemplo,
el docente planificará su enseñanza de otra manera si juzga que no cumplió con sus
expectativas.
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En otro ejemplo, una escuela municipal de la ciudad de Buenos Aires utiliza un formulario
(Anónimo, 1995) para la evaluación de la enseñanza que evalúa, entre otros, los siguientes
ítems: objetivos de la clase (nivel de logro de los objetivos, adecuación de los objetivos),
carácter de la clase (enseñanza, refuerzo e integración, aplicación, evaluación formativa,
evaluación sumativa), procedimientos didácticos (exposición, interrogatorio, debate dirigido,
estudio dirigido, técnicas de dinámica grupal), medios didácticos (libros, apuntes, guías de
estudio, pizarrón, mapas, medios audiovisuales, etc), iniciación de la clase (nexo con la clase
anterior, incentivación de la nueva tarea, formulación explícita de objetivos), desarrollo de la
clase (orden lógico y psicológico, distribución del tiempo, empleo de medios didácticos,
actividad del alumno), características del profesor en relación a la tarea (claridad en la
expresión, precisión en el lenguaje, seguridad en el manejo de la situación, ritmo de la clase,
conducción del grupo), relación profesor-alumnos (comunicación, participación de los
alumnos, clima de la clase), actividad de los alumnos (disciplina de trabajo, tarea realizada,
rendimiento general), y cierre de la clase (síntesis, conclusiones del docente, conclusiones
del alumno, recomendaciones a los alumnos, información sobre la próxima tarea). En todos
los ítems se realizan las evaluaciones mediante categorías tales como alto, medio o bajo, y
no satisfactorio, satisfactorio o muy satisfactorio.
A nivel universitario, algunas instituciones autoevalúan explícitamente su tarea de enseñar.
La UCA, por ejemplo, define esta labor como una “reflexión comunitaria que la Universidad
realiza sobre sí misma para diagnosticar como está cumpliendo la misión que como
institución tiene establecida” (Anónimo, 2001).
¿Una evaluación exitosa del aprendizaje, garantiza una evaluación exitosa de la enseñanza?
En otras palabras, el hecho de que el alumno haya aprendido, ¿ello asegura que hemos
enseñado bien? Nuestra respuesta es no, y de aquí la necesidad de evaluar, además del
aprendizaje, el proceso de enseñanza. En efecto, el alumno aprende muchas cosas que no le
enseñamos o que no nos proponemos enseñarle explícitamente, por lo que el proceso de
enseñanza no es lo único que determina el aprendizaje del alumno. La evaluación de la
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enseñanza adquiere, en todo caso, especial importancia cuando hemos constatado que el
alumno no ha aprendido de acuerdo a nuestras expectativas.
Más sobre la evaluación del docente.- La evaluación del docente por otras personas suele
basarse en el currículum, en el programa que presenta para su asignatura, en los controles
periódicos de asistencia y puntualidad, y en las quejas y la evaluación de los mismos
alumnos. Se presenta aquí un Cuestionario de Evaluación Docente que puede ser
administrado a los alumnos al finalizar el ciclo de enseñanza.
La evaluación de la enseñanza, que puede centrarse en el proceso mismo o en su producto,
puede ser llevada a cabo por el propio docente a través de un autoevaluación, o por otra
persona mediante una heteroevaluación.
También se puede evaluar al docente mismo, al responsable de los docentes (el
coordinador o director de un curso, un jefe de cátedra, un director de colegio, un decano, e
incluso un gerente de recursos humanos si se trata de un curso de capacitación).
Por ejemplo, se evalúa a un responsable de los docentes cuando se indaga cómo controla la
calidad de la enseñanza, cómo establece correlatividades entre asignaturas, cómo atiende
la presencia contenidos repetidos, o cómo detecta si hay o no adecuación entre los
objetivos de la enseñanza y los contenidos enseñados.
Aquí se hace referencia a la heteroevaluación de los docentes, es decir, a las diversas
formas en que el docente que tiene contacto directo con los alumnos es evaluado por otras
personas.
La evaluación del docente suele basarse en tres fuentes de información, que deben
complementarse y actualizarse entre sí:
1) Al comenzar el curso, con el currículum del docente y con el programa que presenta
para la asignatura que dictará.
Algunas instituciones solicitan que el concursante vuelque la información de su currículum
en un formato predeterminado. Por ejemplo, en 1998, la Universidad de Belgrano (Buenos
Aires) propuso una Matriz de Evaluación de Antecedentes de los Profesores, en la cual se
consideraron cinco tipos de antecedentes que se ponderaban de manera diferente según
que el profesor enseñara asignaturas vinculadas con la práctica profesional o con otras
asignaturas, según el siguiente detalle:
El docente es así evaluado en una escala de 0 a 100, exigiéndose mayor puntaje para los
profesores titulares y menor puntaje para los cargos subalternos (profesores asociados,
adjuntos, jefes de trabajos prácticos y profesores auxiliares).
También el docente puede ser evaluado tomando en cuenta la calidad del programa que
presenta para su asignatura. Por ejemplo, si en el mismo están presentes y
adecuadamente planteados los objetivos, los contenidos, la bibliografía, los recursos
didácticos, el cronograma de actividades, y los criterios y sistemas de evaluación y
acreditación de los alumnos.
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Una encuesta anónima puede en principio facilitar cualquiera de ambos propósitos, pero
deberían también examinarse otras dos categorías: el semi-anonimato y el no-anonimato.
Las tres categorías en cuestión son:
a) Anonimato.- El alumno no pone su nombre en el cuestionario de evaluación. Por lo
tanto, la evaluación personal del alumno no es conocida por nadie más.
b) Semi-anonimato.- El alumno pone su nombre en el cuestionario de evaluación, y el
resultado es conocido solamente por quien puntúa e interpreta el cuestionario, que no tiene
funciones docentes. Los docentes pueden saber como fue evaluado por el conjunto, pero no
la evaluación de cada alumno en particular.
c) No-anonimato.- El alumno pone su nombre en el cuestionario de evaluación, y el
resultado es conocido por el docente, quien entonces sabe como lo evaluó cada alumno.
Cada uno de estos tres procedimientos tiene sus ventajas y desventajas, debiendo
implementarse uno u otro según cada situación en particular. Por ejemplo, a) si una
institución educativa privilegia como valor a enseñar la responsabilidad individual, para ser
congruente debería optar por un cuestionario no anónimo; b) si una institución considera
que el anonimato es lo único que garantiza una evaluación objetiva, entonces optará por el
cuestionario anónimo.
En rigor, la conveniencia o no de utilizar cada procedimiento debiera estar avalada por
investigaciones empíricas que permitan probar de manera estadísticamente significativa las
diversas alternativas.
Otra cuestión reside en examinar si el cuestionario es obligatorio u optativo. En principio,
responder al mismo es optativo, pero si al alumno no se le hace ninguna aclaración al
respecto, tenderá a responderlo, sea porque entenderá que es obligatorio, o porque es
conveniente para mejorar la enseñanza, es decir, para su propio beneficio.
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Cátedra Objetivos
Psicología clínica I OBJETIVOS GENERALES:
(Niños y A. Transmitir en un clima de intercambio y creatividad, la teoría, la técnica y la
adolescentes) clínica psicoanalítica referidas a la psicopatología de la infancia, la adolescencia
Universidad de y la juventud. Se presenta el estudio del modelo teórico del Dr. Octavio
Belgrano Fernández Mouján, que tiene en cuenta, dentro de un ámbito social y cultural,
Licenciatura en la perspectiva de prevención y promoción de la salud, que enriquece el
Psicología panorama psicopatológico, integrándose con otros modelos.
Año 2004 B. Incluir al alumno en un campo participativo donde el objetivo fundamental
es "aprender a aprender".
C. Abrir un campo de investigación que posibilite a docentes y alumnos, la
formulación de nuevas hipótesis y la inclusión de las mismas en el quehacer
clínico.
D. Posibilitar al alumno la participación activa en el campo de la práctica clínica
a través de la concurrencia a servicios de salud y observación de pacientes en
cámara Gesell.
E. Extender hacia la Facultad a través de ateneos teórico-clínicos, los
contenidos de nuestro programa.
F. Abrir espacios de reflexión clínica y teórica, donde alumnos y docentes
produzcan conocimientos nuevos, jerarquizando el aporte creativo y el
protagonismo de los alumnos.
Teoría y Técnica de El propósito de la materia es crear condiciones para un trabajo teórico y
grupos I experiencial sobre el rol del psicólogo en situaciones grupales que favorezcan:
Universidad de La obtención de información respecto a la articulación entre discursos teóricos,
Buenos Aires dispositivos técnicos y demandas socio-históricas que tensionan el campo
Licenciatura en grupal.
Psicología El conocimiento de algunos dispositivos técnicos que pueden ser empleados en
Año 2003 situaciones grupales.
El desarrollo de una capacitación básica, respecto a las prácticas grupales,
como modo de intervención psicológica en salud, educación y otras áreas
comunitarias.
La advertencia de las relaciones entre lo grupal y los procesos de producción
subjetiva.
El conocimiento de los dispositivos institucionales en la producción de
subjetividad.
Psicología Que los alumnos:
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Sujetos del aprendizaje.- Aunque tengamos los mismos objetivos, no será lo mismo enseñar
a niños que a adolescentes, adultos o ancianos, a retrasados que a superdotados, a
secundarios que a universitarios, etc, y la planificación de la enseñanza debería tener en
cuenta estos perfiles. A modo de ejemplo, se han desarrollado algunas investigaciones que
parecen demostrar que la enseñanza se optimiza si se tienen en cuenta las dominancias
cerebrales de los alumnos, de manera tal que, por ejemplo, no es lo mismo enseñar a un
cortical derecho que a un límbico izquierdo (véase por ejemplo Chalvin, 1995): ciertas
estrategias didácticas pueden ser más efectivas con unos que con otros. La Programación
Neurolingüística (PNL) es otra línea teórica que, a la hora de enseñar, tiene también en
cuenta diferencias individuales.
Contenidos.- Una vez fijados los objetivos y el perfil del alumno, la planificación puede
continuar especificando los contenidos que se enseñarán (también pueden especificarse
primero los contenidos y luego el perfil del alumno. El orden propuesto para el abordaje de
las distintas dimensiones de la enseñanza dependerá de cada planificador). En los planes de
estudios, por ejemplo, los contenidos suelen figurar también bajo los títulos "Programa
analítico" y "Bibliografía".
En didáctica se consideran contenidos a todo aquello que debe ser transmitido en el proceso
de enseñanza y aprendizaje.
Tradicionalmente, “por contenidos se entendía –con exclusividad- una selección del
conocimiento científico, estructurado en las disciplinas académicas que eran consideradas
como las formas más refinadas de elaboración de la experiencia humana y con capacidad
para ofrecernos una adecuada comprensión del mundo” (Blanco Nieves, 1994:234). En la
actualidad incluye algo más que lo anterior por cuanto la escuela es más entendida como
agencia de transmisión cultural y el currículum como proyecto cultural de la sociedad.
Coll (1992) define los contenidos como “el conjunto de saberes o formas culturales cuya
asimilación y apropiación por los alumnos y alumnas se considera esencial para su desarrollo
y socialización” (citado por Blanco Nieves 1994:235). Asimismo, para los redactores del
Decreto 105/92 de la Junta de Andalucía, “el término contenidos se refiere a los objetos de
enseñanza-aprendizaje que la sociedad considera útiles y necesarios para promover el
desarrollo personal y social del individuo” (citado por Blanco Nieves, 1994:235). Desde un
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análisis epistemológico, la fuente de los contenidos está en las disciplinas, pero para otros, la
fuente está en la cultura (citado por Blanco Nieves, 1994:248).
Genéricamente, los contenidos pueden ser conceptuales, procedimentales y actitudinales.
Los contenidos conceptuales enseñan un saber, y por lo tanto afectan nuestro conocimiento
teórico (por ejemplo, enseñar el concepto de número primo); los contenidos procedimentales
enseñan un hacer, y por tanto afectarán nuestras destrezas y habilidades (por ejemplo,
enseñar a sumar); los contenidos actitudinales enseñan actitudes, es decir, formas de
pensar, sentir y actuar ante situaciones determinadas, y por lo tanto afectarán nuestra
personalidad y nuestra escala de valores (por ejemplo, enseñar a venerar un prócer, enseñar
a solidarizarse con un discapacitado, enseñar a amar el saber y, en general, enseñar
valores).
Predominan los contenidos conceptuales cuando el objetivo de la educación es formar
eruditos. Y de la misma forma, predominan los contenidos procedimentales cuando se trata
de capacitar trabajadores, y predominan los contenidos actitudinales cuando se intenta
formar personas o ciudadanos.
Aunque un docente se proponga explícitamente enseñar solamente contenidos conceptuales
o procedimentales, implícitamente enseña también contenidos actitudinales, lo que suele
formar parte del currículum oculto. Ello se debe, en parte, a que el alumno puede
identificarse con el profesor y tomar como propias ciertas actitudes de los docentes que éste
no se había propuesto enseñar explícitamente. Por ejemplo, un alumno puede aprender a ser
exigente con ciertas personas porque su docente se lo está enseñando inadvertidamente con
sus mismas actitudes.
Con respecto al contenido y la forma, el contenido del conocimiento se refiere al 'qué', al
tema enseñado. Por ejemplo, contenidos diferentes son arte y ciencia, biología y sociología,
anatomía y fisiología, etc. La forma, en cambio, alude al 'cómo' es enseñado ese
conocimiento, y, por lo tanto, se refiere primariamente a estrategias de enseñanza.
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Crovi Druetta (1986:65) clasifica los recursos materiales en sonoros (por ejemplo una cinta
de audio), visuales (por ejemplo el rotafolios, las filminas, los dibujos, las pinturas, los
periódicos murales) y audiovisuales (videos, danzas, títeres).
Recursos humanos.- Los recursos humanos son los docentes mismos más todas aquellas
personas que eventualmente lo acompañarán en su tarea. En el caso de una cátedra,
profesor titular, profesores adjuntos, jefes de TP, docentes auxiliares, personal
administrativo e incluso alumnos a los que se asigne tareas pedagógicas. En sentido más
amplio, los recursos humanos incluyen personal que no ejerce directamente funciones
docentes tales como directivos, administrativos, personal de maestranza, de seguridad, etc.
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Existen aún otros criterios para clasificar la evaluación del aprendizaje, como por ejemplo
aquel que distingue entre heteroevaluación (el alumno es evaluado por el docente) y
autoevaluación (el alumno se evalúa a sí mismo).
CAPÍTULO 3: EL ALUMNO
1. Introducción
Motivación.- Asistir a clases se parece más a trabajar que a jugar: en general los alumnos
vivencian su rol de alumnos como una imposición u obligación y no como una actividad
intrínsecamente placentera. Deben hacer cosas que suelen incomodarlos tales como cumplir
un horario, leer consignas y programas de estudio, adaptarse a profesores diferentes,
memorizar, pensar, etc. Ellos quisieran ir a clase cuando les venga en gana, dar el examen
cuando lo deseen y, sobre todo, que el docente les de todo ‘masticado’ para evitar el
esfuerzo de pensar.
Cuando estas dificultades de los alumnos alcanzan cierta intensidad, se habla de situaciones
como la fobia escolar o el fracaso escolar. Hay autores (Monedero, 1982:255 y 260) que ven
en ellas patologías neuróticas familiares o condiciones prepsicóticas y psicóticas, pero ello no
es necesariamente así: podrían ser también una expresión de salud, como por ejemplo
cuando el alumno entiende claramente que ser tal no forma parte de su proyecto de vida
personal.
Adquirir y mantener la condición de alumno requiere, por lo tanto, fuertes motivaciones para
evitar la deserción, y que pueden consistir en recompensas externas (una felicitación, un
empleo, ser valorado socialmente) o en necesidades internas (autorrealización, autoestima,
etc). Un típico ejemplo de motivación externa es el efecto Pygmalion, es decir, “el progreso
excepcional de un estudiante como resultado de las altas expectativas del profesor para ese
estudiante; a la que se llama así en honor del rey mitológico Pygmalion, quien realizó una
estatua y luego le dio vida” (Woolfolk, 1996:383).
Puede suponerse que cada alumno posee una combinación propia de motivaciones
diferentes, tanto externas como internas, que configuran lo que Carretero (1993) llamó estilo
motivacional. Puede también suponerse que cuando estas motivaciones comienzan a
flaquear, el mismo alumno puede automotivarse para mantener su condición de tal
encontrando algún aspecto placentero de su actividad. Entonces tratará por ejemplo de
entender los temas, porque ahora que “los entiendo me gustan más”.
Capacidades y aspiraciones.- Ser alumno supone tener una cierta capacidad para aprender, y
un cierto nivel de aspiraciones porque espera que su aprendizaje lo conducirá a ciertas
metas. A veces las aspiraciones van más allá de las capacidades, otras veces éstas son
mayores que las aspiraciones, y en otras ocasiones hay un equilibrio entre ambas.
Repasemos brevemente los dos primeros casos, donde hay un importante riesgo de
frustración.
1) La primera situación implica que las aspiraciones (o ambiciones) de la persona están más
allá de sus capacidades, como por ejemplo aquel que pretende ser gerente cuando sus
capacidades dan para que sea solamente empleado. Se trata de una persona que se
sobreexigirá a sí misma para alcanzar un ideal en realidad inalcanzable, y por lo tanto vivirá
permanentemente frustrada.
2) La segunda situación implica que las aspiraciones de la persona están por debajo de sus
capacidades: tiene suficiente talento para ser gerente pero su aspiración no va más allá de
ser empleado. Se trata de otro tipo de frustración, que no está ligada a una sobreexigencia
ni a una hipervaloración de sí mismo sino a una auto infravaloración. En el primer caso, la
frustración podría expresarse como "no pude alcanzar lo que me propuse", y en el segundo
caso, como "no aproveché todas mis capacidades". Solamente cuando hay una congruencia
entre las aspiraciones y las capacidades, el sujeto podrá verse libre de este tipo de
frustraciones.
La falta de congruencia entre capacidades y aspiraciones puede tener que ver o bien con una
dificultad en el 'conocimiento' de ambas (hay personas que no conocen sus capacidades o
sus aspiraciones reales), o bien con un problema en la 'valoración' de las mismas (hay
personas que hipervalorizan sus capacidades o sus aspiraciones, y otras que las
infravalorizan).
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Diversidad.- Que los alumnos sean diferentes entre sí es por un lado deseable porque de esa
manera tienen acceso a la educación todas las personas sin restricciones de razas, nivel
económico, género o religión. También lo es porque el alumno va educándose en un entorno
‘natural’ en el sentido que refleja como la sociedad es realmente: diversa.
Hay que distinguir, sin embargo, pluralismo de pluralidad (en términos de Duschatzky,
1996): una sociedad pluralista se basa en la creencia que la diversidad es valiosa, y no,
como la sociedad plural, un mero hecho con el que hay que convivir.
Que los alumnos sean diferentes entre sí plantea, por otro lado, algunos problemas entre los
que cabe citar las dificultades que puede tener el docente para adecuarse a todos ellos
considerando sus diferentes tiempos de aprendizaje, sus diferentes capacidades (unos están
más dotados que otros) y aún sus diferentes inteligencias si se toma como referencia el
modelo de las inteligencias múltiples de Gardner.
Un aspecto de la diversidad es el sexo. Al respecto puede decirse, en general, que: a) En las
escuelas mixtas, los alumnos pueden comprender mejor la importancia de la diferencia de
géneros al aprender a desempeñar los roles que les tocarán en la sociedad. b) Las escuelas
mixtas son un reflejo de cómo interactúan hombres y mujeres en el conjunto social. c) En las
escuelas mixtas, una parte de las diferencias de rendimiento se deben al género. Diversos
estudios revelan que los varones tienen mejor rendimiento en las escuelas mixtas. Las
mujeres rinden más en las escuelas para chicas solas. Asimismo, los hombres tienen mejor
comportamiento en clase y eso provoca que los docentes tengan que prestarles más atención.
En las escuelas mixtas las mujeres sueles destacarse en las materias humanísticas, y los
hombres en disciplinas más exactas. d) En la escuela mixta, se manifiesta competencia en el
saber entre hombres y mujeres. e) En las escuelas mixtas las chicas ayudan a los varones con
las lecciones y controlan mejor la disciplina de sus pares. f) La educación mixta facilita la
autocrítica al estar varones y mujeres más expuestos a las críticas de sus compañeros del
sexo opuesto. Sin embargo, también esta situación hace que las mujeres se sientan más
presionadas por los varones, lo que podría disminuir su autoestima.
En 1997, el especialista Howard Gardner pasó por la Argentina explicando la Teoría de las
Inteligencias Múltiples y sus implicaciones para la educación. Cada ser humano, afirma,
posee una combinación única de inteligencias: lingüística, lógico- matemática, musical,
espacial, kinestésica-corporal, interpersonal, intrapersonal, naturalista y existencial. Pero la
escuela no está organizada para atender esta realidad.
No es lo mismo una "inteligencia múltiple" que "inteligencias múltiples", por la misma razón
que no es lo mismo una multiprocesadora de alimentos que una batidora por un lado, una
ralladora por el otro, y una cortadora más allá.
Una inteligencia múltiple es una inteligencia única que puede realizar muchas funciones
diferentes o que tiene diferentes habilidades, mientras que las inteligencias múltiples son
varias inteligencias, que se expresan bajo la forma de distintas habilidades relativamente
independientes.
La idea de la existencia de inteligencias múltiples no es nueva. Lo que hizo Howard Gardner
fue recuperarla para la psicología cognitiva y darle, desde esta perspectiva, un nuevo
fundamento y una nueva forma.
En efecto, un importante antecedente de la concepción de Gardner es la teoría multimodal
de Thorndicke y Thomson, que data de las primeras décadas de nuestro siglo. La teoría
multimodal es uno de los diversos tipos de teorías factoriales de la inteligencia. Mencionemos
tres de ellas (Bernstein, 1979:514):
1) La teoría de Spearman, para la cual hay una inteligencia única que tiene diferentes
habilidades, ya que en todas ellas encontramos un factor común, el factor 'g'. 2) La teoría
Multimodal de Thorndicke y Thomson, según la cual la llamada 'inteligencia' no es otra cosa
que un conjunto de habilidades específicas independientes, siendo la unidad de la
inteligencia una mera ilusión, es decir, lo que en realidad hay son múltiples inteligencias
heterogéneas entre sí. 3) La teoría Multifactorial de Thurstone: es una posición de alguna
forma intermedia entre las dos anteriores, según la cual la inteligencia no puede reducirse a
un único factor común 'g', ni a una multitud de factores independientes o específicos 'e', sino
a varios factores de grupo.
La concepción de Gardner tiene muchos elementos en común con la teoría multimodal, ya
que ambas sostienen la hipótesis de varias inteligencias independientes entre sí. Thorndicke
había identificado, entre otras, una inteligencia abstracta, que puede ser comparada con las
inteligencias lingüística, lógico-matemática y naturalista de Gardner; y también identificó una
inteligencia social, asimilable a lo que Gardner denomina inteligencia interpersonal.
Las diferencias entre Thorndicke y Gardner son al menos dos:
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1) No hay una única inteligencia, sino inteligencias múltiples.- No existe una sola
inteligencia, sino varias. Todas son importantes, y cada ser humano tiene al menos todas
ellas en una combinación única. Hasta este momento, Gardner considera la existencia de
ocho inteligencias "y media":
a) Lingüística: la poseen los periodistas, escritores, abogados, poetas, etc.
b) Lógico-matemática: fue la que estudió Piaget, según Gardner, pero no es la única que
hay.
c) Musical: la poseen los músicos, los cantantes, etc.
d) Espacial: la tienen los ajedrecistas, los pilotos, los navegantes, los arquitectos, los
geógrafos, etc.
e) Kinestésica-corporal (o a veces, también kinestésica-corporal): la poseen los bailarines,
atletas, deportistas, cirujanos, actores, etc.
f) Interpersonal: corresponde a los líderes políticos y religiosos, vendedores, etc, y tiene
relación con el conocer y comprender a los demás. Señala Gardner que "si queremos formar
adultos respetuosos entre sí, habrá que desarrollar la inteligencia interpersonal".
g) Intrapersonal: implica una profunda comprensión de sí mísmo y, para Gardner, en el
futuro quizá sea la más importante, ya que todos tendrán que tomar importantes decisiones
acerca de dónde vivir, qué hacer cuando se acaben los empleos, cómo organizar los
recursos, etc.
h) Naturalista: o capacidad para hacer distinciones en el mundo de lo natural. Gardner la
califica como una inteligencia 'real', en el sentido que puede ser perfectamente localizada en
una zona del cerebro. De trata de una habilidad que ha permitido a los seres humanos, por
miles de años, vivir reconociendo las diferentes plantas, las diferentes nubes y todos los
otros aspectos de la naturaleza.
i) Existencial: Gardner postula la posibilidad de una inteligencia 'supra- natural', 'espiritual',
relacionada con las preguntas que los seres humanos se hacen sobre la existencia. Como
aún Gardner no tiene evidencia neurológica de ella, la llama 'media' inteligencia. La
inteligencia existencial tiene que ver con una de las inclinaciones humanas básicas que no se
adapta a ninguna de los ocho inteligencias anteriores, y que consiste en hacerse preguntas
relativas a la existencia: ¿quiénes somos? ¿porqué vivimos? ¿porqué morimos? ¿existe un
dios?, etc. Esta novena inteligencia se ve en los chicos que hacen preguntas, y en nosotros,
que intentamos contestarlas a través del arte, la religión, la filosofía. Gardner, por ello, no la
llama inteligencia filosófica porque es algo más amplio, ni tampoco la llama inteligencia
espiritual, por la connotación moral del término, ya que en sí mismas las inteligencias no son
ni buenas ni malas.
El contenido al que se refiere la inteligencia existencial es más difícil de ver, porque son
cosas demasiado grandes como el universo, o demasiado pequeñas. Las otras inteligencias
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tienen contenidos más concretos, como los sonidos del lenguaje (inteligencia lingüística), los
sonidos musicales (la inteligencia musical), el comprender a los demás (inteligencia
interpersonal), etc.
Además de la inteligencia existencial, o inteligencia de las ‘grandes preguntas’, Gardner
(Anónimo, 2005) ha sugerido la posibilidad de incluir también la inteligencia sexual,
relacionada con la manera de vincularse con el placer íntimo, y la inteligencia digital,
relacionada con la habilidad para manejarse con las nuevas tecnologías.
El siguiente cuadro especifica las características de cada inteligencia:
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(Robles, 1998).
Musical Capacidad de percibir, discriminar, Está presente en compositores,
transformar y expresar las formas directores de orquesta, críticos
musicales. Incluye la sensibilidad al musicales, músicos, luthiers y
ritmo, al tono y al timbre (Lapalma, oyentes sensibles, entre otros. Los
2001). niños que la evidencian se sienten
atraídos por los sonidos de la
naturaleza y por todo tipo de
melodías. Disfrutan siguiendo el
compás con el pie, golpeando o
sacudiendo algún objeto
rítmicamente (Lapalma, 2001).
Inteligencia Musical es,
naturalmente la de los cantantes,
compositores, músicos, bailarines
(Robles, 1998).
Interpersonal Capacidad de entender a los demás Presente en actores, políticos,
e interactuar eficazmente con ellos. buenos vendedores y docentes
Incluye la sensibilidad a exitosos, entre otros. La tienen los
expresiones faciales, la voz, los niños que disfrutan trabajando en
gestos y posturas y la habilidad grupo, que son convincentes en sus
para responder (Lapalma, 2001). negociaciones con pares y mayores,
La inteligencia interpersonal está que entienden al compañero
relacionada con nuestra capacidad (Lapalma, 2001).
de entender a los demás (Robles,
1998).
Intrapersonal Capacidad de construir una Se encuentra muy desarrollada en
percepción precisa respecto de sí teólogos, filósofos y psicólogos,
mismo y de organizar y dirigir su entre otros. La evidencian los niños
propia vida. Incluye la que son reflexivos, de razonamiento
autodisciplina, la autocomprensión acertado y suelen ser consejeros de
y la autoestima (Lapalma, 2001). sus pares (Lapalma, 2001).
La inteligencia intrapersonal está
determinada por nuestra capacidad
de entendernos a nosotros mismos
(Robles, 1998).
Naturalista Capacidad de distinguir, clasificar y La poseen en alto nivel la gente de
utilizar elementos del medio campo, botánicos, cazadores,
ambiente, objetos, animales o ecologistas y paisajistas, entre
plantas. Tanto del ambiente urbano otros. Se da en los niños que aman
como suburbano o rural. Incluye los animales, las plantas; que
las habilidades de observación, reconocen y les gusta investigar
experimentación, reflexión y características del mundo natural y
cuestionamiento de nuestro del hecho por el hombre (Lapalma,
entorno (Lapalma, 2001). 2001).
La mayoría de los individuos tenemos todas esas inteligencias, aunque cada una
desarrollada de modo y a un nivel particular, producto de la dotación biológica de cada uno,
de su interacción con el entorno y de la cultura imperante en su momento histórico. Las
combinamos y las usamos en diferentes grados, de manera personal y única (Lapalma,
2001). Por ejemplo, un ingeniero necesita una inteligencia espacial bien desarrollada, pero
también necesita de la inteligencia lógico - matemática para poder realizar cálculos de
estructuras, de la inteligencia interpersonal para poder presentar sus proyectos, de la
inteligencia corporal - kinestésica para poder conducir su coche hasta la obra, etc (Robles,
1998).
Desde ya, también tenemos ciertas inteligencias menos desarrolladas. Hay gente de gran
capacidad intelectual pero incapaz de, por ejemplo, elegir bien a sus amigos y, por el
contrario, hay gente menos brillante en el colegio que triunfa en el mundo de los negocios o
en su vida personal. Triunfar en los negocios, o en los deportes, requiere ser inteligente,
pero en cada campo utilizamos un tipo de inteligencia distinto que no es mejor ni peor:
Einstein no es más inteligente que Michael Jordan, pero sus inteligencias pertenecen a
campos diferentes (Robles, 1998).
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De los ocho tipos de inteligencia de los que habla Howard Gardner, dos se refieren a nuestra
capacidad de comprender las emociones humanas: la interpersonal y la intrapersonal.
Daniel Goleman agrupa ambos tipos de inteligencia bajo el nombre de inteligencia
emocional. La inteligencia emocional es nuestra capacidad de comprender nuestras
emociones y las de los demás. La inteligencia emocional determina, por ejemplo, nuestra
capacidad de resistencia a la frustración, a la confusión, o nuestra manera de reaccionar
ante la adversidad. Nuestra capacidad de aprendizaje está, por tanto íntimamente ligada a
nuestra inteligencia emocional (Robles, 1998).
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Señala Gardner que sus libros han sido leídos por muchos educadores, quienes han tomado
diferentes elementos de la teoría para trasladarlos a la práctica educativa, aunque no
siempre afortunadamente.
Así, algunos han pensado que "si hay siete u ocho inteligencias, enseñemos siete u ocho
materias", o "enseñemos los contenidos de siete u ocho maneras", o "enseñemos a los
estudiantes según sus potenciales". Como se ve, no hay una única implicación directa de la
teoría de las Inteligencias Múltiples en la práctica, pero lo que sí afirma Gardner es que la
forma en que la escuela está organizada, con materias uniformes, métodos iguales e idéntica
forma de evaluar parece justa, pero no lo es. En efecto, "hay diferentes inteligencias, y por
lo tanto debemos considerar las diferencias y enseñar y evaluar en consecuencia, del mismo
modo como lo hacen los médicos o los terapeutas a la hora de comenzar un tratamiento.
Ellos deben conocer las características personales de sus pacientes para diseñar los pasos a
seguir. Del mismo modo debemos conocer la mente de los alumnos de la mejor manera
posible y enseñar de manera compatible a sus perfiles. Y tenemos que dejar que ellos
demuestren lo que saben de diferentes maneras según su perfil". En los EEUU, dice Gardner,
un médico puede ser acusado de mala praxis si no toma en cuenta la historia de cada
paciente, es decir, qué le ha pasado, cómo ha vivido o qué otros problemas ha tenido, y en
la educación debería pasar exactamente lo mismo, o sea se debería tener en cuenta la
individualidad de cada alumno, su personalidad, su configuración única de inteligencias, etc.
Otra razón más por la cual la educación es injusta es porque privilegia las inteligencias
lingüística y lógico-matemática por sobre las demás, de manera que los chicos con
habilidades verbales o matemáticas son los que tienen más posibilidades, y quedan
relegados otros que son realmente talentosos en inteligencia musical, interpersonal o
espacial. Señala Duschatzky (1996) que hay culturales desjerarquizadas por las culturas
oficiales y recuperadas en la historieta, la radio, el humor, el cine. Los Estados modernos
jerarquizaron la escritura y lo no verbal quedó afuera, lo mismo que el sentido común de las
culturas populares, opuesta a la cultura elaborada.
El concepto de discriminación basado en la teoría de las Inteligencias Múltiples, en suma,
podemos aclararlo de esta manera: si escucháramos hablar de una escuela que solamente
considera a los niños con CI superior a 120, podríamos decir que es una escuela que
discrimina. Pero existe otra forma de discriminar que no se basa en lo cuantitativo sino en lo
cualitativo, a saber, las escuelas que consideran solamente a los niños que tienen
inteligencia lingüística o lógico- matemática, donde las asignaturas más importantes son
lengua y matemática. Quedan así relegados los niños con importantes dotes musicales,
espaciales, naturalistas, etc.
Algunos asistentes al Seminario de Gardner comentaron que su teoría les vendría bien para
justificar conceptualmente la necesidad de conservar los espacios curriculares para las
disciplinas artísticas, habida cuenta de que los niños tienen también, por ejemplo, una
inteligencia musical y una inteligencia kinestésico-corporal.
Respecto de la lengua y la matemática como disciplinas tradicionalmente importantes,
sostiene Gardner (Porras, 1990:66-67) que los chicos tienen que comenzar aprendiendo la
lectoescritura y la aritmética, pero estos no son fines en sí mismos sino necesarios para
comenzar a aprender una disciplina: cada uno debería aprender a pensar de manera
adecuada las disciplinas más importantes, que son historia, artes, ciencia y matemática (8).
No importa cuál disciplina se estudia, siendo preferible que estudia a fondo una de ellas y no
muchas cosas, es decir, muchos contenidos.
El siguiente cuadro ilustra acerca de como funcionan las inteligencias múltiples en el entorno
escolar (Nicholson-Nelson, 1998):
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Educar para la comprensión.- Gardner considera que la educación deberá ayudar a los
estudiantes a comprender mejor el mundo, entendiendo por 'comprender' la capacidad de
utilizar aquello que hemos aprendido en una nueva situación. Si el alumno memoriza en vez
de comprender, la educación no habrá alcanzado su objetivo.
Comprender una información significa, entre otras cosas, poder ubicarla en un conjunto de
otros conceptos o modos de pensar. Así por ejemplo, el dato de que cierto país
latinoamericano alcanzó su independencia en 1805, en sí mismo y aislado del resto, es algo
memorizado pero no comprendido. Los datos en sí mismos son 'neutrales', es decir, no hay
nada en esa información que proporcione alguna evidencia que pertenezca a determinada
disciplina, y por ello se prestan a ser memorizados.
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Existen algunos obstáculos para lograr el objetivo de la comprensión, que Gardner calificó
como 'malas noticias'. Por empezar, la comprensión es algo muy difícil de lograr, e incluso no
se logra ni en las mejores escuelas y con los mejores estudiantes.
Así por ejemplo, hay alumnos que tuvieron muy altas notas en ciencias en la universidad o
en la escuela, pero que sin embargo son incapaces de explicar fenómenos tan comunes como
cuáles son las fuerzas que operan en una moneda cuando ha hacemos girar, o por qué la
Tierra está más caliente en verano que en invierno. Las respuestas que suelen obtenerse
corresponden a las de un niño de 5 años. Se encuentran, dice Gardner, estudiantes muy
buenos para ubicar números dentro de fórmulas que han memorizado, pero si les pedimos
en qué oportunidades resulta útil aplicar una determinada fórmula matemática, la mayoría
de los estudiantes encontrará dificultades para dar una respuesta.
Uno de los factores que dificultan esta comprensión son, por ejemplo las preguntas con
opciones múltiples, cuando en rigor, en el mundo real, muy pocas veces recibimos una serie
de opciones para elegir. Gardner indica dos enemigos virulentos de la comprensión: el
exceso de contenidos, y las concepciones previas.
a) Existe en las escuelas una presión por cubrir muchos contenidos. Para lograr la
comprensión, debe sacrificarse la cantidad en aras de la calidad, es decir, profundizar en
menos temas de una forma más rica.
b) Cuando los niños son muy pequeños, desarrollan teorías muy poderosas, pero también
muy erróneas acerca de cómo funciona el mundo. Estas concepciones previas dejan una
especie de marca en el cerebro-mente que obstaculizan la comprensión profunda del mundo.
Gardner utiliza una metáfora: encima de estas marcas o tallados iniciales se va acumulando
mucha información de tipo enciclopedista como si fuera polvo, que no deja ver esas
concepciones erróneas iniciales y que termina volándose cuando el alumno termina la
escuela. Para construir una comprensión nueva, se requiere previamente borrar los errores
conceptuales que se arrastran desde la infancia.
Más allá de estos obstáculos, Gardner se refiere a algunas 'buenas noticias', donde alienta la
posibilidad real de una enseñanza basada en la comprensión. La buena noticia es que
efectivamente sabemos algunas cosas acerca de cómo educar para la comprensión.
A modo de ejemplo, Gardner cita tres aproximaciones específicas para una enseñanza
basada en la comprensión:
1) Primera aproximación: Consiste en analizar ciertas instituciones que se han revelado
como eficaces para educar para la comprensión, y cita como ejemplo una muy antigua, la de
los aprendices, y otra muy reciente: el museo de niños.
Respecto de la primera, señala Gardner que en una situación de maestros y aprendices,
estos últimos observan el desempeño del maestro, que actualiza su comprensión al llevar su
conocimiento a situaciones nuevas. Del mismo modo, en las escuelas el maestro no debería
enseñar simplemente la habilidad o la disciplina, sino mostrar cómo él mismo las pone en
práctica en la vida cotidiana. Gardner parece fundarse aquí en la teoría del aprendizaje social
de Bandura, que sostiene que uno aprende observando cómo se comportan los demás.
Respecto de la segunda institución, dice que en un museo de niños estos pueden descubrir y
explorar problemas que les resultan muy interesantes "a pasos y a ritmos que son
apropiados y relevantes para ellos, y con la libertad de que allí no serán aplazados".
No se trata de hacer que las escuelas se conviertan en museos de niños ni el situaciones
medievales de aprendiz-alumno, sino de analizar ese tipo de instituciones para explorar por
qué tienen éxito en ayudar a los alumnos a construir comprensiones más profundas.
2) Segunda aproximación: Una segunda aproximación para una enseñanza basada en la
comprensión consiste en que los docentes hagan algo parecido a lo que hizo Piaget en sus
estudios: confrontar a los estudiantes con sus errores conceptuales de manera evidente. Por
ejemplo, los niños suelen mantener teorías erróneas sobre el calor, como pensar que el
invierno hay que ponerse pulóveres porque los pulóveres mismos tienen calor. Una forma de
enfrentarlos a esa concepción para que vean el error sería por ejemplo proponerles que
dejen el pulóver afuera una noche y que lo toquen al día siguiente, con lo que notarán que
en realidad no está más caliente ni más frío que las otras cosas de alrededor. Desde ya, esto
no garantiza que vayan a construir una teoría alternativa más cercana a las teorías físicas
vigentes, pero estas confrontaciones permiten desafiar las comprensiones intuitivas para
abrir la puerta hacia una comprensión más sofisticada de los problemas.
3) Tercera aproximación: Consiste en abordar temas de manera profunda a partir de
distintos 'puntos de entrada'. Al respecto, Gardner cita tres ejemplos para mostrar cómo una
aproximación desde la teoría de las inteligencias múltiples podría contribuir a profundizar la
comprensión de ideas complejas por parte de los alumnos.
El esquema nos muestra que a un mismo tema es posible aproximarse desde diversos
puntos de vista, para lograr así una comprensión más profunda o sofisticada del mismo. Por
ejemplo, desde el punto de vista narrativo es posible acercarse a estos temas a través de
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El ejemplo de la Key School.- Hay cientos de colegios en EEUU y Europa que dicen aplicar
sistemáticamente la teoría de las Inteligencias Múltiples. Por ejemplo, en la Escuela Pública
196, en EEUU, "los programas para los más dotados se han ampliado de manera de incluir
no sólo a los chicos con habilidades verbales o matemáticas, sino también a los que poseen
talento creativo espacial e interpersonal. Los alumnos talentosos que están en la caminata
por Marte pueden o no estar en programas similares de arquitectura o arte" (Porras,
1990:66-67).
En dicha escuela, el sistema escolar establece que nadie sea excluido de los cursos
especiales sólo por los resultados de los tests. Al respecto, Gardner cree que dentro de
cincuenta años, "nos vamos a reír de las escuelas que les enseñaban a todos lo mismo, que
tomaban los mismos tipos de tests, etc" (Cohen V y otros, 1997), ya que hay que enseñarle
a cada cual según su perfil de inteligencia.
En Buenos Aires está la Florida Day School, que ha realizado intercambios con la Key School
de los EEUU. Este último colegio fue el primero en el mundo en aplicar la idea de las
inteligencias múltiples, y ya lleva once años en ello.
Una de las estrategias más inusuales del Key School (Porras, 1990:66-67) consiste en juntar
a niños de primero a tercer grado en algunas clases, haciendo lo mismo con chicos de cuarto
a sexto. Esta 'mezcla' alimentaría la inteligencia interpersonal. Por ejemplo, se observó que
los de tercer grado acostumbran a adoptar a los de primero y les imparten parte de la
enseñanza.
Cuatro veces a la semana, cada alumno va a una clase especializada donde trabajará con
una o más de sus inteligencias. Un gabinete, por ejemplo combina el canto coral con la
práctica del lenguaje del signo (inteligencia musical y kinestésica); otro es un curso de
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En el parágrafo anterior comenzaron a esbozarse los problemas que tenían los alumnos para
la comprensión de los contenidos escolares. En este ítem se profundiza más esta cuestión.
Según Howard Gardner, los niños que aprenden y dominan tan bien ciertos saberes y
habilidades en su mundo extraescolar, son los mismos niños que muestran dificultades para
adquirir los saberes y habilidades que el sistema educativo escolar intenta proporcionarles. El
autor intenta una explicación a esta limitación a partir de la intervención de 'disyunciones',
que impiden el avance hacia una comprensión genuina del mundo, y proponiendo una
solución a través de una reforma del sistema educativo.
Howard Gardner es codirector del Proyecto Zero en la Escuela Superior de Educación de la
Universidad de Harvard. El Proyecto Zero (Sin indicación de autor, 1997:15) es un grupo de
investigación que desarrolla, desde hace treinta años, los procesos de aprendizaje de niños y
adultos, y en la actualidad está construyendo comunidades de educadores independientes y
reflexivos, que buscan estimular el conocimiento profundo en cada disciplina.
En lo que sigue, trazamos un panorama de la teoría de Gardner acerca de las disyunciones
que obstaculizan el aprendizaje, y que dicho autor expusiera en su libro "La mente no
escolarizada".
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El experto disciplinar.- También llamado especialista. Persona de cualquier edad que domina
los conceptos y habilidades de una determinada disciplina y puede aplicarlos bien a nuevas
situaciones. Son los que realmente comprenden, porque pueden por ejemplo utilizar el saber
de las clases para aclarar nuevos fenómenos. Gardner alude aquí a la importancia de
fenómeno de la transferencia del aprendizaje.
Limitaciones.- El experto disciplinar no puede dominar una disciplina si no acepta los
imperativos y limitaciones propias de su ámbito disciplinar. Estas limitaciones imponen
restricciones para aquello que se puede aprender.
Logros.- La comprensión disciplinar o genuina corresponde al experto, e implica poder aplicar
lo aprendido en nuevas situaciones en forma flexible. La comprensión disciplinar cambia
continuamente, nunca se completa y constituye, para Gardner, la realización cognitiva más
elevada del ser humano.
Características de los tres personajes.- En suma, hasta aquí, hemos identificado tres
personajes:
1) EL APRENDIZ INTUITIVO: O aprendiz natural, universal o ingenuo: es el niño pequeño
que, bien dotado para aprender el lenguaje y otros sistemas simbólicos, desarrolla teorías
prácticas sobre el mundo físico y social durante los primeros años de vida.
2) EL APRENDIZ ESCOLAR: O estudiante tradicional. Desde los 7 a los 20 años más o menos.
Es el sujeto que intenta dominar la lectura y la escritura, y los conceptos disciplinares de la
escuela. Más allá de su rendimiento, este tipo de aprendiz vuelve a pensar como lo hacía en
el preescolar o la primaria, una vez que abandonó las aulas.
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Tres vacíos.- Se podría suponer que estos tres tipos de aprendizaje van dándose uno tras
otro de un modo uniforme y gradual, pero las cosas no ocurren así: de otro modo, el libro de
Gardner sería mucho más breve y sencillo.
Estos tres personajes no se engranan de modo uniforme y los 'vacíos' que surgen entre ellos
dan lugar a grandes problemas educativos. Cuando Gardner habla de vacíos entre una de
aprendizaje A y otra forma B, está queriendo señalar que, cuando un sujeto aprende en la
forma B, esta forma de aprender no le permite superar las limitaciones de la forma de
aprender anterior A, que se mantiene intacta. Entre ambas formas de aprendizaje no hay
entonces un engranamiento sino una independencia o una separación -si cabe la expresión-
entre ellas. Estos vacíos son tres:
1) Vacío entre el aprendiz intuitivo y el aprendiz escolar: Quien tiene una buena comprensión
intuitiva suele tener dificultad para aprender las lecciones escolares, y se dice entonces que
presentan problemas o trastornos de aprendizaje.
En efecto, los niños pequeños que muy pronto desarrollan habilidades propias como dominar
el lenguaje y construir teorías, suelen tener dificultades cuando empiezan la escuela,
pudiéndoles por ejemplo parecer engorroso aprender operaciones matemáticas.
El aprendizaje natural, universal o intuitivo de los primeros años de vida parece ser de
naturaleza muy diferente al aprendizaje escolar. Los alumnos suelen tener dificultades para
aprender habilidades en la escuela que, aunque deseables, no se aprenden en forma natural
y fácil como ocurre fuera de la escuela. Hay estudiantes con altas calificaciones que, sin
embargo, no manifiestan una comprensión adecuada de la materia. Problemas de física
sencillos no pueden ser resueltos por estudiantes de grados superiores cuando se plantean
fuera de de la manera en que se lo han enseñado y evaluado. Comprensiones no genuinas
invaden también la matemática, la astronomía, la biología y las ciencias humanísticas.
Los estudiantes no dominan lo aprendido en la escuela porque su aprendizaje natural e
intuitivo previo ofrece una gran resistencia a ello: en casi todo estudiante hay una
mentalidad de cinco años no escolarizada que lucha por salir y expresarse, y en las escuelas
no hay una preocupación, en tal sentido, por saber si realmente los alumnos comprendieron
o no. Y más allá de su rendimiento, el aprendiz escolar vuelve a pensar como lo hacía en el
preescolar o la primaria una vez que abandonó las aulas.
2) Vacío entre el aprendiz escolar y el experto disciplinar: El buen estudiante tradicional no
transfiere exitosamente su saber a nuevos ámbitos, y hasta tampoco percibe que ha
retornado a la comprensión ingenua o intuitiva de los años preescolares.
3) Vacío entre el aprendiz intuitivo y el experto disciplinar: Ambos pueden utilizar sus
habilidades y su saber fluidamente, y la diferencia está en que la comprensión ingenua ha
evolucionado durante siglos buscando obtener una comprensión razonablemente útil del
mundo, mientras que la comprensión del experto disciplinar surgió en el restringido ámbito
de una disciplina, intentando proporcionar la mejor justificación posible del mundo, aún
cuando ella fuere en contra de la sabiduría recibida.
Es importante poder eliminar estos tres vacíos, de modo tal que las comprensiones intuitivas
y las escolares dejen paso y vayan sustituyendo gradualmente a las comprensiones
disciplinares o genuinas, por la sencilla razón de que éstas últimas representan los logros
cognitivos más importantes de los seres humanos.
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Preguntas
1) ¿Por qué hace más calor en verano y más frío en invierno? ¿En qué influye la posición del Sol al
respecto?
2) ¿Qué fuerzas actúan sobre una moneda que fue lanzada al aire y ha alcanzado el punto medio
de su trayectoria ascendente?
3) Una bolita gira en forma circular agarrada de un piolín. Si la bolita se suelta, ¿qué trayectoria
seguirá? ¿continuará con una trayectoria circular, o primero será circular y luego rectilínea, o será
solamente rectilínea?
4) La evolución biológica sigue un camino preestablecido hacia un ideal o hacia metas extrínsecas,
o es mas bien errática?
5) En un colegio hay seis veces más estudiantes que profesores. ¿Cómo expresaría esta relación
mediante una igualdad, usando el símbolo E para los estudiantes y la P para los profesores?
6) El tratamiento A permite salvar 200 vidas de entre 600, mientras que un tratamiento
alternativo B mueren 400 personas de entre 600. ¿Cuál elegiría?
Respuestas
1) Las estaciones tienen diferentes temperaturas según el ángulo de inclinación de la Tierra sobre
su eje en relación con el plano que describe su órbita alrededor del Sol. Quien contestó que hace
más calor en verano porque el Sol está más cerca, no ha podido desprenderse de la creencia
ingenua de que la temperatura depende solamente de la distancia a la fuente de calor.
2) La única fuerza actuante es la de la gravedad. Se equivocaron quienes contestaron que actúan
dos fuerzas: una hacia abajo (la gravedad), y una hacia arriba (resultante de la 'fuerza de la
mano'). Esta respuesta se basa en la opinión intuitiva pero errónea de que un objeto no puede
moverse a menos que una fuerza activa le haya sido transmitida de algún modo a partir de una
fuente original de movimiento (en este caso la de la mano) y que una fuerza así debe ir
'consumiéndose' gradualmente.
3) La bolita seguirá una trayectoria rectilínea. Opinar lo contrario es seguir sosteniendo la
creencia errónea de que un objeto en movimiento circular seguirá haciéndolo aunque quede libre
del piolín.
4) Los hechos muestran que el camino evolutivo es errático. Sostener lo contrario equivale a
seguir sosteniendo la idea preconcebida de que las especies van evolucionando hacia un ideal de
perfección, y que cada nueva especie será mejor que la anterior.
5) La respuesta correcta es 6P = E. Si ha respondido 6E = P se equivocó: la palabra 'seis veces
más estudiantes' hace pensar - erróneamente- que la fórmula debe incluir la expresión 6E.
6) Lo correcto es que ningún tratamiento es mejor que el otro, porque los resultados estadísticos
son idénticos. Contestar en base a preconceptos implicaría elegir el tratamiento A: las personas se
sienten más atraídas por el tratamiento que se describe en términos de 'vidas salvadas'.
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La comprensión es un proceso complejo que no está aún del todo entendido, aunque
presupone como mínimo algún tipo avance y retroceso de una representación a otra por
parte de profesores y alumnos.
En la práctica, ni maestros ni alumnos quieren arriesgarse a la comprensión, contentándose
con respuestas rituales y memorizadas. El problema es que hay una resistencia a resolver las
disyunciones entre el conocimiento intuitivo y el escolar, y estas disyunciones son de tres
tipos:
1) Concepciones 'erróneas': en el caso de las ciencias. Destaca Gardner que una mejor forma
de expresarlo sería hablar de concepciones 'inmaduras'.
2) Algoritmos rígidamente aplicados: en la matemática.
3) Estereotipos, guiones o simplificaciones: en las humanidades y artes. Los estereotipos son
"opiniones fuertemente sostenidas acerca del modo correcto en el que pensar sobre los
asuntos humanos" (Gardner, 1993:170). No siempre es clara la diferencia entre estas tres
disyunciones. Por ejemplo, algunas dificultades están a medio camino entre la concepción
errónea y el estereotipo.
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algunos casos el éxito se debe al alumno, aunque en otros tiene cierta intervención el
profesor.
4. Estrategias de aprendizaje
Los rasgos esenciales que aparecen incluidos en la mayor parte de las definiciones sobre
estrategias serían los siguientes (Valle Arias, 2003): (a) las estrategias son acciones que
parten de la iniciativa del alumno, (b) están constituidas por una secuencia de actividades,
(c) se encuentran controladas por la persona que aprende, y son, generalmente, (d)
deliberadas y planificadas por el propio estudiante (Justicia y Cano, 1993).
A modo de síntesis y delimitación conceptual, por su parte Valle Arias (2003) caracteriza las
estrategias de aprendizaje por los siguientes aspectos: 1) su aplicación no es automática
sino controlada. Precisan planificación y control de la ejecución y están relacionadas con la
metacognición o conocimiento sobre los propios procesos mentales; 2) implican un uso
selectivo de los propios recursos y capacidades disponibles. Para que un estudiante pueda
poner en marcha una estrategia debe disponer de recursos alternativos, entre los que decide
utilizar, en función de las demandas de la tarea, aquellos que él cree más adecuados. 3)
están constituidas de otros elementos más simples, que son las técnicas o tácticas de
aprendizaje. De hecho, el uso eficaz de una estrategia depende en buena medida de las
técnicas que la componen. En todo caso, el dominio de las estrategias de aprendizaje
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requiere, además de destreza en el dominio de ciertas técnicas, una reflexión profunda sobre
el modo de utilizarlas o, en otras palabras, un uso reflexivo --y no sólo mecánico, rutinario o
automático-- de las mismas (Pozo, 1989, Pozo y Postigo, 1993).
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d) Estudiar solo y estudiar en grupo.- Estudiar solo o estudiar en grupo tiene cada
procedimiento sus ventajas y desventajas:
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f) Estudiar haciendo recreos.- El recreo es una actividad libre que permite descansar entre
dos actividades de aprendizaje. En la educación formal se implementan recreos cortos o
recreos largos, siendo el límite veinte minutos. Sin embargo, el alumno que estudia fuera de
este régimen, debe organizar sus propios recreos.
Diversos estudios (Battro, 1970:81) tienden a demostrar que se estudia mejor cuando se
hacen varios recreos, que cuando se emplea todo el tiempo para estudiar sin descansos. En
términos de psicología del aprendizaje, es mejor el aprendizaje distribuido que el
aprendizaje masivo.
Por lo general, la atención y la concentración comienzan a decaer al cabo de 80-90 minutos
de estudio, mientras que 10-15 minutos suelen ser suficientes para descansar. Si el recreo
que extiende más allá de ese lapso, se corre el riesgo de dispersarse y perder el nivel de
actividad requerido para estudiar. Las actividades de recreo pueden ser tan diversas como
preparar café, ir al baño, conversar, caminar o jugar.
g) Estudiar con textos originales, manuales o fotocopias.- Más allá de las indicaciones del
docente, algunas veces los alumnos deciden por si mismos estudiar por textos escritos por
sus autores originales, por manuales o por fotocopias.
Los textos originales se pueden comparar con los manuales por un lado, y con las fotocopias
por el otro.
a) Textos originales versus manuales.- En comparación con los textos originales, los
manuales: a) Presentan una amplia cobertura temática y por su forma de organización es
más fácil encontrar la información. b) Proponen actividades que facilitan el aprendizaje. c)
Suelen estar escritos con un lenguaje más entendible. d) Usualmente aportan información
adicional a los temas de estudio. e) Es más fácil conseguirlos. e) En ocasiones, los recortes
temáticos que proponen, atentan contra la profundización de esas mismas temáticas. f)
Generalmente poseen una diagramación atractiva.
En cambio, los textos originales: a) Permiten a los alumnos acceder a los modos en que los
autores comunican su producción. b) Permiten evaluar y comparar las fuentes. c) Permiten
aproximarse mejor al contexto en el que fueron escritos. d) No siempre son de fácil acceso.
b) Textos originales versus fotocopias.- Los textos originales, en comparación con las
fotocopias: a) ofrecen el contexto del material a estudiar, mientras que en las fotocopias
puede faltar información esencial, incluyendo el título del libro fuente. b) Son más caros. c)
Reproducen más fielmente la información, incluyendo, por ejemplo, colores.
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h) Estudiar con la biblioteca o estudiar con Internet.- Estas dos fuentes de información
presentan cada una sus ventajas y sus desventajas.
Biblioteca Internet
Ventajas ● No requiere tecnología ● Permite el acceso a una gran cantidad de
y competencias información de un modo más fácil y rápido.
informáticas. ● Los estudiantes pueden establecer recorridos
● La información está propios por la información. El recorrido del libro
menos fragmentada, lo está determinado por su autor.
que favorece la ● Los alumnos pueden establecer contacto
comprensión. directo con los autores vía mail.
● Se puede controlar
mejor la veracidad de la
información.
Desventajas ● Requiere el traslado ● Brinda un acceso fragmentado a los
físico hasta la fuente de materiales como capítulos de libros, fragmentos
información. de videos, resúmenes de artículos.
● Requiere tecnología (equipos) y de las
competencias cognitivas de usuario
(conocimientos de navegación).
● A veces requiere pagar para acceder a la
información.
● La búsqueda es más ardua y la información
puede ser menos confiable.
● No permite aprender a conceptualizar. Para
usar la red ya debe haber aprendido a armar
categorías.
● Los usuarios están más invadidos por la
publicidad y el consumismo.
i) Aprendizaje cooperativo.- Se entiende por tal a las interacciones espontáneas entre los
alumnos orientadas a aprender los contenidos impartidos por el profesor, sin la intervención
ni la influencia de este último. Cuando es el docente quien sugiere y supervisa esta actividad,
el aprendizaje cooperativo ya no es una estrategia de aprendizaje sino que pasa a ser una
estrategia de enseñanza.
Uno de los autores que han desarrollado este tema fue Mercer (1997), que se ocupó de
cómo se desarrolla el conocimiento y la comprensión cuando los alumnos conversan y
trabajan juntos. Para Mercer, el aprendizaje cooperativo tiene suma importancia en la vida
diaria donde no hay docentes y, en general, no es un recurso que haya sido incorporado
sistemáticamente al aula. A continuación, resumimos los puntos principales de la exposición
de Mercer.
Diversas investigaciones han producido evidencias sobre el valor del aprendizaje cooperativo.
Algunos desarrollos piagetianos estudiaron esta cuestión, como por ejemplo las
investigaciones sobre 'conflicto sociocognitivo', donde de la interacción entre pares con
puntos de vista distintos puede surgir comprensión. Los seguidores de Vigotski, en cambio,
ha enfatizado la cooperación, más que el conflicto. Veamos algunas otras líneas de
investigación sobre aprendizaje cooperativo.
Estudios de la actividad del aula.- Una filosofía 'progresiva' estimuló el trabajo grupal, pero la
investigación Oracle mostró que en los niños raramente se usaba el aprendizaje cooperativo,
pues estar juntos y conversar mientras trabajan no significa colaborar.
Galton y Williamson sostuvieron algo importante: para que una colaboración tenga éxito, hay
que enseñar a los alumnos como colaborar para que tengan una clara idea de lo que se
espera de ellos.
Investigaciones experimentales.- Experimentalmente se han comparado resultados entre
trabajo competitivo y cooperativo, y entre aprendizaje individual, en pareja y grupal, bajo la
consigna que debían proponerse resolver un problema y no simplemente conversar. Se
concluyó que en general el aprendizaje cooperativo da mejores resultados, lo mismo que el
aprendizaje individual en vez del aprendizaje en pareja. Aunque trabajar con una pareja
asimétrica (uno de ambos sabe más), es mejor.
Respecto de la utilidad del aprendizaje cooperativo para generalizar (extender a otras
situaciones lo aprendido), parece que dicho aprendizaje es útil porque, compartiendo ideas,
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se puede hacer hincapié no sólo en los procedimientos sino también en los principios que los
guían.
Investigaciones sobre las conversaciones de los alumnos en el aula.- Estas investigaciones
permiten indagar los procesos de comunicación, más que sus resultados, como ocurría en las
investigaciones experimentales.
Barnes y Todd notaron que la discusión entre alumnos sin la presencia del profesor los hacía
sentir propietarios del saber y por lo tanto podían negociar el conocimiento. Además, para
ser fructífero este discurso compartido entre alumnos debe reunir ciertos requisitos que no
están presentes en el discurso cotidiano: opiniones claras y justificadas, etc, para poder ser
un discurso educativo.
Barnes y Todd terminan señalando que un trabajo en grupo es exitoso si a) los alumnos
tienen las mismas ideas sobre lo que es importante en una discusión, y b) sobre lo que se
intenta alcanzar con ella.
Relaciones sociales.- Algunos investigadores se centran mucho en los procesos de desarrollo
y aprendizaje y descuidan el hecho de que los alumnos tienen identidades sociales que
afectan su manera de actuar en el aula.
Se hicieron algunos descubrimientos sobre los efectos de los factores sociales y culturales
que intervienen en el aula, tales como por ejemplo los roles sociales de género: si en una
pareja de alumnos son de distinto sexo, quien 'domina' la discusión es el varón y la niña
tiende a ser su 'asistente': el aprendizaje pudo haber dado buenos resultados, pero no se
atendió al proceso, puesto que era el varón quien en realidad aprovechaba la conversación
para su educación. También tienden a tomar el control aquellos alumnos que son más
capaces, y otro resultado fue que los alumnos que además eran amigos, resolvían los
problemas con mayor éxito.
Qué tipo de conversación se debería promover y cómo?.- De la revisión de investigaciones
surge que la conversación entre alumnos es valiosa para la construcción del conocimiento
pues surgen allí oportunidades de 'razonar con el lenguaje', cosa que no pasa en la
conversación con el docente.
No obstante, no todo tipo de conversación entre pares tiene el mismo valor educativo. Para
que tenga este valor, la conversación a) debe implicar presentar las ideas en forma clara y
explícita para poder compartirlas y evaluarlas, b) las parejas deben razonar juntas.
Para que surja ese tipo de conversación, deben darse ciertas condiciones favorables: a) las
parejas tienen que hablar para realizar la tarea: la conversación no es incidental; b) la
actividad debería diseñarse para promover la cooperación y no la competición; c) los
alumnos deben comprender bien y compartir la clave y el fin de la actividad; y d) las 'reglas
básicas' de la actividad deberían promover un libre intercambio de ideas relevantes y
participación activa de todos.
Volviendo al aula.- Mercer presenta aquí tres secuencias de conversación entre alumnos, y
luego las comenta atendiendo a si los niños están totalmente en desacuerdo, si se hacen
preguntas los unos a los otros, si comparten conocimientos que sean importantes para la
tarea, si parecen comprender conjuntamente para qué es la tarea, y si la discusión da cuerpo
o no al tipo de 'reglas básicas' para razonar y resolver problemas que son importantes para
el éxito educativo.
Tres formas de conversar y pensar.- 1) en la conversación de discusión, los alumnos están
en desacuerdo y toman decisiones unilateralmente; 2) en la conversación acumulativa los
hablantes construyen positivamente, no críticamente, sobre lo que dijo el otro. Se construye
un conocimiento común: hay repeticiones, confirmaciones, elaboraciones; 3) en la
conversación exploratoria se tratan de forma crítica pero constructiva las ideas de los demás.
Se consideran conjuntamente opiniones y sugerencias, se cuestiona, se defiende, se buscan
hipótesis alternativas. Es la forma de conversación donde el conocimiento se justifica más
abiertamente y el razonamiento es más visible.
Tres niveles de análisis.- Las conversaciones entre alumnos requieren un análisis en tres
niveles: a) lingüístico: qué temas se discuten, que 'actos de habla' se usan: preguntan,
afirman, refutan, explican, elaboran, repiten, etc.; b) psicológico: donde se analiza la
conversación como pensamiento y acción en términos de si prevalecen los razonamientos
como en la conversación exploratoria, si se reflejan los intereses y asuntos de los hablantes
(se buscan o no soluciones compartidas, etc.), si cooperan o compiten, si prevalecen vínculos
de confianza como en la conversación acumulativa, etc.; c) cultural: implica consideraciones
sobre la índole del discurso 'educado' y sobre la clase de razonamientos que se valoran y
promueven en las instituciones educativas. Desde esta perspectiva, la conversación
exploratoria merece especial atención, pues representa al lenguaje que da cuerpo a ciertos
principios -de justificación, de claridad, de crítica constructiva- que son muy valorados en
muchas sociedades. Hay quienes dijeron que el discurso educado está descontextualizado
porque se centra más en el significado de las palabras, pero no es así.
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Una propuesta de estrategia de aprendizaje.- Cabe cerrar esta nota con una propuesta
de método de estudio para asignaturas con contenidos conceptuales de los niveles medio y
superior (secundaria y universidad), que puede describirse a través de los siguientes pasos:
1) Hacer un listado de los principales conceptos que figuran en los contenidos del programa
de la materia.
2) Organizar dichos conceptos en una red conceptual inicial (basta una hoja de papel),
siguiendo en parte el ordenamiento del programa y en parte suposiciones propias.
3) Conseguir y ordenar el material de estudio (clases orales y bibliografía impresa) por
unidad o módulo, tal como figura en el programa.
4) Resumir cada clase o cada bibliografía respetando los títulos y subtítulos del material
original. Cada resumen debe tener su título y el nombre del autor del material.
5) Reunir todos los materiales (clases o bibliografía impresa) que se refieran a un mismo
tema, y hacer una síntesis de todos ellos. A diferencia del resumen, la síntesis es un acto de
elaboración personal que otorga coherencia a los materiales aislados.
6) En función de las síntesis realizadas, realizar una nueva red conceptual, llamada red
conceptual final, y que se supone es una integración de toda la asignatura.
7) Para el examen, el alumno estudiará solamente las síntesis realizadas y la red conceptual
final, aunque podrá recurrir eventualmente a los resúmenes y al material original en caso de
duda u olvido.
La mayoría de las investigaciones sobre los alumnos se refieren al niño, pero desde hace
tiempo el sistema educativo viene incorporando cada vez más alumnos adultos, que tienen
sus propias características. En rigor, la educación no termina nunca: incluso el anciano ha
de aprender a morir.
Se entiende por andragogía la disciplina que se ocupa de la educación y el aprendizaje del
adulto. El vocablo clásico 'pedagogía' se aplicó a la educación del niño, como lo establece su
etimología. El concepto de andragogía es un neologismo propuesto por la UNESCO en
sustitución de la palabra pedagogía, para designar la ciencia de la formación de los hombres,
de manera que no se haga referencia a la formación del niño, sino a la educación
permanente.
El concepto de andragogía “es un neologismo propuesto por la UNESCO en sustitución de la
palabra pedagogía, para designar la ciencia de la formación de los hombres, de manera que
no se haga referencia a la formación del niño, sino a la educación permanente" (Ortiz
Jiménez G, 2000).
"El término andragogía fue utilizado por primera vez por el maestro alemán Alexander Kapp,
en 1833 para describir la teoría educativa de Platón, aunque su uso no se generaliza y con el
tiempo se olvida. Años más tarde, a principios del siglo XX, se vuelve a mencionar este
concepto por Eugen Rosenback, para referirse al conjunto de elementos curriculares propios
de la educación de adultos, como son: profesores, métodos y filosofía".
"Sin embargo, hasta la década de los sesenta que se utiliza este concepto con cierta
frecuencia tanto en Europa como en América del Norte, para referirse específicamente a los
métodos, técnicas, fines y en general, a todo el currículum diseñado para llevar a cabo la
educación integral en la población adulta. Los intentos por sistematizar este cuerpo de
conocimientos son bastante actuales y uno de los más complejos es el realizado por el grupo
andragógico de Nottingham en el año 1983" (Ortiz Jiménez G, 2000).
En los últimos tiempos se ha dado suma importancia a los estudios andragógicos, a punto tal
que incluso existen Maestrías en Andragogía como la de la Universidad Rafael Urdaneta
(Maracaibo, Venezuela), que se ha propuesto como objetivo "formar profesionales para la
identificación, evaluación y solución de los problemas que confronta la Educación de Adultos,
en el contexto de un desarrollo autosostenido e integral, que visualice al adulto en situación
de aprendizaje como individuo capaz de contribuir a logros profesionales, de crecimiento
personal y de intervención comunitaria y social".
Entre las materias que dicta esta Maestría se incluyen Psicología del Aprendizaje del Adulto,
Estrategias Metodológicas del Aprendizaje del Adulto, Andragogía en el Contexto Social,
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social, para actuar con independencia y tomar nuestras propias decisiones con entera
libertad.
Los rasgos más sobresalientes del adulto son:
La vida autónoma en lo económico y en lo social.
Posee un concepto de sí mismo como capaz de tomar decisiones y autodirigirse.
Juega un papel social, que conlleva responsabilidades desde el punto de vista económico y
cívico.
Forma parte de la población económicamente activa y cumple una función productiva.
Actúa independientemente en sus múltiples manifestaciones de la vida.
La inteligencia sustituye a la instintividad.
Además de estas características más o menos universales, el adulto joven de hoy se
presenta como altamente contestatario y conflictivo, cuestionante de la sociedad, la ciencia y
la tecnología, rechazante de las actitudes paternalistas, dinámico, buscador de una calidad
de vida humana con fuertes exigencias de que se le respete su posibilidad de crecer como
persona y se le acepte como crítico, racional y creativo.
El estudiante universitario, precisamente por ser adulto, rechaza la rigidez e inflexibilidad
pedagógica con que es tratado por sus profesores que frenen indirectamente el proceso de
autorrealización, aspiración natural y propia de la juventud y de los adultos en general"
(Adam, 1998).
3) Los adultos tienen más experiencias sexuales y sociales que los niños; tienen experiencias
de tipos diferentes y están organizadas en forma distinta. Para comprender al estudiante
adulto que viene en busca de conocimientos es menester conocer esta amplia gama de
experiencias que integran su vida.
El desarrollo del adulto.- La niñez o la adolescencia no son las únicas etapas de la vida
donde hay un "desarrollo". También hay un desarrollo adulto, que debe ser tenido en cuenta
en la forma adecuada a la hora de encarar una psicoterapia.
Estamos mas bien acostumbrados a escuchar las expresiones "desarrollo infantil" o
"desarrollo adolescente", y tendemos por nuestra formación a pensar en el adulto como en
un individuo estático que ya ha completado su desarrollo.
En efecto, las teorías más importantes que hemos aprendido detienen sus investigaciones
evolutivas cuando llegan a la adolescencia. Es decir, detienen el desarrollo por decreto
científico. Tal el caso del psicoanálisis y de la teoría piagetiana de la inteligencia, por tomar
dos ejemplos bastante diferentes. Y en la clínica, el terapeuta suele ver al adulto como un
ser desarrollado más que como un ser que aún continúa desarrollándose.
Desde ya, hay excepciones. Está por ejemplo la teoría de la individuación de Jung, la teoría
de la crisis vitales de Erik Erickson, y algunos desarrollos dentro de la línea de la psicología
fenomenológico- existencial, como por ejemplo la logoterapia de Frankl, así como también
las orientaciones gestálticas en psicoterapia que rescatan más el aquí y ahora que el allá y
entonces. Pero no son estas teorías tan importantes, en el sentido de las más vistas y
enseñadas.
Sigmund Freud y Jean Piaget sostienen, en efecto, que a grandes rasgos el desarrollo
humano se ha cumplido en la adolescencia, y cualquier indagación acerca del
comportamiento adulto debe remitirnos, al menos en una buena parte, a qué fue lo que pasó
durante el desarrollo infantil, en una forma retrospectiva. Anna Freud firma el certificado de
defunción del desarrollo adulto redactado por su padre, cuando refiere, por ejemplo: "La
niñez es un proceso sui generis, una serie de etapas de desarrollo en cuyo transcurso cada
una de las manifestaciones tiene importancia como transición, y no como resultado final. Por
consiguiente, sus tareas y sus logros no pueden compararse con los de la etapa más estática
de la adultez" (Freud A, 1989:81). Pero respondamos previamente a dos preguntas.
a) ¿Por qué no se presta atención al desarrollo adulto? Tal vez una de las razones de este
descuido del desarrollo adulto esté en el hecho de que los mismos pensadores que se ocupan
de indagar lo psíquico son ellos mismos adultos, y entonces 'los árboles le impiden ver el
bosque'. Algo similar es lo que ocurre con los historiadores, que se muestran seguros al
afirmar la importancia de sucesos pasados pero que no pueden asentarla con la misma
seguridad en relación a los tiempos actuales que ellos mismos están viviendo. Otro tanto
ocurre cuando vemos que nos parecen mucho más llamativas las costumbres de pueblos
extraños que las nuestras propias, que se nos presentan como naturales y explicables por sí
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mismas. El hombre intenta explicar sólo lo que le parece inexplicable, por ejemplo el
comportamiento infantil normal, mientras cree que el comportamiento adulto normal no
requiere explicaciones porque es "natural" y carente de misterios. Mutatis mutandis, puede
ser que al niño le resulte natural su propio comportamiento, y sus perplejidades aparezcan
cuando observan la conducta adulta.
b) ¿Porqué aquí y ahora podemos prestar atención al desarrollo adulto? Tal vez la
formulación de esta hipótesis sobre la existencia de un desarrollo adulto en todos los planos
tenga su porqué en un contexto transubjetivo, a saber, el momento histórico y cultural que
hoy estamos viviendo en la posmodernidad, una de cuyas características es la individualidad:
el sujeto necesita centrarse en sí mismo, tomarse como punto de referencia al estar
perdiendo los valores tradicionales y colectivos. Así, el individuo se siente desprotegido,
indemne, y necesita desarrollarse como adulto del mismo modo que necesitaba desarrollarse
cuando niño, y al mismo tiempo para compensar este estado de indefensión, buscando un
nuevo punto de apoyo en dicho desarrollo.
Desde ya, no estamos poniendo en el mismo rango de importancia el desarrollo infantil y el
desarrollo adulto, por la misma razón que el embriólogo adjudica consecuencias más
importantes a un daño hecho en un embrión de tres días que a un embrión de tres semanas:
un trauma infantil tiene más repercusiones que un trauma adulto.
Pero hay, indudablemente, un desarrollo en la adultez que tiene su propia importancia: del
mismo modo que su infancia influye sobre el adulto, también la adultez influirá sobre su
vejez, y hoy por hoy, con el avance de la medicina, es esta última una etapa de la vida cada
vez más extensa y productiva. Así como en la niñez se habla de desarrollos normales y
desarrollos anormales, también cabe hacer la misma distinción en el caso de la adultez. Este
criterio es el que seguiré a continuación para exponer algunas ideas relativas al desarrollo
adulto.
Desarrollo normal.- Es posible caracterizar el desarrollo psíquico en general como una serie
de sucesivas reestructuraciones internas resultantes de una interacción entre factores
internos y externos. Cuando esas reestructuraciones alcanzan cierto grado de amplitud e
intensidad, las llamamos crisis vitales.
Cada reestructuración, y con mayor razón si se trata de crisis vitales, conlleva siempre una
resignificación que afectará tanto al pasado como al futuro, porque la reestructuración
supone un nuevo balance sobre las experiencias pasadas, y un nuevo proyecto en cuanto al
porvenir. El psicoanálisis ha insistido en la resignificación del pasado, y la psicología
existencialista en la resignificación del futuro, con lo cual nos han procurado visiones
parciales aunque interesantes y fecundas del conjunto del desarrollo psíquico.
La reestructuración supone, desde ya, un cierto grado de plasticidad del psiquismo, que en el
caso humano va perdiéndose poco a poco a medida que entramos en la vejez. En otras
especies animales el individuo sigue desarrollándose ininterrumpidamente hasta cinco
minutos antes de morir, que es el brevísimo lapso que dura su vejez. Ahora bien: lo que aquí
sostenemos es que en la adultez prosiguen esas reestructuraciones sucesivas. Comparemos
una persona normal a los 20 años y a los 55 años, para tomar dos puntos del desarrollo
adulto. Hay indudablemente diferencias que hablan de una reestructuración: ha cambiado su
imagen de los padres, por dar un ejemplo de resignificación del pasado, y han cambiado sus
proyectos de vida, por dar un ejemplo de resignificación del futuro.
Lo que se desarrolla es la personalidad en su conjunto, así como sus diversos aspectos.
Consideremos el desarrollo intelectual en un adulto. Yo he notado siempre una importante
diferencia entre la forma de pensar de alguien que recién ingresa en la universidad y alguien
que ya se ha recibido, y en el ínterin no ha recibido ninguna instrucción en cuanto a métodos
de estudio: se ha "hecho solo", del mismo modo que el niño ha construido a fuerza de sudor
su inteligencia sin haber hecho tampoco ningún curso de inteligencia.
El profesional piensa de otra manera: tiene más lucidez, precisión y cuidado para pensar,
aprendizaje que indudablemente llevó a cabo el sujeto en forma más o menos
independiente, sea forzado por los exámenes, sea impelido por la necesidad de identificarse
con algún profesor, y consecuentemente con su 'forma' de pensar, más allá de sus ideas.
Hubo entonces un desarrollo intelectual adulto, y no consistió solamente, como se suele
creer, en un aumento de experiencia y conocimiento.
Tenemos bastante arraigada esta idea de que durante la adultez, más que un genuino
desarrollo hay una simple acumulación cuantitativa de conocimientos. Decimos de un niño:
"¡Cómo piensa!", mientras que de un adulto decimos "¡Cómo sabe!". Es muy difícil que
digamos las cosas al revés, porque tenemos la idea de que, después de la adolescencia, todo
progreso pasa por la adquisición de conocimientos y experiencia, no por la evolución de la
herramienta misma para pensar.
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2) La experiencia.- Los adultos son motivados a aprender a medida que ese aprendizaje
satisface sus necesidades de experiencia e intereses (Knowles, 1990). La orientación adulta
al aprendizaje esta centrada en la vida; por lo tanto las unidades apropiadas para el
aprendizaje adulto son situaciones reales. Desde ya, no todos los adultos han acumulado las
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3) Funcionamiento psicológico.- El adulto no aprende como el niño. Tigh (1983) afirma que
ello se debe a un distinto funcionamiento psicológico y al tipo de actividad que realizan, lo
cual repercute en sus formas de aprender y también en la metodología didáctica que
debemos emplear.
Estos son algunos de los condicionantes del aprendizaje de adultos que nos encontramos con
mayor frecuencia:
a) Forman grupos heterogéneos en: edad, intereses, motivación, experiencia y aspiración.
b) El papel de estudiante es marginal o provisional.
c) El interés gira en torno al bienestar, el ascenso laboral o la autoestima.
d) Los objetivos son claros y concretos, elegidos y valorizados.
e) Los logros y éxitos serán deseados intensamente o con ansiedad.
f) Existe preocupación por el fracaso.
g) Posible susceptibilidad e inseguridad ante las críticas.
h) A menudo arrastra el peso de experiencias de aprendizaje frustrantes que le convencen
de que no es capaz de adquirir conocimiento nuevo.
i) Fuentes de conocimiento heterogéneas, a veces contradictorias.
j) Mayor concentración en clase, lo cual favorece el aprovechamiento del tiempo en clase.
k) Posee mecanismos de compensación para superar las deficiencias y los recursos de la
experiencia.
l) Necesita alternancia y variabilidad, por su relativa capacidad de un esfuerzo intelectual
prolongado" (Dell'ordine, 2000).
Asimismo, el formador debe considerar que las características del aprendizaje de los
trabajadores adultos son, entre otras:
El adulto tiene mucho bagaje histórico, cultural y social, encontrándose integrado en unas
formas de vida determinadas.
El adulto participa en el aprendizaje. Cuenta con un elevado sentido práctico de la vida y con
amplia experiencia.
El participante construye su propio conocimiento con ayuda del mediador.
Por eso, es necesario que el formador sea un incentivador del aprendizaje. Necesita saber
cómo aprende el trabajador para poder establecer la orientación adecuada de los
conocimientos y metodologías, y para poder dirigirlos al desarrollo de capacidades que se
necesiten potenciar y mejorar.
Otras características psicológicas que inciden en el modo de aprender del adulto son,
finalmente, las siguientes: "trabajan, no tienen tiempo; se cansan mas rápido; están más
motivados; no tienen hábitos de tomar notas ni de estudio; son más responsables, son más
exigentes, quieren profesionalismo; y les gusta participar" (Rivera Porto, 1997).
Teorías sobre aprendizaje adulto.- Señala Segovia que "ante la ausencia de una teoría
psicológica acerca del adulto en situación de aprendizaje, una serie de autores (Kidd,
1973:VIII) comienzan a reclamar una teoría del aprendizaje adulto. Con base en
planteamientos de Jean Piaget, Antonio Battro llega a sostener "...que la epistemología
genética (...) no es más que una teoría restringida a las psicogénesis de las nociones
científicas en el niño. Sin embargo, el sistema piagetiano autoriza, es más, exige, completar
esa visión con una psicogénesis de los procesos mentales del adulto (...) y con un estudio
crítico-histórico de la evolución de las sociedades humanas" (Segovia, 2000).
En términos semejantes se pronuncia el educador español Carlos Díaz (1975:57-74), quien
reclama a los epistemólogos [genéticos] y psicólogos una mayor preocupación por los
procesos de conocimiento en la persona adulta (Segovia, 2000).
Un estudio clásico del pre-conductismo, Adult Learning (Thorndike, 1928), en el cual se
resaltaban las posibilidades del adulto como agente aprendiz, es revalorizado e importantes
trabajos se producen en Estados Unidos (Verner y Davison, 1971; Cross, 1979), Francia
(Leon, 1973) y Canadá (Lindeman, 1961; Tough, 1971) descubriéndose así la veta de las
investigaciones en el campo de la educación de adultos.
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Los descubrimientos derivados de las investigaciones sobre cómo aprenden los adultos
coinciden con planteamientos básicos hechos por el movimiento de la escuela activa. Así,
Tough (1971) demuestra que cuando los adultos aprenden algo en forma natural, en
contraposición a cuando se les enseña, estarán más motivados y comprometidos. También,
concluye el señalado autor canadiense, existen sobradas evidencias de que cuando los
adultos aprenden por su propia iniciativa, lo hacen con mayor profundidad y de modo más
permanente (Segovia, 2000).
Dificultades de aprendizaje en el adulto.- Según García Arretio (1986) estas son algunas
de las dificultades del adulto en relación con el aprendizaje:
a) La perspectiva de alcanzar altas metas soñadas en la adolescencia, se reduce. A veces
tienen una exigencia meramente pragmática. b) Disminuye la curiosidad juvenil. c) La
inteligencia se estanca y la memoria disminuye. No le interesan las ideas abstractas y
teóricas, prefiere los problemas de la vida real. d) Se reduce la reacción sensorial y
perceptiva, por lo cual el aprendizaje suele ser más lento. e) Quien tiene poca experiencia en
el estudio se cree poco dotado para el logro de determinadas metas de tipo intelectual. f) A
los adultos cada vez les cuesta más adaptarse a nuevas situaciones. g) Cansancio y escasez
de tiempo para dedicarlo al esfuerzo intelectual.
A estas dificultades se agregan otras. Pienso que dos de los mayores obstáculos que enfrenta
la educación del adulto en el contexto de las nuevas tecnologías educativas son: 1) a
diferencia del niño, el adulto debe desaprender lo que aprendió con las viejas tecnologías
educativas, lo cual exige alta motivación y mayor esfuerzo de aprendizaje, y 2) el
aprendizaje bajo presión puede dar resultados adversos. Me refiero a la presión que ejerce la
sociedad globalizada sobre el adulto, en el sentido que si no se termina adaptando a las
nuevas tecnologías, quedará retrasado y tal vez excluído del acceso a la educación continua
y, por ende, a la posibilidad de una mejor calidad de vida.
La educación del adulto.- Así como las características psicológicas han de tenerse en
cuenta para saber cómo aprende el adulto, así también la modalidad peculiar del aprendizaje
adulto deberá ser tenida en cuenta al planificar su educación y enseñanza.
Hagamos antes brevemente un poco de historia, y describamos lo que se denominó primera
y segunda teoría del homúnculo (Peyrelongue, 1997). De acuerdo a la primera teoría del
homúnculo (hombre en miniatura), sostenida desde la Edad Media, se consideró al niño
como un adulto en miniatura, y su crecimiento era sólo en tamaño. Un niño tratado como
adulto puede producir problemas de aprendizaje, pero en todo caso estos no se adjudicaban
al procedimiento didáctico sino al niño mismo.
La segunda teoría del homúnculo, surge en el siglo XX, y resulta de una inversión de la
primera teoría: ahora el adulto empezó a ser considerado como un niño, dándole por
ejemplo ‘tareas para el hogar’ como si tuviera todo el tiempo del mundo, o tratándoselo con
rigor. Peyrelongue refiere por ejemplo, que aún hoy “las escuelas de adultos y adolescentes
oficiales se organizan y ofrecen su propuesta con el esquema horario de cinco días a la
semana, adecuado a los niños, pero absolutamente ajeno a las necesidades de un
trabajador, padre o ama de casa que además debiera contar con tiempo libre para sus otros
compromisos” (Peyrelongue, 1997).
Se entiende por educación de adultos “el proceso de formación que inician los mayores de 18
años que no han tenido acceso al sistema educativo, o que habiendo ingresado a él se han
retirado. Este proceso le permite al adulto desarrollar aptitudes, enriquecer conocimientos,
mejorar sus competencias laborales y técnicas para enfrentar los desafíos planteados por la
sociedad frente al mundo del trabajo, la familia, la comunidad, el medio ambiente y la salud,
en distintos contextos socioculturales" (Díaz, 2000).
"En esta propuesta, se define la pedagogía para el desarrollo del adulto como el conjunto de
teorías, metodologías, técnicas y estrategias que orientan la enseñanza y aprendizaje
individual y social del adulto, considerando, en primer lugar, el desarrollo de sus
potencialidades como persona: su autoestima, sus valores, su relación con el ambiente, con
las distintas fuerzas sociales, y con sus deberes y derechos como ciudadano. En segundo
lugar, considera el desarrollo del adulto como ser social, para que pueda relacionarse con el
otro, trabajar en equipo, conocer el mundo, participar de la igualdad de derechos entre la
mujer y el hombre, comprometerse consigo mismo, con el bienestar y la paz. En tercer
lugar, considera el desarrollo del adulto como ser productivo: con mentalidad abierta a la
reflexión y al cambio; con capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias y climas
organizacionales; para que satisfaga sus propios intereses así sea de carácter personal o
profesional y para que actúe de acuerdo con la misión de las instituciones y de éstas en la
sociedad" (Díaz, 2000).
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Refiere Segovia que "la investigación básica sobre educación de adultos se inició, en Europa
y Estados Unidos de [Norte]América, en forma bastante tardía en comparación con su
equivalente en el ámbito de la pedagogía. Es apenas hacia finales de los años cincuenta
(Knowles,1977:4) cuando se inician los esfuerzos de sistematización, articulación y difusión
de teorías específicas acerca del aprendizaje del humano adulto así como de estrategias y
métodos capaces de expresarse en términos de una didáctica apropiada para un aprendiz
que no es niño ni adolescente: el adulto.
Los años sesenta y setenta contemplan un importante desarrollo en esa línea de trabajo. Hay
una consolidación del ámbito de la educación de adultos como profesión universitaria (Houle,
1964). Se deslinda, no sin dificultades, el campo de la andragogía como espacio alternativo y
contraposición natural a las prevalecientes formas pedagógicas (Knowles, 1970 y Adam,
1970), hasta entonces esencialmente dirigidas a la atención de niños y adolescentes. Se
evidencia un notable desarrollo en cuanto al estudio de la problemática del estudiante
adulto" (Segovia, 2000).
Los estudios hechos desde la perspectiva de la psicología aportan resultados que demandan
respuestas prácticas (pedagógicas-andragógicas) para la cuales, en opinión de una conocida
autora brasileña (Mello, 1974:242) no se han conseguido todavía, en el plano de la didáctica,
"resultados muy positivos cuando se trata de aprendizajes complejos que involucran varios
aspectos intelectivos, motores y afectivos" que comprometen toda la personalidad de quien
aprende (Segovia, 2000).
No es casual que, como efecto de esos esfuerzos investigativos, se produzca un renacimiento
en cuanto al uso de los métodos activos de aprendizaje en contextos andragógicos, tanto de
carácter formal como informal (Segovia, 2000).
Para Segovia, "uno de ellos es el método de proyectos. Indistintamente denominado método
de problemas o método de proyectos, hay coincidencia en concebirlo como un plan de
actividades diseñado con propósitos educativos, de acuerdo con un cronograma de trabajo,
para ser desarrollado en condiciones reales, en contextos socio-laborales y culturales
tangibles y concretos. Expresa un autor alemán (Flechisig, 1976:7) que el concepto
"proyecto" se asocia a ideas de innovación, de relación con la práctica y con formas de
organización flexibles, abiertas, no jerárquicas orientadas - en su conjunto - a la solución de
problemas específicos. Estas características, agrega, "corresponden ampliamente a la
variante especialmente didáctica que se denomina proyecto y que aquí designamos proyecto
de aprendizaje, para entenderlo mejor"..."En comparación al curso que se orienta sobre todo
a una materia, el proyecto de aprendizaje representa una alternativa didáctica que no se
orienta en la idea del conocimiento específico de una materia, sino de un comportamiento
orientado en torno a problemas" (Segovia, 2000).
Flechsig (1976:8-10) establece siete aspectos básicos que distinguen a los proyectos de
aprendizaje. Ellos son:
Relación con el mundo circundante: El aprendizaje se verifica en situaciones que se refieren
a problemas actuales del contorno físico y social del alumno (...).
Relación con los intereses de quien aprende: Los proyectos de aprendizaje contienen
problemas que están relacionados directamente con los intereses de los alumnos (...).
Orientación hacia la elaboración de productos: Los proyectos de aprendizaje tienden a
integrar el aprendizaje y la acción. La meta es lograr la elaboración de un producto (en el
sentido más amplio de la palabra) que contribuya a mejorar el medio ambiente físico y social
(...).
Trabajo inter-disciplinario: Como los problemas de la vida no toman en cuenta la división que
tiene el saber que quiere solucionarlos, ocurre muy rara vez que se pueda lograr la solución
de un problema del ambiente circundante por medio de una sola discusión científica (...). Los
proyectos de aprendizaje tienen que abarcar, por eso, siempre varias materias, inclusive
aquéllas que no se enseñan en la escuela.(...).
Relación social: A diferencia de los cursos que se pueden absolver en la propia mesa de
trabajo, se muestra en los proyectos de aprendizaje la relación social de aprender, la que se
manifiesta de forma muy diversa: en el planteamiento cooperativo, en la realización
mediante división de trabajo, en la interpretación y la valoración que tiene el producto con
las otras actividades que se realizan siempre en contacto con grupos (...).
Relación multidimensional de los fines de aprendizaje: Como ya hemos mencionado las
situaciones de aprendizaje de los proyectos no deben ser dirigidas exclusivamente a la
transmisión de conocimientos y habilidades específicas de una materia. Se pretende, más
bien, lograr fines de aprendizaje en varias dimensiones: saber y poder, pensar y actuar,
percibir y decidir, recordar y producir no deben ejercitarse paralelamente, sino en acción de
apoyo recíproco (...).
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Por último, deben tenerse en cuenta las siguientes consideraciones, cuando se trata de
diseñar o evaluar cualquier proyecto educativo para adultos.
2) "El estudiante al que nos dirigimos tiene unos rasgos de autonomía y responsabilidad que
son ventajosos desde el punto de vista motivacional, pero que al mismo tiempo implican una
mayor complejidad por lo que respecta a sus objetivos y al funcionamiento de la clase. El
adulto realiza un gran esfuerzo para dedicar parte de su tiempo a la formación, a menudo es
tiempo que disfrutaba con su propia familia. En muchos casos pretende, mediante este
esfuerzo, conseguir habilidades que le ayuden en su profesión, o que sean complemento de
su vida laboral; por lo tanto, aprende para cambiar de vida, bien sea profesional o
socialmente. Ello determina unas expectativas de aprendizaje muy por encima de otro tipo
de estudiante y como consecuencia:
a) El aprendizaje no es parte de una rutina o mecánica gregaria.
b) Requiere un esfuerzo mantenido, que exige así mismo una "satisfacción relativa",
mantenida a lo largo del curso.
Ambos aspectos explican el considerable índice de abandono y las frecuentes crisis por
frustración ante un método pedagógico inadecuado o por la autoexigencia demasiado alta
ante los compañeros. En la clase de idioma extranjero es frecuente enfrentarse con
situaciones de autocompasión del estudiante, actitudes de impotencia, miedo a la actuación
en el grupo y ansiedad por obtener resultados rápidos y visibles" (Dell'ordine, 2000).
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4) Desaprender es parte importante del aprendizaje y constituye una de las mayores fuentes
de resistencia interna del individuo. Dice Grosso (citado por Insuasty, 1996:15) que una de
las experiencias más dolorosas del adulto es desaprender los hábitos adquiridos a lo largo de
su vida. Si la gente no desaprende, el cambio se dificulta (Díaz, 2000).
Toda intervención educativa en el adulto debe entonces considerar este importante factor, no
presente en el niño, quien no debe desaprender demasiadas cosas porque tiene todo para
aprender desde cero.
En el caso del adulto, "el requisito básico para un aprendizaje real es el desaprendizaje:
deslastrarse de las vivencias, experiencias, conocimientos, creencias, paradigmas que
tenemos en nuestro cerebro y que aún cuando fueron útiles en un tiempo, ya no lo son en la
actualidad" (Sánchez Arias, 1997).
"Desaprender es sencillamente eliminar lo que hemos aprendido que ya no nos sirve y dejar
espacio para lo que necesitamos aprender pueda entrar a nuestro cerebro con facilidad. Para
realizar esto, el ser humano debe darse la oportunidad de verse a sí mismo como el
poseedor de tan sólo un punto de vista sobre cualquier aspecto y desarrollar la conciencia de
la existencia de muchos más puntos de vista que pueden ser tan o más válidos que el
percibido por él. Esto obviamente exige el postergar el juicio critico, lo cual no es una
costumbre arraigada en la mayoría de los adultos, mucho menos cuando estos poseen un
alto nivel intelectual, pues cuanto más se ha invertido en aprender cierta información, mayor
compromiso existe en defender esta información ante otra nueva.
Por esto, es recomendable el lograr a través de una atmósfera y de un proceso de
aprendizaje adecuado, que los adultos formando parte de una actividad de adiestramiento,
suspendan sus supuestos y abran su mente hacia lo que ha de desarrollarse, obteniendo de
esta manera las bases para que el mensaje que se desea transmitir sea comprendido,
retenido y aprehendido" (Sánchez Arias, 1997).
"El desaprendizaje es un eslabón ubicado entre el aprendizaje y el reaprendizaje. No
podemos aprender algo nuevo si no desaprendemos antes. Al momento de iniciar un proceso
de aprendizaje, debemos hacer la pregunta ¿Qué debemos desaprender cada uno de
nosotros en este lugar para poder sacarle provecho a esta actividad?" (Sánchez Arias, 1997).
Una vez definido el desaprendizaje, es prudente preguntarse el porqué un adulto pudiera
estar interesado en tener más conocimientos. La respuesta a esta interrogante está en la
frase: “Quien tiene la información, tiene el poder", de Alvin Toffler, pero existen otras
razones (Sánchez Arias, 1997):
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CAPÍTULO 4: EL DOCENTE
1. La función docente
Lo que aquí se denominará función docente no es otra cosa que el ejercicio de la enseñanza,
y en este sentido va mucho más allá de la tarea de maestros o profesores, extendiéndose a
prácticamente todas las personas.
Ello es así porque continuamente las personas están enseñando, sin necesidad de cobrar un
sueldo por ello y, muchas veces, sin tomar conciencia de estar haciéndolo: cuando alguien se
pone en la fila para esperar el colectivo, está enseñando urbanidad; cuando alguien explica a
un viajero donde queda determinada calle, también está enseñando; cuando el padre cambia
una lamparita delante de su hijo, también le está enseñando; y también está ejerciendo una
función docente quien confecciona el manual de instrucciones de un electrodoméstico.
Las personas se pasan la vida enseñando: los padres enseñan a sus hijos, los hijos a los
padres, el adiestrador al perro, el viejo empleado al nuevo empleado, etc. Sin embargo,
cuando enseñar se convierte en una finalidad explicita y en una actividad remunerada, la
función docente es ejercida por los llamados docentes, denominación muy amplia que abarca
maestros de la escuela primaria, profesores del nivel secundario y universitario, profesores
ayudantes, profesores particulares, tutores, capacitadores, formadores, etc.
A diferencia del resto de los mortales que también enseñan, a los docentes se les exige saber
enseñar porque han hecho de la enseñanza una profesión, y se espera que sean pacientes y
entusiastas porque muchas personas consideran que enseñar es, además, una vocación.
Es así que “la sociedad exige al docente que tenga sentido crítico con respeto a sí mismo, a
los contenidos culturales y al contexto social; que sea objetivo, democrático, y con vocación
de servicio, que tienda al trabajo cooperativo y ame su institución y sus alumnos, que se
sienta parte viva del a comunidad en que actúa, que se esfuerce por alcanzar una conducta
racional, científica, con preferencia por el orden y la sistematización, y, que sobre todo, sea
muy creativo para poner su formación y su experiencia al servicio de la escuela y el alumno
que educa” (Cordeiro y otros, 2003). No obstante esto, también ocurre que la sociedad
hipócrita exalta la abnegación del docente pero en la realidad desprecia todo lo que no sea
un bien material (Rodríguez Ousset, 1994).
Como contrapartida, ciertas actitudes y comportamientos no son esperables en un docente, y
el siguiente bien podría ser el decálogo del mal profesor: 1) Hable sobre temas que no
domina. 2) Hable clases enteras sobre sus viajes a Europa y éxitos académicos. 3) Utilice la
palabra ‘coso’. 4) Utilice citas en latín aunque no las entienda. 5) Dicte a sus alumnos la
bibliografía para estudiar, y luego tómeles otra completamente diferente. 6) Diga que los
docentes auxiliares de su asignatura no saben nada, aunque luego los alumnos se pregunten
para qué los nombró. 7) Si algún alumno del sexo opuesto lo mira extasiado, explíquele en
privado lo cerca que están la admiración y el amor. 8) No aclare las dudas. Dígales enojado
que ya debieran saber las respuestas. 9) Si le cuesta trabajo calificar a los alumnos, póngale
la misma nota a todos. 10) Si le hacen una pregunta difícil, confiese su ignorancia y afirme
que si está como profesor fue por pura suerte.
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El discurso objetal no es ni mejor ni peor que el narcisista: éste último forma parte de la
motivación del docente por enseñar, pues lucirse frente a los demás es otra más de las
naturales necesidades humanas. En cualquiera de ambos casos, el docente está en la
posición del "que sabe más", y aún así siempre enfrentará, tarde o temprano, alguna
pregunta que no pueda contestar: ésta se constituirá en una herida narcisista para el
discurso centrado en sí mismo, o en un sentimiento de impotencia de ayudar para el discurso
centrado en el otro. El alumno, por su parte, está en el lugar del ignorante. Al saber menos
que el profesor, tiene más libertad para equivocarse, pero también mayor libertad para
pensar porque, aunque su vuelo tal vez no sea tan alto, será más ágil y diverso al no estar
prisionero del conocimiento teórico, siempre propenso a convertirse en dogma.
Una creencia frecuente del profesor narcisista es la de suponer que hay cosas que el alumno
ya sabe, con lo cual no es preciso explicárselas. Para ello podrían invocarse dos razones: 1)
el tema que explica le resulta tan familiar y obvio que tiende a suponer que también debe
serlo para el alumno, con lo cual olvida las necesidades de aprender de éste último; 2) otras
veces el docente en realidad no intenta explicar algo al otro sino a sí mismo, con lo cual no
repetirá aquello que ya él mismo sabe. Esto de que alguien se explique a sí mismo las cosas
que no entiende puede parecer algo raro, pero no es así: muchas veces enseñamos aquello
que necesitamos aprender, siendo la manera de hacerlo, hablar, en vez de escuchar. En la
práctica, esta situación aparece cuando un profesor dice, en el curso de su exposición: "¿Me
explico?". Esta idea de que entendemos o retenemos mejor algo cuando lo hablamos que
cuando lo escuchamos, sería explotada por el docente objetal haciendo hablar a sus
alumnos.
Cabe finalmente una somera descripción de los discursos fóbico, histérico y obsesivo.
Una frase que suele aparecer con no poca frecuencia es aquello de "esto lo veremos más
adelante". El ejemplo puede ilustrarnos la estructura de los discursos fóbico, histérico y
obsesivo: en los tres casos se dice lo mismo, aunque por motivos diferentes.
El discurso fóbico advierte continuamente sobre la necesidad de no meterse en tales o cuales
temas porque "son difíciles y peligrosos". Es así que cuando dice que esto o aquello "lo
veremos más adelante", no hace más que evitar el tema conflictivo enviándolo
elegantemente hacia un futuro incierto. Alternativamente, en el docente fóbico, “Buena
pregunta la suya” puede significar “por fin una pregunta qué puedo contestar”.
Respecto del obsesivo, este discurso intenta siempre ordenar la exposición para que resulte
clara, lógica e indubitable. Por consiguiente, aquello que se "verá más adelante" es una
temática que amenaza con romper aquí y ahora la ilación del discurso, y que hace peligrar la
lógica que lo protege del caos de la inconsistencia o del ‘irse por las ramas’.
El histérico, finalmente, es el típico discurso que seduce y para ello recurre a mil trucos,
como por ejemplo, procurando crear un espacio de misterio para atrapar al seducido,
regándolo con un chorro de discurso deshilachado e incompleto. En este contexto, el "lo
veremos más adelante" genera el suspenso del misterio, y permite que su auditorio quede
atrapado esperando indefinidamente la revelación del enigma. La estructura histérica tiene
otra característica que no aparece en la fóbica ni en la obsesiva. La clínica muestra que los
ataques histéricos ocurren invariablemente en presencia física de otro u otros, siendo una de
las diferencias que hay con el ataque epiléptico, que ocurre más allá de si hay alguien
presente o no. En cambio, el fóbico sigue teniendo miedo a los caballos y el obsesivo
continúa con sus rituales aunque estén alejados de todo contacto humano. Trasladando la
misma situación al acto de enseñar, podemos decir que el estilo discursivo histérico requiere
obligatoriamente que estén presentes los alumnos o, si se quiere, el docente en estos casos
está más pendiente de ellos que el fóbico o el obsesivo: es un discurso más 'social'.
Los discursos fóbico, obsesivo e histérico no existen en estado puro y en cualquier clase
aparecen siempre entremezclados, con predominio de uno u otro. Son, además, inevitables
porque forman parte de la naturaleza humana, y son necesarios para que la transmisión del
conocimiento científico se cumpla adecuadamente. Ello es así porque el conocimiento es en
algún sentido peligroso y entonces queda justificado el discurso fóbico; es lógico y racional, y
entonces se justifica el discurso obsesivo; y deja misterios sin resolver y seduce, y por ello
queda justificado el discurso histérico.
La función docente no sólo despliega capacidades y rasgos de personalidad, sino también
saberes o conocimientos: el docente aplica lo que sabe, cuestión que es tratada en el
siguiente ítem.
¿Qué es lo que sabe o debería saber un docente? En primer lugar, la disciplina que se
propone enseñar, llámese geografía, psicología o crítica cinematográfica. Y en segundo lugar,
un saber didáctico, que en principio viene a garantizar el saber enseñar aquellos contenidos.
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Por ejemplo, un profesor de psicología debe saber psicología, pero también debe saber
enseñarla.
En nuestra biografía escolar nos habremos topado seguramente con dos clases de docentes:
aquellos que sabían mucho de su disciplina, pero no sabían enseñar, y aquellos que
dominaban ambas cosas. Mucho más raro podría ser el caso de quien sabe enseñar pero no
domina la materia correspondiente, debido a que, si alguien no sabe algo, mucho menos
podrá transmitirlo.
El esquema adjunto nos muestra los diferentes saberes involucrados en la práctica docente.
Primeramente describiremos cada uno de estos saberes, para luego examinar sus relaciones
con la práctica docente y sus vinculaciones entre sí (números 1 a 8).
Los saberes
Ideologias.- Son un conjunto de creencias que orientan la práctica docente. Autores como
Hernández Sancho hacen referencia a ellas al hablar de las teorías implícitas que usan los
docentes como marco de referencia para su práctica en el aula (Hernández, 1996:141).
El saber ideológico, fundamenta y condiciona el resto de los saberes y, por supuesto, a la
misma práctica docente.
Dos ejemplos de ideologías son:
a) Los supuestos filosóficos que toda persona tiene acerca de la enseñanza. Por ejemplo, una
concepción del hombre como intrínsecamente malo verá a la enseñanza como un
procedimiento correctivo, mientras que una concepción del hombre que nace bueno (la
'teoría del angelito' de Rousseau) verá la enseñanza como la ocasión de desarrollar su
potencial positivo contrarrestando la 'nociva' influencia de la sociedad.
b) Lo que M. Cristina Davini llama las 'tradiciones' (1997:20). En la formación de los
docentes se llama así a configuraciones de pensamiento y de acción en cuanto incorporadas
a las prácticas y a la conciencia de los sujetos. Más allá del momento histórico donde
surgieron, sobreviven actualmente en la organización, en el currículum, en las prácticas y en
los modos de percibir de los sujetos, orientando toda la gama de acciones. Ejemplos: la
tradición normalizadora disciplinadora (el docente debe ser el buen maestro), la tradición
académica (el docente debe ser un enseñante), tradición eficientista (el docente debe ser un
técnico).
Saber sobre la forma de enseñar.- Estos saberes de tipo didáctico pueden ser cotidianos
(fundados en la intuición y la experiencia), o científicos (fundados en una teoría de las
prácticas de la enseñanza).
A diferencia de las ideologías, que son más universales, el saber cotidiano es propio de cada
docente y resulta de su experiencia acumulada como estudiante y/o como docente acerca de
qué es la enseñanza y de cómo debe enseñarse.
En efecto, como docente, hemos adquirido una manera de enseñar basada en nuestra propia
experiencia, pero también hemos incorporado un conjunto de creencias acerca de cómo se
debe enseñar, por el sólo hecho de haber sido estudiantes. Aquí, el supuesto es que nuestros
profesores, además de habernos enseñado una asignatura, también nos enseñaron una
forma de enseñar, aunque ni ellos se lo hayan propuesto deliberadamente, ni nosotros las
hayamos aprendido de la misma forma.
Estos saberes cotidianos se corresponden aproximadamente con lo que Hernández (1996:21)
llama 'pensamiento práctico', y Bromme (1988) 'conocimiento de uso cotidiano'.
Toda persona, más allá de si es o no docente, 'siempre' tiene saberes acerca de lo que debe
ser un buen docente, saberes que supuestamente saldrán a relucir cuando ejerza la
docencia, o cuando deba juzgar a un profesor, o cuando atribuya a la maestra los problemas
de aprendizaje de su propio hijo, etc.
El saber didáctico científico es denominado también conocimiento científico por Bromme
(1988), y conocimiento profesional por Schön (1992:25-26), toda vez que se supone que un
profesional de la docencia debe conocer el fundamento científico de su quehacer docente,
básicamente la didáctica. Obviamente, sólo tiene acceso a este saber didáctico aquel
enseñante que tuvo una formación docente (por ejemplo, que haya cursado un Profesorado).
El saber didáctico, por último, se refiere tanto a un saber sobre la disciplina (por ejemplo,
saber qué es la didáctica), como sobre las técnicas didácticas (por ejemplo, como enseñar
mejor).
La incorporación de un saber científico a los saberes involucrados en la práctica docente es la
consecuencia más importante de la formación docente, del mismo modo que por ejemplo un
saber científico incorporado a la práctica médica es la consecuencia importante de la
formación médica, y, al menos en parte, lo que hace de éste un profesional. Por lo tanto, la
profesionalización del rol docente exige la posesión de este saber científico sobre didáctica.
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Saber sobre el contenido a enseñar.- El docente tiene un conocimiento para aplicar (sus
teorías pedagógicas, explícitas o implícitas), pero también un conocimiento para transmitir
(el contenido de la materia) aunque el primero también se transmite, porque el alumno
aprende una materia pero también una forma de enseñar.
Siempre que se enseña, se enseña una determinada asignatura, un contenido.
Genéricamente, este contenido puede ser un oficio (enseñar carpintería), una disciplina
(física, matemática, psicología), un procedimiento, arte o técnica (enseñar artes marciales,
arte culinario), etc.
En cualquiera de estos casos, y especialmente en el de tener que enseñar una disciplina
científica, además de transmitir el saber científico propiamente dicho también puede
transmitirse -inadvertidamente- un saber cotidiano en relación con esa disciplina, es decir,
un saber aprendido basado en la intuición, la experiencia, o simplemente en lo 'aprendido del
abuelo'.
Una de las maneras de transmitir este saber cotidiano es, por ejemplo, cuando el docente,
en su afán por ser didáctico, simplifica la explicación a punto tal de desfigurar y
desnaturalizar el concepto científico original.
Este saber científico es aprendido por el docente en algunos casos en forma simultánea con
el saber didáctico (ciertos profesorados donde se enseñan al mismo tiempo asignaturas
didácticas y disciplinares), y en otros casos en forma independiente (profesorados con
asignaturas únicamente didácticas, a los que se accede prácticamente un título de grado en
la disciplina de su especialidad. Por ejemplo, el Profesorado de Nivel Medio y Superior en
Psicología, dependiente de la Facultad de Psicología de la UBA).
En algunas universidades se da tanta importancia al saber los contenidos a enseñar que
incluso llega a ser más importante que el profesor sea un investigador a que sea un buen
enseñador de lo que sabe. Es un error “exigir a los buenos profesores que se conviertan en
investigadores y a los buenos investigadores que se conviertan en profesores, sin dejar de
reconocer que en algunos afortunados casos ambas excelencias se entrelazan y
complementan en una misma persona” (Bosch, 2001).
1 Ideologías 1
2 3 4 5
Práctica docente
En síntesis hasta aquí: la práctica docente está orientada o guiada por ciertos saberes
involucrados en dicha práctica, y que son las ideologías, el saber cotidiano (didáctico o
disciplinar) y el saber científico (también didáctico o disciplinar). Los dos primeros están
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siempre presentes, mientras que el tercero existe en los casos donde hubo una previa
formación docente (saber didáctico) o profesional (saber disciplinar).
Todos estos saberes suelen fusionarse en teorías implícitas sobre la educación. Todos
nosotros, más allá de si somos docentes, estudiantes o profesionales, sostenemos siempre
implícitamente alguna teoría sobre la educación. Incluso las madres, los obreros y hasta los
mismos niños tienen sus teorías al respecto. Las llamo implícitas simplemente porque casi
nunca se explicitan: simplemente, están ahí 'alojadas' en el inconciente pero condicionando
cualquier decisión que en la práctica debamos tomar en relación con la educación de un hijo,
de un alumno, o de nosotros mismos. Así, por ejemplo, si lo único que motiva a un docente a
enseñar es ganarse el sustento diario, está sosteniendo implícitamente que la educación
tiene como finalidad sostener económicamente a cierta clase de trabajadores llamados
docentes. Una buena manera de indagar teorías implícitas es haciendo preguntas del tipo
“¿porqué enseño?”, pero también preguntando cosas como "¿es importante aprender a leer y
escribir, y por qué?".
Hay quienes sostienen implícitamente teorías reproductivistas, para las que la educación es
un medio de mantener un determinado sistema político, social o económico, y teorías
críticas, para las que la educación debe poder estimular el cuestionamiento y el cambio del
sistema. También se sostienen teorías según las cuales la finalidad de la educación es la de
formar ciudadanos cívicamente responsables, la de preparar a la gente para el trabajo, o las
que dicen que la educación sirve al desarrollo personal y al crecimiento espiritual.
Si bien estas teorías corresponden a la órbita del saber cotidiano, también pueden
encontrarse, tal vez más elaboradas y contrastadas, en la órbita del saber científico, en cuyo
caso se convierten en teorías explícitas, difundiéndose a través de libros y revistas. Y no
siempre hay una continuidad: a veces los docentes hemos aprendido una teoría explícita,
pero en la práctica decidimos aplicar una teoría implícita radicalmente diferente.
Ideologías, saber cotidiano, saberes científicos y práctica tienen entre sí ciertas relaciones,
indicadas en el esquema adjunto por números del 1 al 8.
1) El saber cotidiano y el saber científico están ambos sobredeterminados por ideologías y
cosmovisiones.
A su vez, así como la práctica docente permite rever la teoría didáctica y el saber cotidiano,
la revisión de estos últimos a su vez contribuye a transformar y modificar -tal vez
lentamente y a largo plazo- las mismas ideologías que le dieron origen. Esto suscita la
cuestión del rol del docente como agente de cambio, que se opone a una visión
reproductivista (en el sentido de Bourdieu) de la educación.
2) Hernández Sancho refiere que cuando el docente actúa en el aula se rige por un
'pensamiento práctico' derivado de su experiencia como estudiante y como docente (si la
tiene) (Hernández, 1996:21).
A este nivel existe también una interacción mutua: las nuevas experiencias docentes van
modificando el saber cotidiano sobre el cómo enseñar, y éste a su vez modifica la práctica
docente.
3) Sobre la práctica docente incide la formación docente en didáctica. Resulta importante
destacar que la posesión de conocimientos de didáctica por sí solos no garantizan que vayan
a ser aplicados en la práctica docente. Hernández Sancho nos indica al respecto que si las
teorías didácticas no logran transformarse en teorías activas o principios de acción, quedarán
reducidas a un repertorio orientativo o prescriptivo de actuaciones, que difícilmente se
incorporarán a la práctica docente (Hernández, 1996:21).
La práctica se realimenta con la teoría didáctica: el ejercicio de la docencia puede obligarnos
a rever la teoría. Esto está relacionado con la propuesta de Schön acerca de una 'reflexión en
la acción' (Schön, 1992:33). El autor citado señala: "La cuestión de la relación entre la
competencia en la práctica y el conocimiento profesional precisa ser planteada al revés. No
deberíamos empezar por preguntar cómo hacer un mejor uso del conocimiento científico sino
qué podemos aprender a partir de un detenido examen del arte [de enseñar]..." (Schön,
1992:25-26).
Podría objetarse la incidencia de los conocimientos teóricos de didáctica en la buena práctica
docente. Hay, en efecto, a) excelentes profesores que no saben nada de didáctica, o b)
docentes cuya práctica no se vio sustancialmente modificada por el hecho de haber hecho,
en el ínterin, un profesorado. En este último sentido, Anijovich (1997) sostiene que la
experiencia parece demostrar el bajo impacto que tiene la formación docente de un
profesorado sobre un profesor con previa experiencia docente.
En este último respecto, podría ser interesante diseñar una investigación examinando los
rendimientos didácticos en cuatro grupos de docentes: con experiencia y formación docente,
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con experiencia docente pero sin formación, con formación docente pero sin experiencia, y
finalmente sin ninguna de ambas cosas.
4 y 5) Tanto el saber científico como el cotidiano sobre la disciplina incide sobre la práctica
docente, no sólo porque es lo que se enseña, sino también porque la particularidad de cada
disciplina contribuye a definir la práctica docente correspondiente. Por ejemplo, las
peculiaridades de las ciencias exactas y naturales, como la física, la química o la biología,
han determinado la clásica división de la enseñanza en 'teóricos' y 'trabajos prácticos'.
6) Algunos conceptos de H. Gardner, entre ellos el de 'vacío', nos obligan a incluir esta
relación en el esquema.
El vacío que aquí nos interesa es el que existe entre el aprendiz intuitivo y el experto
disciplinar. Si transferimos esta idea al ámbito de la formación docente, podemos decir que
un maestro o un profesor tienen algo de aprendiz intuitivo porque adquirieron un saber sobre
el cómo enseñar, enseñando, pero también la misma formación docente institucionalizada
como profesorado lo va formando como experto disciplinar.
El riesgo que se corre es que ambos aspectos estén disociados, es decir, que persista un
'vacío' entre ellos. Gardner (1993) destaca la importancia de poder eliminar este vacío, de
modo tal que las comprensiones intuitivas dejen paso gradualmente y sean sustituidas por la
comprensiones disciplinares o genuinas, por la sencilla razón de que éstas últimas
representan los logros cognitivos más importantes de los seres humanos.
Una manera de resolver esta cuestión es, a mi entender, emprender la tarea de procesar el
saber cotidiano a partir del saber disciplinar didáctico, de manera tal que la teoría didáctica
pueda fundamentar científicamente aquel saber cotidiano válido, o pueda criticar y
transformar aquel saber cotidiano que no lo es.
7) El saber didáctico científico abarca la teoría de la enseñanza (didáctica) pero incorpora
otras teorías de ciencias conexas. En efecto, la formación docente incluye otros saberes
científicos además de los propiamente didácticos, como por ejemplo los psicológicos (teorías
del aprendizaje, teorías del desarrollo, dinámica de grupos, antropología, sociología, etc).
Estos otros saberes no deben aplicarse en forma independiente a la práctica docente, sino
que deben ser previamente integrados a una teoría didáctica. Hay quienes por ejemplo
aplican directamente la teoría piagetiana a la práctica docente, sin hacer un procesamiento
didáctico de la misma.
Al respecto, G. Sacristán nos dice: "La teoría del aprendizaje no es un punto de partida del
que se deduzca una teoría de la enseñanza y una práctica consecuente, sino que esa teoría
se debe integrar en una teoría de la enseñanza que engloba otros elementos además del
aprendizaje, y es a través de ella como incide en el aprendizaje según los distintos
momentos o pasos entre la teoría y la práctica" (Sacristán, 1996:499).
8) Las mismas consideraciones que hicimos en el punto 6 respecto de la relación entre saber
cotidiano y científico valen también aquí: el docente debería rever y procesar, ratificar o
rectificar su saber cotidiano para incorporarlo a lo que enseña en calidad de saber científico.
El análisis anterior sobre los saberes involucrados en la práctica docente forma parte de un
problema más general: la relación entre la teoría y la práctica. Puede servir, entonces, como
marco de referencia para reflexionar sobre los fundamentos de la práctica docente,
contestando interrogantes como los siguientes: a) Cuando enseñamos, ¿utilizamos un marco
teórico científico, o nos basamos solamente en nuestra intuición? ¿Hasta qué punto?
¿Utilizamos teorías didácticas opuestas? ¿Cómo influye esto sobre la enseñanza? b) ¿De qué
depende la enseñanza exitosa: de la teoría didáctica, del saber cotidiano intuitivo sobre
cómo enseñar, o de una feliz integración de ambos? c) La posesión de un conocimiento
teórico sobre cómo enseñar, ¿garantiza por sí sola que podrá ser exitosamente aplicado? c)
¿El hecho de que una teoría didáctica sea el marco teórico de una práctica exitosa, ¿es esto
último una prueba de que la teoría didáctica es 'verdadera'?
3. Aprender la docencia
Se puede aprender a ser docente por intuición o a través de un estudio sistemático que
puede consistir en una formación, una capacitación o un perfeccionamiento.
La docencia es, al menos en Argentina, una de las pocas profesiones donde a veces no se
exige título habilitante para ejercerla. Por ejemplo, un estudiante universitario puede
trabajar como profesor particular o en alguna cátedra como docente auxiliar sin tener un
título oficial que lo acredite.
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En otros casos esta acreditación es indispensable, y puede tener diferentes alcances, como
por ejemplo consistir en un curso de capacitación, una carrera de formación o una carrera de
perfeccionamiento o especialización docente.
De acuerdo a la legislación argentina, la formación docente es la "instancia inicial de
preparación para la tarea en la cual se trabajan los contenidos básicos que otorguen la
acreditación para la práctica profesional docente" (artículo 19a de la Ley Federal de
Educación, Argentina). Según esta ley, se trata de una formación ‘de grado’, es decir,
permite la obtención de un título de Profesor.
La organización de la formación docente de grado distingue tres campos. Por ejemplo, el
título de "Profesor de Enseñanza Superior en Psicología" define un campo general (Profesor),
un campo especializado (Enseñanza Superior) y un campo de orientación (Psicología).
Según la misma ley, los contenidos -saberes y competencias- de la formación docente de
grado deben asegurar:
Como puede advertirse, en la formación docente se hace hincapié tanto en los contenidos
conceptuales como en los procedimentales y actitudinales, mientras que en la capacitación
docente, el acento está puesto sobre los contenidos procedimentales. La formación se
concibe, según Rodríguez Ousset (1994), como desarrollo de la persona, cambio de actitudes
y no sólo adquisición de conocimientos y habilidades.
Destaca Ousset, además, que a diferencia de otras formaciones, la formación docente tiene
un doble carácter: capacitación en el campo del saber (formación disciplinaria), y
capacitación pedagógica (o sea, saber un contenido y saber enseñarlo).
La capacitación docente, por su parte, comprende la capacitación para docentes graduados,
y para no docentes que ejerzan o no dicha actividad. Por lo tanto, se refiere a dos
cuestiones: a) Capacitación de graduados docentes para nuevos roles y funciones
(artículo19b de la Ley Federal de Educación Argentina): es la instancia de capacitación para
roles y funciones diferentes de aquellas para las que el graduado se formó inicialmente y que
demanda el sistema. Y b) Capacitación pedagógica de profesionales y técnicos superiores: es
la formación pedagógica dirigida a profesionales no docentes y técnicos superiores que
desean incorporarse a la docencia y de quienes están en actividad (misma ley).
El perfeccionamiento docente es la actualización y profundización de contenidos curriculares,
metodológicos e institucionales. Es una revisión crítica de los problemas que presentan las
prácticas pedagógicas y apunta, a través de su análisis, al fortalecimiento de la tarea y a la
inducción de nuevas motivaciones y actitudes profesionales. Pone énfasis en las innovaciones
que tiene lugar la política educativa, en el campo pedagógico -didáctico e institucional-, y en
los respectivos campos disciplinarios según la especialidad de cada docente, así como en la
interdisciplinariedad (artículo 19b de la Ley Federal de Educación, Argentina).
Mientras la capacitación es una instancia para actuar como docente, la formación docente es
más profunda en tanto instancia para ser docente, y por tanto requiere más tiempo. El
perfeccionamiento, mientras tanto, puede calificárselo como instancia para mejorar el ser
docente, y se lleva a cabo luego de finalizada la formación docente.
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a) En un profesorado, por ejemplo, existe una intención explícita, deliberada o conciente por
formar docentes, y por lo tanto por enseñar métodos y técnicas de enseñanza que puedan
servirles a los futuros egresados. En otras palabras, en un profesorado se da la circunstancia
excepcional de que el contenido a ser transmitido -o al menos parte de él- es una forma, o
sea, un conjunto de métodos y técnicas para enseñar.
Lo bueno del profesor de didáctica es que tiene ejemplos en el mismo lugar donde enseña (a
diferencia del profesor de geografía o historia). Puede, por ejemplo, analizar la clase que
acaba de dar.
b) En una carrera donde no se forman docentes sino profesionales, como puede ser Derecho
o Arquitectura, no hay una intención explícita por enseñar una técnica de enseñar, pero sin
embargo el docente, al usarla, la está presentando al alumno y éste tiene la oportunidad y la
posibilidad de aprenderla. Por ejemplo, un docente necesita enseñar la historia de la
arquitectura, y para ello utiliza la técnica del video. Algún alumno el día de mañana será
arquitecto y puede tener la ocasión de ocupar algún cargo docente sin tener una formación
para ello, pero decide utilizar la técnica del video porque ha comprendido sus posibilidades
didácticas. ¿Qué ha ocurrido? Su profesor le enseñó una técnica más allá de su voluntad,
pues su propósito era enseñarle la historia de la arquitectura, no la técnica en sí. Y su
alumno tal vez habrá aprendido algo más, a saber, a asociar casi invariablemente la
explicación de un tema histórico con técnicas audiovisuales, con lo cual se confirmaría la
hipótesis de Edwards (1995) acerca de que la forma en que se transmite el contenido se
agrega a éste y tiene significado propio.
La afirmación según la cual la enseñanza implícita de una forma de enseñar existe siempre,
descansa en parte sobre el hecho de que contenido y forma se dan siempre juntos en
cualquier situación donde haya un maestro y un alumno: ambos aspectos -contenido y
forma-, son indisociables. Como señala Furlán, "contenido educativo y método de enseñanza
son dos aspectos de un proceso unitario que se pueden escindir sólo para estudiar sus leyes
específicas. En la práctica siempre que el maestro enseña moviliza simultáneamente un
contenido y una forma de organización de la situación educativa" (Furlán, 1989:62).
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El problema de enseñar una técnica simplemente usándola radica mas bien en otro lugar.
Sabido es que cualquier profesor no enseña simplemente contenidos sino también formas de
enseñarlos, formas de aprenderlos, creencias, prejuicios, formas de sentir y hasta su propia
cosmovisión. La enseñanza de la forma no es un proceso neutral, pues a través de ella
también se transmite una ideología, una manera de ver el mundo, un modelo económico,
una filosofía. Por ejemplo, enseñar explícita o implícitamente una técnica que tienda a inhibir
la participación del alumno (por ejemplo, la exposición oral rígida con el profesor subido a
una tarima), transmite un modelo ideológico basado en el autoritarismo. Como señala
Furlan, "el planteamiento metodológico es algo más complejo que una derivación técnica de
una determinada teoría del aprendizaje; debe dar cuenta del proceso social (de
transformaciones en los sujetos y en sus relaciones con los objetos) que se despliega en el
espacio de la institución educativa; por otra parte, al hacerlo, define explícita o tácitamente
un modelo de sociedad y escuela que se pretende construir" (Furlán, 1989:62).
Este problema de transmitir un modelo ideológico a través de una técnica está presente
también en su enseñanza explícita, pero adquiere más importancia cuando se la enseña
implícitamente precisamente porque aparece encubierta, con lo cual se reducen mucho en el
alumno sus probabilidades de cuestionarla.
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que viene a significar que antes de enseñar o aprender contenidos, debemos primeramente
dominar las formas, que, en el caso de la lógica, pasaba por el buen pensar. En efecto,
Aristóteles veía en la lógica "una propedéutica en su actividad docente, [siendo designada
más tarde] con el nombre de órgano (instrumento) de la investigación científica" (Larroyo,
1969: XLIII).
En el planteo aristotélico, forma y contenido aparecen no solamente disociados
temáticamente, como saberes separados, sino también disociados cronológicamente, ya que
primero debía aprenderse la 'forma' de razonar bien, para después encarar el estudio de los
'contenidos'. "Propedéutica" significa, precisamente, camino previo.
Por dar un ejemplo, si trasladáramos este proyecto a la actualidad, primero deberíamos
hacer el profesorado de psicología para aprender la 'forma' de enseñar, y después
deberíamos hacer la licenciatura de psicología para aprender los 'contenidos' a ser
enseñados.
2° nivel) El contenido y la forma se enseñan dentro de una misma carrera pero en
asignaturas separadas. Tal es el caso de numerosos profesorados del nivel superior no
universitario, donde hay asignaturas del área disciplinar, y asignaturas del área didáctica
dentro de la misma carrera. Otro ejemplo es la carrera del Profesorado de Enseñanza Media
y Superior de Psicología (UBA), donde hay primero una materia que desarrolla contenidos
(Didáctica General), y otra correlativa donde se enseñan y practican formas de enseñar
(Didáctica Especial y Práctica de la Enseñanza).
Probablemente, este nivel de escisión entre contenido y forma podamos rastrearlo
históricamente en la enseñanza de las llamadas artes liberales.
Durante la Edad Media, la enseñanza de las artes liberales estaban divididas en dos áreas
bien diferenciadas: el Cuadrivium y el Trivium. El Cuadrivium (aritmética, geometría,
astronomía, música) eran las artes 'de lo dicho', mientras que el Trivium (gramática,
dialéctica, retórica) eran las artes 'del decir', con lo cual quedaba claramente diferenciado el
contenido (lo dicho) de la forma (el decir). Esto significa que una cosa era lo dicho (por
ejemplo hablar sobre astronomía), y otra cosa cómo era dicho (retóricamente,
dialécticamente, etc.).
No se trató, sin embargo, de una mera diferenciación formal, sino también, a nivel curricular,
de una verdadera escisión en dos áreas separadas dentro del mismo plan de estudios, de
manera tal que los alumnos debían estudiar en forma independiente un contenido y una
forma. Trasladando este esquema a la actualidad, una asignatura del Cuadrivium podría ser
Psicología, Letras o Antropología, y una asignatura del Trivium la Didáctica. Puesto que las
carreras universitarias mencionadas no incluyen asignaturas didácticas, podemos concluir
que hoy en día seguimos manteniendo la misma escisión medieval: una carrera para los
contenidos (por ejemplo psicología) y otra carrera para la práctica docente (profesorado de
psicología). O bien, una misma carrera donde hay dos áreas separadas, tal como ocurre en
ciertos profesorados con áreas disciplinares y áreas didácticas.
3° nivel) El contenido y la forma se enseñan dentro de una misma asignatura pero en
unidades temáticas diferentes. No conozco ningún ejemplo, pero constituye un grado posible
de escisión (o integración) de contenido y forma.
Una variante dentro de este nivel puede también consistir en que el contenido y la forma se
enseñen dentro de la misma unidad temática pero en clases distintas. Tampoco conozco
ningún ejemplo, aunque es también otro grado posible de escisión o integración de contenido
y forma.
4° nivel) El contenido y la forma se enseñan dentro de una misma clase. Un ejemplo de ello
es una clase del seminario de la Prof. Litwin (Litwin, 1997), donde esta docente manifestó en
determinado momento que concluía la clase de contenidos, para pasar a referirse a la forma
en que dicha clase había sido dada. Este quinto nivel representa, entonces, el mínimo grado
de escisión (o el máximo grado de integración) entre contenido y forma, en la medida en que
la separación temporal entre la enseñanza del uno y de la otra es mínima.
A priori, no podemos indicar cuál de estas cuatro alternativas resulta más eficaz para
enseñar métodos y técnicas de enseñar, es decir, no podemos indicar de antemano en forma
absoluta cómo responder preguntas del tipo ¿es mejor enseñar primero la forma o primero el
contenido? ¿es mejor enseñar forma y contenido con un mínimo grado de escisión (nivel 4) o
con un máxima grado de escisión (nivel 1)?
Para poder responder adecuadamente estas preguntas, debemos partir de la base de que la
manera de enseñar contenido y forma dependerá de diversos factores, entre los cuales cabe
mencionar uno: la naturaleza del contenido. Por ejemplo, cuando el contenido se refiere a la
didáctica, tal vez convendría que hubiese el mínimo grado de escisión entre contenido y
forma. Por ejemplo, clases teóricas donde se expone una teoría didáctica (Tradicional,
Crítica, etc), y clases prácticas dentro de la misma asignatura donde se exponen y practican
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técnicas y métodos de esa teoría. Después de todo, tal es el modelo que se sigue por
ejemplo en Medicina o en Física, donde se enseña la teoría en los 'teóricos', y la práctica en
los 'prácticos'.
Sin embargo, dada la índole de la didáctica (es una ciencia social), tal vez convendría invertir
el orden: primero las prácticas y después la teoría. La razón de esta inversión es de índole
epistemológica: las ciencias sociales, a diferencia de las llamadas ciencias 'duras' están en
proceso de construcción, y al ser un saber mucho más abierto y cuestionable, los alumnos
tienen la ocasión de participar en este proceso constructivo desde las prácticas de la
enseñanza, para luego ir a los 'teóricos' con la suficiente información empírica como para
poder rever la teoría. Esta alternativa sería prácticamente impensable en las ciencias duras,
pues equivaldría a decir que los alumnos de física van primero a los prácticos para hacer
experimentos de física, para luego ir a los teóricos a revisar o cuestionar la teoría a la luz de
los resultados empíricos obtenidos.
Probablemente no exista la misma relación dialéctica: en principio, parece lógico que primero
haya que saber un tema para luego aprender la forma de enseñarlo, por la misma razón que
el fiambre existe antes de la máquina para cortarlo. Existen, sin embargo, investigaciones
acerca de la génesis del pensamiento desarrolladas por Bion (1996:152) que parecen
postular lo contrario: primero el sujeto desarrolla una 'máquina para pensar', y sólo después
puede operar con pensamientos. La polémica sigue, y no es nuestra intención resolverla en
los acotados límites de esta nota, sino apenas plantearla.
En suma, los problemas que se han intentado plantear fueron las siguientes: a) la enseñanza
explícita de una técnica, utilizando otra que paradojalmente la cuestiona; b) la enseñanza de
una cosmovisión ideológica a través de la enseñanza de determinadas técnicas didácticas; c)
el grado de incidencia que tiene sobre la eficacia del proceso de enseñar y aprender el
distanciamiento cronológico y/o curricular entre la enseñanza de formas y contenidos; d) de
qué otros factores depende -además de la índole del contenido- el mencionado
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Existe un gran cantidad de enfoques que explican cómo interactúan docentes y alumnos, y/o
como debieran hacerlo para optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Se expondrá a
continuación uno de estos enfoques que pone el énfasis en los grados de compatibilidad o
incompatibilidad de los estilos de enseñanza de los docentes y los estilos de aprendizaje de
los alumnos. Para el modelo Herrmann, dada una situación concreta, primero se examinan
estos estilos, y luego se establece un plan de intervención en función de los resultados
obtenidos a los efectos de aumentar la probabilidad de eficacia del proceso educativo.
¿Qué 'parte' de nuestro cerebro preferimos utilizar cuando somos docentes y cuando somos
alumnos? ¿Cómo mejorar nuestra relación con los profesores o con los alumnos y manejar
las zonas de incomodidad? ¿Cómo mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje? Estos son
algunos de los interrogantes a los que intenta responder el modelo biológico Herrmann de
funcionamiento cerebral mediante el HBDI (Herrmann Brain Dominance Instrument), una
herramienta que traza el perfil cerebral de alumnos y docentes al respecto.
Según sus defensores, el modelo Herrmann de dominancias cerebrales tiene múltiples
aplicaciones que van desde el autoconocimiento y la superación personal, el desarrollo de la
creatividad y el manejo de la diversidad, hasta la modificación de culturas organizacionales
(Folino J, 1994:25-31).
También tiene aplicaciones en el aula. De hecho, "sabiendo que el hemisferio cerebral
izquierdo prefiere procesos cognitivos y actividades cuantitativas, matemáticas, secuenciales
y organizadas, y que el hemisferio derecho favorece los procesos conceptuales,
interpersonales, simultáneos, sensitivos y musicales, aplicamos este conocimiento durante el
proceso de enseñanza-aprendizaje, por ejemplo para desarrollar técnicas y métodos
alternativos para poder enseñar de distintas formas, abarcando así el espectro total de
estilos personales" (Folino J, 1994:25-31). En suma, el modelo Herrmann propone ayudas
concretas para mejorar la comunicación y llevar la clase con más eficacia, y suministra ideas
para que los docentes adapten su pedagogía a los diferentes perfiles de alumnos.
Existen algunos cuestionarios especiales que permiten comprobar los perfiles como docente
o como alumno (Chalvin, 1995). Sus resultados pueden quedar presentados, por dar un
ejemplo, tal como se indica en los dos últimos perfiles del esquema siguiente. En dicho
esquema hemos presentado el caso de una misma persona, y donde podemos ver qué
sectores de su cerebro utiliza más frecuentemente: en su vida cotidiana (Ver Cuestionario
General), en el aula como docente y en el aula como alumno.
Hay personas que funcionan casi de la misma manera en los tres ámbitos, y otras que no,
como en este caso, donde podemos apreciar, entre otras cosas, lo siguiente: a) este sujeto
utiliza mucho el sector límbico derecho en su vida diaria pero casi nada cuando funciona
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como alumno, lo cual, entre otras cosas, significa que suele ser más comunicativo y social en
su vida cotidiana que en el aula; b) en el aula, sea como docente o como alumno, esta
persona es bastante más creativa e innovadora que en su vida diaria, ya que tiende a
utilizar, en el primer ámbito, más su sector cortical derecho; c) donde la persona es más
organizada, planeadora y detallista es cuando funciona como alumno, porque entonces es
cuando más utiliza su sector límbico izquierdo.
Cuando se trata de utilizar la herramienta Herrmann en la educación, nos interesarán
solamente los perfiles de las personas en tanto docentes o en tanto alumnos. Pero, ¿para
qué nos sirve esta información? ¿Para qué nos sirve como docentes saber que nuestros
alumnos usan determinados sectores cerebrales? ¿Cómo podemos emplear esta información
para optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje? Esta nota intenta dar respuesta estos
interrogantes, para lo cual seguiremos los lineamientos de Chalvin, quien investigó el tema
en Francia.
DOCENTE ALUMNO
Estilo Estilo
Cortical Profundiza en su asignatura, acumula Le gustan las clases sólidas,
Izquierdo el saber necesario, demuestra las argumentadas, apoyadas en los
Tienen hipótesis e insiste en la prueba. Le hechos y las pruebas. Va a clase a
necesidad de molesta la imprecisión, y da gran aprender, tomar apuntes, avanzar
hechos. Dan importancia a la palabra correcta. en el programa para conocerlo bien
prioridad al al final del curso. Es buen alumno
contenido. a condición de que se le de
'materia'.
Límbico Prepara una clase muy estructurada, Metódico, organizado, y
Izquierdo un plan sin fisuras donde el punto II frecuentemente meticuloso; lo
Se atienen a la va detrás del I. Presenta el programa desborda la toma de apuntes
forma y a la previsto sin digresiones y lo termina porque intenta ser claro y limpio.
organización en el tiempo previsto. Sabe acelerar Llega a copiar de nuevo un
en un punto preciso para evitar ser cuaderno o una lección por
tomado por sorpresa y no terminar el encontrarlo confuso o sucio. Le
programa. Da más importancia a la gusta que la clase se desarrolle
forma que al fondo. según una liturgia conocida y
rutinaria.
Límbico Derecho Se inquieta por los conocimientos Trabaja si el profesor es de su
Se atienen a la que debe impartir y por la forma en gusto; se bloquea y despista
comunicación y que serán recibidos. Cuando piensa fácilmente si no se consideran sus
a la relación. que la clase no está preparada para progresos o dificultades. No
Funcionan por asimilar una lección dura, pone en soporta críticas severas. Le gustan
sentimiento e marcha un juego, debate o trabajo algunas materias, detesta otras y
instinto. en equipo que permitirán aprender lo demuestra. Aprecia las salidas,
Aprecian las con buen humor. Pregunta de vez en videos, juegos y todo aquello que
pequeñas cuando si las cosas van o no van. Se no se parezca a una clase.
astucias de la ingenia para establecer un buen
pedagogía. ambiente en la clase.
Cortical Derecho Presenta su clase avanzando Es intuitivo y animoso. Toma pocas
Necesitan globalmente; se sale a menudo del notas porque sabe seleccionar lo
apertura y visión ámbito de ésta para avanzar en esencial. A veces impresiona como
de futuro a largo alguna noción. Tiene inspiración, le un soñador, o de estar
plazo. gusta filosofar y a veces levanta desconectado, pero otras
vuela lejos de la escuela. Con él sorprende con observaciones
parece que las paredes de la clase se inesperadas y proyectos originales.
derrumban. Se siente con frecuencia
oprimido y encerrado si tiene que
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Por ejemplo, un profesor cuyo perfil revele una única preferencia en el cuadrante cortical
izquierdo, tenderá a profundizar en los contenidos de su materia, a demostrar lo que dice
insistiendo en la prueba, a rechazar la imprecisión y a otorgar gran importancia a la palabra
correcta. Cuando decimos 'única preferencia' queremos decir el único cuadrante donde
obtuvo el puntaje superior a 66.
El esquema siguiente aclara con mayor detalle cuáles son las ventajas y los inconvenientes
de cada cuadrante en lo que se refiere al docente. Por ejemplo, una ventaja del profesor
límbico derecho es la calidez y su capacidad para establecer un clima de confianza, mientras
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que una desventaja es ser demasiado paternalista y demostrar preferencia por determinados
alumnos.
VENTAJAS DESVENTAJAS
CORTICAL IZQUIERDO
Riguroso. Fiable. Preciso. Claro. Estable. Seco. Falto de contacto y de fantasía.
Pertinente. Competente. Profesional. Creíble. Despreciativo. Suficiente. Intolerante con las
Se apoya en los hechos (rechaza lo preguntas 'estúpidas' (y también cuando no
arbitrario). Da pruebas. Analiza los procesos comprende cómo funcionan los otros). Muy
utilizados. Avanza de forma lineal. Se expresa exigente. Lenguaje hermético. Abstracto.
por escrito concisamente. Permite reproducir Muy directivo. Ironiza, critica, lanza
fácilmente los ejercicios. Directivo. Objetivo: indirectas. Se molesta por las intervenciones
se basa en hechos. Espíritu crítico. Exigente. de tipo 'parásito' y por las digresiones. Se
Encuentra el placer intelectual y lo comunica. desestabiliza por las preguntas que no
Utiliza bien el material. Conoce las conoce. Bloquea la expresión espontánea.
referencias, las experiencias, los resultados: Destroza lo imaginario y la creatividad. Se
los demás se dirigen a él cuando no saben interesa por los primeros de la clase.
algo. Saben guardar distancia frente a las Provoca la pasividad en los otros. Selectivo,
manifestaciones afectivas. Estimula a los no saca a la pizarra a los flojos. Le cuesta
alumnos mediante una sana competencia. trabajo entender que alguien no comprenda.
Gana con el trato. No repite: cree que es evidente. No
encuentra palabras para explicar algo de
otra forma. No tiene en cuenta las
exigencias de trabajo de otras disciplinas.
Insiste en aprobar un alumno porque es
bueno, a pesar de las protestas de sus
colegas. Gasta siempre las mismas bromas.
No cambia casi nada.
LIMBICO IZQUIERDO
Concienzudo (minucioso). Puntual. Prudente Escolar. Da mucha importancia al horario.
(con los proyectos aventurados). Metódico. Rutinario (propone siempre las mismas
Cumplidor. Objetivo (no tiene preferidos). elecciones). Quisquilloso en la presentación
Eficaz. Seguro (con él se sabe a dónde se de trabajos y carpetas. Maniático. Monótono,
va). Tiene sangre fría. Sabe dominarse. pesado. Regulador (le gustan las fórmulas).
Capaz de controlarse. Crea ambientes Autoritario. Impone su forma de pensar: 'o
tranquilizadores. Da seguridad. Pone se dobla o se rompe'. Falta de apertura.
'parapetos' para evitar las caídas. Dirige su Violento, reconcentrado, aterroriza a algunos
clase. Tiene pocos problemas de disciplina. alumnos. Dirigente, despótico, Le gusta el
Da normas para la vida. Termina su poder y puede abusar de él. Conservador.
programa. Planifica su año escolar. Gestiona No se entrega. No le gusta el cambio, la
bien su tiempo. Da instrucciones claras. innovación ni la sorpresa. Se desconcierta
Presenta documentos bonitos. Comprueba los con la originalidad. Corta la inspiración.
cuadernos o las agendas. poniendo de Bloquea la curiosidad de los alumnos.
manifiesto las omisiones. Realiza Provoca pasividad. Coloca etiquetas a los
evaluaciones con regularidad. Organiza viajes alumnos. Le gusta el papeleo. Defiende su
y visitas, se encarga de la administración. territorio su clase, su armario, su aula. Toma
Metido en su molde. Bien considerado por su ideas de los otros y las aplica. Le atraen
eficacia, puntualidad y asiduidad. Toma poco las nuevas pedagogías. Trabaja en
posesión del territorio: personaliza y decora equipo si está de acuerdo con los métodos y
su clase. si se es eficaz y puntual. Carece
fundamentalmente de seguridad.
LIMBICO DERECHO
Cálido. Humano. Vivo. Lúdico. Entusiasta. Demasiado paternalista. Establece una
Establece buenos contactos. Mediador. dependencia afectiva. Tiene preferidos y
Negociador. Disponible. Escucha a los otros. cabezas de turco. Susceptible. Versátil,
Comprensivo. Generoso. Gratificante. Sabe inconstante, lunático. Se deja 'invadir' por
apoyarse en las cualidades de los otros. Tiene los alumnos. Subjetivo, parcial. Pesado,
sentido del diálogo. Hace que los alumnos se invasor. Gesticula mucho, cansa. Inquisidor
atrevan a hablar. Establece un clima de (quiere conocer la vida privada).
confianza. Favorece el entendimiento y la Moralizador. Charlatán, redundante.
armonía en clase. Le gusta trabajar en Farsante (comediante). Demagogo. Incapaz
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Suponiendo que aún no se hayan suscitado importantes conflictos con los alumnos durante la
clase, el esquema siguiente nos suministra una idea acerca de cómo el docente puede actuar
para prevenirlos. Desde ya, el esquema es también útil en el caso de resolver un problema
ya instalado.
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Según dicho esquema, los problemas que se intentan prevenir derivan del hecho de que los
docentes pueden tener preferencias marcadas por un determinado cuadrante (primera
columna), en cuyo caso podrán instrumentar una serie de cursos de acción para
diversificarse y ejercitar los procesos y comportamientos de los restantes cuadrantes
(segunda columna del esquema). Supuestamente esto permite satisfacer las necesidades de
alumnos con preferencias en los otros cuadrantes (de hecho, en una clase encontramos
alumnos con diferentes preferencias cerebrales).
Además, diversificarse y ejercitarse en los otros cuadrantes no preferidos permite aprovechar
sus ventajas, que tal vez no se encuentren en el cuadrante preferido (muchas veces la
desventaja del cuadrante preferido se compensa con la ventaja del no preferido). Por
ejemplo, un docente marcadamente cortical derecho tenderá a no respetar horarios y a
desbordarse en las clases, con lo cual el curso de acción implicará aprovechar las ventajas,
por ejemplo, del límbico izquierdo: aceptar las limitaciones horarias y acostumbrarse a no
irse por las ramas.
Desde ya, para alcanzar el objetivo anterior tanto docentes como alumnos han de tener la
oportunidad de verse mutuamente de manera diferente a través del conocimiento de sus
respectivos perfiles Herrmann. Por ejemplo, el docente podrá indagar rápidamente las
preferencias de sus alumnos y sus propias preferencias (pueden utilizarse los cuestionarios
adjuntos a esta nota), para que ambos las conozcan y puedan adjudicar las dificultades en el
aula a diferentes modos de funcionamiento cerebral y, por ende, modificables.
Que los alumnos puedan mirar de manera distinta al profesor y este de manera distinta a los
alumnos, es decir, desde la perspectiva Herrmann, constituye un buen estímulo intelectual:
cualquier signo, cualquier intervención, cualquier comportamiento en el otro será observado
para conocer las preferencias cerebrales propias y ajenas.
Pero, ¿qué sucede cuando aparecen los problemas, los conflictos o malos entendidos entre
docentes y alumnos? En estos casos, podemos utilizar el conocimiento que nos procura el
modelo Herrmann para hacer un diagnóstico de la situación problemática.
Indica Chalvin que "todos tenemos relaciones más distendidas con unas personas que con
otras. Estas relaciones nos suelen dejar perplejos. Los educadores, en particular, pueden
sentirse inquietos por una clase con la que no llegan a establecer una relación fácil y directa.
Por medio del estudio de las zonas de incomodidad podemos analizar con más detalle los
puntos en que aparece un mal funcionamiento, para luego tratar de ponerles remedio"
(Chalvin M, 1995:159).
El modelo Herrmann definió 'zona de incomodidad' como "la molestia que se siente ante una
persona que no funciona en la vida con los mismos procesos y comportamientos que uno
mismo. De la incomodidad y la incomprensión nacen los bloqueos, la intolerancia y los
conflictos" (Chalvin M, 1995:152).
El esquema siguiente ilustra los diferentes tipos de conflicto e incomprensión que se suscitan
cuando docentes y alumnos funcionan con diferentes preferencias cerebrales (diferentes
cuadrantes).
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El método Herrmann ofrece medios para solucionar estos conflictos y facilitar los contactos
entre personas con diferentes preferencias cerebrales (Chalvin M, 1995:152).
El procedimiento general para resolver los problemas puede sintetizarse del siguiente modo.
Una vez que el docente conoce las preferencias de los alumnos, podrá adaptar su pedagogía
a ellas. Se comienza por aprovechar el tipo de procesos preferidos por los alumnos para
ponerlos en condiciones de tener éxito y motivarlos. Para ello se saca partido de las ventajas
de estas preferencias: lo que les gusta hacer, lo que hacen bien, etc., haciendo que tomen
conciencia de esos procesos. Después, mostrarles que sus perfiles tienen también
desventajas (esquema 12) y, a partir de allí, enseñarles a actuar de otra forma para que
poco a poco adquieran los procesos ventajosos de los otros cuadrantes. Finalmente,
ayudarles a evaluar sus progresos y valorarlos por estos (Chalvin M, 1995:106).
El esquema siguiente nos da una pauta de cómo deben abordarse los alumnos con
preferencia en determinado cuadrante, tanto para prevenir como para resolver problemas de
comunicación y zonas de incomodidad con ellos. Como se ve en el mismo esquema, la
estrategia de abordaje de estos alumnos implica por un lado saber qué es lo que debemos
aceptar a priori de ellos, y por el otro la manera de abordarlos comportándonos con el mismo
cuadrante en el que ellos se manejan.
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realistas, pues hacen con frecuencia mientras dice: "Dígame, lo escucho". Al tratar con él
propuestas interesantes e se corre el riesgo de quedarse atónito o perder la
innovadoras. estabilidad por culpa del humor, las paradojas o las
Dotados de un humor ligero o metáforas que utiliza. Quien le trata, se siente
cáustico, de un sentido de la paradoja impresionado por la riqueza de ideas que muestra,
y de la metáfora, hacen que el pero perplejo respecto a las posibilidades de
ambiente en torno a ellos sea ponerlas en práctica.
distendido y saben 'poner el dedo' en COMO ABORDAR A UN CD
las incoherencias. Sin embargo, son Mostrándose jovial. Diciendo bobadas con humor.
desestabilizadores e insoportables, Abordarle preguntando: "qué hay de nuevo?". No
olvidan sus asuntos y citas. Llegan siendo estricto con los horarios. Dejándole hablar.
tarde, se muestran desenvueltos y Pidiéndole ideas para solucionar un problema,
desatentos cuando el asunto les mejorar un proyecto o salirse de la rutina.
parece demasiado prosaico. A veces Preguntándole cómo ve el porvenir respecto a un
son imprecisos, desordenados, sus problema preocupante. Dejando vagar su
exposiciones carecen de rigor y pensamiento por asociaciones. Pidiéndole que se
prefieren hacer planes fantásticos a explique cuando salta de un tema a otro y haga
solucionar problemas cotidianos. Los perder el hilo de lo que está diciendo. Proponiéndole
CD son los que más sufren si tienen que presente una cosa y su contraria y no pedirle
que estar encerrados en sus límites, o que se decida, se siente cómodo con las
están obligadas a seguir instrucciones contradicciones.
o reflexionar pausadamente, sin dar
rienda suelta a su imaginación y
humor.
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resulta difícil trabajar con medios audiovisuales. No sabe resumir un texto o una situación.
QUE HACER CON ESTE ALUMNO
Uitilizar con él una pedagogía organizada, estructurada en un clima de seguridad:
Escribir la programación en la pizarra en forma clara y legible. Darle instrucciones estrictas.
Proporcionarle documentos escritos impecables. Dividir la hora de clase en secuencias,
indicándolo previamente. Proponerle objetivos a corto plazo bien definidos. Permitirle salirse
de las normas para pasar a la experimentación (le gustan los trabajos manuales y tiene
éxito en ello). Es preciso que conozca las relaciones con lo que conoce. Es necesario
respetar su territorio: no excitarle pidiéndole algo bruscamente.
PROCURAR QUE SE ABRA A OTROS CUADRANTES
Elogiarle cuando tiene éxito en algo. Darle confianza en sí mísmo. Utilizar su faceta de líder
y dirigente para una buena causa. Hacer fichas de evaluación donde perciba lo que sabe
hacer y sus progresos. Desarrollar su memoria dándole reglas mnemotécnicas. Enseñarle a
exteriorizar y a comunicar haciendo exposiciones en tiempos delimitados y breves.
Proporcionarle modelos para que se lance a ejercicios nuevos. Enseñarle a resumir las
clases: tres palabras clave y basta dos o tres puntos concretos. Enseñarle a globalizar: leer
un texto, dividirlo en varias partes y darles títulos; inventar un título global a partir de esos
títulos secundarios. Utilizar su sentido de la organización.
QUE LE FALTA AL ALUMNO LIMBICO DERECHO
Le falta orden, rigor, conocimientos precisos. Le falta saber escuchar (aunque sabe hacerlo
si consigue dominarse). Le falta control y dominio de sí mísmo, organización, y tiene poca
autonomía y perspectiva frente a la opinión de otros.
QUE HACER CON ESTE ALUMNO
Proporcionarle una pedagogía emotiva y concreta:
Crear un ambiente cálido y acogedor. Establecer un diálogo eficaz (no constante). Elogiar
sus progresos, sus actitudes positivas. Partir de sus vivencias (su experiencia): lo que es, lo
que hace, lo que sabe, lo que le gusta. Realizar gestos eficaces: con frecuencia el LD es un
kinestésico.
Dejar que decore su cuaderno, sus deberes, que personalice sus trabajos. Favorecer los
trabajos en grupo canalizando las charlas sobre problemas personales. Variar los ejercicios.
Jugar, moverse, aprender divirtiéndose: juegos, visitas, teatros, música. Partir de imágenes
y representaciones personales hasta llegar a la abstracción. Darle responsabilidades y
confiarle funciones de comunicación y negociación.
PROCURAR QUE SE ABRA A OTROS CUADRANTES
Ayudarle a organizarse, comenzar por el mantenimiento del cuaderno de programación.
Ayudarle a buscar el sentido preciso de las palabras, tener un diccionario en la clase. Leer
los textos en voz alta aceptando preguntas para asegurar la comprensión. Sustituir los 'me
gusta, no me gusta' por los 'sé, no sé'. Proporcionar métodos y comenzar por lo que sabe,
para darle confianza y ponerle en condiciones de tener éxito. Canalizar su espontaneidad y
su impulsividad diciéndole que, antes de intervenir, 'hable para sus adentros' para clasificar,
escoger y organizar sus ideas. Enseñarle a dominar sus emociones y a hablar de ellas.
Enseñarle a suprimir el 'yo' y a utilizar el 'él', es decir a tomar perspectiva respecto a sus
afectos (establecer diferencia entre autor y narrador). Actuar como abogado del diablo para
crear la distancia entre el yo y el otro: pros y contras. Procurar que se haga teatro de
improvisación (ateniéndose a unas reglas rigurosas que se imponen) para obligarle a ceñirse
a una ley impuesta. Utilizar sus habilidades de negociador y sus dotes para el contacto
humano para convertirle en delegado de la clase.
QUE LE FALTA AL ALUMNO CORTICAL DERECHO
Le falta organización, estructura, espíritu de grupo, claridad (pasa de una idea a otra), rigor,
lógica y método.
QUE HACER CON ESTE ALUMNO
Proporcionarle una pedagogía imprevisible, original, imaginativa y concreta:
Proponer ejemplos concretos y visibles. Utilizar soportes visuales. Tener humor. Utilizar el
método experimental y empírico. Proponer clases variadas, ricas, con interrupciones gráficas
concretas. Permitirle ensayar con riesgo de equivocarse. Proponer juegos, obras
imaginativas, teatro. Darle la posibilidad de hablar, decir aberraciones, tener ideas
incongruentes al margen de las lecciones. Darle ocasión de inventar, crear, innovar sin
presión.
PROCURAR QUE SE ABRA A OTROS CUADRANTES
Ayudarle a clasificar sus ideas, a ir más allá de sus adquisiciones. Enseñarle rigor y método
a partir de diagramas que favorezcan la organización planificada de elementos o ideas
lanzados en desorden. Cuando tenga que reflexionar sobre el contenido de una tarea, se le
aconsejará que escriba todas sus ideas tal como se le ocurran en un papel y que después las
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estructure, jerarquizando las respuestas y los argumentos. Pedirle que justifique sus
respuestas. Desarrollar una idea justificando las etapas mencionadas. Reconstruir el camino
del pensamiento que ha llevado a una respuesta espontánea. Ponerle trampas para que
perciba los riesgos de la intuición pura, sin comprobación. Hacerle encontrar un enunciado a
partir de un resultado. Pedirle que reconstruya el principio de un texto a partir de una
conclusión. Hacer que complete un puzzle en tiempo limitado. Hacerle que responda a una
norma dada.
El modelo Herrmann resulta apto para alumnos en situación de fracaso temporal, para los
que fracasan en ciertas materias, para los que se prevé que tendrán dificultades para pasar a
un curso superior, para los que sienten inseguros, para los que tienen problemas de
integración grupal en la clase, y para los que quieren tener éxito pero hay una serie de
conflictos internos o familiares se lo impiden. Sin embargo, muchas veces el problema no es
un alumno en particular o un grupo reducido de ellos, sino toda una clase, a veces
numerosa, habida cuenta que el sistema educativo está pensado para que pocos enseñen a
muchos.
Chalvin se pregunta: "¿cómo se puede establecer comunicación con los alumnos que no han
realizado las mismas elecciones y que han seleccionado otros procesos, cuando uno mismo
como docente está anclado en un tipo de comportamiento y de procesos adquiridos desde la
infancia?" (Chalvin M, 1995:112). Este problema se presenta típicamente cuando se enseña
en una clase numerosa, donde muy pocas veces coinciden las preferencias del docente con
las preferencias medias del alumnado. El modelo Herrmann ofrece también su solución para
estas cuestiones.
En una clase colectiva, y sobre todo en cursos superiores, regularmente se presenta una
cuadri-sectorización, calculándose que un 25% de los alumnos utiliza con preferencia un
cuadrante, otro 25% otro cuadrante y así sucesivamente (más allá de que cada alumno
pueda tener dos o más preferencias, pero en clase ponen en funcionamiento el cuadrante
más preferido, o al menos así lo percibe el docente). Cuando la clase está representada por
representantes de los cuatro cuadrantes, "hay que tener en cuenta este dato y practicar una
pedagogía diferenciada o variada para dirigirse a cada uno considerando sus necesidades"
(Chalvin M, 1995:119).
Sin embargo, esta proporción equilibrada -más usual en grupos muy grandes- puede variar
según el nivel de educación, la asignatura enseñada, el tamaño de la clase, etc.
Aunque en toda clase existen alumnos de todos los perfiles, "la principal característica de la
mayoría de ellos es la que otorga a la clase su carácter particular" (Chalvin, 1995:113):
tranquila, abierta, charlatana, trabajadora, inhibida, etc.
Una fuente de incomodidades y conflictos proviene de los perfiles diferentes que tienen el
docente y la clase en su conjunto. Chalvin propone imaginarnos una situación donde ambos
perfiles son netamente diferentes, como puede verse en el esquema siguiente. Allí, el perfil
medio de la clase se obtuvo a partir de los perfiles personales de 22 alumnos de un colegio
parisino, mientras que el perfil medio del docente se obtuvo a partir de una cantidad similar
de asesores pedagógicos de artes plásticas que aceptaron contestar el cuestionario
Herrmann.
Perfiles docente/clase
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1 CUADRANTE CI 4 CUADRANTE CD
Alumnos que Alumnos que son
necesitan más técnica menos creativos que
los docentes
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90 90
100 100
2 CUADRANTE LI 3 CUADRANTE LD
Alumnos que Alumnos cuyas
necesitan más método necesidades afectivas
y organización son inferiores a lo que
imaginan sus docentes
Caso Implicados CI LI LD CD
1 Profesora de lengua 2 1 1 1
Clase 1 1 1 3
2 Profesor de economía 1 1 2 2
Alumno 2 2 1 1
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3 Profesora 2 1 1 1
Clase 2 1 2 3
Cabecilla A 3 2 1 1
Cabecilla B 2 2 1 1
4 Profesora de letras 2 2 1 1
Clase animada 2 2 1 1
Clase inhibida 1 1 2 3
5 Maestra X 3 2 1 1
Su colega 1 1 3 2
1 = Máxima preferencia 2 = Mediana preferencia 3 = Mínima preferencia
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1. Generalidades
Los objetivos del presente capítulo consisten en: a) introducir una noción de estrategia de
enseñanza, y su diferencia con estrategia de aprendizaje; b) elucidar la diferencia entre
estrategia de enseñanza centrada en el docente y centrada en el alumno; y c) proponer un
inventario provisional de las diferentes estrategias de enseñanza que pueden utilizarse en la
tarea docente, incluidos algunos ejemplos.
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los márgenes. Recuadra las fechas, etapas o clasificaciones importantes. Acota aquellos
párrafos dudosos que necesitarán posterior atención. Destaca aquello que te haya despertado
curiosidad.
4. Haz un esquema del tema: Escribe en grande la idea general contenida en cada epígrafe. Haz
tantos apartados como ideas principales contenga cada epígrafe. Escalona por orden de
importancia las ideas secundarias que acompañan a cada idea principal. Adjunta los detalles,
datos o matices que puedan enriquecer las ideas secundarias.
5. Repasa los esquemas anteriores antes de ponerte a leer un nuevo tema.
Garner menciona algunas razones por las cuales algunos alumnos no son buenos
estudiantes, y entre ellas indica las siguientes: a) porque desconocen qué estrategia/s son
las adecuadas para aprender eficazmente; b) por un excesivo uso de estrategias simples,
como las de tipo memorístico (repetitivo), en detrimento de otras más complejas y eficaces;
c) porque desconocen cuándo y en qué condiciones emplear las estrategias que sí conocen;
y d) porque persiguen unas metas personales que no favorecen el empleo de las estrategias
adecuadas (por ejemplo sacar mejores notas que nadie) (Garner, 1990).
Algunos autores distinguen estrategia de aprendizaje de técnica de aprendizaje, indicando
que “las técnicas serían procedimientos particulares que el estudiante puede emplear para
aprender un conjunto concreto de materiales bajo ciertas condiciones específicas. Las
estrategias, en cambio, serían un conjunto de destrezas más complejas y de nivel superior a
las técnicas. Si un individuo domina una estrategia de aprendizaje, asumiremos que dispone
de una serie de técnicas o procedimientos alternativos, así como criterios para decidir qué
técnica usar cuando se enfrenta con unos materiales de estudio concretos y con unas
condiciones particulares de aprendizaje” (Valle Arias, 2003). En este artículo no
estableceremos la diferencia correspondiente entre estrategia de enseñanza y técnica de
enseñanza.
Cabe destacar, finalmente, que la denominación ‘estrategia de enseñanza’ no está
universalmente reconocida. Otros autores prefieren hablar de estrategias de aula (Nogales,
2001) o técnicas didácticas (Sanjurjo, 2002). El primero las define como las estrategias
educativas, métodos, quehaceres, etc, que utiliza el maestro diariamente en el aula para
explicar, hacer comprender, motivar, estimular, mejorar los procesos de enseñanza
aprendizaje, etc. Por su parte Sanjurjo ofrece como ejemplos de sus técnicas didácticas la
exposición didáctica, interrogatorio didáctico, experiencias, investigaciones, situaciones
problemáticas, trabajo grupal, etc.
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El cuadrado latino fue originalmente una estrategia de recreación, que luego fue empleada
como estrategia de investigación en diseños multifactoriales.
El escondite es una estrategia de recreación que fue utilizado como estrategia terapéutica en
dinámica grupal.
La proyección de una película argumental es originalmente una estrategia de recreación, que
suele ser empleada como estrategia de enseñanza (por ejemplo la película “Mejor imposible”
puede usarse para enseñar los síntomas de la neurosis obsesiva).
Un diseño experimental de antes y después con un grupo es una estrategia de investigación
que puede ser usada como estrategia de enseñanza (por ejemplo para explicar la memorización
de palabras familiares y no familiares).
Una estrategia de recreación como un paseo turístico puede ser utilizado como estrategia de
enseñanza si se utiliza con el fin de enseñar.
Una estrategia de enseñanza puede ser empleado como estrategia terapéutica, en la medida en
que se suponga que la prevención, curación o recuperación de la salud implique un proceso de
enseñanza-aprendizaje.
Los juegos como estrategias de recreación pueden ser utilizados como estrategias didácticas,
tal como ocurre con el teléfono roto.
Existen aún muchos otros tipos de estrategias, tales como las de marketing, las de guerra, o
las narrativas. En el presente trabajo nos interesarán las estrategias educativas y, más
concretamente, las estrategias de enseñanza.
4. Sobre los fines y la eficacia de las estrategias de enseñanza.- Entre los fines de las
estrategias de enseñanza se cuenta el aprendizaje de ciertas competencias, tales como la
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En esta sección se ofrece al lector una visión panorámica no exhaustiva de las diferentes
estrategias de enseñanza que puede utilizar en su tarea docente. Aunque corresponden a los
niveles universitario y secundario, podrían ser también utilizadas en el nivel primario.
Como puede apreciarse, algunas de ellas se utilizan como estrategia centrada en el docente,
otras como estrategia centrada en el alumno, y otras pueden implementarse de las dos
maneras.
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Exposición oral
Descripción.- En la exposición oral una persona habla durante una cierta cantidad de tiempo
mientras los demás escuchan y/o toman notas. Como estrategia de enseñanza, la exposición
está a cargo del docente, mientras que como estrategia de aprendizaje es una actividad
propuesta a uno o más alumnos.
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Exposición oral del docente.- El docente expone su tema en forma oral. La intervención del
alumno se limita a hacer preguntas aclaratorias, que podrán realizarse en el transcurso de la
exposición o al final de la misma. El tema no se discute con los alumnos, quienes
normalmente tampoco hacen comentarios ni sugerencias sobre el tema expuesto.
Esta estrategia no consiste en leer un texto frente a los alumnos (salvo que alguna
circunstancia especial obligue a ello), aunque el docente podrá o no disponer de apuntes
escritos como ayuda memoria. Algunos docentes permiten que su exposición sea registrada
electrónicamente, y hasta aceptan que circule la desgrabación en forma impresa con la
condición que haya sido corregida por él.
Algunos alumnos suelen decir: “No sé para qué explica esto si ya está incluido en la
bibliografía”. No es recomendable utilizar la exposición oral para explicar la bibliografía
obligatoria, salvo que esta sea particularmente difícil de leer, en cuyo caso la exposición
proporcionará una ayuda para orientarse en el texto.
En el transcurso de la exposición oral, si aparece algún concepto muy importante, puede ser
dictada pausadamente su definición.
Los principales usos de esta estrategia, aplicable tanto a grupos grandes como pequeños,
son (Caldela, 2003): exponer temas de contenido teórico o informativo, y proporcionar
información amplia en poco tiempo.
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Otros autores (Caldela, 2003) agregan nuevas recomendaciones: No abusar de esta técnica.
Enfatizar y resumir periódicamente, lo que facilitará la comprensión de su exposición por
parte de los participantes. Mantenerse en un lugar visible, dirigir la vista y la voz hacia todo
el grupo. Utilizar un lenguaje claro y con un volumen adecuado. Utilizar ejemplos conocidos y
significativos para los participantes.
Exposición oral del alumno.- Una forma de implementar esta estrategia es la siguiente: a) se
pide a uno o varios alumnos (anticipadamente o no) que pasen “al frente” y expongan un
tema, mientras el docente ocupa un pupitre destinado a alumnos; b) el docente no hace
ninguna observación mientras dura la exposición, pero invita a los demás alumnos a
plantearles dudas a los expositores como si fueran los docentes; c) Si se trata de un curso de
formación docente, el docente puede realizar en voz alta una evaluación del desempeño
docente de los alumnos, o o bien solicitar esta evaluación a los mismos alumnos indicando
los aciertos y los errores docentes de sus compañeros expositores. Además de la forma de
enseñar, se pueden evaluar los contenidos mostrando si hubo o no errores conceptuales, etc.
La importancia de la exposición oral del alumno es señalada por William Glasser, cuando dice
que “aprendemos el 10% de lo que leemos, el 20% de lo que escuchamos, el 30% de lo que
vemos, el 50% de lo que vemos y escuchamos, el 70% de lo que discutimos con otros, el
80% de lo que experimentamos en persona y el 95% de lo que enseñamos”.
Brainstorming
El brainstorming puede servir también para conectar al alumno con un nuevo tema, y/o para
indagar saberes previos. Por ejemplo, cuando antes de comenzar un nuevo curso sobre el trabajo,
el docente pregunta a los alumnos qué palabras asocian con ‘trabajo’? al tiempo que va escribiendo
en el pizarrón las palabras que los alumnos dicen. El docente comenta luego las asociaciones
pertinentes o no según el contenido que será explicado.
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salir de casa, vivir todos en la misma casa, trabajar y vivir en el mismo edificio, penalizar el
uso del coche, pinchar todas las ruedas, etc. Otro ejemplo puede ser: ¿qué utilidad podemos
darle a la sombra?
Antes de pasar a la tercera y última etapa, puede incluirse al final de la segunda etapa la
estrategia scamper (ver).
3) Evaluación.- Tras la generación de ideas, el grupo establece los criterios con los cuales va
a evaluar las ideas (rentabilidad, grado de factibilidad, grado de extensión de la idea, etc).
Se consideran, ahora con sentido crítico y realista, la viabilidad o practicidad de las
propuestas más valiosas. El docente hace un resumen y junto a los alumnos extrae
conclusiones.
Duración.- Durante 15-20 minutos los participantes proponen libremente ideas. Puede haber
un espacio complementario de otros 15-20 minutos para analizar y discutir las ideas
propuestas (Andrea, 1990).
Scamper
Descripción.- Es una lista de preguntas que estimulan la generación de ideas. Alex Osborn
estableció las primeras, y más tarde fueron dispuestas por Bob Eberle en este
mnemotécnico:
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Objeto cotidiano
Presentación audiovisual
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Panel
Descripción.- A diferencia de la mesa redonda, no se debate un tema, sino que cada uno de
los expositores presenta un punto o aspecto del mismo, completando o ampliando, si es
necesario el punto de vista de los otros. En el panel los integrantes pueden varían de 4 a 6
personas, cada una especializada o capacitada en el punto que le corresponde y existe
también un coordinador que se encarga de dirigir el panel (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Analogías
Por ejemplo, si el problema reside en como fabricar una bañera que ocupe el menor espacio
posible, los alumnos pueden proponer situaciones análogas, tales como por ejemplo una
cascada, un ciclón o un molino de agua. Luego se seleccionan aquellas que parecen más
adecuadas y se cruzan con el problema original. Por ejemplo, cruzando el problema con la
analogía de la cascada, podría pensarse en una bañera vertical que arroje un chorro de agua
desde arriba.
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Antes de la construcción del dique, el agua fluía sin control ni barreras. Tal era la situación
del psiquismo antes de la instauración de la represión: un tiempo pre-edípico en el cual la
energía circulaba libremente y sin obstáculos. En la primera infancia, en efecto, el niño no
siente vergüenza y no vacila en dar rienda suelta a sus necesidades pulsionales.
Cierto día llega una empresa constructora que se llama Yo y comienza a construir un dique.
El dique no resulta, sin embargo, todo lo eficaz que se pretendía, porque algo de agua se
desborda formando una cascada: el Yo no es totalmente eficaz para controlar la energía que
fluye del inconciente, y, al igual que la empresa constructora, no está dispuesto a realizar
gastos exorbitantes para construir una pared totalmente eficaz. Algo hay que hacer, sin
embargo, con esa cascada, y la empresa constructora llamada Yo decide aprovechar su
energía para algún fin útil. Por ejemplo, la empresa constructora convertirá esa energía libre
en electricidad para que puedan funcionar ventiladores en una ciudad; el Yo, por su parte,
canalizará la energía -que no es cinética sino sexual- hacia una actividad sublimatoria, como
por ejemplo la producción de una obra de arte.
Sin embargo, la cosa no es tan sencilla, porque no se puede hacer una conversión directa de
la energía cinética del agua en energía eléctrica para mover el ventilador. Una conversión
directa implicaría hacer mover las paletas del ventilador poniéndolo directamente bajo el
chorro de agua, pero esto no es evidentemente algo muy útil: necesitamos que el ventilador
funcione en el lugar adecuado, es decir, en el hogar.
La solución será entonces convertir la energía del agua en electricidad mediante turbinas. La
electricidad se almacena, se la envía a través de cables, y queda nuevamente almacenada en
baterías o acumuladores a la espera que alguien quiera prender el ventilador en alguna casa,
ocasión en que la electricidad se transformará nuevamente en energía cinética (o energía de
movimiento).
Así como la turbina y los acumuladores se cargan momentáneamente con energía útil, así
también la energía sexual queda 'ligada' (por oposición a 'libre') en acumuladores llamados
representaciones: las representaciones han sido catectizadas o investidas de libido.
Movilizada por el Yo, la energía circulará de una representación a otra hasta que finalmente
se 'descargue' en una obra de arte o cualquier otra manifestación de la cultura. Ya desde su
origen sigue siendo energía sexual, pero el producto final ha sido desexualizado y sublimado,
es decir, canalizado hacia un fin socialmente útil e individualmente gratificante.
En suma: el agua que venía circulando originalmente por el río tendrá tres caminos
diferentes: una parte seguirá circulando libremente en forma de cascada, otra parte será
retenida por el dique sin poder ser utilizada, y otra más se canalizará transformándose su
energía cinética en electricidad. Tales son, respectivamente, los tres destinos de la libido que
carga los contenidos o representaciones reprimidas: una parte de liberará directamente
como actividad sexual, otra será reprimida, y otra sublimada.
Freud ha utilizado asiduamente analogías o metáforas para explicar sus muchas veces
abstractos conceptos psicoanalíticos. Desde cierto punto de vista de la psicología cognitiva,
se trata de un proceso de pensamiento designado como 'generalización analógico-
metafórica abstractiva', mecanismo que aparece toda vez que algo es conceptualizado en
términos de otra cosa (Azzollini y González, 1997). Por ejemplo, en el último tomo de sus
Obras Completas (Amorrortu, Volumen 24), los compiladores de Freud se tomaron la
molestia de hacer una lista de esas analogías utilizadas por el creador del psicoanálisis.
Entre ellas pueden mencionarse el caso del agente de seguros y el sacerdote, la analogía del
ajedrez, el ama de casa ahorrativa, los seudópodos de la ameba, el artista que modela la
arcilla, el asalto en una noche oscura, la bailarina que se balanceaba en puntas de pie, los
bomberos y la lámpara de petróleo, el caballo que consumía demasiada avena, el cálculo
infinitesimal, el caminante que canta en la oscuridad, el cuento de los tres deseos, la
partenogénesis, el policía y el asesino, la señora con paquetes, los tres sastres y muchos
otros.
Aunque la lista no es exhaustiva (no incluye por ejemplo la pizarra mágica como metáfora
del funcionamiento del aparato psíquico), es muy representativa de los recursos retóricos
freudianos, y quien enseña psicoanálisis podría recurrir a ellas con provecho.
Muchos autores recomiendan el empleo de analogías en la enseñanza, en tanto permite
permiten la asimilación significativa de nuevos contenidos a partir del establecimiento de una
comparación estructural con un dominio de conocimientos que ya eran familiares para el
alumno (Androver y Duarte, 1996).
Cuchicheo
Descripción.- En esta técnica los miembros dialogan simultáneamente de a dos en voz baja
para no molestar a los demás, para discutir un tema o problema del momento. De este modo
todo el grupo trabaja simultáneamente sobre un mismo tema y en pocos minutos pueden
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obtener una opinión compartida sobre una pregunta formulada al conjunto. Esta técnica se
asemeja al Phillips 66: puede decirse que es una forma resumida del mismo, con la
diferencia de que en lugar de 6 personas son 2, y los miembros del grupo y el tiempo se
reduce a dos o tres minutos (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
También puede describirse el cuchicheo o Buzz Session en los siguientes términos (Andrea,
1990): Pequeñísimos grupos de 2 o 3 personas, sin desplazarse, conversan y reaccionan a
un tema, problema o consigna simple durante 3 a 10 minutos. Hay un momento posterior de
feedback o expresión de lo realizado. Este puede ser a partir de lo elaborado por todos los
grupos, algunos grupos, o algunos aportes que reflejen las ideas comunes.
Ventajas.- Promueve la actividad de todos (incluso sirve para audiencias numerosas); es útil
como ‘puntapié’ inicial para el tratamiento de un tema; facilita un vínculo directo e inmediato
entre los participantes, y por ello es efectivo también para ‘quebrar el hielo’ de un grupo que
no se conoce; es recomendable para la expresión de conflicto o negatividad, pues en los
‘tríos’ se logra un clima de confianza, con la ventaja de que lo que se exprese no deja de ser
del grupo, salvaguardando la individualidad de quienes aportaron algo conflictivo (Andrea,
1990).
Cuadro sinóptico
Cuadro sinóptico del docente.- El docente puede presentar un cuadro sinóptico del tema a
tratar al comienzo o al final de una exposición oral. Ello permite al alumno comprender
cuáles son las ideas más importantes y las menos importantes según el docente.
Cuadro sinóptico del alumno.- El hecho de tener que confeccionar un cuadro sinóptico, obliga
al alumno a sintetizar lo estudiado y, con ello, poder comprenderlo mejor, a la manera de
‘otra vuelta de tuerca’. De hecho, en el cuadro sinóptico el alumno puede advertir relaciones
que antes no había percibido o comprendido.
Suelo utilizar el cuadro sinóptico como medio para que los alumnos puedan integrar la
materia. Para ello, el último día de clase propongo la siguiente actividad: a) Que cada
alumno escriba en una hoja de papel lo que ellos consideran como los tres (o cuatro, o cinco)
conceptos más importantes de la materia. b) A continuación, al dorso de la hoja deben
ubicar en el lugar que les parezca dichos conceptos, y establecer relaciones entre ellos
mediante líneas punteadas, líneas llenas, flechas unidireccionales, flechas bidireccionales,
etc, asignando un significado a todas ellas (por ejemplo una flecha bidireccional puede
significar “se implican mutuamente” o “interactúan”). c) Como actividad opcional, también se
puede pedir a los alumnos que se representen ellos mismos mediante una cara sonriente,
enojada o indiferente en algún lugar de la hoja de papel. Ello permite darnos cuenta del
grado de empatía o interés en la materia. d) Elijo a dos (o más) alumnos al azar para que
pasen al frente y transcriban en el pizarrón el cuadro que hicieron, y se lo expliquen a los
demás alumnos. Esto permite darse cuenta a los alumnos que no hay una única forma de
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integrar la materia, y que puede haber formas mejores o peores de hacerlo. En general,
cuanto menos relaciones establecen los alumnos entre los conceptos, más pobremente ha
quedado integrada la materia. e) Pido a los alumnos que opinen cuál es la mejor integración
de las presentadas en el pizarrón, y porqué. f) Finalmente, les sugiero que hagan este tipo
de cuadro sinóptico para todas las materias que cursen y las guarden en algún lugar. Al
recibirse, pueden tomar todos los cuadros sinópticos y componer un cuadro sinóptico general
de toda la carrera.
Otras veces utilicé el cuadro sinóptico para que los alumnos integren la materia
proponiéndoles que debían proyectar un libro imaginario cuyo título fuese el título de la
materia. Debían realizar el índice general, el resumen de cada capítulo, un glosario de
términos y la gacetilla de contratapa.
Los mapas conceptuales.- A continuación presentamos un material que especifica con mayor
detalle la forma de aplicar la estrategia del cuadro sinóptico. Sus autores utilizan el término
“mapa conceptual” (Fuente: http: //www. geocities.com/ Athens/Olympus/3232/).
a) Prepare una lista con nombres de objetos y otra con acontecimientos que resulten
conocidos para los alumnos y muéstrelas en la pizarra, o bien mediante un proyector
de transparencias. Por ejemplo, podrán servir como nombres de objetos: automóvil,
perro, silla, árbol, nube, libro. Los acontecimientos podrían ser: llover, jugar, lavar,
pensar, tronar, fiesta de cumpleaños. Pregunte a los alumnos si son capaces de decir
en qué se diferencian las dos listas. Trate de ayudarlos a darse cuenta de que la
primera lista es de cosas u objetos mientras que la segunda es de sucesos o
acontecimientos y ponga título a las dos listas.
b) Pida a los alumnos que describan lo que piensan cuando oyen la palabra automóvil,
perro, etc. Ayúdelos para que se den cuenta de que, aunque utilizamos las mismas
palabras, cada uno de nosotros puede imaginar las cosas de manera ligeramente
distinta, Estas imágenes mentales que tenemos de las palabras son nuestros
conceptos: presente la palabra concepto.
c) Repita las actividades del paso dos utilizando ahora palabras que designen
acontecimientos y señale de nuevo las diferencias que existen entre las imágenes
mentales, o conceptos, que tenemos de los acontecimientos. En este momento tal
vez le interese sugerir que una de las razones por las que, a veces, nos resulta difícil
entendernos mutuamente, es que nuestros conceptos nunca son exactamente
iguales, incluso aunque conozcamos las mismas palabras. Las palabras son signos
para designar conceptos, pero cada uno de nosotros debe adquirir sus propios
significados para las palabras.
d) Ahora nombre una serie de palabras como: eres, donde, el, es, entonces, con.
Pregunte a los alumnos qué se les viene a la mente cuando oyen cada una de estas
palabras. Estas palabras no son términos conceptuales; las llamaremos palabras de
enlace y las utilizamos cuando hablamos y cuando escribimos. Las palabras de
enlace se utilizan conjuntamente con los conceptos para formar frases que tengan
significados.
e) Los nombres de personas, acontecimientos lugares u objetos determinados no son
términos conceptuales sino nombres propios. Ponga algunos ejemplos y ayude a los
alumnos a ver la diferencia entre los signos que designan regularidades en los
acontecimientos y en los objetos, y los que designan acontecimientos y objetos
determinados (o nombres propios).
f) Escriba en la pizarra unas cuantas frases cortas formadas por dos conceptos y una o
varias palabras de enlace, con objeto de ilustrar cómo utiliza el ser humano
conceptos y palabras de enlace para transmitir algún significado. Algunos ejemplos
pueden ser los siguientes: "El perro está corriendo" o "Hay nubes y truenos".
g) Pida a los estudiantes que formen por sí solos unas cuantas frases cortas, que
identifiquen las palabras de enlace y los términos conceptuales, y que digan si estos
últimos se refieren a un objeto o un acontecimiento.
h) Si algunos de los alumnos de la clase son bilingües, pídales que digan algunas
palabras del otro idioma que designen los mismos acontecimientos y objetos. Ayude
a los alumnos a darse cuenta de que el lenguaje no vea los conceptos sino que tan
sólo proporciona los signos que utilizamos para designarlos.
i) Presente algunas palabras cortas pero que resulten desconocidas como atroz o terso.
Éstas son palabras que designan conceptos que los alumnos ya conocen pero que
tienen significados un poco especiales. Ayude a los alumnos a darse cuenta de que el
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significado de los conceptos no es algo rígido y determinado, sino que algo que
puede crecer y cambiar a medida que vayamos aprendiendo más cosas.
j) Elija una sección de un libro de texto (bastará con una página) y prepare copias para
todos los alumnos. Hay que elegir un pasaje que transmita un mensaje concreto.
Como tarea de clase pida a los alumnos que lean el pasaje e identifiquen los
principales conceptos (generalmente pueden encontrarse entre 10 y 20 conceptos
relevantes en un texto de una página). Pida también a los alumnos que anoten
algunas palabras de enlace y términos conceptuales de importancia menor para el
desarrollo del argumento de la narración.
Resumen
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Está técnica puede estar centrada en el docente (el profesor hace un resumen para que los
alumnos lo lean), o centrada en el alumno (el profesor indica a los alumnos que hagan el
resumen).
Resumen del docente.- El resumen que hace el docente puede ser útil en ciertos casos, pero
tiene el problema que de esta forma se les da a los alumnos ‘todo masticado’ y no se
fomenta el hábito de la lectura y de la comprensión de textos originales, habitualmente más
complejos que el simple resumen. En el caso de ofrecerles algún resumen escrito, se les
advierte sobre la diferencia entre usarlo bien y usarlo mal. Se lo utiliza mal cuando se lee el
resumen pero no el original. Se lo utiliza bien cuando se lo lee antes que el original para
tener una idea de lo que se leerá, o bien cuando se lo lee después para terminar de fijar los
conceptos fundamentales o para repasar antes de un examen. Un resumen puede también
ofrecerse oralmente luego de una clase, donde precisamente se resumirá lo dicho en ella.
Resumen del alumno.- Cuando el alumno hace un resumen supervisado por el docente está
desarrollando su capacidad de síntesis, está aprendiendo el tema y tiene la seguridad que lo
está haciendo bien. Hay múltiples formas de aplicar esta estrategia. Por ejemplo: antes de
finalizar una exposición se pide a los alumnos que resuman lo dicho por el docente en no
más de diez renglones. Luego, que a su vez resuman esos diez renglones en tres, y que
entreguen todo al docente para ser evaluados. Otra posibilidad consiste en pedirles a los
alumnos que resuman el capítulo de un libro en diez renglones.
Teléfono roto
Descripción.- Se trata del conocido juego del teléfono roto. Los participantes, dispuestos en
círculo, van transmitiéndose oralmente un mensaje en voz baja, constándose la diferencia
que suele haber entre el mensaje original y el mensaje que finalmente le llega al último
participante.
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Trabajo de investigación
Conferencia magistral
Descripción.- “Es una actividad para dar información a una audiencia masiva y heterogénea.
La información debe ser general y muy específica. El mensaje debe ser muy preciso. Su
duración no debe ser mayor a 35 minutos y debe dejarse al menos 15 minutos para
preguntas y comentarios que sirvan de verificación de la información transmitida. Requiere
siempre de uso de material audiovisual (tablero, papelógrafo, proyector de acetatos,
videobeam, material representativo, videos, etc) de acuerdo con el tamaño del auditorio. El
tablero, el papelógrafo y el proyector de acetatos son adecuados para auditorios con menos
de 50 a 60 personas. Para auditorios mayores se necesita videobeam. Si se usa tablero o
papelógrafo en auditorios de más de 6 metros de largo las personas que están en la parte
posterior se distraerán y terminarán arruinando la conferencia, pues no alcanzarán a ver las
anotaciones por más grandes que se hagan los gráficos y las letras. Hay que cambiar el
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papel o borrar el tablero cada vez que se de una información nueva....Dejar el folio o el
tablero lleno de letras y dibujos distrae” (Presentation skills seminar for profesional
conferencists).
Seminario
Descripción.- “Es una actividad de intercambio y análisis (discusión) de una información con
el objetivo de generar o garantizar el aprendizaje real de conocimientos. Se supone que la
participación en un seminario requiere que las personas hayan trabajado previamente con la
información. Antes de cualquier seminario hay que dar, con una anticipación adecuada a la
complejidad del tema, bibliografía precisa y la metodología. Este requisito se puede obviar si
los participantes de alguna manera tienen conocimientos suficientes acerca del tema
(seminario de expertos). El docente es un facilitador cuyas funciones son: establecer los
objetivos del seminario, seleccionar y entregar la bibliografía, organizar la metodología
operativa, elaborar preguntas de motivación, verificación y para el establecimiento de
acuerdos, controlar las dinámicas del grupo, guiar las evaluaciones (cada actividad debe ser
evaluada apenas se termine) y dirigir las plenarias de introducción y de cierre. El seminario
lo ejecutan los participantes. El verdadero “comunicador” en un seminario es cada
participante. La principal actividad de un seminario es el auto-aprendizaje de cada
participante con el esfuerzo máximo de su “maestro interior”. La segunda actividad es la
enseñanza-aprendizaje compartidos con los otros participantes a través de la discusión
respetuosa y asertiva. Si las personas asistentes a un seminario no están dispuestas a
participar pierden su tiempo y su dinero. Esto hay que informarlo previamente y con
claridad. El objetivo final de un seminario es dejar a la persona preparada para una acción o
un cambio. Si no hay cambio o alistamiento para la acción no hubo aprendizaje y por tanto
no hubo seminario. Cuando un seminario no cumple con su objetivo de auto-aprendizaje
simplemente fue una reunión de “conversadores” (Presentation skills seminar for profesional
conferencists).
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darse el caso que la iniciativa partiera de los propios alumnos, lo que sería muy auspicioso,
requiriendo una limitada ayuda de los profesores en calidad de asesoramiento. En cualquiera
de los casos habrá un organizador encargado de reunir a los grupos, y seleccionar los temas
o áreas de interés en que se desea trabajar. b) Desarrollo: En la primera sesión estarán
presentes todos los participantes, que se dividirán luego en subgrupos de seminario. El
organizador, después de las palabras iniciales, formulara a titulo de sugerencia la agenda
previa que ha preparado, que será discutida por todo el grupo. Modificada o no esta agenda
por el acuerdo del grupo, queda definida como agenda definitiva sobre la cual han de
trabajar los distintos subgrupos. Luego el subgrupo grande se subdivide en grupos de
seminarios de 5 a 12 miembros, a voluntad de los mismos. Estos pequeños grupos se
instalan en los locales previos, preferentemente tranquilos y con los elementos de trabajo
necesarios. Cada grupo designa su director para coordinar las tareas y después de
terminadas las reuniones deben de haberse logrado en mayor o menor medida el objetivo
buscado. Finalmente se lleva a cabo la evaluación de la tarea realizada, mediante las
técnicas que el grupo considere más apropiadas (planillas, opiniones orales o escritas,
formularios, etc) (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Más sobre los seminarios.- A continuación se transcribe otra versión ligeramente diferente de
esta estrategia, publicada en http: //www.aulafacil.org/ Didactica/clase4-8.htm
En la práctica, cuando los alumnos trabajan en grupo, entre ellos se suele dar un amplio
debate, sobre todo si es un tema que les resulta atractivo y cercano como el desarrollar un
plan de marketing para una empresa que han escogido y para lo que se encuentran
motivados. Asimismo, se encuentran motivados para plantear dudas al profesor en una
sesión en grupo pequeño. Sin embargo, el plantear dudas o criticar el trabajo de los
compañeros es una actividad mas complicada de realizar y de que se produzca.
El objetivo del seminario es que el alumno aprenda a reflexionar, que adopte un
comportamiento activo y que aprenda a debatir en grupo y a defender sus posturas. Se trata
de un adiestramiento en la solución de problemas, en la búsqueda de soluciones y en la
defensa y debate del planteamiento personal.
Uno de los requisitos que cada vez demandan más las empresas, es que sus miembros sean
capaces de trabajar eficientemente en grupo y que establezcan una buena comunicación con
el resto de la empresa, y en muchas ocasiones, también con los clientes, proveedores y otros
grupos de públicos con los que las organizaciones se relacionan. Del mismo modo, también
se valora la capacidad de liderazgo y ser capaz de defender las propias ideas, de argumentar
y de convencer.
El desarrollo de este tipo de habilidades directivas requiere aprender a trabajar en grupo, la
habilidad para participar en una discusión, y saber analizar las diversas posiciones. El ser
capaz de comunicar de forma convincente y de defender una posición ante un grupo son
habilidades sociales o de comunicación que cada día las empresas valoran más.
Por medio de la dinámica de grupo se puede a veces cambiar las actitudes de manera más
fácil que actuando individualmente. En numerosas ocasiones, por consiguiente, el estudiante
cree conocer unas determinadas materias o la solución a ciertos problemas, pero no es hasta
que manifiesta de forma verbal o por escrito sus consideraciones cuando se le puede mostrar
sus lagunas y errores. Incluso él mismo, al intentar explicar una cuestión puede percatarse
de qué deficiencias existen en su razonamiento o qué partes realmente no comprende como
pensaba.
Es esencial que manifiesten sus opiniones, bien sea por escrito o en discusión verbal, para
poder descubrir, a través de las críticas de sus maestros y compañeros, las deficiencias
existentes en sus argumentos.
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Esto es una experiencia frecuente entre los profesores. El esfuerzo que supone explicar los
temas, tratar de transmitirlos lo más claro posible, ayuda a pensar, a analizar las cuestiones
que de otro modo no se habrían planteado. La propia labor de debate y exposición fomenta
ciertas habilidades de comunicación, trabajo en grupo y facilita el razonamiento.
Uno de los problemas en el trabajo con pequeños grupos para conseguir los mejores
resultados, es que todos los estudiantes participen. Se hace preciso estimular la
participación, promover la comunicación y conseguir que todos hablen e intervengan en los
debates. Para lograr este objetivo, se hace preciso generar confianza, de tal modo, que se
establezca un clima de diálogo distendido, así como plantear preguntas o problemas
introductorios que llamen la atención y que, comenzando por cuestiones de relativa facilidad,
facilite el inicio de la discusión y anime al debate. Del mismo modo, fomentar la curiosidad
mediante el planteamiento de problemas o cuestiones que apelen de manera práctica a los
principios de la asignatura.
Consejos:
El método de los seminarios puede servir para cubrir toda una serie de objetivos:
Foro
Descripción.- Varias personas discuten un tema determinado ante un auditorio. Entre sus
ventajas, se cuentan las siguientes: a) permite la discusión y participación, b) permite la
libre exposición de ideas y opiniones de los miembros del grupo de una manera informal y
con pocas limitaciones; c) permite conocer las opiniones del grupo sobre el tema tratado. d)
el auditorio también puede reflexionar sobre tema tratado (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
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FORO 1 FORO 2
Foros.- Los foros son un conjunto de discusiones referidas a un mismo tema (por ejemplo
Foro de Psicología del Aprendizaje), a un periodo cronológico (por ejemplo Foro del año
2004), etc.
Discusiones.- Las discusiones son un conjunto de mensajes referidos a un tema específico
(por ejemplo El aprendizaje por imitación). A veces, el tema es presentado como una
pregunta o problema (por ejemplo ¿Es posible el aprendizaje por imitación? ¿Los estudiantes
de psicología deben analizarse?, o ¿Qué relación hay entre amor y sexualidad?), lo que da
lugar a los participantes envíen sus propias respuestas al problema planteado y se generen
intercambios de opiniones entre ellos.
Mensajes.- Los mensajes son textos enviados por los participantes. Generalmente incluyen
una especificación acerca del nombre (apodo o nick) del participante, del contenido (en el
título del mensaje o Subject), la fecha en que fue emitido, y a qué otro mensaje va dirigido
(por ejemplo el mensaje 3 es una respuesta al mensaje 1). Los mensajes contienen
generalmente opiniones, aunque también pueden incluir dudas o nuevas preguntas
disparadoras de discusiones.
Las personas que intervienen en los foros pueden agruparse en cuatro categorías básicas:
Administrador.- Es la autoridad máxima del foro. Crea los grandes temas de los foros, puede
reorganizar la estructura de los mismos, crea las normas que regulan su funcionamiento,
supervisa las discusiones y mensajes para velar por el cumplimiento de dichas normas, y
estimula a los participantes a crear sus propias discusiones o participar en ellas. Uno o varios
administradores adjuntos pueden ayudarlo en esta –a veces ardua- tarea.
Moderador.- También llamado coordinador o facilitador, es la autoridad máxima de una
discusión. Entre sus funciones principales se destacan las siguientes: crear una discusión,
ponerle un título breve, claro y preciso, presentar el tema en un mensaje de bienvenida,
velar por el cumplimiento de las normas de la administración del foro, crear y hacer respetar
sus propias normas internas (que deben ser compatibles con las normas de la
administración), estimular la participación de todos, cerrar una discusión cuando lo considere
conveniente (tema agotado, falta de nuevos aportes) y hacer una síntesis o resumen de lo
discutido en un mensaje de cierre, destacando los principales aportes, la evolución de las
discusiones o las cuestiones que hayan quedado sin respuesta. Las discusiones cerradas
pueden quedar en el foro para consulta de todos los participantes.
Participante.- Toda persona que interviene en las discusiones enviando opiniones. Está
obligado a respetar las normas establecidas por el administrador y/o el moderador.
Lector.- Toda persona que no está habilitada por la administración para ser Moderador o
Participante, pero que puede leer las intervenciones. Un Lector puede ser invitado a
participar o moderar, o puede solicitar ser incluído como Participante o Moderador, ya que se
lo considera un usuario no registrado.
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Una misma persona puede desempeñar varios de estos roles. Por ejemplo, el Administrador
puede ser al mismo tiempo Moderador de una de las discusiones y Participante de otra. Del
mismo modo, un Moderador puede ser Participante de su propia discusión o de otra donde
no actúe como Moderador.
REGLAS DE DISCUSIÓN
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Quienes violen algún ítem anterior recibirán por parte de los administradores en primer lugar una
sugerencia, luego una advertencia, y, si no hay respuesta positiva, finalmente serán expulsados y
borrados todos sus mensajes. En los casos de envío de propaganda, la expulsión será directa e
inmediata.
1) Fundamentar las ideas que se defienden o las críticas que se exponen. Gritar más no es tener más
razón.
2) Procurar claridad, sencillez, brevedad y precisión en la exposición de los argumentos.
3) No utilizar las discusiones para hacer consultas académicas. De hacerlo, utilizar el foro General. En
todo caso, responder estas inquietudes dependerá de la voluntad de los demás participantes.
4) Se recomienda aplicar la regla de la paráfrasis: los participantes pueden resumir, intentando la mayor
fidelidad posible, lo que el interlocutor ha dicho antes de contestarle.
5) Utilizar el Chat de la Comunidad para mantener discusiones más amplias y menos formales, o
resolver sus conflictos con otro participante.
6) Cuestionar las reglas de discusión o sugerir otras nuevas. Sus opiniones serán consideradas por los
administradores.
7) Para participar en una discusión o crearla, dirigirse a “Discusiones”.
8) Cuando se desee incluir un artículo o cualquier otro documento extenso se hará en “Documentos”,
anunciando su inclusión en alguna de las discusiones.
También puede enviar un documento como archivo adjunto en un mensaje. Según las directivas de
MSN, todo participante dispone de 30 MB para enviar a todos los grupos a los cuales pertenezca (y entre
ellos, por ejemplo nuestro grupo de Epistemología y Filosofía de la ciencia) y a su lugar personal de
almacenamiento de documentos (ver Mis Grupos). Esos 30 MB se distribuyen en tres categorías:
documentos, fotos y archivos adjuntos a mensajes.
1) Llamamos ‘moderador’ a todo aquel participante que ha creado una nueva discusión. Cualquier
participante tiene derecho a ello sin previa consulta a los administradores.
2) Todas las discusiones están en la Sección “Discusiones”, y están organizadas en Foros (o Paneles
según la denominación predeterminada de MSN). Los Foros contienen entonces Discusiones, y cada
discusión contiene Mensajes.
3) Los Foros disponibles a la fecha son: General, Foro 2002, Foro 2003 y Foro 2004. El moderador
creará su discusión en el Foro correspondiente al año en curso. En el foro General se incluirán
discusiones menos formales, consultas, sugerencias, cuestiones administrativas, etc.
4) El moderador velará por el cumplimiento de las reglas de discusión dentro de la discusión que haya
creado, e instará a los participantes a colaborar en esta tarea, y con ello también ayudará a los
administradores. Por ejemplo, deberá censurar mediante escrito razonado a los que no cumplan las
normas por desviar el tema, por intervenciones de excesiva e innecesaria extensión o/y faltas de
contenidos, expresiones agresivas, etc. Si el desvío no es muy importante puede ser una buena táctica
aislar al trasgresor mediante un muro de silencio, no respondiendo nadie a sus intervenciones. En caso
de intrusiones ofensivas o encaminadas a depreciar la calidad del diálogo podrá pedir al autor que
elimine su intervención y si no obtiene respuesta puede pedirlo a los administradores.
5) El moderador pondrá especial cuidado en escoger un título claro, breve y preciso para su discusión.
Debe adecuarse el tema de la discusión al título de la misma. Si en el curso de una discusión el tema se
aleja del título original, puede abrirse otra discusión con un nuevo título pertinente.
6) Una buena forma en que el moderador puede gestionar con facilidad su discusión es utilizando la
opción "Enviarme un mensaje" que aparece en el encabezamiento de cada discusión. Mediante esa
opción está solicitando que todas las nuevas respuestas a la discusión sean enviadas a su bandeja de
entrada de correo electrónico. No es sin embargo una buena idea responder desde el correo porque esto
llena los escritos de basura informática que los hace casi ilegibles.
7) Se recomienda no abrir otra discusión mientras no se haya cerrado la que tiene abierta, aunque,
naturalmente, podrá intervenir en cualquier otra como un participante más.
8) El moderador podrá decidir el momento en que debe darse por terminada su discusión por considerar
que el tema ha sido suficientemente debatido, por falta de aportaciones nuevas, etc. Una vez que el
moderador declare terminada su discusión, lo hará saber explícitamente para que nadie haga nuevas
aportaciones.
9) Si la discusión ha sido lo bastante valiosa como para estimar que debería conservarse en su
integridad redactará un resumen donde se encuentren las ideas más significativas aportadas, así como
las preguntas de mayor relevancia que hayan quedado sin respuesta. El resumen deberá incluirse en
una nueva discusión creada a tal efecto, cuyo título será “Resumen de (nombre de la discusión)”.
10) Las discusiones cerradas también pueden guardarse en un archivo e incluirse en la Sección
“Documentos” con el nombre “Discusión (nombre de la discusión)”.
11) Periódicamente, los administradores eliminarán todas las discusiones que carezcan de resumen al
final y que sean consideradas irrelevantes. En todos los casos se anunciará esta medida con la debida
antelación para que los moderadores tengan tiempo de cerrar sus discusiones o pedir a los
administradores que no la eliminen.
Pablo, Manuel y Antonio (Administradores) - Enero de 2006.
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Mesa Redonda
Objetivo.- Técnica de utilidad para cuando se desea conocer el punto de vista de distintas
personas sobre un tema determinado (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Debate
Descripción.- Es una discusión entre dos o más personas sobre un tema determinado con el
fin de conocer todos los aspectos de un tema o asunto, a través de la exposición de las
opiniones de todos los integrantes de un grupo. Para que tenga éxito, en el grupo debe
haber: cooperación (mutuo respeto), orden (los participantes aguardan el uso de la palabra
para permitir la participación de todos), y compromiso (se debe actuar con sinceridad y
responsabilidad) (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
El debate ha sido descrito también en los siguientes términos (Andrea, 1990): La mitad de
los participantes, en pequeños grupos, preparan la defensa de una postura o idea
contrapuesta. La otra mitad, también en pequeños grupos, prepara la defensa y el ataque
contrarios. Se designan representantes de cada postura para presentar lo elaborado. El
conductor coordina el debate cediendo la palabra a los representantes de los grupos y luego
al resto de los participantes. Puede o no haber una instancia de selección de la mejor
argumentación de una postura (por votación, por sentencia de un árbitro o tribunal, etc).
Phillips 66
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Descripción.- Consiste en dividir el salón en seis grupos de seis personas, las cuales discuten
durante seis minutos un tema o problema previsto o que haya surgido durante el desarrollo
de la reunión. Seguidamente los seis representantes de los seis grupos se reúnen por seis
minutos más, y discutirán el mismo asunto hasta que se llegue a una conclusión general
(Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Limitaciones.- Se aplica a temas simples y cortos; la puesta en común lleva tiempo, sobre
todo si genera debate (Andrea, 1990).
Simposio
Preparación.- Elegido el tema o cuestión que se desea tratar, el organizador selecciona a los
expositores mas apropiado -que pueden de 3 a 6- teniendo en cuenta que cada uno de ellos
debe enfocar un aspecto particular que responda a su especialización. Es conveniente
realizar una reunión previa con los miembros del simposio, para intercambiar ideas, evitar
reiteraciones en las exposiciones, delimitar los enfoques parciales, establecer el mejor orden
de la participación, calcular el tiempo de cada expositor, etc. Además de esta reunión previa
de planificación, los integrantes del simposio y el organizador, se reunirán unos momentos
antes de dar comienzo para cerciorarse de que todo esta en orden y ultimar los últimos
detalles (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Desarrollo.- El coordinador inicia el acto, expone claramente el tema que se tratará, así como
los aspectos en que se ha dividido; explica brevemente el procedimiento por seguir, y hace
la presentación de los expositores al auditorio. Seguidamente cede la palabra al primer
expositor, de acuerdo con el orden establecido en la reunión de preparación.
Una vez terminada cada exposición el coordinador cede la palabra sucesivamente a los
restantes miembros del simposio. Si la presentación hecha al comienzo ha sido muy
superficial, pueden en cada caso referirse a la personalidad del disertante cuando llega el
momento de su participación. Las exposiciones no excederán los 15 minutos, tiempo que
variará según el número de participantes, de modo que total no se invierta mucho más de
una hora (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Finalización.- Finalizada las exposiciones de los miembros del simposio, el coordinador puede
hacer un breve resumen o síntesis de las principales ideas expuestas. O bien, si el tiempo y
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las circunstancias los permiten, puede invitar a los expositores a intervenir nuevamente para
hacer aclaraciones, agregados, comentarios, o para hacer alguna pregunta entre sí. También
puede sugerir que el auditorio haga pregunta a los miembros del simposio, sin dar lugar a
discusión; o que el auditorio mismo discuta (Rivas, Iglesias y Porras, 2003).
Resolución de problemas
Modelo de Raths y Wasserman.- Para que los alumnos aprendan a resolver problemas, Raths
y Wasserman proponen las siguientes alternativas (Vera, 1995): a) presentar situaciones
que exigen aplicar principios. Se presentan también algunos datos y el alumno debe buscar
la solución. b) Se presenta la solución del problema y se trata de indagar cómo se ha llegado
a ella. c) Se plantea una situación que exige construir hipótesis para hallar posibles
soluciones.
Un ejemplo, extraído de dichos autores, es el siguiente. El tema es el efecto de
concentración sobre la rapidez de descomposición catalizada del agua oxigenada, y los datos
entregados al alumno son los siguientes:
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Polisemia
Descripción.- Se presentan a los alumnos palabras polisémicas y ellos deberán indicar todos
los posibles significados que tiene cada una, mientras el docente va tomando nota de las
respuestas mentalmente, en el pizarrón o en un papel. También, se puede presentar a los
alumnos tres frases que contienen la misma palabra pero con significados diferentes, y que
digan qué significa la palabra en cada caso. La idea es que los alumnos puedan tomar
conciencia de los muchos significados que pueden tener las palabras, según el contexto. Esta
estrategia resulta especialmente útil como estrategia de apertura en aquellas asignaturas
que tienen un nuevo vocabulario al cual los alumnos no están habituados. Señala Friedman
que cada asignatura tiene su propio lenguaje: el buen profesor es aquel que enseña siempre
lenguaje, y no simplemente palabras (Friedman, 1990).
Para finalizar, se pueden dar ejemplos de términos específicos de este nuevo vocabulario
mostrando qué significado tendrán en la asignatura y qué otros significados tienen fuera de
ella. Por ejemplo demencia (en derecho y en psicología), transferencia (en biología,
psicoanálisis y psicología del aprendizaje), inconciente (en psicoanálisis, psicología cognitiva
y en la vida cotidiana), molar (en química y en psicología), etc.
Escondite
Descripción.- Se propone a los alumnos que, dentro del aula, se escondan lo más posible,
para lo cual pueden utilizar cualquier recurso: pupitres, cuadernos, anteojos, etc. Luego
puede agregarse otra consigna: que entre todos construyan un escondite y lo utilizan para
esconderse allí todos. Está en la creatividad del docente utilizar esta estrategia para lo que
quiera enseñar (el único límite es su imaginación). Personalmente, alguna vez lo he utilizado
para explicar el concepto de persona como máscara (teoría de Jung): importa lo que
escondemos pero también lo que mostramos a los demás de nuestra personalidad. Se puede
analizar qué parte del cuerpo dejaron expuesta y qué parte escondieron, y obtener
conclusiones de ello. La construcción de un escondite entre todos permite evaluar como
funcionan como equipo y permite enseñar el valor de la solidaridad.
Mapa Mental
Pasos.- 1) Se toma una hoja de papel, grande o pequeña, según sea un mapa grupal o
individual. 2) El problema o asunto más importante se escribe con una palabra o se dibuja en
el centro de la hoja. 3) Los principales temas relacionados con el problema irradian de la
imagen central de forma ramificada. 4) De esos temas parten imágenes o palabras claves
que trazamos sobre líneas abiertas, sin pensar, de forma automática pero clara. 5) Las
ramificaciones forman una estructura nodal. Los mapas mentales se pueden mejorar y
enriquecer con colores, imágenes, códigos y dimensiones que les añaden interés, belleza e
individualidad (http://www.neuronilla.com/pags/tecnicas/default.asp#menu).
Chiste
Descripción.- Los relatos imaginarios breves que generan risas pueden ser utilizados con dos
fines: a) para crear un clima de distensión o ‘romper el hielo’, y b) para enseñar algún
contenido.
Ejemplos.- Para este último sentido, valgan los siguientes dos ejemplos que alguna vez he
utilizado en mi tarea docente. 1) Para explicar el concepto de algoritmo en matemáticas (los
algoritmos son diferentes procedimientos que pueden usarse para realizar una operación): El
niño le pide a la madre que le resuelva una tarea escolar consistente en una división de
números. Ella le contesta que debe hacerlo él, a lo cual el niño le replica: “No es así: la
maestra me dijo que podía usar cualquier método”. 2) Para explicar la diferencia entre bien
libre y bien económico en economía: Un hombre sediento que camina por el desierto
encuentra un vendedor de corbatas. Le dice que él no necesita corbatas, sino agua. El
hombre, cada vez más sediento, sigue su camino y encuentra una carpa grande en cuya
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entrada dice: “Aquí tenemos agua”. Sin embargo, cuando quiere ingresar lo detiene un
custodio diciéndole: “Aquí sólo se puede entrar de corbata”.
Estudio de casos
Etapas.- Se desarrolla de forma simplificada siguiendo un proceso con las siguientes etapas
(Anónimo, 2004):
a) Selección de casos. Una etapa previa la constituye la selección por el profesor de una
secuencia de casos destinada a constituir el tema de estudio. La recomendación es comenzar
con casos sencillos y progresar después hacia los más complejos. Pero también intervienen
en el proceso el orden de introducción de las ideas y los conceptos analíticos.
Los casos seleccionados deben ser auténticos, o plantear una situación lo más cercana
posible a lo real, y deben poder desarrollar en los alumnos capacidades para diagnosticar
(detectando aquellos aspectos que son importantes para comprender y proyectar la situación
que se presenta) y decidir (el curso de acción para resolver el caso) (Anónimo, 2004).
También se recomienda evitar casos ficticios, muy simplificados o en su defecto, muy
extensos (Caldela, 2003).
b) Planteamiento. Exposición de la situación de la empresa y su entorno, y presentación del
problema y de la información referente a caso.
c) Análisis del caso. El alumno analiza los datos, selecciona los más relevantes, y formula las
hipótesis sobre posibles alternativas en la toma de decisiones.
d) Solución propuesta. Razonamiento de la toma de decisiones decidida. De especial
significación es la discusión de las alternativas seleccionadas y las propuestas de soluciones a
la situación planteada. Las diversas soluciones son analizadas en una sesión dirigida por el
profesor, permitiendo discutir distintos puntos de vista y comprobar el amplio abanico de
soluciones posibles. El profesor puede facilitar el aprendizaje señalando las consecuencias,
relevancia e inconvenientes de las soluciones propuestas por los alumnos, así como los
aspectos teóricos relevantes y las variables no tomadas en consideración. Igualmente, es
importante que el profesor señale la teoría y conclusiones que se pueden aplicar y extraer.
Se recomienda especialmente (Caldela, 2003): a) que el instructor no exprese sus opiniones
personales de manera adelantada del caso; b) considerar que en algunos casos no existe una
solución única; c) señalar puntos débiles del análisis de los grupos; d) propiciar un ambiente
adecuado para la discusión; e) registrar comentarios y discusiones; f) guiar el proceso de
enseñanza con discusiones y preguntas hacia el objetivo.
Ventajas.- Introduce realismo al aprendizaje; prepara para enfrentar situaciones del ejercicio
profesional; estimula la formación del criterio profesional; fomenta la habilidad para la toma
de decisiones; alienta la creatividad; posibilita comprender el modo con que operan los
principios y normas en la realidad (Andrea, 1990).
El método del caso funciona por una serie de razones (Anónimo, 2004):
a) Las capacidades se desarrollan estudiando casos reales.
b) Los estudiantes aprenden a desarrollar conceptos.
c) Los estudiantes asimilan mejor las ideas y conceptos que han puesto en orden y utilizado
ellos mismos en el transcurso de su experiencia de resolución de problemas surgidos de la
realidad.
d) Promueve el trabajo en grupo, aunque también puede ser individual.
e) Los estudiantes lo encuentran más interesante.
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a. Como y para qué utiliza el caso un investigador.- Por empezar, nos convendrá aclarar que
el caso admite, en la investigación científica, diversos grados de complejidad, en un
continuum que se extiende desde los más 'simples' a los más 'complejos'.
Los casos simples suelen ser denominados fenómenos o hechos, entendiendo por tales
sucesos singulares observables y altamente recortados. Por ejemplo: una piedra que cae
desde cierta altura con determinada aceleración, un eclipse, etc. Los casos complejos
incluyen mayor cantidad de información y en ellos es más ostensible su estructura narrativa,
en tanto 'relatan' algo que pasó en un lapso de tiempo mayor.
Por ejemplo: la revolución de Mayo, un caso clínico en psicología, un caso de discriminación
racial en una escuela, etc. Los casos simples son más típicos de las llamadas ciencias duras,
mientras que los casos complejos son más fáciles de encontrar en las ciencias sociales.
Sin embargo, sea cual fuese el grado de complejidad del caso, el investigador puede
utilizarlo con dos finalidades diferentes: como fuente de inspiración para plantear nuevos
problemas y nuevas hipótesis (contexto de descubrimiento), y como elemento de juicio para
probar hipótesis y teorías (contexto de justificación).
Como punto de partida para plantear nuevas ideas, los casos han servido de inspiración a
muchos científicos. Nos basta con citar el ejemplo paradigmático del 'caso del
desbordamiento de la bañadera' que sirvió a Arquímides para formular su principio
hidrostático. Según algunos autores, los razonamientos implicados en el descubrimiento son
la abducción y el razonamiento por analogía.
Nos referiremos solamente a las ciencias fácticas. En las ciencias formales hay situaciones
que podrían homologarse a un caso, en la medida en que este es utilizado para demostrar
principios más generales. Por ejemplo, el empleo de modelos en el método de demostración
por exhibición de un modelo.
Como elemento de prueba de una hipótesis (4), los puntos de vista al respecto difieren
según se trate de un caso 'simple' o de uno 'complejo'. Un único caso simple podría servir
para extraer generalizaciones, como ocurre en la llamada inducción galileana (Colacilli de
Muro, 1979:108). No es este, sin embargo, el tipo habitual de inducción utilizado en la
ciencia, donde por lo común se parte de muchos casos y luego se generaliza (inducción
baconiana). No discutiremos aquí, por lo demás, la cuestión de si la inducción es o no un
procedimiento legítimo para probar hipótesis, cuestión que aún hoy es materia de debates
epistemológicos.
En cambio, hay amplio consenso en considerar que a partir de un caso complejo no se
pueden hacer generalizaciones, aunque mantienen su valor heurístico. León y Montero
sostienen, así, que "el estudio de casos, normalmente sin controles, no permite establecer
relaciones ni generalizaciones y, sin embargo, puede presentar informaciones de una
relevancia tal que obliguen al planteamiento de nuevas hipótesis o que fuercen la revisión de
conocimientos bien asentados" (León y Montero, 1995:228).
c. Como y para qué utiliza el caso un docente.- El propósito general del docente es utilizar un
caso para enseñar algo. Existen infinidad de maneras en que un caso puede cumplir esta
función, aunque no han faltado intentos por tipificar el estudio de casos como herramienta
didáctica asignándosele ciertos atributos y modalidades de empleo. Wassermann (1999:19-
28,52-57,65-67), por ejemplo, ha propuesto una tipificación del estudio de casos como
método de enseñanza a partir de algunas características como las siguientes:
1) El estudio de casos es un instrumento educativo complejo que emplea una herramienta
educativa llamado 'caso'. Wassermann no se refiere aquí, por tanto, a los casos 'simples' que
hemos descrito en el ámbito de la investigación científica.
2) El estudio de casos utiliza casos que: a) revisten la forma narrativa; b) son por naturaleza
interdisciplinarios, aunque se centren en áreas temáticas específicas; y c) son, por lo
general, reales.
3) El estudio de casos tiene ciertas normas de aplicación: a) se presenta el caso por escrito a
los alumnos; b) se formulan 'preguntas críticas' que obligan a los alumnos a examinar ideas
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En la formación Por ejemplo, tomar como caso una Por ejemplo, tomar un caso
de docentes clase dictada en la primaria para donde se haya aplicado cierta
enseñar la teoría de Comenio. estrategia didáctica, para
enseñarla.
Role Playing
Limitaciones.- Por ser una actividad movilizante, requiere un cuidadoso manejo por parte del
conductor, y una relativa madurez grupal; en cada role playing interviene un número
reducido de actores (Andrea, 1990).
Diálogo socrático
D: -Qué es un triángulo?
A: -Algo que tiene tres lados.
D: (Dibuja en el pizarrón una línea quebrada en dos puntos) –Esto es un triángulo?
A: -No.
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Grupos de discusión
Ejemplos.- Hay muchas formas de implementar esta estrategia. Por ejemplo: a) a cada
grupo se entrega un texto deben discutir en qué están de acuerdo y en qué en desacuerdo
con el texto, y porqué. b) a cada grupo asignar una pregunta polémica para responder, como
por ejemplo “Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo?” (para una materia de
psicología), “Como se aprende a enseñar”, “Como se enseña a aprender?”, “Como se enseña
a enseñar?”, “Cómo se aprende a aprender?” (para una materia de didáctica), etc.
Guía de lectura
Descripción.- El material de lectura se entrega junto con una guía para la comprensión y/o
ejercitación (Andrea, 1990). Por ejemplo, un listado de preguntas clave cuyas respuestas
deberán ser encontradas en el material de lectura. Como los alumnos suelen sobreentender
que contestadas las preguntas quedan satisfechas sus obligaciones, el docente debería
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aclarar si responder a las preguntas es suficiente o no para cumplir esta obligación (ya que
las preguntas pueden ser simplemente una guía de lectura orientativa muy general).
Trabajo práctico
Descripción.- Los participantes, en forma individual o grupal, resuelven una tarea dentro del
horario de clase ligada estrictamente con su práctica profesional (Andrea, 1990). Por
ejemplo, analizar un texto manuscrito para estudiantes de grafología; administrar un test y
analizar los resultados para estudiantes de psicología; escribir un texto con frase de inicio y
de final prefijada para estudiantes de un taller literario; demostrar un teorema o efectuar un
cálculo para estudiantes de matemáticas; hacer una tortilla de papas para estudiantes de
cocina; llevar a cabo una mini-investigación para estudiantes de metodología de la
investigación; en un texto dado, identificar párrafos que se refieran al contexto de
descubrimiento, al de justificación y al de aplicación para estudiantes de epistemología, etc.
Los trabajos prácticos, también llamados ‘ejercicios prácticos’, se realizan siempre en horario
de clases y bajo la supervisión del docente, y su finalidad es aplicar los conocimientos
teóricos adquiridos en una etapa previa.
Dilema moral
Periódico
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Descripción.- Tarea realizada y dirigida por los mismos alumnos, y sugerida y supervisada
por el docente, consistente en editar periódicamente una publicación donde se vuelquen
artículos, opiniones propias y ajenas, encuestas, noticias, etc., vinculadas con un
determinado tema de estudio. La publicación puede ser a través de una cartelera o mural,
una revista impresa, un sitio de internet, un espacio radial o televisivo, etc. El docente podrá
supervisar y/o evaluar a los alumnos mediante este tipo de producción periodística.
Pasantía
Descripción.- Las prácticas de empresas consisten en la realización por parte del alumno de
un periodo de prácticas en empresas o distintas organizaciones para adquirir experiencia en
un puesto de trabajo. Las prácticas facilitan el contacto con las empresas y el conocimiento
real de las mismas (Anónimo, 2004).
Este método tiene una fuerte demanda, buena acogida por parte de los alumnos y puede ser
adecuado para el contacto con la realidad laboral y un paso previo a la incorporación a una
carrera profesional. Sin embargo, presenta el inconveniente de la falta de adecuación de
algunos puestos ofertados y la utilización por parte de los empresarios para la contratación
de alumnos como mano de obra barata (Anónimo, 2004).
Conferencia especializada
Visita guiada
Descripción.- Las visitas a empresas despiertan gran interés en los alumnos, constituyendo
experiencias que normalmente se recuerdan. Este método permite el contacto con las
empresas reales donde se desarrollan las tareas que han servido de contenido para el
aprendizaje en las aulas. Contribuyen a una mayor relación entre las empresas y el mundo
universitario (Anónimo, 2004).
Etapas.- La eficaz utilización de este método requiere la preparación por parte del profesor y
unos conocimientos previos de los alumnos. La planificación previa y la organización facilitan
el que la visita sea realmente efectiva. Las etapas en la organización de la visita de empresa
serían (Anónimo, 2004):
Ventajas y limitaciones.- Las visitas a empresas constituyen un buen método para poner en
contacto los alumnos con la realidad empresarial. Su inconveniente radica en la dificultad
para organizarla por el excesivo número de alumnos de cada curso (Anónimo, 2004).
Programa de intercambio
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Tutoría
Ventajas.- Las tutorías presentan toda una serie de ventajas: a) Sirve de sistema de
retroalimentación para el profesor. El docente puede adquirir una valiosa información sobre
lo que se va entendiendo en clase, las dificultades de los alumnos donde están, la motivación
de estos, los temas que les interesan, etc. b) Permite aclarar dudas individuales. c) Permite
a los alumnos que quieren profundizar en un tema informarse sobre él, localizar información.
d) Si existe una reunión periódica, permite hacer un seguimiento de los alumnos y motiva,
como los que preparan oposiciones (Anónimo, 2004).
Limitaciones.- Se critica el método de las tutorías por ser muy costoso en tiempo y requerir
una gran cantidad de profesores y muchas horas de trabajo. Se dice que es un gasto
excesivo de tiempo y dedicación por parte de los profesores el repetir lo mismo una otra vez
a los estudiantes, que podrían adquirir esos conocimientos por otros varios métodos
(Anónimo, 2004).
Mentoring
Descripción.- El mentoring es una estrategia bastante similar a la tutoría, a punto tal que a
veces se toman como sinónimos ‘tutor’ y ‘mentor’. La diferencia podría radicar en que el
tutor orienta el trabajo académico del alumno, y el mentor lo forma en su trabajo.
Indica Flores (2006) que las empresas necesitan profesionales capaces de afrontar los
cambios con iniciativa y creatividad, de gestionar equipos y motivarlos y de ejercer de
líderes. La mejor manera de formarlos es bajo la guía de un profesional experimentado. Es lo
que se conoce como mentoring, que se ha descubierto como una manera de formar que
enseña con éxito cómo llegar a ser un buen líder.
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Simulación
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Mediación
Relato imaginario
Descripción.- Relato de ficción que cuenta o lee el docente a los alumnos como forma de
explicar un contenido o bien como manera de introducirlos en el mismo. Opcionalmente,
luego del relato se les puede preguntar qué relación imaginan con el contenido a enseñar, o
bien porqué creen que el docente ha presentado esta narración como forma de introducir el
contenido.
Ejemplos.- a) Algunos relatos como las fábulas dejan explícitamente una enseñanza moral
(moraleja), por lo que son especialmente útiles para la enseñanza de valores y contenidos
actitudinales. b) El texto de Spencer Johnson “¿Quién se ha llevado mi queso?” resulta apto
para enseñar a los alumnos como adaptarse a un mundo en constante cambio. c) La historia
del viaje de Langevin suele ser utilizada para explicar algunos conceptos de la teoría de la
relatividad. d) Muchos mitos y leyendas sirven para enseñar contenidos muy diversos. e)
Alguna vez he utilizado algunos capítulos de “El Principito”, de Saint-Exúpery, para explicar
temas como el narcisismo, la amistad, la soberbia, etc. f) Suelo utilizar la potente metáfora
de “Flatland”, de Edwin Abbott, para explicar temas muy diversos como la naturaleza de las
teorías científicas y el concepto de creencia en la psicoterapia cognitiva. Existen narraciones
muy potentes que sirven para diferentes propósitos, pero está en la imaginación y la
creatividad del docente elegir el relato que mejor podrá adecuarse al contenido que desea
enseñar.
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2. El buen relato desde una mirada didáctica.- Indagar acerca de las condiciones de una
buena narración desde un punto de vista didáctico no es una tarea fácil, sobre todo si nos
obliga a considerar cuando una narración no conviene para enseñar ciertos contenidos a
tales o cuales alumnos. Intentaremos, no obstante, dar algunas respuestas a esta cuestión.
1) La narración concita el interés del alumno.- El relato con el que pretendemos enseñar
debe tener el efecto hipnótico del 'gancho', es decir, debe ser interesante, lo que resulta una
solución al problema que había desvelado a Comenio: el aburrimiento. Este principio es
incluso tenido en cuenta en el relato con fines terapéuticos: las historias son habitualmente
más interesantes que la exposición directa de un punto que el terapeuta desea recalcar.
El atractivo del relato no reside únicamente en su temática sino también en la forma de
contarlo: una historia, como un chiste, debe ser bien relatada.
Algunas de los requisitos que utiliza Wassermann para tipificar le herramienta didáctica del
estudio de casos -los que asumen una forma narrativa- contribuyen a hacer interesante un
relato: puede ser percibido sin inconvenientes, evoca intensos sentimientos y acentúa un
dilema (Wassermann, 1999:52-57). Un relato es atractivo cuando hace reír, cuando cautiva,
atrapa, cuando es solicitado una y otra vez, o cuando sigue transmitiéndose de boca en
boca. El porqué cautiva y atrapa es otra cuestión, que entra más en el campo de la
psicología que en el de la didáctica. Desde una perspectiva psicoanalítica, el atractivo de un
relato puede entenderse a partir de conceptos como densidad proyectiva, resonancia
fantasmática (D Anzieu) y sublimación artística (S Freud). A este último respecto puede
consultarse el último párrafo de Freud (1915a).
En todo caso, nos basta saber que el carácter atractivo de una historia es una condición
necesaria pero no suficiente a los efectos de su utilidad didáctica, ya que los alumnos pueden
recordar el relato pero no la enseñanza que se intentó impartir o, peor aún, pueden recordar
al relator sin acordarse de la historia. Freud (1914a) destaca que muchas veces registramos
más el recuerdo del maestro que aquello que nos quiso enseñar. Busquemos, entonces, más
requisitos.
2) La narración se adecua a las características del alumno.- Ciertos relatos pueden ser
comprensibles en determinadas edades, niveles cognitivos y pautas culturales, e
incomprensibles o carentes de sentido en otros, en cuyo caso pierden eficacia didáctica. Por
ejemplo, la historia del viaje de Langevin para enseñar ciertas ideas relativistas podría
suscitar el interés de niños de cuatro años, pero no podrían aprender nada con ella si
carecen de la capacidad para compensar mentalmente velocidad de la luz y tiempo
transcurrido.
Sin embargo, aún cuando los niños estén en condiciones de comprender la idea relativista en
términos de compensaciones operatorias, deberán contar además con una adecuada
capacidad de simbolización para captar la relación del relato con el contenido a aprender.
Para constatar esta capacidad, en cierta ocasión hice primero una exposición teórica del
contenido, luego conté una historia con desenlace abierto y finalmente terminé preguntando
qué había querido enseñarles con ella. Más concretamente, este experimento didáctico lo
llevé a cabo en un curso de diseños de investigación para graduados, y consistió en lo
siguiente:
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a) Realicé una exposición teórica sobre los pasos de la investigación científica destacando,
entre otras cosas, que primero deben formularse los pasos generales y luego ir a los
detalles.
b) Luego conté la historia:
Cierta vez un sabio reunió a sus discípulos, diciéndoles que iba a hacer una prueba con ellos. Sacó un
jarro de vidrio de boca ancha, extrajo varias piedras del tamaño de un puño y comenzó a colocarlas
una por una dentro del recipiente, hasta que no cupo ninguna más.
Preguntó entonces: ¿está lleno este jarro? Y todos contestaron que sí. ¿Están seguros?, volvió a
preguntar sacando al mismo tiempo un balde con piedras más pequeñas.
Colocó algunas de ellas en el jarro y lo agitó, haciendo que las piedritas se acomodaran en los
espacios vacíos entre las piedras grandes. Después volvió a preguntar: ¿está lleno este jarro?
Suponiendo lo que vendría, esta vez los discípulos respondieron que probablemente no. "Muy bien",
dijo el sabio, e introdujo arena en el jarro, acomodándola en los intersticios entre las piedras grandes
y pequeñas.
Una vez más preguntó: ¿está lleno el jarro?, a lo cual todos ahora contestaron que no. "Muy bien",
observó el sabio, mientras arrojaba agua en el jarro hasta que se llenó. Seguidamente, les preguntó:
¿Cuál es la enseñanza de esta demostración? (final abierto).
c) A continuación trasladé a mis alumnos esa misma pregunta, y uno de ellos contestó: "La
enseñanza es que no importa que tan lleno esté tu agenda o tus horarios; si de verdad lo
intentas, siempre podrás incluir más cosas". Otro más dijo: "La enseñanza de que no
debemos sacar conclusiones apresuradas".
Finalmente, uno más señaló: "Lo que quiso enseñarnos es que si no se ponen primero las
piedras más grandes, no podrán ponerse en ningún otro momento, porque no podrán entrar
todas". Este alumno había captado la relación entre la historia y el contenido a enseñar (se
colocan primero las piedras grandes del mismo modo que primero deben fijarse los pasos
generales de la investigación y luego ir a los detalles, que son las piedras más chicas).
El ejemplo muestra que hasta los adultos graduados pueden no advertir la relación entre la
historia y el contenido a enseñar. Sobreestimar las capacidades de alumnos de nivel superior
de educación puede ser tan riesgoso como subestimar las habilidades cognitivas de los niños
de la primaria, como bien han señalado Sutton-Smith (1998) y Egan (1998).
Según el primero, los niños disponen de un entendimiento multívoco complejo y refinado que
los habilita para considerar múltiples posibilidades y pensar en varias direcciones
alternativas. Según Egan, los niños son capaces de utilizar con provecho oposiciones binarias
y hasta encontrar mediaciones entre ellas superando su maniqueísmo inicial. Tener en
cuenta estos talentos infantiles es importante a la hora de seleccionar una historia que sea
adecuada al alumno.
3) La narración se adecua a las características del contenido a enseñar.- Autores como
Jackson (1998) hacen referencia a las funciones epistemológica y transformadora de los
relatos en tantos estos enseñan contenidos conceptuales y actitudinales, respectivamente.
Whiterell y otros (1998:73), por su parte, parece aludir al relato como portador de
contenidos procedimentales cuando declara lacónica y algo enigmáticamente que el buen
relato ilumina posibilidades para la acción.
Puede pensarse, entonces, en la posibilidad de seleccionar relatos según se adapten
especialmente para enseñar ciertos tipos de contenidos: conceptuales, procedimentales o
actitudinales. Por ejemplo, la fábula o cualquier relato que pueda implicar una moraleja es
particularmente apta para enseñar contenidos actitudinales.
Probablemente existan ciertos relatos de gran potencia didáctica -que podríamos llamar
polisémicos-que permitan enseñar diferentes tipos de contenidos y hasta diferentes áreas
temáticas disciplinares. El ejemplo anterior del jarro y las piedras ilustra una historia que
enseña un contenido procedimental, aunque puede usarse también para enseñar uno
conceptual, como por ejemplo la moderna teoría atómica de la materia. En mis clases, he
utilizado también los relatos de Abbott en su libro "Flatland" para enseñar contenidos tan
disímiles como el concepto de narcisismo en psicoanálisis y el de inconmensurabilidad en
epistemología.
En otras ocasiones, he utilizado el texto de un humorista inglés, titulado "De príncipes,
caballos y cerebros masculinos" (Barry Dave, 1995), que presenta en forma humorística la
historia imaginaria de una pareja desde que se conocen hasta el final de sus días.
Algunas veces entrego a los alumnos dicho texto para que lo analicen en grupos, y otras
convoco a tres 'voluntarios' para que lean conjuntamente el texto frente a los demás,
haciendo uno de narrador, otro de varón y otra alumna de mujer. La historia resulta
invariablemente atrayente, y me ha servido para explicar cuestiones diversas como las
diferencias entre el enfoque pulsional y el objetal en psicoanálisis, el juicio de realidad, y la
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teoría de las neurosis, es decir, es una historia que permite enseñar diferentes contenidos
conceptuales.
Las narraciones pueden asimismo enseñar al mismo tiempo dos contenidos diferentes, como
por ejemplo un contenido conceptual y uno actitudinal. En una ocasión me pidieron que
redactase una editorial para la revista de la escuela donde concurren mis hijos, e inventé una
historia que tenía al mismo tiempo ambos propósitos, por cuanto por un lado intentaba dar
cuenta del origen de nuestras creencias sobre la libertad de expresión, y por el otro enseñar
actitudes frente a este derecho universal.
Una historia es también polisémica cuando enseña otras cosas que ni siquiera el docente
sabe que está enseñando, ni el alumno sabe que está aprendiendo. Son los contenidos que
suelen formar parte del llamado currículum oculto, o, en la terminología de Jackson, de las
enseñanzas implícitas (Jackson, 1999).
4) La narración es menos compleja que el contenido a enseñar.- Algunas investigaciones
(Britton B, Glynn S, y Smith J, 1985) revelan que son mayores las exigencias cognitivas para
el procesamiento de textos expositivos científicos y técnicos que para el procesamiento de
textos narrativos. Un relato es, desde este punto de vista, una puerta de entrada más
accesible al territorio de los conceptos teóricos, puesto que es la narración la que permite
entender el concepto, y no a la inversa.
La afirmación según la cual la narración es menos compleja que el contenido a enseñar es
válida también para aquellos casos en los cuales lo narrado no es una metáfora de lo que se
enseña sino aquello mismo que se desea enseñar, como por ejemplo, cuando utilizamos la
narración sobre el origen del universo para explicar, valga la redundancia, el origen del
universo.
En efecto, la explicación didáctica del origen del universo es más sencilla que la hipótesis
original sobre dicho origen porque esta última ha sufrido una transposición didáctica, en los
términos de Chevallard (1997:45). Así, en estos casos el contenido modificado por dicha
transposición asume una forma narrativa, aunque también puede asumirla si el concepto
original no tiene estructura de relato, como ha destacado Gunmundsdottir. (Gunmundsdottir,
1998). Asumimos que el concepto de 'saber pedagógico sobre los contenidos' de este autor
es aproximadamente equivalente al de 'transposición didáctica' de Chevallard.
5) La narración como opción frente a otros recursos.- McEwan y Egan (1998a:9) destacan el
impresionante "giro hacia la narrativa" que se ha verificado en los últimos tiempos, a la que
califican de omnipresente y fundamental para nuestra vida.
Sin embargo, exagerar el valor didáctico de las narraciones puede hacer que
desaprovechemos otros recursos retóricos que podrían ser, en ciertas situaciones, más
eficaces, de lo cual se desprende que una narración tendrá en cada caso mayor valor
didáctico si es la mejor opción entre varios recursos posibles, y no lo tendrá si hay una
opción mejor. Por ejemplo, para enseñar la tabla periódica de elementos químicos tal vez sea
más atingente una descripción que un relato.
Sabemos que la narrativa no es la única opción. Por ejemplo H. Gardner (citado en Itkin,
1997) indica que para enseñar contenidos como la teoría de la evolución, el holocausto o la
música de Mozart pueden hacerse, entre otras, aproximaciones narrativas, cuantitativas o
lógicas. Bruner por su parte indica que la narración no es la única forma en que el sistema
cognitivo humano organiza su conocimiento del mundo.
Sabemos que pueden utilizarse otros recursos como el desafío cognitivo e, incluso más,
puede convertirse una narración en un tal desafío si al docente le parece didácticamente más
útil. Tal lo que me pasó cuando cierta vez decidí utilizar cierto relato para transformarlo en el
siguiente desafío:
Un enorme elefante está siempre atado con una débil cadena a una estaca clavada en la tierra. ¿Por
qué no se libera, cuando podría hacerlo con un pequeño movimiento? (Ayuda: no es porque está
amaestrado, porque si no no habría necesidad de sujetarlo).
La respuesta es: el elefante está así desde que nació. Cuando era muy pequeño y muy débil
tironeó de la estaca y no se liberó. Probó varias veces más hasta que se resignó y desde
entonces nunca más intentó liberarse (nunca más intentó liberarse de su creencia infantil).
Con este recurso enseñé alguna vez la teoría cognitiva de las creencias disfuncionales.
También reemplacé un relato por un desafío cognitivo en otra ocasión donde me pareció que
el primero insumiría mucho tiempo en comparación con el que necesitaba para enseñar el
tema. En ese momento sustituí la narración humorística sobre la pareja por el desafío "¿Te
amo porque te necesito o te necesito porque te amo?". Los problemas cognitivos, indica
Wassermann "despiertan el interés de los alumnos por la experiencia y generan entusiasmo
por la tarea" (Wassermann, 1999:66). La posibilidad de evaluar la utilidad didáctica de la
narración frente a otros recursos retóricos como el desafío cognitivo, las analogías, etc., se
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basa en el supuesto de que los alumnos utilizan un amplio abanico de mecanismos para
procesar información: pueden establecer relaciones asociativas (y por ello pueden
comprender analogías), temporales y causales (y por eso pueden comprender relatos),
lógicas (y por eso pueden asimilar desafíos intelectuales y seguir ciertas exposiciones
teóricas). Recuérdese, respecto de las relaciones temporales y causales, que el tiempo como
forma a priori, en la concepción kantiana, permite organizar nuestro conocimiento de la
realidad y, según el filósofo alemán, está en la base de la comprensión de la aritmética. Es
por ello que se puede "contar" con números y con historias.
Los alumnos, nos dice Gardner, tienen múltiples inteligencias, y para cada una hay una
forma de aproximación didáctica diferente. Por ejemplo, para las inteligencias
interpersonales se aprovecha el trabajo en grupos, o para las intrapersonales los recursos
que permitan una involucración personal con el problema. El mismo autor señala que si se
abren a los estudiantes "muchos puntos de entrada como estos, se van a poder atender a las
distintas inclinaciones y curiosidades de una mayor variedad de alumnos. Pero estos distintos
puntos de entrada tienen otro aspecto también muy poderoso: ellos muestran a los
estudiantes en qué consiste tener una comprensión más profunda de un tema, porque una
tal comprensión requiere múltiples formas de representación de los mismos problemas"
(Cohen V, Itkin S y otros, 1997).
6) La narración es didáctica cuando se privilegia su función de enseñar.- Si nuestro propósito
principal al contar una historia fuera entretener, la escuela sería un circo, del mismo modo
que si privilegiáramos su función terapéutica la escuela sería un hospital.
Un relato cumple su función didáctica cuando facilita al alumno la comprensión de un
contenido vía articulación entre lo imaginario del relato y la racionalidad del contenido.
Pendlebury (1998) nos habla de un 'equilibrio perceptivo' como base de la buena enseñanza,
que se alcanza en un diálogo permanente entre razón e imaginación, experiencia e inocencia,
argumentación clara y riqueza narrativa. Y podríamos agregar: entre la temporalidad que
propone el relato y la atemporalidad propia de la estructura lógica del contenido. La historia
del pensamiento ha desarrollado diversas posibilidades al respecto: la concepción mecánica
del mundo ha racionalizado un devenir temporal, mientras que la dialéctica hegeliana ha
temporalizado una estructura racional logrando que el "luego" significase al mismo tiempo
devenir e inferencia.
Al comienzo de nuestra nota habíamos propuesto un acertijo condensado en dos preguntas.
La respuesta a la primera de ellas podría haber sido "el amor", y a la segunda, "el cerebro".
Pero solamente "una narración" responde a ambos interrogantes a la vez, quizás porque las
historias llegan por igual al corazón y al entendimiento.
Trabajo escrito
Ejemplos.- Una tesis es una investigación rigurosa que ofrece un aporte original y creativo
para la ciencia, y que se exige como criterio de acreditación para recibir un doctorado. Una
tesina es algo similar, con la diferencia que no se exige tanta rigurosidad y sirve como
criterio de acreditación para recibir un título de grado (por ejemplo una licenciatura). Por
ejemplo, y aunque las pautas pueden variar de una universidad a otra, en una tesis de
doctorado deberá probarse la hipótesis en base a pruebas estadísticas de significación,
mientras que en una tesina de grado ello no es necesario. Una monografía es un trabajo
sobre un tema específico que suele pedirse durante una carrera universitaria. No tiene la
envergadura de una tesina y menos aún de una tesis, especialmente en lo referido a
cantidad de páginas y/o otros requisitos.
Las tesis y las tesinas son trabajos escritos que las universidades han incorporado como la
última obligación académica del alumno, muchas veces con el fin de ser reconocidas ellas
mismas como institución educativa calificada.
Al menos en la Argentina, las universidades no ofrecen al alumno una formación adecuada
para poder realizar este tipo de trabajos: asignaturas como Metodología de la Investigación o
Taller de Tesina no suelen alcanzar, y generalmente el alumno se encuentra sin las
herramientas para poder realizar su trabajo, aun cuando cuente con un Tutor que
supuestamente debería orientarlo, aconsejarlo y supervisarlo.
Muchas veces el trabajo de Tutoría no está remunerado, lo que hace que el tutor no ponga la
dedicación adecuada. Hay tutores que se despreocupan totalmente por el alumno, y otros
que se preocupan excesivamente intentando cuidar ellos mismos su propio prestigio, ya que
el trabajo de alumno quedará avalado por ellos frente a la universidad. También no es
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Más sugerencias.- Cuando los alumnos redactan un trabajo deben tener presente las
diferentes opciones de procesamiento cognitivo que tienen a su disposición. Una forma de
tomar conciencia de ellas es proponiéndoles lo siguiente:
Lea atentamente los siguientes párrafos, e indique cuáles de las siguientes operaciones de
procesamiento intelectual predomina en cada uno: comparación, opinión, ejemplificación,
análisis, razonamiento y definición.
Párrafo 1: "Bacon y Descartes instauraron a la observación y la razón como nuevas
autoridades, y las instauraron como tales dentro de cada hombre. Pero al hacerlo, dividieron
a éste en dos partes: una superior, con autoridad en lo referente a la verdad -las
observaciones en Bacon, el intelecto en Descartes-, y otra inferior. Es esta parte inferior la
que constituye nuestro yo común, el viejo Adán que hay en nosotros [...]. Así, quedamos
divididos en una parte humana, nosotros mismos, la parte que es fuente de nuestras
opiniones (doxa) falibles, de nuestros errores y de nuestra ignorancia, y una parte
sobrehumana, los sentidos o el intelecto, la parte que es la fuente de conocimiento
(episteme) real y que tiene sobre nosotros una autoridad casi divina" (Popper C, "Conjeturas
y refutaciones. El desarrollo del conocimiento científico", Barcelona, Paidós, 1994, pág. 39).
Párrafo 2: "La mayoría de los enunciados que formulamos en la vida cotidiana son
empíricos: 'ayer me quedé dormido a las dos de la tarde', 'la primera guerra mundial duró de
1914 a 1918', 'los búfalos van en manada, pero los lobos no', 'quedé muy afectado por la
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carta que recibí esta mañana', etc" (Hospers J, "Introducción al análisis filosófico", Buenos
Aires, Macchi, pág. 178).
Párrafo 3: "El estudio comparativo de los hechos folklóricos permite establecer que, aparte
de su condición de bienes antiguos sobrevivientes, presentan ciertos caracteres distintivos, y
entre ellos mencionaremos tres muy principales diciendo que todo hecho folklórico es
anónimo, popular y tradicional" (Berruti P, "Manual de danzas nativas", Buenos Aires,
Editorial Escolar, 1993, 16° edición, pág. 5).
Párrafo 4: "En el ejemplo anterior, lo que ha ocurrido, para utilizar una frase de Kuhn, es
que en algún momento la comunidad científica sintió una suerte de cansancio ante las
repetidas fallas de la teoría ptolemaica y la reiterada necesidad de corregirla mediante
nuevas hipótesis ad hoc [...]. La situación semeja a la del ama de casa a la cual se le rasga
una colcha valiosa y la zurce poniendo un remiendo vistoso para disimular la rotura, luego
hace lo mismo a la segunda rotura y así sucesivamente hasta que, a la sexta o séptima
rotura, la colcha semeja una colección de parches, la señora empieza a sentirse avergonzada
ante sus amigos y finalmente la arroja a la basura tras haber comprado una nueva. Popper,
desde luego, hubiese recomendado al ama de casa este último proceder desde el mismo
momento en que apareció la primera rotura" (Klimovsky G, "Las desventuras del
conocimiento científico", Buenos Aires, A-Z editora, 1994, pág. 238).
Párrafo 5: "Esta semejanza molecular sirve además de base para nuestra teoría de la
evolución que explica que todas las formas vivientes están relacionadas con un ancestro
común. Una lógica extensión de este punto de vista implicaría que la evolución biológica es
una expresión de la evolución de las moléculas, tanto dentro de la célula misma como a nivel
de un organismo" (Nason A, "Biología", México, Limusa-Wiley, 1969, pág. 49).
Párrafo 6: "Lazarsfeld, utilizando a nuestro modo de entender una denominación poco feliz,
llama al primer tipo 'indicador expresivo' y al segundo 'indicador predictivo', pues sólo se
puede predecir una respuesta con cierta seguridad sobre la base de un vínculo causal. Como
luego veremos, efectivamente, la simple correlación no prueba que haya causalidad, y tiene
menor potencia predictiva" (Cazau P, "Introducción a la investigación en ciencias sociales",
Buenos Aires, Rundinuskín, 1991, pág. 33).
RESPUESTAS.- Párrafo 1: Análisis. Párrafo 2: Ejemplificación. Párrafo 3: Definición. Párrafo
4: Comparación. Párrafo 5: Razonamiento. Párrafo 6: Opinión
Microclases
Etapas.- He creado la siguiente propuesta didáctica para formadores de docentes, que puede
aplicarse en el transcurso de una clase a través de la siguiente secuencia de aplicación:
Paso 1) Se piden dos 'voluntarios' entre los alumnos y se anuncia a todos que ellos van a dar
cada uno una clase de diez minutos sobre determinado tema. A los alumnos voluntarios se
les informa en voz baja cuál será el tema que deberán desarrollar: puede ser un contenido
conceptual (qué es una estrella), un contenido procedimental (como hacer un huevo frito,
como viajar en auto desde la facultad hasta mi casa), o uno actitudinal (la libertad de
expresión). A continuación, se les pide que esperen afuera del aula unos minutos.
Paso 2) Una vez que los alumnos 'docentes' se retiran, se explica al resto que tendrán dos
clases de diez minutos sobre determinado tema, en el transcurso de la cual ellos serán al
mismo tiempo alumnos, observadores de la clase y también evaluadores críticos de la misma
(lo que implica destacar los aspectos positivos y los negativos de la clase de sus
compañeros). Para llevar a cabo la observación y la evaluación de la clase, deberán tener en
cuenta al menos los siguientes aspectos:
Conocimiento del tema por parte del 'docente': es posible que alguno de los alumnos
que dan la clase conozcan bien el tema porque ellos mismos viajan siempre en auto
de la facultad a su casa, mientras que otros no tanto porque viajan en colectivo.
Indicar qué tipo de contenido se enseña: conceptual, procedimental o actitudinal, y
como el 'docente' consideró este contenido. Por ejemplo, el tema propuesto es
claramente un contenido procedimental (cómo hacer algo), pero tal vez el 'docente'
lo haya desarrollado -al menos en parte- como contenido actitudinal, en este caso,
intentando enseñar qué actitudes deben tomarse como respetar los semáforos, no
circular de contramano, no contaminar el ambiente con bocinazos, etc. En una
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Paso 4) Una vez que ambos alumnos dieron su clase, el docente interrogará a los demás
sobre el resultado de sus observaciones y/o evaluaciones. Se podrá interrogar a un alumno
por vez, o bien sobre uno de los ítems por vez (por ejemplo hablar primero sobre el
conocimiento del tema por parte del docente), etc. Además, puede preguntarse sobre la
principal virtud y el principal defecto que, desde el punto de vista didáctico, detectaron en los
'docentes'.
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Paso 6) Como parte del cierre de la clase, preguntarles a todos cuál les parece a ellos que
fue el objetivo de las microclases. También se pueden anunciar las actividades de próximas
tareas. Por ejemplo, en cada nuevo trabajo uno de los alumnos dará una clase sobre un
tema cualquiera (preferiblemente relacionado con la asignatura) de 20 minutos, teniendo
una semana para hacer su planificación. Los demás lo evaluarán siguiendo los criterios
propuestos en el paso 2, y los 'docentes' harán su propia autoevaluación según se indicó en
el paso 5.
Hay muchas otras posibilidades, y, entre ellas, proponer que dos alumnos den una clase
sobre el mismo tema en el mismo trabajo práctico y sin que ninguno presencie la clase del
otro, a los efectos de comparar estrategias didácticas y otros aspectos que hacen a la
función docente: dos clases sobre el mismo tema pueden ser muy distintas, pero ser
igualmente efectivas (o igualmente desastrosas).
Otra posibilidad consiste en examinar las habilidades didácticas no cuando debe exponerse
oralmente sino por escrito. A tal efecto, se puede proponer a los alumnos que, dentro del
tiempo de clase, cada uno escriba una carilla con el título "Instrucciones para cambiar una
lamparita".
Recapitulación
Preguntas
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Las preguntas del profesor y las preguntas del alumno.- El docente suele utilizar las
preguntas como forma de evaluar el aprendizaje, pero también pueden utilizarse como
estrategia de enseñanza en tanto la pregunta representa un desafío que el alumno debe
resolver o un estímulo para aprender. Señala Litwin (1996) que el hecho de que el docente
interrogue no significa que esté preguntando: es muchas veces una prescripción para pensar
de cierta manera.
Otra opción es que los mismos alumnos hagan preguntas. Algunas formas de aplicación
pueden ser las siguientes: a) “Si ustedes fueran los docentes y yo el alumno, qué pregunta
me harían para ver si entendí este tema?”. b) Un grupo de alumnos A elabora una
determinada cantidad de preguntas sobre un determinado tema, y luego las responde otro
grupo de alumnos B, y viceversa. c) Proponer a los alumnos que elijan una de varias
preguntas sobre el tema explicado, lo que puede estar indicando o bien el interés que
despierta o su grado de dificultad.
Desafío cognitivo
Descripción.- Consiste en proponer a los alumnos breves problemas intelectuales para que
resuelvan en el momento. Puede servir para explicar contenidos específicos o bien como
elementos movilizadores para crear un clima propicio de enseñanza o como introducción a un
tema a enseñar.
En otro ejemplo, para explicar el concepto de azar y probabilidad se puede preguntar a los
alumnos “Qué es más probable que salga en la lotería, el número 34059 o el número
00000?”. Es posible que las opiniones estén divididas. En todo caso, cada alumno deberá
fundamentar su respuesta. Hay alumnos que sostienen que es muy improbable que salga el
número 00000; sin embargo, la teoría de la probabilidad sostiene que tiene igual
probabilidad de salir que cualquier otro número. Este problema puede también servir para
explicar la diferencia entre el saber cotidiano y el saber científico.
La diferencia entre el saber cotidiano y el científico también puede ejemplificarse mediante el
siguiente problema. Se coloca una caja de fósforos en el borde de una mesa de manera que
coincidan el filo de la mesa y el filo de la caja. La abertura de la caja debe quedar hacia
arriba y hacia fuera de la mesa. Acto seguido, mientras se sostiene con una mano la caja en
una posición ligeramente inclinada, se engancha en la abertura de la caja un cucharón o
espumadera con el mango en U, y se pregunta a los alumnos: “Si ahora suelto la caja y el
cucharón, se caerán? Porqué?”. El saber cotidiano sostendría que sí, mientras que el saber
científico sostendrá que no.
Lectura bibliográfica
Descripción.- Los alumnos deben leer y estudiar material bibliográfico obligatorio. Esta
estrategia, que fomenta el hábito de la lectura y el estudio independiente, incluye la idea que
el material bibliográfico normalmente no ha sido explicado en clase, y puede o no estar
acompañado de la estrategia Guía de Lectura.
Resulta importante que la bibliografía seleccionada por el docente: a) sea actualizada, b) sea
relevante a los contenidos, c) preferiblemente que sea de los autores originales (por ejemplo
dar a leer un artículo de Freud y no un articulo de otro autor sobre las ideas de Freud), d)
poco onerosa para los alumnos (se sugiere material que pueda consultarse gratuitamente en
una biblioteca), e) fácilmente encontrable por los alumnos (se sugiere que el docente indique
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los lugares donde poder consultarla), f) corresponda a ediciones originales (no fotocopias),
g) sea correctamente identificable (autor, título, lugar de edición, editorial, año de edición,
etc), y h) no sea demasiado extensa (el docente debe tener en cuenta que su materia no es
la única que estudian sus alumnos).
Test
Descripción.- Consiste en administrar una prueba a los alumnos con el fin de que aprendan
determinados contenidos. La prueba no intenta evaluarlos como alumnos sino simplemente
como personas
Mazo de naipes
Descripción.- Esta estrategia la diseñé especialmente para que los alumnos aprendieran a
relacionar conceptos de la asignatura, aunque puede utilizarse con muchas otras finalidades
didácticas. Se prepara un mazo de naipes en blanco (pueden ser 20, 30 naipes o los que se
estimen convenientes) y en cada uno se escribe un concepto y su definición. Se reparten los
naipes al azar entre los alumnos y se les propone cualquiera de las siguientes actividades: a)
que un alumno lea la definición que le tocó, mientras el alumno que está a su lado (están
todos en ronda) deberá decir a qué concepto corresponde. Si acierta, lee a su vez su
definición y sigue la ronda. Si no acierta, el siguiente alumno leerá su definición y continúa la
ronda. Así, hasta finalizar todos los alumnos; b) los alumnos discuten brevemente de a dos
como podrían relacionarse los dos conceptos que les tocaron. Luego, cada pareja expone sus
conclusiones frente a los demás; c) los alumnos intercambian sus naipes de acuerdo al
conocimiento que tienen sobre el concepto definido en el naipe (la idea es que el alumno se
desprenda del concepto difícil o desconocido y reciba a cambio uno más fácil o conocido).
Luego cada alumno comenta de qué concepto difícil se desprendió y que se lo explique el
alumno que lo recibió.
Taller
Un taller “es una actividad destinada a perfeccionar una habilidad derivada de la aplicación
de conocimientos. Se supone que los participantes a un taller ya tienen conocimientos
suficientes sobre el tema y tienen alguna experiencia con la actividad que se va a
desarrollar. Los talleres son prácticos. No hay talleres teóricos. En los talleres se hacen
cosas, se realizan actividades. Las condiciones de un taller varía de acuerdo con la habilidad
que se va a perfeccionar. A un taller de escritores se va a leer y a escribir. No es posible
hacer un taller de fútbol en una cancha de tenis o en un salón de clases. Un taller de
informática necesita computadores. Un taller de medicina hay que hacerlo en un hospital,
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Juego educativo
Descripción.- Los juegos educativos son el empleo del juego para educar. Básicamente
pueden distinguirse dos modalidades: el juego individual y el juego interactivo, y dentro de
este último, el juego competitivo y el juego colaborativo.
a) Juegos individuales.- Especialmente aptos para niños menores de seis años, son tareas no
experimentadas como una obligación por el niño y donde este no interactúa con sus pares:
juega él solo libremente y tiene varios propósitos educativos, como estimular la imaginación o
aprender contenidos tales como la lectoescritura o el dibujo, de una forma que al alumno
pueda resultarle placentera. Al tratarse de un juego individual, y a diferencia del juego
interactivo, no hay reglas que deban ser respetadas por todos, ni hay ganadores ni
perdedores.
Saberes previos
Descripción.- Esta técnica, diseñada por el autor de la presente Guía, está orientada a
explotar al máximo los conocimientos previos que traen los alumnos sobre un determinado
tema, y es especialmente útil cuando se supone que tienen suficientes conocimientos sobre
el mismo por experiencia personal y no por aprendizajes académicos anteriores.
Por ejemplo, puede aplicarse para temas como “Relaciones entre hombres y mujeres”, “El
surgimiento de la sexualidad”, etc.
Los pasos para aplicar la técnica son los siguientes: 1) El docente presente el tema y formula
una pregunta disparadora del tipo “¿Es posible la amistad entre hombres y mujeres?” 2) A
continuación todos los alumnos emiten su opinión con su correspondiente fundamentación
(por ejemplo, por escrito utilizando un foro). 3) Los alumnos responden a sus pares
acordando, criticando o modificando sus propios puntos de vista, mientras el docente no
emite su propia opinión, actuando solamente como moderador y estimulador. 4) El docente
redacta un material escrito resumiendo y sintetizando todo lo opinado por los alumnos, pero
donde también incluirá su propio punto de vista. 5) Como paso final optativo, el docente
entrega a los alumnos bibliografía sobre el tema, quienes, luego de leerla, indican si han
encontrado o no algo nuevo sobre el mismo o sobre la forma de organizarlo.
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secundaria, concluyó que en los grados inferiores había una importante relación negativa
entre la cantidad de tareas asignadas y las actitudes de los alumnos. En cambio, en los
superiores, cuantas más tareas completaban, tanto mayor era su nivel de desempeño. Por su
parte Julian Betts, de la Universidad de California, concluyó luego de seguir 3000 alumnos
del ciclo básico del secundario, que la cantidad de tareas de matemáticas asignadas influye
enormemente en los puntajes de exámenes de esa materia (La Nación, 1998).
1. Definiciones previas
En general, el término ‘evaluación’ designa el proceso de asignar valor a una cosa. Por
ejemplo, cuando consideramos como ‘muy’ eficaz o como ‘poco’ eficaz el proceso de
aprendizaje un sujeto, decimos que hemos evaluado su aprendizaje. Cuando evaluamos
algo, siempre estamos haciéndolo en relación a algún otro elemento tomado como
referencia. Por ejemplo, consideramos como ‘muy’ valioso o ‘poco’ valioso un aprendizaje en
relación con lo que aprendieron sus pares, o en relación con lo que exige el programa, o en
relación con aprendizajes previos, etc. De aquí que también suele definirse evaluación en
general como la “determinación del significado relativo de los fenómenos de una clase
determinada en comparación con algún tipo” (Székely B, 2000:395).
Definimos evaluación del aprendizaje como el proceso mediante el cual se mide, valora o
estima el nivel de aprendizaje de un alumno con el fin de determinar si cumplió
exitosamente un proceso de aprendizaje y, eventualmente, si está o no en condiciones de
pasar a una instancia superior.
La evaluación del aprendizaje es también una estrategia de aprendizaje, porque cuando el
alumno es evaluado hace un aprendizaje adicional. Por ejemplo, el hecho de volcar por
escrito o de verbalizar oralmente un determinado saber en un examen, le permite al alumno
organizarlo o construirlo de otra manera.
La evaluación del aprendizaje suele ser utilizada también como una estrategia disciplinar. Es
el caso del docente que pone una baja calificación a sus alumnos porque se portaron mal o
faltaron a clase o llegaron tarde, con la intención de regular o controlar su comportamiento
mediante un sistema de castigos y recompensas.
Las estrategias de evaluación varían con el nivel de educación. Por ejemplo (Lavié Martínez,
2003) las estrategias de evaluación más usadas en la formación universitaria presencial y a
distancia son las preguntas tradicionales de desarrollo, los exámenes de desarrollo con
preguntas preestablecidas, los exámenes de desarrollo con el libro abierto, los ensayos en
evaluación continua, las preguntas escritas de respuesta breve, las preguntas de opción
múltiple, la evaluación oral, las prácticas, los trabajos de campo y los proyectos de
investigación.
2. Etapas de la evaluación
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comentarios que hace en clase, lo que dice en un examen oral, lo que expresa en un examen
escrito, etc.
Por cuanto evaluar implica medir, la exposición supone el empleo de algún instrumento de
medición: el cuestionario (por ejemplo un examen escrito), la entrevista (por ejemplo un
examen oral), la observación (por ejemplo la observación de cómo un alumno realiza una
tarea que debe aprender), etc.
2) Deliberación.- Proceso mental del evaluador orientado a estimar el nivel de aprendizaje
del alumno. Por ejemplo cuando el docente está pensando la calidad y la cantidad del
aprendizaje realizado, está en la etapa de la deliberación. En algunos casos la deliberación es
muy simple como en los exámenes tipo multiple-choice, donde el docente se limita a
contabilizar la cantidad de respuestas correctas. En cambio, la deliberación en un examen
final oral de preguntas abiertas es más compleja.
3) Calificación.- Asignación de una categoría o valor a la variable evaluación. Por ejemplo
cuando el profesor pone un ‘8’ en una prueba escrita, ha calificado al alumno. En este caso,
la categoría asignada es ‘8’. La categoría elegida para calificar a un alumno dependerá del
nivel de medición que el docente haya empleado para evaluar el aprendizaje.
4) Acreditación.- Decisión respecto de si el alumno ha aprobado o no una instancia de
aprendizaje. La acreditación debe ser entendida como un acto administrativo, pues, en un
sentido estricto, no es más que una condición que impone la institución educativa para que a
un alumno pueda reconocérsele formalmente el cumplimiento de una etapa de su
aprendizaje y, por tanto, que está en condiciones de continuar su proceso educativo en
instancias superiores.
De todas las ocasiones en que se evalúa a los alumnos, algunas son instancias de
acreditación en el sentido antes indicado, y otras no. Por ejemplo, cuando interrogamos a los
alumnos en clase para ver si comprendieron un concepto recién explicado, estamos haciendo
una evaluación pero no necesariamente una acreditación, porque ese tipo de evaluación no
es exigible para ‘aprobar’ la materia. En cambio un examen parcial previsto por el
cronograma es una instancia de evaluación y también de acreditación, por cuanto si no lo
aprueba, no podrá seguir avanzando en sus estudios.
La acreditación implica también el empleo de criterios de acreditación. Por ejemplo, “se
considera que un alumno aprueba un examen si obtiene 4 puntos o más”. O bien, “se
considera que un alumno tiene derecho a un examen recuperatorio si obtiene 3 puntos”.
En un sentido más amplio, puede también entenderse por acreditación la decisión del
docente respecto de si el alumno aprobó o no más allá de una exigencia administrativa de la
institución. Por ejemplo, si un alumno respondió bien una pregunta en clase, el docente lo
aprobará aunque ese requisito en particular no sea exigido por la institución.
La forma de acreditar puede tener diversas motivaciones. Por ejemplo, en 2006 la UNR
(Universidad Nacional de Rosario, Argentina) decidió que la calificación para aprobar sería 6
en vez de 4. Según las autoridades, ello no significa un cambio en el nivel de exigencia, sino
un cambio en la “representación simbólica de la aprobación” (Anónimo, 2006). En otras
palabras, se les vendría a informar a los alumnos que la universidad no aumentará su nivel
de exigencia pero quiere que los alumnos sepan que la universidad exigirá más (¿?). Nos
preguntamos si acaso la universidad no dispone de otros medios más genuinos para elevar
su prestigio.
Algunos autores consideran útil distinguir acreditación de evaluación. Díaz Barriga (1984),
por ejemplo señala que la evaluación alude al 'proceso' de aprendizaje incluyendo los no
previstos por el currículum y que ocurrieron en el proceso de aprender. La acreditación es la
verificación de ciertos 'productos' o resultados del aprendizaje previstos curricularmente
En síntesis…
3. Criterios de evaluación
Los criterios de evaluación son aquellos que establecen con qué patrones o tipos estamos
comparando el rendimiento de un alumno al proceder a evaluarlo. Por ejemplo, para
interpretar las evaluaciones del rendimiento de los alumnos, Lafourcade establece tres
pautas: cual es el rendimiento en relación a lo enseñado, cuál es el rendimiento en relación
al rendimiento medio del grupo, y cuál es el rendimiento en relación con un objetivo final
esperable (Lafourcade, 1974:195).
Algunos criterios que utilizan los docentes son los siguientes:
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1) Evaluación comparativa con un tipo ideal.- Se compara al alumno con un tipo ideal, por
ejemplo, el alumno que obtendría un 10 como máximo puntaje posible. Cada docente tiene
una diferente representación de lo que sería su tipo de alumno ideal. Es por ello que un
examen corregido por docentes diferentes puede obtener diferentes calificaciones. Un
docente muy exigente con las calificaciones es un docente para quien su tipo ideal de alumno
es casi un genio. Ciertos docentes son bastante exigentes al respecto, y no menos
puntillosos llegado el momento de evaluar (Ver un ejemplo en Anexo 8).
2) Evaluación comparativa con un promedio.- Se compara al alumno con los demás alumnos
de la clase o del curso. Por ejemplo, en un curso con una calificación promedio de 2,
cualquier alumno que se haya sacado un 3 habrá recibido… ¡una buena calificación! Como
puede apreciarse, el peligro de este tipo de evaluación reside en que pueden ser aprobados
alumnos que no han hecho un buen aprendizaje, o reprobados alumnos que realizaron un
buen aprendizaje. Este tipo de evaluación suele ser utilizado en aquellos casos donde deben
seleccionarse una determinada cantidad de alumnos que sean ‘los mejores’ de un curso.
3) Evaluación comparativa con otras evaluaciones del mismo docente.- Se compara al
alumno consigo mismo respecto de otras evaluaciones realizadas por el mismo docente. Por
ejemplo, resultan aprobados quienes sacaron una diferencia de 2 o más puntos entre el
examen parcial original y el correspondiente examen parcial recuperatorio. En otro ejemplo,
también puede evaluarse al alumno en función de sus calificaciones anteriores. De hecho,
hay docentes que no resisten la tentación de subir una nota en un mal examen porque el
alumno hasta entonces tenía un rendimiento óptimo.
4) Evaluación comparativa con otras evaluaciones de otros docentes.- Se compara al alumno
consigo mismo respecto de otras evaluaciones realizadas por otros docentes de otras
asignaturas. Hay docentes que, ante la duda de cómo calificar al alumno en un examen final,
verifican las calificaciones que obtuvo en los finales de las otras materias, apoyándose así en
el criterio de los demás docentes.
5) Evaluación comparativa con autoevaluaciones del alumno.- Se compara al alumno consigo
mismo respecto de su propia autoevaluación. Algunos docentes pueden preguntar al alumno
“¿qué nota se pondría usted?” con el fin de estimar cómo finalmente lo evaluaría
considerando al mismo tiempo cualquiera de los anteriores criterios. Debe tenerse en cuenta
que la autoevaluación puede no ser una medida válida del aprendizaje por estar midiendo en
realidad otras variables como la autoestima o el afán de agradar al profesor.
6) Evaluación comparativa con la persona del alumno.- Se compara al alumno con sus
propias características personales. Hay docentes que califican a sus alumnos en función de
cómo se portaron en clase, en función de cuán simpáticos son o en función de algún grado
de parentesco con ellos. Desde ya, estas evaluaciones no resultan válidas porque no estiman
aprendizajes sino otros rasgos no vinculables con esta variable.
4. Tipos de evaluación
Existe una enorme cantidad de maneras de evaluar. En lo que sigue, se proponen algunos
criterios para clasificar las diferentes formas en que puede evaluarse el aprendizaje.
1) Evaluación verbal y no verbal.- Según que lo que se evalúa sea una producción verbal o
una producción no verbal. Una producción no verbal puede ser una acción (por ejemplo
cuando el alumno debe aprender a manejar un vehículo, o cuando debe aprender a ser
actor), o el resultado de una acción (un dibujo, una escultura). Por su parte, la evaluación
verbal puede ser escrita u oral.
2) Evaluación escrita y oral.- Según que lo que se evalúa sea una producción verbal escrita u
oral. Las evaluaciones escritas pueden consistir en realizar una monografía), en responder
una serie de preguntas abiertas o cerradas. En las preguntas abiertas el alumno responde
libremente mediante una producción textual, mientras que en las segundas debe elegir entre
varias respuestas posibles preestablecidas.
En general, el examen escrito: a) Exige del alumno precisión en la sintaxis y en la gramática
para poder expresarse. Permite organizar el discurso y elegir las palabras con menos
apremio. b) No hay retroalimentación inmediata con el docente: lo escrito, escrito está. c)
Permite la resolución de ejercicios. d) Permite seleccionar el orden en que serán contestadas
las preguntas: el alumno adquiere tranquilidad si comienza respondiendo lo que sabe. e)
Puede adoptar una variedad de formas diferentes: tradicional, a libro abierto, domiciliario,
etc.
En cambio en general, el examen oral: a) Permite un lenguaje más coloquial, menos
formalizado. b) Permite al alumno detectar las reacciones del docente e ir ajustando sus
respuestas. c) Puede generar situaciones ambiguas: el alumno puede pensar haber dicho
algo y el docente no haberlo registrado. c) Si la primera pregunta no es contestada, ello
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puede influir en el ánimo del alumno. d) No es apto para comprobar saberes sobre
operaciones matemáticas. e) Puede adoptar formas diferentes: tradicional, en grupo, con
desarrollo de un tema específico, eligiéndose al azar un tema.
3) Evaluación cualitativa y cuantitativa.- Según el nivel de medición, la evaluación puede ser
cualitativa si el resultado de la evaluación se expresa sin números, y cuantitativa si se
expresa numéricamente.
Más allá de otras diferencias más técnicas, se puede distinguir entre las dos últimas escalas
en términos de si el 0 (cero) es un valor arbitrario que designa la presencia de aprendizaje
(escala de intervalos iguales), o si es un valor absoluto que designa la ausencia de
aprendizaje (escala de cocientes o razones). En el primer caso, el 0 puede designar el
promedio de calificaciones del curso y, por tanto, quien obtuvo 0 puede decirse que
aprendió, aunque no se haya destacado particularmente en ello. En el segundo caso, quien
obtuvo 0 puede decirse que no aprendió, o cuanto menos se considera que no lo hizo, como
cuando se califica con 0 al alumno que no concurre a dar un examen.
Las mediciones cuantitativas son bastante más precisas o exactas que las mediciones
cualitativas, es decir, ofrecen mayor cantidad de información acerca del aprendizaje logrado
por el alumno. Por ejemplo, puede ser más informativo decir que un alumno obtuvo 8 a decir
que obtuvo distinguido, ya que distinguido podría corresponder a un 8 o a un 9.
4) Evaluación objetiva y subjetiva.- La evaluación objetiva implica una “valoración mediante
una clave por la cual los evaluadores competentes arriban al mismo puntaje para una
determinada respuesta” (Székely B, 2000:395). Tal vez el ejemplo típico sea la evaluación
por multiple-choice, donde diferentes evaluadores concluirán invariablemente la misma
calificación. La evaluación objetiva puede satisfacer más al alumno en el sentido que le
garantiza que será medido con la misma vara que a los demás.
La evaluación subjetiva es “aquella que requiere juicios complejos del evaluador, por
ejemplo, los que deben aplicarse para valorar un examen de graduación” (Székely B,
2000:395). En este caso, diferentes evaluadores pueden arribar a distintas calificaciones.
Cuando se realiza una evaluación subjetiva, aumentan las probabilidades de que no cumpla
las expectativas del alumno, quien considerará arbitraria cualquier calificación inferior a la
que esperaba.
5) Evaluación formal e informal.- La evaluación formal considera aquellas producciones del
alumno explicitamente indicadas como instancias de acreditación. Por ejemplo: un examen
parcial. En cambio en la evaluación informal se consideran producciones que no son
instancias de acreditación. Por ejemplo: la calidad y la cantidad de las intervenciones del
alumno en clase. En este último caso, con frecuencia el alumno no advierte que está siendo
evaluado.
6) Evaluación continua y discontinua.- La evaluación continua es realizada en forma
permanente, incluso clase por clase, mientras que una evaluación discontinua desatiende los
rendimientos cotidianos centrándose en evaluaciones más distanciadas en el tiempo (por
ejemplo, el primero y el segundo examen parcial). La evaluación continua permite evaluar
más fácilmente procesos de aprendizaje, mientras que la evaluación discontinua es apta para
evaluar resultados del aprendizaje.
7) Evaluación de procesos y de resultados.- En la evaluación de procesos la atención está
puesta en cómo el sujeto va aprendiendo, mientras que en la evaluación de resultados está
puesta en los productos del aprendizaje. El aprendizaje del fútbol, por ejemplo, es evaluado
en términos de procesos si se atiende a cómo jugaron, y es evaluado en términos de
resultados si se presta atención a si ganaron o no. En otro ejemplo: hay docentes de
matemáticas a quienes les interesa la estrategia utilizada por el alumno cuando resolvió el
ejercicio más allá del resultado (evaluación de procesos), y otros a quienes les interesa sólo
el resultado, independientemente del método utilizado para llegar a él (evaluación por
resultados). La clasificación de la evaluación en términos de procesos o resultados puede ser
utilizada también como criterio de evaluación: un alumno será aprobado si pensó bien el
examen, o bien si llegó al resultado correcto.
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12) Evaluación según la etapa del aprendizaje.- César Coll (citado por Sanjurjo y Vera,
1992:135) distingue evaluación inicial, formativa y sumativa:
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A través de la red Internet, en principio se puede evaluar al alumno con los procedimientos
tradicionales de evaluación. Por ejemplo, a) un alumno puede enviar un trabajo escrito al
profesor vía e-mail y éste devolverle los resultados por el mismo medio; o b) el docente
puede tomar un examen oral mediante algún sistema de mensajería instantánea (chat).
Sin embargo, algunas características propias de Internet permiten nuevas modalidades de
evaluación. Según Fernández Lavié (2003), los tests de autocomprobación inmediata
constituyen la herramienta más explotada para evaluar el aprendizaje a través de Internet.
Básicamente se trata de cuestionarios de respuesta cerrada (por ejemplo uno para cada
tema de estudio) mediante los cuales el alumno puede evaluarse a sí mísmo en cualquier
momento que lo desee. Entre sus ventajas (Lavié Martínez, 2003) se cuentan las siguientes:
a) flexibiliza el momento en el que el alumno ha de realizar la evaluación: puede acceder a
estas pruebas en cualquier momento, de forma privada y en la comodidad de su propio
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En lo que sigue, y para terminar, se propone un sistema de evaluación escrita para los
niveles secundario y universitario que intenta aprovechar las ventajas de las preguntas de
elección múltiple (multiple-choice) y las preguntas de elaboración libre.
El sistema multiple-choice (elección múltiple) es un procedimiento de evaluación en el cual
se presentan al alumno varias alternativas donde debe indicar la correcta (o la más
correcta). Esta técnica presenta dos ventajas: a) objetividad: la calificación del alumno es
función de su rendimiento y no de las simpatías o antipatías del docente, quien al fin y al
cabo es un ser humano, y b) economía de tiempo: la puntuación de la prueba es muy rápida,
especialmente si se cuenta con una plantilla que marca automáticamente las opciones
correctas.
La gran desventaja es que este sistema permite evaluar resultados pero no procesos, es
decir, no evalúa cómo razonó el alumno para obtener un resultado que bien pudo haber sido
elegido por azar. Precisamente las preguntas de elaboración libre permiten evaluar esta
dimensión, ya que en ellas se solicita algún tipo de elaboración mental -en vez de datos
memorizados- que permitan detectar el modo en que el alumno procesa la información.
Desde ya, en otros casos interesan más los resultados que los procesos, como por ejemplo
cuando debe evaluarse si el alumno aprendió o no a andar en bicicleta, por cuanto el
resultado “anda bien en bicicleta” no puede adjudicarse al azar. Aún así, en estos casos
puede también interesar el proceso por el cual el alumno aprendió a andar en bicicleta:
siempre cabe la posibilidad de que cuando se le presenta un problema inesperado, no sepa
resolverlo porque hizo un mal aprendizaje (un mal proceso de aprender).
Las preguntas de elaboración libre.- Estas preguntas proponen pensar, elaborar un tema. No
es lo mismo preguntar “¿quienes fueron los inspiradores de la Revolución Francesa?” que
preguntar “¿qué enseñanzas supone usted que ha dejado la Revolución Francesa?”. En el
primer caso se evalúa la memoria, y en el segundo, el modo en que el alumno procesa la
información.
Una queja frecuente de los docentes es que cuando los alumnos responden este tipo de
preguntas suelen extenderse innecesariamente -respondiendo incluso cuestiones no
preguntadas-, en su afán de demostrar al profesor que ‘ellos saben’.
Habida cuenta que esta situación hace perder bastante tiempo al docente evaluador, cada
pregunta debiera ir acompañada de una consigna indicando la cantidad de renglones en que
debe ser contestada, lo que obliga al alumno a utilizar su poder de síntesis y permite al
mismo tiempo reconocer rápidamente cuando un alumno no puede dar una respuesta
adecuada.
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En lo que sigue se expondrán las características de dos tipos de enseñanza que se apartan
del clásico modelo de la enseñanza presencial formal: la enseñanza a distancia, que no es
presencial, y la enseñanza particular, que no es formal. Se trata casi con seguridad,
respectivamente, de las modalidades de enseñanza más moderna y más antigua en la
historia de la educación.
1. La educación a distancia
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vista del docente, la posibilidad de llegar a mayor cantidad de alumnos, incluso del exterior
del país.
La educación a distancia puede implementarse al menos mediante tres vías.
Vía postal.- Son los clásicos cursos por correspondencia donde docente y alumno
interactúan a través del correo postal. Por esta vía se puede enviar a los alumnos
material impreso, CDs, videos, etc.
Vía televisiva.- Los canales de televisión de aire o de cable pueden también ofrecer
cursos a distancia por esas vías.
Vía informática.- Implica la utilización de la red informática (internet, intranet, etc)
para la implementación de la educación a distancia.
Educación a distancia versus educación presencial.- Cada tipo de educación tiene sus
ventajas y sus limitaciones, como por ejemplo en lo referente a los siguientes ítems:
a) En la educación a distancia el alumno puede administrar su tiempo de manera que le
resulte más conveniente. En el modo presencial hay que cumplir horarios fijos.
b) La educación a distancia permite capacitar al mismo tiempo a un gran número de
personas de diferentes regiones geográficas sin desvincularlas de su hábitat, obligaciones
laborales o familias.
c) La educación a distancia requiere conocimientos informáticos, lo que suele costar más
esfuerzo a los alumnos adultos. La educación presencial no genera problemas en torno de la
tecnología.
d) En la educación a distancia el alumno está solo frente a la computadora, sin contacto
directo con compañeros o profesores, lo que puede desmotivarlo. En la educación presencial
la interacción directa ayuda a mantener la motivación del alumno. Señala Brunstein que
“estudiar a distancia requiere madurez para enfrentar el estudio solo y obliga a desarrollar la
autogestión y una capacidad mayor de resolución de problemas. Por eso debe haber un nivel
de compromiso muy alto y muchas ganas de aprender. El estudiante debe tener una buena
capacidad de lectura, porque casi todos los contenidos vienen por escrito, incluidas las
consignas del trabajo” (Brunstein, 2003).
e) En la educación presencial suele haber un feedback más rápido entre docente y alumno, lo
que acelera los tiempos de aprendizaje y evaluación del aprendizaje y la enseñanza.
f) La educación a distancia facilita la interacción con estudiantes de otros países y otras
culturas.
g) La educación a distancia permite la participación de un número muy amplio de alumnos,
porque no hay limitaciones de espacio. El espacio de aprendizaje donde interactúan en línea
docentes y alumnos se llama aula virtual.
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h) La educación a distancia suele ser más económica y requerir menos tiempo (como el
destinado en la educación presencial para desplazarse hasta el lugar de enseñanza).
i) La educación a distancia plantea una relación más personalizada con el alumno ya que el
docente parece tender más a responder los mensajes de los alumnos que a responder sus
inquietudes en las clases presenciales por cuanto debe darle una mayor contención al
encontrarse ‘solo’ frente a los materiales de estudio para evitar la deserción (Brunstein,
2003).
j) La educación a distancia no puede aplicarse a contenidos que requieren práctica, como la
medicina o el derecho.
k) Refiere Brunstein que “algunos especialistas admiten que por más que haya foros de
discusión, el trabajo en equipo no puede desarrollarse totalmente por Internet” (Brunstein,
2003).
1) Correo electrónico.- Es la opción más sencilla, y para utilizarla es suficiente con que
docentes y alumnos sepan utilizar un sistema de correo electrónico, al menos en lo referente
a enviar mensajes a uno o a varios destinatarios y adjuntar archivos (cuando hay que enviar
información), o bien a recibir mensajes y descargar archivos (cuando hay que recibir
información).
El docente, luego de haber programado su curso y elegido a los alumnos, les envía un primer
mensaje anunciándoles el curso, y en sucesivos mensajes irá enviándoles las clases y/o la
bibliografía complementaria en archivos adjuntos, mientras que los alumnos podrán ir
enviando a su vez sus dudas y trabajos utilizando las mismas vías.
Algunos servicios de correo electrónico como Hotmail y Yahoo, proveen herramientas para
enviar el mismo mensaje simultáneamente a varios destinatarios-alumnos, lo que representa
una interesante ventaja. En Hotmail hay que seleccionar la opción “Crear grupo”, mientras
que en Yahoo hay que escribir el nombre y e-mail de los alumnos, para luego seleccionar la
opción “Añadir lista”.
2) Sitios prediseñados.- Un sitio es un espacio virtual, por ejemplo en Internet, donde una
persona o una empresa pueden darse a conocer, y cuyo ‘domicilio’ suele comenzar con
http://www… Un sitio prediseñado es un sitio ya existente apto para impartir educación a
distancia. Una siguiente opción es, entonces, utilizar algunos sitios ya diseñados para ser
utilizados para ese propósito. Algunos de estos sitios prediseñados se ofrecen gratuitamente,
mientras que otros hay que pagar una suma de dinero para utilizarlos.
Existen ciertos sitios web llamados “Grupos” que son gratuitos y que, si bien no están
diseñados expresamente para educación a distancia, pueden ser igualmente utilizados con
este fin. Entre los más conocidos están los que ofrecen MSN, Yahoo, Ubbi o Elistas. Todos
ellos ofrecen la posibilidad de enviar mensajes a gran cantidad de personas, y de almacenar
archivos conteniendo clases o bibliografía. Incluso algunos permiten realizar encuestas y
tomar exámenes por esta vía (Elistas), mientras que otros ofrecen un servicio de Chat para
conversar en tiempo real (MSN y Yahoo).
Como ejemplo, se transcribe un texto donde un Grupo MSN ofrece a sus participantes intervenir
como docentes o alumnos en cursos mediante esa plataforma.
En nuestro grupo de Epistemología y Filosofía de la Ciencia nuestros participantes tienen ahora la
oportunidad de:
a) Dictar cursos como docentes.
b) Seguir cursos como alumnos.
c) Ambas cosas.
Los cursos pueden ser gratuitos o pagos. En este último caso, los docentes acordarán una forma
de pago directamente con sus alumnos, ya que nuestro grupo, al no perseguir fines de lucro, no
interviene en esta cuestión. El docente que ofrece un curso pago se arriesga a que otros
participantes puedan consultar las clases y la bibliografía por cuanto el nuestro es un sitio público,
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pero tiene el derecho de evaluar el aprendizaje o responder a las dudas solamente de quienes
abonaron el curso.
Si eres participante y quieres dictar un curso utilizando las herramientas de nuestro grupo,
deberás seguir las siguientes instrucciones:
1) Planificación.- Primeramente y antes de publicarlo, deberás planificar tu curso. Esto significa
que deberás tener claro, mentalmente o mejor por escrito, los objetivos del curso, el programa de
contenidos (directa o indirectamente relacionados con temas de Epistemología o Metodología de la
Investigación), un cronograma tentativo (actividades que se desarrollarán cada clase), la
bibliografía (en caso de existir), las estrategias didácticas a emplear (clases convencionales,
discusión grupal, ejercicios prácticos, etc) y finalmente la forma de evaluar (exámenes, etc) y los
criterios de evaluación.
2) Publicación.- Antes de darlo a conocer a los demás participantes, deberás incluir en la Sección
Documentos todo el material que luego utilizarán tus alumnos, tales como el programa de
estudios o la bibliografía. A tu pedido, alguno de los Administradores te abrirá una carpeta
especial titulada “Curso de…” y que contendrá todo ese material. Eventualmente también puedes
incluir imágenes en la Sección correspondiente.
3) Anuncio.- Ahora sí puedes anunciar el curso a los demás participantes. Para ello deberás abrir
en el panel General una nueva discusión titulada “Curso de…..”, y enviar el primer mensaje (por
ejemplo, especificando las características del curso, si será gratuito o pago, forma de pago, su
duración, e invitando a todos a inscribirse o simplemente a participar del mismo sin previa
inscripción). Si luego de un tiempo prudencial nadie responde, tu curso no habrá tenido demanda,
pero al menos lo habrás intentado.
4) Desarrollo.- En función de las respuestas que recibas, irás enviando nuevos mensajes
impartiendo tus clases, aclarando dudas, proponiendo exámenes de evaluación y devolviendo los
resultados. En cualquier momento, si lo deseas, podrás conversar en tiempo real con tus alumnos
en la sección Chat, en días y horas acordados de antemano por ti.
5) Cierre.- En algún momento finalizarás tu curso con un mensaje de despedida. Todos los
mensajes intercambiados podrás guardarlos, si así lo prefieres, en un archivo que incluirás en la
Sección Documentos.
Buena suerte!!! Pablo Cazau. Administrador - Buenos Aires, Abril 2004
3) Sitios diseñados.- Son sitios especialmente construidos para el curso que se quiere dictar,
y son por lo tanto mucho más personalizables que los sitios prediseñados, de formato
estándar. El sitio diseñado puede ser construído por el mismo docente si acaso tiene los
conocimientos necesarios (por ejemplo, debe saber utilizar como mínimo algún editor visual
de html, como FrontPage o DreamWeaver), o bien puede encargar su construcción a algún
profesional, lo que implicará invertir una -a veces importante- suma de dinero.
Los sitios diseñados ad hoc, así como también los prediseñados, contienen una barra de
navegación donde están incluidos diferentes aspectos del proceso educativo. Algunos de
estos elementos pueden ser los Mensajes públicos o privados (intercambios epistolares entre
docente y alumno), los Foros de discusión (que ofrecen un lugar de debate y puesta en
común entre los alumnos y los profesores), la Agenda (cronograma del curso día por día o
semana por semana, fechas de entrega de trabajos, etc), la Biblioteca (material de estudio
que puede incluir desde documentos Word hasta presentaciones Power Point), el Chat (útil
para tutorías, clases y conferencias a distancia, etc), los Exámenes (por ejemplo
cuestionarios de evaluación multiple-choice), la Evaluación (resultados de los exámenes), y
otros elementos como Lista de alumnos, Novedades, etc.
Tanto en las plataformas prediseñadas como en las diseñadas ad hoc intervienen personas
que cumplen diferentes roles, y una misma persona puede cumplir uno o más de estos roles:
a) el administrador, que cuida que el sitio funcione bien desde el punto de vista técnico; b) el
director o coordinador del curso; c) los docentes; y d) los alumnos.
Quienes no operan como administradores pueden tener alguna dificultad para manejarse en
el espacio virtual por falta de experiencia, en cuyo caso los cursos suelen estar precedidos
por un ‘mini-curso’ para aprender a manejarse en un curso a distancia.
Los sitios diseñados ad hoc suelen ser más fáciles de manejar para el usuario novel. Al
ingresar a un sitio de este tipo, docentes y alumnos se podrán encontrar con algo parecido a
lo siguiente:
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Docentes: Lic. Maricel Giuliani, Lic. María Marta De Los Santos, Lic. Pablo Cazau, Lic. Patricia
Graizman
Presentación Presentación
Novedades
Enviar mensajes Bienvenidos al Curso de Posgrado de Psicopedagogía Laboral.
Leer mensajes
De ahora en adelante esta será nuestra aula virtual.
Programa
Puedes recorrer este espacio haciendo click en los diversos enlaces de la
Cronograma
izquierda.
Clases
Equipo docente Cada vez que ingreses, entérate de las Novedades.
Asignaturas Puedes enviar mensajes públicos en Enviar mensajes.
Lista de alumnos Puedes leer mensajes públicos en Leer mensajes.
Sala de chat Para enviar un correo privado a un docente, busca su mail en Equipo Docente.
Trabajos de alumnos Para enviar un correo privado a un compañero, busca su mail en Lista de
Bibliografía alumnos.
Consignas exámenes En la Sala de chat podrás charlar con tus compañeros, previo arreglo de día y
Calificaciones hora.
Tus trabajos serán publicados en Trabajos de alumnos.
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Utilidad.- Existen por lo menos tres utilidades básicas, no excluyentes entre sí:
1) Seguir un curso permite abultar el currículum, en especial si está certificado o avalado por
una institución prestigiosa. Por ejemplo, seguir un curso de posgrado.
2) Seguir un curso permite obtener un conocimiento que podrá ser útil, e incluso permitirá
trabajar en algo y ganar dinero. Por ejemplo, seguir un curso de jardinería, de magia, de
actualización en clínica médica o de capacitación laboral.
3) Seguir un curso permite satisfacer un deseo natural de saber que va más allá de cualquier
utilidad práctica. Por ejemplo, seguir un curso de literatura china.
Por supuesto, tampoco faltará quien hace un curso porque quiere saber cómo es hacer un
curso por Internet, o aquel otro que quiere hacer un curso porque lo dicta una profesora
sensual. Una vez que tenemos claro que el curso que seguiremos nos será de utilidad en
cualquiera de los sentidos indicados, queda aún por resolver el problema de su calidad (salvo
en el caso de la profesora sensual).
Sugerencias.- Nuestras sugerencias a los interesados en hacer cursos son, en suma, las
siguientes: 1) Si su único interés es hacer un curso para abultar el currículum, no lo dude:
elija aquel que esté avalado por la institución de mayor prestigio. Total, lo que interesa es el
aval, no el saber. 2) Si su interés es saber más, sea por una cuestión práctica o por mera
curiosidad, dele más importancia a su propio criterio y, antes de iniciarlo, solicite información
sobre el docente, el programa analítico, las estrategias didácticas, los procedimientos de
evaluación, y, si es posible, pedir una demo. No estará de más tampoco preguntar su
parecer a quien ya lo hizo. 3) El curso ideal -raro de encontrar- es aquel que no sólo tiene
calidad didáctica y de contenidos, sino aquel que permite al mismo tiempo abultar el
currículum, obtener un saber práctico y satisfacer nuestra natural curiosidad.
2. La enseñanza particular
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olvida el concepto que se pretendió ejemplificar. Un rasgo obsesivo puede, por su parte, no
advertir la diferencia entre la idea principal y el detalle porque "todo es importante".
9) "El profesor particular me obliga a estudiar". Funciona aquí el profesor-superyo que
impone al alumno una disciplina que este no puede imponerse. Es el alumno obedecedor que
necesita que le digan cosas como "para la próxima me tiene que saber bien este tema, y no
acepto excusas", que necesita un apuntalamiento externo que les planifique qué y cuánto
estudiar cada día. Delegan así en el docente particular esta función, y, si les va mal en el
examen, será porque "el profesor no me exigió como era debido".
10) "El profesor particular es bondadoso y me trae buena suerte". El docente particular es
aquí la contrafigura del profesor oficial terrible, constituyéndose en una suerte de amuleto
que lo protegerá de sus ataques o en un regazo que podrá consolarlo y contenerlo
emocionalmente.
Y nunca faltan esos profesores terribles para los que tomar examen es una inmejorable
ocasión para ejercer el sadismo. Un buen vínculo afectivo con el alumno es, sin embargo, la
mejor garantía para aprender, y esto es a veces buscado en el docente particular.
En síntesis: si el docente particular no advierte de entrada estas necesidades mencionadas y
por ejemplo se comporta bondadosamente cuando el alumno necesita un profesor
superyoico, o insiste en enseñar a quien tiene trastornos de aprendizaje, su labor habrá
terminado en fracaso.
Para qué no es útil un profesor particular.- Hay cuatro motivaciones principales que impulsan
a estudiar a los alumnos universitarios: tener un título para trabajar, abultar el currículum,
aprobar un examen, y simplemente, aprender.
Un profesor particular es particularmente útil en los dos últimos casos. Quienes sólo buscan
aprender son poquísimos. En mi experiencia como profesor particular, la gran proporción de
alumnos son los que buscan auxilio para aprobar un examen.
Cuando se trata, sin embargo, de obtener un título o abultar el currículum, como profesor
particular no satisfago las expectativas del alumno, ya que yo mismo no soy ninguna
universidad que pueda otorgar títulos o certificados reconocidos.
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Otras veces, es un síntoma que puede ser advertido por las máximas autoridades de la
institución educativa, la que, entonces, decidirá observar, cuestionar o reconvenir la
estrategia didáctica de su docente.
Frecuentemente, no es el tanto el profesor quien rechaza a los profesores particulares, sino
la misma institución educativa, alertada por ejemplo ante el hecho de que muchos alumnos
encargan la realización de un examen domiciliario o una monografía a un docente particular.
Una importante universidad privada de nuestro medio llegó a sostener, en un boletín
publicado en 1998, que "al que quiere correr el riesgo de perder una carrera universitaria por
buscar ayuda ajena, plagiar o copiarse, se está engañando como profesional. Y debe tener
en cuenta que, de ser sorprendido en una falta de esta naturaleza, lo va a acompañar
durante muchos años una sanción moral y administrativa que será una mancha en su
honor".
Respecto de los profesores oficiales que aceptan que sus alumnos vayan a un docente
particular, puedo mencionar el caso de uno de ellos a cuyos alumnos tuve oportunidad de
preparar durante varios años. Este profesor sabía que casi todos sus alumnos consultaban a
un docente particular, y hasta se sentía orgulloso de ello porque podía contar con un
‘traductor’ de sus clases, que solían ser muy difíciles. En estos casos, yo me había permitido
una amplia libertad en la forma de dar los temas, ya no había problemas que en los
exámenes se descubriera mi ‘estilo’, y, por tanto, los alumnos no corrían el riesgo de que los
bocharan por haber consultado a un docente particular.
Respecto de los profesores oficiales que no aceptan que sus alumnos vayan a un docente
particular, en cambio, la estrategia debe cambiar, siempre para beneficio de los alumnos: la
forma de enseñar debe ajustarse lo más posible a la forma de enseñar de la cátedra para
que en los exámenes no se note la diferencia.
Uno de los errores que cometí en mis primeros tiempos como docente particular consistió en
dar mis propios ejemplos para tornar más comprensible el tema. El resultado fue que
muchos alumnos dieron en los exámenes esos ejemplos ajenos a la cátedra, la profesora se
dio cuenta y utilizó la situación para bochar a muchos de ellos. Desde entonces, acostumbro
a dar exactamente los mismos ejemplos y hasta utilizar la misma forma de explicar los
temas, para que los alumnos no puedan tener los problemas referidos. El mérito del docente
particular residirá, entonces, en la habilidad de explicar las cosas casi del mismo modo...
pero logrando que los alumnos entiendan.
La ética del profesor particular.- Se dice que el profesor particular es un mal necesario, o
que es alguien que se aprovecha de la incompetencia didáctica de la institución educativa,
del mismo modo que el médico se aprovecha del hecho de haber enfermedades, o que el
abogado se aprovecha de la existencia de desacuerdos entre las personas.
La ética del profesor particular no pasa, sin embargo, por 'aprovecharse' de que hay
docentes que no pueden, no quieren o no saben enseñar, sino por atender la demanda del
alumno de una manera responsable, lo que significa poner en un primer plano sus
necesidades de aprender y saber. Así como en medicina lo más importante es el paciente, así
también en la docencia lo más importante es el alumno. Las siguientes son algunas
prescripciones que guían mi tarea diaria como docente particular.
1) Identificar qué busca el alumno en el profesor particular, y actuar el consecuencia. ¿Busca
un explicador? ¿Un verificador de conocimientos? ¿Un compañero de estudios? ¿Alguien que
lo obligue a estudiar? ¿Un conocedor de chismes de la cátedra y costumbres de los
profesores al tomar examen?, etc.
2) No ser simultáneamente profesor particular y profesor en la facultad del mismo alumno,
especialmente si le tomará examen, ya que me sería muy difícil ser objetivo e imparcial en
esta última situación.
3) No enseñar cosas de más, ni cosas de menos, aunque, de todas formas, esto es lo que
mejor suele vigilar el alumno. Sin embargo, aún enseñando los temas que el alumno precisa,
no cabe prolongarlos innecesariamente, por ejemplo impidiendo grabaciones, lentificando las
explicaciones más allá de lo necesario, etc.
4) Cobrar por enseñar. Si es mucho o poco, esto dependerá de la relación entre oferta y
demanda, y de la calidad de la enseñanza impartida. En cierta universidad privada, hubo
ocasiones en que no se cobró por enseñar sino por no enseñar: los alumnos podían no
cumplir ciertas horas-cátedra... a condición de que pagaran. Si esta norma se extendiese a
toda la carrera, llegaríamos al absurdo de pagar 30.000 dólares para recibir un título de
grado sin haber asistido nunca a clases y sin haber rendido exámenes de ningún tipo.
Es tan antiético cobrar y no ayudar, como ayudar sin cobrar. Esto último concierne al
comportamiento del profesor no en relación a los alumnos ni a los colegas, sino consigo
mismo. Cobrar y ayudar al mismo tiempo no implica, desde ya, contradicción alguna.
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153
154
154
155
ANEXOS
ANEXO 1
CUESTIONARIO DE EVALUACIÓN DOCENTE Presentación
El presente Cuestionario fue diseñado para los niveles educativos terciario y universitario.
Se trata de una versión de prueba (Beta), ya que aún no fue determinada su validez ni su
confiabilidad.
Es posible que no estén contemplados ciertos ítems que también forman parte del
desempeño docente, o que estén contemplados ítems que no forman parte del mismo. Los
ítems consignados en este Cuestionario son, a juicio del autor, necesarios y suficientes para
evaluar este desempeño.
A continuación se describen los procedimientos de administración, puntuación e
interpretación, y algunos procedimientos para sintetizar la información sobre un docente en
particular.
1) Administración
2) Puntuación e interpretación
Finalmente, puede resumirse la información de los alumnos sobre cada docente (ver hoja
adjunta). La planilla 1 muestra resultados generales, y la planilla 2 muestra resultados más
específicos (por ejemplo, los totales de cada ítem indican en qué aspectos el docente fue
mejor o peor evaluado).
155
156
Fecha: Asignatura:
(1) Su nombre no será dado a conocer al docente. Eventualmente este podrá recibir un resumen de la
evaluación del conjunto de los alumnos, sin identificarse a ninguno en particular.
Marque con una cruz una de las tres opciones de cada ítem. Responda todos los ítems.
Más allá de la simpatía o antipatía que siente por el docente, intente ser objetivo en sus
respuestas.
asignatura.
clase.
tema.
actividades.
12. Es autocrítico. 3 2 1
10 9 8 7 65 4321
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157
------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------
------------------------------------------------------------------------------------------------------
--------------
157
158
Planilla 1
Planilla 2
Alumn Items
o 1 2 3 4 5 6 7 8 9 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0 1 2 3 4 5 6 7 8 9
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
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16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
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159
Totales
ANEXO 2
CUESTIONARIOS DE ESTILOS DE APRENDIZAJE Y ESTILOS DE ENSEÑANZA SEGÚN
EL MODELO HERRMANN
Rodee con un círculo, en cada rasgo, la frase que le parezca más próxima a su
comportamiento (ver al final planilla de resultados). Por ejemplo, rodee con un círculo la
expresión CI si ha elegido la frase "a" para el ítem "Para qué sirve la escuela?". Puede
marcar dos frases si la elección de una sola le resulta realmente imposible. Este cuestionario
no intenta averiguar si usted es mejor o peor alumno, sino cuál es su estilo personal como
tal.
2. La vida escolar
a) En la escuela detesto los reglamentos, hay que obedecer a los timbres o la campana, y
llegar a horario... si me pongo a pensar en otra cosa... me castigan.
b) La escuela estaría bien si no hubiera profesores porque en ella se encuentra uno con sus
compañeros; desgraciadamente hay que estar callado y trabajar.
c) Me gusta la escuela y creo que es útil para llegar a ser algo en la vida. Lamento que no
todos los profesores sean capaces de hacernos progresar con suficiente rapidez.
d) La escuela es importante, por eso no me gusta que los profesores se ausenten o que
sean incapaces de hacer callar a los que nos impiden trabajar.
a) Me gustan los profesores que dan por escrito el plan detallado del año. Con ellos se sabe
adonde se va.
b) Me gustan los profesores que terminan el programa. Es importante terminarlo para estar
en buenas condiciones al comenzar el curso siguiente.
c) No me gustan los profesores que rechazan una discusión interesante para poder terminar
la lección. Creo que es necesario saber dar a las clases un ambiente distendido.
d) Me gustan mucho los profesores que actúan como si no hubiese programa, hablan de
temas apasionantes y se detienen en ellos mucho tiempo.
5. Métodos de aprendizaje
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c) Trabajo siempre en el mismo sitio y a la misma hora; hago punto por punto lo que me
han aconsejado. Me gusta tener cosas que hacer en casa.
d) Trabajo solo y bastante deprisa, sé exactamente cómo hacer el trabajo que me han
asignado; me concentro y no dejo que nada me distraiga antes de terminar.
6. Trabajo en grupo
a) Me gusta el trabajo en grupo, se divierte uno, se discute, se cambia; siempre sale algo
de ello.
b) El trabajo en grupo es eficaz si está bien planeado; es necesario que las instrucciones
sean muy claras y que el profesor imponga su disciplina.
c) No me gusta el trabajo en grupo, hay que seguir las instrucciones y respetar las
opiniones de los compañeros; no consigo hacer valer mis ideas originales, tengo que seguir
la ley del grupo.
d) El trabajo en grupo casi nunca es eficaz, siempre hay compañeros que se aprovechan de
él para no hacer nada o hablar de otra cosa... no se puede trabajar seriamente.
a) Estudio los temas seriamente para cualquier examen. Analizo en primer lugar el
enunciado y hago un plan claro y lógico.
b) Cuando sé que va a haber un examen preparo bien mi material, hojas, estuche, etc., Me
preocupo principalmente de presentar bien mi trabajo, pues sé que los profesores le dan
mucha importancia.
c) A veces tengo malas notas en los exámenes porque leo muy de prisa el enunciado, me
salgo del tema o no aplico el método adecuado. Soy distraído e independiente.
d) No me gusta encontrarme solo ante mi hoja. Me cuesta trabajo concentrarme, hago
cualquier cosa para atraer al profesor, le pregunto cosas, miro a mis compañeros y les pido
que me apunten.
a) Doy mucha importancia a las notas, pregunto por el criterio que se va a aplicar antes de
comenzar mis exámenes. Apunto todas mis notas y trazo mis gráficas para cada asignatura
para verificar mi marcha a lo largo del curso.
b) No apunto mis notas, conozco más o menos mi nivel y cuando lo necesito pido mis notas
a los profesores para sacar el promedio.
c) Guardo todos mis exámenes calificados, sumo los puntos cuidadosamente porque he
observado que muchos profesores se olvidan de los medios puntos y los cuartos de punto.
d) Cuando he realizado un examen trato de saber mi nota lo antes posible; si encuentro al
profesor, le pregunto si lo he hecho bien y qué nota he tenido; no dudo en pedirle que me
ponga un poco más.
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161
11. Lecturas
a) Leo con mucha atención, no dejo pasar nada; leo incluso las introducciones y las notas al
pie de página. No me gusta dejar un libro cuando he comenzado a leerlo y lo termino
siempre, incluso cuando me parece aburrido.
b) No leo jamás o casi nunca, salvo los libros que me aconsejan o imponen los profesores.
c) Me gusta mucho que me aconsejen libros, los busco y los prefiero a los otros. Leo
muchas novelas, me gustan las historias emocionantes, me hacen soñar.
d) Leo muchos relatos de aventuras o de ficción; cuanto más extraordinarias son las
historias, más me gustan; me hacen soñar.
12. Idiomas
a) Soy bastante bueno para los idiomas, me gusta hablar e intercambiar opiniones. A veces
no dejo que los demás expresen su opinión. Por escrito soy menos bueno.
b) Conozco bien las reglas gramaticales y soy bueno cuando escribo; tengo menos facilidad
en lo oral.
c) Aprendo de memoria el vocabulario; sin embargo mis resultados son medianos; me
cuesta trabajo construír frases y no tengo buen acento.
d) Retengo con facilidad las expresiones típicas y tengo buen acento. Cuando no encuentro
la palabra exacta me las arreglo para salir del paso.
1) En esta Planilla de resultados rodee con un círculo la opción elegida. Por ejemplo, si para
la pregunta 1 eligió la opción a, rodee con un círculo la expresión CI.
RASGO a b c d
1. Para qué sirve la escuela? CI LI LD CD
2. La vida escolar CD LD CI LI
3. Relaciones con los profesores LD LI CD CI
4. Importancia del programa LI CI LD CD
5. Métodos de aprendizaje CD LD LI CI
6. Trabajo en grupo LD LI CD LD
7. Actitud durante un examen CI LI CD LD
8. Preguntas orales en matemáticas LI CI LD CD
9. Sensibilidad a las calificaciones CI CD LI LD
10. Materias preferidas LD CI CD LI
11. Lecturas LI CI LD CD
12. Idiomas LD CI LI CD
Por ejemplo si usted rodeó con un círculo la expresión CI 6 veces, al multiplicar este valor
por 20 obtendrá 120 puntos, que es el puntaje que le corresponde a CI. Esto significa que
usted tiene una gran preferencia por el estilo de aprendizaje CI (Cortical Izquierdo). En
general, un puntaje superior a 66 indica preferencia neta, un puntaje inferior a 33 indica no
preferencia, y un puntaje entre 33 y 66, preferencia intermedia.
Modificado por P. Cazau a partir de Chalvin Marie Joseph, "Los dos cerebros en el aula", TEA Ediciones,
Madrid, 1995.
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Rodee con un círculo, en cada rasgo, la frase que le parezca más próxima a su
comportamiento (ver al final planilla de resultados). Por ejemplo, rodee con un círculo la
expresión CI si ha elegido la frase "a" para el ítem "Personalidad".
Puede marcar dos frases si la elección de una sola le resulta realmente imposible.
Este cuestionario no intenta averiguar si usted es mejor o peor docente, sino cuál es su
estilo personal como profesional de la enseñanza.
1. Personalidad
a) Rechazo las primeras impresiones sobre mis alumnos. Quiero pruebas, aplico muchos
tests para conocer su nivel y ayudarles a progresar.
b) Les controlo bien desde el principio del curso y les acostumbro al método; saben lo que
tienen que hacer y así yo no tengo problemas.
c) Doy prioridad a la relación con mis alumnos: lo esencial es que ellos se sientan bien, así
se pasa mejor.
d) A veces me falta estructura, pero mi punto fuerte es mi capacidad para hacerles entender
las cosas más difíciles a través de imágenes, historias o juegos de palabras.
a) En general, me gusta preparar las clases sobre un tema distinto o secundario para
entretenerme.
b) En mis clases reservo una parte importante a la improvisación.
c) Me canso más preparando mis clases que dándolas; previamente preparo una forma de
avanzar precisa y cronometrada, y lo único que tienen que hacer los alumnos es ejecutarla.
d) Antes de elaborar el material de una clase tengo necesidad de preparar un desarrollo
lógico y racional.
5. Programa
a) Para mí, el programa constituye un fastidio. Trato las grandes líneas y los puntos
esenciales.
b) La forma de avanzar en mi programa depende sobre todo de la reacción de los alumnos;
si es necesario para ellos voy más lento.
c) A la vuelta de las vacaciones elaboro mi plan para el curso; en caso de que surjan
imprevistos, trato rápidamente algunos puntos pero termino siempre mi programa.
d) Cada año, me construyo un esquema preciso para tocar todos los puntos del programa.
6. Control de la enseñanza
a) Cuando hago un control, tengo tendencia a multiplicar las indicaciones y las precisiones
sobre las preguntas para dar pistas a los alumnos.
b) Pregunto solamente cuestiones globales y me doy cuenta de que son demasiado vagas
para mis alumnos.
c) Todo control lleva consigo cuestiones precisas y claras para redactarlas en un tiempo
limitado, idéntico para todos; impongo un modelo de presentación que debe ser respetado.
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8. Soportes pedagógicos
9. Reuniones docentes
a) Tengo tendencia a intervenir mucho para defender a mis alumnos; incluso intento que
mis colegas tomen posiciones a su pesar.
b) Espero que me lo pidan e intervengo. A veces se ha recurrido a mí para ciertas
informaciones porque tengo mi programa y mis fichas en orden.
c) Cuando hay que intervenir en un caso difícil, presento hechos y cifras. A veces pido
aclaraciones a mis colegas para analizarlas detalladamente y tomar una decisión objetiva.
d) Con frecuencia me distraigo, a veces me llaman al orden, pero tengo buena intuición con
mis alumnos; a veces tienen en cuenta mi opinión.
a) Mi objetivo es lograr de mis alumnos una toma rápida de apuntes. Escribo poco en el
pizarrón. Insisto en la asimilación de la parte teórica de la clase.
b) A pesar de mis buenas intenciones, me cuesta trabajo mantenerme dentro de los límites
de la lección. Hago disgresiones y a veces cometo errores por distracción.
c) Mi plan está escrito en la pizarra y mi material preparado antes de que entren los
alumnos, no dejo nada al azar. La clase se desarrolla siguiendo las normas establecidas con
anterioridad, y los alumnos las conocen.
d) Para mí lo importante es establecer contacto con la clase y trabajar en un ambiente
distendido.
1) En esta Planilla de resultados rodee con un círculo la opción elegida. Por ejemplo, si para
la pregunta 1 eligió la opción a, rodee con un círculo la expresión CI.
RASGO a b c d
1. Personalidad CI CD LI LD
2. Relación con los alumnos CI LI LD CD
3. Relación con los colegas LD LI CI CD
4. Preparación de las clases LD CD LI CI
5. Programa CD LD LI CI
6. Control de la enseñanza LD CD LI CI
7. Evaluación del aprendizaje CI LI CD LD
8. Soportes pedagógicos CD LD LI CI
9. Reuniones docentes LD LI CI CD
10. Actitud en clase CI CD LI LD
163
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Por ejemplo si usted rodeó con un círculo la expresión CI 6 veces, al multiplicar este valor
por 20 obtendrá 120 puntos, que es el puntaje que le corresponde a CI. Esto significa que
usted tiene una gran preferencia por el estilo de aprendizaje CI (Cortical Izquierdo). En
general, un puntaje superior a 66 indica preferencia neta, un puntaje inferior a 33 indica no
preferencia, y un puntaje entre 33 y 66, preferencia intermedia.
Fuente: Chalvin Marie Joseph, "Los dos cerebros en el aula", TEA Ediciones, Madrid, 1995.
ANEXO 3
TRABAJO PRÁCTICO SOBRE COMPRENSIÓN Y MEMORIZACIÓN
Comprensión y memorización
Pablo Cazau
Buenos Aires, Mayo 1999
La presente ejercitación tiene como propósito principal enseñar en un nivel muy elemental
cómo se realiza un experimento en psicología destinado a probar la hipótesis según la cual
uno de los factores que influyen sobre la memorización de palabras es la comprensión de su
significado.
164
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El presente experimento se ajusta a las pautas del diseño experimental bivariado de sólo
después (Selltiz C y col, 1980, Métodos de investigación en las relaciones sociales. Madrid:
Rialp), también llamado diseño de grupo de control con postest únicamente (Campbell D y
Stanley J, 1995, Diseños experimentales y cuasiexperimentales en la investigación social.
Buenos Aires: Amorrortu).
Listas de palabras
Lista 1 Lista 2
Maestro Gingival
Castillo Siderúrgico
Estufa Lordosis
Perro Estamento
Desierto Prurito
Lámpara Rescoldo
Arbol Basilisco
Alumno Asíntota
Títere Monserga
Hamaca Gárgola
Grupo 1 Grupo 2
Sujeto Cantidad de palabras Sujeto Cantidad de palabras
recordadas recordadas
1 1
2 2
3 3
4 4
etc etc
Total Total
Promedio Promedio
ANEXO 4
TRABAJO PRÁCTICO SOBRE DOMINANCIA MANUAL Y OCULAR
La presente ejercitación para los alumnos tiene como propósito principal enseñarles en un
nivel muy elemental cómo realizar una investigación sobre lateralidad en psicología,
destinada, en este caso, a poner a prueba la hipótesis que establece una asociación
estadística entre dominancia manual y ocular.
Comenzamos explicándoles a los alumnos que vamos a realizar una investigación para
averiguar qué relación hay entre dos variables: la dominancia manual y la dominancia
ocular. Es decir, intentaremos responder interrogantes del tipo ¿Son totalmente
independientes? ¿Están asociadas estadísticamente?
Definimos previamente cada variable y especificamos la manera en que vamos a medirlas.
La dominancia manual de una persona hace referencia a cual es la mano que manifiesta usar
con preferencia a la otra, y, por lo tanto, la forma de medirla será mediante el interrogatorio.
Por ejemplo: ¿es usted zurdo o diestro?
La dominancia ocular de una persona hace referencia a cuál de ambos ojos es el organizador
de sus experiencias visuales, o el configurador de su campo perceptivo visual. Una persona
puede entender qué significa dominancia manual porque sabe qué significa ser zurdo o
diestro, pero no sucede lo mismo con la dominancia ocular: si le preguntáramos cuál es su
ojo dominante, no sabría qué respondernos.
Por ello, para medir esta otra variable debemos hacerle una prueba y, en este caso,
tomaremos una muy sencilla de ejecutar y evaluar. Le pedimos al sujeto que extienda los
brazos hacia adelante y una las puntas de sus dedos índices entre sí, y las puntas de sus
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166
dedos pulgares entre sí, de manera que quede una 'ventanita' con forma triangular, que se
dispondrá verticalmente de manera de poder ver a través de ella.
Le pedimos a continuación que elija un objeto algo pequeño que esté a dos o tres metros y
que lo enfoque en el centro del triángulo. Sin moverse, le pedimos que cierre un ojo: si el
objeto permanece aproximadamente en el centro del triángulo, el ojo abierto es su ojo
dominante. Cuando al sujeto le pedimos luego que cierre el otro ojo, comenzará a ver con su
ojo no dominante y verá el objeto fuera del centro del triángulo, y hasta a veces fuera del
campo visual.
Desde ya, existen otras formas de medir estas variables con una mayor precisión. De Quirós
y DellaCella (1971) describen diversas pruebas de dominancia manual y ocular. No obstante
nos ajustaremos a las indicadas para simplificar la experiencia. Por esta misma razón,
también hemos considerado solamente dos categorías para cada variable: zurdo y diestro
para una, y ojo izquierdo y ojo derecho para la otra, excluyendo las categorías ambidextro y
ambiocular. Reducir variables a sólo dos categorías es lo que se llama dicotomizar variables.
Pedimos algunos voluntarios que serán los 'investigadores', que podrían ser un 10% del total
de los alumnos. Ellos medirán la dominancia manual y ocular a cada uno de los restantes,
que serán los 'sujetos' voluntarios. A medida que va ocurriendo esto, se vuelca la
información en una matriz de datos (esquema 1), y luego, desde allí, se cruzan las variables
en un cuadro de doble entrada (esquema 2). En este cuadro lo que debe indicarse son
números denominados frecuencias. Por ejemplo, en el cruce de zurdo y ojo derecho se
pondrá la cifra 3, si se encontraron tres alumnos zurdos con el ojo derecho dominante.
En ambos esquemas hemos colocado resultados imaginarios. Del cuadro del esquema 2
surge que el total de sujetos de la muestra fue de 39. A estos cuadros donde se cruzan
variables con dos categorías cada una se los suele llamar cuadros de 2x2.
Esta experiencia admite variantes, entre las cuales mencionaremos dos. Una primera
variante podría considerar tres categorías para cada variable, es decir, incluyendo las
categorías ambidextro para dominancia manual y ambiocular para dominancia ocular. En
este caso, los resultados de volcarán en un cuadro de 3x3 (esquema 3).
Una vez que se han organizado y resumido todos los datos en el cuadro cruzado, se pide a
los alumnos que analicen los resultados en términos de pensar si, a juzgar por las
frecuencias obtenidas, podría o no haber asociación entre las dos variables. Por ejemplo, el
cuadro del esquema 2 nos indica que hay muchos sujetos donde coincide la dominancia
manual con la ocular, y muy pocos donde no coinciden. Más específicamente, hay muchos
sujetos diestros con el ojo derecho dominante, y muy poco sujetos diestros con el ojo
izquierdo dominante, lo que nos estaría sugiriendo una fuerte asociación entre las dos
variables.
Este tipo de análisis es muy aproximado, y se basa en una estimación subjetiva realizada
sobre la simple lectura de las frecuencias observadas. En las investigaciones reales, no se
usan estas estimaciones intuitivas sino otras estimaciones más objetivas, basadas en
pruebas estadísticas. Si los alumnos tienen ya conocimiento de ellas, esta ejercitación puede
incluír el tratamiento estadístico de los resultados, pero antes de referirnos brevemente a
ellos, hablemos de una segunda variante de ejercitación.
Un ejemplo de prueba de dominancia manual podría consistir, por ejemplo, en pedir al sujeto
que agarre una de sus manos con la otra: la mano 'agarradora' corresponderá a la mano
dominante; y un ejemplo de prueba de dominancia ocular podría consistir en pedir al sujeto
que guiñe o que cierre un ojo: el ojo que no cierra será el ojo dominante. La ejercitación
consistirá entonces en establecer -con el mismo procedimiento que hemos descrito para
dominancia manual y ocular- si hay o no asociación entre dominancia manual y la prueba de
la mano que agarra la otra, o también en establecer si hay o no asociación entre dominancia
ocular y la prueba del ojo que se cierra. En caso de que encontremos una asociación
perfecta, las pruebas respectivas nos podrán servir como instrumentos de medición de las
variables dominancia manual u ocular.
166
167
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1. Matriz de datos
ANEXO 5
TRABAJO PRÁCTICO SOBRE LA REPRESENTACIÓN ESPACIAL DEL TIEMPO
Enseñar a los alumnos a investigar no es tan difícil cuando se les propone hacer una
investigación. En tanto contenido de enseñanza procedimental, es algo que sólo puede
aprenderse haciéndolo. Presentamos aquí a los docentes un plan para enseñar a investigar,
que también constituye un plan de investigación para cualquier interesado en el tema.
1) Se propone realizar una investigación sobre cómo las personas se representan
espacialmente el tiempo según su edad. Para que los alumnos comprendan el concepto de
representación espacial del tiempo (RET), se pueda hacer pasar al frente a un voluntario y le
preguntamos que señale con la mano hacia dónde ubicaría su futuro, su pasado y su
presente. El alumno podrá señalar por ejemplo hacia adelante y arriba, hacia atrás y abajo,
etc., y con esta breve demostración habremos aclarado en la práctica el concepto de RET.
2) Identificamos cuales son las dos variables principales a investigar, y cuáles sus funciones.
La variable independiente es la edad (aunque también pueden considerarse el sexo, la
lateralidad, la cultura, el nivel de instrucción, el nivel de inteligencia, el tipo de inteligencia,
la localización de lesiones cerebrales, etc.). Por otro lado, la variable dependiente será la
representación espacial del tiempo (RET), por cuanto suponemos conjeturalmente que esta
representación espacial 'dependerá' de la edad de la persona.
3) Aclaramos que en principio, la investigación propuesta puede consistir en un estudio
transversal (comparar las producciones de muchas personas aquí y ahora), o en un estudio
167
168
longitudinal (comparar las producciones de una misma persona cada mes o año). En
cualquiera de ambos casos podremos llegar a averiguar, respectivamente, la estabilidad
interindividual o la estabilidad intraindividual de la representación espacial del tiempo. Es
obvio que, para llevar a cabo una práctica de investigación en el aula, resultará más viable
encarar un estudio transversal.
4) Cada alumno deberá administrarle la prueba a unas 10 personas, incluido él mismo,
procurando conseguir la mayor heterogeneidad etaria. Se administrará la prueba a sujetos
mayores de 7 años, porque en general es a partir de esa edad que pueden entender las
consignas.
Las consignas se presentarán en el orden siguiente, idéntico para todas las personas: a)
señale donde está su futuro; b) señale donde está su pasado; c) señale donde está su
presente. Si la persona no comprende las consignas, se la ayuda señalando por la mano un
punto imaginario cualquiera del espacio diciendo "por ejemplo, hacia allá ubico mi futuro". d)
Luego de hacerla cambiar de posición (por ejemplo que deje de mirar hacia el norte y mire
hacia el sur), se le pregunta si sigue manteniendo los mismos puntos de vista o no (por
ejemplo, si su futuro igual lo sigue viendo hacia adelante o no). Esta última consigna permite
averiguar si la persona utiliza puntos de referencia externos o internos a ella. De todas
maneras, este punto d) de la consigna puede obviarse, que es lo que haremos en esta nota.
5) Se registrarán las respuestas de las personas por escrito, incluyendo también la edad en
años. El registro de la posición seleccionada para el futuro, el pasado o el presente no es tan
sencillo como registrar la edad. Para que estos registros puedan realizarse de una manera
fácil, proponemos a los alumnos partir de algo familiar: los números de un reloj analógico. Si
nos paramos en él, el 60 estará adelante, el 15 a la derecha, el 30 atrás, el 45 a la derecha,
el 7 adelante y hacia la derecha, el 22 atrás y hacia la derecha, etc, tal como podemos
visualizar en el esquema adjunto.
El mismo esquema nos muestra que simultáneamente estamos parados en el centro de una
habitación, la que aparece dibujada como si la viéramos desde arriba. Como se ve, cada
posibilidad (adelante, derecha, atrás, etc.) admite a su vez tres categorizaciones: arriba (0),
a nivel de los ojos (1) y abajo (2). Así, por ejemplo, si una persona ubica su futuro adelante
pero arriba, registraremos el dato como 0-60 (0 por arriba, y 60 por adelante); y si otra
persona ubica su pasado atrás, hacia abajo y hacia la izquierda registraremos el dato como
2-37, y así sucesivamente. En el dibujo de la habitación hay un total de 24 posiciones
posibles, a las cuales deberemos agregar 3 más, que figuran abajo del mismo esquema: el 0
si la persona ubica el tiempo arriba de su cabeza, el 1 si lo ubica en su propio cuerpo (lo que
es típico de la coordenada correspondiente al presente), y el 2 si lo ubica abajo (de sus
pies). En suma, para registrar la posición elegida por la persona tendremos un total de 27
opciones. Se supone que el punto de referencia de todas las posiciones está situado en el
mismo lugar donde la persona está y, más concretamente, en un punto imaginario en el
centro de su cabeza.
6) A medida que vamos administrando la prueba, podemos ir volcando la información en una
matriz de datos de la manera en que indicamos en el esquema adjunto. Por ejemplo, el
sujeto A ubicó el futuro en la posición 0-60, el pasado en la posición 2-30 y el presente en la
posición 1, es decir, en sí mismo, mientras que su edad es 51 años.
7) Una vez obtenidos todos los datos, y a partir de la información de la matriz indicada,
podemos confeccionar tablas de doble entrada relacionando por ejemplo futuro con pasado,
pasado con presente, etc., y, sobre todo, cada una de esas tres coordenadas temporales con
la edad, que era el objetivo original del estudio. La lectura de las tablas nos sugerirá la
existencia de correlaciones significativas, las que podrán finalmente constituir las
conclusiones de la investigación.
Como dato ilustrativo, en una investigación piloto que hicimos en 1968, habíamos detectado
ciertas regularidades y ciertos datos sugestivos, que pasamos a consignar:
a) No encontramos ningún caso donde se representase el futuro atrás o el pasado adelante.
El dato contrasta con observaciones realizadas con gorilas, se representan el pasado
adelante porque 'ya lo conocen', y el futuro detrás de ellos porque 'lo desconocen', tal como
se describe en la novela “Congo” de Michael Crichton. Si bien la información fue extraída de
esta novela, tenemos razones para suponer que es auténtica. El autor es médico y suele
documentarse en textos científicos para componer sus ficciones, como lo hizo por ejemplo en
"La amenaza de Andrómeda" o en "Jurassic Park".
b) Cuanto mayor es la edad cronológica de las personas, más hacia arriba se representan el
futuro. Por ejemplo, una niña de 9 años se representó el futuro adelante y al nivel de los
ojos, un hombre de 46 años se lo representó adelante y hacia arriba, y una mujer de 70
168
169
años lo ubicó hacia arriba en vertical (sobre su cabeza). Una pregunta que pueden contestar
aquí los alumnos es si la investigación que ellos realizan confirma o no esta tendencia.
c) Dos gemelas univitelinas de 14 años se representaron el pasado, el presente y el futuro
exactamente en la misma forma. ¿Qué puede sugerirles esto a los alumnos?
d) Algunas veces el interrogado hace comentarios espontáneos sugerentes. Por ejemplo, una
mujer de 41 años dijo que se representaba el futuro hacia adelante, hacia arriba y hacia la
izquierda, agregando enseguida: "hacia el lado del corazón".
e) En algunas pocas ocasiones, el sujeto no pudo ubicar el tiempo presente en el espacio.
Por ejemplo, una mujer de 29 años no pudo indicar donde se representaba el presente: "No
puedo ubicarlo: sólo sé que está unido tanto al pasado como al futuro". Otra mujer, de 64
años, dijo: "No puedo ubicarlo. El presente está detenido".
f) En un solo caso, el sujeto hizo depende su representación del tiempo de su estado de
ánimo. Al preguntársele donde ubicaba su presente, una mujer de 46 contestó: "Cuando
tengo bronca, estoy confundida o tengo 'pensamientos oscuros' veo el presente como un
círculo horizontal inmediatamente por delante mío. En caso contrario, lo veo como un círculo
elevado en diagonal hacia adelante". La fenomenología categorial de Minkovski indaga
precisamente como las personas vivencian el espacio, el tiempo y otras categorías en
diferentes situaciones y patologías.
Además de los recursos tridimensionales para representar el tiempo, existen también los
recursos bidimensionales, es decir, la manera en que representamos el tiempo en un plano.
Citemos al respecto tres ejemplos:
a) En los tests proyectivos, como por ejemplo el dibujo de la persona humana, se considera
que un dibujo trazado hacia la izquierda revela un interés o preocupación de la persona por
el pasado, y dibujado hacia la derecha, por el futuro.
b) Cuando los niños y algunos pintores primitivos intentan representar acontecimientos
sucesivos en el tiempo, lo hacen en un único dibujo. Por ejemplo: una montaña con cinco o
seis hombres en diferentes lugares de la misma, ellos representan un mismo hombre en
posiciones sucesivas cuando escala la montaña (Piaget e Inhelder, 1978:71/72).
c) Si consideramos a la escena onírica como bidimensional (como una 'fotografía'), ¿cómo se
representa el tiempo? Freud había sostenido que el tiempo en un sueño se representa
espacialmente. Por ejemplo, para representar un acontecimiento que se repitió varias veces
en el tiempo, en el sueño aparece reproducido espacial o visualmente también varias veces
(Freud, 1900).
Referencias bibliográficas
Freud S (1900) La interpretación de los sueños. Obras Completas. Buenos Aires: Amorrortu, 1996.
Piaget J e Inhelder B, (1978) Psicología del niño. Madrid: Ediciones Morata, 8° edición.
Matriz de datos
169
170
ANEXO 6
TRABAJO PRÁCTICO SOBRE CLIMA MOTIVACIONAL EN EL AULA
Exponemos aquí la planificación de un trabajo práctico para que los alumnos adquieran
experiencia en la realización de investigaciones de campo. En este caso, se trata de
investigar el clima motivacional de las clases (a partir de las opiniones de los alumnos sobre
dicho clima), por lo que la propuesta puede ser utilizada también por el docente para ir
evaluando el proceso de enseñanza y aprendizaje.
170
171
Referencias bibliográficas
Ander-Egg E (1987) Técnicas de investigación social. Buenos Aires: Hvmanitas, 21° edición.
Raffini James (1998) 150 formas de incrementar la motivación en clase. Buenos Aires: Troquel.
Modelo de cuestionario
Fecha: ........................ N°
.........
Haga un círculo alrededor del número que mejor describe su opinión para cada uno de los
siguientes ítems. Sus respuestas no ayudarán a conocernos mejor y nos beneficiarán
mutuamente. Gracias por su colaboración.
A = Muy de acuerdo
B = De acuerdo
C = Medianamente de acuerdo
D = En desacuerdo
E = Muy en desacuerdo
171
172
Matriz de datos
Alumno N° Items
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13
1
2
3
4
5
6
7
8
9, etc.
Medianas
ANEXO 7
TRABAJO PRÁCTICO SOBRE COMPATIBILIDAD DOCENTE-CLASE
1. Características generales
172
173
1) Antes del comienzo de las clases, el docente contesta el cuestionario para el docente
(véase).
2) El primer día de clase, los alumnos responden individualmente el cuestionario para
alumnos (véase). Puede ser conveniente que el docente recalque que el cuestionario no
detecta alumnos buenos o malos, sino simplemente preferencias y estilos, información que
será luego utilizada para optimizar el proceso de enseñanza.
3) El docente llena luego la grilla de respuestas obtenidas (véase). Hemos llenado la grilla
con datos imaginarios, para que el lector pueda visualizar cómo se vuelcan en la misma.
Sugerimos los siguientes pasos para llenar la grilla y analizar los resultados:
a) En las diez primeras hileras se vuelcan los resultados de los 17 ítems de los cuestionarios
de los alumnos. En este caso hemos supuesto que el total de alumnos es diez.
b) Luego se llena la hilera A, sumando todas las respuestas por SI (también se podrían haber
consignado todas las respuestas por NO, pero ello no altera los resultados). Por ejemplo,
para el ítem 5 hubo un total de 2 respuestas afirmativas.
c) A continuación, se llena la hilera B con los porcentajes de respuestas afirmativas en cada
ítem. Por ejemplo, como para el ítem 1 hubo 6 respuestas afirmativas sobre 10 alumnos, el
porcentaje de respuestas por SI es del 60%.
d) Luego se llena la hilera C horizontal, indicándose con 100% si la respuesta del docente fue
afirmativa, y con 0% si fue negativa.
e) En la hilera D se indican las diferencias entre los porcentajes respectivos de las dos hileras
anteriores en valores absolutos (es decir, sin números negativos). Por ejemplo, para el ítem
6, se resta 40 menos 100 y se coloca 60 (no -60) en la hilera D.
f) Finalmente, procedemos a llenar la última columna C. Por ejemplo, para llenar la primera
hilera (donde hemos puesto el valor 59), comparamos esa hilera con la hilera C horizontal, y
contamos las veces que coinciden las respuestas del alumno con las del docente. Por
ejemplo, hay coincidencia si aparecen juntos un SI del alumno y un 100 del docente, o bien
un NO del alumno y un 0 del docente. En el caso de la hilera 1, hemos contabilizado 10
coincidencias sobre un total de 17. Por lo tanto, el porcentaje de coincidencias es del 59%,
valor que consigamos entonces en la columna vertical C.
g) En este momento se ha completado la grilla y estamos en condiciones de analizar los
resultados, para lo cual nos concentraremos en la hilera horizontal D y en la columna vertical
C, que nos darán diferentes tipos de información.
La hilera horizontal D nos informa acerca del nivel de compatibilidad entre alumnos y
docente en cuanto a cada ítem en particular. Cuanto menor es el valor de la hilera D, mayor
el grado de acuerdo. Por ejemplo, para el ítem 2, hay una coincidencia total entre el docente
y todos los alumnos, es decir, todos coinciden en la preferencia de que el docente de clases
expositivas donde él habla y los demás escuchan. En cambio para el ítem 16 hay un gran
desacuerdo, pues sólo uno de los 10 alumnos coincide en sus preferencias con el docente en
dar a conocer el programa antes de la cursada de la materia.
La hilera vertical C nos informa, en cambio, acerca del nivel de compatibilidad entre cada
alumno y el docente, para todos los ítems. Por ejemplo, el docente y Juan (primera hilera)
coinciden en un 59% en sus preferencias, mientras que Graciela coincide en un 47%.
Haciendo un promedio, todos los alumnos coinciden con el docente en alrededor de un 53%.
4) Si le parece pertinente, el docente puede comentar los resultados de la prueba con los
alumnos.
Como sugerencia, y más allá de los objetivos de la prueba, el docente puede contestar
también el cuestionario para alumnos, desde el lugar que tuvo alguna vez como tal. En
ocasiones se encuentran respuestas bastante distintas respecto de las obtenidas en el
cuestionario para el docente, diferencias que podrían ser dignas de analizar.
173
174
Item SI NO
1 Me gusta hacer trabajar en grupo a los alumnos
2 Me gusta la clase expositiva donde yo hablo y ellos escuchan.
3 Me interesa que los alumnos hagan preguntas.
4 Prefiero los exámenes escritos a los orales.
5 Me gusta que los alumnos hagan comentarios y participen en la clase.
6 Me gusta dar definiciones precisas.
7 Prefiero el "aprobado / desaprobado" y no la calificación de 1 a 10.
8 Prefiero un recreo en el medio y no irnos al final un rato antes.
9 Suelo explicar la bibliografía en las clases.
10 Suelo mirar a cada rato el reloj.
11 Me gusta dar tareas a los alumnos para realizar en clase.
12 Soy de hacer preguntas a los alumnos.
13 En general, prefiero tomar exámenes tipo multiple-choice.
14 Si es necesario explico dos o más veces la misma idea.
15 Mientras explico, suelo pasearme por toda el aula.
16 Casi siempre doy a conocer desde el comienzo el programa de la materia.
17 Me molesta que alguien fume en clase.
Item SI NO
1 Me gusta trabajar en grupo
2 Me gusta la clase expositiva donde el profesor habla y yo escucho.
3 Soy de hacer preguntas al profesor durante la clase.
4 Prefiero los exámenes escritos a los orales.
5 Me gusta hacer comentarios y participar en debates en clase.
6 Me gusta que el profesor suministre definiciones precisas.
7 Prefiero el "aprobado / desaprobado" y no la calificación de 1 a 10.
8 Prefiero un recreo en el medio y no irnos al final un rato antes.
9 Me interesa que el profesor explique la bibliografía en la clase.
10 Me es indistinto que el profesor mire a cada rato el reloj.
11 Me gusta que el profesor nos de tareas para realizar en clase.
12 Me gusta que el profesor haga preguntas a los alumnos.
13 Prefiero los exámenes tipo multiple-choice, a tener que escribir.
14 Suelo entender una idea cuando me la explican por 2da. o 3ra. vez.
15 Prefiero que el profesor se pasee por toda el aula en vez de estar en el mismo lugar.
16 Prefiero que el profesor me muestre de entrada el programa de la materia.
17 Me molesta que alguien fume en clase.
Alumno 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 C
1° Juan si si si si si si si 59
2° María si si si si si si si si si si si 47
3° Pedro si si si si si si si si si 65
4° Luis si si si si si si si si si 59
5° Víctor si si si si si si si 47
6° Daniela si si si si si si si si 53
7° Susana si si si si si si si 53
8° Abel si si si si si si si si 53
9° Lía si si si si si si si si si si 47
10° Graciela si si si si si si si 47
A Total de 6 10 8 2 2 4 0 7 7 5 2 5 8 9 2 1 5
respuestas
SI
B Porcentaje 60 100 80 20 20 40 0 70 70 50 20 50 80 90 20 10 50
de
respuestas
SI
174
175
C Respuestas 0 100 100 0 100 100 0 100 0 100 100 100 0 100 0 100 0
SI del
docente (1)
D Diferencia 60 0 20 20 80 60 0 30 70 50 80 50 80 10 20 90 50
entre B y C
(2)
ANEXO 8
CRITERIOS DE EVALUACIÓN SEGÚN NIVELES DE LOGRO ESTABLECIDOS POR UN
PROFESOR DE MATEMATICAS PARA ALUMNOS DE UN COLEGIO SECUNDARIO
PRIVADO DE ALTA EXIGENCIA (2002)
175
176
Criterio C: Análisis
Al presentar diagramas se espera que los estudiantes utilicen la regla cuando sea necesario y
no presenten un mero bosquejo. Un dibujo a mano alzada no será considerado como un
proceso matemático correcto.
Criterio D: Valoración
176
177
177
178
coherente.
Criterio F: Compromiso
El proyecto ha de consistir en un proceso continuado que suponga comunicación constante
entre el profesor y estudiante. El estudiante ha de tener presente desde el comienzo del
proyecto las expectativas del profesor y cada uno de los niveles de logro asignados debe
justificarse con un comentario escrito del profesor en el momento de calificarlo. Los ejemplos
dados a continuación para cada nivel de criterio, están orientados al profesor y todos los
profesores deberán usar discreción al juzgar dichos niveles.
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