Mediación y covid-19

“El futuro llegó hace rato:

Todo un palo, ya lo ves.”
Solari/Beilinson

Escribo esta nota casi entrando a noviembre de 2020. Un año que, al comenzar, nos
encontró a todos con proyectos cara a cara, con trabajos cara a cara, y que de golpe, por culpa de
un virus insidioso y pertinaz, nos movió todos los cimientos de lo que dábamos por hecho, dándole
instantáneamente a la palabra “normal” un aire vintage.

Para la mediación, esa forma de resolución de conflictos que tiene como base
fundamental el encuentro, el resolver la comunicación (o la falta de ella), el poder entendernos a
través de las palabras, del lenguaje analógico del cuerpo, de sutilezas, de practicar intuiciones,
pero mirándonos a los ojos, fue un desafío gigante. No quiero ponernos aquí como las grandes
víctimas laborales del virus. Sabemos que toda la práctica legal sintió el rigor que cuarentenas y
aislamientos infligieron al trabajo de todos, pero quiero contarles cómo fue nuestro tránsito
durante la pandemia.

Las personas que, como yo, integramos la Comisión de Mediación de COLPROBA,

entendimos inmediatamente la urgencia del momento y vimos que necesitábamos más
herramientas para seguir avanzando en la mediación.

En ese primer momento en que todo empezó, en aquel 20 de marzo en que entramos a
una cuarentena y a una vida llena de protocolos necesarios por esta pandemia que azotó (o azota,
quizá cuando te encuentres leyendo esto, aún siga. Espero que no) al mundo y a nuestra ciudad y
a nuestra manera de relacionarnos hasta ahora, nos dio la urgencia del reunirnos. Allí fue que
descubrí que existía una herramienta llamada Zoom. Debo reconocer que hasta ese momento
nunca la había escuchado nombrar. Supuse que seguramente estuvo desarrollada y diseñada para
encuentros internacionales y que se usaba en foros pequeños, privados.1 También surgieron otras
plataformas como Jitsi Meet, Google Meet y otras.

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La plataforma Zoom fue creada en 2011 por Eric Yuan. En abril de 2019 salió a Bolsa NASDAQ. A fines de
2019 tenía una media de 10 millones de reuniones por día. En marzo de 2020 ese número había trepado a
casi 200 millones diarios. De golpe, todos conocimos y usábamos Zoom. Esto repercutió en Eric Yuan, quien
en diciembre de 2019 no aparecía en la lista de los 500 de Forbes, pero en marzo, 3 meses después, figuraba
en el puesto 187 con 7800 millones de dólares de fortuna.
 En la primera reunión virtual que tuvimos y aún en medio del desconcierto de los primeros
días (aquellos días de armar rompecabezas, de hacer videos divertidos, de reflexiones livianas
sobre el encierro), hubo una conciencia clara de que había que resolver muchos temas para poder
seguir adelante con la mediación, esta instancia previa, obligatoria, con una impronta
importantísima en la dinámica de la justicia de hoy. Supimos que esto no podía dejar de funcionar,
porque las partes y los profesionales del derecho tenemos con la mediación (nuestra incumbencia)
una posibilidad, una real oportunidad de solucionar los conflictos antes de llegar al litigio.

Entonces nos dimos a la tarea de acelerar el estudio, la mecánica y la implementación de

la mediación online, tema sobre el que ya veníamos trabajando previo a la pandemia.

Pero, claro, teníamos variados escollos.

El principal era la Ley de Mediación 13.951, porque hablaba de “la presencia de las
partes”. Eso fue lo primero que debíamos sortear y a partir de allí a trabajar fuertemente en el
desarrollo del proceso, porque en la mediación se pone en juego la identidad de las partes, la
confidencialidad, la inmediatez, etc.

El trabajo rindió sus frutos porque después de unos pocos meses de trabajar e insistir2,
tuvimos la gran alegría y el alivio de que la legislatura bonaerense dictara la ley 15.182, con tres
artículos, que modifican el artículo 15, agrega el artículo 15 bis y modifican el artículo 18 de la ley
139513.

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En tiempos “normales”, pre covid, para cambiar una ley habríamos tardado años. Esto es una prueba de
que los tiempos se pueden acelerar cuando hay necesidad y voluntad política.
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LEY 15182 ARTÍCULO. 1°: Modificase el artículo 15 de la Ley 13.951, el que quedará redactado de la
siguiente manera:
“Artículo 15: Para el caso de la mediación presencial, será obligatoria la comparecencia personal de las
partes y la intervención del Mediador o Mediadora. A las sesiones deberán concurrir las partes
personalmente y no podrán hacerlo por apoderado, exceptuándose a las personas jurídicas y a las personas
humanas domiciliadas a más de ciento cincuenta (150) kilómetros de la ciudad asiento de la mediación, que
podrán asistir por medio de apoderado, con facultades suficientes para mediar y/o transigir.”
ARTÍCULO 2°: Incorporase el artículo 15 bis a la Ley 13.951, el cual quedará redactado de la siguiente
manera: “Artículo 15 bis. Opción de mediación a distancia. La primera audiencia del procedimiento de
mediación podrá realizarse a distancia a propuesta del Mediador o la Mediadora con acuerdo de la parte
requirente o a propuesta de la parte requirente. Las siguientes audiencias podrán celebrarse bajo tal
modalidad si existe acuerdo de la parte requerida.
Las audiencias se celebrarán a través de los canales y procedimientos electrónicos de comunicación según lo
reglamente la Autoridad de Aplicación y que aseguren la confidencialidad del procedimiento y la identidad
de las partes.”
ARTÍCULO 3°: Modifícase el artículo 18 de la Ley 13.951, el que quedará redactado de la siguiente manera:
“Artículo 18: Cuando la culminación del proceso de mediación, deviniera del arribo de un acuerdo de las
partes sobre la controversia, se labrará un acta en la que deberá constar los términos del mismo, firmado
por el Mediador o Mediadora, las partes y los letrados o letradas intervinientes.
Si no se arribase a un acuerdo en la Mediación, igualmente se labrará acta, cuya copia deberá entregarse a
las partes, en la que se dejará constancia de tal resultado.
En este caso, el reclamante quedará habilitado para iniciar la vía judicial correspondiente, acompañando las
constancias de la Mediación.
 El 15 bis da la posibilidad de mediaciones a distancia y el 18 resuelve la diferencia entre las
mediaciones que tienen acuerdo y las que no, en la modalidad a distancia. A partir de esta
promulgación el Ministerio de Justicia dicta la resolución 788/204.

Cuando la mediación se realice en todo o en parte bajo la modalidad a distancia deberá dejarse constancia
en el acta de dicha circunstancia.
Para el caso que no fuera posible la suscripción del acta conforme lo establecido por el artículo 288 del
Código Civil y Comercial de la Nación, será suficiente la sola suscripción por parte del Mediador o la
Mediadora de las actas.
Para el caso que la mediación concluyera con acuerdo de las partes, el Mediador o Mediadora deberá
constatar previamente la voluntad de las partes conforme establezca la reglamentación.”

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RESO-2020-788
ARTÍCULO 1°. Establecer que las audiencias de Mediación prejudicial obligatoria a realizarse a distancia,
se celebrarán a través de canales y procedimientos electrónicos de comunicación que aseguren la
confidencialidad del procedimiento y la identidad de las partes.
ARTÍCULO 2°. Determinar que, efectuado el sorteo por la Receptoría de Expedientes de la ciudad asiento
del Departamento Judicial que corresponda, el mediador o la mediadora podrá recibir en su correo
electrónico constituido ante la Dirección Provincial de Mediación de esta Cartera Ministerial, el formulario
de sorteo emitido por la Receptoría General de Expedientes y la declaración jurada de datos en la que
deberá constar además de los datos identificatorios, domicilio real, domicilio constituido y correo
electrónico, el número de teléfono celular de la parte requirente y de su letrado/a patrocinante.
Previo a la audiencia, los/as intervinientes en el procedimiento de Mediación deberán enviar al mediador o
la mediadora, la imagen del anverso y reverso del documento nacional de identidad en la que luzca con
claridad el número de trámite de identificación y la firma, la de los documentos que acrediten la personería
si correspondiere, y fotografía de la credencial profesional también del anverso y reverso.
ARTÍCULO 3°. Establecer que el mediador o la mediadora deberá informar, mediante el envío de un
correo electrónico, desde su cuenta oficial constituida ante la Dirección Provincial de Mediación, a la parte
requirente y su letrado/a patrocinante la fecha de la audiencia, horario y plataforma o sistema de
transmisión de voz e imagen que se utilizará para el proceso. Asimismo, la notificación fehaciente a la
parte requerida, deberá contener toda la información necesaria para llevar adelante la audiencia a distancia
y, en su caso, el mecanismo que se empleará para asegurar la confidencialidad del procedimiento y la
identidad de las partes y los siguientes datos:
1) Nombre y domicilio del o los requirentes y sus letrados.
2) Nombre y domicilio del o los requeridos.
3) Nombre y domicilio del mediador.
4) Objeto de la mediación e importe del reclamo, si lo hubiere.
5) Día, hora y lugar de celebración de la audiencia y obligación de comparecer en forma personal, con
patrocinio letrado.
6) Dirección de correo electrónico, teléfono y constitución de domicilio electrónico del mediador y letrado
del requirente.
7) Transcripción de los artículos 14 y 15 bis de la Ley N° 13.951.
8) Firma del mediador.
La notificación de la audiencia será practicada con no menos de cinco (5) días hábiles de anticipación a la
fecha fijada
ARTÍCULO 4º. Establecer que una vez recibida la notificación por la parte requerida, ésta y su letrado/a
patrocinante deberán enviar, previo a la celebración de la audiencia de mediación, al correo electrónico
denunciado por el mediador o la mediadora todos los datos descriptos en el artículo 2° de la presente.
La falta de cumplimiento de lo dispuesto en el presente importará la incomparecencia en los términos del
artículo 14 de la Ley 13.951.
ARTÍCULO 5º. En el supuesto en el que la funcionalidad del canal electrónico de comunicación utilizado
no permitiere la acreditación -en línea- de la identidad de las partes, el mediador o la mediadora, a fin de
 Es importante tener en cuenta que esto no representa un cambio para las bases de la
mediación. Al contrario, la mediación sigue con su mismo espíritu, sus mismas características, con
sus pilares fundamentales como son la imparcialidad, la neutralidad, la voluntariedad una vez
iniciado el proceso, la confidencialidad, el consentimiento informado, la posibilidad de las partes
de escucharse, de hablar entre ellas, de hablar con el mediador. Todos estos principios, que son el
fuerte de la ley 13.951, siguen vigentes.

Solo se agrega una nueva forma de hacer la mediación que es a través de plataformas a
distancia. Esta nueva forma, lo que hace en sí misma es darnos la posibilidad de entrar a otro
universo de mediación. Un universo en algún punto más inclusivo, porque permite que participen,
por poner solo un ejemplo, partes que estén a más de 150 km. de la sede de la mediación, y que
antes de la modalidad on line, tenían, sí o sí, que hacerlo por apoderado y esto ya cambia la

acreditar la identificación de los/as participantes durante la audiencia, deberá solicitar a cada uno la
exhibición frente a la cámara del documento nacional de identidad que cotejará con las copias de los
mismos recibas en su correo electrónico. En tal caso, el mediador o la mediadora deberá guardar registro
del acto de identificación de los participantes mediante videograbación y/o captura de pantalla, durante el
plazo de 1 año, aplicándose al respecto el deber confidencialidad previsto en el artículo 16 de la Ley N°
13.951, sus modificatorias y/o complementarias.
ARTÍCULO 6°. El mediador o la mediadora deberá realizar y firmar un acta por cada audiencia que
celebre, dejando constancia del día y la hora en que se llevó a cabo, quiénes participaron, duración,
plataforma y/o canal de comunicación y el mecanismo empleado para asegurar la confidencialidad del
procedimiento y la identidad de las partes. Deberá, asimismo, consignar expresamente la leyenda
“Realizada en la modalidad a distancia”.
En el caso en que se proceda al cierre de la mediación sin acuerdo será suficiente una única acta, suscripta
por el mediador o la mediadora, como constancia de esa audiencia, dejando asentados en la misma los
recaudos detallados precedentemente.
Por cada audiencia y acta realizada, el mediador o la mediadora dará lectura de la misma y las partes
brindarán su consentimiento a lo redactado en forma expresa; asimismo, en el caso en que se arribare a un
acuerdo, el mediador o la mediadora deberá leer a las partes y sus letrados/as patrocinantes los términos
del mismo, los que deberán prestar su consentimiento a viva voz; en todos los supuestos la lectura
correspondiente a la realización de la audiencia y/o de la celebración de acuerdo y, en su caso, del
correspondiente consentimiento de las partes deberá ser registrado mediante videograbación y guardado,
durante el plazo de 1 año, aplicándose al respecto el deber confidencialidad previsto en el artículo 16 de la
Ley N° 13.951, sus modificatorias y/o complementarias.
En el caso en que se arribare a un acuerdo, el mediador o la mediadora deberá enviar el acta a los correos
electrónicos de las partes y de los/as letrados/as patrocinantes denunciados oportunamente, la que deberá
ser suscripta en los términos del artículo 288 del Código Civil y Comercial de la Nación y remitirse
nuevamente al mediador o la mediadora.
Los/as letrados/as patrocinantes se constituirán en depositarios del acta en soporte papel, y serán los
encargados de generar, suscribir e ingresar en el sistema informático de la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires un documento electrónico de idéntico contenido al elaborado en formato papel.
El mediador o la mediadora deberá remitir las copias de las actas oportunamente suscriptas por cada una de
las partes y sus letrados/as patrocinantes. Transcurrido el plazo de cinco días sin que alguna de las partes
intervinientes hubiere remitido la copia del acuerdo suscripto, el mediador o la mediadora procederá a
extender el acta de cierre sin acuerdo, habilitándose la vía judicial.
ARTÍCULO 7°. Facultar a la Dirección Provincial de Mediación para el dictado de las medidas de
carácter operativo que coadyuven a la implementación de la presente.
ARTÍCULO 8°. Registrar, comunicar, notificar, publicar en el Boletín Oficial e incorporar al Sistema de
Información Documental Malvinas Argentinas (SINDMA). Cumplido archivar.
dinámica del encuentro. Hoy, el acceso a la tecnología necesaria para participar en estas
mediaciones está al alcance de casi todo el mundo. Se puede participar desde computadoras,
hasta tablets y celulares, etc.

Esta nueva modalidad trajo cambios para el mediador, la obviedad es decir que no hubo
que esperar que pase la pandemia o que hubiera otra situación protocolar. Lo que quiero expresar
es que esta herramienta, que la imaginábamos para el futuro de la mediación, ya la tenemos hoy.
Y para siempre. La mediación online es una realidad que llegó para quedarse.

De ahora en adelante, se nos van a presentar muchas ocasiones de hacer mediaciones a

distancia, que antes nos parecían una utopía. Hoy son una realidad que acompaña al mediador, a
los abogados y, fundamentalmente, a las partes. Y está íntimamente relacionada con todo el
cambio del servicio de Justicia hacia los expedientes electrónicos y hacia la firma digital
contemplada por el Código Civil y Comercial.

Toda esta transformación profunda que venimos viendo en la Justicia y que este año se
aceleró por la pandemia, nos hace poner a los mediadores y al proceso de mediación en un plano
de igualdad con los demás servicios de Justicia. En un plano donde no quedamos atrasados
solamente porque teníamos la obligación de la presencialidad física, que suplimos saltando por
sobre la brecha tecnológica.

Hoy podemos realizar el proceso de la mediación perfectamente en la virtualidad. Porque

igualmente podemos ver y discernir las emociones, entre tantos otros detalles fácticos y jurídicos
a los que tiene que estar atento el mediador, así como también a aplicar las técnicas que
utilizamos en nuestro trabajo cotidiano en la presencialidad.

Es un año de un gran aprendizaje para nosotros las mediadoras y los mediadores. Entiendo
que el desafío está cumplido, que tenemos que consolidar lo hecho desde la ley con nuestro
trabajo cotidiano. Todo lo que planeamos en COLPROBA desde aquel primer Zoom en marzo está
dando sus frutos. Y seguramente vendrán novedades que nos volverán a desafiar, y volveremos a
intentar ponernos todos los operadores del derecho a la altura de las circunstancias.

Según la famosa frase de Heráclito, lo único permanente es el cambio. Ser flexibles a ese
permanente cambio es lo que hace que las causas como la mediación, como los medios
alternativos o adecuados de resolución de conflictos, puedan seguir adelante, puedan seguir
encontrando nuevos caminos. Ninguna causa, ninguna forma de justicia o de resolución de
conflictos, puede seguir avanzando si permanece estática, si queremos seguir aferrados a papeles,
a formas de comunicarnos intrincadas, sin que nos entiendan los justiciables, que son el centro de
todas nuestras acciones y trabajo. Si queremos permanecer cristalizados en un mundo que ya
pasó.

El mundo es el que viene, es el nuevo mundo, y los mediadores hemos entrado en él con la
mediación virtual.
Autora: Dra. Diana E. Márquez, Abogada, Mediadora. Representante del CAN en la Comisión de
Mediación de COLPROBA.