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Serpiente

Te explicamos todo sobre las serpientes, su clasificación, hábitat y otras


características. Además, las serpientes más venenosas.

Se conocen alrededor de 3.500 especies diferentes de serpientes.


¿Qué son las serpientes?
Las serpientes, culebras, víboras u ofidios son un conjunto de reptiles de cuerpo
cilíndrico, alargado, escamoso y carente de patas, del que se conocen alrededor
de 3.500 especies diferentes (del clado Serpentes), tanto en ecosistemas
acuáticos como terrestres. Célebres por la mordedura venenosa de algunas de ellas,
figuran entre los animales más temidos y que más han fascinado a
la humanidad desde tiempos ancestrales.

Las serpientes se originaron en el período Cretácico, hace entre 145 y 66 millones de


años, a partir de un reptil ancestral que todavía se desconoce, pero que en algún
momento de su historia evolutiva sacrificó sus patas para adaptarse mejor a su
entorno.

Sin embargo, no todos los reptiles desprovistos de extremidades son serpientes: estas
últimas se reconocen por carecer de párpados móviles y de aberturas auditivas
externas, así como por su lengua bífida que sacuden continuamente hacia
adelante, para percibir su entorno.
Las serpientes figuran entre los animales más antiguamente conocidos por el ser
humano, y tienen presencia en mitologías e imaginarios de las
diversas culturas antiguas, ya sea como animal sagrado y representante divino (como
la serpiente emplumada de los pueblos mesoamericanos: Quetzalcóatl), o como
criatura maligna y sediciosa (como en la tradición judeocristiana, en la que
representa a Satanás y se le acusa de haber tentado a Eva a pecar).

Aunque las interpretaciones culturales de la serpiente pueden variar enormemente,


es común hallarla en casi todas las tradiciones religiosas y literarias humanas.

Ver también: Animales terrestres

Características de las serpientes

Las serpientes no poseen párpados y mudan su piel varias veces en la vida.


En general, las serpientes se caracterizan por lo siguiente:

 Poseen un cuerpo alargado y cilíndrico, de piel escamosa, cuyo grosor y


longitud pueden variar enormemente de una especie a otra, pudiendo ir de los
pocos centímetros a los varios metros.
 Dado que carecen de patas, se desplazan a través de movimientos ondulantes
del cuerpo, lo cual no significa que sean lentas ni torpes; muchas especies son
excelentes y ágiles nadadoras, mientras que otras son cazadoras sigilosas y
buenas trepadoras de árboles.
 Como todos los reptiles, son animales poiquilotermos, o sea, de sangre fría,
incapaces de regular la temperatura corporal de manera autónoma.
 Poseen una visión limitada, centrada en la detección del movimiento, y un
sentido del oído casi inexistente, reemplazado por un agudo sentido de
la percepción de las vibraciones del suelo, y por un acentuado sentido del
olfato, centralizado en la nariz pero ayudado por la lengua, que se dispara fuera
de la boca para captar las partículas en el aire y conducirlas al órgano de
Jacobson, ubicado en la parte delantera del paladar, donde son captadas y
analizadas.
 No poseen párpados, sino que sus ojos están cubiertos por escamas
transparentes. La totalidad de la piel se muda varias veces a lo largo de la vida,
cuando el animal necesita crecer, y se lleva a cabo de una pieza, como si la
serpiente se sacara una media.
 Las serpientes poseen una dentadura compleja, adaptada a sus mecanismos
de defensa, generalmente compuesta de dientes afilados y curvos, para sujetar a
la presa, algunos de los cuales poseen un canal para inyectar toxinas, en las
especies dotadas de veneno. Las serpientes no mastican, sino que tragan a sus
presas enteras y luego emprenden una larga digestión en completa inmovilidad.

Las serpientes son un clado muy diverso de animales, que se puede clasificar de la
siguiente manera:

 Boas y pitones, las serpientes más primitivas (algunas poseen todavía vestigios
de patas) y más voluminosas, desprovistas de veneno, que se enroscan en torno a
sus presas y las asfixian aprisionándolas con su cuerpo (constricción).
 Culebras, la gran mayoría inofensivas y de tamaño mediano, adaptadas a
diversos hábitats (acuáticos, arborícolas, terrestres), en donde hacen
de depredadores de pequeños animales. Algunas pocas especies son venenosas y
pueden suponer un peligro para el ser humano.
 Elápidos, como las cobras, corales y mambas, son las serpientes más venenosas
y peligrosas de todas, dotadas de pequeños colmillos que inoculan con cada
mordida una dosis de neurotoxinas. Muy diversas entre sí, algunas poseen un
aspecto amenazante o colores brillantes que denotan su peligrosidad.
 Crótalos y víboras, serpientes muy venenosas que inyectan con cada mordida
una toxina hemolítica, gracias a dos grandes colmillos acanalados que se pliegan
en el interior de la boca cuando ésta se cierra. Poseen una reconocible cabeza
triangular y ancha.

¿Dónde viven las serpientes?


Las serpientes se adaptan a hábitats tan diversos como las copas de los árboles y los
desiertos.
Las serpientes se han adaptado a prácticamente todos los hábitats, y se las puede
encontrar en todos los continentes menos en la Antártida y
las regiones circumpolares. Existen especies de vida acuática, de vida arborícola
(sobre todo en las selvas tropicales), e incluso especies terrestres adaptadas a
los desiertos.

¿Qué comen las serpientes?

Las serpientes ingieren sus presas sin masticarlas.


Las serpientes son exclusivamente carnívoras, ya que se trata de letales
cazadoras. Dependiendo de la especie, pueden capturar a sus presas y enroscar el
cuerpo en torno a ellas, sofocándolas con la fuerza de sus músculos, o bien pueden
morderlas para inocular su veneno, el cual consiste en enzimas digestivas
especializadas que paralizan o liquidan a sus presas, a la par que facilitan su
posterior digestión.

Dependiendo del hábitat y la especie, su dieta puede consistir en


insectos, anfibios, peces, roedores, reptiles, aves o mamíferos de buen tamaño,
que ingieren completos y sin masticar; las partes indigeribles luego son regurgitadas.
Muchas especies se alimentan también de huevos, o de otras especies de serpientes.

¿Cómo se reproducen las serpientes?


La mayoría de las serpientes son ovíparas: se reproducen sexualmente y la
hembra fecundada deposita luego un número variable de huevos, generalmente
en un nido que ella misma custodia ferozmente. Otras especies, sin embargo, han
desarrollado mecanismos ovovivíparos, esto es, el huevo se forma dentro de la
madre hasta eclosionar, momento en el cual la cría es expulsada del cuerpo materno.
De este modo, no se necesitan nidos.

¿Cuánto tiempo viven las serpientes?


Dada su enorme variedad zoológica, las serpientes presentan muy diferentes
expectativas de vida, dependiendo de la especie. Las de mayor tamaño viven más
que las pequeñas, lo cual puede significar un lapso entre 10 y 40 años de vida.

Las serpientes más venenosas del mundo


La víbora bufadora es la serpiente más peligrosa de África.
Las especies de serpientes más venenosas que se conocen son las siguientes:

 Víbora bufadora o sopladora (Bitis arietans). La serpiente más peligrosa


de África, dada su amplia distribución en el continente y su potente veneno,
capaz de producir daños locales y sistémicos en el organismo, como hinchazón,
necrosis, vómitos, shock y finalmente la muerte. Miden alrededor de 1 metro de
largo y su color oscila entre el marrón y el amarillo.
 Culebra arborícola del Cabo (Dispholidus typus). Conocida en afrikaans como
“boomslang”, es una serpiente del África subsahariana dócil, tímida y que puede
medir entre 1 y 1,50 metros de largo. Su mordedura es rara en humanos, dado
que sus glándulas venenosas están muy atrás en la boca, lo cual requiere que la
persona las esté manipulando para poder morder en un área más delgada. El
veneno, sin embargo, es una potente hemotoxina de acción lenta, que impide la
coagulación y que con apenas 5 mg puede causar la muerte de una persona
adulta.
 Serpiente mapanare (Bothrops atrox). Oriunda del norte y centro
de Sudamérica, es una serpiente selvática presente en Colombia, Venezuela,
Guyana, Surinam, Brasil y regiones de Perú y Ecuador. Es temible por su veneno
hemotóxico de rápida acción, capaz de producir falla renal, problemas de
coagulación, necrosis y fallas cardiovasculares. De hábitos mayormente
nocturnos, posee un tamaño que oscila entre los 75 y 125 cm, y un color marrón,
oliva, beige, gris o pardo, diseñado para confundirse con las hojas secas del
bosque.
 Cascabel diamantina del este (Crotalus adamanteus). La serpiente cascabel
más larga que existe, capaz de medir hasta 2,40 metros, y una de las más
venenosas del continente americano, posee un color marrón-pardo amarillento,
con la típica sonaja o cascabel al final de la cola. Su mordedura es dolorosa y su
veneno una hemotoxina fuerte, pero en general muerden sólo para defenderse o
cuando están arrinconadas.
 Cobra real (Ophiophagus hannah). La serpiente venenosa más grande conocida,
cuya extensión puede alcanzar los 5 metros de largo y cuya dieta se compone
casi exclusivamente de otras serpientes. Delgada, de color oliva o pardo y ojos
color bronce, es una serpiente agresiva cuya mordedura inyecta una gran
cantidad de veneno neuro-cardio-tóxico, que ataca el sistema nervioso central,
causando parálisis muscular, vértigo, dolor agudo, somnolencia y finalmente
colapso cardíaco, enviando a la presa al coma inmediato. La muerte se produce
por insuficiencia respiratoria.
 Serpiente de coral (Micrurus sp.). Un conjunto de diversas especies de
serpientes llamadas “coral”, con presencia a lo largo del continente americano,
reconocibles por su cuerpo anillado con patrones variables de color negro, rojo y
amarillo. Aunque su veneno es uno de los más potentes conocidos, la estrechez
de la boca del animal y su poca tendencia a la mordedura hacen que no se
registren demasiados casos de emponzoñamiento, ya que la persona debe estar
manipulando la serpiente.

Fuente: https://concepto.de/serpiente/#ixzz7oJFQ7MUF

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