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Ante la Ley

Sobre la Justicia y la prisión preventiva en Paraguay.

La crisis penitenciaria en Paraguay es un problema grave, en la actualidad, pero no es algo


que se haya dado de la noche a la mañana, por ello el objetivo de este ensayo es examinar
algunas de las variables que han terminado por desembocar en la alta tasa de presos sin
condena, en el exceso de la prisión preventiva y como eso se refleja en los datos de
congestión penal del Observatorio Estado de Derecho.

Las instituciones del sistema judicial paraguayo han mostrado deficiencias claras y eso
pudo observarse y sentirse con mucha mayor dureza durante la pandemia del Covid-19. En
ese mismo contexto existe un paralelismo con la visión de Kafka del Derecho y su
aplicación, por lo tanto este análisis hace esa referencia, a su vez, también enmarcando el
tema dentro del concepto de Estado de Derecho que puede definirse como «un principio de
gobernanza en el que todas las personas, instituciones y entidades, públicas y privadas,
incluido el propio Estado, están sometidas a leyes que se promulgan públicamente, se
hacen cumplir por igual y se aplican con independencia, además de ser compatibles con las
normas y los principios internacionales de derechos humanos. Asimismo, exige que se
adopten medidas para garantizar el respeto de los principios de primacía de la ley, igualdad
ante la ley, separación de poderes, participación en la adopción de decisiones, legalidad, no
arbitrariedad, y transparencia procesal y legal»1.

Partiendo de esas premisas se puede concluir que el sistema paraguayo realmente no


expresa ni garantiza el acceso a la justicia en su praxis. Pero surge una pregunta
fundamental en el proceso de revisión: ¿Qué debería cambiar?

Punitivismo kafkiano y el sistema paraguayo


La realidad da cuenta de que, tanto el acceso a la justicia 2, como los principios en que
debería basarse una democracia -con los estándares internacionales- en materia de
derechos humanos han sido relegados a un segundo plano en los últimos años.
En el informe para Codehupy de Victoria Vidomlansky y Ximena López, del año pasado,
indican que: Entre marzo del 2020 y agosto del 2021, el Estado —por medio de sus
agencias coercitivas— impulsó alrededor de 3.500 causas penales.3

Ante la Ley hay un guardián —escribió Kafka—, y hasta ese guardián llegó un hombre del
campo que le pidió ser admitido en la Ley. Pero el guardián le dijo que en ese momento no
le podía permitir la entrada: «Es posible, pero ahora no.» 4 Ese es un fragmento de una obra
de ficción pero que se corresponde con un sistema ineficiente en la realidad, tanto que

1 (Kostova, 2019)
2 (Vidomlansky & López, 2021)
3 (Kafka, 2003)
4 Datos disponibles en:
https://www.csj.gov.py/publicaciones/componentes/administracion/lstPublicaciones.aspx?C=632&P=0
Gráfico disponible en: https://infogram.com/tipologia-juzgados-penales-1hxr4zxmyje0q6y
Ley que sanciona delitos contra el medio ambiente, disponible en: https://www.bacn.gov.py/leyes-
paraguayas/2426/ley-n-716-sanciona-delitos-contra-el-medio-ambiente
durante el año 2020 la infracción a la Ley N.º 716/1995 se encuentra en segundo lugar, de
los diez hechos punibles con mayor ingreso.5
Las políticas públicas en materia penal no han tenido un enfoque integral, tampoco se han
correspondido con los lineamientos internacionales, ni con el principio de legalidad o con las
leyes locales. En ese sentido puede mencionarse, por ejemplo, la figura de la prisión
preventiva que es de naturaleza cautelar y excepcional 6, pero que en la realidad es de
aplicación común y, que por una multiplicidad de razones, lleva a que Paraguay esté
ubicado noveno en el ranking de la World Prison Brief (WPB) 7 de mayor porcentaje de
presos sin condena sobre una base de 218 países evaluados.
Este ranking se respalda con los datos del informe cuantitativo, del año pasado, publicado
por el Ministerio de Justicia8, donde se indica que la población prevenida (sin condena)
representa más del 70% del total en las penitenciarias.
La excesiva utilización de esta medida durante el proceso penal es preocupante dado que
también existe una alta tasa de congestión penal, así como lo muestra el índice estadístico
del año pasado en Capital9, siendo una de las peores en el promedio de casos por resolver
entre casos resueltos por circunscripción.

A comienzos de siglo se planteó con la ley 2.493/04 la prisión preventiva como una posible
solución a la criminalidad, ley que ya fue derogada varias veces, hasta llegar a la versión
actual del artículo del Código Procesal Penal, modificado en 2019. Desde el 2004 esa
interpretación extendida de la prisión durante el proceso es la regla, así sostiene Sandra
Kirchhofer: “Esta legislación, en términos generales restringió la aplicación de medidas
sustitutivas y alternativas de la prisión preventiva para determinadas conductas delictivas,
por lo que el encarcelamiento preventivo dejó de ser una medida cautelar de carácter
excepcional, y pasó a convertirse en una regla habitual para el caso específico de los
hechos punibles considerados crímenes. Así, se desprende que aun cuando la libertad del
imputado no genere la sospecha grave de peligro de fuga y de obstrucción de la
investigación, la prisión preventiva es la regla y no la excepción.”10

El Derecho, la Ley, la burocracia, la interpretación, tal como están planteados hoy día no
sólo no funcionan como herramienta para la armonía social, sino que demuestran una
abrumadora ineptitud al momento de gestionar apropiadamente la Justicia.

5 Disponible en: https://www.prisonstudies.org/highest-to-lowest/pre-trial-detainees?


field_region_taxonomy_tid=All
6 Disponible en: https://www.ministeriodejusticia.gov.py/observatorio
7 Disponible en: https://observaestadodederecho.desarrollo.edu.py/justicia-penal/
8 “El acceso a la justicia se entiende como aquellas posibilidades legales o fácticas de acceso de
todas las personas, en igualdad de condiciones y sin discriminación, a ser oídas ante las autoridades
en sus reclamos de protección de derechos y ser amparadas respecto a los mecanismos de
respuesta o reparación del sistema de protección. Asimismo, como política pública con tales
mecanismos busca asegurar derechos, evitar repetición de situaciones de vulneración de derechos y
generar condiciones para el respeto de los niveles más altos de libertad, sin que por ello quede
comprometida la seguridad o los derechos de las generaciones futuras.” (Centro de Estudios
Judiciales (CEJ), 2020)
Disponible en: https://www.cej.org.py/noticia/913/acceso-a-justicia-en-el-paraguay-desafos-para-el-
2021
9 La privación de libertad en la prisión preventiva sólo puede tener carácter cautelar (Acuerdo y
Sentencia N° 628 del 5 de octubre de 2001 de la Corte Suprema de Justicia – Paraguay) citado por
Encina Marín, Alejandro y Centurión, O. Rodolfo, en el “Tratado jurisprudencial y doctrinario” Derecho
procesal penal, Tomo II, Editorial La Ley, Asunción, 2011, pág. 959.
10 (Kirchhofer, 2019)
La solución, ¿Más cárceles? ¿Mayor enfoque punitivo? Son algunas de las opciones que
pretenden ingresar algunos legisladores al debate sobre el crimen, y los conflictos sociales.
Sin una respuesta integral desde el gobierno no podrá ser subsanada esta situación a
mediano plazo ni a largo plazo. De ninguna forma este problema podría ser solucionado
agregando más párrafos al código penal.

En tal sentido, Kirchhofer, afirma que: se constata claramente que el sistema penitenciario y
las condiciones en que es cumplida la prisión preventiva en el Paraguay están ampliamente
alejadas del sentido de las normativas. Es decir, a pesar de que los derechos y garantías de
los recluidos preventivamente se encuentran consagrados en normativas constitucionales,
pactos internacionales y legales, la realidad demuestra que dichas disposiciones son
simples letras muertas, pues el efectivo cumplimiento de la prisión preventiva y el sistema
carcelario acorde a dichas normativas en nuestro país simplemente no existe, o en todo
caso se encuentra muy alejado de dichos preceptos.11
También son problemas graves, en el contexto de la prisión preventiva, la alimentación
adecuada y el hacinamiento dentro de las cárceles.12 Por ello, precisamente, el
planteamiento de un futuro programa para mejorar esta realidad, en general, debiera ser
mucho más amplio, y no solo tener en cuenta lo que se sucede sino el porqué sucede.
Se pretende comúnmente despolitizar la criminalidad y el sistema judicial, aunque todo ello
es político, y por ende requiere una respuesta económica inclusiva para reducir la tasa de
crímenes, no abrir más cárceles. Pero desde que se anunció la reforma penitenciaria en
2014, la cantidad de presos ha ido en ascenso constante año tras año.

La Organización de Estados Americanos en su guía: “El uso no excepcional de la prisión


preventiva es uno de los problemas más graves y extendidos que enfrentan los Estados
miembros de la OEA en cuanto al respeto y garantía de los derechos de las personas
privadas de libertad, que constituye uno de los signos más evidentes del fracaso del sistema
de administración de justicia, y resulta una situación inadmisible en una sociedad
democrática que respeta el derecho de toda persona a la presunción de inocencia.”13

Conclusión
Para darle un enfoque integral al sistema no puede simplemente mencionarse del proceso
la celeridad y la economía procesal, el alcance de la propuesta debe incluso ser moral, tanto
para legisladores, como para órganos de aplicación e interpretación. Como están vistas las
cosas actualmente, esta Ley es una maquinaria de sometimiento, y para la mayor parte de
personas trabajadoras: el castigo termina siendo el proceso dentro del sistema judicial.

11 Guía de prisión preventiva de la Organización de Estados Americanos (OEA), ver en:


https://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/GUIA-PrisionPreventiva.pdf
12 (Kirchhofer, 2019)
13 Disponible en: https://www.ultimahora.com/hacia-una-reforma-penitenciaria-paraguay-
n2929464.html
Manual de la Organización de Naciones Unidas (ONU): https://www.google.com/url?
sa=t&source=web&rct=j&url=https://www.unodc.org/documents/justice-and-prison-reform/
HBonOvercrowding/
UNODC_HB_on_Overcrowding_ESP_web.pdf&ved=2ahUKEwjRqp_M9ub3AhUsqJUCHR01BfEQFn
oECAsQAQ&usg=AOvVaw23hA8Sgb64ukJQws0kTxj7
Una posible solución no puede ser un parche, derivando la respuesta al planteamiento de
construir más cárceles y agregar más párrafos al código penal, cuando ese enfoque ya tiene
una experiencia internacional probadamente ineficaz. El Estado, debe aunar sus esfuerzos,
mediante trabajos sólidos en general, para rescatar la esencia del derecho como ciencia
humana de enfoque social.

Al contrario del Zarathustra que mató a Dios, Kafka no mató al Derecho, simplemente
ilustró con K, y con todos sus protagonistas, al anónimo ciudadano que lucha por un Estado
de Derecho y por la Justicia solemne. Es lo que al final cada persona desea: Justicia.

Por: Hugo Mendieta Cuevas.

Referencias
Centro de Estudios Judiciales (CEJ). (2020). Acceso a la Justicia en el Paraguay: Desafíos

para el 2021. - CEJ. CEJ. https://www.cej.org.py/noticia/913/acceso-a-justicia-en-el-

paraguay-desafos-para-el-2021

Kafka, F. (2003). Narraciones y otros escritos (J. Llovet, Trad.; Primera edición). Barcelona

Galaxia Gutenberg.

Kirchhofer, S. (2019). Problemática de la prisión preventiva en el Paraguay. Revista

Pensamiento Penal. https://www.pensamientopenal.com.ar/doctrina/47329-

problematica-prision-preventiva-paraguay

Kostova, B. (2019). ¿Qué es el Estado de Derecho? Naciones Unidas y El Estado de

Derecho. https://www.un.org/ruleoflaw/es/what-is-the-rule-of-law/

Vidomlansky, V., & López, X. (2021). Excesos y deficiencias debilitan el acceso a la Justicia

en pandemia. En Codehupy (Ed.) (Derechos Humanos en Paraguay 2021, pp. 315-

328). https://codehupy.org.py/wp-content/uploads/2021/12/Informe-Anual-sobre-la-

Situacio%CC%81n-de-los-Derechos-Humanos-en-Paraguay-2021.pdf

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