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Monstruos

Monstruos, son monstruos, con sus caras pálidas y dedos largos, sus
ojos imponentes y sus risas sardónicas.

Me trajeron aquí, no sé porque me eligieron, pero no soy el único


humano, somos cientos, nos aprisionan en este lugar y a veces ni nos
alimentan.
Ya no soporto este lugar, en un cuarto para dos personas meten a 10, la
mayoría dormimos en el suelo con solo una sábana fría para cubrirnos,
entre nosotros nos turnamos las camas, pero una noche en una cama,
hace que no quieras dejarla, hemos tenido peleas por esa razón,
golpes, mordidas, arañazos; nos tratan como animales.

Son monstruos, pero hablan nuestra lengua, hace un par de meses les
escuché hablando, sus voces son ásperas y frías.
- ¿Qué le pasó?
- Se murió
- Si ya lo sé idiota, ¿Por qué se murió?
- Ah, le dí mal la inyección y se murió
- Sigue así y nos van a descubrir
- Tu quédate tranquilo, si están aquí es porque nadie los vino a
buscar.

Cuando escuché su conversación me quedé helado ¿cómo es posible?,


¿qué están haciendo con nosotros?. Comencé a imaginar posibles
motivos, pero tras pensarlo mucho llegué a la conclusión de que
estamos aquí porque experimentan con nuestros cuerpos ¿cómo lo sé?,
los he observado, cargan jeringas a todos lados nos inyectan un líquido
extraño, también llevan pastillas y nos obligan a tomarlas y cuando
alguien se niega, en principio, lo golpean si a pesar de los golpes no
quiere la pastilla, la trituran y la disuelven en agua.
Sin olvidar que los cuartos son como corrales donde solo salimos un par
de horas al día.

Y como cerdos, a veces se llevan a uno y ya no regresa, como Adriana,


ella estaba enferma, le dolía el estómago y tenía tos todo el tiempo. Un
día se la llevaron por la madrugada en una silla de ruedas y jamás la
volví a ver, muchos tienen miedo de ser los siguientes, así que ocultan
sus dolores y enfermedades.

Descubrí que la pastilla que nos dan es para mantenernos callados al


momento de inyectarnos, y la inyección es para debilitarnos. Antes
pensaba que lo que decían era mentira, que en realidad alguien nos
estaba buscando allá afuera, pero ha pasado mucho tiempo y a nadie lo
han sacado de aquí.

Pensaba que mi familia me buscaría, después de todo ellos estuvieron


ahí el día que me secuestraron. Lo recuerdo como si fuera ayer, sólo
estaba viendo la televisión y de repente esos monstruos altos y
horripilantes con sus caras desfiguradas, entraron a mi habitación me
inyectaron su líquido en el cuello y ya no pude forcejear más.
Me subieron en una camilla tan fría como el metal y me metieron en una
camioneta, lo último que vi de mi casa fue mi hija y a su esposo en la
puerta, ella lloraba y se aferraba a él.

Tengo mi teoría de que en realidad nadie nos busca porque ya no queda


nadie allá afuera que nos conozca. Christian me dijo que al ser
secuestrado, primero mataron a su familia, seguramente mi hija tuvo el
mismo triste destino.
Estoy seguro de eso, ella jamás me dejaría de buscar.

Pero yo ya he perdido el miedo a los monstruos, ya no me asustan sus


ojos, ya ni siquiera peleó por la cama, finjo ser dócil y aparento que he
tomado la pastilla que nos dan, pero en realidad llevo dos semanas sin
tomarla. Ayer cuando vinieron a inyectarme arañé el brazo de uno de
esos monstruos asquerosos, él gritó, me insultó y luego me golpeó en la
cara, pero no me importó porque el rasguño que le hice solo fue un
distractor para poder robar sus llaves.

He planeado esto por días y noches, mañana saldré de este maldito


lugar a buscar ayuda y salvar a todos los demás y entonces
derrotaremos a esos malditos monstruos.
Sin embargo hay algo que me molesta en todo esto, justo hoy por la
mañana escuché que uno de ellos hablaba por teléfono, anotó una
dirección y un nombre.
Después dijo "no se preocupe señora, en el asilo McFrey nos
encargaremos bien de sus padres".

soulphrenic

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