Está en la página 1de 2

Me despierto con el corazón agitado, sudando, y un poco confundida, fue solo una

pesadilla, pero había algo en mí que me decía que era real, ese grupo de la fogata, sus
palabras me llenaban de preguntas. Me levanto de la cama, para ir a tomar agua, cuando
me doy cuenta de que hay huellas abstractas en el piso, escucho chillidos, y pasos
pequeños, me asomo y veo unas orejas puntiagudas, cabello brillante y alucinante como
el sol, piel blanca y con aspecto suave.

Estoy llena de temor, las manos me sudan, el corazón me palpita, mil pensamientos
recorren mi mente, siento curiosidad y me doy cuenta de lo que tengo frente a mí, no
puedo creer lo que mis ojos, fije mi mirada en esa criatura de ojos violeta y mirada
inquietante. De apariencia dócil y simpática, ese pequeño ser, se acerca hacia mí. Yo no sé
qué hacer, quiero tocarlo y sentir con la yema de mis dedos ese cabello que parecía
algodón de azúcar, pero, por otro lado, estoy aterrada. Pensé en llamar a alguien, a mi
compañera de cuarto Ariana, pero probablemente me haga pasar por loca. También
pienso que si grito, este pequeño hombrecito saldrá corriendo y yo perderé la
oportunidad de saber qué es, cómo llegó aquí, que quiere y por qué escogió acercarse a
mí.

Fue entonces, cuando tomé la decisión y caminé lentamente hacia él, cuidadosamente,
para que no se espantara.

-Buenas noches, pequeño.- Le digo con cautela.

Cuando de repente llegó Ariana, me tomó de los hombros, me sacudió y empezó a gritar
el nombre de las enfermeras. Quienes siempre me persiguen, vigilan y conspiran contra
mí...

-----

Dos días después.

-Buenos días, señores Rodríguez, me alegra que hayan podido venir a pesar de que
nuestra sesión era la semana que viene.

-Buenos dias, doctora María. Por supuesto que vendríamos, y más si es tan grave como
mencionó. -Expresa Rosana, la madre de Laura-

-¿Ahora sí nos puede platicar porque nos citó esta mañana? -Dice Diego, el padre de
Laura-
-Claro, veran. Ayer a eso de las cuatro y media de la madrugada, Laura presentó otra de
sus pesadillas, seguido de una alucinación en la que sintió que hablaba telepáticamente
con un duende.

-Pero, si ella ya las había superado, doctora. Usted misma nos dijo la sesión pasada que
sus medicamentos ya la tenían estable.

-Primero que todo, Sr. Rosana, ya les había comentado que la esquizofrenia paranoide
que presenta su hija, es algo que no se superará por completo, si bien podrá conseguir
estar razonablemente estable, ella tendrá que tomar su medicamento durante toda su
vida. A lo que realmente voy, y después de aclarar ese punto, es que lastimosamente
Laura tendrá que estar hospitalizada más tiempo del que se tenía previsto, ya que nos
enteramos que ella tiene más de una semana que no se toma su medicación, lo que a su
vez provocó esta alucinación. Sentimos que lo que ella realmente necesita es sentir el
apoyo de ustedes, sentir su cariño para que sepa que no está pasando por esto sola y se
pueda recuperar lo más pronto posible.

-Esta bien, doctora, escucharemos sus recomendaciones. Iremos inmediatamente a


conversar con ella- dice Diego.

---

Al llegar a donde se encontraba Laura, sus padres quedaron conmocionados al ver a su


hija gritando y tratando de guindarse en la lámpara de su habitación…

También podría gustarte