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TAREA #28

20/10/2022

VACUNAS
QUERATOCONJUTIVISTI
S BOVINA
Entre las medidas profilácticas más comúnmente empleadas para proteger a los animales de la QIB
se encuentra la vacunación ya sea con células totales inactivadas (bacterinas) o proteínas
bacterianas purificadas o recombinantes. Sin embargo, con frecuencia la protección inducida por
estas vacunas no es total.

Vacunas basadas en células bacterianas


Los primeros estudios sobre inmunidad frente a la QIB fueron realizados por Hughes y
colaboradores (1968b), quienes inmunizaron vacunos con diferentes cepas de M. bovis y los re-
expusieron a cepas homólogas y heterólogas. Luego de una primera exposición el 100% de los
animales resultó infectado y un 66% desarrolló queratitis, mientras que luego de la segunda y
tercera exposición el 55% resultó infectado y sólo un 3,4% desarrolló queratitis. Este 3,4%
correspondió a animales que fueron reexpuestos a cepas heterólogas de M. bovis. La reducción en
la tasa de infección se asoció al desarrollo de inmunidad. A su vez, se observó que animales
vacunados intramuscularmente con cepas vivas de M. bovis desarrollaron menor tasa de QIB luego
del desafío experimental en comparación al grupo control (Hughes & Pugh, 1971). También se ha
descrito que las vacunas formuladas con cepas de M. bovis inactivadas por formol son efectivas en
la prevención de la QIB inducida experimentalmente (Hughes & Pugh, 1972). En condiciones de
campo, sin embargo, bacterinas autógenas inactivadas por formol no resultaron protectoras (Hughes
et al., 1976). Pugh y Hughes (1975) también evaluaron el efecto de la inmunización de bovinos con
células totales, células lisadas y fracciones fimbriales de tres cepas de M. bovis y posterior desafío
de los animales con cultivos virulentos de M. bovis. El suero de los animales no susceptibles tuvo
mayor título en anticuerpos contra las fimbrias 31 homólogas que el suero de animales susceptibles.
A su vez, los animales vacunados con lisado celular no fueron resistentes a la QIB y en el suero de
esos animales no se detectaron anticuerpos contra fimbrias.

La protección con una bacterina monovalente tiene por lo general una respuesta antigénica muy
buena, pero sólo si el serogrupo homólogo de la fimbria que conforma la cepa infectante está
contenido en la vacuna (Pugh et al., 1977). Se sugiere que la limitada reactividad cruzada a nivel
antigénico entre fimbrias heterólogas y el surgimiento de nuevos tipos de fimbrias puede llevar a la
producción de brotes de QIB (Vandergaast & Rosenbusch, 1989).
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Por otro lado, Prieto y colaboradores (2003; 2008) han procurado desarrollar métodos para mejorar
la expresión de fimbrias de cultivos de M. bovis para la producción de vacunas en biorreactores.
Ellos encontraron que la adición de carboximetilcelulosa en el medio de cultivo mejoraba la
fimbriación sin alterar las propiedades antigénicas de las fimbrias (Prieto et al., 2008).

En lo que respecta a M. bovoculi y debido a su reciente descripción son pocos los estudios donde se
evaluó la inmunización contra este patógeno. Funk y colaboradores (2009) encontraron que una
vacuna autógena (formada por aislamientos de M. bovoculi obtenidos de ese mismo animal ese
mismo año) no fue efectiva en prevenir la QIB natural. A su vez, un estudio reciente realizado por
Gould y colaboradores (2013) evaluó la relación entre M. bovoculi y QIB usando un modelo animal
en terneros. Estos autores establecieron tres grupos al azar, a uno de estos solo se le realizó
escarificación corneal, a otro se le realizó escarificación corneal e inoculación de M. bovoculi y al
tercero se le realizó escarificación corneal e inoculación de M. bovis. El 90% de los 32 animales
inoculados con M. bovis desarrollaron úlceras debidas a QIB, mientras que los animales inoculados
con M. bovoculi no desarrollaron la enfermedad usando este modelo, sugiriendo que este último
podría no ser el organismo causal de la QIB. La incapacidad de reproducir la infección por M.
bovoculi puede estar ocasionada por la dificultad que presenta la reproducción experimental de la
enfermedad. Como se mencionó previamente, es imposible llegar a conclusiones exhaustivas dado
el bajo número de estudios in vivo realizados con M. bovoculi.

La capacidad protectora de cepas de M. ovis también fue evaluada, encontrándose que una vacuna
formada por cepas de M. ovis autógenas no fue capaz de proteger a los animales inmunizados
contra la QIB (Funk et al., 2009).

Vacunas basadas en subunidades proteicas


Otra de las opciones de inmunización es el uso de vacunas constituidas por subunidades proteicas.
En un ensayo de inmunización donde se evaluó la respuesta a fimbrias de cepas homólogas y
heterólogas, se demostró que la virulencia de M. bovis podría ser reducida en presencia de
anticuerpos contra fimbrias homólogas. No obstante, en un mismo rodeo se han observado
diferentes tipos fimbriales infectando los ojos de los bovinos; por esta razón, los anticuerpos
protectores tendrían que estar dirigidos contra todos los tipos fimbriales que posee M. bovis. Esto
tiene que ser tenido en cuenta al momento de formular una vacuna contra QIB basada en
subunidades fimbriales.

Fimbrias purificadas también fueron evaluadas por Zbrun y colaboradores (2012), quienes las
usaron junto a diferentes adyuvantes para determinar cuál de ellos 33 brindaba mejor respuesta en
anticuerpos IgA locales luego de la administración intranasal de vacunas experimentales. La
respuesta fue comparada con la respuesta IgA producida luego de la inoculación con adyuvante
placebo y con una infección natural de QIB. Se observó un aumento significativo en la respuesta
IgA anti-fimbrias cuando los animales se inmunizaron intranasalmente con fimbrias-QuilA y con
fimbrias-Marcol Span, sin embargo, esta respuesta no se asoció con protección contra la QIB
ocasionada por M. bovis.
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Vacunas recombinantes basadas en las fimbrias de tipo IV de M. bovis también han sido propuestas
y en este sentido fimbrias de M. bovis producidas de forma recombinante en Pseudomonas
aeruginosa han protegido exitosamente a bovinos de un desafío homólogo.

Por otro lado, otra subunidad bacteriana que ha sido evaluada como posible candidata de vacunas
para prevenir la QIB son las hemolisinas de Moraxella spp.. Ganado bovino inmunizado con una
hemolisina parcialmente purificada de M. bovis fue protegido de la QIB luego de un desafío
experimental con una cepa heteróloga de M. bovis (Billson et al., 1994). George y colaboradores
(2005) evaluaron la eficacia de la inmunización con hemolisina de M. bovis parcialmente purificada
usando como adyuvante Qui1A. Estos autores observaron que la vacunación fue efectiva en reducir
los brotes de QIB.

Las limitaciones en la producción a gran escala de la hemolisina parcialmente purificada de M.


bovis llevaron a investigar la generación de vacunas recombinantes. Angelos y colaboradores
(2004, 2007c) evaluaron si el extremo carboxi-terminal de MbxA o el extremo carboxi terminal de
MbxA unido a las fimbrias, expresados en 34 forma recombinante, protegía contra QIB. En estas
pruebas, se observó una tendencia a la reducción de la ocurrencia de QIB en los animales
vacunados comparados con los animales control. Sin embargo, las diferencias entre ambos grupos
no fueron significativas. Posteriormente, Angelos y colaboradores (2010) inmunizaron de forma
subcutánea bovinos con una vacuna recombinante formada por subunidades del extremo carboxi-
terminal de la citotoxina de M. bovoculi (MbvA) junto a adyuvante ISCOM y evaluaron su
capacidad de prevenir naturalmente la QIB. En los animales vacunados con MbvA se observó un
aumento significativo de anticuerpos en suero, respecto a los animales que recibieron sólo
adyuvante (control), aunque no se observaron diferencias significativas en la proporción de
animales que desarrollaron úlceras de córnea.

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