Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
&\LIBRERIA
~PAIDOS
LAS HERAS 3741
Local 31 • TEL, 4B01-28{i0
El silencio
de las drogas
Luis Daría Salamone
11111ij [~セ@ セ@
Indice
lílílíll~~~m~ Prólogo
L'etourdit de la droga ............................................................................ 13
Hecho el depósito que determina la ley 11.723 en colaboración con Bernarda Antoniassi
Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por Charles Baudelaire: el dandy al que le gustaban
medios gráficos, fotostáticos: electrónico o cualquier otro sin per- los monstruos ...................................................................................................... 117
miso del editor. 123
l· I borracho que no podía olvidar .........................................................
1 os diarios de desintoxicación .............................................................. 127
Impreso en Argentina
6 1 Luis Darío Salamone
Casuística
1 "I I alolondradicho o Las vueltas dichas de la droga". [N. de la T.] Tradujimos como
"1 i! 11ln11dradi cho" el neologismo l'étourdit, que Eric Laurent utiliza evocando el título
il1•I lnxto de Lacan "L'etourdif' (traducido como "El atolondradicho"), en donde al
1u 1l'(j , 11 una t final, el término equivoca "el aturdido" (/'étourd,) con "las vueltas di-
' 11 ,1•," (les tours dits).
1 , 1111 1)11l. E, "El objeto droga en la civilización", Pharmakon 12, Grama ediciones,
[l,;_ /\s., 20 12.
14 1 Luis Darío Salamone
El si lencio de las drogas l 15
p•,icoanálisis.
1 Lacan, J., El Seminario, Libro 1, Los escritos técnicos de Freud, Paidós, Barcelona,
1986, p. 31. 1 /111t/., p. 31
28 1 Luis Darío Salam one El silencio de las drogas l 29
manifestación en la melancolía, pudiendo llegar hasta el suicidio. uho arriba tuyo y me llevas". El sapo se negó pues podía picarlo
Se puede agregar a esta lista el consumo de drogas, lo que el tra- y iil' ese modo moriría. El escorpión intentó convencer al sapo:
bajo analítico ha demostrado. El yo es presentado por Freud como "',n no sé nadar, si te pico en el lago te hundirás, y moriré junto
una pobre cosa sometida a tres servidumbres: el mundo exterior, i: 1>11ligo". Al sapo le pareció razonable el argumento y accedió. El
el ello y el superyó. El yo es adulador, oportunista y mentiroso, pero 1",corpión subió en el lomo del sapo, y cuando ya iba por la mitad
está sometido a los vasallajes del superyó y no tarda en convertir- i1,,1lag o sintió un picotazo en su cabeza, inmediatamente se detu-
se en un almácigo de angustia, de esa angustia de muerte que se o y le preguntó al escorpión: "¿Por qué me picaste?, moriremos
juega entre el superyó y el yo. le>', dos". "Disculpame 'dijo el escorpión', no quise hacerlo, pero no
Resul ta increíble cómo los psicoanalistas desconocieron estos pude evitarlo .. . esa es mi naturaleza".
postulados freudianos; en el texto de Freud pueden encontrar aun Eso es lo que ocurre cuando un analista se dirige al yo; tiene
más cuestiones a partir de las cuales se puede demostrar por qué •,cntido común, puede ser razonable, puede incluso tener buenas
pretender reorganizar esta relación entre el yo y el superyó es una intenciones y realizar el mejor esfuerzo, pero es muy probable que
tare a inútil, incluso arriesgada. Lacan advierte cómo sin quererlo, ,,1 tratamiento se hunda a mitad de camino pues no puede con
o incluso queriendo hacer el bien, se puede conducir a alguien •, u naturaleza, su función de desconocimiento es algo a lo que no
hacia lo peor. Tamb ién indicaba que el superyó empuja al goce, y puede renunciar por mucho tiempo; el yo no puede aceptar la fal-
el goce es el camino que conduce a la pulsión de muerte, hacia un la, puede soportarla a duras penas por un momento, pero volverá
silencio definitivo. a ese rechazo, tóxico o no, antes de llegar al terreno del deseo.
Pero antes de llegar a él, hay una forma de silencio que tiene Y esa parte diferenciada del yo llamada superyó muchas veces
que ver con el yo que "se hace el distraído" frente al accionar del res ulta más venenosa y mortal que el escorpión. Para Lacan el
superyó. No resulta extraño ya que, como Lacan se encargó de superyó tiene relación con la ley, pero se trata de una ley insen-
dejar en claro en el principio de su enseñanza, resulta evidente que sata, a tal punto que implica su desconocimiento. Era insensato
el yo tiene una función de desconocimiento y, cuando se apunta a para el escorpión mismo picar al sapo, pero era su naturaleza, y
él, aunque pretenda que lo hemos vencido, no tardará en reabsor- as í actúa el superyó en el neurótico. Es la ley y su destrucción, un
ber esa enseñanza para seguir mintiéndonos, porque el descono- imperativo que llega a ser lo más devastador; Lacan nos dice que
cimiento es su función fundamental. Una demostración clásica es es una figura feroz.
la que se observa en sujetos que son alcohólicos, jugadores, o que Es importante insistir en este punto para captar la inutilidad en
tienen cualqu ier adicción de forma evidente y notable, tanto para la dirección de la cura de que el analista se convierta en una espe-
ellos como para el resto de las personas; pero cuando son confron- cie de superyó exterior auxiliar a partir del cual le dice al analizante
tados a que padecen esta problemática, simplemente la niegan, no qué es lo que le conviene hacer. Convendría recordar cuál es el
se dan por enterados y se dirigen alegremente al casino o a servir- silencio que puede convenirle al sujeto: el silencio del analista; es
se una copa de vino; se puede plantear que son mentirosos, pero sobre ese fondo que se reencontrará con su decir, es allí donde po-
sucede que, como se puede observar, la función por excelencia del drá encontrar los ecos de ese real que lo determina, y es en ese si-
yo es el desconocimiento, es decir que es un embustero. lencio donde se juega esa función de objeto que el analista cumple
Tal como la fábul a del sapo y el escorpión, que es una historia para que el sujeto pueda relacionarse de otra manera con lo real.
africana, aunque se atribuye a Esopo. Ella cuenta que un sapo El psicoanalista no está para prohibir que el sujeto se drogue;
estaba en la orilla de un lago descansando en una roca mirando el sabe que realizar un pacto con la supuesta parte sana del yo resul-
cielo; un escorpión lo observaba atrás de unos arbu stos, se acercó ta inútil, simplemente porque no hay parte sana del yo.
al sapo y le dijo: "¿Me ayudas a cruzar al otro lado del lago? Yo me
30 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas / 31
3. El silencio en la cura
Antes, cuando eligió el silencio de las drogas, siguió el camino
¡_1,,1 l('Chazo de lo simbólico, del rechazo del Otro que se le tornaba
Cuando un analizante comienza su análisis puede suponer que p1, 1i>lemático, del rechazo del inconsciente; luego del trabajo ana-
el silencio que el psicoanalista pone en juego le es ajeno. No tar- lil II o, se sabe de los límites de lo simbólico, de que ese Otro es
dará en percatarse de qué es lo que tiene de propio: se trata de 11r1~1 construcción neurótica y que frente a las pulsiones se pueden
aquello con lo cual podrá ponerse a trabajar para relacionarse de ln111.11 decisiones, que se es responsable de cómo se elige gozar
otra forma con la más íntimo. Se encontrará con el silencio del y, 1•11 definitiva, vivir.
analista para poder relacionarse de otra manera con el silencio 1 11f rentarse a ese otro silencio implica que el sujeto se relacio-
estructural de las pulsiones. El semblante del analista está para n1-, con aquello que con las drogas pretendía obturar, con una falta
que el analizante se enfrente con lo que le resulta problemático 1p11 ', al taponarla, lo sumía en un goce mudo y mortífero.
para poder tratarlo.
Otro excelente texto que se ha escrito sobre el tema se llama
El neurótico irá saliendo así de ese silencio propiciado por la [ I ,1/cncio primordial, y habla del silencio en la cura, pero ha sido
represión, redoblado por el consumo de sustancias, volverá a en- ,e I ilo por el filósofo argentino Santiago Kovadloff. Nos dice que
contrarse con el lenguaje para poder enfrentarse finalmente al 11
, 1•,llcncio terapéuticamente eficaz arrebata al paciente la ilusión
silencio de las pulsiones, sin sepultarlo como antes lo había hecho. 111, que sabe lo que dice y lo acerca a la intuición de que dice lo
El sujeto pondrá en juego en el tratamiento un silencio que es ti''" debiera saber". 3 El psicoanalista calla y le entrega al sujeto
una forma de resistencia; el analista tendrá que maniobrar para "c·I 111descriptible paisaje de su alteridad", entonces "lo medular
no alimentarla, pero su aparición resulta algo lógico. En principio, , 111 •11ciado irrumpe y se deja oír". Kovadloff plantea que curarse
el adicto no reconoce su adicción, no quiere concurrir a un trata- 1t11pl1ca hacerse responsable "Del preguntar como lo huérfano de
miento. Más tarde puede verse llevado a él, entonces quizás se 11",puesta. De la existencia asumida como el perpetuo interrogar
produzca esa resistencia que no cae directamente sobre el silen- ¡1111 el sentido ausente". No se pregunta para responder, sino por-
cio estructural sino sobre lo conflictivo, para poder hablar a partir ' ¡111 • no es posible hacerlo. Es decir que se llega a un extremo
de lo que se le presenta de sintomático más allá de su relación ,l,111dc ya no se busca, el silencio recorta un vacío frente al cual,
con el consumo. Resulta común que cuando un sujeto decide de- I" 11 t1n lado, se puede estar tranquilo, pero a la vez impulsado por
jar de consumir aparezcan los síntomas; a partir de allí no es que 1111 , leseo que ya no encuentra los obstáculos propios y que procu-
el psicoanálisis se allane, pero se sigue el camino particular que , 1 l1.1cer algo con los ajenos. Estar intoxicado, entonces, ya no le
puede tener cada análisis. En verdad, esto se jugó así desde el li·¡,,11a al sujeto ninguna ventaja, pues en el intento de mantener
principio aunque el sujeto apareciera aplastado. Eso que perma- 1111•·,lcsiado el sufrimiento, el sujeto metió, en la misma bolsa, su
necía acallado que hablará en el síntoma para ser interpretado, ¡,1, ,¡)io deseo. Puede encontrar satisfacción en un recorrido que
pone al sujeto nuevamente en relación a ese Otro de la alienación u !11 ", no aparecía en su horizonte.
que habrá que desmantelar, pero de otra manera. El cinismo al l licodor Reik va a concluir su trabajo clásico sobre el tema con
que llevan los tóxicos no es el saldo cínico que resulta de un final 1111,1 1derencia a Mahler que en una oportunidad dijo: "En música,
de análisis.
I, ·, 111.'1s importante no se encuentra en la partitura"; lo mismo suce-
Si hace un tratamiento analítico, el sujeto irá de la posición cíni- /¡ 1on el psicoanálisis. Reik ha sido uno de los psicoanalistas que
ca que tenía cuando rechazaba al Otro y al inconsciente ayudado 11i, l 1nn reducido el silencio a una defensa. Abraham pensaba al
por los tóxicos, a un saldo cínico que podrá encontrar al final del
tratamiento al comprobar que ese Otro, con el que en su neurosis
se relacionaba, no existe.
l(11v,1clloff, S., El silencio primordial, Emecé, Bs.As., 1992, p. 53
32 1 Luis Darío Salamone El silencio de las drogas 1 33
silencio como una defensa frente al erotismo anal; Fenichel, como 11, 11t il ares que suspiran son su marco. Más allá, en una floresta
una defensa frente a un deseo de felación; Reich recomendaba L! 111, tl eza se agita y los árboles hacen ruido, sin que haya viento.
responder a ese silencio de defensa con otro por parte del ana- 1 11 111cdio de ese raro clima, en una roca se lee la palabra "deso-
lista, pero no era tan rígido, ya que pensaba que muchas veces el 111 1rn1"; también se ve un hombre cansado, triste, disgustado con
discurso escondía y el silencio revelaba, pero para encontrarnos l I lnnnanidad y con ganas de estar solo. Pero el hombre temblará
con eso hay que lograr salir del silencio provocado por las drogas. , 11 1•sa soledad, una y otra vez. El demonio maldijo, y ese lugar
Se llega, entonces, a otro puerto; Heidegger afirmó que "sólo el 11111•stro fue víctima de una espantosa tempestad, lluvia, rayos y
discurso verdadero hace posible el silencio auténtico". 11 ·1110, y el hombre seguía sentado allí. Entonces el demonio se
El analista es, como dice Miller, ese silencio en nombre del cual , 111 i10, lanzó la maldición del silencio, todo se acalló, cesaron los
el sujeto habla, hasta ese punto en el que ya no hay nada para 1111 111nullos, todo se apagó y en la roca se podía leer "silencio". El
decir, hasta obtener ese silencio que no es el de la defensa, el 11111nbre se puso pálido, no escuchaba nada, se estremeció y huyó
de una intoxicación que busca tapar la falta llevando a un goce 1 Inda carrera. El demonio le cuenta esta fábula a quien escribe el
autista, solitario y silencioso. Un silencio que no se opone al acto, · 1_11_•11to y cuando concluyó se rió, pero el hombre no pudo hacerlo.
podríamos decir, un silencio, en nombre del cual, el sujeto actúa. 1>or tratarse de una fábula resulta más bien extraña. Pero eso
lJI 11 • no puede callarse, que hace un ruido atronador, puede ser
1111, 1 bue na metáfora de la pulsión de muerte. Ese hombre que se
4. Desolación y silencio 11, '!él de los humanos como un representante de la escuela cínica
セ@ que vive en su desolación, es maldecido por ese demonio, como
Hay un texto de Freud que se llama "De guerra y muerte" 111 lince con cualquiera de nosotros nuestro propio superyó. El su-
(1915); allí plantea que "hemos manifestado la inequívoca ten- 1' •In, sin mucho éxito, desea acallar lo pulsional hasta que llega a
dencia a hacer a un lado la muerte, a eliminarla de la vida. Hemos 1111 •,ilencio que ya no se soporta, hasta que ese real hace su eco
intentado matarla con el silencio". Hay sujetos que intentan hacer 111, 1•, pe rturbador y procura huir.
a un lado la muerte intoxicándose. Es muy frecuente escuchar en l)e la desolación, en medio del murmullo permanente, a ese
la clínica que sujetos que, de alguna manera se estaban matando il 1•1 1cio intolerable. Ese puede ser el punto de viraje que empuje
con el consumo, procuran escaparle a la muerte. En muchos de 1 111 1 sujeto que consume drogas a un intento de rearmarse con
estos casos, la muerte es una puerta de entrada y de salida. El li!l estilo de vida. Cuando llegue a ese límite, a ese silencio al cual
temor, el intento de negar la muerte, lleva al sujeto a entrar en el 1111lió acompañado por las drogas, donde la cuestión se le torne
consumo. Percatarse de que se están matando, cuando por ejem- 111•,nportable, y entonces decida buscar otro camino.
plo tienen una sobredosis, puede llevarlos a querer salir.
Edgar Allan Poe, que tuvo problemas con el alcohol, también
fumaba opio; algunos de sus cuentos fueron escritos bajo sus
l llbllografía
efectos. Hay uno entre ellos que fue catalogado como metafísico
e n las ediciones que ha traducido Julio Cortázar, que lleva por 111•1tc l, S., "El chiste y su relación con lo inconsciente" (1905), Obras
nombre precisamente "Silencio". En este cuento, que es presen- c:ompletas, t. VIII, Amorrortu, Bs.As., 1986.
tado co mo una fábula, el demonio habla de una lúgubre región 111•11d, S., "El motivo de la elección del cofre" (1913), Obras completas,
donde no hay calma ni silencio. Todo funciona de una manera muy LXII, op. cit.
extraña, las aguas de un río azafranado no corren hacia el mar sino 11,•11d, S., "Presentaci ón autobiográfica" (19'24), Obras completas, t. XX,
que palpitan tumultuosamente bajo el so l, un des ierto de grandes 1 ,¡i. cit.
34 1 Luis Daría Salamone
Freud, S., "El yo y el ello" (1923), Obras completas, t. XIX, op. cit.
Freud, S., "De guerra y muerte. Temas de actualidad" (1915), Obras
lJna defensa frente a lo real
completas, t. XIV., op. cit.
Kovadloff, S., El silencio primordial, Emecé, Bs. As., 1992.
Lacan, J., El Seminario, Libro 1, Los escritos técnicos de Freud, Paidós,
Barcelona, 1986.
Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamenta/es
del psicoanálisis, Paidós, Bs. As., 1987.
Poe, E. A., Cuentos completos, Círculo de Lectores, Bs. As., 1983. "Bajo el efecto de las drogas no te importa nada,
Reik, Th., "En el principio es el silencio", El silencio en psicoanálisis, Com- solo quieres aislarte del mundo y conseguir una paz interior
pilado por J. D. Nasio, Amorrortu, Bs. As., 1988. que no se consigue en el estado normal".
Kurt Cobain
1>efenderse de la pulsión
sencillo ya que el origen de la problemática se encontraba en la ¡,1, 111lear una dirección de la cura posible para estos casos. Por
sexualidad. En síntesis, el yo se defiende de la pulsión. 11puesto que no se trata de plantear que esta sea una orientación
Esta sería la lectura freudiana del término. Jacques-Alain Miller, .11l¡1mente para este tipo de casos, lo es para cada tratamiento,
en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica y en otros I" "o en estos hace posible una dirección de la cura, y es lo que
momentos de su enseñanza, realiza una lectura lacaniana de este cl1•111uestra que los sujetos por más que consuman sustancias tóxi-
tema, lo que puede considerarse un gran aporte para la clínica de ' ,1', son analizables para los analistas que sigan esta orientación.
las toxicomanías y el alcoholismo. Plantea que situar el incons- 1 n El lugar y el lazo, Miller ubica que el lugar central que tenía
ciente con respecto al Otro resulta completamente distinto que 1.-, !<]presión en la enseñanza de Lacan fue perdiendo terreno para
colocarlo con respecto a lo real. Situarlo con respecto al Otro sería , ¡i 1t \dar sustituido por la defensa.
pensar en el síntoma como metáfora, y en las restantes formacio- 1 n algunos casos las toxicomanías podrían plantearse como
nes del inconsciente. Pero situarlo con respecto a lo real hace que 1111,1 defensa frente a lo real, tal como lo situó muy tempranamen-
se tome en cuenta otra perspectiva. Implica, por ejemplo, pensar ¡,, Mau ricio Tarrab, en uno de los primeros trabajos que escribió
que el inconsciente es un soliloquio, cuestión que se remite a la ,, ,hre el tema, donde esgrimió la hipótesis de que la droga era un
última enseñanza de Lacan. En este sentido, el sujeto se defiende 1,•111ed io contra el goce. 2 Allí presentaba a la droga en un sentido
de lo re al. Por un camino, el psicoanálisis se maneja en el plano del l11•11d iano, como un remedio, una muleta frente a lo imposible. Hay
significante, la posibilidad de una interpretación, el inconsciente 1111,1 fu nción de la droga que no está vinculada al exceso, sino que
divertido del chiste o los fallidos; por el otro, nos topamos con el 1, • permite al sujeto tolerar lo imposible de soportar. Es decir, ubica
psicoanálisis como imposible. J líl droga como una especie de muralla, de dique contra el goce,
Será este atolladero lo que siempre se argumenta al plantear 111< luso una defensa. Tarrab cita a Lacan para ubicar otras posibles
las dificultades en la clínica de las toxicomanías. Si tomamos la il, •lcns as, cuando Lacan dice que "el deseo es una defensa contra
vertiente de l síntoma como metáfora, no aparece como un sín- , ·I ooce", o que "el placer es lo que otorga al goce su límite"; cosa
toma interpretable; Miller lo ubicaba en términos de un Otro que , 111iosa, también considera que el saber hace que uno pueda fre-
no existe, característico de esta época, lo que se pone muy en 11,11 en cierto límite.
evidencia en esta clínica donde no se encuentra fácilmente la rela- 1 .ste texto de Tarrab presenta el antecedente de un concepto
ción del sujeto con su inconsciente; lo que sí se encuentra en esta , ¡111 1 se ha ido forjando desde hace más de veinte años y es el de
clínica es la relación del sujeto con lo real. l.i func ión del tóxico. Leer este concepto a la luz de la última en-
Ese es el otro camino que se abre a los psicoanalistas, y de lo 1•11anza de Lacan, y la interpretación que Miller hace de ella, nos
que se trata entonces es de procurar perturbar la defensa que el I" '' rnite concebir esa función como una defensa contra lo real,
sujeto tiene frente a lo real. Miller hace de esto una definición de il1• ese modo, dejar de buscar el inconsciente donde el signifi-
lo que implica ser analizante: "ser analizante es aceptar recibir de ' ,11ilc produce efectos todo el tiempo, donde las formaciones del
un psicoanalista lo que perturba su defensa". 1 Y el acto analítico, 111< onsciente reinan, y encontrar la forma de operar agujereando
la tarea del analista, podría calificarse como perturbar la defensa. •., 1defensa frente a lo real. Esa defensa, por otra parte, está con-
Es decir que res catamos el viejo concepto freudiano y nos va- d, •11ada al fracaso y, cuando no lo está, puede acabar con la vida
lemos de é!, pe ro tomándolo desde la orientación lacaniana, para ,¡, _.:tl guien. Se trata de una clínica de la inexistencia del Otro, pero
il 1111smo tiempo, si la relación a un Otro no se presenta, estamos
3 Este tema será ampliado en el capítulo "Escándalos, drogas y rock and rolf'.
4 Cf. Salam one, L.D., Alcohol, tabaco y otros vicios, Grnma ediciones, Bs.As., 20 12.
Mill,~1, ,/.</\., La experiencia de lo real en la cura psicoanlítica, op. cit. , p. 36.
El silencio de las drogas\ 41
40 1 Luis Darío Salamone
Sin embargo esta expresión "desarreglos del goce", no nos 1reud nos muestra cómo se presenta en la clínica, en la reac-
debe llevar a la idea de que existe la posibilidad de un arreglo yoi- ' 1cm terapéutica negativa, en el sentimiento de culpa que se sa-
co con el goce; como lo he dicho en otras oportunidades, el goce 11·, lace en el estar mal, y que hace que el sujeto no se muestre
no es un animal doméstico. Es la ingenuidad en la que muchos , 11lpable sino directamente enfermo. Se muestra sumamente se-
terapeutas, incluso psicoanalistas, suelen caer. Quizás podemos 1•1o y, lo digo tal cual lo plantea Freud porque lo hace en forma
pensar que el síntoma implica cierto arreglo del sujeto con el goce 11H1lundente y en algún sentido bello, con esa extraña belleza que
y la cuestión es considerar estos casos donde se juega la cuestión 1111t'de estar presente en algunas películas de terror: "se abate
de otra manera, donde no funcione el operador fálico sin tratarse ,, ,hre el yo con una furia cruel".
necesariamente de un caso de psicosis. 1 1superyó le puede provocar inhibiciones al sujeto, pero tam-
Voy a tomar como eje un concepto al cual hemos vuelto cons- l 111 •n llevarlo al acto delictivo buscando un castigo.
tantemente, y sin embargo sigue mereciendo nuestra atención, 1reud es contundente: el superyó es el cultivo puro de la pul-
porque siempre está presente en nuestra clínica y particularmente 11H1 de muerte. Lo repite en dos oportunidades como para que
en la clínica de las toxicomanías. Siempre nos hace escuchar su ,,, queden dudas: el cultivo puro de la pulsión de muerte. Resulta
voz áfona, contundente, que no le deja escapatoria al sujeto. Me 11 año como esto ha sido ignorado por tantos psicoanalistas. ln-
refiero al superyó. 1 h1•,o nos dice que en muchas oportunidades logra empujar al yo
Hemos hablado mucho del superyó, pero aún queda tela por dll<'Ctamente a la muerte. Y agrega algo que puede resultar curio-
cortar. Desde que Freud lo introdujo en "El yo y el ello" en 1923, 11, dice que esto sucede cuando el yo no logra defenderse de su
ha sido motivo de discordias, de tergiversaciones. 1111'1 tirano recurriendo a la manía. Se entiende esta pensando en
Si bien el concepto es tardío, aparece desde mucho antes bajo , , ,1110 la melancolía puede empujar al suicidio.
el nombre de censura, donde ya nos muestra las consecuencias IJero quizás el uso de drogas en muchos casos sea en este
del sentimiento inconsciente de culpa, comenzando a presentar .1•1llido una defensa, algo que le permite al sujeto alivianar su re-
esa topología que es propia del aparato psíquico. 1 11 1ón con el superyó. Y lo que genera es precisamente manía,
Freud en 1914 plantea la necesidad de formalizar una instan- 1, 1hlamos de hecho de toxicomanías. Sin embargo esa solución
cia psíquica que vela por la satisfacción narcisista que viene del ' 1111bién puede ser tomada por el superyó. Y conducir a la muerte.
ideal del yo, y observe al yo actual midiéndolo con el ideal. Lo 1>or momentos resulta difícil diferenciar el ideal del yo en Freud,
denomina "conciencia moral"; sus consecuencias se perciben cru- I '11 que está íntimamente ligado a la elaboración que va realizando
damente en el delirio de observación de los paranoicos. Observa y d, 1•,uperyó. En "El yo y el ello" los utiliza como sinónimos. Pero se
critica nuestras intenciones. I '' 11 •de considerar al ideal del yo amasado fundamentalmente con
Freud dice que el ideal se va formando por la influencia crítica l 11, 11 cisismo y la identificación a los padres y sustitutos, pasando
de los padres, pero también de los educadores, de los maestros 11 1, 1rnpo de lo social, que conforma un modelo que el yo procura
y de otras personas del medio, que entre todos tejen una especie ( q111r. En "Psicología de las masas y análisis del yo" la función del
de enjambre. 1il11, tl permite explicar la fascinación amorosa o la dependencia
El superyó forma parte del yo, pero sin embargo puede estar 1, 1111 sujeto frente a un hipnotizador o bien un líder. Es decir que
separado de él, y tiene la facultad de contraponerse al yo y do- d,¡111cn puede ser ubicado en el lugar del ideal del yo.
minarlo. Freud lo ubica como el monumento recordatorio a lo en- J.1cques Lacan, en un texto muy temprano como La familia,
deble y dependiente que el yo era en el pasado; antes el sujeto 1il-i11 .i de forma diferenciada estas dos instancias que son una
estaba sometido al Otro, ahora lo está a su superyó. Ademas tiene ,11',<'cuencia de la culminación de la crisis edípica, la instancia
afinidad con el ello, es decir que guarda relación con las pulsiones. ¡i ,, 1<'prime es el superyó y la que sublima el ideal del yo.
46 1 Luis Darío Salamone El silencio de las drogas l 47
Lacan de entrada ubica al superyó en el plano simbólico. Tiene In l.1 historia de la música, pero también la relación que Miles Da-
una estrecha relación con la ley, pero se trata de una ley ciega, vir; y otros grandes músicos han tenido con las drogas.
insensata, una tiranía, es a la vez la ley y su destrucción. "Kant con ( harlie Parker ocupa un lugar destacado en esta historia. Con-
Sacie" nos muestra la verdad de este imperativo categórico, un im- iil1 •1 ,ido uno de los más grandes saxofonistas, se trata de otro de
perativo que ordena al sujeto gozar. El resultado de una voluntad 1: ,, 111<1sicos que estropearon su organismo con sustancias tóxicas
de goce, esa figura insensata y feroz, está relacionada con la voz 111111< •ndo joven, a los 34 años.
y por lo tanto con el sadismo. M,ts allá de la admiración que Davis siente por Bird, este no
Como lo ha planteado Eric Laurent en un viejo texto presente 1· 'I ' ele leer en él un impulso destructivo: "una de las cosas que
en el segundo libro editado por el TyA, la droga nos lleva a la posi- 11t1111"i1 comprendí de Bird era por qué se entregaba a tanta acti-
bilidad de una ruptura con el goce fálico. Esto podemos escribirlo 1(1 111 destructiva. Macho, Bird estaba por encima de aquello ... Era
como Fi sub cero. tr d11u'nte sensible. Pero llevaba dentro de sí aquel impulso des-
1
Esta es una fórmula que Lacan introduce en el campo de la 11 l t• l1vo que se apartaba de lo normal".
psicosis para plantear lo que es la ruptura de la identificación l '1ocuró dejar la heroína y si bien tomaba mucho antes de ha-
paterna para Freud o de la función del Nombre del Padre para 1111 1 parecía que no era nada al lado de la relación que comenzó
Lacan; la significación fálica no se produce, no aparece el sínto- , 111 •1 especialmente con el whisky. El o porto le sirvió durante la
ma como una formación de compromiso. Tenemos entonces una 11ilnxicación, luego agregó el consumo de píldoras, particular-
formación de ruptura, pero una ruptura con el goce fálico sin que 1:1'1111, benzedrina.2
por ello haya una conclusión del Nombre de Padre. Si podemos ll.1vis nos dice que "Circulaba la idea de que tomar heroína
hablar de ruptura es porque dicha operación ha estado en los 11 il1 ,1llevarte a tocar tan bien como Bird. Muchos músicos la to-
casos de neurosis, pero con el recurso al tóxico ha logrado que- ,1~1111 111 con ese propósito. Supongo que yo estaba esperando que
brantarse la relación con el falo, tal como lo plantea la fórmula la- 1 1 tl1•11lo me iluminase, no sé. Pero meterme en esa mierda fue
caniana de la droga rompiendo el matrimonio con el mismo. Esta ,11 f 11111 muy grave".3
es la fórmula que Jacques-Alain Miller elige para dar cuenta de lo \, ,111os que Bird era ubicado en el lugar de ideal por otros mú-
que es el goce superyoico. Se trata de un goce que no logra ser ' ,, q11c eran capaces de introducirse en las drogas para imitar-
fren ado, tamizado por el falo, y por lo tanto no se localiza como 111,tlmn su música y quedaban atrapados por esa vinculación
fálico. ¡111_ 1•, 110 tan sonora, salvo cuando irrumpía drogado realizando
Voy a tomar dos capítulos de la historia de la música para que 11,Ldos.
podamos ilustrar cómo se pasa de ese encuentro con la sustancia
tóxica a partir del ideal, al empuje superyoico que pone en juego
esa dimensión mortífera del goce. 'e 11 111 ruta, con LSD
Jl111 <, 1pílulo de la historia de la música y las drogas podemos
2. Para poder tocar como Bird n11, 11 lll narrado maravillosamente en Ponche de ácido lisérgi-
co (1968). Tom Wolfe es considerado como el padre del llamado 1pupo tan enorme desencadena demasiadas fuerzas, demasiada
nuevo period ismo que definió como el género literario más vivo de 1•11ergía vandálica, y hacen que sobrevengan cosas muy destruc-
la época; un estilo de prensa que tuvo su origen en los años sesen- l1vas y extrañas ... ".4
ta en Estados Unidos, cuando se publicó A sangre fría de Truman
Capote. Wolfe escribió con este estilo Ponche de ácido lísérgíco,
describe de forma realista un viaje mítico realizado con métodos del 4. Del ideal al superyó
periodismo tradicional, como entrevistas, investigaciones, toques de
sensacionalismo; pero también con recursos literarios como monó- Vemos que se trata de situaciones en las que la vinculación
logos, diversos puntos de vistas, extensos diálogos y otras cosas. d1' los sujetos con las sustancias está en relación a los ideales,
Florecía el hippismo en ebullición, y en el campo de la literatura p1'ro en el camino no tarda en irrumpir un empuje al goce y sus
surgieron escritores que se conocen bajo el nombre de Genera- 1lt\sarreglos.
ción Beat. Escribieron sobre las experiencias que tenían al abrir Una cosa es cuando un sujeto se droga a partir de un ideal,
las "puertas de la percepción". Jack Kerouak y Allen Ginsberg p1•ro esto no tarda en ser tomado superyoicamente. Pensemos
fueron los más populares. Pero también estaba Ken Kesey, un es- por ejemplo cuántos jóvenes empiezan a fumar cigarrillo para sen-
critor que mucha gente conoce aunque sea por una obra, o más 111 se grandes o fumar marihuana por identificación al grupo.
bien por su versión fílmica: A/guíen voló sobre el nido del cuco, La articulación entre el superyó y el ideal, como lo ha obser-
película diri gida por Milos Forman y traducida como Atrapado sin ,1do Blanca Sánchez, es que el superyó empuja al sujeto a gozar
salida, que trata sobre la locura y el tratamiento que la sociedad le l 1, 1jo el modo que impone el ideal.
prodiga a la misma. Hay otra consecuencia que se desprende de esta cuestión.
Ken Kesey, decidió ir más allá de la escritura y realizó un viaje Se habló mucho de la caída del padre en nuestra época, se
lisérgico que grabó en kilométricas cintas de 16 mm. En 1964 Ke- 11.ihló, diría yo, de más. Porque es verdad que cambió el estilo del
sey emprendió el viaje a través de los Estados Unidos junto a un ¡,,icJre, 6pero esto implica que no opere la función paterna? En los
e .-1•,os que opera, lo hace. Sin dudas ha cambiado el estilo de la
grupo de amigos que se llamaban los "alegres bromistas", un viaje
a bordo de un autobús pintado con colores fluorescentes llamado p,dern idad, ya no se trata del padre de antes, no tenemos la pre-
"Más allá", con ducido por Neal Cassady, que es el Moríarty, héroe ,1 •11cia de un padre autoritario, cambian ciertas configuraciones.
de la nove la En el camino, de Jack Kerouack. Van por la carretera 1 sto repercutió por ejemplo en la configuración del superyó. Al
animados por el sexo, las drogas, fundamentalmente LSD y el rock 1111 ope rar el Nombre del Padre de esa manera en que puede ope-
1 11 a partir de un amo que no recibe cuestionamiento alguno, el
and rol!. De cerca, lo persigue el FBI. Allí desfilan los Ángeles del
Infierno, los Beatles, Allen Ginsberg y otros. En ese viaje alocado 1qicryó tiende a jugarse en el afuera. A eso me refería con la pre-
se desparramaron los elementos retóricos, visuales y una filosofía 1•11lació n de una nueva topología. Aunque en verdad no es nuevo;
que se amasa con los ideales de paz y amor a partir de alucinó- 1,lo que antes estaba más reservado para las mujeres, que, con
genos, drogas psicodélicas, carretera, amor libre, resistencia a la 11 <'nde blés supeyoica, porque la castración no las golpeaba tan-
represión y a las guerras, que daría lugar al movimiento hippie. 111, podían ubicar el superyó en el exterior, en la figura de la madre
Es decir que los ideales están a flor de piel , pero destrás de ellos , , t11,1partenaíre, y quedar presas de un estrago. Con esta nueva
acecha el goce superyoico. 111uclalidad entonces el estrago es generalizado.
Tom Wolfe escribe en su crónica del viaje: "Las pruebas del
ácido han terminado. Kesey es un maníaco y las pru ebas del ácido
son demenciales y todo se es tá yendo al traste. Tomar LSD en un セ@
1 1.ican, J., "El objeto del psicoanálisis", clase del 20 de abril de 1966. Inédito
l 1<\Ud, S., "El malestar en la cultura" (1930), Obras completas, t. XXI, Amorrortu,
·, /\s., 1988.
52 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas / 53
--
セ@ [I término Pharmakon ha sido utilizado para dar nombre a una revista que reúne
l1abajos de todos los grupos y departamentos que en el Campo freudiano trabajan,
3 Escohotado, A., Aprendiendo de las drogas, Ann¡¡1,11nn, 13rn cclona, 1995. d1\Sde el psicoanálisis de orientación lacaniana, cuestiones relativas a las toxicoma-
111as y el alcoholismo.
54 1 Lui s Darío Salamone El silencio de las drogas 1 55
se percata de ello hasta que se relaciona con su inconsciente, solo 1•,IC'n tantas razones para buscar un anestésico. Además, en el
que ocurre que el consumo de un tóxico implica precisamente un 11, il1 c,is el sujeto experimenta aquello que una relación al incons-
rechazo del mismo. Es la consecuencia lógica de evitar el sufri- 1, 111c puede implicar en su vida. Es verdad que con este movimien-
miento a partir del cortocircuito significante que se logra con el lu ',!' vislumbra un horizonte de angustia, pero también que a partir
tóxico. le ,dravesar esos territorios, se encontrará en el campo del deseo.
La incidencia del inconsciente sobre el cuerpo fue precisamen- Con respecto a su cuerpo, en lugar de estar narcotizado evi-
te uno de los primeros aportes freudianos, al plantear la influencia , 111clo el dolor, o buscando un goce con contraindicaciones (como
de algo que no es del orden del significante, ese más allá del prin- .111, lc ocurrir con las drogas), al lograr salir de la impotencia, volve-
cipio del placer. 1.j ,1 se r la morada de un goce capaz de vivificarlo.
La droga con sigue borrar la incidencia del significante, facilita, 1 xisten otras técnicas que también procuran operar sobre el
en cambio, el ingreso en el más allá del principio del placer. Abre el 11,,,po, incluso a partir del significante; solo que apuestan a la
camino a un goce donde el significante no opera. Fue precisamen- 111 ¡estión en lugar de a la resolución del conflicto, buscan cierta
te el lenguaje el que separó el cuerpo del goce, 5 hizo que el goce 11 1¡ulación del goce poniendo a punto la capacidad del yo para
1
quede al menos acorralado en ciertas zonas, esas zonas erógenas 11 1>1ralarlo. Se trata de un goce truncado, el mismo que la neuro-
que son como un oasis en el desierto de goce del cuerpo. Por me- , , común le ofrece a muchos sujetos, algunos de los que buscan
dio del tóxi co se procura reencontrase con ese goce perdido, pero 1 1, 1 droga como una solución para escapar de tanta pobreza de
siguiendo la metáfora del desierto, solo se fabrican espejismos, o t11sfacción.
quizás pantanos donde el sujeto puede hundirse. El analista ofrece
en estos casos una rama de la cual agarrase, una rama que ha to-
mado de ese inconsciente que el sujeto inútilmente ha rechazado, 1, Michaux y su exploración de los abismos
procurando reinstalar algo de la relación al Otro por medio de la
transferencia. En ese sentido se trata de un retorno a la dimensión l lenri Michaux fue un gran poeta y pintor de origen belga, na-
del significante, que fue constitutiva para el sujeto y que él mismo ' 11111alizado francés, que escribió sobre viajes imaginarios y relatos
ha procurado borrar recurriendo al tóxico. Así como el lenguaje eva- 11l>re sus viajes con sustancias. Varios de sus textos fueron es-
cuó el goce del cuerpo, confinándolo a esas "reservas" que son las 11ilos bajo los efectos de drogas, particularmente la mezcalina. De
zonas erógenas, también ha azotado al cuerpo del sujeto con signi- L1 ,elación con ella surgieron textos como: Paz en /os quebrantes
ficantes amos que le deparan un sufrimiento. Las drogas, al aneste- ( 1!Jó9), El infinito turbulento (1957), Conocimiento en el abismo
siar el cuerpo, logran que los azotes de los significantes amos dejen ( l 1)61), Las grandes pruebas del espíritu ( 1966).
de producir dolor al sujeto. Sin embargo, pueden sumergirlo en un 1 1 libro Momentos6 recoge varios poemas escritos bajo los
goce mucho menos soportable aún. Se trata de ir a la búsqueda de 1 1, •( los de los alucinógenos. Dice que la mezcalina le da una vida
esos significantes amos para darles otro tratamiento. 111 H, orosa, pero el horror consiste en que el yo se transforma en
A partir de entonces, en lugar de anestesiar el cuerpo, el dis- 1111,1 línea, mientras que en la vida normal uno es una esfera, que
curso analítico logra hacer que los significantes amos caigan y, al p111 efecto de la droga se transforma en una línea que se quiebra
desprenderse, dejen de ser un flagelo. Desde ese momento, ya no i'll mi l aberraciones. Y afirma que el látigo de un carretero enfure-
Bibliografía
La droga: 6síntoma o estrago?
Escohotado, A, Aprendiendo de las drogas, Anagrama, Barcelona, 1995.
Freud, S., "El malestar en la cultura" (1930), Obras completas, t. XXI,
Amorrortu, Bs.As., 1988.
Lacan, J., "El objeto del psicoanálisis", clase del 20 de abril de 1966.
Inédito.
Michaux, H., Momentos, Alción, Córdoba, 2001.
"Nadie que te conoce adivina
Miller, J.-A., "Algunas reflexiones sobre el fenómeno psicosomático",
si estás hecha de sombras y olvido
Matemas 11, Manantial, Bs.As., 1988.
o de puñaladas y espinas".
Tarrab, M., "La substancia, el cuerpo y el goce toxicómano", Más allá de Darío Montecristo
las drogas, Plural, La Paz, 2000.
1arrab, M., "Algo peor que un síntoma", clase del Seminario del TyA del 18 de
11 lt1bre de '2001. Inédito.
i Nota: el término en francés es ravage que implica estrago, devastación, ruina, im-
1" 11 L111le daño, daño violento. Proviene del latín rapere, arrastrar, seducir, arrebatar,
l11111,1r precipitadamente, robar, cercano a raviner, abarrancar.
60 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas 1 61
La pé rdida del amor, o la desestimación de esta demanda, implica pl11nlc•,1 las razones por las cuales el superyó femenino trajo tantos
sumergirse en la angustia. Esto puede crear cierta dependencia p111lM•111as al psicoanálisis; no se lo encontraba porque, como la
que la lleve a aceptar cualquier tipo de exigencia por parte de 111 l.1 1obada, estaba ante los ojos. Dice: "Habría que escribirlo así:
ese Otro. Así, el partenaire haría las veces de ese superyó, débil 1 11pcryó, femenino". 13
como instancia interna, pero tan estragante como siempre, y me- 1'l)( lría afirmarse que lo estragante siempre está en relación
nos impersonal. Ya en 1927 Hans Sachs hablaba de mujeres que n11 1•I accionar de ese superyó femenino, desarrollo que permite
tendrían un superyó postizo a partir de la relación con los hombres, 111p1cnder el problema de plantear a las drogas como un estra-
de quienes se tornarían en dependientes y sumisas. 10 El hecho de 1. 1.,I sto valdría sólo para las mujeres? Es verdad, como se plan-
perder el amor resultaría equivalente a la angustia de castración. ,•, ,1 11 leriormente, que Lacan hace jugar la cuestión del estrago
En este punto, se encuentra una de las respuestas, además del 11,I l,1do de las mujeres.
goce que puede ocasionar, de por qué se sostienen estos amores. 11,11 adójicamente, Daniel Sillitti sostenía que no hay mujeres
Si bien es mentira que el amor todo lo puede, al menos logra anu- 1il 11 1imanas; por más que a algunos les resulte extraño, tenía ra-
lar, temporari amente, la angustia de castración. 1111 ", para pensarlo. En principio, la mujer no existe, no hay nada
Si cons ideramos al superyó como heredero del Edipo, en ese ,11 lo que pueda hacerse una generalización de la mujer; por otra
estancamiento en la ligazón con la madre que incita el goce y lo 1·1111 ·, el goce de las toxicomanías no se puede equiparar al goce
prohíbe, se j uega algo del orden de la arbitrariedad; esto se pre- 1· 1111 1 nino, ningún vector en el lado mujer de las fórmulas de la
senta en las discusiones en torno al superyó femenino. Freud va 1mció n pueden dar cuenta del goce toxicómano. Si se plantea
a plantear el amor a la madre con relación a la conciencia moral; l 11t.1tema % no se puede hacer uso de las fórmulas de la sexua-
debido a la arbitrariedad la conciencia moral cobra un carácter 1.'111 co mo operador.
implacable y crue l. Características del superyó. 1 íl pregunta que surge es si el problema de las mujeres taxi-
El deseo materno, esa boca de cocodrilo capaz de devorar ¡ 111 11íl nas no es parecido al viejo problema del superyó femenino:
-vale la pena aclarar que el cocodrilo hembra lleva a sus crías en ,,, , ·,e las ve, porque como la carta robada, están a la vista. Es
la boca-, tiene su correlato en el superyó. Un superyó materno, oln una hipótesis, pero quizás no sea tan desatinado pensar a
más exigente que el paterno, oprimente, devastador. lit, loxicomanías, al menos ciertos casos en los cuales el sujeto
Miller propone una clínica del superyó, podríamos decir de la p,_11 l' Íecto de la droga se esfuma y entra en coalescencia con el
pulsión de muerte, pero manifestada bajo su aspecto de superyó, 11-,11 •lo a, del lado mujer en las fórmulas. Esto valdría para el estra-
que lejos de ser Pepe Grillo, como planteamos en otro momento, 11 1' 1, para la niña estragada por la madre que, al no poder erigirse
para Freud es el cultivo puro de la pulsión de muerte. Capricho 1, 11110 res olución a su demanda fálica, ocupa el lugar de objeto
sin ley que empuja al goce. Miller sostiene que el goce se refiere 11t I lantasma. Esa es la razón por la cual durante mucho tiempo
al deseo de la madre como función sin freno simbólico y propone < onfundió a la adicción con la perversión, y también por eso
1Jna viñeta clínica podrá ilustrarnos acerca del modo por el cual
2. Del lado del síntoma ¡ , .. ,lrago puede presentarse.
Mariam llega a la consulta porque, teniendo más de treinta
Ya ha sido planteado en varias oportunidades por qué la drog a 11111•,, no ha logrado hacer nada en su vida. Vive encerrada en una
no es un síntoma en el sentido metafórico, no es un significante li til1ilación ubicada en el fondo de la casa de su madre, a partir de
que aparece con relación a otro reprimido. Sin embargo, el con- 111, • deci dió dejar de dormir en el mismo cuarto que ella, tomando
cepto de síntoma va cambiando a lo largo de la enseñanza de 1, 1)/i ol. Lo único que la saca al jardín que separa su pieza del res-
Lacan. ' d<' la cas a es un estanque de agua que había colocado su padre
14
En El síntoma char!atán Miller ya no distingue síntoma de fan - _11,_1 criar peces, abandonando la casa al poco tiempo, cuando
tasma sino que los emparenta; esto ocurre con la última definició n Mc11iam tenía doce años. Los peces murieron al año pese a que
del síntoma lacaniano. Entre el sujeto y el goce hay una media- 11 debi do a que- la madre los alimentaba todo el tiempo. Poco
ción : la significación del Otro. 1, ', pués, entra en un período durante el cual se niega a comer,
La droga implica un modo de gozar que responde al autismo ¡ 11 l1ru larmente ante la presión de la madre, presión que siempre
contemporáneo, guarda relación con todas esas invenciones para 11 il 11a estado, y que había hecho de ella una "gordita", rasgo que la
permanecer alejados del Otro. Entonces Miller propone una fórmu- 11uil1c misma se encargará de criticar. Ante una pérdida de peso
la para la droga borrando el significado del Otro, no necesitan de ¡;1,_; llcupante, es llevada a una institución que se dedica a tratar
las significaciones del Otro. Entre el sujeto y el objeto a aparece el 11:1clros de anorexia.
losange quebrantado. Esta fórmula nos permite pensar a la droga Al terminar el tratamiento, conoce a Carlos, definido como un
1tdH'mio, que además de escribir toma alcohol todo el tiempo. Se
ganando terreno en un momento de vacilación del fantasma. Este
tipo de síntoma, que prescinde de una relación al Otro, es estra- , 111 ¡, incha en su locura. Carlos le dice qué tiene y qué no tiene que
gante debido a que no permite una contabilidad del goce. Ese es 11 11 t! J. Se transforma en la medida de su realidad.
el motivo por el cual a mi juicio, el psicoanálisis puede tener una 1'oco antes de cumplir los quince años, su madre la lleva a Al-
eficacia en estos casos, porque hace pasar el goce al inconsciente, . 1il1nlicos Anónimos, aunque según el decir de la madre, "era pre-
es decir a la contabilidad. El cortocicuito que la droga opera al nivel 1, 11iilc que chupe a que no coma".
del significante impedía dicha operación. La función fálica hace 1 1 significante "estancada" surge frente a la queja de que lo
!11111 o de lo que se ocupa desde hace años es de limpiar ese lugar
existir el Nombre del Padre y el Nombre del Padre concilia el goce
11 ,,¡ que los peces murieron, por la ausencia del padre y por los
con la contabilidad, por eso se presenta como un caso particular de
15
la función del sín toma. Otra vez, esa dificultad de diagnóstico que 1_1",Os de la madre, que hicieron que ella no pueda estar com o
se presenta con la psicosis, cuando el goce deja de ser contable. IH 11. r•n el agua en su Edipo, sino que estuviera como esos peces,
1,111111'1gida en un goce estanco, sin poder salir del deseo estragan-
,, d, •I Otro.
1 ,1 re lación con Carlos toma el relevo de esa relación con su
111 1d1c•. Ell a sitúa un punto en común ligado a la demanda del Otro,
¡ u<.> también una diferencia: mientras la madre le decía "comé",
14 Miller, J.-A., El síntoma charlatán, Paidós, Bilrce/onn, 1999. t:o tlos le decía "tomá". Pero el deseo del Otro marca el camino en
15 Miller, J.-A., "Teoría de los goces", op. cit., p. 1b (l.
íü "p refi ero que chupes a que no comas". Un deseo arbitrario que
El silencio de las drogas \ 67
66 1 Luis Darío Salamone
Podemos leer el ameno libro de Diego Golembek, Sexo, drogas l 1r~10, nclara el autor siguiendo a Tanguito, "el amor es más fuerte".
y biología, que parte de preguntarse irónicamente "¿qué es el amor 1 in •,í, es ciego, porque al estar enamorados se inhiben zonas
sino una serie de reacciones fisiológicas?" Algunos científicos 1·11•h1ales que resultan fundamentales para la discriminación y el
predican desde sus laboratorios que se trata de estimulaciones pr 11· .. irniento crítico. Para peor de males, luego de hacer el amor,
químicas, neurotransmisores y olores. O bien del aumento de la In 111 H ·1ació n de oxitocina produce que unos quieran quedarse con
frecuencia cardíaca, enrojecimiento en la mejilla, sudoración y la 111_1~.. La oxitocina es una hormona que el sistema límbico, que es
actividad de ciertos centros cerebrales. 111 pw te del cerebro encargada del placer emocional, libera des-
Desde esta perspectiva, los científicos pueden responder a la pu1}, del orgasmo, hormona que hace que una pareja se sienta
pregunta acerca de por qué nos enamoramos o de quién lo ha- n,·,,-. vinculada emocionalmente. Si la oxitocina se combina con los
cemos. También por qué un hombre puede llegar a preferir una l1n9enos, una hormona femenina, la mujer se vuelve cariñosa
mujer más joven; sucede que los machos de cualquier especie 11i11versadora. Pero si se combina con la hormona masculina, la
prefieren hembras que muestren signos de fertilidad, explicación I'. 11>•,lerona, al hombre le provoca una necesidad incontenible de
que suena muy científica pero, por cierto, es llamativa ya que los l¡,1111 1r . Aún no se ha descubierto la combinación hormonal que lo
hombres muy difícilmente -aunque pueda verse un poco más en 111 ' , • a la necesidad incontenible de ver un partido de fútbol.
nuestros días- desean tener hijos. En ocasiones, los buscan para 1'uede haber sexo sin amor, pero si se tienen una cantidad su-
complacer a sus mujeres, o bien para que no los molesten tanto. lle 11•1ite de relaciones con la misma persona, el estallido hormo-
Cuando ven a una mujer, los hombres heterosexuales piensan en 11111 co mo les pasó a los jóvenes de la película de la que hemos
tener relaciones sexuales, no en la reproducción de la especie. 1 ,1,1,1do el título- puede hacer que los integrantes de una pareja
Ellas los prefieren maduros y altos, pues aseguran que se trata de ¡11111 1an permanecer juntos, convirtiendo el amor en una adicción.
elegir a quienes tienen recursos que les permitan criar al niño. Sin 1 decir que si una pareja se mantiene unida por años sería por
embargo, se advierte que no todo es instinto y que las muchachas, 1ilp,1 de una hormona.
además de seguir las reglas de la especie, actúan por imitación, es 1 n definitiva, según estos autores, se trata de una cascada
decir, se le otorga algún lugar a la identificación histérica. lo 1c\acc iones químicas. Elegimos el olor de quienes tienen un
Cuando nos enamoramos aparecen señales químicas, por ¡-,11 •ma inmunológico diferente al nuestro, porque evita que nos
ejemplo el aumento de los niveles de la dopamina y la disminución 11o1111oremos de nuestros familiares. Está la denominada teoría de
de la serotonina. Aclara el autor que se trata de algo similar a lo 1_, , 01res pondencia, según la cual se elige de acuerdo a un mapa
que sucede con las adicciones. 1111 •11 lal, aunque también influye el tipo sanguíneo, ya que se atraen
Alg o que resulta fundamental para la fidelidad es la acción de 11¡i 11 •ll os del mismo tipo.
ho rmonas endógenas; la oxitosina, que está presente también en ( 1areth Leng, que trabaja en el cerebro de la Universidad de
el vínculo materno-filial, será la responsable de la monogamia. Por 1 íli1 nbu rgo, afirma que la oxitocina ayuda a que se armen lazos
esta vía se podría también explicar un hecho que resulta tan azaro- 1 li 11, ,cleros entre las personas, ya sea en las parejas o en el caso
so como la elección de pareja, donde el olor tendrá mucho que ver. 11 l., ·~ madres con los hijos. La oxitocina se produce tanto en el or-
En el texto mencionado anteriormente, el amor es presentado ¡-,•,mo como en el parto. En síntesis, las hormonas endógenas, lla-
como una droga dura, o una enfermedad incurable, y algunas ma- 11, 1d,1s "drogas de la felicidad", que producimos nosotros mismos,
nifestaciones amorosas se parecerán peligrosamente al trastorno 11111 111an llegar a ser nuestras plantaciones internas, en lugar de
obsesivo, apareciendo ideas fijas, mensajes a repetición, etc. El 111,1polas o marihuana, que producen los siguientes elementos:
amor y la lujuria podrían considerarse adicciones de un sistema 1. Oxitocina, cuando existe un amor pasional, relacionado con
que busca placer, algo que impide que un adicto deje las drogas. l,1 Vl< la sexual.
El silencio de las drogas \ 75
74 1 Lui s Darío Salamone
le ser muy compartido hoy por los sacerdotes. Suelen invitar a que 1uri•, como temazcales donde se utilizan hongos alucinógenos o,
se ingiera el cuerpo, pero no la sangre de Cristo. 111j•, propio de nuestros días, las fiestas electrónicas donde reina
Para los hombres antiguos beber era algo que resultaba in- l 1_,, lé!SiS.
quietante. Para algunas culturas se incorporaba el alma pero se 8 111 embargo hoy no solo presenciamos, como ya hemos dicho,
podía perder la propia. El sujeto que había bebido vino de más per- ¡11 'tcl 1cas que no están reguladas por lo simbólico, habiendo un
día su alma y era poseído por el dios del vino. El peligro de beber 1,iloc ircuito en la dimensión significante, sino que muchas veces
podía estar en relación a un fantasma muy común: la posibilidad lil ,1111bólico se pone al servicio de la pulsión de muerte.
de ser envenenado. 1 , 11esto Sinatra ha trabajado esa costumbre que surgió que
Lo que se pone en juego y que resulta perturbador es la emer- o I onoce como El Botellón. Jóvenes que se reúnen en las calles
gencia misma del goce en un sujeto. La bebida libera las inhibicio- I¡_; 1 •,paña, muchas veces convocándose por internet, para tomar
nes, levanta la represión y además el alcohol tiene un efecto en ¡t,J1H les cantidades de alcohol. La cosa puede terminar mal, con
el cuerpo. Los rituales en consumo de sustancias tóxicas tienen il lo~, de vandalismo y poniendo en peligro la vida de algunos su-
como finalidad darle un marco simbólico, cierto orden, que permita jnlo•,.
neutralizar los peligros derivados de los fantasmas desencadena- 1 11 Argentina, donde siempre mejoramos estas cosas, tenemos
dos y el goce que se puede llegar a poner en juego, ya sea recupe- 111 "1, 11 ra loca" donde se mezclan todo tipo de bebidas alcohólicas
rado por esos fantasmas o el goce sin mediación que se produce , 111 pastillas; puede haber Viagra, anticonceptivos y antidepresi-
al intoxicarse. ;•,
Los bebedores brindan, se saludan, celebran la amistad. Y deli- Y no hablemos de lo que se pone en juego en muchas prácticas
mitan un goce que puede levantar las barreras que se juegan fren- 1~ 1ons umo en determinados sujetos atrapados por las drogas,
te a la sexualidad y la agresión. Lo que representaba una amenaza Como ya hemos visto, hay un concepto que nos permite estu-
deviene en un símbolo. !11 11 lo que se pone en juego en estas prácticas: el superyó, esa
Es muy interesante cómo se ha jugado el ritual del tabaco. 111 ,l.111cia que aísla Freud como independiente del yo, que la ubica
Fumar en pipa era una cosa, el cigarro implicó una economía de t ,11110 el cultivo puro de la pulsión de muerte y lo puede someter al
gestos, pero había que conservar la humedad del habano, sacar- , 1, , una crueldad que puede llegar al sacrificio. Laurent nos habla
le el celofán, cortar la punta, sacar la vitola, fumar sin sacudir la ¡¡¡, 1";e superyó que es la droga.
ceniza. El cigarrillo casi carece de rituales. Se pone en la boca y 1 o que no se regula por lo simbólico lo moviliza el superyó que
a gozar. Simboliza la vida moderna, es el paradigma del consumo , 1onsiderada por Freud como una instancia simbólica que em
capitalista. A mano, rápido, fugaz, se puede consumir uno tras otro, 1,, q. 1 al goce, pero incide en lo real; esta es una de las cuestiones
invadido por la ansiedad. , 11, caracterizan nuestra época, hay un empuje al goce en nues
Con otras sustancias se hacían encuentros rituales. He traba- 1111', días.
jado el Club de los fumadores de hachís donde se juntaban gran- 1 o simbólico puesto al servicio de la pulsión de muerte se pone
des personalidades de la cultura de aquel entonces como Charles 11 JI 1cgo en todo lo que se juega en el mercado de las drogas. Esta
Baudelaire, Théophile Gautier, Gérard de Nerval, Alejandro Du- , 111ana un analizante me contaba cómo desmantelaba libros, lo
mas, Víctor Hugo, Rimbaud, Eugéne Delacroix e incluso Balzac, , , 11 rnaba con cocaína, para mandarlo por correo. Era un trabajo
pero estaban asesorados por el psiquiatra Moreau de Tours. Es- ir 1, ,anal, había que improvisar en aquella época, me decía. Ahora
11
taba la dosis regulada y luego procurar volcar a la letra ese goce. ,l.1 lodo finamente calculado, desde las rutas de tránsito hasta
Sigue habiendo prácticas rituales, diferentes, atravesadas por Ir,:; contactos de seguridad o políticos corrompidos. Es el hecho
el discurso capitalista. Perduran incluso prácticas mágicas anti- lo lo que se conoce como crimen organizado.
82 1 Luis Darío Salamone
3 Schivelbusch, W., Historia de los estimulantes, Anagrama, Barcelona, 1995. 11, ,1npos viejos". Tango de Manuel Romero y Francisco Canaro.
86 1 Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas 871
tangos que testimonian de esto, aunque también hay muchas can - ·~111 embargo, con la misma obstinación insiste en buscar en la
ciones de rock o de cualquier otro género musical. Tomemos los l 1111 ·dad una solución, y el fracaso del alcohol es lo que lo lleva a
tangos, donde es habitual que se relaten las razones que pueden 11 .i·,lir con la bebida en busca de un consuelo, buscando ahogar
llevar a alguien a embriagarse: predominan los abandonos o los 111 i111gustia, emborrachando el corazón, "para después poder brin-
engaños, y resulta habitual que el alcohol cumpla la función de 111 por los fracasos del amor".
permitir no recordar, dejar de pensar, ahogando o ahuyentando las 1 1alcohólico moderno, en cambio, se presenta como más cíni-
penas en el alcohol.
" · 1 n lugar de la nostalgia, aquello que denota su posición es la
Muchas letras tratan sobre la eficacia que tiene el alcohol en la 1111l1lcrencia, incluso el rechazo del Otro.
función del olvido, como "La última curda", donde ese recurso se í./csulta más difícil en nuestra época encontrar a un alcohólico
presenta de una forma generalizada:
¡,1110, que consuma solo alcohol; sin embargo los hay. Incluso hay
· 11111 ,nes prefieren alguna bebida alcohólica determinada a cual-
6no ves que vengo de un país
· 11111 'I otra cosa. Por ejemplo, un analizante se embriagaba sólo con
que está de olvido, siempre gris,
tras el alcohol?... 5 1/.1 María.7 La dulzura era allí un rasgo a tener en cuenta. También
11 tilla incurrido, más allá de sus preferencias, en el uso de otras
11·,lancias.
También en algunos tangos se muestran los límites que pue-
Charles Bukowski es un borracho al que nuestros rockeros
de tener esta solución, como sucede con cualquier otra sustancia
1111nn; Fito Páez le dedicó "Polaroid de locura ordinaria". De su
tóxica que presenta su falla. Lo podemos ver en el tango "Frente
a una copa" : 1ili1 y obra han surgido, por ejemplo, también algunas películas
11111 ·resantes como Ordinaria Locura de Marco Ferreri, Barfly de
l l.11 bet Schroeder, o Factótum de Bent Hamer. Se trata de un es-
. .. me emborrachó de ilusión,
¡ 1lior cuya manera de escribir es tan directa que suele provocar
una mujer que fue mi vida.
tl1¡1cción o rechazo. Aparentemente, se trataba de alguien para
Y hoy que la siento perdida,
, 1111en el alcohol formaba parte de su vida de una manera tal que
se agranda esta herida
111 ,día ofrecernos un testimonio sobre una posición cínica, a parlir
que nunca la olvida ...
ni con alcohol... 6 ,J, • ese recurso". 8
l)esde su muerte, han aparecido algunas obras nn lc,, i11<''d1l.1:, 1
, 111npiladas en el libro Fragmentos de un cuadcmo 11rnirh1<lo ck•
La misma problemática se presenta en "Nostalgias", donde no
t 1110, 9 que contiene ese increíble manifiesto del borracho lilul mlo
hay trago que logre apagar un loco amor, que más bien es un
'U11 delirante ensayo sobre la poética y la condenada vida escri-
sufrir; navegando entre la nostalgia y la angustia el protagonista
dice: 1() rnientras bebía media docena de latas de cerveza (altas)". Allí
,n•,liene que sencillamente no le interesaba formar parte de nada,
In 1'11ergía de sus semejantes, dedicados a cambiar neumáticos,
Quiero por los dos mi copa alzar
para olvidar mi obstinación
y más la vuelvo a recordar.
1/,1 Maria es un licor de whisky.
e./. Salamone, L. D., "Un barfly llamado Bukowski", Alcohol,tabaco y otros vicios,
5 "La última curda". Tango de Cátulo Castillo y Aníbal Troilo. 111o1111a ediciones, Bs.As., 2012.
1l !11kowski, Ch., Fragmentos de un cuaderno manchado de vino, Anagrama, Barce
6 "Frente a una copa". Tango de Elías Wainer y Francisco Amor.
l,111;1, '.)009. •
88 1 Luis Darío Salamone
El sil encio de las drogas l 89
sarla bien con una mujer sin caer en la eyaculación precoz, pero el ',1 antes era muy común tomar solo alcohol, hoy no lo es tanto
inconveniente nuevamente pasa a ser la dificultad para eyacular. ¡i I(' il alg uien le alcance con recurrir a un solo tóxico. Hay quienes,
En oportunidades, la falta de pureza no tiene que ver con la 1111 cono ciendo las advertencias al respecto, consumen alcohol y
adulteración de la sustancia, sino que se trata de lo que se de- 1, 1•,is.
nomina sinergia o la acción combinada de la sustancia con otros 1'mecería que en cada época se ponen de moda determina-
psicofármacos.
¡,, •,ustancias con sus diferentes efectos, que incluso tienen su
El sujeto se refirió a una pastilla conocida como Mitsubishi, que 1 1111< ularidad en cada sujeto. Pero suele ocurrir que respondan a
supone que se trata de éxtasis mezclado con heroína, diciendo 11, .. ,liones que son estructurales.
que la sensación era la de poder todo, pero se sentía invadido por 1'ara demostrar esto basta con recordar un texto de Karl
una especie de violencia. Luego la fatiga, una fatiga mortal que le 111 c1ham, de 1906, titulado "Las relaciones psicológicas entre la
impedía volver al trabajo.
11alidad y el alcoholismo". 15 Allí plantea que hay hombres que
.n ,tlicionan al alcohol porque les proporciona un sentimiento de
Otro sujeto encontraba en las pastillas la felicidad, pero tam- li01111Jría poco frecuente. Sin embargo, el alcohol no solo destruirá
bién le daba lugar a una gran ira. Todo quedaba a flor de piel: In ,11blimación de los impulsos sexuales, sino que también muchos
podía expresar todo. Pasaba de cierta inercia, a llevarse todo por 11, nllólicos padecen de impotencia.
delante. Podía encarar a una mujer perdiéndole el respeto. Empe- l 'Dr eso Abraham dice que el alcohol es un "falso amigo". Los
zaba sus relaciones muy bien predispuesto, pero la violencia se u¡,_•los que recurren a él porque creen ver aumentada su virili-
iba apoderando paulatinamente de él, hasta descontrolarse. Una · / -,.-1, ya que les da una sensación de poder sexual, en cambio se
causa judicial detuvo su recorrido. Pudo parar porque, según su ,11111",lran despojados de ese poder. Sin embargo, generalmente
decir, algo le vino de afuera. La droga le permitió salir del encierro, 11'! l!'COnocen el fraude, continúan atados al alcohol, identificán-
pero asegura que ese freno que antes sentía que tenía adentro, Joln con su sexualidad. De esta forma, el alcohol se convierte en
ahora lo buscaba afuera.
1111 •,tistituto de la sexualidad misma.
(~orno sucede en algunos sujetos, en los que determinados es-
Finalmente, el caso de un hombre que se rehusaba a crecer, lo l1111tdos sexuales que sirven como una introducción al acto sexual
cual nos permite ubicarlo en lo que Lacan denominó "el reino del , 111 puestos en primer plano en su lugar, el alcohólico pasa de
niño generalizado", reino en el que suelen habitar quienes viven 11 1 11 la bebida como un momento previo que le permita desinhibir
intoxicados. Afirmaba que el éxtasis le hacía ver las cosas de otra ! , ,1 jugar todo su goce en relación al mismo. Como aquel suj<'lo
manera, más suelto. Aislará una expresión: "no me importa nada", n qtden mirar al objeto sexual pasa de ser un escalón prcvio a la
cuya negación será interpretada, reconociendo una vida vacía, ,iJil1•11ción del placer en el acto sexual, a convertirse en la finalidad
donde la nada imperaba y lo arrastraba hacia un vacío desolador. n11·+111a, contentándose con mirar.
1: 1 alcohólico busca excitar sus sentimientos sexuales, sin
11il>rngo, puede arruinar su capacidad para la actividad sexual.
5. Antes y después
111, tl1am supone que el aumento de los celos que se observa en
111111 llos casos se da precisamente a causa de la impotencia que
Por más que a partir de algunos desenlaces fatales se ha de-
jado establecida la problemática que implica mezclar alcohol con
éxtasis, es común que, luego de pasado el momento trágico, las
precauciones se disipen. Al11;1ham, K., "L<!s relaciones psicológicas entre la sexualidad y el alcoholismo",
" , 11111,l/1s1s Clfnico, Paidós, Bs. As., 1980.
El silencio de las drogas \ 95
94 1 Lui s Daría Salamone
Bibliografía
, sustancia
4 de Ouincey, Th., Confesiones de un opiómano inglés, CEAL, Bs. As., 1978, p. 42.
El título traducido de esta forma le resta el valor que para nosotros tiene el término 'i//t/c /.,p.9.
"comedor de opio" presente en el original (Confessions of an english opium eater) ¡ 1/,/c /., p. 2 1.
108 1 Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas 1109
7 Lacan, J., El Seminario, Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicou
nálisis, Paidós, Bs.As., 1978, p. 187.
8 de Ouincey, Th., Confesiones de un inglés comedor de opio, op. cit. p. 73.
1ti<' Ouincey, Th., Confesiones de un opiómano inglés, op.cit., p. 70.
11 O I Luis Darío Sal amone
El silencio de las drogas l 111
J I As huellas de La Mujer
11. El opio, la mujer y la muerte
Una gran parte de las Confesiones ... de Thomas de Ouincey
, .. ,lán dedicadas a dar cuenta de su relación con una serie de
1. El acoso de las Eunémides 11111jeres que, sin duda, dejaron su marca. Cuando se traslada a
11J11dres comienza una etapa de sufrimiento signada por el ham-
1,11\ En una casa desocupada que le es ofrecida como refugio,
Los tormentos del hambre, que sirvieron de antesala para que
.i • encuentra con una niña de diez años, abandonada y también
de Ouincey se convirtiera en un comedor de opio, retornarán liga-
t 1>1 roída por el hambre, a la cual le ofrece su protección contra
dos a esa sustancia con la cual se procuraba un estado artificial
111•, fantasmas que la acechaban. De Ouincey amaba a esa niña
que le permitía mitigar el sufrimiento. Sufrimientos que llevaron
pie consideraba una compañera de desventuras. Años más tarde,
al autor a identificarse con Orestes cuyo drama, narrado por Eu-
11tlcntará vanamente reencontrar sus huellas. El intento de reen-
rípides, relata los padecimientos de quien, por dar muerte a su
1 11cntro, pero con más ímpetu, girará más tarde en relación a otra
madre, fuera permanentemente acosado por las Euménides, infa-
111ujer: Ann, pero también culminará en un fracaso. Se trata de
tigables Furias encargadas de vengar a los parricidas. Llamadas
,1quella joven prostituta, una huérfana que no había cumplido los
en su origen Erinias, nacieron como consecuencia de las gotas de
dieciséis años y se encontraba desamparada, quien, como hemos
sangre caídas sobre la Madre Tierra por la castración de Urano.
1°,to, supo socorrerle en una crisis en la cual de Ouincey cae des-
Con serpientes por cabello, cabeza de perro y alas de murciélago,
111ayado en la calle, ofreciéndole alcohol y especies para reani-
blandiendo látigos, se lanzaron en una persecución incansable,
111arlo. Desde entonces, consideró que le salvó la vida y se sintió
atormentando al matricida hasta hacerle perder el juicio. La tra-
1111ido a ella como si se tratara de una hermana. Cierto día partió a
gedia comienza con Orestes yaciendo en su lecho acompañado
por su hermana Electra. 1 :1ton con la intención de obtener garantías para un préstamo, y
ti regresar ya no pudo encontrarla por más que inició una deses-
De Ouincey relata haber sido perseguido por visiones repug-
p1)rada búsqueda. Cada vez que visitó Londres buscó a Ann en las
nantes de fantasmas espectrales, similares a los de Orestes, pero
" .mi ríadas de rostros de mujeres con la esperanza de
a diferencia de éste, ni siquiera en el sueño encontraba una tregua
,•11contrarla", 12 antes que verla carcomida por los estragos que el
sino que, por el contrario, los tormentos se acentuaban.
11,~mpo y la profesión pudieran haberle causado en su cuerpo, hu ·
En Suspiria de Profundis afirmará que el propósito de las Con-
li1cse preferido verla en una sepultura, como Magdalena arrebata-
fesiones ... "era revelar algo de la grandeza que encierran en po-
d.i por la muerte.
tencia los sueños del hombre". 11 Será una constante en su vida
La otra mujer de importancia en su vida es Margaret, quien
l11era su esposa, analogada con Electra, hermana de Orestes. Si
1O lbíd. p. 79.
11 lbíd., p. 7.
-
I ') de Ouincey, Th., Confesiones de un inglés comedor de opio, op. cit., p. 48.
112 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas / 113
16 Freud, S., "El tema de la elección de un cofrecillo", Obras completas, t. 11, Biblio-
teca Nueva, Madrid, 1981.
17 /bíd., p. 1873.
18 lbíd., p. 187 5.
-
1<l de Ouincey, Th., Las confesiones. Suspiria de profundis, op. cit., p 1 33.
C~harles Baudelaire: el dandy al
que le gustaban los monstruos
A él mismo se le habían ocurrido ideas como esas, pero de una En sus propias palabras, las drogas le pcrmill'n "cl<",C:111•,,11 1•11
forma muy vaga. Muchos temas soñados y frases pensadas por él lln baño de tinieblas", da dos vueltas a la cerradwa, ',u •,ul(•cl.tcl
se encontraban allí, escritas en otro idioma. Solo debía traducirlo. au menta y refuerza las barricadas que lo soparan del mundo. fJ01
El "tedio de la bruma", el hastío fundido en la neblina, caracteres üSO uno de sus poemas en prosa lleva como título "Embriagáos",
entrañables de su poesía, lo inundarían, como él lo expresa, "toman- exhortación pariente del "Goza" que profiere el superyó. Allí nos
do las proporciones de la inmortalidad". La palabra que mejor define dice que hay que estar siempre ebrio para evitar sentir el terrible
ese estado es spleen; varios poemas de Las flores del mal y un libro lardo del tiempo, para no ser su esclavo martirizado. "iEs la hora
de poemas en prosa, nos traen ese significante. Se quejaba en sus de embriagarse!", de vino, de poesía, de lo que sea. Una de Las
cartas de profundas depresiones que anulaban su voluntad. La idea flores del mal la titula Sed non sasiata, cita de la sátira de Juvenal,
de la muerte comenzó entonces a obsesionar/o. Walter Benjamín donde se relatan los excesos de Mesalina, que salía de los brazos
dejó algunos trabajos y notas que configuraron el libro El París de de sus amantes cansada, "pero no saciada"; allí nos habla del opio
y de diferentes vinos, brebajes que insisten una y otra vez, vino
120 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas l 121
no concurrió prácticamente nadie. Como dice Parché, la grandeza El borracho que no podía olvidar
y la notoriedad no van siempre de la mano. Los estados de sopor
en los que caía le hacían dudar de sus facultades mentales.
P.. partir de 1865 tuvo muchas crisis. Un médico al que le relató
el proceso llegó a darle un día el diagnóstico de histeria. Comen·
zaba su descenso al Maelstrom. Se le declaró una parálisis, y una
afasia avanzó hasta hacerle perder prácticamente el uso del habla.
Con la parálisis general declarada retornó a París para ponerse
al cuidado de su madre. A partir de la primavera de 1867 no se
"Sé que moriré en la calle. Solo como un
levantó de su lecho. perro, alcoholizado".
Dicen que a su amante mulata, compañera de tantos años, se Víctor Hugo Viscarra
la solía ver por el bulevar, arrastrándose con la ayuda de muletas.
Murió el 31 de agosto de 1867, unos pocos lo acompañaron
hasta el cementerio de Montparnasse. Parché nos dice que Bau·
delaire no era un dandy de salón, al estilo Musse, era un "dandy
sobre tod o de los cafés, de los restaurantes, de los talleres de 1. Autocondenado a la marginalidad
pintura, de los caminos y de los malos lugares".
íctor Hugo Viscarra fue un escritor boliviano nacido en La
Porché, F., Baudelaire. La biografía, Taurus, Bs. As., 1992. ·,obre su lenguaje secreto.
Sartre, Jean-Paul, Baudelaire, Anagrama, Barcelona, 1969. En una entrevista que le realiza el periódico chileno I a Né1 c1ón
Séché, A. y Bertaut, J., Baudelaire, Anaquel, Bs.As., 1945. dice: "He tenido mis universidades: celdas, callejones clandesti -
El Caldero de la Es cuela Nº 59, Bs.As., abril-mayo 1998. 11os, casas abandonadas, puertas de calle, alojamientos ... viviendo
1 on mi gente, que es imi submundo!, mío solito. Me he criado en la
nagas. Allí lo encuentra Germán Monje, que lo andaba buscando 111, 1dre, no se borraban, les estaba vedado el olvido, aunque nada
para comentarle del interés de publicar su obra por parte de una ,p,1lo guarde en los recuerdos. Asegura que quienes recuerdan
editorial española, al terminar un viernes de soltero. Cree recono , 1 Hl tristeza su infancia, nunca más podrán ser felices.
cerio y le pregunta si es él. Tuvo que sacar su carnet de identidad En su relato la madre le rompió varias escobas en su espalda, le
de la chaqueta para responderle. Le dijo que estaba mal, con un , 1,1vaba las uñas en la boca hasta dejarle una cicatriz, le dejó otra
nudo en la garganta le habló de una tal Nancy, una prostituta, y ,•11 la muñeca al clavarle un cuchillo, le daba palizas memorables.
se largó a llorar. La emergencia de angustia lo empuja a comprar 1 11una oportunidad le echó alcohol de quemar para prenderle fue-
alcohol.
, ¡o y lo salvó un casero que llegó oportunamente. Él quería ignorar
En Alcoho/atum & otros drinks, crónicas para gatos y pelaga- lil', cicatrices, borrarlas con la indiferencia, pero no podía.
tos, nos regala una "Radiografía de la noche", aunque esto podría Se escapó a los doce años y conoció un trato más sádico que
definir toda su obra. Puede haber noches que invitan a la bohe- ,•I de la madre, el de los agentes de la Oficina de Menores, y luego
mia, a la alegría compartida, a los placeres prohibidos, al descanso, , 11, estar preso con delincuentes comunes pasó a estar bajo la
pero las noches a las que nos invita Víctor Hugo no son poéticas, lt 1te la del padre. Fue a vivir a un callejón donde se había instalado
son las noches de quienes nacieron "bajo el cielo encapotado de 111 1 grupo de bebedores empedernidos. El padre era militar, bue-
la desdicha y la miseria", y entonces buscan en el alcohol barato lHl gente, nos asegura. Conocía todos los estados civiles: viudo,
transportarse a un mundo de fantasía, de embrutecimiento, de ol- , l1vorciado, casado; él lo iba a recoger a los boliches los viernes
vido. Así nos muestra una función clásica del alcohol, tomar para do soltero cuando se emborrachaba y, si se enojaba, sabía cómo
olvidar. Pero nos dice que la noche es exigente como cualquier <almario, con boleros, "una tristeza no catalogada en diccionario
mujer, y aquí se dibuja otro mecanismo, el endiablado accionar ,tlguno se apoderaba de su alma y su espíritu". Cuando murió, el
del superyó; por eso se cobra sus tributos y quienes abusan del ella del cumpleaños de Víctor Hugo, no reclamó su herencia, solo
alcohol para alejar las tristezas, para calmar sus tormentos, suelen 11• quedó de recuerdo la foto de su aviso necrológico. Mientras
mudarse del piso de la calle, a la mesa de cemento de la morgue. lanto, había aprendido a vagar sin extraviarse. Se había sentido
.ibandonado. Nos dice que hay quienes tiemblan más por el aban-
dono que por el frío. Había sentido frío en el alm a, se había se ntido
2. Las cicatrices no se borran deprimido, miserable, entonces le daban ganas de mc lc rsC' C' r1 l,1•;
1 antinas que aparecían en el camino, el peligro era lP1mi11;11 ;tl rn
Su principal obra se titula Borracho estaba, pero no me acuer- ilólico o terminar intoxicado, tirad o en la call e. J)C' ro die<' c¡u1 •, 1: 11
do. De esta manera desmantela lo que desde el psicoanálisis po- 1lcfinitiva, aprendió a beber más por neces idad quC' poi vi<1 0.
demos entender como la función principal que el alcohol suele
tener, y que ha sido mencionada anteriormente: el barrido de los
recuerdos, el ahogamiento de la angustia, el olvido. Entonces, con 3. El último trago
pequeñas crónicas, deja constancia de lo que han sido las cica-
trices de su vida: "Nací viejo -nos dice-. Mi vida ha sido un trán - A Víctor Hugo Viscarra lo han llamado "El Bukowski boliviano"
sito brusco de la niñez a la vejez, sin términos medios", y supone o "Viskarrowski"; sin embargo, resultan injustas las comparacio-
la edad exacta a la que morirá, caso contrario nacionalizaría una 11os, pues que ambos tengan una estrecha relación con el alcohol
pistola para suicidarse. Asegura que quisiera olvidar el período de y la escritura, no deja de hacerlos únicos, aunque tienen un punto
su niñez, pero no logra hacerlo, le resulta verdaderamente impo - , •n común. Si, contrariamente a lo que sucede con los borrachos,
sible; las cicatrices, consecuencia del mal de rabia de su nerviosa 110 olvid an, es porque escriben. La escritura ocupa el lugar del su-
126 / Luis Darío Salamone
Bibliografía
1. El estremecimiento de la sustancia
E
Cuervo, 2012. I uso de drogas empuja al sujeto a cierta fijación en un goce
que ha sido caracterizado como autista. Esto puede llevar a
Viscarra, V. H., Borracho estaba, pero me acuerdo, Libros del Náufrago, la suposición de que una clínica como la psicoanalítica, que
Bs. As., 201 O.
pone a la palabra en el centro de la escena, podría verse imposi-
Viscarra, V. H., Borracho estaba, pero me acuerdo, Correveidile, La Paz, bilitada de operar. Sabemos, desde Freud, que el psicoanálisis es
2006.
una operación imposible, pero contrariamente a esa suposición de
Viscarra, V. H., Coba. Lenguaje secreto del hampa boliviano, Correveidile,
La Paz, 2004. que en este tipo de casos conseguir efectos resulte imposible, por
razones de estructura, los mismos están prácticamente asegura-
Viscarra, V. H., Alcoholatum & otros drinks, Correveidile, La Paz, 2007.
Viscarra, V. H., Avisos necrológicos, Correveidile, La Paz, 2005.
.dos por dos cuestiones. En primer lugar, porque en el psicoanálisis
se trata siempre de una operación que recae sobre el goce, al
menos si compartimos una orientación, aunque esto no siempre
sea seguro por más que alguien se llame lacaniano, por eso es
importante trabajar en una Escuela de psicoanálisis, en un lugar
que nos enfrente todos los días a la pregunta sobre qué es un
analista. En segundo lugar, porque es importante tener en cuenta
que el goce es autista. No solo en los casos de quienes consumen
sustancia tóxicas. Siempre.
La fuga del sentido, el seminario de Jacques-Alain Miller, tiene
un capítulo dedicado precisamente al autismo del goce. Hay con-
ceptos psicoanalíticos que permiten suponer una relación al Otro
y otros que no. Es la formalización del concepto de goce lo que
128 J Luis Daría Salamone
El silencio de las drogas J 129
Afirma que lo que hace un fumador es pagar una falta y que vuelv
al opio en su contra 111 11cntra con su soledad, y utiliza una expresión muy bella para
l 11 cuenta de la relación con la escritura: dice ser una prisionera
No hay un amante más exigente que la droga, planteo que no
110 11r1a soledad inactiva. Lamentará no ir más a ese paraíso arti-
conduce a pensar en el superyó. Sus celos llevan a castrar al fu
li, 1,tl del no sufrimiento. Para enfrentarse al aburrimiento, donde
mador. El opio es la mujer fatal. De este modo, el primer síntom
que reconoce en el proceso de desintoxicación es el retorno de 1 ·, q11e quedaba era la huida, es hora de saludar a la tristeza de lo
sensualidad. , , il 1cliano, para finalmente solicitar la medalla a la desintoxicación,
,¡111 · alaba su coraje mientras ella sonríe con beatitud y estupidez.
La intoxicación ocupa para Cocteau el lugar de una mujer, y
n sus últimas notas escribe que poco a poco se habituó a la
hace las veces de una práctica sexual. Mujer exigente, por cierto
1rl(•, 1de la muerte como una idea neutra, y no encuentra una frase,
Uno de los últimos aforismos del diario resume la problemática en
cinco palabras: "Si el opio lo quiere" ... 111111 ni o amoral, para terminar el diario que ha sido saludable. Via-
j,ll, 1, vivirá y escribirá de verdad, cansada ya de tener miedo.
6. Otra escritura
2 Cf. Salamone, L. D., "A través del humo", Alcohol, tabaco y otros vicios, Gramil
ediciones, Bs. As., 2012.
Cl)
e
·-
()
Cl)
e
Cl)
(/)
ro
O)
o
Ji,...
""O
(/)
ro
_J
La heroína en el cine
gales de póker, conoce el trabajo, el dinero se obtiene rápido, y la por Danny Boyle, basada en la novela de lrvine Welsh, que resulta
droga le queda al alcance de la mano. 111soslayable para el tratamiento de esta temática. Nunca el tema
Uno de los aspectos más interesantes de la película lo presen- de las drogas había sido tratado de esa manera provocando una
tan las dos mujeres que forman parte de la vida del protagonista. reacción lógica, desde los elogios hasta la acusación, por ser inci-
Una, representa a la mujer como superyó, como estrago; la otra, ladora del consumo.
permite hacernos pensar en la mujer como síntoma. El término trainspotting remite a un pasaje del libro C'll <'I CJll<'
Mientras Zosh, su posesiva esposa, finge ser inválida para lle- 13eg bie y Rentan conocen a un borracho en la cslac io11 c/1• lr<'rlt",,
< uando los amigos están haciendo sus neccsidadc',, y c•I borr,1c 110
narlo de culpa, y retenerlo en un matrimonio que ya estaba aca-
bado, Mol/y (Kim Novak) es una vieja amante dispuesta, con pulso les pregunta si están haciendo trainspotting. LI gusto c¡u(' tiPrH'll
firme y amor, a ponerle freno al goce devenido de su relación con los ingleses por contemplar los trenes se denomina de csla for
la droga. rna. Pero, también al argot escocés que significa "buscar una vena
Así, aparecen desdobladas dos formas en que lo femenino para inyectarse droga". En nuestro país la película lleva por subtí-
puede jugarse para un sujeto. Si bien desde la orientación lacania- tulo Sin límites, y fue presentada como La naranja mecánica de los
na no vamos a pregonar una curación por el amor, lo que la clínica ,tños 90. Versa sobre un grupo de jóvenes de Edimburgo adictos
de estos casos muchas veces nos muestra es que el partenaire del a la heroína. Muestra muy bien una época donde los ideales han
sujeto, sin necesidad de hacerlo de una forma tan instrumentada caído y lo que importa es el goce de cada uno.
como lo hace Zosh, puede alimentar la relación del sujeto con la Rentan (Ewan McGregor) es alguien adicto a la heroína que
sustancia, muchas veces simplemente plegándose al consumo y muestra los intentos de terminar con su adicción a la sustancia. El
siendo ella misma víctima del estrago. En cambio, una mujer con comienzo del film resulta memorable, ya que es toda una declara-
ión de principios. Rentan y un amigo corren perseguidos por guar-
El silencio de las drogas l 143
142 1 Luis Darío Salamone
, •,u pesar, con una menor de edad; uno de sus amigos fracasa
dias de seguridad, diciendo que a diferencia de otros que eligen un
l 1. qo los efectos de una borrachera y de la demanda femenina; el
vida con una estabilidad, hijos y posesiones, etc., etc., él en cambio
,,110 discute con su novia porque no encuentran el video casero
elige no elegir la vida; y si le preguntan las razones, simplement
que habían filmado para excitarse porque había sido sustraído por
no las hay, no se necesitan razones cuando hay heroína. Pero lo
r, 11 amigo. Hay uno de ellos que no consume sustancias tóxicas,
que quedará claro es que se trata de un goce que no se consigu
l lt'gbie, pero manifiesta una violencia que es presentada como su
gracias a la sexualidad. Le interesa vivir como un heroinómano, es
decir que lo único que a él y a sus amigos les importa es el plus de 1dicción.
El aire fresco no alcanza para despejar la realidad de que son
goce que consiguen al inyectarse. Al igual que la madre del perso
1111 producto del discurso capitalista: un resto. Entonces, deciden,
naje de Réquiem para un sueño, su madre es presentada como una
, h~mocráticamente, volver a la heroína.
adicta social, en este caso al Valium, del cual Rentonse proveerá en
También consumen todas las drogas que pueden llegar a en-
el intento de desintoxicación que realizará. Intentará dejar la heroína
( ontrar, dice: "Tomábamos morfina, diamorfina, ciclocina, codeína,
y para eso recurrirá a supositorios de opio para paliar los efectos
lumazepán, nitrazepan, fenobarbital, amital sódico, dextropropoxi-
de la abstinencia. Esto lo lleva a un viaje por el interior de un indoor,
kno, metadona, nalbufina, petidina, pentazocina, buprenorfina,
que no es la única referencia a lo anal en el film.
dcxtromoramida, clometiazol. .. las calles rebosan drogas que pue-
La función del tóxico es planteada de una manera muy cla
des tomar para combatir la infelicidad ... y nosotros las tomábamos
ra: "Cuando estás drogado solo te preocupas por eso, por estar
!odas". Así, muestra otro rasgo de esta época donde se consume
drogado; pero cuando no lo estás, te preocupas por todas esas
lodo, lo que sea, y eso muestra también que lo que viene en algún
mierdas que tiene la vida". El adicto no se preocupa por las res-
ponsabilidades, ni en el trabajo, ni en el amor, ni en el campo de punto fracasa.
Resulta habitual que el consumidor busque constantemente
la moral, solo se preocupa por conseguir la próxima dosis. Más
probar algo nuevo, una voracidad de lo nuevo que tiene la marca
adelante, frente a una tragedia, preparará la dosis para aliviar el
del superyó, porque se busca una nueva forma de acceder al goce,
dolor. La otra preocupación que es dejada de lado es el paso del
1in goce que escape a la ley. El protagonista afirma, incluso, que
tiempo y la muerte, envejecer hasta que la historia se acabe. "La
•;i estuviera prohibida, se inyectarían vitamina C, dejando en clrno
única desventaja es soportar la idiotez de los otros que te dicen cuál es la relación entre la adicción y la ley, por más que t",lc•1no•,
que arruinás tu vida".
Pn una época donde la cuestión del padre pareciera dcsdibujrn ,,n.
Logra dejar el consumo por un tiempo pero las dificultades son
1 n Réquiem para un sueño, la siguiente película que será analirn
cada vez mayores.
da, aparecerá el hecho de burlarse de la ley en una escena en la
Quedará claro, cuando está limpio de drogas, lo que es "la hora
que uno de los personajes se imagina robándole el arma a un poli-
de la verdad" para Rentan; curiosamente aparece denominada de
cía para mofarse de él; se trata de un fantasma imaginario, aunque
esa forma en la letra de una canción que repite el significante
~s verdad que puede tratarse solo de la perspectiva de los realiza-
"tentación", y que suena cuando va a bailar en su búsqueda: se
dores de la película. No hay una carencia de ley, hay una burla que
trata de una mujer. Y queda claro también que, cuando la droga no
deja al sujeto en una posición donde la misma resulta ineficaz. Se
está, emerge la impotencia y la insatisfacción. La heroína lo había trata de un mecanismo cercano al de la renegación. Por eso Miller
librado de su apetito sexual, pero ahora regresó para vengarse.
nos dice que si en la época victoriana, la época en la que Freud
El momento del consumo es puesto bajo el signo de la impoten- trabajó y desarrolló los fundamentos del psicoanálisis, el ideal de
cia, la salida del mismo bajo el de la insatisfacción. Cuando están
la sociedad era la obsesión, la represión y sus formaciones reac-
limpios de drogas cada uno de los amigos se confrontan a la difi- tivas, y sus síntomas como consecuencia del intento de regular el
cultad para relacionarse con una mujer. Rentan tiene relaciones,
El silencio de las drogas\ 145
Las drogas, tanto las lícitas como las ilícitas, pretenden remo r~équiem para un pájaro herido
diar aquello que precisamente no tiene remedio alguno, como lo
plantea Ernesto Sinatra, como los problemas que se generan
partir del deseo que acostumbra presentarse "problemático y fe
bril"; o bien, lo perecedero de la vida, allí donde la muerte mira al
sujeto y le hace una mueca; o también la falta de armonía entre lo
sexos, ya que siempre se presenta en las relaciones entre sujeto
aquello que no funciona.
Es posible leer las consecuencias de la globalización del uso
de tóxicos en el rechazo del inconsciente, con los efectos qu
dicha cuestión implica; sin embargo, la misma no se presenta ge
neralmente como una solución que convenza al sujeto por cierna "Soy Charlie Parker a pesar de las drogas,
no gracias a ellas".
siado tiempo, pues si así fuera no cuestionaría su adicción; lo que
sucede es que conlleva un aplastamiento de la subjetividad y lo
que se pone en juego es un proceso de autodestrucción donde un
goce mortífero se apodera del sujeto para sacudirlo, para acelerar 'rd, además del apodo del saxofonista Charlie Parker, es el
incluso su camino hacia la muerte.
Bibliografía
B nombre de una película de 1988, dirigida por Clint East-
wood y protagonizado por Forest Whitaker, dedicada a la
vida del músico.
Según Woody Allen, de todas las películas sobre jazzmen que
Assef, J., La subjetividad hipermoderna. Una lectura de la época desde el ha visto, y probablemente haya visto a todas, es la que resulta más
cine, la semiótica y el psicoanálisis, Grama ediciones, Bs. As., 2013. digna; esto es un elogio teniendo en cuenta el gusto de Allcn poi
Bauman, Z., Vida de consumo, Fondo de Cultura Económica, Bs. As., ,1 jazz clásico, del cual Parker, Dizzy Gillespie, Miles Oavis y 0\1 o•,,
2007. suponen un proceso de transformación que rompe con <'I sw111u,
Escohotado, A., Aprendiendo de las drogas, Anagrama, Barcelona, 1995. improvisando a partir de una melodía y variando lo s ac md<",.
Lacan, J. "Psicoanálisis y medicina", Intervenciones y textos 1, Manantial, Clint Eastwood vio actuar a Parkcr por 19'16, crn111clo \1•11in In
Bs. As., 1985. año s, y desde entonces lo siguió hasta su t, ansfo11nm 1ó11 t'll u11
Laurent, E., "Siglo XXI: no relación globalizada e igualdad de términos", mito. Es lógico que Eastwood estuviera interesado en lilrna1 una
El goce sin rostro, Tres Haches, Bs. As., 201 O. película sobre él desde hace tiempo. Desde su primer film: Esca-
Miller, J.-A., Laurent, E., El Otro que no existe y sus comités de ética, lofrío en la noche (Play misty forme), el director muestra su amor
Paidós, Bs. As., 2005. al jazz, incluso en la película en la que él mismo actúa, pasa con su
Miller, J.-A., "Una fantasía", Revista Lacaniana de psicoanálisis 3, agosto novia un fin de semana en el festival de jazz de Monterrey.
de 2005. Al parecer Charlie Parker consumía benzendrina desde los quin-
Motta, C. G., Las películas que Lacan vio y aplicó al psicoanálisis, Paidós, ce años, pero resultó determinante para su relación con las drogas
Bs. As., 201 3. un accidente automovilístico que tuvo a los dieciséis años, después
Sinatra, E., ¿Todo sobre las drogas?, Grama ediciones, Bs. As., 201 O. de casarse con su primera mujer, a partir del cual buscaba una for-
Tarrab, M., "El riesgo de la modernidad", Más allá de la drogas, Bolivi a, ma de mitigar el dolor de costillas. Las drogas y la música se tras-
2000.
!ormaron en los dos ejes que se jugaron en su vida.
Welsh, l., Trainspotting, Anagrama, Barcelona, 201 O.
150 J Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas 151
J
Una cita de Francis Scott Fitzgerald sirve de epígrafe a la p l1!Jshock, y que en una oportunidad casi se partió la lengua de un
lícula: "No hay segundas oportunidades en las vidas americanas",
111ordisco. Así lograron frenarlo, pero al salir volvió a Nueva York y
Resulta apropiado ya que el escritor sea quizás quien mejor hay ,1 ,., propios vicios.
retratado la era de oro del jazz; pero también como un anticipo d
Las conductas de Bird por su relación con el consumo le traían
lo que vendrá: la historia de quien es considerado como uno d
p1oblemas con su fuente de trabajo, no querían contratarlo, o per-
los mejores saxofonistas del mundo, caminando inevitablement
1 lí.1, destruía o empeñaba su saxo o los instrumentos de quienes
hacia su autodestrucción.
locaban con él. También vendía los derechos de sus composicio-
La película está armada a partir de los flash back que canfor
11t ·s a un precio irrisorio.
man un cuadro que se acerca al estilo musical de Bird, dando lugar Miles Davis escribe que cuando lo conoció, le resultaba impo-
a la improvisación. La música, las drogas y el alcohol, son los prin ,1ble acomodarse al estilo de vida de Charlie Parker: tanto beber,
cipales partenaires de Bird, pero además nos muestra la relación l.into comer, tanta droga... Cuando estaba desesperado por pin-
con una de sus esposas: Chan, que hace lo que puede. También 1 liarse era capaz de hacer cualquier cosa por conseguir una dosis,
están las otras mujeres, que no cobran tanto protagonismo. Y eso
,•inpeñar un instrumento, una maleta, un traje, propios o de sus
músicos que lo acompañaban o seguían, creyendo ingenuament , oleg as. Lo admiraba como músico, pero como persona era difícil
que si se drogaban podrían tocar como él. Y los síntomas que co
de so portar. Solía decirle a los traficantes que Davis le pagaría lo
mienzan a sacudir su cuerpo. Después de una función llega a su
que les debía él, es decir que los lanzaba sobre sus amigos, y se
casa y le dice a su mujer: "Me vinieron a visitar mis úlceras, les di 11 ataba de tipos muy peligrosos. Como hemos visto, el trompetista
codeína pero se quedaron de todos modos".
l11vo una relación intensa con las drogas, pero sin embargo no
Logró estar siete meses limpio de alcohol y drogas luego d
1 om prendía la actividad autodestructiva del saxofonista, que lle-
sufrir una crisis. Cuando término de grabar en California, incendió
qaba incluso a inquietarlo. Según Davis, Parker vivía aislado, era
su cuarto del hotel en el que se alojaba y salió corriendo gritando •,ali sta, tenía su propio mundo musical y resultaba imposible imi
desnudo a vagabundear por las calles. Lo recibieron en un hospi
tal estatal. l.irlo, no podían hacerlo ni siquiera los grandes saxofonistas qu
pretendían tomarlo por modelo.
La muerte de su hija lo había sumido en una depresión de la En una escena de la película, Bird trae a su memoria un 1crnc'1
que procuró escapar con un intento de suicidio. Internado, busca
rlo de una noche cuando tenía quince años que jam ás olvidé11 él. Se'
pleito con otros pacientes porque no le suministraban algo qu
despertó, preguntándose que le pasaba, sintiendo el dolo1 rn n•,
lo calme. La esposa, acostumbrada, le comenta al psiquiatra que,
1J1ande de su vida; alguien le dijo entonces que era un drogncl1cl o.
cuando todo lo demás falla, él provoca una pelea. Cuando no pu
',ie mpre pensó que si no hubiera preguntado, no andaría así. E.1
de emborracharse sustituye eso por el dolor que le hace olvidar
dolor y la adicción quedaron coagulados desde entonces.
las otras cosas por un rato. Antes se distraía conversando, pero no
No importa que abran un Club dedicado a él: Birdland. Podía
puede hacerlo desde que le sangran las úlceras.
improvisar como nadie, pero su programa de goce permanecía in-
Evitar el dolor, físico o emocional, era la función que la droga
inutable. Apenas sí lograba ensayar alguna variante tomando alco-
tenía para él. En el film el psiquiatra quiere convencer a su pareja
1101 para evitar la heroína, pero entonces su virtuosismo se conver-
que se le apliquen electroshocks. Ella se niega diciéndole que e
lía en un desastre. Borracho, su carrera declinaba. Dizzy Gillespie
un creador, ante lo cual el doctor le pregunta si quiere un músico
ya no quería tocar con él. No lo querían contratar. Por su adicción
o un esposo. "Ambos vienen unidos", le responde la mujer.
1,, revocan la licencia para actuar en lo cabarets.
Miles Davis en su autobiografía relata otra perspectiva; dicn
Le avisan que su lucidez pendía de un hilo, y él asegura que
que Bird fue sometido efectivamente a un tratamiento de ele
',<' moriría ese año. El declive no tenía fin; luego de la muerte de
152 1 Luis Darío Salamone
E
arrasado por su goce. El superyó no solamente le grita al sujeto
que goce, le ordena gozar, lo empuja a seguir el derrotero de su Leonardo di Caprio es dirigido por Martin Scorsese. Contras-
programa de goce, una partitura que deja poco margen a la im ta notablemente con la mágica versión que el director reali-
provisación. El psicoanalista busca poner una pausa, localizar es ara de La invención de Hugo Cabret, su producción anterior. En
programa, y ver si puede alterarse algo de ese funcionamiento. ,,sta oportunidad se basa en las memorias escritas por el mismo
A Charlie Parker lo llamaban Bird porque al tocar lograba man ,Jordán Belfort, un agente de bolsa de Nueva York, quien al final de
tener las notas altas por un tiempo, como si fuera un pájaro. Esta lil película hace un carneo presentando el seminario que dictará el
película narra la historia de alguien que fue capaz de crear músic 1{c lfort de la ficción, personificado por Di Caprio.
como la de los pájaros. Pero se trata de un pájaro herido, aturdido, Nos presenta una versión posible de lo que sería el sueño ame-
que apenas aletea, por la heroína y el alcohol que corre por sus v ll(ano en los tiempos de la hipermodernidad. Un sueño que está
nas. Un pájaro que no puede dejar de interpretar su propio réquiem. /1 •ñido de exceso, de mucho dinero y de todo lo que se pueda
1onseguir con él, y de la combinación de drogas, como lo vemos
1 •11 nuestro epígrafe, de sexo desenfrenado, de una ambición sin
Bibliografía
limites. Estamos en la era de las politoxicomanías. Cualquier droga
pi 1c de venir bien, se trata de experimentar, pero el protagonista
Davis, M., Troupe, O., Miles, la autobiografía, Primer Plano, Barcelona,
1991. rr us hace saber que de todas las drogas prefiere una, e inhala co-
1 , 1ína utilizando un billete para poder revelarnos finalmente cuán
Miller, J.-A., "El porvenir del Mycroplasma laboratorium", en El Caldero el,
la Escuela. Nueva serie, Nº 6, Bs. As., 2008. 11 lictivo es: se refiere al dinero.
Russell, T., Bird. Biografía de Charlie Parker, Ediciones B., Barcelona, fodo comienza con un comercial donde se promueve a una
1989. 111 rn a, mientras nos muestran cómo los sujetos en dicha compañía
154 / Luis Darío Salamone El silencio de las drogas / 155
se mueven intoxicados por las drogas y el alcohol, apostando que venía a buscarlos explota. Todo se confabula para que la pen-
quién da en el blanco arrojando enanos. diente a un fracaso, tan estrepitoso como el ascenso, se torne
Lo que sigue narra cómo el protagonista llegó a tener una es 11 icvitable.
posa estupenda, una gran mansión en Long lsland, una Ferrari y Es arrestado uno de sus compañeros de fechorías que lo de-
muchísimo dinero. l:1la al FBI. Lo acusan de lavado de dinero del narcotráfico. Se le
Mark Hanna le da consejos a Jordan Belfort para que se ma 11)duce la condena de veinte a tres años de prisión si delata a sus
neje en Wall Street de la mejor manera. La fórmula es bastant ,1rnigos. Todo se desmorona. Naomi quiere separase. Discuten, la
simple. Hay que consumir drogas, masturbarse y tener sexo con 1¡olpea. Belfort, completamente drogado, quiere escapar con su
prostitutas. Le asegura que cuando tenga experiencia pensar 1tija en un auto; pero choca.
en dinero mientras se masturba, y esto le permitirá estar relajado. Lo detienen mientras graba el comercial de uno de sus cursos
Con la cocaína se mantendrá alerta, rápido, en las revolucione 1le persuasión general.
necesarias. Se volverá adicto a la bolsa en cuestión de segundos. La prisión domiciliaria, el brazalete electrónico, las fianzas, no
Y aprenderá a vender humo. lo frenan. Los tratados de colaboración con la ley no son simples.
Llega a ser un prometedor corredor de bolsa hasta el llamado lcrmi na en la cárcel. Por ayudar al gobierno tiene que cumplir 36
Lunes Negro en el que la compañía quiebra. Decide probar suert 111eses de prisión. Llega a la cárcel aterrorizado, pero comprende
en una pequeña compañía en la que despliega la habilidad obteni que es rico y todo está a la venta. Cumplida la condena se dedica-
da para hacer negocios y no tarda en abrir su propia empresa. Un ra a dar conferencias para transmitir los conocimientos que tiene
vecino le propone trabajar con él y reclutan un grupo de traficante , ,n el negocio de la bolsa.
de poca monta para convertirlos en vendedores de primera línea.
El ascenso es vertiginoso, llegan lujos, tapas de revistas como
Forbes que lo retratan como un Robín Hood perverso que les rob 2. El lobo sin luna llena
a los ricos en su propio beneficio, mujeres y muchas drogas. S
gana el sobrenombre: e/ lobo de Wa/1 Street. Su matrimonio se va Nos encontramos, en la figura del protagonista de esta pelícu-
la lona y la modelo Naomi Lag al la pasa a ser su pareja, que paree 1. 1, con ese sujeto que describe Jacques-Alain Miller como propio
estar más acorde con su nuevo estilo de vida; asegura que tener tic nuestra modernidad tardía. Un sujeto sin límites, desbrujulado,
sexo con ella era como inyectarse de heroína. desinhibido, hijo de una civilización que tiende a la inmoralidad,
Las cosas se complican, un agente del FBI le pisa los talone .... ,•rnpujado por un goce. Tan desinhibido como para arrojarle lan-
Ab,re una cuenta en un banco suizo, la cuenta se pone a nombr 1¡estas a los agentes del FBI que pretenden acorralarlo para po-
de Emma, una tía de Naomi, pero la mala suerte hace que fallezca. 11crle límites al que es incapaz de conocerlos, a quien se permite
Se le propone que haga un arreglo con el FBI aceptando un 111halar cocaína directamente del ano de una prostituta, a quien
delito menor y apartándose de la empresa. Pero a último momento 1,1rnás acepta un no como respuesta. La necesidad de burlarse
cambia de idea. 1le las convenciones sociales queda demostrada en un acto tan
Decide ir a Suiza en su yate desafiando una tormenta para so ,111tiguo como el que practicaba Diógenes el cínico: la masturba-
lucionar el problema con la cuenta que estaba a nombre de la tf, ' 1ón pública, realizada por su socio cuando conoce a la que será la
de su pareja. Lo que sigue es un símbolo de aquello en lo que s ii1lura mujer del protagonista.
ha convertido su vida: un naufragio. El yate no resiste el temporal Retomamos el planteo lacaniano del objeto a en el cenit de la
y se hunde, rescatándolos marinos italianos con quienes sigue 1 , 1vilización. La fórmula de un objeto que empuja al sujeto a go1ar
fiesta; pero el destino trágico no está dispuesto a ceder, el avión '"; muy simple:
El silencio de las drogas \ 157
156 1 Luis Darío Salamone
111 ll eviviente, podría haber muerto varias veces sin darse cuenta,
a->$
1, •r minar más aboyado que su Ferrari.
1 1sujeto en algún punto sabe que si vive al límite, en el horizon-
1, puede estar la muerte, pero no le importa, por eso las campañas
Lo que pone en juego es un goce que se puede presentar , 11 il 1drogas moralistas fracasan. Queda revelado en un diálogo en
como el reverso del fantasma neurótico, y es aquel que estamo •·1 que, ante la pregunta sobre qué tal es estar sobrio, responde
acostumbrados a ver irrumpir en el campo de las perversion 11nplemente "espantoso", y ante la pregunta de si es aburrido, la
Es la consecuencia de ese empuje al goce que invita a atraves 11••,puesta es: "Me quiero matar". El sujeto solo tiene una forma de
inhibiciones, y lo real desborda al sujeto. 11 •( .uperar algo del goce perdido intoxicándose, aunque el precio
La causa del hombre lobo es la luna llena. Ella convierte al hom ¡111cda llegar a ser la muerte. Como en la escena del yate en la
bre en un animal salvaje dispuesto a devorar lo que se le cruc 1< 11 me nta, lo que le importa no es tanto el hecho de morir, sino el
Lo que causa a este lobo no es la luna, lo que lo causa es un goc
desenfrenado. Es verdad que los hombres lobos de la historia del ,¡,, no morir sobrio.
cine suelen presentarse de esa manera, pero mientras dure la luna
llena. Después descansan. Este lobo no tiene descanso. Y si logra
algún freno es consumiendo drogas, mientras duran los efectos,
para retomar ni bien estos se disipan. Por eso toma barbitúricos
como si se tratara de golosinas. El desenfreno es su manera de vi
vir la pulsión. La voracidad no tiene límite y el goce se torna tóxico,
El lobo de Wall Street cree, en su omnipotencia, que puede ser
dueño de sus actos, sin embargo está bajo la dictadura del objeto
a que lo empuja a un goce desbocado. Esa dictadura del plus de
gozar lo lleva a la cima y al precipicio, devasta sus relaciones y
al propio sujeto. Lejos de comandar un "eso marcha", conduce al
sujeto a un ascenso tan vertiginoso como su caída. Las personas,
nos asegura, son cien por ciento los amos de su propio destino. Y
uno sabe que en cualquier momento ese destino será de fracaso.
Se lo ve, cuando arenga con el micrófono a sus empleados, uti-
lizando su carisma para transformarse en un predicador de goce,
un predicador que les habla a sus fieles para que crean que con -
siguiendo dine ro serán capaces de gozar todo lo que quieran. El
dinero, como se hace saber en varias partes de las películas, tam -
bién es una droga. Y como la droga que consume, lo consume al
sujeto. Por eso la tía Emma le pregunta si permite que el dinero lo
consuma entre otras sustancias.
No es posible un registro de la falta en ese estado de intoxi -
cación, pero tampoco un principio de realidad. La analogía con
Popeye o King Kong permiten tener noción de una omnipotencia
sin fisuras que le permite ir más allá de los límites. Belfort es un
Jazz, tango y rock and roll
Simplemente Miles Davis
Podrá haber historias más ciertas que esta, pero difícilment ;" presentó con pantalones negros de cuero, un chaleco enci-
una tan buena que hilvane las características de esta música y su 111ado a otro y una chaqueta con una serpiente roja en la espalda.
relación con un estado alterado por el consumo de una sustan 1Jna dama de la alta sociedad le preguntó a ese hombre, alejado
cia embriagante. En este capítulo nos ocuparemos de uno de su du toda etiqueta, qué méritos tenía para estar allí. Miles no tardó
referentes que nos legó, además de su obra, una Autobiografli 1•11 contestarle: "Bueno, he cambiado el rumbo de la música cinco
conmoved ora donde la pasión por la música se entreteje con el 1> seis veces. Ahora, dígame: 6qué ha hecho usted de importancia,
consumo de drogas. ,1parte de ser blanca?". Viniendo de otro podría ser una falta de
rnodestia, pero sin dudas Miles Davis forma parte de la historia del
Ji!IZ, y los giros que le imprimió a esa historia tienen que ver con su
2. Un buen soplo ,,•chazo a repetir al otro o repetirse a sí mismo.
Davis nos dice que a los doce años la música se había con-
El primer recu erdo que atesoró de su infancia era una llamar t •rtido en lo más importante de su vida. A los trece años recibió
da, la llamarada azul de un fogón; tenía tres años entonces, per 1111a trompeta como regalo de cumpleaños. Pertenecía a una fami-
aquella imagen se le presentaba tan clara como la música. An l1i1 acomodada, aficionada a la música, de East Saint Louis, lugar
tes de eso, solo había niebla. La memoria no puede precisar si donde llegaban buques en los cuales tocaban orquestas, muchas
esa llamarada la había generado él mismo, jugando; pero desd v<·ces dirigidas por trompetistas.
el recuerdo retorna la exaltación que lo invadió provocada por 1 Luego de participar en una orquesta local y tener una hija a
repentino, lo súbito. Es el primer registro que tiene del miedo, un los diecinueve años, en septiembre de 1944 se fue a Nueva York
miedo que se tornó desafío, es decir aventura, y generó una suer p¡tra tocar con los grandes, buscando a Bird y Dizzy. En esa época,
te de alegría fantasmagórica. Lo asocia con alguna frontera, con 110 fumaba, no bebía, no probaba drogas. Bird, en cambio, además
algún filo posible. Es el momento en el que el mismo Miles Davl dt' ser el mejor saxo de la historia, era adicto a la heroína. De
sitúa el comienzo de su filosofía de vida. No podía saber de 1 l lrrd reconocerá su genialidad con la música como su dificultad
cosas del mundo en aquel entonces, pero debía avanzar, ir hacl , on los demás debido a su relación con el consumo, y asegura
adelante, alejarse del calor amenazante de esa llamarada. 110 comprender lo que lee en él como un impulso autodestructivo.
No le gustaba mirar atrás, pero sin embargo llega al punto d 1•;tamos hablando de Charlie "Bird" Parker y Dizzy Gillespie, con
conjeturar que en el violento tornado que azotó St. Louis al po , 111ienes formaría parte del trío fundador de un nuevo estilo ele jnn:
tiempo de haber nacido puede estar el origen de su mal caráct ,•I Be-bop.
el tornado le dejó tras su paso una violenta creatividad. Y dejó algu Miles llegó a Nueva York a estudiar música, le habían ense
nos ventarrones, se necesita un buen soplo para tocar la trompet 11,1do que la ignorancia era esclavitud y, el conocimiento, libertad.
Con estas disquisiciones comienza Miles Davis su Autobiograf/¡ ',1' convirtió en lo que se denomina un científico del sonido; si
que escribió con la ayuda del periodista y escritor Ouincy Troup 1111a puerta chirriaba podía decir el tono exacto en el que lo ha-
111.t hecho. Al tiempo viajó a St. Louis para decirle a su padre que
l1,1bía decidido abandonar el Juilliard, donde estudiaba, porque le
3. Nunca sigas el canto de ese pájaro ,,11'3eñaban cosas de blancos, y este le dijo algo que no olvida-
r1, 1jamás: que lo que decida hacer, sea lo que fuera, que lo haga
Cuando el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reau 1111 •n. Y le hizo escuchar el canto de un pájaro (bird, en inglés) que
le entregó en 1987 un reconocimiento por su carrera a Ray Char lli:qaba del exterior, del sinsonte, ave que copia el canto de otros
les, invitó a la Casa Blanca a afroamericanos ilustres. Miles Davl p[qaros porque no tiene uno propio. Entonces le dijo que él tenía
164 1 Lui s Daría Salamone
El silencio de las drogas l 165
que buscar su propio canto. Quizás por eso, pese a la admiración , rn1 un policía que lo golpeó duramente hizo que se aficionara al
que sentía por Charlie "Bird" Parker,jamás intentó imitarlo como lo liox. Lo asediaba la angustia y la heroína era su evasión.
hacían tantos, aunque les resultara inútil. Por otra parte, asegura que "cuando tomas heroína constan-
li •rnente pierdes el deseo de tener relaciones sexuales con una
111ujer...", al menos eso le pasó a él. 2 Dice que esto no le pasaba a
4. Festivales, drogas y mujeres , >1 1as personas que conocía, pero él había gozado de la sexualidad
, on Irene o Juliette, pero después de empezar a consumir no le
Miles nos relata su encuentro con las drogas: "Mientras estab 111leresaba hacerlo y si lo hacía no gozaba. En lo único que pen-
en la banda de B empecé a esnifar cocaína. Hobart Dotson, el ,.1ba era en cómo conseguir más heroína. Al principio la aspiraba,
trompetista que tocaba junto a mí, me aficionó. Un día me dio un 110 se inyectaba, pero un amigo le dijo que se sentiría mejor si lo
dosis pura. Sin embargo, quien me introdujo en la heroína, tambi én l1rtcía. Así empezó lo que define como una película de horror que
mientras estaba en la banda de B, fue Gene Ammons, un saxofo duró cuatro años. Si no consumía enfermaba; al principio era como
nista. Recuerdo cuando esnifé cocaína por primera vez. No sabí 1,,ner gripe, le chorreaba la nariz, le dolían las articulaciones; des-
lo que era, tío. Todo, de pronto, me pareció más brillante, y noté un pués empezaba a vomitar. Una miseria espantosa que procuraba
súbito chorro de energía. La primera vez que usé heroína, qued ,•vitar. Tomaba cuatro o cinco dosis al día. Quiso desengancharse
inconsciente y no me enteré de lo que pasaba. Macho, era un desde el momento en que se sintió mal por primera vez. Reconoce
sensación fuera de lo común. Me sentí completamente relajado", que inyectarse heroína cambió totalmente su personalidad, pasan-
No hay una responsabilidad subjetiva, el que lo metía en el asunto 1lo de ser tranquilo y honesto a todo lo contrario, y la razón de
para él era el otro.
dicho cambio era la ansiedad por conseguir heroína. Haría cual-
Bird le había dicho que si alguna vez lo sorprendía pinchando quier cosa para no sentirse enfermo, lo que implicaba disponer de
lo molería a palos. Bird, por su parte, estaba cada vez peor, no le l1croína día y noche para poder inyectarse. Se encontró haciendo
pagaba y era capaz de empeñar su saxo o los instrumentos de su lo que antes le reprochara a Bird, le sacaba dinero a prostitutas,
amigos si estos se descuidaban. Las drogas volvían loco a Charli 1i le sacaba cosas a los amigos para empeñarlas o vend erl as. O
Parker a punto tal que en 1946 terminó internado en un pabellón ,,rnpeñaba su propia trompeta. Resume ese momento en es tos
psiquiátrico de Nueva York donde le aplicaron electroshock. i<'rmi nos: "Todo se derrumbaba". 3
Miles reparte su tiempo entre la música, las drogas y las mujere..,, Por 1952 consideró la posibilidad de intentar abandonn1 la':i
Es invitado a festivales en París, y allí se enamora de Juliette Gréco drogas, y comenzó a entrenar, ya que siempre le había gustado
y se encuentra con una sociedad diferente donde las personas d ,,1 boxeo. El entrenador le dijo que jamás entrenaría a alguien que
piel negra no son discriminadas. Por primera vez siente que la músi lt 1vie ra el hábito de las drogas. Miles negó tenerl o y el entrenador
ca no era la totalidad de su vida, y ella le enseñó a amar al margen 11' dijo que no le tomara el pelo, que volvi era a St. Louis para tratar
de la música. Juliette le pidió que se quedara en París, Sartre 1 de dejar el vicio. Nadie le había hablado así. Llamó a su padre y
sugirió que se casara. Pero volvió a Nueva York. Se sintió tan depri le• pidió que viniera a buscarlo, e inmediatamente fue a pincharse.
mido que consumió heroína, perdió el control, sintió que caía en un 1>rometió no drogarse, fue a la granja de la familia, pero no tardó
pendiente hacia la muerte, y le costó cuatro años desengancharso. 1•11 encontrar a alguien que le vendiera heroína. Cuando el padre
Asegura que jamás consumió como algunos músicos, para to car
como Bird. Lo que lo llevó a ese terreno fue la depresión que sintió
al volver de París, y extrañar a aquella mujer. Con el consumo deJó
de ir a su casa en la cual estaban Irene y sus hijos. Una discusión ') lbíd., p. 134
l /bid., p. 140
166 1 Luis Darío Salamone El silencio de las drogas l 167
se enteró le dijo que no le daría más dinero, y así la abstinencia, 1 111 por tratar mal a una chica, y pudo haberlo matado; sin embargo
que él llama el mono, enloqueció a Miles, que maldijo a su padr 11• dijo que era patético, miserable, un lastimoso hijo de puta, un
que se limitó a hacer una llamada, y aparecieron dos personas qu vunqui asqueroso. Eso le hizo daño porque tenía razón. La droga
lo llevaron a la cárcel donde estuvo encerrado una semana, voml 1•1r1 muy mala en Detroit, ya no le hacía nada, solo se pinchaba
tando, y que iba a morir, pero sobrevivió con una idea, de que par por la sensación que este acto le provocaba. Tomó como ejemplo
cortar el hábito solo tenía que tomar una decisión. Ni bien salió d 1un boxeador, Sugar Ray Robinson, un deportista disciplinado y
prisión se volvió a inyectar. El padre había decido llevarlo a reali r11ujeriego, muy serio en su trabajo. Decidió manejarse así y volvió
un tratamiento de rehabilitación a la prisión federal para adictos d 1 Nueva York a comenzar de nuevo.
Lexington, pero como no había cometido ningún delito tenía qu Cuando dejó de inyectarse heroína continuó tomando cocaína
encarcelarse por voluntad propia, y decidió no hacerlo; llevaba do il,• vez en cuando, que no le creaba un hábito, y no enfermaba si
semanas sin drogarse. Volvió a Nueva York. Allí volvió a inyectars l I dejaba. Aunque le secaba la boca, lo cual no era bueno para un
sabiendo que dejaba el hábito o moriría. No pensaba morirse. 1rornpetista.
La policía comenzó a endurecerse, le hacían arremangar la Davis dice que desde su adicción se encerró en sí mismo para
misa buscando pinchazos nuevos. Por esa razón muchos yonqw protegerse de un mundo que consideraba hostil. Esto nos muestra
se inyectaban en las venas de la piernas. q1rc por un lado tenemos el encierro que se consigue al obtener
Una noche estaba completamente drogado, dando cabezazo 1111 goce autoerótico con sustancias, pero que la cuestión también
con ropas viejas y sucias, se le acercó Max Roach elegantemen 1l.1ñe a una decisión subjetiva. La adicción es solo una forma de
te vestido, lo miró y le dijo que tenía un buen aspecto y le metl ,•ricierro entre otras.
doscientos dólares en el bolsillo. Se sintió tan avergonzado qu En 1955, por no cumplir sus obligaciones económicas con su
en lugar de correr a pincharse, llamó a su padre para decirle qu 111¡0, su ex mujer lo manda a la cárcel por tres días. Al menos así
quería recuperarse, y este le ordenó que viajara inmediatamente, 111 cuenta él, aunque en esto tampoco muestra su responsabilidad.
En la granja familiar el padre le dijo que si a él lo torturaba un ,\llí se entera de la muerte de Bird, lo que fue un golpe. Davis co
mujer podía sugerirle que la cambiara por otra, pero tratándose d 11Hmta que al morir Bird, así como antes los músicos se inyectaban
drogas, solo podía darle su amor y apoyo, el resto dependía de ,1 p, 11 a tocar como él, ahora se esforzaban por dejar la heroína.
Se dio vuelta y lo dejó solo. Miles se encerró en una casa de hu Luego Davis permaneció bebiendo demasiado y consumk'n
pedes con llave hasta dejar el hábito. Transpiraba, le dolía todo, t do cocaína, sufriendo intensos dolores a causa de una ancrni,1
nía el cuello rígido, no le respondían las piernas, las articulacion lrilciforme. Esto lo tornó irritable y tuvo crisis de celos con rran
le dolían terriblemente; compara el sufrimiento con una terrible 11",, la única mujer entre tantas que tuvo que soportarlo en esa
tritis y una gripe aguda, con una crudeza que no puede dominar l.1reta. Llegó a acusarla de engañarlo con un amigo homosexual.
La tortura duró siete u ocho días. Hasta que todo terminó. l:I pensaba que estaba cuerdo y en la cima del mundo. Ella lo mi-
Pero hubo idas y vueltas. Para no volver a las tentacione 1 tl>a como si estuviera loco, lo cual, confiesa, era cierto. Se había
Nueva York, fue a actuar a Detroit, y una mujer lo llevó a un psi , <lrivertido en una especia de fantasma de la Ópera, se deslizaba
quiatra. Este le preguntó si se masturbaba, Miles le respondió qu ¡1rn el túnel que había debajo de su edificio, paranoico, perdido.
no, y este le dijo que tenía que masturbase todos los días ant 1 <lrnenzó a sufrir, según lo denomina él mismo, la alucinación de
de tomar alguna droga, pero Miles pensó que el psiquiatra deborf1 1 ¡i tr' en su casa había un extraño, registraba los armarios, debajo
estar en un manicomio.
,1,, la cama, en el sótano, echaba a todos los que estaban en su
Se pinchaba para no sufrir, para no enfermar. Fue otro mot1v1 , , 1•,a y buscaba al extraño por horas. Frances terminó dándole la
de vergüenza lo que hizo que cobrara fuerza: un gánster lo interp , ,,ón para llamar a la policía, que vino y registró todo, mientras ella
168 1 Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas l 169
4 lbíd., p 332
5 lbíd. p. 341
170 1 Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas 1171
Patrick Mignon nos dice que hay dos accesos a las drogas a
través de la música. Por un lado, los mensajes que describen cier- 7. lCómo sobrevivir al programa de goce?
tos efectos. Muchísimas canciones hacen referencia a sustancias
y a lo que generan. Por otro lado, están las biografías que ponen No hay duda del legado musical del Miles Dnvi!,. 1·r11npoc o el<·
en juego determinadas elecciones que van de la marginalidad a la que por momentos la ha pasado bastante mal, lundnrnc11léllnH·11lc•
celebridad. Nos dice que la historia de la relación entre la música en lo que concierne a su relación con el goce adictivo. Partió de no
y las sustancias tóxicas es la de variaciones sobre las formas de la tener ningún interés por sustancias estimulantes a estar comple-
bohemia. Se ponen en juego identificaciones, que son pasaportes tamente enredado, con intentos desesperados para poder salir del
de entrada para acceder a una comunidad, y luego se juega en asunto, volviendo a tropezar a cada instante. Como él lo plantea,
un contexto más amplio, donde las fronteras entre la bohemia y la era alguien tenaz en lo que se proponía. Luchaba con la fuerza de
vida convencional se disuelven. la voluntad, pero hay goces que resultan indomeñables. Encontró
El desarrollo de la industria farmacéutica y la musical corren en algunas ocasiones algo que le hacía de límite: la vergüenza,
en forma paralela. No tendría por qué implicar necesariamente su pero eso no le impidió llegar hasta la locura. Cuando procuró des-
articulación. Pero como ha dicho Lacan, la ciencia se encarga d prenderse de la heroína, extrañó la sensación de los pinchazos.
brindarnos sus productos. Y cuando se trata de algo que sirve al El alcohol estuvo siempre, más allá de que cambiara de tragos. Y
luego la cocaína, que quizás no le representaba padecer la absti-
172 1 Luis Daría Salamone
a jugarse un extraño silencio. Ya que los protagonistas de est L n este capítulo simplemente queremos rendirle nuestro ho-
historia hacían un uso frecuente tanto de la morfina como de 1 rrH •naj e a uno de los máximos exponentes de este género tan por-
cocaín a, co mo bien lo plantean Francisco Canaro y Manuel Rom l,•110.
ro cuando compusieron en 1926 "Tiempos viejos", donde se utili
otro sobrenombre más habitual para referirse a la cocaína: cocó
La no utilización de drogas (y de gomina), si seguimos lo que no . Pichuco
dice el tema, lo hacían diferentes a aquellos hombres de antaño,
Cuando el tango comienza a difundirse y escapa de los bajo Sabemos lo que implicó Aníbal "Pichuco" Troilo en la historia
fo ndos sus letras se adaptan, pierden el lunfardo y las referencia dt•I tango. Otra leyenda porteña, Osvaldo Pugliese, lo expresó en
a las drogas.
"';los términos: "Troilo unificó la historia del tango. Él incluye a
Un ejemp lo es el tango "Los dopados", compuesto por Juan lodos los demás". Por eso mereció el título de Bandoneón Mayor
Carlos Cobián en los años veinte. En 1942 Enrique Cadícamo 1 d1 Buenos Aires .
1
escri be versos a partir de un pedido de Aníbal Troilo, quien querí, Nació el 11 de julio de 1914, y cuando tenía 8 años falleció su
estrenarlo con letra. Cobián se encontraba afuera del país y el p,1d re. Sobre su tumba, a la que llevó flores del patio de su casa,
escritor quería pedirle autorización. Troilo le dice que se ponga 11110 el juramento de que estudiaría bandoneón. A los nueve años
trabajar, que cuando Cobián regresara al país se encontraría con y,1 tenía su instrumento. Estudió con Juan Amendolaro seis me-
un éxito. Cad ícamo decide cambiarle el título por "Los mareados", ',<'S, porque el maestro ya no tenía nada que enseñarle. Y comenzó
El tema nos habla de cómo el sujeto encontró a ese amor que est ,1 tocar públicamente a los once años, todavía de pantalón corto.
a punto de entrar en el pasado:
1 )e l cine pasó a los cafés, a los cabarets. De tocar a la tarde a ha-
de forma impecable, defendiendo su estilo. Como lo describió Ha 1acan plantea cuando sitúa a la mujer como síntoma de un hom -
racio Ferrer, con "esa encantadora mezcla de lógica y capricho". l>1e. Pero no se trata de uno que no logra limitar del todo su goce.
Musicalizó casi sesenta tangos y forjó un estilo que recorri No hay que idealizar en este sentido a la mujer como síntom a; en
diversas orquestas y cantores a los que ayudó a formar. Los tem ocas iones logra apaciguar el goce, dándole cierto anclaje a lo real,
que compuso se encuentran entre los mejores de la historia del poro no eliminarlo. Nunca hubo en Troilo una intención de hacerlo.
tango. Lo mismo podemos decir de los músicos y cantores qu /\lgu na vez dijo: "Mil veces me preguntan por qué tomaba tanto sa
desfilaron por sus orquestas. Quizás porque, según lo confesó, su liiendo que me hacía mal. Y mil veces contesté: porque me gusta".
padre le dejó al morir la pena de no recordar su voz, lo acomp Lo cierto es que hay un antes y un después en su vida luego
ñaron las voces de grandes cantores como Francisco Fiorentin do conocer a Zita. Troilo dirá que el día que la conoció a ella, se
Alberto Marino, Floreal Ruiz, Roberto Goyeneche, Edmundo Riv 1cabó el planeta. Julián Centeya, autor del magnífico tema "La vi
ro, Tito Reyes, Ángel Cárdenas y otros. Sus composiciones arman llt~gar", nombra en el idioma del tango lo que es un amor sin calen -
una galería impresionante de temas memorables, por citar sol dario: Zita es su ladera. Forma arrabalera de nombrar aquello que
algunos: "Responso", "Contrabajeando", "María", "Garúa", "Desen Jncq ues-Alain Miller ha denominado como partenaire-síntoma.
cuentro", "Una canción", "Toda mi vida", "La última curda", "Sur• Zita contará, con amorosa resignación, que su marido salía a
"Romance de barrio", "Che bandoneón", "Barrio de tango", "Te 11 , om prar soda con la bolsa de los mandados y regresaba tres días
man Malevo", "Pa' que bailen los muchachos", "Mi tango triste", • dt\s pués, iy sin la soda! Será ella quien procurará protegerlo de
Pedro Mafia", "A Homero", "El último farol ... ". 1111 goce que lo amenaza: su propia bohemia arrabalera. Aunque
Astor Piazzolla, uno de sus músicos y arreglador, decía qu 111 siquiera con Zita podrá controlar ese empuje. Julia Constenla
ponía doscientas notas y Pichuco le borraba cien. Raúl Garello n ,l1ce que Zita podía compartir la bohemia de su marido, pero que
da las razones de semejante actitud: "Él manejó los silencios com l1ltlitarla resultaba imposible.
ningún otro músico". Las noches de borracheras sembrarán anécdotas. Un día Pi-
José Gobello decía que Pichuco tenía carisma. Y que eso ' ltuco fue a tomar un café al bar cercano a su casa. Se encontró
plicaría todo si pudiéramos explicar qué es el carisma. Garello dir , ,,n amigos y tomaron varias copas. La policía los llevó presos a
que "en esa carrera de obstáculos que es la vida, Pichuco quem l,,clos. En el Departamento de Policía el Gordo se despabila un
las velas por las dos puntas, como Charlie Parker, como Miles D poco y pregunta "¿A quién venimos a sacar?". Y un amigo le res-
vis y otros grandes". p<lnde: "A nadie, los presos somos nosotros".
Osear López Ruiz, quien fuera durante veinticinco años músico
d,• diferentes agrupaciones de Piazzolla, escribió un libro que re -
3. Zita con Troilo 1 .-,ue historias de aquellos años. Comenta que Pichuco se tom aba
11. da el agua de los floreros y no le hacía asco a la cocaín a, hábito
En 1938 aparece en su vida Zita, nacida en la ciudad 11111y desarrollado, asegura, en los tangueros de aquellos ti empos.
Rodhes, Grecia. Lo conoció en el café Germinal, al que entró 1L111 a un momento emotivo en el que Troilo, luego de unas copas,
su abuela luego de quedarse clavada en la puerta escuchand ,, ucha los arreglos que realizó Astor de "Responso" y le pide
la orquesta. Él la vio y fue un flechazo, terminó la actuación y s 1 ¡1 11• toque "Adiós Nonino", mientras lloraba. Va al baño y regresa
rigió a la mesa donde estaban, casándose por civil al poco ti em 1¡, .. ,co hablando públicamente de su encuentro con alguien con el
y la iglesia llegó años después cuando murió la madre de Troil , 11, ti co mpartió la cocaína. Solo él, afirma, era capaz de vociferar
Entre peleas y reconciliaciones sería el único amor reconocl ¡,11lilicamente su adicción.
por Pichuco en su vida. Es un buen ejemplo de lo que Jacqu 1 s conocida su opinión al comparar la calidad de la cocaína en
178 / Luis Daría Salamone
El silencio de las drogas / 179
los '60 con la de 25 años atrás: "Nada de polvo, mucho más qu \t•rbo bardear, que es apócope del lunfardo "balurdo".
granos. Parecían diamantes. Alguien pelaba de esa merca y en En la entrevista a María Esther Gilio le confesaría a la periodista
seguida se llenaba de narices". Hasta la relación con la cocaína 1p re tenía unas ganas de morirse que no podía más. Murió el 18 de
teñía de nostalgia para el tanguero. 1rinyo de 1975. A la medianoche, porque como ya lo había dicho:
Así pasará largas noches, entre el alcohol y la cocaína. "No vivo '":;oy hombre de la noche para todo, hasta para morirme".
como debería hacerlo, sino como me sale", era su forma de decir
aquello que Miller plantea acerca de que el goce nunca es el qu
debería ser, siempre hay un error con respecto a lo que sería el o. Hermanos de la noche-tiempo
goce conveniente para uno, si es que el mismo existiera. Como el
Gordo lo reconocía: "El peor enemigo de Troilo es él mismo". Troilo comentó cómo componía en una oportunidad. Partía de
l,1 letra, la masticaba, la aprendía de memoria y la tenía todo el día
1•11 la cabeza envolviéndola en la música. Si bien no escribía las
4. Vivir al bardo
lt'lras, como me lo ha sugerido Blanca Sánchez, su música le daba
•,onido a la voz áfona que envuelve la palabra.
Si un amor le permite a muchos sujetos salir de los carriles d Con Cátulo Castillo tuvo una hermandad muy provechosa, de-
un goce pulsional, es porque la satisfacción de la misma suel l· indo temas memorables como "Desencuentro", un significante
tornarse autoerótica, la satisfacción se cierra sobre sí misma. Mu que explica cómo el amor no logra recubrir la inexistencia de una
chos hombres se encuentran muy cómodos con esto y una muJer r<·lación entre los sexos.
suele ser alguien capaz de perturbar dicha comodidad y abrir 1 Juntos compusieron ese sermón de vino, en el cual alguien
puertas a un goce diferente. Podría pensarse que la dimensión busca un licor que aturda, entre lágrimas de ron, que es "La última
del amor es lo que permite una salida al Otro, pero esto no result 111rda". En un diálogo con el bandoneón alguien interroga: "¿No
sencillo en los hombres, cuyo goce se juega en relación al objet >'<\S que vengo de un país que está de olvido, siempre gris, tras el
de la pulsión.
:tlcohol?" Pero antes de ese final memorable nos hace saber que,
Mientras la generosidad de "Pichuco" y su afición por el jueg l1,1s ese retazo de olvido, palpita un amor ausente.
se transformaban en una amenaza financiera, la relación con el
alcohol y la cocaína amenazaban su integridad física. "Pero es el viejo amor
El dinero no le importaba demasiado. En los comienzos actu que tiembla, bandoneón,
en radio El Mundo, e iba a pura pérdida, después de pagar a lo y busca en el licor que aturde,
músicos le quedaba un saldo negativo de catorce pesos. Hug la curda que al final
Baralis relata cómo el Gordo los sorprendía en los recesos de 1 termine la función
actuaciones en el cabaret jugando al pase inglés. Y después d corriéndole un telón al corazón ...
retarlos enérgicamente, realizaba su apuesta. Cuando la Caja N Cerrame el ventanal
cional de Ahorro le otorgó un premio, manifestó su intensión d que arrastra el sol
donar el dinero al Hospital Muñiz. Pero como al otro día perdl su lento caracol de sueño ... "
todo en el hipódromo, vendió el Cadillac que tenía para poder r
lizar la donación.
fambién con Cátulo escribieron "Una canción", donde alguien
A este estilo de vida Pichuco lo llamaba "vivir al bardo", signl qnrra la copa de alcohol hasta el final y le pide a una mujer con
ficante que remite a embrollo, a problema, y deriva del mismo el ,,lor a ron en su bata de percal, que le cante una canción para ma-
El silencio de las drogas\ 181
180 1 Luis Darío Salamone
11 •su Ita
realmente conmovedor:
tarle la tristeza, para dormirlo o, al menos, para aturdirlo un poco,
Están los dos en curda y él le pide, con "la pena sensiblera", que 1 "Tu canto es el amor que no se dio
da la borrachera, que repita una vez esa canción y que le sirva un y el cielo que soñamos una vez,
y el fraternal amigo que se hundió
poco más de ron:
cinchando en los tormentos de un querer.
"La copa de alcohol hasta el final
y en el final tu niebla, bodegón ... Y esas ganas tremendas de llorar
que a veces nos inundan sin razón,
Monótono y fatal
y el trago de licor que obliga a recordar
me envuelve el acordeón
si el alma está en 'orsái', iche bandoneón!"
con un vapor de tango que me hace mal ... "
Es llamativo que el licor, tan asociado al olvido, obligue a recor-
Cátulo Castillo escribió que la musa tanguera que lo inspiraba a
dar, si el alma está en "orsái", metáfora futbolera para decir que se
Troilo quizás sea la misma musa negra de Baudelaire, y que el mú·
está jugando en posición adelantada, es decir que se está fuera
sico era capaz de morder una amarga filosofía ciudadana que se
terminaba transformando en amistad, con una sensibilidad siem· de juego.
Un capítulo aparte merecen los homenajes rendidos a Pichuco
pre atenta al llamado de la noche, entre tangos, naipes y copas.
por los mismo tangueros. Astor Piazzola compuso la "Suite Troi-
Como hermanos de la noche-tiempo, define Julián Centeya a la
leana", en cuatro actos, con los nombres de sus pasiones más
relación entre Aníbal Troilo y Homero Manzi, su letrista preferido.
importantes: Bandoneón, Zita, Whisky y Escolase.
De Homero Manzi, Troilo decía que era como un hermano con Juan Gelman dijo que en Troilo la búsqueda del detalle muestra
la misma sensibilidad, que el poeta "estaba en el misterio". Para
"... la totalidad que Troilo vivía con su música. El vino, la droga, los
Troilo, Manzi, más que un letrista, había sido un acontecimiento, su
lres días de perderse en la ciudad son justamente eso: detalle s".
creacionismo era el resultado de un poeta que, nos dice Pichuco,
Lo central de su vida era cuando se sentaba con su bandonnón,
conversaba con la vida vivida. cerraba los ojos, y conversaba con el instrumento; pcrmili<'!rHlrn10· ,
Juntos compusieron una de las piezas más bellas, titulada "iChe
bandoneón!", donde otra vez el poeta dialoga con el instrumento así entrar con él en el misterio.
Pichuco y su bandoneón eran inseparablns comprn H ~, ( i·, dt>
para hacerle frente al dolor, al corazón que sufre, a la muerte de las noches porteñas. El gordo quedaba herido por In bolH~llllíl d«•I
mujeres; entonces con el alcohol llega la confesión, donde la pena,
arrabal. Por eso en una oportunidad en la que lo llamó n la w~,a
la copa y el tango entran en una equivalencia simbólica:
Julián Centeya, lo atendió Zita y le pidió que lo llamara más tarde,
Tang os citados:
E makon 12 titulado "El objeto droga en la civilización", 1 se pue-
de leer una referencia al libro de memorias Vida, que puede
1•11señarnos algo tanto con respecto al tema del uso de drogas
, orno a la cuestión del escándalo, ya que la vida en cuestión es la
"Maldito tango" ( 1916), de Luis Roldán. dn Keith Richards. No debería escandalizarnos que Eric nos remita
1 Keith. El viejo Stone, seguramente, tiene algo para enseñarnos.
"Corrientes y Esmeralda" (1934), de Celedonio Flores.
"Tiempos viejos" (1926), de Francisco Canaro y Manuel Romero. El término rocca, que proviene del latín aunque es de origen
"Los mareados" (1942), de Juan Carlos Cobián y Entique Cadícamo. , ,,llico, dio lugar al término rock en inglés o roca en castellano.
"El gordo triste", de Horacio Ferrer y Astor Piazzolla. l 't•ro rock en inglés significa moverse en vaivén de un lugar a otro.
"La última curda" (1956), de Cátulo Castillo y Aníbal Troilo. Nock and rol/, quiere decir "mecer y rodar".
"Desencuentro " (1962), de Cátulo Castillo y Aníbal Troilo. Suele usarse una expresión: "arrojar la piedra del escándalo";
"Una can ció n" (1953), de Cátulo Castillo y Aníbal Troilo ·" trata de algo que repentinamente rompe el clima que puede
"iChe bandoneón!" (1949), de Homero Manzi y Aníbal Troilo. 11x1sti r entre las personas. Posiblemente esto provenga de los
"Ese muchacho Troilo", de Homero Expósito y Enrique Francini. vangelios de San Juan, y de esa famosa intervención de Jesús
11 1le la amenaza de lapidación de la mujer adúltera: "Quien esté
l1 i>1c de pecado, que arroje contra ella, la primera piedra", denun-
1 1 ,indo la hipocresía moral.
También la palabra escándalo remite a una locución griega:
,A.1ndalón, que implica obstrucción, bloque, piedra que se pone en
ul camino y entorpece la marcha, llevando a la indignación.
Sin embargo, los escándalos se buscan deliberadamente par euando comenzó a bajar en la línea. También lo divierte mucho
ganar renombre, y nada como la historia del rock nos lo demucs la historia de que cada tanto va a Suiza a cambiarse la sangre.
tra. De más está decir que si rock remite a roca, stone a piedra. 1.s una historia que hizo correr él mismo cuando fue a una clínica
John Thompson ha trabajado la cuestión del escándalo desdo para desengancharse de la heroína; lo dijo como un chiste, pero
la política,2 y afirma que la cuestión del escándalo es uno de lo no como algo un poco más verdadero que un presunto pacto que
gajes del oficio de aquel que vive en la esfera pública. En aqu había hecho con el diablo.
llos que tienen éxito, podemos decir, cuando lo privado pasa a 1 Al momento de escribir estas memorias, hacía treinta años que
público, el escándalo es una amenaza permanente, sobre todo en dejó las drogas; si sobrevivió, nos dice, es porque consumió la me-
nuestra época donde los medios de comunicación han alterado d jor, de esa que ahora no se consigue.
manera notable la esfera de lo público. Lo que afirma es que su estrategia fue interpretar el personaje
En el primer capítulo de Vida ya se muestra la relación qu que inventaron para él, que fue la gente quien lo imaginó, la que lo
tenía en su momento más escandaloso Keith Richard con la ha creado, inventado una suerte de héroe popular. Él se ha limita-
drogas; era la era Nixon, 1975, es decir, la época de la guerr do a interpretar ese papel escrito por el público, y se limita a seguir
contra las drogas, y vemos por qué esto fracasó. Allí iban los Ro el guión que le escriben los otros. Con respecto a las drogas y la
lling, considerados por las autoridades el grupo de rock and rol/ policía pisándole los talones, simplemente llegó hasta el punto de
más peligroso del mundo -según le dijeron oficialmente a su abo lo insoportable.
gado- por las carreteras norteamericanas, con bolsas de hierba, En las memorias va a contar acerca de su relación con la cocaí-
coca, haschís, pexote y mezcalina, entre otras cosas, no solo en la na, la heroína y todas las drogas que consumió; respecto del es-
puertas del coche, sino también en los bolsillos de la gorra que s cándalo en la vida de Keith Richards, al menos primariamente, hay
quitó para saludar a los policías que lo detuvieron con un delicado que decir que no es la consecuencia directa del uso de tóxicos; el
5
floreo, y preguntándole si habían contravenido alguna ordenan escándalo es algo finamente calculado, programado, provocado.
municipal. Tenían prohibido entrar a Estados Unidps, se habían No existe ninguna banda de rock que no sea comercial -lo son
comprometido a que no iba a haber nada de drogas, y allí estaban, hasta inlcuso Los redonditos de ricota, a pesar de que sus fanáti-
injustamente sospechados de contrabando. Injustamente, porqu cos puedan ofenderse, es posible de demostrarse-, y los Rolling
Keith se queja: "La hemos comprado toda para nosotros, y la he Stones no se salvan de eso. Por 1964 comenzaron a ver cómo
mos pagado". 3 le sacaban partido a la prensa, y todo fue increíblemente rápido.
Eric Laurent se refiere al hecho de que Richard, por diez año Se tornaron en insoportables y surgió de allí la idea de que nadie
consecutivos, fue el número uno, no en el ranking de cancione dejaría que su hija se case con uno de ellos.
de rock, sino en una lista fatídica publicada por el New Musical Su mala fama era el camino a la fama y Keith Richards asegura:
Express de las diez estrellas de rock próximas a morir. 4 Hay qu "Los medios resultaron muy fáciles de manipular".
decir que él sigue vivo y han muertos varios; la última fue Amy Había dos formas de causar escándalo: una provocada y
Winehouse, de 27 años, que fue encontrada muerta en su depar otra capitalizada. Un ejemplo del primer caso es cuando Andrew
tamento de Londres. A Richard estar en esa lista no solo lo divertía Oldham llama a la prensa y les propone que si quieren ver cómo
y lo hacía incl uso sentir orgulloso, sino que se sintió disgustado echan a los Rolling Stone del Gran Hotel de Bristol, un día y hora
determinada. La primera vez que los llevan presos fue por orinar
Bibliografía
" ... es mejor quemarse que apagarse
lentamente".
Laurent, E., "El objeto droga en la civilización", Pharmakon 12, Grama
ediciones, Bs.As., 2011. Kurt Cobain, carta de suicidio.
1. El principio de Nirvana
Nirvana remite a la calma, a la quietud, al cese, al enfriamiento; lo empuja a la muerte, marcha anestesiado y no le importa dema-
también a la paz, donde la actividad mental se detiene. Hay un uso •,iado, se encuentra arrastrado por lo pulsional. En términos de
metafórico muy bello: el término se aplica al soplo que es capaz d 1 acan, podemos decir que el goce pide más goce, que el superyó
apagar una vela encendida por pasiones que, en oportunidade . . , pide y pide goce, o para ser más precisos, ordena gozar.
se tornan incontrolables. Entonces, se trata de que se apague es
vela, la de la lujuria, del odio, de la ignorancia.
El término fue tomado en occidente por Schopenhauer, pero 2. El principio y el final de Nirvana
es una psicoanalista inglesa, Bárbara Low, analizante de Hann
Sachs y miembro fundador de la Sociedad Psicoanalítica Británi Los años 1967 y 1994 marcan el principio y el final de la vida
ca, quien se lo acerca a Freud. Se definirá como una "tendenci de Kurt Cobain, el líder de la banda Nirvana, que provocó una re-
a la reducción, a la constancia, a la supresión de la tensión d volución dentro del rock, tanto por su música como por sus letras.
excitación interna". En "Más allá del principio del placer", Freud Expandió mundialmente el grunge, un sonido de Seattle que lleva
reconstruye su teoría pulsional y esta problemática le suscita un su marca.
comentario; afirma que la tendencia dominante de la vida anímic Escribió el tema emblemático de su banda: "Sme//s like teen
es la de rebajar, de mantener constante, incluso de suprimir, 1 spiríf' ("Huele como a espíritu adolescente"), con un título que en-
tensión interna de estímulo. Realiza allí una referencia a este prin contró escrito en una pared como una broma por un amigo, sin
cipio de Nirvana aislado por Bárbara Low, y de allí va a directo a 1 saber que se trataba del nombre de un desodorante. Allí canta:
necesidad de sostener el concepto de pulsión de muerte. Si bien "Soy el peor en lo que hago mejor". Su biógrafo, Charles Cross,
esta idea está sugerida desde hace mucho tiempo por Freud, e dice que amplió el panorama emocional del rock con una mezcla
recié n en este texto donde se le da el desarrollo necesario para de alienación, rabia y angustia.
que encuentre su lugar en la teoría psicoanalítica. Además, se dej La vida de Nirvana fue muy corta, porque fue corta la vida de Co-
claramente planteada la polaridad entre las f:?Ulsiones de vida y bain, que pasó de una pobreza a una riqueza difícil de soportar, aun-
de muerte. Algunos psicoanalistas no pudieron ·s·eguir a Freud en que no fue un golpe de suerte, sino que él fue su gestor. Lejos de
este punto, quien ya estaba acostumbrado a que lo pulsional fuer lo que suele suponerse, la banda tardó varios años en imponerse, al
un problema para sus discípulos, pues le había pasado lo mismo menos cuatro. Kurt no se cansó de mandar centenares de cartas a
con la cuestión de la sexualidad. Hay cierto rechazo a considerar las compañías discográficas. Si no le respondían, insistía para que,
lo pulsional, incluso por parte de los psicoanalistas mismos. Par al menos, le envíen una respuesta negativa. Lejos de la imagen que
Lacan, no entender el lugar de la pulsión de muerte implica des uno puede encontrar en Los últimos días, el film de Gus Vant Sant,
conocer la doctrina freudiana en su totalidad. luvo una participación muy activa en el armado de su éxito.
Freud plantea una característica pulsional que resulta central Sus intereses no solo eran musicales; el libro Cobain íntimo
para entender problemáticas como las de las toxicomanías. La permite conocer mejor su dimensión como artista y su afición al
pulsión de muerte es muda, es decir, puede actuar sin ser escu coleccionismo. Coleccionaba varios objetos llamativos como cajas
chada por el sujeto, sin que llegue a percibir su accionar, hasta qu con forma de corazón, muñecas de porcelana, juegos de mesa,
haya cumplido su finalidad. Resulta frecuente que quienes siguen figuras de acción, revistas y libros raros, entre otras cosas. Traba
un camino hacia la muerte no se percaten de esto, que lo perciban ¡aba con estos objetos, los intervenía, les agregaba alntm toqu<' u11
los otros y procuren detenerlo, a veces, sin demasiado éxito. Esto poco macabro. Krist Novoselic, el bajista ck N11v,111il, clr¡() q111• ·.11
sucede particularmente cuando se trata del consumo de sustan arte era decadente y retorcido porque lodo c•1 él "1111 ¡><u 11 11• .,_ 11111 y
cias tóxicas porque el sujeto, por más que perciba esa inercia qu jodido".
190 1 Luis Daría Salamone El silencio de las drogas l 191
La cantidad de objetos que llevaba a su casa hacía que estu 3. Crimen y castigo
viera siempre repleta; entonces, buscaba casas más grandes quv,
por esta compulsión a adquirir objetos, quedaban a su vez chicas. El suicidio pasaría a ser algo frecuente en sus diarios, en don-
Su infancia no fue sencilla. Era un chico inquieto. Durante el se de plantea que nuestra generación se está suicidando incons-
gundo curso de la primaria, sus padres y maestros pensaron qu ... , cie ntemente, pero también deja datos personales al respecto,
por su inagotable energía, debía consultar un médico. Luego d com o cuando afirma que su primera relación sexual por poco no
eliminar el colorante número 2 de su dieta y limitar el azúcar, a los lo lleva al suicidio. Se trató de un hecho acontecido en la casa de
siete años lo medicaron con Ritalín para controlar la hiperactividad unos amigos donde tomaron alcohol y después tuvo un episodio
y el déficit de atención. De adulto, en muchas oportunidades, cifra con la hermana de un amigo que padecía una deficiencia mental;
rá en ese hecho su recurso a las drogas para procurar solucionar no llegó muy lejos y terminó asqueado por como olía. En su diario,
sus problemas. Ya por 197 4 se habían escrito algunos trabajos en escribió que fue crimen y castigo. Sintió tanta culpa, que no fue
los que se planteaba que ese remedio que se acostumbra dar a al colegio por una semana y cuando volvió lo expulsaron. El padre
los niños, podía generar un reflejo pavloviano aumentando las po de la niña lo acusó de violación. Terminó declarando en la esta-
sibilidades de provocar un comportamiento adictivo en una etapa ción de policía. Sobre este hecho hay relatos contradictorios; sus
posterior de la vida. Otros científicos pensaban exactamente lo am igos no recuerdan que el incidente haya sido tan grave. Su-
contrario: si la hiperactividad no es tratada en la infancia el niño cede que mucho de lo que Kurt cuenta de su vida es un invento.
podría al ser más grande automedicarse con drogas ilegales. Realizó algunos cambios en los relatos para que a sus biógrafos
Más allá de lo que se diga en relación a su depresión,jamás fue no les resultara tan difícil convertirlo en un mito. Escribió en su
tratado en su adolescencia por eso. Había en su familia muchos diario que había decidido tener una aventura sexual porque había
casos de adicción y varios de sus parientes se habían suicidado; pensado en el suicidio y había decidido tener sexo antes de morir.
su abuelo materno había intentado hacerlo apuñalándose delant Establece allí una articulación entre la sexualidad, y una profunda
de su familia, y más tarde murió en el hospital:Pel lado del padre, vergüenza.
un tío abuelo murió como consecuencia de su alcoholismo y otros Su relación con las drogas comenzó con experimentos con
dos se suicidaron con armas de fuego. Él acostumbraba a contar LSD, marihuana y otras sustancias, pero esto no era tan frecuente
que su tío se había matado por la muerte de Jim Morrison. A los en principio. Las drogas no eran de tan fácil acceso, como sí lo era
9 años, sus padres se separaron y siempre escribió sobre est el alcohol.
hecho, junto al uso de Ritalín, como uno de los causantes de su Con respecto a la función de la sustancia en su psiquismo, de-
problemas. También relatará un hecho traumático, que fue el en· cía que se emborrachaba para bloquear el vacío emocional interior
contrar al hermano de un amigo colgado de un árbol en el bosque. que sentía. Pocas veces salía de su habitación, dormía, dibujaba,
En una oportunidad se le escuchó cantar: "Me esforcé mucho tocaba la guitarra. En su diario planteó que esta fue una época
por tener un padre y, en su lugar, tuve un papito". 1 Era común qu de "total depresión, odio total y resentimientos que podían durar
dijera que de adulto sería una estrella de rock y que se iba a sui rneses".
cidar joven. Por sus peleas con su madre y sus novios, ella lo expulsó de
la casa a los diecisiete años. La última canción de Nevermind es
something in the way (Algo en el camino) narra cómo dormía en
la calle, bajo un puente en Averdeen. Aunque su compr11í('I o dt'
banda dice que eso es parte de su revisioni srno, PI < 11111, 1 y 1 •I ll 1u,11
1 Clarke, M. y Woods, P. (editores), El enigma Kurt Cobain, Ma non troppo, Barcelo no eran propicios para esa aventura. Pasaba In rH>< lu• 1•11 lúS pnr
na, 2007, p. 19.
192 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas / 193
ches de los amigos, o en habitaciones libres, a veces en el hospital depresión. Aparentemente, su carrera estaba despegando, pero ni
haciéndose pasar por el familiar de un enfermo, y también se 1 la fama ni el dinero parecían hacerlo más feliz". 2
pasaba leyendo en una librería. Sintió el abandono, y sintió que no Al fin consiguió lo que tanto había buscado, pero a la vez se
había sido deseado. No ser deseado es precisamente una de la iln unciaba su desmoronamiento. El éxito trajo enormes expecta-
cuestiones que puede llevar, según Lacan, al acto suicida. livas y presiones. Invertiría en colecciones caras. Si bien ya venía
consumiendo drogas con el objetivo de borrar sus sentimientos,
de anestesiarlos, la situación se complicaría. Había probado mari-
4. De lo anal a Nirvana huana, alcohol, LSD, anfetaminas, y otras cosas; sin embargo, no
so n muchos los que plantean que su proceder con las drogas con
anterioridad a la fama merezca calificarse de adicción. Había deja-
En lo musical, obviamente su gran influencia es el punk; sin do de fumar para no arruinar su voz, y el alcohol le traía problemas
embargo, en los diarios aparecen AC/DC, Zeppelin y otras ban con el estómago. El problema mayor sería la heroína; sus diarios
das. Hay siempre un contraste entre lo que es y lo que él quier personales son una suerte de historia clínica, en donde relaciona
hacer trascender. Sabía que tenía que construir su vida para 1 el problema de las drogas con sus dolencias estomacales; dice:
posteridad.
"La única cosa que encontré que funcionaba eran los opiáceos
Con respecto al significante elegido para nombrar su band ..., fuertes". Usar heroína era una opción para salir de gira. Se juró
Nirvana, a Kurt le atraía porque tenía un aire de misticismo oriental que no iría de gira si no tenía la enfermedad controlada o cura-
y sonaba sofisticado. Los nombres que había elegido con ante da. Consultó a muchos doctores en diversas ciudades, pero todo
rioridad remitían a lo anal: a su primer grupo lo llamó Fetal Matter, le resultaba inútil, los problemas estomacales no hacían más que
Luego, Skid Row, que hace referencia a skid mark, las manchas en cre cer. En enero de 1992 sufre una sobredosis. Es reanimado a
la ropa interior. Le fascinaba el cuerpo humano y, particularment..,, último momento, cuestión que se volvió habitual en los dos años
esa zona dedicada a la eliminación de residuos. Había pensado en sig uientes. No habrá intento de rehabilitación que tenga éxito.
Gut Bomb que quiere decir "bomba visceral", é0nombre del grupo;
afortunadamente, se decidió por Nirvana.
Tenía problemas intestinales muy serios que se convirtieron en
un verdadero calvario, más allá de los médicos que visitara y d 5. La mejor droga del mundo
la medicación a la que recurriera. Fue la excusa por la cual s
drogaría. La heroína fue aquello con lo que buscó una solución, y
también aquello que lo llevó a la perdición. Courtney Love, su mujer, bromeará diciendo que ellos se unie-
ron gracias a los productos farmacéuticos. En su primer encuentro
El apogeo y el comienzo final tienen como punto en común un
brindaron con una botella de jarabe para la tos con codeína. Cross
éxito arrasador, más allá de todo lo esperado, del álbum Nevermind.
dice que eran muy parecidos, y compartirán los mismos demonios,
El disco comenzó a ser catalogado como pop en lugar de punk. E
co mo las drogas. Esa relación lo llevó a la paternidad; el embara
éxito no fue ajeno a un accionar de Cobain, que se declaraba on
zo de Love desató la creatividad de Kurt que pintaba dibujos de
contra de enfermedades como el consumismo, pero no dejaba d
fetos mutantes, y su mujer le insistió para que, al menos, dejara
llamar por teléfono para seguir la lista de éxitos. Charles Cross no
de hacerlo delante de ella. Trabajó también con fotocopias de las
dice que "los desafíos físicos y mentales de Kurt parecieron crecer
en proporción directa con su fama. Mientras que el público de 1
banda aumentaba, también lo hacían su dolor de estómago y su - --
2 Cross, Ch., Cobain íntimo, Caelus Books, China, 2008, p. 83.
194 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas / 195
ecografías y con figuras alienígenas, temas que siempre le intere l.tlado y son tan dañinos como los efectos físicos". Los problemas
saron y se volverían una obsesión.
t•stomacales lo llevaron a una serie de médicos y análisis inútiles.
Un nuevo intento de tratamiento fue una cura de sustitución Consultó a un especialista en adicciones que le citó a Shakes-
con metadona, pero solo lo ayudó temporalmente. Le recomen peare, le dijo que podía ser o no ser. Primero intentó matarse, en
ciaron también un tratamiento grupal, pero antes de sentarse en l<o ma, tomando una dosis letal de Rohypnol con champagne. Dejó
una habitación a hablar con extraños de sus problemas, preferí una nota de suicidio en la que citaba lo que le había dicho el espe-
pagar el costo de la adicción. Con la metadona se fue de gira, cialista: "Como Hamlet, tengo que elegir entre la vida y la muerte.
hizo incluso una broma dedicada a aquellos que lo consideraban 1 .stoy eligiendo la muerte". Estuvo en coma, se difundió su muerte,
un enfermo: en un festival subió al escenario en sillas de ruedas. pero salió adelante. Dejó de escribir, de tocar la guitarra, de pintar,
Kurt seguía su batalla. Su mujer dio a luz en el hospital en el rompió los canales de la sublimación. Le dijeron que moriría de so-
que él estaba internado, asistió al nacimiento con el suero intrave bredosis, a lo que replicó que, en cambio, se pegaría un tiro. Dicen
noso puesto. Al otro día, compró drogas y una pistola preocupado que repetía: "lOué voy a hacer ahora?" y que tenía el sentimiento
por la posibilidad de que Je arrebaten el bebé y le propuso a Lov de estar huyendo. Un día, compró una escopeta Remington y se
un pacto suicida que esta rechazó.
pegó un tiro en un invernadero. En su carta de suicidio escribió:
Hablaba de su hija como de aquello que le había dado la mayor "Ya hace demasiado tiempo que no me emociono, ni escuchando
felicidad y de lo cual se sentía muy orgulloso. A partir de una not ni creando música, ni tampoco escribiéndola, ni siquiera haciendo
que dio la esposa a una revista, en la que se insinuaban problema Rock'n'Ro/1. Me siento increíblemente culpable".
con drogas, una trabajadora social denunció a la pareja. Les fu Es evidente que Cobain trabajó, y mucho, para llegar adonde
retirada la custodia. Haber sido declarados por el estado como llegó, y que cayó cuando finalmente consiguió el éxito. Freud, en
padres incompetentes los humilló.
"Algunos tipos de carácter dilucidados por el trabajo analítico", plan-
Las canciones de Kurt se tornaban cada vez más cínicas. En lea que nos mostramos confundidos y sorprendidos cuando ciertos
una entrevista realizada a Los Ángeles Time, dijo que eligió consu hombres se enferman cuando se les cumple un deseo hondamenl
mir drogas, pero urgió a los chicos a que no se dejaran atrapar por arraigado y perseguido: son los que fracasan al triunfar, aquellos
ellas. Allí afirmó que prefería estar vivo, que no quería sacrificars ... , que producen un vuelco trágico. La enfermedad se produce por el
ni él ni a su familia. Y regaló el titular a diversos medios cuando lriunfo. Lo normal sería esperar que el problema fuera la fr usl1 a-
dijo: "Tener en brazos a mi bebé es la mejor droga del mundo". En
ción, pero sin embargo, es la conciencia de culpa, esa que aparee
oportunidades se cuestionaba si era un buen padre; a veces la
en la carta de Kurt, la que azota. Vemos el despliegue del superyó
paternidad le aplacaba los miedos y le permitía cierto optimismo.
en todo su accionar. En el uso de sustancias tóxicas esto resulta
paradigmático, porque las drogas son excelentes para el empuje al
6. El riesgo del éxito goce; el superyó que pide más goce encuentra su mejor aliado, y ni
hablemos si, como consecuencia de ese accionar, aparece la culpa.
1 e va como anillo al dedo a la pulsión de muerte, porque que para
Sin em bargo, la cantidad de heroína que consumía fue en au
1 reud el superyó es eso, el cultivo puro de la pulsión de muerte.
mento tras la publicación del álbum In útero. Sufrió varias sobredo·
Como lo recuerda Jacques-Alain Miller, para Freud el superyó
sis. La droga lo estaba alejando de su familia, la música y el ar!...,
es una fórmula de la pulsión de muerte que, en Jugar de dirigirse
la vida se convirtió en un infierno. En el aislamiento más profundo,
ni mundo para destruir, entra en el campo libidinal para atentar
esta dimensión está muy bien planteada en la película de Gus Van
contra el mismo sujeto. Se trata, en definitiva, de un avatar de la
Sant. En su diario escribe que "los factores psicológicos se han ins
pulsión de muerte.
196 / Luis Daría Salamone El silencio de las drogas / 197
diagnóstico: "Solo déjenme tener mi propia, inexplicable y rara en le, y le abre el terreno para que opere a sus anchas. Entonces, el
fermedad estomacal, y denomínenla con mi nombre". •, ujeto no se arriesga al deseo, lo que hace es poner en riesgo su
Eso es lo que reclamaba, no un diagnóstico, no una etiqu propia vida.
ta, simplemente un nombre para su síntoma, pero no un nombr
que le llegara del saber médico, sino un nombre que quizás podr(1
haber encontrado él mismo, si un analista hubiera llegado a escu Bibliografía
charlo. No se puede afirmar que la historia hubiera sido otra,
apenas una conjetura, pero es solo para poder captar lo que lo Clarke, M. y Woods, P. (editores), El enigma Kurt Cobriin, Mn 1H111 Jroppu,
psicoanalistas pueden llegar a hacer en un caso de este tipo. Hay Barcelona, 2007.
que escuchar al sujeto en su división, y el síntoma, en el sentid Cobain, K., Diarios, Mondadori, Reservoir Books, 2006.
198 1 Luis Darío Salamone
Casuística
Y mañana serán hombres ...
E
ric Laurent desarrolla la teoría del niño generalizado en
varias oportunidades. Encuentra su fundamento en una
intervención de Jacques Lacan, en el "Discurso de clausu-
ra de las jornadas sobre la psicosis en el niño". Allí se refiere a
las Antimemorias de André Malraux. El futuro capellán de Vercors
realiza una observación:" ... lo que pasa es que, en el fondo, no hay
gente madura". Malraux insiste con una frase: "El hombre es lo
que hace". Y es evidente que lo que hacen los hombres de hoy,
muchas veces, es cosa de niños. En las Antimemorias Malraux
se refiere a los campos de concentración, a la necesidad de los
personajes de ignorar la muerte; como lo plantea Eric Laurent, ese
encarnizamiento en hacerse el distraído tiene un costado profun-
damente infantil. En el mundo de hoy en día, donde la ciencia y el
discurso capitalista han operado, el padre ha dejado de presentar
<J I estatuto de padre trágico para adoptar el estatuto de padre hu-
mi llado. Un padre que es un trabajador aplicado, pero con el cual
110 se cuenta para asegurar la distribución de un goce de manera
< onveniente.
2. Primavera y pesadilla
No podía tener una buena relación sexual, le costaba tener una
erección o tenía eyaculación precoz. El miedo, los nervios, le ha-
Osear, en el momento en que se presenta, solo fuma ma cen hacer todo muy rápido.
rihuana. Hace tres años dejó de consumir cocaína. Su problemu
son los miedos. Comenzó a fumar a los 22 años pensando qu
esto le perm itiría hablarle a las mujeres. Dice que los primero 3. El patito feo
meses f ueron una primavera, después fue todo una pesadilla.
Fumando pretendió dejar de lado la tristeza. Después de la co Relaciona insistentemente el miedo al temor a que la madre le
limba, en la cual estuvo a punto de ir a las Malvinas, quedó triste. Al pegue. Tiene la sensación de que su cara es capaz de transfigu-
volver, no se sintió seguro, el miedo no le dejaba avanzar. rarse por el pánico, se le desencaja y se siente feo. El lugar que le
Los problemas no comenzaron en esa época. Su madre siem ha sido asignado es el del patito feo. Su madre le decía que a él
pre le pegaba. Sus padres se separaron cuando él tenía cin lo habían dejado abandonado los gitanos, o que lo habían tirado
años, y no volvió a ver al padre, que murió cuando él tenía nuev unos coyas que habían bajado de la montaña. Esta cuestión de
Cuan do recibió la noticia de que había fallecido en un accidentu, "se r tirado" recorrió su vida.
no se inmutó. Le costó perdonarlo; un día fue al cementerio par
decirle que ya podía entenderlo, que a un hombre le pasan cosa ..,
que hoy ama y mañana no. Una sola cosa le dejó el padre: el fan 4. Los dolores del alma
tismo por un equipo de fútbol, equipo que cada vez que pierde 1
deja angustiado, y entonces, fuma. Tienen que realizarle una pequeña intervención qu1rurg1ca y
Tiene seri as dificultades para dormir, vive tensionado, nervio liene pánico a la anestesia. "A ver si se olvidan de despertarme".
Antes padecía de furúnculos que fueron suplantados por probl Manifiesta un miedo profundo a la muerte. Es en ese punto donde
mas en el estómago, por dolor de cabeza. Por las noches le ag In historia de Las Malvinas hizo mella, esa sensación de quedarse
rran ataques de frío en los cuales se queda duro, temblando. cluro, congelado, de alguna forma era el destino posible en una
Cuando no puede dormir, se acurruca como un niño. Apoyand Ir inchera del Atlántico Sur. Pero ya a los 11 años, cuando un ami-
la cabeza en la almohada la gira y fantasea con las cosas que 1 qo le dijo que lloraba siempre por miedo a morirse, tuvo la certi-
gustaría hacer a! otro día, y que, indefectiblemente, no podrá r clumbre de la posibilidad de la muerte.
lizar.
Sabía que en Las Malvinas iba a verse con la muerte; sin em-
Consum ió cocaína durante ocho años. Era un tormento. Asoc:I liargo, cantaban: "los vamos a reventar". Recuerda la frase de un
la cocaína a su madre, pues en esa época se peleaba mucho e leniente que decía: "El soldado es conciente de su inconsciencia".
ella. La define como una especie de carga pegajosa que siernpr Y algo de eso había. Pero a la noche sentía miedo. Decían que
estuvo presente. A ella le agarraban ataques de nervios y "lo < l1 abía operativos, que había comandos ingleses en la costa para
gaba a palos". Él se escapaba; aún hoy no soporta escuchar a un dinamitar aeropuertos. El fuma solo de noche y lo hace para cal-
mujer gritando. Le golpeaba la cabeza, de ahí, posiblemente, 1 111ar los dolores del alma. Le hace olvidarse por un instante que él
frecuentes dolores que padece. Siente que la vieja lo atraviesa me acurrucado en ese rincón de las miserias. El vicio es lo que lo
una mirada fulminante. Después tiene que hacerse curar el mal d ll1•va adonde no quiere ir. La droga operó como un amplificador de
ojo. Pensaba que a los 18 años iba a ser mayor de edad y ~;or(, In•, problemas que tenía y con ella procuró tapar la angustia, pero
libre. A los hombres no se les pega; el problema es que no puod o111 resolver los problemas. Comienza a hablar de los problemas
ser un hombre.
1on la cuestión del sexo.
204 1 Luis Daría Salamone
El silencio de las drogas l 205
Cosa rara: comenzó a soñar. Él era un guerrero vikingo, pero Osear, el de la película, se aferra a su tambor, y es un niño por
un guerrero que huía, sabía que iba a perder la guerra. Si lo matan cas i dos décadas. Con su repiqueteo desafinado y anacrónico se
no sirve. aturde y aturde al Otro para que no haya comunicación. Así evita
Siente un dolor en el alma, se anima a ir a hablarle a su ex com portarse como una persona madura, dejando de crecer. En
novia. La amó siempre pero escapó, no por la guerra sino por 1 Osear, el de nuestro caso, la marihuana cumplía dicho objetivo.
posibilidad de matrimonio, lo cual le parece más peligroso. EII Va con su tambor de marihuana por el mundo hasta que el aná-
le cuenta que está embarazada de tres meses. La evitaba por n lisis lo enfrenta a la disyuntiva de ser hombre, hasta que decide
enfrentarse a perderla. Hace cuatro años que estaba viviendo en asumir ese goce que pretendía aplacar desconectando ese cable
pareja. Dice que la perdió por irresponsable, por la droga, por n que une la cabeza con el pito, tras la confusión generada por el
poder decidir. El esperaba que el tiempo hubiera estado suspendl repiquetear silencioso de la droga.
do gracias a la marihuana y pudiera continuar a partir de ahí. Per
el tiempo pasó. El tiempo no puede detenerse, es como la muert
Cuando vino a Buenos Aires desde el interior, preguntaba
cada rato"¿ Y papá?"; "ya va a venir", le contestaban. Cuando ven(,
tuvo un accidente, su auto chocó y murió en el acto. Cuando su
madre se lo informó él no reaccionó y se fue a jugar con los sol
dados. Su hermana lo agarró de los pelos y le gritó: "6Murió papá y
vos seguís jugando?" Jugaba para no enfrentarse a las cosas, er
su refugio en esa ciudad extraña. Afirma que la droga también
una especie de juego, jugar a esconderse de la policía, a conocer
gente, a conocer punteros. "Jugaba y no me angustiaba. Ahora 1
angustia es terrible, perdí todo". Intervengo: "Dejaste de jugar y t
diste cuenta de que habías perdido".
Dice: "Ella (su ex-novia), estaba esperando a que creciera, y
prefería jugar, no comprometerme. Ahora quiero mostrar que em
pecé a crecer. Quiero mañana poder ser un hombre".
El caso de Osear es el reverso de ese caso que nos present
Ernesto Sinatra en ¿por qué los hombres son como son?, en 11
capítulo titulado "Ser un hombre de verdad"; allí era el alcohol 11
que lo hacía sentir hombre; en nuestro caso, es la droga lo que 1
impide serlo. Quizás no sea solo en este caso. Por el contrario, 1
droga es uno de los elementos que hace que no haya gente m
dura. Una persona grande sería alguien responsable de su flº
y las toxicomanías pueden enmarcarse en lo que Miller denom1n
"patologías de la ética".
No es un problema de edad, es de la responsabilidad del go
Si el sujeto decide detener su crecimiento antes de enfrentar s
la castración, paga con un precio muy caro: su deseo.
Confundida
que tiene que pasar. No puede estar sola por miedo a morir v., , Se siente irritada y deja de tomar pastillas. El primer día se sien-
Sobre todo, siente su cuerpo de una manera extraña, no funciona te nerviosa. Se angustia y deja de comer. Lo mismo había hecho
como antes, tiene palpitaciones y casi no duerme. con el alcohol. Tomaba descontroladamente y lo abandonó de un
No está segura de nada de lo que hace, tiene miedo de tenor día para el otro, luego de que le apareciera una alergia en la piel.
accidentes. Tener un accidente es el primer fantasma que se de Una botella de whisky le duraba dos días. Dice: "Yo era alcohólica,
peja, y a partir de entonces cuestiona su consumo seriamente. E:1 ahora soy alérgica".
otro fantasma que la acompaña es el temor a volverse loca. En el estado de confusión en que se encuentra le cuesta asistir
Luego de hacerlo a diario, deja de consumir cocaína. Al princ1 a las sesiones, llama continuamente para confirmar horarios, si la
pio, la invade una emoción, pero luego le da miedo. Piensa "a mil", atiende el contestador corta. En una oportunidad llega a las once
algo del descontrol la llevaba a sentirse mal. Asegura que estab de la noche a una entrevista pactada para las ocho. En la siguiente
ciega y podía ver cosas. Una vez estuvo escribiendo durante di sesión se muestra angustiada terriblemente por vez primera.
horas sin poder parar; escribió papeles, libros, intentó escribir todo, A partir de entonces está a la búsqueda de un motivo para en-
Después le dio vergüenza lo que escribió y lloró; entonces dejó d lazar su angustia. No quiere pensar, pero quisiera tener una con-
tomarla. Dejó porque se dio cuenta de que se estaba volviendo ducta que le permitiera disfrutar en una forma más inteligente. Se
loca. De todas formas, la cabeza le cambió. Se sacó una vendad siente fracasada porque retorna a las pastillas. Hay un intento de
los ojos y pudo ver lo que los otros no veían, y si no lo hace más o vivir con Diego en el que afirma que pierden el equilibrio.
por tratarse de algo sin límites. También consumió ácido, y lo qu Con respecto al padre, dice que es todo muy loco, le hacía decir
sintió es imposible de expresar, pero se trataba de sensaciono cosas que no quería y le pegaba, descargándose con ella, histo-
del orden de lo horrible. Pasa entonces a fumar marihuana y tomar ria que comienza a los 15 años. Era todo muy descontrolado, sin
pastillas todo el tiempo, su vida se limita a esas actividades. Consi parámetros. Iba a su pieza y la insultaba y le pegaba sin motivos.
dera que lo que le pasa es simplemente del orden de la cobardí Esto se enlaza con ese estar pendiente de algo que va a ocurrir,
"Si no estoy confundida sufro", es su premisa. Solo le queda con de lo peor. Tomaba para que el tiempo transcurriera más rápido.
sumir y sumirse en la confusión. Su padre consume alcohol y pastillas. Si se pone violento toma
Lexotanil. Había realizado un intento de trabajar en el negocio del
padre, pero está tan mal que éste le pide que no vaya más.
2. Pendiente de lo peor El abuelo paterno también era adicto; trabajaba en una farma-
cia, tomaba Valium y otras cosas. Alucinaba: veía caballos. Le apli-
Su relación con la droga comenzó a los 17 años, cuando ern caban e/ectroshocks. El padre tiene todo empapelado con caba-
pezó a fumar a partir de que la invitaron. Al principio se sentía rar .., llos. "Todo es muy enfermo", afirma. La relación de Camila con las
como si viviera en otra dimensión con respecto a su familia, ducr sustancias tóxicas responde a identificaciones con el Otro, parti-
de un saber, de una experiencia que ellos no tenían. La droga 1 cularmente paterno, que comienzan a revelarse. Con respecto al
saca de la angustia. Cuando no consume, en cambio, se altera y consumo de Camila, el padre le confiesa: "Me siento impotente,
se pone violenta.
no puedo decirte que no tomes Lexotanil, cuando yo lo compro".
Pero la dependencia más fuerte la tiene con Diego, su novio [ I padre la induce al consumo de pastillas mostrando su relación
La relación de él con la cocaína es muy fuerte. Toma mucho y 1 con las mismas; no resulta raro que se muestre impotente para su
agresivo. Está pendiente de Diego y lo llama por teléfono cada un regulación.
co minutos. No lo deja trabajar, solo quiere que esté con ella. Furn
sin interrupciones, desde que se levanta hasta que se acuesta.
212 I Luis Darío Salamone El silencio de las drogas l 213
3. La única realidad es la soledad ron. Su abuelo abusó de ella. Le dolió mucho, se sintió muy extra-
na, el que se lo contara le jodió la vida.
1
El "porro" tiene la función de hacerle olvidar la importancia d Trae a las sesiones un par de libros escritos, inmersa en una
la realidad. Pero a medida que fuma con más frecuencia, se v terrible angustia y quiere dejármelos. Se los acepto. Se trata de
acentuando el tema de la soledad, la única realidad que se le torn los libros sobre los cuales ella escribiera en el momento previo a
imposible de borrar. abandonar la cocaína. Fundamentalmente en uno, Prohibido sui-
Hay cosas que no puede a controlar, se le caen los objetos d cidarse en primavera, su escritura se confunde con la del texto.
las manos. El peso de la responsabilidad la golpea al enfrentar 1 Escribe su propia historia de amor sobre la escritura de Alejandro
posibilidad de un trabajo. Fuma la mitad, de otra forma no podrf, Casona. En el otro, las Cartas Filosóficas de Voltaire, aprovecha
trabajar, pero se siente muy presionada. los espacios en blanco.
Comienza a sentir como un inconveniente la necesidad loca, 1 "Cada uno tiene su historia y yo no puedo tener la mía. Necesito
desesperación que siente por Diego. A partir de entonces, cuando que me ayudes", me suplica llorando. "Estoy más sola que nunca".
se siente desesperada, me llama. Se siente más confundida qu
antes. Se da cuenta que juega en Diego actitudes de los viejos,
como ser los celos. El padre le dijo que tenía otro hijo, ella no 1 4. Jesús en la habitación de al lado
cree, es capaz de inventar algo tan loco como eso.
Su confusión se articula con que el padre no es muy claro con Cuando se quedaba sola la acosaba un fantasma que define
ella. La locura del padre y la sumisión de su madre eran una suert como muy real. Estaba en su habitación y tenía que tener la puerta
de infierno. Esto sumado a que el padre la buscaba para desear abierta para poder dormir. Sentía la presencia de alguien en la ha-
garse. La obligaba a decir cosas que no quería y le preguntaba: bitación de al lado y no podía ni ir al baño. Ese alguien era Jesús.
"6Me querés?", "6Me querés más que a mamá?". Todo muy confu Le producía temor. Se esforzaba por ver, pero no quería mirar por
so. Encima le decía que ella era un "bicho raro". miedo a que estuviera. En esa época empezó a tomar pastillas y
La madre no pudo salir a la calle durante cinco años por celo ..., a fumar. Al principio la fantasía la aliviaba, pero después despertó
la torturaba. Hace nueve años anduvo con otro hombre. Al ente temor. Comenzó a tomar alcohol como consecuencia de la sale
rarse el padre se paseaba por la casa con una escopeta carga dad. Jesús en la habitación de al lado le daba, en principio, la tran
da. Hizo un escándalo. No pensó que se iba a matar, no lo ere quilidad de una figura sustituta del padre ante la que no tendría
capaz. Lloró y se fue a dormir. No fue la única vez, pasaba bas que estar expectante por la irrupción de su locura.
tante seguido. Le gritaba a la madre: "puta". Cada hecho relatado Cierta acción sintomática se presenta; mira el reloj a cada rato.
será nombrado como "muy confuso". Su madre le dijo que quería "Trato de controlar el tiempo". Le digo que se quede tranquila que
a otro hombre. "Hay cosas que a uno le gustan pero que no 1 el tiempo lo controlo yo.
conviene, como fumar". O sea que, ante la manifestación de qu Siente que, por la noche, alguien marca un número de teléfono
el deseo de la madre no se articula al padre, irrumpe la confusión, en su dormitorio, pero no hay nadie. Siente que aprietan el botón
y el fumar. del baño. Tiene miedo a empezar a ver cosas. Cuando consumía
Cuando estaba haciendo el tratamiento psiquiátrico porque s veía sombras, pero ella lo provocaba. Antes de consumir se sentía
había cortado, la madre le cuenta cosas de su niñez que la golpea observada. Opina que se trata de algo del orden de la sugestión.
Un significante nombra estos momentos: acobardada.
No toma más pastillas pero fuma más. Una infección en la pier-
na le despierta el miedo a tener Sida.
1 Forma popular de referirse a los cigarrillos de marihuana.
214 / Luis Darío Salamone
El silencio de las drogas / 215
- -
i l e Poulichet, S., Toxicomanías y psicoanálisis. Las narcosis del deseo, Amorrortu,
1h. As., 1990, pág. 75.
1 larrab, M., "La droga: un re medio contra el goce", Malentendido 6. "Psicoanálisis y
¡1.•,1c¡uiatría", B s.As., mayo de 1990.
218 I Luis Darío Salamone
Lo primero que plantea es que consume como un acto de re Recorta una frase de una película de Tarantino: "Sos tan per-
beldía y para olvidarse de las presiones. Lucha contra el SIDA quP dedor que no te das cuenta de cuando ganás"; eso le pasaba con
dice haberse contagiado en una de sus innumerables aventura la droga, pero ya no siente placer al consumir, no le encuentra
con una mujer. El enterarse de que contrajo HIV lo lleva consumir sentido. Antes reconocía que le hacía mal, pero allí estaba ese
desenfrenadamente, si bien la droga ya formaba parte de su vida. placer sin límites.
Él contagió a su ex-mujer, con la cual tiene tres hijos. Plantea que se siente culpable y que vivía "de trampa", "de joda".
Luego de consumir tenía un hábito: salir a manejar. Podía ir a Lo suyo fue cambiar las mujeres por la droga. Matando el aburri-
Mar del Plata y volver sin parar. Podía estar doce horas manejando miento, quiere afirmar, pero comete un fallido y dice "matando el
a toda velocidad. Recorto un significante que lo acompaña en su aburrido". Interrumpo la entrevista cuando pretende rectificarse
vida: acelere. El "acelere" marca su relación con el trabajo, con la impidiéndole que lo haga. Por primera vez se muestra angustiado.
mujeres, con las drogas. La angustia irrumpirá fuertemente la sesión siguiente, casual-
Liga el consumo a lo sexual; con relación a ambas cosas s mente; pide permiso para ir al baño y allí se encuentra con un
coloca como desenfrenado. Una de las vías que desplegará es qu barquito de nuez en cuya vela de papel está dibujada una calavera
no tiene límites en la persecución del placer, de ningún tipo, desd pirata, gentileza dejada por un chico de siete años que atendía
la masturbación hasta la práctica que uno pueda llegar a imagi antes de él. Sale mudo, tarda varios minutos en comentar la impre-
narse; se hace habitué de lugares swingers, y tampoco ha tenido sión que le causó, fue como ver la muerte; se miró al espejo, vio la
problemas en tener alguna historia con travestis, aunque le cuest calavera y un miedo indescriptible lo azotó.
confesar este punto.
Relata que la droga no le hacía sentir nada, que no tuvo nun
un padre que lo guíe, pues murió de un infarto a los 15 años d 3. Perder la cabeza
Roberto. Siente que le faltó alguien en quien recostarse. La drog
le permitió encontrar un escape, "salirse de la órbita". Ahora sient "La droga reemplazó a las mujeres, el problema es empezar de
que ha tocado fondo, se empieza a sentir mal cuando está drogado cero habiendo conocido esa mierda". El ser acelerado se vinculará
Mientras sigue escrupulosamente un tratamiento, por otro lado, al evadirse, a un enfrentar las cosas escapando a toda velocidad,
reconoce que se mata. "Pelea la vida", me dice; le digo que m con riesgos de chocar y matarse. La droga, al igual que las muje-
bien parece peleado con la vida. res, le hacían perder la cabeza. Coqueteaba con las mujeres como
con la muerte, hasta que Julieta puso un límite. Sin droga y con
Julieta la práctica swinger no le va más, los celos lo trastornarían.
2. Pensar la muerte Comienzan a hablar sobre la posibilidad de tener un hijo.
Llama por teléfono para avisarme que gracias al tratamiento
Roberto es consecuente en revelar las funciones que el tóx1 negativizó el HIV, lo que no implica la curación sino que no se
cumple, que se articulan: una es liberarlo de la culpa. Pero ahnr detecta en sangre.
se siente muy culpable luego de tomar, se angustia terriblemcntu, Ahora toma con menor frecuencia y puede "cortarla", pero no
no puede tapar el dolor. Siente miedos, no puede confiar en ól soporta la realidad. El acelere encuentra otro vínculo: el miedo a
Con la droga creía encontrar la posibilidad de realizar una fant morirse. Por miedo a morirse salía a matarse. La droga también es
sía, buscaba el delirio. Puede estar solo, sin droga no. La drou pensada como si se tratara de algo normalizador, tapa el agobio, le
también tapa el SIDA, y en particular, tapa la cuestión de pcn'..i&r permite disfrutar de una fantasía. Ahora siente que no vale la pena
la muerte. el estar colgado.
222 / Luis Daría Salamone El silencio de las drogas / 223
En su vida se ha boicoteado, y no se refiere solo al consumo; cual afirmó haber hallado lo que le acontece. La idea de la que
tiene un juicio penal por estafa, al que se le suma uno por daños parte es interesante. Un caballero hacía lo que le correspondía:
raíz de un accidente automovilístico. Puede terminar en la cárcel y luchaba contra enemigos, eliminaba dragones y rescataba damas
se pregunta qué culpa está pagando; una primera respuesta qu en apuros. De su armadura emanaban rayos brillantes, la gente
se le ocurre es el haber contagiado a su ex-mujer. del pueblo confundía su llegada o su partida con la salida o la
puesta del sol. Sus cruzadas no tenían fin en su esfuerzo por ser
el número uno, por complacer a los otros. Menos a su mujer y a
4. La oveja negra su hijo. El caballero se enamoró a punto tal de su armadura que
empezó a usarla para cenar, hasta para dormir. Con el tiempo
Vuelve a consumir y ante la presión de su pareja va a Alcohó se olvidaron de su cara. Si su hijo quería ver el rostro de su pa-
licos Anónimos. Comenzará a ir frecuentemente. Alguien le dijo dre, su madre señalaba el retrato que había en la chimenea. La
"acá te vas a encontrar con una ferretería", y él necesita herra armadura lo había llevado a no sentir nada. Su mujer lo puso en
mientas para dejar de consumir. Va prácticamente todos los días a la encrucijada: "La armadura o yo". El caballero procuró sacarse
dos grupos diferentes. Y le sirve, contrariamente a lo que le había el yelmo pero no pudo. Tampoco el herrero. El caballero estaba
ocurrido antes con el grupo de toxicomanías, al que volverá por atrapado en su armadura. Entonces debe realizar viaje orientado
sugerencia del grupo, pero sin mejor éxito. por el mago Merlín. Aquí nos apartaremos del viaje propuesto por
Aclaramos que para Roberto el alcohol, salvo hace mucho el libro, del intento de cambiar su yo por otro yo verdadero, tan
años, jamás volvió a ser un problema, motivo por el cual comienza propio de la filosofía norteamericana, para trabajar las andanzas
a tener problemas en Alcohólicos Anónimos: no lo aceptan por no de Roberto.
ser alcohólico. Esto lo ata más al grupo, ocupa el lugar que ocupa Sus cruzadas son de otra naturaleza. Lucha contra el SIDA que
ba en su familia: el de la oveja negra. dice haberse contagiado en una de sus innumerables aventuras
Hablando con su madre se entera de que su padre era aleo con una mujer. El contagió a su ex-mujer, con la cual tiene dos
hólico; él lo vio borracho solo una vez. Su madre le había puesto hijas. Por un lado, sigue escrupulosamente el tratamiento, pero por
límites, pero tenía una tendencia a la autodestrucción. Era débil el otro se mata.
igual que él. La debilidad cobra el estatuto de significante y e El consumo se liga a lo sexual; respecto de ambas cuestiones
trabajado en relación con las mujeres, las drogas, el meterse en se coloca como desenfrenado. Como se ha visto anteriormente,
problemas, sentirse impotente. Se siente enganchado con la de una de las vías que desplegará es que no tiene límites en la perse-
bilidad al no tener patrones, valores, siente que le faltó la imagen cución del placer, lo que comienza a generarle problemas.
de un hombre.
encuentra no es un yo verdadero, purificado, sino un yo oxidado Toma y se siente culpable. Dice haberse dado cuenta que en
por "esa mierda" en la que ha vivido. Considera que abandonó una sus fantasías busca a la mujer. Sin embargo, drogado no puede
armadura que llevaba puesta y ahora siente dolor. Esporádica hacer nada, pero la fantasía era fuerte.
mente consume, pero puede soportarlo. Se da cuenta que últimamente toma cada vez que habla con
Se da cuenta de que no soporta vivir, y al dejar de drogars su madre, le produce algo negativo, "le tira siempre malas ondas".
afirma: "Me conecté con la máquina infernal de la vida". El problema es su voz, no lo que le dice. Siente miedos, antes no
Se suceden sueños en los que la droga juega un papel prin tenía miedo a nada. Se empieza a cuidar. Se pregunta "6De qué
cipal. Cuando no consume empieza a soñar que consume. En sirve adelantarse para buscar la muerte?"
un sueño quiere consumir y se le acaba, por lo que se despierta
desesperado. Luego sueña que consume y se siente mal, la droga
no le alcanza para eliminar su malestar. En otro "pega un saque", 7. Las puertas
dice que no se quiere poner mal y la tira al inodoro.
La ansiedad es canalizada por la masturbación. Afirma que "1 Ahora su armadura está desgastada, todo se basa en la "tenta-
merca viene disfrazada de mujer", pero comienza a hablar de su ción": las drogas, las mujeres, la masturbación, "la joda" ... Está dis-
relaciones con hombres. En la infancia, con el homosexual que 1 puesto a presentar batalla. Alcohólicos Anónimos por primera vez
daba cigarrillos si accedía a dejarse "tirar la goma" y, en una opor deja de resultarle tan importante. Ya no se trata de cambiar su
tunidad, a que lo penetrara. Más tarde trabajó en un boliche gay. armadura por otra, esa ha sido su equivocación. Bromea: "No me
Luego, da cuenta de su relación con el ex-socio, con el que tien dejes caer en la tentación".
una relación que define como dependiente, es homosexual y lo Dice estar dispuesto a eliminar el último eslabón: no va a com-
busca constantemente. No se perdona un acto de zoofilia, ante prar más droga, pero se encuentra con gente que se la pasa, lo
de debutar, con una yegua. Pero lo que "le jodió" fue venderse; llaman y le ofrecen. Asegura que lo miro con cara de no confiar en
afirma que "la droga ayudaba a equilibrar esa mierda", él y que lo tiento de risa. Me dice: "Vas a ver. Voy a dejar de hacerlo,
Empieza a hablar de su padre, de un duelo que le quedaba por voy a cerrar las puertas a las drogas. 6Sabés Jorge?". Jorge es el
realizar. Recuerda que empezó bebiendo de más, después pasó principal de aquellos que lo tientan. Cada vez que se encuentra
la droga, quizás para diferenciarse, pero ya no encuentra diferen con él termina consumiendo.
cias con su padre; se lamenta el haberlo rebajado como lo hizo Dice estar dispuesto a cerrar una puerta; por otra parte, se le
su madre. Sitúa su inmadurez con relación a su madre. Se sient ha abierto otra, le indico la utilización del diván para el próximo
resentido porque se sintió rechazado, la droga le permitía sentir encuentro, luego de un año y cuatro meses de entrevistas.
dolor sin dolor. Dejo en este punto el desarrollo del caso para precisar el tema
El significante que insiste ahora es "irritado" por todo; algo no de "la muerte como entrada y salida"; esto tiene que ver con una
encaja y no sabe de qué se trata. Tiene el síntoma de celos qu evidencia clínica que he corroborado en todos estos años. Aquello
tenía cuando se drogaba pero sin droga. Siente desconfianza, y la que lleva al sujeto a la droga puede ser el encuentro con la sexua-
relaciona con un recuerdo infantil: una vecina hermosa que tenía lidad, evidente en la pubertad, pero también al chocar fuertemente
un marido enfermero que al volver a casa la encuentra con otro. con la idea de la muerte. Cuando ésta es subjetivada en análisis,
La desconfianza comienza a vincularse con el no ser querido, con cuando el sujeto no necesita "borrarse" de ella es también la puer-
el rechazo de su madre, la falta de apoyo, y finalmente con su ac ta de salida, el punto donde se afloja la relación con la sustancia.
cionar. Busca la mentira en el otro, porque no soporta la mentir La locura, sobre todo en las mujeres, también tiene en ocasiones
en él, paga una vez más por su culpa. esta función de bisagra, de antes y después, de entrada y salida.
El tiempo en suspenso
1. El accidente
E
n el auto, además de Carlos que manejaba, iban su hermano
Marcelo, un amigo y su novia. La chica había salido en una
época con su hermano.
Marcelo le decía a cada rato "más rápido", y él aceleraba. La
avenida por la que venían a toda velocidad, llegaba a su fin. Había
dos posibilidades: doblaban a la derecha y salían cruzando la vía
(del otro lado se encontraba el cementerio), o entraban en otra
avenida por la izquierda. Su amigo le dijo "doblá a la derecha", su
hermano le dijo que lo haga a la izquierda. Pegó un volantazo, no
pudo frenar lo suficiente, el auto mordió el cordón y comenzó a
dar vueltas.
Después solo recuerda flashes, gritos, y una especie de ex-
plosión; cuando lo llevaban al hospital en una camilla y le daba la
impresión de que la gente lo miraba espantado, los médicos ha-
blaban, y escuchó una voz que decía "este no se salva". Después
empezó el dolor. Hasta que logró aturdirlo.
Su novia, que no iba con ellos, fue la primera persona que vio
al despertar. Lo primero fue preguntar por Marcelo. Ella se puso
a llorar. Supo que había muerto. La sacaron de la habitación con
El amigo le decía cuando lo convidaba a fumar marihuana: "Col ·el tiempo en suspenso. Carlos dice que ha vuelto a usar un reloj,
gate un poco", y él ahora se colgaba. Su hermano le decía que era ya que desde el accidente no lo hacía. El tiempo ha vuelto a correr.
un "tarado", y ahora se sentía un tarado. Dice: "Siempre haciéndoles Carlos se identificaba con las personas muertas, hubiera que-
caso". Interrumpo la entrevista. Se angustia. Le pregunto si puedo rido estar en su lugar para no sentirse tan culpable, y de alguna
volver a verlo en un par de horas y me dice que no puede. Al bajar, manera lo hacía. Estaba muerto en vida. De esa manera paliaba la
un tiempo después, lo encuentro en el escalón, llorando. Lo invito culpa, el muerto era él. Eso le permitía salirse del mundo, habitar
a subir al consultorio y me dice que no. Esa noche me llama por en un submundo donde vivía aturdido, y detenía el tiempo.
teléfono, necesita verme. Le doy una entrevista y cuenta que sintió El análisis le permite una elaboración de las muertes; hablar
por primera vez que su hermano y su amigo estaban muertos. Se re- de sus culpas, hace que caigan las identificaciones con los que
prochó una vez más el accidente pero también la vida de porquería habían fallecido, y que no confunda el hecho de no apretar el ace-
que estaba llevando. Afirma que se escapó mucho tiempo y tiene lerador con dejar de vivir.
ganas de volver y me pregunta cómo tiene que hacerlo; frente a eso Carlos ha abandonado el consumo, tanto de marihuana como
le pregunto cómo había hecho para irse. "La falopa",2 me contesta, de cocaína. Continúa su análisis con la propuesta de rehacer su
delimitando ia uti lidad de la droga.
vida. El tiempo sigue su curso y ahora se plantea qué hacer con
La falopa va dejando de resultarle necesaria. Al principio sigu él. Siente que algo extraño le pasó con el tiempo en estos años;
fumando, afirma que sin saber ahora bien para qué. Decide sepa no es que lo haya perdido, estuvo entre paréntesis. Exactamente
rarse de la barra de amigos, si no le resulta imposible salir. Pacta lo mismo que había pasado con su deseo. El tiempo había sido el
un encuentro con la chica que se había salvado del accidente con de su deseo, suspendido a partir de un accidente, de un aconteci-
él, la ex-novia de su hermano y de su amigo. Comenta que "se llo miento imprevisto. Las entrevistas aceitaron el engranaje como
raron" todo y que se dijeron que la vida continúa. Ella ahora tien para que la maquinaria pueda comenzar a funcionar nuevamente,
otra pareja, por lo menos intentó hacer algo con su vida. como para que tolere lo imprevisto que le pueda deparar su deseo.
Se reprocha por qué siempre les hacía caso a todos. "Mi her
mano decía acelerá y yo aceleraba". Siempre estaba corriendo
para llegar a ningún lado, al cementerio, para ganarle al tiempo. "A
6. Vacunarse contra la muerte
partir de entonces saqué el pie del acelerador, no me subí más a
un auto, no manejé más". Le planteo que en realidad hizo lo mismo
en su vida. En Los paraísos artificiales Baudelaire subrayó el efecto conse-
guido por el tóxico: "El tiempo había desaparecido por completo.
Hace un momento era de noche y ahora es de día. 6He dormido o
no he dormido? 6Ha durado mi embriaguez toda la noche y, como no
5. El tiempo vuelve a correr
tenía noción del tiempo, la noche entera no ha representado para mí
más que un segundo?... "3 La noche de Carlos duró aproximadamen-
Vemos en este caso que la función que la droga tiene es evi
te cinco años.
dente: aplacar la angustia suscitada por el accidente, calmar ol
Silvie Le Poulichet4 planteó cómo el pharmakon introduce una
sentimiento de culpa por la muerte de su hermano y de su amigo,
inmediatez con relación al consumo donde queda excluida la dimen-
evadirse de la realidad, pero quiero destacar esa función de poner
---
3 Baudelaire, Ch., Los paraísos artificiales, M.E. editores, 1994, p. 256.
4 Le Poulichet, S., Toxicomanías y psicoanálisis. Las narcosis del deseo, Amorrortu, Bs.
2 Término popular con el que se nombra a la droga.
As., 1990.
El silencio de las drogas 1 233
232 1 Luis Darío Salamone
5 Silliti, D., Sinatra, E., Tarrab, M., Más allá de la droga, Plural, La Paz, 2000.
6 Baudelaire, Ch., Los paraísos artificiales, op. cit., p. 254.
7 Mongin, O., "Desincorporación", en: Ehrenberg, A., Individuos bajo influencia, N111)V;
Visión, Bs.As., 1994.
Un golpe de lo real
1. Del ataque de pánico a la angustia se quedó sin palabras. Se siente culpable, aunque afirma: "No tuve
nada que ver con eso, no tuve ... "
Agustín llega a la consulta diciendo que padecía ataques de Lo interrumpo bruscamente, diciéndole que el problema era
pánico. Un psiquiatra lo había medicado, y se sentía un poco más que, para él, algo tenía que ver. Se angustia, llora y dice que no
tranquilo, pero dos o tres veces al día sufría una crisis en la que se puede seguir así.
le aceleraba el ritmo cardíaco, transpiraba sudor frío, sentía que no Esta intervención, además de interpretar la negación, vuelve a
podía respirar y tenía la sensación de que la muerte se lo llevaría. la necesidad que había manifestado de ver con sus propios ojos
Supone que se debe a que ha consumido muchas drogas y a al amigo accidentado, encuentro con un real que conmociona lo
que ha sido una mala persona. Se considera un "hijo de perra". Pri - que el sujeto tenía armado sin medir consecuencias. Él se vio en
mero robaba, luego vendió drogas para sustentar su consumo. Su el amigo, y la muerte giró en torno suyo, enmudeciéndolo. Fue un
negocio creció enormemente y le empezó a ir tan bien en la vida golpe del cual no pudo reponerse. Dice que, en ese momento, sin-
como nunca lo hubiera imaginado. Hasta que llegaron los ataques. tió la crisis de angustia más grande de su vida. Le subrayo que su
No quiere comportarse como un niño miedoso. problema es ese: la angustia. No volverá a referirse al ataque de
El panorama no parecía muy propicio para el comienzo de un pánico a partir de entonces.
análisis; afirma que nunca se analizó y que no tiene el más mínimo
interés en hacerlo, que hubiera preferido la medicación pero no
le funci onaba, que viene porque lo mandaron. Entiendo que es 2. Angustia, síntoma y fantasma
necesario que intervenga de una forma efectiva. Me manifiesto
sumamente sorprendido de que venga porque lo mandaron, y le A partir de entonces, comenzará a relatar la historia de su an-
pregunto para qué viene en realidad a verme, y antes que atine a gustia. De niño vivía angustiado. Aparecerá un recuerdo de los
dar una respuesta lo despido. siete años olvidado en el desván, de entrar al cuarto de su abuelo
La próxima vez que viene se muestra enojado, me amenaza, y encontrarlo muerto, con un cigarrillo en la mano; era un "fuma-
me dice que a él nadie lo deja con la "palabra en la boca". Parece dor compulsivo", no podía parar. Su padre se había ido de la casa
dispuesto a hablar, pero lo hace lanzando amenazas. Me dice que cuando tenía cuatro años y el abuelo había ocupado su lugar, pero
si él me paga yo tengo que escucharlo, que él anda armado y me no por mucho tiempo.
muestra una navaja. Le pregunto por qué anda con eso encima, Los otros momentos de angustia habían sido en los encuentros
y asegura que nunca se sabe cuándo uno necesitará usarla. Lo sucesivos que había tenido con mujeres. Desde pequeño, cuando
miro a los ojos, tomo su muñeca, apoyo con firmeza la mano con la le gustaba una mujer, se mantenía lo más lejos posible. En la ado-
navaja en mi escritorio y le pido que me la deje. Para mi sorpresa, lescencia, había ido con amigos a ver una prostituta. Lo único que
o quizás la de ambos, abre su mano y la deja en el escritorio. recuerda es una terrible angustia previa que logró disipar fumando
En la siguien te entrevista comenta que su mejor amigo consu- marihuana. Después vinieron otras drogas; no recuerda haber te-
mió las drogas que él le había vendido, salió a la ruta y se mató en nido sexo sin estar drogado.
un accidente. Cuando lo llamaron por teléfono, fue inmediatamen- La angustia, si no era mitigada por las drogas, no lo dejaba
te hasta el lugar, sentía que tenía que verlo con sus propios ojos respirar. "Quedarse sin aire" es un sintagma que se pone en juego
y lo encontró cuando lo subían a una ambulancia, destrozado. Le cada vez que se encuentra en una relación comprometida. Llo-
preguntan si lo conoce, y él lo niega con un gesto de la cabeza; rando, dice que su padre se fue y lo dejó sin herramientas, que
había quedado mudo y sentía cómo su corazón latía con fuerza. su abuelo se suicidó fumando, según lo supo años después: tenía
Ver al amigo ensangrentado le provoca una conmoción. Por días, cáncer de pulmón.
238 / Luis Darío Salamone
Salamone, L. D., Cuando la droga falla, Editorial Pomaire, Venezuela, 6. Del amor y otras adicciones
2010.
Conferencia internacional en la UPAL, Universidad Privada Abierta La-
Salamone, L. D., Alcohol, tabaco y otros vicios, Grama ediciones, Bs. tinoamericana, Cochabamba, Bolivia, dictada el 28 de agosto de 2012.
As., 2012.
Sinatra, E.,¿ Todo sobre las drogas?, Grama ediciones, Bs.As., 201 O. 7. Los rituales del consumo
Sinatra, E., Los nuevos adictos. La implosión del género en la feminiza Texto presentado en la "Conversación: Consumos actuales, entre sus-
ción del mundo, Tres Haches, Bs. As., 2013. tancias y objetos: saldos y retazos de sujetos", Inauguración del TyA-
Tarrab, M., En las huellas del síntoma, Grama ediciones, Bs.As., 2005. Santa Fe, 14 de marzo de 201 4.
Revista Pharmakon. Publicación de lo que es hoy la Red Internacional
TyA Número 1 a 13. Los diferentes números han sido publicados bajo 8. Los muchachos de antes no usaban éxtasis
la responsabilidad del TyA Argentina, Brasil y España. Trabajo publicado en la revista Actualidad Psicológica. "Clínica de las
adicciones", Nro. 391, Año XXXV, noviembre de 201 O.
9. Theóphile Gautier en El club del hachís
19. Escándalos, drogas y rock and rol/
Trabajo presentado en la Asociación Cuyana de Estudios Psicoanalíti-
cos, Mendoza, 2013. Trabajo presentado en las IV Jornadas de Enlaces. "Bordes entre lo pú-
blico y lo privado", 1 de octubre de 2011 .
1O. Thomas de Ouincey: comedor de opio
20. El principio de Nirvana. Y el final
Recopilación de dos textos escritos en colaboración con Bernarda Anto-
niassi, presentados en el seminario del TyA en 1994. Trabajo presentado en el Seminario del TyA, 2012. Publicado en el libro
Sin límites: conductas de riesgo, Pomaire, Mundo psicoanalítico, Caracas,
Publicados en Pharmakon 3, Publicación de los Grupos e Instituciones
2012.
de Toxicomanías y Alcoholismo del Campo Freudiano, Buenos Aires,
1995.
21. Y mañana serán hombres
Texto presentado en las Jornadas del TyA realizadas en 1999 y publica-
11. Charles Baudelaire: El dandy al que le gustaban los monstruos
das en el libro que recoge sus trabajos: Sexuación y semblantes ¿muje-
Trabajo presentado en la reunión mensual del Círculo de Poetas Maldi-
res anoréxicas, hombres toxicómanos?, Plural, Bolivia, 2002.
tos de Buenos Aires, octubre del 2013. Publicado en El tonel de Dióge-
nes número 2, Bolivia, 2014.
22. Confundida
12. El borracho que no podía olvidar Caso presentado en la cátedra de Psicopatología de la Universidad de
Buenos Aires el 7 de noviembre de 2000.
Texto presentado en la Feria del libro de Mendoza en 2012. Publicado
en Pharmakon 13, Revista de la Red Internacional TyA, Buenos Aires, 23. La muerte como entrada y como salida
2013.
Caso presentado en el Tercer Encuentro Americano de Campo Freudia-
13. Los diarios de desintoxicación no, xv Encuentro Internacional del Campo Freudiano. "La variedad de la
práctica del tipo clínico al caso único en psicoanálisis", Be/o Horizonte,
Trabaj o presentado en las 1v Jornadas del TyA-Córdoba, "Adicciones, el
desorden de los objetos", Córdoba, noviembre de 2012. agosto de 2007 . Publicado en la Revista Lacaniana de Psicoanálisis,
Año 4, Número 7, 2008.
14. La heroína en el cine
24. El tiempo en suspenso
Trabajo publicado en la revista Actualidad Psicológica. "Cine, videos y
psicoanálisis" Nro. 426, Buenos Aires, enero-febrero de 2014. Caso publicado en la revista Psicoanálisis y el Hospital. El ser hablante y
la muerte. Año 1O, Número 20, Noviembre 2001.
15. Réquiem para un pájaro herido
25. Un golpe de lo real
Comentario de la película Bird, realizado en el Cine Club de Caballito,
mayo de 2012. Caso presentado para la Jornada Clínica del 1x Congreso de la Asocia-
ción Mundial de Psicoanálisis: "Un real para el siglo xx1", París, abril del
16. Un lobo en la modernidad tardía 2014.
Texto escrito en el avión rumbo al 1x Congreso de la Asociación Mundial
26. El espía que surgió del frío
de Psicoanálisis: "Un real para el siglo xx1"; luego de ver el film de El lobo
de Wall Street, de Buenos Aires a París, abril de 2014. Caso presentado en el v1 ENAPOL, Encuentro Americano de Psicoanálisis
de la Orientación Lacaniana, xv111 Encuentro Internacional del Campo
17. El gordo golpeado por la bohemia del arrabal freudiano, Buenos Aires, 2013 .
Trabajo re escrito a partir de una intervención en el Congreso Argentino
del Tango realizado en Buenos Aires en julio de 201 O.
18. Simplemente Miles Davis
Trabajo escrito sobre notas tomadas para un especial en la radio sobre
el jazz y las drogas.