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lgar ys
SDSIEO2104E1E

ienbre delPair OOuE acjuAai


ienado
Ricardo Nepomiaciu

853-6 .
80754113
.
Jacques-Alain Miller

El lugar y el lazo

TEXTO ESTABLECIDO POR


GRACIELA BRODSKY

PAIDÓS
Buenos Aires
Barcelona
México
Diseho de cubierta: Gustavo
Macri
imagen de cubierta: Fragmento adaptado
i482), Fiorencia, Uhzi. de Sandro Borticeli. Palas aomanáo al Centauro
Diseao de colección:
Estudio Roberto García Balza
Traduccion: Gerardo Arenas
Estabiecimiento de texto: Graciela
fnaice
Brodsicy

Milier Jacaues-Alain
E ugar y el lazo-1* ed.- Buenos Aires: Paidós,
2013.
424 pp. 22x16 cm.

Traducido por: Gerardo Arenas


SBN S78-850-12-8863-6

1Psicoanalisis. I. Arenas. Gerardc. trad. .


COD150 195 Titulo

eaiciór, marzo at 2015 I. La tentación del psicoanalista..


TI La no relación...
****************** ****-dree*er**** **
**********

Keservados zodos ias derechos. Queda I. Psicoanálisis


rigurosamente prohibida, sin la aurorización escrita de
os uare dei copymeit, bajo las sanciones estabiecidas en las aplicado a !a terapéuica...
leyes, la reproducción parcial o IV. Más allá del
rota de eStz o b z
por cuaiquic: medio o procedimiento, incluidos ia reprog:afia y el tratamiento V.
narcisismo..
insormico. La trayectoria analib.a.
VI. Fuera-de-sentddo.. ***************

V. Lo real es sin
2013,jacoues-Aiain Miller ley.. ********************** ***** 119
VII. La última enseñanza de Lacan..
C2013. Gerardo Arenes (por la traaucción)
2015. ae todas las ediciones en stelano: X. La disoluaón de los
conceptos freudianos. 5
Edirorial Paidós SAICF X. Entre la locura y la debilidad.
Fubliado bajo su sello Paidós X. El nudo. ********** **************** ******** *******"******* e o 197
Independencia 1682/1636, XI. El nombre y la repencaór.
Buenos Aire Argentina
-
213
E-mail: dision@areapaidos.com.ar XI. La depresiórn generalizada. 241
XTV. El sueño estructuralista.
www.paidoszrgentin.a.com.ar ***********

XV. El desorden simbóico.. ****


Queda hecho el depósito gue previene la Ley 11.723
impreso en la frgentina- rinied in Aryentina
XVI. La trayectoria de Lacan..****
XVI. Ex-sistencia. *********************asa************ 2
In.preso cn Pramerz Ciase,
XVI. El saber y !o real..
Caforta 1231, Ciudic AutóDO m2 de Buenos Aires, XIX. Tres versiones del pase.. **********

febrero dr 2013. XX. La sigla misteriosa..n.******* 381


XXI. Una práctica de la poesia
Tirada590cjemplares
ISBN 978-950-12-8865-6
Referencias bibliográficas de los tertos atados 417
La ro relación

Hablé, y heme aquí atado por lo que dije la vez pasada, que en lo
esencial se me ocurrió in extremis -hice el omentarno, 'a confidencia-
al modo de No puedo cèriar esto. Estoy atado, entonces, por lo que dije
la última vez, pero nada me impide decir lo contrario-en particular, no
son ustedes quienes me lo impedirán-, pero justamente no será cual-
quier cosa: será o sería lo contrario. Entonces, diga lo que diga seguirá
estando determinado en esta serie por lo que dije ia vez pasada. La vez
pasada tiene un peso especial, un peso que se marca en la palabra. Qui-
zás hacemos sesiones de análisis precsamente para que se cargue en la
espalda lo que se dijo la vez pasada.
Sin embargo, se mne ocurrió la idea de decir lo contrario. Es la oca-
sión de darme cuenta de que acepto con gusto la preocupación por
la coherenia. Al menos aparento. Al menos intento no hacer que se
acepte la coherencia ante todo. Esto me demanda un esfuerzo personal,
ya que mi inquietud por la coherenda es eminente, y ella hizo que yo
arrastrara a algunos a seguir esta serie de cursos, atraídos por la inguie
tud que maniñesto por la coherendia.

Derecho a la incoherencia

Cuando tenemos esa inquietud por la coherencia de lo dicho llega


mos a la lógica, que
es un útil para determinar lo que es
instrumento
coherente y lo que no lo es en lo que se enuncia. Decir que la lógica no
LA NO RELACIÓN
JACQUES-ALAIN MLLER

es más que un instrumento, un medio, es una definición, pero parcial. Es un hecho muy notable que este tema haya empalidecido. Hey
que suponer que en la experiencia COmun contemporánea, actual, la
Elia también tiene que ver con una finalidad, conlleva una finaidad.
coherencia ya no es lo que era. Con la decadencia del Nombre-del
Instala valores, como se dice. En resumen, la lógica es también una ética
dei bien-decir animada por una voluntad de coherernia. Padre, con ia vacilación o al menos la moderación de las jerarquías y,
La lógica es una referencia inevitable en el psicoanálisis, al menos para decirlo todo, con la trituradora del mercado que actualmente está
desde hace cincuenta años, aunque Freud se mantuviera a distancia en pleno funcionamiento, el prejuicio común de coherencia ya no es en
de ella. Esto no quita que sus dichos puedan ser retraduidos en térmi- absoluto lo que era. El mundo está mucho más triturado, es mucho m
nos lógicos, donde se inscriben de un modo absolutamente particular incoherente, mucho más "trozos de real" de lo que jamás lo ha sido.
Por eso la regla fundamental no constituye hoy en día el umbral que
propio. era. No digo que así esté bien ni que sea innecesario devolverle un poco
El hecho de que la iógica esté animada porunavoluntad de coheren-
ia prejuzga que la verdad delo dicho depende de su coherencia. Estd el lustre, dado que justamente me abocoa eso, pero también me aboco
la coherencia del dicho, a describir, a acoger lo que es, o sea, a ser realista.
pone la verdad del dicho en dependencia de La asociación libre es el perniso de ser incoherente El psicoanádi
y puede tildarse de prejuicio, el prejuicio de aoherencia. revela
Así lo
nuestro asunto, a saber, ia experiencia de un psicoanálisis. Ese campo sis lo dio antes de que se le diera uz verde a muy mayor escala. El

de experiencia llamado psicoandlisis, en el que puede aparecer cierto psicoanálisis acuerda mucho más valor a lo incoherente que a ia cohe-
número de hechos inéditos, solo se abre a condición de que el prejuicio rencia. Eso puede incduso atormentar al sujeto analizante en lo que de v
incduso rechazado en él sigue adherido a la coherencia. Hablo de los sujetos para quienes
de coherencia lógica sea puesto en tela de juicioe el valor de coherencia está especialmente investido. En ocasiones ellos
beneficio de un bien-decir de otra clase, un bien-decir que no está bajo
el yugo del prejuicio de coherencia. dan testimonio del tormento de no lograr desprenderse de la coheren
ia de sus propios dichos y de faltar entonces a lo que sería el deber
Hay algo llamado regia fundamental. Se la llamaba así. En época
una
de la asociación iibre. Estos sujetos se siernten en falta con relación a la
comunicaba al
sujeto esta
era un tema muy candente saber cómo se
exigencia de la asociación libre.
famosa regla fundamental. /Cuándo había que hacerlo? /En qué térmi- El psicoanálisis lleva en efecto a asignar la verdad más bien a lo
desviarla la formula-
nos? Era el analista capaz de encorsetarla o por
incoherente que a la coherencia.
ción que hidera de ella? Destaco que fue un tema candene pues dejó
Si jugamos a la etimología, coherencia viene del latín cohaerere, que
de serlo. Es tema del que debemos constatar que ha empalidecido,
un
tiene ios colo-
signiica algo así como "adherir entre sf". Es la adhesión, la adheren-
como ierto número de cosas en el psicoanálisis. Ya no cia, el enlace y, en grado sumo, la armonía. Todo eso bajo la égida del
esto debe ponerse en relación con lo que
se
res de antaño. Por cierto, prefijo co-, variante de cum ("con") que irndica la reunión, la conexión,
lo que
modificó las entendederas generales, y sirn duda también
en
la simultaneidad de los elementos y que permite, cuaxdo se adjunta.
La cuestión de esta
se modincó en la transferenda con el psicoanálisis. como prefijo a algunas palabras de la lengua, formar compuestos muy
todo
comunicación se torna menos urgente, menos urticante, porque
lazo:
adherentes a ese prefijo, que señialan que eso Da corn, que hay
el mundo tiene una mínima idea de ella. Los sujetos ya llegan
con su
La experiencia analítica supone afiojar el imperativo de coherenda
vale la pena detenerse
preinterpretación de la regla fundamental. Pero en lo que decimos. Es una constatación de hecho que es muy difícl
en esto, que es preciso o que se vuelve
tal a la luz de la voluntad lógica acceder a lo que está en juego si el sujeto no logra añojar este imperai-
de conerencia: la regla fundamental ataca el prejuicio de coherencià, vo de coherencia.
con respecto a la
ataca la dependencia en que la verdad se encontraría Me digo que lo que aquí enseño lleva sin duda la mara de ese impe-
tome dis-
coherenda, invita entonces al sujeto de la experiencia que
a
rativo. Al enseñar psicoanálisis acojo, cuando se presenta, lo incoheren
tancias de este prejuicio y hasta se burle de él.

29
JACQUES-ALAIN MILI LA NO RELACIÓN

t. Es lo sheLR
incoherente para mí. Esto nosiempre es notorio de inmediato
para ustedes, ya que palabra desprendimiento no es el meollo del asunto, pues estos lazos
La
avanzo con no pocas precauciones. Pero una vez que caen-y cada vez que caen terminan por ser
tras otra constato al menos
que no ne obligo a una coherendia perfecta percibidos como taies
por el sujeto- no dejan al sujeto desprendido. Por el contrario-esto es
y más que reprochármelo, intento darle cabida, puesto que encuentro lo
ei moavo de
que queda por formular-, lo revelan enganchado irremediabiemente. Lo
proseguir precisamernte en lo no
pega con el resto.
que que de entrada se presentó bajo la forma de la incoherenda revela
En la erseñanza del estar
psicoanálisis no
nos atenemos a demostrar una
organizado según una coherenda más secreta, y el suje:o se maniiesta
coherenda, sino más bien a seguir el hilo que indica lo incoherente. Por como enganchado mediante lazos que n0
aparecíana primera vista.
Spuesto, para que lo incoherente tenga valor debe elevarse sobre el Más ailáo aparte de lo preciso-aunque no siepre cohe:2nte,
y ier
tondo de derta coherencia, pero lo importarnte está en lo incoherenie, tamente definitivo-que Lacan dijo sobre los nudos, induso no ne
no

en io que no pega y que bien puede ser fugitivo. Puede suceder que la parece indiferente que haya llegado a considerar que el soporte mismno
jova de una sesión de análisis sea un minúsculo, un ínfimo traspié que de su construcción fuesen cuerdas, hilos,
o sea lo
que por excelencia
indique el lapsus, o lo incoherente del acto falido. nos representa el lazo. Lo que llanó "nudo borromeo" -lo pongo entte
Hay también por derto un incoherente duradero, permanente, al» n comillas- son lazos trabados, libres de a dos pero enlazados y trabados
qne llamamos sintoma. En este orden de ideas podríamos incluso deñ entre sí de a tres. Al mismo tiempo hay juego entre estos elementos, las
e l consultorio del anaiista como el lagar regido por el derecho a la .
cuerdas no están inmovilizadas, conservan una movilidad en la tra
incoherencia, el lugar donde el sujeto se deshace de sus lazos, donde bazón y por eso pueden dar lugar a representaciones completamente
estos se Así se vislumbró de entrada ese lugar. Se io lamó
desprenden. diferentes según se tire más de una o de la otra. Hay alií una plastiddad
eración. Un lugar de desprendimiento, el lugar perfecto para cortar que no es la libertad completa. Tenemos lo múltple, desplazanientos.
de
ics propios lazos. Vemos e n efecto al sujeto animarse a desprenderse coniguraciones que parecen no tener que ver unas con oTas pero que
llarmamos están limitadas por la trabazón esencial que hace que, de a tres, cada
la que lo retiene en su familia y, en ocasiones, de io que hoy
de vocadión de trabajo. cuerda sea retenida por las oras dos.
S ppareja, e incluso desprenderse su
Esta descripción elementa ya basta para que podamos sentir a
menos la diferencia entre lo nodal y lo mecánico, entre el laz nodal
E l lazo transferencial y la sujeción mecánica. En la mecánica redudmos mucho más el juego
relativo de los elementos. Pueden permiarse grados de juego, pero nay
los lazos no sería muchas más posibilidades de juego, e incuso un juego totalmaate dis-
Pero presentar así esta relación entre el lugar y tinto en el lazo nodal, que en la sujeción mecánica. En ello debe co
simultáneamente el sujeto se engancha a este
i s que parcial, ya que sistir el reposo, el júbilo y la armonía que puede darmos el desamar
se logra a costa del esta-
ger de desprendimiento. El desprendimiento la rearmar aparatos mecánicos. No es mi caso. LoS únicos aparatos que
lamado lazo transferencial, que solo
sbeciniento de un lazo nuevo, armo y desarmo son los matemas de Lacan.
en su pureza, gracias a
exerienca psicoanalítica puso al descubierto Esta semana tuve u n muy divertido testimonio de elo. Así es como
ser reencontrado e n
funciones muy lejanas de dicha
lo ualpudo luego descansa el Dalai Lama. Es un fan de la mecánica. Una vez que aistbu-
Pero este lazo, en medio de estos desprendi-
ererienda stricio sensu. yó su sabiduría con altruismo a quien va a consultarlo
en una montaña
la psicoanalítica.
i t o s , emergió con toda claridad en experiendia del norte de la India - u n a cantidad de personas pasan para
benäciarse
establece entre el analista y el
Por lo demás, decir que este lazo se de sus apreciaciones sobre la existencia humana-, restaura,
destrma y
en el lazo transferencial
s t o no es más que una aproximaión, ya que lleva cabo el
rearma aparatos mecánicos.
s e srata mucho más de un lazo con ei lugar en el que se a
profunda compatibilidad entre la sabiduría oriertal y la
Hay una

desprerndimiento.
JACQUES-ALAIN MILLER LA NORELACIÓN

mecárica. Un libro que fue best seller había demostrado los benefidos del mediante la cual podía inscrilbir la castración. El mismo lo admitió tan
zen enla conducción y en el mantenimiento de la propia motocicleta. bien que terminó por escribir de una manera totalmente distinta lo aue
Como Lacan lo subrayara en su momento, el ejercicio del lazo nodal escribía con una Ù.
está más bien del iado femenino. En la misma serie negativa de estas afirmaciones
El lazo nodal es por cierto una forma de andar juntos muy distinta
hay se puede de No
inscribir el sujeto tachado de Lacan, $. Esta tachadura es otra versión
de andar juntos de manera mecánica. Lo subrayo porque Lacan, antes del menos, y es un signo destinado por Lacan a indicar un No hay, ya
de ser "nodalista", fue un ferviente maquinista. El pasaje de lo mecáni- que indica la falta-en-ser, es decir, la falta en el ser. Por cierto, es un No
co a lo nodal tiene por supuesto todo su valor. hay inscripto, designado, y que por eso mismo puede ser manipulado.
Pero es un No hay.
Esto llevó a Lacan a hacer un Witz sobre el cogito a de suspender fin
No hay la concusión que lleva al soy. Saben cómo lo hace. Basta poner otra
puntuación en Pienso, luego soy-frase tomada de la vulgata cartesiana-,
La iltima vez dije que el rasgón que me empujaba a pensar, al menos para obtener Pier1so: "luego soy". Yel resultado es reducir el soy, reducir
a tomar este título, era otro
tipo de lazo que no me dejaba tranquilo, y el hay yo moil, a un sinmple pensamiento de ser, es decit, atacar el lazo
que es precisamente lano relación. Llego inclusoa hacer de ella un tipo entre el pensamiento y el ser e instituir en vez de este inmemorial lazo
de lazo. En todo caso, la incluyo en la consideración del lazo. Sin duda. antiguo entre el pensamiento y el ser (que en nuestros más decididos
la no reiación es el grado cero del lazo, o el lazo negativo, o incuso presocráticos llegaba hasta la adecuación, el encolado, la identidad, lo
(por qué ne?) la incoherencia absoluta. Es la disyunció6n que ninguna mismo) urna no relación entre el pensamiento y el ser -reservándome el
coherencia segunda podrá jamás, según Lacan, lHlegar a sujtar|Entár derecho de inventario. Pero esta grieta introducida en el cogito es una
minos de redondeles de cuerda, la no relación son lgs dos redondeles, no reiación, hay no relación en el asunto.
Sin dificultad podemos agregar a esta serie, ya que es coherente con
tranquilos como agua de pozo, cada uno por su lado. Es la afirmación
de que que pueda instaurar una coherenia entre ambos. ella, el dicho La mujer no existe. Es otro No hay.
no
haytercero
Podenos detenernos un instante en la afirmación No hay, implicada Esto puede bastarnos para decir que en el psicoanálisis insiste un
a instalar en el corazón de No hay, una falta en el ser que tiene gran alcance, pues ilega a la incer-
por la noción de no relación que Lacan llegó
io que sin embargo se muliplica aparentemente como relación, a saber, tidumbre del psicoanalista sobre la cualidad de ser de lo que él maneja
el registro del lazo sexual. Allf llegó a instalar la no relación al difundir y en especial sobre la ontología del inconsciente, que parece un asunto
se la afirmación No hay. súperembrollado. A tal punto que los psicoanalistas sospechan, unos
del de otros, que no creen en él lo suficiente. Esto expresa hasta qué punto
La afirmación No hay, tomada bajo el ángulo de la coherencia
Puede hay en todo este asunto un malestar en el ser. Pero en la experiencia
psicoanálisis, es espedalmente afín a este, es su especialidad.
deirse que el psicoanálisis apunta a un No hay y (epor qué no?) que psicoanalítica que podemos atravesar en calidad de sujetos, la falta en
en esto es nihilista. El dicho de Lacan que afirma la no relación-No hay el ser es simplemente la huella de una decepción y en particular de
una decepción en relación con lo que creíamos ser. Podemos incluso
Telación sexual- se deja inscribir fácilmente en una serie negativa dentro
del psicoanálisis. Esta no relación forma serie corn el dicho de la castra- legar a decir que hay falta [faute]1 Por qué emprenderiamos un and-
ión, que Lacan quiso inscribir precisamente bajo una forma negativa,
- , para indicar que, allí donde haría falta,
el sujeto no dispone del
el sentido de "carenda".
instrumento que debería o querría tener. Y si Lacan le restituyó un , significa "falta" el sentido moral y en
1. El término ftute en

ver con la función [N. del T.]


hay que decir que esta funión no tiene nada que
33
32
JACQUES-ALAIN MER LANORELACIÓN
lisis si hubiera falta en relación con un "deber ser"? Esta
no
falta es
supuesta La reducción del farntasma -Lacan la mencionó una vez y nosotros
por otra parte muy cómoda para desconocer el No
hay. En par- hicimos de eso todo un circo- es el atravesamiento del farntasma, que
ticular, el No hay de la relación sexual -es uno entre otros-está como
supone que, desinflado, el fantasma permite al sujeto divisar empero
recubierto, vestido por lo que encontramos en el
nombre de
psicoanálisis bajo
el un ser. Alli brilla la esperanza de una positividad ontolsgica, si bien es
"sentimiento de culpa", por ei Es mi culpa -al que a veces una positividad estrictamente incoherente. Lo único acerca de lo cual
liegamos a partir de Es culpa del otro. Pero el sentimiento de culpa -la
Lacan admite en verdad decir Hay es el a.
propia a la del oto- es muy cómodo para evitar tener que pensar el
Sin duda hay que distinguir lo que a vale en el farntasna (como regla
No nay.
del deseo en su lazo con el sujeto tachado) de lo que a es al ser captado
va al andlisis
2uién hoy? Solamente los decepcionados del "deber como causa (tiene un desarrollo que es el deseo). En senido estricto, a
ser", los que tienen un ideal. Conservemos el valor de referencia del es incoherente con el resto de la realidad psíquica (y la teoria lo subra-
término ideal, al que sería muy fácl degradar bajo el nombre de narci ya), mientras que el fantasma da, por el contrario, algo así como la regla
sismo-por más que haya en efecto un lazo entre el ideal y el narcisismo, de coherencia de dicha realidad.
aanque solo fuera por el hecho de que aquellos que quisieran ser dife-
rantes de lo que son, ceen o se imaginan que podrán serlo. La creencia d-(Soa)
enei sintoma as en este aspecto estrictamente correlativa, es decir que
está eniazada a ia ceencia en el ideal.
Lo que puede sezies revelado por el analisis es una verdad de estruc La segunda línea que escribí entraña que el sujeto síls enrz en rela-
tura que es capaz de absolverios, pero que solo los absuelve al precio de ión con el "a causa" tachándose, es deci, convirtiéndose en falta-an-ser.
instaiarlos en una decepción defnitiva. Así retradujo Lacan lo que Freud había aportado bzio al nombre
De todos modos, la palabra oue Lacan admite para calificar un aná- de defensa, la defensa del sujeto. Así se superponen dimensiones de la
isis logrado es asflación. Era una palabra que Lacan juntaba a deseo. El construción en las que podemos poner orden, un omer. simple que
reía en la defación del deseo la ganancia que podfa esperarse de la respeta la coherencia de los conceptos y que conduce siaoe a ve, tras
operacion arafica, y agregaba que esta apreciadón sobre el deseo, su el fartasma, la pulsión, reconduce el deseo al goce como su verdad, y
captación, no es más que la de un deser. Yhe aquí otra vez nuestra nega hace surgir, tras el estar enganchado al "deber ser", lo eal: fantasma/
ión que se pasea hasta recaer esta vez, a propósito del deseo, sobre la pulsión; deseo/goce; ser/real.
palabra sery plasmar en nuestro
diccionario neológico algo que mere-
ce ser pensado en relación con la no relación, otra especie estrafalaria,
este término deser, qae no es el ser, que no es la nada, que al menos no Sermón
leva ese nombre, pero que plasma una especie cuya ontología parece
intermediaria. Esto me obliga-al menos así me parece-a responder parlo que dije la
Al hablar de deflación del deseo, Lacan apuntaba al fantasma en- útima vez, ya que el derecho a la incoherencia no me exne de tener que
tendido como una indación. En efecto, el íantasma, tal como Lacan lo responder por lo que cuento. Muy por el contrario, auxne no sepa lo
escribió, es sin duda un lazo que sirve de regla al deseo. Nombra por que digo, esto se carga a mi cuenta, incluso a mi débito. ¥o podiría fanta-
excelencia la trabazón que el sujeto despeja cuando sus lazos caen. Lo sear con excusarme diciendo que me ocurre enseñar en un estado segun-
que subsiste es la trabazón, en cuyo paréntesis pueden admitirse nume- do, y eso a veces no estaría lejos de la verdad, pero no mea~solvería.
ros2s representaciores de ese sujeto. Y por cierto Lacan se aplicó a mos- En la enseñanza del psicoanálisis no nos compromeeemos forzo-
trar la coherencia erntse los dos elementos enlazados en el fantasma. samente a hablar bien o a cubrir todos los puestos a la vez, desde la
JACQUES-ALAIN MTLLER LANO RELACIÓN

cocaína de Freud hasta los nudcs de Lacan (lo que tienen en comúún es Sin duda, no siento por ello una vocación especial, pero si lo que
que ambos fueron adictos a eso). No nos comprometemos a hacerlo en alguien me dijo es exacto, habrá que creer que hui aspirado hacia la
forma belia, ni completa, ni coherernte, pero al menos debemos compro- posición de avergonzar al psicoanalista. Eso debe querer decir que di
meterno a habiar de buena fe. un sermórn, que esto avergonzó a algunos y que, ilegado el caso, se
Los romanos, por ejemplo, tomaban muy en serio la buena fe. Uno defendieron de eso -es su derecho.
se comprometia ante fides-de quien ellos hacían una diosa, la fideiidad, Es por cierto esencial avergonzar al psicoanalista, cuando sabemo0s
que era el símbolo de la buena fe-y, si luego faltaba a ella, le acaecían
qué es el psicoanálisis, qué es la práctica del psicoanálisis vista desde el
espantosos contragolpes, al menos según los poetas. Es como un jura- lado del analista, si no cerramos los ojos sobre esto, y tanto más cuanto
mento. Por lo demás, es lo que debería ser. Si se hubiese logrado intro-
que el psicoanalista, por regla general, no tiene vergüerza [l a toute
ducir el psicoanáisis entre los romanos, la regla fundamental habría honte bue].3 Incluso puede decirse que eso hacemos en un análisis: bebe-
sido un juramento, algo que los ata por un buen rato. En el análisis, los mos nuestra vergüenza. Es embriagador hacerlo. Aloja las trabazones
ata a la asocación libre. En la enseñanza del psicoanálisis, si se la toma
que pone el ideal y nos alivia del "deber ser", a tal punto que ya ni
Por donde interesa, también están atados por un juramento. A qué? A
queremos ofr hablar de él.
la diosa Cosa freudiana, lo que implica intentar al mernos no disírazar Habría que matizar esto. Se aflojan empero las trabas del superyó,
el saber y la ignorancia. Me parece que este no disfrazar prevalece sobre las del "deber gozar"? Sin duda hay algo a tejer entre el "deber ser" y
la coherencda formal. el "deber gozar.
Dije la palabra juramento por uria razón precisa, y agregué a esta
palabra ierto númer de comentarios porque alguien, después de mi
discurso de la última vez, me hizo oír la palabra sermón2 consideró que Responsabilidad
esa vez yo habría dado un sermón. La paiabra resonó en mí. Me dije: Si
es ast, debo prestar atención de inmedicto, saber si quiero der sermones o no, El psicoanalista está liberado de! "deber ser un psicoanaista"? Esa
si quiero continuar en ese registro durante este año. Eso me tocóó porque debe es la pregunta que fue entendida como un sermón, como una amones-
tener, ma dije, algo de verdad. Entonces acepté tropezar con la palabra tación, es decir, como un llamado al deber. Otra vez buscaré mi escudo.
seTmón. Me amparo en Lacan, en la idea que formuló -es descomunal, no me
articu- decirla si no lo citara- de que hay un deber que toca al psi-
Puedo defenderme: De ningún modo di un sermón, era un curso atrevería a

lado que hoy podría redoblar con un comentario que muestre cómo está enca- coanalisis en nuestro mundo. En verdad eso está pasado de moda. Es
denado. Pero pasemos a las cosas serias. St, era 1un sermón.. Qué hago una idea totalmente loca. Quizá no tan loca si la eniazamos a la deñ-
con esto? Canto las cuarenta: tiene cabida el sermón en el psicoanálisis. nición más tonta que pueda darse de qué es un psiccanálisis, la que
Lacan propuso en lapágina 317de los Escritos (indico la página porque
Cuál es su lugar? Por cierto, no persamos en sermonear el paciente;
en

los volúmenes en general soncoherentes, es decir que cada página está


todo cas, no estamnos en nuestro rol al hacerlo. Es más bien él quien
nos

sermonear al psicoanalista, en su lugar), donde no encuentran una profecía sino una tautología:
sermonea, y sin duda es harto conveniente
si esto significa convocarlo a su responsabilidad. /Y por qué no alegar "Un psicoanálisis [...] es la cura que se espera de un psicoanalista".
la refererncia a Lacan, quien no vacilaba en ponerse en posición de aver- Tampoco nos atreveríamos a decir esto si no pudiésemos apoyarnos en
el texto. Aparentemente es una tautología, ya que deine un psicoanáli-
gonzar al psicoanalista?

3. Literalmente, "bebió toda vergüenza" (y por ello la perdió). [N. del T.


2. Serment ("juramento") y sermon ("sermón") se pronuncian similarmente. [N. del T]

37
36
ACQUES-ALAIN MIL LA NO RELACIÓN

sis por medio del


psicoanalista. Hay que decir que esta tautología hoy terrorista cuando escribió: "De
se volvió mucho más nuestra posición Ge sujeto somos siem-
interesante, justamente porque se volvió falsa,y
esto es er verdad el colmo de una pre responsables".

dei psicoanalista se
tautología. Se volvió falsa desde que Como lo señalé en otro lugar, no hace allí más que refleja:-de un
espera-se, como decía Lacan, querido se-, se espe- modo conciso, por cierto, quedio lugar a que digan Miren a este loco-lo
ra algo nuy diferente de un
no de mí un
psicoanálisis. Por ejemplo, aquí
ustedes que con todas las letras está en Freud, en el pequeño escito Larmado
esperan psicoanálisis; el mío quizás, porque yo lo evoqué.
Los psicoanalistas
deben saber bien que, por donde se
"Laresponsabilidad moral por el contenido de los sueños", que en
paseen auto- francés igura en la recopiladón banalmente itulada Résulfats, idées,
proclam.ados comno psicoanalistas-es la suerte común, se esperará de tomo 2, páginas 144 y siguientes.
problèmes, Hay que tener la fase
ellos algo muy diferente de un psicoanálisis. El recién llegado espera de Lacan para llegar al nervio del asunto. Freud nos muestra en 1925
del psicoanalista algo diferente de un psicoanálisis puro. Según ma que el sujeto se rebela contra el contenido inmoral de sus sueios y se
expiicaron toda esta semana, es muy raro que espere un psicoanálisis escabulle al estilo de No soy yo, es mi inconsciente, es deir, Mi incons
puro espera encontrarse mejor, espera la reabsorción del síntoma, de ciente y yo somos dos cosas diferentes. En efecto, si defno lo que soy poT la
io que no anda. Nótese que la supuesta tautología de Lacan coloca en coherencia del yo de la vigilia, excluyo esta inconererida que denunda
efecto al psicoanalista bajo la dominación de la demanda. Valdría más que yo no tengo nada que ver con eso. Freud nos detalla c:áias som
ded, a aste respecto, que un psicoanáisis es la cura que el psicoarnalis- los modos de exclusión. El sujeto puede excluir de su ser sus sueños,
ta espera poder dirigir. Esto se acercaría más a lo que se presenta. Allf según dice, por ia indulgenia, por la banalización (o es rada, 2s0 no
al menos lo que estaría en tela de juicio no es la demanda de se sino Cuenta), por la angusda (que precipita su desperia Cando su senido
e moral es contrariado por lo que le surge en sueñios). La répica de Freud
deseo del analista.
Por eso no reniego del aspecto de sermón de lo que dije, siempre y es tajante, definitiva: "Desde luego, uno debe considerarse responsa-
mediante ble" por sus sueños. Cuál es el sentido de este "Desde luego"? Podia
cuando eso pueda sostener el deseo del anatista, y sostenerio
la idea de deber. De todos modos, si ics psicoanalistas no fuesen quie- decirse que esto no va de suyo en absoluto. Me parece que Freud acuí
nes están animados por el deseo de un anaista, de quién podría espe- subraya este "Desde luego" porque están en juego los fundamentos
mismos del psicoanáisis. Mi ser esid ian allí como en mi yo de la vigili, y
rarse es?
reduzca más tambiér. Como dice Freud, "es una parte de mi ser", ein Stick oo
Qué deber es? Por ejemplo, el de que el psicoanálisis no
se

una mira distinta. Allf


meinem Wesen.
a su apiicadón a la terapéutica, sino que tenga

está la responsadilidad del analista. Es necesario ponerse


de acuer ES lo que implica el psicoanálisis: extender la responsabilidad hasta
la posición inconsciente del sujeto; si no, signifcaria que "lo desconod-
do al respecto, pues puede tenerse la idea
de que el análisis atenúa
la medida en que do, inconsciente, reprimido que hay en mí no es mi 'yo" -dice Freud-
la nodón de responsabilidad. Esto no es falso, en no es de mi ser. No puede decirse que Freud lo refute. Es una con
el psicoandlisistambién afloja las trabazones de la responsabilidad.
secuencia inmediata, para él, de lo que entraña el psicoanálisis, de la
Da perniso para hablar de manera irresponsabte, para no tener que
respor.der por los propios dichos en
aras de la coherencia. Podemos
estructura misma del psicoanálisis, de la coherencia de lo que esteapor
ta. Lo dice hacia el final del texto: "eso desmentido por míno sólo 'está'
decir cue el psiccanalista es quien descarga sujeto su responsa-
al de
en mí, sino en ocasiones tanbién 'produce efectos' desde mí
bilicad por sus dichos. El es el que se responsabiliza, y a veces puede
tener cue rebelarse contra eso. Esto no es falso entonces, pero a pesar

de todo verdadero, ya que por el contrario i se lo entien-


tampoco es
notas
4. En la versión castellana figura como parte del articulo
titulado *Algunas
de bien el análisis intensifica la responsabilidad e incluso amplía su del Tj
adicionales a la interpretación de los sueños en su conjunto". |N.
modo que él mismo llamaba
campo. ES lo que Lacan formuló de un
LA NO RELACIO}N
1ACQUES-ALAINMILLER

Dejo escapar esto ahora... Se supone que ei viernes irt a hablar e


En términos metapsicológicos no hace más que comentar la proposi
ción según la cual el yo está enlazado al ello. El
lazo erftre el yo y el elio, Lacan y la filosofía ante il6sofos. Erntonces, les digo a ustedes todo lo
de él el útulo de una obra, es el lazo funda- que no les diré a ellos. Finalmente, el ser es la serenata. Lo real, port el
que privilegió para hacer contrario-este es en el fondo un modo de rozaresta diferendia-, queda
mental ali destacadopor Freud y que implica, como tal, esta extensión
terrorista de la dad. El sefiala inclusc cuál es la consecuencia marcado por una incoherenia definitiva. Es imposible concordar con
responsabili sl. Por eso el modo de abordarlo fue calificado por Freud comodefensa
de esto, a saber, "que la coniencia moral misma es una formación
reac-

títuio de "Kant Sade". Al mismo El acceso alo real no puede ir sin que ante él se retroceda. Podríanos
tiva". Es lo que Lacan iustró bajo el con

un desarrollo de los presupuestos del psicoaná- legar a decir que esto define el lugar del sermón en el psicoanálisis, el
tiempo, no es más que sermón como amonestación a lo real.
isis, pero también un presupuesto que sin duda prescribe que la finali-
dad del psicoanálisis, si seguimos en esto a Freud, es encontrar el propio
Ese es en definitiva el realismo del que Lacan se jacta y que Eric
Laurent subrayara en su momento. No es un realismo perteneciente
ser enreprimido pero también en lo desmentido. (En el texto alemán
io
al binario idealismo-realismo. Es necesario sin duda habe saidado las
el término así traduddo es Verleugnete, es decir, lo que Lacan finalmente cuentas con el ideal. El realismo del que Lacan se jacta es una disciplina
esta responsabili-
preirnó taducr como desrmemtido.) Captamos allí que cuya fórmula podemos dar aquí, la que él mismo propone cuando dice:
encuentre el propio ser en
dad puede extenderse hasta prescribir que se
inauguro el método de una teoría por el hecho de que ella no puede.
lo reprimido, es lo des-
lo reprimido y también en lo que, más allá de
con toda corrección, considerarse iresponsable de los hechos que se
mentido, es decir, aquello ante io cual se dividió el sujeto. Verleugnung
es
Comprueban en una práctica".
dividirse con respecto
el nombre freudiano de lo que obligó al sujeto a
Esto tiene gran alcance, pues es una teoría que acepta poner a
lo real. Estos son en verdad los límitès de la responsabilidad, que
varn
cuenta del psicoanálisis los efectos de su práctica. Y Lacan io dice en
a
el psicoanálisis solo
mucho á s allé de la esfera consciente. Para Freud,
el momernto en que debe constatar en qué sentido la práctica analíti-
extiende hasta allí.
iene senido si la resporsabilidad se
ca cambió el inconsciente, io hizo palidecer, le sustrajo sus colores, su
dinamismo primero. A fuerza de leerlo, de pasar por la interpretación
dedirse
Nostalgia y al difundirse esta en la forma de un saber coherente, puede
que el inconsciente cambió. La leción de Lacan es justo que inter
la
to transmitir en mis sermones: "Toda aítica que fuera nostalgia de u r
y
entre el ser lo real. El ser
Verleugnung rozamos la diferenda
Con la
armónico con el inconsciente en su primera floz, de una práctica en su zudaca todavia
al ser, es
implica que el sujeto, que sirve de partenaire hace- salvaje, sería ella misma puro idealis1mo".
este. Cuando hablamos del siempre ser
ser, hasta está incluido en El realismo es aquí la responsabilidad. Esto signiice para nosotros
nos milagros de coherencia,
hacemos una sinfonía, serenatas al ser que desterrar toda nostaigia de lo que pudieron ser el psicoanáisis y su lazo
dado que allf es donde desemboca
pueden legar hasta la serenidad, Con el inconsciente, para considerar el análisis en el presente y hacerse
en el agua. Una vez que
Heidegger, inmerso por completo como pez responsable de los efectos a veces contradictorios, incoherentes, ivera
al que él por cierto
induso su discurso del ser perdió su decisionismo, de lugar, sintomáticos, que son (por qué no?) del orden del desgaste.
ser revela no'ser más que
un huma-
había extraviado, vemos que el campd del Los desgastes son un tipo de efectos eminentes de toda prácica
cOmentario de la armonía. Por qué
combina todo tan bien? Tal es al nosotros tomamos a cargo los desgastes
na, según dicen,j
uno hay un dios que calu-
menos la pregunta del filósofo. Y bien, para Continuamos la semana próxima.
el trabajador-; para
la todo esto solíctamente, sin parar -all1f también,
se mostrará jamás, 22 de novimbre de 2000
otro de todos modos estamos tranquilos, lo real
no

no tendremos más que fenómeno.

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