Está en la página 1de 4

Actividad 6 – Pensamiento del Adolescente

Sarmiento Salcedo Yulieth del Carmen


Corporación Universitaria Iberoamericana

Nota del Autor

Sarmiento Salcedo Yulieth del Carmen, Facultad de Ciencias Humanas y Sociales,


Corporación Universitaria Iberoamericana.

La información correspondiente a este documento deberá ser enviada a Facultad de


Ciencias Humanas y Sociales, Corporación Universitaria Iberoamericana, Cl. 67 # 5 - 27,
Bogotá. E-mail: ysarmie6@ibero.edu.co
Actividad 6 – Pensamiento del Adolescente

La adolescencia es una de las etapas mas interesantes que atravezamos los seres
humanos, es tan compleja que Acosta (1993:32) propone que “puede resultar mucho mas
esclarecedor intentar caracterizar un poco lo que es que pretender definirla”.

Desde los 11 años, empecé a descubrir los altibajos emocionales típicos del inicio de
la vida adolescente; experimenté cada una de las maneras de pensar expresadas en el item
“Cambios cognitivos y sensaciones adolescentes”, el idealismo y el egocentrismo, que me
hacen recordar “el ideal del yo” de Freud.

Los enfrentamientos con mis padres eran contínuos, el desafìo a la autoridad era
constante, me expuse a muchas situaciones de riesgo porque sentía que me comería el mundo
de una sola bocanada y sumado a estos cambios propios de la edad,está mi temperamento
sanguíneo. En pocas palabras, me convertí en una bomba de tiempo.

Crecí en medio de un entorno familiar funcional, cuidado parental adecuado, estilo de


crianza “democrático – autoritario” (si así lo puedo llamar). Mi padre, un hombre campesino,
honesto, sincero y muy trabajador; mi madre, una mujer sensible, dedicada y esforzada,
quienes con mucho esfuerzo y amor, me ayudaron a convertirme en la persona que soy;
podría concluir, que crecí en un entorno saludable.

Imaginando cómo habría sido mi desarrollo adolescente en un contexto diferente al


anteriormente expuesto, hago la descripción hipotética. Nazco en un hogar disfuncional, mi
padre, un hombre con problemas de abuso de sustancias que abandona a mi madre al saber
que estaba embarazada. Mi madre, no supera el hecho de criar sola una niña. Se ve acorralada
por la situación económica y decide irse a trabajar para poder proveer lo necesario. Mi
infancia, la vivo de guardería en guardería, con mucha escases económica y en una soledad
infinita, lo que me hace crecer con mucha inseguridad y necesidad de afecto.

Llegados mis 11 años, empiezo la etapa de pensamiento formal, llamada así por
Piaget. A nivel físico, empiezo a recibir los favores de la pubertad; a nivel emocional,
comienzo a experimentar la necesidad de afecto y de reemplazar esa figura paterna; mi
pensamiento hipotético deductivo se ve seriamente afectado por el entorno, y tal como lo
indica el resultado de la prueba realizada por Dulit (1972), se empieza a notar que las
operaciones formales no son universales, sino que la educación formal influye en el desarrollo
de este. Al carecer de recursos, no puedo acceder a una educación de calidad, lo que influye
en mis procesos cognitivos, limitandome en el proceso de desarrollo de un pensamiento
crítico y social.

Mi manera de pensar y de comprender lo que me rodea, se ve serimente afectado por


mi historia de vida, decido ayudar a trabajar a mi mamá para salir adelante, mi autoestima se
ve golpeada, me convierto en dependiente emocional. En busqueda de afecto y queriendo
reemplazar inconscientemente la figura paterna, me convierto en promiscua, empiezo a
idealizar (fábula personal, Elkind 1967,1978) y como consecuencia experimento esa
sensación que produce la “fabula de invencibilidad”, lo que me lleva a tener un embarazo no
deseado y a repetir la historia de vida de mi madre.

Afortunamente para mí, lo que acabo de relatar, es sólo un ejercicio donde describo
una realidad hipotética, pero lastimosamente, es la realidad de muchos adolescentes hoy día;
cuán necesario es que nuestros niños y niñas crezcan en un entorno saludable.

Estoy deacuerdo con las correcciones hechas por Piaget (1970) debido a los críticos de
su teoría de Pensamiento formal, donde admitió: “que ese tipo de pensamiento se adquiere
siempre que el medio social y la experiencia, proporcionen las herramientas cognitivas y la
incitación intelectual necesaria”.
Referencias

Begoña, D. (2009). Psicología del desarrollo: desde la infancia a la vejez. Volumen 2..
Capítulo 14 “El desarrollo del pensamiento” Madrid, ES: McGraw-Hill España.

Lozano, V. (2014). Teoría de teorías sobre la adolescencia. Última década, 40(1), 11-36.
Recuperado de: https://www.redalyc.org/pdf/195/19531682002.pdf

También podría gustarte