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ARGUEDAS: CONOCIMIENTO SOCIAL E IDENTIDAD CULTURAL

Cualquiera persona que haya seguido de cerca o lejos la vida de José María
Arguedas, sabe que él es suficientemente digno para ser considerado un héroe cultural. Un
hombre que nació blanco y se crio indio, en una época donde se acentuaban las
diferencias sociales y el racismo contra el indígena, que tuvo que soportar desde su niñez
las humillaciones, primero de su madrastra y hermanastro, luego las de sus compañeros
de clase, y finalmente, las de una sociedad a la que no pudo llegar su inalcanzable lucha
por demostrar el valor de lo autóctono. Este dolor prolongado en el alma que lo acompañó
desde temprana edad fue el desencadenante para su final. Pero a pesar de sus desdichas,
dejó un legado lleno de esperanza, arte, personalidad y cultura digna de una persona que
debe ser recordada hasta el fin de los tiempos. En el siguiente texto mostraremos parte del
conocimiento social que alcanzó y su incorruptible identidad cultural que tenía como
objetivo trasmitirle a todo el país.

Si bien es cierto, Arguedas tenía una notoria pasión por la literatura, no dejó de lado
la antropología ni la etnología, por lo que, este comprendía perfectamente algunas de las
nociones básicas que le permitieron, con la misma vehemencia y dedicación de ser
escritor, realizar a lo largo de su vida intelectual, una profunda investigación social en el
Perú. Por una parte, gracias a la versatilidad que le brindó su inalcanzable tarea de
estudiar la religión de los pueblos, de recolectar mitos y canciones, de traducir himnos y
poemas, además de comparar y analizar las razas en el Perú, el autor no solo aspira
entender al indígena, sino el intercambio cultural que se produce entre el indio, el mestizo y
hasta el citadino blanco. Lo crucial en todo este trabajo de campo, está en su propia
experiencia vital, la cual le permitió identificar los rasgos de una nueva cultura, la “mestiza”,
esta como resultado de la unión entre blanco e indio, cuya expresión encontró lugar en la
mezcla idiomática tal como lo hemos visto en muchas de las obras del protagonista de este
ensayo. Por otra parte, su mensaje no está dirigido únicamente al autóctono, sino a un
ámbito pluricultural, es decir, a blancos e indígenas; puesto que Arguedas tenía la misión
de demostrar que la supervivencia de lo indio estaba en las distintas manifestaciones
culturales de mestizos y hasta de hacendados y señores blancos. Muestra de dichas
perduraciones nativas en la cultura mestiza son, por ejemplo: la armonización entre los
instrumentos andinos (flautas, tambores) con los europeos (violín, guitarra), y la mezcla de
creencias originando una concepción religiosa en la cual, aunque todavía predomine la
doctrina católica, se cuenta también con fundamentos populares indígenas.

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José María Arguedas no fue solo el apasionado folclorista que buscaba la
revaloración de la cultura indígena, sino también propulsó la afirmación de nuestra
identidad nacional, que tiene como cimiento al folclor, y además se convierte en un factor
determinante para la libertad popular, la cual significa la base de la estructuración de un
Estado democrático, pluricultural, equitativo e inclusivo. Por un lado, el autor se dio cuenta
que consolidar nuestro folclor era sumamente necesario, puesto que, es la mejor manera
de conocer a fondo un pueblo, pues nos permite saber cómo es y que cómo piensa. El
Perú, al ser practicante de diferentes manifestaciones culturales, es un pueblo con
personalidad, pues no se guía de estereotipos, sino que hace lo que le es propio, Por otro
lado, en el intento por establecer las características de la cultura mestiza, propone la
relación y resistencia de esta etnia contra las trasnacionales, que ya en 1960 empieza su
notable impacto, a lo que Arguedas presenta su sincera y crítica opinión con empeño por
demostrar la embestida de la homogenización capitalista contra la diversidad cultural del
país. Claramente dijo: “Las potencias que dominan económica y políticamente a los
países débiles intentan consolidar tal dominio mediante la aplicación de un proceso
de dominación cultural… Se trata de condicionar la mentalidad del pueblo
latinoamericano. Esta gran empresa tiene auxiliares influyentes y poderosos entre
los socios latinoamericanos de los grandes consorcios… Constituyen una extensión
de los núcleos que tratan de “colonizar” a los países sobre los cuales ejercen un
casi pleno dominio económico y político.” Pero, el reconocido autor creía que los pueblos
sobreviven, generando una inagotable lucha y resistencia incluso contra los medios más
sofisticados de unificación masiva, por lo que lo más astuto sería establecer vínculos con
dichos medios de manera que estos comprendan que esta patria tiene un alma no
negociable, y que el pueblo no caiga en un chovinismo perjudicial para su propio
desarrollo.

En conclusión, el conocimiento social y la identidad cultural que Arguedas fue capaz


de brindarnos nos abrió un camino con una nueva perspectiva de quiénes somos. Él que
vivió en carne propia la mezquindad y que luego de un arduo trabajo se dio cuenta de lo
importante que era el hecho de que todo el Perú conozca su propia pluriculturalidad y
riqueza cultural. Por esto, no podemos decir que Arguedas fue egoísta, ya que en realidad
fue un héroe cultural al que el país le debe respeto y gratitud.

Seudónimo: Gabriela

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