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TEMA 27.

DELINCUENCIA Y DIFERENCIAS PSICOLÓGICAS EN FUNCIÓN DE LAS


VARIABLES SOCIALES Y CULTURALES
A continuación, se procede a la exposición del TEMA 27 de la parte específica para psicólogos
en su apartado A), relativa a la relación existente entre la delincuencia y las diferencias
psicológicas en función de las Vs. sociales y culturales, un tema que se puede enmarcar junto
con algunos otros temas en un bloque donde se expone la conducta delictiva y su vinculación
con la inteligencia y las diferencias psicológicas en función del sexo, edad y las Vs. sociales y
culturales. No obstante, antes de introducirnos en mayor medida en la materia que nos ocupa
es preciso destacar el papel de la investigación criminológica en este ámbito, la cual trata de
hallar las diferencias entre delincuentes y no delincuentes en Vs. como la inteligencia, sexo,
edad o clase social, valiéndose para ello de la Psicología Diferencial, la cual alude a las Vs.
demográficas. En este sentido y para estudiar dichas Vs., se entiende la conducta delictiva como
un “proceso” que primero aparece en libertad y luego puede continuar siendo estudiado una vez
el sujeto es recluido en prisión. Estos aspectos tienen en común una serie de premisas como:
1. La individualidad de cada ser humano.
2. La existencia de una paradoja criminológica teniendo en cuenta la individualidad.
3. Las características individuales asociadas a la conducta delictiva.
4. El conocimiento de la influencia de estos factores sobre la conducta delictiva.
A su vez, si hablamos de factores individuales relacionados con la delincuencia, es importante
mencionar 2 de ellos que se consideran relativamente significativos, como son la edad y el sexo,
encabezando los factores diferenciadores entre los individuos que delinquen. En este caso, el
tema se centra en las Vs. sociales y culturales, más específicamente en el nivel socioeconómico
sobre la comisión de actos delictivos, donde existen 3 razones que complejizan el asunto:
1. El hecho de tener que diferenciar entre “delincuencia común” (o de “cuello azul”) y
delincuencia cometida por personas de posición social elevada (o de “cuello blanco”).
2. Es necesario aludir al método con el que se realiza la medición de los actos delictivos.
3. Supuesta relación inversa entre nivel socioeconómico y delincuencia, donde falta dilucidar
cuál es el factor explicativo: si la pobreza o la desigualdad.
En este sentido, este tema lleva a 2 tipos de planteamientos: el planteamiento individual, donde
se busca una relación entre la clase social de los sujetos y la delincuencia, y el planteamiento
comunitario, o sociológico, que busca la relación entre la clase social de área y la delincuencia.
En referencia, Andrews y Bonta indican que la correlación entre clase social y delincuencia es
baja porque lo relevante no es la pertenencia a una clase, sino el proceso de socialización.
Además, las diferencias entre clases desaparecen cuando se compara la proporción de los
sujetos que habían cometido más de un delito y aquellos que no habían cometido ninguno. Y
se produce una inexactitud de datos por no atender a 2 problemas: la inexacta definición de la
variable “clase social” y la medida adecuada de la actividad delictiva, ya que los datos oficiales
suelen cubrir los delitos más graves y los datos de autodeclaración los delitos más leves.
Por su parte, Thornberry & Farnworth concluyeron que en la etapa juvenil no había relación
inversa ente estatus social y delincuencia, pero sí en la etapa adulta ya que lo importante no es
el estatus social de origen, sino el estatus propio alcanzado por el individuo, además,
encontraron relacionado la delincuencia con la inestabilidad en el empleo y el nivel educativo
obtenido.

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Como se menciona anteriormente y pasando al siguiente epígrafe (perfiles personales y tipos delictivos
por clases sociales), la polémica sobre si la pertenencia a la clase social baja determina la

probabilidad de cometer actos delictivos está siempre servida, y en relación a ello, diversos
autores han confirmado esta conexión, estableciendo que la clase social baja:
- Comete cuatro veces más delitos contra las personas que la clase media o superior.
- Comete el doble de delitos contra la propiedad que la clase media o superior.
- Las diferencias entre clases no son significativas en los delitos sin víctimas.
El perfil del delincuente de clase media y alta suele presentarse como individuos con elevada
inteligencia y preparación profesional, con gran capacidad de iniciativa, preocupados con la
obtención de beneficios y la culminación de éxito; y suelen tener reglas éticas deformadas
anteponiendo el dinero y su reputación. Además, los delitos que cometen suelen ser tolerados
y comprendidos por la población en general, esto hace que la sociedad tenga de ellos una
percepción ambigua que lleva a exculparlos. Suelen contar con gran cantidad de
racionalizaciones de sus delitos y se autocalifican como ciudadanos honrados que sólo han
destacado por la imaginación empresarial, considerándose a sí mismos como víctimas
propiciatorias cuando el delito se descubre, además de tener alta autoestima y un autoconcepto
de no delincuente. Por su parte, en el perfil de la delincuencia común encontramos las siguientes
características:
- Manifiestan una escasa especialización delictiva.
- Suelen nacer en una familia problemática, con bajos ingresos, y antecedentes delictivos.
- Las prácticas de crianza son inconsistentes, con escasa supervisión y relaciones padres-
hijos carentes de solidez y afectividad.
- En la escuela presentan absentismo, conducta perturbadora y escasos logros académicos.
- En el mundo laboral suelen conseguir trabajos poco cualificados, con bajo salario y
permaneciendo largos periodos en paro.
A su vez, los tipos delictivos pueden diferir entre ambos grupos. Así, las modalidades de
comisión de delitos en la delincuencia de cuello blanco se diferencian entre:
1) Delitos debidos a la desviación en el desempeño del rol profesional.
2) Delitos en el ámbito comercial.
3) Delitos dentro del mundo empresarial.
4) Delitos contra el medio ambiente.
Generalmente, se establece que este tipo de delincuencia oscila entre el 1 y el 5% del total de
delitos, pero no son datos fiables ya que no se conocen la mayoría de casos, luego su existencia
es mucho mayor. La existencia de delitos cometidos por personas de formación cultural y social
ha cuestionado las explicaciones del delito basadas en deficiencias sociales, familiares o
educativas, dando opción a una etiología delictiva explicada desde el individuo. En cuanto a los
tipos delictivos de la delincuencia común se pueden destacar los:
- Delitos contra la propiedad. Divididos en robo con fuerza en las cosas, hurto en las tiendas,
robo con violencia e intimidación y delitos de las pandillas juveniles.
- Delitos violentos. Serían el homicidio, la violación y, para algunos autores, el atraco.
- Delitos vinculados a las drogas.
A favor de la difuminación de las diferencias de clase está la drogodependencia, ya que la droga
ha modulado la influencia de la variable clase al aumentar los delincuentes drogodependientes
de clase media y alta. Y su vez, los narcotraficantes, al obtener ganancias elevadas de forma
rápida, situándose en el estatus socioeconómico de las clases superiores.
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El siguiente epígrafe del tema se centra en la delincuencia económica, la cual
tradicionalmente se ha identificado con la denominada “delincuencia de cuello blanco”.
Sutherland, la definió como “el delito cometido por gente de alto estatus en el curso de sus
ocupaciones” y comparó la delincuencia de sujetos de alto nivel socioeconómico, profesionales
y hombres de negocios con la delincuencia de clase baja, proponiendo su teoría de la
“asociación diferencial” para explicar también este tipo de delincuencia. Con estas aportaciones
se propició: 1) un vuelco en la creencia de que la falta de educación, los problemas familiares y
otros eran los únicos correlatos de la delincuencia, 2) una aportación de que en la clase media
y alta el delito era tan frecuente como en la clase baja, y 3) la consideración de que las causas
de la delincuencia estaban enraizadas en el propio tejido de la sociedad.
El proceso de socialización del delincuente económico suele ocurrir en buenos barrios, con alto
nivel educativo y profesional, tomando contacto con situaciones de negocios favorables a la
conducta delictiva. Percibiendo que sus vidas difieren muy poco de la de los no delincuentes y
viéndose como ciudadanos respetables. Así mismo, estos delitos tienen lugar en relación a una
ocupación legítima y ayudado por una falta de atención por parte del proceso legal.
Estos delincuentes aprenden el comportamiento delictivo por asociación, lo que restringe la
frecuencia de contactos con grupos respetuosos de la ley; aprendiendo valores, motivos,
racionalizaciones y técnicas favorecedoras de la actividad delictiva. Los presos de cuello blanco
tenían una determinación clara de alcanzar una meta y un compromiso personal de obtención
de beneficios, dinero y prestigio. Además, se consideran gente honesta, unido a la indiferencia
del proceso legal y a la escasa indignación popular. En cuanto a los tipos o formas de desarrollo
de la delincuencia económica, se pueden distinguir:
- Delincuencia corporativa. Es la producida por las empresas a través de sus directivos para
beneficio de la propia empresa.
- Delincuencia ocupacional. Delitos cometidos por individuos en su interés particular
aprovechándose de su posición en la empresa.
- Corrupción en la Administración Pública. Donde la conducta del empleado público viola las
reglas establecidas o se desvía intencionadamente de los deberes que tiene aprovechando
el cargo para obtener beneficios. Están el soborno, el nepotismo y la malversación.
Continuando con el siguiente epígrafe del tema, se hace referencia a la idea de cómo la
delincuencia puede considerarse un continuum, desde un extremo de frecuencia delictiva a otro
de cero actividad delictiva, donde destaca la Delincuencia No Habitual (D-nH), que es aquella
situada cerca del extremo de ausencia delictiva, entendiendo que por razones singulares y
explicables o por motivaciones puntuales se ha tenido algún contacto con el engranaje delictual.
Este aspecto tiene un problema añadido, ya que el contacto delictual puede ser entendido a su
vez en un continuum: desde suave o nimio, pasando por moderado hasta considerarlo grave.
Por lo tanto, será no habitual en la medida en que o bien tras el acto ha transcurrido o bien antes
del acto ya existía un periodo temporal considerable de ubicación normalizada en las redes
sociales. Además, se han de evaluar las pautas habituales de convivencia y la ubicación social
del sujeto, ya que hay personas que no tienen ningún contacto con el proceso penal, o lo tienen
de forma única; sin embargo, su estilo de vida o su forma de participar en la sociedad está
vinculada a contextos y ámbitos cercanos a la transgresión de la ley. De acuerdo con lo
mencionado, nos encontramos con:

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- Sujetos en edad adulta que pasan por 1ª vez por prisión debido a la comisión de un acto
delictivo achacable a la existencia de problemas sobrevenidos a los cuales no se ha sabido
dar solución.
- Sujetos en edad adulta que entran en prisión por problemas en la juventud, generalmente
por las "compañías". Se entiende que es producto de un momento determinado de la vida
pero que, en la trayectoria posterior, ha respetado las leyes sociales.
- Sujetos adultos que ingresan en prisión por delitos contra las personas a las que agredieron
de forma contundente. Este hecho se explica por la presencia de episodios estimulares que
hicieron "perder el control".
- Personas jóvenes con algún acto delictivo. Donde la cautela es mayor en el análisis y han
de proveerse los medios necesarios para la prevención.
Según esto nos encontramos con características como:
a) Diversidad en cuanto a los tipos de delitos posibles, pero por otro lado,
b) Semejanza en los elementos personales coadyuvantes.
En este sentido, los sujetos delincuentes no habituales generalmente:
− Realizan un acto en la juventud o la adultez temprana y cumplen la pena en la adultez plena.
− No hay extensión conocida de la conducta delictiva.
− La frecuencia es única o muy distanciada.
− La familia de origen y la adquirida no presentan miembros con habitualidad delictiva.
− No pertenecen a la subcultura delincuencial y tampoco son de alto nivel socioeconómico.
En relación con este aspecto, Rutter & Giller estudiaron los cambios en la sociedad y en la
familia que pueden incrementar la facilidad para delinquir y analizaron cómo hay más
oportunidades para delinquir o cómo el desempleo ha podido favorecer el delito, entre otros
aspectos, los cuales han podido favorecer la existencia de delincuentes no habituales.
Siguiendo con los epígrafes del tema, pasamos a conocer la subcultura de la delincuencia,
como un planteamiento de la conducta delictiva como fundamentalmente aprendida concibiendo
la asociación diferencial como una elección hacia un sistema de valores, sea el delictivo o el no
delictivo. Para Sutherland, una persona llega a ser delincuente a consecuencia de una
supremacía de las actividades favorables a la violación de la ley frente a las de respeto a la ley,
siendo este el principio básico de la Asociación Diferencial, la cual señala que el que una
persona llegue a ser delincuente se debe a sus frecuentes contactos con modelos delictivos y
a su aislamiento de modelos no delictivos.
La teoría de la subcultura es de A.K. Cohen, entendiendo por subcultura un sistema social en
el que rigen valores, normas y símbolos propios que suelen coincidir sólo parcialmente con la
cultura superior y dominante y que sin embargo, se diferencian claramente de ella. Así, la
"subcultura delincuente" es "un sistema de valores y creencias que fomentan la comisión de
actos delictivos, confiere rango social sobre la base de tales actos y especifica la clase de
relaciones que se han de mantener con las personas que están fuera del mundo social de los
delincuentes". La mayoría de los autores le atribuyen características como que:
1. Se trata de un grupo que tiene rasgos diferenciales con respecto a la sociedad más amplia.
2. Su sistema de normas y valores tiene cierta autonomía, pero sin deslindarse totalmente de
la cultura dominante.
3. Tiene una organización interna, un sistema de normas que regula las relaciones de los
miembros del grupo unos con otros y con respecto a otros grupos.

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Para Cohen los jóvenes de clase baja son más proclives a cometer delitos, y en este proceso,
la escuela desempeña un papel fundamental para la predicción de niños delincuentes,
radicando el problema en el sistema de valores de la clase baja diferente del de la clase media.
Además, en el sistema escolar imperan los valores impuestos por el grupo normativo a los
cuales no pueden enfrentarse de forma competitiva, ante lo cual el sujeto se muestra con un
problema de adaptación, optando por alternativas como:
1. La solución del "chico del colegio", que abandona su forma de vida para adoptar los valores
de la clase media, aun sabiendo que se quedará rezagado.
2. La solución del "chico de la calle", la más común, consiste en aceptar la pertenencia a la
clase baja y aprovechar las oportunidades legítimas.
3. La solución del "chico delincuente": supone una ruptura con los valores tradicionales de
clase media. Generalmente adolescentes que adoptan la frustración de estatus, que intentan
resolver mediante la delincuencia gratuita, destructiva y negativa. Es la clave explicativa del
surgimiento de las bandas juveniles.
Las teorías subculturales surgen en los años 50 para dar cuenta de los problemas propiciados
por las minorías marginales. Inicialmente circunscrita a la delincuencia juvenil, pero que
generalizó su planteamiento como teoría de la criminalidad aportando 3 ideas fundamentales:
el carácter pluralista y atomizado del orden social, la cobertura normativa de la conducta
desviada y la semejanza estructural, en su génesis, del comportamiento regular y del irregular.
Así, para las teorías subculturales la conducta delictiva no sería producto de la desorganización
o de la ausencia de valores, sino reflejo y expresión de los sistemas subculturales.
Por su parte, en cuanto a otras teorías subculturales que son relevantes, destacan:
A. Teoría de la Oportunidad Diferencial de Richard Cloward y Lloyd Ohlin. Surge de la
frustración de los jóvenes de clase baja en su deseo de mejorar de estatus económico,
donde se sienten dotados para alcanzar un estatus superior, pero se ven imposibilitados por
las limitaciones de su clase de procedencia. Recurren a las diferencias de acceso a los
medios legítimos y distinguen 3 tipos de subcultura: criminal, conflictiva y abstencionista.
B. La teoría del conflicto de la cultura de clase baja de Miller, donde la delincuencia es una
respuesta social a las normas y a los valores de una cultura de clase baja que se transmitiría
de generación en generación; radicando el problema en las actitudes.
C. La teoría de la delincuencia de la clase media de England, para el que la delincuencia es el
resultado de 8 causas: ansiedad, falta de estatus, sentimiento de privación de estatus, fallo
en la gratificación diferida, relaciones padres-hijos inadecuadas, inadecuada ejecución
escolar, influencia de amigos de grupos desviados y ganas de experimentar cosas nuevas.
D. La teoría del control de Hirschi, la delincuencia aparece porque el lazo que une al individuo
con la sociedad se "afloja" o se rompe y entonces el individuo viola la ley. La sociedad debe
proveer un control a través de ese lazo formado por 4 elementos: adhesión, participación,
implicación y creencias y en la medida que éstos funcionan se evita la conducta delictiva.
E. La teoría de la contención de Reckless, donde convertirse en delincuente depende de la
influencia que se ejerza sobre el sujeto: dese el exterior o desde el interior. En este caso, la
conducta delictiva aparecerá si se trata de influencia interna, ya que atribuye al hombre
maldad por naturaleza.

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Finalmente, como último epígrafe del tema se encuentran las tendencias actuales, las cuales
dependiendo de las variables sociales y culturales que han incidido en un sujeto o grupo de
sujetos, hay unas tendencias relacionadas con la delincuencia u otras. En primer lugar, tomando
como ejemplo la delincuencia económica destaca:
1. Economía sumergida. Actividad lícita pero que elude las obligaciones fiscales.
2. Delincuencia ocupacional. Cuando el empleado se aprovecha de la confianza o de la
información que tiene, donde se encuentra: apropiación indebida y malversación de fondos.
3. Delincuencia corporativa, donde aparecen: soborno, falsedad documental, homicidio
imprudente, fraudes a hacienda, maquinaciones para alterar el precio de las cosas.
4. Corrupción en la Administración Pública.
Por otro lado, tomando como referencia la delincuencia organizada, como aquel tipo de
actividad criminal que implica la existencia de grupos con unas reglas de actuación, un propósito
definido y que tiende a transmitir sus normas y valores a los nuevos integrantes de la
organización, existen 2 casos:
a. El terrorismo, cuyos elementos centrales son: el uso o amenaza de usar la violencia, la
motivación política y la creación de una presión psicológica mediante el terror.
b. Las mafias, organizaciones estructuradas de forma jerárquica en cuya cúpula está la
“Comisión” compuesta por representantes de cada una de las familias que la componen.
Se organizan en torno a los “negocios”, donde el único objetivo es obtener dinero,
justificando con ello el matar o pactar con el enemigo.
Siguiendo con los ejemplos, se destaca ahora la delincuencia común, entendida como todas las
demás, donde se hace referencia a tendencias como:
1. Gran porcentaje de sujetos que son arrestados por delitos contra la salud pública.
2. Cada vez hay mayor número de sujetos encausados por prácticas delictivas violentas
relacionadas con la pertenencia a bandas organizadas.
3. Son relevantes los delitos en el ámbito del hogar, la VDG y la violencia doméstica.
4. Destaca el abuso sexual a menores tanto en redes de prostitución como en el hogar.
5. Existencia, aunque no muy representativa en España de asesinos en serie y en masa.
6. Representación de la delincuencia contra el patrimonio, que incluye: robos con violencia e
intimidación, robo con fuerza en las cosas, atraco callejero, hurto, robo y hurto de vehículos,
hurtos en comercios, la estafa y la receptación.
Con esto damos por finalizada la exposición del TEMA 27 de la parte específica de psicología
apartado A), relativa a la relación existente entre las variables sociales y culturales y la
delincuencia destacando el papel de la investigación criminológica, la cual presta especial
atención a la importancia de explicar la conducta delictiva mediante el estudio del conjunto de
factores característicos de los individuos que los hacen diferentes a unos de otros.

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