Nos cuenta la historia de un pastor llamado Giges,
que después de un terremoto y una tormenta,
encontró en un en el fondo de un abismo un
caballo de cobre con un cadáver, el cual poseía un
anillo de oro aparentemente mágico el cual tenía
la característica de volverlo invisible.
Él uso esta habilidad para seducir a las mujeres
más bellas, incluyendo a la reina, con la cual usó su
influencia para convencerla de asesinar al rey en
su intento de apoderarse del reino
Con esto podemos asociar que, con el exceso
de poder en una persona, se puede corromper
fácilmente, si los fines para los que usa aquel
poder son egoístas o con objetivos de beneficio
personal sin importar el daño externo que se
puede provocar. No necesariamente se nace
con un alma corrompida, si no, se crea con el
paso del tiempo y de las circunstancias que
sucedan.
Un grupo de prisioneros se encuentran encadenados desde su
infancia detrás de un muro, dentro de una caverna. Allí, un fuego
ilumina al otro lado del muro, y los prisioneros ven las sombras
proyectadas por objetos que se encuentran sobre este muro, los
cuales son manipulados por otras personas que pasan por detrás.
Este observa la luz del fuego más allá del muro, cuyo resplandor le
ciega y casi le hace volver a la oscuridad. Poco a poco, el hombre
liberado se acostumbra a la luz del fuego y, con cierta dif icultad,
decide avanzar. El hombre, entonces, regresa para compartir esto
con los prisioneros en la caverna, ya que siente que debe ayudarles
a ascender al mundo real.
Cuando regresa a la caverna por los otros prisioneros, el hombre
no puede ver bien, porque se ha acostumbrado a la luz exterior.
Cuando regresa a la caverna por los otros prisioneros, el hombre
no puede ver bien, porque se ha acostumbrado a la luz exterior.
Los prisioneros piensan que el viaje le ha dañado y no desean
acompañarle fuera. Estos prisioneros harían lo posib le por evitar
dicha travesía, l egando a matar incluso a quien se atreviera a
intentar liberarlos.
Los prisioneros son una metáfora de las
personas que están atadas a sus propias
creencias. Las sombras son el mundo real que ve
y que creen es el conocimiento verdadero. Sin
embargo, aquello que observan dentro no es más
que un conocimiento subjetivo.
Cuando uno de los prisioneros se lib era de sus
cadenas y sale de la caverna, se representa su
ascensión al mundo claro, en donde adquiere el
verdadero conocimiento.
Es decir una lib eración moral e intelectual del alma
de las ataduras y limitaciones ofrecidas por el
mundo sensib le. Su ascenso desde el interior de la
caverna es una metáfora de su paso de la
ignorancia al mundo de las ideas. Este paso,
según Platón, se puede realizar con la práctica
del método dialéctico.