En el mito, se describe un grupo de personas que han estado atrapadas en
una cueva oscura durante toda su vida, desde que nacieron. Estas personas están encadenadas de tal manera que solo pueden mirar hacia una pared de la cueva, y detrás de ellas, hay una fuente de luz que proyecta sombras en la pared. Estas sombras son la única realidad que conocen, ya que nunca han visto el mundo exterior ni la fuente de luz. Un día, uno de los prisioneros es liberado y sale de la cueva. Al principio, se siente deslumbrado por la luz del sol y le resulta difícil adaptarse a la realidad fuera de la caverna. Sin embargo, con el tiempo, se acostumbra a la luz y comienza a comprender que las sombras en la pared de la cueva no son la verdadera realidad, sino simples imitaciones o representaciones de objetos reales. El prisionero liberado siente la responsabilidad de regresar a la cueva y liberar a los demás, pero al hacerlo, se encuentra con la incredulidad y la resistencia de los otros prisioneros. No pueden entender sus descripciones de un mundo exterior iluminado por el sol, ya que nunca han experimentado nada más allá de las sombras en la pared de la cueva. En el mito encontramos: El mundo sensible que se encuentra dentro de la caverna misma y se refiere a la realidad percibida a través de los sentidos, que está representada por las sombras en la pared de la cueva. Este mundo sensible es el mundo de la ilusión y la ignorancia, en contraste con el mundo de las Ideas o Formas, que Platón considera como la realidad verdadera y eterna. Alguna de sus características es la dimensión ontológica, donde todo lo que se percibe como si fuera “real” no es más que imagen o un reflejo como por ejemplo el fuego del mito es una representación del sol que hace que aparezcan sombras en la caverna. El mundo inteligible o mundo de las Ideas se encuentra fuera de la caverna, en el exterior, donde la luz del sol brilla. El prisionero que es liberado de la caverna y experimenta la luz del sol representa a aquellos que han alcanzado la comprensión filosófica y han trascendido el mundo sensible de las sombras en la pared de la caverna. Este prisionero representa la figura del filósofo que ha adquirido conocimiento y sabiduría más allá de lo que los sentidos pueden percibir. Para Platón, el mundo de las Ideas o Formas, que es el mundo inteligible, es el reino de la realidad verdadera y eterna, compuesto por las Ideas perfectas e inmutables que son la esencia de las cosas en el mundo sensible. En este mundo de las Ideas, todo es inmutable, perfecto y eterno, en contraposición a la imperfección y la mutabilidad del mundo sensible. El mundo inteligible, por lo tanto, se representa como una realidad superior y trascendente que está más allá de la percepción sensorial y solo puede ser conocida a través del ejercicio de la filosofía y la razón. Alguna de sus características es la dimensión ontológica son todos los objetos que el prisionero que sale de la caverna es capaz de observar; las sombras y los reflejo en el exterior son el mundo real donde los hombres representan a las ideas.