Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
La Constitución Política del Perú o también llamada “Carta Magna” es la ley fundamental sobre la
que se asientan el Derecho, la justicia y las normas de la República del Perú y sobre la base de la
que se organiza el Estado Peruano. El constitucionalismo peruano es el estudio de la constitución
política –la vigente y las anteriores–, sus principios fundamentales, ideales, implicancias e
imperfecciones. La historia del constitucionalismo peruano se remonta a la primera constitución
española y llega hasta la actualidad.
Las Constituciones que ha tenido la República Peruana, desde su establecimiento, han sido doce
en total, si no se toman en cuenta estatutos ni reglamentos provisorios, ni las constituciones de los
Estados Norte y Sur peruanos de la Confederación Perú-Boliviana:
Historia
En esas circunstancias surgió la necesidad de elaborar y aprobar, al igual que se había dado ya
en otras naciones, una constitución que estableciera la forma de organización de Estado que se
iba a dar al Perú. Es en este episodio donde se llevó a cabo el primer debate del recién
convocado Congreso Constituyente.
La posición de San Martín y de algunos precursores como Hipólito Unanue era establecer en el
país una monarquía constitucional. Por otro lado, también la facción republicana tenía muchos
adeptos, siendo esta posición la que finalmente se impuso en el Congreso.
Desde entonces, el Perú ha sido regido por varios textos constitucionales de distintas
orientaciones, cada una de ellas graficó la tendencia política predominante en ese preciso
momento histórico.
Constitución jurada en todas las intendencias del virreinato y aplicada parcialmente por el virrey
José Fernando de Abascal durante los años 1812-1814 y en el periodo de los virreyes Pezuela y
La Serna durante los años 1820-1824.
Durante el periodo de 1812-1814 hubo varios procesos electorales para elegir a los miembros de
los ayuntamientos constitucionales de las principales ciudades del Perú (sin contar la infinidad de
elecciones en los ayuntamientos de los demás pueblos y ciudades). Hubo dos procesos
electorales para elegir a los diputados del Perú ante las Cortes españolas (22 propietarios y 10
suplentes) y para elegir a los miembros de las Diputaciones Provinciales (Diputaciones
Provinciales de Lima y del Cuzco). Del mismo modo, durante la época de su restauración, el año
de 1820, es decir la época conocida como “trienio liberal”, tuvo incidencia en el país, al punto que
se crearía en la Real Universidad de San Marcos una cátedra destinada al estudio de la
Constitución Política de la Monarquía Española. Así, entre los cursos que se dictaban en la
universidad figuraba la cátedra de vísperas de leyes y “de la Constitución Política de la Monarquía
Española”, cátedra que le fue asignada a Manuel de Urquijo, como sustituto del titular Justo
Figuerola, el 15 de enero de 1821. No duraría mucho, sin embargo, dicha cátedra. La
proclamación de la independencia en Lima estaba por hacerse realidad. Tendrían también amplia
difusión las elecciones y, en el caso de los territorios sometidos al dominio español (Cuzco,
Arequipa, Huamanga y Puno), se instalarían Diputaciones Provinciales en cada una de ellas. Por
tanto, la Constitución de Cádiz y sus instituciones fueron la escuela de muchos de los políticos
que forjarían nuestra vida republicana. En ello radica su importancia.
Constitución de 1823
El 3 de agosto de 1821 el libertador José de San Martín asumió el poder político y militar del Perú
con el título de Protector, dando así origen al Estado Peruano, al que dio su primera bandera, su
himno, su moneda, así como su administración primigenia y sus primeras instituciones públicas.
Pero faltaba una Constitución política. Mientras tanto, rigió un Reglamento Provisorio.
El 27 de diciembre del mismo año, San Martín convocó por primera vez a la ciudadanía con el fin
que eligiera libremente un Congreso Constituyente, con la misión de establecer la forma de
gobierno que en adelante regiría al Perú, así como una Constitución Política adecuada.
El Primer Congreso Constituyente del Perú se instaló el 20 de septiembre de 1822; entre sus
miembros se contaban los más destacados miembros del clero, el foro, las letras y las ciencias.
Ante este congreso, San Martín renunció al protectorado y se alistó para abandonar el Perú.
El primer paso fue la elaboración de las «Bases de la Constitución Política», a manos de una
comisión del Congreso, integrada por los diputados Justo Figueroa, Francisco Xavier de Luna
Pizarro, José Joaquín de Olmedo, Manuel Pérez de Tudela e Hipólito Unanue. Estas «bases»
fueron promulgadas por la Junta Gubernativa el 17 de diciembre de 1822; constaban de 24
artículos, que a grandes rasgos, declaraban que todas las provincias del Perú, reunidas en un solo
cuerpo, formaban la nación peruana, que a partir de entonces se denominaría «República
Peruana»; asimismo, establecía que la soberanía residía en la Nación, siendo independiente de la
monarquía española y de cualquier otro tipo de dominación extranjera; su religión sería la católica,
con exclusión de cualquier otra; y en cuanto al Poder Nacional, estaría dividido en tres poderes, el
Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Discutido el texto constitucional, fue aprobado y promulgado por el presidente Torre Tagle, el 12
de noviembre de 1823. Pero un día antes, el mismo Congreso dispuso la suspensión de sus
artículos que fueran incompatibles con las facultades otorgadas al libertador Simón Bolívar, que ya
se hallaba en camino de instaurar la dictadura. En la práctica no estuvo en vigencia mientras duró
el régimen bolivariano.
Esta Constitución, de inspiración liberal, se basaba en la soberanía popular: «La soberanía reside
esencialmente en la nación, y su ejercicio en los magistrados, a quienes ella ha delegado sus
poderes» (Artículo 6). Establecía el sistema republicano de gobierno (desechando así el
monarquismo); la división de los poderes del Estado en Legislativo, Ejecutivo y Judicial; la
elección de las municipalidades; la libertad de comercio y de industria, la inviolabilidad de domicilio
y el derecho a la propiedad, sentando, además, el principio de que nadie nace esclavo en el Perú
y de que todos somos iguales ante la Ley.
Finalizado el régimen bolivariano, la Constitución de 1823 fue restaurada el 11 de junio de 1827
por el Congreso. El vicepresidente de la República Manuel Salazar y Baquíjano, encargado del
Poder Ejecutivo, mandó a cumplirla el 16 de junio del mismo año. Rigió hasta el 18 de marzo de
1828, cuando fue reemplazada por otra Constitución.
Constitución de 1828
La tercera Constitución Política del Perú fue, como su antecesora, de tendencia liberal. Fue
discutida y aprobada por el segundo Congreso General Constituyente del Perú reunido de 4 de
junio de 1827 a 16 de junio de 1828, siendo promulgada el 18 de abril de 1828 por el Presidente
Constitucional de la República, mariscal José de La Mar. Su juramentación pública, fijada para el
día 5 de abril de 1828, fue diferida a raíz de un tremendo terremoto que asoló Lima el 30 de
marzo. La ceremonia se realizó finalmente el 18 de abril, en los cuatro ángulos de la Plaza Mayor,
en la plazuela de la Constitución y en las plazuelas de San Marcelo y San Lázaro.
Esta constitución ha sido considerada la “madre” de las constituciones del Perú, porque sirvió de
modelo a las mismas, hasta muy avanzado el siglo XX. En lo civil puso término a ciertos rezagos
de la vida colonial como los empleos hereditarios, mayorazgos, vinculaciones y privilegios. Se
abolió la tortura y las penas infamantes y solo hubo pena de muerte en los casos de homicidio
calificado. En lo político estableció la elección indirecta del presidente y el vicepresidente, para un
período de cuatro años, inmediatamente renovable; cámaras de senadores y diputados, cuya
renovación se efectuaría cada dos años por tercios y mitades, respectivamente; creación de un
Consejo de Estado, al cual se encargaba la misión de observar y asesorar al poder ejecutivo;
creación de las Juntas Departamentales, como medio de satisfacer y atenuar las tendencias
federalistas. Pero especialmente debe resaltarse que esa Constitución autorizó al Presidente de la
República suspender las garantías constitucionales e investirse de facultades extraordinarias, por
un tiempo determinado y con cargo de informar al Congreso acerca de las medidas adoptadas
durante el ejercicio de dichas facultades. Finalmente, ofreció el fomento de las industrias y la
educación, la realización de estadísticas, la civilización de los indígenas y el apoyo a la
inmigración, entre otras buenas intenciones que poco o nada se materializaron.
2. Constitución de 1826
Esta segunda constitución fue conocida como “La vitalicia”, fue desarrollada a medida de
Simón Bolívar. Esta tuvo tres modelos de cámaras y por lo que no fue exitosa y duro por
poco tiempo.
3. Constitución de 1828
Conocida como “La madre de todas las constituciones” esta fue desarrollada cuando ya no
existían fuerzas extranjeras en el país, fue la mas aceptada por el equilibrio que ofrecía a
las dos tendencias constitucionales: El convencionalismo de los contribuyentes y el
Cesarismo de los libertadores. Fue la primera que propuso una revisión de la misma cada
cinco años.
4. Constitución de 1834
Era similar a la constitución de 1828, variando artículos que evitaban intenciones de
Andrés de Santa Cruz por convertir al Perú en una confederación junto a Bolivia.
5. Constitución de 1839
Esta constitución fue realizada a partir de la convocatoria de Agustín Gamarra proponiendo
un cambio de constitución a una conservadora y en cierta parte autoritaria.
Conservadora porque creían que el Liberalismo era el responsable de los problemas que
afrontaba el país. Y autoritaria por que reducía el poder de las autoridades locales,
incrementaba el poder al ejecutivo y disminuía los derechos individuales.
6. Constitución de 1856
Esta fue promulgada por Ramon Castilla, siendo mas liberal. Es recordada por su
reconocimiento de la inviolabilidad de la vida humana, lo que terminó aboliendo la pena de
muerte.
Pero también era antimilitarista y descentralista, lo que trajo más guerras civiles y más
conflictos internos. Era necesario encontrar un punto medio, era el llamado de la población
peruana de entonces.
7. Constitución de 1860
Es la constitución que tubo mas tiempo de durabilidad (segunda década del siglo XX), mas
moderada en comparación a las anteriores la que trajo equilibrio a las fuerzas políticas del
Perú.
Entre sus grandes aportes se encuentran la libertad de industria, la edad mínima para ser
diputado (25) o senador (30), así como el establecer que el presidente no podría ser
acusado de delitos durante su período presidencial. A excepción de la traición, haber
atentado contra la forma de gobierno o disolver el Congreso.
8. Constitución de 1867
Su similitud con la polémica constitución del 1856, aunque intensificada, trajo grandes
revoluciones que Prado, presidente autoritario, no pudo resolver. Lo que significó su salida
y el retornó a lo que regía en 1860.
9. Constitución de 1920
La constitución de la Patria Nueva, por las intenciones de Leguía de dejar de lado a un
siglo estrepitoso y conflictivo. Y su búsqueda por dejar una marca en la historia, al
encontrarse cerca de las celebraciones del primer siglo de la Independencia.
La crisis económica que afrontaba el mundo afecto al país lo cual promovió la renuncia del
entonces presidente Leguía lo que conllevo a convocar un nuevo congreso y con ello una
nueva constitución.
Desde el año 1823 hasta nuestro bicentenario, hemos tenido 12 constituciones. Nuestra primera
Constitución tuvo un marcado rasgo ideológico producto de la revolución, eliminó la esclavitud y el
comercio de negros, y otorgó ciudadanía a los peruanos mayores de 25 años que sepan leer y
escribir. Esta Constitución fue muy breve, pero puso al Poder Legislativo como el legítimo
representante de la soberanía popular por encima de todo.
Pero no fue sino hasta la Constitución de 1828, a decir de Pareja Paz-Soldán, en donde se fijaron
las bases que vendrían a regir las posteriores constituciones con un sistema presidencialista, un
Legislativo bicameral, y un acentuando liberalismo extremo de la época. Sin embargo, esta
Constitución no duró mucho pues en su mismo texto se había establecido su revisión luego de 5
años, dando origen a la Constitución de 1834.
Y así, las constituciones fueron sucediéndose en breves términos debido a la anarquía en la que
vivía el país, las tendencias ideológicas y doctrinarias propias de la época, un nacionalismo muy
fuerte, un centralismo marcado, la falta de una clase política unificada, una creciente oposición
entre conservadores y liberales, la expansión en el reconocimiento de derechos fundamentales,
sobre todo los de corte social; el olvido de las minorías, un talante autoritario de los gobernantes,
los golpes de Estado y la transición de las dictaduras militares a una democracia insipiente, los
cuales marcaron el momento constituyente y el destino constitucional de nuestro país. Pareciera
entonces que, desde nuestra independencia, la Constitución fuera la responsable de nuestros
males, y cambiar el destino de nuestra vida republicana, así como resolver los problemas, pasaría
por un simple cambio constitucional. Lo dudo seriamente.
La Constitución de 1979, daba fin a un régimen dictatorial, mientras la de 1993 fue una entrada a
un régimen que se convirtió en autoritario, pero, a su vez, creaba la Defensoría del Pueblo y
renombraba el Tribunal Constitucional. En resumen, ninguna Constitución pudo haber tenido el
momento constituyente oportuno y apropiado; el momento constituyente se dio por las situaciones
críticas en las que el país se encontraba o debido a un riesgo de su soberanía, o la necesidad de
un cambio en su régimen económico, social y político. El momento constituyente siempre será
oportuno o totalmente inoportuno dependiendo del lado en el que uno se encuentra, y cómo lo
quiere entender.
El órgano Ejecutivo: referida al Presidente de la Republica como jefe máximo del estado.
Recordó que la actual Constitución fue elaborada por una Constituyente dominada por el
fujimorismo, sin la presencia de la oposición, debido a que fue producto del autogolpe de estado
del 5 de abril de 1993, con el cierre del Congreso y se intervino con el Poder Judicial.