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CAPÍTULO II

MARCO TEORICO
CAPÍTULO II

MARCO TEÓRICO

1.- ANTECEDENTES DE LA INVESTIGACION

Debido al carácter innovador de la presente investigación, y luego de una

ardua búsqueda entre las diversas tesis consultadas, se pudo constatar que

no existe hasta los momentos, antecedente alguno en los enfoques

planteados, a nivel regional, nacional e internacional. Por tal razón, el

presente trabajo especial de grado marca un punto importante de partida

para futuras investigaciones en materia de la figura de la declaración de

ausencia y presunción de muerte.

2.-FUNDAMENTACIÓN LEGAL-DOCTRINAL-JURISPRUDENCIAL

A continuación se presentarán en base a los objetivos específicos de la

investigación, una serie de definiciones que conformaran los fundamentos

teóricos que ayudarán a desarrollar con facilidad la presente investigación.

Esta sección se enmarca en los fundamentos de índole legal, doctrinal y

jurisprudencial, atinente al derecho internacional relacionado con la figura de

la declaración de ausencia y presunción de muerte.

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2.1 DECLARACIÓN DE AUSENCIA

La incertidumbre sobre la existencia humana genera una situación jurídica

particular, que si bien no es tan común como la muerte, es perfectamente

posible. Los supuestos derivados de siniestros, son más frecuentes de lo que

tradicionalmente se piensa, pues aun cuando modernamente han aumentado

progresiva y sustancialmente las formas de comunicación, la existencia de

éstas no constituye elemento suficiente para sostener que quien desaparece

y no se comunica con sus allegados ha fallecido.

Por lo tanto, de allí nace la necesidad de atender el status legal del ser

humano que desaparece de su sede jurídica y del cual no se tienen noticias.

En consecuencia, el ordenamiento jurídico debe proveer de soluciones o

mitigar tal situación, surge así la figura de la ausencia en todas sus fases,

siendo una de ellas (declaración de ausencia), la primera categoría a

desarrollar.

Cabe destacar que al no existir la prueba efectiva que una persona ha

muerto, ha de seguirse un procedimiento especial con objeto de llegar a un

estado que, si bien no se asimila en Derecho a la muerte, comparte algunos

de sus efectos. Por medio de esta categoría se pretende adentrar en el

estudio de la figura de la declaración de ausencia, particularmente en lo

atinente al “procedimiento judicial” pautado en la legislación venezolana en

comparación con lo que establece la legislación mexicana.


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Asimismo, Marín (1983, p. 95) plantea que:

La ausencia se traduce en la falta de presencia, cuando esta última haya


de tener alguna significación jurídica. La misma se origina porque la
desaparición va acompañada por el transcurso del tiempo y la falta de
noticias o bien porque la desaparición de la persona va unida a una
circunstancia de peligro. Así pues, tres elementos acompañan al instituto
bajo estudio: la desaparición del individuo de la sede jurídica, la
incomunicación derivada del transcurso del tiempo y la falta de noticias, lo
cual deviene en la incertidumbre sobre la existencia del individuo.

Colin y Capitant (2002, p. 886), en efecto, afirman que ausente es el

individuo que ha cesado de estar en el lugar de su domicilio o de su

residencia y cuya existencia no es conocida. Ausente es aquella persona

cuyo paradero se ignora y sobre cuya existencia reina incertidumbre. El

ausente es la persona cuya existencia no es posible establecer por ningún

hecho y cuya muerte no puede ser probada.

Según Gorrondona (1998, p.321):

La ausencia es la condición de la persona física cuya existencia es


incierta debido a determinados hechos señalados por la ley. Es característica
de la ausencia la duda acerca de si la persona existe todavía o ha muerto ya;
pero no basta cualquier duda sino, que es necesario que la duda resulte de
los hechos determinados por la ley.

De igual manera, De Pina (1984, p. 219), conceptualiza la ausencia como:

“Hecho jurídico que consiste en la incertidumbre de existencia y paradero,

basada en el transcurso del tiempo y en la falta de noticias y confirmada por

una resolución judicial”.

Por otra parte, el Código Civil de Venezuela (1982) tiene regulada la

figura de la declaración de ausencia a partir de su Título XII “De los no


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presentes y de los ausentes”, Capítulo II “De los ausentes”; en el artículo 418

establece: “La persona que haya desaparecido de su último domicilio o de su

última residencia, y de quien no se tengan noticias, se presume ausente”.

Ahora bien, en la legislación Mexicana la figura de la declaración de

ausencia se encuentra contemplada en el Código Civil Federal (antes Código

Civil para el distrito y territorios federales en materia común y para toda la

República en materia federal), en el Libro Primero De las Personas, Título

Undécimo, Capítulo I, el articulo 648 reza: “El que se hubiere ausentado del

lugar de su residencia ordinaria y tuviere apoderado constituido antes o

después de su partida, se tendrá como presente para todos los efectos

civiles, y sus negocios se podrán tratar con el apoderado hasta donde

alcance el poder”.

Los investigadores señalan que, la ausencia es la “situación” de la

persona natural de cuya existencia se duda, en razón de haber desaparecido

de su sede jurídica y de no tenerse noticias de ella. Esto significa que se

desconoce si la persona está viva o muerta, y, a falta de certeza o ante tal

incertidumbre, los interesados pueden instar el procedimiento judicial

correspondiente. Se trata de un status jurídico particular que, al margen de

las consideraciones sobre su naturaleza, permite a los terceros interesados

acceder a los bienes y derechos del ausente, mediante el respectivo

procedimiento de ley (declaración de ausencia).

Ahora bien, la declaración de ausencia es la decisión o sentencia que

dicta el juez, sobre el estado o condición de la persona ausente, persigue


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evitar el diferimiento por tiempo indefinido de los derechos a que da

nacimiento la muerte del desaparecido y autoriza la ejecución de esos

derechos de manera provisoria.

2.1.1 ELEMENTOS QUE DEFINEN LA DECLARACIÓN DE AUSENCIA EN


LA LEGISLACIÓN VENEZOLANA Y LA LEGISLACIÓN MEXICANA

Siendo la declaración de ausencia la segunda etapa dentro de la

Institución de la Ausencia; ésta se presenta cuando además de producirse la

desaparición de la persona sin tenerse noticias de ella, concurren otras

circunstancias o elementos que a continuación se estudiaran, por lo complejo

del procedimiento en la legislación venezolana y en la legislación mexicana:

2.1.1.1 NATURALEZA JURÍDICA

De acuerdo con La Roche (1982, p. 305), la situación de declaración de

ausencia o ausencia legal es consecuencia de ciertas condiciones que

afectan al sujeto, los efectos de la misma no pueden materializarse hasta

tanto no se produzca la declaratoria de ausencia, cumplido como sea el

procedimiento pautado por la respectiva ley civil; la ausencia del sujeto no

constituye estado civil, ni afecta, ni modifica su capacidad, incide en las

relaciones de la persona produciendo “una desconexión entre él y el círculo

jurídico en el que antes de desenvolvía”.


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Conforme a lo antes expuesto, los investigadores sostienen que la

naturaleza jurídica de la declaración de ausencia es un hecho con influencia

sobre la situación jurídica, a su vez, la necesidad de una institución supletoria

que se encargue del cumplimiento de los deberes y el ejercicio de

los derechos del ausente, aunque por los momentos no exista unanimidad

doctrinal al respecto.

2.1.1.2 CARACTERÍSTICAS

De acuerdo con Marín (1983, p. 95), Colin y Capitant (2002, p. 886),

Gorrondona (1998, p.321), De Pina (1984, p. 219), y según la normativa

establecida con respecto a la regulación de la figura de la declaración de

ausencia en el Código Civil de Venezuela y el Código Civil Federal de

México, los investigadores extraen de manera general el carácter esencial de

la figura de la declaración de ausencia, pues no existe doctrina que describa

de manera específica las características de la figura en estudio; la

declaración de ausencia tiene como característica principal resolver la

situación de incertidumbre que se expresa en los distintos grados o etapas,

conforme avanza el tiempo del abandono de domicilio.

Cabe destacar, la anterior existencia del denominado sistema francés o

sistema latino que surge con el Código francés, promulgado en 1804, el cual

resultó complicado y con los plazos excesivamente largos, por lo que no

llega nunca a la declaración de muerte del ausente, ni conoce distinción


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entre ausente y desaparecidos en una circunstancia de riesgo; en él se logra

evidenciar un antecedente de las principales características de la declaración

de ausencia, basadas en los tres periodos de la ausencia.

2.1.1.3 PROCEDIMIENTO

El Código Civil de Venezuela (1982) establece el procedimiento para la

declaración de ausencia a partir del artículo 418 hasta el 433, a continuación

se analizarán de manera breve y concreta los artículos más importantes

referentes al procedimiento para la declaración de ausencia.

En el artículo 422 del Código Civil (1982) se establece que, acreditados

los hechos que expresa el artículo 421 (después de dos años o tres si dejó

mandatario para la administración de sus bienes), el Juzgado ordenará que

se emplace a la persona de cuya ausencia se trata para que comparezca o

dé aviso, en forma auténtica, de su existencia, en el lapso de tres meses.

Este emplazamiento se hará por medio de publicación en un periódico,

repetida cada quince días durante el lapso de comparecencia.

Por su parte el artículo 423 eiusdem, señala que si habiendo transcurrido

el lapso de la citación, no comparece el ausente ni su apoderado, ni da aviso

en forma auténtica de su existencia, el Juzgado le nombrará un defensor con

quien se seguirá juicio ordinario sobre la declaración de ausencia.

De igual forma el artículo 424 eiusdem reza que cualquiera que sea el

estado del juicio, se le declarará terminado al comparecer el citado o si se


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llegare a obtener en forma auténtica noticia de su existencia, y la sentencia

que cause ejecutoria deberá ser publicada en un periódico.

Como complemento a los artículos antes mencionados, cabe destacar

que, la continuación del proceso judicial de ausencia, el cual, según indica el

artículo 423 del Código Civil (1982), continuará por los trámites del

procedimiento ordinario, es decir, que esta última fase del proceso se

sustanciará en las normas previstas en el Código de Procedimiento Civil

(1987), las cuales se encuentran establecidas desde el artículo 338 al 343.

Siguiendo el orden de ideas, el artículo 338 del Código de Procedimiento

Civil (1987), regula lo que se refiere al procedimiento ordinario, donde se

ventilaran las controversias que se susciten entre partes en reclamación de

algún derecho, si no existiere un procedimiento especial.

Posteriormente, se encuentra el artículo 339 eiusdem, que contempla el

inicio del procedimiento ordinario, que el mismo comenzará por demanda,

que deberá ser propuesta por escrito en cualquier día y hora, ante el

Secretario del Tribunal o ante el Juez.

De igual manera, el artículo 340 eiusdem, señala los requisitos que debe

contener el libelo de la demanda, como por ejemplo: la indicación del

Tribunal, la descripción del demandante y del demandado y el carácter que

tiene, si se tratase de una persona jurídica, la razón social y los datos

relativos a su registro, el objeto de la pretensión, la relación de los hechos y

los fundamentos de derecho, los instrumentos en que se fundamente la

pretensión, la especificación si se demandare daños y perjuicios, descripción


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del mandatario y la consignación del poder, la sede o dirección del

demandante.

Cabe señalar que, dada tal incertidumbre, se suele oficiar a una cantidad

de entes, que puedan dar cuenta del destino o movimiento de la persona,

tales como el Consejo Nacional Electoral, Servicio Administrativo de

Identificación, Migración y Extranjería (movimiento migratorio), Cuerpo de

Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, entre otras; a los fines

de descartar que se tenga noticias de su existencia. Se aprecia también la

posibilidad de la prueba testimonial.

Por otra parte, por tratarse de un procedimiento que no opera de oficio, y

marcado en esta fase por el interés de los terceros, éstos deben promover la

respectiva prueba de informes (artículo 433 del Código de Procedimiento

Civil) o testimonial (artículo 431, 477 y siguientes eiusdem), en la fase

probatoria correspondiente.

La sentencia definitiva que declara la ausencia, como es natural, debe

reunir las formalidades de ley referidas en el artículo 243 del Código de

Procedimiento Civil (1987).

De igual manera, el Código Civil Federal de 2013, (antes: Código Civil

para el distrito y territorios federales en materia común y para toda la

República en materia federal) contempla el procedimiento a partir del artículo

669 hasta el 717.


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Ahora bien, el artículo 669 del Código Civil Federal (2013) señala que, al

haber transcurrido dos años desde el día en que haya sido nombrado el

representante, se tendrá acción para pedir la declaración de ausencia.

De igual forma el artículo 670 del mismo Código Civil Federal (2013),

indica la excepción a lo destacado anteriormente, pues en caso de que el

ausente haya dejado o nombrado apoderado para la administración de sus

bienes, no podrá pedirse la declaración de ausencia sino pasados tres años,

que comenzaran a correr desde la desaparición del ausente, si en este

periodo no se tuvieren ningunas noticias suyas, o desde la fecha en que se

hayan tenido las ultimas.

Asimismo, los artículos 674 y 675 del Código Civil Federal (2013) señalan

el procedimiento que se sigue luego que es aprobada por el juez, se procede

a publicar durante tres meses unos edictos, con intervalos de quince días, en

el periódico oficial que corresponda, y en los principales del último domicilio

del ausente, y se deberá remitir a los cónsules.

Finalmente, el artículo 675 eiusdem estipula que, pasados cuatro meses

desde la fecha de la última publicación, si no hubiere noticias del ausente ni

oposición de algún interesado, el juez declarará en forma la ausencia, y esta

según lo señala el artículo 677 se deberá publicar tres veces en los

periódicos mencionados con intervalo de quince días, remitiéndose también

a los cónsules. Ambas publicaciones se repetirán cada dos años, hasta que

se declare la presunción de muerte.


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Como se ha podido observar, ambas legislaciones contienen múltiples

semejanzas y diferencia en cuanto al procedimiento de la declaración de

ausencia; El Código Civil (1982) venezolano regula el régimen “ordinario” o

procedimiento de ausencia en tres etapas: la presunción de ausencia, la

declaración de ausencia y la presunción de muerte. Cualquiera de las fases o

etapas indicadas, culmina con la prueba de la existencia de la persona o de

su muerte.

El Juzgador debe ordenar el emplazamiento o citación del ausente, lo que

evidencia una publicidad para lograr el conocimiento del ausente por sí

mismo o por medio de terceros Si con posterioridad a dicho lapso de

emplazamiento el ausente no se ha hecho presente en el juicio, debe

nombrársele un defensor. De manera que esta última tramitación se

sustanciará de conformidad con las normas previstas al efecto en el Código

de Procedimiento Civil (1987), artículos 338 y siguientes.

Asimismo, luego de la contestación de la demanda se abrirá el

correspondiente lapso ordinario de promoción y subsiguiente evacuación de

pruebas, informes y sentencia. Las diligencias indicadas tienen doble

propósito: llevar al ánimo del Juez que existen el estado de ausencia y hacer

llegar tal noticia al desaparecido.

De la misma manera, en México existen diferentes períodos del estado de

ausencia; el de ausencia llamada provisoria, que es la manifestación que se

tiene de que una persona ha desaparecido sin dejar representante y que


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impone la necesidad de adoptar determinadas medidas provisionales; el de

declaración de ausencia y el de presunción de muerte.

El Código Civil Federal (2013) señala las medidas provisionales que se

adoptarán en caso de ausencia, empezando con el nombramiento de un

depositario de los bienes del ausente, así una vez transcurridos no menos de

tres meses se procederá a tomar las medidas necesarias para el

aseguramiento de los mismos. En el plazo que se otorga no menor de tres

meses, se debe proceder a la búsqueda del ausente. Una vez que se han

agotado estas medidas provisionales, se procede a la declaración de

ausencia, la cual se puede pedir pasados dos años, contados a partir del día

en que haya sido nombrado el representante del ausente.

2.1.1.4 EFECTOS

Según Gorrondona (1998, p. 325), en concordancia con el Código Civil de

Venezuela (1982) articulo 426 al 433, los efectos de la declaración de

ausencia son los siguientes:

 Ejecutoriada la sentencia que declare la ausencia, el Tribunal, a

solicitud de cualquier interesado ordenará la apertura de los actos de

última voluntad del ausente.

 Los herederos del ausente, si éste hubiese muerto el día de las

últimas noticias de su existencia, o los herederos de aquéllos, pueden

pedir al Juez la posesión provisional de los bienes del ausente.


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 Declarada la ausencia, quienes tengan derecho sobre los bienes del

ausente que dependan de su muerte, pueden pedir,

contradictoriamente con los herederos, el ejercicio provisional de esos

derechos. No se les pondrá en dicho ejercicio sino dando caución por

una cantidad que fijará el Juez o mediante cualquiera otras pre-

cauciones si no se pudiere prestar la caución.

 Aunque no lo diga expresamente la ley, los deudores cuya liberación

depende de la muerte del causante (por ejemplo: el obligado a pagarle

vitaliciamente una suma), por analogía, pueden pedir al Juez que

declare su liberación provisional, previa caución u otra precaución que

la supla si no pueden prestarla.

 La declaración de ausencia disuelve la comunidad de los bienes en el

matrimonio si bien el matrimonio mismo subsiste.

 El cónyuge del ausente, además de lo que le corresponde por los

convenios de matrimonio y por sucesión, puede en caso necesario,

obtener una pensión alimenticia, que se determinará por la condición

de la familia y la cuantía del patrimonio del ausente.

De la misma manera, Gorrondona, expone que: los efectos de la

declaración de ausencia pueden cesar de forma absoluta, es decir, “erga

omnes”, o en forma relativa, lo que es lo mismo, respecto de determinadas

personas.
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Ahora bien, la cesación absoluta ocurre en dos casos: Si durante la

posesión provisional vuelve el ausente o se prueba su existencia, cesan los

efectos de la declaración de ausencia, salvo, si hay lugar, las garantías de

conservación y administración del patrimonio constituidas conforme a las

exigencias de la ley; si durante la posesión provisional se descubre de una

manera cierta la época de la muerte del ausente, se abre la sucesión en

favor de los que en esa época eran sus herederos; y si fueren otros los que

han gozado de los bienes, están obligados a restituirlos con las rentas en la

proporción en que respecto de estos corresponda.

Por otra parte, la cesación relativa sólo está prevista expresamente por la

ley en orden a la posesión provisional de los bienes, aunque la respectiva

norma se aplica “mutatis mutandis” a los otro efectos de la declaración de

ausencia.

En otras palabras, los investigadores señalan que los efectos de la

declaración de ausencia se resumen en: apertura de los actos de última

voluntad del ausente, la posesión provisional de los bienes del ausente por

parte de sus herederos o de los herederos de estos, el ejercicio provisional

de los derechos sobre los bienes del ausente, la liberación provisional de las

obligaciones que dependan de la muerte del ausente, la disolución de la

comunidad conyugal, no obstante subsistir el vínculo matrimonial, posibilidad

de obtener pensión alimenticia en caso necesario por parte del cónyuge del

ausente, revocatoria de los poderes o mandatos otorgados por el ausente,


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tiene lugar la sucesión procesal en los herederos del ausente y se excluye

del ejercicio de la patria potestad.

Esta etapa de declaración de ausencia cesa con la prueba de la

existencia del ausente, por la prueba de la muerte de éste o por la sentencia

de presunción de muerte.

Aun cuando, en la legislación mexicana es más extenso el contenido en

su normativa referente a los efectos de la declaración de ausencia, para los

investigadores los efectos más importantes son: en primer lugar, si hay

testamento, se abre y los herederos entran en posesión provisional de los

bienes; y en segundo lugar si no hay herederos, el representante nombrado

continúa en posesión de los mismos, o se nombra a uno nuevo.

Igualmente, para la legislación mexicana la presunción de muerte es

considerada el período culminante de la ausencia y dentro del que se

producen los máximos efectos de está. Transcurridos seis años, desde la

declaración de ausencia, el juez, a petición de parte, declara la presunción

de muerte.

2.1.1.5 REQUISITOS

Tomando en cuenta la doctrina investigada, de los autores Marín (1983, p.

95), La Roche (1982, p. 305), Gorrondona (1998, p. 321), De Pina (1984, p.

219), los investigadores, en concordancia con ambas legislaciones, tanto la

venezolana como la mexicana, llegan a la conclusión que los requisitos son


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muy parecidos en los dos casos, y que los principales requisitos para la

declaración de ausencia son:

 Presupone que hayan transcurrido dos años de ausencia presunta, si

el causante no dejó mandatario para la administración de bienes.

 Tres años, si dejó mandatario, la diferencia del plazo entre uno y otro

se debe a que el hecho de dejar esa clase de mandatario, constituye

un indicio de que el propio interesado previo su alejamiento

prolongado y de que por ende, es menos probable que el mismo se

deba a su muerte.

 No es necesario que el apoderado esté facultado para administrar

todos los negocios del ausente, siendo suficiente que pueda

administrar los más importantes de ellos (este requisito si se presenta

sólo en la legislación venezolana).

 En la legislación mexicana exigen que se produzca la Declaración

Judicial de ausencia.

2.2 PRESUNCIÓN DE MUERTE

La presente etapa se denomina “muerte presunta” o “presunción de

muerte”; se traduce en la fase final del régimen de la ausencia. Su

denominación tiene lugar en razón al transcurso del tiempo y a las

circunstancias que llevan al Legislador a “presumir”, pero no a asimilar, la


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muerte del ausente, en este sentido se reduce notablemente las

posibilidades efectivas que el ausente regrese o aparezca.

Cabe señalar que, la presunción de la que se habla es iuris tantum, pues,

como se ha indicado anteriormente, en cualquiera de las etapas del

procedimiento, incluyendo en la etapa de la presunción de muerte, se podrá

probar o acreditar la prueba en contrario, para comprobar la existencia o la

muerte del ausente, siendo tal circunstancia una forma de culminación del

procedimiento.

Según Gorrondona (1998, p.328), en concordancia con el Código Civil

(1982) de Venezuela en el artículo 434, si la ausencia ha continuado por

espacio de diez años desde que fue declarada, o si han transcurrido cien

años desde el nacimiento del ausente, el juez, a petición de cualquier

interesado, declarará la presunción de muerte y junto con ella acordará la

posesión definitiva de los bienes y la cesación de las garantías que se hayan

impuesto, esta determinación será publicada por la prensa.

Sumado a lo expuesto, se debe señalar que existe también dentro de esta

etapa o figura, la presunción de muerte por accidente, que según

Gorrondona (1998, p. 330), en concordancia con el Código Civil de

Venezuela (1982) en su artículo 438, sólo procederá cuando concurran dos

circunstancias: que una persona se encontrase en naufragio, terremoto u

otro siniestro semejante, en tal caso deben probarse el siniestro y la

presencia de la persona en él; y que a raíz del siniestro no se hayan tenido

noticias de la persona.
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Por su parte, en la legislación mexicana de igual manera se encuentra la

presunción de muerte, y el Código Civil Federal (2013) enmarca esta etapa

en el artículo 705, el cual establece los lapsos pertinentes, que vendrían

siendo la diferencia más relevante con respecto a la legislación venezolana;

en este caso transcurrido seis años desde la declaración de ausencia, el

juez, a instancia de parte interesada, declarara la presunción de muerte.

Asimismo, en la legislación mexicana, lo que se conoce como presunción

de muerte por accidente en la legislación venezolana, en esta se encuentra

dentro de la misma presunción de muerte, que sería una variante de la

misma, y se da igual cuando los individuos hayan desaparecido en una

guerra, o por encontrarse a bordo de un buque que naufrague, o al

verificarse una inundación u otro siniestro semejante, o cuando la

desaparición sea consecuencia de incendio, explosión, terremoto o

catástrofe aérea o ferroviaria.

Para los investigadores la presunción de muerte es la situación jurídica,

creada por medio de una resolución judicial, en virtud de la cual se califica a

una persona ausente como muerta, en ella se expresa la fecha a partir de la

cual se considera ocurrida la muerte de la persona y se abre la sucesión.

2.2.1 ELEMENTOS QUE DEFINEN LA PRESUNCIÓN DE MUERTE EN LA


LEGISLACIÓN VENEZOLANA Y LA LEGISLACIÓN MEXICANA

La presente etapa es la tercera y última del régimen ordinario de la

ausencia, y en ella se acentúa la incertidumbre o, más precisamente, se


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dificulta la posibilidad de que el ausente regrese. Para el estudio y mejor

compresión de esta etapa se desarrollarán a continuación los elementos

esenciales y característicos establecidos en la legislación venezolana y

mexicana.

2.2.1.1 NATURALEZA JURÍDICA

Para Corral (2000, p. 233), la auténtica naturaleza jurídica de la

presunción de muerte se revela cuando la conceptualizamos como figura

cuyo efecto constitutivo es el de crear una situación declarativa: la prueba

oficial del hecho jurídico que es la muerte.

Ahora bien, los investigadores opinan que con la explicación antes expuesta

se encuentran dos posiciones que parecen inconciliables, por un lado, que la

presunción de muerte produce todos los efectos propios de la muerte, y por

otro que la eficacia se desencadena de un modo diverso (instantánea en la

muerte comprobada, y progresiva y gradual en la muerte presunta). Así,

siendo la presunción de muerte un sustituto de la prueba legal de la muerte,

resulta lógico que de ella se deriven las mismas consecuencias jurídicas de

la muerte.

2.2.1.2 CARACTERÍSTICAS

De acuerdo con Gorrondona (1998, p. 328), Corral (2000, p. 233), y según

la normativa establecida con respecto a la regulación de la figura de la


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presunción de muerte en el Código Civil de Venezuela (1982) y el Código

Civil Federal de México (2013), los investigadores extraen las principales

características de la figura de la presunción de muerte, pues no existe

doctrina que las contenga de manera específica.

Por lo tanto, la presunción de muerte tiene valor constitutivo, pues crea

una situación jurídica nueva con incidencia para la familia, la sucesión del

declarado presuntamente muerto, produce efectos erga omnes, tiene

naturaleza presuntiva y efectos muy próximos a los de la muerte.

2.2.1.3 PROCEDIMIENTO

Para la Ley venezolana no existe procedimiento especial en esta fase, a

diferencia de la declaración de ausencia, pero se indica que el Juez debe

constatar la procedencia de las circunstancias que permiten la presunción de

muerte; además de comprobar los presupuestos necesarios.

De igual manera, el juez deberá mandar a instruir las pruebas que crea

conducentes. De allí que el Juzgador tienda a comprobar el cumplimiento de

los presupuestos necesarios a través de diversos elementos probatorios a

los fines de declarar con lugar la presunción de muerte.

Sin embargo, los investigadores, basándose en el Código Civil de

Venezuela (1982), a partir de su artículo 434 al 440; dejan en claro que dicho

procedimiento comienza a partir de haberse transcurrido diez años de forma

continua de la declaración de ausencia o si han transcurrido cien años desde


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el nacimiento del ausente, el Juez, a petición de cualquier interesado,

declarará la presunción de muerte del ausente y acordará la posesión

definitiva de los bienes y la cesación de las garantías que se hayan

impuesto, esta determinación deberá ser publicada por un medio impreso.

Cabe destacar que, una vez decretada la posesión definitiva, se podrá

proceder a la partición y a disponer libremente de los bienes, pero si después

de la toma de posesión definitiva volviere el ausente o se probare su

existencia, recobrará los bienes en el estado en que se encuentren, y tendrá

derecho a reclamar el precio de los que hayan sido enajenados, si aún se

debiere, o los bienes provenientes del empleo de este precio.

De igual forma, cabe destacar que la ley venezolana no indica cual será el

Tribunal competente para la declaración de presunción de muerte, pero es

natural que sea el mismo competente para conocer de la declaración de

ausencia, esto es, el mismo Juzgado ante el que se ventiló la “declaración de

ausencia”. De allí que se afirme que no hay necesidad de tramitar un nuevo

juicio sino, que la presunción será declarada por el Juez previa constatación

de los extremos que la hacen procedente.

Aunque la norma se refiera al Juez de Primera Instancia Civil, con vista a

la Resolución dictada por el Tribunal Supremo de Justicia en Gaceta Oficial

N° 39.152, de fecha 18 de Marzo de 2009, valdría referirse actualmente a los

Juzgados de Municipio que atribuye a éstos los asuntos de jurisdicción

voluntaria, dada la naturaleza no contenciosa que le ha reconocido la


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doctrina al procedimiento de presunción de muerte por accidente, en función

a la norma indicada

Finalmente, en cuanto a la decisión que dicta la presunción de muerte,

que “esta determinación se publicará por imprenta”. La norma prevé la

necesaria publicidad de la sentencia que establezca la presunción de muerte,

siendo suficiente una sola publicación a los fines de la debida divulgación,

además que la presunción puede desaparecer ante la prueba en contrario,

puesto que el ausente puede estar vivo, como lo prevé la ley; esta

publicación se hace también con el objetivo de que puedan ser reclamados

sus efectos, esta decisión como las dictadas en otras fases, debe ser

registrada.

De otro modo, la presunción de muerte por accidente en la legislación

venezolana comienza con la solicitud dirigida al Juez competente, dicha

solicitud será realizada a petición de cualquier presunto heredero ab-intestato

o testamentario, o de quienquiera que tenga acciones eventuales que

dependan de la muerte de aquella persona, previa la comprobación de los

hechos. La solicitud será publicada en prensa por tres meses, con intervalos

de quince días por lo menos, pasado dicho periodo se evacuaran las pruebas

y el juez decidirá.

Siendo así, cabe concluir que, si bien el Código Civil (1982) consagra un

procedimiento formalmente distinto respecto al régimen ordinario de la

ausencia y al especial (presunción de muerte por accidente), que conlleva a

su vez a la doctrina a adjudicar en atención exclusiva a dicha “forma” la


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naturaleza de contencioso del primero por oposición al carácter de

jurisdicción voluntaria del segundo, no podemos negar que tales distinciones

podrían ser matizadas ante la realidad práctica que pudiera presentarse.

Cabe considerar, por otra parte la legislación mexicana contempla lo

concerniente para la presunción de muerte a partir del artículo 705 al 714,

por tal motivo, tomando en cuenta dicha articulación, los investigadores de

manera sucinta expresan que la presunción de muerte se da transcurrido

seis años desde la declaración de ausencia, y lo hace el juez a instancia de

parte interesada.

Asimismo, en la legislación mexicana, la presunción de muerte por

accidente (conocida así en la legislación venezolana), la contiene dentro, es

decir, es una variable de la presunción de muerte, y procede cuando los

individuos que hayan desaparecido en una guerra, o por encontrarse a bordo

de un buque que naufrague, u otro siniestro semejante, bastará que hayan

transcurran dos años, contados desde su desaparición, para que pueda

hacerse la declaración de presunción de muerte, sin que en estos casos sea

necesario que previamente se declare su ausencia; pero si se tomarán las

medidas provisionales que se encuentran en el Código Civil Federal (2013).

Pero, cuando la desaparición sea consecuencia de incendio, explosión,

terremoto o catástrofe aérea o ferroviaria, y exista fundada presunción de

que el desaparecido se encontraba en el lugar del siniestro o catástrofe,

bastará el transcurso de seis meses, contados a partir del trágico


38

acontecimiento, para que el juez de lo familiar declare la presunción de

muerte.

De igual forma, en estos casos, el juez acordará la publicación de la

solicitud de declaración de presunción de muerte, sin costo alguno y hasta

por tres veces durante el procedimiento, el cual en ningún caso excederá de

treinta días. Si por algún motivo el ausente se presentare o se probare su

existencia, después de otorgada la posesión definitiva, recobrará sus bienes

en el estado en que se hallen, el precio de los enajenados, o los que se

hubieren adquirido con el mismo precio; pero no podrá reclamar frutos ni

rentas.

2.2.1.4 EFECTOS

Según Gorrondona (1998, p. 328), en concordancia con el Código Civil de

Venezuela (1982), los investigadores plantean y concuerdan, que en la

presente etapa se incrementa la incertidumbre sobre la existencia de la

persona y se aleja la esperanza de que el sujeto retorne, esto se ve reflejado

directamente en los efectos de esta fase, entre los que se puede citar los

siguientes:

 Posesión definitiva de los bienes y cesación de las garantías

constituidas, la doctrina refiere que pueden solicitar la posesión

definitiva incluso quienes no tenían la posesión provisional y así lo

confirma alguna decisión judicial, lo cual es obvio considerando que es


39

perfectamente posible que no se tuviese la misma en razón de no

haber constituido garantía o porque no se participó en el proceso de

“declaración de ausencia”. Tal petición estará a cargo de los

interesados y herederos.

 Se podrá proceder a la partición y disponer libremente de los bienes,

tiene lugar en esta etapa la partición definitiva, esto es, la libre

disposición de los bienes del presunto muerto y, por ende, también

cesa toda vigilancia de administración y toda dependencia de la

autoridad judicial. Ello se presenta como una simple y necesaria

consecuencia de la posesión definitiva. La libre disposición de los

bienes es sin duda el objetivo y efecto fundamental que persiguen

inicialmente los legitimados que dieron curso al procedimiento de

presunción de muerte.

 La liberación definitiva de las obligaciones que dependían del ausente.

Así como la declaración de ausencia propicia la liberación provisional

de aquellas obligaciones pecuniarias que dependen de la muerte del

ausente, como la obligación de alimentos; en esta fase final del

procedimiento de ausencia, dicha liberación es definitiva, de tal

manera que cesan las cauciones, garantías o medidas que se hayan

constituido al efecto. La obligación solo resurgirá o se activará con el

retorno del ausente.


40

 La presunción de muerte no disuelve el matrimonio ni constituye

causal de divorcio ni de separación de cuerpos. Pero si el cónyuge del

ausente contrae matrimonio este no puede impugnarse mientras dure

la ausencia.

 En la presunción de muerte por accidente suprime la primera fase

ordinaria de la ausencia, es decir, aquella que tiende básicamente a la

protección de los bienes del presunto ausente. Significa que, una vez

declarada la presunción de muerte por accidente, se podrá acceder a

la “posesión provisional” a la que se hace referencia en el régimen

ordinario, previo cumplimiento igualmente de las debidas formalidades

o garantías.

Finalmente, es de reiterar que tampoco la presunción de muerte por

accidente se asimila en sus efectos a la muerte, pues, a pesar de las

circunstancias que acentúan o aumentan la posibilidad de ésta, siempre

subsiste la hipótesis de que el ausente regrese, derivándose los

correspondientes efectos de ley, circunstancia que no es necesario advertir

expresamente en la respectiva decisión judicial. Al igual que lo reseñado

para el régimen ordinario de la ausencia, este proceso culmina o pierde

sentido, si se comprueba la muerte del ausente o si se prueba que éste se

encuentra con vida.

Cabe considerar, que aunque los efectos en ambas legislaciones son muy

parecidos, los investigadores plantean en síntesis que para la legislación


41

mexicana en relación a lo estipulado en el Código Civil Federal (2013), el

efecto esencial en la presunción de muerte es la determinación de la fecha a

partir de la cual se considera ocurrida la muerte, siempre como

presunción iuris tantum.

Ahora bien, en el orden patrimonial, los efectos de la presunción de

muerte se concretan en la apertura de la sucesión del ausente, pero

estableciéndose aún ciertas limitaciones y obligaciones a los herederos que

conceden a la sucesión un carácter especial fundado en que aún es posible

que sea preciso restituir los bienes al ausente.

Asimismo, salvo las anteriores limitaciones, los sucesores pueden actuar

libremente sobre los bienes, por lo que, de reaparecer el ausente, recobrará

los bienes en el estado en que se encuentren, o los subrogados de aquellos

enajenados por los sucesores, pero no los mismos bienes ni sus frutos y

rentas.

Igualmente, produce otro efecto de índole familiar, pues es causa

de disolución del matrimonio, y al igual que en la legislación venezolana, la

situación creada por la presunción de muerte, termina por la prueba de

la muerte real del desaparecido o por su reaparición, en cuyo caso se dictará

por el juez auto que revoca el anterior por el que se declaró el fallecimiento.

2.2.1.5 REQUISITOS

Luego de un profundo estudio y comparación de los requisitos para la

presunción de muerte en la legislación venezolana y en la legislación


42

mexicana, y tomando en cuenta lo previsto en la doctrina investida de los

autores, Gorrondona (1998, p. 328), Corral (2000, p. 233), los investigadores

llegaron a la conclusión que ambas legislaciones requieren esencialmente de

lo mismo para que resulte la declaración de presunción de muerte, a saber:

 La persona debe estar en la situación de hecho de desaparecida, o

sea, que no se halle en el lugar de su domicilio y que no se tenga

noticias de ella.

 De haber transcurrido el plazo establecido en ambas legislaciones que

conduzca a que ello, unido al requerimiento anterior, lleve al

convencimiento de que la persona ha muerto.

 El acaecimiento de un suceso o evento de naturaleza catastrófica, o

un accidente aéreo, terrestre o marítimo que suponga cierta

notoriedad sobre la probabilidad de que el desaparecido ha fenecido

en él.

Si bien es cierto que ambas legislaciones tiene prácticamente los mismos

requerimientos, la diferencia más relevante entre ellas vendría siendo los

lapsos estipulados en ambos códigos para proceder a solicitar la presunción

de muerte.

2.3 JURISPRUDENCIA

Ossorio (2006, p. 525), define la jurisprudencia para la ciencia del derecho

como la interpretación que hacen de la ley los tribunales para aplicarla a los
43

casos sometidos a su jurisdicción. Así, pues, la jurisprudencia está formada

por el conjunto de sentencias dictados por los miembros del Poder Judicial

sobre una materia determinada.

Por otro lado, en el caso específico de México, la jurisprudencia se genera

por tres medios alternos: a través de cinco resoluciones que en un mismo

sentido, emanen de alguna instancia del Poder Judicial de la Federación

(Pleno o Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los Tribunales

Colegiados de Circuito), sin que se le interponga una sola en caso contrario.

A estas resoluciones individualmente se les llama tesis aisladas.

Igualmente, puede formarse jurisprudencia en México a través de

contradicción de tesis, que consiste en que el Pleno o las Salas de la

Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), resuelvan el criterio que

debe sostenerse sobre una cuestión en particular donde existen posiciones

contrarias o diversas sostenidas, respectivamente, por las Salas de la SCJN

o bien por los Tribunales Colegiados de Circuito.

Por último, y en virtud de un mandato de la Constitución de México,

constituirán jurisprudencia las resoluciones que emita la SCJN al resolver

casos de controversia constitucional o de acciones de inconstitucionalidad,

como se reflejan en los bienes jurídicamente tutelados.

De esta forma, las resoluciones constituirán jurisprudencias, siempre que

los resuelto en ellas se sustente en cinco sentencias no interrumpidas por

otra en contrario, y que hayan sido aprobadas por lo menos por ocho

ministros, si se trata de jurisprudencia del Pleno, o por cuatro ministros en los


44

casos de jurisprudencia de las dos Salas. Las leyes orgánicas del Tribunal

Fiscal de la Federación y del Tribunal de lo Contencioso-Administrativo del

Distrito Federal regulan también la formación y efectos de su propia

jurisprudencia establecida.

Por el contrario, en Venezuela es válida la jurisprudencia emitida solo por

el Tribunal Supremo de Justicia, y su importancia deviene en su aplicación

supletoria ante la imprevisión legal o cuando la norma es ambigua, imprecisa

o contradictoria, o cuando puede dar lugar a interpretaciones diversas.

Existen dos tipos de jurisprudencia para este país, la vinculante (obligatoria),

y la no vinculante (no obligatoria para los demás tribunales de la República).

Tomando en cuenta lo antes planteado, los investigadores, dada la

importancia para ambas legislaciones de la jurisprudencia, y luego de una

exhaustiva investigación, se tomaron la tarea de elegir dos jurisprudencias,

una por cada país en estudio, y las cuales serán analizadas a continuación.

2.3.1 SENTENCIA DEL CASO DE LA DRA. RAIZA JOSEFINA RUIZ


GUEVARA POR SOBRESIMIENTO Nº XP01-S-2004-005218, DE FECHA
13 DE ABRIL DE 2005. TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA. TRIBUNAL
PENAL DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO
AMAZONAS PUERTO AYACUCHO

Antes de entrar en si al análisis de la sentencia, se deben relatar los

hechos que originaron una profunda controversia legal, y que fueron causa
45

principal para que se produjeran diversos actos jurídicos, entre ellos, la

sentencia motivo de estudio.

Según lo expone Ruiz (entrevista personal, 2012), en agosto de 1981,

tenía 25 años y estaba viviendo en el Amazonas donde hizo “la rural”, en lo

más profundo de la selva amazónica venezolana. Para ese momento no

tenía nada de particular, era sólo una joven en busca de sus sueños que

estaba a punto de protagonizar una de las más sorprendentes y aterradoras

historias de supervivencia.

Indico asimismo, que el 1° de septiembre de 1981, en el hoy estado

Amazonas, antiguo Territorio Federal Amazonas, una avioneta Cessna 207,

con cuatro personas a bordo, se precipitó a tierra, el motivo del viaje era

llegar a Puerto Ayacucho y protestar por las precarias condiciones laborales

en que vivían los médicos rurales y también a cobrar el primer salario como

médica rural.

Posterior a ello, el 3 de septiembre el avión fue localizado por las

personas de la misma zona desde una aeronave, en territorio colombiano. Al

llegar a la intrincada zona, la escena era dantesca, “todos” muertos, el

personal de salvamento no era forense, así que se limitaron a recoger lo

encontrado y llevarlo hasta San Carlos de Río Negro, allí los médicos rurales,

confundieron restos de venado y lapa con los ocupantes que faltaban por

identificar. Las autoridades sin más dieron por cerrado el caso. Raíza Ruiz

fue declarada muerta y enterrada en Caracas.


46

Debe señalarse, que luego de una semana del siniestro, Raíza Ruiz fue

localizada con vida en una aldea Baré en Agua Blanca, donde había sido

tratada y mantenida con vida gracias a los métodos de curación tradicionales

de los indígenas. Ruiz fue trasladada inmediatamente a un hospital en Puerto

Ayacucho y pasó tres semanas en una unidad de cuidados intensivos.

Evidentemente, este hecho generó un gran escándalo y severas críticas para

los forenses y las demás autoridades que participaron en el operativo.

De esta manera, la joven doctora había sobrevivido no sólo al impacto,

sino también a los rigores de la selva. Su recuperación total fue lenta, había

contraído leishmaniosis (enfermedad causadas por

protozoos del género Leishmania), tenía las piernas quemadas y algunas

vertebras fracturadas, los riñones estaban intoxicados y el hígado como una

pelota, lo peor, saber que, en Caracas, había sido enterrada y que en su

tumba yacían huesos de venado y lapa. Traerla de vuelta a la vida

representaría una batalla legal.

Ahora bien, más tarde se da a conocer la presente sentencia motivo de

estudio, que vendría a ser el acto conclusivo de la investigación, en el cual se

pide al Tribunal, que declare el sobreseimiento de la causa, pues en el

mismo, aparecen como imputados ciudadanos desconocidos, lo que origina

a su vez la extinción de la acción penal.

Por otra parte, para tomar la decisión el tribunal observó que el hecho

imputado no es típico, por tratarse de un accidente aéreo en el cual hubo tres

pérdidas humana y una sobreviviente, este siniestro no se puede calificar


47

como delito, ya que no se determinó si el accidente de la aeronave fue

producto de una falla mecánica o falla humana.

De esta manera, debido a las circunstancias fácticas procesales para que

se haga procedente el sobreseimiento, por no revestir carácter penal, una

vez solicitado por el Ministerio Público, el cual fue representado en este acto

por la Fiscal Migdalia Margarita Cabeza Bolívar, el Tribunal Segundo de

Control del Circuito Judicial Penal del Estado Amazonas, decretó el

sobreseimiento de la causa, que era seguida por un imputado desconocido,

en contra de José Manuel Herrera Correa (occiso), Salvador Mirabal Aragua

(occiso), Rómulo Ordóñez (occiso) y Raíza Josefina Ruiz Guevara

(sobreviviente)

Asimismo, todas las causales señalas en dicha sentencia, se presentan

de conformidad con lo establecido en los artículos 48 ordinal 8°, 318 ordinal

2° y 323 del Código Orgánico Procesal Penal (2009), en este caso no fue

necesario un debate oral, puesto que en las actas se evidenció que

efectivamente había operado la prescripción de la acción penal.

De igual forma, los investigadores tomando en cuenta lo antes señalado e

investigado, indican que, a pesar que la Dra. Raíza Ruiz recuperó los

documentos de identificación correspondientes, luego de una ardua,

humillante y laboriosa faena, todavía no sabe cuál es la actual situación

legal de ella, pues la dieron por muerta y a pesar de haber hecho los trámites

pertinentes jamás tuvo respuesta, es decir, hasta la fecha, 34 años después


48

del accidente, no sabe si el certificado de defunción que hoy en día conserva,

está este vigente o no.

2.3.2 SENTENCIA DE CASO RADILLA VS ESTA UNIDOS MEXICANOS,


DE FECHA 23 DE NOVIEMBRE DEL AÑO 2009. CORTE
INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS

En el presente trabajo realizado a partir del estudio de la figura de la

declaración de ausencia y la presunción de muerte, y ya citada una sentencia

dictada en Venezuela, se presenta a continuación el análisis de la sentencia

de Rosendo Radilla vs. Estados Unidos Mexicanos, la cual sin lugar a dudas

resulta paradigmática para el estudio del derecho constitucional en México,

debido a la multiplicidad de elementos que maneja, no es difícil encontrar

similitudes entre las violaciones a los derechos humanos cometidas en dicho

asunto, durante aquella época, con las que hoy en día se continúan dando

en algunas zonas de ese país.

Cabe señalar, que en México existe también dentro de este procedimiento

la figura o fase de la desaparición forzada, que según Galindo (2003), es la

privación de la libertad a una o más personas, cometida por agentes del

Estado o por personas o grupos de personas que actúen con la autorización

y el apoyo del Estado, seguida de la falta de información o de la negativa a

reconocer dicha privación de libertad o de informar sobre el paradero de la

persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de las

garantías procesales pertinentes.


49

Por otra parte, según se ha documentado, el 25 de agosto de 1974,

Rosendo Radilla Pacheco, de 60 años de edad, fue detenido en un retén

militar en la sierra de Guerrero, en donde los efectivos del ejército le

apresaron en razón de que “componía corridos” (sobre los actores y

acontecimientos de la guerrilla), y a partir de entonces, nadie supo de su

paradero.

Asimismo, se documentó, sobre la posibilidad de que hubiese sido

trasladado a un cuartel militar en donde sería torturado durante varios días y

ejecutado posteriormente, para ser enterrado en una fosa clandestina debajo

de dicha instalación militar. Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos

realizados por los familiares de Radilla y de diversas organizaciones no

jurisdiccionales, no se pudo esclarecer lo sucedido.

De esta manera, el asunto, por temor a las represalias propias del

ambiente que envolvía la época, no fue denunciado ante las autoridades por

parte de los familiares, sino que se realizaron manifestaciones y movimientos

sociales en torno a ello, y no fue denunciado legalmente sino hasta el 27 de

marzo de 1992, por primera vez, ante el Ministerio Público Federal. No

obstante, y dada la falta de resultados, aun cuando se presentaron nuevas

denuncias, y de haberse llevado a cabo numerosas actuaciones a través de

diferentes instancias, el caso Radilla fue llevado a la Corte Interamericana de

Derechos Humanos como un ejemplo paradigmático de lo sucedido a cientos

de familias durante la “guerra sucia” en México.


50

Luego de reiterados intentos por parte de los familiares de Radilla, el 23

de noviembre de 2009, la Corte Interamericana de Derechos Humanos emitió

la sentencia motivo de estudio, y de la cual los investigadores destacan que,

mediante dicha sentencia se resuelve el caso Radilla Pacheco vs Estados

Unidos Mexicanos, y de cuya decisión se destacan los siguientes puntos:

 Rechazan las excepciones interpuestas por los Estados Unidos

Mexicanos, y,

 Aceptan el reconocimiento parcial de responsabilidad internacional

efectuada por el Estado.

 Asimismo, se declaró que el Estado era responsable de la violación de

los derechos a la libertad personal, a la integridad personal, al

reconocimiento de la personalidad jurídica y a la vida, que fueron

cometidos en perjuicio del señor Rosendo Radilla Pacheco.

 El Estado fue responsable por la violación del derecho a la integridad

personal, en perjuicio de las señoras Tita y Andrea, y del señor

Rosendo, todos de apellidos Radilla Martínez.

 El Estado es responsable por la violación de los derechos a las

garantías judiciales y a la protección judicial, en perjuicio de las

señoras Tita y Andrea, y del señor Rosendo.

 El Estado debió comprometerse a conducir eficazmente, la debida

diligencia y dentro de un plazo razonable la investigación y, en su

caso, los procesos penales que tramiten en relación con la detención y


51

posterior desaparición forzada del señor Rosendo Radilla Pacheco,

para que se pudiesen determinar las correspondientes

responsabilidades penales y aplicar efectivamente las sanciones y

consecuencias que la ley preveía.

 El Estado debió continuar con la búsqueda efectiva y la localización

inmediata del señor Rosendo Radilla Pacheco o, en su caso, de sus

restos mortales.

 El Estado debía adoptar, en un plazo razonable, las reformas

legislativas pertinentes para compatibilizar el artículo 57 del Código de

Justicia Militar con los estándares internacionales en la materia.

 El Estado debía adoptar, en un plazo razonable, las reformas

legislativas pertinentes para compatibilizar el artículo 215 A del Código

Penal Federal con los estándares internacionales en la materia y de la

Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.

 El Estado debió implementar, en un plazo razonable y con la

respectiva disposición presupuestaria, programas o cursos

permanentes relativos al análisis de la jurisprudencia del Sistema

Interamericano de Protección de los Derechos Humanos en relación

con los límites de la jurisdicción penal militar, así como un programa

de formación sobre la debida investigación y juzgamiento de hechos

constitutivos de desaparición forzada de personas.


52

 El Estado debió de igual manera publicar en el Diario Oficial de la

Federación y en otro diario de amplia circulación nacional, por una

sola vez, la Sentencia, y la parte resolutiva de la misma, y publicar

íntegramente el Fallo en el sitio web oficial de la Procuraduría General

de la República, en un plazo de seis y dos meses.

 El Estado debería realizar un acto público de reconocimiento de

responsabilidad en relación con los hechos del presente caso y en

desagravio a la memoria del señor Rosendo Radilla Pacheco.

 El Estado se debía comprometer a realizar una semblanza de la vida

del señor Rosendo Radilla Pacheco.

 El Estado de igual forma debía brindar atención psicológica y/o

psiquiátrica gratuita y de forma inmediata, adecuada y efectiva, a

través de sus instituciones públicas de salud especializadas, a las

víctimas declaras en la mencionada sentencia.

 El Estado por otra parte tendría que pagar las cantidades pedidas por

las partes en sentencia, por concepto de indemnización por daño

material e inmaterial, y el reintegro de costas y gastos, según

corresponda, dentro del plazo de un año.

3.- SISTEMA DE CATEGORÍA

3.1 DEFINICIÓN NOMINAL

Declaración de Ausencia y Presunción de Muerte.


53

3.2 DEFINICIÓN CONCEPTUAL

Gorrondona (1998, p. 321), define la declaración de ausencia como una

de las fases de la ausencia, y que está a su vez, es la condición de la

persona física cuya existencia es incierta debido a determinados hechos

señalados por la ley. Es característica de la ausencia la duda acerca de si la

persona existe todavía o ha muerto ya; pero no basta cualquier duda sino,

que es necesario que la duda resulte de los hechos determinados por la ley.

Gorrondona (1998, p. 328), señala de igual forma, en concordancia con el

Código Civil de Venezuela (1982) en el artículo 434, que si la ausencia ha

continuado por espacio de diez años desde que fue declarada, o si han

transcurrido cien años desde el nacimiento del ausente, el juez, a petición de

cualquier interesado, declarará la presunción de muerte.

3.3 DEFINICIÓN OPERACIONAL

La declaración de ausencia es la decisión o sentencia que dicta el juez,

sobre el estado o condición de la persona ausente, persigue evitar el

diferimiento por tiempo indefinido de los derechos a que da nacimiento la

muerte del desaparecido y autoriza la ejecución de esos derechos de manera

provisoria.

La presunción de muerte es la situación jurídica, creada por medio de una

resolución judicial, en virtud de la cual se califica a una persona ausente


54

como muerta, en ella se expresa la fecha a partir de la cual se considera

ocurrida la muerte de la persona y se abre la sucesión.


55

CUADRO 1
OPERACIONALIZACIÓN DE LA CATEGORÍA

OBJETIVO GENERAL: Analizar jurídicamente la figura de la declaración de la ausencia y


la presunción de muerte en la legislación venezolana y la legislación mexicana.

Objetivo Categoría Sub-categoría Unidad de Análisis


Específico

Analizar la Elementos que - Naturaleza Jurídica.


declaración de definen la - Características.
ausencia en la Declaración de declaración de - Procedimiento.
legislación
venezolana y la
Ausencia ausencia en la - Efectos.
legislación legislación - Requisitos.
mexicana. venezolana y la
legislación
mexicana.

Analizar la Elementos que - Naturaleza Jurídica.


presunción de definen la - Características.
muerte en la Presunción de presunción de - Procedimiento.
legislación
venezolana y la
Muerte. muerte en la - Efectos.
legislación legislación - Requisitos.
mexicana. venezolana y la
legislación
mexicana.

Analizar - Sentencia del caso de la Dra.


jurisprudencialmente Raíza Josefina Ruiz Guevara
las sentencias de por Sobreseimiento Nº XP01-
S-2004-005218, de fecha 13 de
caso Raíza Josefina
Ruiz Guevara, de
Hechos y el abril de 2005. Tribunal Supremo
derecho. de Justicia. Tribunal Penal de
fecha 13 de abril de Control del Circuito Judicial
2005 en Venezuela; Penal del Estado
y del caso Radilla Vs Amazonas, Puerto Ayacucho
Estados Unidos - Sentencia de caso Radilla vs
Mexicanos, de fecha Estados Unidos Mexicanos, de
23 de noviembre del fecha 23 de noviembre del año
2009.Corte interamericana de
año 2.009, en Declaración de derechos humanos
México. Ausencia y
Establecer las
Presunción de
semejanzas y Muerte.
diferencias de la - Resultados.
declaración de
ausencia y la Semejanzas y
presunción de diferencias.
muerte entre la
legislación de
México y Venezuela.

Fuente: Añez, Echeto, Franco. (2015)

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