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en algunas entidades federativas la edad mínima para el
matrimonio se ha establecido en 18 años coma existen
algunas excepciones o dispensas por las que es posible
contraer matrimonio con un menor de edad coma por ejemplo
coma los padres pueden autorizarlo cuando no se cumpla el
requisito de la edad, o bien los jueces pueden conceder la
autorización. Hasta octubre de 2017 coma las entidades que
no habían eliminado las dispensas para contraer matrimonio
con un menor de edad eran: baja california, Guanajuato, Nuevo
León, Querétaro, Sonora. en México coma en diciembre de
2014 coma se publicó la ley general de los derechos de niñas,
niños y adolescentes (IGDNNA) coma la cual establece que “las
leyes federales y de las entidades federativas coma en el
ámbito de sus respectivas competencias, establecerán como
edad mínima para contraer matrimonio los 18 años”, como
una medida para terminar con el matrimonio infantil y sus
consecuencias. Sin embargo hasta octubre de 2017,31
entidades federativas habían prohibido el matrimonio de
menores de 18 años coma pero sólo 26 de estas entidades
se habían eliminado las dispensas coma no menos relevante
es mencionar que el código civil federal que aún no se
encuentra armonizado con la IGDNNA coma es decir coma
todavía no ha establecido como edad mínima los 18 años para
contraer matrimonio, siendo imperativo que todos los códigos
estatales y el federal se armonicen con la IGDNNA, dado que
el contexto normativo es fundamental para que las niñas y
adolescentes puedan disfrutar de sus derechos de manera
plena.
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El contexto demográfi co actual sitúa al país con 124.7
millones de habitantes, de los cuales 60.8 millones
son hombres y 63.9 millones son mujeres, mientras que los
nacimientos anuales se estimaron en 2.2
millones y las defunciones, en 728 mil. Por su parte, el saldo
neto migratorio internacional abarca una
pérdida de 299 mil personas, la tasa global de fecundidad 9
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El descenso continuo de la mortalidad permite afi
rmar que los factores que han incidido en dicha
evolución no son solo de carácter coyuntural, sino
que están vincu
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La evolución de la fecundidad suele
dividirse en dos grandes etapas: la primera,
caracterizada por la presencia de altas tasas de
fecundidad que eran resultado de políticas que
incentivaban el crecimiento de la población, en el
intento de enfrentar los remanentes de una guerra y
su despoblamiento, fi jando la inmigración como otra
forma de repoblar los espacios vacíos del territorio
en un México fragmentado.
La segunda, defi nida por la notable tarea de
contener un crecimiento acelerado que, si bien era vis to de
manera consentidora, no consideraba la presión 26
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De acuerdo con datos de la ocde, México
exhibe una de las tasas de fecundidad adolescente
más altas entre sus países miembros, en 2014 solo
le superaba Colombia con 85 nacimientos por cada
mil mujeres de 15 a 19 años, mientras que México
registró 74, Perú, 68, y Chile, 51, frente a un
promedio de los países miembros de la ocde de 15
(ocde, 2017). Existe la posibilidad de que se registren
mayores
reducciones en la fecundidad de este grupo etario
de mujeres, debido a que se están implementando
accio nes en política pública, tales como la
Estrategia Nacio nal para la Prevención del
Embarazo en Adolescentes (enapea), que tiene
como uno de sus objetivos reducir, para 2030, en
50 por ciento la tasa específi ca de fe cundidad (tef)
de las adolescentes, así como erradicar los
embarazos en menores de 15 años, con absoluto
respeto a los derechos humanos, particularmente
los derechos sexuales y reproductivos.
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La migración interestatal es un componente decisivo de la
dinámica demográfi ca interna del país, consisten te en
procesos de movilidad espacial de la población que
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al presentar un embarazo, las ni ñas se ven
forzadas a menudo a abandonar la escue la para hacerse
cargo de las responsabilidades de su maternidad y del
hogar, lo cual representa la cancela ción de su derecho a la
educación. El abandono escolar 41
de las niñas propiciará que pierdan la oportunidad
de adquirir los conocimientos y capacidades que
podrían permitirles desarrollar todo su futuro
potencial; al no asistir a la escuela es muy poco
probable que reciban la educación integral en
sexualidad
6 y la capacitación en habilidades para la
vida que facilitan el aprendizaje sobre el cuerpo y
las relaciones de poder y de género. Además, en la
escuela usualmente se adquieren com petencias
para la vida en materia de comunicación y
negociación que, al no obtenerlas, las sitúan en ma
yor desventaja al atravesar la adolescencia y llegar
a la edad adulta, pues de forma eventual limitará su
acceso a un empleo y las hará más propensas a
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