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Semana Santa
Semana de conversión
La vida cristiana no consiste en evitar el pecado, sino en amar a Dios; en vivir –procurar vivir-
junto a Él.
Sin embargo, a pesar de nuestros deseos de vivir con Dios, nos damos cuenta que el pecado –la
desobediencia a Dios- nos atrae. Eso es consecuencia del pecado original con el que todos nacemos, al
persistir en nosotros la inclinación al mal. Por eso tendemos fácilmente a la pereza, la envidia, el egoísmo...
Sabemos que está mal, pero nos dejamos llevar.
Es por ello que, a pesar de querer hacer las cosas bien,
cometemos pecados y por ello es necesario que le pidamos perdón a
Dios en el sacramento de la Reconciliación.
Pero la petición de perdón es sólo el primer paso, luego hay que
dirigir nuestros pasos hacia Jesús, haciéndonos más amigos de Él.
Recuerda que Dios se apiadó de la humanidad y envió a
Jesucristo para liberarnos de la esclavitud del pecado. Efectivamente,
Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, murió en la cruz y resucitó «por
nuestra salvación». Lo que hizo Jesús fue conseguirnos el remedio para
poder vencer el mal en nosotros, pero siempre que nosotros queramos
recibir su ayuda. Por lo tanto, para acercarse a Jesús se requiere la
ayuda de Dios (gracia) y nuestra correspondencia, nuestro esfuerzo por
portarnos bien.
Dios nos perdona cuando nos acercamos a Él a pedirle perdón. Pero no se limita a perdonar, desea
ayudarnos. Pero para eso necesita que le respondamos libremente que si queremos que nos ayude. De esa
forma va creciendo en nosotros la amistad con Dios.
Estos son los medios para conservar y fortalecer la vida de amistad con Dios (la vida de gracia).
Religión 2ºESO – Semana Santa
* Los sacramentos: cada vez que recibimos uno de los sacramentos que
Jesús ha dado a la Iglesia, la vida sobrenatural crece en nosotros, especialmente
cuando recibimos el de la Eucaristía. También es necesario recibir el sacramento
de la Penitencia.
Dios se apiadó de la humanidad y envió a Jesucristo para liberarnos de la esclavitud del pecado.
Murió en la cruz y resucitó «por nuestra salvación».
Religión 2ºESO – Semana Santa
Estaban junto a la cruz de Jesús su madre y la hermana de su madre, María de Cleofás, y María
Magdalena. También estaba Juan, el discípulo a quien tanto quería.
“José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por temor de los judíos, le rogó a
Pilato que le permitiese tomar el cuerpo de Jesús, y Pilato se lo permitió. Vino, pues, y tomó su cuerpo.
Llegó Nicodemo y trajo una mezcla de mirra y áloe, como unas cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de
Jesús y lo fajaron con bandas y aromas, según es costumbre sepultar entre los judíos”. Juan 19, 38-40
La resurrección de Cristo
Cristo ha resucitado. La Iglesia lo anuncia muchas veces durante esta Vigilia Pascual y no se cansará de
repetirlo durante estos días de Pascua. Por todas partes hace resonar sus aleluyas, expresión de alabanza a
Dios, pero también de euforia, de alegría, de entusiasmo. ¡Aleluya! Alegrémonos por Cristo, nuestro
Salvador, que ya ha triunfado.
Pero esta fiesta, obviamente, no es sólo para Cristo. Es una fiesta para todos nosotros. También debemos
estar alegres por nosotros mismos. Yo nada más quisiera detenerme en dos motivos. Luego ya tendremos
toda la Pascua para seguir penetrando, con la gracia de Dios, en este gran misterio de la Resurrección. Pero,
por ahora, dos motivos:
Ese es el mensaje que los ángeles dan a las mujeres a la entrada del sepulcro: “¿por qué buscáis entre los
muertos, al que está vivo? No está aquí, ha resucitado”. Cristo está vivo. Estamos ya tan acostumbrados a
esta verdad que quizá no nos damos cuenta de lo grandiosa que es, en su sencillez. Para entenderla nos
puede ayudar el imaginar la experiencia que hicieron los apóstoles durante los momentos de la pasión y
muerte de Cristo. Cristo para ellos era todo:
- era su Amigo: la persona que mejor les conocía, hasta dentro, y que mayor bien les había hecho.
- era su Maestro: El tenía la respuesta para todo; y, obviamente, la respuesta verdadera, auténtica. Era
su Verdad.
- era su Camino, su Ideal, su Modelo: sabían que, siendo como El, agradarían a Dios.
- era su Fuerza, el que aplacaba la tempestad con un gesto de la mano
- era su Sostén, con El podrían incluso caminar sobre las aguas y dar de comer a las multitudes. Con
El sí se podía
b. Una segunda razón por la que debemos alegrarnos es que Cristo, precisamente porque está vivo, continúa
amándonos, continúa buscando nuestra salvación, continúa actuando. Está claro que, después de todo lo
que Jesús ha hecho por nosotros, no va a dejar la tarea a la mitad.... Eso nos tiene que dar una grandísima
confianza: Cristo resucitado, Cristo glorioso no se olvida de sus hermanos, de sus amigos que todavía no
Religión 2ºESO – Semana Santa
Durante este periodo pascual nos acompañará siempre en la capilla el cirio, símbolo de Jesús resucitado.
Ojalá que siempre que lo veamos, miremos los cinco clavos, símbolo de sus llagas, y nos acordemos
precisamente de esto: que El está vivo, nos ama y sigue actuando en nuestra vida. Que esto sea el sostén de
nuestra alegría y de nuestra confianza pascual.
15) ¿Qué significado tiene para los cristianos que Cristo haya resucitado?
16) Igual que para los apóstoles Jesús era su amigo, su maestro, etc., ¿para ti quién es Jesús y por
qué?