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En el entorno humano, los grupos sociales, la familia y los individuos se rigen por
pautas de comportamiento establecidas y sujetas a la influencia de un enorme
número de factores. El conocimiento de esas pautas –marcadas generalmente por
cuestiones sociológicas y psicológicas-, y de esos factores -regidos por cuestiones
demográficas, económicas, etnológicas, pedagógicas, históricas y ambientales-, es
esencial para un correcto desarrollo humano en todos los ámbitos.
Esas diferencias han hecho surgir en la ciencia moderna la división entre cultura
científica y cultura humanística.
Se originaron a finales del siglo XVIII y comienzos del XIX, a raíz de la importancia
capital que el pensamiento Ilustrado dio al uso de la razón como arma de
conocimiento.
La ilustración alcanzó su mayor desarrollo en el siglo XVIII, llamado, por ello “Siglo
de las Luces” o “Época de las Luces”.
Los Hombres, iluminados por la luz de la razón, debían establecer una nueva
organización que habría de reemplazar al caduco Antiguo Régimen: la monarquía y
su carácter feudal.
Entre 1751 y 1772, la Enciclopedia reunió unos sesenta mil artículos en veintiocho
volúmenes preparados por 160 colaboradores. Durante esos veinte años sus
autores debieron afrontar suspensiones, persecuciones y censuras. Entre 1776 y
1780 apareció un suplemento de siete volúmenes
Dadas estas condiciones, la conducta humana se empezó a ver de una manera más
empírica que racional en el transcurso de los siglos XVIII y XIV. Se dio el estudio de
los principios que la rigen, como, por ejemplo, el espacio geográfico, el cual influye
drásticamente en el pensamiento, comportamiento, costumbres y tradiciones del
hombre.
Las ciencias humanas son aquellas disciplinas que estudian al ser humano y a las
manifestaciones que este realiza en sociedad, habitualmente ligadas al lenguaje, al
arte, al pensamiento, a la cultura y a sus formaciones históricas.
Las ciencias humanas permiten conocer a las personas, a través de sus relaciones
con semejantes y con el medio ambiente donde habita.
Posteriormente, en las primeras décadas del siglo XX, aunque este proceso en
específico podría señalarse como parte también de las últimas décadas del siglo
XX, se promulgaron con respecto a este tipo de disciplinas, que buscaban abarcar
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trívium et quadrivium conjuntos de las tres artes liberales y de las cuatro artes matemáticas,
respectivamente.
las distintas manifestaciones del pensamiento y comportamiento humano,
denominaciones como las de Ciencias del Espíritu, o incluso Ciencias de la Cultura.
Sin embargo, comienza también un esfuerzo por parte de algunos círculos por restar
importancia a las Ciencias Humanas, así como a su repercusión en el entendimiento
de la realidad.
No obstante, en las últimas décadas del siglo XX, aun cuando las Ciencias Naturales
-Biología, Física, Matemática, Química, …-, y las Ciencias Sociales -Sociología,
Estadística, ...-, siguen siendo reconocidas como Ciencias mayores, poco a poco el
pensamiento Occidental ha recordado la gran importancia del estudio de disciplinas
orientadas al entendimiento del ser humano, a través del estudio de sus distintas
manifestaciones como el Lenguaje -Filología, Lingüística, Gramática-; el
pensamiento –Filosofía-; manifestaciones creativas -Literatura, Musicología, Arte-;
y comportamiento -Historia y Geografía-.