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Acto 1 – Primer Cantar

Destierro del Cid


Escena 1
Rey Alfonso (Ángel) -furioso-: ¡Cid, desde este momento quedas desterrado
por tus viles mentiras!
Cid (Kevin) -preocupado-: ¡Pero todo es mentira de Don García!
Rey Alfonso (Ángel) -enojado-: No voy a escuchar tus quejas, es momento de
que te retires.
Cid se marcha hasta su hogar, pero al llegar lo encuentra vacío y empieza a
llorar.

Escena 2
Cid llega a Burgos con su vasallo Avengalvon (Oscar Urquilla) pero se
encuentran con anuncios pegados en todos lados que esta prohibido ayudar
al Cid y a sus vasallos por ordenes del rey, y que, si alguien desobedece, será
castigado por el Rey Alfonso.
Cid lee recoge un anuncio y lo lee en voz alta
Cid (Kevin): Por ordenes del Rey Alfonso, se prohíbe ayudar al Mio del Cid o a
cualquiera que lo acompañe, si alguien desobedece esta orden, será
brutalmente castigado por su majestad, el rey.
Cid con enojo, arroja el anuncio al suelo y le dice a Avengalvon
Cid (Kevin): Iré a rezar un momento, espérame aquí.
Cid se va.
Escena 3
El Mio del Cid llega a una catedral y se pone a rezar
Cid (Kevin): Oh Señor, esto ha sido un gran error, te pido que me ayudes a
seguir, protege a mi familia y a mis vasallos, y te pido que ilumines a mis
enemigos o los elimines.
El Cid se va y se reúne con Avengalvon y juntos van a buscar un lugar para
descansar.
Escena 4
Al día siguiente, el Cid y su vasallo camina hasta que se encuentra con un
hombre que les ofrece comida.
Cid (Kevin) -confundido-: ¿Quién eres tú y por qué nos ofreces comida?
Martin Antolínez (Justin) -sorprendido-: Oh Mio del Cid, yo soy Martin
Antolínez y quiero unirme a usted, quiero ser su vasallo señor, les ofrezco
comida como muestra de mi honor, hago esto, aunque sé que el rey me
mataría si me viera.
Cid (Kevin): Entiendo y por tu valentía, puedes ser mi vasallo.
Martin Antolínez (Justin): Gracias mi señor.
Escena 5
A Cid se le ocurre llenar cajas con arena y piedras para engañar a los judíos
Raquel y Vidas y así conseguir oro mediante su engaño.
Cid (Kevin): Ahora todos vamos a llenar dos cajas de arena cubiertas de
cuero y clavos para así engañar a los judíos y quitarles su dinero.
Martin (Justin): Está bien, déjame la tarea a mí.
Martin se encargó de la tarea y partió hacia Burgos en busca de los judíos, al
tiempo los encontró en una tienda haciendo las cuentas del día.
Martin: Buenas tardes, señores, lamento interrumpirlos, pero quisiera poder
hablar con ustedes.
Raquel (Yancy) -sorprendida-: ¡Martin! Cuanto tiempo sin vernos.
Martin (Justin): Así es, pero por eso quisiera hablar con ustedes en privado
porque los voy a hacer ricos, ¿qué les parece?
Vidas (Jafet): Pero ¿cómo lo harás?
Martin (Justin): Buena pregunta, ¿recuerdan a Cid?
Raquel y Vidas asienten
Martin (Justin): Bueno, él fue acusado de robar mucho oro y esta guardado
en dos cajas que contienen ese oro.
Raquel y Vidas se sorprenden
Martin (Justin): Y pues el Cid busca en donde dejar las cajas así que opto por
ustedes dos.
Vidas (Jafet): ¿Dejarlas con nosotros?
Martin (Justin): Así es, solo tienen que cuidarlas bien por un año, ¿Qué
dicen?
Raquel (Yancy): Está bien, las cuidaremos.
Martin (Justin): Muy bien, entonces vamos donde está el Cid.
Los tres caminan y van al lugar donde se encuentra Cid a recoger las arcas
Cid (Kevin): Entonces ¿están dispuestos a cuidar las barcas?
Vidas (Jafet): Así es señor Cid.
Cid (Kevin): Muy bien, pero a cambio deben pagar por ellas, una cantidad de
600 marcos.
Vidas y Raquel entregan el dinero a Cid y se marchan con las cajas mientras
tanto Cid y
sus vasallos vuelven a Burgos.
Escena 6

Cid se dirige a la catedral a rezar, dándole gracias a Dios y prometiéndole a la


Virgen mil
misas luego avisa a sus vasallos que volverá pronto y se dirige a ver a su
familia para
despedirse, al llegar se encuentra con su mujer, Doña Jimena quien estaba
rezando por él.
Doña Jimena (Cesia) -emocionada-: ¡Cid! ¡Cid ha vuelto!
Sale a recibirlo con sus hijas Elvira y Sol
Cid (Kevin): Que alegría ver a todos de nuevo.
Don Sancho (Heriberto): es un placer verte de nuevo Cid.
Cid (Kevin): Igualmente Don Sancho, por cierto, tome esto.
Don Sancho (Heriberto): ¿Marcos?
Cid (Kevin): Así es, son 150 marcos para el sustento de la familia y mis
vasallos.
Don Sancho (Heriberto): Ya veo.
Cid (Kevin): En caso de que se llegue a acabar, por cada marco que gaste del
monasterio por ellas él le dará 4.
Doña Jimena llora por la despedida del Cid, pero él le promete que volverá
para casar a sus hijas.
Cid (Kevin): Volveré para casar a nuestras hijas, aun tengo mucho que hacer
aquí, no te preocupes porque hierva mala nunca muere. Ya no llores.
Doña Jimena reza por Cid y se despiden luego de despedirse, Cid empieza a
recorrer las calles de Castilla y escucha la voz del arcángel San Miguel en sus
sueños.
San Miguel (Dany): Sigue tu camino Cid, el buen Campeador, mientras vivas
el bien ira de tu lado.
Acto 2 – Segundo Cantar
Bodas de las hijas del Cid
Escena 7
El Cid se dirige a Valencia y va conquistando tierras en el camino y luego de
tres años de guerra,
Cid logra conquistar Valencia. Y manda a uno de sus vasallos que le diga al
rey que deja salir a su
mujer Jimena de Castilla
Cid (Kevin): ¡Minaya Alvar Fañes!
Alvar (Salvador): ¡A sus órdenes señor Cid!
Cid (Kevin): Ve donde el rey y dile que libere a Jimena de Castilla para ir a su
encuentro.
Alvar (Salvador): Si señor, en seguida.
Escena 8
Alvar se va y llega a Castilla, se presenta ante el rey y le cuenta del logro del
Mio del Cid
Alvar (Salvador): Majestad, he venido a decirle que el Mio del Cid, por fin a
logrado conquistar Valencia y quiere que libere a su esposa Jimena, para ir a
su encuentro.
Rey Alfonso (Ángel): Esta bien. Y como logró conquistar Valencia, les otorgo
el perdón a él y a sus vasallos.
Alvar (Salvador): Gracias majestad.
Alvar se va a buscar a Jimena y a sus hijas.
Escena 9

Alvar Minaya va en busca de Jimena para llevarla a Valencia, pues el Cid debe
permanecer
en ella para defenderla y heredarla. Minaya se encuentra con los judíos,
Raquel y Vidas.
Vidas (Jafet): ¡Oye, Minaya!
Alvar (Salvador): ¿eh? ¿Qué sucede?
Raquel (Yancy): El Cid nos ha engañado
Alvar (Salvador): ¿Engañado?
Raquel (Yancy): Así es
Vidas (Jafet): Debes decírselo de inmediato para solucionarlo
Raquel (Yancy): Si no, nosotros mismos iremos a buscarlo
Alvar (Salvador): Está bien, se lo diré
Escena 10
Alvar logra llegar a la casa de Jimena y le avisa que su marido mando a
buscarla.
Alvar (Salvador): El Cid esta en Valencia, vengan conmigo y las llevare.
Alvar logra llegar a San Pedro y empieza el camino hacia Valencia con las hijas
de Cid y su esposa
Jimena.
Cid manda a tres de sus vasallos a recibir a Minaya y su familia.
Cid (Kevin): Pedro Bermúdez y Martin Antolínez, venid.
Cid (Kevin): Quiero que vayan a recibir a Minaya junto a mi familia.
Pedro (Aldo): Claro.
Escena 11
Cuando llegan a Valencia, su esposa Jimena se alegra mucho de ver a su
esposo nuevamente y desde alcázar todos observan la vista de Valencia. Pero
el rey de marruecos, Yucef, desea reconquistar Valencia.
Jimena (Cesia): ¿vas a pelear?
Cid (Kevin): tengo que hacerlo para salvar Valencia
Jimena (Cesia): Pero …
Cid (Kevin): Tú y nuestras hijas se tienen que quedar acá en alcázar
Jimena (Cesia): Está bien, nos quedaremos acá.
Los moros invaden la huerta de Valencia. Las hijas y la mujer del Cid están
asustadas, pero confían
en la ayuda de Dios. Se toca la campana como alarma.
Finalmente, tras matar muchos moros, derrotan a Yucef. Cid y sus vasallos
regresan a Valencia,
donde se reencuentra con su familia.
Jimena (Cesia): Gracias a Dios, volvieron a salvo.
Cid (Kevin): Si… bueno Pedro, Alvar recuenten el botín.
Alvar (Salvador): si señor.
Alvar y Pedro contaron el botín y Cid decidió mandarle un regalo al rey.

Escena 12
Mientras tanto, en el Reino de Castilla, los infantes decidieron pedir al rey el
matrimonio con las hijas del Cid para ganar honra.
García (Eduardo): Entonces, ¿qué dice señor, nos otorga el matrimonio con
las hijas del Cid?
Rey (Ángel): Intentare hablarlo con el Cid.
El rey reúne a Alvar Minaya y a Pedro Bermúdez para que le den el
comunicado de que les concede el perdón a Cid y que los infantes de Carrión
quieren casarse con sus hijas.
Rey (Ángel): Los he citado para decirles que el Cid y sus vasallos tienen mi
perdón, además, los infantes de Carrión quieren casarse con las hijas del Cid,
comunícale esto al Cid.
Ellos regresan a Valencia y le dan el comunicado: el perdón y el casamiento.
Al Cid no le parece bien, pero como el rey lo pide dará su consentimiento.
Cid (Kevin): No me parece que sea lo mejor pero lo hare. Mis hijas se casarán
con los infantes de Carrión.
*Este acto termina con la boda de doña Sol (Florence) y doña Elvira
(Yuridia) entre los infantes de Carrión (Eduardo y Diego) *

Acto 3 – Tercer Cantar


La afrenta del Corpes
Escena 13
El rey de marruecos quiere atacar a Valencia. Se dirige a valencia e instala sus
tiendas, comienza la
batalla, los infantes luchan, Fernando de Carrión va al campo de batalla, pero
cuando ve al primer
moro se asusta. Llega Pedro Bermúdez y mata al moro.
Pedro Bermúdez (Aldo): Escucha, toma la lanza y di que tú lo has matado
Fernando (Diego): Bien.
El Cid mata al rey Moro (Oscar) y piensa someter a Marruecos, pero luego
decide quedarse en Valencia. Felicita a sus yernos por sus supuestas hazañas.
Cid (Kevin) -alegre-: Chicos, felicidades por haber asesinado a los moros, una
gran hazaña.
García (Eduardo) y Fernando (Diego): Muchas gracias…
Ellos pensaban que el Cid sabia la verdad y solamente se estaba burlando de
ellos así que deciden irse con sus esposas a Carrión y hacerlas pasar tanta
vergüenza como ellos. Al despedirse de ellos sienten un mal presentimiento y
el Cid decide que su sobrino, Pedro Bermúdez los acompañara a Carrión.
Llegan a un campo, el Corpes, en donde pasan la noche y al día siguiente, los
infantes les dicen que se adelanten.
García (Eduardo): Adelántense, queremos estar a solas con nuestras
mujeres.
Pedro (Aldo): Está bien.
Todos se adelanta y los infantes los perdieron de vista.
Fernando (Diego): Ahora vamos a vengarnos de ustedes
Elvira (Yuridia): ¿Qué?
Sol (Florence): ¿¡Por qué?!
García (Eduardo): Por la deshonra del león.
Ambos empiezan a golpearlas, ellas les ruegan detenerse, pero no les prestan
atención, las golpearon hasta casi matarlas y las abandonaron, ellos se
sentían vengados. Pedro sospecha de los infantes y va en busca de sus
primas, las encuentra tiradas en el campo.
Pedro (Aldo)-asustado-: ¡Sol, Elvira!
Rápidamente se las lleva a San Esteban. Cuando el Cid se entera manda a
Alvar que vaya por ellas.
Cid (Kevin) -molesto-: Alvar… ve por ellas, por favor.
Alvar se va y el Cid recibe a sus hijas.
Escena 14
Cid (Kevin) -furioso-: ¡Avengalvon! ¡Ve donde el rey y dile que pido justicia y
siento haber casado a mis hijas con los infantes de Carrión!
Avengalvon (Oscar Urquilla): A sus órdenes señor.
Avengalvon logra encontrar al rey en Fagunt y le dice lo ocurrido.
Avengalvon (Urquilla): Los infantes de Carrión, golpearon y abandonaron a
las hijas del Cid, casi las matan.
Rey (Ángel): Lo siento mucho…
El rey convoca a una corte en Toledo, le da el mensaje a Avengalvon para que
se lo de al Cid. Ahí se reunirán incluso los infantes de Carrión.
García (Eduardo)-preocupado-: Rey, por favor no celebre la corte.
Rey (Ángel): No, se hará la celebración.
Todos se reúnen, a excepción del Cid quien se retrasó, finalmente llega y el
rey sale a recibirlo.
Cid (Kevin): Mi rey, lo lamento, pero no entrare.
Rey (Ángel): ¿Por qué, sucedió algo?
Cid (Kevin): Han sucedido muchas cosas, pero tengo una idea para resolver
este asunto de una vez por todas. Reto a un duelo de muerte a los infantes
de Carrión por lo que les hicieron a mis hijas.
Escena 15
Los infantes aceptan el duelo contra el Cid y comienzan la batalla.
*pelean*
El Cid mata primero a García (Eduardo) y luego a Fernando (Diego)
* se mueren*
Cid (Kevin): Esto es por el honor de mi familia.

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