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EL CULTO A LOS HEROES Y LA FORMACION DE LA NACION VENEZOLANA

Una visión del problema a partir del estudio del discurso historiográfico venezolano del período
1830 - 1883.

NAPOLEON FRANCESCHI GONZALEZ


Profesor Titular (J) de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador
Instituto Pedagógico de Caracas. Profesor Titular de la Universidad Metropolitana – Facultad de
Humanidades
“... en el hombre que estudia e investiga, la ignorancia se multiplica, pues el saber no es en gran
parte sino conocer qué cosas se ignoran. A medida que se avanza en la ciencia, se descubren
más y más cosas que se ignoran, y el científico se debate contra lo desconocido; contra un
sinnúmero de fenómenos cuyo origen desconoce, y por cada uno que logre desentrañar, surgen
mil desconocidos.”
(Eduardo Arcila Farías:Historia de la Soberbia... ,p.13)
INTRODUCCION
INTRODUCCION

En este estudio histórico se desarrolla una línea de investigación iniciada bajo la dirección del

Profesor Nikita Harwich Vallenilla. Ello hizo posible plantearse gran cantidad de interrogantes e

hipótesis que sólo una sistemática pesquisa a largo plazo ha permitido dilucidar. Tal pesquisa -

como es lógico - partió del riguroso examen de nuestras fuentes .

En el trabajo se analizan las interpretaciones que escritores como Thomas Carlyle, Laureano

Vallenilla Lanz, Mario Briceño Iragorry, Germán Carrera Damas, Angel Bernardo Viso, Jack

Ray Thomas, David Brading, Bradford E. Burns, Ruggiero Romano, E.Torres Rivas y otros han

aportado sobre el problema de la formación de las naciones, especialmente aquellas ideas que, de

alguna manera permiten, comprender la estructuración estatal de las naciones hispanoamericanas

y de Venezuela en particular. Dicha revisión será punto de partida para realizar un estudio

sistemático del discurso historiográfico venezolano del siglo XIX, especialmente en el período

1830-1883 ,cuya temática se inscriba - de alguna manera - en el culto a los héroes o próceres de

la patria.

Una de las tareas centrales propuestas es el examen de un vasto conjunto de textos históricos y

literarios del siglo XIX que (en un sentido muy amplio) se relaciona con lo que puede

denominarse el <<culto a los héroes>> y la estructuración de un discurso historiográfico

asociado al reforzamiento de la conciencia histórica y la conciencia nacional no solamente en el

seno de las élites sino también en el pueblo venezolano como totalidad.

El estudio de ese <<culto>> -- tanto el que se expresa en el <<corpus historiográfico mayor>>

como el que se manifiesta a través de la así denominada “literatura histórica menor”—se hace

con el propósito fundamental de comprender la importancia que tuvo esa veneración de los

héroes en la formación de la conciencia nacional venezolana. Para ésto se someten a escrutinio

las muestras de tales manifestaciones culturales para así explicar la relación existente entre el

desarrollo de la conciencia nacional y la conciencia histórica—base del mensaje político-

patriótico elaborado por la élite—y que fue difundido ampliamente en el seno del pueblo
venezolano a través de libros de historia, piezas oratorias, editoriales, ensayos y artículos en la

prensa; manuales escolares, programas y reseñas de actos cívico-patrióticos, obras de teatro,

hojas sueltas y otros medios.

La investigación sobre el tema se puede considerar de capital importancia para comprender el

proceso mediante el cual se estructuraron los estados que emergieron a raíz de los movimientos

de emancipación nacional en Hispanoamérica. Tal proceso de formación de nuevos estados

nacionales estuvo más orientado a profundizar las peculiariadidades de cada uno de ellos y no

hacia la organización de una gran república sobre la base de la conservación de la herencia

común: idioma, cultura hispana , historia y religión (N.Harwich V.,1990)

La estructuración del Estado-Nación en Venezuela siguió el mismo patrón adoptado en el resto

de Hispanoamérica (con la posible excepción de México) , esto es, el desarrollo de una entidad

política propia, sustentada en la negación del pasado común (ello a pesar de cierta retórica

ocasional) .En esas circunstancias, era vital el culto a los padres de la patria como un sustituto

que llenara el vacío histórico que dejaba el consciente olvido del pasado común hispano e

indígena.

Tal actitud por parte de las élites, se entiende como un intento de construir una <<falsa

historia>>, una de cuyas características fundamentales fue la mutilación de sus raíces más

profundas (el pasado prehispánico y los trescientos años de vida colonial bajo tutela española) ;

con el objeto, se puede suponer, de no asumir abiertamente su propia realidad de grupo étnico-

social heredero de los conquistadores usufructuarios de tierras, esclavos y privilegios político-

sociales.

Fue entonces más conveniente para los representantes de las élites (y lo es todavía) pretender

convertirse en lo que no eran, es decir en los únicos creadores de la nación a partir de una

epopeya donde la patria surgía de sus esfuerzos en los cabildos, congresos y campos de batalla.

Ellos, algunos preclaros representantes de la cúpula dirigente, tenían además otra buena razón

para no hurgar demasiado en ese pasado: muchos habían tenido una posición favorable hacia la

monarquía española y sus representantes durante la dura y larga guerra civil que fue la lucha por

la emancipación nacional venezolana. Examinar profundamente esa historia reciente , en cierta

manera , amenazaba con sacar a flote la verdad que muchos temían. El fantasma que persiguió al
Marqués de Casa León no fue exclusivo de este arquetípico personaje que vistió la casaca de

patriota y de realista alternativa e indistintamente. Muchos de los que ocuparon lugar prominente

en la nueva república, especialmente a partir de 1830, se escudaron en una historia que si bien

rendía culto oficial a los héroes, escamoteaba buena parte de la verdad sobre el pasado histórico

nacional venezolano.

Esa manera de asumir el pasado histórico, y por otra parte, las muy débiles bases económico-

sociales que sostenían a esas repúblicas recién emancipadas, obligaban a la nueva nación y a sus

clases dirigentes a buscar en lo ideológico o espiritual lo que no tenían en términos materiales, es

decir, una sólida y articulada economía nacional.

En fin, se considera que analizando lexicográficamente las muestras representativas del discurso

historiográfico del siglo XIX—especialmente en el período 1830 - 1883 -- es una vía válida

para estudiar el culto heroico, las mentalidades de la época y su contribución a la edificación del

Estado nacional venezolano. De particular interés será el rastreo de vocablos fundamentales

como pueblo, nación, patria, patriotas, realistas, héroes, próceres, padres de la patria y otros

más; en torno de los cuales se estructuran muchos de los textos publicados entonces.

Justificación de esta Investigación.

Pudiera sostenerse que la investigación sobre las manifestaciones fundamentales del discurso

historiográfico centrado sobre el culto heroico no ha ido, en muchos casos , más allá de la

descripción o el análisis individual de algunas de ellas. Gran número de los estudios existentes se

inscriben dentro de lo que puede catalogarse como esfuerzos antológicos (presentación o

comentario de recopilaciones) ; asimismo, debe agregarse, que los trabajos que conocemos están

casi todos orientados hacia la valoración literaria o hacia la revisión historiográfica aislada del

contexto que le sirve de marco histórico a tales producciones. Ejemplos de ello serían esfuerzos

como los de Ramón Díaz Sánchez (Evolución de la Historiografía Venezolana) , Mario

Briceño Iragorry (Nuestros Estudios Históricos) y más recientementemente el de Tomás

Enrique Carrillo Batalla (Discurso de Incorporación a la Academia Nacional de la Historia).

Por otra parte, trabajos como los del Dr. Germán Carrera Damas: (El Culto a Bolívar ; Simón

Bolívar el Culto Heroico y la Nación ;Historia de la Historiografía Venezolana) son - por lo

menos en Venezuela - una excepción que valoramos positivamente.


En las obras del Dr. Carrera Damas—especialmente en El Culto a Bolívar—se hace el estudio

de los textos bolivarianos , fundamentalmente de los correspondientes al siglo XX; por ello , este

trabajo trata - entre otras cosas - de profundizar en un esfuerzo más amplio sobre el conjunto de

textos histórico - literarios de carácter patriótico de la Venezuela del siglo XIX, incluyendo en

ellos, no solamente los textos relacionados directamente con el Libertador Simón Bolívar; si no

también, las conocidas producciones historiográficas mayores de Feliciano Montenegro Colón,

Francisco Javier Yanes, Rafael María Baralt, Juan Vicente González, Felipe Larrazábal, José de

Austria y Eduardo Blanco. Asimismo, se incluyen los trabajos <<menores>> sobre Bolívar y un

amplísimo grupo de héroes o próceres, esto es, una vasta colección de discursos, sermones,

ensayos biográficos cortos, descripción de ceremonias de honras fúnebres, artículos

periodísticos, programas de homenajes o efemérides, defensas de los deudos supuestamente

agraviados por otras publicaciones, manuales o “catecismos” de enseñanza, obras dramáticas y

otras que pueden apreciarse en nuestras notas o referencias y en la respectiva sección de fuentes.

Limitaciones de la Investigación.

El estudio realizado tiene como marco cronológico-espacial a la Venezuela del siglo XIX,

especialmente en el período 1830 - 1883, ya que interesa destacar las consecuencias que tuvo la

publicación de textos de temática heroica o histórico-nacional, en la conformación de la nación

venezolana en su fase inicial como Estado republicano recién emancipado.

El estudio del período se iniciará en 1830 , considerando , no solamente la definitiva

desaparición física del Libertador Simón Bolívar el 17 de diciembre ese año, sino también ,como

es obvio suponer, la culminación del proceso separatista grancolombiano y la estructuración del

nuevo Estado venezolano autónomo.

El año de 1883, que marca la celebración del primer centenario del natalicio del Libertador

Simón Bolívar, fue el climax del culto heroico en tiempos del guzmancismo. Por tanto, está

justificado establecer los límites del período a estudiar considerando esos hitos históricos.

Tomando en cuenta lo amplio de ese período y el vasto universo que representa eso que se

denomina <<el discurso historiográfico>>, necesariamente deberá concentrarse la atención en

ciertos lapsos que ofrecen mayor cantidad de tales textos: Ejemplos serían los inmediatos años
anteriores y posteriores a 1842 y 1883, es decir cuando se realizan los actos del traslado de los

restos a Caracas y la conmemoración del Centenario del Natalicio del Libertador Simón Bolívar.

Al estudiar el culto a Simón Bolívar como héroe de la patria, se considerará que fue el culto más

elaborado y extendido ,al cual estaba supeditado el homenaje que se rendía al resto de los otros

próceres.

Entre las limitaciones difíciles de superar están las determinadas por las fuentes. Una ha sido la

imposibilidad de localizar hasta ahora algunos materiales de los cuales sólo se conoce su título o

su autor, mas no su contenido. Este es el caso de muchas producciones que sabemos se

escribieron o se pronunciaron oralmente en actos diversos que la imprenta no recogió o cuya

única versión (en la prensa, folletos o libros de la época) no ha sido posible localizarla todavía.

Además de esas dificultades debe agregarse el problema de la valoración histórico-

historiográfica de los diversos materiales localizados en su versión original. No siempre es

posible ir más allá del análisis del texto en sí mismo aunque se sabe que es imperioso estudiar

cada producción intelectual en su contexto histórico. Entre los aspectos a considerar estarían las

ideas filosóficas, políticas, religiosas y literarias; así como la formación profesional y otras

condiciones del autor de la obra; las razones de la escritura o elaboración del discurso; la

situación o entorno donde se realiza la obra.

En fin, las limitaciones del tema son enfrentadas apelando al esfuerzo heurístico y hermenéutico

sistemático sobre las fuentes, ello permite construir - esperamos - un discurso histórico válido.

Hipótesis de Investigación.

Entendiendo que es necesario enunciar esa proposición que “sirve de hilo conductor para

organizar las investigaciones” (G.Lefebvre) sostenemos que El culto a los héroes realizado en la

Venezuela del siglo XIX (y que puede estudiarse a través de los innumerables textos histórico-

literarios y las ceremonias y conmemoraciones debidamente documentadas) fue uno de los más

importantes factores que coadyuvaron a la consolidación de la nación venezolana que se abría

paso como nuevo Estado Nacional en Hispanoamérica después de haber culminado las guerras

de independencia y el proceso de separación de Colombia en 1830. Tal culto heroico fue un

importante sucedáneo histórico para quienes dirigieron la nación, pretendiendo echar un manto
de olvido al pasado colonial hispano, así como al período grancolombiano y al carácter de

guerra civil que tuvo el proceso emancipador, enfrentando además un presente lleno de

carencias en términos económico-sociales.

También podrían agregarse estas proposiciones hipotéticas más específicas:

a) Fue mucho mayor el impacto que tuvieron publicaciones catalogadas como <<obras

menores>> tales como los discursos y sermones patrióticos, las biografías de próceres, los

artículos de contenido histórico en la prensa ,las obras dramáticas, los manuales o catecismos

históricos escolares, los programas de actos patrióticos,etc. ,especialmente si consideramos a la

masa popular a la cual llegaban mucho más ampliamente, que el de las llamadas <<obras

mayores>>, es decir los textos historiográficos de mayor alcance o desarrollo, esto es, las obras

de Feliciano Montenegro Colón, Rafael María Baralt, Francisco Javier Yanes, José de Austria,

Juan Vicente González, Felipe Larrazábal y otros.

b) El discurso historiográfico del período estudiado (especialmente si se consideran las obras de

carácter menor) giró en torno de un conjunto limitado de temas (barbarie española, leyenda

negra, patriotismo ,bolivarianismo - especialmente a finales de siglo - , campañas militares,

defensas ante supuestos agravios a la memoria de algún prócer,etc.) todo lo cual le confiere un

carácter reiterativo o repetitivo y por ello tal vez se explica la amplia recepción que tuvo dicho

discurso en la población del país.

c) Las limitadas posibilidades económico-sociales de la recién emancipada república de

Venezuela (y también de otras naciones hispanoamericanas con economía y sociedad agraria

atrasadas y en crisis) obligó a sus élites a justificar su existencia nacional a partir de la gesta

heroica y de una <<falsa historia>>. [ello impidió a Venezuela dejar de ser una de esas

nacionalidades frustradas o insatisfechas, según la terminología acuñada por Ruggiero Romano]

Fuentes, Métodos y Técnicas.

En el trabajo realizado se utilizan los métodos y técnicas de investigación propios de las Ciencias

Sociales y en particular los de la Historia. Para la recolección de información se parte de un

sistemático arqueo de fuentes y trabajo de fichaje en las principales bibliotecas, hemerotecas y

archivos del país, especialmente de la ciudad de Caracas, entre otros , en el Centro de


Investigaciones Históricas y Biblioteca de la Universidad Católica Andrés Bello; Academia

Nacional de la Historia, Biblioteca Nacional, Archivo General de la Nación, Archivo del

Congreso Nacional, Fundación John Boulton, Centro de Investigaciones Históricas

<<Bolivarium>> y Biblioteca de la Universidad Simón Bolívar; Universidad Central de

Venezuela, Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry del Instituto

Pedagógico de Caracas; Biblioteca de la Sociedad Bolivariana.

No obstante, fue en la Sala Pedro Manuel Arcaya, en la sección de Libros Raros y Manuscritos,

en la sala general y en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional donde localizamos los

materiales fundamentales para la elaboración de este trabajo. Allí,no solamente se nos brindó la

asistencia usual de prestarnos los materiales solicitados sino que también se nos facilitó copia de

trabajos de investigación biblio-hemerográfica inéditos que nos dieron muy buenas pistas sobre

desconocidos textos relacionados con el tema en estudio.

Además de las habituales técnicas que permiten procesar la información biblio-hemerográfica y

documental, se insiste en lo contextual del análisis para así profundizar en la cabal comprensión

del contenido y la intención <<pedagógica>> de casi todos esos textos ,expresiones intelectuales

de una inconsciente colectivo. Así, estamos seguros, puede obtenerse una confiable masa de

información sobre la cual erigir conclusiones bien fundamentadas.

La metodología empleada en la investigación se inscribe en los parámetros generales del Método

Histórico que ha venido estructurándose con los aportes de clásicos estudios como los de Karl

Marx ,Thomas Carlyle, Charles V. Langlois, Charles Seignobos, Wilhelm Bauer, Laureano

Vallenilla Lanz, Ruggiero Romano, George Duby, Germán Carrera Damas y otros.

Con la aplicación de tales principios generales del Método Histórico se intenta el análisis de los

aportes teóricos sobre el problema de la formación de las naciones y los procesos de legitimación

del Estado así como de los textos relacionados con el culto a los héroes.

Considerando la naturaleza del problema en estudio, las fuentes utilizadas para la redacción de

esta obra son -- en su casi totalidad -- libros, folletos, hojas sueltas, periódicos y algunas

colecciones documentales publicadas originalmente en Venezuela durante el siglo XIX o por

autores venezolanos de la época en imprentas del exterior. Muchos de estos materiales


<<primarios>> consultados son textos que han caído en el olvido casi total, pues la temática, el

estilo y otros factores asociados así lo han determinado.

El autor desea expresar su gratitud a todas aquellas instituciones y personas que hicieron posible

la realización de esta investigación. Primeramente a las autoridades y colegas del Departamento

de Geografía e Historia del Instituto Pedagógico de Caracas y a las autoridades superiores del

Instituto Pedagógico de Caracas - Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Debo

agradecer también el apoyo recibido de la propia Universidad Católica Andrés Bello; del Centro

de Investigaciones Históricas <<Bolivarium>> y Biblioteca de la Universidad Simón Bolívar que

me facilitó (entre otras cosas) el uso de un cubículo de investigador en su sede durante mi año

sabático; el personal de la Biblioteca Nacional, especialmente el de sus salas Pedro Manuel

Arcaya, la de Libros Raros y Manuscritos, así como los de la Hemeroteca; en fin , a todos los que

con sus consejos y sugerencias mejoraron este trabajo, pero muy especialmente , a mi tutor el

Doctor Nikita Harwich Vallenilla, quien desde los primeros intentos nos acicateó con sus

palabras de aliento y las críticas para mejorar el trabajo en cada etapa.


CAPITULO I

Aspectos Generales: La Formación de la Nación y el Estado. El Culto a los Héroes: El Discurso


Historiográfico y su Historia. Aportes Teóricos Fundamentales.
Capítulo I

Aspectos Generales: La Formación de la Nación y el Estado. El Culto a los Héroes; El


Discurso Historiográfico; la Nación Venezolana y su Historia. Aportes teóricos
fundamentales.

1. Sobre la Formación de la Nación y el Estado.

1.1. Para iniciar el tratamiento del problema, comenzaremos por resumir y comentar los
planteamientos de calificados autores cuyas obras nos han permitido sustentar teóricamente
este trabajo. Empezaremos la tarea , considerando los del ensayista latinoamericano
contemporáneo Edelberto Torres Rivas , en su trabajo titulado <<La Nación : Problemas
Teóricos e Históricos>>.(1)

Este, al explicar el concepto moderno de nación ,afirma que ella es “una comunidad política
cuya unidad se encuentra en la existencia dinámica de un mercado interior”. Es así ,
sostiene , que “la universalidad de la burguesía adquiere una forma nacional.para dar
históricamente a sus intereses una forma general. Es aquí donde aparece necesariamente el
estado ,como expresión política de esa generalidad y, con ello, la referencia dialéctica de la
nación y del estado como una realidad burguesa.”(2)

Considera por consiguiente que la nación es una forma específica de comunidad que surge en
el correspondiente proceso histórico junto con nuevas formas sociales de producción y
relaciones sociales que constituyen el hogar de la sociedad burguesa, expresión normal del
mercado capitalista. Dicho fenómeno nacional, logró su más alta expresión durante el siglo
XIX, así como durante el siglo XVIII la tuvo el Estado.(3)

Al analizar el proceso de consolidación de los estados nacionales, especialmente en el caso de


las Naciones Americanas; señala que el proceso de emergencia del proyecto nacional - estatal
en América Latina tiene su origen e inspiración en la historia europea. Fue así, que
“la segunda ola de mundialización. del estado nacional corresponde al período de
independencia de las colonias luso-españolas en este continente. El poder colonial peninsular
entra en crisis y al fragmentarse permite la organización estatal-nacional de una laxa
realidad económico-social que se fue formando a lo largo de trescientos años de dominio
extranjero.” (4)

Según Torres Rivas, los elementos y niveles del fenómeno nacional fueron los siguientes: En
la etapa de consolidación de los grandes estados nacionales del siglo XIX, su viabilidad estuvo
asociada a la existencia de grandes espacios territoriales con cierta densidad poblacional. El
“espacio” geodemográfico fue objeto de procesos unificadores en los que la integración
política por la fuerza ,en la búsqueda de un “tamaño” , fue una constante inevitable.

Todo ese proceso implicó una fuerza político-militar integradora pero también intereses
socioeconómicos en los que siempre aparece predominando un grupo nacional, una
socionacionalidad que se afirma por intermedio de una voluntad dominante de clase. (5)

En relación con lo Nacional y lo Estatal, opina el autor que en general, “... no se puede
entender lo nacional sino con referencia a lo estatal; es el estado el que unifica (o termina de
hacerlo) a la nación (...) el estado capitalista es siempre un estado nacional ,un espacio
económico y político unificado.” (6)

Al caracterizar a las naciones y estados, de acuerdo con la tipología de Malek , señala estos

tipos: el europeo; el de “las naciones y estados nacionales de origen europeo superpuestos

sobre un t elón de fondo extranjero que se rompe y/o destruye a medias ,pero que tiene
hondas raíces etnoculturales. Ese fue el caso de países de América Latina en que la
colonización eliminó <<las antiguas naciones y sus civilizaciones ... y dispuso ,además, del
tiempo necesario para la constitución de verdaderas naciones ...>> “ (7)

La revisión de los conceptos asociados a la idea de nación permite precisar que son varias
“...las nociones que en la literatura contemporánea se asocian a la categoría de nación (...)
Por ejemplo, el uso reiterado de sociedad como equivalente al de nación, o el caso de la
sinonimia castrense en que patria, república y país se confunden en una imprecisa
concepción de nación. Resumiendo, son tres por lo menos los niveles o grados de significación
en que se concreta usualmente el hecho nacional ; a) cuando se le confunde con
nacionalidad, como conjunto de rasgos culturales e históricos que, por lo general, se unifican
a partir de una base étnica o linguística común. En este caso es sinónimo de nacionalitario,
neologismo de origen francés que alude a la existencia de uno o varios de esos rasgos que por
lo general están presentes en una agrupación social que precede a la nación; b) como fuerza
integradora que facilita o conduce a una identificación común; la nación es sinónimo de
conciencia colectiva y ,de hecho, funciona con extraordinaria fuerza orgánica o mejor
dicho ,como cualidad orgánica en virtud de la cual se mantiene la cohesión interna y se
aseguran formas de integración/participación. Es la idea de un sujeto colectivo y soberano
que además otorga un sentido de pertenencia transclasista y una capacidad de
autoidentificación defensiva”.(8)

A propósito de la relación entre las categorías de Nación y Territorio, entiende Torres ,que la
de nación debe ser tomada como sinónimo de “comunidad territorializada, espacio interior
concebido como límite de carácter político-administrativo.” No es nada más la geografía sino
la “delimitación de un interior” donde la vida comunitaria logra su desarrollo tomando como
referencia también la dimensión externa. “Nacional es es este sentido lo opuesto a lo externo,
que es extranjero.” (9)

Lo que se ha llamado nación moderna “corresponde a un momento del desarrollo social en el

que elementos materiales e ideales de lo nacionalitario aparecen desarrollándose hasta


conformar un nuevo tipo de comunidad. Comunidad que aparece asociada ,antes o después,
pero inexorablemente, a nuevas formas de dominación política, de vida económica, de
experiencia cultural. Pero lo que lo que la caracteriza en su forma original ,aceptados los
elementos comunes básicos [los llamados componentes nacionalitarios como la etnia, el
idioma, el territorio, etc.] es la peculiar formación de las clases, la naturaleza de las mismas,
de sus relaciones de cooperación y conflicto. La sociedad nacional corresponde a una
compleja relación de fuerza entre clases sociales :la realidad nacional - estatal. La nación
moderna es entonces un agrupamiento colectivo cuya especificidad está dada ,en primer lugar
por la naturaleza de la cohesión social interna, de un vigor sin paralelo en la historia, y que
no es producto de la fuerza sino de una forma de poder integrador de clase”. (10) .

La forma nacional de la comunidad implica una sociedad en la que la relación de fuerzas


entre las clases sociales asegura no sólo la cohesión sino su continuidad y su reproducción. la
calidad nacional viene a ser la ocasión para que se consolide la sociedad. (11)

El concepto de nación moderna necesita ser completado, en primer lugar “con la idea de
comunidad económica (....) pero. afirmar que la nación moderna es la nación burguesa no
resuelve el problema teórico fundamental de la especificidad de la nación que sólo ve
señalada así su última ratio. En segundo lugar, existen hechos a veces tan importantes como
los señalados ,experiencias comunes que constituyen lo que de manera a veces imprecisa se
llama la la tradición común y que en la historia de los pueblos cuenta de manera decisiva para
producir diversos grados de identidad, situaciones que engendran un sentimiento de
copertenencia al mismo conjunto. Tal como establece Terray, para que se evolucione del
instinto nacional - de la intuición colectiva - a la conciencia nacional es necesario que ese
<<conjunto>> emprenda luchas y resistencias y pase por experiencias donde simultáneamente
forje su unidad y su identidad. El destino compartido es una contradicción cohesiva porque
integra lo que es constitutivamente antagónico ....” (12)

Agrega Torres Rivas, que existe un tercer elemento sustentado por la común tradición
histórica y vida económica: Este es una expresión ideológica o elaboración cultural de las
experiencias nacionales. “En sus formas más desarrolladas ,la comunidad cultural puede ser
contenida en una forma nacional ... la llamada cultura nacional es siempre cultura de clase.”
Las clases subordinadas o explotadas son integradas a la <<comunidad cultural>> nacional.
Es decir, “conforme se vuelve nacional no sólo su participación en el mercado - su posición
estructural - sino su condición social y su estatus cultural.”(13)

Concluye Torres Rivas esta parte de su ensayo citando una opinión de Nicos Poulantzas sobre
la nación moderna caracterizada como <<historicidad de un territorio y territorialización de
una historia >> , es decir una realidad superior en que se funden de manera novedosa los
elementos materiales y espirituales de toda comunidad.(14)

Estado y Nación en la Historia Latinoamericana.

El problema de la autonomía política remite a otro de mayor profundidad, el de la viabilidad


nacional de sociedades descolonizadas, como lo son los pueblos al “margen de la historia, en
el sentido de ser solamente reflejo de la que se hace en la <<madre patria>> “ pero que
expresan pretensiones de tenerla. La vitalidad política de los pueblos <<sin historia>> “ no
puede consistir solamente en su capacidad de expresar sentimientos nacionales y constituirse
en estado independiente ,sino también y fundamentalmente en la necesidad de basar todo el
proceso en una regeneración social capaz de destruir el ordenamiento sobre el cual se asienta
el orden colonial.” (15) .Dice Torres Rivas, que evitemos “el vicio inexcusable de hablar de
una malformación nacional ,o el pecado de soberbia de insistir en una absoluta originalidad
del fenómeno”. (16)

La Cuestión Territorial. El Espacio y la Nación.


Originalmente , en América Latina “la reivindicación territorial propia de la nación
moderna no fue alcanzada por la adquisición por la fuerza de un espacio sin el cual el estado
no existe. En este sentido, la herencia colonial fue una herencia territorial vasta, superior en
tamaño a las expectativas / posibilidades del poder. La forma misma de definición y
apropiación del topos califica la naturaleza de la clase que encabeza el proyecto de estado
nacional: el territorio se recibe, se hereda y luego se define como nacional. Pero falta su
integración real...” (17)

Con la aplicación del principio jurídico del uti possidetis se pretendió “consagrar como
frontera nacional lo que sólo fue una barrera burocrática o política, de sabor medioeval. Lo
que la colonia unió lo dispersó la república”. Por ello, la dispersión de Hispanoamérica “fue
menos obra de la independencia que del imperialismo, aunque en la explicación de la historia
oficial el <<patriotismo>> ha pretendido decir la última palabra. “ (18)

Una gran dificultad a vencer fue la delimitación territorial de la nación , lo que constituyó
“parte del proceso original de formación del poder estatal en América Latina” en la que en su
proceso de formación como ,nación y estado no podían coincidir, sobre todo, “ porque el
espacio continuo de la colonia, la geografía, la economía y la política le señalaron
jurisdicciones diversas.”(19)

Alcanzar la unidad nacional y el control del territorio sólo fue posible con el triunfo de los
caudillos y de las montoneras en las guerras civiles. Se resolvió por la vía de las dictaduras
absolutistas el problema de la unidad nacional; así, tuvo la nación “una dimensión político

-militar. Por ejemplo, la conquista del desierto desde Buenos Aires, la disminución del espacio
mapuche, desde Santiago, o la ocupación de los llanos en Colombia y Venezuela, son formas
incipientes de afirmación nacional por la vía de asegurar administrativamente un territorio al
que sólo posteriormente se podrá integrar. Las ciudades juegan un papel decisivo en este
proceso y en América Latina ellas definen el primer momento del poder estatal. Es casi como
decir que la matriz espacial se realiza en una ciudad y en su extenso hinterland rural.”(20)

Considerando otros factores ,dice Torres Rivas, que el orden colonial se apoyó en normas
(legales) y costumbres que favorecieron la dispersión regional, el desarrollo de una cultura
parroquial sobre la base de una estructura económica y social que ,salvo excepciones, no
podía crear fuerzas materiales y sociales unificadoras. La ausencia de comercio interior - el
comercio vincula y unifica espacios y personas - y la presencia de monopolios económicos,
por ejemplo, no favorecieron la creación de una estructura económica común. (21)
Tampoco favorecía la unidad nacional la existencia de una legislación que dividía a la
población en grupos de acuerdo con su color, origen y las funciones que debía cumplir. Fue
muy fuerte en América la tendencia medieval a aislar a grupos socioculturales en forma de
estamentos; esto es, “cuerpos sociales cerrados con deberes y derechos específicos entre sí y
con los del <<exterior>> , separados por culturas y símbolos distintos.” Evidentemente, esos
factores no favorecieron la formación de una genuina conciencia nacional. (22)

Paradójicamente, en las antiguas colonias de la Corona española, el reformismo borbón


facilitó una primera y fatal identidad caracterizada como una identidad de ruptura a la
defensiva. Esa toma de conciencia inicial fue “menos antiespañola que
antiliberal” .Considera Torres Ribas, que esas “formas ideológicas de la nacionalidad”
fueron las más atrasadas porque expresaban la defensa de la tradición representada por la
“comunidad de destino” conformada por los amenazados elementos coloniales.

Esa tradición colonial fue defendida cerrilmente porque ella entrañaba la vigencia de los
privilegios que se perdían con el derrumbre del viejo imperio. Por eso, las guerras de
independencia expresaron contradictoriamente dicha crísis.(23) .

En medio de tal proceso se destacó el factor racial como elemento conservador-movilizador de


identidad. En este sentido, “la patria era del criollo, y allí donde se formó una nación ésta fue
una nación criolla ....” (24)

Junto a este aspecto anterior debe considerarse que “la guerra de independencia construyó

una legitimidad y creó un sentido heroico del pasado .Contribuyó de esa manera a que los
elementos subjetivos de la nacionalidad en formación cristalizaran como fermentos de
identidad colectiva. La nación legitima el estado en la medida en que la victoria legitima el
poder de los vencedores. Pero esas circunstancias no facilitan exactamente la formación del
estado nacional ;sólo hicieron inevitable la derrota colonial.” (25)

Asimismo ,sostiene Torres Rivas, que sólo en la conciencia superior de figuras como Bolívar,
Sucre y Martí el nacionalismo americanista se encarnó como acabada visión histórica del
momento, adelantándose a su época. “Pero la patria no era América, vasto y vago conjunto
difícil de aprehender culturalmente”. Para otros la identidad la expresaban mejor los
intereses del comercio, la propiedad de la tierra y las influencias políticas locales.(26)
Finalmente se plantea, que ,al contrario de otras sociedades, el proceso nacional
latinoamericano no necesitó ser encabezado por una burguesía, pues aún en sus inicios “el
hecho nacional no se produce sin una clase dominante; ese rol político fue desempeñado por
la llamada, con notoria imprecisión, oligarquía”. Ella comprendió una gama de sectores
sociales: “comerciantes intermediarios, plantadores de cultivos para la exportación ,
propietarios de minas y tierras, y hasta una élite ilustrada formada en el exterior (...) para
todos ellos la primera experiencia nacional no fue el mercado sino la política . Se trata de una
protoburguesía que se va definiendo desde el poder, cuya experiencia la perfila como
clase.”(27)

Un Comentario Sobre el Planteamiento de Torres Rivas.

Antes de analizar los argumentos de otro autor, es necesario ofrecer algunas consideraciones
sobre este conjunto de incitantes ideas ofrecidas por Torres.

El juicio que sobre la formación de la Nación y el Estado tiene este autor, no responde a una
de esas explicaciones que reducen todo a una causalidad elemental o determinista. Si bien es
cierto que pone en el centro de su tesis un importante factor como lo es la formación de un
mercado nacional con su respectiva burguesía dirigente; también lo es, que toma muy en
cuenta otros elementos como la articulación del territorio, los componentes nacionalitarios
(tradición común, comunidad cultural) y ,sobre todo --- en nuestro caso—el peculiar
desarrollo socio-histórico de América Latina, con su herencia indígena e ibero-colonial.

Es así, que al intentar explicar el surgimiento de los estados nacionales latinoamericanos, no


sólo lo hace considerando las diferentes formaciones políticas (atendiendo a factores de orden
étnico, desigual desarrollo económico-social, etc.) sino a aspectos como los niveles de
conciencia y cultura política alcanzada por los pueblos, sus élites y principales dirigentes.

El papel jugado por la llamada oligarquía, cúpula económico-social, pero especialmente


política ; permite comprender el proceso de cambios en la Hispanoamérica del siglo XIX que
aunque carecía de burguesías y mercados nacionales similares a los que se habían
desarrollado o estaban desarrollándose en Europa y los Estados Unidos de América; pudo
iniciar la construcción de estructuras estatales nacionales a partir de un proyecto político
propio; no obstante, las limitaciones de una débil integración territorial y de los muy laxos
nexos regionales internos.
Es notorio que el análisis del autor se sustenta en un hábil manejo de las categorías marxistas
(modo de producción, formación económico-social, superestructuras ideológico-culturales,
desarrollo desigual, etc.) -- aunque no lo haga de manera explícita. No obstante, cuando el
autor analiza el desarrollo sociohistórico latinoamericano, lo hace desde una visión
heterodoxa del problema que no cae en esos esquemas rígidos que fueron muy comunes en las
publicaciones pioneras que dejaban por fuera todo aquello que no fuese lo económico-
material. (28) En este caso, por el contrario, Torres tiene muy en cuenta en su balance, los
aspectos superestructurales que le dan ese carácter específico a las formaciones
latinoamericanas. A fin de cuentas, parece que fueron esos elementos “superestructurales”
poco tomados en cuenta en algunos análisis del pasado, la más importante variable en el caso
de la conformación de los estados nacionales latinoamericanos.

1.2. El notable historiador italiano Ruggiero Romano, discute el tema en su ensayo sobre los
conceptos de Nación, Estado y Libertad. (29)

Al explicar el origen de la idea de nación, estado nacional y otros conceptos conexos lo hace
apelando a los procesos históricos concretos de viejas sociedades como Inglaterra, Francia y
España (Estados Nacionales ya consolidados en la época moderna) ; así como de los de
Italia ,Alemania y las nuevas repúblicas americanas (cuya unidad nacional o su
emancipación ocurre en el siglo XIX). Tomando tales sociedades como ejemplos válidos,
califica a los viejos estados nacionales como nacionalidades satisfechas y a las de más nueva
data, como nacionalidades frustradas.

Romano enuncia las características del modelo ideal de nación afirmando que “Una nación
es un espacio delimitado por fronteras naturales, poblada por hombres que hablan el mismo
idioma y que practican la misma religión y unidos entre ellos por un no mejor identificado
<<espíritu nacional>>. El Estado administra estos hombres y concede algunos derechos a las
eventuales minorías...” (30) . Tal modelo, según Romano , fracasó en América.

De gran importancia nos parecen las ideas que enuncia el autor sobre el papel que desempeña
la geografía (ríos, montañas, brazos de mar) como justificación de la existencia de las
naciones americanas. Asimismo, lo es su precisa concepción de lo que denomina el
<<proyecto nacional>>.
En síntesis, las opiniones de Romano sobre lo que llama nacionalidades satisfechas (y por
ende orgullosas) y sobre las nacionalidades frustradas (acomplejadas, edificadas sobre la base
de la idea de libertad - independencia) nos permiten comprender el drama de la América
recién emancipada en búsqueda de una nueva identidad.

Si comparamos lo afirmado por el autor que ahora reseñamos en relación con el problema de
la escritura de una Historia de Italia o de una Historia de los Italianos (31) no podemos evitar
pensar en la situación de Venezuela hasta 1777 o si se prefiere antes de 1810-1811. No
obstante, creemos que acá entre nosotros el problema tiene mayor complicación, pues ni
teníamos una expresión geográfica (Venezuela, de igual alcance que Italia) ni tampoco unos
<<venezolanos>> con ese nosotros ya definido. Y hay algo más complejo aún; nos pudiéramos
preguntar, ¿ desde cuándo podemos hablar de una realidad geográfica llamada América o de
unos <<americanos>> sujetos de nuestra historia?

En fin, las anteriores nociones nos permiten hacer este último aserto: Venezuela, como
nación hija de un proceso de independencia se inscribe, al igual que sus hermanas
hispanoamericanas, dentro de ese mundo de las nacionalidades frustradas a pesar de haber
tenido la posibilidad de insertarse en el viejo tronco de una nacionalidad satisfecha, esto es, la
española, con tanta antigüedad o títulos de viejo estado nacional como los que exhibían
Inglaterra y Francia.

Hecha esa síntesis inicial de los planteamientos de Ruggiero Romano intentaremos ahora
ofrecer una más completa revisión de éstos. Para ello, transcribiremos o resumiremos los
textos fundamentales y a partir de tales ideas, si es pertinente, hacer las consideraciones
críticas del caso.

Para realizar la tarea propuesta partiremos del citado trabajo de Romano. Este, al someter a

discusión los conceptos de nación, estado, libertad y patria, nos dice que “<<Patria>>>

etimológicamente no es otra cosa que el lugar de nacimiento ... el sentido limitado de <<lugar
de origen >> subsiste todavía por mucho tiempo. Paralelamente, se afirma la palabra
<<Natio>>. También ésta, etimológicamente no significa otra cosa que nacimiento y por un
largo período, la palabra <<Natio>> identifica a las personas pertenecientes a un lugar de
nacimiento común : la <<Natio>> (nacimiento común) de los florentinos o de los
barceloneses, de los escoceses o de los lombardos. Pero progresivamente, también nación
amplía su esfera de identificación. Así en el siglo XVI nos encontramos con dos
palabras :<<patria>> y <<nación>> ,y ambas poseen un dúplice valor, un dúplice sentido”
[como simple lugar de origen y/o nacimiento y como identificación de un espacio geográfico,
cultural, más amplio. En el caso italiano ésto es evidente, dice el autor,] ... Pero es
precisamente durante el siglo XVI que la palabra Estado hace irrupción de modo
determinante .. [aunque no es todavía el Estado Moderno, es Nuevo. Para entonces,] ... Estado
significaba simplemente dominio ...” (32)

Durante el siglo XVIII la idea de Nación va precisándose y triunfa definitivamente con el


Romanticismo. Al preguntarse Romano, ¿ en qué sentido se encuentra ésta definitivamente
realizada ? , afirma citando a Federico Chabod , que: <<la idea de nación es, antes de todo,
para el hombre moderno ,un hecho espiritual ;la nación es antes de todo, alma, espíritu y muy
secundariamente materia corpórea; y mucho más individualidad espiritual antes que ser
entidad política , Estado a la Machiavelli, y mucho menos entidad geográfico - climático -
etnográfica>> .(33)

Ese gran movimiento del siglo XVIII encontró su punto culminante en la Revolución
Francesa “aquí , <<la Nation/Peuple>>afianzará su originalidad más fuerte .Ella fue acogida

con entusiasmo por parte de hombres como Kant, Fichte, Klopstock (para no hablar que de la
sola Alemania: pues el eco fue general en toda Europa) Las sucesivas desviaciones de la
revolución condujeron a la desilusión : y fue en el crucial invierno de 1807-1808 que Fichte
escribe sus Discursos a la Nación Alemana teorización completa de lo que será la Nación en el
siglo XIX. Pero no es sólo esto :el nuevo concepto de Nación hará alianza (y a veces
matrimonio) con el nuevo concepto de Estado. ....” (34)

La fundamental participación de los historiadores hará del siglo XIX será el siglo de las
grandes historias nacionales.” Y es aquí que se cumple la grande separación. ¿ Cuáles
historias nacionales ? Es decir, ¿Quién merece una historia nacional ? Francia, España,
Inglaterra: los países que tienen una pretendida <<unidad>> nacional constituida desde hace
tiempo.” Pero qué pasa con Grecia, Alemania, Polonia y otros más, la merecen también? (35)

Las Oligarquías y la Nación.


Se pregunta Romano, cómo han podido sobrevivir estas oligarquías, sus representantes, los
“liberales y conservadores , federalistas o centralistas, revolucionarios o
contrarevolucionarios no impiden - a pesar que se hayan sucedido impetuosamente - que las
oligarquías de los diferentes países resistan” . Y bien, dice Romano “me parece que la

respuesta pueda ser simple a través de una disyunción siempre mayor entre Estado y
Sociedad Civil , entre Nación Real y Nación Oficial. Esta disyunción dará origen a algunas
grandes rupturas, como la mexicana de 1911 ... las naciones americanas no logran encontrar
nunca una fuerte unidad, propia. Ellas oscilan siempre entre <<Nación en estado natural>> y
<<Nación constituida>>”. (36)

El Proyecto Nacional.

El es un concepto al que guarda mucho cariño desde hace años y que ha constituido uno de
los elementos principales de su reflexión sobre la historia de Italia. El asunto es precisamente
éste; nación, estado , patria, libertad “son palabras que ,o se resuelven en vana retórica [los
recuerdos de las batallas vencidas, de la sangre heroicamente derramada, de los gloriosos
destinos futuros debidos al genio de la raza] o se tienen que concretizar en un proyecto
nacional” (no nacionalista) el cual ,contrariariamente a lo que se piensa, no es una
ideología. “Aún mejor: una ideología puede estar al servicio de un proyecto nacional pero no
puede nunca sustituirlo”. Lo fundamental de dicha ideología es que sea espontánea. En un
proyecto nacional “convergen el pasado y el presente en vista de una realización futura” -- a
éste se le puede esbozar en pocas palabras. (37)

Considerando los aportes de Romano a la comprensión de este problema teórico, creemos que
no sólo la precisa explicación filológico-histórica sobre los conceptos mencionados representa
una valiosa contribución ;también lo es — en grado sumo — su tesis sobre las nacionalidades
satisfechas y las nacionalidades frustradas; ellas, nos permiten entender una de las más
complejas interrogantes sobre la génesis de la identidad de Venezuela como nación.

Debe así mismo reflexionarse sobre sus opiniones en torno del significado del <<proyecto
nacional>> como eje de las nuevas repúblicas hispanoamericanas y sobre su idea del papel
jugado por las oligarquías en la vida de las mismas.
Sobre esto último, considérese dicho planteamiento (sobre las oligarquías) contraponiéndolo a
lo sustentado por Torres en su ensayo antes citado. Opinamos, que Torres ofrece una buena
razón que explica la preeminencia de esas oligarquías, ella no es otra que la nula presencia de
una auténtica burguesía nacional, expresión de un sólido mercado capitalista propio. Fue ese
vacío, el que la oligarquía llenó históricamente en Latinoamérica.

1.3. Ángel Bernardo Viso y su aporte a la cuestión.(38)

Es interesante examinar los planteamientos de este jurista, poeta y ensayista histórico


venezolano pues ellos tienen un carácter heterodoxo o no convencional. Tenemos que iniciar
este análisis señalando que según el Dr. Ángel B. Viso podemos ver el pasado en los libros de
historia y a través de la introspección y de la vivencia colectiva. Sus tesis fundamentales
podemos resumirlas insertando a continuación algunos de sus postulados:

El eco dejado por la historia en alguien puede recordarse y por tanto revivirse el pasado
colectivo, interpretándolo tal como aparece grabado en nuestra alma. Un escritor puede tratar
de narrar el drama de su tiempo total.(39)

La historia escrita de Venezuela se desarrolló inicialmente ligada a la geografía (Baralt -


Codazzi) .También se ha estructurado como una epopeya oficial con pretensiones edificantes
sustentada sobre una indigna farsa, con unos pobres caciques representados con cuerpos de
grandes musculaturas. Ese pasado (el de los caciques) , dice Viso, es el que al girar el rostro
hacia él sólo lo vemos como un vacío, una nada; lo continúa ese pasado donde se escenifica el
proceso de conquista que produce un mestizaje (deseado, tolerado) o visto también como una
historia de seducción - violación - humillación , génesis del resentimiento contra el abuelo
hispano. Es por ello, que “muchos venezolanos ni siquiera perciben en la infancia que en
gran medida descienden de españoles” (40). He aquí el problema de una escurridiza
identidad, desde los tiempos en que Baralt ya denunciaba (a pesar de la nostalgia por la
Colonia) que los criollos venían perdiendo sus recuerdos comunes con los peninsulares,
viéndolos más bien como extranjeros.
Esa situación condujo a la paradoja de una población de blancos en rebelión contra el rey
(representante de sus antepasados) y por otra parte, los pardos manteniendo la lealtad a la
corona. Tal paradoja llevó a otra: el surgimiento de una hipócrita clase dominante con un
alma que niega lo que es, niega a España y a Occidente y prefiere rendir culto a lo indígena y
a lo negro.

Por todo ello, la historia venezolana tiene ese carácter guerrero, con la independencia y el
panteón de los héroes o padres de la patria como centro.

La visión de la independencia como liberación de un yugo extranjero - un negro pasado - y


ese fuego larvado de resentimiento y envidia llena la conciencia criolla. Esa peculiar actitud
alimenta a una historia patria (enseñada en las escuelas) hinchada y presuntuosa que
oscurece la historia de España y la Universal.

Asociada a esa historia está la costumbre de bautizar todo (calles, plazas, estados, municipios)
con los nombres de los héroes, aunque al rendir todo ese culto, se debe enfrentar el problema
del culto a Bolívar y él de los que traen recuerdos inconvenientes: Miranda, Piar, Mariño.

Finalmente, forma parte de este inventario conceptual el sentimiento de soledad y aislamiento


surgido después de la independencia ;el suicidio simbólico de la generación criolla que cortó
el cordón umbilical que la ataba a España; el quijotismo como expresión de una colección de
fracasos, etc.

Este incompleto y apretado balance de las refrescantes ideas de Ángel Bernardo Viso, que
replantean añejas polémicas aún no resueltas del todo, nos permite reflexionar sobre varios
asuntos que han resultado verdaderos tabúes en el medio intelectual venezolano.

A manera de conclusión preliminar.

Creemos firmemente que los planteamientos de Viso guardan estrecha relación con la idea
esbozada por R.Romano en torno a las llamadas nacionalidades frustradas. Vemos con
mucha claridad que para Viso tal cosa tiene su origen en ese “suicidio criollo” de renunciar a
su vieja raíz hispana.
También puede verse un punto de convergencia entre la tesis de Viso y algunas posiciones del
doctor Carrera Damas. Es obvia (como veremos más adelante) la gran coincidencia en lo
atinente al desmesurado culto a los héroes y la estructuración a partir de allí de una historia
patria deformada.

En una obra posterior de Ángel Bernardo Viso, titulada por éste Memorias Marginales de
Pedro Mirabal (41) se plantea nuevamente un conjunto de razonamientos atrevidos que
enfrentan buena parte de los traumas que nos afectaron como pueblo en busca de identidad.

Viso, en sus <<Memorias Marginales>>, ofrece reflexiones sobre el pueblo venezolano, la


madre patria española a la luz de lecturas fundamentales sobre el problema de la nación, la
patria, los héroes y la identidad española sustituida por hipócritas posturas de las clases altas.

No cabe duda que los heterodoxos señalamientos de Viso rompen con una tradicional
interpretación de la historiografía venezolana. Su posición, que pudiera ser descalificada por
algunos como “hispanófila” ,arroja luz sobre un tópico que no se ha querido asumir con
valentía y honestidad intelectual.

El problema es muy sencillo, ¿ nos reconocemos como herederos de España --- con todo lo
bueno y lo malo que ello implica—o pretendemos asumir una falsa identidad, producto más
de la conmiseración con los vencidos, con los explotados, con los condenados de la Tierra?
Esa es la interrogante que Viso asume de manera desprejuiciada, y ofrece su respuesta, a
riesgo de ser execrado por quienes han preferido mutilar el rico proceso histórico venezolano
(Hispanoamericano) y ofrecer esa falsa visión del pasado.

Sólo en la medida que la historiografía patria entienda que la nación venezolana está anclada
en varios pilares, y uno de ellos, el español sea tomado como eje fundamental de la
nacionalidad, podrá plantearse un discurso más auténtico que ese otro construido sobre la
base de un <<autoctonismo>> o de un canto a la sociedad y cultura mestiza afroamericana.

1.4. Algunos planteamientos de Nikita Harwich Vallenilla y otros autores sobre las
identidades y proyectos nacionales en la historiografía hispanoamericana de los siglos XIX y
XX. (42)
Sostiene Harwich Vallenilla, que cuando se cortaron los lazos impuestos por el régimen
español sobre sus dominios coloniales americanos como consecuencia de las guerras de
independencia (siglo XIX) , las unidades que formaban ese imperio confrontaron una nueva
realidad: Ellas intentaban asumir “el doble compromiso de la modernidad política y la
conformación de una nacionalidad.”

Las élites responsables de esos cambios tuvieron un doble problema a resolver “Por una

parte, reestructurar institucionalmente el antiguo régimen y transformarlo en un Estado


republicano. Por la otra parte, crear dentro de esa estructura un marco de referencias que
ayudase a legitimar una identidad nacional claramente definida, por consiguiente, la historia
se convirtió en un tópico fundamental. (...) se aspiraba a que el conocimiento histórico
contribuyese a despertar la nacionalidad y a crear una nueva conciencia cívica.”(43)

La nación y la emancipación nacional.

De acuerdo con el citado autor se requería la perspectiva histórica “no solamente para
justificar y explicar el proceso de independencia” sino también para “justificar y explicar por
qué y cómo, tales naciones existían realmente ”. Esto último se explica porque “ l a

independencia hispanoamericana - a pesar de una autosostenida propaganda contraria - no


puede ser asimilada realmente a un movimiento de emancipación nacional, ya que hasta el
concepto mismo de nación moderna tenía todavía que ser genuinamente asimilado. Tal
independencia , en concreto, fue más la consecuencia de la desintegración de la unidad
política del antiguo régimen que el resultado de una compartida demanda colectiva por el
derecho a la autonomía”.

Y agrega el autor, que , más allá de las élites ,”hubo pocas evidencias de un verdadero y
percibido lazo entre un determinado cuerpo social y una entidad geográfica claramente
definida.” (44)

Lo que definía “las solidaridades territoriales” eran criterios propios del “antiguo régimen:
una pirámide de comunidades unidas por un sentido de vecindad física”. Por ello ,las
unidades políticas surgidas “se continuaran dividiendo en estados más pequeños, como fue el
caso de la Gran Colombia y la Federación Centroamericana ...” (45)
Identidad Nacional e Historia.

Se afirma que “sin tratar de reducir la identidad nacional a la mera aceptación de una

narrativa histórica común, es verdad , no obstante, que tal narrativa es la que provee en gran
medida ,un pasado común ,las figuras de los padres fundadores, modelos de acción y un
sentido de orgullo cultural. Por ello, la construcción de historias patrias ,durante el siglo XIX
y comienzos del siglo XX fue tan urgentemente necesitada.

A través de la crisis de la independencia ,las naciones emergentes tuvieron que


pasar ,súbitamente, de una herencia localmente sustentada, a una identidad lo
suficientemente fuerte como para justificar la emancipación política y la formación de esa
pluralidad de estados. Ello trajo ,por tanto, la necesidad de establecer un soporte histórico
para esa desintegración territorial (por consiguiente) se exageraron las peculiaridades, de
muy poca importancia, si se les compara con situaciones en otros continentes,
particularmente en Europa.” (46)

El ensayo de Harwich Vallenilla aborda un aspecto que a menudo se ha dejado de lado. En él


se plantea que los estados hispanoamericanos surgieron fundamentalmente del proceso de
desintegración del imperio colonial precedente. Y así mismo, que el corte de los lazos políticos
como consecuencia de la guerra de independencia, determinó el desarrollo de acciones
modernizantes por parte de las élites criollas como lo fue reestructurar institucionalmente el
antiguo régimen ,transformándolo en republicano, y por otra parte, establecer un nuevo
marco de referencias que diese legitimidad a ese nuevo estado.

Al criticar la interpretación que se ha hecho del movimiento de independencia como una


lucha por la emancipación nacional, Harwich Vallenilla sostiene un criterio diferente al
generalizado , es decir, sostiene que dicho proceso más bien fue una consecuencia de la
desintegración de la unidad política del antiguo régimen. Según el autor, fue eso y no una
demanda real de autonomía lo que llevó a Hispanoamérica a plantearse esos retos políticos
durante el siglo XIX. Y evidentemente, ello llevó a las élites criollas a plantearse el problema
de la identidad a partir del énfasis en las peculiaridades o diferencias entre las antiguas
secciones del imperio español y a construir una historiografía justificadora de la nueva
identidad.
El planteamiento del ensayo si bien pudiera emparentarse con algunas ideas esbozadas por
Ruggiero Romano (Op.cit.) , nos conduce también a una reflexión que sobre ese tema planteó
el historiador Germán Carrera Damas. Este, en uno de sus más polémicos trabajos (47) señaló
que los criollos venezolanos adelantaron el proceso de ruptura con la corona española no por
espíritu revolucionario (o nacionalista) sino por el miedo conservador a perder sus privilegios.
Por tanto, fue el temor a las masas y al “contagio” del jacobinismo de la Revolución
Francesa, lo que los llevó a deponer a las autoridades que representaban a una metrópolis a
punto de colapsar y ser absorbida por el imperio napoleónico. Pudiera sostenerse que existen
coincidencias entre esa tesis de Carrera y los planteamientos incorporados en la obra de
Miguel Izard El Miedo a la Revolución ..., trabajo este , de capital importancia en la
comprensión de los agudos conflictos en el seno de las élites criollas de Venezuela ante el
enfrentamiento con los sectores populares, especialmente con los llaneros.(48)

Nos parece que el planteamiento esbozado en el ensayo del Dr. Harwich Vallenilla guarda
estrecha relación con esas ideas de los historiadores Germán Carrera Damas y Miguel Izard
sobre el justificado temor de la conservadora élite criolla ante los embates de un antiguo
régimen en proceso de desintegración. En todo caso, fue esa desintegración del antiguo
régimen colonial, lo determinante y no un proceso de estructuración de un estado nacional
liberándose a partir de un maduro proyecto internalizado por la población de las futuras
repúblicas a emanciparse.

En este sentido, resulta interesante traer a colación algunas opiniones que el mismo Carrera
Damas enunció en unas conferencias que posteriormente fueron publicadas bajo el título de
Una Nación Llamada Venezuela (49).

En la conferencia que denominó “La crisis de la sociedad implantada colonial: El


agotamiento de los factores dinámicos de la implantación y la ruptura del nexo colonial,
1800-1830” explica Carrera Damas el proceso de gestación de la crisis en el seno de la
sociedad colonial dentro de una perspectiva latinoamericana y mundial y “la simultaneidad
del estallido de la crisis en las diversas sociedades implantadas coloniales latinoamericanas”.
Ello permite relacionar dicha crisis con el proceso político europeo. (50)
Dice el Dr. Germán Carrera Damas que “no existió nunca, nunca fue verdad , aquel
exclusivismo que España intentó establecer ,tanto por vía de la legislación, como por vía de
una práctica política muy celosa. Esto sólo funcionó en los informes de los Virreyes y
Capitanes Generales. En la práctica la vinculación con el sistema capitalista mundial en
formación fue constante, fue sustancial.” (51) . Más que eso, lo fundamental fue la crisis
estructural desarrollada a partir de la segunda mitad del siglo XVIII en esas sociedades
implantadas, la cesación de nuevas empresas fundacionales de poblaciones, el estancamiento
en la infraestructura, los enfrentamientos entre los intereses de los mestizos, los negros y otros
grupos con los blancos (cuestión de las “gracias al sacar”) , la marginalización geográfica y
social de la población indígena, el crecimiento demográfico del sector de los pardos, la baja
productividad y rentabilidad de las haciendas, la crisis comercial expresada en un
contrapunteo entre monopolio, contrabando y comercio libre; en fin, el desarrollo de lo que
Lynch denominó la <<segunda conquista>> de mediados del siglo XVIII. Toda esta crisis tuvo
como marco el desarrollo del sistema capitalista a nivel mundial y la correspondiente crisis
política de ese período. (52)

El enfoque de Carrera Damas en este asunto, al igual que el Harwich Vallenilla y los otros
autores antes citados, plantea una visión distinta a esas tradicionales explicaciones sobre la
génesis del proceso emancipador y la consiguiente estructuración de las nuevas naciones del
continente durante el siglo XIX.

Más que seguir insistiendo sobre esas explicaciones sustentadas sobre bases tan débiles como
el individualismo voluntarista, donde todo se hace depender de un programa o proyecto
ideológico inspirador de una dirigencia ejecutora de una revolución que trajo la
independencia y la libertad a todo un pueblo heroico; se parte más bien, del análisis de
objetivas condiciones que determinaron en última instancia el desarrollo del proceso (crisis)
que culminó en la organización de los estados emergentes.

Completada esta primera revisión general de las diferentes explicaciones aportadas por los
autores sobre la idea de nación y Estado nacional, así como de los de los problemas
específicos de su génesis en América Latina, continuamos con el análisis de uno de los más
importantes factores que coadyuvó a la formación de la identidad de estas patrias , nos
referimos al culto a los héroes.
2. EL CULTO A LOS HÉROES.

Una Revisión de la literatura sobre el tema.

2.1. Los Primeros Aportes. Autores de Grecia y Roma Antigua.

Si se quiere partir de lejanos antecedentes intelectuales para conocer seriamente el problema


en estudio, esto es, el culto a los héroes, puede iniciarse el recorrido considerando los textos
de Homero, La Ilíada y la Odisea ; así como clásicos historiográficos como la obra de
Heródoto (Los Nueve Libros de la Historia) y los textos de Tito Livio, Tácito,
Suetonio ,Plutarco y otros que desde la Edad Antigua dejaron valiosos testimonios sobre el
asunto.

Primeramente ,partiendo del aporte griego, debe señalarse, que la epopeya por éstos
desarrollada , se funda en la existencia de un héroe que al enfrentar obstáculos y
adversidades, exalta los valores de una “nacionalidad”. Durante la llamada edad heroica, la
concepción del mundo es individual y aristocrática. Es por ello, que al exaltar al héroe ,se
destaca su coraje o fuerza física. Tal característica fue parte fundamental de la trama del
poema épico de Homero que cantó la guerra de Troya. Ese héroe de la Ilíada que cifraba
todos sus actos en el honor al que había que sacrificar la propia existencia, estaba impulsado
por las divinidades que lo llevaban a emprender grandes hazañas en los campos de batalla.

Este poema ,en tiempos remotos y también en épocas posteriores, alimentó la firme
admiración hacia una <<edad heroica>> de Grecia. Esa concepción de un pasado heroico la
alimentó el recuerdo de los terribles combates y jornadas que permitían decidir el destino de
los pueblos y de sus dirigentes (Aquiles, Príamo, Patroclo, Héctor, Néstor, Ulises) .Cierto fue
que Aquiles resultó victorioso en la guerra y accedió a permitir la celebración de las honras
fúnebres para Héctor (quien había entregado su vida en defensa de Troya, su patria) pero
será este último, quien quede convertido en la personificación del héroe. En buena medida, la
poesía de la edad heroica se convirtió en un canto individual en el que se exaltan las glorias
de la nobleza guerrera.
Ese espíritu heroico, ese ideal heroico que animó a los protagonistas de este poema está
presente así mismo en la Odisea ; sin embargo, Ulises u Odiseo lucha por salvar la vida para
poder regresar a su patria. Ello representa un rasgo romántico del héroe desde su primera
aparición lleno de nostalgia por su lejana isla natal. (53)

Heródoto en sus Nueve Libros de la Historia señala que los persas no acostumbraban “erigir
estatuas, ni templos, ni altares y tienen por insensato a los que lo hacen; porque no piensan
como los griegos que los dioses tengan figura humana.”(54)

En relación con los egipcios, indica Heródoto, que se ha dicho que fueron los “primeros en
introducir los nombres de los doce dioses ,y que de ellos lo tomaron los griegos ; los primeros
en asignar a los dioses altares, estatuas y templos, y en tallar figuras en la piedra. “ (55) Sin
embargo, agrega más adelante este mismo, no acostumbraron los egipcios “tributar ningún
culto a los héroes”. (56)

Cuando Hecateo pretendió establecer su genealogía enlazándola con dioses y héroes ,un
interlocutor egipcio le replicó mostrándole la representación de todos sus antepasados a través
de estatuas de <<hombres de bien>> o Piromis, muy diferentes a los dioses.(57)

Al recorrer la obra del llamado <<padre de la Historia>> nos conseguimos con variadas
referencias al tema que nos ocupa. Por ejemplo, la erección de un “santuario de héroe” sobre
la sepultura de un vencedor en Olimpia (p.298) ; la existencia de “un templo del héroe
Adrasto” a quien los sicionios tributaban honras (p.305) ; las columnas donde se grababan
los nombres de los bravos en batalla (p.333) ; las ceremonias fúnebres de los reyes espartanos
que mueren en la guerra, llevados en un féretro ricamente adornado y con su imagen labrada
(p.346) ; los templetes con coronas “en honor del héroe que llaman Astrábaco” (p.350) ; las
exequias, los túmulos levantados por los ejércitos a los héroes sacrificados (p.392) ; los
sacrificios que como héroe le hacen los fenicios a Amílcar, erigiéndole monumentos en todas
sus colonias “el más grande en la misma Cartago” (p.429-430) ; las acciones de la batalla de
las Termópilas ,las que se recordaron en epitafios (pp.433,449) ; las alianzas de los dioses y
los héroes (p.501) ; las honras fúnebres después de una dura pelea por rescatar el cadáver de
Masistio (p.511) ; el templo del héroe Andrócrates (p.512) ; los honores a los muertos en
batalla (p.530) . Todos estos y muchos otros ejemplos pueden conseguirse en las obras citadas,
ello nos confirma la antigüedad del ritual heroico, muy extendido en la cuenca oriental
mediterránea.(58)
Fundamental también es la revisión de los textos de los romanos, continuación en cierta
medida, de la literatura e historiografía griega de la cual tomó sus modelos. Considérense,
entre otros, las obras de Plutarco, Suetonio, Tito Livio y Tácito.

Iniciamos el recorrido por las obras más conocidas de estos autores considerando en primer
lugar la de Plutarco por ser éste y la temática de su obra un puente perfecto entre el mundo
griego y el romano. Sus Vidas Paralelas , son un estudio biográfico comparativo, de
Demóstenes y Cicerón; Fabio Máximo y Pericles; Alejandro y César; y así, hasta completar
veintitrés parejas, agregándole otras cuatro biografías para completar las cincuenta de los
más ilustres varones de esas edades así como de algunos de insigne maldad que sirviesen de
contraste o ejemplo.(59)

La obra de Plutarco ha sido juzgada en términos moralistas pues sólo busca en la historia los
grandes ejemplos; busca esencialmente “un abanico de héroes y padres de la patria para
ilustrarnos con su ejemplo inimitable”. (60)

Lo planteado en la citada obra fue una especie de “psicoanálisis de los héroes” pues Plutarco
más que hacer simple biografía tradicional trató en gran medida de dibujarlos o retratarlos en
sus profundos rasgos. Por ello, fue catalogado el libro por el escritor norteamericano Ralph
Waldo Emerson como una “biblia de héroes”. (61)

En la obra de Suetonio , Vidas de los Doce Césares (62) , esto es , las biografías de Julio
César, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Galba, Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito y
Domiciano se consigue una amplia galería de caracteres, algunos realmente heroicos.

En esos perfiles biográficos de cada uno de los césares pueden observarse las costumbres
públicas y privadas de esos tiempos, pero más importante todavía, puede conocerse cómo era
el ceremonial relacionado con las victorias militares , la muerte de los jefes de las legiones,
las honras a los próceres de Roma.

Sobre Julio César, por ejemplo, escribe Suetonio que le llamaron “Padre de la Patria” ,le
erigieron estatuas al igual que otros jefes romanos anteriores (como Pompeyo) y se le hicieron
pompas triunfales, retratos, templos, elaborados elogios fúnebres; y para remate, se levantó
una columna con inscripciones al “Padre de la Patria”. (63)
Presentando la vida de Augusto , hace nuevamente referencia a la estatua de Julio César (a
cuyos pies lanzaron la cabeza de Bruto) y a que “honró casi tanto como a los dioses

inmortales la memoria de los grandes hombres que habían hecho todopoderoso al pueblo
romano, antes tan débil . Por esta razón hizo restaurar , dejándoles sus gloriosas inscripciones
,los monumentos que aquellos levantaron. Por orden suya se colocaron todas sus estatuas en
traje triunfal bajo los dos pórticos de su Foro, y declaró en un edicto que quería <<que su
ejemplo sirviese para que se le juzgase a él mismo mientras viviese y a todos los príncipes
sucesores suyos>> .Hizo también trasladar la estatua de Pompeyo de la curia donde mataron
a César, bajo una arcada de mármol, enfrente del palacio contiguo ,al teatro del mismo
Pompeyo.”

Culminan las líneas dedicadas a Augusto describiendo el conferimiento del título de “Padre
de la Patria” a éste y las ceremonias de su funeral con grandes desfiles, elogios fúnebres e
himnos. (64)

Al historiarse la vida de Tiberio, a diferencia de lo encontrado en el relato de la de Augusto, se


deja constancia sobre la repugnancia de éste por la adulación. Fue así que Tiberio rechazó las
estatuas, títulos y otros honores ofrecidos a él o a su madre, a quien pretendieron nombrar
<<madre de la patria>>. A pesar de no aceptar tampoco para él ser llamado “Padre de la
Patria” si estimuló la admiración a Julio César, a quien compuso un poema elegíaco.

Biografiando a Tiberio, Suetonio narra la desventuras de Germánico, muerto tempranamente


igual que Alejandro Magno. Y agregó, que así como se sospechó el envenenamiento del ilustre
guerrero se persiguió “cruelmente a la viuda e hijos de aquel héroe.” (65)

Para no hacer más extenso este recorrido por las páginas que dedica Suetonio a cada
<<César>> solamente agregaremos que en general describe en ellas las ceremonias fúnebres
(funerales, oraciones fúnebres, entierros en el Campo de Marte) ; la colocación de Cenotafios,
estatuas, bustos, escudos. También, hace referencia a las diferentes clases de honores,
algunos ,los de más significación ,y otros menores, como las llamadas <<apoteosis>> . (66)
Tito Livio (59 a.C. - 17 d.C.) fue de los intelectuales que se integró al círculo que rodeó a
Augusto para impulsar una reforma moral desde el campo de la historia. No obstante no fue
uno de esos “cortesanos” que tanto se entusiasmaron con la figura del príncipe. “Fue el
primero en abarcar el conjunto de la historia romana desde la fundación de la ciudad hasta
los primeros años del imperio, en una narración unitaria que se extendió a lo largo de 142
libros de los que sólo quedan 35 y fragmentos de otros.” (67)

Su obra ha sido catalogada como la última de los “analistas” y primera como historiador de la
nueva edad. Retoma la obra de sus predecesores para plantearse como problema cultural
fundamental la justificación de la grandeza y supremacía romana.

La esencia de la historiografía de Tito Livio no escapa a lo que se ha señalado de la


historiografía romana en general, esto es, que ella “no es investigación, es celebración : es
documentación de un propósito nacional o político.” Este historiador no ve más que a Roma.
(68)

Como muy certero puede calificarse el juicio ofrecido por Víctor José Herrero Llorente en su
“Introducción” al Libro I de la citada obra de Tito Livio. Dice el autor que se atreve a resumir
esta historia con esta fórmula: “Obra de arte ,de intención moralizadora destinada a la
glorificación de Roma y sin preocupaciones eruditas.” (69)

El propio Tito Livio escribe en el prefacio de su obra, al considerar el esfuerzo intelectual a


realizar, que le quedará la satisfacción de haber contribuido en la medida de sus fuerzas a
“perpetuar las hazañas del primer pueblo de la tierra”. Justifica de manera abierta y sin rubor
los orígenes divinos de Roma y establece como la misión fundamental y fructífera de la
historia el “poner ante nuestros ojos enseñanzas para todas las circunstancias de la vida”
para imitar lo que sea conveniente y huir de lo considerado vergonzoso. (70)

La revisión del clásico texto de Tito Livio nos ofrece innumerables ejemplos sobre la temática
heroica. No solamente las amplias y detalladas descripciones de los combates en los cuales el
ejército romano enfrentó a sus enemigos, dan clara idea de como el autor valoraba el
patriotismo de sus conciudadanos. También a través de los comentarios sobre la lucha política
en el seno del Estado y de las ceremonias religiosas, funerarias y cívicas— muy entrelazadas
por lo demás— puede valorarse el peso que tenían estos asuntos en la dinámica histórica
romana.
Veamos algunos de esos ejemplos. A raíz del destronamiento del último rey romano —
Tarquino el Soberbio— se desarrolló una guerra entre los romanos ,gobernados entonces por
magistrados republicanos, y los etruscos que apoyaban al destronado rey. Al terminar un
importante combate en el cual murió Bruto (uno de los cónsules que batalló con ardor desde
el principio) el otro cónsul , Valerio , “mandó recoger los despojos y regresó triunfador a

Roma. Aquí celebró las exequias de su colega con todo el aparato que entonces era posible ;
pero la mayor honra que al difunto se hizo fue la tristeza pública ,notable ,sobre todo , porque
las matronas decidieron guardar luto durante un año , como si se tratase de un padre, a tan
acérrimo paladín del pudor ultrajado.” (71)

Un caso de heroísmo individual relatado con esmero por el historiador es el del soldado
Cocles que formaba parte de un pequeño destacamento que vigilaba un estratégico puente
sobre el río Tíber. Este con gran valentía se puso al frente de sus compañeros los llevó al
combate a muerte con los etruscos que en gran número los atacaban y al final con mucho
trabajo destruyeron el puente para evitar el paso de los enemigos. “Agradecida Roma a tan
insigne valor, erigió a Cocles una estatua en el comicio” así como otras recompensas al
“heroico soldado”. (72)

En estos y en muchos otros casos Tito Livio describe no solamente los combates propiamente
dichos sino también las usuales ceremonias triunfales a las que se hacían merecedores los
valientes que derrotaban a los enemigos de Roma. Recogerlos todos, a más de innecesario,
nos llevaría a extendernos más allá de los límites de este trabajo. Sin embargo para cerrar esta
sección solamente mencionaremos brevemente la reseña de la vida de Marco Furio Camillo,
el ilustre patriota romano.

Cuando éste tomó la ciudad de Veyes después de más de diez años de asedio por los
romanos ,el Senado organizó grandes ceremonias de triunfo, se hicieron procesiones y
sacrificios durante cuatro días y las “matronas” fueron a los templos a dar gracias a dios.

El recibimiento al <<Dictador>> en la ciudad fue solemne y su “triunfo excedió toda la


manera de honra que se acostumbraba hacer a los otros. Entró en un carro que era llevado
por caballos blancos ,como hasta allí sólo el carro de Júpiter , y del Sol fuese traído con tales
caballos.” (73)
La gloria creciente de Camillo llegó a su climax a raíz de su actuación durante la guerra
contra los galos que asediaron y casi destruyeron a Roma. En medio de los reveses iniciales de
los primeros combates los sitiados romanos pactaron pagar una cantidad de oro a los
atacantes galos para que se retiraran. Camillo al conocer ese trato lo desautorizó totalmente
argumentando que “con hierro y no con oro habían de recuperar su patria”. Exhortó a sus
conciudadanos a que mirasen sus templos, dioses, mujeres, hijos y a su tierra. Así derrotó
Camillo a los galos y entonces los romanos lo llamaron “Padre de la tierra” , “otro Rómulo” y
“edificador de la ciudad”. A su muerte ,ya como anciano caudillo, todavía era venerado
después de haber desempeñado la dictadura varias veces. (74)

La vida y las hazañas de Camillo así como de muchos otros ilustres jefes romanos sirven de
modelo o referencia para los herederos de esas glorias del pasado.

Los Anales de Cornelio Tácito nos servirán para concluir esta sección sobre los héroes y lo
heroico tal como vieron el asunto los escritores del mundo antiguo.

Tácito quien debió nacer hacia el año 54 y morir después del 117 ha sido catalogado como el
más grande de los historiadores romanos. Tuvo como lema para su historia el escribirla sin
encono ni parcialidad (Sine ira et studio) ,se quejaba en su obra que el tiempo que le tocó
historiar no tuvo la importancia de las gloriosas épocas anteriores. (75)

En su obra puede observarse el desprecio hacia el pueblo (la plebe) y hacia los extranjeros
(relativa xenofobia) ,un acentuado moralismo y una gran calidad literaria. Su obra histórica
toma como modelo las de Tucídides y Salustio, incorporando parlamentos o discursos
atribuidos a los protagonistas. Asimismo, lo enriquece con la historia trágica, la prosa retórica
,la épica; en suma, los “versos heroicos de los antiguos”. (76)

A lo largo de los sucesivos <<libros>> que forman la obra de Tácito (I-VI y XI-XVI) volvemos
a conseguir las usuales referencias a las diferentes ceremonias relacionadas con la muerte,
los combates y otros sucesos. Por ejemplo, los honores propuestos para Augusto al éste
fallecer ,son de gran interés. Se describe su sepelio con los ritos romanos tradicionales y se
deja constancia de la adulación de hacer llamar a su madre Augusta, <<Mater Patriae>>.
Al narrar las ocurrencias de una campaña militar, destácase la recuperación de un peculiar
botín , un “águila” de la legión # XIX perdida en la célebre derrota infligida antes a Varo. Se
rinden además “postreras honras” a los soldados caídos en esos combates y se les hace
desagravio levantando un “túmulo” como gesto de piedad.

En tiempos de Tiberio, se trata de titular a éste como <<Padre de la Patria>> pero rechaza tal
honor. Se levantan si, monumentos a los combatientes caídos, un arco como homenaje a las
enseñas perdidas por Varo ,y finalmente recuperadas por los ejércitos imperiales. Las noticias
sobre la construcción de otros arcos, las descripciones de las ceremonias triunfales
(ovaciones) , el funeral de Germánico , los monumentos levantados en su honor (arcos,
columnas, cenotafios, estatuas) así como los cantos que le dedican cierran estos primeros
libros de la obra. (77)

Continúa el autor explicando cómo fueron los honores a las <<cenizas>> de Germánico, las
ofrendas fúnebres, el recibimiento de su viuda en Roma y otras ceremonias, en especial las
celebradas en los <<rostros>> ,amplio espacio del Foro donde se colocaban los espolones de
las naves vencidas en combate. Era ese el lugar más importante para pronunciar los elogios
fúnebres de rigor.

Son amplias y reiteradas las menciones a los decretos de honores, erección de estatuas
(Pompeyo, Augusto y otros) , el desprecio de Tiberio por esas muestras de servilismo, los
acostumbrados elogios en <<los Rostros>> y otras ceremonias similares. De especial
importancia nos parece la reiterada negativa de Tiberio a aceptar en vida cualquiera de esos
homenajes. Decía este agudo emperador—con gran sabiduría—que prefería no aceptar esos
monumentos de piedra por considerar que la posteridad podía guardar mejor su memoria en
el corazón de los romanos. Decía preferir esos monumentos (los de la memoria) que los otros
como las estatuas.(78)

Finalmente, para no extenuar con demasiados ejemplos similares, sólo se mencionará que en
los restantes “libros” se presentan otras noticias sobre las efigies del César, diversas
ceremonias en los <<Rostros>> , los desfiles luciendo las condecoraciones obtenidas (láminas
metálicas y entorchados) , erección de nuevas estatuas y una referencia a la <<talla
prócer>> y hermosura del ilustre Gayo Pisón. (79)
2.2. El Poema de Mio Cid. (80)

Según el prologuista de la versión del poema que se consultó para la realización de este
trabajo, a éste se le puede considerar el monumento literario más antiguo de la lengua
española, pues conforme a las opiniones de Don Ramón Menéndez Pidal “debió ser escrito
hacia 1140 ,por un juglar anónimo , probablemente de Medinaceli”. Y agrega Salinas , que
esa pieza es para España una venerable y bellísima representación de su literatura heroico-
nacional similar a la poesía épica que produce en Francia La Chanson de Roland y en
Alemania el Nibelungenlied.(81)

Una Biografía del Cid.

En el estudio que realizó don Ramón Menéndez Pidal para trazar “la más completa y viviente
biografía del <<soberbio castellano>> al que sigue paso a paso ,iluminando sus actos y
revelando con nuevas luces el carácter del héroe representativo español que asume el Cid”
(82) nos encontramos con interesantes ideas que ayudan a comprender el sentido de lo
heroico en la historia.

De acuerdo con Menéndez Pidal, “el Cid es un héroe épico de naturaleza singular. Muy poco
o nada sabe la Historia acerca de los protagonistas de la epopeya griega, germánica o
francesa”. De Aquiles, de Sigfrido, de Roldán muy poco se ha logrado saber más allá de su
existencia como personas o de los escenarios donde actuaron “Estas heroicas vidas quedarán

para siempre en la región pura de la Poesía, intangibles para el curioso análisis histórico.
Mas he aquí—dice el autor—que el Cid es héroe de temple muy diverso: desde su mundo
superior ideal desciende para entrar con paso firme en el campo de la Historia, y afronta
serenamente este riesgo ,mayor que todos los peligros de la vida: el dejarse historiar por el
pueblo a quien tanto combatió ,y dejarse manosear por algunos eruditos modernos ,más
incomprensivos que los enemigos a quienes humilló.

Es que el Cid no pertenece ,como los otros héroes , a esas épocas primitivas en que la Historia
aún no se ha desenvuelto al par de la Poesía.” Por los estudios filológicos se ha podido
establecer con claridad los aspectos poéticos o históricos de la vida del Cid, considerando “la
poesía coetánea del héroe, la inspirada en la vida misma de él o en su recuerdo fresco. Y esta
poesía coetánea ,conservada para el héroe español y no para los otros ,nos puede
ayudar ,como complemento de la Historia ,en el conocimiento del carácter heroico (por todo
ello) no hay héroe épico más iluminado por la Historia que el Cid.” (83)

A pesar de cierta <<cidofobia>> y de la incomprensión hacia la figura del Cid, éste es ,sin
duda, el más genuino y representativo héroe español. (84)
Atestiguan lo anterior, sus esfuerzos heroicos en la guerra de reconquista (por ejemplo, la de
Valencia) ,aunque algunos de ellos se perdiesen por posteriores reveses militares. No obstante,
afirma Menéndez , “lo que le da carácter heroico a una empresa ,revistiéndola de la más alta
ejemplaridad ,no es el éxito ,ni menos la duración de los resultados. El héroe no lo es por la
permanencia de sus conquistas o de sus construcciones. En esto le puede superar cualquier
modesto general o magistrado, a quienes toca ejecutar empresas que, como por si solas ,se
realizan de maduras.” Muchos exitosos jefes militares en esas guerras de los tiempos del Cid,
sólo los conoce la erudita Historia; quedan en una especie de limbo donde nadie más los ve
con interés. No ocurrió lo mismo con el Cid, ese que fue al destierro privado del apoyo regio y
regresa para combatir y tomar a Valencia. Este, con su participación personal ,logrando que
Castilla se identificase con su <<campeador>> incomprendido y expatriado pudo elevarse
sobre los reyes a los que tuvo como señores. (85)

2.3. La Obra de Thomas Carlyle.

Esta revisión inicial de los testimonios que sobre los héroes y lo heroico pueden apreciarse
en algunas obras clásicas de la historiografía y la literatura universal, permite señalar que
este tema ha estado presente prácticamente a lo largo de todo el devenir histórico.

Poetas, historiadores, moralistas, hombres de Estado ;desde la más remota antigüedad,


celebraron la acción de los héroes como centros del devenir histórico. Cantaron a la gloria de
los grandes guerreros que morían con honor, a los que conducían a sus pueblos como jefes
político-militares, a los que consideraban <<padres de la patria>>, a todos aquellos que
entregaban sus vidas en defensa de su pueblo o de los intereses del Estado.

Estas individualidades, a veces vistas como semidioses, recibieron el culto entusiasta de sus
pueblos, y de ello se guardó testimonio en hermosas producciones intelectuales y en
monumentos conservados a través de los siglos.
Completado este primer acercamiento al tema a través de esta revisión de las clásicas obras de
la época antigua; así como del importante poema épico hispano que inmortalizó las hazañas
heroicas del Cid Campeador, continuamos nuestro examen del asunto considerando uno de
los más importantes trabajos escritos del siglo XIX. Nos referimos , al consagrado texto de
Thomas Carlyle : De Los Héroes ,El Culto De Los Héroes y Lo Heroico En La Historia.(86)

Thomas Carlyle.

Como intelectual de su tiempo, Thomas Carlyle (1795 - 1881) expresó con pasión las
angustias de una élite impactada por el terremoto ideológico y político que había sacudido a
Europa y al mundo desde los días de la Revolución Francesa. Este ensayista e historiador
nacido en tierras escocesas , autor y traductor de obras literarias cargadas del Romanticismo
de la época --- el que no abandonaba su preocupación por la tragedia social de los
trabajadores arrastrados a la extrema pobreza, la filosofía idealista, la poesía y las tradiciones
--- , dejó páginas para la posteridad que todavía se leen con admiración.

Su interés por ese fenómeno universal que fue la Revolución Francesa ,de la cual escribió
una amplia historia en dos volúmenes (1837) ,así como por el rico trasfondo de su propio
drama histórico nacional que quedó evidenciado en sus investigaciones sobre las cartas y
documentos de Cromwell, dieron a sus planteamientos filosóficos y literarios una sólida
sustentación.

Sin embargo, como sabemos, Carlyle ha sido reconocido siempre, más que todo, por sus
conferencias de 1840 sobre <<Los Héroes, el Culto a los Héroes y lo Heroico en la
Historia>>(87)
El ilustre conferencista del tema de los héroes no tuvo lo que pudiera definirse como una
posición política “progresista”. No sólo cuestionó con pasión— al igual que Burke— a la
Revolución Francesa , también alabó la Edad Media (algo típico de los Románticos) ,
condenó el parlamentarismo, vindicó la memoria del dios Thor, de Guillermo el Bastardo, de
Knox, Cromwell, Federico II de Prusia, del taciturno dictador paraguayo Dr. José Gaspar
Rodríguez de Francia y de Napoleón Bonaparte. Asimismo, desaprobó la abolición de la
esclavitud y la erección de estatuas (propuso fundirlas y hacer bañaderas con ellas) .No
contento con tales posiciones, declaró su abierta animadversión hacia los judíos y su
entusiasmo por la raza teutónica , Bismark , los cuarteles y la disolución del parlamento, tal
como lo hizo Cromwell en sus días. (88)

El mensaje “carlyleano” expresó de manera transparente la visión de esos intelectuales de la


pequeña burguesía europea, atenazados entre sus lealtades al nuevo mundo burgués que se
abría paso llevándose por delante a la sociedad tradicional y la visión idealizada de un
pasado , donde la tradición ,el pueblo, la nación ,los buenos y valientes nobles y monarcas—
todo en uno --- garantizaban la existencia de una sociedad idílica cantada por el folklore, la
poesía y las leyendas nacionales.

Esa concepción individualista de la historia no era reciente, prácticamente era tan vieja como
la historia misma. Y lo sabemos, siempre se había echado mano de la acción de los grandes
hombres: reyes, emperadores, sacerdotes, profetas, guerreros, jefes políticos, filósofos ,y sobre
todo , de los héroes; para explicar la ocurrencia de los hechos en el pasado.

Y para una nación como Inglaterra, que pasó de la mera aspiración a ejercer la hegemonía
mundial a la realización de tal destino como potencia imperial del siglo XIX, era fundamental
desarrollar una historiografía cuyo centro estuviese conformado por expresiones nacionales
como el proceso transformador dirigido por Cromwell y sus herederos.

Un discurso historiográfico que hiciera entroncar el peculiar proceso británico con las
grandes corrientes de la Historia de Occidente y de la remota Europa del Norte, así como con
los antiguos mitos y leyendas del mosaico de pueblos que había contribuido a estructurar el
moderno Reino Unido; era una de las más necesarias herramientas en las manos de la
dirigencia político-intelectual de la entonces llamada “dueña de los mares”.
En medio del proceso de estructuración y consolidación de los modernos estados nacionales
durante el siglo XIX, Inglaterra asumió un proyecto nacional que pasaba por su propia
integración como Estado de monarquía parlamentaria sobre la base de una sólida economía
capitalista en plena expansión, que a su vez necesitaba, estabilidad política interna y creciente
control de los mercados y fuentes de materias primas del mundo.

Esa Inglaterra, que se veía a si misma como una metrópolis sin verdaderos rivales que
pudieran desafiar con éxito su descomunal poderío económico y político-militar, desarrolló
también en la esfera de la cultura una actitud arrogante, que la alimentaba el prodigioso
florecer de los aportes de sus científicos, técnicos, filósofos, literatos, historiadores,
economistas y hombres de letras en general. Fue en ese ambiente, donde se incubó el ideario
de Carlyle, mundo de la razón, mundo de una sociedad que sólo parecía tener tiempo y ojos
para lo concreto, inmediato y rentable. A ese mundo , un tanto deshumanizado, le habló
Carlyle para convencerlo sobre lo que debía rescatarse y conservarse para nutrir
adecuadamente ese espíritu inglés, el alma de un Estado Nacional que aspiraba a seguir
dominando el mundo.

El Texto de Thomas Carlyle.

Inició Carlyle su histórica disertación proponiéndose decir “algo sobre los Grandes Hombres ,
cómo surgieron en el tráfago del mundo ;cómo moldearon la historia del mundo; qué ideas
tuvieron de ellos los hombres ; qué hicieron.” Planteó que iba a tratar de los Héroes , de su
acogida y de sus obras ; es decir, lo que llamaba el Culto de los Héroes y lo Heroico en la
historia. Estas ideas iniciales lo llevaron a señalar que la Historia Universal ,el relato de lo
que ha hecho el hombre en el mundo, es en el fondo la Historia de los Grandes Hombres.
”Fueron los jefes de los hombres; los forjadores , los moldes y ,en un amplio sentido ,los
creadores de cuanto ha ejecutado o logrado la humanidad. “ (89)

Se considera el Culto de los Héroes como gran elemento modificador en aquel antiguo
sistema de pensamiento. Lo que se llamó “compleja maraña del paganismo brotó de muchas

raíces : toda admiración ,adoración de una estrella u objeto natural, era raíz o fibra de raíz ;
pero el culto de los héroes es la raíz más profunda , la raíz - madre que nutría todas las demás,
desa rrollándolas grandemente ... el Culto del Héroe ,la admiración cordial ,sumisa, ferviente,
ilimitada, sentida por una noble y divina forma de Hombre ; ¿ no es ése [se pregunta Carlyle]
el germen del Cristianismo ? El más sublime de todos los Héroes es Uno, Uno que no
nombramos ahora ....” (90)
De acuerdo con la opinión del expositor, “la sociedad se basa en el Culto del Héroe” por lo
que todas las jerarquías que sustentan la asociación humana son sagradas, esto es, la
Heroarquía. “Duque significa Dux, Conductor, King (rey) es contracción de Kón-ning,
Kanning, compuesto de Know (saber) y Can (poder) , o sea el que sabe y puede”. En todas
partes hay Culto del Héroe; o “reverencia, y obediencia a los hombres grandes y sabios”. Y
agrega, que este Culto del Héroe ha decaído o desaparecido por discutibles razones. Una de
ellas es que al mostrarle a los críticos “un gran hombre ,un Lutero; inmediatamente
comienzan a explicarlo, como dicen, no a venerarlo, sino a medirlo, acabando por
empequeñecerlo. Fue hijo de una época, afirman ....” Considera que una prueba de la
pequeñez humana es la incredulidad en los grandes hombres y por ello reitera que “la
Historia del Mundo es la Biografía de los Grandes Hombres ... el Culto del Héroe existirá
mientras el hombre exista.” (91)

Desde Odín hasta Samuel Johnson “desde el divino fundadordel Cristianismo hasta el

decrépito Pontífice del Enciclopedismo, el Héroe ha sido venerado en todas partes. Así será
siempre. Todos amamos a los grandes hombres; los amamos y nos prosternamos
humildemente ante ellos ,porque es lo que más dignamente nos humilla.” (92)

El Tiempo.

Este es un gran poder, ya que cada gran hombre “decuplica su grandeza cuando muere”.
Gracias a esa cámara oscura ampliadora que es la tradición; las cosas se hacen grandes en la
memoria y en la imaginación ,como consecuencia del amor y la veneración del corazón. La
oscuridad, la ignorancia, la ausencia de fechas, certificados, archivos y mármoles. (93)

En la segunda conferencia, la dedicada a Mahoma, se afirma que “no se considera ya al

Héroe como Dios, sino inspirado por él, como profeta. Es la segunda fase del Culto al
Héroe... el Culto al Héroe varía continuamente ;cada época lo siente a su modo, siendo difícil
rendirlo acertadamente . Lo que anima el conjunto de sentimientos de una generación es
ciertamente rendirlo como es debido.” (94)

Características de los Héroes.


La principal ,se afirma, “es la sinceridad ,la profunda, grande, genuina sinceridad”. No
obstante, éstos no se jactan de ello. (95) Un ejemplo fundamental fue el de la pobre nación de
pastores nómadas del desierto que tuvo “su Héroe - Profeta , portador de un mensaje” que les
inspiró y los transformó.(96)

Al considerar el Héroe como Poeta, Carlyle señala que tanto el Héroe-Divinidad como el
Héroe-Profeta, sólo surgieron en remotas épocas pues “la Divinidad y Profecía pasaron para
siempre, teniendo que considerar al Héroe con el carácter menos ambicioso y menos
discutible del poeta, carácter que no perece. El poeta es figura heroica propia de todas las
épocas ....”(97)

Recuerda que los grandes hombres han sido llamados héroes , profetas o poetas, de acuerdo
con la época, el lugar y esfera de sus actuaciones. El “Héroe puede ser Poeta, Profeta, Rey,
Sacerdote, lo que queraís , según el ambiente en que nazca.”(98) .

Pareciera que a través del tiempo ha decrecido el aprecio por los grandes hombres , pues
primero se vio al Héroe como divinidad, luego como profeta y más tarde como poeta.
”Primero Dios, después inspirado por él, ahora como Poeta” ,éste ,con su palabra, buena
versificación y genialidad. Y aunque no parezca, todavía el hombre admira el don heroico que
ha surgido en diferentes épocas con distintas denominaciones. (99)

Mucho se ha admirado la ostentación y boato que acompaña a los grandes hombres

”la mayoría niega que haya en los grandes hombres algo realmente venerable. Creencia
funesta, fatal, que conduce a perder la esperanza en los hechos humanos. No obstante, fijaos
en Napoleón, teniente de artillería corso; eso es lo que podía ostentar, pero fue obedecido,
adorado en cierto modo como no consiguieron serlo todos los que ceñían diadema en el
mundo.”

Otro ejemplo fue el escocés Burn asediado por todos los que querían oírle. (100)

Considerando el valor de Shakespeare, dice Carlyle, que no se cansará de afirmar que a pesar
del lastimoso estado en que se halla el Culto de los Héroes ,debe considerarse lo que
representaba Shakespeare. Sostiene que renunciaría a cualquier inglés o a un millón de
ingleses, antes que a ese aldeano de Stratford. Ese que se lo imagina “como astro radiante que
centellea muy alto sobre todas las Naciones de Ingleses durante un milenio.”
Todos dirán: “Sí, este Shakespeare es nuestro ; nosotros lo produjimos , hablamos y pensamos
debido a él ; somos de su misma sangre; estamos emparentados con él.” (101)

La voz de una nación.

Es fundamental para una Nación “tener una voz que hable por ella, producir un hombre que
exprese melódicamente lo que siente su corazón”. Un ejemplo es el de la pobre Italia
destrozada y dividida. Esta es realmente “una, porque produjo un Dante y puede dejar oír su
voz”. En cambio el poderoso “Zar de todas las Rusias” que tiene que luchar por mantener
unido ese vasto territorio no tiene voz. El “Pueblo que tiene un Dante está unido como no
puede estarlo ninguna muda Rusia”. (102)

En la cuarta conferencia: el héroe como sacerdote, tomando como modelo a Martín Lutero,
Carlyle explicó el tema del <<Gran Hombre como Sacerdote>>. Dijo que se había esforzado
por “mostrar que la esencia de todos los Héroes es idéntica” ;esto es, que cuando había un
alma grande que entendiese la significación divina de la vida surge el Héroe. El “Sacerdote
[afirma], es una especie de Profeta .... es el Capitán espiritual del pueblo ...”(103).Y agregó,
que consideraba a Lutero “tan iconoclasta como los demás Profetas” pues lo que caracteriza
siempre al Héroe “es la realidad , lo que son las cosas y no sus apariencias”, para él, la
“hueca manifestación es intolerable y detestable.”(104)

Admirado ante lo que es la autenticidad en el Culto al Héroe Carlyle nos dice que “si el

hombre se basta a sí mismo, es original , sincero, o como queramos llamarle ,eso es lo que
menos le indispondrá a reverenciar y creer en la verdad de otro, pues lo que hace es
disponerlo ,acuciarlo invenciblemente a no creer en fórmulas muertas de otros, en
supercherías y ficciones. El hombre abraza la verdad con los ojos abiertos, porque están
abiertos; ¿ necesita acaso cerrarlos para amar a su Maestro ? El Héroe-Maestro
únicamente puede ser amado con inmensa gratitud y genuina lealtad de espíritu por aquel
a quien ha librado de la tiniebla haciéndole gozar de la luz. Ese es el verdadero Héroe y
domador de serpientes digno de toda reverencia .... el Culto al Héroe no perece ,no puede
perecer, pues la Lealtad y la Soberanía son eternas, porque se basan en realidades y
sinceridades, no en imitaciones y apariencias.” (105)

En su quinta conferencia: El Héroe como literato, dedicada a Johnson, Rousseau y Burns;


sostiene el orador que esta nueva forma de heroísmo—distinta a todas esas propias del pasado
-- es producto de los cambios acelerados por la imprenta. Agrega, que “hay Literatos
auténticos y otros que no lo son, porque en todos los géneros hay legítimos y espurios. Si
Héroe es sinónimo de legítimo , [afirma] el Literato como Héroe desempeña función
honorabilísima, sublime, cuya superioridad ha sido reconocida ya .... porque lo que llamamos
originalidad, sinceridad, genio, es decir, la cualidad heroica para cuya expresión carecemos de
palabra, significa todo eso. Es Héroe el que mora en la esfera interna de las cosas, en la
Verdad, lo Divino y Eterno ....”(106)

Asumiendo heroicamente la realidad que existe, el Literato desempeña funciones como


aquellos llamados profetas, sacerdotes o divinidades, ”porque todos ellos vinieron al mundo
para lo mismo : expresar o llevar a cabo lo que había que hacer.” (107). La mayor calamidad
para esos héroes literarios (Byron, Goethe, Fichte ,Johnson, Rousseau, Burns) fue el tener
que avanzar sin caminos trazados ,solitarios “a través de un caos inorgánico, abandonando
en él su vida y talento, como contribución parcial a cambio de abrirse camino y, si su talento
no hubiese estado tan pervertido y paralizado , hubiérase resignado a ello, considerando que
tal es el sino de todos los Héroes.” (108)

Al enjuiciar el autor cuál es el papel del Héroe en los nuevos tiempos, dice que desde los dias
iniciales pocas veces ha sido tan difícil vivir heroicamente, por no ser época de fe o de héroes.
El heroísmo parecía desaparecer de la mente del hombre para siempre , surgiendo en cambio
la vulgaridad, el formulismo y la trivialidad. “Pasó la época de los milagros,” o no daba
señales de vida en un mundo estéril sin maravilla, sin grandeza y ateo. (109).Al horrorizarse
de ese nuevo tiempo - el siglo XVIII - lo llama escéptico , y dice, creer poner el dedo en la
llaga de ese “mundo hipócrita, ateo, falseador” que fue lo que causó las plagas sociales,
revoluciones y constitucionalismos. Tal siglo XVIII lleno de incredulidad era una
excepción ,por tanto—profetizaba Carlyle -- “el mundo será sincero una vez más ; mundo
creyente que contará muchos Héroes ; mundo heroico; entonces alcanzará la victoria , mas
no hasta entonces”.(110)

En la sexta conferencia: El Héroe como Rey, toma como ejemplos a Cromwell y Napoleón; y
dice que ha llegado “a la última forma del Heroísmo: La denominada Realeza (ésta) es el

resumen de todas las figuras del Heroísmo; en él se encarna el Sacerdote, el Maestro, toda
dignidad terrena o espiritual que se supone reside en un mortal para mandar sobre nosotros,
enseñarnos contínua y prácticamente, indicarnos qué tenemos que hacer cada día , y cada
hora. Se le llama Rex (regulador) ,Roi, siendo más apropiado su nombre inglés King (Kóning)
que significa Can-ning, es decir, Hombre Capaz.” (111)
Según Carlyle podía obtenerse el gobierno perfecto si se lograba encontrar al hombre más
capaz existente en el país y se le elevaba al supremo sitial reverenciándolo lealmente; “pues ni
las urnas electorales, elocuencia parlamentaria , sufragios, constitución ni otro mecanismo ,
podrán perfeccionarlo. Más capaz [dice] quiere decir de corazón más sincero, justo y
noble ...”(112). Considera además, que “el Culto de los Héroes en estas circunstancias es un
hecho inapreciable, el más consolador que ofrece el mundo”. Asimismo, se contaría con esto:
“la certidumbre de que surgen los Héroes ;la facultad, la necesidad de reverenciarlos cuando
los descubrimos, que brilla como Estrella Polar a través de los nubarrones de humo y polvo,
de todo desmoronamiento y conflagración . (113)

La Revolución y el culto heroico.

Afirma que “el Culto de los Héroes hubiera sonado de extraño modo en los oídos de los
factores y luchadores de la Revolución Francesa. Ni los reverenciaban ni esperaban , ni
creían ni deseaban que los Grandes Hombres apareciesen de nuevo” puesto que la Libertad e
Igualdad no los necesitaba. Por tanto, “el Culto de los Héroes, la reverencia rendida a tales
autoridades ,ha resultado falsa”. (114)

Cree firmemente Carlyle que “el Culto al Héroe existe eternamente y en todas partes , no

sólo la lealtad ,extendiéndose desde la divina adoración hasta los más bajos menesteres
prácticos de la vida. Si la inclinación ante el hombre no es mero simulacro, en cuyo caso es
preferible no practicarla, es Culto de los Héroes, aceptación de que en la presencia de nuestro
hermano hay algo divino ....” (115).Y se pregunta, “ ¿ No podemos decir que, mientras tantos
de los últimos Héroes actuaron como revolucionarios ,todo Grande Hombre, todo hombre
auténtico , es hijo del Orden por su naturaleza y no del Desorden? La actuación del hombre
veraz en las revoluciones es trágica: parece anarquista, porque el doloroso elemento de la
anarquía le abruma a cada paso, cuando repudia y odia la anarquía con toda su alma. Su
misión es el Orden, como la de todos los hombres. Viene a regular y encauzar lo
desordenado , lo caótico : es el misionero del Orden ....”(116)

Sostiene que el hombre necesita siempre algún Cromwell o Napoleón para terminar con el
sansculotismo. Curiosamente, asombra que en una época cuando el “Culto de los Héroes”
estaba en entredicho surgiera y obrara éste de manera admirable. Y cuando “la Realeza

parecía muerta y abolida ,surgieron Cromwell y Napoleón como reyes . La historia de esos
hombres es lo que tenemos que considerar como última fase del Heroísmo. Volvemos a los
remotos tiempos; en su historia preséntase de nuevo la manera cómo se hacían los Reyes ,
cómo surgió la Realeza.” (117)
Por el contrario, dice, “el mundo de estúpidos lacayos tiene que ser gobernado por el Héroe
Fingido, por el Rey que sólo tiene de rey sus galas”. En síntesis ,o sabemos reconocer al
Héroe—verdadero Gobernante y Caudillo—cuando tenemos esa oportunidad , o seguirán
gobernándonos los que no tienen estatura heroica, “aunque pongamos urnas electorales en
cada esquina, porque nada remedian. “ (118)

Finalmente, refiriéndose a Napoleón, considera que ese es el último Grande Hombre. Aquí
tienen fin las andanzas a través de tantos lugares y épocas , en busca de Héroes. Siente
manifestar que en ello encontró placer mezclado con inmenso dolor. El tema es
importante ,grave y, para quitarle gravedad, lo tituló Culto a los Héroes. Cree penetra
profundamente en el secreto de la conducta de la Humanidad y vitalísimos intereses del
mundo, por lo que es digno explicarlo.(119)

2.4. Aportes de los Autores Contemporáneos Sobre el Tema.

La más reciente literatura sobre el problema del héroe, las religiones y los mitos nos ayudan a
comprender mejor los planteamientos de los autores y obras que en los siglos anteriores
trataron directa o indirectamente sobre el culto a los héroes.

Iniciamos esta nueva sección del trabajo incorporando los argumentos de una variada gama
de escritores cuyas obras están centradas en la temática heroica y de los mitos pues
consideramos que detrás del culto heroico existe algo más que simples ceremonias cívicas.
Para cumplir esta tarea, primeramente, consideraremos los aportes de David A. Brading (120)
pues ellos representan un enlace temático natural dentro de esta síntesis inicial.

Brading ,considerando las ideas esbozadas por Carlyle en sus conferencias de 1840 (Los
Héroes, el Culto a los Héroes y lo Heroico en la Historia ) ,afirma que en esos explosivos
pronunciamientos se encuentra “la apoteosis de la teoría romántica de la Historia y el
Genio,
doctrina que Tolstoi atacó con incomparable vigor en la La Guerra y la Paz, aunque es de
notar que el culto a los grandes hombres precedió a la era romántica y se constituyó como
parte integral de la tradición humanista. De Maquiavelo y Bruno a Montesquieu y Rousseau,
el republicanismo clásico insistió en el deber de todos los ciudadanos de servir a la patria ; en
efecto, era sólo mediante la participación en la vida pública que el hombre encontraba el foro
apropiado para el ejercicio de la virtud. En el Senado, en el campo de batalla y en su
estudio ,el estadista buscaba obtener reputación y gloria a través del servicio a la patria ,listo a
sacrificar la vida por su causa. “ (121)

Se agrega que este concepto del héroe republicano tuvo su apogeo durante el movimiento
neoclásico de finales del siglo XVIII; la pintura de David plasmó su esencia en obras como el
<<Juramento de los Horacios>> .Tal estilo y culto lo hicieron suyo los jacobinos ; “su
simplicidad dórica y sus virtudes estoicas dieron forma histórica y base moral a su religión
republicana.” En esta tradición podía verse “el concepto del Legislador ,padre fundador del
Estado, figura ambígua que reunía las cualidades del príncipe y del profeta.” Tanto
Maquiavelo como Rousseau se interesaron en el papel jugado por “Moisés, Solón y Licurgo,
quienes promulgaron leyes perdurables para sus pueblos.” .Al considerarse el carácter
secular de la tradición republicana de Hispanoamérica, se destaca que fue un humanista
educado en Italia ,Francisco López de Gómara, el primero en proclamar abiertamente el
triunfo las grandes hazañas de los conquistadores.(122)

Durante la época de la independencia ,”con precoz vitalidad ,entró a la América española el


republicanismo clásico y su culto por los héroes en la persona y trayectoria de Simón
Bolívar.” Este, gracias a su larga estadía en Madrid y París “se embebió de estas doctrinas en

sus fuentes mismas, y siempre parece haber considerado sus propios actos desde esta
perspectiva. La famosa escena que protagoniza con su tutor en el Monte Sacro de Roma ,
donde el joven Bolívar juró liberar a su patria de la tiranía española, obviamente tuvo como
modelo alguna pintura neoclásica. El hecho de que esto fuera precedido por una
peregrinación a la ciudad natal de Rousseau y por el estudio de las obras de Maquiavelo en
Florencia sirve para demostrar el carácter ideológico de ese momento histórico.” (123)

En el caso de Argentina, el general Bartolomé Mitre ,mentor de Sarmiento ,fue quien intentó
proporcionarle a su patria “héroes republicanos con sus biografías de Manuel Belgrano y
José de San Martín.” El primero de ellos pretendía justificar el “proyecto de la élite
revolucionaria de Buenos Aires de 1810” y por tanto se convirtió en una historia general del
movimiento independentista .Por el contrario la “Vida de San Martín ,publicada en 1885 -
cuando en Argentina se gozaba de estabilidad política y de un crecimiento económico
acelerado - fue un manifiesto ejercicio de canonización patriótica diseñado para dotar a la
república de un héroe inmaculado, cuya esencia fuera su servicio desinteresado a la causa de
la independencia.”

Más bien como Cromwell, San Martín habitaba el “imperio del silencio” y aborrecía la
retórica y la ceremonia de los políticos insurgentes. Como soldado profesional evitaba la
intriga y despreciaba la vanidad de otros libertadores. Mitre presentaba a su héroe como una
“estatua viva de las fuerzas equilibradas” .Al hacer el contraste entre San Martín y Bolívar ve
al primero muy realista en cuanto a las limitaciones del proyecto político y al segundo como
un visionario obseso por su propia gloria . En tal comparación, “hay un eco de la preferencia
de Carlyle por Cromwell sobre Napoleón.” (124)

Plantea el historiador colombiano Germán Colmenares ( citado por Brading ) que

“el tema central de la historiorafía sudamericana del siglo XIX fue la épica patriótica de la
lucha por la independencia. Era un tema que demandaba más la narrración de batallas y
campañas militares que el análisis de las fuerzas sociales y económicas. En el contexto de las
repúblicas recién fundadas sólo era de esperar que los historiadores se concentrarían en las
hazañas de los grandes hombres que presidieron la fundación de sus respectivas
patrias ,quienes generalmente eran presentados como héroes neoclásicos, que actuaban como
agentes o ejecutores de la Providencia y del <<orden natural de las cosas>> ...” (125)

Al considerar el caso de México, plantea que ello demuestra que no todos los países de
Hispanoamérica eligieron honrar a sus generales. Aquí ”desde un principio ,se prefirió a los

líderes clericales de la insurgencia de 1810, Miguel Hidalgo y José María Morelos sobre el
libertador español Agustín de Iturbide y ellos fueron los enaltecidos por los primeros
historiadores del movimiento de independencia. Que ambos fueran clérigos rurales y
dirigieran ejércitos campesinos que marchaban bajo el estandarte de Nuestra Señora de
Guadalupe indica de manera fehaciente las grandes diferencias entre México y Sudamérica.
Además ,los ideólogos del movimiento ,Fray Servando Teresa de Mier y Carlos María de
Bustamante, rechazaban los ideales abstractos de la ilustración y apelaban a la historia
invocando la grandeza de México antiguo como la gloriosa fundación de su patria criolla,
énfasis que los condujo a incluir a Moctezuma y Cuauhtémoc, junto con Hidalgo y Morelos ,
en un panteón común de víctimas patrióticas de la tiranía española.” (126)

En ese sentido, no fue sino “hasta la Reforma de 1850 que los liberales mexicanos parecen
haber asimilado las doctrinas del republicanismo clásico y haberse inspirado en los ideales y
el ejemplo de la Revolución Francesa.” .Los políticos fueron influenciados por las ideas de
Michelet, Quinet y Victor Hugo; las que evidentemente asimilaron y aplicaron. Ellos
utilizaban un vocabulario religioso con “los héroes y eventos nacionales buscando crear una
religión cívica ,dotada con su propio panteón de santos ,calendario de fiestas y edificios
públicos decorados con una estatuaria apropiada. Pero en este caso el nacionalismo estaba
revestido de un estilo neoclásico más que de la antigua usanza y la <<patrie>> se definía no
por apelación a la historia sino más bien invocando los ideales radicales de la Revolución y la
República.” (127)

Como cierre ,es importante destacar que la opinión de Brading sobre la relación que hubo
entre el culto heroico y la acción político-ideológica de los republicanos liberales desde el
siglo XVIII; no coincide con lo afirmado por Carlyle en el sentido de identificar a esa época
de la Revolución Francesa (Igualdad, Libertad) como antagónica con algún tipo de culto a los
héroes. También resulta curioso ese entusiasmo de Carlyle por Napoleón, en cierta manera
consecuencia directa de esa—por él—detestada Revolución Francesa, con toda su carga de
<<sanculotismo>> , anarquía y ruptura con el pasado.

Otro importante punto de vista sobre el asunto es el del autor Mircea Eliade. (128)

Plantea éste en su obra — la que ha sido catalogada como una original Filosofía de la
Historia — una interesante explicación sobre lo que son los “arquetipos” , el importante
papel jugado por los dioses, los antepasados y los héroes; aunque de ellos ,en la tradición
griega, “sólo los héroes conservan su personalidad”. Y agrega que “se considera que los actos
religiosos han sido fundados por los dioses, héroes civilizados o antepasados míticos”. En
fin ,planteamientos como el del origen del héroe mítico, el héroe como modelo arquetípico y el
origen sobrenatural del héroe; llevan al autor a señalar que “el mito es lo último, no la
primera etapa en el desarrollo de un héroe”.(129)

Si estos planteamientos de Eliade, reconocido experto en la historia de las religiones, pueden


ser incorporados con provecho a este balance teórico mucho más lo pueden ser los de Georges
Dumézil, quien en su obra sugestivamente titulada El Destino del Guerrero (130) evoca la
gesta de Tulio Hostilio y los mitos de Indra. Haciéndolo, explica la importancia del mito y la
epopeya en estos términos:
“El país que ya no tenga leyendas—dice el poeta—está condenado a morir de frío. Es harto
posible. Pero el pueblo que no tuviera mitos estaría ya muerto. La función de la clase
particular de leyendas que son los mitos es, en efecto, expulsar dramáticamente la ideología
de que vive la sociedad ,mantener ante su conciencia no solamente los valores que reconoce y
los ideales que persigue de generación en generación ,sino ante todo su ser y su estructura
mismos, los elementos, los vínculos, los equilibrios, las tensiones que la constituyen ,
justificar, en fin, las reglas y las prácticas tradicionales sin las cuales todo lo suyo se
dispersaría. Estos mitos pueden pertenecer a tipos diversos. En cuanto a su origen ,unos se
extraen de acontecimientos y acciones auténticas más o menos estilizadas, adornadas y
propuestas como ejemplos por imitar; otros son ficciones literarias que encarnan en
personajes los conceptos importantes de la ideología.” (131)

Se ha señalado que los romanos supuestamente no tenían una mitología propia, pues la de
muy viejo origen o heredada de los indoeuropeos fue destruída en el nivel teológico; no
obstante, esos mitos prosperaron en forma de Historia.

En la ideología romana se observan dioses poderosos pero sin aventuras, esto es, “una
historia de los orígenes que despliega aventuras significactivas de hombres que, por su
carácter y su función , corresponden a dichos dioses.” (132)

En el denso ensayo de Dumézil, éste intenta explicar la compleja trama de los reyes -
campeones y los dioses-héroes y sus aventuras (en La India) , el papel jugado por Tulio
Hostilio (rey militar) , los tres pecados de Heracles ,único héroe panhelénico ; y , la epopeya
escandinava tan rica en héroes. (133)

La interpretación sobre las epifanías, maniquíes y signos; lo llevan a definir “los momentos
de una carrera heroica” a través de las hazañas y proezas de los que devienen en héroes
nacionales. Y agrega que “en todas las civilizaciones ,la hazaña concede un buen lugar

. Militar o deportiva, escénica y a veces hasta intelectual, realizada en provecho o bajo los
colores de la colectividad, crea, aun en nuestro tiempo, un héroe nacional .... no era de otra
manera en las socieades arcaicas, notablemente por las vías de la guerra. Mucho antes de
Plutarco y sus grandes capitanes, una carrera de guerrero no era sino una serie de
promociones fundadas en una sucesión de proezas.” (134)
Estas palabras de la mitología hindú (citadas por Dumézil) definen muy bien la idea que
muchos pueblos han tenido, y tienen , sobre los héroes: “El cielo es residencia de los héroes
de noble conducta, que no vuelven la espalda en las batallas.” (135)

Las observaciones de Tácito en su Germania y de Cicerón en su décimo cuarta Filípica


cierran esta reflexión del autor sobre la idea del héroe y lo heroico a través de la acción del
guerrero y su destino. (136)

Una búsqueda o análisis similar la encontramos en la obra de Furio Jesi (137) .Para este
estudioso de los mitos y los héroes, la propia palabra mitología (mytho y lógos) establece una
mezcla de contrarios como la que está presente en la Ilíada donde se observan las diferencias
entre el héroe que sobresale con sus acciones y el que lo hacía con la palabra. Lograr el
equilibrio entre esas dos capacidades era la meta de la educación impartida por Fénix a
Aquiles “para que el joven héroe llegara a ser al mismo tiempo <<buen hablador>> ... y

<<hacedor de obras>> ... el hombre completo tenía que saber juntar la acción ,simbolizada
por la destreza en el uso de las armas, con el talento de actuar con la palabra <<en los
consejos ,donde los hombres noblemente se afirman>> ,talento en el que sobresalió Odiseo, el
héroe de <<de multivario discurso>> ... y que fue también valeroso guerrero. (...) La
elocuencia del héroe homérico, <<buen hablador>> como Odiseo y como Néstor, se nutre ,por
lo menos, de dos facultades : la astucia para emplear las palabras justas en el momento
preciso—en lo que destacó Odiseo—y la capacidad de utilizar solemnemente un repertorio de
historias preexistentes que confieren al disertante y a sus argumentos la autoridad de un
pretérito consagrado—en lo que se destacó Néstor -- .La elocuencia del anciano Néstor es,
pues, diversa de la de Odiseo”.(138) “Un considerable número de los sucesos narrados por los
grandes evocadores de la tradición mítica ,como Néstor ,revelan un fondo iniciático. Las
mismas vicisitudes generales de la Ilíada y de la Odisea presentan un intenso colorido
iniciático. La continuidad de la existencia heroica que hace persuasivos y autorizados los
parlamentos de Néstor refleja la perenne relación entre el reino de los vivos y el reino de los
muertos, que en el poema genealógico de Hesíodo deviene relación eterna ,de dimensiones
cósmicas ,entre el tiempo del mythos y el tiempo de la historia ...” (139)

Completa el análisis realizado por Jesi sus planteamientos sobre el mito a través de los
sucesivos períodos de la historia de la cultura universal: Del renacimiento pagano a Vico; la
Ilustración, el romanticismo, el historicismo; hasta concluir con los debates intelectuales
contemporáneos.
Otto Rank en su obra El Mito del Nacimiento del Héroe (140) nos aporta una interpretración
que debemos considerar como fundamental para la cabal comprensión de este tema. En este
trabajo se aborda esta temática desde el campo del psicoanálisis precursor de las teorías de
Jung.

Plantea Rank que en las más importantes civilizaciones (las de Mesopotamia, Egipto, la India,
Iran, Palestina, Grecia y Roma junto con la de otros pueblos) ; glorificaron desde sus inicios
a los “héroes, reyes y príncipes míticos, fundadores de religiones, dinastías, imperios o
ciudades, en suma ,a sus héroes nacionales ,a través de una cantidad de leyendas y relatos
poéticos.” Tales relatos , que consagraron las hazañas de esas figuras , aunque elaborados y
transmitidos de manera independiente , tienen “una desconcertante similitud y hasta, en
parte, una correspondencia exacta”. (141)

Entre los héroes considerados en el citado estudio están Sargón, Moisés, Karna, Edipo, Paris,
Télefo, Perseo, Gilgames, Ciro, Tristán, Rómulo, Heracles, Jesús, Sigfrido y Lohengrin.

El recuento de las acciones o la descripción de las características de cada uno de ellos no sería
necesario ahora para afirmar que sus figuras heroico-mitológicas forman parte fundamental
del acervo espiritual de sus pueblos y de nuestra civilización.

Cerramos esta revisión de los aportes de estos autores sobre el tema presentando algunas
ideas de Joseph Campbell. (142)

Este autor al igual que Rank escribió una notable obra donde aplicando los postulados del
psicoanálisis—especialmente los de la escuela de Jung—penetra en el importante campo de la
mitología, las leyendas y las aventuras del héroe.

Para definir al héroe , dice el autor , que éste “es el hombre o la mujer que ha sido capaz de

combatir y triunfar sobre sus limitaciones. (agregando que) el héroe ha muerto en cuanto
hombre moderno; pero como hombre eterno --- perfecto, no específico, universal --- ha vuelto
a nacer. Su segunda tarea y hazaña formal ha de ser (como Toynbee declara y como todas las
mitologías de la humanidad indican) volver a nosotros transfigurado y enseñar las lecciones
que ha aprendido sobre la renovación de la vida.” (143)

El Héroe y el Dios.
“El camino común de la aventura mitológica del héroe—dice Campbell—es la magnificación
de la fórmula representada en los ritos de iniciación: Separación - Iniciación - Retorno ,que
podrían recibir el nombre de unidad nuclear del monomito. El héroe inicia su aventura desde
el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales ,se enfrenta con
fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva ; el héroe regresa de su misteriosa aventura
con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos. Prometeo ascendió a los cielos , robó el fuego
de los dioses y descendió. Jasón navegó a través de las rocas que chocaban para entrar al mar
de las maravillas, engañó al dragón que guardaba el Vellocino de Oro y regresó con el
vellocino y el poder para disputar a un usurpador el trono que había heredado. Eneas bajó al
fondo del mundo ,cruzó el temible río de los muertos, entretuvo con comida al Cancerbero ,
guardián de tres cabezas ,y pudo hablar ,finalmente , con la sombra de su padre muerto.
Todas las cosas le fueron reveladas: el destino de las almas, el destino de Roma, que estaba a
punto de fundar, y de qué manera podría evitar o soportar todas las aflicciones. Volvió al
mundo a través de una puerta de marfil a realizar sus deberes. Una representación
majestuosa de las dificultades del oficio del héroe y de su sublime importancia cuando es
concebida profundamente y llevada a cabo con solemnidad , la encontramos en la leyenda de
las grandes batallas del Buddha, el joven príncipe Gautama Sakyamuni ...” (144)

Para comprender el devenir de “los portadores simbólicos y mundiales del destino de todos los
hombres” débese considerar que éstos completan un ciclo desarrollado a través de una
“separación” o partida; la etapa de las pruebas y victorias de la iniciación y el regreso y la
reintegración a la sociedad. Y agrega Campbell, “el complicado héroe del monomito es un
personaje de cualidades extraordinarias. Frecuentemente es honrado por la sociedad a que
pertenece, también con frecuencia es desconocido o despreciado.” (145)

Finalmente, afirma el autor “el lugar en que ha nacido un ,héroe , donde ha realizado sus

hazañas o donde ha regresado al vacío, es señalado y santificado. Allí se le erige un templo,


con el cual se significa e inspira el milagro de la centralidad perfecta ; porque éste es el lugar
donde se inicia la abundancia. Porque alguien en este lugar descubrió la eternidad ...” (146)

Esta apretada síntesis de los aportes de los autores más recientes que han estudiado el
problema, nos lleva a confirmar nuestro planteamiento fundamental: El tema del héroe ha
sido desde la más remota antigüedad hasta los actuales debates uno de los más apasionantes
elementos del discurso historiográfico y de buena parte de la literatura universal. En nuestra
próxima sección abordaremos el asunto en su expresión más concreta: el culto heroico en la
historiografía venezolana, visto a través de la reflexión teórica de su más importante
estudioso.

2.5. La Historiografía Venezolana y El Culto a los Héroes. Un Estudio del Problema.


El Dr. Germán Carrera Damas, desde su perspectiva crítica, es uno de los historiadores que
más atención le ha prestado a este problema del culto a los héroes y el desarrollo de la
conciencia histórica venezolana. No solamente en su conocida obra EL CULTO A BOLÍVAR
(147) sino también ,entre otros, en su ensayo “Simón Bolívar, el Culto Heroico y la Nación”
(148). En este trabajo, Carrera Damas sintetiza sus planteamientos fundamentales y echa
nueva luz sobre los conceptos que sirvieron de base a su tesis antes mencionada.

Este sostiene que el culto a Bolívar ha sido la fuente de la legitimidad nacional venezolana y
ello nos ha conducido a confundir tal culto con la idea de nación, patria y república;
quedando igualmente supeditada la conciencia nacional y la conciencia histórica al
mencionado culto.

De acuerdo con la opinión de Carrera,el retorno a lo que fue el alma nacional venezolana es
lo fundamental para los que él llama pontífices del patriotismo (siendo Eduardo Blanco su
máximo representante) ;determinando ésto una evasión hacia el pasado y a una <<Historia
Patria>> llena de excesos, donde esa patria se concibe como una herencia que ha sido
dilapidada.

Finalmente, cita el autor a Laureano Vallenilla (hijo), quien habló del <<gorrear a los
héroes>> muy propio de los venezolanos; la certera crítica que hizo Eddie Morales Crespo
sobre la supuesta influencia de Carlyle en los historiadores de Venezuela y a la afirmación de
Mariano Picón Salas sobre nuestra lamentable vocación de pueblo sepulturero, siempre
mirando hacia atrás.

Sin duda que todas las opiniones contenidas en el ensayo clarifican mucho el problema que
pretendemos estudiar. Tales ideas expresan una posición que enfrenta a la historiografía
tradicional que gira en torno a esos paradigmas de virtud, a esos ejemplos edificantes para
escolares y soldados.

Consideramos que tal análisis penetra en el núcleo del problema que aspiramos a dilucidar,
puesto que rompe con mitos y prejuicios muy arraigados en el conservador medio intelectual
venezolano, que vive anclado en el pasado y se niega a enfrentar urgentes tareas como la de
estudiar el mundo contemporáneo desde la perspectiva de la Historia como ciencia social.
(149)
Para una mejor comprensión de la tesis del autor ahora examinado, anexaremos en las
páginas siguientes las ideas fundamentales del citado ensayo.

En relación con el papel jugado por el culto a Bolívar en la formación del estado y la nación,
plantea Carrera que “Instaurado . para dar legitimidad (al) estado nacional en circunstancias

específicas , el culto a Bolívar ha llegado a constituir la columna vertebral , y en no pocas


ocasiones (en) el universo del pensamiento venezolano. (...) ha llegado a producirse una
identificación entre los signos más elementales del culto y la nación. (....) esa confusión es
cultivada a modo de mensaje patriótico simplificado que sirve de vehículo para la inculcación
de una disciplina formal en ámbitos escolares y militares.” (150)

[En este mismo sentido, continúa el razonamiento] , “la explicación del nacimiento de la
nación-patria-república no es una simple e inocua muestra de exaltación literaria ,ni es, en la
historiografía venezolana, un plano explicativo que se superpone a otro, más apegado éste al
estudio de los procesos sociales. Es la explicación , y cualesquier otras consideraciones son
complementarias, marginales o en todo caso no afectan la vigencia de esa explicación,
obviamente primordial para el culto.” (151)

En relación con la formación de la conciencia nacional, asociada , por supuesto, a la


conciencia bolivariana, se plantea que entre los venezolanos que han estudiado el asunto hay
una confusión insuperable entre “los conceptos de patria, de república y de nación”. Ello es
una consecuencia del “bajo nivel crítico-conceptual historiográfico” que le sirve de apoyo.
Tal semejanza, de hecho, es errónea y engañosa, pues está en función de un propósito
ideológico “determinado por el culto a los héroes, y más específicamente por el rendido a
Bolívar.” (152)

La explicación ofrecida sobre un asunto básico como el de la conciencia nacional y la


conciencia crítica es que “”puesto que. la nación—patria—república fue la creación de

Simón Bolívar, es lógico que conciencia nacional y conciencia bolivariana luzcan como una
sola y misma cosa, y es lógico igualmente que cualquier esfuerzo crítico ejercido en este
sentido tenga que ver con todos los aspectos de esa amalgama de valores , enfrentando su
nada reducida carga de prejuicios derivada de esa errónea sinonimia.” (153)
Asimismo, considerando lo concerniente a la conciencia nacional y la conciencia histórica, se
pregunta Germán Carrera Damas, “si sería legítimo decir que la historia de un pueblo es, en
sí y en tanto conocimiento de pasado , una toma de conciencia de la propia existencia como
pueblo”. Si este planteamiento es verdadero “la vida de un pueblo sería a la vez , su ser
histórico y el conocimiento de ese ser histórico”, por tanto ,el pasado y el presente se unirían
en un constante devenir. “La historia sería, entonces, su propia madre” .El gran interés por
conocer su propio ser histórico, y los esfuerzos realizados por convertir esa “conciencia en
factor activo de la vida de los pueblos”, significa para nuevos pueblos como el venezolano,
“carácteres de lucha por la propia existencia”.(154)

Mientras las antiguas sociedades pueden autocontemplarse de manera serena, muy diferente
es el cuadro que presentan aquellos pueblos de reciente formación histórica, cuya
organización nacional es producto de un acto controvertido y aún más reciente . “Para un
pueblo tal, la formación de la conciencia nacional reviste carácteres de tarea vital. Su firme
adquisición significará la definitiva estructuración histórica, porque un pueblo en posesión de
tal forma de conciencia podrá ser sojuzgado pero jamás destruido. “ (155)

Agrega Carrera, que “la formación de la conciencia nacional ha sido tradicionalmente

entendida en Venezuela como función de. una historia cuya misión consiste en transmitir el
legado heroico y reivindicar con propósito ejemplarizante, a quienes constituyeron ese legado.
El punto de partida de tal concepción de esta función de la historia es inobjetable, si lo
situamos en el marco de las consideraciones precedentes ; el error comienza cuando se le
estima como la misión de la historia, porque su cumplimiento ni agota las posibilidades del
conocimiento histórico, ni es siempre compatible con los requisitos de la formación del
conocimiento histórico. Eduardo Blanco expuso con precisión en que consiste esta función de
la historia y cual es su alcance: <<Trasmitir a nuestros hijos las tradiciones épicas de las
pasadas glorias de la patria ,es un deber sagrado, que nos impone juntamente con el amor al
suelo en que nacimos ,el noble orgullo de ofrecer ante el mundo la eximia ejecutoria de
nuestra nacionalidad, en la epopeya que nuestros padres escribieron con su sangre y que no
cede en brillo ni grandeza a la más alta que pueden ostentar otras naciones.>> Conciencia del
pasado histórico ,orgullo de lo realizado , igualación con paradigmas, son todas
manifestaciones de un mismo propósito: apoyar en la historia el esfuerzo de formación
nacional” pero, se pregunta Carrera, cómo transmitir el legado heroico siendo fiel a su
esencia, a su tono, a su fuerza inspiradora?(156)

Es tanta la importancia de esta ideología convertida en una segunda religión que los espíritus
disidentes tienen que afrontar sanciones como las de no poder propagar su mensaje.
Trátase ,en síntesis, de “enderezar la tradición” para corregir la conciencia histórica y sus
efectos perversos. (157)
La Historia Patria.

Una especie de <<deformación psicológica>> producida en los venezolanos por la <<historia


patria>> ,dice Carrera, está “estructurada en torno al culto heroico basado en la leyenda de
las guerras de independencia.” (158) .Se sostiene que “los excesos de la historia patria y de su
eje el culto heroico, particularmente concretado en el culto a Bolívar (y) el resultado de la
valoración crítica del alcance real de la historiografía como factor de la formación de la
conciencia nacional (no toman nota de) la relación funcional que existe entre la forma de
conciencia histórica contra la cual reaccionan y el aparato del Estado, primer beneficiario de
la segunda religión, puesto que ésta provee una excelente palanca para la manipulación
ideológica de la población.” --- después, citando a Mariano Picón Salas, lo califica de
<<auténtico y quimérico>> --- pues dice éste que los venezolanos estamos urgidos “de una
política cultural que nos enseñe qué somos, que más allá de la Historia heroica con resonante
fanfarria de adjetivos , nos descubra nuestra verdadera Historia social” (159)

La Conciencia Nacional y Culto a los Héroes.

Considerando el ejemplo de la excitación ideológica a partir del culto a figuras históricas


como Alejandro Nevsky en el caso de la URSS, plantea el autor que “al vincularse con esa

evocación la forma de organización sociopolítica logra cuando menos tres cosas: en primer
lugar , se inserta expresamente en una línea de continuidad histórica, la cual de hecho
refuerza su legitimidad; en segundo lugar, ampara su existencia en la vigencia de valores que
adquieren de esta manera , la respetabilidad que les depara el pasado histórico; y por último,
estimula la movilización de las fuerzas que conforman el más puro y elemental patriotismo,
materia prima básica para fabricar héroes y pueblos disciplinados.” (160)
En este sentido “la conciencia histórica tradicional venezolana quiere que el pasado
heroico ,y específicamente Simóm Bolívar, sirvan a un tiempo de acicate y de escudo que
permitan compensar las alegadas deficiencias estructurales del pueblo venezolano. Bolívar ha
de ser un paradigma , siempre presente pero inalcanzable en su perfección por cuanto le sirve
de base un patrón deificado. El pueblo cumple, en estas circunstancias, un rol más bien
receptivo , por no decir pasivo” . Así entienden el asunto, los “círculos ideológicos ,en los
cuales se combinan la conciencia nacional - en sus tres niveles de expresión ya reseñados:
conciencia bolivariana, conciencia crítica y conciencia histórica - con el culto a los héroes
que nutre la historia patria, y con el culto a Bolívar que corona todo el edificio, los que
revelan cuán necesario es, para estudiar el funcionamiento de la conciencia nacional
venezolana, al someter a cuidadosa valoración los términos héroe y pueblo, y sus
correlaciones recíprocas . Pero a su vez, la comprensión del modo cómo se articulan la
conciencia nacional y el culto a los héroes hasta el punto de confundirse ,exige tener
presentes los fundamentos históricos de esa articulación.” (161)

Por ello la fórmula que permite identificar la conciencia nacional con el culto a los héroes
trasciende la justicia del reconocimiento , y al postularse que <<quien glorifica a los Héroes
honra la Patria>> (según Miguel León Rivero) se conforma un universo heroico, <<La
Epopeya>> en el cual Simón Bolívar desempeña un rol primordial , por ser <<el primero de
tus hijos ! oh Patria ! el primero de tus héroes !oh América ! El Gran Libertador de pueblos y
naciones !oh humanidad! (citando a Eduardo Blanco: Las Noches del Panteón ...) (162) .La
máxima que afirma “seremos porque hemos sido” condensa doctrinariamente el culto
heroico.

Veamos esta cita de la obra de Federico Nietzsche , De la utilidad y de los inconvenientes de


los estudios históricos para la vida,<< ¿ Por qué ,pues, la contemplación monumental del
pasado ,el interés por lo clásico y raro de los tiempos pasados, puede ser útil para el hombre
de hoy ? >> “La respuesta radica en la necesidad que tiene el hombre de hallar justificación
y estímulo para enfrentar el presente ...” (163)

El culto a los héroes :Fundamentos y funcionamiento de su confusión con la conciencia


nacional.
El origen de esa “confusión creada entre conciencia nacional y culto a los héroes” es ese ver
“la patria como una herencia que ha sido dilapidada”, todo ello en un proceso destructivo de
las esperanzas abrigadas por los venezolanos “convencidos de que el culto que aprendimos de
nuestros padres ha sido una tabla que nos han arrojado las borrascas de la patria” como
afirmaba el Dr. Lisandro Alvarado hacia 1886 . (164)

La confusión entre conciencia nacional y culto a los héroes : Su cuestionamiento.

“En el origen fue Carlyle. Ello corresponde a una manera de ver el asunto que es la más
obvia y trajinada cuando se trata de comprender un rasgo cultural de los latinoamericanos, es
decir la explicación de las influencias europeas y de la realización ,necesariamente
degradada, en suelo americano. Pero, algo hay de positivo en este enfoque, pues conduce
inevitablemente por la vía de una revisión del concepto de héroe y de la capacidad de éste para
hacer la historia. En realidad, esta visión parece ser parte del asunto, pero no la explicación
del mismo: sólo podría serlo si admitiéramos previamente que los historiadores son capaces de
conformar la conciencia nacional, es decir, si admitiéramos que pueden ir más allá de aportar
algo a la formación de una conciencia histórica que se asienta en procesos sociales de ámbito
más vasto y primordial, como los que integran la estructura de poder interna de la sociedad
venezolana ....” (165)

En relación con el planteamiento anterior, dice Carrera, que hay que ponderar justamente un
conjunto de factores varios tales como circunstancias históricas, conciencia individual,
conciencia social, etc. y la real influencia de la historiografía en la conformación de la
conciencia nacional, particularmente en naciones incipientes.

“Es un error ver la resultante de estos factores. como un equivocado seguimiento del
pensamiento de Carlyle, cual lo pretendió Eddie Morales Crespo cuando afirmó que <<En el
desarrollo histórico de la personalidad latinoamericana se advierte como nota dominante una
especie de degenerado culto a las ideas de Carlyle>>, es decir, un Carlyle mal comprendido,
tergiversado y adaptado impropiamente a una realidad socio-histórica por completo ajena a la
tenida en cuenta originalmente por él: <<el esquema de Carlyle no ha tenido fortuna al
pretenderse aplicarlo a medios culturales de menor evolución que el europeo>> .De allí que
en Latinoamérica <<la que podría denominarse escuela de Carlyle no es sino una lamentable
aberración de las ideas del filósofo>>. Por esta vía de pensamiento se llega a la rotunda
conclusión de que <<un degenerado culto a Carlyle es la droga del desenvolvimiento histórico
latinoamericano>> “ (166)
Argumenta Carrera que “el acogerse al pasado lleva implícita cierta repulsión por el presente,
hasta el punto de juzgarlo indigno, lo que indujo a ignorarlo y a identificar el pasado con los
héroes, como si sólo héroes hubiese habido en el pasado. No se trata sólo de un triunfo de la
concepción individualista de la historia. Es algo más: es la evocación selectiva del pasado en
función de la inconformidad causada por el presente. Esta operación ,en la que pone más el
sentimiento que la razón, puede tener graves repercusiones actuales” .Y citando a Joaquín
Gabaldón Márquez (El Enlace de las Generaciones, Caracas, 1960) , comenta las
comparaciones que hace la historiografía tradicional entre el presente y el pasado, personajes
contemporáneos y héroes del pasado. Sobre éste opina que “Su conclusión representa una
acusación seria contra la historiografía tradicional, por su supeditación de ésta al culto a los
héroes.” (167)

Una implacable sentencia de Mariano Picón Salas en 1942 decía que “Venezuela era un País
que miraba hacia atrás mientras le iban cayendo las ruinas de su existencia presente. Parecía
mantener - cuando otros pueblos se lanzaban con audacia a las nuevas creaciones de la
economía y de la técnica - su lamentable vocación de pueblo sepulturero.” (168)

Este resumen general de los planteamientos antes considerados ,nos permite intentar una
reflexión crítica sobre los mismos. Creemos que el aporte teórico de Carrera es fundamental
para el estudio que intentamos realizar en nuestra propia tesis. Una observación que puede
adelantarse es que se observan coincidencias de fondo entre las ideas de Carrera y los
planteamientos de Ruggiero Romano, especialmente en esos señalamientos sobre la situación
de las naciones hispanoamericanas --- naciones de reciente formación ,que no pueden
autocontemplarse como esos estados de antigua data y por ende deben apelar a otras vías para
afirmar su propia identidad ---. Asimismo, Pueden hacerse interesantes correlaciones entre
este original enfoque de Carrera y los estudios citados sobre historiadores latinoamericanos,
en especial los de E. Bradford Burns y David A.Brading que analizaremos a continuación.
(169)

3. La Historiografía Venezolana del Siglo XIX en el Contexto Universal. Cuestiones de


carácter teórico general. Historiografía e Ideología en Latinoamérica. Historia de la
Historiografía Venezolana.
3.1. Cuestiones de Carácter Teórico General: Historia e Historiografía; Historia de la
Historiografía; Historia Intelectual e Historia de las Ideas.

Varios autores ,al tratar de definir la historia, lo hacen en estos términos: Para E.Bernheim,
<<la historia es una ciencia sobre el desarrollo de la humanidad>> ; Robing George
Collingwood afirma que la investigación histórica se ocupa de las accciones humanas en el
pasado; J.Huizinga formula la misma idea , de modo que considera a la historia como <<la
forma intelectual en que una civilización se rinde cuentas a sí misma de su pasado; Raymond
Aron plantea que la historia es el estudio del pasado humano; Marc Bloch apunta a las
actividades humanas en el pasado; L. Febvre señala que la historia no se ocupa del hombre,
sino de las sociedades humanas, de los grupos organizados.(170)

Cuando el renombrado historiador polaco Jerzy Topolsky ofrece su propio punto de vista nos
hace la diferenciación entre Historia como res gestae e historia como rerum gestarum. Esto
es, que “a través de los siglos el término historia adquirió al menos dos significados básicos :
1) hechos pasados (res gestae) y 2) narración sobre los hechos pasados (historia rerum
gestarum). La historia como hechos pasados tiene a su vez varias interpretaciones. (171)

Al intentar definir la Historiografía; Opina que el término historiografía “tiene sólo un


significado auxiliar .... es dominante sólo en la expresión la historia de la historiografía, y ésto
,según parece , es debido en gran parte a razones eufónicas , en concreto, el intento de evitar
la expresión la historia de la historia , como la usaba Popeliniere. ...” (172)

En fin ,concluye Topolsky, “hemos desmembrado así tres significados básicos del término
historia: historia como hechos pasados, historia como operaciones de investigación realizadas
por un historiador e historia como resultado de dichas operaciones de investigación; es decir,
una serie de afirmaciones sobre hechos pasados.” (173)

Historia de la Historiografía.

Para examinar este asunto con la debida profundidad sería necesario—primeramente—hacer


un amplio bosquejo general del problema planteado, a luz de los clásicos cultores de la
disciplina en las distintas edades históricas. Sin embargo, en aras de no caer en inútiles
repeticiones o en salirnos de los límites de esta tesis , solamente ofreceremos ahora los aportes
de Georges Lefebvre en su importante obra El Nacimiento de la Historiografía Moderna. (174)
Al presentar este autor, en apretada síntesis ,la evolución de la formación de la historiografía
moderna ,lo hace considerando variados antecedentes de la disciplina ,tomando como punto
de partida las clásicas obras de Herodoto, Tucídides, Polibio, Tito Livio y otras de similar
importancia. Hace suya la definición de la Historia como <<el relato de las cosas dignas de
recordarse>> ; y así mismo, opina que ésta no es una memoria individual sino colectiva.

Entre otras consideraciones que hace sobre la historia, Lefebvre señala que ella ha asumido
el carácter de pragmática o subordinada a un designio como el de la educación moral y cívica
o el contar la vida de los grandes hombres, tal fue el caso de la que cultivó Plutarco. En otras
circunstancias, asumió ésta un objetivo utilitario, la educación del príncipe, del hombre de
Estado. Y agregaríamos nosotros, la educación de todo un pueblo, <<Moral y Luces>> . (175)

Considerando otro aspecto fundamental sobre nuestra disciplina ,Lefebvre apunta que “La
Historia ha sido también para el historiador un pretexto, un medio de hacer la apología de su
propia nación. Herodoto y Tito Livio no están libres de esta culpa; en el siglo XIX , ciertos
historiadores alemanes hicieron profesión de escribir para preparar ,y después para celebrar,
la unidad alemana. “ (176)

Otro aporte teórico sobre el significado e importancia de la Historiografía ,y además ,muy


digno de ser considerado, es el de Benedetto Croce. Lógicamente este texto es de un carácter
mucho más específico que el anterior y nos permite abordar una faceta teórica fundamental
como lo es la relación entre el Hombre y la Historia; el Hombre y su pasado.

Escribió Croce que “somos producto del pasado ,y estamos viviendo sumergidos en lo pasado

, que por todas partes nos oprime”. Y se preguntaba, “ ¿ Cómo emprender nueva vida , cómo
crear nuestra acción sin salir del pasado, sin sobrepujarlo? , ¿ Y cómo sobrepujarlo , si
estamos dentro de él y él está con nosotros ?” . Su respuesta fue que no había “más que una
salida , la del pensamiento que no corta relaciones con el pasado, sino que se levanta sobre él
idealmente y lo trueca en conocimiento.”(177)
Croce, citando lo que Goethe dijo una vez sobre la práctica de escribir historias como un
modo de quitarse de encima el pasado; considera que “el pensamiento histórico lo acerca
hasta convertirlo en materia suya, lo transfigura en objeto suyo, y la historiografía nos liberta
de la historia. Sólo un extraño oscurecimiento de las ideas puede impedir que nos demos
cuenta de semejante oficio de catarsis que la historiografía, como la poesía .desempeña ,
sacudiendo ésta la servidumbre de la pasión , como aquella la sumisión al hecho y al
pasado.....” (178)

Finalmente se plantea que los historiadores ,a los “que no hay que confundir, ciertamente, ni
con los monjes dedicados a componer índices y crónicas, ni con los eruditos recopiladores de
narraciones y documentos , para sacar de ellos ,con su industria, noticias bien testificadas, ni
con los doctos autores de manuales de historia --- siempre fueron hombres de varia actividad,
llevados a meditar sobre las situaciones que se produjeron para sobrepujarlas y contribuir a
que los demás las sobrepujen , gracias a nuevas actividades: políticos que escribieron historias
políticas , filósofos que escribieron historias de la filosofía ... “ (179)

La Historia Intelectual.

El historiador estadounidense Roland N. Stromberg ,autor de uno de los más conocidos


manuales universitarios sobre la denominada <<Historia Intelectual>> ,al intentar definir
esta disciplina sostiene que el dominio o campo de ella es el de la interacción de las ideas -
históricamente importantes - con el sustrato social del cual emergen y sobre el que a su vez
influyen. Las disciplinas separadas tales como la filosofía, las ciencias y la teoría política;
son las que cuando estudian sus antecedentes o ideas anteriores tienden a hacerlo
ahistóricamente, tratándolas de manera sustantiva como si ellas hubiesen surgido de un vacío.
Los historiadores intelectuales [plantea Stromberg] deben señalar cómo estas ideas
interactúan con la realidad social, con las ideas anteriores y así como entre ellas mismas. Al
respecto, dice el autor, debe considerarse que “en un particular momento y lugar hay un
específico conjunto de influencias actuantes sobre el pensamiento humano que incluye: 1) el
legado de pasadas ideas disponibles para la gente de esa época, 2) un contexto social
conformado por todo tipo de fenómenos prominentes en el ambiente de ese tiempo, esto es, los
de carácter político, económico y otros; 3) otros aspectos contemporáneos de pensamiento y
expresión.” (180)
Al pretender este autor establecer cuál es el ámbito de su disciplina , es decir, su definición de
cuál es el dominio de la Historia Intelectual; afirma que “hay un área para el estudioso cuya
meta es establecer cuáles aspectos o factores influencian el pensamiento humano en un
período o en una región determinada.”(181)

El Campo, características y cultivo de la nueva disciplina.

En su análisis sobre el tema, agrega Stromberg, que “la Historia Intelectual, como disciplina

académica, es algo nueva y probablemente tiene todavía que completar la tarea de clarificar
cuál es su alcance, métodos y contenido. Claramente, el contenido o campo es muy interesante
para aquellos entusiastas del mundo de las ideas. Mientras que aquellos que por el contrario
no lo tengan, deberían evitar esta área; es por ello, que los historiadores orientados hacia los
hechos concretos no demuestran interés, y por tal razón, se muestran sospechosos hacia la
historia intelectual. Esta es definida como el estudio del rol de las ideas en los eventos y
procesos históricos; la historia intelectual ,hay que admitirlo, es un difícil arte.” (182)

Finalmente, al considerar lo correspondiente a la “Historia de la ideas”, esto es, el balance de


unas doce disciplinas como literatura, artes, ciencias, teología, educación, pensamiento social,
etc. cada una toma una parte del pensamiento occidental y hace una disección aparte, de
manera aislada. No hay nadie que le restaure a la vida; ello lo intenta, esa disciplina
denominada Historia de las Ideas. (183)
3.2. Historiografía e Ideología.

Seguidamente, consideraremos algunos planteamientos de E. Brudford Burns sobre la


ideología presente en la Historiografía Latinoamericana del siglo XIX. (184)

De acuerdo con el criterio de Burns “los historiadores le .imponen a la sociedad una

percepción del pasado sustentada en los tópicos por ellos estudiados, sus valores y sus
interpretaciones. Es así, que cuando éstos representan un grupo relativamente homogéneo,
sus historias tienden a perpetuar una similaridad al asignarle al pasado una uniformidad más
en armonía con la visión de clase que con la totalidad de la experiencia. Tales restricciones
caracterizaron la historiografía latinoamericana del siglo XIX.

[Cree que] “sugerir que las historias escritas durante el siglo XIX en América Latina
representan más una visión de clase que una interpretación de carácter nacional es un
planteamiento muy serio ,y que para sustentarlo, se requiere un amplio estudio sobre la vida
de un grupo numeroso de historiadores ....” (185)

Del examen de dichas biografías y de las obras escritas por ese grupo representativo de
historiadores latinoamericanos del siglo XIX , se extraen estas conclusiones : “ Los

historiadores casi siempre expresaron visiones elitistas debido a su formación intelectual,


orígenes, asociación grupal y sus propias aspiraciones; así como por sus preocupaciones
históricas y las fuentes utilizadas. Ellos aceptaron las estructuras institucionales nacionales y
aprobaron las actividades de las élites de las cuales escogieron representantes para ser
biografiados. Una básica conformidad ideológica caracterizó a estos historiadores durante
buena parte de ese siglo. Probablemente su mayor compromiso ideológico fue el progreso, al
que hacían equivalente a la Europeización. Por ignorar a aquellos que en su propia sociedad
se resistieron a la sirena europea los historiadores no incorporaron a la mayoría de la
población en las páginas de sus obras. Cuando en sus escritos mencionaban a las masas , ello
fue generalmente para deplorar su atraso y a menudo para recomendar la inmigración para
reemplazarlos o civilizarlos. En fin, su fuerte confianza en el pensamiento histórico europeo y
su metodología interfería en la visión del propio pasado.” (186)

[Asimismo, ] los historiadores inevitablemente compararon sus propias naciones con la


Europa del norte y los Estados Unidos de América. Por insistir, masoquistamente, en juzgarse
a sí mismos a través de las experiencias y condiciones de otros, se separaron de sus sociedades
y contextos propios ... la europeización que aprobaron contribuyó a la dependencia nacional.
Pocos apreciaron la especificidad geográfica, étnica e histórica de América Latina.”(187)

[Finalmente, se afirma, que] “los historiadores contribuyeron poderosamente a la creación de


un sentido y un sentimiento de nacionalidad, aunque fuese uno complementario al preferido
por las élites. Haciendo eso, cubrieron éxitosamente las historias nacionales con una mística
sagrada que inhibió investigaciones históricas más amplias y hasta ridiculizaron el plantear
algunas interrogantes históricas que pudiesen arrojar dudas sobre la eficacia de la
modernización ,el progreso y el desarrollo, sin dejar de mencionar las instituciones
mismas.”(188)

Nos parece oportuno señalar, a manera de resumen crítico, que E. B. Burns en su trabajo
sobre los historiadores latinoamericanos del siglo XIX trata de demostrar que éstos
efectivamente reflejaron en sus obras históricas los valores propios de una élite intelectual. La
mayoría de sus más representativos miembros pertenecieron a las clases propietarias o por lo
menos disfrutaron de su estilo de vida. La mayoría ocupó cargos públicos (parlamentarios,
ministros, diplomáticos, presidentes, gobernadores, etc.) .Muchos de los historiadores tenían
amplio conocimiento de idiomas modernos y clásicos, así como de la historiografía europea
pues un buen grupo de ellos había estudiado, vivido o viajado al viejo continente.

Es evidente que el ensayo de Burns descansa en una muestra de intelectuales con predominio
brasileño, argentino y mexicano. Mientras que de una muestra de sesentitres historiadores se
incorporan unos dieciséis brasileños, de Venezuela sólo se menciona muy ligeramente a
Cecilio Acosta y a Eduardo Blanco. Los autores seleccionados, y el tratamiento que se hace de
ellos y su producción, no es el más apropiado. Tangencialmente se menciona a Rufino Blanco
Fombona y a Andrés Bello.

A pesar de no ser un trabajo tan amplio o aprovechable como otros que hemos reseñado
antes, ya que éste es solamente un buen <<Dicccionario Biográfico>> , consideramos
fundamental ofrecer algunos aspectos de las ideas de Jack Ray Thomas sobre el tema en
estudio. (189)

Los hombres que escribieron la historia.

Bajo este título, Thomas agrupa sus ideas sobre los que cultivaron la historiografía
latinoamericana. Dice que “en general ,los primeros historiadores latinoamericanos
provenían de familias que gozaban de las ventajas de la riqueza y la influencia política.
Fueron en su mayoría de elevada clase social y relacionados con los grandes apellidos por
varias generaciones. En resumen, sus características coinciden con la decripción que hacía
John Higham de los historiadores estadounidenses de comienzos del siglo XIX, a los que éste
denominó historiadores <<patricios>>, esto es, hombres que eran socialmente prominentes,
económicamente prósperos y partícipes de manera destacada en la actividad
historiográfica.”(190)

Consideramos que, en general, las opiniones de Thomas sobre los historiadores


latinoamericanos coinciden con lo expuesto en el trabajo de E. B. Burns antes analizado. Lo
fundamental: los Historiadores fueron parte de las élites y por ende reflejaron su ideología,
valores, intereses, etc. No obstante, a diferencia del estudio de E. B. Burns, en el texto de
Thomas si se considera a autores venezolanos como Rafael María Baralt, Juan Vicente
González y Lisandro Alvarado.

3.3. La Historia de la Historiografía Venezolana.

Germán Carrera Damas, tal vez el más destacado estudioso de este campo en Venezuela,
señala que conviene subrayar el sentido que atribuye a la historia de la historiografía, en
cuanto a la correlación entre el acontecer histórico concreto y la conciencia histórica que ésta
debe expresar. Igualmente , entiende la historiografía “no como la historia de la historia, en

el sentido. de las obras que se pueden llamar sobresalientes de la investigación histórica , sino
más bien en el sentido de ambiente historiográfico, incluyendo así en la historia de la
historiografía no sólo el nivel de investigación científica en historia sino también ,cuando
menos, los niveles en que se dan el aprendizaje y la enseñanza, al igual que las formas de
aprovechamiento de la historia que, como la literatura y la política, constituyen a un tiempo
uso legítimo de ese conocimiento y estimulante comprobación de su extensa y diversa
utilidad.” (191)
Definición de la disciplina.

Lo entiende, el concepto de historia de la historiografía, como la “correlación entre el


acontecer histórico y la expresión de ese acontecer como conciencia histórica”. Cree además,
que ”quizá sea necesario fijarse en este punto para deslindar en qué momento propiamente

puede hablarse de la historiografía venezolana [puesto que] sólo se podría hablar de


historiografía venezolana a partir del momento cuando los venezolanos comenzaron a verse a
sí mismos ,en sentido temporal y espacial, como venezolanos , y no como súbditos del rey de
España o como españoles de América; tampoco como americanos, sino específicamente
cuando comenzaron a verse a sí mismos , en perspectiva histórica como venezolanos ...” (192)

Nacimiento de la Historiografía Venezolana.

Es evidente que en el caso de la historiografía venezolana, su inicio ,de acuerdo con la


opinión de Carrera ,podría establecerse como criterio el momento en que exsistiese “una
sociedad venezolana constituida” , gozase o no de autonomía , como cuando estaba sujeta al
Imperio Español. (193)

Carrera es de la opinión que “la historiografía de la emancipación marca el nacimiento de la

historiografía venezolana propiamente dicha , tanto en razón del acontecer histórico concreto
como de su expresión en la conciencia histórica. [Considera que] lo que sería la definitiva
floración de ella a partir ,aproximadamente, de la década del cuarenta del siglo XIX, con la
obra de Rafael María Baralt, valorada como presentación sistemática de la nueva conciencia
histórica , fundada en una reinterpretación del período colonial y de buena parte de la
historia de Europa.” (194)

Considera el autor como <<historiografía venezolana>> aquella producida en suelo


venezolano desde “los primeros planteamientos de la nueva correlación entre el acontecer
histórico y su expresión en la conciencia histórica , es decir, a partir de los primeros
documentos ya mencionados.” Esto es, la Declaración de Independencia de 1811, la Carta de
Jamaica, etc. (195). Opina asimismo, que la “historiografía venezolana es la que se inicia con
el planteamiento de la ruptura del nexo colonial, lo que se produjo a fines del siglo XVIII y
comienzos del XIX. Esto hace menos de dos siglos por historiar”. Es por eso que se toma la
“historiografía de la Emancipación como primer período de la historiografía venezolana,
considerando que ella expresa una conciencia histórica relacionada con un determinado
acontecer , es decir con la Emancipación como acción política y social, como praxis
histórica.” (196)
En la citada obra de Carrera se plantea que “parece posible diferenciar entre la

historiografía de la Emancipación que corre entre 1810 y aproximadamente 1840-45, y la que


corre desde esta fecha aproximadamente hasta 1890. A esta segunda fase de la historiografía
de la Emancipación se le ha denominado romántica. La historiografía de la Emancipación
hasta 1840-45 es predominantemente testimonial, y refleja la preocupación por justificar un
acto político, - la ruptura del nexo colonial --- ,y una práctica político-militar, --- la guerra de
independencia ---- ,cuyos estragos y magro saldo de realizaciones , que no fueran la
independencia política, llevaban a algunos de los actores testigos a cuestionar su validez. Por
su parte, la llamada historiografía romántica asumió el compromiso de insuflar vida a la
conciencia nacional , y para ello recurrió a la más cruda emotividad, buscando compensar ,
mediante la exaltación heroica , cuanta objeción pudiese brotar de una práctica política y
social que estaba muy lejos de corresponder a las expectativas, incluso de la clase
dominante....” (197)

Finalmente se indica que a partir de 1890 se desarrolla la tercera fase de esta historiografía
de la Emancipación, ésta será la de signo positivista. Posteriormente, aparecen, ya en el siglo
XX, la historiografía marxista y la historiografía oficial modernizada o mestizaje
historiográfico. Para Carrera, esta última caracterización expresa su peculiar opinión crítica
sobre los desarrollos concretos de la historiografía venezolana contemporánea, especialmente
la cultivada en la Academia Nacional de la Historia, en las universidades y en el mundo
educativo en general. Tal historiografía no se adscribe rigurosamente a una corriente teórico-
metodológica o a alguna tendencia ideológica definida. Prefiere más bien expresar cierto
eclecticismo conceptual.
NOTAS Al CAPITULO I.

(1) n.a. De aquí en adelante se considera el trabajo de este investigador que aparece en la
obra de varios autores ESTADO Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA .México, Siglo Veintiuno
Editores, 1985 . Véase especialmente, Edelberto Torres Rivas: “La Nación : Problemas
Teóricos e Históricos”, pp.87-132

El profesor Torres Rivas es docente e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de


México así como participante en centros de investigación auspiciados por la Organización de
las Naciones Unidas.

(2) E. Torres R.:Op.cit.,p.89

(3) Ibídem, p.90

(4) Ibídem, pp.91-92

(5) Ibídem, p.93

(6) Ibídem, p.96

(7) Ibídem, p.100

(8) Ibídem, p.101

(9) Ibídem, p.102

(10) Ibídem, p.102

(11) Ibídem, p.103

(12) Ibídem, p.104

(13) Ibídem, p.105

(14) Ibídem, p.106

(15) Ibídem, p.110

(16) Ibídem, p.111


(17) Ibídem, p.111

(18) Ibídem, p.112

(19) Ibídem, p.113

(20) Ibídem, pp. 113-114

(21) Ibídem, pp.116-117

(22) Ibídem, p.117

(23) Ibídem, p.117

(24) Ibídem, p.118

(25) Ibídem, pp.117-118

(26) Ibídem, p.118

(27) Ibídem, p.120

(28) n.a. Los escritores dogmáticos que aplicaron el marxismo de manera determinista y
mecanicista (marxismo de inspiración Stalinista) publicaron gran cantidad de ensayos en la
América Latina de las décadas de los años treinta y cuarenta. En Venezuela, un buen ejemplo
lo fue la obra pionera de Carlos Irazábal Hacia la Democracia ,así como su posterior trabajo
Venezuela Esclava y Feudal.

(29) Ruggiero Romano: “Algunas Consideraciones Alrededor de Nación ,Estado (y Libertad)


en Europa y América Centro-Meridional” Actas del Sexto Congreso de la Asociación de
Historiadores Latinoamericanistas Europeos (Antonio Annino, Editor .Florencia, mayo
1985) .Turin, 1987 --- tomo I.

(30) Ruggiero Romano: Op.cit. ,p.8

(31) Ibídem, p.5

(32) Ibídem, p.2

(33) Ibídem, p.2-3

(34) Ibídem, pp 3-4

(35) Ibídem, p.4

(36) Ibídem, p.11

(37) Ibídem, p.18


(38) Ángel Bernardo Viso : Venezuela :Identidad y Ruptura (La Historia como estado de
conciencia, el pasado como introspección y vivencia colectiva) .Caracas, Alfadil Ediciones,
1983

n.a . De acuerdo con los datos suministrados en una entrevista personal al Dr. Ángel
Bernardo Viso, éste nació en 1930 en la ciudad llanera de Calabozo (Estado Guárico) .Su
primera formación educativa la realizó en el caraqueño Colegio La Salle y en 1956 se graduó
de abogado en la Universidad Central de Venezuela. Antes y después de su graduación hizo
viajes de estudio a Italia, Francia e Inglaterra. Además de su vasta cultura jurídica, el Dr.
A.B.Viso ha podido adquirir una sólida cultura literaria e histórica, la que ha plasmado en
sus ensayos y poemas.

(39) A.B. Viso: Op.cit.

n.a. Nos parece que acá puede observarse una gran similitud con el planteamiento de
Benedetto Croce sobre el Hombre como microcosmos, como compendio de la historia
universal. Véase (p.12) de B. Croce: LA HISTORIA COMO HAZAÑA DE LA LIBERTAD,
México, FCE, 1960

(40) A.B. Viso: Op.cit. ,p.33

(41) Viso, Ángel Bernardo: Memorias Marginales de Pedro Mirabal. Caracas, Monte Ávila
Editores, 1991

(42) Seguiremos acá nuestra propia traducción del ensayo que consultamos, escrito y
publicado en inglés. Nikita Harwich Vallenilla : “National Identities and National Projects:
th th
Spanish American Historiography in the 19 and 20 Centuries”. STORIA DELLA
STORIOGRAFIA ,19 (1991) pp.147-156

(43) N. Harwich V. :Op.cit. ,p.2

(44) Ibídem, p.3

(45) Ibídem, pp.3-4

(46) Ibídem, pp.4-5

(47) n.a. Nos referimos al que tituló Nuestra Revolución Francesa . Caracas, UCV. Esta tesis
está también reproducida en las conferencias publicadas bajo el título Una Nación Llamada
Venezuela. Caracas, UCV, 1980

(48) Miguel Izard: El Miedo a la Revolución (La Lucha por la Libertad en Venezuela 1777-
1830) .Madrid, Editorial Tecnos, 1979

(49) Germán Carrera Damas: Una Nación Llamada Venezuela. Caracas, Dirección de Cultura
de la UCV, 1980

(50) G.Carrera D. :Op.cit. ,p.37


(51) Ibídem, p.39

(52) Ibídem, pp.40-44

(53) Ester Alizeri Fernández / Martha M. Galván Guiot:Literatura Grecolatina.México,


Editorial Trillas, 1990 ;

Homero: La Ilíada ; Homero: La Odisea

(54) Heródoto: Los Nueve Libros de la Historia .México, Grolier Internacional - Editorial
Cumbre, S.A, 1978

Op.cit. ,p.55

(55) Ibídem, p.88

(56) Ibídem, p.106

(57) Ibídem, p.141

(58) n.a. Obviamente, todas las páginas indicadas corresponden a la obra de Heródoto antes
citada.

(59) Plutarco: Vidas Paralelas. Consideramos acá dos ediciones. Madrid, Ediciones Busma,
S.A. ,1983. Véase también la de la Biblioteca Básica Salvat: Estella, Salvat Editores,
S.A. ,1982

(60) Ernesto Parra: ”Estudio Preliminar” Plutarco: Vidas Paralelas (Op.cit. Madrid,
1983) ,p.5

(61) Plutarco: Op.cit. ,pp. 12, 14, 23

(62) Suetonio: Vidas de los Doce Césares .México, Editorial Cumbre, S.A. , 1978

(63) Suetonio: Op.cit. ,pp. 24, 45, 52-53

(64) Ibídem, pp. 59, 62, 77, 95, 105, 124-125

(65) Ibídem, pp. 145-146, 158-160, 170-171

(66) Ibídem, pp. 219-220, 260, 296, 319, 327, 358, 367, 383

(67) Victor Sanz: La Historiografía en sus textos. p.101 (Caracas, UCV-FHE, 1985)

(68) Armando Saitta: Guía Crítica de la Historia y de la Historiografía. México, FCE,


1989 ,pp.144-146

(69) Víctor José Herrero Llorente: “Introducción” ,p.19 (Tito Livio: La Monarquía Romana.
Madrid, Aguilar, 1969)
(70) Tito Livio : Obras Completas de Tito Livio (Prefacio) , pp.17-19 (México, UNAM, 1955)

(71) Tito Livio: Obras Completas ... Op.cit. I-II, p.205

(72) Ibídem, p.215

(73) Tito Livio : Décadas de Tito Livio, Príncipe de la Historia Romana

tomo I, p. 251

(74) Ibídem, pp. 252, 275, 283, 308

(75) Víctor Sanz: La Historiografía ebn sus Textos. Op.cit. p.105. ; Charles - Olivier Carbonell:
La Historiografía

n.a. Rafael María Baralt, quien muy seguros estamos leyó esa obra de Tácito, quejábase
también de lo poco que había para historiar en los siglos coloniales venezolanos, comparando
sus hechos con los de la época de la independencia. Tanto en Tácito como en Baralt, la razón
era la misma: se creía que sólo las grandes campañas militares daban substancia al discurso
historiográfico.

(76) Tácito: Op.cit. “Introducción”, pp.12-13, 19, 22, 24-27

(77) Tácito: Op.cit. libros I-VI, pp.53, 58, 62, 101-102,

111, 136, 138, 155, 163, 177, 183, 190-191, 194

(78) Ibídem: pp.199, 201 - 202 , 217, 251 - 252, 256 - 257,

261 - 262 , 291 - 297, 320.

n.a. En estas páginas, (específicamente en la 291) aparecen las palabras de Tácito que ya
antes mencionamos en relación con Rafael María Baralt. Así también, se menciona una
célebre frase escrita por Cremucio Cordo , éste, en unos anales había elogiado a Marco Bruto
y llamado a Gayo Casio <<el último de los romanos>> (p.293) .Acá es evidente la inspiración
que debió ejercer esta obra sobre Juan Vicente González, quien llamó a Fermín Toro <<el
último de los venezolanos>> en su meseniana escrita con motivo de la muerte de este prócer
civil.

(79) Tácito: Op.cit. --- (Libros XI - XVI ) ---

pp.22, 45, 60, 62, 73-74, 100, 247, 276

(80) Poema de Mío Cid (Versión de Pedro de Salinas) .Madrid, Revista de Occidente, 1969

(81) Pedro Salinas: “Prólogo”, Poema de Mío Cid. Op.cit. p.11

(82) Comentario Editorial Inicial a la obra de Ramón Menédez Pidal: El Cid Campeador.
Madrid, Espasa - Calpe, S.A , 1973
(83) Ramón Menéndez Pidal: Op.cit. pp.17-18

(84) Ibídem, pp.19-20

(85) Ibídem, pp.231-238

(86) Thomas Carlyle: De los Héroes, el Culto de los Héroes y lo Heroico en la Historia
(Incluído en el volumen <<los Clásicos>> Carlyle y Emerson: De los Héroes / Hombres
Representativos. Traducción y Estudio Preliminar por Jorge Luis Borges. México, Editorial
Cumbre, S.A. - Grolier Internacional, 1978)

(87) Véase “Thomas Carlyle” en Funk & Wagnalls New Encyclopedia (vol.5, p.164) .

Will and Ariel Durant: The Story of Civilization: (Part XI The Age of Napoleon. A History of
European Civilization from 1789 to 1815) . New York, Simon and Schuster, 1975

n.a. En la obra de R. W. Emerson: HOMBRES REPRESENTATIVOS (Incorporada en el


mismo volumen junto con Thomas Carlyle : Op.cit.) plantea éste los aspectos siguientes: I.
Utilidad de los grandes hombres; II. Platón o el filósofo ,Platón :Nuevas lecturas ; III.
Swedenborg, o el místico ; IV. Montaigne, o el escéptico ; V. Shakespeare , o el poeta ; VI.
Napoleón , o el hombre del Mundo ; VII.Goethe, o el escritor

(88) Véase el “Estudio Preliminar” escrito por Jorge Luis Borges en la edición de la obra
citada. Thomas Carlyle: Op.cit.

(89) Thomas Carlyle: Op.cit. ,p.3

(90) Ibidem, p.12

(91) Ibídem, pp.13-14

(92) Ibídem, p.15

(93) Ibídem, p.25

(94) Ibídem, pp.41-42

(95) Ibídem, pp.43-44

(96) Ibídem, p.71

(97) Ibídem, p.73

(98) Ibídem, p.73

(99) Ibídem, p.78

(100) Ibídem, p.79


(101) Ibídem, pp.104-105

(102) Ibídem, p.104

(103) Ibídem, p.107

(104) Ibídem, p.114

(105) Ibídem, p.117

(106) Ibídem, p.144

(107) Ibídem, p.144

(108) Ibídem, p.157

(109) Ibídem, pp. 157-158

(110) Ibídem, pp. 162-163

(111) Ibídem, p.181

(112) Ibídem, p.182

(113) Ibídem, pp.186-187

(114) Ibídem, p.187

(115) Ibídem, p.188

(116) Ibídem, p.188

(117) Ibídem, p.200

(118) Ibídem, p.223

(119) Ibídem, p.223

(120) David A. Brading: <<Héroes Republicanos y Tiranos Populares>> (Separata de la


revista CUADERNOS AMERICANOS - Nueva Época - # 11, vol. 5 ,México, s/f) pp.9-28

(121) D.A.Brading: Op.cit. ,pp.9-10

(122) Ibídem, p.10

(123) Ibídem, pp.11-12

(124) Ibídem, pp.15-16


(125) D.A. Brading: Op.cit. , p.17, citando a Germán Colmenares: Las Convenciones contra
la Cultura. (Bogotá, 1987 - pp.138-163)

(126) D.A.Brading: Op.cit. ,pp.17-18

(127) Ibídem, p.19

(128) Mircea Eliade: El Mito del Eterno Retorno. Madrid, Alianza Editorial, 1992

(129) Mircea Eliade: Op.cit. ,pp.15, 29, 39, 42-45, 48, 51-52

(130) George Dumézil: El Destino del Guerrero .México, Siglo Veintiuno Editores, 1990

(131) G.Dumézil: Op.cit. ,p.15

(132) Ibídem, p.16

(133) Ibídem, pp. 16-17, 22-23, 27, 33, 104, 120

(134) Ibídem, p.135

(135) Ibídem, p.138

(136) Ibídem, pp.137-139

(137) Furio Jesi: Mito. Barcelona, Editorial Labor, 1976

(138) Furio Jesi: Op.cit. ,pp.15-16

(139) Ibídem, p.25

(140) Otto Rank: El Mito del Nacimiento del Héroe. México, Editorial Paidos, 1989

(141) Otto Rank: Op.cit. p.9

(142) Joseph Campbell: El Héroe de las Mil Caras. México, FCE, 1992

(143) J.Campbell: Op.cit. p.26

(144) Ibídem, pp. 35-36

(145) Ibídem, pp.40-42

(146) Ibídem, p.46

(147) Germán Carrera Damas: El Culto a Bolívar. Caracas, UCV, 1973


(148) Germán Carrera Damas: “Simón Bolívar, el Culto Heroico y la Nación” (pp.107-145) -
Hispanic American Historical Review ,

63 (I) ,1983

(149) n.a. Usualmente, cualquier enfoque no tradicional es calificado por estos intelectuales
conservadores (en el mejor de los casos) como “sociologizante” o “presentista”.

(150) Germán Carrera Damas: “Simón Bolívar , el Culto Heroico ... “ Op. cit. ,p.109

(151) Ibídem, p.115

(152) Ibídem, p.111

(153) Ibídem, p.117

(154) Ibídem, p.122

(155) Ibídem, p.122

(156) Ibídem, p.123

(157) Ibídem, p.126

(158) Ibídem, p.127

(159) Ibídem, p.128

(160) Ibídem, p.130

(161) Ibídem, p.131

(162) Ibídem, p.132

(163) Ibídem, p.133

(164) Ibídem, p.133

(165) Ibídem, p.141

(166) Eddie Morales Crespo: “El Culto a Carlyle” EL NACIONAL , (20-11-1965) ,citado en,
G.Carrera D. :Op.cit., pp.141-142

(167) G.Carrera D. :Op.cit. p.143

(168) G. Carrera D. : Op.cit. , p.144, citando a Mariano Picón Salas “Un joven arquetipo” -
Comprensión de Venezuela.
(169) E.Bradford Burns: <<Ideology in Nineteenth-Century Latin American
Historiography>>. Hispanic American Historical review 53 (3) , 1978, 409-431. Duke
University Press

David A. Brading : <<Héroes Republicanos y Tiranos Populares>> Separata de la Revista


Cuadernos Americanos (Nueva Época) # 11, vol.5, México (sobretiro s/f)

(170) J. Topolsky, p.53 (Jerzy Topolsky: Metodología de la Historia Madrid, Ediciones


Cátedra, S.A. ,1982)

(171) J.Topolsky: Op.cit. ,p.54

(172) Ibídem, p.55

(173) Ibídem, p.56

(174) Georges Lefebvre : El Nacimiento de la Historiografía Moderna. Barcelona (España),


Ediciones Martínez Roca, S.A. ,1974

(175) G.Lefebvre: Op.cit. ,pp.14-17

(176) Ibídem, p.18

n.a. En Venezuela, los historiadores de la emancipación , es decir, Feliciano Montenegro


Colón, Rafael María Baralt, Francisco Javier Yanes, Juan Vicente González, Felipe
Larrazábal y otros; hicieron lo mismo, especialmente en lo relacionado con “celebrar la
unidad”—o más específicamente, celebrar la emancipación del coloniaje español.

(177) B. Croce, p.34, (Benedetto Croce: La Historia como Hazaña de la Libertad. México,
FCE, 1960)

(178) B. Croce: Op.cit. ,p.35

(179) Ibídem, p.35

(180) “Introducción”, p.3 (Roland N. Stromberg: EUROPEAN INTELLECTUAL HISTORY


SINCE 1789. Englewood Cliffs, New Jersey; Prentice-Hall, Inc. 1981 386 p.) ----- pp.3-5,
trad.NFG -----

(181) R.N. Stromberg: Op.cit. ,p.3

(182) Ibídem, pp. 3-4

(183) Ibídem, p.4

(184) De aquí en adelante se sigue el ensayo de E.B.Burns : <<Ideology in Nineteenth-


Century Latin American Historiograpy>> HISPANIC AMERICAN HISTORICAL REVIEW. 58
(3), 1978 ,409-431
Duke University Press, 1978

(Traducción libre de textos escogidos, NFG)

(185) E.B. Burns: Op.cit. p.409

(186) Ibídem, pp.428-429

(187) Ibídem, p.429

(188) Ibídem, p.429

(189) Jack Ray Thomas: BIOGRAPHICAL DICTIONARY OF LATIN AMERICAN


HISTORIANS AND HISTORIOGRAPHY. London/England - Westport/Connecticut:
Greenwood Press, 1984 (Introduction) . (trad.NFG)

(190) J.R. Thomas: Op.cit. ,p.3

(191) p.9 “Introducción” (Germán Carrera Damas: Historia de la Historiografía Venezolana


—Textos Para su Estudio -- . Caracas, Ediciones de la Biblioteca - UCV, 1985)

(192) G. Carrera D. Op.cit. p.12

(193 Ibidem,p.11

(194) Ibídem, p.15

(195) Ibídem, p.16

(196) Ibídem, p.17

(197) Idem, p.17


CAPITULO II

La Historiografía Venezolana del Siglo XIX: El Culto a los Héroes y su Contribución a la


Formación de una Conciencia Histórica Nacional. El Corpus Historiográfico Mayor.
Capítulo II

La Historiografía Venezolana del Siglo XIX: El Culto a los Héroes y su Contribución a la


Formación de una Conciencia Histórica Nacional.

El problema a plantearse en esta parte de la investigación, será el de la realización de un estudio

sobre los principales historiadores del siglo XIX venezolano ; destacándose con especial interés,

la revisión de la vida y obra de escritores representativos como Feliciano Montenegro Colón,

Rafael María Baralt, Francisco Javier Yanes, José de Austria, Juan Vicente González, Felipe

Larrazábal y Eduardo Blanco. Todos ellos, dignos de un cuidadoso análisis que eche un poco

más de luz sobre su aporte intelectual ,y por supuesto, sobre ese período durante el cual se inició

la formación de una conciencia nacional venezolana.

Si se plantease justificar por qué se escogió ese grupo de historiadores, fácil sería responder que

ello obedeció a muy válidas razones. Primeramente, es evidente ,que si se considera el asunto en

términos cronológicos, ese orden refleja - en líneas generales - la sucesiva publicación de las

obras fundamentales de los autores seleccionados, esto es, desde la publicación del cuarto tomo

de la obra de Montenegro Colón (1837) ; pasando por el Resumen de Baralt (1841) ; los libros

de Francisco Javier Yanes (uno en 1840 y el otro , aunque inédito hasta 1943, fue fuente

fundamental para Baralt, Austria y otros historiadores) ; el Bosquejo escrito por Austria e

impreso entre 1855-1857 ; las biografías salidas de la pluma de Juan Vicente González entre

1859-1865; la Vida de Bolívar del Dr. Larrazábal (1865-1866) ; y para cerrar, la Venezuela

Heroica de Don Eduardo Blanco editada por vez primera en 1881.

Cuando se hace una selección ,se corre el riesgo de no dejar satisfechos a muchos. Unos podrían

plantear su inconformidad con la inclusión de algunos de estos historiadores. Por ejemplo, se

pudiera argumentar - con muy consistentes razones - en contra de la presencia en este grupo de

Eduardo Blanco y su Venezuela Heroica. Asimismo, reclamar la incorporación de ilustres

intelectuales de la talla de Don Arístides Rojas u otros de similar importancia. No obstante, a

pesar de las posibles objeciones, ofrecemos este cuadro o muestra representativa como una

alternativa de trabajo que permite observar el desarrollo de la Historiografía Venezolana del

siglo XIX.
El conjunto de obras y autores fue seleccionado tomando varios criterios de escogencia. El

primero de ellos fue el asomado por estudiosos como Germán Carrera Damas quien ha planteado

que la historiografía nacional sólo surge cuando ya existe una sociedad venezolana constituida y

sobre todo con la escritura de la llamada “historiografía de la emancipación”. Esa primera

historiografía nacional de evidente signo testimonial lo representan obras como las de

Montenegro Colón, Francisco Javier Yanes y en menor grado Rafael María Baralt, que si bien no

fue partícipe directo del proceso como si lo fueron los dos primeros, tuvo la oportunidad de

incorporar en su Resumen las obras de éstos y la documentación y los testimonios de varios

actores o participantes en parte del proceso historiado.

La escogencia de autores como José de Austria, Juan Vicente González y Felipe Larrazábal

obedeció básicamente a su labor como continuadores de esa tradición historiográfica centrada en

la misma temática patriótica. Todos ellos de alguna manera descansaron en esos primeros

historiadores de la emancipación como sus fuentes aunque—a no dudarlo—también

aprovecharon nuevos testimonios documentales y sobre todo diferentes estilos literarios propios

del Romanticismo.

Hechas estas consideraciones preliminares, se inicia el balance presentando una síntesis sobre los

rasgos biográficos de los escritores seleccionados y las características más destacadas de las

obras historiográficas escogidas. Cumplido ese objetivo, se ofrecerá en el siguiente capítulo un

análisis comparativo de los aportes de los historiadores citados, considerando especialmente sus

caracterizaciones de aspectos fundamentales de la historia venezolana, así como sus ideas sobre

el pueblo, la nación , la patria, los patriotas, los realistas, los héroes, lo heroico y otros conceptos

o nociones.

El Corpus Historiográfico Mayor. Autores y Obras Fundamentales en la Venezuela del

Siglo XIX.

1. FELICIANO MONTENEGRO COLON.

Iniciamos la tarea propuesta, presentando el balance de la vida y obra de Don Feliciano

Montenegro Colón. Podrá observarse al leer estas líneas, que ellas tienen una extensión mucho

más amplia que las dedicadas a los otros miembros del grupo. La razón, no es solamente la de

haberle dedicado ya un libro (1) a este personaje ; también lo explica, el considerarlo uno de
los más importantes historiadores de ese tiempo que fue referencia obligada— aunque no

siempre explícitamente reconocida— del debate historiográfico venezolano.

Estudiar la vida y obra intelectual de Feliciano Montenegro Colón, ha sido un reto a la voluntad

de penetrar en un área oscura pero fascinante. Decimos ésto, considerando que materiales como

las páginas dedicadas al tema en la Autobiografía de José Antonio Páez y las ofrecidas por el

biógrafo Ramón Azpurúa en el siglo XIX; lo escrito en décadas pasadas por Mary Watters y por

Don Alfredo Boulton; así como la síntesis ofrecida por Héctor Bencomo Barrios no ofrecen sino

una base de datos; que , aunque muy útil, no nos permite aventurarnos mayormente en ese

período donde vivió y murió el atormentado militar, educador, historiador y geógrafo que fue

Don Feliciano Montenegro Colón.

Esbozo Biográfico de Don Feliciano Montenegro Colón :Una Síntesis de los Aspectos

Fundamentales de su Vida.

Escribir sobre Feliciano Montenegro Colón (1781-1853) sólo es posible hacerlo (en las actuales

circunstancias) a partir de un limitado conjunto de textos, algunos ofrecidos por el propio Don

Feliciano desde el año 1820 y especialmente en los años finales de su vida.

Sabemos que Feliciano Ramón de la Merced Montenegro y Colón nació el 9 de junio de 1781 en

la ciudad de Caracas y que fue hijo del abogado de la Real Audiencia de nombre José Cayetano

López de Montenegro, nativo de Betanzos (Galicia, España) quien, según costumbre de esa

época, usó preferentemente su segundo apellido, esto es ,firmaba simplemente Cayetano

Montenegro. Su madre fue doña Juliana Colón y Madrid, dama criolla caraqueña supuestamente

emparentada con los Bolívar.(2)

Debió haber tenido una infancia sin mayores dificultades, pues su situación fue la de uno de esos

retoños privilegiados que gozaba de la doble condición de pertenecer al mantuanaje criollo y al

alto mundo oficial hispano-peninsular. Ello, en aquella Caracas colonial, le franqueó las puertas

de la elitesca educación superior y de la milicia.

Según el testimonio del Dr. Felipe Fermín Paúl (3) , a Feliciano Montenegro podía

considerársele representante de una de las más ilustres y distinguidas familias de Caracas, con un

rico patrimonio de ganados, casas y esclavos. Agregamos nosotros, que seguramente la guerra y
todas sus secuelas negativas (muertes, emigración, saqueos, secuestro de bienes,etc.) acabó con

ese patrimonio; pues al regresar don Felicano a Venezuela después de las guerras de

independencia y hasta los días de su muerte ,siempre estuvo implorando protección para él y su

familia en completa miseria.(4)

Lo que conocemos de la vida Montenegro (5) puede sintetizarse de esta manera:

Sobre el período 1781-1797, años de su infancia y juventud, tenemos muy pocas noticias. Se

conoce que inició sus estudios formales en el Seminario de Caracas y ya a los 16 años es

graduado como Bachiller en Filosofía por la Universidad de su ciudad natal.

Hacia 1798, a los diecisiete años, abandona las letras - a las que siempre fue afecto - e inicia su

carrera militar ingresando como cadete en el Batallón Veterano de Caracas. Al año siguiente

(1799), seguramente debido a su aplicación y posición social , ingresó al Regimiento de la Reina

acantonado en el Cuartel San Carlos de la ciudad. Cinco años de entrenamiento allí lo prepararon

para trasladarse en 1803 a la propia España y continuar en la metrópoli su carrera como oficial.

(6)

Durante el período siguiente, esto es, entre 1803-1810, continuó su formación académica

estudiando matemática y otras ciencias y además cumplió con sus actividades militares en

España. En su propia relación sobre esa etapa de su vida ,dice Montenegro que le tocó participar

en el sitio militar contra los ingleses en Gibraltar, en una expedición de tropas españolas

enviadas a Dinamarca y ,además , combatir en esos días difíciles del año de 1808 cuando ocurrió

la invasión de las tropas napoleónicas a España. (7)

Estando los ejércitos leales a Fernando VII en retirada hacia Cádiz, y reunida allí la Junta

Central Gubernativa del Reino (convertida después en una Regencia ) , se decidió enviarlo en

misión a Venezuela con pliegos dirigidos al <<Muy Ilustre Ayuntamiento de Caracas>>. El

envío de Feliciano Montenegro Colón en esa misión a su ciudad natal, se justificaba por la

opinión favorable de los <<diputados >> venezolanos presentes en Cádiz y por considerar que

las relaciones del comisionado facilitarían el encargo.

El entonces Capitán Primero del Batallón Ligero de Infantería de Tiradores de Cádiz, partió a

finales de 1810 (dejando a su esposa e hijos en España) y el 27 de enero de 1811 desembarcó en

La Guaira. (8)
Ese primer regreso y estadía de Montenegro en Venezuela solamente duró un corto período,

entre los meses de enero y junio de 1811. Ya para ese entonces se había organizado la Junta

Suprema de Caracas y convocado un Congreso que inició sus sesiones el dos de marzo de ese

mismo año. En esas nuevas circunstancias políticas, Feliciano Montenegro Colón decidió poner

punto final a la misión oficial que le habían encomendado y más bien quedarse al servicio del

nuevo gobierno organizado en Venezuela, una <<Junta>> que nominalmente todavía se

identificaba como <<conservadora de los derechos de Fernando VII>>.

Pocos días antes de que el Congreso reunido en Caracas declarara solemnemente la

independencia nacional el 5 de julio de 1811, decidió Montenegro regresar secretamente a

España provocando con ello un escándalo, pues se le acusó de traidor y de haber sustraído

importantes documentos de la Secretaría de Guerra, donde estaba asignado como oficial. La

sombra de ese incidente lo perseguirá hasta su muerte, aunque siempre negó las acusaciones que

se le hicieron, utilizando para ello el testimonio de incontables personas respetables y de los

respectivos documentos probatorios.

Después de su “huída” o regreso a España, continuará allí la carrera militar hasta un nuevo

retorno a Venezuela. Al respecto, dice el propio Montenegro, que a su llegada a la metrópoli y

por delicadeza personal, no informó sino lo más necesario y general sobre su estadía en

Venezuela , y que de inmediato ,pidió ir a combatir nuevamente en la guerra contra los invasores

franceses allá en la madre patria. Al concluir ésta, no quiso alistarse en la expedición que se

preparaba desde 1814, comandada por Don Pablo Morillo. Agrega Montenegro, que solamente

once meses después de la salida del ejército expedicionario y ya con noticias de haberse logrado

la pacificación de estos territorios, decidió regresar a su tierra natal en noviembre de 1815.

En enero de 1816 ya estaba en Caracas y allí se ocupó de varias responsabilidades oficiales ;

entre ellas ,desempeñó la presidencia del Consejo de Guerra en Caracas y la comandancia de los

Valles del Tuy. Posteriormente sirvió como jefe militar y gobernador en Barcelona en

1817 ,gobernador interino en Maracaibo (1820) y jefe del Estado Mayor de las fuerzas realistas

que fueron a combatir en Carabobo el 24 de junio de 1821. Aunque no estuvo personalmente en

la batalla de ese día, después de la derrota, salió desde Valencia, por la vía de Puerto Cabello,
hacia la isla de Puerto Rico y luego regresó a España de donde fue enviado nuevamente a las

Antillas. (9)

Sus últimos años al servicio de España le trajeron serios conflictos personales. Es el mismo

Montenegro quien ofrece mayores detalles sobre esos difíciles días.

Estando en España cumpliendo una misión encomendada por el general Miguel de la Torre, tuvo

que actuar comandando fuerzas militares para sofocar una rebelión de la guardia real y motines

populares (7-7-1822) , lo que le valió el título de <<Benemérito de la Patria>> otorgado por las

Cortes en enero de 1823. Tal distinción de la monarquía constitucional le traerá represalias

cuando ,al poco tiempo, se reinstaure el absolutismo. (10)

El ya coronel Feliciano Montenegro Colón (finalmente ascendido en 1822) fue enviado a Puerto

Rico en 1823 como jefe del Estado Mayor de las fuerzas acantonadas en la isla. Para entonces,

solicitó su retiro y viajó a Cuba.

Desde esa isla se trasladó con su hijo a España para colocarlo en el Colegio de Nobles en

Vergara. De vuelta en España ocurrió la anulación de la Constitución del reino (1823) .Su

solicitud de retiro no fue aceptada y fue enviado como jefe de Estado Mayor de las fuerzas

acantonadas en Cuba. Allí en la isla aprovechó para continuar algunas investigaciones

geográficas y elaborar junto con un equipo (Juan Manuel Cagigal entre ellos) un Atlas de Cuba

que hasta entonces no se había hecho. Es de recordar, que Montenegro dice que también había

elaborado un mapa de Venezuela que se extravió en la derrota de Carabobo y que supuestamente

quedó en manos de Simón Bolívar, a quien a su vez se le extravió en Perú. (11)

La situación de Montenegro se hizo cada vez más difícil. Las intrigas en su contra habían llegado

al extremo de existir planes para hacerlo preso y fusilarlo, por lo cual decidió irse de Cuba y

ponerse al servicio del gobierno republicano de México; el cual planeaba organizar una

expedición para liberar a Cuba del dominio colonial español. En México,no obstante, la situación

de guerra civil desatada entre 1828-1829, obligó al venezolano a desistir de sus planes

independentistas y retirarse hacia los Estados Unidos (Nueva York) ,desde donde finalmente

pudo regresar a su ciudad natal en 1831.

En el período que va desde 1831 a 1853, el biografiado vivirá en la ciudad que lo había visto

nacer. Cuando el ya cincuentenario coronel ve nuevamente las faldas del Avila, viene a iniciar
una vida que poco se asemejará a la que hasta entonces había llevado; y que sin duda, dejó una

profunda y duradera huella en su duro carácter. Esas dos décadas de vida caraqueña que

antecedieron a su muerte el 6 de septiembre de 1853 ,y de cuyos últimos años conocemos muy

poco, (12) las utilizará don Feliciano para escribir un conjunto de obras y dedicarse a la tarea de

organizar el primer gran colegio privado del país: el Colegio de la Independencia, que fue

solemnemente inaugurado el significativo día del 19 de abril de 1836.

Los años que precedieron a su dedicación casi exclusiva al colegio, es decir entre 1831 y 1836,

los utilizó Montenegro para escribir su obra fundamental, y entre 1833 y 1837, publica los cuatro

tomos de la Geografía General ... . (13)

El Cuarto Tomo de la Obra de Feliciano Montenegro Colón.(14)

Considerando su importancia y que además fue la primera en aparecer ,reseñaremos algunas

noticias sobre la escritura y publicación de esa Geografía General Para el Uso de la Juventud

de Venezuela. (15)

Para mediados del año de 1832, publica Montenegro un prospecto de la obra que aparecería en

los años subsiguientes. En dicho <<Prospecto...>> dice el autor :

Este estudio tan necesa.rio al labrador y al negociante, como al letrado y al artesano, y de cuya
conocida utilidad se siguen tantas ventajas a la sociedad, nunca pudiera ser bastantemente
recomendado, si por un convencimiento hijo de la experiencia no se hubiera hecho general y
considerado base precisa de la ilustración; adorno precioso de la juventud de ambos secsos y
medio único y eficaz para conocer las costumbres de todas las naciones, e imitarlas si son
buenas ,ó desecharlas si son efecto de las preocupaciones; y para no vivir en el siglo como entes
aislados , a quienes apenas es dado comprender de que manera ecsisten sus semejantes ...”(16)

No solamente anunció el autor las ventajas de su obra, también adelantó un esquema completo

del contenido de la misma que constaba de veintidos aspectos diferentes, los cuales fueron

desarrollados en la obra cuando fue ya publicada. (17)

La obra, cuyo primer volumen apareció en 1833 dedicado al “Escmo. Sr. Jeneral en Gefe José

Antonio Páez Presidente de la República” señalaba en sus primeras páginas que al fin se

presentaba “ante el pueblo de Venezuela y bajo los auspicios de su gobierno una obra media de

geografía jeneral escrita al alcance de todos ... ” (18)


Montenegro mismo opinó que su Geografía General ... carecía de verdadera originalidad y que

era, más que todo, un conjunto ordenado de textos escogidos de los mejores autores entonces

conocidos, los cuales había organizado en capítulos y puesto al alcance de todos, especialmente

de la juventud estudiosa venezolana. (19)


Asimismo, considerando que si la Geografía Política es el fin principal de la obra, ha procurado
en lo posible que con respecto a cada nación se desarrollen los veintidós aspectos siguientes:

1) Situación, límites, extensión de cada país.


2) Épocas antiguas y modernas (historia).
3) División y población, capitales. Latitud y longitud de cada grande división.
4) Costas, golfos, cabos, estrechos.
5) Montañas,volcanes,producciones mineralógicas,aguas minerales.
6) Lagos principales.
7) Ríos más considerables.
8) Bosques y producciones vegetales:agricultura.
9) Animales de todas clases.
10) Curiosidades naturales.
11) Puertos, plazas fuertes, poblaciones y ciudades de más importancia.
12) Antigüedades: edificios más notables.
13) Habitantes, carácter y costumbres.
14) Industria: comercio interior y exterior.
15) Canales y caminos.
16) Aspecto del país:clima.
17) Religión.
18) Educación: , idioma.
19) Gobierno y constitución, títulos de distinción.
20) Moneda.
21) Renta y deuda:ejército y marina.
22) Importancia política. -- (20) --

Después de enunciado el esquema general de la obra, comprométese el autor a dar unas breves

nociones de geografía astronómica y de geografía física, así como del sistema métrico decimal

que ya empezaban a usar algunas de las principales naciones europeas.

El autor dividió su texto en artículos numerados, desarrollándose el Tomo I en cuarentiséis de

ellos, los cuales trataban cada uno de los veintidós aspectos del esquema.

Dentro del conjunto de temas planteados, destácase la síntesis que hace con lo que denomina

<<una ojeada sobre la parte histórica>>. Allí resume a grandes rasgos la Historia del mundo

antiguo, medioeval y moderno partiendo de la creación del mundo en el año 4.004 antes de
Cristo; pasando por el acontecer de Egipto, Asiria; Grecia (Atenas, Esparta, Thebas); los

imperios de Ciro , Alejandro y Roma.(21)

A partir del artículo 37, retoma su discurso geográfico, cuando describe el Descubrimiento de

América y otros viajes. Continúa con el estudio de América en general y luego cada una de sus

secciones : Haití, Santo Domingo, Cuba, Groenlandia, posesiones inglesas del Canadá y el

Hudson, posesiones rusas y finalmente los Estados Unidos de América.

El Tomo II está dedicado a México, Centro América, pequeñas islas del Caribe y América

Meridional: Brasil, Provincias Unidas (Argentina) ,Paraguay, República Cisplatina (Uruguay),

Patagonia. Y finalmente, en el Tomo III (que apareció el año 1834) se describe a Chile, Perú,

Bolivia, Ecuador y Nueva Granada. (22)

Como podemos observar, en esos tres primeros tomos de la Geografía General ... Feliciano

Montenegro Colón, no tocaba a Venezuela en forma específica. Será con la publicación del

cuarto volumen en 1837 cuando el autor vaya más allá de donde había llegado con la redacción

de sus <<Lecciones ...>> ya publicadas antes (Cuba ,1826) y de los conocimientos ya expuestos

por varios geógrafos, don Mariano Torrente entre ellos, cuya obra se había publicado en Madrid

en 1827.

También es de notar que una de las limitaciones de la Geografía de Montenegro Colón fue sin

duda alguna el hecho de haberla impreso en una modesta imprenta de Caracas. Su obra no pudo

gozar de las ventajas técnicas que tuvo la edición de la obra de Agustín Codazzi, Rafael María

Baralt y Ramón Díaz impresa en París en 1841. Montenegro tuvo que contentarse con sacar su

texto sin ilustraciones ,mapas, etc.

El Cuarto Tomo de la Geografía..., ya lo sabemos, tuvo como único contenido la Historia de

Venezuela desde los viajes de Cristóbal Colón hasta la historia republicana del período que

culminaba hacia 1836. También sabemos por el anuncio del propio autor ,que él había

continuado la escritura de los <<Apuntes Históricos>> y la ampliación de su colección de

documentos anexos hasta por lo menos el año de 1850, fecha en la cual publica su hoja suelta

(23), titulada <<Aviso Que Puede Ser De Utilidad>>. Igualmente, anunciaba en dicha hoja que

tenía lista una Geografía de Venezuela que representaría el Quinto Tomo de su obra, texto que

al igual que la continuación de su tomo cuarto se quedó inédita para siempre. (24)
Haciendo una comparación sistemática entre cada uno de los aspectos cubiertos por Torrente en

su <<Geografía Universal>> publicada poco antes en 1827-1828 y esos primeros tres

volúmenes de Montenegro, se puede señalar que Montenegro siguió en líneas generales el

esquema de Torrente y muchos de sus datos son similares. Lógicamente, la gran diferencia que

entre ellos está presente es la correspondiente a la parte histórica referente a la emancipación

nacional de los estados hispanoamericanos. (25) Mientras que Montenegro trata en todo

momento de mantener una posición imparcial en su relato histórico, Torrente en sus

comentarios ,no pierde ninguna oportunidad para condenar a los que llama insurgentes.(26)

Patrocinio Público de la Obra de Montenegro.

Para entonces era muy difícil que un autor (a menos que tuviera bienes de fortuna) pretendiera

editar sus obras ,y mucho más, si lo quería hacer por sí solo o era ésta una formada por varios

volúmenes; pues, siendo muy escuálido el número de potenciales compradores y usuarios de la

misma, no era posible pensar en ganancias a corto plazo que permitieran financiar el esfuerzo

realizado. A pesar de tales dificultades, Montenegro intentó, sin éxito, editar los primeros tres

tomos de su trabajo con la ayuda de una subscripción que anunciaba desde su <<Prospecto>>

publicado años antes. (27) Al final, la publicación de la obra de Montenegro la patrocinó el

Estado , con auxilios que el mismo autor reconoció públicamente en las páginas de presentación

del texto. En ellas escribió que editaba su obra bajo los auspicios del gobierno del general José

Antonio Páez a quien declara como protector, pues la obra había sido cedida al Estado que la

hizo imprimir a costa del Tesoro. (28)

Sabemos además, que el Administrador General de Correos estaba encargado de la distribución y

venta de los libros hasta que se comisionó al Sr. Antonio Damiron (quien había sido el impresor)

para que ,entendiéndose directamente con la Tesorería General, retirase los ejemplares para los

suscriptores y para los otros compradores. El impresor recibiría una comisión de 10% por su

tarea y debía rendir cuenta cada año sobre el dinero que se hubiese recaudado, el número de

ejemplares, las suscripciones, los precios de venta, etc. (29)

No sin cierta sorpresa, puede leerse un aviso publicado el 26 de noviembre de 1841 ,en el cual se

anuncia que se encontraban en los Almacenes del Estado unos 1.272 ejemplares del tomo I;

1.396 del tomo II; 1.595 del tomo III y 1.667 correspondientes al tomo IV, es decir el
correspondiente a la Historia de Venezuela. Toda la existencia presentada en rústica, media pasta

o pasta tenía un valor estimado en unos 8.351 pesos. Tal cantidad de libros era ofrecida en venta

a los contratistas interesados por parte de la Junta Consultiva de Hacienda.(30)

Si observamos bien la información anterior, deducimos sin mucho esfuerzo, que el Sr. Damiron

no debió haber retirado muchos ejemplares de los diferentes tomos de la obra, pues la existencia

almacenada para noviembre de 1841 era ,seguramente, casi toda la edición original menos

algunos ejemplares comprados por los alumnos del Colegio de la Independencia y algunos

amigos del autor. Tal vez por esa y otras razones, el Estado decide rematar lo guardado ya por

varios años en sus almacenes.

Ante estos datos, uno puede plantearse varias interrogantes en torno a las verdaderas razones de

ese aparente fracaso en la aceptación de la obra. Puede suponerse que el Sr. Damiron, el

impresor a quien se le ofrecía el 10 % de lo ganado en las ventas, estaría interesado en vender esa

primera edición de la obra lo antes posible, pues ello iba en su propio beneficio como

distribuidor-comisionista y potencial reimpresor de la obra. Además, debe considerarse, que

simpre vio con simpatía al autor y sus proyectos literarios y educativos.

Una consideración similar a la anterior, puede desprenderse de la publicación de una nota de

1845, en la cual se informa, que la Cámara de Representantes le había dado la tercera discusión y

consiguiente aprobación a un proyecto de Decreto, autorizando al Poder Ejecutivo, para

distribuir los ejemplares existentes de la Geografía de Montenegro.(31) Es decir, para entonces

seguía la obra sin haberse distribuido, y por ello, todavía hacia el año 1847, se quejaba

amargamente Montenegro sobre esa situación: denunciaba que la obra no se había divulgado por

estar “encarcelada en la Tesorería, en lugar de ordenarse su circulación, siquiera dentro del

territorio venezolano. ¿Cómo se venderían las obras de otros países, a dejarlas también

almacenadas? “—subrayado nuestro -- .Tales desventuras las atribuía a la negativa actitud del

Dr. Quintero hacia él y su obra. (32)

Parte de la explicación sobre este <<extraño asunto>> es que a pesar de que el Estado

venezolano tenía esa existencia de libros sin distribuirlos, se publicó un aviso oficial el 3-2-1842

(Dirección de Instrucción Pública) en el cual se indicaban las “obras que deben tener los

Colegios Nacionales en su librería, y para cuya compra están autorizadas las respectivas juntas
de rentas ...” . Se indicaban en la resolución los autores y obras para cada curso, entre ellos:

para Geografía y Cosmografía, la obra de Letronne; para Geografía de Venezuela, el compendio

de Codazzi; no se indicaba para entonces un curso de Historia de Venezuela y por consiguiente

obra o autor específico para él. (33)

Suponemos que existían razones diferentes a la disponibilidad y precio de las obras para

recomendarlas. Seguramente las opiniones de Quintero y también cierto distanciamiento entre

Montenegro y el Dr.José María Vargas eran parte de esa situación.

Puede uno imaginarse como se molestaría Montenegro cuando veía que se ordenaba comprar el

manual de Letronne (lleno de errores según el propio don Feliciano) mientras su Geografía

General ... era pasto de las polillas en los depósitos de la Tesorería de la Nación.

Puede hacerse una última consideración sobre el asunto del patrocinio de la edición de la obra de

Montenegro y su nula circulación posterior, debido a ese virtual saboteo oficial ya comentado

antes. Tal vez la causa de la escasa circulación de la obra no era solamente el supuesto

<<encarcelamiento>> de ella en los depósitos oficiales. A lo mejor, una causa de similar peso

fue la situación económica y social por la que atravesaba Venezuela para entonces ,caracterizada

por la escasez de dinero, los altos intereses, la carestía o altos precios y el pequeño número de

personas que supiesen leer y escribir y que además tuviesen hábitos de lectura sistemática.

Características de la Obra.

Considerando dicha Geografía ... en sí misma; podemos también entender cuáles razones hubo

para que no tuviese el impacto o influencia que su autor esperaba. Debemos comenzar señalando

que una obra destinada a servir de texto o manual para la juventud, es decir cuyo propósito

explícito era compendiar la información mínima que un estudiante venezolano debía conocer; no

era conveniente que tuviese una extensión de cinco tomos, de los cuales el número cuatro - la

Historia de Venezuela - tenía 646 páginas. Debe recordarse que el Quinto Tomo sobre Geografía

de Venezuela, aunque escrito y anunciado , quedó inédito, pues la publicación del Atlas

Geográfico de Codazzi bajo los auspicios del Estado lo mató antes de nacer.

En ese sentido, no podía esperarse que una obra de tal envergadura intelectual y de tal costo,

sirviera efectivamente para lo que explícitamente era su objetivo primario, es decir, servir de
manual. Por otra parte, el número de estudiantes que asistía cada año a los denominados colegios

nacionales, al Seminario o a la universidad y que además estuvieran interesados en adquirir la

obra, no permitía que esa u otra similar circulase hasta agotar aunque fuese una edición modesta.

(34)

Debe también considerarse que no todos los colegios u otras instituciones superiores

contemplaban cursos de Geografía General o de Venezuela. Peor aún, ninguno contemplaba

cursos de Historia de Venezuela en forma obligatoria. Si acaso, tal estudio era una actividad

complementaria como lo fue la iniciativa de organizar en 1841 una <<Academia de Historia>>

en el Colegio de la Independencia. (35)

Así como observamos que el susodicho <<manual>> no tenía las características de un verdadero

compendio escolar (por su extensión desmesurada) ;tampoco tenía la categoría de una obra que

la élite culta del país considerara como una obra de gran calidad literaria o científica. Sin

embargo, tal vez buena parte de ese público lector de la época (un segmento minúsculo de la

escasa población de la Venezuela de entonces) aceptó la obra que a pesar de sus limitaciones

llenaba un evidente vacío historiográfico nacional.

De todas maneras, los lectores de su obra o aquellos que simplemente la descalificaron tomando

como base los comentarios de los que la habían leído; no aceptaron que alguien, que había

servido bajo las banderas de los monarcas españoles y que había estado ocupando posiciones en

consejos de guerra y estados mayores tanto en Venezuela como en Cuba y Puerto Rico, viniese a

escribir tales cuestiones erigiéndose en historiador de la patria que le acogía perdonándole a

medias su pasado.

Muchos de sus lectores venezolanos lo habían visto lucir en Caracas y otras localidades del país

el uniforme militar de teniente-coronel español (36) ; habían sentido el peso de sus decisiones en

el Consejo de Guerra de Caracas y también conocido de sus acciones en el Estado Mayor del

ejército realista que combatió todavía en el campo de batalla en Carabobo el 24 de junio de 1821.

En fin, a los venezolanos que entonces leían la obra de este viejo coronel retirado que regresaba

como el hijo pródigo a la patria; les costaba aceptar la sinceridad y honestidad de quien

solamente regresaba y se dedicaba a esos literarios objetivos en el ocaso de su carrera militar y

conociendo ya la derrota definitiva de la causa que defendió y que tan mal le pagó y decepcionó.
No nos cabe la menor duda de que el pasado del autor fue una de las causas determinantes de la

tibia acogida a él y a su obra.(37)

El Ambiente o las condiciones para su escritura.

La publicación - en 1837 - del cuarto tomo de la GEOGRAFIA de Feliciano Montenegro Colón,

es decir, la que se ha considerado como la primera historia de la Venezuela republicana, debió

ser vista entonces como un acontecimiento trascendente. No solamente porque era la primera

historia publicada después de la dura guerra de independencia, sino porque su autor no había

sido uno de esos próceres patriotas, que venían también acumulando documentos y escribiendo

memorias sobre ese pasado glorioso. Por supuesto que también ya existían obras publicadas

antes de la guerra (por ejemplo:la de José de Oviedo y Baños, la de Andrés Bello) u otras de

carácter general incluyendo a Venezuela como la Historia de Colombia escrita por el

neogranadino José Manuel Restrepo.

El ambiente donde el autor concibió y llevó a término la escritura de su obra no fue otro que el

de los aciagos días de la guerra de independencia y los años que siguieron, como ya dijimos, a su

regreso a la patria en 1831.

La vida en servicio militar (especialmente entre 1816-1821) permitió a Montenegro estar en

contacto directo o indirecto con muchos actores del proceso histórico venezolano reseñado en la

mayor parte de la obra. Un oficial culto, que ocupó siempre posiciones en los consejos de guerra,

gobernaciones y estados mayores tenía excelentes posibilidades para conocer no solamente sus

experiencias propias e inmediatas, sino también la más amplia colección de expedientes

judiciales (incluyendo las delaciones y a los delatores), registro de órdenes, planes políticos y

militares, memoriales, solicitudes, informes secretos o confidenciales, materiales de prensa, toda

la amplia normativa legal y administrativa, la correspondencia oficial, la documentación

capturada a los adversarios y otros innumerables papeles e informaciones.

Los años finales de su actuación militar, primeramente cuando todavía cumplía funciones al

servicio de la corona española en los días de los tumultos contra las Cortes y en la administración

colonial en Cuba y Puerto Rico (1822-1827), y posteriormente al servicio de la república

mexicana (1827-1830), muy seguramente le permitieron continuar ese acopio de documentos y

otros recuerdos con los cuales proceder a escribir su narración sobre ese pasado, en el cual había
sido actor y testigo de excepción. Es de recordar, que sobre cada uno de esos períodos,

Montenegro escribió y casi siempre publicó varios manifiestos , que a pesar de que tenían como

norte la defensa de su conducta o actuación, contenían gran cantidad de información histórica y

su propia correspondencia personal que posteriormente incorporó en su cuarto tomo.

Una vez de regreso en Venezuela, Montenegro entró en contacto con muchos de sus paisanos

que le suministrarán valiosos datos con los cuales complementar los que él había venido

acumulando.

También tuvo la oportunidad de realizar nuevas lecturas, revisar previos apuntes, organizar su

copiosa correspondencia personal y oficial; y continuar, sobre todo, con el esfuerzo de redactar

las notas que urgentemente exigían las circunstancias de una nación , que apenas salía de la

dependencia colonial y todavía recibía las amenazas de su antigua metrópoli.

El gral. José Antonio Páez, el coronel y antiguo presbítero José Felix Blanco, el prócer civil

patriota Francisco Javier Yanes y muchos otros ayudarán a Montenegro en su ardua tarea de

historiador nacional, suministrándole copias de documentos y sus propias opiniones y consejos.

El gobierno, a pedido del propio Montenegro, facilitó la ayuda, no siempre cumplida, de un

amanuense para aliviar el esfuerzo de Don Feliciano.

Hacia 1834, cuando ya completaba la edición de los tres primeros tomos de su trabajo,

Montenegro publicó en la GACETA DE VENEZUELA unos “Apuntes para facilitar

documentos y noticias históricas sobre los acontecimientos de Venezuela ...” (38). En ellos, se

sintetizan las principales ocurrencias pasadas desde 1767 cuando reseña una revolución contra el

dominio de la Compañía Guipuzcoana hasta los sucesos de 1824-1830 relacionados con

Colombia. En su texto de casi tres columnas de la página 3 de dicha Gaceta, don Feliciano

esboza los sucesos de la conspiración de Gual y España, la expedición de Francisco de Miranda,

la situación de 1808 (noticias de España, conflictos con autoridades enviadas) ,revolución del 19

de abril, sucesos desde 1811 a 1823, otras noticias:la guerra en el Sur (Pasto, Quito, Perú,

Bolivia), sucesos de Colombia.

Sin duda alguna, que con tal anuncio aspiraba a que todos aquellos que tuviesen documentos o

que pudiesen darle noticias en forma oral de lo que conocían ,supieran cuál era su interés

fundamental.(39)
Sabemos que muchos ya le habían suministrado o le habían ofrecido entregarle copias de

documentos, relaciones de batallas y campañas e impresos variados que complementarían su

propio acopio de materiales históricos de origen realista. Entre quienes identifica como

colaborador en ese esfuerzo heurístico estuvo siempre el ilustre Francisco Javier Yanes.

Algo Más Sobre las Fuentes y el Contenido de la Obra Fundamental de Feliciano Montenegro

Colón.

Es el propio Montenegro, quien tratando de dejar establecida su imparcialidad como historiador

nacional, afirma que nada escribirá sin el debido soporte de la documentación o de los

comprobantes oficiales. (40)

En un anterior comentario, a propósito del ambiente que rodeó al autor durante la escritura de la

primera parte de su obra, decíamos, que él ya venía acumulando materiales diversos

(básicamente documentos realistas) y después de su regreso en 1831 aumentará esas fuentes con

las que poseían algunas personalidades patriotas.

De la revisión del contenido del cuarto tomo y sus principales referencias, se deduce que para la

primera parte de su obra, es decir para el período preindependentista, Montenegro descansó

fundamentalmente en las obras de Navarrete, el Padre Caulín, Fray Pedro Simón; y en los

testimonios de Federman y Huten (los llama Fédreman y Utre ) , Herrera, Humboldt, Alcedo,

Depons y Don José de Oviedo y Baños.

Para esa primera parte, Don Feliciano no pretendió ir más allá de la síntesis o compilación en

muy pocas páginas de los hechos correspondientes a un amplio período de tres siglos , que

aparecía como una mera presentación o antecedente de la etapa nacional. En la obra, ese resumen

no representaba más que un diez por ciento del total de páginas editadas. (41)

A manera de ejemplo se puede señalar, que en unas cincuenta páginas, el autor sintetiza aspectos

tales como los límites de Venezuela; los viajes de Cristóbal Colón; otros viajes de

descubrimiento del territorio venezolano; las fundaciones de las primeras ciudades; acciones de

los Welser o belzares y de otros conquistadores; la guerra de conquista en Venezuela, esta última

muy detallada con los actos heroicos de los caciques aborígenes y los guerreros que enfrentaron
a los conquistadores. Ciertamente, parece ,que en esa última sección descansó en la gran Historia

escrita por don José de Oviedo y Baños.

Igualmente, con la misma concisión, en poco menos de cinco páginas, Montenegro despacha los

acontecimientos del siglo XVII, y en otras cuatro, resume lo ocurrido durante el siglo XVIII y

primeros años de la década inicial de la siguiente centuria. Se limitó a indicar los hechos

escuetos en orden cronológico: Fundaciones y acciones misioneras, surgimiento de la Compañía

Guipuzcoana, creación de la Intendencia y la Superintendencia, desarrollo de la organización

militar, establecimiento de la Real Audiencia en Caracas, desarrollo de la conspiración de Gual y

España, erección del arzobispado de Caracas en 1803, y finalmente, las expediciones de

Francisco de Miranda en 1806.

Es de pensar, que Montenegro estaba imposibilitado de ir más allá de esa síntesis preliminar que

sirviera de telón de fondo o introducción al asunto que realmente le interesaba. Hacer lo

contrario, es decir, realizar una amplia y seria investigación histórica del período

preindependentista hubiese sido algo muy difícil para él.

Puede asegurarse que la mayor experiencia que tenía Feliciano Montenegro no era precisamente

en el arduo trabajo en los archivos históricos, por lo demás, muy poco organizados para

entonces. Intentar escribir una Historia de Venezuela, remontándose a los hechos de los siglos

XVI - XVII y XVIII, requería tener paciencia y disposición para ese agotador esfuerzo

intelectual. Montenegro ,con más de cincuenta años de edad, un buen bagaje de conocimientos

geográficos y su experiencia como jefe militar, no era quien podía intentar reexaminar el lejano

pasado, cuando tenía enfrente retos más inmediatos: reivindicar su vida como venezolano digno

de volver a vivir en su patria recién emancipada, y sobretodo, echar por tierra las falsedades e

infamias - que en su opinión - propalaban obras como las de Mariano Torrente, especialmente la

dedicada a examinar las revoluciones hispanoamericanas.(42)

La escasa extensión de la parte correspondiente al siglo XVII y al siguiente nos obliga a realizar

otras reflexiones, pues se ha sostenido que la segunda parte de la obra de José de Oviedo y Baños

estuvo en manos de Feliciano Montenegro Colón y que alguien le sustrajo la obra y la destruyó

en el fuego. La supuesta destrucción de ese texto inédito, precisamente el correspondiente al

siglo XVII, plantea varias interrogantes:


En primer lugar, ¿Esa segunda parte --- que supuestamente trataba del siglo XVII -- fue

realmente destruida antes de que Montenegro la estudiara o resumiera? . Y en segundo término ,

¿Por qué si alguien destruyó tal obra, y era Montenegro quien la tenía guardada, ello no fue

comentado por el autor agraviado al verse privado de una valiosa fuente ? . Toda esa discusión

sobre la “misteriosa” segunda parte de la Historia de Oviedo, aunque es comentada por varios

autores venezolanos, en nuestra opinión plantea algo que no cuadra, y es precisamente, lo

indicado en esas interrogantes antes planteadas.(43)

Para la parte central de su obra, esto es, para la correspondiente a la narración de la epopeya

nacional (aproximadamente un 60 % del total de la extensión del texto) la base es eminentemente

documental y hemerográfica. El autor utilizó como fuentes a la Gaceta de Caracas (casi

siempre para cuestionarla), el Iris de Venezuela, el Correo del Orinoco y la prensa

contemporánea en general, con la ventaja de poder comparar críticamente tanto la de procedencia

realista como la de procedencia patriota. En relación con la documentación, es de suponer que

Feliciano Montenegro Colón hizo uso del gran reservorio de papeles de su propio archivo

personal (casi todo de origen realista), pero complementándolo ,como dice él, con las noticias

que le facilitó el consejero Yanes “extractándolas de los documentos que tiene en su poder ...”

(44)

Sobre esta característica de la obra, el Dr.Francisco Javier Yanes reconoció que él mismo, que

había logrado acumular - junto con José Félix Blanco, el Dr.Cristóbal Mendoza, y Antonio

Leocadio Guzmán - buena cantidad de documentos oficiales patriotas (casi todos relacionados

con Simón Bolívar) no había tenido la oportunidad de cotejar éstos con los de procedencia

realista. En ese sentido, afirmó Montenegro, que Yanes le planteó que “por carecer de

comprobantes y no estar al corriente de lo sucedido entre los españoles...” no había podido

escribir todavía su historia documentada de la República.(45)

En su afán de demostrar su imparcialidad y equilibrio como historiador sustentado en sólidas

fuentes, Montenegro utiliza una amplia variedad de documentos jurídicos, políticos y militares.

Muchas veces, el simple documento sustituye el discurso del narrador, es decir, el autor cae en

un documentalismo acentuado transcribiendo muy extensos textos sin agregar ningún comentario

de su parte, considerando que éste habla por sí solo. En la obra, por ejemplo, transcribió
completa el ACTA DE LA INDEPENDENCIA - Caracas ,5 de julio de 1811 - (unas siete

páginas) ; el MANIFIESTO ... del 30 de julio de 1811, publicado en Caracas (en donde se ofrecía

una justificación de la independencia venezolana a lo largo de unas cuarenta páginas,

aproximadamente) . También cae en tal documentalismo ,cuando intenta historiar el proceso de

disolución de Colombia plasmado en las actas y contra-actas de las municipalidades de los años

1826-1830. Allí, en esa parte, solamente nos enfrentamos a la lectura de documentos seguidos de

otros documentos, sin que medie algún análisis.

Aunque de menor importancia que su combate contra Torrente, también aspiraba Montenegro a

sepultar intelectualmente a quien identificaba despectivamente como el <<gacetero>> (el médico

caraqueño y realista José Domingo Díaz), quien no solamente había contribuido a denigrar de la

causa de la emancipación venezolana, sino que también fue (aunque ello parezca extraño) uno de

esos que difamó a Feliciano Montenegro Colón propalando su propia versión del supuesto robo

de importantes documentos el año de 1811 , a raíz de la llamada “fuga” de Don Feliciano. (46)

Los fuertes comentarios que hace a lo largo de su Cuarto Tomo sobre << el gacetero de

Caracas>>, nos dan una buena pista sobre su sistemática lectura de la obra del fanático realista y

de las múltiples entregas de su célebre gaceta.

La obra de Díaz, que hoy conocemos gracias a la reedición crítica que hizo la Academia

Nacional de la Historia (47) , fue originalmente publicada en España durante el año de 1829. Al

respecto, escribió Ángel Francisco Brice que esta obra terminada de escribir en la capital

española no había sido reeditada “... quizá por habérsela considerado más un libelo, obra del

encarnizamiento que en todo momento demostró el autor contra los libertadores y contra la

lucha misma por independencia, que un trabajo histórico basado en la verdad e inspirado por el

deseo de realizar un estudio sereno e imparcial de los hechos que caracterizaron nuestra

epopeya...”(48)

No solamente por la lectura del contenido del cuarto tomo de Montenegro se puede inferir que

éste hizo amplio uso de la Gaceta de Caracas (por los despectivos comentarios en contra de su

redactor); sabemos también, a ciencia cierta, que el autor de la Historia que nos ocupa, vivió en

la ciudad capital o estuvo en contacto oficial con ella, durante buena parte del período de

dominación realista (esto es entre 1816 y 1821). Por tanto, tuvo que ser un lector sistemático de
los documentos y noticias, verdaderas o imaginarias, que allí se publicaban. Y en honor a la

verdad, hay que admitir, que no todo lo allí se publicaba tenía que ser mera propaganda, pues

muchas veces se incorporaban noticias ciertas y documentos o disposiciones legales.

También, las obras de Mariano Torrente - la Geografía Universal ... y especialmente la Historia

de la Revolución Hispano Americana ... - publicadas en 1827 y 1829 respectivamente, fueron

tenidas muy en cuenta por Montenegro como obras a las cuales enfrentar sistemáticamente en

cuanto a sus fuentes, sus juicios y conclusiones. (49)

A dicho autor se refiere Montenegro casi siempre llamándolo <<el afrancesado Torrente>> y en

unas dieciséis notas descalifica o niega lo afirmado por él sobre varios hechos ocurridos durante

el período estudiado. Frecuentemente polemiza con él, considerando supuestos errores o

inexactitudes de Torrente (fechas, nombres de lugares y personas, resultados de combates

librados entre patriotas y realistas) y , sobre todo, por la exculpación de los actos de barbarie

cometidos por jefes realistas en Venezuela.(50)

A lo largo de más de trescientas sesenta páginas ,se ocupa Montenegro de historiar la guerra de

emancipación venezolana, lo hace narrando de manera detallada y en riguroso orden cronológico

el desarrollo de cada una de las campañas militares en sus respectivos espacios geográficos

(Oriente, Margarita, Guayana, Centro, Llanos, Occidente y otras regiones). Considera los

acontecimientos día a día, mes a mes y año a año ; indicando además las acciones de cada jefe

militar importante (realista o patriota) así como el saldo o los resultados de las acciones

emprendidas.

Esa rica y bien documentada crónica incorpora, de manera circunstanciada , los hechos

ocurridos en los cuales tomó parte el propio autor, pero sin hacerlo notar de manera abierta (por

ello se le ha llamado a su Historia unas memorias en tercera persona). La narración (en la parte

que ahora comentamos) la inicia con la mención a los acontecimientos españoles de 1808 y los

concluye con la toma de Puerto Cabello en 1823.

Finalmente, es pertinente acotar también que el amplio tratamiento que hace Montenegro de ese

período, así como de los siguientes (hasta 1836), debía tener relación con su formación como

militar de carrera, así como con su peculiar concepto de lo que era importante historiar.

Seguramente, Don Feliciano consideraba, al igual que la casi totalidad de los historiadores de
entonces, que sólo los sucesos político-militares daban la oportunidad de desarrollar un buen

discurso historiográfico. Por ello, su Historia no le dedica mayor atención a los asuntos jurídico-

políticos o constitucionales, culturales, sociales y económicos. Su fuerte era la guerra, y por ello,

desde 1806 hasta 1836, historió fundamentalmente los treinta años de combates y otros

conflictos.

El Cuarto Tomo de la Geografía: Razones Fundamentales Para Su Escritura.

Cuando Feliciano Montenegro Colón presentó su Historia de Venezuela en ese Cuarto Tomo de

su obra (51) planteó explícitamente que considerando la magnitud de los acontecimientos

ocurridos en Venezuela a partir de 1810, creyó conveniente no reducirlos a unas cuantas

páginas ,o algo peor, dejarlos en silencio ,teniendo a la vista gran cantidad de documentos que

podrían desaparecer. El estudio de la Historia de Venezuela desde su descubrimiento por

Cristóbal Colón hasta los sucesos recientes de esa guerra de más de doce años entre realistas e

independientes, la escribe, dice Montenegro, para “oponer la verdad de mi relato a la multitud

de falsedades con que el español D. Mariano Torrente ha querido lastimar la conducta de

los americanos, siempre imbéciles a su modo de pensar y sanguinarios y malvados, como

maliciosa y pérfidamente ha asegurado en su historia sobre las revoluciones de este Nuevo

Mundo ...” (52) --- subrayado nuestro.

Fue por esa razón que en ese Cuarto Tomo, Feliciano Montenegro Colón rompió con el esquema

que se había impuesto para los tres primeros volúmenes de su obra. Recuérdese que tal esquema

aplicado a cada una de las naciones y regiones americanas establecía solamente un breve

bosquejo histórico: épocas antiguas y modernas; viajes de descubrimientos, conquista, guerra de

independencia, etc. todo lo cual era sólo uno de los veintidós aspectos contemplados. Ahora,

Montenegro, escribió más bien una brevísima introducción sobre lo geográfico (apenas unas

cinco páginas) para indicar los límites, la situación y extensión del territorio. Y dedicó a la parte

histórica todo el resto del voluminoso tomo de 646 páginas. (53)

El autor, que califica a su obra de Apuntes Históricos , consideró que ellos reseñarían los

esfuerzos y sacrificios que hicieron sus compatriotas por obtener la independencia y libertad.

(54) Se ve muy a las claras, que la exposición de la parte correspondiente al período de la guerra
de independencia era el centro o aspecto fundamental de los <<Apuntes>>. El resumen que

trataba de los acontecimientos que iban desde el Descubrimiento hasta los antecedentes del

movimiento de emancipación nacional no es motivo de un esfuerzo o comentario especial por el

autor o los que han estudiado su obra. Tampoco fue o ha sido de gran interés la parte final, es

decir la narración de los hechos ocurridos entre 1830 y 1836 con la Revolución de las Reformas

como centro del período, pues esta parte no fue más que una escueta crónica de la primera

administración del general José Antonio Páez y de los incidentes relacionados con la elección y

derrocamiento del Dr. José María Vargas.

Más allá de los motivos explícitamente enunciados por Montenegro para escribir su obra

tenemos que considerar también otras posibles razones para hacerlo.

La vocación de historiador que se escondía debajo del uniforme militar que usó por muchos

años, llevó a don Feliciano a considerar como una obligación más de su parte salvar para la

posteridad las noticias que había logrado acumular a lo largo de su agitada vida ,de hombre que

participó activamente en las guerras y conflictos políticos de España e Hispanamérica. El, como

nadie, había estado en conocimiento de buena parte de esos sucesos sobre los cuales tenía

escritas esas <<memorias en tercera persona>>. Por tanto, llenar ese vacío intelectual era

imperativo para alguien, que como sabemos, conoció de cerca el proceso, y podía ahora, pasada

la tormenta revolucionaria, sentirse asqueado por la tergiversación de la historia que hacían los

resentidos por la derrota—Torrente, por ejemplo. (55)

Debe tenerse en cuenta que Montenegro ,como escritor , estuvo bajo la protección de José

Antonio Páez y de la República que se estableció después de la disolución de la <<Gran

Colombia>>. Fue bajo esa cobertura jurídico-política que pudo regresar a su patria hacia 1831;

patria que perdonaba primero a los antiguos realistas y otros desafectos mas no a Simón Bolívar

y los partidarios de la integridad de Colombia.

Esa situación de alguna manera quedó plasmada en el contenido de su obra y fue además una

buena razón para escribirla. En la obra, es notoria su admiración hacia Páez, quien sale muy

bien parado en líneas generales, considerando la estatura histórica que alcanza en el discurso. Sin

embargo, tal tratamiento (llamémoslo benévolo) no fue del total agrado del propio Páez y sus
seguidores que se resintieron por algunos juicios del historiador, especialmente en lo

concerniente a la <<Cosiata>> , así como lo que algunos vieron como una actitud demasiado

indulgente o francamente inclinada hacia la figura de Simón Bolívar, a quien detestaban los

enconados <<cosiateros>> , ex-realistas muchos de ellos, con ropaje de patriotas de nuevo cuño.

No obstante el hecho que estas consideraciones parecen válidas para explicar la razón o las

razones que tuvo Montenegro para asumir la tarea de escribir esa obra , puede también pensarse

que el autor escribió su Historia para exorcizar su pasado. Esto es, para presentar su propia vida

(de manera muy favorable) con el terrible drama nacional venezolano como telón de fondo.

Puede lucir exagerado, pero no es casual que una personalidad que fue conscientemente partícipe

en la guerra y además en posiciones de cierta responsabilidad político-militar, dedicara tantos

esfuerzos para desentrañar el sentido de aquellos tiempos de horror y barbarie. Era vital para

Montenegro poder explicar esa etapa del pasado nacional ,pues en tal explicación estaba

implícita la justificación de su condición de ciudadano de esa nueva patria que lo acogía

olvidando los pecados individuales y colectivos de los llamados realistas nacidos de este o del

otro lado del Atlántico.

A través de sus Apuntes Históricos así como en los manifiestos públicos que hizo imprimir y

distribuir a lo largo de su vida, Feliciano Montenegro Colón siempre insistió en una idea

fundamental: fue cierto que sirvió la causa realista, pero en todos los cargos que le tocó asumir

(Consejo de Guerra, comandancias, Estado Mayor, gobernaciones, etc.) su norte fue siempre el

mismo: evitar las acciones fuera de la ley, los abusos, las matanzas y despojos, las venganzas de

algunos sanguinarios jefes como Morales, Aldama y otros. En suma, su tesis era que él había

hecho todo el bien posible a su patria y a sus paisanos venezolanos hasta donde las

circunstancias se lo permitieron; y para demostrarlo, siempre tuvo a mano los documentos y el

testimonio de personas que podían dar fe de sus afirmaciones.

Esa tarea de escribir esta obra pionera no fue ampliamente reconocida como uno pudiese

suponer. Para la propia época del autor, y también posteriormente, ese esfuerzo no se consideró

suficiente, o en otros casos, parece que no se consideró al escritor con la necesaria solvencia

como historiador, precisamente por ese pasado realista que ,decíamos antes, aspiró a exorcizar.
Un ejemplo de lo dicho antes, lo tenemos en unas crónicas aparecidas durante los años 1837 al

1839 ,en un periódico denominado La Bandera Nacional. Allí se publicaron en sucesivas

entregas, unas notas con el título de <<Bosquejo Histórico de la Revolución Venezolana>>. En

tales notas, y en orden cronológico, se narra un conjunto de sucesos político-militares que

ocurrieron desde 1797 hasta la guerra de independencia. Es de observar, que el anónimo autor

afirma que su Bosquejo es una “ojeada sobre los anales de Venezuela, para que algún día

sirvan de auxilio a la pluma del Tácito que escribiere la gloriosa historia de nuestro pueblo”. Es

de suponer, que el autor de tales notas no consideró a Feliciano Montenegro Colón el Tácito de

Venezuela (ni a su obra los Anales) ,pues ya para entonces se había completado la edición de su

obra en cuatro tomos. (56)

Cuando Fermín Toro, en medio de un amplio ensayo crítico sobre la historia escrita por Rafael

María Baralt y Ramón Díaz, le dedicó dos líneas a Feliciano Montenegro Colón y su obra,

solamente indicó que , al igual que los de Yanes , éstos eran “preciosos escritos coetáneos”. (57)

José Gil Fortoul, muchos años después, también siguió esa tradición nacional. Comentando sobre

los aportes historiográficos del colombiano José Manuel Restrepo, de Francisco Javier Yanes y

de Rafael María Baralt; el autor de la Historia Constitucional de Venezuela sólo le dedicó

cuatro líneas a Montenegro. Acotó Gil Fortoul que “Codazzi fue el verdadero fundador de la

geografía venezolana, pues antes no existía sino la Geografía General de Feliciano Montenegro

Colón ... , la cual apenas merece recordarse ... por unos apuntes históricos venezolanos que en

ella incluyó el autor para uso de los alumnos de su Colegio de la Independencia.” (58)

El Impacto de la Obra

La obra de Feliciano Montenegro Colón, especialmente su <<Cuarto Tomo>>, tuvo un

limitadísimo impacto en Venezuela si se consideran factores tales como el eco obtenido en la

prensa de la época. Un cuidadoso análisis de ella en los años 1830-1853 es desalentador en

cuanto al volumen de información sobre Feliciano Montenegro Colón y su obra. Es de destacar

que la información recogida se concentra más entre los años 1836 y 1844.

De un total aproximado de ciento trece referencias más o menos relacionadas con el asunto

(incluyendo cualquier mención a Feliciano Montenegro Colón o a algún aspecto conexo),


solamente nueve tienen que ver con la Geografía General o específicamente con el Cuarto

Tomo de ella; y dentro de esas nueve noticias de prensa están incluidos algunos simples

<<Avisos>> obra del propio Montenegro. Deben agregarse a esas nueve menciones a la obra

fundamental de don Feliciano, seis noticias relacionadas con sus <<obritas>> de carácter

pedagógico y tres juicios emitidos sobre él y su obra incluidos en otros análisis generales como

fue el escrito de Fermín Toro sobre la obra de Baralt; todo ello nos da un subtotal representativo

de dieciocho menciones.

Continuando con el balance informativo de lo aportado por la prensa de entonces, localizamos y

presentamos a manera de comparación once referencias a Agustín Codazzi; una a Rafael María

Baralt; tres a Francisco Javier Yanes y una sobre Mariano Torrente. En total, dieciséis

menciones, casi todas ellas simples AVISOS. Lo que junto con nueve textos de tipo histórico y

sin autor (crónicas, apuntes, etc.) nos da un total de cuarentitres textos relacionados con el tema.

El resto del conjunto, es decir unas setenta menciones, se refieren a Feliciano Montenegro Colón

y su Colegio de la Independencia ,instalado en Caracas a partir de 1836. Casi todas esas setenta

noticias fueron <<Avisos>> firmados y presumiblemente pagados por el propio Feliciano

Montenegro.(59)

Si partimos de que la mencionada Geografía ... tenía como meta fundamental servir de texto de

estudio para la juventud venezolana, y que el Estado inicialmente la adoptó como manual oficial

para los Colegios Nacionales, uno pudiese esperar que por lo menos a esos niveles, la obra debía

haber dejado una huella y con ello se estimulara su circulación y lectura, por lo menos en

Venezuela. Sin embargo, parece que tal cometido no lo logró ,pues como lo afirmó la

historiadora norteamericana Mary Watters, su contenido fue rápidamente superado y opacado

por la Geografía de Codazzi y la Historia de Baralt y Díaz. (60)

También cuando se comentaba lo relacionado con el patrocinio oficial recibido por la obra de

Montenegro, se trajo a colación lo referente a su uso como manual en los Colegios Nacionales.

Ello parece que no se hizo realidad cabalmente por los problemas de circulación que denunció

repetidamente el propio autor, quien llegó a señalar muy directamente, que su obra estaba cuasi

secuestrada en los almacenes de la Tesorería de la nación. Pues bien, si la obra estuvo


almacenada no era de esperar que pudiese <<impactar>> demasiado a la opinión del país y

mucho menos la de más allá de nuestras fronteras.

Cuando don Feliciano publicó en 1847 sus <<Recuerdos Históricos>>, dijo, con cierta

amargura que ,a pesar de todo ese saboteo , a la circulación de su obra, se había editado un libro

en París ,cuyo autor,de apellido Bustamante, lo citó ampliamente. Y agregó Montenegro con

gran ironía, que tal obra del señor Bustamante, dedicada a los nuevos estados americanos es, a

pesar de todo, usada como texto en nuestra Universidad. (61)

Si se compara el impacto que en la prensa de entonces tuvo la obra de Montenegro con el

obtenido por Codazzi y Baralt, no quedan dudas sobre la ventaja de los últimos nombrados.

En los ya citados ensayos escritos por Fermín Toro con motivo de la publicación de los libros de

Codazzi y Baralt, éste planteó sus opiniones críticas sobre el contenido de los textos. En el

primero de ellos ,publicado en enero de 1842, Toro analizando el primer tomo de la obra de

Rafael María Baralt, desmenuza su contenido y en unas diez páginas presenta su juicio sobre los

aspectos positivos y negativos presentes. Es acá en ese conjunto de juicios sobre los autores

“extractados” o resumidos por Baralt donde aparece la mención de los “preciosos escritos

coetáneos de Yanes y Montenegro” (62)

En segundo término, publicó Toro una amplia crítica científico-literaria sobre la obra de Codazzi

también recién editada en París junto con la de Baralt. En su largo y bien escrito ensayo de

febrero de 1842 publicado en las columnas de El Liceo Venezolano el articulista examina los

aportes de Codazzi al conocimiento de la naturaleza venezolana y se acongoja de la suerte

corrida por las antiguas naciones aborígenes cuya triste suerte quedó plasmada en las páginas de

la obra. (63)

En otros periódicos, podemos observar ese interés por la Historia y la Geografía comentadas

antes. Por ejemplo desde 1839 y a través de las entregas de EL LIBERAL se fueron publicando

listas parciales de los suscriptores de la obra de Codazzi hasta alcanzar finalmente los 1.254

ejemplares apartados. (64) Por cierto, uno de tales suscriptores fue Feliciano Montenegro Colón

quien adquirió cuatro de estos ejemplares ,seguramente para la biblioteca de su colegio. (65)

A mediados del año 1841,en EL VENEZOLANO,que fue otro importante órgano de opinión

nacional, se destacó la noticia de la llegada de los señores Carmelo Fernández (dibujante), Rafael
María Baralt y Agustin Codazzi junto con los primeros ejemplares de la obra impresa en París.

(66) Asimismo, se publicó en un número extraordinario los elogiosos comentarios que hizo

Sabin Berthelot, de la Sociedad Geográfica de París, sobre la obra de Codazzi. (67) Tanto en esa

como en ediciones sucesivas se continuó la publicación de opiniones sobre la importancia de la

obra recién editada. (68)

A pesar de que comparativamente (con Montenegro) son numerosas las variadas referencias a la

obra de Codazzi y Baralt , ellas no fueron más allá de esas reseñas iniciales, motivadas por

supuesto por la novedad de la obra. Pasado ese impacto inicial y sin contar la publicación de las

sucesivas listas de suscriptores, la prensa nacional fue muy insensible al debate historiográfico.

Además del caso ya antes referido (69) , solamente localizamos otra serie similar en cuatro

entregas de EL NACIONAL de 1838 ,seguramente bajo el efecto de la publicación de la obra

de Feliciano Montenegro Colón. (70)

En esos <<Apuntes sobre la Guerra de la Independencia>> insertados en el periódico ya

indicado , el anónimo autor de tal crónica político-militar ofrece su testimonio ,y es también a su

vez cuestionado por otros, que le señalan unos supuestos errores. No obstante, más allá de la

polémica con los lectores y el redactor del periódico, lo más notable es que se señalan unas

correcciones necesarias al <<Cuarto Tomo>> de la Geografía ... de Montenegro Colón. Tales

correcciones se referían a varios detalles sobre la polémica retirada del coronel patriota García de

Sena, desde Barinas en enero de 1814. Este es casi el único ejemplo, donde pudo observarse

algún eco directo de la obra de Montenegro en la opinión, ya que en líneas muy generales el

silencio fue la respuesta más evidente que tuvo don Feliciano.(71)

Puede agregarse que la prensa venezolana de entonces no incorporaba usualmente trabajos de

contenido histórico. Los mencionados son ,por decirlo así, unos de los raros ejemplos

localizados. Era mucho más factible conseguir en los periódicos reproducciones de capítulos de

novelas europeas, comentarios técnicos sobre asuntos agrícolas, avisos sobre fugas de esclavos,

movimiento comercial, llegada y salida de buques o cuando mucho la llegada de alguna novedad

bibliográfica a las pocas librerías del país. El plato fuerte de la casi totalidad de los periódicos de

la época era la lucha política (elecciones, facciones, etc.) y la información relacionada con las

decisiones de los poderes públicos. Dentro de los temas tratados comunmente en las páginas de
la prensa venezolana, el debate historiográfico no ocupaba lugar de preeminencia y ello obedecía

(pudiera creerse) a la molestia que producía en muchos, el enfrentarse a ese incómodo pasado

reciente, donde muchos habían sido actores de primera línea y no precisamente en el campo de

los que defendieron la patria que nacía en medio de esa espantosa <<guerra civil>> en que se

convirtió la guerra de emancipación nacional.

Una excepción a lo planteado anteriormente, fueron algunas <<Reflexiones>> hechas hacia 1842

por Antonio Leocadio Guzmán sobre la persona de Montenegro. El redactor de EL

VENEZOLANO considerando las graves injusticias que había sufrido don Feliciano hizo un

elogio de sus méritos como educador, filántropo e intelectual. Dijo entonces Guzmán, que

Montenegro tenía no solamente el mérito del Colegio sino también el de la escritura de su

Geografía. (72)

La Obra de Montenegro y su Epoca

La Influencia de los Escritos de Montenegro en Otras obras.

Se ha establecido que la obra historiográfica de Feliciano Montenegro Colón influyó

notablemente en autores como Rafael María Baralt. Mas no fue éste el único, aunque si uno de

los que explícitamente reconoció su deuda con don Feliciano.

De los historiadores coetáneos o los posteriores a la edición del <<Cuarto Tomo>> --- Francisco

Javier Yanes, Juan Vicente González, Felipe Larrazábal, José Félix Blanco, José de Austria y

Rafael María Baralt --- , solamente el último de los nombrados escribió y publicó una verdadera

“Historia Nacional” y además tuvo en Montenegro una de sus reconocidas fuentes

fundamentales.

La Historia de Baralt, a la cual se ha considerado un modelo fielmente copiado hasta el presente

(73) , permitió superar esa ausencia de una verdadera tradición historiográfica venezolana, una

de cuyas excepciones fue la Historia de José de Oviedo y Baños (74) .La obra de Baralt (y la de

Codazzi) al igual que la de Montenegro ,recibió el patrocinio oficial del gobierno de José

Antonio Páez y en cierta forma también produjo similar descontento en los altos círculos

dirigentes que no se sintieron a gusto con el tratamiento recibido en la obra. (75)


El análisis comparativo realizado por el profesor Antonio Mieres (76) en torno a un conjunto de

textos seleccionados , permite comprobar la estrecha relación existente entre lo escrito por Baralt

en su Resumen de la Historia de Venezuela y una de sus fuentes más importantes, es decir los

Recuerdos Históricos de Feliciano Montenegro . Por supuesto que Baralt utilizó otras fuentes

tales como Depons, Oviedo y Baños y muchos otros no siempre citados con el debido rigor.

En relación con la valiosa Relación Documentada de Francisco Javier Yanes, consideramos que

lo que hubo fue un fructífero intercambio de documentos (parece que más de Yanes hacia

Montenegro que viceversa). En varias notas de su cuarto tomo, Montenegro comenta sobre sus

relaciones con Yanes, facilitándole éste copias de su colección de documentos y en algunos

casos su autorizada opinión sobre aspectos planteados. En todo caso, si ciertamente Yanes

recibió documentación realista o versiones orales de la misma tónica de parte de Montenegro,

ello no debió alterar mayormente sus opiniones. (77)

Posibles Razones que Explican el Relativo Rechazo de sus Contemporáneos Hacia Feliciano

Montenegro Colón y su Obra.

A lo largo del presente capítulo, ya hemos mencionado numerosos casos que pueden ser

calificados como rechazos. No obstante, ahora destacaremos fundamentalmente cuestiones tales

como el por qué obras como la Geografía ... no tuvieron la aceptación que merecían. No

insistiremos más en las denuncias que hizo el propio Montenegro sobre el “encarcelamiento” de

sus libros en los almacenes de la Tesorería de la Nación y en las contínuas descalificaciones que

recibió de personajes como el Dr. Quintero que lo juzgó sólo apto “para coger café” ; o de otros

que le endilgaron epítetos como godo, realista, militar ignorante, traidor. (78)

Una interrogante que puede plantearse es si entonces hubo Horror a lo Contemporáneo u Horror

a un Pasado que escondía culpas colectivas que muchos querían olvidar. Aún con el riesgo de

parecer reiterativos, nos atrevemos a plantear que si se ve bien nuestro asunto, y lo comparamos

con lo que posteriormente si se convirtió en una especie de vicio historiográfico nacional(79) ,la

obra de Montenegro puede inscribirse en el conjunto de historias escritas por quienes no le

tuvieron <<horror a lo contemporáneo>>. Ello es correcto, tanto si consideramos las obras

mayores como las de José Manuel Restrepo (Historia de Colombia...) , Francisco Javier Yanes,
Rafael María Baralt , Juan Vicente González , Felipe Larrazábal y José de Austria; así como

también muchas otras cuantas en forma de crónicas, memorias, apuntaciones, o simplemente

panfletos revolucionarios.

La anterior consideración nos lleva a sostener que necesariamente existía un factor explicativo

del rechazo a la historia que iba más allá de las virtudes o defectos del autor y su obra.

Lógicamente tal factor no era otro que esa mala conciencia que perseguía a muchos de los que

formaban la élite venezolana en los tiempos de la escritura y publicación de los libros de Don

Feliciano Montenegro.

La animadversión se reflejaba en ese desinterés por la historia de Montenegro y las de otros

autores también; ese <<horror a lo contemporáneo>> que parecían sentir los potenciales lectores

de entonces era el reflejo natural de los que no querían que testigos incómodos hablaran a través

de los documentos citados o a través del propio testimonio del escritor (testigo de excepción) de

una época turbulenta donde muchos cambiaron de posición o de bando en repetidas

oportunidades; no siendo el único, por supuesto, el célebre Marqués de Casa León, quien muy

bien personificará esa conducta descrita magistralmente en la obra de don Mario Briceño

Iragorry.(80)

En síntesis, fueron los potenciales lectores ,es decir los prohombres de esa élite de antiguos

mantuanos, no todos con su conciencia limpia de pecados como para que se erigieran en los

responsables de la acción de lapidar a don Feliciano y su producción intelectual; los que que

desde los poderes públicos, la prensa, los colegios y universidades hicieron todo lo posible para

que tal historia (u otras escritas por otras plumas) no llegase a quienes estaba destinada.

Para cerrar esta sección sobre el polémico historiador, se ofrecen estas consideraciones

generales:

La revisión de las fuentes nos permite, por ahora al menos , tener algunas certezas sobre varios

aspectos de la vida y obra de Feliciano Montenegro Colón. No obstante, tenemos que admitir

también, que todavía tenemos muchas dudas sobre algunas etapas de su vida y de su obra

intelectual.
Como ocurre casi siempre, buena parte de las acciones que las personas llevan a cabo a lo largo

de su vida adulta, no son otra cosa que la proyección de su temprana biografía. En el caso de

Feliciano Montenegro, ello lo podemos constatar ampliamente, comparando, sus orígenes

familiares, su formación intelectual y su quehacer hasta los cincuenta años, con lo que fue su

vida y su producción intelectual en las dos últimas décadas de su existencia.

El contexto social en el cual se formó inicialmente el personaje estudiado no fue otro que el de la

sociedad colonial venezolano-antillana. Examinando sus orígenes en forma más específica,

puede considerarse a Montenegro como un típico representante de la élite hispanoamericana: la

clase social y el rango de su familia materna, así como la preeminencia social y política de su

padre (español-peninsular) que llegó a formar parte de la Real Audiencia de Caracas marcaron su

destino. O dicho de otra manera, su acceso a la selecta educación superior y a la milicia (donde

fue oficial de carrera hasta el grado de Coronel) no fue algo a lo que pudiera haber aspirado

cualquier venezolano de su misma generación, tales privilegios estaban reservados ,en tiempos

regulares, a los que como él podían exhibir junto a sus talentos y habilidades la alcurnia de sus

mayores a través de varias generaciones.

Su regreso a la patria en 1831, abrió una última etapa en el ciclo vital de Feliciano Montenegro

Colón que pudiéramos denominarlo el comienzo del ocaso de su vida.

Paradójicamente ,durante ese ocaso, cuando Montenegro sufrió los achaques de la vejez, las

estrecheces de la pobreza relativa casi en forma permanente, los ataques más despiadados a su

reputación, y peor todavía, la indiferencia pública ante sus desvelos por la educación nacional

fue cuando escribió y publicó sus obras fundamentales; las cuales tampoco le granjearon un

reconocimiento proporcional al esfuerzo realizado y a la trascendencia de las mismas.

El cambiar su espada de coronel realista por la pluma del geógrafo e historiador pretendidamente

imparcial, que quería salvar para la posteridad la gloria de los héroes de la patria venezolana y

además limpiar la afrenta infligida por el autor español Mariano Torrente al orgullo de una

Hispano América ,que había derrotado a su antigua metrópolis, fue una tarea que no le reportó

mayores créditos entre sus compatriotas que lo siguieron apostrofando hasta su muerte (y aun

después) como godo, realista, traidor, <<tránsfugo>> y otros calificativos del mismo tenor.

Asimismo, no lo ayudó mucho, el sacrificar los últimos años de su vida dedicándolos a su


Colegio de la Independencia y a otras tareas pedagógicas hasta que la ancianidad y la miseria lo

llevaron a la tumba.

Si uno se pregunta la íntima razón que, tal vez , tuvo en mente Montenegro al decidir echarse

encima esa tarea de ser el Tácito de la nueva patria que lo acogía en su seno como el Hijo

Pródigo , puede suponer, razonablemente , que éste quiso afianzar su identidad nacional como

venezolano (y en cierta manera justificar esa vida que llegaba al ocaso) , escribiendo obras útiles

requeridas por la ciudadanía de la nueva república.

El constante combatir con su pluma en defensa de su nombre y de su honor, fue para Feliciano

Montenegro Colón uno de sus quehaceres fundamentales. Entre sus armas principales estuvieron

la apelación a ese gran tribunal de la opinión ,la cita de honorables testigos incuestionables y el

ejemplo de una vida consagrada al trabajo creador, orientado filantrópicamente. Su pluma y

recursos pecuniarios, parece que resultaron insuficientes para la ciclópea tarea a enfrentar, pues a

pesar de todos los textos que escribió y publicó no pudo revertir la corriente de adversos juicios

que se hicieron en su contra.

Su Obra Mayor.

Si se hace una comparación entre la Geografía General ... (especialmente su Cuarto Tomo) y el

resto de sus escritos, no nos queda la menor duda sobre el más elevado nivel que tuvo tal obra,

que llegó a ver publicados cuatro tomos y a dejar todavía inédita una parte de ella.

Si se hace una comparación sistemática entre la obra de Montenegro y la de Torrente (sobre

quien lanzó sus duras críticas en el tomo IV) puede admitirse que la obra del segundo ejerció una

influencia mucho mayor a la que explícitamente se deja ver. Pareciera que en los tres primeros

tomos, el modelo seguido y la fuente no indicada es la obra de Torrente. La gran diferencia ,ya lo

sabemos, se observa en la narración que hace cada uno sobre la Historia americana reciente.

Mientras que para Torrente todo se reduce a realizar la crónica de una guerra donde los leales

vasallos de un amoroso monarca paternal se enfrentaban contra una cauda de insurgentes

sanguinarios, desordenados e ignorantes , dirigidos por unos jefes ambiciosos, cobardes y

asesinos (en Venezuela destaca a Simón Bolívar, J.A.Páez y J.B.Arismendi) , para Montenegro
la cuestión es totalmente opuesta. Don Feliciano no solamente trata de demostrar los evidentes

errores fácticos de Torrente cuando le replica en todas las notas que indica en su cuarto tomo.

También le responde (sin nombrarlo) cuando presenta con todo detalle los actos de barbarie que

cometieron aquellos que Torrente calificó de <<héroes>>: José Tomás Boves, Francisco Tomás

Morales y otros jefes similares. No obstante, hay que admitir que Montenegro fue muchísimo

más equilibrado en su condena a la barbarie de la guerra a muerte que azotó a Venezuela; cuando

lo consideró necesario, examinó y condenó las matanzas llevadas a cabo por los republicanos en

contra de sus enemigos.

Creemos que la anunciada imparcialidad de la Historia de Montenegro ,aunque no fue absoluta,

estuvo muy cercana de una ecuánime y honesta narración de un período particularmente difícil

que dividió profundamente a la sociedad venezolana. Especialmente si consideramos a la élite,

dado que gran parte de los sectores populares estuvieron, casi hasta el final, opuestos a la

república. Esa élite quedó desnudada por la pluma de don Feliciano quien , al ofrecer detalles

sobre la participación de sus miembros en las cortes de Cádiz y de Madrid y también, en la

administración provincial y municipal colonial (especialmente en los tiempos de la monarquía

constitucional) ,recordaba cuestiones que muchos hubieran preferido que se olvidaran.

Muchos de los contemporáneos que conocieron la obra histórica de Montenegro no aceptaron su

<<imparcialidad>>. Les costaba admitir que alguien que tuviese ese pasado realista pudiese

<<desdoblarse>> así y abandonar su propia participación entre los enemigos de la patria para

escribir un verídico testimonio de los hechos. Sin embargo, es de elemental justicia reconocer

que Montenegro realmente hizo un gran esfuerzo recogiendo sistemáticamente toda clase de

fuentes ,tanto de procedencia realista como patriota, para apuntalar su narración; siendo ayudado

en su tarea por insignes colaboradores como el historiador patriota Francisco Javier Yanes. Este

fue uno de los muchos que le facilitaron variados documentos oficiales, periódicos y valiosos

testimonios personales sobre notables acontecimientos del período de la guerra de

independencia.

Por supuesto que a tales fuentes recogidas después de su regreso en 1831 con la ayuda de

patriotas amigos, debíanse agregar las que el propio Don Feliciano venía colectando desde
mucho antes, ayudada su tarea por su participación directa en el proceso que luego pretendió

historiar.

El ambiente donde Don Feliciano colectó sus fuentes determinó junto con su experiencia vital y

formación intelectual que lo fundamental de su obra tomase ese matiz de gran crónica

guerrera .El análisis del <<cuarto tomo>> que resumió sus Apuntes Históricos—en líneas

generales lo substancial de su Historia de Venezuela—fue un relato de la acción de los ejércitos

realistas y patriotas (y si se consideran las notas sobre otros países hispanoamericanos, la

tendencia es idéntica).

En sus apuntes, Montenegro sigue rígidamente la línea que sus documentos le imponen. En

muchas partes de la obra el relato del autor es sustituido por la simple reproducción de largos

documentos que supuestamente <<hablan solos>> pues quien los cita no los somete a crítica o

comentario alguno. Ese documentalismo (exagerado algunas veces) es ciertamente un arma a

favor del autor quien trata por todos los medios de demostrar su imparcialidad como historiador

con sus comprobantes oficiales siempre a mano. Lógicamente, Montenegro sigue los estilos y

costumbres propios de la época en cuanto al tratamiento de las fuentes y características del

discurso historiográfico.

Finalmente, nos vemos tentados a insistir una vez más en este planteamiento. Tenemos la

convicción de que los historiadores venezolanos de la primera mitad del siglo XIX no le tuvieron

horror a lo contemporáneo, pero sí se lo tuvieron muchos de los que conformaron las élites del

momento.

El trauma dejado por una cruenta y larga guerra durante la cual muchos cambiaron de bando (el

Marqués de Casa León no estuvo solo en el grupo) determinó esa situación de <<mala

conciencia>> colectiva. Muchos de esos <<traumatizados>> representantes de la clase dirigente

influyeron determinantemente en la orientación de los ayuntamientos, diputaciones provinciales,

Congreso Nacional, gabinete ministerial, los tribunales y en la prensa de opinión. Tal cosa

explica esas actitudes cicateras (por ejemplo en el Congreso) hacia quienes escribieron sobre ese

pasado.

Ese verse retratados en el papel de los textos de historia causaba profunda desazón en las

conciencias de muchos de esos patriotas de última hora que escondían su pasado de delaciones y
traiciones con ensayadas poses de mártires nacionales y enrostrándole todo tipo de epítetos a

quienes , como Montenegro , habían quedado en el bando realista perdedor.

Si siempre se ha dicho que la Historia la escriben los vencedores, no admitieron quienes

adversaron a Feliciano Montenegro Colón que éste ,habiendo estado del otro lado de la barrera ,

asumiera esa delicada tarea intelectual y política de partero historiográfico de la nueva nación

que estrenaba independencia y buscaba una identidad propia.

A todo lo anterior habría que agregarle la difícil explicación historiográfica que había que

realizar para poder conciliar el culto a los héroes (teniendo que incluir a Simón Bolívar y a José

Antonio Páez), la justificación de la disolución de Colombia y el sistemático cultivo de una

<<leyenda negra>> sobre el pasado colonial y la propia España.

A los ojos de quienes dirigían el Estado y controlaban las instituciones políticas y la opinión,

ninguna Historia de esas escritas para entonces, y menos la de Feliciano Montenegro Colón,

dejaba plenamente satisfechas sus expectativas pues ella no cumplía cabalmente con el cometido

que ellos habían establecido o deseado, esto es, la justificación intelectual del nuevo orden

político surgido de la desintegración de la <<Gran Colombia>> y de la ruptura con el Libertador

Simón Bolívar.

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NOTAS (Capítulo II, Sección # 1)

1) Napoleón Franceschi G.: Vida y Obra del Ilustre Caraqueño Don Feliciano(Montenegro
Colón .Su Aporte Historiográfico y Contribución al Desarrollo de la Educación Venezolana de la
Primera Mitad del Siglo XIX. Caracas, DGIRP - Alcaldía de Caracas, 1994 191 p.

(2) Feliciano Montenegro Colón: HISTORIA DE VENEZUELA. Caracas, Biblioteca de la


Academia Nacional de la Historia.(Estudio Preliminar por Alfredo Boulton). MCMLX, 2 vols.
Ver especialmente el “Estudio Preliminar”, pp.11-12.

(3) Citado por Alfredo Boulton: “Estudio ...”; en


Feliciano Montenegro Colón: HISTORIA .... Op.cit.,pp.11-12

(4) En relación con la pobreza sufrida por Montenegro véase especialmente su propio testimonio
en Manifestación Documentada ... (1846), p.35 ; Recuerdos Históricos ... (1847), pp. 4, 5, 9,
12, 13, 14, 15, 15, 29, 31.

(5) Son importantes estos textos del propio Montenegro y de algunos de sus biógrafos. Véanse
entre otros:
Feliciano Montenegro Colón: Manifiesto que hace el Teniente-
Coronel D.Feliciano Montenegro Colón, .... sobre la conducta
que observó en Maracaibo .... 1820.
---------:Contestación al Suplemento de El Fanal ... 1820
---------: Exposición que hace a las Cortes el Teniente Coronel Feliciano
Montenegro .....,1822
---------: Conducta Militar y Política de Feliciano Montenegro durante su dependencia del
Gobierno Español. Demostración de sus servicios a la causa americana .... 1831
---------: Manifestación Documentada en Justa Defensa de Feliciano Montenegro
Colón ...,1846
---------: Recuerdos Históricos y Curiosidades Útiles ... ,1847
(este último es uno de los más importantes).
Véase además :
AUTOBIOGRAFÍA Del General José Antonio Páez .....Caracas,1946
(sobre FMC, vol.II,pp.183-192)
Ramón Azpurúa: Biografías de Hombres Notables .....Caracas,1877
(la de FMC en vol.IV,pp.92-95). Esta información es recogida por A. Boulton “Estudio...”
op.cit.,pp.11 - 88. ; por Mary Watters: <<A Venezuelan Educator:Don Feliciano Montenegro
Colón ....>> ,1947; y por Hector Bencomo Barrios:”Feliciano Montenegro Colón...” (vol.E-O,
pp. 995-996) en DICCIONARIO DE HISTORIA DE VENEZUELA..., Caracas, 1988

(6) Alfredo Boulton:”Estudio...” Op.cit.,p.12

(7) Feliciano Montenegro Colón : Manifestación Documentada .... , Op. cit .


(8) Feliciano Montenegro Colón: ibídem; También lo cita A.Boulton: “Estudio...”, p.13;
H.Bencomo Barrios:Op.cit.
(9) Feliciano Montenegro Colón: Exposición de la conducta ... (manuscrito, Archivo de la
Fundacion John Boulton) ,p.4

(10) Feliciano Montenegro Colón: Manifestación Documentada ... , Op.cit. ,pp. 13-17

(11) Ibídem

(12) n.a. Sobre la fecha de su fallecimiento y las condiciones en que vivía para el momento de su
muerte no conseguimos sino silencio en las fuentes hemerográficas. Aunque tomamos la fecha
que sus biógrafos repiten, no hemos localizado aún información documental sobre ella.

(13) Sobre ésto véanse:las fuentes indicadas en la nota # 5 y además lo planteado en: Feliciano
Montenegro Colón: <<Aviso que puede ser de utilidad>> (hoja suelta).Caracas,1850 ;Antonio
Mieres: Tres Autores en la Historia de Baralt ..., Caracas, 1966;
Caracciolo Parra-Pérez: Historia de la Primera República ...

(14) El <<Cuarto Tomo>> fue el de la edición original de:


Feliciano Montenegro Colón: Geografía General Para el Uso de la Juventud de Venezuela.
Caracas, Imprenta de Damiron y Dupouy, 1837. Tomo 4o. 646 p. .Este volumen a diferencia de
los anteriores ,sólo tenía un artículo dedicado totalmente a la Historia de Venezuela hasta 1836.
Presentaba además un apéndice sobre <<Nueva Metrología>>, pp.I-XXVIII.
La segunda edición que conocemos de la obra de Montenegro se limita solamente a ese
<<Cuarto Tomo>>; ésta es la editada con motivo del sesquicentenario de la Independencia de
Venezuela.
Feliciano Montenegro Colón: Historia de Venezuela. Caracas, Academia Nacional de la
Historia, MCMLX. 2 vols.
Esta edición, que salvó al <<cuarto tomo>> de Montenegro del casi total olvido, es la que
presenta el “Estudio Preliminar” escrito por el académico Alfredo Boulton.

(15) Feliciano Montenegro Colón: Geografía General Para el Uso de la Juventud de


Venezuela. Caracas, Imprenta de Damiron y Dupouy, 1833-1834. vols. 1-2-3

(16) Feliciano Montenegro Colón: “Prospecto de la Geografía General ...” en GACETA DE


VENEZUELA, # 100 ,p.4

(17) Ibídem.

(18) Feliciano Montenegro Colón: Geografía General .... Op.cit. vol. I, “Dedicatoria”

(19) Feliciano Montenegro Colón: Ibídem, p.9 ,


“Advertencia”

(20) Feliciano Montenegro Colón:Ibídem, pp.9-10

(21) Ibídem, pp.98-121

(22) Ibídem, vol.II; vol.III


(23) Feliciano Montenegro Colón:<<Aviso que puede ser de utilidad>> (hoja suelta),
Caracas,1850.

(24) Ibídem: Entre otras obras anuncia una <<Geografía Venezolana>> en dos tomos, esa quinta
parte sería la continuación de su Geografía General.... Dice que ya se hubiese publicado si el
Ministro del Interior no la hubiera despreciado en 1847, olvidando que desde 1835 ésta se
elogiaba en la prensa europea y acá también lo han hecho algunos ilustrados autores.
Sobre su Historia de Venezuela comenta la parte ya publicada e indica que para ese Cuarto Tomo
recibió consejo del ilustrado F.J.Yanes. Agrega que ha continuado escribiendo esa Historia a
partir de 1836 y la publicará con varios tomos de documentos antes no incluidos. Además
anuncia la publicación de otras obras nuevas:Biografías Venezolanas;Educación del Bello Sexo;
Espejo de los Calaveras; Erupciones Volcánicas y Terremotos; Descripción de 311
Cavernas.Finalmente, anuncia la reimpresión de sus obras anteriores. Ver también: Feliciano
Montenegro Colón: “Geografía...” en GACETA DE VENEZUELA # 189 (solicitud de datos
geográficos venezolanos)

(25) Mariano Torrente: Geografía Universal ......, Madrid,


1827 - 1828 3 vols.
-------- : Historia de la Revolución Hispano Americana ..., Madrid,1829-1830 3 vols.

(26) Torrente: Op.cit.

(27) Feliciano Montenegro Colón: “Prospecto ...” GACETA DE VENEZUELA, # 100.


n.a. Aunque no tenemos muchas noticias cercanas a esa fecha, suponemos que esa suscripción
anunciada en el “Prospecto...” fue un relativo fracaso considerando las quejas y protestas del
autor hacia 1846-1847.

(28) Feliciano Montenegro Colón: Recuerdos Históricos ... . Op.cit., p.21 (notas).
Ver también en : Feliciano Montenegro Colón: Manifestación Documentada ... . Op.cit., p.23
(notas)

(29) Feliciano Montenegro Colón: Recuerdos Históricos ...


Op.cit.,p.21 (notas). Consultar: D.B. Urbaneja: “Obra de Geografía de Montenegro - tomo
4o”(resolución sobre distribución de la obra). GACETA DE VENEZUELA, # 342

(30) Junta Consultiva de Hacienda (aviso ofreciendo en venta lote de la obra Geografía ... de
Montenegro, indica cantidad de tomos y valor total de los existentes).EL VENEZOLANO, # 79

(31) EL PATRIOTA, # 2

(32) Feliciano Montenegro Colón: Recuerdos Históricos ... . Op.cit.,p.22 //// n.a. Don
Feliciano atribuía todas sus desventuras a las intrigas de Angel Quintero contra él y su obra.

(33) EL VENEZOLANO , # 94

(34) Véase en la parte del capítulo marcada con el número


26, para la nota respectiva, la cantidad de libros almacenados para ese entonces.

(35) EL LIBERAL, # 261


(36) Recordemos que fue estando en Madrid en 1822 ,cuando finalmente Feliciano Montenegro
Colón ascendió al grado de Coronel.

(37) n.a. Véase: Napoleón Franceschi G. :Vida y Obra del Ilustre Caraqueño Feliciano
Montenegro Colón ...., Op.cit.

(38) GACETA DE VENEZUELA, # 189


(39) Feliciano Montenegro Colón: Historia de Venezuela, Op.cit.; Recuerdos Históricos ... ,
Op.cit. ; José Antonio Páez AUTOBIOGRAFÍA ..., Op.cit. ; Ramón Azpurúa: Op.cit.; Rafael
María Baralt: RESUMEN ..., Op.cit. ; José Gil Fortoul: HISTORIA ..., Op.cit.; Antonio
Mieres: TRES AUTORES ..., Op.cit.

(40) Feliciano Montenegro Colón: Historia ... , Op.cit. vol.I, p.92

(41) Aunque estamos considerando la paginación de la edición realizada por la Academia


Nacional de la Historia, Caracas, MCMLX - en dos volúmenes y con 700 páginas - la proporción
es similar en la edición original del <<Cuarto Tomo>> aparecida en 1837 que constaba de un
volumen de 646 páginas.

(42) Mariano Torrente: Geografía Universal ..., Op.cit.


------ : Historia de la Revolución Hispano Americana ...,Op.cit.

(43) Guillermo Morón: Los Cronistas y la Historia. Caracas,Ediciones del M.E., 1957 . (p.126,
citando a la página 10 de Julio Calcaño: Reseña de la Literatura Venezolana del Siglo
XIX ... .Caracas, Tip.El Cojo, 1888.) . Véase también: Gonzalo Picón Febres: La Literatura
Venezolana del Siglo XIX .Caracas, El Cojo, 1906 (De esta última obra existe edición de la
Presidencia de la República, Caracas, 1972)

(44) Feliciano Montenegro Colón: Historia ..., Op.cit.


vol.II,p.74

(45) Feliciano Montenegro Colón: Manifestación Documentada .... Op.cit.,p.23 (notas)


n.a. Tal vez ello explicase también el tiempo que se tomó Yanes para decidirse a publicar su
obra, la que finalmente sólo logró ver la luz más de un siglo después de su muerte.

(46) n.a. Sobre ese oscuro incidente (ya antes explicado) se han tejido contradictorias versiones.
Unos acusaron a Montenegro de haber sustraído importantes documentos cuando decidió irse
secretamente del país en los días previos a la declaración de independencia del 5 de julio de
1811. Otros, como su biógrafo Don Alfredo Boulton, aceptando la sinceridad de los testimonios
del propio Montenegro, defienden al acusado de haber sido un mero tránsfuga.
Por otra parte, en la biografía de Bolívar escrita por Felipe Larrazábal (t.I,p.107) , al narrar este
autor tal incidente, aprovecha la ocasión Rufino Blanco Fombona (autor de la introducción y las
notas) para apostrofarlo en estos términos:
“<<Este miserable se atrevió después a escribir la historia de la independencia.>> “ (t.I,p.107)

(47) José Domingo Díaz: RECUERDOS SOBRE LA REBELION DE CARACAS (Estudio


Preliminar y notas de Ángel Francisco Brice) .Caracas, Ediciones del Sesquicentenario de la
Independencia - Academia Nacional de la Historia, MCMLXI
(48) A.F. Brice asienta en su “Estudio Preliminar ...” ,Op.Cit., p.16 y siguientes: buscando “la
intención que lo indujo (a J. D. Díaz) a publicar ese que apropiadamente pudiera denominarse
volumen denigratorio para la causa de la libertad americana” pueden señalarse varias razones:
Congraciarse con las autoridades realistas españolas y expresar su animadversión contra los
republicanos avivada por cuestiones de orden familiar como la muerte de sus hijos durante las
emigraciones y de orden económico como fue la pérdida de sus empleos. ......
No obstante que Díaz había tenido en su poder un gran archivo de papeles de la revolución y de
la secretaría del Libertador (caídos en manos de los realistas) , los quemó, y después de ocho
años escribió en España de memoria sobre esos acontecimientos. Ello le quita mucho mérito a su
trabajo, considerando la inexactitud de sus afirmaciones.
Estas y muchas otras críticas pueden ser examinadas en dicho estudio preliminar, asimismo,
conseguimos otras, si revisamos el volumen de documentos realistas publicados en el
extraordinario ANUARIO (1967-1968-1969) .Caracas ,Facultad de Humanidades - UCV. Véase
especialmente el Tomo (IV-V-VI) , vol.II, pp.1097-1113

(49) Mariano Torrente:GEOGRAFIA UNIVERSAL ..., Op.cit.


----------: HISTORIA DE LA REVOLUCION ...,Op.cit.

(50) Sin duda alguna, Mariano Torrente es uno de los autores más mencionados a lo largo de la
Historia escrita por Montenegro. Este establece con él una especie de duelo intelectual
calificándolo siempre - creemos que despectivamente - como <<el afrancesado Torrente>> y
tratando siempre de demostrar con documentos probatorios sus supuestas inexactitudes, errores y
actitudes complacientes con hechos de barbarie injustificable.
Montenegro, es evidente, tenía ciertos prejuicios antifranceses , pues cuando arremetió contra J.
A. Verdaguer (1821), alude que éste había tenido simpatías hacia los franceses. Esa actitud de
don Feliciano se debió seguramente a cierto nacionalismo español afianzado por sus recuerdos
de la guerra de independencia española en contra de la invasión napoleónica, especialmente
durante 1808-1810 y 1811-1813; así como de la invasión francesa de 1823 que trajo de vuelta la
monarquía absoluta y las persecusiones que lo alcanzaron.

(51) Feliciano Montenegro Colón: Geografía General para el Uso de la Juventud de


Venezuela (Apuntes Históricos) - Tomo IV -
Reeditada por la Academia Nacional de la Historia en dos volúmenes con el título de Historia de
Venezuela.

(52) Feliciano Montenegro Colón: Op.cit. vol.I,pp.91-92

(53) Feliciano Montenegro Colón:Op.cit. (Cuarto Tomo) 646 p. ; Ibídem: vol.I, 421 p.(menos 88
p. Introd.), vol.II, 377 p.
Lo correspondiente a la Geografía de Venezuela lo pospuso F.M.C para un <<Quinto Tomo>>
que como sabemos quedó inédito. Ver al respecto su <<hoja suelta>> AVISO QUE PUEDE
SER DE UTILIDAD, Caracas, 1850

(54) Ibídem , Op.cit. vol.I,p.92

(55) n.a. Ver obras de Mariano Torrente.

(56) LA BANDERA NACIONAL,# 8; 18; 20; 47; 55; 62; 102; 103.

(57) Fermín Toro “Crítica ...”. EL LICEO VENEZOLANO,# 1, p.1


(58) J. Gil Fortoul: Historia Constitucional...,vol.I, p.151

(59) Véanse los periódicos del período en la sección de fuentes hemerográficas, pues sería
demasiado extenso indicar la referencia de cada uno de ellos.
Entre tales menciones conseguimos noticias sobre convocatoria a los exámenes públicos de los
alumnos del colegio; premios obtenidos y nombre de los galardonados en los exámenes; cátedras
y profesores para cada curso; problemas relacionados con la reedificación y equipamiento del
viejo convento de San Francisco (sede entregada por la nación); instalación de una Academia
Latina y de una Academia de Historia (grupos de discusión para estudiantes y profesores);
problemas relacionados con los alumnos (disciplina, salud, uso del uniforme) ; funcionamiento
de una escuela elemental, de una Escuela Normal y de otras instituciones filantrópicas.

(60) Mary Watters:Op.cit. ,p.285


n.a. Dice la autora que ese carácter de manual se proyectó hasta los tiempos de Antonio Guzmán
Blanco. Ello , tal vez se explica ,por no haberse editado manuales similares y por el afecto de
algunos destacados ex alumnos del Colegio de la Independencia hacia el antiguo profesor y
director. A.G.B fue una de esas personalidades que obtuvieron buena parte de su formación
intelectual bajo la orientación de don Feliciano.

(61) Feliciano Montenegro Colón : Recuerdos Históricos ....,


Op.cit. ,p.22. A propósito del posible uso de la obra por parte de los estudiantes, creemos que
actividades como la formación de la Academia de Historia eran una buena idea en ese sentido.
Ver:
EL LIBERAL # 261. (Aviso de FMC) : anuncia la organización de una Academia de Historia
que funcionaría en el Colegio de la Independencia.Se indica la normativa de las reuniones de los
alumnos participantes en dicha actividad complementaria a realizar en horas de la noche o en
fines de semana y a la que podían también asistir otras personas interesadas en tales temas.

(62) Fermín Toro:”Crítica. Resumen de la Historia de Venezuela... por Rafael María Baralt”,EL
LICEO VENEZOLANO
# 1, p.1

(63) Fermín Toro: “Crítica. Resumen de la Geografía de Venezuela por Agustín Codazzi”.... EL
LICEO VENEZOLANO
# 2, pp.49-55

(64) EL LIBERAL, # 157 al # 254

(65) EL LIBERAL, # 157 (suplemento con lista de suscriptores iniciales de la obra, FMC entre
ellos).

(66) ATLAS DE VENENEZUELA (noticias) EL VENEZOLANO # 60

(67) EL VENEZOLANO, # 61 (Extraordinario)

(68) EL LIBERAL # 470 (2-1-1844): Aviso anunciando la obra <<Catecismo de Geografía por
A.Codazzi>>. Ese resumen escolar del mismo autor del ATLAS debió reforzar más la influencia
de la obra mayor y seguramente ello fue un obstáculo más para el plan que tenía don Feliciano de
publicar una Geografía de Venezuela.
(69) n/a. En el periódico LA BANDERA NACIONAL ,y en sucesivas entregas de los años de
1837 y 1839, se publicó un Bosquejo Histórico de la Revolución de Venezuela en el cual su
anónimo autor ofrecía su contribución para que el TACITO venezolano redactara la Historia
Nacional de Venezuela ;por tanto, sugería que Montenegro no lo era, pues ya su obra estaba
publicada.
LA BANDERA NACIONAL # 8; 18 y 20 del año 1837; # 47; 55 y 62 del año 1838; # 102 y
103 del año 1839.
Además de esa serie, localizamos a un crítico histórico que cuestiona una versión publicada
sobre la Batalla de San Félix. Quien solamente se identifica como “Un Testigo Presencial”, dice
en su <<Aclaración para la Historia>>, que las cosas no ocurrieron de esa manera. Comparando
lo planteado por Feliciano Montenegro Colón sobre ese combate y lo dicho por el crítico,
pareciera que no es a don Feliciano a quien cuestiona.

(70) EL NACIONAL # 122; 123; 124 (serie de tres artículos)


(71) EL NACIONAL # 124 (12-8-1838): pp.1-2 “Apuntes sobre la guerra de la independencia”
- explícita referencia al 4o tomo de Montenegro para cuestionar lo indicado sobre la retirada de
García de Sena desde Barinas en 1814.

(72) EL VENEZOLANO # 140 “Reflexiones”; en el mismo número 140, Montenegro publica


su comunicación titulada “Excmo. Señor” ,en ella presenta su obra Geografía General y suplica
protección para su colegio. Se anexan varios textos en apoyo.

(73) Eduardo Arcila Farías: “Prólogo” a la obra de Antonio Mieres:Tres Autores en la Historia
de Baralt, p.10

(74) Eduardo Arcila Farías:”Prólogo” , Op.cit.

(75) Rafael María Baralt: Resumen de la Historia de Venezuela ... . Ver taambién : Antonio
Mieres: Tres Autores en la Historia de Baralt ...,Op.cit.

(76) Antonio Mieres: Op.cit. ,pp.142-151

(77) El anuncio de la publicación de una Historia de Venezuela: Los avisos fueron publicados en
EL LIBERAL # 212 (19-5-1840) y en el número siguiente junto con aviso sobre obra de
Codazzi. También se le publica en EL VENEZOLANO # 3 (reaparece el aviso en varias
ediciones de 1840); en ellos, el editor Antonio Damiron ofrece la obra como un “Compendio de
la Historia de Venezuela” cuyo “autor es un antiguo magistrado de Venezuela, patriota ilustre y
distinguido literato” - aunque no lo dicen se supone que este autor es F.J.Yanes.
Sobre la obra se dice que es “Un compendio de la historia de Venezuela desde su descubrimiento
hasta que se declaró estado independiente” Tal obra saldría a la luz dentro de poco en un
volumen en 4to. pues “nuestra juventud carecía de un compendio de la historia de su propia
patria y en la que ofrecemos al público encontrará un lenguaje castizo y narración verídica,
circunstancias que la hacen sumanente recomendable para que se adopte en los colegios y
escuelas de la república.”
Es curioso que fuese el mismo editor de la obra de Feliciano Montenegro Colón quien hiciera las
afirmaciones anteriores, especialmente eso de que “nuestra juventud carecía ...”

(78) Feliciano Montenegro Colón: Manifestación Documentada ..., Op.cit.,p.23


--------: Recuerdos Históricos ...., Op.cit.
(79) Germán Carrera Damas: HISTORIA DE LA HISTORIOGRAFIA VENEZOLANA
(Textos para su estudio). Caracas, Ediciones de la Biblioteca de la UCV, 1985 (tomo
I) .Revísese especialmente l la <<Introducción>>, pp.9-48

(80) Mario Briceño Iragorry: CASA LEON Y SU TIEMPO (Aventura de un anti-héroe).


Caracas, Editorial Elite,1946

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2. RAFAEL MARIA BARALT, SU VIDA Y SU OBRA.

Esbozo biográfico de Rafael María Baralt (1810-1860).

Nació éste en Maracaibo el tres de julio de 1810, hijo de Miguel Antonio Baralt y Ana Francisca
Pérez. Muy niño fue llevado por sus padres a vivir a Santo Domingo (Isla Española) y allí inició

sus estudios. Posteriormente regresó a su ciudad natal y, ya para 1821, se encontraba en la recién

emancipada ciudad de Maracaibo incorporado como abanderado del <<Cuerpo de Cazadores

Volantes>>; poco después, presencia la definitiva liberación de la región a mediados del año

1823 como consecuencia de la batalla naval del lago y la ocupación de Maracaibo por las fuerzas

patriotas.(1)

Se sabe que hizo estudios de latinidad, filosofía y derecho en Bogotá (1824-1826) , ciudad a la

que viajó en compañía de un tío suyo quien iba a ocupar una alta posición pública en la nueva

República de Colombia. En esa capital se hizo Bachiller, mejoró su aprendizaje del francés,

realizó innumerables lecturas y asistió regularmente a la barra del Senado presidido por su tío
Luis Andrés Baralt. Este le envió de regreso a Maracaibo, donde desde su llegada, se incorporó

a la administración republicana. Hacia 1828, lo conseguimos como secretario del Juzgado

Político y de Policía y , como tal, firma un acta de adhesión al Libertador.(2)

Al joven Baralt no le atraía el ejercicio de la abogacía ni mucho menos el ambiente intelectual

del lar nativo. Más bien, quería viajar a Francia y dedicarse a las letras. No obstante, mientras

esperaba su oportunidad, participó como redactor de un periódico local titulado <<El Patriota

del Sulia>>, del cual salieron 26 entregas entre febrero y septiembre de 1829.

A pesar de su anterior posición pública ,es decir, en favor del Libertador y la Gran Colombia,

firma el acta del 16 de enero de 1830 mediante la cual Maracaibo decide su separación de la

unidad grancolombiana y reconoce la autoridad del general José Antonio Páez. Además, el joven

Rafael María Baralt “dando al olvido su proyecto de trasladarse a Francia , resolvió solicitar

un puesto a las órdenes del general Santiago Mariño, quien en marzo de 1830 había sido

designado por Páez (para entrevistarse) con los comisionados de Bogotá, que lo eran el

mariscal Sucre y el obispo de Santa Marta ....” (3)

El novel escritor tuvo la oportunidad de participar como secretario en la comisión designada.

Ello le permitió reunir un conjunto de documentos relacionados con la marcha de las fuerzas

militares que escoltaban al grupo negociador y publicar una memoria sobre tales eventos. Este

raro folleto laudatorio fue impreso en Guanare y reimpreso poco después en la ciudad de

Valencia. (4)

Culminada esa primera experiencia militar, se residenció en Caracas durante la década de 1830-

1840 y realizó estudios en la Academia de Matemáticas, escuela militar, dirigida por el sabio

Juan Manuel Cagigal. En 1832, se graduó allí de Agrimensor Público, y ya para 1836, obtuvo su

ascenso a capitán de artillería, seguramente por la aplicación demostrada en el estudio de los

cursos de la academia (matemáticas y formación castrense), así como su conducta en defensa del

gobierno constitucional del Dr. José María Vargas amenazado por la Revolución de las

Reformas. Es de destacar que, con motivo de esa insurrección, todos los alumnos y sus

profesores ,encabezados por el director y comandante Cagigal , salieron a combatir en defensa de

la constitución y las leyes de la república.


Sus actividades de esa década caraqueña incluyeron también la escritura de artículos de

costumbres, poemas y otros textos en la prensa de la ciudad. Los periódicos Correo de Caracas

(fundado y dirigido por Cagigal) y La Guirnalda , publicaron sus trabajos de entonces.

Su actividad intelectual de esos años incluyó también el ejercicio de la docencia en la Academia

que tanto contribuyó a su formación. En efecto, su maestro y amigo Cagigal le pidió que

ofreciera en ella un curso de filosofía. Asimismo, a partir de 1833 se incorporó a la <<Sociedad

Económica de Amigos del País>>.

Hacia 1840, ingresó a trabajar como oficial en el Ministerio de Guerra ;fue por ello, y por su

relación con Agustín Codazzi - también partícipe en los trabajos de dicha <<Sociedad>> - que

este último le solicitara la escritura de un <<Resumen de la Historia de Venezuela>> que

acompañaría al <<Atlas de Venezuela>> que entonces se preparaba.

Al respecto ,señala Agustín Millares Carlo, hay dos opiniones. Una es la aportada por el propio

Codazzi que sostuvo que fue él quien en 1839 incorporó a Baralt en la empresa conjunta del

Atlas, agregando que ,dada la premura, se asoció también a Ramón Díaz M. La otra posición

(sostenida por Díaz Sánchez) plantea que ese trabajo histórico lo venía haciendo Baralt por

propia iniciativa desde 1837. Como sea, el hecho fue que el llamado <<Resumen>> de Baralt y

Díaz , por su extensión y alcance, no pudo haberse escrito sólo en tan corto período, aunque

fuese en 1839 cuando Codazzi los invitara a ayudarlo en su dura tarea. Obviamente ello no

implica que ya ambos no tuvieran un camino adelantado. (5)

Viaje y estadía en París (1840 - 1841).

Una vez que el Congreso Nacional aprobara la primera asignación de diezmil pesos en calidad de

préstamo, viajó a París el grupo formado por el propio Agustín Codazzi y su esposa Araceli

Fernández de la Hoz; el dibujante e ilustrador de la obra Carmelo Fernández, el joven historiador

Rafael María Baralt y Ramón Díaz, el colaborador de este último. Así, pudo Baralt realizar su

sueño de ir a París a terminar de escribir y hacer imprimir la obra auspiciada por el gobierno del

general José Antonio Páez. Posteriormente, hubo necesidad de pedir cincomil pesos adicionales,

considerando la mayor extensión del llamado Resumen de la Historia de Venezuela y otros

gastos relacionados.(6)
Después de su regreso de París, Baralt estuvo por poco tiempo en Caracas durante los meses

finales del año 1841. Ese lapso fue aprovechado para escribir - junto con Manuel María Urbaneja

- un Catecismo de la Historia de Venezuela ,el cual permaneció inédito hasta 1865. Dicha obra

de tipo pedagógico, presentaba las nociones elementales de la historia patria para conocimiento

de los jóvenes estudiantes venezolanos que no estaban en condiciones de leer con provecho ese

—tal vez demasiado amplio—Resumen de tres gruesos volúmenes.

Seguramente considerando el enrarecido ambiente político del país que no terminaba de aceptar

la obra producto de tantos desvelos, Baralt decidió aceptar una tentadora oferta para ir

nuevamente a Europa. En tal sentido, el escritor viajó a Europa a finales de 1841 y permanecerá

allí sin regresar más nunca a su patria. Primeramente estuvo en Inglaterra y después se

estableció en España a partir de 1842. Su misión oficial original fue localizar documentos en los

archivos históricos que sirvieran para defender la posición venezolana en las negociaciones de

delimitación de las fronteras, en especial las de la Guayana Esequiba. Pero la ojeriza en su contra

por parte de muchos de los que controlaban la vida política e intelectual del país, determinó la

suspensión de los pagos del sueldo que venía recibiendo del gobierno venezolano; ello ,sin duda,

se debió al disgusto provocado por algunos aspectos de su Resumen .

Quienes controlaban el Congreso Nacional de Venezuela, no podían dejar sin la debida sanción,

a quien aparecía ante sus ojos como el principal autor de una obra que no satisfacía su rígida

opinión sobre cómo debía escribirse la historia de la nueva república.

En esas circunstancias, ya residenciado en España, decidió quedarse en la madre patria en donde

si pudo hacer carrera política y literaria. La reina Isabel II le tuvo en gran estima, encargándole

de la administración de la Imprenta Nacional y de la redacción de la Gaceta oficial. Además de

esas funciones, tuvo la oportunidad de ser agente diplomático de Santo Domingo para negociar

el reconocimiento español de la independencia de esa colonia antillana, con la cual mantuvo

siempre lazos de afecto.

Entre 1850-1852 publicó un <<Prospecto>> de Un Diccionario Matriz de la Lengua

Castellana así como las primeras entregas del mismo; y en 1853 ,fue incorporado a la Real

Academia de la Lengua en reconocimiento de sus aportes literarios en los variados campos de la

poesía, el ensayo, el periodismo y la investigación . Continuando con su productiva carrera


intelectual publicó en 1855 el Diccionario de Galicismos, obra que le deparó los elogios y

reconocimientos tanto de sus contemporáneos como de las sucesivas generaciones de estudiosos

de la lengua castellana. Sin regresar a su <<tierra del Sol amada>> ,donde no obstante siempre

siguieron con sumo interés sus pasos por las letras españolas , un cuatro de enero de 1860 la

muerte le llegó a Don Rafael María Baralt. (7)

A pesar de esa larga ausencia , “conservó con frescura inextinguible ,al través de una dulce

nostalgia, el amor a la tierra nativa, actitud sentimental que tradujo en versos de corte clásico,

como su oda <<Adios a la Patria>> y sus sonetos a Bolívar y a la batalla de Ayacucho.” (8)

La Obra Histórica Mayor de Baralt: El Resumen de la Historia de Venezuela.

El Ambiente donde se escribe la obra

Al estudiar el caso de Feliciano Montenegro Colón, decíamos que en esos años posteriores a la

guerra de emancipación nacional, varios protagonistas de esa contienda se dedicaron a recoger

documentos y a escribir memorias sobre la misma. Para entonces ya se habían publicado las

primeras colecciones documentales como lo fue la recopilada y editada por los doctores

Cristóbal de Mendoza y Francisco Javier Yanes. (9)

La publicación en 1837 de los “Apuntes Históricos” (cuarto tomo de la GEOGRAFIA ...) de

Feliciano Montenegro Colón , considerada la primera <<Historia de Venezuela>> editada

después de la dura guerra de independencia, tuvo además la particularidad de que su autor no

había sido uno de esos próceres patriotas, de los que venían acumulando documentos y

escribiendo memorias sobre ese pasado glorioso.


El gral. José Antonio Páez, el coronel y antiguo presbítero José Felix Blanco, el prócer civil

patriota Francisco Javier Yanes y muchos otros que ayudaron a Montenegro en Caracas,

suministrándole copias de documentos y sus propias opiniones y consejos , seguramente,

también ayudaron o estimularon al joven Baralt. Suponemos, que ese ambiente caraqueño lleno

de actores fundamentales de la recién finalizada guerra de emancipación (muchos, preparando

sus textos históricos testimoniales) fue determinante en la decisión de asumir esa

responsabilidad intelectual. Tal vez, así como Montenegro sintió la necesidad de enfrentar a las

anti republicanas obras de Mariano Torrente (1827-1830) y al llamado <<libelo>> del realista

José Domingo Díaz (Recuerdos de la Rebelión de Caracas,1829) , Baralt quiso en nombre de

la patria escribir una genuina relación histórica de su génesis. De hecho un significativo número

de referencias a la obra de Torrente y a la José Domingo Díaz está presente en su obra, aunque

no con la magnitud de lo aparecido en los <<Apuntes Históricos>> de Montenegro Colón.

Sabemos que a pesar de haberse publicado ya la mencionada obra de Montenegro Colón bajo los

auspicios del gobierno del general José Antonio Páez, ella no fue bien recibida por muchos de

esos protagonistas de la historia nacional, quienes además ocupaban importantes posiciones

políticas en el novel estado venezolano. Ese rechazo a la obra pionera publicada en 1837 y el

hecho de que tal obra— en sus tomos iniciales— sólo trataba de la geografía universal

estimularon a los que ya venían trabajando en la empresa del Atlas de Venezuela.

Desde 1830 la dirigencia pública venezolana tomó gran interés en la materia geográfica e

histórica. Era obvio que al separarse Venezuela de la Gran Colombia la élite nacional planteara

una política en ese sentido. Fue así que el Congreso Constituyente de 1830 decretó el 13 de

octubre de ese año la realización de los estudios pertinentes para elaborar los mapas, fijar los

límites, recoger estadísticas y otros datos sobre el territorio de la nueva república. Esa decisión

oficial fue apoyada por un selecto grupo de personas vinculado con la ciencia, la producción y el

comercio en el seno de la <<Sociedad Económica de Amigos del País>> (1829-1839) . Esa

política que solicitaba y auspiciaba la escritura de una obra de geografía e historia nacional que

afianzara la identidad de la recién emancipada república fue llenada por Agustín Codazzi y luego

por Baralt, quien a solicitud del geógrafo asume con él la ardua tarea.
A pesar de que ya existían obras históricas publicadas antes de la guerra, ellas , obviamente no

satisfacían las necesidades o aspiraciones de la élite de entonces.

Asombra , por lo corto , el período durante el cual Baralt supuestamente escribió su

<<Resumen>>. De acuerdo con nuestras fuentes, tuvo éste que trabajar duramente a partir de

agosto de 1840, cuando llega a París, hasta mediados del año siguiente. Aunque se supone que

tanto él como Ramón Díaz llevaron una primera redacción del trabajo histórico ,es admirable que

ya para el mes de agosto de 1841, regresasen al país con los ejemplares de la obra impresa.

Además, según testimonios del propio escritor, su colaborador Ramón Díaz - una vez en París -

parece que no se dedicó a la tarea con el mismo empeño que sus colegas. (10)

La obra ,editada en la Imprenta parisina de H. Fournier y Compañía ,constaba de tres volúmenes

de narración histórica sencilla y elegante.

Quienes han juzgado esta obra, plantean que en ella puede apreciarse la serenidad del raciocinio

y los conocimientos militares del autor; asimismo, se evidencia en la obra la admiración y

simpatía hacia Simón Bolívar, todo ello escrito bajo la inspiración de la antigüedad clásica

representada en las concepciones estéticas de Tucídides y Tito Livio. (11)

Igual que en el caso de Don Feliciano, la obra de Baralt será rechazada por quienes no quedaron

satisfechos con los juicios históricos que en ella aparecían. Y pasado el entusiasmo inicial, de

algunos comentaristas que valoraron positivamente el trabajo; sus autores, en especial Baralt,

caerían en desgracia y serían privados del apoyo que tuvieron inicialmente. Una muestra de ello

(como ya vimos) fue no pagarle más a Baralt sus honorarios como investigador en los archivos

españoles, donde cumplía una misión oficial. También Codazzi sufrió las consecuencias, pues se

le quiso hasta enjuiciar como responsable del préstamo de quince mil pesos asignados por el

Congreso Nacional.

Sólo después de múltiples pedimentos pudo el infortunado Agustín Codazzi lograr del Congreso

Nacional un arreglo que le exoneró a él y a sus fiadores del pago de la suma adelantada para la

redacción e impresión de la obra geográfica e histórica. El acuerdo estableció aceptar como pago

de la deuda, la entrega de todo el resto de los ejemplares no vendidos de la obra. (12)

Fuentes, Características e Importancia de la Obra.


Consideramos que el más completo trabajo que existe hasta ahora sobre este tema es el realizado

por el profesor Antonio Mieres, titulado precisamente Tres Autores en la Historia de Baralt.

(13)

Se limitó Mieres, según juicio del prologuista Eduardo Arcila Farías, a estudiar la presencia de
sólo tres de los autores que sirvieron de fuente fundamental a lo largo de los tres tomos de la
obra. Ir más allá, dice, hubiese sido una tarea de nunca acabar. Sobre los juicios que se han
hecho sobre la obra de Baralt, se destaca que ellos han sido diversos y contradictorios. Mientras
algunos autores le han cargado de elogios, destacando siempre la belleza del estilo; otros , como
fue el caso de Don Augusto Mijares , la calificaron de <<apresurado acopio de elementos
ajenos>>. Mas , de acuerdo con Arcila,
“el valor radica no en no haber tomado nada de nadie, condición ésta punto menos que
imposible, sobre todo en una obra de historia que es ante todo recopilación , pues su autor la
anuncia como tal. Baralt nunca dijo que hubiese hecho investigación de archivos ni que
incluyese novedades que trastornasen la imagen hasta entonces conocida de Venezuela y de su
transcurrir histórico.” (14)

Se plantea que para consolidar a una nación - especialmente si está en ese proceso inicial de
formación - se requiere escribir su historia. Esa visión le da fisonomía como tal pues se mira en
ella como si fuese un espejo pues “sin una historia escritas ninguna nación puede estar segura
de
que existe hasta que puede ver su imagen reflejada. Ese es el más aquilatado mérito de Baralt,
que no podrá jamás menospreciarse, y es la más pesada deuda de gratitud que con él contrajo
Venezuela.
Como iniciador de la historia en el moderno período republicano, Baralt ejerció una influencia
historiográfica que llega casi hasta nuestros días. Durante más de un siglo ha sido para la
mayoría de s historiadores venezolanos el modelo más fielmente copiado.” (15)

Se considera en el estudio de esta obra, que ella no tiene realmente un verdadero plan, y que en

la recopilación, Ramón Díaz sólo aportó documentos para el primer volumen, mientras que para

los otros restantes, Baralt recibió materiales cedidos por los generales Briceño Méndez,

Urdaneta, Soublette y Páez. Esto se refleja en el lenguaje usado en el libro, mientras que en la

primera parte es arcaico (pues sigue a Martín Fernández de Navarrete) en las otras es distinto.

Asimismo ocurre con la concepción historiográfica: no tiene una definida. Estableciendo la

causalidad de los sucesos, algunas veces se señala a la providencia, otras, el héroe, el sistema de

gobierno, las leyes y costumbres, el pueblo , las teorías políticas, etc. (16)
Las fuentes consultadas , en las que no hay verdadero respaldo documental, son ,según se

anuncia en la portada del primer volumen, las siguientes: “Muñoz, Navarrete, Herrera, Irving,

Oviedo, Robertson, Depons, Humboldt, Clemencín, Montenegro, Yanes, Alcedo, Antúnez,

Acevedo, etc.” Bajo el título de “Notas del Autor” cita otras obras en el volumen I. Y en el

volumen tercero se refiere a Montenegro Colón ,Yanes, los Documentos del Libertador,

Archivos del Gobierno y papeles de periódicos de Venezuela, Ecuador y Nueva Granada, así

como muchas apuntaciones manuscritas. (17)

Al realizarse un estudio comparativo entre lo escrito por Baralt y sus fuentes es claro que a

Depons le siguió muy de cerca, algunas veces toma textualmente las frases, otras las resume o las

alarga. Igualmente, cuando Baralt hizo amplio uso de la información aportada por Montenegro se

hace patente la incorporación literal de frases enteras. (18)

No cabe la menor duda de que la obra historiográfica fundamental de Rafael María Baralt,

independientemente de las posteriores peripecias de la vida literaria del expatriado autor , marcó

uno de los más importantes hitos intelectuales venezolanos.

Ella no sólo recogió lo esencial de la narración histórica de autores de gran autoridad como lo

fueron Feliciano Montenegro Colón y Francisco Javier Yanes. También sentó la pauta del

discurso historiográfico de autores de la solvencia de José de Austria ,Felipe Larrazábal y otros

escritores de posteriores generaciones.

Y no solamente en esa literatura mayor se puede trazar esa importancia. En los manuales

escolares, en los debates de la prensa, en los discursos patrióticos salía a relucir muchas veces el

discurso histórico de Baralt, aunque no siempre se reconociera la procedencia de tales ideas.

NOTAS (Capítulo II, Sección # 2)


(1) Agustín Millares Carlo,Rafael María Baralt (1810-1860). Caracas, EBUCV, 1969 ; ver
especialmente, pp.15-25; Diccionario Histórico de Venezuela. (tomo A-D ,pp.297-298) .
Caracas, Fundación Polar; Antonio Mieres: Tres Autores en la Historia de Baralt. Caracas,
UCV, 1966 (ver, pp.19-25); Rafael María Baralt: Resumen de la Historia de
Venezuela .Caracas, s.p.i. ,1975 (Impresión Facsimilar de la edición en tres volúmenes con notas
de Vicente Lecuna , realizada por la Academia Nacional de la Historia en su Cincuentenario)

(2) n.a. Contrariamente a lo anterior, en la “nota introductoria” a la edición antes citada del
Resumen ... , nota que suponemos obra de Lecuna, se indica que el joven Baralt fue enviado a
Bogotá en 1828, ya con el grado de subteniente de milicias, como parte de un grupo de doce
jóvenes pedidos al Zulia para formarlos como oficiales. De acuerdo con esa versión , fue
entonces cuando Baralt estudió latinidad y filosofía en el Colegio de San Bartolomé y al mismo
tiempo cumplía sus deberes como miliciano. Asimismo, se indica que el regreso del joven oficial
se produjo en 1830 ,y al entrevistarse con el general Mariño, decide acompañarlo en Cúcuta
como secretario. En este sentido, nos parece más convincente lo indicado por Agustín Millares
Carlo, Op.cit. , es decir, que éste estuvo en la capital de la Gran Colombia entre 1824 - 1826 y
regresó a Venezuela antes de 1830, tal como queda evidenciado por los testimonios
incorporados.

(3) A. Millares Carlo: Op.cit. p.23

(4) Documentos Militares y Políticos relativos a la campaña de vanguardia dirigida por el


Excmo. Sr. General en Jefe Santiago Mariño, publicado por un oficial del Estado Mayor
del Ejército. Valencia, Imprenta Venezolana, 1830.

(5) A. Millares Carlo: Op.cit. pp. 27-35. Véase también lo ,planteado en la obra de Cósimo
Mandrillo Literatura Zuliana - Siglo XIX (Maracaibo, LUZ, 1987)

(6) A. Millares Carlo: Op.cit. , pp.36-38

(7) Ibídem, pp. 67-299

(8) “Nota introductoria” , p.XI, a la edición del Resumen ... (Op.cit)

(9) Cristóbal de Mendoza y Francisco Javier Yanes: Colección de Documentos Relativos a la


Vida Pública del Libertador de Colombia y del Perú, Simón Bolívar. (Gracias al esfuerzo de
ambos compiladores, dicha colección logró alcanzar los primeros 15 tomos hasta el año de 1829,
cuando murió el Dr. Mendoza. De allí en adelante continuó el Dr. Yanes hasta completar los 22
volúmenes en 1833)

(10) A. Millares Carlo: Op.cit. ,pp.37-42


Elena Plaza: “Historiografía y Nacionalidad: El Resumen de la Historia de Venezuela de Rafael
María Baralt.” Tiempo y Espacio # 13 (Caracas, UPEL-IPC, 1990) pp.63-96

(11) “Nota Introductoria” pp.VIII-IX, a la edición del Resumen ... (Op.cit.)


(12) La documentación sobre este triste episodio y su respectivo análisis ha sido recogido en un
trabajo de Elena Plaza. Seminario Doctorado de Historia, UCAB, 1990. Parte del mismo fue
publicado en la Revista Tiempo y Espacio # 13 (Vol.VII, enero junio, 1990). Caracas, UPEL-
IPC, 1990

(13) Antonio Mieres: Tres Autores en la Historia de Baralt. Caracas, UCV, 1966

(14) Arcila Farías, Eduardo: “Prólogo” a la obra de Antonio Mieres:Tres Autores ..., op.cit.
pp.9-10

(15) Ibídem, p.10

(16) Antonio Mieres: Op.cit. ,pp.29-66

(17) ver texto original de Baralt, así como los comentarios de Antonio Mieres, op.cit. p.69.
n.a. El apellido Yanes, lo escribe Yanez en el original.

(18) Antonio Mieres: Op.cit. ,pp.70-153


3. FRANCISCO JAVIER YANES Y SU OBRA HISTORIOGRAFICA.

Rasgos Biográficos del autor (1)

Nació Yanes en la “Villa de Santa María del Puerto Príncipe” , poblado colonial que ,en nuestros

días, corresponde a la ciudad de Camagüey en la isla de Cuba, el 12 de mayo de 1776. No

obstante, vivió casi toda su vida adulta en Venezuela, donde ya sexagenario, falleció en Caracas

el 17 de junio de 1842, relativamente pobre, pero admirado por su honestidad como

parlamentario, magistrado o funcionario. Sus restos descansan, junto con los de otros próceres de

la independencia, en el Panteón Nacional desde el año de 1876. Para el momento de su

fallecimiento, recibió, entre otros, el homenaje literario de una sentida <<Meseniana>> de Juan

Vicente González, composición de tono elegíaco donde su admirador resume en finas pinceladas

la existencia del ilustre patriota.(2)

Fueron sus progenitores el abogado Juan Yanes Sigarroa y doña María de la Cruz Socarrás; éstos

lo llevaron a vivir, todavía niño, a la ciudad de La Habana hasta que posteriormente, un tío suyo,

el médico Francisco Javier Socarrás, se lo trajo a Caracas y lo hospedó en su casa desde el año de

1802.

El joven Yanes, desde que llegó a su nueva patria, se relacionó con ilustres familias

venezolanas, tal como correspondía a una persona como él, hijo de padres blancos, con

comprobada “limpieza de sangre” y matrimonios legítimos de sus antepasados. Además ,su

padre podía exhibir su condición de abogado y Alcalde de la Santa Hermandad.(3)

Ingresó en la Universidad de Caracas y cursó allí la carrera de Derecho Civil hasta obtener el

título de Licenciado. Después, al realizar sus pasantías en los bufetes de los abogados Juan

Germán Roscio y José Félix Sosa, logró ,no sólo completar su formación jurídica, sino

relacionarse con quienes serían importantes dirigentes del movimiento del 19 de abril de 1810.

Ese año, no sólo sería muy importante en términos políticos , también para entonces, tuvo lugar

su casamiento con una prima suya, la señorita Ana María Socarrás con la que dio comienzo a una

nueva familia venezolana que tuvo ilustres descendientes como el hijo que llevó su mismo
nombre, valioso intelectual, quien al igual que su padre, cooperó en las empresas historiográficas

y educativas de don Feliciano Montenegro Colón y al que se le atribuye la autoría de las

Epístolas Catilinarias del 8 de julio de 1835.

El escritor Rafael María Baralt, quien aprovechó la consulta de los manuscritos y documentos de

Yanes para redactar su propia obra, no sólo dejó en ella la constancia de esa deuda sino que

elaboró un perfil del prócer civil. Escribió el autor del Resumen que Francisco Javier Yanes

“era un joven abogado lleno de fervor y de celo, embebido en las doctrinas religiosas y políticas
de los filósofos franceses ,y enemigo acérrimo de todo linaje de tiranías. Como todos los
hombres profundamente convencidos, cuya opiniones se han formado en la soledad del gabinete
y a escondidas de un gobierno opresor, Yanes poseía las suyas con rigidez ,tenacidad y
exageración; cualidades que formaban un contraste singular con su índole suave ,complaciente y
flexible. Versado en varios ramos de las humanidades y sobre todo en la historia
colonial ,determinado partidario de las ideas democráticas, y persuadido como muchos patriotas
ilustrados de su fácil aplicación a Venezuela, no disimulaba ni su odio al gobierno hispano-
americano ,ni su entera decisión por la causa de la independencia. Mirábanle por esto con razón
como uno de los jefes principales del partido republicano; y por lo demás poseía cuanto era
necesario para merecer este renombre :honradez a toda prueba, constancia, energía y firmeza en
los principios capitales.” (4)

El abogado Yanes , quien llegó a ser brillante jurista, periodista e historiador, se incorporó a la

causa emancipadora desde la época de las conspiraciones que culminaron en 1810. Por ello, la

Junta formada en Caracas lo comisionó ante el partido capitular de Araure. Como consecuencia

de su estadía en esa villa se logró aclarar una serie de malos entendidos y ganar la completa
adhesión de esa localidad a la política autonomista de la Junta , y fue así, que pudo el

comisionado enviar refuerzos para el ejército patriota que trataba de someter a la ciudad de Coro.

Logró ,en representación de esa región, su elección como diputado al primer Congreso Nacional

Constituyente venezolano reunido el año de 1811 y , en consecuencia, participó en los debates

que culminaron en la Declaración de la Independencia ,el 5 de julio de 1811.

Además de su labor institucional en ese primer Congreso Constituyente , Yanes fue un entusiasta

miembro de la <<Sociedad Patriótica>> . Al respecto, dice Francisco González Guinán que

“en esa célebre agrupación había ardientes demócratas como propagandistas de la absoluta

independencia ,como Simón Bolívar, el Doctor Miguel Peña, Coto Paúl, Francisco Carabaño,

Francisco Javier Yanes y otros, que comunicaban con su palabra de fuego intenso calor al radical

movimiento revolucionario.” (5).


Durante el período de la Primera República, como diputado, incorporado desde el mes de mayo

de 1811, tuvo destacada participación parlamentaria. Fue de los que en sus discursos defendió la

idea de declarar la independencia absoluta y , por tanto, firmó sin reparos el Acta de

Independencia; también ejerció la presidencia del cuerpo legislativo y ,a finales de ese mismo

año, suscribió la primera Constitución Federal promulgada el 21 de diciembre.

Paralelamente, junto con sus deberes en el Congreso, formó parte de la Legislatura de la

provincia de Caracas (formada provisionalmente por los mismos diputados que representaban a

la provincia en el parlamento nacional) ,tocándole presidir también ese parlamento regional. En

ese carácter debió firmar documentos políticos fundamentales como la <<Declaración de los

Derechos y Deberes del Pueblo>> y la primera ley de imprenta que tuvo Venezuela. Asimismo,

se ocupó , junto con el también abogado y diputado Antonio Nicolás Briceño, de la supervisión

del periódico El Publicista de Venezuela , vocero oficial del Congreso de la república. (6)

Dado su carácter de jurista, fue designado miembro de la comisión que redactaría un proyecto de

Código Civil y Criminal, y además, se le incorporó como integrante de una Sala de Justicia

extraordinaria, para la revisión de unas sentencias dictadas a los sublevados contra la República

en Valencia.

En 1812, fue electo como diputado a la cámara de Representantes de la Legislatura de la

provincia de Caracas y le tocó, además, desempeñar una serie de comisiones delicadas ,hasta

que al caer la Primera República, viajó al exterior ,para refugiarse en la vecina Nueva Granada.

A este país pudo escapar junto con muchos otros patriotas venezolanos que tomaron las

embarcaciones disponibles en La Guaira, antes que el comandante del puerto lo cerrara del todo

por órdenes del jefe realista español Domingo Monteverde.

Participó en la vida política de la hermana república, y , cuando en 1815-1816 las fuerzas

expedicionarias de Pablo Morillo llegaron y reconquistaron el país, tuvo que emigrar

nuevamente con los sobrevivientes del ejército y del gobierno republicano neogranadino, que se

refugiaron en las desoladas llanuras del Casanare y del Apure.

Acompañando a esas fuerzas republicanas que agrupaban a patriotas de la Nueva Granada y de

Venezuela, sirvió como Secretario y consejero de una especie de gobierno provisional presidido

por Francisco Serrano (agosto-septiembre de 1816) . Tal difícil situación político-militar, es decir
una jefatura política - la de Serrano - y una jefatura militar - la de Francisco de Paula Santander -

finalizó en Guasdualito y La Trinidad de Arichuna, ya en territorio apureño, con la imposición de

la jefatura única del jefe llanero José Antonio Páez.

Yanes siguió acompañando a ese nuevo ejército patriota formado mayoritariamente por fuerzas

de caballería de llaneros venezolanos, y hasta participó en acciones de combate, como la que se

dio en el sitio de El Yagual, el 12 de octubre de 1816.

Finalmente, cuando se consolidó la república con la toma de Guayana, Yanes continuó aportando

sus servicios como hombre de leyes. En tal sentido, el Congreso Nacional, reunido en Angostura

a partir del 15 de febrero de 1819 ,lo designó miembro de la Suprema Corte de Justicia

y ,posteriormente en 1820 , Presidente de la Corte de Almirantazgo, establecida en Margarita y

posteriormente en La Guaira ,a donde llegó en agosto de 1821.

Cuando fue liberado el resto del país , Yanes formó parte de la Alta Corte de Justicia instalada en

Caracas , hasta que al organizarse los nuevos poderes públicos correspondientes a la Gran

Colombia en la capital Bogotá, la corte de Caracas quedó convertida en Corte Superior de

Justicia del distrito de Venezuela. Esa corte, supeditada a la de Bogotá, estuvo presidida por el

jurista Cristóbal de Mendoza y en ella Yanes ocupaba una de las magistraturas. Esta situación se

mantuvo hasta que Mendoza fue nombrado en 1826 Intendente del Departamento de Venezuela

y entonces, Yanes lo sustituyó en la presidencia de la corte de justicia.

En esos años , Yanes y Mendoza - además de cumplir con sus funciones oficiales—cooperaron

activamente en la redacción de un periódico doctrinario e histórico titulado El Observador

Caraqueño (1-1-1824 al 31-3-1825) .Asimismo, iniciaron ellos la recopilación y ordenación

para su publicación de los más importantes documentos que habían atesorado, muchos con la

ayuda del propio Libertador Simón Bolívar. Fue así que se comenzó a publicar lo que se llamó

Colección de Documentos Relativos a la Vida Pública del Libertador de Colombia y del

Perú, Simón Bolívar. Hasta el año de 1829, cuando muere el Doctor Mendoza, se habían ya

publicado 15 volúmenes. Francisco Javier Yanes, continuó la tarea hasta completar la edición de

los 22 tomos el año de 1833.

Temprano en 1826, cuando se organizó en Bogotá la <<Academia Nacional de Colombia>> fue

Yanes uno de los intelectuales escogidos como miembro correspondiente. También en 1829
formó parte, como miembro fundador en Caracas, de la <<Sociedad Económica de Amigos del

País>> .

Al producirse la separación de Venezuela de la Gran Colombia, participa Yanes como diputado

por la provincia de Caracas en el Congreso Constituyente de 1830, reunido en Valencia. Tuvo la

oportunidad de presidir dicho congreso y de firmar la Constitución promulgada ese mismo año.

Es de destacar que, en su carácter de presidente parlamentario, suscribió notables documentos

tales como los enviados entonces al gobierno de Bogotá. En ellos, el Congreso reunido en

Valencia solicitaba entablar negociaciones, pero poniendo como condición la expulsión de

Simón Bolívar del territorio colombiano. En ese acuerdo del Congreso Constituyente reunido en

Valencia, con la presencia de una mayoría separatista y antibolivariana, se planteaba que

“... Venezuela, a quien una serie de males de todo género ha enseñado a ser prudente, que ve en
el General Simón Bolívar el origen de ellos, y que tiembla todavía al considerar el riesgo que ha
corrido de ser para siempre su patrimonio, protesta que no tendrán ... lugar [las negociaciones y
compromisos] mientras éste permanezca en el territorio de Colombia, declarándolo así el
soberano Congreso en sesión del día 28 (de mayo) ...” (7).

En los años siguientes se dedicó a sus actividades jurídicas, a continuar la infatigable labor de

recolección de documentos y otras fuentes históricas y a la redacción de las obras sustentadas en

ellas. Asimismo, no se separó del todo de las funciones públicas: fue miembro del Consejo de

Gobierno durante la presidencia provisional del vice presidente Andrés Narvarte, así como en

otras oportunidades posteriores.

En 1839 publicó su libro Manual Político del Venezolano, al que sólo firmó con el seudónimo

de <<Un Venezolano>>. De la misma manera, apareció sin autor en 1840 su otra obra

Compendio de la Historia de Venezuela desde su descubrimiento hasta que se declaró

estado independiente. Dicha obra, cuya única edición circuló para entonces, hizo que el autor

emprendiera su ampliación con miras a una segunda edición que sólo un siglo después se

convirtió en realidad, cuando en 1943-1944 ,la Academia Nacional de la Historia la trajo a la luz

junto con la hasta entonces inédita Relación Documentada de los principales sucesos

ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado independiente hasta 1821.

Además de las obras antes mencionadas, el Ministerio de Educación Nacional publicó en los

años de 1948 y 1949 - respectivamente - (y también más de un siglo después de la muerte del
autor) , sus libros Historia de Margarita y la Historia de la Provincia de Cumaná , los cuales

son considerados hoy valiosos aportes al estudio de la historia regional venezolana.

Debe señalarse, que hasta ahora, seguimos fundamentalmente los datos aportados por Manuel

Pérez Vila en su artículo del Diccionario de Historia de Venezuela, (Op.cit.) ; así como ciertas

precisiones que aporta el valioso trabajo de Lucía Raynero M. también ya antes citado. No

obstante, es interesante plantear que ,en ninguna de las obras consultadas por nosotros, se

explica, qué pasó en la vida de Yanes, en el período comprendido entre su viaje hacia las

colonias extranjeras del caribe hasta llegar a la Nueva Granada en 1812 (caída de la Primera

República) y su retirada, en 1816, desde la Nueva Granada hacia los llanos venezolanos, cuando

el <<Pacificador>> Pablo Morillo había invadido y sojuzgado esa república. Es de suponer ,que

se mantuvo en la hermana república entre 1812 y 1816, pues no se conoce su presencia en

Venezuela para entonces. Sospechamos, además, que ello obedeció a sus particulares opiniones

políticas liberal-federalistas, más en sintonía con el “Gobierno de la Unión” que con aquellos

que, como Bolívar, catalogaron tales planteamientos como propios de “sofistas” que soñaban con

“repúblicas aéreas”. Una pista en ese sentido son las páginas de la Relación Documentada ...

(Op.cit.)

La Obra Historiográfica de Francisco Javier Yanes.

Este autor aportó una amplia producción de trabajos jurídicos, y de otros , propios del campo de

las ciencias políticas. Sus artículos periodísticos, sus discursos parlamentarios, proyectos de

leyes y códigos, dictámenes judiciales; pero especialmente su célebre Manual Político del

Venezolano publicado el año de 1839, corroboran lo antes afirmado.

Sin embargo, tal faceta de su vida intelectual no será considerada en este trabajo, donde

solamente se tomará en cuenta sus importantes contribuciones a la historiografía nacional

venezolana, representadas en obras como su Compendio de la Historia de Venezuela desde su

descubrimiento y conquista hasta que se declaró Estado independiente ,libro publicado—

como lo hemos señalado—en Caracas el año de 1840; y el otro, que se mantuvo inédito hasta un

siglo después de la muerte de su autor, fue la célebre Relación Documentada de los principales
sucesos ocurridos en Venezuela desde que se declaró Estado Independiente hasta 1821 (ésta

es considerada una continuación del Compendio ...) .

La última de las obras señaladas, a pesar de no haber sido publicada sino en 1944, tuvo amplia

difusión indirecta a través de la obra de historiadores como Feliciano Montenegro Colón; Rafael

María Baralt, José de Austria , Juan Vicente González y otros más. Esto se evidencia al revisar

las fuentes de las obras antes mencionadas ,donde se consiguen no solamente expresas y amplias

referencias al texto de Yanes, sino que también se incorporan datos aportados por éste aunque no

siempre le dieran el adecuado crédito. Ejemplos de expreso reconocimiento a la deuda intelectual

adquirida con Yanes lo fueron las cuidadosas observaciones que hizo Montenegro, las citas de

Baralt y las largas parrafadas incorporadas por Austria. Otros, en cambio, no siempre cumplieron

con el deber de dejar constancia de lo que tomaban en préstamo.

Si uno se pregunta porqué esta valiosa obra historiográfica no logró ver la luz sino hace apenas

medio siglo, la respuesta no está en la espera de diez años que solicitó su propio autor y la

penuria fiscal de los sucesivos gobiernos del país. Es obvio que existieron otras razones, como

por ejemplo las que asoma Gonzalo Picón Febres en estas líneas publicadas en 1906 :

“De la historia de la independencia por el doctor Francisco Javier Yanes ,no se han publicado
sino algunos fragmentos ,quizás porque en la mayor parte de la obra ,según los numerosos
decires de los hombres ilustrados que han tenido ocasión de consultarla, se comentan los hechos
inmorales con la severidad que impone la justicia, y se trata a Bolívar como a humano cuyas
faltas no alcanzan a deslustrar su gloria en cuanto genio representante de una raza inteligente y
heroica, en cuanto caudillo milagroso por la excelencia de sus dotes y por la inquebrantable
fortaleza de su voluntad ,y en cuanto generoso emancipador de pueblos.” (8)

La obra historiográfica de Yanes, en especial su Relación Documentada ..., tiene un carácter

muy peculiar. A diferencia de otras obras que conformaron el <<corpus historiográfico>>

fundamental del siglo XIX venezolano, el trabajo de Yanes no es “bolivariano” en sentido

alguno. A Bolívar se le examina como a uno más de los protagonistas de la guerra de

emancipación. Junto a Miranda, Ribas, Mariño, Bermúdez, Piar, Arismendi, Urdaneta y muchos

otros, recibe el crédito debido por sus acciones, pero nada más.

Una evidente señal de lo antes dicho es el sencillo trato que recibe la persona de Bolívar.

Usualmente, cuando Yanes se refiere a él, lo identifica con su grado militar o la función

específica que entonces cumpliera. Casi siempre lo denomina simplemente General Bolívar; en
otros pasajes, lo identifica como “el jefe supremo” , o como el “presidente” (cuando el Congreso

de Angostura, o después el de Cúcuta así lo designara). Raras veces, a diferencia de muchos

otros historiadores, le antepone el título de “Libertador”. No obstante, que al criticarle algún

error político o militar, lo hace sin contemplaciones (como cuando le echa en cara la derrota en la

batalla de La Puerta) ; también, desecha las acusaciones que algunos detractores han señalado,

como las incidencias de la política de “Guerra a Muerte” o lo ocurrido en el desembarco de

Ocumare.

En relación con la <<Guerra a Muerte>> , Yanes ,a diferencia de otros autores (Juan Vicente

González entre ellos) , le endosa toda la responsabilidad a los españoles y a su gobierno, en

todas las instancias, desde el propio Rey hasta sus representantes en las colonias. Y algo muy

importante, no culpa a Briceño o a Bolívar de la misma. Más bien, hace recordar las matanzas de

los conquistadores contra los indígenas como el inmediato antecedente de los horrendos

crímenes perpetrados por los realistas durante la guerra, especialmente en contra de la población

civil, las mujeres, los niños y todos aquellos que cayeron bajo la cuchilla de Monteverde,

Antoñanzas, Zuazola, Aldama, Boves , Morales o Morillo.

Es de destacar que Yanes informa ampliamente sobre ciertos pasajes históricos relacionados con

importantes incidentes en la vida de Bolívar, como por ejemplo, los argumentos del coronel

Castillo cuando se oponía a la marcha de las tropas neogranadinas hacia Venezuela en los inicios

de la campaña de 1813 ; los entretelones de la retirada de Carúpano en 1814 (precedida de sus

derrotas militares y conflictos con el corsario Bianchi) , y para no citar demasiados ejemplos, la

convocatoria, reunión y consecuencias del Congreso de Cariaco.

En ningún momento, Yanes se dedica a cargar de adjetivos superlativos las actuaciones de los

patriotas participantes. Sólo reseña en orden cronológico las ocurrencias apelando siempre a la

sustentación documental del hecho respectivo. En cierta manera, no puede hablarse de <<culto

heroico>> o algo parecido en las páginas de la seca prosa de Yanes.

A los que si retrata, pero en términos negativos, es a los jefes realistas: Monteverde, Boves,

Morales, Morillo y otros. Para éstos, reserva, como veremos más adelante, los más duros epítetos

como <<anti héroes>> o villanos del proceso.


En la obra histórica analizada, es evidente que no hay especial animadversión o crítica

sistemática a la actuación de Mariño, Bermúdez, Arismendi y otros próceres orientales.

Tampoco, lo hay en relación con la actuación del general José Antonio Páez. Todo lo contrario;

las acciones político-militares desarrolladas en el Oriente reciben amplia atención (lógicamente,

ello le sirvió de base a sus historias de Margarita y de Cumaná) .Y es más, sólo Yanes, dentro de

los autores más importantes, emprende un amplio y favorable tratamiento de los acontecimientos

que giraron en torno del ,después peyorativamente llamado, <<Congresillo de Cariaco>>.

La concepción nítidamente liberal del autor, su formación eminentemente jurídica, sus amplias

lecturas científicas y filosóficas; su abierta simpatía por el sistema político federal y también, por

qué no, su condición de hombre civil comprometido con una posición política y que sólo conoció

la mayor parte de esos acontecimientos a través de los documentos, las relaciones de testigos o

participantes y las memorias de los congresos y despachos oficiales ; determinan , que dicha

Relación ... tuviese ese estilo y ese contenido.

Mientras Montenegro, Baralt, Austria y Eduardo Blanco fueron hombres con formación y

experiencia militar, otros como Yanes, González y Larrazábal no lo fueron. Ello sin duda ponía a

éstos últimos en desventaja a la hora de historiar un período como el que abordaron. En el caso

específico de Yanes, sin negar que éste asumió el reto de acompañar a los combatientes en

emigraciones y campañas, no podía pedírsele que analizara los hechos desde la perspectiva de un

hombre de armas. Lo que fue una gran ventaja para los veteranos como Montenegro, fue una

tremenda limitación para un historiador como el jurista Yanes.

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NOTAS (Capítulo II, Sección # 3)

(1) Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, 1988. (tomo P/Z, pp.933-
934) ; Francisco González Guinán : Historia Contemporánea de Venezuela.Caracas, PdeR,
1954. (véanse los tomos I - II - III - IX - XI - XV) ; M. Leonidas Scarpetta y Saturnino Vergara:
Diccionario Biográfico de los Campeones de la Libertad de Nueva Granada, Venezuela,
Ecuador y Perú, que comprende sus servicios ,hazañas y virtudes.- Reedición facsimilar -
Barcelona (España) ,1978 ; Gonzalo Picón Febres: La Literatura Venezolana en el Siglo XIX.
Caracas, PdeR, 1972 (reimpresión de la obra publicada originalmente en 1906) ; Rafael María
Baralt: Resumen de la Historia de Venezuela (Op.cit.) ;Cristóbal L. Mendoza y Vicente
Lecuna: “Introducción” a la obra de Francisco Javier Yanes:Relación Documentada de los
Principales Sucesos Ocurridos en Venezuela desde que se Declaró Estado Independiente
hasta el Año de 1821. Caracas, ANH, 1943. Lógicamente, en esta misma obra, se pueden
conseguir noticias sobre el propio autor, quien cuando es absolutamente necesario , se menciona
de manera modesta e impersonal. Felipe Larrazábal: Vida de Bolívar (Op.cit).
Véase además ,el trabajo (todavía inédito) de la profesora Lucía Raynero M. : <<El Fundamento
Histórico de la Nacionalidad Venezolana en la Historiografía de Francisco Javier Yanes>> .
Caracas, UCAB, 1990. Esta monografía sobre la vida y obra de Yanes está sólidamente
sustentada en las fuentes biblio-hemerográficas conocidas hasta ahora, y especialmente, en el
vasto y rico <<Archivo Histórico>> del propio Francisco Javier Yanes que reposa en la
Academia Nacional de la Historia.

(2) Juan Vicente González: “Meseniana a Francisco Javier Yanes” El Venezolano (28-6-1842)
Reproducida en pp.461-462 Juan Vicente González - La Doctrina Conservadora (Colección
Pensamiento Político Venezolano del Siglo XIX, vol.2, tomo I) . Caracas, Congreso de la
República, 1983

(3) Documentación del Archivo de Yanes, citada por Lucía Raynero M. : Op.cit. ,pp.4-6

(4) R.M.Baralt:Resumen ... Op.cit. t. II,pp.69-70

(5) F.González Guinán: Op.cit. tomo I, p.22; Diccionario de Historia de Venezuela,


Op.cit. ,p.933

(6) Suponemos que esa relación política y personal entre Yanes y quien después sería llamado en
nuestra historia nacional <<el Diablo Briceño>> ,explica el tratamiento benévolo que recibe la,
por otros muy maltratada, figura histórica de éste ,cuando decidió hacer la <<guerra a muerte>>
a los españoles y terminó ejecutado por los realistas en Barinas.

(7) Nota enviada en nombre del congreso por Francisco Javier Yanes. Citada por Francisco
González Guinán: Op.cit. tomo II, p.81, citando las Actas del Congreso de 1830.
Es de observar, que se indica expresamente, que el doctor José María Vargas negó su voto a la
parte de la nota referida al Libertador Simón Bolívar, a quien solamente dan la denominación de
<<General Simón Bolívar>> en la misma.
En un comentario de Felipe Larrazábal (Vida de Bolívar, t.III,p.321) éste se duele de la actitud
de Yanes en esas circunstancias.

(8) Gonzalo Picón Febres: Op.cit. ,p.48 subrayado nuestro -


4. JOSE DE AUSTRIA Y SU OBRA HISTORICA.

Rasgos Biográficos Fundamentales. (1)

Este militar e historiador nació en Caracas el 24 de noviembre de 1791. Falleció en su misma

ciudad natal, a los setentidós años de edad, el 29 de diciembre de 1863. Sus padres fueron José

Benito de Austria y Juana Antonia Reina; ellos hicieron posible que recibiera una esmerada

educación que se inició en los claustros de San Felipe Neri, donde fue condiscípulo del ilustre

Francisco Aranda. Esa primera formación la complementó con amplias lecturas de obras

históricas y la consulta de innumerables documentos, relaciones o testimonios de los próceres de

la independencia y una vasta experiencia en los campos de batalla, los estados mayores, correo

en misiones de alta importancia político-diplomática ,y ya veterano, como ministro de guerra.

En 1810, en plena efervescencia revolucionaria, se incorporó como subteniente abanderado del

batallón Barlovento comandado entonces por el coronel José Félix Ribas, quien además del

entrenamiento militar, les insuflaba la pasión por la patria y la defensa del pueblo. Bajo las

banderas de la primera república hizo las campañas de 1811-1812 en el ejército que llegó a ser

dirigido por el generalísimo Francisco de Miranda. Con el restablecimiento de la república en

1813, participó en varios combates como el de Mosquiteros (14-10-1813) ,bajo las órdenes del

jefe patriota de origen español Vicente Campo Elías, así como en la batalla de Araure del 5 de

diciembre de ese mismo año, decisivo encuentro que permitió a Bolívar detener el avance

realista en Occidente. Su conducta le hizo merecer un ascenso a Teniente unos días después,

(17-12-1813) y otro al grado de Capitán el 11 de abril del siguiente año. Ese ascenso, estamos

seguros, debió obtenerlo por su participación en la heroica resistencia durante el asedio de José

Tomás Boves a la ciudad de Valencia, así como en la línea sitiadora de Puerto Cabello. En los

llanos ,estuvo en los combates de Guanare y de Ospino (donde murió el legendario jefe realista

Yañez o <<Ñañá>> ) y en el intento de auxiliar a Barinas, la que tuvo que ser trágicamente

evacuada por Ramón García de Sena. A pesar de los reveses, continuó en su patriótica lucha en

el <<Batallón Barlovento>> junto a otras fuerzas que acompañaron al general Rafael Urdaneta

en Occidente; las que finalmente , al perderse la Segunda República, se refugiaron en la Nueva


Granada. Allí se reencontraron con el Libertador (quien venía derrotado y desconocido desde

Carúpano) , y a pedido del hermano gobierno patriota, participaron en las luchas por someter a

los disidentes de Bogotá (1814-1815). A pesar de que el propio Austria, al reseñar todas las

peripecias de la retirada hacia Nueva Granada y la estadía de las fuerzas venezolanas en esa

nación, no dice abiertamente que él iba en el grupo (igual que en otras oportunidades) , algunas

expresiones de su <<bosquejo>> certifican su presencia. Muestra de ello es su cita de las

palabras del presidente Camilo Torres en el acto que sirvió al Libertador para informar de lo

ocurrido en Venezuela durante las campañas de 1813 y 1814. Asimismo, al cerrar su relato del

sometimiento de Bogotá, cita como apoyo unos <<Apuntes Originales de José Félix Blanco>> y

“nuestra propia evidencia, como testigos ...” (2)

Las fuentes consultadas hasta ahora, incluyendo la propia obra escrita por José de Austria, no

arrojan mucha luz sobre la vida de éste entre los años de 1815 y 1821. Lo que sí sabemos, es que

más adelante, ya en las campañas de 1821, se destacó participando como oficial en las fuerzas

comandadas por José Francisco Bermúdez, quien tuvo como tarea fundamental atacar a Caracas

desde el Oriente para así evitar que todo el ejército realista pudiera concentrarse en el campo de

Carabobo. (3)

Prestando servicios en el ejército patriota, recibió el delicado encargo de acompañar al

Libertador Simón Bolívar en su viaje desde Bogotá a Caracas (1826-1827). Al igual que en

1826, cuando llevó amplios informes al Libertador desde Venezuela, repite para el año de 1829

una operación similar. Viaja a Quito con amplia documentación suministrada por José Antonio

Páez, en relación con la futura organización del gobierno. Tal preocupación se derivaba de un

supuesto plan para establecer una monarquía en la Gran Colombia. Ya sabemos en que terminó

tal discusión, esto es, en el profundo distanciamiento político entre Páez y el Libertador Simón

Bolívar.

Austria realizó innumerables viajes entre Caracas, Bogotá, Quito y Guayaquil. De él dice

Urdaneta: “la eficacia de Austria y la puntualidad con que desempeña sus comisiones me dejan

tranquilo”.(4) .Es por ello que, como oficial de la más alta confianza, no sólo llevaba y traía la

correspondencia entre Páez, Urdaneta, Bolívar, Sucre y otros altos jefes patriotas; sino que se le

encargaba de dar verbalmente las más amplias explicaciones de ciertos temas ,tan delicados , que
no se podían dejar por escrito. En algunos casos se le ordenaba, incluso, destruir ciertos

documentos comprometedores que pudieran traer consecuencias posteriores, como lo fue toda

esa madeja de puntos de vista encontrados, sobre el supuesto plan de establecer una monarquía

en Colombia y sus vecinos del Sur (Bolivia, Perú) en el cual participaron (a favor en contra)

agentes de Francia, Inglaterra, Estados Unidos y , por supuesto, quienes manejaban la política de

la moribunda república grancolombiana : Bolívar, Urdaneta, Sucre, Montilla, Páez, Soublette,

Briceño Méndez y otros.

El más ilustrativo juicio sobre las tareas de Austria en esa época lo ofrece el propio Libertador,

quien a su regreso a Bogotá desde el Sur, lo envía de nuevo a Venezuela, y dice , tal vez con

cierta ironía, que va otra vez a esa el “mensajero ordinario de los dioses en momentos difíciles y

quien debía insistir sobre dos puntos esenciales: Inconveniencia del sistema monárquico en

Colombia y necesidad de que el Libertador dejase el mando.” (5)

Es una lástima que Austria no haya podido dejar constancia en su propia historia de esa

interesante parte de su vida. Lo que si queda claro, es que ello le dio la oportunidad de vivir

intensamente no sólo las experiencias de los combates sino las de la alta política del Estado.

En tiempos de la Gran Colombia, y aún después de disuelta ésta república, Austria continuó

incorporado en las tropas venezolanas acuarteladas en Bogotá y comandadas por los generales

Florencio Jiménez y Justo Briceño hasta 1831. Posteriormente pudieron regresar a su país.

El coronel Austria se mantuvo en la vida militar venezolana, ocupando importantes posiciones en

las campañas adelantadas contra las facciones en 1835 (pacificación del Oriente bajo el mando

de Páez) , en la acción de Payara en 1837 y en la campaña de la sierra de Carabobo y de los

llanos en 1846.

Todavía con el grado de Coronel, ocupa la Secretaría de Guerra durante la presidencia de José

Gregorio Monagas (1851) y alcanza, final y tardíamente, el 23 de abril de 1856, su ascenso a

General de Brigada. (6)

En 1863, terminada la Guerra Federal, formó parte del Consejo de Estado por invitación de Juan

Crisóstomo Falcón (24-7-1863) y le ascendieron a General de División en agosto. Ello lo

disfrutó muy poco tiempo, pues como ya dijimos , murió a fines de ese mismo año.
Debe destacarse que José de Austria fue un culto oficial que escribió varias obras de carácter

histórico. Entre ellas :

Un Recuerdo de Bolívar (Caracas,Imprenta de Tomás Antero,1835) ;

Diario Histórico de la Campaña de Apure en 1837 (Caracas, Imprenta de Valentín Espinal,

1837) ; Una Contestación del Coronel José de Austria (Caracas, Imprenta de

F.Corvaia,1849) ; Biografía del General de División Mariano Montilla, del Orden de

Libertadores. (Caracas, Imprenta de Manuel Carreño, 1851) -- ella, por cierto, aparece

incorporada posteriormente en la obra de Ramón Azpurúa ya antes citada --- ;y finalmente, el

Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela (Caracas - Valencia, 1855-1857) . De todas

ellas, sin duda alguna, la más importante por la extensión y calidad de su contenido fue la última

de las nombradas.(7)

Análisis de su Obra Histórica Mayor

En el balance sobre la obra, por razones de comodidad, utilizaremos la edición que en dos

volúmenes realizó la Academia Nacional de la Historia. En tal sentido, la paginación citada se

referirá a esa autorizada reedición del año 1960. Sin embargo, antes de iniciar el recorrido por las

páginas del libro, se presentarán algunas acotaciones que se han hecho sobre el texto original.

Dicen los editores de la Academia, que “ l a primera edición . de la obra del Coronel José
de

Austria, Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela, fue una auténtica aventura, hasta el
punto de quedar en publicación inconclusa. El tomo I ... apareció con pie de Caracas , Imprenta
y Librería de Carreño Hermanos, 1855. .... ( y ) del tomo segundo llegaron a imprimirse en
Valencia, en la misma imprenta y en el propio año de 1857, cuatro pliegos...” (8)

Dolorosamente, el resto de la obra no se llegó a imprimir, ni tampoco se conoce lo que ocurrió

con la parte inédita del manuscrito. Es por ello que la edición de la Academia sólo reproduce las

mismas páginas que vieron la luz en Caracas y Valencia, cambiando únicamente la distribución

del contenido para equilibrar la extensión de los dos volúmenes.

En la edición de 1960 ,se colocó el texto que va desde la amplia Introducción del propio autor y

los antecedentes históricos de los acontecimientos de 1810, hasta la narración de los hechos del

año 1812. Corresponde al segundo volumen, lo ocurrido entre los años de 1813 y 1816.
Culminado el relato en estricto orden cronológico, incorpora el autor un documento sobre

honores al Libertador, promulgado en 1857.

Es de hacer notar que ,además de los comentarios o la narración propiamente dicha del
<<Bosquejo>>, éste incorpora una importante cantidad de extensos y hasta poco conocidos
documentos históricos originales, entre ellos, algunos textos fundamentales de Simón Bolívar,
como el Manifiesto de Cartagena de 1812 ; el Manifiesto de Carúpano de 1814 ; la <<Carta de
Jamaica>> de 1815 ,y otros. Al respecto, señala el historiador Hector García Chuecos, que

“aunque posterior al historiador Baralt, Austria dio grande importancia a las piezas
documentales ,y se sabe de él que fue el primero en publicar la famosa <<Carta de Jamaica>>.
Contra la versión de O’Leary de que fuera publicada en un diario de Kingston, está la de don
Vicente Lecuna ,de que nunca llegó a imprimirse. Opinó este ilustre académico que Austria tuvo
a la vista el borrador original o una copia suministrada por Briceño Méndez, o quizá por Leandro
Palacios, cuyos papeles pasaron a manos de Austria, o por otro patriota.” (9)

A pesar de reconocer lo valioso de ese aporte documental y la importancia de esos recuerdos de

un testigo presencial de buena parte de lo narrado, críticos como el presidente de la república

Juan Pablo Rojas Paúl, en su discurso de inaugural de la Academia Nacional de la Historia del

8 -11 -- 1888 , cuestionaron las deficiencias observadas en la obra en estos términos :

“El coronel José de Austria publicó su Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela en


1855 . .. actor en muchos de los sucesos que narra, y corrida ya la primera mitad de la centuria,
era de esperarse que los recuerdos evocados por él en su retiro campestre y en la tranquila
contemplación de la naturaleza ,al acudir al alma nobilísima del viejo patriota, desde una
distancia de treinta años, hubiesen perdido el tono acerbo que naturalmente les dejaran las
impresiones recibidas en el ardor de la lucha, a la manera que los cálidos vientos del desierto se
refrescan y suavizan al pasar los mares. Mas no sucedió así; aquellos recuerdos conservan en las
páginas del libro casi toda la amargura de los primeros aciagos días ...”

El que Austria hablara con tal vehemencia después de treinta y cinco años de la batalla de
Carabobo, lo cuestiona Rojas Paúl considerando que ya para entonces en América Hispana se
echaba a un lado la frase rencorosa y las viejas recriminaciones; tales rencores patrióticos contra
“la nación española, nuestra madre” se les califica de arcaicos. Ellos debían ya enmudecer y
“dejar el paso a los serenos juicios de la filosofía de la historia “ (10)

A pesar de esas críticas, puede considerarse a la obra de Austria razonablemente equilibrada en

muchos aspectos, obviamente apartando su comprensible rencor anti realista. Por ejemplo, si

bien en líneas generales sigue una tónica bolivariana en su discurso, ello no implica que no
relatara acuciosamente todo lo relacionado con las acciones de Mariño y otros próceres del

Oriente. Su reseña de la campaña libertadora de Oriente a comienzos de 1813 es una muestra de

su interés por presentar un cuadro completo de la guerra de independencia. No obstante haber

reseñado ampliamente tal campaña, más adelante, expresa una dura crítica en estos términos :

“Sensible es mencionar aquí la vituperable indiferencia con que las provincias de Oriente y sus
bravos libertadores, eran impasibles y fríos espectadores de tantos sucesos, de tantos combates,
de tanta sangre como se derramaba por la libertad, desdeñándose de tomar activa parte en tan
heroicos acontecimientos ...” (11)

En la misma dirección está la completa narración sobre todos y cada uno de los teatros de

operaciones en riguroso orden cronológico. Es así que pueden conocerse en detalle las correrías

de los guerrilleros del Oriente, los Llanos y Guayana, las acciones de los margariteños, la

formación y desarrollo del ejército de Apure por parte de José Antonio Páez, sin descuidar, las

constantes referencias a lo que hacían los del campo realista, tanto los jefes políticos, los del

ejército regular y las partidas guerrilleras.

La descripción de las acciones militares es casi siempre muy profesional, notándose la habilidad

del autor para presentar en cada oportunidad la ruta seguida, la composición de las fuerzas, su

orden de batalla, armamento, los resultados del enfrentamiento, etc. .A la mera descripción

militar, sigue usualmente algún comentario sobre la suerte corrida por los prisioneros ,por la

“emigración” que muchas veces seguía a los ejércitos o por parte de la población civil indefensa

en pueblos o ciudades tomadas u ocupadas.

Considerando esto último, es de notar que Austria no ahorra calificativos negativos para las

fuerzas realistas (tanto las expedicionarias como las de venezolanos al servicio del Rey) que

asesinaban, violaban y torturaban hasta a los más indefensos (niños, mujeres, ancianos) ,así

como las que incendiaban y saqueaban los poblados. En aras de mantener su equilibrio, Austria

se permite también cuestionar duramente a los jefes patriotas que cometieron actos similares a

los de los realistas. Por ejemplo, critica la dureza de Vicente Campo Elías (después del triunfo de

la Batalla de Mosquiteros del 14-10-1813) en contra de los llaneros realistas vencidos (12) ; la

de José Tadeo Monagas al quemar una iglesia llena de indígenas <<realistas>> ;los que antes , a

su vez, habían asesinado a un grupo de sus soldados patriotas heridos y enfermos (13) ;
finalmente, sólo como muestra, la actitud de Olmedilla asesinando llaneros <<realistas>>

prisioneros. Narra Austria que José Antonio Páez impidió seguir con esa odiosa e impolítica

práctica, lográndose así la incorporación a las filas patriotas de miles de antiguos seguidores de

la causa española.(14)

A propósito del <<bolivarianismo>> del Bosquejo...de Austria, debe asentarse que el autor no

solamente incorpora todos aquellos documentos escritos por el Libertador o relacionados con él,

sino que siempre menciona tales piezas con grandes elogios.

No obstante, tratar el autor de hacer justicia a cada uno de los próceres civiles y militares

participantes en la dura lucha; para Bolívar reserva siempre su mayor admiración; alaba su genio,

inteligencia, valor, desprendimiento, espíritu de sacrificio, constancia, generosidad ,y en fin, su

ardoroso patriotismo y heroísmo.

Las Fuentes.

La historia escrita por José de Austria tiene entre sus principales fuentes ,como ya se dijo, los

recuerdos del propio autor, testigo presencial de muchos de esos acontecimientos o conocedor de

otros importantes testigos quienes compañeros en una lucha común—le suministraron también

sus opiniones sobre esos turbulentos años. Junto a esa masa de recuerdos propios y de los de

otros combatientes, Austria tuvo a mano una impresionante colección de documentos que logró

reunir, entre ellos, valiosos documentos del Libertador, papeles suministrados por Pedro Briceño

Méndez, Leandro Palacios, José Félix Blanco y otros. Y , por supuesto, el autor, al escribir su

obra en la década de los años cincuenta del siglo XIX, tuvo a su disposición libros como los de

Francisco Javier Yanes, Rafael María Baralt, Tomás Cipriano Mosquera, José Félix Blanco, la

Historia de Colombia de Lallement, la Historia de Mariano Torrente, las memorias de Serviez,

Urquinaona, Ducoudray Holstein; así como respectivas colecciones de periódicos. A propósito

de esto último, es evidente que , por los documentos citados explícitamente, una de sus fuentes

fue la Gaceta de Caracas dirigida por los patriotas. Sin embargo, aunque no lo dice

abiertamente, debió tener a la vista la Gaceta de Caracas en su virulenta época realista

redactada por José Domingo Díaz, pues una vez en su obra menciona (sin nombrarlo) “los

elogios del gacetero”. (15)


Con certeza, puede afirmarse que la obra más citada es el Resumen .. de Baralt y Díaz. De esta

obra, realiza muchas y amplias citas, que usualmente abarcan varias páginas. Casi siempre, apela

al testimonio de Baralt para reseñar alguna campaña de las que no podía cubrir con sus propios

testimonios o con <<apuntes>> como los de José Félix Blanco u otros similares. Asimismo, con

igual propósito, incorpora secciones de la para entonces todavía inédita <<Relación

Documentada>> de Francisco Javier Yanes.

Nos llama la atención la incorporación de muy extensos documentos, no solamente de algunos

ya conocidos como los correspondientes al gobierno de la Junta Suprema, el Acta de la

Independencia , los Manifiestos publicados para justificarla, etc. Se incorporan textos que

ninguna obra conocida había rescatado, muestras de ello sería: la documentación sobre las honras

fúnebres a las víctimas de Quito - 1810 - (suceso que conmovió profundamente al pueblo

caraqueño) ; el diario sobre el largo viaje de retorno desde Bogotá hasta Caracas del Padre José

Cortés de Madariaga, crónica que relata la fascinante odisea de la navegación a través de los ríos

llaneros, el Orinoco , hasta llegar a los llanos de Calabozo y desde allí a Caracas .En fin, unas

sesenta piezas documentales, casi siempre incorporadas en toda su extensión , aunque sin

comentarios o críticas, le confieren a la obra de Austria un gran valor como libro serio de

Historia de Venezuela.

No sabemos hasta qué año llevó el autor la escritura de su <<Bosquejo ...>> ,ni tampoco si llegó

a redactar todo lo relacionado con las negociaciones de los altos jefes político-militares y los

agentes diplomáticos interesados en un plan para establecer una monarquía en los años agónicos

de la Gran Colombia. Habiendo tenido Austria conocimiento directo de toda la documentación y

servido de correo confidencial entre la alta dirigencia patriota-republicana, era ,a nuestro

entender, uno de los más calificados para historiar ese proceso. Tal vez, no se atrevió a escribir y

preparar la publicación de esos papeles, por considerar que tal asunto era demasiado inflamable

para entonces. O quién sabe, los papeles que tuvo en su poder o que pudo conocer, se perdieron

junto con ese manuscrito que se quedó a medio imprimir en la ciudad de Valencia.

Cerramos estos comentarios, citando el juicio que ofrece Francisco González Guinán. Al reseñar

este cronista la aparición de la última parte de la obra de Austria en 1857, dice que
“el estilo del Coronel de Austria es claro y elegante; su narración ,ingenua ; el acopio de
documentos ,numeroso. [ Y agrega] grandes dificultades lo obligaron a emplear tres años en la
impresión de este tomo, comenzándola en Caracas y concluyéndola en Valencia. Después del
primer tomo aparecieron algunas entregas del segundo; pero, desgraciadamente, fue paralizada
su continuación.” (16)

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NOTAS (Capítulo II, Sección # 4)

(1) Para esta parte resumimos la información fundamental recogida en Ramón Azpurua:
Biografías de Hombres Notables de Hispano-América. Caracas, Imprenta Nacional, 1877 (4
vols. Véase especialmente, t. IV, pp.204-214 ; Francisco González Guinán: Historia
Contemporánea de Venezuela (Op.cit.) Ver especialmente los tomos V - VI - VII - XV ;
Diccionario de Historia de Venezuela (Op.cit.) tomo A-D, p.261 ; Caracciolo Parra-Pérez: La
Monarquía en la Gran Colombia. Caracas, Ediciones Hispánicas, 1957 ; Hector García
Chuecos: “Estudio Preliminar” al Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela escrito por
José de Austria. Caracas, ANH, 1960.
(n.a. Es de hacer notar, que en este “Estudio Preliminar” se señala que el padre de José de
Austria se llamaba <<José Donato de Austria>>, contrario a lo que sostienen Azpurua y
González Guinán que lo identifican como <<José Benito de Austria>> .Según F.González G., el
coronel José Donato de Austria ocupaba la cartera de Guerra y Marina el 11 de abril de 1870.)
Pueden verse además, Daniel Florencio O’Leary: Memorias del general O’Leary . Caracas,
Imprenta Nacional, 1952 Tomos I,II,III. Vicente Lecuna: Crónica Razonada de las Guerras
de Bolívar. New York, The Colonial Press Inc. , 1950 (tres vols) ; Gonzalo Picón Febres: La
Literatura Venezolana en el Sigo XIX. Caracas, PdR,1972 ; y por supuesto, el propio
testimonio de José de Austria incorporado sutil y modestamente en su <<Bosquejo>>.

(2) José de Austria: Op.cit. Tomo II, pp.293-304

(3) su hoja de servicios (citada por Ramón Azpurua: Op.cit.pp.206-207) señala que participó en
la defensa de El Rodeo y en el ataque al cerro de El Calvario en Caracas, bajo las órdenes del
general Bermúdez. Posteriormente aparece como Adjunto al Estado Mayor General (1826) ;
ascendido a primer comandante (1827) ; al grado de Coronel (Dic.1829) y empleo de 1er.
ayudante general del Estado Mayor Libertador. Participó en la pacificación del sur de Colombia
(1828) ; en la campaña del Cauca (1831) y sirvió en el Departamento de Boyacá en 1831.
Separada Venezuela de la Gran Colombia, pudieron regresar las tropas de origen venezolano a su
suelo natal.

(4) C.Parra-Pérez: Op.cit. ,p.405

(5) C.Parra-Pérez: Op.Cit. p.664.


Véanse además en esta obra las páginas 401-409; 434 ; 479-484; 529-536

(6) No obstante lo indicado sobre ese ascenso (referido por González Guinán, Op.cit, t.VI,p.33) ,
se plantea en el Diccionario de Historia de Venezuela (Op.cit.) que después de la llamada
Revolución de Marzo de 1858 que derrocó al gobierno de José Tadeo Monagas, fue ascendido a
General de Brigada el primero de mayo de ese mismo año. Posiblemente, sólo se trató de hacer
efectivo el mismo ascenso, es decir, una ratificación del ascenso ya obtenido antes.

(7) Sobre la primera enumerada, la que tituló <<Un Recuerdo de Bolívar>> ,dijo Gonzalo Picón
Febres (Literatura Venezolana del Siglo XIX. Op.cit. ,184) que era un “hermosísimo trabajo
acerca de Bolívar” . Cita además, este juicio de Austria: “Es comprobación de la historia que
siempre hubieron menester los pueblos de estos formidables pastores agresivos, que suman en la
potencia de su alma y en la eficacia de la acción , el alto pronóstico de los civilizadores y la
violencia imperativa de los dominadores.”

(8) Nota de la Comisión Editora de la obra, Academia Nacional de la Historia. José de Austria:
Bosquejo ... Op.cit.
(9) H. García Chuecos: “Estudio ...” en José de Austria: Bosquejo ... Op.cit. ,tomo I, pp.17-18

(10) H.García Chuecos (citando a J.P.Rojas Paúl) : Op.cit.


pp.18-19

(11) José de Austria: op.cit. t.II,p.136

(12) Ibídem, pp.117- 119)

(13) Ibídem, p.323

(14) Ibídem, pp. 389-391

(15) Ibídem, p.393

(16) F. González Guinán: Op.cit. t. VI, pp.107-108


5. JUAN VICENTE GONZALEZ Y SU OBRA.

Rasgos Biográficos.(1)

Juan Vicente González nació en Caracas ,se supone que el 29 de mayo de 1810 ; y a los

cincuenta y seis años de edad y en completa miseria, murió en esta misma ciudad el primero de

octubre de 1866. Creció en medio de las terribles condiciones del tiempo de la guerra de

independencia. Hijo expósito, sólo recibió el afecto de la buena señora Josefa Palacios y

Obelmejía que lo tomó a su cuidado. Esta dama perdió a su esposo en las matanzas de la

<<guerra a muerte>> llevada adelante en los valles del Tuy por el jefe guerrillero realista

Francisco Rosete, circunstancia esta que dejará una profunda huella en la familia que acogió al

futuro escritor.

El Padre José Alberto Espinoza dirigió su primera educación en los claustros del Convento de los

Neristas. Para entonces el joven Juan Vicente González quiso hacerse sacerdote, pero desistió.

Posteriormente prosiguió sus estudios en la Universidad, donde cursó teología y sagrados

cánones. Allí en la universidad, lo toma bajo su protección el Rector de la misma, el ilustre Padre

José Cecilio de Avila. El cariño mutuo y el gran interés por el estudio del joven González, hace

que éste con avidez asombrosa se dedique al latín, la literatura, la filosofía, la jurisprudencia y

otras disciplinas.

Ya para el año 1828 se gradúa de bachiller y obtiene su licenciatura dos años después en 1830.

Su paso por la universidad fue algo fundamental en su vida; obtuvo en sus claustros las bases de

la formación humanística y el cálido afecto de algunos de sus maestros, pero sobre todo, se

desarrolló en él una insaciable pasión por la lectura y pudo conocer a quien sería siempre su

héroe más admirado, el Libertador Simón Bolívar. Aunque a éste sólo lo pudo ver físicamente

una vez ,en la oportunidad de su postrera visita a Caracas en 1827, la veneración que sintió hacia

él no tuvo límites.

Tal pasión se evidencia cuando afirmó que “el amor a Bolívar es parte esencial del sentimiento

de nacionalidad, y no se concibe que pueda serse hijo de Venezuela sin ser boliviano.” (2)

González se dedicó desde muy joven al periodismo caraqueño “caracterizándose ,desde

entonces, por lo que habrá de hacerlo notable víctima propicia de los <<ídolos del teatro y de
la tribu>> ; su prosa clara, vehemente y agresiva, recargada de imputaciones y de sarcasmos”.

(3)

En 1840 se asoció con Antonio Leocadio Guzmán y un amplio grupo de hombres de

pensamiento liberal para fundar un periódico, El Venezolano.Las campañas de éste y otros

periódicos permitieron la organización de grupos liberales en todo el país, entre ellas, por

supuesto, la Sociedad Liberal de Caracas con la que , en un principio, se identificó González. Las

luchas comunes llevaron a Guzmán y a otros dirigentes del partido a ocupar posiciones en el

Concejo Municipal de Caracas. No obstante, en medio de una creciente radicalización de las

luchas, Juan Vicente González abandona sus primeras posiciones y asume por el contrario una

abierta antipatía hacia Antonio Leocadio Guzmán y su Partido Liberal Amarillo, convertido ya

para 1846 en un gran movimiento de masas.

En medio de la crisis político-militar de 1846 (elecciones, facciones liberales alzadas en armas,

detención y condena de Guzmán) , Juan Vicente González asume una posición totalmente

identificada con el grupo godo o conservador, y será uno de los parlamentarios que

milagrosamente salva la vida en medio del tumulto del 24 de enero de 1848. La ruptura violenta

entre el nuevo presidente José Tadeo Monagas y la mayoría del congreso nacional provocó el

estallido de la guerra civil y la retirada de González de toda actividad pública durante una

década.

Durante el dominio de esa “dinastía” de los hermanos Monagas que sólo tuvo fin en marzo de

1858, González se refugió en la actividad intelectual. Fundó un colegio que llamó <<El Salvador

del Mundo>> ,donde formó brillantes discípulos (Eduardo Blanco , entre ellos) y escribió sus

más importantes trabajos históricos, su célebre Biografía de José Félix Ribas y su Historia de

Colombia y Venezuela, entre otros. No obstante, muchos de esos trabajos escritos no

necesariamente los publicó para entonces; por ejemplo, la Biografía de José Félix Ribas fue

tardíamente publicada en varios números de la Revista Literaria en 1865.

Cuando en 1858 una nueva “revolución” derroca la autocracia monaguera, González puede

volver de nuevo al periodismo político y a la actividad pública. No obstante, a pesar de sus

posiciones conservadoras, chocará violentamente con quienes gobernaron entonces. Tanto Julián

Castro, como después el propio José Antonio Páez, le encierran en prisión varias veces. La
intransigente conducta de González no entendió de acomodos ni con la Revolución Federal en

armas (1859-1863) ni con los que violaban la constitución y las leyes del país que habían jurado

cumplir al hacerse cargo del poder central. Desde su periódico El Foro y ,después , desde El

Heraldo lanza sus furiosos ataques contra los guerrilleros federalistas de Ezequiel Zamora y

Juan Crisóstomo Falcón, pero asimismo, los descarga contra aquellos de sus copartidarios que

desde el poder traicionaban los ideales defendidos.

Lo permanente en la trágica vida de Juan Vicente González fue su carácter polémico. Siempre

sus odios y sus amores por las causas y los que las representaban lo llevaron a dolorosas

rupturas. Fue por ello que nunca se “acomodó” a ninguna situación: rompió con sus amigos

liberales de El Venezolano, vivió en una especie de “autoexilio” recluído en su casa y en sus

aulas de clase durante la década del monagato, se enfrentó y terminó prisionero de los gobiernos

godos a los que ayudó a triunfar, y el colmo de todo, al salir de la cárcel y triunfantes entonces

los que había atacado a lo largo del período de la Guerra Federal, terminó mostrando las excelsas

bondades, que antes no había visto, del general Juan Crisóstomo Falcón.

Su lucha cívica la hizo siempre a través de la prensa. Como redactor de El venezolano , en El

Liberal (1842) , Cartas de Cicerón a Catilina (1845-1846) , Diario de la Tarde (1846) y La

Prensa (1846-1848). El paréntesis autocrático 1848 - 1858 lo obliga a refugiarse en sus libros y

en su colegio. Mas, cuando suene otra vez la campana de la libertad, vuelve la nación a leer sus

artículos y producciones literarias en la prensa. A partir de 1858 , escribe en El Foro, en El

Heraldo (1859 - 1861) y más tarde en El Nacional (1864). Su última aventura periodística será

la Revista Literaria que mantuvo prácticamente hasta la fecha de su fallecimiento el primero de

octubre de 1866.

La Obra Histórica de Juan Vicente González.

El temprano gusto por los temas históricos y literarios se expresó en la escritura y publicación de

sus artículos periodísticos, después agrupados como libro en 1842 con el título de Mis Exequias

a Bolívar.

En un texto de 1831 ya decía González, “esta patria silenciosa ,sepulcral, no es la que


habíamos
soñado”. Y agrega , “aún se habla de aquellas glorias ... para maldecirlas ; aún se habla de

nuestros héroes ... para calumniarlos. Esa imprenta que multiplicaba las producciones sublimes
de Bolívar ,los himnos de gratitud que le entonaba un mundo agradecido, es el instrumento de
rencorosas y oscuras pasiones contra el autor de la libertad [Confiesa su dolor por la difamación]
... contra el más grande hombre de América ...[Simón Bolívar, por supuesto. Según González,
unos de aquellos que atacaba al Libertador le dijo que] ... los héroes son buenos, necesarios para
luchar en los tiempos de peligro, vencer a los enemigos, , constituir naciones ... pero hasta aquí
su misión, en adelante, son amenazas a la libertad.”

Termina su reflexión sobre quien llama “inmortal héroe” transcribiendo las palabras de un

entrañable amigo que le asegura que siendo las pasiones pasajeras y siendo eterno el mérito ,

huirán esos días y “de esa loza que cubre a Bolívar ,su nombre se levantará más grande y

glorioso”. (4)

En su otro artículo <<El Sueño>> ,confiesa con horror como, al asistir a una sesión de la Cámara

de Representantes, los legisladores de la patria se esmeraban por retratar al héroe que la creó con

los más negros colores. Los vio “despedazar sobre sus sienes el laurel de la victoria, arrojar un

velo de olvido sobre sus hazañas y cubrir con una nube de improperios sus eminentes glorias.

En mi vida (dice) podré olvidar este espectáculo.”(5)

Su comparación entre <<Washington y Bolívar>>, su análisis sobre la conjura del 25 de

septiembre de 1828 y la otra comparación o paralelo histórico entre <<Napoleón y Bolívar>>

nos dan una cabal idea de la preocupación del para entonces joven escritor por examinar la vida

del héroe en medio de aquel hostil ambiente formado por los que trataban de justificar la

formación del nuevo estado surgido de la desintegración de la Gran Colombia.

Juan Vicente González escribió también otros trabajos de índole histórica. Entre éstos, sus

Páginas de la Historia de Colombia y Venezuela o Vidas de sus Hombres Ilustres.

Originalmente publicado en las páginas de El Heraldo (1859). Era el plan general de las

biografías históricas que pensaba publicar. Ella era su visión sobre varios próceres civiles y

héroes militares, lamentablemente, dicen los estudiosos del tema, tal obra no cuajó y fue

sustituida con una obra más modesta que tituló Historia del Poder Civil en Colombia y

Venezuela y que se limitó a las biografías de Martín Tovar Ponte y José María Vargas.

Sin duda alguna, sus trabajos históricos de mayor alcance serán su Manual de Historia

Universal -- obra de concepción teocrática e inspiración romántica publicada en 1863 -- y la ya


mencionada Biografía de José Félix Ribas. Sobre este último trabajo, se hará un análisis

detallado para ver en él el manejo de las nociones que nos importa destacar aquí.

Finalmente, puede afirmarse, que la amplia formación humanística clásica de González, junto

con sus copiosas lecturas histórico-literarias, especialmente de todas las de los autores del

<<romanticismo>>, quedó plasmada en lo que nos dejó como legado intelectual. Como sobre

esta temática existen buenas investigaciones, no será necesario que acá se aborde tal problema.

Preferimos, en aras de los límites de este trabajo, remitir a la revisión de los mismos. (6)

Juan Vicente González : La Biografía de José Félix Ribas.(7)

Esta obra, de la cual Francisco Herrera Luque dice que tiene un “espléndido inicio y caótico

desarrollo” (8) , es ,a pesar de todo, la que permite observar mejor cuál fue el aporte de Juan

Vicente González a la historiografía venezolana.

La escritura de la biografía del héroe y el contraste de éste con los anti héroes patriotas y realistas

en medio del período de la <<Guerra a Muerte>> permitieron a Juan Vicente González plantear

su peculiar visión de la historia de Venezuela.

Las primeras páginas de esta obra son en verdad un cuadro histórico-literario que retrata

magistralmente la Caracas de fines del siglo XVIII. Esa dramática narración de la ejecución de

José María España es el telón de fondo para iniciar lo que supuestamente debería ser la biografía

de José Félix Ribas, nacido el 19 de septiembre de 1775 del matrimonio formado por Don

Marcos Ribas y Doña Petronila Herrera y Maríñez. El biografiado fue parte de una familia

Ribas ,que según el autor, vino a Venezuela desde las islas Canarias en la primera mitad del siglo

XVIII.

Algunos de ellos se dedicaron entonces a las tareas del campo y otros hubo, que llegaron a ser

ilustres sacerdotes.

José Félix Ribas fue de los que se consagró al trabajo de sus tierras, y en esa actividad estaba,

cuando ocurrieron los acontecimientos del 19 de abril de 1810, aunque no desconocía los

sucesivos movimientos que tramaban los criollos desde que estalló la crisis de 1808 en España y

que de inmediato se reflejó en sus colonias.


José Félix Ribas - al igual que sus hermanos sacerdotes - estuvo entre los más entusiastas
conductores del pueblo a raíz de la formación de la Junta Suprema de Caracas de 1810. A tal
nivel llegó su revolucionaria conducta que fue sancionado por los sectores más conservadores o
moderados del gobierno. Asimismo, apenas se inició la guerra, estuvo en primera línea con el
batallón que se había formado bajo su jefatura e hizo las campañas que culminaron con la caída
de la Primera República. Tuvo que emigrar a la Nueva Granada y , junto con Bolívar ,hizo la
campaña de 1813 que permitió restablecer el gobierno republicano. En esos años terribles de
1813-1814, estuvo entre los más importantes jefes que secundaron al Libertador. Niquitao, Los
Horcones y otros gloriosos combates lo llevaron al generalato y lo consagraron como jefe
heroico y valeroso ; fue por eso que , “ a la primera noticia de la terrible desgracia [ la
derrota de La

Puerta] el general Ribas levanta una columna en Caracas ,arsenal de valientes , y se lanza a La
Victoria ,para obstruir el paso de las bandas vencedoras. Y era tiempo. Acometida el día 12 por
7.000 hombres ,a las órdenes de Morales, la plaza de La Victoria , que apenas defendían 2.000
jóvenes , sufrió un ataque que hará época en los anales del furor .... nueve veces volvió a la
carga Morales ,rechazado nueve veces: comenzó la lucha a las ocho de la mañana, y se luchó en
las calles a donde penetraron al fin las hordas enemigas ,y se peleó desde la plaza donde se
reconcentró el formidable jefe, incierto de socorro, seguro de sí y confiado en su fortuna. A
caballo en medio de sus soldados, los alienta e impele, él se halla en todos los puntos ;detiene y
fatiga las fuerzas enemigas. Hubo en su ojo ,en su palabra ,una centella que brilló en aquellos
momentos sombríos; su mirada esforzaba los corazones. Tres veces cae a sus pies el caballo que
monta; mil rayos se cruzan al derredor del plumaje que sombrea su cabeza, blanco de todos los
tiros, heroicamente apuesto, visible en medio de sus compañeros.” (9)

A pesar de todos esos esfuerzos, las fuerzas patriotas fueron arrolladas por la superioridad
numérica de los ejércitos de Boves. Ante la inevitable derrota en Caracas:

“Bolívar opinó porque se evacuase la ciudad y se retirasen las tropas a Barcelona y Cumaná.
Ribas sanguino, violento ,imperioso, agradable al pueblo por el énfasis heroico de su figura y
palabra ,sacudía orgullosamente la cabellera de león ,y se impacientaba y enfurecía a la idea de
dejar la capital. La previsión universal de su espíritu ,su actividad infatigable, su fuerte decisión
hicieron de él un centro eléctrico. <<Simón, Simón, le gritó a Bolívar, deja reparar los males que
has hecho>> .Pero Bolívar tenía razón: Caracas no podía defenderse ...” (p.141)

Las sucesivas derrotas en todo el Oriente del país, y sobre todo, los desastres de Urica y Maturín,

en diciembre de 1814, obligaron a Ribas, seguido sólo de algunos amigos, a tomar el camino del

sur tratando de acercarse de nuevo al alto llano de Caracas. En esa larga travesía, capturado y

llevado a Tucupido , fue ajusticiado el 31 de enero de 1815 .


“-Aquella diestra ,que era el terror de los enemigos de la patria fue colgada en un palo ,a media
legua del pueblo en el camino real; su cabeza frita en aceite, entró en Barcelona el día 3 de
febrero.
En la mañana del 14 de marzo se apea un saco junto a la casa de Gobierno, cerrada,silenciosa,
como una tumba. El pretendido pueblo que lo había seguido redoblaba sus gritos
frenéticos ,clamor de cobardes, siniestro saludo de la tiranía. Todos querían ver el el objeto
terrible que encerraba [finalmente, citando la Gaceta de Caracas, dice que] se colocó en la horca
la cabeza del llamado general José Félix Ribas, llegada la noche antes de Barcelona, puesto en
ella el mismo gorro encarnado con que se hizo distinguir en el tiempo de su triunvirato.”
(pp.159160)

Poéticamente, Juan Vicente González se duele del destino de Ribas ,y grita a quienes ultrajaron

sus restos mortales,

“! Insensatos ! desde el afrentoso palo donde fue a podrirse, esa cabeza demudada os hace
siniestros gestos y os va a medir pocos días de mando. ! Os coronaís de flores para el sepulcro!
Ese hombre había sido la energía sublime, la vida de la revolución, el alma de la República:
Dispensa a su placer la tiranía
La muerte, no la gloria que acompaña
Al héroe de la patria en sus cadenas,
Y su cadalso en luz divina baña.
! Horror a la guerra a muerte! (p.160)

Cierra el autor sus líneas dedicadas a la vida y obra del héroe, trazando los aspectos

fundamentales de la genealogía de los Ribas. (pp.168-170)

Esta lectura impacta por su belleza literaria, por la pasión que anima cada línea de esta

“biografía” que no es tal en el sentido estricto de la palabra. Aunque a veces el sujeto central de

ella se diluye en medio de un contenido mayor, la historia de la guerra a muerte, siempre

terminan aflorando hermosas escenas sobre las hazañas de José Félix Ribas. El canto al héroe y a

su gesta se convierte en lo esencial, a pesar de presentarlo perdido a veces en medio de la

hojarasca de las condenas a una constelación de verdaderos <<anti héroes>> de la época.

La vida de Ribas es presentada como la de un héroe inmaculado. Todo en él era gloria, todo en él

era arrojo, valor rayano en la temeridad, incansable esfuerzo, amor infinito por la libertad e

independencia de la patria. Sólo la muerte pudo poner fin a la acción incansable de aquel brazo

que dirigía al pueblo a las batallas; pero su muerte, para ser más dolorosa, la recibió no como la

hubiese querido, en medio de uno de esos innumerables combates en los que se midió con

superiores ejércitos enemigos a los que derrotó.


A González, no sólo le duele recordar el fin de aquel a quien tanto amó y admiró, le dolió

sobremanera que fuese ajusticiado y escarnecidos sus despojos durante varios años. Tal afrenta al

prócer lo llenó de ira; por ello ofrenda a su memoria el filial amor de aquella alma desgarrada.

Para resaltar todavía más las virtudes de Ribas apela el autor al trazo de unos cuadros biográficos

que incorporan el retrato físico y moral de varios protagonistas (patriotas y realistas) de la guerra

de emancipación. Ese nítido contraste moral le permite elevar aún más al héroe en su pedestal.

Retrato de Juan Bautista Arismendi.

Por ejemplo, lo escrito sobre Juan Bautista Arismendi, es de una dureza extrema. No escatima

las notas negativas sobre éste. Veamos algunas muestras de esos lapidarios comentarios:.

“Dos hombres extraordinarios ,nutridos con miasmas de sangre, alto esfuerzo de la divina

cólera ,tipos de siniestro recuerdo , representan la espantosa época que dibujamos: la obra del

español Martínez, y el fruto de la guerra a muerte, !Arismendi ! ! Boves!” (p.70).l

Intenta presentar algunos rasgos biográficos del jefe margariteño, mas no se queda en las usuales

precisiones sobre los orígenes familiares (pp.72 y siguientes) . Al describirlo, hace un retrato

físico-moral para el año de 1813 . Lo pinta de esta manera :

“No veis esa cosa verdeamarilla ,de ojos parduscos, surcado el ceñudo rostro de duras líneas que
se chocan, su habla una jerigonza bárbara y sanguinaria? Observémosle bien: es pequeño de
cuerpo, la parte posterior del cerebro está desarrollado ampliamente como la del tigre; su acento
imita el acento español, como remedan algunos animales carnívoros los gritos de sus víctimas.
De qué laguna ha salido este batracio? Ninguna piedad en el alma de bronce (...) Sólo quedó
inaccesible ,entre cadalsos y espectros ,el corazón de hiena de Juan Bautista Arismendi.”
(pp.72-73)

En este sentido, González ,sin duda alguna ,imitaba el estilo de los románticos franceses y,

también en cierta manera, la vieja tradición clásica romana, especialmente la de Plutarco y

Suetonio—maestros en el arte de “dibujar” física y moralmente a sus biografiados. Lamartine y

otros románticos que historiaron la Revolución Francesa hicieron esos “retratos” donde se dejaba

constancia de las caracteríticas físicas y morales de los más notables protagonistas de ese

proceso. Los cuadros—hechos por Juan Vicente González—de esos verdaderos “anti-héroes”

patriotas y realistas (Arismendi, Rosete, Boves) permiten a su autor elaborar una visión ,

negativa en extremo , sobre esos individuos. Cosa contraria le ocurre al retratar a su admirado
héroe José Félix Ribas. Este último resulta retratado como el héroe ideal: con su cabellera de

león, su energía y valor en cada combate, su inteligencia, su amor a la patria y a la libertad.

Se pregunta Juan Vicente González porqué ,si Arismendi solamente cumplió las órdenes

superiores de Bolívar y Ribas, atrae sobre sí el recuerdo de las matanzas de los españoles y

canarios víctimas del decreto de <<Guerra a Muerte>>. Su respuesta es que éste no sólo cumplió,

sino que se excedió en tal matanza. Aún más, la llevó a cabo con placer, presenciando

diariamente las ejecuciones, vigilando personalmente que no quedara ningún banquillo vacío sin

el correspondiente prisionero a matar. Y lo que fue todavía más repulsivo, completar esos

asesinatos con enfermos de los hospitales y ancianos indefensos como el célebre “Tío Medina”

de ochentiun años.

La comunicación oficial enviada por Arismendi deja constancia de lo realizado . Dice así :

“Se servirá U.S. elevar a la consideración del excelentísimo general en jefe, que la orden
comunicada por U.S. con fecha 8 de este mes se halla cumplida, habiéndose pasado por las
armas, tanto aquí como en La Guaira ,todos los españoles y canarios que se hallaban presos en
número de más de 800 ,contando los que se han podido recoger de los que se hallaban ocultos ....
Caracas, 25 de febrero de 1814”.

González, ante estas terribles líneas desahoga su rabia y grita “! Es el ogro sangriento, el Barba

Azul de la América, aquella monja de puñal en mano de las antiguas leyendas!” (pp.84-88)

Al historiar las acciones de Arismendi en Barlovento y en el Tuy, sólo destaca sus supuestos

abusos, crímenes y actos de cobardía; dice que éste ,en un combate ,huyó vergonzosamente. Y

agrega, que cuando salió a combatir hacia el Tuy lo hizo “después de mil vacilaciones.”

No cabe duda, que la tremendamente negativa opinión que exhibe González hacia Arismendi,

debió tener alguna explicación que iba más allá de la simple antipatía hacia el personaje.

Echando a un lado la exactitud o veracidad de lo dicho sobre Arismendi, queda claro

que ,personalmente , González resultó una víctima indirecta de esas matanzas producidas en

medio de la Guerra a Muerte. Y no sólo eso, tenemos que comprender además, que esa era la

única manera de cargar sobre un culpable—al que detestaba en lo personal -- la deuda que no

quería cobrarle directamente a su admirado Libertador Simón Bolívar o a su inmaculado héroe

de La Victoria.
Retrato de Francisco Rosete.

“Quién era ese Rosete ,vencedor de Arismendi? Un jefe digno de las turbas que guiaba, sin
mandarlas. Rechoncho, de una blancura sucia ,de andar convulsivo, coronábale una calva
innoble; dos ojos desiguales y saltados acechaban desde sus sienes y arrojaba de los abismos de
su pestilente boca, amenazas y blasfemias. El crimen abyecto había encontrado su figura: el
delirante, el bufón , el energúmeno, el ebrio tenía cóleras frenéticas y sanguinarias; los cuervos
le seguían por el olor ...” (p.96)

Es evidente, que degradando a Rosete, Juan Vicente González degradaba al vencido Arismendi,

sobre quien hace recaer su apasionado juicio histórico. Igualmente, le sirven para ese mismo

propósito, sus retratos de José Tomás Rodríguez “Boves”, José Domingo Díaz y otros. La

pintura de esos tenebrosos realistas, le hace compañía al destinatario favorito de sus

descalificaciones.

Una Nota sobre Boves.

“José Tomás Rodríguez tenía cuanto era necesario para el terrible papel que estaba destinado,
ágil, intrépido, temerario , .... el héroe y el bandolero se confundieron tanto en él, que hubiera
sido difícil arrojar una línea divisoria ... el primer jefe de la democracia venezolana cubre el año
de 14 y a Morillo y a su expedición y a cuanto le rodeaba, como cubre la lava de los volcanes las
ciudades y los campos.” (pp.73-77)

Repetidamente lo califica de infatigable y de feroz pirata, y afirma además, que mientras

“... Bolívar no tuvo nunca en los años que recorremos más de 10.000 soldados .... Boves y los
jefes realistas disponían de todos los hombres del país. (además) los soldados del pirata asturiano
le llamaban <<taita>> ,en muestra de respeto y amor, y él vivía como ellos, dándoles ejemplos
de valor y practicando la igualdad.” (p.107)

Los cuadros seleccionados representan muy bien el estilo utilizado en los despiadados ataques

lanzados sobre esos <<anti-héroes>> . Nada hubiese tenido de extraño que un escritor “patriota”

pintara con negrísimos trazos la persona y la obra de Boves y Rosete; no obstante, si resulta un

tanto raro, que al mismo tiempo, tal historiador se lanzara pluma en ristre a cargar de terribles

calificativos al prócer militar margariteño Juan Bautista Arismendi. Ese retrato, que despedaza

moralmente al que otros han calificado de valeroso luchador por la independencia de su isla de

Margarita y de la patria toda, no le reconoce nada a éste. Todo lo contrario, lo presenta como a
una bestia sanguinaria; como a un ser ignorante, cobarde, inepto, repulsivo. Nadie, que sepamos,

llegó a sufrir algo similar a ese asesinato moral del que resultó víctima el jefe oriental.

Más allá de los hechos concretos que permitieron a González sustentar sus lapidarios juicios

históricos, más allá de las reales razones que tuvo el biógrafo para establecer ese desigual trazado

de aquellas <<vidas paralelas>> debió existir la íntima convicción en éste sobre la superioridad

moral de Bolívar (el amado Padre de la Patria) y de José Félix Ribas, el osado combatiente

muerto en medio de la tragedia de la Guerra a Muerte.

La obra histórica de Juan Vicente González, y específicamente su Biografía de José Félix

Ribas,no es un texto que se atiene a lo que el lector pudiera razonablente esperar de un libro con

ese título. En efecto, si uno creyese que va a conseguir sólo un balance completo de la vida de

Ribas, al culminar su lectura, no termina de entender si lo que tuvo ante sus ojos fue una Historia

de Venezuela durante el período de la guerra a muerte, una diatriba personal contra Juan Bautista

Arismendi, una colección de retratos físicos y morales de variados personajes patriotas y

realistas; o simplemente, algunas noticias sobre la vida y obra político-militar de José Félix

Ribas, colocadas en medio de una narración donde se mezclan lo histórico y los más increíbles

desahogos del autor, que rayan algunas veces en eso que hoy en día se denomina “asesinato de

personalidad”.

A pesar de lo antes dicho, consideramos que este <<clásico>> de la historiografía venezolana del

siglo XIX ejerció una notable influencia en la conciencia histórica de varias generaciones;

incluyéndose entre los que recibieron esa influencia, al autor de Venezuela Heroica, Don

Eduardo Blanco, quien tuvo la oportunidad de oír de los propios labios del autor esas

apasionadas descripciones de las batallas venezolanas.

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NOTAS (Capítulo II, Sección # 4)

(1) Juan Vicente González: José Félix Ribas - Biografía (Prefacio de Rufino Blanco
Fombona) .Caracas, MEN, 1946; Diccionario de Historia de Venezuela (Caracas, Fundación
Polar, 1988. Vol. E - O, pp.325-327) ; Francisco Herrera Luque: “Juan Vicente González” en
<<25 Clásicos Venezolanos>> ,pp.79-87 (Varios Autores, Caracas, Meneven, 1980) ; Presencia
de Juan Vicente González (Selección, Prólogo y Notas del Dr. Virgilio Tosta. Caracas,
Tipografía Garrido, 1954) ; Luis Correa: Tres Ensayos Sobre Juan Vicente González (Caracas,
MRI, 1987) ; Francisco González Guinán : Historia Contemporánea de Venezuela (Caracas,
Presidencia de la República, 1954. ver especialmente tomos I-IV-V-VII-VIII-XV) ;
Pensamiento Político Venezolano del Siglo XIX, Textos para su Estudio <<La Doctrina
Conservadora Juan Vicente González - Tomos I y II >> (Caracas, Congreso de la República,
1983) ; Juan Vicente González, Selección Histórica—Escogida y Prologada por Germán
Carrera Damas (Caracas, Monte Avila Editores, 1978) ; Juan Vicente González, Páginas
Escogidas—Selección y Prólogo de Mariano Picón Salas (Caracas, Monte Avila Editores, 1985)

(2) Virgilio Tosta: “prólogo”, Presencia de Juan Vicente González ..., p.14

(3) Francisco Herrera Luque: Op.cit. p.84

(4) Juan Vicente González - Doctrina Conservadora ... , Op.cit. tomo I, pp.437-438

(5) Juan Vicente González, Op.cit. , p.439

(6) Existe - todavía inédito - un buen trabajo sobre la vida y obra de Juan Vicente González,
escrito por la colega Lucía Raynero M. (Caracas, UCAB, Doctorado en Historia, 1990) .En él
pueden conseguirse valiosas observaciones sobre la obra intelectual de González.
Ver también: Argénis J.Gómez: Juan Vicente González y los Clásicos (Caracas, UCV-FHE,
1979) ; Antonio Mieres: La Historia de Juan Vicente González en sus Fuentes (Caracas,
UCV-FHE, 1977) ; Gonzalo Picón Febres: La Literatura Venezolana en el Siglo XIX. Caracas,
PdeR, 1972; Arturo Uslar Pietri: Letras y Hombres de Venezuela. Madrid, Edime, 1974

(7) Juan Vicente González: Biografía de José Félix Ribas , Op.cit.

(8) F.Herrera L. “ Juan Vicente González” Op.cit.,p.81


(9) Juan Vicente González: José Felix Ribas Biografía . Caracas, Ministerio de Educación
Nacional, 1946.
Para no recargar el texto de repetidas y similares notas, desde acá—que citamos la página 89 --
sólo indicaremos entre paréntesis el número de la o las respectivas páginas.
6. FELIPE LARRAZABAL Y SU OBRA.

Resumen Biográfico del Doctor Felipe Larrazábal.(1)

Este jurista, músico, periodista, político liberal y gran historiador bolivariano, nació en la ciudad

de Caracas el 31 de julio de 1816. En tiempos de la guerra de independencia, sus padres

emigraron a España. Allí el joven Felipe y sus hermanos iniciaron estudios de música, los que

continuó en Venezuela al regresar a la patria después de 1830. Tuvo oportunidad entonces de

cursar estudios en el Colegio de la Independencia regentado por Feliciano Montenegro Colón.

Asimismo, estuvo incorporado junto con sus dos hermanos y otros jóvenes músicos en una

orquesta dirigida por

Toribio Segura hacia 1839.

“Para esa misma época, ya colaboraba en la prensa caraqueña donde publicaba encendidos
artículos políticos. El 20 de agosto de 1840 forma parte del grupo fundador del Partido Liberal.
En 1842 recibió el Doctorado en Derecho en la Universidad Central de Venezuela. En 1843 se
encontraba entre los redactores del periódico El Liberal y, en 1845, fundó su propio periódico
El Patriota.” (2)

Participó activamente en la lucha política de su tiempo. Como liberal aupó la candidatura del

tribuno Antonio Leocadio Guzmán, pero debido a un poco conocido problema judicial , tuvo que

irse al extranjero, hasta que pudo regresar sólo después que el gral José Tadeo Monagas se

distanció de los godos o conservadores y nombró al Dr. Sanabria ministro del Interior. Bajo ese

nuevo clima político, regresó Larrazábal al país, y posteriormente , ocupó importantes posiciones

públicas durante esa época de los hermanos Monagas, entre otras, gobernador provincial de

Caracas, diputado, co- redactor de la ley de abolición de la esclavitud. Después de la guerra

federal, fundó en 1863 el muy importante diario titulado El Federalista y pudo ingresar a la

docencia universitaria. En 1864, fue llamado a ejercer la cátedra de Derecho Público en la

Universidad Central; de esa época datan sus Principios de Derecho Público (1864). En 1865,

logró publicar finalmente en Nueva York su Vida del Libertador Simón Bolívar. Su viaje a los

Estados Unidos y Europa parece que lo hizo bajo los auspicios del gobierno nacional quien

financiaba la edición de su importante obra histórica. (3)


Suponemos que esta fecha - la de 1865 - indica que lo que anunciaba en su carta al general
Antonio Guzmán Blanco, fechada el 22 de mayo de 1863, no lo realizó entonces. En esa misiva,
entre otras cuestiones, le anuncia que va a viajar a los Estados Unidos de América con el objeto

de “dar a la estampa, con más comodidad y prontitud ,la correspondencia general del Libertador
Simón Bolívar. Esta obra [dice] será el más bello monumento que se eleve a la gloria de
Colombia y de su autor. América la leerá con entusiasmo ,y Europa envidiará la dicha de haber
producido un genio como el de Bolívar: el mayor que el mundo ha conocido.”(4)

En sus tareas como músico, dedicó sus últimos años a organizar un Conservatorio (Caracas,

1868). Como dirigente y periodista político liberal, apoyó en un principio al gral Antonio

Guzmán Blanco. No obstante, se fue distanciando del <<Ilustre Americano>> hasta romper

definitivamente con él. Después de haber sido director del <<Conservatorio de Bellas Artes>> y

miembro de la <<Alta Corte Federal>> fue expulsado hacia el exilio por conspirar junto con

Matías Salazar. Este último, al reincidir en su rebeldía contra Guzmán ,fue fusilado

aparatosamente en 1872.

Larrazábal quedó exiliado y sin dinero, pues sus bienes le fueron embargados. Desde Curazao,

donde se había refugiado, viajó hacia Nueva York y desde allí se dirigió a Francia para publicar

otra parte de su obra histórica. En ese trágico viaje, perdió la vida en un naufragio que también se

llevó al fondo de los mares unos tres mil folios manuscritos de documentos y de sus obras

inéditas: Cartas del Libertador y una Biografía de Sucre, entre otras.

Una de las reseñas del fallecimiento de Larrazábal en 1873 la conseguimos en la obra de

González Guinán. Se dice allí que el naufragio ocurrió en las cercanías de las costas inglesas, a

bordo del vapor <<Ville du Havre>> .González Guinán lógicamente tomó el dato de la prensa de

la época, que recogió esa noticia. Blanco Fombona en su <<Prólogo>> a la edición modernizada

de la obra (Madrid, 1918) ratifica esa información. (5)

La polifacética obra de Larrazábal abarcó aportes como ejecutante y compositor (Trío para

piano, violín y violoncelo); como hombre de letras, se le reconoce como un típico representante

del Romanticismo en Venezuela; políglota, conocía ampliamente el latín y el griego antiguo, y

entre las lenguas vivas, el inglés, el francés y el italiano. Como historiador, fue uno de los más

notables pioneros en la recopilación de la documentación relacionada con la vida y obra del

Libertador Simón Bolívar. Finalmente, su ideario político liberal se nutrió de los principios de la
Revolución Francesa, y en muchos aspectos, fue un hombre de ideas avanzadas. Ello lo

demuestra su defensa de la agricultura, de la libertad de prensa, de la abolición de la esclavitud y

de la pena de muerte, así como los planteamientos a favor de la protección hacia los huérfanos

de la guerra y su oposición a la autocracia guzmancista. (6)

La Obra Histórica Mayor del Doctor Felipe Larrazábal.

El espíritu romántico de este historiador, su sensibilidad nacionalista expresada hasta en

detalles como lo fue el bautizar a su periódico <<El Patriota>> , y sobre todo, su temprana

pasión bolivariana que le llevó a dedicar buena parte de su vida a recopilar miles de cartas y

otros documentos relacionados con la historia del Libertador lo llevó a consagrar los años finales

de su vida a la escritura de una obra que cantara la gloria de los héroes de la patria encabezados

por Bolívar y Sucre.

Cuando era sólo un joven periodista, escribió en El Venezolano (# 264, 10-12-1844) un

encendido artículo que tituló “Ojeada Histórico-Política ,sobre Venezuela en los catorce años de

su administración constitucional”. En medio de todo su alegato oposicionista en contra de la

gobernante oligarquía, dice ,refiriéndose al auspicioso inicio de ese período (1830-1831) que

“”subsistía ,aún, viva la memoria del gran Bolívar. Su sombra velaba sobre los destinos de

Venezuela.” (7)

Ya se adivinaba en juicios como esos lo que sería su trabajo histórico futuro. No obstante que la
publicación de su libro ocurre en 1865 y 1866, el prólogo de éste está fechado en Caracas, en
mayo de 1863. Ello hace suponer que la obra ya estaba lista para entonces y sólo esperaba
obtener los recursos para hacerla publicar en Nueva York. Asienta Blanco Fombona, que dicha
historia debió ser escrita entre 1850 y 1862 , pues una “obra semejante no se improvisa. Para

prepararla [dice] se necesita nutrida documentación ,compulsa de datos, varia lectura pertinente,
y previa asimilación de lo leído ya en manuscrito, ya en obras estampadas, tanto para penetrar la
psicología del personaje que se estudia como la época en que ese personaje figuró y va a
aparecer actuando.” (8).
Larrazábal, envuelto en el romanticismo de la escuela de Chateaubriand, enamorado de la

literatura, de la libertad y de los héroes se echó sobre sus hombros la tarea de convertir al

Libertador en un semidiós.

Cuando el día 28 de octubre de 1866 se celebraba el aniversario del Padre de la Patria (para

entonces lo que se celebraba era ese onomástico - día de San Simón - y no el 24 de julio)

aparecía el segundo y último tomo de la Vida de Simón Bolívar escrita por el doctor Felipe

Larrazábal.

En esa oportunidad, el erudito literato Felipe Tejera enjuicia la valía de Larrazábal como

historiador, y especialmente, a su obra recién salida de las prensas. Dice Tejera, citado por

González Guinán:

“Empero la Vida del Libertador ,que es su obra mejor trabajada, más que una historia ,nos
parece un panegírico; más que la biografía de Bolívar, es el canto del héroe, pero un canto tan
apasionado que raya en el lirismo y forma un Dios del maravilloso guerrero. Todavía Aquiles ,en
la epopeya, tenía el talón vulnerable; Bolívar ,en la historia de Larrazábal, no tiene un punto
flaco, deja de ser hombre y se transforma en ángel. En efecto, no se le ve allí en su talla
gigantesca como hombre, con sus aciertos y sus errores , con sus claridades y sus sombras, sino
en una apariencia de fantasma olímpico que ciega con la inmensa irradiación de su divina gloria.
Como se ve, tal podrá ser el héroe épico ; pero tal no puede ser el héroe histórico. Dejemos a
Olmedo la deificación del grande hombre ,y que nos lo presente al sonoro ritmo de sus
pindáricos versos como el Hijo de Colombia y Marte: <<Pero uno es escribir como poeta , según
el dictamen de Cervantes, y otro como historiador ; el poeta puede contar o cantar las cosas no
como fueron ,sino como debían ser, y el historiador las ha de escribir no como debían ser ,sino
como fueron, sin añadir ni quitar a la verdad cosa alguna.>> Se ha creído entre nosotros que
señalarle errores al Libertador es menoscabar su grandeza, y así, con singulares excepciones,
nuestros historiadores nos ofrecen la figura de Bolívar no como un hombre sujeto a las flaquezas
de la condición humana, sino como un ente divino incapaz de pecado. De ahí que el retrato del
héroe carezca de aquellas sombras naturales que necesita para que resalten sus raras
perfecciones, y que nos ofrezcan en la Historia una personalidad inverosímil, trocando así la
verdad en el mito. Tal es el Bolívar que nos describe Larrazábal :especie de guerrero mitológico
a quien envuelve siempre una nube fulgurosa. Por eso la obra ,en nuestro sentir, falla en su
condición más esencial de historia, pues parece relatar los acontecimientos más para maravilla y
asombro del lector que para enseñanza y provecho de los hombres.” (9)

Igualmente Francisco González Guinán cita otro juicio sobre Larrazábal y su obra. Dice que un

escritor extranjero, el redactor de La Voz de la América, (del cual no aporta mayores detalles)

emite un juicio favorable sobre la misma. Veamos este otro punto de vista, que seguramente

incorporó el autor para balancear el asunto sometido a su consideración:


“De la lectura de la obra del señor Larrazábal - dice - resulta lo que ya sospechábamos ,que
Bolívar no fue grande como guerrero únicamente ,sino como estadista y como hombre. Bajo
estos tres aspectos reunidos ,no ha presentado todavía la América hombre que le iguale, aunque
haya habido más de uno que le haya superado en prudencia y fortuna. Ninguno de los que
registra la historia contemporánea en la categoría de los grandes y célebres , ha mostrado más
constancia que Bolívar ,comprensión más vasta, mayor firmeza. Tanta grandeza, figura tan
colosal, no podía menos de exitar la admiración en unos ,en las almas nobles y bellas; envidia en
otros , en aquellos espíritus mezquinos y rastreros para quienes la gloria ajena es un tormento
insoportable . Estos , en su afán de eclipsar el sol , inventaron manchas ,hicieron creer en su
existencia ,y propagaron que Bolívar aspiraba a coronarse Rey de los pueblos que había liberado,
o a plantear la monarquía. El señor Larrazábal ,con copia de documentos fehacientes ,con
argumentos de una verdad y elocuencia arrebatadoras, justifica a su héroe del cargo, del único
con que sus enemigos han pretendido oscurecer una gloria cuya refulgencia será mayor a medida
que avancen los tiempos. Por tamaño triunfo damos la enhorabuena al autor de la Vida de
Bolívar, en lo que no hacemos otra cosa que anticiparle los parabienes de la posteridad
agradecida. De hoy en adelante ,no sólo será inútil, sino una verdadera locura ,un alarde ridículo
de argucia, rebajar en lo más mínimo la limpia fama del gran Bolívar. Que se apegó al mando,
que se creyó el único capaz de gobernar a sus compatriotas, tal vez puedan achacarle como falta;
pero que aspiró a la corona o que pensó erigir una monarquía en Colombia, esto ya no es posible
probarse ni siquiera cohonestarse ....
Como obra de arte , la historia del señor Larrazábal merece todo elogio. El estilo es ameno y
levantado; la narración ,clara y medida; el método ,natural. Por todas estas prendas ,la obra está
destinada a vivir tanto cuanto la memoria del héroe que le dio origen y le sirve de asunto.” Y
agrega, González Guinán para cerrar ,esta vez con su propia reseña: “en Venezuela la obra del
Doctor Larrazábal fue muy discutida. En los Estados Unidos de Norteamérica alcanzó muchos
aplausos y fue vertida al inglés. El presidente norteamericano señor Johnson dirigió una carta de
felicitación al señor Larrazábal. (10)

En el ya antes citado <<Prólogo>> de Rufino Blanco Fombona a la obra de Larrazábal, el gran


admirador ,pero asimismo, duro crítico, señala los que denomina “lunares de la biografía”. En
efecto , se afirma que el biógrafo presenta a un héroe político siempre de parada; estuviese éste
en el campamento, en los congresos o en el bufete. Nunca está presente “el hombre de todos los
días”. Cree el prologuista que en ese sentido, es decir - en eso de retratar el hombre concreto -
obras como las de O’Leary y la de Perú de la Croix son superiores. Otros defectos anotados son
los siguientes: (a) la admiración hacia el biografiado y el estilo altisonante que tal admiración
produce. (b) no siendo Larrazábal militar, no logra explicar de manera adecuada las campañas y
batallas. © no considera la influencia del medio social sobre Bolívar ni la reacción de éste sobre
la sociedad de su época. (d) el lector queda ayuno de información geográfica sobre el teatro de
operaciones del héroe. (e) no hay tratamiento de la influencia de la revolución y de Bolívar más
allá del Perú. (f) tampoco se examinan los nexos entre la revolución americana, la de los Estados
Unidos de América y los movimientos políticos e ideas de Europa. (g) la constante
animadversión contra los jefes españoles que hicieron la guerra, especialmente contra Morillo.
(h) no es un relato impersonal y objetivo, el propio autor tercia en el relato dirigiéndose a los
lectores. (i) abruma a Bolívar con adjetivos de loa, con admiraciones y exclamaciones de
entusiasmo. (11)

No obstante ofrecer esas fuertes críticas sobre la obra, de seguidas, balancea el juicio anotando

las excelencias de la misma.

Destaca primeramente “ la honradez histórica del biógrafo , su estudiosa abnegación y la

capacidad brillante ,pertrechada de innúmeros conocimientos, con que emprendió y llevó a


término su obra. Uno de los principales méritos de la Vida de Bolívar por Larrazábal—aparte
del mérito exclusivamente literario, que es de primer orden -- consiste en que Larrazábal apoya
su relato en preciosos documentos insertos en el texto, ya íntegros, ya en parte, siendo
muchísimos de estos documentos pacientemente allegados ,en larga búsqueda ,por él. Es más:
esta Vida de Bolívar debía servir como introducción—introducción un poco larga , es cierto—a
la <<Correspondencia o Epistolario del Libertador>>. Por eso las primeras ediciones de esta
biografía llevan como título: <<Correspondencia General del Libertador Simón Bolívar>> ; y
sólo en un paréntesis se lee: Precede a esta colección interesante la Vida de Bolívar.” (12)

Se cierra esta parte del trabajo transcribiendo el juicio del propio Larrazábal sobre su obra. Dice

el biógrafo de Bolívar que el amargo deber de vindicar a América llevaría su pluma más allá ,

demostrando la justicia de la revolución y oponiendo al resentimiento de Toreno y de los suyos

tres siglos de agravios y de usurpaciones ; tres siglos de ignorancia ,de servidumbre y de

crueldad ; pero teme hacer demasiado difuso el tratado y transgredir los límites necesariamente

estrechos de una historia ,que no es la historia de la opresión sufrida, sino la del levantamiento
contra ella y de los hechos del magnánimo Libertador.(13)

Las Fuentes.

La obra de Larrazábal descansa fundamentalmente en dos tipos de fuentes. La primera y más

ampliamente citada es su propia colección de cartas, proclamas y otros documentos

bolivarianos. Pudiera decirse que la información de ese origen sustenta lo fundamental de su

discurso histórico. Cuando abandona ese sustrato documental ,soporte de sus juicios sobre la

vida y obra del Libertador, y se dedica entonces a relatar en estricto orden cronológico la historia

del proceso independentista, lo hace sintetizando la información ya ampliamente expuesta por

José Manuel Restrepo, Feliciano Montenegro Colón y Rafael María Baralt. Junto con las

referencias a la obra de estos historiadores de la república, se consiguen reiteradas acotaciones—


pero para cuestionar sus puntos de vista --- a las obras de Mariano Torrente y de José Domingo

Díaz. A estos escritores, realistas furibundos, se les cita para enfrentar sus versiones, aunque al

hacerlo no va más allá de los cuestionamientos que ya conocemos, realizados por Montenegro en

su propia obra.

Es un aspecto notable en la obra de Felipe Larrazábal la incorporación que hace en su narración

de numerosas expresiones en latín - a manera de epígrafes - extraídas de las obras clásicas de la

historia y la literatura romana; igualmente se citan obras y autores griegos. La mención de frases,

personajes, batallas y otros momentos memorables de la antigüedad clásica enriquecen el

discurso , que aunque tiene como centro a Bolívar , se le presenta en un contexto donde desfila

Tácito, Cicerón, Catón, César, Favio, Juvenal, Ovidio, Virgilio, Horacio, Lucrecio, Justiniano,

Solón, Tulio, Polibio, Séneca, Augusto, Homero, Jenofonte, Pericles, Demóstenes, Alejandro y

Aníbal.

Variadas referencias a autores como Voltaire, Boileau, Milton, textos bíblicos (Lucas, Jeremías)

y una amplia variedad de obras y autores contemporáneos permiten comprobar el alcance de la

formación jurídica, filosófica, literaria e histórica del políglota autor. Ella queda expuesta

favorablemente en ese manejo magistral de los clásicos, de los que saca amplio provecho al

escribir su biografía de Simón Bolívar. (14)

*****************************************

NOTAS (Capítulo II, Sección # 6)

(1) Utilizaremos como fuentes fundamentales para esta sección , la síntesis de su vida que
aparece en el Diccionario de Historia de Venezuela (Caracas, Fundación Polar, 1988) ; la obra
de Francisco González Guinán: Historia Contemporánea de Venezuela (Caracas, 1954) -
tomos III, IV, VIII, IX, X, XV ; el trabajo de Gonzalo Picón Febres: La Literatura Venezolana
en el Siglo XIX (Caracas, PdeR, 1972) , y finalmente, el <<Prólogo>> escrito por Rufino Blanco
Fombona para la edición “modernizada” (Madrid, 1918) de la Vida de Simón Bolívar de Felipe
Larrazábal.

(2) Diccionario de Historia de Venezuela. (op.cit.)


vol. E-O, pp.656-658
(3) Diccionario ..., op.cit. ,p.657
Francisco González Guinán: Historia Contemporánea de Venezuela, t.IV, pp.363-364; t.VIII,
pp.155-158 y p. 394.

(4) Liberales y Conservadores (Textos Doctrinales - tomo I - Vol. 10, Pensamiento Político
Venezolano del Siglo XIX, Textos para su Estudio). Caracas, 1983
p.421

(5) n.a. En la primera edición del Diccionario ... .Caracas, Fundación Polar, Op.cit. conseguimos
cierta disparidad en la información. Se señala allí que el Doctor Larrazábal murió en el Mar
Caribe, entendiéndose que esto ocurrió durante el viaje entre Curazao y Nueva York. Nos parece
que esto no es exacto.

(6) Diccionario ... Op.cit.


Francisco González Guinán: Op.cit. t.X, pp.232-233
Rufino Blanco Fombona: <<Prólogo>> a la edición modernizada y editada en Madrid, 1918 de
La Vida de Bolívar de don Felipe Larrazábal. pp.3-4

(7) Liberales y Conservadores (op.cit.) ,p.294

(8) Rufino Blanco F. “Prólogo” ,Op.cit.,p.4

(9) Francisco González G. :Historia.... Op.cit.


(citando a Felipe Tejera) . Tomo VIII, pp.473-474
Véase también, Gonzalo Picón Febres: Op.cit.
En dicho estudio se hacen repetidas referencias al <<Romanticismo>> del Dr. Larrazábal.

(10) Francisco González Guinán: Op.cit. tomo VIII,


pp.474-475

(11) Rufino Blanco Fombona: Op.cit. pp.5-8

(12) Rufino Blanco Fombona: Op.cit. p.8

(13) Larrazábal: Op.cit. vol.I,p.115

(14) Unos catorce fragmentos en latín, así como variados ejemplos o comparaciones con
personajes o eventos de ese mundo clásico nos dan una idea sobre las lecturas y las ideas del
autor estudiado. Tomemos algunas como muestra: Comentando la batalla de Los Horcones, en la
cual J.F.Ribas el 22-7-1813 derrota a los realistas “con un arrojo digno de los tiempos de la
gloria romana” (t.I,p.189) ; “sólo Bolívar, que sacaba de las desgracias nuevo vigor, mayor
aliento y cuyo esfuerzo ,como el de Aníbal ,brillaba en los reveses ...” (t.I,p.256) ; “marcha
gloriosa digna de César y de Alejandro” (t.I,p.327) ;la Batalla de Carabobo “la Farsalia de
Colombia” ( t.II, p.250) ; Homero: “la magnanimidad es la virtud de los héroes” (t.II,p.307).

Véanse además, entre otras, estas otras páginas: tomo I, pp. 136, 230, 278, 289, 294, 307, 328.
tomo II, pp. 50, 68, 117, 146, 180, 225, 229, 242, 251, 259-261 , 307, 312, 318, 343. Tomo III,
pp. 9, 16-17 , 35, 78, 241, 263.
7. EDUARDO BLANCO Y SU OBRA

Antes de entrar en materia, necesario es ofrecer una justificación sobre la presencia de este
literato venezolano en el grupo de los historiadores escogidos para este trabajo. Debe entenderse
que tal selección obedece a la importancia de su obra titulada Venezuela Heroica ,la que no
obstante ser usualmente considerada más como una obra literaria (poema en prosa) contribuyó en
gran medida a la formación de la conciencia histórica de los venezolanos desde entonces.

Rasgos Biográficos del autor de Venezuela Heroica. (1)

Nació en Caracas el 26 de diciembre de 1838 ,y ya en pleno siglo XX, el 30 de enero de 1912,

fallece ,anciano y admirado, en su ciudad natal. (2) Fue un escritor y político con destacada

actuación en las letras nacionales. Su primera formación educativa la recibió en el colegio <<El
Salvador del Mundo>> dirigido por Juan Vicente González, quien ,no lo dudamos, despertó en

él, desde muy temprano, la pasión por la historia y sus héroes.

Aunque algunos de sus maestros parece que no lo consideraron un discípulo brillante, terminados

sus primeros estudios, aprendió francés y se dedicó a leer toda esa literatura <<Romántica>> de

la época, representada por Víctor Hugo, Dumas y otros. A ese respecto plantea Gonzalo Picón

Febres que “si madama Stáel ,Chateaubriand y Lamartine se sienten palpitar en el estilo de

Juan Vicente González y don Felipe Larrazábal ,la huella de Víctor Hugo se ve honda en el

orador Calcaño ..., en Eduardo Blanco ... y en Cecilio Acosta.” (3)

Muy joven se interesó por la carrera de las armas, ya para 1859 era oficial del ejército nacional, y

entre 1861 y 1863 , sirvió en el cuerpo de edecanes del general José Antonio Páez, presidente

dictatorial que enfrentó la larga Guerra Federal. Tuvo la suerte de poder acompañar al general
Páez a las infructuosas conversaciones de paz con el máximo jefe de la revolución - Juan

Crisóstomo Falcón - en las cercanías del Campo de Carabobo, el 8 de diciembre de 1861. Según

acreditados testimonios (entre otros, el de Santiago Key Ayala) , pudo recorrer aquel antiguo

campo de batalla lleno de inmortales recuerdos, en compañía del “Centauro de los llanos” quien

se encargó de saciar la curiosidad histórica del joven oficial y futuro cantor de la gesta patria. En

esa ocasión, el general Juan Crisóstomo Falcón le dijo al joven y deslumbrado oficial, que

aquellos recuerdos que iban saliendo de la boca del guerrero, eran la Ilíada contada por el

mismo Aquiles..(4)

Una vez que se produjo su retiro de la vida militar en 1863, al solicitarle a su jefe José Antonio

Páez ,la respectiva separación del servicio, viajó y leyó mucho durante los años siguientes. El

antiguo coronel se dedicó al periodismo, la literatura y la historia. Se dio a conocer con un estilo

donde se dejaba traslucir “la misma arrogancia varonil, la misma complexión nerviosa que se

advierte en su persona.” Y acota además Picón Febres, que desde que inició su colaboración en

periódicos como La Tertulia (1874) este “ostentoso prosador” produjo de inmediato “el

asombro en todos los literatos viejos y en muchos de los jóvenes ,que no sospechaban al escritor

debajo del dormán del coronel que en mucho tiempo fuera gallardísimo edecán del Ciudadano

Esclarecido. (5)

Otros periódicos como La Entrega Literaria (1882) y La Causa Nacional (1882) harán

conocer también sus colaboraciones, algunas veces utilizando seudónimos. Su labor literaria la

coronará con la publicación de sus libros Una Noche en Ferrara (1875) y Lionfort (1879) , este

último un drama en tres actos, ambas obras lo identificaron plenamente dentro del Romanticismo

venezolano. Continuó su actividad de escritor con la publicación en 1881 de su más conocido

libro, Venezuela Heroica (6) ; y un año después (1882) ,salen a la luz sus Cuentos Fantásticos

y su famosa novela Zárate, en la que “se percibe la influencia de Víctor Hugo y que ha sido

considerada por algunos críticos literarios, en particular el padre Pedro Pablo Barnola, como

la primera novela auténticamente venezolana.” (7)

Dicha novela , fue publicada en dos volúmenes , y según Gonzalo Picón Febres ,

“en el primero de ellos transparenta mayor habilidad que en el segundo ... [dice que este] tomo
no es sino la adulteración lamentable de lo que en el primero vive y se mueve con verdad ... En
Zárate [agrega Picón] vale más todo el conjunto que los episodios, valen más las descripciones
de la naturaleza y las costumbres que la parte novelesca (...) El bandido Zárate parece mostrar en
su carácter arrojado algo de resistente bronce de aquellos luchadores impertérritos de Venezuela
Heroica”. [Y agrega que, ] años después que Zárate, en El Cojo Ilustrado aparecieron algunos
episodios nacionales de don Eduardo Blanco. A pesar de los hábitos románticos tan arraigados
en su ingenio, son esos episodios lo más digno del elogio , excepción hecha del primer tomo de
Zárate, que ha salido de la pluma del celebrado escritor venezolano en su fase de o condición de
novelista; pero necesario es decirlo con franqueza : el nombre interesante de don Eduardo Blanco
no habrá de perdurar por sus novelas, sino por Venezuela Heroica, libro en el cual hay cuadros ,
como el de la batalla de Carabobo, de deslumbradora belleza.”(8)

Eduardo Blanco estuvo entre los fundadores de la Academia Venezolana de la Lengua ,instalada

por el presidente Antonio Guzmán Blanco, con motivo del Primer Centenario del natalicio del

Libertador Simón Bolívar en 1883 y también fue miembro de la Academia Nacional de la

Historia, creada por decreto promulgado el año 1888 por el presidente Juan Pablo Rojas Paúl. (9)

En los años sucesivos escribe y publica Las Noches del Panteón como un homenaje al Gran

Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en el Centenario de su Natalicio (1895) ;Fauvette

(1905) ; y su obra póstuma, Tradiciones épicas y cuentos viejos en 1914.

De gran importancia fue su actividad como colaborador en El Cojo Ilustrado a partir de 1896,

revista que le sirvió de privilegiada ventana para su talento literario.

Junto a este hombre que llegó a la ancianidad aferrado a su pluma de escritor, estuvo su otra

identidad, la del hombre público que ocupó la cartera ministerial de Instrucción Pública en el

primer gabinete de Andueza Palacio en 1890; y las de Relaciones Exteriores (1900-1901) y de

Instrucción Pública (1903-1904; 1906) durante el gobierno de Cipriano Castro, quien fue uno de

sus admiradores más entusiastas. Se dice que “cuando Cipriano Castro [llega] a Caracas, con
su

pierna enyesada y rodeado de cortesanos, el primer hombre a quien quiere conocer es al autor
de aquellas páginas que hicieron arder su pecho con el más encendido—y sobre todo
churrigueresco—patriotismo. Eduardo Blanco habrá terminado entonces, y definitivamente, su
travesía del desierto político ...” (10)

Sólo resta decir que Eduardo Blanco se ganó un lugar en el firmamento histórico-literario

venezolano, no por sus acciones en el campo militar o en el del mundo político-burocrático (lo

cual parece obvio) ,sino por la escritura de Venezuela Heroica que lo sembró en la conciencia

de sus compatriotas de Venezuela e Hispano América.


Eduardo Blanco, Cantor de la Gesta Venezolana.

Afirma Pedro Grases que “si los sucesos de la Epopeya Emancipadora del Continente

hispanoamericano hubiesen ocurrido ocho siglos antes, seguramente un espíritu gemelo al de


Eduardo Blanco los hubiera convertido en tema de un Cantar de Gesta, como los que han
inmortalizado en la historia de la humanidad los nombres de Rolando, el Cid o el de los
Nibelungos .... sin embargo, en pleno siglo XIX , Eduardo Blanco ... cinceló en prosa poética , en
Venezuela, el mismo mensaje que los vates anónimos entregaban en otros tiempos a los juglares
para que los transmitiesen de viva voz al gran auditorio de las gentes que no sabían leer.(...)
Así, toda la obra de Eduardo Blanco pulsa la cuerda sensible de la poesía épica, aunque sea
expresada en prosa. Y el pueblo comprendió la nobleza y la elevación de cuanto quiso
comunicarle el autor de Venezuela Heroica ,cuyas páginas han estremecido de emoción a
sucesivas generaciones de niños ,jóvenes y adultos ,quienes desde 1881 , se han sentido
interpretados íntimamente en la apasionada relación de los cuadros del gran libro: La Victoria,
San Mateo, Las Queseras , Boyacá, Carabobo, Sitio de Valencia, Maturín, La Invasión de los
Seiscientos, La Casa Fuerte, San Félix, Matasiete.” (11)

Tal vez por haber empezado relativamente tarde su carrera literaria (tenía ya cuarentidós años

cuando publica Venezuela Heroica) , el medio intelectual caraqueño de entonces vio en aquello

signos de mediocridad o de pereza ; y , por eso, fue aureolado con una insidiosa <<leyenda

negra>> por muchos críticos y periodistas, que en medio de ese clima de pesimismo general,

propalaban dolorosas acusaciones infundadas contra Blanco. Dirán irresponsablemente que

plagió un manuscrito, atribuido, (según el momento) a sucesivos autores: Fermín Toro, Yanes,

los hermanos Manrique Jerez, o algún pariente olvidado del propio Blanco.

Esa “urticante leyenda” es la misma que ha perseguido a otros valiosos intelectuales. Lo curioso,

es que de esos que sólo descalifican a los que escriben y publican ,generalmente la posteridad no

recuerda nada de su insignificante existencia, mientras que los criticados, casi siempre terminan

reivindicados apoteósicamente, aunque sea a los setentidós años, seis meses antes de morir,

como fue el caso de Eduardo Blanco, a quien la noche del 28 de julio de 1911 “coronaron”

simbólicamente y le obsequiaron una pluma de oro, en acto solemne en el Teatro Municipal de

Caracas, (12)

Buena parte de la crítica realizada sobre la obra de Blanco (Venezuela Heroica) no ha sido

hecha por historiadores sino más bien por literatos. A pesar de todas las descalificaciones, al

libro como tal, no se le ha podido demostrar que no fuese <<historiográficamente>> correcto.

Cuestiones de estilo aparte, la información histórica incorporada en la narración es fidedigna. Lo


dicho allí, es cierto y verificable, considerando autorizados testimonios ,entre ellos, los de Yanes,

Montenegro, Baralt, Austria, Páez; así como la documentación existente. Compárese lo esencial

de los datos que forman la médula de cada uno de los cuadros, con lo que podía leerse en la

historiografía de entonces ,y se verá ,que si bien es inútil buscar en la obra un frío análisis

científico del pasado, también es cierto que sería injusto solicitar algo que la obra, en primer

lugar, no ofrecía.

R.J. Lovera de Sola en un incisivo “Prólogo” a la obra, escrito para la edición centenaria de la

misma así como en su ensayo inserto en el Boletín de la Academia Nacional de la Historia

antes citado, hace una valoración crítica muy interesante , apelando a los muy pertinentes juicios

de Mario Briceño Iragorry, Key Ayala, Manuel Caballero, J.L. Salcedo Bastardo y otros

historiadores venezolanos.

Llama especialmente la atención , por ejemplo, la cita que hace sobre lo planteado por Caballero.

Este consideró que el libro de Eduardo Blanco resistía sin dificultades una exigente crítica

historiográfica. Tal opinión la sostenía, apartando el hecho de estar o no de acuerdo con su

manera de concebir la escritura de la Historia, es decir, la concepción de la Historia como

narración de hechos guerreros, el uso de los adjetivos y juicios de valor, la mitología patriótica,

etc. En tal sentido, de acuerdo con lo sugerido por Caballero, no era fácil “acusar a Blanco de

haber hecho un trabajo descuidado desde el punto de vista historiográfico” ,considerando que esa

corriente romántica, apelaba a la imaginación hasta llegar a sustituir con ella a la verdadera

Historia. (13)

Por último, existe un criterio que puede considerarse para finalizar esta discusión, este es, el

éxito

que tuvo este texto, catalogado por el prócer cubano José Martí como “un libro de lectura de los

colegios americanos ... [que] todo hombre debe escribirlo, todo niño debe leerlo, todo corazón
honrado, amarlo. [pues] de ver los tamaños de los hombres, nos entran deseos irresistibles de
imitarlos ... [dice Martí en sobrio juicio que el poema en prosa escrito por Blanco] ... es
patriótico ... es un viaje al Olimpo ... [pues] cada casa venezolana tiene allí sus dioses lares: los
Cedeño, los Jugo, los Montilla, los del hermoso Anzoátegui, los Ibarra, los Silva, los Urdaneta;
toda la nobleza de la libertad tiene allí su cuna: no tuvo un pueblo jamás mayor nobleza. --- Y los
bravos ingleses son loados. Y a los españoles ,luego de vencidos ,no se les injuria. (...) Es como
una tempestad de gloria ...” (14)
El impacto de la obra, producido por el éxito editorial que significó vender inicialmente unos

2.000 ejemplares en aquella pequeña ciudad que era la Caracas de entonces, así como las

sucesivas reediciones del libro hasta nuestros días, indican que no se trataba de un texto histórico

más.

Honestamente, no se puede afirmar que toda la información histórica recogida en sus páginas,

significase un aporte original en términos científicos. En realidad, como ya se dijo, la obra no

pretendía sino presentar una síntesis de aquellos episodios de la historia de la guerra de

independencia, en forma tal, que lo “literario” (la celebrada prosa poética) pasaba a primer plano.

Es decir, esos <<cuadros>> que con gran dramatismo acercan al lector a ese glorioso pasado,

representan lo esencial de la propuesta o aporte del autor.

**********************************

NOTAS (Capítulo II, Sección # 7)

(1) Diccionario de Historia de Venezuela. Caracas, Fundación Polar, 1988 (tomo A/D, p.378) ;
Francisco González Guinán: Historia Contemporánea de Venezuela. Caracas, 1954 (tomos:
XII ,XIV , XV) ; “Prólogo” a la edición de Eduardo Blanco: Venezuela Heroica. Caracas,
Monte Avila Editores, 1972 ; “Eduardo Blanco y Landaeta Rosales” en Pedro Grases: Otros
Temas de Bibliografía y Cultura Venezolana. Caracas, 1978 ; Arturo Uslar Pietri: Letras y
Hombres de Venezuela. Madrid, Edime, 1974 ; J.Salgado :”Prólogo” a Venezuela Heroica.
Madrid, Editorial Castellana, 1978 ; R.J. Lovera de Sola : “Prólogo” a Venezuela Heroica.
Caracas, Alfadil, S.A. ,1981 ;R.J. Lovera de Sola: “Eduardo Blanco en su Contexto - A propósito
de los Cien Años de Venezuela Heroica” ,pp.445-459 , Boletín de la Academia Nacional de
la Historia, (#258, abril-junio 1982) .Caracas, ANH, 1982; Gonzalo Picón Febres: La
Literatura Venezolana del Siglo XIX. Caracas, PdR, 1972 ; Colette Siwka:Historia, Biografía
y Literatura - Venezuela Siglo XIX.Caracas, UCV, 1982 ; Héctor Parra Márquez: Esbozo de
las Academias. Caracas, ANH, 1983

(2) R.J. Lovera de Sola: “Eduardo Blanco en su Contexto ...” Boletín de la Academia Nacional
de la Historia ,Op.cit. p.445
En este trabajo, su autor corrige una inexactitud que aparece en muchas de las notas biográficas
de los escritores que han tratado el tema, incluyendo al propio Lovera De Sola que así lo señala
(en su caso, el prólogo a la edición de Venezuela Heroica en Alfadil) .Indica que la fecha (26-
12-1838) establecida por el profesor Augusto Germán Orihuela es la cierta y no esa que se ha
venido repitiendo.

(3) Gonzalo Picón Febres: Op.cit. p.158

(4) “Prólogo” a la edición de Venezuela Heroica. (Monte Ávila, Editores, C A. 1972) t.I,p.8 ;
R.J Lovera de Sola: “Eduardo Blanco en su Contexto ...” Boletín ... Op.cit. p.446
(5) Gonzalo Picón Febres: Op.cit. p.366

(6) Véase en Siwka Colette: Op.cit. algunas interesantes consideraciones sobre el


<<Romanticismo>> ,la historia literaria , la novela histórica, la novela biográfica y la biografía
histórica en Venezuela. Señala que la bibliografía sobre esta temática es casi inexistente en el
país, y que en los estudios críticos , a veces, una misma obra es considerada bajo más de una de
estas categorías; siendo el caso más notorio en este sentido, el de Venezuela Heroica. En una
nota de las páginas ahora mencionadas (pp.16-17), la autora indica (equivocadamente) que la
primera edición de la obra de Blanco apareció en 1888.

(7) Diccionario de Historia de Venezuela . Op.cit.,p.378 .

(8) Gonzalo Picón Febres: Op.cit. pp.367-369

(9) Consúltese, Héctor Parra Márquez: Esbozo de las Academias. Caracas, ANH, 1983

(10) “Prólogo” a Venezuela Heroica (Caracas, Monte Ávila editores, C A., 1972) t. I,p.9 .Véase
también, Arturo Uslar Pietri: Letras Y Hombres de Venezuela (Op.cit.). Dice éste, que los
intelectuales—vistos como mesías—despertaron entonces el interés del mundo político, y fue
así, que en la crisis de 1858, a Fermín Toro se le buscó como un augur; a Cecilio Acosta se le
convirtió en símbolo moral del antiguzmancismo; y es por eso, que Cipriano Castro “baja de la
cordillera con su temeraria guerrilla para buscar en Caracas a Eduardo Blanco.”,p.318 ; F.
González Guinán: Op.cit.,t.XIV,p.516.
(11) Pedro Grases: Otros Temas ... Op.cit. pp.179-180

(12) Véase el “Prólogo” a Venezuela Heroica (Caracas, Monte Ávila, Editores, C A. ,1972) t.I,
pp.7-10

(13) Manuel Caballero, citado por R.J. de Sola : “Prólogo” , Op.cit. , p.12; R.J. Lovera de Sola:
“Eduardo Blanco en su Contexto ...” ,Op.cit.pp.457-459

(14) José Martí, presentación deVenezuela Heroica


CAPITULO III

La Idea de Pueblo, Nación, Patria. <<Patriotas>> y <<Realistas>>. Los Héroes y lo


Heroico en el Discurso Historiográfico Venezolano. Análisis General Comparativo.
Capítulo III

Análisis del <<Corpus>> historiográfico venezolano, importante factor de


sustentación ideológica de la naciente república. El pueblo, la nación y sus héroes. Simón
Bolívar, la patria y sus hijos.

Una Consideración Preliminar.

En esta parte de la investigación sólo se presentará el análisis sobre los aportes

ideológicos fundamentales de los historiadores venezolanos del siglo XIX que hemos

seleccionado como formando parte del "corpus" historiográfico.

Si estudiamos a Feliciano Montenegro Colón, Rafael María Baralt, Francisco Javier

Yanes, José de Austria, Juan Vicente González, Felipe Larrazábal y Eduardo Blanco a la luz de

planteamientos metodológicos como los de E.B. Burns y los de J.R. Thomas -- en sus obras ya

antes citadas -- , no cabe duda que pudieran ser caracterizados como <<Historiadores

Patricios>> ,pues todos ellos, fueron intelectuales provenientes de la élite económica, social,

política y cultural del país; la cúpula de la sociedad formada por los blancos, propietarios, cultos.

En todo caso, por lo menos , expresaban y defendían abiertamente sus intereses y valores

ideológicos fundamentales.

Aunque Juan Vicente González -- como hijo expósito -- no podía alardear de su propio
árbol genealógico, tenía esa aureola de superioridad de los expósitos blancos a los que se les

suponía hijos ilegítimos de una familia de abolengo. De todas maneras, González siempre se

sintió parte de las ilustres familias que le criaron y educaron. Su identificación fue

fundamentalmente con dichas familias, con la iglesia católica, la Universidad de Caracas , las

fuerzas armadas y otras honorables instituciones. Nunca se identificó con la plebe o populacho a

los cuales despreció siempre, junto con los demagogos que asumían su defensa.

Señalado ese caso especial de González ,y ofrecidos ya suficientes elementos sobre el

resto de los otros historiadores cuando esbozamos sus respectivas biografías y los aspectos

generales de sus obras, sólo resta entonces iniciar el análisis de las opiniones o la revisión de los

planteamientos de cada uno de los historiadores seleccionados.


1.1. Feliciano Montenegro Colón: Análisis de Su Obra. La Idea de Pueblo, Nación y

Patria. Patriotas y Realistas. Los Héroes y lo Heroico. ( 1)

La Idea de Pueblo.

No es usual la presencia de este vocablo en el discurso historiográfico de Montenegro, si

no se considera la tradicional acepción de pueblo como sinónimo de pequeño centro poblado.

Sólo en ese sentido el autor se permite apelar regularmente a él. Es así que a lo largo de la

narración se menciona la noción de pueblo decenas de veces. Véanse estos ejemplos: "El Tocuyo

y otros pueblos" (en favor del rey) , "en el pueblo de Magdaleno" , "pueblo de Güiria" , "el

pueblo de La Aparición" , "pueblo de Sabana Seca" , "pueblo de La Luz", "los pueblos del Zulia,

La Grita y Bailadores" , "el pueblo de Cagua" , "el saqueo de los pueblos" (por parte de esclavos

sublevados) , "en retirada para aquel pueblo" , "a otros pueblos de Venezuela" , "el pueblo de La

Piedra" , "en Carúpano y en otros pueblos" , "pueblito" , "se introdujo en el pueblo" ,Píritu y

Clarines "en cuyos pueblos" , "a la entrada del pueblo de Por La Mar". (2)

Excluida esa acepción de <<pueblo>> como población o centro poblado sólo

conseguimos en contadísimas oportunidades que el autor se refiera a pueblo como masa general,

conjunto de vecinos de una comunidad o ciudadanía. Una de ellas el relato de lo ocurrido en

Margarita a raíz del restablecimiento del control de los patriotas sobre la isla (3-6-1813). En

efecto dice Montenegro que como consecuencia de la sublevación fue liberado Juan Bautista

Arismendi y electo por el pueblo como su gobernador.(3)

En muchos de los otros casos, prefiere el narrador utilizar expresiones substitutivas.

Generalmente denomina al conjunto de pobladores como "vecinos" ,o más a menudo ,

simplemente "habitantes". Una solitaria muestra es la cita de un documento firmado por F.J.

Yanes en donde se refieren al "pueblo venezolano". (4)

En relación con el uso de <<pueblo>> como sinónimo de masa de gente inferior, plebe o

populacho; podemos afirmar que el autor casi no se permite tales expresiones. Un raro ejemplo

lo sería este: a raíz de la toma de Caracas por las tropas de Monteverde en 1812 "sujetos que

pertenecían a la hez del pueblo" ayudaron en las persecuciones. (5)


Segmentos Específicos del <<Pueblo>>.

No existe en el discurso una caracterización general sobre la composición de grupos

específicos dentro de ese amplio conjunto usualmente denominado <<el pueblo>>. Siendo muy

elásticos en este sentido, diríamos que el autor hace mención de grupos como los negros

esclavos, los indios, los llaneros, los margariteños y los venezolanos o "hijos del país".

En relación con cada uno de estos grupos casi siempre se destaca solamente su

participación como individuos (jefes) o como grupos que seguían las banderas del rey español o

la de los patriotas. Pudiera afirmarse que no se dice algo más allá de la participación en

sublevaciones, guerrillas, partidas o en cuerpos militares regulares. (6)

Una excepción, en cierta manera, es una caracterización que Pablo Morillo hizo de los

margariteños y que aparece reproducida en la obra. Aunque lógicamente mucho de lo dicho tiene

relación con lo militar ,en todo caso ,no dejan de ser interesantes esas apreciaciones del

<<pacificador>> humillado por los isleños que lo derrotaron. (7)

En fin, Montenegro siempre trata de destacar la presencia de los venezolanos en las

tropas realistas. Tal vez ello era una manera de recordarle a sus lectores que no sólo él tuvo el

pecado de combatir durante algunos años bajo las banderas del rey español.

La Nación.

Cuando Montenegro utiliza el vocablo <<nación>> (especialmente en los textos de

cuando todavía era fiel a España) reserva su uso preferentemente para ésta o las restantes

naciones europeas. Por ello habla repetidamente de la <<nación española>> en el sentido de una

comunidad que abarcaba pueblos y territorios a ambos lados del Atlántico. De la misma manera,

considera que nación y nacionalidad o gentilicio son conceptos similares. Un ejemplo sería el

siguiente: Refiriéndose a las acciones precursoras de la guerra a muerte adelantadas por el

llamado <<Diablo>> Briceño escribió que éste se propuso "vengar en todos los españoles las

atrocidades cometidas por los de su nación. " (I,p.245) . Otro ejemplo que puede citarse es el del
regreso de Fernando VII a su trono, dice que éste al disolver las cortes ofreció reunirlas de nuevo

"con arreglo a las antiguas leyes fundamentales de la nación." (I,p.278).

En repetidas ocasiones el autor apela al uso de vocablos como el <<país>> , las

<<provincias>> , el <<Estado>> o la <<república>> para dar la idea del conjunto nacional

venezolano o nación venezolana.

La Patria.

A <<la patria>> se le identifica con el terruño nativo. Por ello , en múltiples ocasiones ,

Montenegro llama a Venezuela su patria. Igualmente utiliza el término como sinónimo de

república, de nación o país. En este sentido el autor utiliza a lo largo de su relato expresiones

que dejan ver claramente lo que él entendía por ese vocablo. Muestra de ello fue la relación de

los planes de Bolívar para volver a "su patria" desde la Nueva Granada (I,p.244) ; al mencionar

los acontecimientos de comienzos de 1814 en Caracas señala que la reunión discutió sobre cómo

"salvar la patria" (I,p.263) ; al señalar lo de "su patria adoptiva" en el caso de Vicente Campo

Elías, oficial republicano de origen español (I,p.268) ; relatando la suerte sufrida por el jefe

republicano Peñalosa en Cumaná ,fusilado y descuartizado por haber "sostenido la causa de su

patria" (I,p.314) ;y finalmente ésta: "se alejaron de su patria" ,refiriéndose a la población que

emigraba en masa hacia Oriente en 1814 (I,p.283) .Es evidente que en el último ejemplo

mencionado se utiliza la noción de patria como el lar nativo en un sentido estricto. Es decir, los

que se alejaban de Caracas, dejaban "su patria" pues en su mayoría eran caraqueños.

Sobre Patriotas y Realistas:

Si se revisa el contenido del <<Cuarto Tomo>> (8) puede constatarse sin mucho

esfuerzo que el autor , al redactar sus Apuntes Históricos, no pretendió plantear una completa

caracterización sobre quienes se enfrentaron a lo largo de más de una década, ensangrentando el

territorio de Venezuela y las naciones hermanas de Hispanoamérica. Sin embargo, incorpora en

su relato sobre los hechos ocurridos una evidente calificación o identificación de los adversarios,

pero tratando siempre el narrador de colocarse en una posición imparcial, aunque generalmente
desapruebe o condene ciertas acciones que considera ajenas a la verdad o violadoras de ciertos

principios éticos.

Ese esfuerzo a favor de la imparcialidad lo lleva al extremo de no identificarse como

actor de muchos de los hechos descritos por su pluma. Un ejemplo ilustrativo de lo afirmado

antes lo fue su actuación en la campaña de 1817 y los sucesos ocurridos en Barcelona (toma de la

Casa Fuerte, degüello de prisioneros, castigo de los culpables). Tales ocurrencias las describe

Montenegro con mucho detalle y hasta señala la noble actuación del gobernador que recogió a

los huérfanos de la tragedia pero sin asomar que se trataba de él mismo.(9)

Más allá de esas memorias en tercera persona se asoman las no tan sutiles referencias a

los patriotas como aquellos que luchaban por la causa de la patria; las armas republicanas; el

salvar la patria; las posiciones de los patriotas; la patria adoptiva. (10)

También conseguimos similares expresiones en la segunda parte de la obra analizada.

Pueden leerse - repetidas veces - referencias a los patriotas; los republicanos; los jefes

patriotas ; los independientes; y finalmente (p.92) sobre "los que encontraron más adelante el

secreto de hacer el papel de patriotas" - subrayados nuestros - (11)

Una interesante referencia a esas denominaciones del bando que enfrentó a la corona

española es la reproducción de una orden oficial del general Morillo en la que se prohibe

denominar como <<patriotas>> a los que más bien debían ser llamados en adelante "rebeldes" ,

"facciosos" , "insurgentes" o de otras maneras similares. Lógicamente, el jefe expedicionario

pretendía con ello quitarle esa aureola respetable a sus enemigos. (12)

Así como alude explícitamente a los patriotas y a la patria, denomina el autor a los

adversarios de éstos utilizando expresiones del siguiente tenor: agentes peninsulares; ferocidad

del español; españoles europeos; españoles y canarios; catalanes, realistas. (13) En la segunda
parte del cuarto tomo, agréganse a los anteriores los de: realistas de Cumaná; españoles; el

realista; los realistas; el partido realista. (14)

Otras expresiones importantes que sirven al escritor para completar su tarea (de

identificar a los adversarios de la guerra historiada) son - entre otras - , "criollos

desnaturalizados" , las de "habitantes de color"; "provincias" ; "este país"; "nación española" ;

"nación venezolana" ; "los vecinos"; "las naciones de Europa"; "provincialismo" (como

regionalismo de los orientales); "indios caribes" ; "hijos del país" ; "la república colombiana" ;

"la república". (15)

Consideramos que el tratamiento acordado por Montenegro a los que genéricamente

caían dentro de ese cognomento de <<realistas>>, fue muy cuidadoso en el sentido de diferenciar

siempre a los que representaban a las fuerzas armadas y autoridades revestidas de verdadera

legitimidad oficial, de aquellas fuerzas irregulares mandadas por oficiales que lograron sus

ascensos militares degollando prisioneros de guerra y hasta a la indefensa población civil,

incluyendo ancianos, mujeres y niños.

Considerando la distinción que hace el autor sobre los bandos en pugna, debe acotarse

que , para Montenegro, <<patriotas>> eran los que también muchas veces denominaba

<<independientes>> o <<republicanos>>. No queda duda por el uso que hace del término en

otros textos suyos que tal calificativo lo reservaba para los nativos de la patria comprometidos

con la causa de la independencia.

Montenegro, Escritor de Mentalidad Tradicional.

Sin duda alguna, los ejemplos citados permiten afirmar que ,en general , Montenegro

tiene una concepción ideológica de <<antiguo régimen>> , ello se hace evidente en el uso que

hace de vocablos como pueblo, nación, patria y otros del mismo tenor. Usualmente eran los

políticos ,los juristas ,los periodistas y otros intelectuales de ideas liberales los más entusiastas

partidarios del pueblo y sus derechos. Los antecedentes de Montenegro, como sabemos, eran los

de un oficial de carrera dentro del ejército español ,educado dentro de la rancia tradición católica,

hijo de un magistrado español de la Real Audiencia y casado, además, con una española. No era
factible -- considerando esos antecedentes -- esperar que este coronel-historiador tuviese

mayores inclinaciones hacia la temática del pueblo y sus derechos políticos.

Con el planteamiento anterior no queremos decir que hubiese sido imposible que alguien

ligado a las fuerzas armadas españolas o vinculado familiarmente con personas de esa

nacionalidad no pudiese tener una posición política avanzada, pero lo usual fue lo contrario.

Sabemos que la mayoría de los oficiales españoles, especialmente los nacidos fuera de España --

los llamados <<indianos>> -- debían exagerar su conservatismo político y religioso para así

alejar cualquier sospecha sobre su lealtad a la Corona y a las instituciones básicas del Estado que

les aceptaba como "leales vasallos" que sólo podían hacer súplicas a los pies del amado monarca

mas no exigir o reclamar derechos ciudadanos.

Conociendo - como conocemos - la vida posterior de Montenegro, podemos afirmar que

éste nunca fue, lo que pudiese llamarse , un liberal avanzado. A lo más que llegó, fue a

simpatizar con la monarquía constitucional cuando todavía era leal a la Corona española.

Posteriormente, en tiempos de la república conservadora , su ideas fundamentales no sufrieron

cambios importantes a pesar de su nominal identificación con el nuevo Estado republicano

venezolano. Su interés por la escritura de catecismos religiosos católicos y obras para la rígida

formación moral , así como por su enseñanza confirman lo señalado.

No tenemos dudas, Montenegro era lo que pudiese denominarse un escritor de

mentalidad tradicional aferrado a fórmulas propias de la atrasada sociedad española de su

tiempo, con fuertes prejuicios anti-franceses y antiliberales.

Si consideramos -- además de su idea de pueblo -- sus opiniones sobre lo que era la

nación y la patria, así como sobre quiénes representaron a los bandos en pugna durante la guerra

de emancipación; es notable también, en cierto sentido, su visión "conservadora" o de antiguo

régimen. Opinamos que Montenegro no llega a plantear en su discurso una aproximación sobre

la idea de nación en los términos que lo popularizaron los escritores contagiados con el fervor de

la Revolución Francesa. Para Montenegro, España era claramente una "nación" , esto es ,un

Estado de añeja existencia con sólidas instituciones: Monarquía, Iglesia, Cortes, ejércitos. Por el

contrario, Venezuela era simplemente "su patria" , el terruño natal.


Los Héroes y lo Heroico.

Lógicamente, es en las secciones correspondientes a la narración de los acontecimientos

de la guerra de emancipación, en donde mejor pueden observarse algunas expresiones

relacionadas con este tema. Por ejemplo, al historiar Montenegro la Campaña de Oriente iniciada

en enero de 1813 por Santiago Mariño acompañado de los oficiales patriotas José Francisco

Bermúdez, Bernardo Bermúdez, José Francisco Azcue, Juan Bautista Videau y otros; se destaca

que éstos, junto con apenas cuarenticinco combatientes y unas pocas armas, lograron tomar

varios puntos de la costa oriental. Una vez en Tierra Firme, pudieron derrotar a fuerzas realistas

mucho más numerosas y mejor armadas; tales fueron los casos de la ocupación de Irapa por parte

de José Francisco Bermúdez, quien derrota con sólo 75 hombres a los 400 que trae Cervériz; la

toma de Maturín por parte de Bernardo Bermúdez y el combate en defensa de esa misma

población, en el cual el jefe Manuel Piar derrotó a mayores fuerzas realistas y posteriormente las

obligó a retirarse cuando Monteverde vino en persona a restablecer el control de la provincia.

Junto con el arrojo de las acciones de los jefes republicanos, el historiador resalta la

cobardía, crueldad y barbarie de jefes realistas como Monteverde, Cervériz, Antonio Zuazola y

otros de similar catadura moral. Sin duda, que frente al retrato de estos antihéroes, el valor y

audacia de los combatientes que partieron desde el islote de Chacachacare se perfila

positivamente. (16)

Siguiendo el orden cronólogico de su narración, el historiador retrata a Simón Bolívar en

estos términos:

No obstante la serie de triunfos obtenidos en el Oriente en siete meses consecutivos,

reservado como estaba a otro genio dar impulso a la guerra de independencia , a que se habían

lanzado los ilustres campeones de Cumaná y Margarita, se hace forzoso volver al año de 1812

para hallar en un hijo de Caracas el hombre destinado por la Providencia para dirigirla y

terminarla, y que a la entrada de Monteverde sólo se había hecho conocer por su emprendedora

amovilidad y por aquel temple de alma con que supo desplegar después los rasgos sublimes y las

cualidades guerreras que debían conducirlo al templo de la inmortalidad. Era el coronel Simón

Bolívar el elegido para tan grande obra.


(seguidamente se narran las peripecias de la emigración de Bolívar hacia Curazao y la Nueva

Granada, sus exitosas actividades militares en la vecina república y el desarrollo de la campaña

desde el Occidente hasta Caracas)

Al describir dicha campaña, igual que cuando comentó los resultados de la de Oriente,

destacó siempre el arrojo de los jefes patriotas en su avance victorioso y , como contrapartida la

derrota y huida de fuerzas realistas mucho más numerosas. Asimismo, al reseñar lo ocurrido en

la Batalla de Bárbula, esto es , la trágica muerte de Girardot, reproduce el decreto de Bolívar que

determinaba un conjunto de honores: conducción de su corazón hasta Caracas para colocarlo en

un mausoleo, luto por un mes, inscripción de su nombre en los registros públicos como el primer

bienhechor de la patria, entre otros.

El contraste entre los jefes patriotas y los jefes realistas como Monteverde, Boves,

Morales y otros no deja lugar a dudas. Los anti héroes eran estos últimos. Los jefes republicanos

enfrentan y derrotan a sus enemigos en combates gloriosos: Niquitao, Los Horcones, Taguanes,

Puerto Cabello, Bárbula, Vigirima, Araure. En este último, Bolívar acicateó a un batallón a

rescatar el honor perdido en otro encuentro, allí el "batallón sin nombre" quedó bautizado como

<<Vencedor de Araure>>. (17)

Entre las ocurrencias de los primeros meses del año de 1814 estuvieron varios combates,

en uno de ellos -- en La Puerta -- fueron derrotados los patriotas el 3 de febrero. En otro, en el

pueblo de La Victoria ,quedó inmortalizado el valor de los patriotas, quienes triunfaron a pesar

de la reciente derrota de La Puerta y la pérdida de casi todo el poblado que los dejó reducidos al

recinto de la plaza defendida por sólo setecientos soldados de infantería y doscientos de

caballería, de los cuales quedaron tendidos unos 100 muertos y 300 heridos. Los defensores de

La Victoria ganaron la batalla bajo la jefatura de Ribas, auxiliado oportunamente por una

pequeña fuerza comandada por Campo Elías. "en pocas ocasiones (dice Montenegro) podrá

recordar la historia una jornada tan gloriosa, digna de ser transmitida a la posteridad en

testimonio ilustre del ardimiento y singular serenidad de los venezolanos." (18)

El avance de los ejércitos de Boves fue detenido nuevamente en San Mateo .Aquí se

combatió durante muchos días, especialmente entre el 20 y el 25 de marzo. La artillería dirigida

por el intrépido Lino de Clemente, las bizarras tropas comandadas por Pedro Salias, Ignacio
Luque, Antonio Camejo y Miguel Borrás retomaron las alturas que Boves personalmente les

disputaba y hasta lo persiguieron encarnizadamente bajo la dirección del mayor general Tomás

Montilla y otros oficiales.

"También se hizo memorable el capitán Antonio Ricaurte, hijo de la Nueva Granada ,pues
rodeado por todas partes y no pudiendo salvar los pertrechos, los incendió y voló con ellos para
impedir que los aprovechara Boves ... " Ese descalabro, y el peligro que significaba el avance
del ejército de Mariño desde Oriente hacia el Centro obligó a los realistas a retirarse de San
Mateo.(19)

Muy largo sería presentar sucesivos ejemplos de esa larga crónica guerrera. Sólo resta

decir que el historiador dejó constancia detallada de ellos, destacando siempre el valor y el

patriotismo de los oficiales y soldados republicanos.

Es de notar, que Montenegro usualmente no cargaba de excesivos elogios a todos

aquellos que participaron activamente en esas campañas. Fue más bien muy sobrio en su relato

de los hechos, a los que valoraba en sus justos términos sin prodigar demasiados calificativos. A

diferencia de otros autores que denominaron héroes ,próceres o titanes a cualquiera que

combatiese en alguna de nuestras batallas, Montenegro fue comedido en extremo en ese sentido.

Su relato, sin dejar de darle el merecido crédito al valor, al arrojo o al "ardimiento" de los

combatientes no cae en los extremos propios de los futuros escritores románticos como Juan

Vicente González y Felipe Larrazábal.

********************

Concluido el tratamiento de las campañas militares y los temas conexos que llenan casi

las dos terceras partes de la Historia de Montenegro, pasa éste a abordar en el resto de su obra el

proceso de disolución de la Gran Colombia entre 1826-1830 y la vida de la república venezolana

entre 1830 y 1836. Para analizar lo primero utiliza unas ciento cincuenta páginas y para lo último

unas setenta.

El balance sobre el proceso de disolución de Colombia lo lleva a reproducir - casi

siempre completos - una gran cantidad de documentos. Ello le sirve para ofrecer los datos o los

hechos en bruto pero sin intentar extraer una conclusión propia. Generalmente, sólo hace de
facilitador de la información aunque en contadas oportunidades se atreve a criticar a quien como

Simón Bolívar se empeñaba en mantener unida aquella inmensa república. Dice Montenegro al

respecto : "se dejó alucinar con exceso de su prestigio y bien merecida gloria; que todo lo quiso

hacer por sí mismo..." (20)

Asimismo, incorpora en su respetable Historia, el para entonces ya popular término de

<<Cosiateros>>, para referirse a quienes desde 1826 habían venido luchando por separar a

Venezuela de la Gran Colombia. Al hacer tales comentarios, se granjeó la ojeriza de muchos de

esos actores que rodearon al general José Antonio Páez desde entonces en la política nacional.

Culminado el tratamiento del proceso de desintegración de la gran república ,que

Montenegro no cuestiona o lamenta, se dedican las páginas finales a resumir las vicisitudes del

país , entonces presa de nuevo de las facciones realistas como la de Dionisio Cisneros ; de

levantamientos como los de José Tadeo Monagas y otros que pretendieron reivindicar la unidad

grancolombiana y sólo desistieron de sus banderas cuando se supo en Venezuela la muerte del

Libertador Simón Bolívar ,y finalmente, el conflicto generado entre el sector militar (Mariñistas

y Bolivarianos) por la elección del Dr.José María Vargas como presidente de la república y que

provocó el estallido de la llamada "Revolución de las Reformas". De capital importancia es

recordar que Montenegro fue testigo presencial de los acontecimientos ocurridos entre 1831 y

1836. Conoció de cerca a muchos de los actores en el drama del derrocamiento de Vargas y

sufrió en su fuero íntimo al ver nuevamente al país ensangrentarse en una guerra civil, que no

sería la última. Por supuesto, tuvo a primera mano los documentos oficiales ,los debates de la

prensa y las directas opiniones de los actores de tales acontecimientos.

********************************

Además de comentar lo planteado por el autor en lo relacionado con las categorías

mencionadas, enunciaremos algunas observaciones generales sobre el minucioso relato de la

dura guerra de emancipación venezolana (parte fundamental de la obra). Al respecto, debe

destacarse lo siguiente:
a) El autor ofrece noticias sobre cada una de las campañas, batallas y combates utilizando

el lenguaje propio de un militar profesional , sin involucrarse usualmente en consideraciones

distintas a las del oficio. Solamente cuando se trata de evidentes actos de barbarie: asesinatos de

prisioneros, asesinatos de heridos de guerra, matanzas de civiles - especialmente de mujeres y

niños - , actos de estupro o lascivia, robo y pillaje, atropellos a sacerdotes, etc. toma posición y

condena a los culpables de tales hechos, sin importar su carácter de realistas o patriotas.

b) El tratamiento que da a personalidades que tuvieron mando militar entonces - realistas

o patriotas - es siempre respetuoso. Aunque algunas veces critica ciertas disposiciones militares

(planes de defensa o de ataque, tácticas utilizadas,etc.) no nombra explícitamente al aludido

(ejemplo: ciertas acciones militares de Simón Bolívar como la de atrincherarse en Caracas en

1814). El tratamiento acordado a José Antonio Páez es muy proporcionado a su importancia, no

así el que da a Santiago Mariño o a Manuel Piar a quienes hace veladas y duras críticas.

En relación con los jefes y soldados realistas siempre hace la distinción entre las tropas

expedicionarias españolas y las formadas por venezolanos o "hijos del país". A las primeras les

hace fuertes señalamientos sobre sus actos de pillaje (21) ; a las segundas, aunque les reconoce

su superior capacidad de aguante ante las duras marchas en las campañas, no deja de

cuestionarles las acciones de barbarie en contra de sus propios paisanos. Mención aparte merecen

los comentarios que hace sobre la condenable conducta de jefes como Aldama, Chepito

González, Morales, Monteverde, Boves y su propio jefe Pablo Morillo. (22)

c) En relación con los aborígenes venezolanos, destaca la participación de tropas de

<<indios>> o flecheros tanto en el bando realista como en el patriota. Sin embargo son más

abundantes las mencionadas peleando en favor de la causa española, casi siempre asociadas a la

influencia de curas realistas peninsulares. (23)

d) El tono del relato histórico no es abiertamente <<bolivariano>>, tal como se estableció

en la historia venezolana posterior, pero tampoco adoptó un matiz antibolivariano en aras de

agradar a los que manejaban la política del país para entonces. Es de observar que siempre trató

de mantener el equilibrio en los juicios y en el tratamiento de problemas tales como la

capitulación de Miranda, el apresamiento del generalísimo por sus propios camaradas de lucha,

las acciones del <<Diablo>> Antonio Nicolás Briceño y Simón Bolívar durante la "Guerra a
Muerte", la retirada de Barinas por parte de García de Sena, el asesinato de los misioneros

capuchinos en Guayana, el juicio y fusilamiento de Piar; la guerra en Margarita, Oriente, el

Centro, los Llanos y otras regiones de Venezuela.

e) Igualmente, el relato recoge los hechos ocurridos en el campo realista con minuciosa

precisión documental: ofrece información sobre las decisiones de las autoridades locales y

metropolitanas. Tal característica le da una mayor amplitud a esta Historia si se le compara con

algunos textos posteriores que han preferido ver nuestra historia de manera unilateral sin

considerar que ella era parte de un proceso global que incluía a España y su imperio colonial, y

sin dejar de mencionar también, a los aliados y adversarios de ésta.

La explicación de las operaciones militares de Monteverde, Boves, Morales, Morillo, La

Torre y otros jefes en las sucesivas campañas para enfrentar a los ejércitos republicanos entre

1812 y 1823 , permite entender con mayor claridad lo ocurrido en el pasado histórico

venezolano.

Vista así -- en lo general -- la argumentación presente en el discurso historiográfico de

Montenegro se inscribe, como ya adelantamos , en un contexto de "antiguo

régimen" .Considerando sus antecedentes familiares, su formación académica en la Universidad

de Caracas en los tiempos coloniales y su larga vida militar (que dejó una impronta en su

carácter y mentalidad) no podía esperarse algo muy diferente a lo que fue como hombre,

tardíamente dedicado a las letras.

Los planteamientos de su trabajo ,razonablemente bien escrito y ajustado a los normas del

oficio ,no fueron aceptados por la mayoría de sus contemporáneos , no tanto por lo que ellos

representaban en sí mismos, sino por quién los decía.


NOTAS (Capítulo III, Sección # 1.1)

(1) Feliciano Montenegro Colón: Historia de Venezuela. Caracas, ANH, 1960 (Op.cit.)

(2) Op.cit., pp.223, 238, 260, 268-269, 272 ,301, 310,


321, 359, 368, 380, 382

(3) , p. 242

(4) Op.cit. vol.I, pp. 225, 263 (en la asamblea del 2-1-1814, en el templo de San
Francisco, Caracas, se reunieron "las autoridades, corporaciones y vecinos") ; I,pp. 317, 321,
352, 389 ("habitantes") ; vol.II, p. 14, ("vecinos de Villa de Cura)

(5) Op.cit. I, p.284

(6) Op.cit.: "el pardo Nicasio" (I,p.169) ; "el indio Reyes Vargas" (I, p.222) ; "libertad de
los esclavos" (ley marcial de F.Miranda, 1812: t.I,p.223) ; "negros libres y esclavos a favor del
rey" , "negros amotinados en Barlovento" (I,pp. 226-228) ; "sublevación de los habitantes de
color" en favor de Fernando VII (I,p.251) ; "los llaneros" indignados por las acciones de Campo
Elías (I,255) ; "indios" seducidos por el cura de Tucupido en favor del rey (I, 270) ; "negros del
Esequibo" al servicio del gobernador realista (I,p. 311) ; "indios" realistas (I,p.312) ; "bravura de
los llaneros" (I,p.314) ; en la tropa realista de López "su primera línea compuesta toda de
venezolanos" (I,p.324) ; "indios de Cunaviche" matan a golpes al jefe López, hecho prisionero
(I,p.349)

(7) Montenegro (citando una comunicación de Morillo) Op.cit. I,p.389. "Desde aquel
momento ,dice, presentó el ataque de aquel fuerte el aspecto más espantoso: pasaban de 500
rebeldes de la canalla más atroz y desalmada de la isla los que le defendían, hombres feroces y
crueles, famosos y nombrados entre los piratas de las flecheras , el terror de las costas de
Venezuela, y facinerosos ..."

(8) Se aclara que indicamos la paginación de la edición de la Academia Nacional de la


Historia, que como ya se ha indicado antes está organizada en dos volúmenes.

(9) Op.Cit.,vol.I,pp.366-378

(10) Op.cit. ,vol.I


pp. 220; 222; 227; 251; 263; 268 (entre otras)

(11) Op.cit. vol.II, pp.11-13; 17; 37; 92 (entre otras)

(12) Op.cit. vol.II, p.14

(13) Op.cit. vol.I, pp. 221; 222; 224; 228; 248; 251
(entre otras)

(14) Op.cit. vol.II, pp. 9-10; 16; 37; 111 (entre otras)

(15) Op.cit. vol. I, pp. 251; 262 (entre otras páginas consultadas). vol.II, pp. 12; 14; 35;
38; 41; 67; 117

(16) Op.cit. vol. I, pp. 213-242

(17) Ibídem, pp.243-262

(18) Ibídem, pp.263-267


n.a. Curiosamente, nada dice el autor sobre la participación de los jóvenes estudiantes en
esos combates del 12 de febrero de 1814 en La Victoria.

(19) Ibídem, pp.268-276

(20) Op.cit., vol.II, p.159

(21) Feliciano Montenegro Colón:Historia ...Op.cit. (en relación con los "hijos del país)
vol. I, pp. 345, 407. (en relación con los cargos de pillaje) vol.I, pp.376-377

(22) Ibídem: revisar especialmente las referencias a (J.T.Boves) vol.I, pp.253, 289-290,
295; (Morales) vol.I, p. 305 ; (Pablo Morillo, de sargento a coronel) vol. I, pp.353 - 354 , 358-
359, 387

(23) Ibídem: vol.I, pp.259-260, 270, 327

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1.2. La idea de Pueblo, de nación, patria. Patriotas y realistas. Los héroes y lo heroico en

el Resumen de la Historia de Venezuela de Rafael María Baralt.

En el discurso historiográfico de Baralt están presentes estas y otras categorías que

consideraremos ahora. La interpretación de los vocablos "Pueblo" , "nación" y otros más ha sido

estudiada considerando su significado tradicional o moderno. Por ejemplo, cuando se comparan

las acepciones presentes en los diccionarios de los siglos XVIII y XIX puede constatarse la

evolución de tales categorías. Se señala que en el Resumen de Baralt es patente ese proceso de

transición entre los componentes tradicionales del discurso y las nuevas y modernas expresiones

del mismo. (1)

La Idea de Pueblo.

Para empezar, consideraremos el capítulo XXII titulado <<Carácter Nacional>> del

tomo I del Resumen ... (2) ; éste será por ahora el más importante para nuestro propósito. En

efecto, al señalar Baralt que "las costumbres públicas o el conjunto de inclinaciones y usos que

forman el carácter distintivo de un pueblo, no son hijas de la casualidad ni del capricho.

Proceden del clima, de la situación geográfica, de la naturaleza de las producciones , de las

leyes y de los gobiernos" definía de manera precisa uno de los más caros principios del

pensamiento ilustrado, por ejemplo, los planteamientos de Montesquieu sobre el origen de las

costumbres y las leyes.

Al describir a los antiguos pueblos (griegos, fenicios, romanos) y sus prácticas coloniales

las compara Baralt con las acciones de los españoles (la madre patria) y las consecuencias que

ellas tuvieron sobre la población criolla del nuevo mundo. A ese respecto plantea que estos

indolentes criollos - a pesar de todo lo hecho por su madre patria - fueron perdiendo su memoria

histórica; olvidaron "la gloria de los antiguos héroes españoles" así como "las proezas de la

conquista". No obstante mantenerse una completa identidad de idioma, legislación y usos; "se

veía con asombro convertida la América en un gran pueblo sin tradiciones, sin vínculos filiales,

sin apego a sus mayores, obediente sólo por hábito e impotencia". La razón de esa

situación ,dice ,no fue otra que la incomunicación - casi absoluta - entre la metrópoli y los que

aquí habitaban. Tal incomunicación acarreó la conservación de las costumbres sin mezcla
extranjera, pero también ella borró "los recuerdos españoles en el suelo de sus conquistas".

Opina, que entre otros factores que contribuyeron al olvido de ese pasado común estuvieron la

falta de instrucción general, especialmente en lo referido a la historia de España y su literatura;

ya que "ningún lazo de unión y afecto entre dos pueblos será jamás tan fuerte como el del cultivo

de las mismas artes y el mismo idioma". También en los libros, dice, "se aprenden los ejemplos

de la virtud y de heroísmo: ellos nos enseñan a amar la nación que los produjo" . Por tanto,

cuando el gobierno de la metrópoli privó a sus colonias del rico tesoro de la poesía española

eliminó una de las bases para la unidad de los pueblos. Fue por todos estos motivos que América

olvidó sus recuerdos de la madre patria y se privó también de sus tradiciones propias. (I,pp.455-

459)

Es en estas líneas, en donde de manera específica, Baralt asume el problema de la

conciencia histórico-cultural de los pueblos hispanoamericanos - y por ende del venezolano.

Puede observarse sin dificultad, que para el autor, el asunto era más que todo un problema de

educación. Con ello no hacía sino mostrar su cosmovisión de liberal-ilustrado propia de la época.

En efecto, ese "olvido" de la cultura y los valores de la "madre patria" dejó un vacío en

las conciencias de estos pueblos. El problema, como vemos ,aunque diagnosticado

(acertadamente o no) no dio paso a la solución adecuada, pues ni Baralt ni los otros historiadores

de entonces, trataron de llenar tal vacío con las bases de la antigua historia y literatura española y

su legítima continuación en los contemporáneos desarrollos históricos y literarios. Ellos, más

bien , asumieron la construcción de un discurso histórico (y una periodización) - casi

estrictamente nacional - es decir ,aislado de ese conjunto mayor que le daba sentido. La razón ,la

sabemos de sobra, fue la necesidad de separse tajantemente de esa <<madre patria>> ,hasta en

términos intelectuales. Prefiriendo asumir modelos, valores e ideas más avanzadas, las que sólo

se veían venir de Francia, Inglaterra o de Norte América.

Lo que Baralt agudamente observó, fue lo que escritores posteriores (como Mario

Briceño Iragorry) también denunciaron: el llamado "hiato histórico" o salto en el vacío, esto es,

el pretender explicar nuestra historia, amputando secciones del pasado anterior a esa aurora del

año de 1810.
También se pudiera discutir este asunto desde otra perspectiva. Si bien fue cierto que la

corona española no tomó demasiado interés en llevar todos esos valores históricos y literarios a

quienes accedían a la elitesca educación colonial, el haberlo hecho tampoco hubiese garantizado

que se hubiese mantenido esa tradición hispánica entre los pobladores de las Indias. Pues, como

sabemos, la influencia de la educación es limitada en ese sentido, y todavía más , considerando

que tal influencia sólo llegaba a una minúscula parte de la población colonial.

En relación con la idea de <<pueblo>> ,veamos otras muestras tomadas de la obra.

Refiriéndose el autor al <<pueblo>> dice que (a) "este ministro (Aranda) no era amado de la

corte ni del pueblo". (b) "y llamaron a las armas al pueblo francés" (c) "según parece un gran

crimen era necesario a los autores de la revolución para fijar el carácter de ésta, y constreñir al

pueblo a seguir sin vacilar un solo y amplio camino. Luis XVI pereció en el cadalso ..." (d)

"Carlos IV se comprometió siguiendo por la primera y única vez el impulso del pueblo. Lleno

éste de indignación al saber la muerte del bueno y desgraciado jefe de la casa de Borbón, levantó

un grito general de venganza que resonó en todas las ciudades ..." (e) "no se cambian de un

instante a otro las costumbres y el carácter de un pueblo ..." (f) al hacer el balance del 19 de abril

de 1810, narra como el Padre José Cortés Madariaga hizo señas a la plebe, a la turba. Y "los

conjurados que estaban mezclados con el pueblo, gritaron no le queremos." .Finalmente, al Padre

Cortés de Madariaga lo llama "osado tribuno de la plebe" (II, 383)

Además de las expresiones anteriores sobre la noción de Pueblo, pueden citarse las

siguientes:
- " ¿ Con qué contaban pues los republicanos de 1811 para formar un pueblo
independiente y soberano en aquel país de servidumbre ?" (II, 89-90)
- "El pueblo , ese ente que cada partido define a su manera , que todos creen tener a su
disposición , que todos llaman en el momento de peligro, que todos olvidan después de la
victoria y con quien todos en fin procuran justificar su conducta y disculpar sus errores, fluctuaba
aquí por lo general entre sus hábitos perezosos y serviles, y el deseo de novedades, la curiosidad,
y la afición a destruir; sentimientos innatos en las turbas."(II,77)

Y anota el autor que, durante la caída de la primera república, Miranda, "cree que no hay

opinión ni virtud patriótica en aquella turba reunida por la coacción ,la novedad o la esperanza

del botín: que no hay pueblo allí ni hay principios, y que el triunfo por consiguiente era

imposible." (II,121)
Asimismo, en el año de 1812, "el pueblo inclinado al antiguo régimen y amedrentado con los

recientes desastres , apoyaba con su inercia al partido vencedor. Hasta los patriotas más firmes

habían perdido la esperanza de que jamás se moviera el pueblo en favor de la independencia ..."

(II,133- 134)

Para el año de 1814, en occidente, "se declaró (la tierra) en abierta hostilidad contra los patriotas.

Nada hubo ya seguro fuera del tiro del fusil ; no era posible conseguir un espía ni adquirir de

modo alguno noticias del enemigo; escaseaban las subsistencias ; estaban sitiados por el pueblo

y las guerrillas ...." (II, 249)

De manera similar, se asienta, que en tiempos de las campañas de Boves en 1814, todo

"fue fatal para la república. La mala disposición de los pueblos había hecho que los patriotas no
tuvieran noticias exactas de las fuerzas del enemigo ..." (II,269) .

Se dice ,considerando las acciones de Rafael Urdaneta en occidente (1814) que "habiendo pasado
Ceballos en su fuga de los pueblos del occidente , se hallaba ya algún tanto rehecho y dando
calor e impulso a sus guerrillas. Porque , es preciso repetirlo ,todo aquel país era adicto a los
realistas .... vuelto Urdaneta a Barquisimeto , se dirigió hacia Araure ,llevando consigo una
numerosa emigración , pues bien puede decirse que en aquel tiempo aciago la población
republicana de Venezuela era ambulante." (II, 274) - subrayado nuestro -

Otros ejemplos fundamentales, el primero del año 1816:


"En toda la vasta extensión de las colonias hispanoamericanas el pueblo se mostró desafecto a la
causa republicana: en Venezuela la hostilizó de muerte muchos años. Pues el pueblo concluyó
por conquistar en masa la independencia, y muy luego, cambiada su opinión
enteramente ,maldijo el nombre de sus antecesores. " (II,362) .

El segundo, es una observación al célebre y terrible comentario de Francisco Mendívil, coronel

realista, quien en el año de 1815, en tono de burla hacia las tropas venezolanas realistas que

habían destruido a la república dijo " Si éstos son los vencedores, ¿ quiénes serán los

vencidos?" (II,305) . Baralt ,por el contrario , los llamó "valerosos soldados americanos "

La observación hecha por ese oficial español, ponía de bulto una paradoja. Quienes

habían derrotado a los enemigos de la corona española no parecían gran cosa a los ojos de este

europeo que suponía que los vencidos serían necesariamente "inferiores" a quienes los habían

aplastado en términos militares.


Aquella gavilla de desarrapados formada por llaneros sumidos en la barbarie del desierto,

indígenas semidesnudos y armados con sus arcos y flechas, pobladores de origen africano

(muchos de ellos con la marca de su antigua esclavitud) , todos bajo la dirección de rudos isleños

canarios y muy contados vecinos blancos españoles peninsulares y criollos no inspiraba mucha

admiración de parte de los veteranos europeos recién llegados al país. No entraba en su lógica

que los derrotados hubiesen sido precisamente los ejércitos formados y dirigidos por los que más

tenían que perder en aquella terrible conmoción social, es decir, los vecinos blancos,

descendientes de los antiguos conquistadores y colonizadores españoles, los que hasta entonces

habían tenido acceso a la propiedad de las tierras de grandes haciendas y hatos, hermosas casas

urbanas, antiguas encomiendas de indios, esclavos negros, capitales , variados privilegios

sociales, culturales y religiosos , y hasta a unos cuantos títulos de nobleza.

Fue precisamente esa incapacidad de los españoles para entender lo que había ocurrido

hasta la llegada de los ejércitos expedicionarios de Pablo Morillo, lo que los llevó a la derrota

final. En efecto, hasta el año de 1815 ,fueron precisamente esos a los que Mendívil despreció ,los

que fundamentalmente defendieron -- haciendo prodigios -- a los intereses de la corona. Y no

sólo hasta esa época, pues hasta en los últimos combates librados por las fuerzas realistas en

Venezuela y en otras provincias hispanoamericanas, siempre estuvieron presentes los "hijos del

país" enfrentando a otros "hijos del país" en esa contienda civil o fratricida.

Del análisis de los textos considerados, se desprende que Baralt, al utilizar la palabra

pueblo, le da algunas veces el sentido tradicional de centro poblado o pequeña ciudad; otras

veces lo define en términos de población o conjunto de habitantes de una región o país, de masa

de vecinos o ciudadanos ; pero la idea dominante ,es la noción de pueblo como masa de gente

inferior o plebe. A esta última la asocia con la idea de turba, hez, gente no blanca. En reiteradas

oportunidades Baralt señala la presencia del populacho, de la plebe acalorada por las ideas

novedosas y presta a la anarquía; del pueblo ignorante, indolente y perezoso, no acostumbrado a

las fatigas de la guerra y por ende reacio a la recluta; y sobre todo, del pueblo - elemento
necesario para el cambio político -- pero que no estaba dispuesto a participar en revoluciones

semejantes. (II,pp.23, 51, 61, 63, 75-76, 80,103)

Esa ambigüedad que todavía se aprecia hasta en nuestros días al utilizar dicho vocablo,

no era ajena al escritor analizado. Como se ha dicho, sólo el contexto del discurso permite

precisar el verdadero sentido en el cual se usa tal noción. También pudiera argumentarse --

considerando el ya antes citado ensayo de Elena Plaza -- que en el discurso historiográfico de

Baralt ,a diferencia del de Montenegro, el lenguaje utilizado tiene , a veces , un sentido de

"antiguo régimen" y, otras , un sentido de "modernidad".

Segmentos Específicos del Pueblo Venezolano.

<<El Pueblo Llanero>>.

De muy interesante se puede calificar la opinión que expresa Baralt sobre las

características de los llaneros venezolanos. Los compara con los árabes y los tártaros y ,al

hacerlo ,analiza sus costumbres, creencias, hábitos de trabajo, folklore musical, etc. Nos parece

que tales conceptos son muy similares a los que veremos en otras obras contemporáneas y en

algunas que aparecieron posteriormente ,como el clásico << Facundo >> de Domingo Faustino

Sarmiento.

Al escribir sobre los llaneros venezolanos, ofrece Rafael María Baralt un amplio análisis

sobre sus características económicas, sociales, políticas y culturales. Sólo éstos , y en parte los

margariteños, reciben una especial atención como pueblos o habitantes de una región particular.

A lo largo de la narración histórica (volúmenes II y III) se destaca la incorporación de

éstos a los ejércitos y guerrillas realistas de Yañez, Boves y otros jefes. Igualmente, se historia la

participación de parte de esos llaneros en las fuerzas patriotas. Es de destacar que, participando

en ambos bandos de la guerra de emancipación, ofrecieron a cada ejército la mejor y más

aguerrida caballería, caracterizada también ,eso si, por su indisciplina y caudillismo.

La participación de esos llaneros - de gran potencial militar - fue vital ,primero para la

derrota y posteriormente para la victoria final de la causa republicana. Por eso dice Baralt que,
gracias a las acciones de Pablo Morillo y su ejército expedicionario español ,los llaneros se

hicieron patriotas y la guerra de independencia dejó de ser una guerra civil. Por ello , confiesa,

"no maldigamos su orgullo y sus violencias, pues ellas dieron nacimiento a la patria" (II, 375)

La actuación político-militar de José Antonio Páez está íntimamente asociada a la

formación de una formidable fuerza de caballería. Esas tropas de lanceros llaneros

(especialmente las de Apure) inclinarán la balanza a favor de la patria. La acción de otros jefes

como Pedro Zaraza, José Tadeo Monagas, Juan José Rondón, Manuel Sedeño, éstos ,al mando

de destacamentos de llaneros del Oriente y del altollano de la provincia de Caracas, también se

inscriben destacamente en las páginas de Baralt.

Además de las referencias sobre el pueblo en general o sobre algunos de sus

componentes, como el caso de los llaneros; se pueden observar en el celebrado Resumen varios

comentarios sobre los negros. Ejemplos de ello serían sus sublevaciones en medio de la crisis y

caída de la Primera República; la reseña a los ofrecimientos de libertad a cambio de su

incorporación a las fuerzas republicanas (decretos de Bolívar en 1816) y la participación de un

batallón de <<Negros de Güiria>>. (II, 362).

<<Los Indios>>.

En relación con los indígenas sostiene que éstos , embrutecidos por el sufrimiento y la

servidumbre, no poseían una verdadera tradición histórica, aunque conservasen su propio idioma.

Como pueblo conquistado - sin mayores relaciones con los colonos de raza europea - eran

despreciados, mantenidos bajo tutela y tratados como si fuesen extranjeros. (I,459-460)

Abundan en la obra las noticias sobre la población autóctona. Sin considerar las

referencias más amplias, que por razones obvias aparecen en el primer volumen, en los dos

siguientes, menciona el autor la participación de los indígenas en los dos bandos enfrentados en

la guerra de independencia, reclutados por realistas o patriotas, peleando con sus armas

tradicionales. Entre los ejemplos de dicha participación se citan el de un párroco de Tucupido

(año de 1814) quien "había sublevado a los indios en favor del rey" (II, 244) . Otro,

correspondiente al año de 1815, cuando el jefe realista Reyes Vargas ("indio ingrato y cruel")

hizo degollar y descuartizar a todos los prisioneros patriotas.


Indicando casos del bando opuesto, el de los patriotas, se menciona el de unos indios

sirviendo en las fuerzas de José Tadeo Monagas: una columna de 200 indígenas comandados por

sus capitanes Manaure y Tupepe. Y para cerrar, las noticias sobre los indios de las misiones del

Caroní, quienes se mostraron afectos a la república pues querían liberarse de la tutela de los

padres misioneros. De éstos se vengaron - incluso asesinándolos - al verse libres después de las

acciones del ejército que llevó Piar a Guayana. (II, 381-382)

Finalmente, debe destacarse ,que en la única parte donde abiertamente se menciona la

cuestión de las contradicciones entre los diferentes segmentos de la sociedad, y en especial los

que formaban la masa popular, es en las páginas dedicadas a la actuación de Piar en Guayana en

relación con la denominada guerra de razas o colores. (II,397)

La caracterización hecha sobre los segmentos o grupos sociales antes mencionados y que

representaban la mayoría del pueblo venezolano corresponde a lo señalado sobre el pueblo visto

como plebe o gente baja. Llaneros, "indios" ,negros y otros grupos similares generalmente son

juzgados en términos negativos salvo cuando se les reconoce su eventual participación a favor de

la causa patriota.

La Idea de Nación y de Patria

En la obra de Baralt, ambos conceptos están estrechamente relacionados con los de

Independencia y Libertad. Por ello, en muchos textos que se pueden citar se hace difícil

separarlos.

En el tomo segundo del Resumen ... de Baralt, específicamente en las páginas que

examinan los acontecimientos de 1797 a 1810 ,se presentan algunas opiniones sobre los orígenes

del proceso de emancipación nacional. La revolución política y sus causas, los proyectos

planteados en la madre patria para prevenir la ruptura (plan Aranda); las conspiraciones de San

Blas y la de Manuel Gual y José María España, los planes y ejecutorias de Don Francisco de

Miranda, etc. ; todo ello, permite apreciar la concepción baraltiana de la historia y otras

categorías conexas. Por ejemplo, cuando apela a los términos de emancipación, independencia y

revolución lo hace de manera indistinta. Asimismo, utiliza ampliamente la idea de nación como
país o estado. Veamos estos dos casos: "la nación estaba exhausta, y una deuda enorme fruto

amargo de las guerras exteriores ,gravitaba sobre ella". Y este otro: "la revolución que andando

el tiempo debía trastornar todas las naciones".

Al analizar las causas de la <<revolución>> política (II,12) escribe que el gobierno

español estimuló con su conducta la <<Independencia>> de sus vastas posesiones del continente

americano, haciéndolas sufrir además los horrores de una guerra devastadora. Fue por eso que

cuando el rey Carlos IV no corrigió los errores de su antecesor en el trono, aceleró la época de la

<<emancipación>> americana. (II,12) Tales errores los continuó cometiendo la Junta Central y

la Regencia que tomó medidas que hicieron posible la independencia de América. (II,43)

La independencia no era una idea desconocida en Venezuela desde los tiempos de la

revolución de Gual y España (II,46) ; sin embargo ,dice Baralt que todavía para el momento de

declararla en 1811 "la revolución estaba aún lejos de tener un carácter popular" pues ella "había

empezado por las clases ilustradas, primeras en apercibirse del mal y en detestarlo".(II,76)

Niega el escritor que fuese cierta esa versión de los realistas sobre la fundamental decisión del

congreso de 1811. Este sostiene que cuando sus miembros declararon la Independencia, no lo

hicieron bajo presión o engaño, y la prueba de ello fue la conducta posterior de esa mayoría de

sólidas convicciones republicanas. A pesar de no haber tenido tal congreso el apoyo general de la

opinión "de todo el pueblo bajo, tenía a su favor la de la gente noble, rica, ilustrada y valiosa, a la

que ya se debía el 19 de abril." (II,80)

De muy interesante puede catalogarse el contraste establecido entre el pueblo de los

Estados Unidos de América y el de Venezuela. Dice el autor que en la nación del norte todo

estaba de antemano creado y dispuesto "para la libertad y la independencia, no hubo nada que

alterar, nada casi que añadir, cuando la emancipación constituyó en derecho el hecho ya pre

existente de la soberanía." (II,95) Al preguntarse que semejanza había entre esa nación y la

venezolana, concluía que era una locura la pretensión de establecer entre nosotros instituciones

políticas idénticas.

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La idea de patria la asocia Baralt a la de idea de nación. Es decir patria y nación

representan la tierra natal. Es por ello, que en repetidas oportunidades denomina a España como

<<Madre Patria>> ,también usa la frase "Madre España" .

Cuando quiere indicar la procedencia o nacionalidad de muchos de los contendores en

favor de la emancipación venezolana, lo hace señalando que es "inglés de nación", "francés de

nación", etc.

Otra acepción que se constata como presente, creemos , es la de nación como sinónimo

de estado. Así puede observarse que se menciona repetidas veces con ese sentido a la nación

española, la nación venezolana, la nación colombiana.

Finalmente, la idea de <<país>> surge reiteradamente en la obra. Se dice por ejemplo "su

país" (refiriéndose a Miranda, II,20) para indicar a su natal tierra venezolana. En otras partes del

trabajo se usa "país" para indicar a una región específica o particular, por ejemplo, todo ese país

estaba ocupado por guerrillas.

**********************

De nuevo ,es necesario señalar que los textos considerados evidencian la dualidad

conceptual del discurso. Tradicional como cuando identifica la nación con lugar de nacimiento

(inglés de nación) ; "moderno" como cuando habla de "nación colombiana" , esto es, un Estado o

república de Colombia.

Esta dualidad que pareciera estar presente en el texto baraltiano tiene sus raíces en el

carácter traumático de los tiempos que le tocó vivir al autor. Por una parte, debe tenerse en

cuenta que éste tuvo que escribir su obra cuando todavía sus propias opiniones estaban

influenciadas por corrientes ideológicas encontradas. Por una parte, quería el novel autor plasmar

en su obra las nuevas ideas que flotaban en la atmósfera revolucionaria del período de la

emancipación. Esto es, las ideas liberales, el pensamiento de la Ilustración francesa o ,por lo

menos ,su reflejo la española. Por la otra, la formación literaria clásica y la propia mentalidad un

tanto conservadora de su entorno familiar y regional reforzada por su estancia en la Caracas de la

época paecista, caracterizada por una especie de ambiente "reaccionario" producto de la alianza

entre la antigua aristocracia de blancos (terratenientes, esclavistas, mantuanos) ,ex-realistas de

distinta procedencia y el grupo paecista. Ese ambiente conservador aunado a las características
de sus fuentes (muy heterogéneas) explican esa peculiar manera de abordar el proceso histórico

nacional.

Consideramos que ,a pesar del carácter casi coetáneo de las obras de Montenegro, Baralt

y Yanes, existen diferencias apreciables entre ellos, entre otras razones , por ser Baralt un joven

escritor que apenas sobrepasaba los treinta años ,mientras que Montenegro y Yanes estaban

sobre los cincuenta.

La Identificación de los Bandos en Pugna Durante la Guerra de Emancipación.

<<La Patria y los Patriotas>>

"pero no crea que por ello temió ni dio la patria por perdida."

(refiriéndose a Simón Bolívar, 1814. vol.II,p.261)

La narración que hace Baralt sobre los hechos relacionados con el proceso de

emancipación nacional sigue una secuencia estrictamente cronológica. Año tras año, desde 1797

hasta recoger los acontecimientos correspondientes al período 1831-1837, el autor no se aparta

de la modalidad de describir sobriamente lo ocurrido en los sucesivos enfrentamientos político-

militares. Haciendo tal cosa, identifica como <<patriotas>> a los contendores que luchaban por

la libertad o independencia de su <<patria>> : Venezuela, Caracas, Margarita, Oriente,

Colombia, Hispano América. Pero también utiliza indistintamente las denominaciones de

republicanos, tropas republicanas, causa republicana, los verdaderos patriotas , partido

republicano, amigos de la independencia, fuerzas independientes, soldados criollos, partido

venezolano, causa americana, partido patriota, gobierno republicano, la revolución ,ejército

libertador, el partido de Bolívar. Todas estas expresiones aparecen a lo largo del discurso

analizado asociadas a otras como la patria, la independencia del país, el patriotismo de los

margariteños y de los pobladores de otras provincias, el patriotismo del soldado, la libertad de la

patria, la guerra de independencia.

<<Los Realistas>>.
Las expresiones anteriores relacionadas con el bando patriota tienen su correspondiente

contrario. Los que adversaron a la patria, a la república, a la independencia o a la revolución no

fueron otros que los partidarios de la causa del rey de España. Los leales monárquicos,

comúnmente denominados <<realistas>> fuesen , o no , nativos de España.

A lo largo de cientos de páginas, Baralt califica de <<Realistas>> a los defensores del

orden colonial español. Además de ese calificativo general, el autor utiliza otras expresiones

como las siguientes: Los españoles, los canarios, los americanos realistas, el antiguo régimen, , el

poder español en América, partidas realistas, caudillos realistas, la España poseedora de su

colonia, ejército español, autoridades españolas, realistas americanos, partido español, la Madre

España ,huestes realistas. A estas denominaciones pueden agregarse otras menos significativas

referidas a partes mucho más concretas de la narración de los combates: infantería realista,

caballería realista, la artillería realista, etc. También se refiere algunas veces al bando realista

como <<la metrópoli>> ("colonias dependientes de la metrópoli". II,19) .

Entre algunas otras expresiones concretas relacionadas con la descripción de las acciones

de los llamados <<realistas>>, utiliza Baralt las que a continuación se enumeran: el jefe español

(tal) , los catalanes de Cumaná, húsares europeos, criollos mandados por Remigio Ramos,

división española al mando del T.Cnel venezolano Don Rafael López.

Entre los grupos realistas que son especialmente particularizados está el de los canarios.

A ese respecto dice el historiador: "tal fue la conspiración que se llamó de los Canarios ....eran

generalmente ignorantes , y debían quedar rezagados en la marcha nuevamente emprendida:

supersticiosos" (II, 90) - - - los Canarios --- "tremolaban entre ufanos y medrosos una bandera

en que estaban pintados la Virgen del Rosario y el rey Fernando VII." (II, 91)

*****************

La identificación de los beligerantes en una guerra que tuvo casi todas las características

de una verdadera "guerra civil" fue más que todo una consecuencia de la posición (política) que

cada individuo o grupo decidió tomar por grado o por fuerza.

El entusiasmo o la frialdad hacia cada una de las opciones en disputa no siempre reflejaba

el origen "nacional" .Fue así que tuvimos decenas de miles de venezolanos que defendieron

(algunos hasta después de la derrota final) la causa de la Corona española. Y es de destacar


que ,además de un parte de los blancos , la mayoría de ellos fueron precisamente llaneros,

indígenas, negros, pardos de las ciudades, etc. Por el contrario, paradójicamente algunos

españoles nacidos en la propia metrópolis o en sus colonias lucharon a la vanguardia por la

empresa independentista americana.

De tal manera que cuando en el discurso histórico venezolano se habla de tropas

españolas, posiciones españolas, etc. no necesariamente se refieren a fuerzas realistas

efectivamente venidas de la propia España. Sólo estamos en presencia de un calificativo

-- ¿ propagandístico ? -- bueno para presentar la descripción de ese pasado en términos

"nacionalistas" .

<<Los Héroes y Lo Heroico>>.

En la obra de Baralt ,especialmente en los volúmenes II y III, se incorpora un buen

número de esbozos biográficos y retratos de los principales próceres civiles y militares del

proceso de la independencia. Casi todas las semblanzas incorporadas exaltan las virtudes

heroicas de dichas figuras.

La reseña de la vida de Francisco de Miranda ,la hace con gran amplitud (II, pp.23-37).

Desde sus orígenes caraqueños, su actuación en los escenarios de Norteamérica y Europa

(España, Francia, Inglaterra, Rusia) y , finalmente, en la preparación y ejecución de la invasión

de 1806, así como de la actividad política y dirección de la guerra durante la primera república

(Venezuela,1810-1812). Al narrar la participación del biografiado en los EE.UU, dice que éste

"hablaba con admiración de los héroes que habían combatido por la libertad de la América del

Norte ..." (II,30). Y destaca para cerrar, que el precursor, fue a su tiempo "aclamado por todos

padre y redentor de la patria. (II,63)

- subrayado nuestro -

Sobre Simón Bolívar, se consignan bellas páginas. Comienza destacando que fue hijo de

noble familia, rico y con talento (II,65). Y al escribir sobre la campaña de Bolívar desde la

Nueva Granada,1813, dice, "Aquí es donde comienza la historia heroica

de Venezuela. Sean cuales fueren los errores que una vez pasados los peligros engendraron la

paz, el ocio militar y la ambición, no deben olvidarse aquellos días en que un puñado de hombres
valerosos osó concebir y ejecutar con inauditas proezas la libertad de la patria.(pero la ingratitud)

a los creadores de la república ,es mil veces más odiosa que la conducta de éstos en tiempos

posteriores , aciagos para su gloria." (II, 162)

Considerando Baralt la figura de Simón Bolívar durante el terrible año de 1814, asienta
que

"tal fue para Venezuela el año de 1814, fecundo en combates, en virtudes ,en crímenes y en
profundas lecciones. Bermúdez, Piar y Ribas nos han dado con los ejemplos de la constancia y el
valor, el funesto de la desobediencia :Mariño el de la indecisión y de la falta de energía :los
pueblos el de la división y los celos provinciales. Por fortuna sobre todas las miserias del amor
propio, sobre todos los males de la guerra, sobre la nulidad, la tibieza o la impericia, se levantó
un hombre superior cuyo espíritu penetró en el caos de la revolución y dio luz a sus tinieblas.
Ha caído, sí, pero cual pujante atleta , con la espada en la mano ,dispuesto a levantarse del suelo
más terrible." (II, 299) - subrayado nuestro -

En otro interesante pasaje , comentando el encuentro entre el patriota neogranadino

Camilo Torres y Simón Bolívar en 1814, recuerda que entonces el primero "como si leyera en

el oscuro porvenir " le dijo al Libertador, "que aunque Venezuela hubiese sido ocupada por los

españoles, la república existía en su persona" . Mientras que por el contrario, Castillo, su

adversario de Cartagena, "no podía perdonarle aquella generosidad del hombre superior con

que Bolívar había siempre desdeñado devolverle insulto por insulto y aun procurando la

reconciliación. Tal fue en esta ocasión la conducta del noble hijo de Caracas." (II, 315-316) .En

otra sección de la obra, quiso Baralt recordar que el congreso de Angostura, 1819, llamó a

Bolívar Libertador, Padre de la Patria, terror del despotismo. (II,438)

Es evidente que el autor intentó conciliar el culto a Bolívar con la ruptura de Colombia.

Trató siempre de no ocultar todos aquellos homenajes que al Libertador se hicieron en el apogeo

de su gloria sin por ello no dejar de atreverse a cuestionar algunas de sus actuaciones políticas o

militares.

Un buen ejemplo de ceremonial patriótico es la reseña de la heroica muerte de Girardot

(1813), los homenajes decretados: luto de un mes, procesión a Caracas con su corazón para

colocarlo en un mausoleo en la catedral, inscripción de su nombre en los registros públicos como

bienhechor de la patria.(II,194). En la misma tónica se puede considerar la narración


correspondiente al año 1814, especialmente la reseña del glorioso y <<magno hecho de

heroísmo>> de Ricaurte en San Mateo al hacer volar el polvorín patriota junto con los atacantes

realistas. (II 241)

Escribiendo sobre Antonio José de Sucre, dice,

"Y cosa singular ! cuando la guerra estaba próxima a expirar , cuando toda la gloria que ella
había podido conceder parecía estar definitivamente repartida entre cierto número de hombres
eminentes, entre los cuales no se hallaba inscrito Sucre, comienza éste una carrera que va a
colocarle al lado de ellos, y próximo a Bolívar. Aquí en efecto empieza a llenar el hijo invicto de
Cumaná las páginas más brillantes de la historia colombiana."(III,78)

Otros ejemplos de lo heroico como conducta planteados en la obra y que pueden ser

considerados dignos de mención son: la de los margariteños (resistiendo en Matasiete y otros

campos de batalla) , la de ciudades o formaciones de tropas resistiendo terribles asedios:

Valencia, La Victoria, San Mateo ; Casa Fuerte de Barcelona, Maturín. Conducta de valerosos

jefes (patriotas o realistas). Entre los primeros, Urdaneta, Ribas, Piar, Bermúdez, Arismendi,

Sedeño, Plaza, Rondón, Aramendi, Páez, Farriar, Escalona, Zaraza, Monagas, Girardot, Ricaurte,

D'Elhuyar, Campo Elías, Jalón y tantos otros que sería difícil sólo enumerar. En el grupo de los

realistas, Baralt destaca el caso de pocos como Boves y Morillo, a quienes a pesar de su

crueldad, no deja de reconocerles su valor y heroísmo.

Al escribir sobre los resultados de la Batalla de Carabobo del 24 de junio de 1821, asienta

Baralt, que "entre otras cosas ,se ordenó levantar una columna ática en la llanura de Carabobo
para recordar a la posteridad la gloria de aquel día y los nombres de Bolívar, de Sedeño y de
Plaza. De paso diremos [agrega] que la tal columna ática tuvo la misma suerte que otros
monumentos mandados erigir en honor del Libertador o para perpetuar la memoria de otras
épocas más o menos importantes. Las atenciones de la guerra ,las tempestades civiles que a ésta
se siguieron , un fondo grande de levedad y de indolencia en el carácter nacional y mucha dosis
de ingratitud , hizo que pasados los primeros instantes de alborozo, se olvidaran los triunfos, los
triunfadores y los monumentos. Acaso nuestros hijos, más felices y virtuosos , satisfarán la
deuda de la patria ,honrando las cenizas y la memoria de sus héroes." (III, 64) - subrayado
nuestro -

******************

Ese moderado culto heroico -- expresado en los textos analizados -- ha llevado a algunos

críticos a considerar dicha obra como <<romántica>>. Tal opinión no es generalmente

compartida por quienes señalan que por la sobriedad del estilo (más bien dentro de lo clásico)
todavía no se llegaba a los excesos literarios de los típicos representantes de esta corriente: Juan

Vicente González, Felipe Larrazábal y Eduardo Blanco.

En las consideraciones hechas sobre cada una de las personalidades representativas de la

gesta heroica venezolana: Miranda, Bolívar, Sucre ;así como de los homenajes decretados o

necesarios para justicia a éstos y sus hazañas se acongoja el autor por la indolencia, el olvido y la

ingratitud de los venezolanos hacia sus héroes.

En general, el tono de la obra puede catalogarse de <<bolivariano>>. La vida y obra de

Simón Bolívar es examinada con el mayor de los respetos. Siempre se considera al Libertador

con gran admiración por su talento político, su integridad personal, alma noble de hombre

superior, etc. Por el contrario, en el texto se hacen fuertes críticas a la actuación política y militar

del general Santiago Mariño (pudiera decirse que es antimariñista) . Asimismo, cuestiona en

duros términos las acciones de los generales Manuel Carlos Piar, José Francisco Bermúdez y

otros que se enfrentaron al liderazgo de Bolívar durante la guerra de emancipación. En ese

mismo aspecto, la obra enjuicia duramente a lo que llamó el "congresillo" de Cariaco, producto

de la actividad del Padre Cortés de Madariaga y de Mariño y otros jefes del Oriente.(II,396)

El examen de la actuación del prócer José Antonio Páez es sumamente prolijo, desde que

éste aparece por vez primera como jefe menor de una partida de llaneros, hasta su elevación a los

más altos comandos militares políticos. Se observa que no se atreve a cuestionar abiertamente

sus actuaciones. Ejemplos de ello serían los pasajes sobre la conducta del jefe llanero ante la

aclamación subversiva que de su autoridad hizo el oficial Wilson en el Apure; el de la negativa a

continuar la campaña hacia el Centro después de las victorias en el Guárico (Calabozo, El

Sombrero, 1818); el del incumplimiento de las órdenes de movilizar sus fuerzas hacia los valles

de Cúcuta durante la campaña de 1819; los que narran los enfrentamientos con Soublette durante

las campañas contra los realistas en Occcidente; y finalmente, la reseña sobre la actuación del

centauro de los Llanos en el proceso de disolución de la Gran Colombia: Movimiento separatista

de la Cosiata (1826) , fracaso de la Convención de Ocaña (1828) , Congreso constituyente de

Valencia (1830) , etc.

En las oportunidades que menciona a historiadores realistas como Mariano Torrente, lo

descalifica al igual que al <<gacetero>> José Domingo Díaz. (II,394; III,33, 37)
Finalmente, es evidente el tratamiento diferenciado que hace a los jefes de los ejércitos

expedicionarios españoles: Ceballos, Cagigal, Morillo, Latorre, Fitzgerald ("humano y valeroso"

gobernador de Guayana). A otros, como Boves, Yañez, Calzada los reconoce como valientes y

hasta heroicos en su tesón de guerreros incansables. Pero Monteverde, Morales, Rosete,

Zuazola, Cervériz, Aldama y otros similares reciben las más elocuentes condenas morales por

sus actos de carnicería, cobardía, etc. ,son los verdaderos <<anti héroes>>. En este aspecto,

existe una completa coincidencia con la posición de don Feliciano Montenegro Colón, ello

seguramente debido a la influencia de esta fuente, de mucho peso en la obra de Baralt.


NOTAS (Capítulo III, Sección # 1.2)

(1) Este problema, difícil por cierto, ha sido estudiado muy poco entre nosotros. Una
aproximación a éste lo representa un ensayo escrito por Elena Plaza (Seminario Doctorado de
Historia, UCAB, 1990). Parte de él, publicado en la revista Tiempo y Espacio #13,vol.VII, junio
1990. Caracas, Centro de Investigaciones Históricas Mario Briceño Iragorry, Universidad
Pedagógica Experimental Libertador; Instituto Pedagógico de Caracas. pp.63-96
De igual manera, ver ANUARIO DE ESTUDIOS BOLIVARIANOS. I.I.H. Bolivarium.
Caracas, USB, 1996 (año V, # 5, 1996)

(2) n/a . Para no recargar con demasiadas notas a esta parte del trabajo, nos limitaremos -
de aquí en adelante - a señalar que todas las ideas resumidas o incorporadas textualmente
provienen del Resumen de la Historia de Venezuela de Rafael María Baralt (Impresión
Facsimilar de la edición realizada por la Academia Nacional de la Historia en su Cincuentenario,
con Notas de Vicente Lecuna. Caracas, s.p.i, 1975). Sólo indicaremos en caso necesario - y entre
paréntesis - el número del volumen (I-II-III) seguido del número de la o las páginas respectivas.
1.3. Francisco Javier Yanes: Aportes Ideológicos de su Obra Historiográfica.

La Idea de Pueblo.

Yanes, al igual que otros historiadores de su tiempo, utilizó profusamente este vocablo

con los tres significados que le daba el diccionario; es decir, <<pueblo>> como sinónimo de

centro poblado; <<pueblo>> como sinónimo de conjunto o masa de población, ciudadanía,

vecinos ; y finalmente, <<pueblo>> significando masa de gente de clase inferior, multitud,

populacho, plebe. Sobre este punto es muy importante la consulta de trabajos como el ya citado

de Elena Plaza. En él, aunque esté dedicado a la obra historiográfica de Rafael María Baralt, se

pueden conseguir pertinentes orientaciones. Ahora, en función de la brevedad , seguidamente nos

limitamos a examinar el problema a partir de ejemplos escogidos de la obra de Yanes. (1)

En el discurso historiográfico de Yanes, teñido de "modernidad" pero también

presentando rasgos de tradicionalismo se pueden observar estas expresiones representativas.

<<Pueblo>> como Centro Poblado:

En la obra, el autor utiliza usualmente la expresión mencionada (con su primera

acepción) cuando indica el nombre de una comunidad urbana de pequeño tamaño. Sólo en los

casos cuando menciona a Caracas u otra capital de importancia o cuando se refiere a algunas

otras denominadas "villas" no le antepone la categoría de pueblo. Es así que que menciona, entre

decenas de otros más, los casos siguientes:

Los "Pueblos inmediatos" ; "algunos pueblos de Venezuela" ; el pueblo de Cabruta; el

pueblo de Maracay; los pueblos de Santa Lucía, Yare y Ocumare. El pueblo de Magdaleno ;

pueblo de La Victoria; pueblo de Cagua; "los pueblos de Carora y los de la vía de Quíbor" ; "en

el pueblo de Aragua, distante de Maturín doce leguas" ; "los pueblos de Tucupido, Orituco y

Lezama" ; "los pueblos de occidente" ; "los pueblos de Río Caribe, Carúpano y Cariaco" .Como

es evidente, este uso no presenta mayores problemas de interpretación.


El "Pueblo" como Masa general de población, Vecinos, Ciudadanía.

Esta segunda acepción también está ampliamente presente en el discurso histórico de

Yanes. Cuando necesita indicar la presencia del conjunto de los pobladores en sentido general

apela a este término. No obstante, puede observarse que cuando se refiere al <<pueblo de

Caracas>> especialmente en todos esos agitados días de 1810 y 1811, le asigna una connotación

de ciudadanía activa y partícipe de la nueva vida republicana.

Era lógico que así se presentase el asunto, pues tanto Yanes como los restantes

historiadores, centran su narración en los hechos desarrollados en la capital de la naciente

república. A la casi totalidad de los otros centros urbanos sólo se les menciona como asiento de

los acontecimientos en cadena iniciados en Caracas, pero sin ofrecer mayores detalles sobre

ellos. Esa "otra historia" solamente será objeto de la atención de los cronistas locales o regionales

y de los historiadores del futuro que siguieron el ejemplo de Yanes, aunque sus trabajos de

historia regional se conocieran tardíamente.

La descripción de los acontecimientos del 19 de abril de 1810 y de los hechos

correspondientes al siguiente año, tiempo de la Declaración de Independencia y de la

promulgación de la primera constitución de la república, tenía que atraer poderosamente la

atención de un activo participante civil en tales procesos eminentemente jurídico-políticos. Un

analista como Yanes, al enjuiciar la participación del pueblo en tales eventos, tenía

necesariamente que adjudicarle ese rol de ciudadanos políticamente activos en la vida del

naciente Estado. Tal concepción liberal de la acción política rompía con esos viejos esquemas de

los tiempos coloniales, de vasallos que suplicaban mercedes a su majestad y esperaban todo del

amantísimo padre que supuestamente representaba el monarca. Ahora no, ahora se estaba en

presencia de un torbellino en el cual ese pueblo-ciudadanía asumía sus derechos y reclamaba su

libertad política.

Veamos los siguientes ejemplos:


(a) "Al llegar a las puertas Emparan, le detuvo D. Francisco Salias, y los demás

gritaron ,que volviese el Cabildo con su Presidente a la sala capitular para oír y resolver sobre lo

que el pueblo tenía que representar y pedir." (C ,p.143)

(b) "Entraron en la sala del Ayuntamiento los doctores D. Juan Germán Roscio y D. Félix

Sosa, como diputados del pueblo ,pidiendo a nombre de éste se estableciese en Venezuela una

junta como en las provincias de España ..." (C, p.144)

(c) Se produjo la deposición de las autoridades el 19 de abril de 1810, "por

consentimiento del heroico pueblo de Caracas"

(y se presentan los) fundamentos y razones que había tenido el pueblo de Caracas para

establecer un gobierno propio ...." (C, pp.150-151)

(d) La Junta había prohibido la presencia del precursor "Pero el pueblo de La Guaira y de

la capital se alborotó en términos que Miranda desembarcó y fue conducido a Caracas en medio

de un numeroso gentío que le aclamaban por su Padre y Redentor." (C, p.181)

A pesar de no haber roto del todo con esa mentalidad tradicional, pues ya sabemos que

buena parte de los argumentos esbozados por aquellos juristas formados en la universidad local

se inscribían en una argumentación tradicional , Yanes recoge los revolucionarios

acontecimientos de Caracas con aquel pueblo como protagonista de los nuevos tiempos.

También los siguientes textos nos ofrecen evidencias sobre esa visión del autor sobre el

pueblo-ciudadanía:

(e) " ... la moción sobre la necesidad de la independencia absoluta ... fue apoyada por por

un gran número de diputados y recibida con gran aplauso del pueblo." (C, p.194)

(f) "Un pueblo en la edad de ser libre,con fuerzas físicas y morales, gobernado por un

despotismo organizado ..." (C, p.197)

(g) Ante las informaciones sobre un grupo reunido en la sabana del Teque - cerca de

Caracas - portando armas y estandartes, "voló el pueblo ,llevando cada cual el arma que tenía; los

facciosos hicieron fuego ... pero ... fueron vencidos y reducidos a prisión." (C, p.207)

(h) En 1811, el colegio electoral ,las comunidades religiosas y "un inmenso pueblo que

parecía haberse convidado al efecto se dirigieron a la sala del Congreso ..." (RD, I,p.17)
(i) "Esta (la Constitución de 1811) debía sancionarse o ratificarse por el pueblo de cada

provincia, por medio de convenciones ..." (RD, I,p.19)

(j) "En tal estado de cosas se reunieron las autoridades y el pueblo de Caracas ,el 2 de

enero (de 1814) , ... y teniendo en consideración las tristes circunstancias en que se hallaba la

República y las cualidades y prendas que concurrían en el Libertador le nombraron Dictador de

Venezuela ..." (RD, I,p.139)

(k) En medio de la derrota a los patriotas en Oriente (1814) se decidió "... evacuar a

Cumaná, porque el pueblo había desaparecido por la noticia que se había difundido de

aproximarse el enemigo." (RD, I,p.194)

(l) Al conocerse en Caracas (1818) que las fuerzas republicanas avanzaban victoriosas

desde Calabozo hacia el centro, muchos se movilizaron para emigrar pero "... el Capitán General

interino ... salió por las calles y tranquilizó al pueblo ..." (RD, II,p.37)

(m) Después de la victoriosa batalla de Boyacá el 7 de agosto de 1819, entró Bolívar el

día 9 "... a la capital de Santafé de Bogotá, entre las aclamaciones de un pueblo que, después de

tres años de cruel opresión, se vio libre..." (RD, II,p.59)

Todas y cada una de las anteriores muestras ponen en evidencia cuál era la idea que

Yanes tenía sobre el pueblo cuando lo definía en términos de masa general de vecinos, habitantes

de una ciudad ,región o país. No siempre queda claro que se refiera a ese pueblo activo o

ciudadano que participaba y se comprometía con el proceso de construcción de la nueva

república. Muchas veces, considerando el contexto, se ve a las claras, que el mencionado pueblo

era en ese caso, solo la masa general que habitaba en determinado lugar.

El Pueblo como Masa de Gente Inferior, Plebe o Populacho.

Finalmente, Yanes apela al tercer significado de <<pueblo>>, esto es, el de gente inferior,

plebe o populacho.

Aunque muchas menos veces, aparece dicha palabra utilizada en la obra en ese sentido.

Los ejemplos que se presentan atestiguan lo indicado:


(a) "pueblo motinero" (C, p.145)

(b) Los realistas, llenos de entusiasmo, "exitaron al populacho y a las tropas que se

hallaban en los cuarteles para que no se sometieran al Gobierno de Caracas." (RD, I,p.9)

(c) Cuando Mariño tomó a Barcelona el 19 de agosto de 1813, muchos realistas fueron

tratados con indulgencia, pues allí no ocurrieron situaciones como las de Cumaná. Sólo se

ejecutó a unos "... veintitrés individuos cuya vida se la habría quitado el mismo pueblo si

hubieran conseguido perdón del vencedor. El fraile Márquez y Arias Reina fueron del número de

aquellos."

(RD, I,p.121)

(d) Fue el año de 1814, un año funesto, "la multitud abandonó el trabajo ,para buscar la

subsistencia en el robo y la destrucción de sus semejantes; la población se dividió en dos partidos

encarnizados ..." (RD, I,p.139)

(e) En febrero de 1814 los patriotas Cortés de Madariaga, Roscio y Ayala escaparon a la

posesión británica de Gibraltar desde el presidio de Ceuta, pero fueron capturados y traídos de

nuevo "... en medio de la algazara y vociferaciones del populacho español, que con frecuentes

instancias pedía su muerte ..." (RD, I,p.151)

(f) Refiriéndose a los atropellos de los realistas en 1814, se dice que éstos utilizaban

como arma "... la delación de las conspiraciones inventadas por hombres de la hez del pueblo. "

(g) En la campaña de liberación de la provincia de Coro, negoció Urdaneta con el jefe

realista Pedro Luis Inchauspe, pero éste no cumplió lo ofrecido y ... "sedujo al populacho de la

jurisdicción de Pedregal y al de Urumaco, Pecaya, Agualarga, Sasárida y demás pueblos del

partido de Caricure ..." (RD, II,p.108)

A pesar de su menor número, si se les compara con los que se consiguen de la segunda

acepción, tales ejemplos muestran que Yanes tuvo ,como hombre de esa élite de blancos criollos

ilustrados ,los típicos prejuicios hacia esas masas del <<bajo pueblo>>. Recuérdese que estos

historiadores patricios veían con horror el jacobinismo, de ciertos personajes que inflamaban con

sus ideas a ese pueblo conformado en parte por pardos y negros. Y no fue solamente la actitud

conservadora de la Junta Suprema de Caracas (no sólo "conservadora" por su denominación


oficial) la que tuvo posiciones como la de expulsar a José Félix Ribas y otros patriotas exaltados

con motivo de los acontecimientos ocurridos en Quito; o la interesadamente "legalista" decisión

de pretender prohibir el desembarco del patriota caraqueño Francisco de Miranda, quien

regresaba a Venezuela después de muchos años en el exilio. También el gobierno federal que la

sustituyó hasta 1812 y los sucesivos gobiernos provisionales y constitucionales no fueron muy

lejos en esa visión del pueblo como masa levantisca y de tendencias anárquicas.

Fueron tales valores políticos, los de una "aristocracia" que vestía de ropaje liberal-

ilustrado a sus viejas concepciones sobre la organización del estado, los que se expresaban en

esos juicios sobre el bajo pueblo venezolano o de otras latitudes.

Visión Sobre Algunos Grupos Específicos que Conformaban el Pueblo Venezolano.

El pueblo venezolano, formado por los españoles y sus descendientes , los negros, los

indígenas y todos esos grupos productos del mestizaje; se dividió profundamente como

consecuencia de la guerra de independencia.

<<Los Indios>>

Uno de esos grupos -- parte del pueblo -- los así llamados "indios" es claramente

identificado como grupo diferenciado que participaba en el proceso militar que se relata.

Véase como el autor en los casos tomados enjuicia el papel de los aborígenes del país:

(a) Comparando la Venezuela que enfrentaba a la monarquía española con la de tiempos

anteriores a la conquista, dice que

"fue antes de su cautiverio una nación soberana y tan separada del gobierno español , que ni

conocía la existencia de éste, ni la del antiguo mundo. Sus habitantes vivían en crecido número y

eran naturalmente felices con los benéficos productos de la tierra bajo la dirección patriarcal de

sus caciques. Cuando el factor Juan de Ampúes y sus compañeros pusieron el pie en la Coriana

ofreció a Manaure un tratado de amistad y perpetua alianza con su amo el rey de España ...."

(C, p.195)
Obsérvese como el autor señala que esa Venezuela prehispánica era una <<nación>>

soberana. Para él esos pueblos aborígenes que vivían bajo la dirección de sus caciques perdieron

su libertad pues quedaron reducidos al cautiverio.

(b) Indios Realistas. Bajo esta denominación se presentan los siguientes ejemplos de

acciones concretas reseñadas por el autor. Todos tienen que ver con el desarrollo de la guerra de

emancipación.

(b.1) Se denunciaba en 1812 una posible rebelión de "indios y gente de color" a favor del

rey en los pueblos de Santa Lucía, Yare y Ocumare. (RD, I,p.42)

(b.2) Al avanzar las fuerzas republicanas desde el Oriente en 1814, "la columna al mando

de Valdés siguió por los pueblos de Tucupido, Orituco y Lezama, y para ocuparlos fue preciso

batirse, porque en todos se manifestó oposición a los patriotas , siendo la más notable resistencia

la que hicieron los indios de Tucupido, bajo la dirección de su cura,el Padre

Ybarrolaburu..."(RD, I, p.166)

(b.3) En algunas acciones militares en Oriente, 1820, fue atacada una fuerza patriota, "...

un cuerpo de más de 100 hombres ,incluso algunos ingleses y todos fueron muertos por los

indios de San Joaquín y Chamariapa, que componían parte de las tropas realistas." (RD, II,p.75)

(b.4) "... desde que (en 1820) se publicó en la parte oriental la Constitución española, fue

decreciendo el poder de los realistas, pues los indios y criollos más adictos al rey empezaron a

resfriarse y pasarse a las filas republicanas. El gobernador y los indios del pueblo de Tucupido

fueron los primeros que se presentaron en el de Iguana a Bermúdez ..."(RD, II,p.80)

(c) Indios Patriotas. Descripción de algunas acciones militares en las que participaron

grupos indígenas en favor del bando republicano.


(c.1) Combatiendo en las fuerzas de José Tadeo Monagas en los llanos orientales a

principios de 1816, "... murieron los dos famosos comandantes de los indios patriotas Manaure y

Tupepe ..." (RD, I,p.253)

(c.2) El 11 de abril de 1817, en las cercanías de San Félix combatieron las fuerzas

realistas y las patriotas. Al formarse éstas últimas en batalla se colocó entre las filas, una formada

por unos 500 "... indios flecheros ..." .La victoria fue para los republicanos. (RD, II,pp.13-14)

De la revisión de los textos escogidos ,y que obviamente no son sino los más llamativos

de todos los presentados en la obra, se puede deducir que para Yanes (y también para los otros

historiadores) los llamados <<indios>> no fueron otra cosa que un peculiar grupo de soldados

que peleaban con sus armas tradicionales. Con la excepción de una pequeña partida en Oriente

(la que militó en la fuerzas de Monagas) o el de los flecheros que participó en la acción de San

Félix, todos los individuos o los grupos indígenas estuvieron asociados al poder español, que

además recibía la cooperación de destacados "curas guerreros" o de experimentados jefes como

el legendario Indio Reyes Vargas.(2)

<<Los Negros>>.

Las referencias a la participación de los <<Negros>> no son muy numerosas. Se

consideran las siguientes como representativas de las que se incorporan en la obra:

(a) En 1812, "... los negros esclavos y muchos libres de los valles de Curiepe, Capaya,
Guapo y otros puntos de Barlovento, fueron conmovidos y seducidos con la oferta de su libertad
y grandes premios por don José de las Llamosas, presidente que había sido de la Junta Suprema,
don Gaspar González y don Isidoro Quintero, españoles, y por los criollos Elzaburu y Galarraga,
y proclamando a Fernando VII como legítimo rey y señor de Venezuela, se dirigieron en masa
sobre Caracas y pueblos de la costa, cometiendo atroces excesos e inauditas crueldades en las
personas y bienes de los patriotas ..." (RD, I,p.44)

(b) "El 6 de marzo (de 1814) volvió Rosete, a ocupar a Ocumare, con 3.000 hombres y

ejecutó las crueldades de costumbre, sublevando además contra el Gobierno independiente a los

esclavos de aquellos valles ofreciéndoles la libertad y el saqueo de los pueblos ..." (RD, I,p.147)
Al igual que en el caso de los "indios" , los pardos u otros segmentos de esa rígida

sociedad de origen colonial; los negros (libres o esclavos) no son vistos con particular simpatía

por el autor ahora estudiado. Este grupo es considerado como una masa que actuaba bajo los

impulsos externos de quienes los lanzaban en contra de la república. El ofrecimiento de libertad a

los esclavos negros o la posibilidad de hacerse de cuantiosos bienes mediante el saqueo de

quienes si los tenían en abundancia , es señalado como el señuelo utilizado por los enemigos de

la causa de la independencia venezolana. Lógicamente, no podía Yanes, ni ninguno de los

historiadores venezolanos de ese tiempo, comprender cabalmente la exacta naturaleza de tales

luchas político-sociales y de las características de los grupos sociales como los antes

mencionados.

La Patria y La Libertad.

La idea de patria está asociada al terruño nativo, al país natal. Igualmente, de acuerdo con

el contexto, no solamente se hace referencia al suelo natal sino también a una nueva entidad

política, la república liberal y democrática creada por las transformaciones iniciadas en 1810-

1811. Esa nueva formación política encarnaba la <<libertad>> (RD,I,p.41). Sentido similar

tienen algunas descripciones como la del ataque de Mariño a un cuartel en Güiria el 13-1-1813,

donde se dice que a pesar de la desigualdad numérica derrotaron a los realistas que "no pudieron

resistir el ímpetu de los que peleaban por la libertad" (RD, I,p.94), o igualmente esta, donde

afirma Yanes que a pesar de las derrotas de 1814 en el Oriente, hubo siempre un grupo que

siguió luchando "hasta lograr la libertad entera de Venezuela" (RD,I,p.191) .En fin, si se quiere,

tienen esa misma connotación las repetidas referencias al "ejército libertador" y al mismísimo

Libertador, Simón Bolívar.

La idea de <<libertad>> era parte inseparable de la noción de república democrática e

independiente en ese discurso historiográfico de Yanes. En él se enfrenta duramente al

despotismo del colonialismo español ,pero también se cuestiona al autoritario gobierno militar

patriota que limitaba la libertad política del pueblo. Por ello, había que luchar sin descanso en

contra de los realistas, pero al mismo tiempo exigir la participación del pueblo en la libre

elección de sus magistrados, en la reunión de sus congresos, en la limitación del poder de los
jefes militares. Una muestra de esos escrúpulos sobre la libertad política, que orientaron sus

opiniones históricas, es este juicio que lanzó en la oportunidad de retirarse el Libertador hacia la

Nueva Granada en septiembre de 1814 , en medio de la anarquía político-militar. Al respecto,

escribió Yanes, que

"... los adictos al poder sin restricción y al gobierno militar siguieron a Bolívar y Mariño ... fue

entonces cuando se manifestaron sin rebozo ideas contrarias a los principios del gobierno

popular representativo, proclamado desde el año de 1810, en todos los Estados" (RD,I,pp.195-

196) ; asimismo, similar preocupación se asoma en su análisis sobre el llamado congreso de

Cariaco (RD,II,pp.17-20) al que enjuicia muy favorablemente, cosa que no hicieron los

historiadores bolivarianos posteriores que descalificaron tal reunión como un mero

<<congresillo>>.

La Idea de Patria. Textos Representativos.

Esa nueva patria libre, debíase defender con las armas en los campos de batalla. Quienes

asumían su deber con la patria eran los llamados patriotas; quienes no, se les califica de traidores

a la misma.

Estas muestras comprueban lo antes indicado:

(a) En el reglamento de elecciones de 1810, se establecía que los participantes debían

indicar en el padrón a formar "su edad, estado, patria , vecindario, oficio ,condición y si era o no

propietario ..." (C, p.166)

(b) Al darse noticias sobre el recién liberado preso político español Sebastián Andrés, se

dice que éste "contestó que no admitía el destino que se le ofrecía (por parte de la Junta de

Caracas) ,porque no podía servir en un gobierno que seguía una marcha contraria a los intereses

de su patria la España ..."(C, p.173)

(c) Se critica la actuación del general Miranda cuando éste desempeñaba la tarea de

"salvar la patria que le había confiado el Poder Ejecutivo (...) Recibió Miranda "... facultades

plenas para obrar en todo lo concerniente a la salvación de la Patria..." (RD, I,p.32)

(d) Fuerzas realistas comandadas por Reyes Vargas proclamaron a Fernando VII ,"en el

mismo pueblo donde, reforzado y auxiliado por traidores a la patria que les dio el ser ...."
(RD, I,p.29)

(e) "El Libertador pensó que la victoria de Araure produciría un saludable desengaño en

los criollos alucinados que volverían al seno de la patria ..." (RD, I,p.137)

(f) "... el general Bolívar hizo ver a Mariño la necesidad de reunir sus fuerzas ,para salvar

la patria que estaba en peligro ..." (RD, I,p.169)

Si observamos los diferentes ejemplos anteriores, pareciese que la acepción de "patria"

como lugar de origen es lo más evidente. Véase el primer caso en donde se señala que deben

indicar los electores su edad, condiciones, propiedades, <<patria>> ,etc. Sin embargo, en algunos

de los otros ejemplos, no sólo está implícita esa noción de que la patria es el lar nativo, también

ella tiene aparejada la idea de una comunidad política --- una nación , un Estado --- al que había

que defender si era atacado por sus enemigos.

Patriotas y Realistas.

Esta es la denominación habitual de los bandos que se opusieron en la guerra de

independencia nacional. Yanes explica el surgimiento de estos grupos señalando que los

enfrentamientos surgidos a partir de la la declaración de independencia "... dividieron

definitivamente a los habitantes de Venezuela en dos partidos: el de los europeos y canarios que

se denominó de los Godos ,y el de los criollos ,en que había muchos españoles, que se llamó de

los Patriotas ,al que dieron aquellos varios apodos ..." (RD, I,p.4)

Considerando la llamada <<Guerra a Muerte>> practicada en esa época, "Los realistas

cuando eran los más fuertes fueron crueles, perseguidores, feroces, carniceros, exterminadores,

inflexibles; los republicanos triunfantes fueron prudentemente tolerantes, inmensamente

generosos, compasivos, liberales y humanos sin limitación." (RD, I,p.161)

Como "Patriotas", "Republicanos" o "Independientes" identifica el autor a quienes --

obviamente -- defendían política y militarmente a la <<patria>>, a la nación venezolana, a la

nueva república liberal y democrática que pugnaba por ser libre del dominio colonial de la

metrópolis española.
Se presentan ejemplos de un texto representativo y de las expresiones que sirven para

identificar a los patriotas.

Dice Yanes, que en los días que precedieron al 19 de abril de 1810, cuando ya se

conocieron las últimas ocurrencias en la península,

"los que desde entonces se titularon patriotas resolvieron a romper el velo de esta política
tenebrosa, sacudir el yugo , estableciendo un gobierno patriótico o perecer en la demanda. [la
noche anterior, se reunieron y acordaron] ... citar a todos los patriotas que pudiese [cada
uno] ,para que concurriesen muy temprano a la plaza mayor a esperar ,cumplir y llevar a efecto
los acuerdos del Ayuntamiento." (C, p.142)

A todo lo largo de la Relación Documentada ... el autor identifica a los contendores que

actuaron en defensa de la patria y de la libertad como el "ejército republicano" ; las "fuerzas

republicanas" ; el "ejército independiente" ; "los Independientes" ; el "Gobierno

independiente" .Estas u otras similares expresiones no dejan duda sobre a quien se refiere el

autor cuando narra las ocurrencias de ese período histórico nacional.

Los Realistas .

Los Realistas, el Partido Realista, los "españoles" , los españoles y canarios, los

viscaínos, los catalanes, los godos, los adictos a la causa del Rey y otras categorías sirvieron al

autor para identificar a los que tuvieron que enfrentar y vencer los patriotas, republicanos o

independientes.

Véanse los siguientes ejemplos:

(a) Los canarios "idiotas" partícipes en las conspiraciones (C, p.193)

(b) Una revolución - contra la república - en Cumaná por parte de "los catalanes y

españoles" (C, p.193)

(c) Cuando Mariño atacó a Cumaná en 1813, exigió la rendición de la ciudad y "la

intimación causó tal terror en Antoñanzas ,en los frenéticos catalanes y en los criollos leales (a la

corona) que ... no pensaron ni trataron de otra cosa que trasladarse a la embarcaciones que tenían

en el puerto ..." (RD,I,p.117)


(d) "Las orejas [cortadas por el jefe realista Zuazola a los prisioneros patriotas] se

remitían en cajones a Cumaná, en donde las recibían con salvas de repiques de campanas ,y los

Catalanes las clavaban en las puertas de sus bodegas y en sus sombreros, como escarapelas..."

(RD, I,p.97)

(e) Los viscaínos y criollos de Valencia "entusiasmados por el rey y la religión" (RD,

I,p.5)

(f) "Coro, Maracaibo y demás pueblos ... adictos a la causa del rey ..." (RD, I,p.9)

(g) "los adictos a la causa del rey obraban ya con descaro" (RD, I,p.45)

(h) "... siguiendo Boves y Morales, con otros pocos al Guayabal, pueblo tenazmente

adherido a la causa del Rey por el influjo y persuasión de los misioneros capuchinos." (RD,

I,p.131)

(i) El 7 de marzo de 1814, un jefe republicano se tuvo que enfrentar a las fuerzas realistas

sin antes haber tenido ninguna información sobre la presencia de tales enemigos en las cercanías

"prueba inequívoca de la adhesión que la mayoría de los habitantes de Occidente tenían entonces

a la causa del Rey." (RD, I,p.150)

"La destrucción de Maturín y la matanza que se hizo en los días subsecuentes no mitigó

la insaciable sed de sangre americana que devoraba a los españoles y canarios ..." (RD, I,p.221)

No dejan nunca lugar a dudas las expresiones que sirvieron para identificar tanto a los

que fueron enviados por la antigua metrópolis como a los habiendo nacido o vivido muchos años

en estas tierras asumieron con fanatismo la defensa de los intereses de la corona española

representada por Fernando VII.

La condena sistemática de las acciones jurídico-políticas, político-militares y de otra

naturaleza llevadas a cabo por estos <<realistas>> fue el norte seguido en la obra. Tales acciones

son siempre señaladas como monstruosas, abominables, feroces, sanguinarias y otros

calificativos equivalentes. Tales realistas, no son presentados como dignos enemigos a vencer,

más bien son colocados como la personificación de la ignorancia, la maldad y la barbarie.

***********************
El análisis histórico de Yanes refleja evidentemente sus opiniones jurídicas y políticas.

Su pensamiento liberal y democrático - teñido de federalismo - propio de un abogado enamorado

de las formas legales de la vida civil organizada, se deja sentir a través de la prosa de su obra. En

su Relación Documentada ... puede constatarse una gran diferencia con autores como

Montenegro y ,especialmente , con Juan Vicente González quienes cuestionaron duramente los

similares actos de barbarie realizados por los jefes patriotas. Yanes , por el contrario, no asume

una abierta condena de la política de <<guerra a muerte>> ; más bien siempre trata de demostrar

que fueron los españoles realistas los que la iniciaron desde los tiempos de la Primera República.

Por tanto, la practicada por el abogado y oficial patriota Antonio Nicolás Briceño (el llamado

"Diablo" Briceño) ; por Simón Bolívar ,quien la decretó en Trujillo en 1813 y por quien tuvo la

principal responsabilidad de ejecutarla en Caracas y La Guaira, el gobernador militar interino

Juan Bautista Arismendi, no fue otra cosa que la legítima respuesta a esos actos. Es tal la pasión

anti-realista del autor, que no pretende como otros historiadores asumir un papel de juez

imparcial en esa materia.

Otra peculiaridad de su obra -- que seguidamente se presentará con mayor detalle -- es

que no tuvo carácter bolivariano ni le hizo mayores concesiones al culto heroico.

Los Héroes ,lo Heroico y los Anti-Héroes.

En sus análisis no hay un evidente <<culto heroico>> tal como el planteado por otros

historiadores de la época. Su descripción de las acciones colectivas o de las individuales en las

campañas, batallas, combates y asedios no va más allá (usualmente) de la descripción sencilla de

los hechos sin apelar a ese dramatismo tan propio de los escritores románticos. En muy pocas

oportunidades se permite ensalzar el arrojo de algún jefe y de los demás participantes, tal como

lo hizo en su descripción del combate de <<las Queseras del Medio>>. Sin duda que esa

característica del discurso de Yanes tiene mucho que ver con su condición de prócer patriota

civil, no muy ducho en cuestiones militares o particularmente entusiasmado por sus hazañas.

Este parlamentario, magistrado judicial, compilador de documentos históricos y cronista de los

hechos que le parecieron relevantes y comprobados nos dejó un expediente sobre los hechos que
presenció o de los cuales tuvo noticias ciertas, pero también nos dejó como legado sus

particulares opiniones sobre los acontecimientos político-militares de esa turbulenta época de la

emancipación.

A diferencia de esa relativa ausencia de cuadros heroicos, en la obra de este autor, sí

abundan los comentarios específicos en relación con los que pudieran denominarse los "anti-

héroes", es decir el negro retrato de los enemigos: uno colectivo, España y los españoles;

individual el otro: el que hace a varios de los que califica de monstruos, fieras con apariencia

humana, etc.

Veamos algunas muestras de tales descripciones:

(a) Zuazola.
"El teniente don Antonio Zuazola ,más inhumano que Cerveris y discípulo de Antoñanzas, fue
destinado por Monteverde, a reforzar a Cumaná [...] Es necesario hacer aquí un breve recuerdo
de los hechos atroces de Zuazola, porque este monstruo fue el que descaradamente comenzó en
el Oriente la guerra a muerte que Monteverde en Baragua y Antoñanzas en San Juan de los
Morros y Calabozo habían practicado sin rebozo.[...] todos los que se presentaron [a sus
llamados] sufrieron las especies de castigo, que aquella fiera disfrazada con la forma humana
había de antemano concebido, preparado y dispuesto, plan atroz y abominable que en la
regeneración política de Venezuela deberá llamarse el martirio de Zuazola."

Tormentos como cortar las orejas, desmembrar con golpes de hacha o machete, coser la piel de

dos personas colocadas espalda con espalda y luego lanzarlos a morir en una laguna, desollarlos
hasta morir, degollarlos, azotes y apaleamiento y otros castigos peores dieron triste fama a este

jefe realista. (RD, I,pp.97-98)

(b) Francisco Tomás Morales.


"Ninguno de los monstruos que desolaron a Venezuela ha igualado a éste ,en perfidia, fiereza y
crueldad y es bien sabido que el mismo Boves, haciendo el elogio de su segundo Morales, dijo
repetidas veces : que éste era más sanguinario que él, y el más bárbaro y cruel de los hombres.No
sería fácil y menos agradable referir a la vez las atrocidades ejecutadas y ordenadas por él, en el
curso de la guerra de Venezuela." (RD, I,p.219)

Del análisis de la obra de Yanes se desprende que ésta tenía un carácter ideológicamente

más avanzado que la de Montenegro mas no tanto como la de Baralt. Ello se explicaría en parte

por ser Yanes un hombre formado en la rígida universidad colonial y en la práctica de la


abogacía y ,sobre todo , por haber escrito su obra cuando ya era un maduro intelectual mayor de

cincuenta años.

Resulta evidente que Yanes como intelectual estuvo a medio camino entre las viejas

concepciones tradicionales (herencia de su origen mantuano y formación jurídica hispana) y las

nuevas ideas modernas que los aires de la revolución emancipadora americana hicieron suyas.

Fue notoria en Yanes la influencia no sólo de las ideas francesas sino también especialmente del

federalismo de la Revolución de Independencia de los Estados Unidos.

A diferencia de otros historiadores que fueron hombres de armas, Yanes planteó su

discurso rescatando no solamente la crónica de la guerra (ello a pesar de sus limitaciones

profesionales) sino fundamentalmente toda la trama de la lucha política plasmada en la prensa,

los debates y acuerdos parlamentarios, los programas, constituciones, códigos y la actuación de

los tribunales.

Al escribir ese discurso histórico donde se puede observar sin dificultad su preocupación

por la supremacía de lo civil sobre lo militar, de los parlamentos (nacionales y provinciales)

sobre las autoridades ejecutivas, de la ley y los tribunales sobre las acciones arbitrarias de los

jefes ,aún las de los "jefes supremos".

Por todo ello, la principal obra de Yanes representó una visión histórica diferente:

civilista, federalista, no bolivariana, no antimariñista, no heroica, pero si profundamente

"antiespañola". Tal vez por ello nunca fue publicada durante el siglo XIX venezolano.
NOTAS (Capítulo III, Sección 1.3)

(1) De aquí en adelante, y para no incorporar repetidas notas, sólo indicaremos de manera
abreviada las obras ya antes citadas: el Compendio ... y la Relación Documentada ... .Para el
primer caso, es decir el <<Compendio>>, se abreviará indicando entre paréntesis la letra (C) ,
seguida del número de la o las páginas citadas. En el caso de la <<Relación Documentada>> se
indicará entre paréntesis (RD) , seguido del número del tomo y de la o las páginas respectivas. Es
de destacar que la mayor parte de las referencias serán a esta última obra, considerándose la
importancia de la temática y del período cronológico tratado.
-- se hará el subrayado de lo fundamental ---

(2) n.a. Sobre la participación de los indígenas en los procesos históricos venezolanos,
véase además, la obra de Emigdio Cañizales Guédez: El Indio en la Guerra de Independencia.
Caracas, Coedición de la Dirección de Cultura de la U.C.V y la APUCV, 1993
1.4. La idea de Pueblo, Nación ,Patria y República. Patriotas y Realistas. Los Héroes y lo

Heroico en el Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela de José de Austria.(1)

La Idea de Pueblo.

En la obra estudiada (2) es usual que esta noción se le utilice en las acepciones que ya

conocemos, es decir, <<pueblo>> como sinónimo de pequeño centro poblado; <<pueblo>>

como equivalente a conjunto de la población, ciudadanía o vecinos de una urbe, región, país o

nación; <<pueblo>> como expresión de masa de gente socialmente inferior, plebe, populacho.

De la revisión del texto de Austria se desprende también, que éste considera ,

expresamente, la presencia de ciertos segmentos sociales tales como los indígenas, los negros,

los llaneros, los españoles y canarios. Tales grupos, en algunos casos, caen en lo que sería la

tercera acepción de la noción considerada. No obstante, en otros, pueden ser perfectamente

ubicables en el segundo significado.

De acuerdo con lo observado en este libro, es usual que el autor denomine <<pueblo>> a

comunidades como el siempre mencionado de "Siquisique" , también utiliza la denominación de

villa u otras similares. Como ésta no es la más interesante acepción se presentará sólo este

ejemplo:

El Padre Torrellas del pueblo de Siquisique, al servicio de los españoles mantuvo "fieles

a la causa del rey aquellos indios y muchos otros vecinos de distintos pueblos de Occidente, muy

principalmente el indio Reyes Vargas ..." (I,113)

El Pueblo: Ciudadanía, Masa General.

Véanse si, los del segundo caso, a través de innumerables muestras (subrayados nuestros

en muchas de ellas) :

(a) En 1808, cuando llegaron los enviados franceses a Caracas con noticias de las

ocurrencias en la corte española, "... se agrupó el pueblo y se multiplicó la vocinglería por todas
las calles (proclamaban a Fernando VII, hicieron sacar el pendón real y que se jurase al rey. Sólo
así se tranquilizó) el pueblo ... los emisarios franceses fueron ocultados para salvarles del furor
del pueblo ... tanto entusiasmo y tal espontaneidad del pueblo en favor de su soberano .... no
mejoraron en nada la triste condición colonial de los venezolanos." (I,75-76)
(b) En los sucesos de 1808, "temeroso ya el Capitán General
de la desconfianza y antipatía con que le veía el pueblo en aquellas circunstancias ,de suyo
delicadas y peligrosas, convocó ... una junta (...) no se le ocultó al pueblo lo que en la junta había
pasado .... todo fue agitación en aquellos momentos, sin que los gobernantes manifestasen
consideración alguna al pueblo, ni estimasen en nada la lealtad del Ilustre Ayuntamiento ... toda
armonía y mutua confianza llegó a perderse entre el Ilustre Ayuntamiento y los gobernantes, y el
pueblo apuraba la copa del sufrimiento ..." (I,78-79-80)

(c) Durante el 19 de abril de 1810 se expresó "la libre soberanía del pueblo" (I,91) "...
(por) la agitación del pueblo: se aumenta el número de aquella corporación con los dignos
representantes del pueblo" (...) Salias le pidió a Emparan que volviese al cabildo "porque el
pueblo y la salud pública así lo exigían.Semejante exigencia fue corroborada por las voces del
mismo pueblo, a las que no pudo resistir aquel magistrado ..." (I,94) "La suprema junta (del año
de 1810) no era usurpadora de la soberanía del pueblo ...."

(d) "Por primera vez respiró un aire libre el pueblo oprimido, y dieron principio a su

patriótica carrera de regeneradores de la patria de Guaicaipuro." (I,94)

(e) Al llegar Miranda a La Guaira en 1810, con gran entusiasmo "... el pueblo le hizo

desembarcar, y fue conducido en triunfo ..." (I,145-146) .Al elegir a Miranda como diputado "..

el pueblo quiso premiar con sus sufragios a aquel veterano patriota." (I,148)

(f) "... la decidida y formal moción sobre la independencia absoluta , que fue apoyada por
un gran número de diputados y aceptada con gran júbilo del pueblo." (I,151)

(g) Ante el terrible terremoto de 1812, "Las armas que empleó el fanatismo, moviendo la

religiosa credulidad e ignorancia de los pueblos en aquella época ..." (I,295)

(h) Para mantener el ejército republicano en 1812, "... las autoridades y el pueblo no

habían excusado sacrificio alguno..." (I,309)


(i) Con la capitulación de 1812 "se puso el primer eslabón de la cadena que aprisionó un

pueblo entero ..." (I,358) Aunque, "parecía imposible la encarcelación de un pueblo entero..."

(I,369)

(j) El "... odio y la venganza de parte de un pueblo altamente ofendido e irritado contra

sus tiranos ... (a pesar de todo) loable y digna del mayor elogio fue la conducta de los pueblos de

Caracas y La Guaira .... la justa ira del pueblo contra sus opresores la refrenó el mismo pueblo."

(II,62)

(k) Dice, al considerar a los Indígenas:

"Inútiles fueron los esfuerzos de la primera raza para salvarse de la bárbara irrupción de los
conquistadores inhumanos, pueblos enteros, naciones opulentas , la generación toda volvió al
caos. A la guerra cruel de una invasión audaz siguió la calma del exterminio, y bajo la
dominación ominosa de los usurpadores , la América entera se convirtió en el vasto sepulcro de
sus infortunados hijos ! Desgraciada tierra de los desvelos del magnánimo Colón ! (....) "Ilustres
manes de los Incas; veneradas cenizas de tantos emperadores y reyes; millones de inocentes
víctimas esparcidas en el dilatado espacio de un mundo entero; conmoveos con la prolongación
de tantos horrores ! " (I,47)

Considerando estos y otros ejemplos que pueden conseguirse en la obra, se puede afirmar

que Austria hacía un amplio y muy "moderno" uso de esta categoría <<Pueblo>>. Se nota ,en su

caso , una visión idealizada del mismo; pues lo ve casi siempre como una comunidad homogénea

de intereses políticos, patrióticos en este caso.

Esa visión del Pueblo como ciudadanía politizada (en especial la de Caracas) ; es decir ,la

que va a la plaza, lucha, se defiende y ataca como grupo; es una construcción ideológica hija de

la Revolución Francesa. Sin duda ,ella, muy extendida entre los intelectuales venezolanos

ideológicamente más avanzados del siglo XIX.

Ese pueblo venezolano, considerado como masa general de población, es visualizado (a

la luz de esos ejemplos) con algunas diferencias o matices que es preciso puntualizar: En ciertos

pasajes se destaca el carácter vocinglero y revoltoso de ese pueblo que obliga a actuar a los

factores de poder, esto es, a el capitán general, el ayuntamiento capitalino o a sus sucesores.

También se le ve como pueblo levantisco y temible , al que se le llama soberano (a pesar de no


consultarle para erigirse en diputado suyo) ; igualmente, él es ese pueblo oprimido que al fin

supuestamente respiró el aire libre de los nuevos tiempos; el mismo ,al que se le endilgaron

contradictorias notas: luchar por hacer desembarcar a Miranda (quien era enemigo de ese mismo

rey al que juraba lealtad en las calles de Caracas meses antes) ,caer presa del fanatismo y la

credulidad al hacer suyas las consejas propaladas después del terrible terremoto de 1812, y

finalmente , convertirse en un pueblo entero encadenado como consecuencia de una capitulación

con los realistas.

No cabe duda, que cuando el autor se refiere al <<pueblo>> en cada uno de los casos

mencionados en su obra, lo hace en términos abstractos o ideales, que por supuesto deja por

fuera algunas evidentes contradicciones que se desprenden de una lectura rigurosa de tales

textos, tal como ya lo sugerimos antes. Tales menciones sobre ese mítico <<pueblo>>

demuestran que ,igual que ahora, cada quien ha llenado dicho concepto con diferentes

contenidos.

El Pueblo como Gente Inferior.

El examen de otras muestras nos permite visualizar cómo concibe el autor la idea de

pueblo en su acepción de masa de gente socialmente inferior. Véanse los ejemplos siguientes:

(a) ".... en apoyo de la emancipación. La multitud no conocía los caminos que conducen a
la gloria porque no tenía que defender ni ascendencia , ni recuerdos ,ni patria. Que antepasados
podía señalar el hijo de una india o de una africana? (...) .La turba de gente despreciada hubiera
permanecido siempre sin la menor sensación de orgullo nacional ,si la aristocracia no la hubiera
levantado del suelo y acercándola a sí misma." (I,93)

(b) Refiriéndose a la conducta de los <<Llaneros>> y otros grupos, para el año de 1813,
dice, que los españoles "tomaron a su cargo fomentar malignamente la funesta división de los

naturales, y halagando la licencia, el desbandamiento y todo género de vicios en la multitud, y en


la hez de los pueblos del interior, y principalmente en los llanos, cuya vida del desierto les abriga
brutales costumbres, lograron convertirlos en ciegos instrumentos de sus salvajes e inhumanos
planes; los habituaron por fin, al pillaje, al incendio y al asesinato ..." (II,149)

Austria, como historiador patricio que era, dejaba ver a través de sus opiniones la

presencia de los valores ideológicos y los prejuicios que podían esperarse en una persona de sus

condiciones sociales e intelectuales. Esa más que obvia referencia a la supuesta ausencia de
antepasados en los descendientes de indígenas y africanos; la superioridad de la aristocracia (los

blancos, propietarios, cultos) y de la barbarie de los llaneros y de la hez de los pueblos del

interior nos indica cuáles eran sus convicciones.

Ya sabemos, que esa plebe, ese populacho, esa hez de los pueblos fue el instrumento más

terrible que utilizó la corona española y sus agentes para aplastar a esa aristocracia en términos

económicos, sociales y político-militares (tal cosa, por lo menos temporalmente). Dicho

populacho nutrió las fuerzas de Monteverde, de Boves, de Morales y de muchos otros jefes de

los ejércitos y guerrillas realistas para hacer la guerra en Venezuela y aún en otros escenarios de

Hispano América.

El Pueblo. Los Grupos Específicos: Indígenas, Negros esclavos, Llaneros, Españoles.

Los Indígenas.

Ejemplos o Muestras que se presentan en el Discurso:

(a) Los Indígenas y la Independencia. Recordando a los jefes indígenas sacrificados, les

dice: "! Patricios respetables ,mártires de la buena fe ,víctimas sacrificadas al furor del

despotismo
en la antigua y nueva lucha, desde la mansión eterna de los justos donde habitáis, contemplad a
vuestra patria, libre ya, regida por las leyes de su propia voluntad y restablecida en la plenitud de
sus derechos ! Vuestra sangre ha sido vengada, y vuestros anhelos cumplidos. No más
usurpación ,no más esclavitud ..." (I,62)

(b) Indígenas y españoles.

"La América teñida con la sangre de sus señores originarios, la cruel administración de los
gobernantes españoles ,y el deseo de recobrar su antigua independencia ,debían producir en los
naturales del país el horror, la desesperación y un constante conato por sustraerse a las tiránicas
leyes dictadas por un poder situado a una enorme distancia. No desconocía la corte de Madrid la
fuerza de estas observaciones, y comprendiendo que era imposible conservar perpetuamente la
unidad entre la América y la España imaginó un plan para retardar cuanto fuese posible la
ruptura. <<Destruir la población o reducirla a la nulidad>> ,o en otras palabras, <<embrutecer a
los indios o hacerlos perecer, fue el objeto ; el fanatismo, la miseria, la superstición y la más
completa ignorancia, los medios para realizarlo>>" (I,64)
(c) "Los Moctezuma, los Incas, los Cipas, los Zaques, los Manaures, los Cuicas, los

Teques, los Caracas y otros mil ; todos parece que desde la tumba elevaron sus plegarias a la

omnipotencia divina : independencia y libertad clamaron." (I,93)

En esas líneas plantea Austria ,literariamente si se quiere , una identificación entre la

causa de los patriotas-republicanos y la antigua independencia y soberanía de los grupos

aborígenes americanos; trata de establecer un paralelismo entre la lucha en contra de la antigua

opresión de los conquistadores y colonizadores españoles y el esfuerzo realizado por quienes en

congresos y campos de batalla combatían por la libertad e independencia, reivindicando así a los

mártires indígenas. Pudiera afirmarse que en esas expresiones, que son parte de la sección

introductoria de la obra, el autor lanza una especie de manifiesto en defensa de los indígenas de

Venezuela y de toda Hispano América.

Cumplido ese ritual histórico, quien escribe ,sólo menciona en adelante a los indígenas

como pobladores de áreas específicas, que se incorporan o los incorporan, a las acciones

bélicas ,en favor o en contra, de los que luchaban por la emancipación de Venezuela. Obsérvense

estos ejemplos:

(a) En los días de la batalla de Araure (5-12-1813) , los realistas "no contentos ni saciada

una tan implacable saña, habían armado y emboscado a los indios de Acarigua en sus mismos

bosques, para que luego que fuesen derrotados los independientes, como ellos lo esperaban,

confiados en su numeroso ejército, los ayudasen a perseguirlos y a matarlos." (II,132)

(b) Tropas realistas atacan a Barinas, enero de 1814. Fueron atacados con numerosas

fuerzas de caballería, unos 50 fusileros y "200 indios de flechas ..." (II,166) Para esos mismos

días, cuando venían fuerzas patriotas en su auxilio, fueron atacados por "una numerosa columna

de bandidos salida de las montañas de Acarigua, capitaneada por el cabecilla Rangel, con pocas

armas de fuego, pero con muchas flechas en cuyo uso son hábiles aquellos indios ..." (II,169)
(c) Enero de 1814 , para socorrer a los patriotas de Mérida se organizó una columna , y a

ella agregaron "80 indígenas de Mucuchíes bien armados ..." (II,163)

(d) Para entonces (1815) ya se habían incorporado con los patriotas algunas tribus

Caribes, capitaneadas por el famoso Tupepe y su segundo Manaure e hijos que abandonaron las

riberas del Orinoco, decididos contra los españoles por las depredaciones que experimentaron, y

el incendio, por último, de sus poblaciones. (se les unió, además, una fuerza comandada por

Vicente Parejo) "80 hombres titulados los Terecais, porque andaban desnudos, y por toda divisa

y uniforme usaban un guayuco ..." (II,321)

(e) Andaba José Tadeo Monagas en tierras guayanesas (1815) y organizó un hospital con

muchos enfermos y heridos de sus tropas. En esas condiciones llegaron fuerzas realistas, junto

con "los indios de Tapaquire, y con inaudita ferocidad degollaron a todos los enfermos, sin

perdonar uno. Fue también víctima de tan bárbara crueldad la bella joven ... Carmen Bolívar, a

quien asesinaron, y después ,para ofender más la moral y escandalizar a la humanidad ,colocaron

algunas partes de su cuerpo ,que el pudor no permite nombrar, en un chaparro a la entrada del

bosque." Como ya en páginas anteriores anotamos, Monagas, muy indignado, hizo morir a todos

estos indígenas ,devorados por las llamas, encerrados en su iglesia. (II,323)

A diferencia de lo hecho en la introducción, a lo largo del discurso propiamente tal, el

autor se limita a describir las acciones de los llamados "indios" como partícipes de los combates ,

en uno u otro bando que los hubiese reclutado. Obsérvese cómo la narración de los hechos en los

cuales los indígenas participan (a favor o en contra de la causa patriota) es muy diferente a esa

visión idealizada de los antiguos pobladores del continente. Por lo demás ,resulta curioso , que

sean esos descendientes de los conquistadores, los que posteriormente asuman esa posición de

condena a las injusticias del pasado.

Los Negros Esclavos.


Pocas son las referencias a este grupo, al igual que otros autores que historiaron el

proceso. Las únicas veces que mencionan a éstos son siempre las mismas, es decir el decreto de

Francisco de Miranda en 1812, la sublevación de las esclavitudes de Barlovento y finalmente los

decretos de libertad de los esclavos que proclama Bolívar en Oriente y en Ocumare en 1816. En

la primera noticia, o sea el decreto de 1812, se "ofrecía la libertad a todos los esclavos que

tomaran el servicio en el ejército por diez años."; decreto calificado como desastroso e inútil.

(I,319)

En la otra mención, más interesante aún, se lee:

"Otra tormenta, aún más aterradora ,se inflamaba al mismo tiempo para descargar sobre un
pueblo agobiado ya de infortunios. Las esclavitudes (de Barlovento) , seducidas y puestas en
armas por algunos enemigos de la independencia (...) , en masas numerosas, emprendieron una
incursión por distintas vías en completo vandalaje. Sin jefes reconocidos, sin moral ni
miramiento alguno, a semejanza de una devastadora plaga, penetraron (hacia todos los pueblos
de la región, donde pacíficos vecinos,) fueron sacrificados, y no hubo crimen que no cometiese
aquella horda de fieras que el averno vomitó. (...) tanto horror y miedo inspiró la sublevación de
aquellas numerosas esclavitudes a los patriotas como a los españoles, porque una vez que se
desbandaron, su único cebo fue el pillaje, el asesinato y todo género de depredaciones . " (I,330)

Para cerrar esta sección, resta solamente reiterar lo indicado en relación con la visión del

autor sobre el pueblo, juzgado como plebe o populacho, pues lógicamente los indígenas y los

negros caían dentro de ese concepto. Indígenas y negros (tanto libres como esclavos) eran

identificados como un segmento más de esa masa de gente inferior, manipulada por los agentes

de la corona en su lucha por aplastar a la república de hombres libres.

Además ,tales grupos tenían sobre sí el estigma de la inferioridad étnico-social que arrastraban

desde cuando formaban parte de las llamadas "castas" de mestizos, pardos y otros estratos no

privilegiados dentro de la rígida sociedad colonial hispanoamericana. Lógicamente, los siglos

pasados bajo la férula de los altaneros blancos criollos mantuanos y de los blancos en general,

dejó un trasfrondo de arraigados prejuicios, a los cuales, no era ajeno este y los otros

historiadores de la época.

La Idea de Nación.
En el discurso histórico de Austria, aparece este vocablo asociado con otras categorías,

entre ellas, la de pueblo. Los siguientes casos permiten comprobar el planteamiento:

(a) "No es cierta ni estable la felicidad de un pueblo ,cuando se funda en la destrucción de

otro. Las naciones ,como los hombres ,están sujetas a las convenciones que arreglen su mutua

felicidad..." (I,66)

(b) "Mezclados los españoles y los americanos por la sangre ,por la religión ,por el
idioma , por las costumbres y por las conveniencias sociales, ¿ fueron aquéllos más humanos o
menos feroces cuando se emprendió la lucha por la nueva independencia de nuestro continente,
que en los tiempos de ingrato recuerdo,que en la época de su conquista ? Mi pulso tiembla al
escribirlo. ! NO !.. ! Dichoso aquel que nazca en otra era, cuando no existan ni los que han sido
testigos de la horrenda catástrofe que ha superado la América, para fijar en sus gigantes cimas el
estandarte de la Libertad ! Los fríos recuerdos de la historia le exitarán una tranquila
admiración ; mas no devorarán su alma ,ni el espectáculo de las crueldades ni el vivo dolor de los
que las presenciaron." (I,49)

Refiriéndose a España, en términos de "la Metrópoli y sus infortunadas colonias" (I,70) ;

la retrata, señalando que "Los despojos de vuestra opulencia (la de los indígenas de América) no

saciaron la sed de oro ; ni tanta sangre derramada calmó el furor de esa nación, que a nombre del

Dios de las luces y de toda bondad , e invocando el Evangelio, derramó el estrago donde hallaba

bienes y dictó la muerte para los que amaran su patria y defendieran sus derechos." (I,47)

Se cierra esta reseña, destacando la preocupación del autor por la presencia de lo que

denomina " ... funesto espíritu del provincialismo." (I,300), al que asocia ,por supuesto, a la

disgregación nacional.

Es de notar que Austria no tiene mayor predilección por el vocablo nación. Cuando echa

mano de él, lo relaciona usualmente con España y los españoles. En esto hay una constante entre

los primeros historiadores venezolanos (Montenegro, Baralt, Yanes) .Pareciera que para ellos y ,

en este caso caso específico, para Austria, tal vocablo se asociaba con lo muy viejo, con los

estados europeos o con los primitivos pobladores de América a los que si se denominaba

"naciones". Utiliza más bien, términos como república, patria y país para referirse a Venezuela u

otro estado hispanoamericano. En este sentido, muchas veces en su texto menciona a "los

habitantes del país" ; las ideas de los patriotas para "la regeneración del país"; y esta última,
"... la ocupación del país por el insidioso Monteverde, causaron la destrucción de la República

(pero ello no destruyó) la causa de la independencia que era ya para aquel tiempo la gran causa

de toda la América. Por el contrario, acrisolaron esos lamentables hechos el patriotismo

venezolano [además estimuló] el amor a la libertad y el odio a la tiranía [y] ... el heroísmo."

(II,11)

Para José de Austria, la acción depredadora de Monteverde sobre Venezuela, generó una

positiva respuesta por parte de los agraviados. Estos tomaron conciencia sobre quienes eran sus

enemigos y quienes sus libertadores. Debe recordarse que Monteverde reconquistó el poder para

la Corona española con muy escasos recursos externos, pues el grueso de sus tropas ,armas y

apoyo político-militar provino de la propia Venezuela. Sin embargo fue tan torpe y arbitrario en

su gestión que rápidamente se ganó la animadversión de muchos de los que lo habían ayudado en

la aventura militar que destruyó la Primera República.

La Patria.

La idea de patria si está presente ampliamente en el texto analizado. El significado que le

da el autor es el de suelo natal ; algunas veces, en sentido amplio, es decir, como equivalente a

nación, Estado Nacional o país que vio nacer a quien llama ese territorio su patria. En otros

casos, da a entender que patria es solamente la ciudad o región natal.Para su comprobación,

observemos los siguientes ejemplos:

(a) Al fracasar en 1806, Miranda tuvo la "dolorosa convicción de que su patria aún no

estaba preparada para emprender la terrible lucha contra sus opresores" (I,73)

(b) Los comprometidos en la conspiración de 1810 estaban decididos "a salvar la patria o

rendir la vida en holocausto." (I,87)

(c) "la patria de Guaicaipuro" (refiriéndose a Venezuela)

(d) Sebastián Andrés, prisionero español liberado por la Junta Suprema en 1810, no

aceptó un nombramiento de ésta "por no tomar parte en un gobierno que marchaba contra los

intereses de su patria, la España." (I,99)


(e) "... volvieron al seno de la patria los comisionados que la junta había enviado a Coro y

Maracaibo ..." (I,146). En este caso, pudiera entenderse que se refiere a que vuelven a Caracas

(su patria); mas parece que , el verdadero sentido es hacer ver que regresan a la proto-república,

a la que ya se ve como una patria (estado) diferente a Coro-Maracaibo que personifican otra

patria (el estado español)

(f) "Se restituyeron a su patria los expulsos Ribas y Gallegos por decreto del supremo

poder ejecutivo ..." (I,149)

(g) "Quiera la divina Providencia llevar este bosquejo de nuestra gloriosa historia hasta el
retiro de las familias que han sobrevivido a los inauditos sacrificios que por su patria hicieron sus
padres, sus hermanos, hijos ,deudos y amigos. (y a pesar de todo, recuerden) que su historia
conducirá, sin duda, a la inmortalidad, y sea ésta la única recompensa de los cruentos sacrificios
que a su querida patria tributaron." (I,218-219)

(h) "Qué americano recorrerá la historia de su patria con fría indiferencia, con criminal

indolencia? .... (a pesar de todo lo hecho por el gobierno español) hoy imploramos

fervorosamente la protección del Cielo para la patria de nuestros padres; no somos ya

enemigos ..." (II,65)

(i) Bolívar le escribió repetidas veces a Mariño para que "se decidiese a ayudarlo en la

gloriosa empresa de arrojar más allá de los mares a los opresores de la patria común ..." (II,217)

(j) "la madre patria" (...) "El Gobierno de España, de la que se llamó madre patria ..."

(II,64)

Un claro uso de la idea de patria en sentido restringido, es decir, como equivalente sólo a

ciudad natal, se puede ver en las siguientes líneas:

Refiririéndose a Bolívar, dice que "nada era más fácil al héroe (coronado de laureles por

todos esos combates gloriosos) que continuar su rápida y triunfante marcha sin obstáculos ni

demora ,hasta la capital de Caracas,su patria y privilegiado objeto de sus fatigas ..." (II,56)

"Verificó su entrada en la la patria amada, en Caracas,el héroe libertador el día 7 de agosto de

1813 ..." (II,60)


Finalmente, en relación con la idea de patria están presentes hasta el cansancio ciertas

expresiones derivadas, especialmente todas aquellas cuyo componente básico son los vocablos

patriotismo y patriota.

En fin, la <<patria>> era la tierra nutricia, tanto la <<madre patria>> (España) ,la patria

en sentido restringido (Caracas para Bolívar, por ejemplo) o la patria en sentido muy amplio: una

república o una nación llamada Venezuela, Colombia o Hispanoamérica. Fuese con el alcance

que fuese, esta noción fue la más extendida entre los que lucharon por la libertad política, por la

emancipación.

La República.

Ya se dijo que Austria prefería siempre escribir en términos de República, para referirse a

las nuevas entidades recién emancipadas. En innúmeras oportunidades se menciona la República

o sus expresiones derivadas: republicano,republicanos, republicana, republicanas. Estas últimas

expresiones como sinónimos de patriota, revolucionario, independiente.

Es así, que ,entre otros, se pueden conseguir estos casos: "el triunfo de las armas

republicanas" (I,217) ; "las armas de la República" (I,294) ; "Una parte de la columna

republicana ..." (I,295) ; "... la caballería del Pao desertó de las banderas republicanas,

incorporándose con los realistas ..." (I,297); "le confirió la autoridad de Generalísimo de las

tropas y armada de la República..." (I,297) ; En 1812, "las mejores tropas que quedaban a la

República ..." (I,300) ; "los republicanos" ; "Gobierno republicano".

La Independencia.

En el discurso de Austria, la idea de independencia está asociada siempre con la de

emancipación política nacional y libertad política; así como, con la de república emancipada y la

revolución y sus partidarios. Se citan las siguientes muestras:

(a) "En el mismo día que fue sancionada la Independencia de Venezuela ,nombró el

Congreso una comisión ... para que presentasen un diseño de la bandera y escarapela del nuevo

Estado ..." (I,173)

(b) "... el Poder Ejecutivo hizo publicar la siguiente proclama: ! Caraqueños ilustres !

Declarada la absoluta independencia de estas provincias, sois llamados ..." (I,175)


(c) España y América: la Independencia.

"Decretado estaba que los americanos ,en ningún tiempo ni circunstancia, podían tener
derechos ni ser considerados como miembros de una misma familia. Los españoles en España
resumían su soberanía ,creaban juntas que entre sí se disputaban el poder nacional, decretaban la
guerra y celebraban la paz ,según su situación y sus conveniencias ; a los americanos en América
nada les era permitido hacer .... lo que en los españoles se llamaba patriotismo, en los americanos
se llamaba rebelión; y un orden de cosas tan violento y tan absurdo ,preparaba a todas luces la
gran revolución americana, porque al fin la injusticia produce la independencia." (I,78)

Estrechamente relacionadas aparecen también la idea de Independencia y de Libertad.

(a) "Proclamaban la libertad los que más siervos tenían bajo el antiguo régimen.

Desprendimiento eminentemente patriótico, que hace más cabal el elogio de aquellos patricios

caraqueños." (I,92)

(b) En Valencia al ser retomada la ciudad , las familias ofrecieron su ayuda "...a los

primeros defensores de la libertad." (I,217)

(c) "la causa de la libertad"

(d) "Llegó ,por fin ,el día 19 de abril de 1810, aurora de gloria; también de inauditas

desgracias. En el gran libro del destino estaba escrita la libertad de la patria ....las cadenas

forjadas en trescientos años se rompieron aquel venturoso día ..." (I,91)

Se adivina que la libertad es entendida sólo en términos políticos, o sea , el goce de los

derechos políticos individuales de los ciudadanos de esas nacientes repúblicas que habían

proclamado su independencia de la tutela colonial española. Por ello, se destaca que los que

lucharon por la libertad (paradójicamente) fueron los que tenían mayor cantidad de "siervos"

desde los tiempos coloniales, esto es, los <<mantuanos>> blancos criollos grandes terratenientes-

esclavistas.

Los que sostuvieron "la causa de la libertad" o se erigieron en "defensores de la libertad"

no fueron otros que los llamados patriotas ,republicanos o independientes; es decir ,los mismos

que pretendieron ganar "su" libertad pero sin alterar las bases de una sociedad donde acumulaban

la mayor parte de los privilegios, con excepción del ejercicio del poder político nacional. En

resumen, sólo aspiraban a disfrutar de su propia libertad como individuos y del derecho a
disponer libremente de la dirección de un nuevo Estado ,no sujeto ya a la tutela colonial de una

nación, a la que veían peligrosamente a la deriva en medio del caos geopolítico de las luchas por

la hegemonía europea y mundial.

Aspiraban a lo que Simón Bolívar llamó el derecho a ejercer <<la tiranía activa y

doméstica>> ,es decir, el derecho a ejercer el poder en los territorios que sus antepasados habían

conquistado y luego poblado para hacerse "señores" de tierras, de indios encomendados y negros

esclavos. En el fondo -- y durante tres siglos -- ese país había sido más "su país" que de los

advenedizos funcionarios enviados por la metrópolis española. Además, ese territorio era suyo

porque lo habían defendido de los ataques de los piratas enemigos de la madre patria, habían

administrado sus ciudades desde los cabildos y habían, en fin, explotado sus recursos mineros y

sus suelos para exportar riquezas hacia el mercado exterior ,casi siempre enfrentando

prohibiciones y una pesada carga de impuestos que obstaculizaban su crecimimiento.

Seguir atados a España no sólo los privaba , como decíamos antes , de la posibilidad de

gobernarse a sí mismos. Lo más grave, los condenaba a seguir unidos al polo más atrasado de

Europa o en el mejor de los casos a caer , tarde o temprano , en manos de la primera potencia

continental, la Francia napoleónica, cuyo destino frente a Inglaterra ,que luchaba por completar

su hegemonía en los mares y el comercio mundial era, por decir lo menos, nada auspicioso.

La atrasada España o la Francia envuelta en torbellinos revolucionarios que se

propagaban hasta su más rica posesión caribeña (Haití) no eran las opciones que podían asegurar

un futuro próspero y seguro para las élites blancas de Hispanoamérica. No deseando cambiar una

tutela colonial española por la de unos nuevos amos, prefirieron luchar por la posibilidad de

erigir su propia república en "su país". República que los salvaguardara de los extremistas

jacobinos a la francesa o de la tutela política directa de una corona británica que no dejaba de

despertar las suspicacias incubadas en tres siglos de odio al hereje, al pirata y al contrabandista

que no siempre era un amistoso y confiable comerciante.

Godos o Realistas. Patriotas, Republicanos o Independientes.


Con esos cognomentos se identificaron los que se enfrentaron sangrientamente durante

más de una década en Venezuela y otros estados hispanoamericanos. Se citarán algunas

expresiones significativas:

(a) "Dolorosamente dividido el territorio entre venezolanos libres y venezolanos esclavos,


pronto se estableció la odiosa divisa de los partidos ,bajo la denominación de godos y patriotas.
Poco tardaron en venir a las manos estos partidos y las primeras gotas de sangre que mancharon
la tierra venezolana fueron precursoras de torrentes que después se derramaron y que cubrieron
de luto y llanto a la patria".

(b) "Desde aquella época de súbita regeneración no hubo ya treguas entre la libertad y la

tiranía; los patriotas empuñaron las armas para sostener la emancipación de Venezuela, y los

antiguos dominadores juraron una guerra de exterminio contra los naturales, sus propios hijos."

(I,173)

(c) En Coro, estaba "radicado el maléfico influjo de los gobernantes españoles , y


tristemente alucinados los naturales de aquella comarca, fue siempre el foco de la guerra, y el
depósito de todos los proyectiles de destrucción. [Igualmente en Valencia] cediendo a las
sugestiones de los viscaínos que tenían en ella su hogar y familia, y al fanático influjo de algunos
frailes de nota, alzó el grito de rebelión el día 11 del memorable mes de julio de 1811, al mismo
tiempo que en la capital estallaba también otra rebelión que se llamó de los isleños contra la
soberanía del Congreso y contra el gobierno que se acababa de plantear .... no dejó de atribuirse
entonces aquel bárbaro proceder de los isleños a las sugestiones y amenazas que recibían de unos
pocos patriotas exaltados ..." (I,174-175)

<<Los Realistas>>.

Esta identificación - la de "realistas" es de las más generalizadas. Tanto los canarios o

isleños , los catalanes, viscaínos y españoles en general, así como los venezolanos o

hispanoamericanos seguidores de las banderas de la corona española, la llevaron siempre durante

esos años turbulentos.

Consíguense estos ejemplos que incluyen también los nombres de los más tristemente

famosos caudillos realistas:

(a) "los realistas" ; "tropas realistas" ; "vándalos realistas" ; "la tiranía peninsular" ; "los

enemigos de la libertad" ; "las filas españolas" ; "los españoles" ; "la causa del Rey".
(b) Fue en San Juan de los Morros donde "... eternizaron sus execrables nombres

Antoñanzas, Boves y Zuazola y las crueldades inauditas que ejecutaron en los infelices vencidos

aquellos monstruos, publicaron su ferocidad y les asignaron la más negra página de la historia."

(I,320)

(c) El execrable Zuazola; inicuos azotes de la humanidad ; aquellos dos monstruos de

crueldad y barbarie (Boves y Morales)

(d) Para 1813, "la ocupación de aquellos llanos por las hordas que disputaban su

ferocidad a los mismos tigres." (II,134)

(e) "Con qué carácter ,con qué colores retratará la posteridad a los Monteverde, a los

Antoñanzas, a los Boves, a los Morales, a los Yañez, a los Calzada, a los Zuazola, a los Puy, a

los Miyet, a los Rosete, a los Cervériz, a los Gabazos, y mil otros que brotaron las furias

infernales para descrédito de la raza humana, y para eterna deshonra de la época que vivieron?

Cómo podrá justificarse ante la historia, la Madre Patria ,ese Monarca, ese Gobierno que aprobó

y premió tantos y tan horrendos crímenes? " (II,150)

Junto con esas acotaciones a los <<Realistas>> aparecen en el texto muy directos

señalamientos en contra de los españoles. Veamos seguidamente el asunto.

Los españoles.

Sobre éstos, hace el escritor duras observaciones, considerando tanto los primeros que

actuaron en el nuevo mundo - los conquistadores - como los que gobernaron e hicieron la guerra

a partir del establecimiento de un gobierno independiente en Venezuela. Sea propicia la

oportunidad para presentar las siguientes expresiones encontradas en el texto:

(a) "El soplo de la fatalidad arrojó sobre nuestras playas a los conquistadores ; a los

primeros pasos siguieron los crímenes y a los crímenes el abismo de las crueldades." (I,47)

(b) "Entre esos monumentos de eterno oprobio que no pueden escaparse a la


investigación y severidad de la historia, se leerá con asombro la bárbara sentencia que uno de los
esbirros del Rey de España dictó con inaudita crueldad contra los últimos restos de la ilustre
prosapia de los Incas del Perú." (I,49) "Más de un siglo había transcurrido ya de ese brutal
dominio, mas ningún tiempo fue bastante para saciar la crueldad de los conquistadores. José
Gabriel Tupac Amaro, su tierna esposa y sus descendientes fueron cruelmente sacrificados por
sentencia pronunciada en el Cuzco, a 15 de mayo de 1781." (I,50)
Nos parece que la denominación de <<españoles>> presente a lo largo del discurso, le

sirve a este historiador para indicar el origen nacional de uno de los componentes del pueblo

venezolano y también uno de los bandos contendores. Muchas de esas referencias a los

"españoles" tienen una connotación meramente político-militar, pues consideran como ejércitos

españoles o jefes españoles a los que en realidad, en estricto sentido no lo eran; más bien ,eran

venezolanos al servicio de la política colonial de España. Por lo demás, tales consideraciones

sirven para comprender cabalmente algunas características del pueblo venezolano así como de

los bandos que se enfrentaron durante esa cruenta guerra. Resulta extraño que siendo Austria un

historiador que escribe su obra dos décadas después de Montenegro y una después de Baralt y

Yanes tuviese esas posiciones tan anti-españolas, aspecto que ,como sabemos ,desaprobó

abiertamente el presidente Juan Pablo Rojas Paúl cuando declaraba instalada la Academia

Nacional de la Historia con su discurso del 8 de noviembre de 1889.

En fin, al tratar de los <<realistas>> ,individual o colectivamente, el autor siempre

destaca la cobardía, la crueldad, barbarie y rapacidad de los jefes y sus tropas. Sólo en contadas

oportunidades le reconoce valor, honradez, espíritu humanitario u otro rasgo positivo a éstos.

Ejemplos de comentarios favorables serían algunas notas positivas sobre las autoridades

españolas legales personificadas en caballeros como Cagigal y Ceballos. De los otros, a Boves le

reconoce valor, energía y audacia.

Los Patriotas.

Según el autor, éstos representan a los que defendían la patria, la nación, el país, la

república independiente, la revolución , la independencia. Siempre son considerados valientes,

heroicos, honrados, infatigables, generosos y llenos de ardor y pasión patriótica. Modelos de

patriotas eran por supuestos hombres como Simón Bolívar. Se presentan ahora, los ejemplos de

rigor:

(a) Para 1810, "exasperados ya los ánimos, y resueltos los que desde entonces se

llamaron patriotas a dar un golpe de redención aun cuando les costase la vida." (I, 86)

(b) La noche anterior al 19 de abril de 1810, fue "encargado cada uno de citar en aquella

madrugada a todos los patriotas que pudiese, para que concurriesen muy temprano a la plaza
mayor a esperar ,cumplir y llevar a efecto los acuerdos del M.I. Ayuntamiento, centro de la

combinación revolucionaria." (I,88)

(c) "se regaron los campos con la preciosa sangre de ilustres patriotas" (I,91)

(d) "... los frecuentes conatos reaccionarios por los partidarios de la España, amenazaban

de continuo a los patriotas; y como del seno de las revoluciones sale por lo regular el azote de los

mismos revolucionarios .... se acordó [por la Junta] el arresto y expulsión a una isla extranjera,

del coronel José Félix Ribas [y de sus hermanos, acusados de pretender] dominar las

deliberaciones del próximo congreso. El coronel José Félix Ribas se encontraba en el pueblo de

Petare ; en su plaza estaba formado su batallón haciendo ejercicios doctrinales ,en cuyas filas se

encontraba el que escribe este bosquejo, cuando se le intimó su arresto ..." (I,146-147)

(e) "Se ahogó la conspiración de Caracas por el infatigable celo y el bizarro

comportamiento de los patriotas ..." (I,175)

Tanto en las líneas que a continuación se citan como en muchas otras más, se identifica a

los que defendieron esa patria con su vida: "Desde entonces se inscribieron con su propia

sangre ,como beneméritos de la Patria, los nombres de los Toros, los Pontes, los Carabaños ,los

Burozes y de otros que la historia recordará." -- SIC : apellidos en plural, en el original ---

(I,217)

Los Héroes, lo Heroico.

En general esta obra de Austria, de comienzo a fin, se sustenta en la apelación a los

héroes y al heroísmo. Cada combate, cada campaña, cada asedio que se hacía o se sufría, la vida

toda de muchos de los protagonistas de esa gesta tiene esa nota.

Para el estudio se toman los siguientes ejemplos:

(a) "Vamos a emprender ... la relación de los hechos heroicos de Venezuela ,que tanto

ennoblecen su nacionalidad ... [y se escribe esta historia con imparcialidad y pureza] tributándole

digno homenaje a los próceres de la patria." (I,88)


(b) "En los impenetrables secretos del destino, estaban previstos los fuertes varones que
un día aparecieran entre los mismos sucesos ,para ser los caudillos en la nueva y heroica lucha
contra los opresores ,y para colocar la palma de los triunfos americanos en el templo de la
inmortalidad. Bolívar, Sucre, Hidalgo, Saavedra, San Martín, O’Higgins, Mariño y mil otros en
la extensión del continente, inflamados con el sagrado fuego del patriotismo, empuñaron las
armas y condujeron a sus compatriotas a los campos de horrible pelea, hasta recuperar los
derechos usurpados y fundar una patria que, ennoblecida con heroicos triunfos, ofrecieron luego
en paz a los mismos que la habían oprimido, nuestros padres, con la sincera efusión del corazón
de sus hijos."

(c) "En los gloriosos campos de Junín y Ayacucho, que inmortalizaron los nombres de

Bolívar y Sucre, se leyó el supremo decreto del Altísimo, por el cual la América quedó

irrevocablemente libre de tiranos y sepultado para siempre el despotismo." (I,67)

(d) Manuel Gual y José María España.

"Bien merecen grato recuerdo y justo homenaje nuestros desgraciados compatriotas, que se
lanzaron los primeros en la peligrosa senda de la libertad. Ellos plantaron aquel precioso árbol y
lo regaron con su propia sangre. (...) El resultado no coronó su heroica empresa en el año de
1797 ,pero fue, sin duda, sensible anuncio de otras tentativas y de un posterior y más heroico
sacudimiento. Se cumplieron al fin aquellas palabras que con ánimo sereno y corazón fuerte
pronunció España marchando al patíbulo: <<no pasará mucho tiempo sin que mis cenizas sean
honradas>> " (I,70-71)

(e) Honras Fúnebres. <<Descripción de los funerales que el gobierno y el pueblo de

Caracas celebraron el 3 de noviembre de 1810, a la memoria de las inocentes víctimas

sacrificadas en Quito, con la colección de poesías, inscripciones ,alegorías y demás que

adornaban el templo y monumento fúnebre>>

A lo largo de veinte páginas de la obra, se reproducen los documentos pertinentes. El

gobierno de la Junta Suprema, organizó las ceremonias en la iglesia de Altagracia, la que fue

hermosamente decorada para esta ocasión. Se explica con todo detalle las características de cada

inscripción y alegoría, y también, se presentan todas las producciones literarias ofrecidas para
esta ceremonia por Francisco Isnardi, Ramón García de Sena, Vicente Salias, Pedro Vicente

Rolichón y otros.

(f) <<Función Cívica del 2 de Septiembre>>.

"Apenas la Sociedad Patriótica de esta ciudad tuvo la noticia de la muerte gloriosa de uno de
sus miembros, el ciudadano capitán Lorenzo Buroz, y de que se hallaban heridos algunos otros
individuos que componen esta corporación, se apresuró a formar una suscripción para hacer los
honores fúnebres a estos ilustres ciudadanos y demás militares muertos en la reducción de
Valencia. Fue destinado el 2 de septiembre para esta función cívica; el acto fue solemne y
majestuoso; era un espectáculo verdaderamente imponente .... un monumento fúnebre, erigido ....
en el cual se veían figurados varios símbolos alusivos al valor patriótico ..." (I,220) .

Se reproducen (pp.220-234) las composiciones poéticas, el anuncio de la oración fúnebre

y los discursos patrióticos en honor de los héroes. Véase una muestra: (I,220-221)

<<Impávido Buroz tu amable vida


En flor sacrificaste
Por la patria querida
Y un lauro eterno e inmortal ganaste
! Oh que dulce morir ! Bravos guerreros;
Expirando dijiste, esta es la senda
Que conduce a la gloria;
Seguid mis huellas, nuestra es la victoria
Ciudadano no llores,
Enjuga el llanto, tu dolor consuela.
Riega esta tumba de olorosas flores,
Pues murió defendiendo a Venezuela.>>

(g) "Epitafio (a Girardot) .

Girardot ... aquí yace sepultado:


Vivió para la patria un solo instante,
Vivió para la gloria demasiado,
Y murió vencedor siempre constante.
Sigue el ejemplo ilustre que te ha dado,
Si todavía hay tiranos, caminante;
Pero si ya de libertad se goza,
Detente ,y llora sobre aquesta losa." (II,116)

(h) Establecimiento de una Orden militar denominada "Los Libertadores de Venezuela"

por decreto de Simón Bolívar, el 22-10-1813. El primer condecorado con ella fue el general

Santiago Mariño. (II,119-121)


(i) Batalla de Araure, 5-12-1813 "en el Estado Mayor de la línea, figuraban los nombres

de los Lara, los Montilla, Aldao, García de Sena, Blanco y otros próceres que vieron nacer a la

República ,y en sus más reñidos combates la defendieron." (II,129)

(j) Batalla de San Mateo, febrero-marzo de 1814.

Confiaron al capitán Antonio Ricaurte la defensa del parque y del hospital en una altura

que dominaba la hacienda. La fuerzas defensoras de San Mateo eran unos dos mil hombres

" empero acompañaban al Libertador ,un Lino de Clemente, un Martín Tovar, experimentado ya
en los combates como en otros destinos cívicos, siempre valiente y honrado; los dos Montilla,
tan inteligentes como valerosos ; el intrépido Campo Elías ; el imbatible Villapol ; José
Leandro Palacios, modesto pero arrojado; Gogorza, vencedor en Ospino ; Pedro León Torres,
impávido ante el peligro; Masa y Ricaurte, de los más valientes granadinos, orlados ya con los
laureles obtenidos por un Girardot y un Delúyar; y otros guerreros experimentados en mil
combates, orgullosos todos de ser mandados inmediatamente por Bolívar". (II,205)

Ya se había combatido por muchos días, cuando las fuerzas de Boves atacaron en todos

los frentes el 25 de marzo. Fue entonces, cuando "el héroe granadino, capitán Antonio Ricaurte,

que veía descolgarse de la serranía numerosas fuerzas sobre la casa, cuya defensa se le había
confiado, y las cuales lo rendirían al fin, fue iluminado por el fuego sagrado de la libertad, y
recordando los tiempos heroicos de las antiguas repúblicas ,de cuyo estudio era entusiasta, dio
fuego a los pertrechos y junto con parte del edificio y los enemigos que ya lo ocupaban, voló
para eternizar su nombre y poner glorioso término al desesperado combate de aquel día, que
honrará siempre los fastos de la República." (II,213)
“Sobre cuarenta días duró la heroica defensa de San Mateo , dirigida por el inmortal Bolívar,
y es allí donde existe un depósito sagrado que debiera salvarse de las injurias del tiempo y del
olvido de la posteridad: allí reposan los restos de Villapol ,Campo Elías, Quintero, Picón, ,
Soublette y mil otros cuyos nombres debieran eternizarse." (II,213-214)

(k) "No se puede hacer un elogio cabal de la conducta y heroísmo de los jefes, oficiales y
tropa que defendieron a Valencia. ¿ Quién podrá negarles la inmarcesible gloria de que se
cubrieron ? ¿ Quién pudiera hacerlos aparecer ante la posteridad, la noche del 2 de abril de
1814, desfallecidos y postrados al pie de las armas con que tan valientemente habían defendido
la causa de la libertad ? A la vista de tan sublime e imponente espectáculo, ella apreciaría
justamente esta heroica conducta y demandaría para tan indomables e ilustres guerreros, la eterna
gratitud de la patria que defendieron." (II,221)

(l) "En aquella época en que ,a la faz del mundo, Venezuela levantaba sus monumentos

de la gloria nacional sobre montones de cadáveres de bravos y de héroes, cuando la fama

conducía el nombre de Bolívar por la senda del templo de la inmortalidad", el poder legislativo
del Estado de Cartagena acordó, cuando todavía se peleaba en San Mateo el 15-3-1814, declarar

al general Simón Bolívar <<hijo benemérito de la patria>> y colocar su nombre en letras de oro

en el archivo público del Estado y en los archivos municipales. (II,225)

La gran cantidad de ejemplos que se pueden citar sobre la temática heroica nos da una

idea de la amplitud de su presencia a todo lo largo del Bosquejo ... de Austria. El exaltado elogio

a cada acción mi litar comprometida convierte la narración en una especie de canto homérico.

Los combates , victoriosos o no, los terribles sitios o asedios donde los republicanos pelearon

sobre montones de cadáveres, la reseña de los homenajes a los mártires a través de sus honras

fúnebres y los cantos a la gloria de los guerreros ; todo ello, es recordado para que la posteridad

nunca olvide a esos que conquistaron con su sangre y su ejemplo la libertad de la nueva

república.

*******************

En la escritura de Austria se observa la influencia de los modelos de la historia de la

antigüedad clásica -- lo que el mismo llama "tiempos heroicos de las antiguas repúblicas". Se

consiguen, desde las típicas expresiones de la narrativa histórica de Heródoto, tal como esa de

<<irse a las manos >> los ejércitos que se lanzaban al campo de batalla, hasta las referencias a

los héroes y al ceremonial del pasado grecorromano. Esos retratos de las hazañas de los héroes

nacionales parecían tener su inspiración en los textos de Tácito, Suetonio, Plutarco y Tito Livio.

De la misma manera, lo tendrían las ceremonias de honras fúnebres a los mártires de la

revolución. Por supuesto que también ya se venía cultivando para entonces la nueva tradición

"neoclásica" que los revolucionarios franceses habían popularizado entre los escritores.

Si se hiciera una comparación entre dos grupos de escritores, formado el primero por

Montenegro, Baralt y Yanes (tempranos historiadores de la emancipación) ; y uno segundo

formado por Juan Vicente González, Felipe Larrazábal y Eduardo Blanco (románticos) ; El

discurso histórico de José de Austria representaría una especie de transición entre ellos.

Incorporó a sus predecesores como fuentes pero construyó un discurso con un lenguaje más

moderno. Por otra parte, considerando el enfoque ideológico y el lenguaje del grupo posterior,

Austria ,evidentemente no alcanzó a situarse entre los que continuaron el desarrollo de la

historiografía "romántica" venezolana en la segunda parte del siglo XIX.


Su idea de pueblo, de nación y de patria; su juicio sobre los grupos que se enfrentaron en

la guerra de emancipación; y , finalmente, su concepción sobre lo heroico representan una visión

historiográfica con trazos de "modernidad" pero que no se separaba del todo del viejo tronco de

la tradición.
NOTAS (Capítulo III, Sección 1.4)

(1) José de Austria: Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela. Caracas, Academia

Nacional de la Historia, 1960

2 vols

(2) En adelante, sólo indicaremos (entre paréntesis) el número romano I ó II que

identifica a c/u de los volúmenes de la obra, seguido del número o números arábigos de las

páginas citadas.
1.5 Juan Vicente González, análisis ideológico de su obra fundamental: La Idea de

Pueblo, Nación y Patria. Patriotas y Realistas. Los Héroes y lo Heroico: Un Examen de estas

nociones a partir de un análisis de la Biografía de José Félix Ribas.(1)

La Idea de Pueblo.

En la obra comentada puede observarse que el autor utiliza la palabra <<pueblo>> con

diferentes significados. Lógicamente, igual que en otros historiadores contemporáneos, debe

considerarse el contexto para precisar si usa este término en el sentido de centro poblado;

población, masa general o ciudadanía; populacho, plebe u otro vocablo equivalente a grupo de

gente inferior.

Veamos un ejemplo del primer caso: Cuando los realistas lograron "...entrar a este pueblo

(Ocumare) .... todo el pueblo fue robado".

Seguidamente, se ofrecen ejemplos de la segunda acepción, esto es, el pueblo - masa,

población ,vecinos o ciudadanía:

(a) Ante el triunfo de La Victoria.

"La municipalidad de Caracas se reúne a la primera noticia, y entre los víctores del pueblo
entusiasmado, manda a erigir una estatua que lleve a la posteridad la memoria del glorioso día.
Ribas le contesta , lleno de fe religiosa y de una modestia antigua." (p.92)

(b) "El historiador tiene que trazar aquí dos cuadros paralelos ,igualmente grandes y
patéticos, pero triste el uno y sombrío, heroico el otro y de desesperados esfuerzos. Al lado de las
batallas tiene que contar la postración moral de todo un pueblo; al lado del ardor frenético que
mil peligros inspiran, la desconfianza ,el desaliento, el dolor que cunde y se dilata."(p.93)

En tercer lugar se presentan muestras que seguramente expresan el sentido de pueblo -

masa de gente inferior:

(a) "Creía el pueblo que estaba la justicia donde estaba la abundancia, y corrió en
bandadas a aumentar el ejército realista. Aun tenía otras razones que debemos considerar :la
revolución debió parecer en ocasiones una secta de audaces pensadores ;la servían las
inteligencias más distinguidas ,los personajes más notables .Y luego formaban su base y la
dirigían, los que, bajo el nombre de mantuanos ,representaban la jerarquía, la propiedad y la
opinión. Dueños de de grandes propiedades en la extensión de la república, su autoridad pesaba a
lo lejos, la de los más célebres sobre todo, como la de Bolívar y Ribas. El mando político de los
que eran sus señores naturales no era para el pueblo la libertad, sino una argolla más ,añadida a la
cadena. La oposición parecía entonces la Independencia, y constituyó una bandera, de libertad
negativa, que se unió a las banderas realistas." (p.106)

(b) "Por lo que hemos dicho se colegirá la oposición que debió haber entre la patria de
esos tiempos y el pueblo, y se sabía de donde provino una parte del odio contra la revolución y el
furor con que se cebaban en los prisioneros de familias distinguidas. (los Briceño, Tovar, Ribas,
Toro, Silva, Herrera, Ibarra, Escalona, Ustariz) pp.107-108

(c) " imputan a los curas el realismo del pueblo algunos historiadores superficiales,
olvidando que si el alto clero permaneció adicto al rey , los curas fueron en su mayor parte
amigos decididos de la patria . .. " (p.109) -- subrayado nuestro --

Sobre estos ejemplos de la tercera acepción vale la pena hacer este comentario. González

-- a pesar de ser un reputado conservador -- comprendió con gran lucidez algo que sólo en

épocas posteriores se planteó abiertamente; esto es, la estrecha relación entre aquellas

conmociones político-militares y el sustrato económico-social de origen colonial. (2)

De aguda observación histórico-sociológica se puede calificar su planteamiento sobre el

papel jugado por los <<mantuanos>> : la gente notable y distinguida, los detentadores de la gran

propiedad, los personajes de jerarquía y opinión (poseedores de tierras y esclavos ,así como de

una superior formación intelectual y experiencia política) formando la vanguardia del

movimiento independentista; mientras que <<el pueblo>> -- la masa plebeya -- enfrentaba la

revolución de independencia, exterminaba con odio a las familias distinguidas del país y veía con

horror que sus señores naturales, revestidos ahora de poder político, le agregaban una argolla

más a las cadenas que soportaba ese pueblo.

En una dirección similar se inscribió su calificación de José Tomás Boves como el primer

jefe de la democracia venezolana. Sin duda, que tal señalamiento tenía que ver

fundamentalmente con ese proceso de anarquía popular desatado en los llanos venezolanos por

este caudillo realista.

Segmentos Específicos del Pueblo


Asociadas con las expresiones referidas al pueblo como masa plebeya, se consiguen

algunas sobre un grupo popular específico: Los negros. (3)

(a) "Los negros de Barlovento, capitaneados por Juan José Navarro ,alzan el grito de
guerra bárbaro <<Viva Fernando VII>>. Apenas se habían reunido 150 de ellos, cuando corre a
atacarlos al frente de 500 hombres el coronel Arismendi." (p.94)

(b) "Ninguna piedad, ninguna misericordia de parte de los negros, hechos crueles en el
embrutecimiento de la esclavitud. Ruinas lamentables marcaban sus pasos: las riquezas que
había creado, su cólera la destruyó entre transportes de alegría salvaje. Por todas partes la
desolación, el terror, el incendio, la muerte." (p.95)

Al igual que los juicios emitidos sobre la masa plebeya, éstos recogen la animadversión

hacia los negros alzados. De manera similar, aparece la profunda desaprobación de tales actos a

luz de la moralidad tradicional propia de estos escritores patricios.

En general, en la obra analizada ,no se observa mayor interés sobre los llamados

<<indios>> .Seguramente ello obedeció a que éstos no tuvieron mayor presencia en los procesos

político-militares donde participó José Félix Ribas, héroe o figura central del discurso de

González. Distinto fue el caso de otros trabajos de carácter más general que necesariamente

tuvieron que abordar -- ampliamente -- la participación de los diferentes segmentos del pueblo

venezolano: Llaneros, negros, indios, pardos, etc.

La Nación.

Ese pueblo que se lanzó a la guerra formaba una <<nación>>, sin duda hija de otra más

antigua. Para comprobarlo examínense estas muestras:

(a) "Es preciso que demos también en esta tragedia ,su parte ,no corta ,a la sangre
española ,que hervía en las venas. Realistas y republicanos, todos pertenecían a esa nación
caballeresca y valiente ,pero obstinada y cruel endurecida en doce siglos de combates ..." (p.67)

(b) "españoles y criollos habían constituido hasta allí una misma nación :los que seguían
una bandera eran hermanos, deudos de los que seguían la bandera contraria. De pronto es
preciso, no separarse con prudencia y lentamente sino romper con violencia ,desgarrar antiguas
ligaduras, convertirse en delator o verdugo ,conspirar contra el que fue su compañero y alzar
sobre su pecho el puñal homicida. La madre ,junto al esposo oculto, lloraba la ingratitud del
hijo ,que murmuraba canciones patrióticas ,y respiraba en el hogar el aire de la plaza pública: tal
vez lloraba a un hijo muerto, o le seguía con el corazón por los peligros de la campaña. En las
horas tranquilas de las noches, alrededor de la mesa doméstica ,los hermanos divididos y
enconados ,se lanzaban miradas furtivas ,llenas de rabia, se provocaban a veces, rompían en
insultos, sin respeto a las canas de sus ancianos padres, que se afligían y lloraban. De cuando en
cuando, frenética por el dolor , una viuda sombría , cerraba las puertas a su hijo, y Vicente
Linares llamaba en vano ,largo tiempo , a su inflexible madre.
Contribuía a exacerbar los espíritus la pálida hambre que extendía sus dedos lívidos sobre
todas las familias: los llanos estaban cerrados; cruzaban el Tuy feroces facciones; Aragua era
teatro de la guerra ..." (p.79) -- subrayado nuestro ---

Dos aspectos fundamentales están presentes en estos textos citados. Primeramente, esa

apreciación de la profunda relación entre las categorías de pueblo y nación. En segundo término,

el retrato del drama de la profunda escisión de un pueblo o nación unida hasta entonces.

Lógicamente, tal escisión fue muy dolorosa para aquellas familias de la élite colonial, que

resultaron enfrentados con sus más cercanos familiares y amigos. Tal ruptura, tal vez no fue

igualmente dolorosa para aquellos que siempre habían estado segregados de los afectos e

intereses de la cúpula social, nos referimos -- por supuesto -- a esa vasta masa de blancos de

orilla, pardos, mestizos, indígenas, negros libres y esclavos.

La Independencia, la revolución.

La idea de la independencia, casi siempre la presenta González bajo la denominación del

vocablo revolución.

A propósito de la ejecución de la sentencia de muerte de Antonio Nicolás Briceño y la

colocación de las partes de su cadáver como escarmiento; se lamenta diciendo:

" !Oh días que no se olvidarán nunca ! ! Oh revolución ! ! Oh república! " (p.51)
Para un historiador conservador como González, la independencia fue algo más que un

proceso lógico de emancipación política que traía la libertad a un nuevo estado. Ella representaba

más bien, un traumático proceso revolucionario que conmovía todas las estructuras de la

sociedad tradicional. Tal revolución republicana pareciera verla como algo terrible por sus

consecuencias sangrientas.

En otra parte de su dolida escritura ,dice aterrado, "las revoluciones son Minotauros que

devoran rápidamente los partidos y los hombres ; y ya había años ,siglos para los pueblos , que

Bolívar y Mariño regían los destinos de la patria." (p.145)

Y también, muchas veces, al relatar los pormenores del desarrollo de la guerra llama a

Caracas, el foco de la revolución. No queda duda, que para el escritor, la lucha por la

independencia llevada a cabo por los patriotas o republicanos no era otra cosa que una terrible
revolución, un cambio profundo que alteraba aquella paz colonial a la vera de la cual habían

prosperado las grandes familias mantuanas, principales víctimas del torbellino social y político-

militar desatado.

Sobre Patriotas y Realistas.

A través de la narración de González, éste identifica a los dos bandos en conflicto de

aquella <<Guerra a Muerte>> apelando a los ya conocidos calificativos de patriotas y realistas,

para denominar a los que defendían la patria (lar nativo) ,la república o la revolución de

independencia.

Al referirse a "los patriotas", "el gobierno patriota", "el jefe republicano" ,"el gobierno

republicano", "las tropas de la república", "una persona de conocido republicanismo", "personas

de representación y adhesión a nuestra libertad", "nuestros ejércitos" y otras expresiones de igual

tenor; no nos cabe la menor duda sobre quién o quiénes habla el autor.

De igual manera, González no deja nada en la oscuridad cuando nombra a los que

defendieron la causa de la corona española. Casi siempre los llama <<españoles >> o

simplemente <<realistas>> , y es así que se refiere al ejército realista y a las guerrillas realistas,

pero también los menciona evidentemente cuando nos habla del "realismo invisible" del pueblo

venezolano; del "catalán Puig" ; del "isleño Rosete" ; de "una columna de corianos"

acompañando a un jefe realista. Asimismo, los llama "los enemigos" , "hordas enemigas", las

"huestes de la tiranía", las "huestes vandálicas", "huestes de Boves", "feroces hordas".

En fin, los patriotas o republicanos eran los que luchaban por la libertad, es decir, los que

en los ejércitos, el gobierno, las reuniones políticas asumían la defensa de la patria amenazada

por los españoles realistas y sus aliados.

Lo Heroico, la Patria y el Amor Patrio.

Dentro de la narración sobre las acciones de los patriotas y los realistas, aparece siempre,

por parte de Juan Vicente González, algún comentario sobre el carácter heroico de la lucha y el

amor patrio.

Veamos algunos ejemplos:


(a) "Grato nos sería contar ahora la heroica y admirable defensa de San Mateo, en que
desplegó Bolívar tanto talento como actividad y valor , contra el infatigable Boves".(p.97)

(b) "En medio de los esfuerzos más gloriosos , ante los prodigios de Valencia defendida
por el invencible Escalona, la patria se ahogaba en la sangre de la guerra a muerte, sin que el
valor fuese parte a evitarlo. Repetidos triunfos, cantos de victoria, el sacrificio de Ricaurte, igual
al de Curcio y Decio, la muerte de mil héroes gloriosos ; la República languidecía, expiraba !!!"
(p.98)

(c) Amor patrio.


"Con todos esos errores y sus crímenes, es preciso volver los ojos a esa época, si se quieren
inspiraciones de amor patrio, de ardor guerrero y de heroicos sacrificios." (p.102)

(d) "el 30 de marzo, después de treinta y dos choques sangrientos ,Boves había levantado
el sitio de San Mateo. Sabía la aproximación del ejército oriental ; y se cuenta además que el
sacrificio heroico de Ricaurte le había llenado de admiración y asombro : el valiente granadino
había salvado a Bolívar" (p.137)

(e) "Nosotros hemos deseado visitar ,con religioso respeto, el campo de Carabobo ,campo
de victoria; y el sitio de La Puerta, desnudo, desierto, donde no se ve ni una tumba levantada a
los muertos ,ni una piedra funeraria. Perecieron allí Antonio Muñoz Tébar, García de Sena y mil
otros que eran la esperanza de la patria." (p,130)

En su discurso, González , al describir a su héroe Ribas, exclama que en una ceremonia

éste estaba lleno de fe religiosa y de una "modestia antigua" ,de igual manera ,al dar testimonio

de la acción de Ricaurte en San Mateo rememora a los guerreros de la antigua Roma: Curcio y

Decio. Pero no solamente deja testimonio de las hazañas de los heroicos luchadores de la

independencia en La Puerta, La Victoria, San Mateo, Valencia, campo de Carabobo y otros


venerados lugares; también plantea , con su acostumbrada vehemencia , la necesidad de rendirle

culto a esos mártires de la patria. Para ello, solicita la erección de monumentos -- como piedras

funerarias o túmulos -- que honrasen la memoria de los caídos en esa gesta. El eco de las obras

de Tito Livio, Tácito, Plutarco, Suetonio y otros autores clásicos queda plasmado en su

argumentación en favor de los próceres nacionales.

***********************************

En síntesis, el autor al abordar la Noción de Pueblo hace una importante observación

histórico-sociológica sobre el papel jugado por los <<mantuanos>> que formaron la vanguardia

del movimiento independentista; mientras que <<el pueblo>> enfrentaba con odio la revolución

y a las familias distinguidas del país ,cuyos representantes eran sus señores naturales, revestidos
ahora de poder político. Fue por ello que el pueblo temió le agregaran una argolla más a las

cadenas que soportaba.

Junto con las negativas expresiones referidas al pueblo como masa plebeya, se consiguen

otras sobre los negros, especialmente los negros alzados, ello ,a luz de la moralidad tradicional

propia de estos escritores patricios.

El autor apreció una profunda relación entre las categorías de pueblo y nación. Ese

pueblo que se lanzó a la guerra formaba una <<nación>>, sin duda hija de otra más antigua, la

española. González retrató del drama de la profunda escisión de un pueblo o nación unida hasta

entonces.

La idea de la independencia, casi siempre la presenta González bajo la denominación del

vocablo revolución e identifica los bandos en conflicto de aquella <<Guerra a Muerte>> con los

calificativos de patriotas y realistas.

En fin, los patriotas o republicanos eran los que luchaban por la libertad, es decir, los que

en los ejércitos, el gobierno, las reuniones políticas asumían la defensa de la patria amenazada

por los españoles realistas y sus aliados.

Dentro de la narración sobre las acciones de los patriotas y los realistas, aparece siempre,

por parte de Juan Vicente González, algún comentario sobre el carácter heroico de la lucha y el

amor patrio, lo hace apelando a los guerreros de la antigua Roma.


NOTAS (Capítulo III, Sección 1.5)

(1) Juan Vicente González: Biografía de José Félix Ribas. Caracas, <<Revista
Literaria>>, 1865
Entre las numerosas reediciones está la realizada por Rufino Blanco Fombona en Madrid
en 1918, quien le agregó notas y comentarios críticos en su prólogo. Fue esa edición la que
publicó el Ministerio de Educación Nacional de Venezuela en 1946 y sucesivos editores
posteriores. Véase, <<Biografía de José Félix Ribas>> en La Doctrina Conservadora - Juan
Vicente González. (Pensamiento Político Venezolano del Siglo XIX - Textos para su
Estudio) .Caracas, Congreso de la República, 1983
Vol.2, tomo I
n.a. Todos los textos citados y de los cuales sólo se indica (entre paréntesis) el respectivo
número de la o las páginas, provienen de la indicada Biografía ... en su edición de 1946.

(2) n.a. Considérese la obra historiográfica de Laureano Vallenilla Lanz -- en especial su


Cesarismo Democrático --- así como la del pionero de la historiografía marxista venezolana
Carlos Irazábal (Hacia la Democracia).

(3) J.V. González: Op.cit. (para esta cita y todas las siguientes)
1.6. Felipe Larrazábal :Análisis Ideológico de su Obra. La Idea de Pueblo, de Nación y

Patria. Patriotas y Realistas. Los Héroes y lo Heroico.

Las distintas categorías se examinarán a partir de la obra historiográfica más importante

de este autor, Vida del Libertador Simón Bolívar (1) .

La Idea de Pueblo.

En relación con la noción de <<Pueblo>> hay en la obra diferentes acepciones. La

primera ,y la más elemental de ellas, es la "pueblo" como sinónimo de centro poblado, villa,

lugar habitado o población. Ejemplos de este uso los hay innumerables a lo largo de la obra (2) ,

pero a título de muestra se pueden citar los siguientes: (a) Durante la primera república, 1812,

"los españoles en el pueblo de Siquisique" (I,122) ; (b) "a muchos pueblos de la cordillera"

(I,124) ; (c) El realista Tizcar se retiró de Nutrias en 1813, "después de haber saqueado al pueblo

y cometido los más violentos excesos." (I,187) ; (d) Bolívar ,en 1813, ofrece perdón a una

comisión de paz que vino de Caracas, "bajo la condición de que se le entregaran pacíficamente la

ciudad y pueblos de la provincia" (I,193) ; (e) En frente de Araure, en diciembre de 1813

"Nuestras fuerzas ,en tanto, se aproximaban más al pueblo, y reconociendo que el enemigo no lo

ocupaba ..." (I, 225) ; (f) En San Mateo, 1814, "las calles del pueblo y los caminos quedaron

empapados literalmente en sangre" (I, 267) ; (g) Rafael Urdaneta, escribe a Bolívar en 1814

diciéndole "que no debía contar con ningún pueblo del Occidente, pues que casi todos eran

enemigos de la independencia" (I,271) ; (h) Durante las negociaciones del armisticio de 1820,

designaron como sitio de la reunión "el pueblo de Santa Ana" . Los anfitriones realistas

ofrecieron una comida con "lo mejor que se pudo en aquel pueblo" (II,227).

<<La Segunda Acepción>> .

Presentadas todas esas muestras que evidencian la utilización del vocablo en el sentido de

pequeña comunidad urbana, se examinarán de la misma manera las que se consiguen refiriéndose

al "pueblo" como ciudadanía, grupo de vecinos o como masa pero no en sentido peyorativo.

Pueden mencionarse , entre otras : (a) "el pueblo americano dio ejemplos" (I,77) ; (b) " la
América española ... volvió la vista al pueblo amigo de la libertad -- Inglaterra -- (I,95) ; (c) En

Caracas, 1810, "Miranda fue muy bien recibido por el pueblo (I,102) ; (d) Ofreció el Congreso

de 1811 "una hermosa alocución dirigida a los pueblos de Venezuela" (I,119) ; (e) Se apeló "a

la asustada conciencia de los pueblos" (I,125) ; (f) Monteverde con su perfidia en 1812,

"queriendo fundar en la voluntad de los pueblos" (I,154) ; (g) Apelando Bolívar en 1812 al

"generoso pueblo cartagenero" (I,155) ; (h) Percibía Bolívar a "los pueblos a los cuales su

espada debía dar independencia , las naciones que había que crear?" (I,169) ; (i) En 1813,

publicó Antonio Nicolás Briceño, unas proposiciones "a nombre de los pueblos de Venezuela ..."

(I,173) ; (j) "y como hablaba (Bolívar, 1813) a los pueblos por la primera vez, tuvo que decirles

quien era y que intentos le movían."(I,175) ; (k) Mérida, 1813, recibimiento de Bolívar, "el

pueblo merideño le recibió con demostraciones de amor ...."(I,176) ; (l) En la campaña de 1813

debíase "hacer comprender a los pueblos que debían correr a las armas para expulsar a los

tiranos." (I,176); (m) Igualmente, para 1813, fueron importantes "las aclamaciones con que los

pueblos recibían a Bolívar" (I,190) ; (n) Bolívar entró a Caracas el año de 1813, "en medio de un

concurso de más de 30.000 almas, recibiendo los homenajes de todo un pueblo que acababa de

liberar ..." (I,196) ; (ñ) Para entonces, recibe el título de Libertador, en una reunión en Caracas de

las autoridades, notables, "y un pueblo inmenso, (que) aclamaron , por voz unánime, al general

Simón Bolívar ...." (I,219) ; (o) "El Libertador anunció a los pueblos de Venezuela el triunfo de

Araure ..." (I,228) ; (p) "como se empieza a ver, (Bolívar) no tenía que luchar sólo con los

ejércitos españoles, ni contra las poblaciones venezolanas, que se levantaban por el rey ..."

(I,238) ; (q) A comienzos de 1814, "Bolívar rinde cuentas al pueblo (en una) asamblea popular

cual jamás se vio antes en Venezuela (y en ella estuvieron) todos los magistrados, corporaciones

y vecinos en general (el gobernador) presidía una Asamblea esencialmente popular, (ante ella,

Bolívar ofreció) su homenaje y sumisión a la soberanía del pueblo" (I, 241) ; (r) Para entonces,

hubo un pronunciamiento "a nombre de todo el pueblo venezolano" (I, 249) ; (s) En 1815,

Morillo, "dirigió a los pueblos de Venezuela, una proclama..." (I,323) ; (t) El rico comerciante

Southerland en 1816 "amante de la libertad de los pueblos" (II,18) ; (u) En Carúpano,1816 , "se

reunió una asamblea popular ..." (II,29) ; (v) En 1819, Bolívar le "habló a los pueblos
granadinos..." (II,161,162,170,171); (w) A propósito del armisticio de 1820, Bolívar "conocía

que los pueblos ,cansados de la guerra, le agradecerían el haberla suspendido ..." (II,233)

Apartando esa muy tradicional acepción de "pueblo" que antes mostramos, puede

observarse que los enunciados citados algunas veces se refieren a <<los pueblos>> y en otras al

<<pueblo>> . En el primer caso puede suponerse que el autor alude en términos tradicionales a

un "actor colectivo" , a un conglomerado humano específico: Los "pueblos de Venezuela", "la

libertad de los pueblos" , etc. Esos "pueblos" representaban a una masa de pobladores de algún

área, vecinos o habitantes en general vistos en términos concretos. No hay en tales referencias

intención a calificarlos negativamente. En cierta manera, la mención de los pueblos pudiese

considerarse en términos de comunidades políticas o grupos de opinión ciudadana a los cuales se

buscaba comprometer con una causa común.

Cuando el autor utiliza el vocablo "pueblo" en forma abstracta o teórica evidentemente

introduce una visión moderna o más avanzada que esas expresiones tipo "antiguo régimen". Esa

sería la relación hecha en torno de la idea de pueblo, la lucha por la independencia y la

construcción de la nación.

<<La Tercera Acepción>> .

Finalmente, de acuerdo con el contexto, en la obra también se puede conseguir otro

significado de "pueblo". Es evidente que en los ejemplos siguientes se entiende "pueblo" como

sinónimo de masa popular, población de gente de clase inferior, plebe, turba, populacho

ignorante.

Veamos algunas de estas expresiones como muestra significativa: (a) Los pueblos de

Aranjuez y de Madrid se reunieron en tropel (I,75) ; (b) Refiriéndose a Godoy, en 1808, "el

pueblo contestaba a todo : muera el favorito" (I,75) ; (c) Entonces estaba la muchedumbre

desbandada y presente el tumulto popular. Murat, hizo asesinar traidoramente al pueblo. (I,76) ;

(d) Para 1808, "el movimiento popular de Caracas" (I,79) ; (e) Para entonces -- el 19 de abril de

1810 -- "el pueblo se arremolinó" (I,90) ; (f) Emparan "ocurrió al pueblo [y] preguntó a la

muchedumbre [no obstante] muy advertido era [el Padre Cortés de] Madariaga para librar el
resultado de aquel arduo asunto a la imprevisión o mudable voluntad del pueblo ; y quedándose

un poco atrás de Emparan, hizo señas que no. Varios de los comprometidos gritaron entonces :

No, no lo queremos, no lo queremos, palabras que repitió el pueblo con clamor más

expresivo ..." (I,91) ; (g) "Cedeño, Bermúdez, Monagas, Zaraza :Caudillos que salían de la

honrada clase del pueblo" (I,292) ; (i) Simón Bolívar, no apoyaba el sistema federal por

considerarlo inadecuado "en pueblos ignorantes ,sin prácticas de vida pública, sin hábito de

intervención en los negocios del estado ..." (I,118) ; (j) En los llanos de Calabozo, 1813, "los

pueblos que habían recibido a los patriotas como a sus libertadores se volvían ya contra ellos; un

sermón del cura menos inteligente bastaba para hacer cambiar la opinión." (I,218) ; (k) La

prédica religiosa, "todo esto ofuscaba la razón de los ignorantes y lanzaba pueblos enteros a

pelear contra sus hermanos y sostener a sus opresores." (I,218) ; (l) Hacia 1813, aquello era un

trabajo como el de Sísifo, pues "nuestros pueblos ofrecían por desgracia un ejemplo de estolidez

y aberración singular en los fastos del mundo civilizado ..." (I,230) ; (m) Durante un motín en

1816 "lanzaron al pueblo de Güiria contra Bolívar." (II,35); (n) Para 1818, teníamos "pueblos

sin iniciativa y sin patriotismo, que no sabían lo que era independencia. (....) un pueblo sumido

en la ignorancia más deplorable, que nada conocía ,ni siquiera las primeras nociones de política y

de derecho individual (...) un pueblo que no leía porque la instrucción estaba entrabada por la

censura y por la inquisición ...." (II, 89-90) ; (ñ) Igualmente, para 1818, "Cuando se dijo

independencia , la masa del pueblo no comprendía lo que se decía ..." (II,91) ; (o) Bolívar en

1818, "no se imaginó que había que empezar por crear un pueblo y transformar aquellas turbas

en sociedades inteligentes, capaces de la vida política activa (no obstante) logró Bolívar divorciar

la opinión de la causa realista y crear en un pueblo-colonia el derecho de la personalidad del

ciudadano, la libertad de todos y de cada uno. (...) Y con esto constituir el poder nacional ! Y

vencer los ejércitos contrarios ! Y emancipar medio mundo ! Y fundar la república como

institución ! Y dejar ,al morir, una familia de pueblos ! " (II, 92) ; (p) Hacia 1818, "la lucha de

Bolívar no fue sólo con la España; fue también ,al principio, con la indiferencia de las masas, y

luego y siempre, con el orgullo de los caudillos, con la anarquía ..." (II,102)
Igual que en el caso de los otros autores considerados, es esta la acepción que presenta

más interesantes aspectos. Primeramente debe destacarse que se asocia al pueblo con la gente

común, simple, ignorante, manipulable, levantisca, turbulenta, desordenada, etc. Se llega incluso

a llamarlo "clase" ,lo que denota el sentido de grupo o segmento de la sociedad.

Las citadas expresiones reafirman esa tradicional apreciación de las élites que han visto

con recelo a lo que eufemísticamente denominan <<el pueblo>> .Eso para no denominarlo con

expresiones que sonaban (y suenan) poco democráticas (populacho, plebe, turbas) apelan a ese

equívoco vocablo.

Larrazábal, a pesar de sus avanzadas ideas liberales, no escapaba a cierta carga de

prejuicios propios de la cúpula social de la Venezuela del siglo XIX. Aunque, por supuesto,

como buen liberal ilustrado, evidenciaba su fe en las potencialidades de ese pueblo.

<<Un Duro Juicio Sobre el Pueblo Venezolano>> .

Para cerrar esta parte dedicada a la idea de <<pueblo>> presente en la obra biográfica

estudiada, transcribimos el duro juicio que emite el escritor sobre la población venezolana.

Pudiera afirmarse que él resume muy bien la opinión de la intelectualidad patricia venezolana

sobre cuáles eran las virtudes ,vicios y defectos del "pueblo"; y cuáles los de la "parte sensata de

Venezuela" -- es decir -- la élite. La revisión de los planteamientos de Simón Bolívar (en especial

los del <<Discurso de Angostura>> , 15-2-1819) ofrece una pista sobre la procedencia de tales

ideas.

Señalaba Larrazábal que “la parte sensata de Venezuela ,la rica, la ilustrada ,quería la
independencia y hacía sacrificios por la libertad; pero el pueblo, no. (....) Los ejércitos de
Boves ,de Yañez, de Morales, de Ceballos, de Rosete, de Antoñanzas, de Lizón y de todos los
más rudos enemigos de la libertad, eran americanos. Incapaces las poblaciones de ideas
generales ; aprisionadas por la ignorancia en el horizonte más estrecho, inmovilizadas en la
obediencia sin examen, que bastaba a su vida material, no comprendían sus derechos más
preciosos ni amaban la libertad, y faltaba en el país el soplo vital, esto es ,la identidad de
intereses, la comunidad de ideas, la fusión de los pueblos..." (I,224) - subrayado nuestro -

El Pueblo :Grupos Específicos.

Muy pocas veces se consiguen en la obra, expresiones de carácter específico,

relacionadas con los que llamaríamos grupos, segmentos o partes del pueblo. Entre las que
pueden traerse a colación está el del posible enfrentamiento étnico-social a raíz de la crisis

provocada por el general Manuel Carlos Piar en Guayana, 1817. Dice Larrazábal, a propósito del

célebre jefe patriota, que éste "revivía en el ejército la rivalidad de colores, concitando el odio

inextinguible entre las razas ( y que también) escribió a varios jefes pardos, induciéndoles a

desconocer la autoridad de Bolívar y a establecer la República de hombres libres e iguales que

éste odiaba, todo conforme al plan atroz que había concebido." (II,73-74)

<<Los Negros>> .

Sobre los negros, parte importante de ese pueblo, debe decirse que sólo son mencionados

cuando algún documento del Libertador hace referencias a ellos, como es el caso de las

proclamas - decretos dictados en Carúpano y en Ocumare de la Costa en 1816, los fragmentos

del Discurso de Angostura de 1819, etc. Una mención a la actitud levantisca de éstos lo

representa la noticia sobre "las esclavitudes de Curiepe, ..." y otros puntos de Barlovento

amenazando a Caracas.

<<Los Indios>> .

En el caso de los "Indios" ,la situación es parecida o peor. No se presenta a este segmento

popular sino en contadísimas oportunidades, tal es la referencia a la campaña de Guayana en

1817, se plantea allí: "los indios, que odiaban a muerte a aquellos padres, apoyaron el partido de

los independientes y aún se alistaron en nuestras filas." (II,59)

Tal aseveración ,que fue planteada por diferentes autores venezolanos de la época, parece

que tenía alguna sustentación documental en los testimonios de los jefes patriotas que tomaron y

luego administraron las misiones del Caroní en 1817. Tales testimonios estuvieron asociados a la

polémica surgida a raíz del asesinato de un grupo de los curas misioneros que habían sido

reducidos a prisión debido a su intransigente posición realista.

Ante la sistemática campaña de los libelistas realistas en contra de los patriotas-

republicanos acusándolos del crimen, y tratando de hacer responsable de éste a Simón Bolívar, la

versión contraria siempre fue que la muerte de los Padres misioneros fue obra de un
malentendido y de los odios de los aborígenes hacia dichos religiosos; quienes venían

controlando totalmente sus vidas (las de los indios) en lo económico, social, político y espiritual.

<<Los Llaneros>> .

Mucho más amplio es el tratamiento de la presencia de los <<llaneros>> como grupo

popular diferenciado. Observemos estas referencias: (a) Para 1813-1814, "quedaba Boves dueño

de Calabozo ,próximo a caer con sus llaneros, como un torrente sobre Aragua y Caracas." (I,236)

; (b) Boves en 1814, "haciendo gala de sus enormes masas de llaneros a caballo" (I,255) ; (c)

Tropas de Boves, 1814, "la indisciplinada osadía de los llaneros" (d) San Mateo, 1814, "más de

treinta ataques rechazó de los llaneros de Boves" (I,271)

Al analizar las acciones de los patriotas ,especialmente en el caso de José Antonio Páez,

se hacen muchas referencias al valor heroico, bravura, audacia; pero también, a la indisciplina de

los llaneros que formaban sus fuerzas de caballerías.

La Idea de Nación.

En un texto correspondiente a la situación de España en 1808 caracteriza la "nación" en

términos tradicionales cuando dice: "el fuego de la insurrección corría por todo el cuerpo de la

nación ibera". (I,76) y pareciera que expresa la idea de "nación" como <<estado nacional>>

cuando se refiere a la nación venezolana. En otras oportunidades el autor deja ver su peculiar

visión conceptual sobre la relación entre las categorías de "nación" y pueblo . Ello se evidencia

cuando afirma que en 1819 Bolívar "quería formar una nación de los pueblos de Nueva Granada

y Venezuela..." (II,131) .De la misma manera, cuando afirma - a propósito de la acción del

Libertador en Nueva Granada, 1819 -- que fue "la expresión unánime de aquellos pueblos por su

reunión política ..." (II,185) . Finalmente, considerando al Congreso de Angostura y su creación

de Colombia, 17-12- 1819, dice que "aquel acto de política que unió tantos pueblos en una sola

nacionalidad se realizó en las vastas selvas del Orinoco." (II,192)


Se puede ver que Larrazábal considera la "nación" como una comunidad política superior

(un Estado) que posibilita estructurar a esas comunidades humanas con intereses políticos

comunes.

La Nación y la Idea de País.

A lo largo de la obra de Larrazábal abundan los señalamientos sobre el "país" más que

sobre el vocablo "nación". Como puede constatarse con los ejemplos, muchas veces se usan los

términos como equivalentes, especialmente cuando se usan en sentido amplio.

La idea de país se consigue ,en algunos casos, asociada a la idea de región específica (los

llanos, Margarita, provincia de Caracas) ; en otros, a la de todo un territorio nacional :

Venezuela, Nueva Granada. En este último sentido, país y nación se usan indistintamente para

dar la idea de una comunidad política mayor. Veamos algunos ejemplos tomados de la obra. (a)

"la humillación de la gente del país" (I,147) ; (b) "el país había hecho una sublevación general

en favor del rey" (I,223) ; (c) Para 1813, "cuál era la situación del país?" (I,230) ; (d) Hacia 1814,

"la opinión de la mayoría pensadora del país (...) el país recordaba con horror ..." (I,247) ; (e) En

1814, "el país estaba infestado (literalmente) de guerrillas realistas" (I,254) ; (f) Por imprudencia,

Mariño en El Tinaco, 1814, avanzó "sin considerar que el país era enemigo" (I,274) ; (g) "Boves

era un caudillo formidable, tan valiente como activo y emprendedor; y el país lo acompañaba,

por ignorancia, barbarie y fanatismo, en su empresa no sólo de derrocar la República , sino

exterminar a los patriotas blancos ,es decir , la más ilustrada y mejor parte de la nación, la que

había declarado y sostenido la independencia desde el 19 de abril de 1810." (I,280) ---

subrayado nuestro --

(h) Los realistas en Caracas, 1814, "asolaron aquellos inicuos jueces el país, cebándose, como de

ordinario lo hacen el vulgo y la tiranía ,en lo mejor y más notable."(I,288) - - subrayado nuestro

-- ; (i) Después que desconocieron a Bolívar en 1816, "Era evidente que faltaba un centro de

actividad y de inteligencia en el país." (II,41) ; (j) Arismendi llevó 400 soldados a Barcelona en
1817, a pesar de ser "los insulares margariteños ,renuentes de ordinario a salir de su país." (II,47)

; (k) En 1817, en Carúpano - Cariaco, el Padre Cortés de Madariaga, "Publicó un manifiesto en

que prescindiendo del estado de guerra en el que el país se hallaba ..." (II,62) ; (l) En 1820, ello

"le atraería la confianza de los hijos del país ..." (II,233)

Nótese que sólo en contados ejemplos se asocia la idea de país con su sentido restringido

de área específica (los Llanos, Margarita, El Tinaco) .En la mayoría de los casos ,cuando es visto

en sentido amplio , el autor asocia el país con la idea de una comunidad mayor, esto es, una

nación o una república.

La Idea de Patria.

La categoría <<patria>> aparece casi siempre asociada a las de Nación ,República e

Independencia. Veamos la primera de ellas.

El autor utiliza ampliamente la categoría o concepto de Patria. El sentido asignado es el

de lugar de nacimiento, tierra natal o de origen de un individuo o de un pueblo. Asociada con la

idea de patria, aparece la mención de España como "la madre patria" (I,66).

Casi siempre se sobre entiende que <<la patria>> es Venezuela, aunque en algunos casos,

por el contexto, se puede suponer que la referencia es a la ciudad o provincia natal o a una patria

mayor o supranacional: Colombia, América.

A continuación, veamos los ejemplos pertinentes:

(a) El general Miranda en 1806 quiso "independizar a su patria" (I,69) ; (b) Los representantes

del gobierno republicano en 1811, apelando a los vecinos de Coro y Maracaibo, recordándoles

"los vínculos de la fraternidad y el dulce nombre de la patria" (I,101) ; (c) en "servicio de la

patria" , "los destinos de la patria", "dar la libertad a su patria". (d) Bolívar en 1812-1813

planteaba que "redimir la patria cautiva , el país que le dio la vida, era su más ardiente anhelo. Lo

mueven el culto de la patria y la pasión de libertad."(I,169) ; (e) Bolívar en 1813, invitando a

luchar a Mariño y sus orientales les llama "al servicio de la patria común" (I,199) ; (f) Para el año

de 1813, "Era preciso inspirar el sentimiento de la patria ,sentimiento desconocido de los


colonos, y destruir el poder que la oprimía." (I,229) ; (g) Bolívar , en 1813, sostenía la lucha

"porque una era - decía - la patria de todos los americanos" (I,230) ; (h) Cuestionaba Bolívar en

1813 a "sus compatriotas formando ejércitos realistas, combatiendo a nombre de un rey

prisionero y oponiéndose al triunfo de la sagrada causa de la patria ..." (I,230-231) ; (i) No

obstante, "la política de Bolívar no se reducía a su patria" (I,234) ; (j) Los soldados patriotas en

Calabozo, 1813, "sacrificados heroica ,pero inútilmente, en las aras de la patria" (I,236)

<<República>> .

Se califica como república a los nuevos estados recién emancipados. A menudo se

utilizan términos como "naciente república" o "república naciente". Y mencionando las

relaciones de Venezuela con la Nueva Granada en 1814, se dice, que ya entonces había

"ardientes deseos de unirse en masa de nación a tan benemérita república" (I,249) .Es evidente,

que en algunos casos se hace equivalente el concepto de república y el de nación o estado

nacional. El siguiente caso sería una ilustración: Refiriéndose a las acciones de Simón Bolívar

entre 1812 y 1813, "los pueblos a los cuales debía dar independencia , las naciones que había que

crear ..." (I,169)

Abundan ejemplos de la utilización del calificativo <<republicana>> y

<<Republicano>>. En el primer caso, tenemos la mención a la "revolución republicana de Gual y

España" (I,67); en cuanto al segundo adjetivo, aparece innumerables veces como sinónimo de

patriota, revolucionario, etc. pero ello, será tratado más adelante en un aparte especial.

<<La Independencia>>.

La independencia, la emancipación, la revolución, la libertad son conceptos equivalentes

en el discurso de Larrazábal. Para él , la libertad es la de la patria, esto es, la posibilidad de

alcanzar la emancipación o independencia política nacional, la posibilidad de sacudirse el yugo

de la metrópolis española.

Para ilustrar este punto, citemos varias de estas expresiones: "la revolución de la

independencia americana" (I,77;91) ; "la emancipación americana era un hecho natural" (I,83) ;

Los errores de Emparan precipitaron "la revolución"; "la emancipación política de Venezuela"

(I,117) ; "la causa del Nuevo Mundo" (I,69) ; Por las tentativas de independencia de Miranda,
"en el pecho de algunos americanos renació el ardor de emancipación" (I,71) ; Enardecido

Emparan con "la pretensión de libertad que abrigaban los venezolanos"(I,87) ; Para 1813 ocurrió

"la reconquista de la libertad de Venezuela" (I,170) ; La ciudad de Mérida en 1813, "proclamó

de nuevo su independencia" (I,176).

Patriotas.

Los calificativos de patriota, patriotas, compatriota, compatriotas así como el de

republicano y otros similares aparecen hasta el cansancio en la obra analizada. A veces, en aras

de la amenidad, se usan expresiones sustitutas. De casi todas se presentarán muestras específicas:

(a) Refiriéndose a Miranda en 1806, lo llama "veterano de los patriotas de Suramérica" ;

(b) "defensores de la patria", "el ejemplo de los patriotas de Norteamérica" ,"filas patriotas" ,

"los jefes y oficiales patriotas". (c) "los fundadores de nuestra independencia seguían el

pensamiento de emancipación [eran] aquellos próceres" (I,82) ; (d) "los revolucionarios" ; (e)

"los independientes" , "el jefe independiente" ,"fuerzas independientes" ; (f) "los republicanos" ,

"ejército republicano" , "fuerzas republicanas" , "las armas republicanas" , "valiente oficialidad

republicana" , "pechos republicanos" , vanguardia republicana , "gobierno republicano" ,

"gobierno republicano e independiente" , "el edificio de la gloria republicana" ; (g) "los épicos

libertadores" (I,187) , "los libertadores"; (h) <<nuestra>> "nuestra infantería" , "nuestra

caballería", etc. ; (i) "la causa de nuestra independencia"; (j) "las armas americanas" .

Todas y cada una de las anteriores expresiones le sirven al autor para dejar bien claro

quienes eran los que enfrentaron a los llamados realistas durante la larga guerra de

emancipación.

El autor no oculta su simpatía e identificación total con estos patriotas, tanto del campo

civil como del militar. Llega al extremo de personalizar algunas de tales referencias ("nuestra",
"nuestras", etc.) .No pretende ser un narrador "imparcial" de los hechos, pues se muestra como

un entusiasta de la causa que historia.

Los Realistas.

El cognomento de "realista" aparece muchísimas veces en el texto, como contrapartida de

sus adversarios los patriotas o republicanos. Los <<realistas>> o seguidores de la causa de la

corona española aparecen presentados con los más negativos términos. A manera de muestra

inicial, leamos la reproducción que hace el autor de un testimonio de José Félix Ribas (Ocumare

del Tuy, 1814) "los horrores que he presenciado en este pueblo, al mismo tiempo que me

estremezco, me hacen jurar un odio implacable a los carnívoros españoles .... ofrezco que no

perdonaré medios de castigar y exterminar esa raza malvada. (a propósito de un hierro con P para

marcar a los patriotas que tenía Rosete) "este hierro de barbarie se depositó en Caracas con el

objeto de exponerlo a la vista del pueblo." (I,260)

(a) En relación con el uso del término "realista" o "realistas", uno u otro lo podemos ver

asociado de esta manera: el "partido realista", los "emigrados realistas" , "clérigos realistas",

"venezolano realista" (jefes como D.Rafael López) ,un "escritor realista" (Torrente; J.D.Díaz),

"tropas europeas y americanas realistas". (b) Junto al vocablo "realista" se utilizan también

expresiones como estas: En occidente, San Carlos - Barquisimeto, 18130 "el país había hecho

una sublevación general en favor del rey" (I,223) , el "ejército real" , los "servidores del rey" ;

(c) Considerando la procedencia u origen geográfico de los enemigos: "los dirigentes

peninsulares" (I,100) , la saña y la crueldad de los mandatarios europeos" (I,100) , los "opresores

de la América" (I,100) , "el dominador europeo" , "el jefe español ..." , "los crueles jefes

españoles" , las "huestes españolas", el "historiador español" , "el gobierno peninsular" ; La

guerra a muerte en 1813 para "poner un dique a las atrocidades y fierezas de los peninsulares.

Los europeos estaban sedientos de sangre y era preciso ahogarlos en la suya propia." (I,180) ; a

propósito del realista Quero, 1814, se destaca "el despotismo y la ferocidad de aquel mal

americano" ; Zuazola, el "feroz viscaíno" ; (d) <<Canarios, etc.>> : Los "españoles y canarios",

"la bozal muchedumbre de isleños de Caracas" (I,145) , "partidas de isleños, lo mismo que de

catalanes y otros europeos ...", "europeos y canarios" , F.T.Morales, "canario éste tan malvado
que el propio Boves lo hallaba ! atroz ! " (I,237) ; (e) "Boves y sus hordas" , "las huestes de

Boves" ; (f); (g) "los enemigos de la patria" ; (h) Finalmente, relatando la acción de Bermúdez

en Margarita,1815, quien "pasando por en medio de toda la escuadra española insultó a los

tiranos de su patria .... gritaba soy el general Bermúdez (y algo más impublicable) (I,327-328)

--- subrayado nuestro --

Igual que cuando comentábamos antes lo relacionado con los patriotas, en este caso,

tampoco el autor disimula cuáles son sus opiniones. A los realistas los condena, los execra. No

pretende sólo presentar los acontecimientos, pues junto con la narración de lo ocurrido,

Larrazábal presenta sus alegatos en contra de los enemigos de la causa de la Patria. El historiador

asume la defensa de Simón Bolívar, de los otros héroes o próceres y de la patria por ellos

representada en esa lid desigual pero gloriosa.

Recogidas ya una amplia gama de expresiones que identifican a los que se enfrentaron

durante más de una década en los campos de batalla, sólo resta enunciar las que hacen mención a

la tierra que sirvió de escenario a tan terrible lucha, así como de la que envió o inspiró a los que

se enfrentaron a las nuevas repúblicas.

Entre las denominaciones utilizadas por el autor para referirse a estas tierras, tenemos las

de Nuevo Mundo, Nuevo continente ,las "colonias" , América, Suramérica , "la América

española independiente" ,"la América Latina" (I,119) , Venezuela, Colombia.

Los otros, los que se enfrentaron; venían de, o defendían la política de España, la madre

patria o la Metrópoli.

*************************

Esa operación de "desmenuzamiento" del texto ,ese recorrido crítico realizado por sus páginas

nos permite afirmar que Larrazábal si desarrolló un discurso plenamente moderno. Este discurso

histórico teñido de romanticismo y ,parcialmente , de la ideología liberal de su autor ofrece

perfiles que estuvieron ausentes en la obra de los primeros narradores del proceso de
emancipación nacional. Ello fue posible, entre otras razones, por las circunstancias de su

escritura y publicación durante la segunda mitad del siglo XIX venezolano.

Es interesante observar el juicio del autor sobre el pueblo venezolano. A pesar de sus

ideas liberales (demócrata, abolicionista de la esclavitud, defensor de la prensa libre, de las

libertades públicas y de otras causas nobles) el biógrafo del libertador deja ver una carga de

prejuicios típicos de la élite blanca. Sus opiniones un tanto "descalificadoras" de ese pueblo --

actor histórico -- estaban más en sintonía con tradicionales ideas de autores conservadores y

especialmente con algunos planteamientos del propio Simón Bolívar; pero igual que éste, como

buen liberal ilustrado, evidenciaba su fe en las potencialidades de ese pueblo.

Su carácter de luchador liberal no lo lleva a ofrecer esa visión "populista" propia de

escritores posteriores que falsearon la historia nacional con tal de hacer ver que el pueblo

venezolano participó activamente a favor de la independencia, la libertad y la patria. Igual que

muchos intelectuales de su época, Larrazábal no logró comprender cabalmente por qué ese

pueblo de Venezuela (en todos sus segmentos) tuvo esas actitudes. Aunque en justicia hay que

reconocer que Juan Vicente González si parece que vislumbró el problema.

Los Héroes y lo Heroico.

El concepto de héroe y de lo heroico forma parte del tejido esencial de la narración

histórica <<larrazabaliana>>. En el texto analizado se puede señalar toda una amplia gama de

usos de la idea del héroe y de lo heroico. Usualmente, cuando el autor quiere destacar el valor, la

audacia extrema, la aceptación del sacrificio y las privaciones por liberar la nación , el amor sin

límites a la patria y a la libertad, así como otras virtudes similares, por parte de un individuo o de

un grupo, califica tal cosa de conducta heroica. Los siguientes ejemplos, permiten observar la

presencia de estas categorías.

Dice el autor que en España, en 1808, podía verse "la vileza de la familia real y la actitud

heroica del pueblo español" ; y juzgando la conducta del generalísimo en la Primera República,

agrega: "Por qué fatal destino no supo Miranda resistir como Sertorio ,o morir como Leonidas? "

(I,135).
La explicación de muchos procesos se hace a partir de la acción preponderante del

individuo, en especial de determinado individuo, ya lo suponemos, Simón Bolívar. Veamos esta

secuencia de muestras significativas: "Desde aquí (1812) toma sobre sí Bolívar los deberes y los

destinos del héroe. No va al destierro ni al reposo (otium sine dignitate) ; va al combate. La

Patria es su ídolo; la independencia, su fe." (I,149)

Según Larrazábal, Bolívar asume desde ese momento inicial un rol protagónico

sustentándose en un ilimitado amor por la patria y la independencia. Esa fe bolivariana de 1813

"poseía aquella fuerza secreta de superioridad que le hacía convertir en reales los empeños ..."

(I,171)

Los Soldados del Libertador.

"Bolívar había logrado hacer sensibles sus soldados al amor de la gloria y les había inspirado el

entusiasmo heroico de la libertad." (I,209)

Genio Bolivariano.

Su espíritu era "luminoso y penetrante" (I,239) .Por ello, "todo encomio que quiera

hacerse de esta carta (Jamaica, 1815) será pequeño. Pero lo que más tiene de resaltante es la

clarividencia del hombre de genio ..." (I,355)

Un Hombre Superior.

Por no estar presente Bolívar en Venezuela en 1816, "la patria vive alimentada de una

esperanza ;pero le falta un hombre superior , capaz de convertir esa esperanza en realidad.

Llenos de esa idea, los pueblos y el ejército han vuelto su vista al general Bolívar, la primera

cabeza de la guerra." (II, 42)

Hombre Imprescindible.

"El objeto de los promovedores del Congresillo de Cariaco había sido desconocer a
Bolívar; pero Bolívar era la independencia" (II,63) ; "Por otra parte, Bolívar era un compuesto de
elementos tan diversos ; había en él tantas virtudes, tanto candor, tanto genio y tanto esfuerzo;
había aprendido o adivinado tantas cosas en el comercio de los hombres y en el manejo de los
negocios, que era el todo en la guerra y el todo en la política. No podía prescindirse de él en nada
ni por nada ;así que la farsa del Congreso (de Cariaco) no tuvo resultados." (II,64)

El Libertador Enfrenta y Supera los Obstáculos.

"Una y otra vez lo hemos dicho: uno de los más grandes méritos del Libertador fue el haber
creado en Colombia la opinión que no existía y sabido inspirar en las masas indolentes ... el
deseo de ser libres ..." (II,89) ; "Bolívar y sus pocos compañeros pretendieron cambiar el orden
de cosas ,y con él los hábitos inveterados, las creencias erróneas, la disposición servil de los
espíritus ... y emprendieron una obra de titanes ... En punto a luchar contra toda suerte de
obstáculos, casi sin elementos ,y a superar esos obstáculos a poder de constancia, de genio,
Bolívar es un prodigio, y la Historia del mundo no lo presenta semejante ... Washington no
conoció esas fatigas, y no sabemos si hubiera podido superarlas ,dominando la opinión casi
unánime de su país... (además, tuvieron los norteamericanos) poderosos aliados como Francia y
España ..."(II,90-91) ; "En verdad ,la Historia no tiene nada más extraordinario que ofrecer en
todo el curso de sus anales que ese gran combate librado en la segunda mitad del Nuevo Mundo
entre el absolutismo ,apoyado por todos los poderes morales de la tierra: encontrando por
dondequiera auxiliares y favorecedores, y la libertad reducida ,en último análisis ,a la sola fuerza
de un hombre. Pero ese hombre era Bolívar..."(II,92) ; "!Cuanto se había ganado al comenzar del
año (1818) estaba perdido! ... sólo se conservaba íntegro y en mejor temple ,el espíritu de
Bolívar, que sacaba de la desdicha ocasiones de esperanzas y del abandono de la fortuna motivos
de triunfos y de grandeza." (II,115)

El Poder de la Palabra del Héroe.

En el Discurso de Angostura, 1819, "Bolívar ,el héroe, el Aníbal colombiano, era también

el Demóstenes, el Pericles de los Andes, lleno de elocuencia, cuya expresión imponente y

delicada ,magnífica y armoniosa, tenía un hechizo irresistible." (II,133); Discurso de Angostura

de 1819, "! Nadie ha hablado jamás como este hombre!" (II,141)

Demasiado obvio, para Larrazábal, la historia la hacían los héroes, los titanes, los

hombres únicos como Simón Bolívar. Todo lo demás era secundario.

Además de la acción de esos gigantes de la talla histórica del Libertador, se destaca

también la resistencia heroica de los combatientes patriotas o republicanos. El heroísmo siempre

está allí en cada campaña (la admirable de 1813, la de Guayana en 1817, la de Carabobo de

1821) ; en cada combate o batalla: Niquitao, Taguanes, Araure, La Victoria, San Mateo, La

Puerta, San Félix, Matasiete, Queseras del Medio, Pantano de Vargas, Boyacá, Pichincha,
Ayacucho ; en cada uno de los terribles asedios o sitios: Barinas, Valencia, La Victoria, San

Mateo, Caracas, Barcelona, Maturín ; en fin, en cada palmo de terreno ensangrentado de la

patria donde se batieron fieramente aquellos ejércitos siguiendo a sus jefes y a sus banderas, la

tricolor de la república y la del rey español.

Especial mención reciben algunas figuras en la narración histórica de Larrazábal.

Entre ellas, las de Atanasio Girardot y Antonio Ricaurte.

La inmolación de Girardot en 1813 es plasmada así:

"en la cumbre de Bárbula inmortalizó este héroe su memoria. Bolívar lloró al joven granadino,
que tantas pruebas de heroísmo y de virtud nos había dado ....dio aquel mismo día una ley para
honrar la memoria del coronel Atanasio Girardot." El decreto de honores establecía: declarar el
día 30 de septiembre día aciago para la república, realizar un aniversario fúnebre, llevar su
corazón en triunfo hasta la catedral de Caracas - depositándolo allí en un mausoleo, transportar
sus huesos a su país nativo, darle el nombre de Girardot al batallón # 4, conceder a los soldados
granadinos que pelearan para vengar a su compatriota.(I,207-208)

El sacrificio de Ricaurte en San Mateo, 1814:

"Ricaurte había despedido a sus soldados y dado fuego por su mano a los pertrechos ,

cuando vio la morada llena de enemigos ! Sublime resolución de un alma heroica ! Sacrificó su

vida por la patria!" (I,270)

Juan Bautista Arismendi, Héroe de Margarita y de Venezuela.

"Era Arismendi hombre de rara intrepidez y señalado esfuerzo ; patriota, y por la


libertad ,capaz de llevar a cumplido remate proezas admirables. Su arrojo [era legendario]
Corresponden a esta época los hechos famosos de Arismendi, y , sin duda, que ellos obligan a la
Historia a conceder a este caudillo denodado no sólo actividad y perseverante ánimo, sino don de
organización y pericia militar. Amante esposo de una hermosa joven, llena igualmente de
virtudes, de heroísmo, su prisión ,sus crueles sufrimientos y las espantables amenazas no fueron
parte para quebrantar su patriotismo. Arismendi renovó el ejemplo admirable de Tarifa; pero el
de nuestra isla, bien llamada Nueva Esparta, tuvo el heroísmo adicional de la joven caraqueña,
cuya abnegación y martirios por la patria forman uno de los más interesantes episodios de la
historia de Colombia y acaso de la América. La tenaz resistencia de Arismendi llenó de
asombro a los enemigos y de admiración a los patriotas...." (II,26-27)
Cuesta creer que Felipe Larrazábal y Juan Vicente González se referían a la misma

persona cuando escribieron sus juicios históricos -- totalmente opuestos -- sobre la participación

de Juan Bautista Arismendi en la lucha por la independencia.

Mariano Montilla.

También en la obra de Larrazábal se consiguen variadas semblanzas biográficas de

aquellos héroes que acompañaron a Bolívar en su duro batallar por la libertad. Uno de éstos, "era

el teniente coronel Mariano Montilla , entusiasta por la patria y la independencia, valiente, joven

de ilustración y de riqueza, empeñado en la lucha desde la aurora del 19 de abril; pero rival

secreto de Bolívar y su enemigo descubierto desde la desgraciada jornada de La Puerta..."

(II,20) .El enfrentamiento en Cartagena en 1815; en Haití, 1816 y la histórica reconciliación en

Angostura, 1819; culminaron en sus relevantes servicios cumpliendo una importante misión a las

costas de Santa Marta y Cartagena que permitieron liberar esos territorios en 1819-1820.

José Antonio Páez.

La figura de José Antonio Páez, comandante de caballerías llaneras (II,93) recibe un

cabal tratamiento. Las noticias de sus fuerzas en las llanuras de Apure, llevan a caracterizarlo

como "el beduino Páez" (II,105) , especialmente por su participación en la campaña de 1818,

cuando después de las victoriosas acciones en Calabozo y El Sombrero se niega a seguir hacia el

Centro y vuelve al Apure, a la toma de San Fernando. Aunque recibe el reconocimiento de sus

proezas, su valor, etc. (heroísmo de Queseras del medio, toma de las flecheras y otros combates)

no se ve ese miramiento con que lo trataron los historiadores anteriores como Montenegro y

Baralt.

Debe recordarse que mientras los nombrados historiadores anteriores escribieron sus

obras bajo la sombra de la influencia del centauro llanero, el Dr. Larrazábal no tuvo un influjo

similar: la distancia temporal, las luchas político-partidistas (Larrazábal era un ideólogo del

partido liberal) y otros factores no menos importantes explican la diferencia.

Juicio sobre Manuel Carlos Piar y otros anti-héroes.


Para culminar sólo queda señalar que en esas páginas se califica al héroe de San Félix en

estos términos: "Piar, caudillo heroico y vanidoso" (II,72) ; al recordar sus orígenes, se dice que

"Curazao, (fue) su patria". Lo demás, fue dar cuenta de su conspiración, juicio y ejecución.

(II,72-77). Se complementa el texto principal con una nota biográfica. (II,72) . Y para no recoger

solamente ejemplos de los llamados patriotas, se incorpora a quien ha sido execrado muchas

veces. No obstante, de José Tomás Boves, se destaca que "su carácter heroico, salvaje y

carnicero, lo llevaba a la guerra" (I,237)

**********************************

Simón Bolívar y Santiago Mariño. <<Vidas Paralelas>> .

La diferencia en el tratamiento recibido por Bolívar y cualquier otro prócer patrio es

notoria en el discurso historiográfico hilvanado por Don Felipe Larrazábal. Por ejemplo, el

tratamiento acordado a Piar, Arismendi, Bermúdez, Urdaneta, Zaraza, Páez, Anzoátegui, Sucre,

Soublette, Montilla y tantos otros más no puede compararse con el que recibe Mariño. Este es

sistemáticamente cuestionado en los más duros términos. Se le critica en casi todas sus

actuaciones político-militares. Para comprobarlo véanse estos textos escogidos:

Rivalidad en 1813-1814.

"Atormentado de envidia porque se llevaba Bolívar los aplausos del pueblo; agitado de

ese funesto espíritu de rivalidad que es más irreconciliable que el odio, recayó Mariño en los

pasados afanes ,cuando tuvo noticia de la función del 2 de enero" , es decir la aclamación al

Libertador. Para calmarlo, Bolívar le envió cartas reconociéndole su autoridad en Oriente y

solicitándole una vez más la ayuda de la escuadra y las tropas.

Oriente, 1817. La anarquía entre los patriotas:

Mariño dejó sacrificar a los héroes y mártires de Barcelona, esto es, la tragedia de la casa

fuerte en 1817. "la ambición ,pues , esa pasión inquieta ,egoista, fue la causa del abandono de

aquellos nobles patriotas, mártires de la libertad , que pagaron con su sangre los deseos
inmoderados del jefe de las fuerzas republicanas. Causa extrañeza que entre los generales que
acompañaban a Mariño en su fatal inobediencia, se contase a Urdaneta ... (mientras que)
Arismendi, Armario, Bermúdez y Valdés rompieron con Mariño y regresaron a El Chaparro para
aguardar las órdenes de Bolívar ... (cerca de este lugar) halló el Libertador las divisiones que le
fueron fieles. No puede pintarse el dolor que le causó la noticia de la pérdida de Barcelona y el
asombro que le produjo la defección de Mariño.
Hasta cuándo (dijo Bolívar) querrá el general Mariño atormentarnos con su pretensión de
mando? No considera el mal que hace a la patria con esa sed que nada apaga? "(II,57)

<<Congresillo>> de Cariaco, 1817.

"Mariño ,que estaba en Cariaco, se prestó a una farsa escandalosa que dio la medida de
las más ridículas". El Padre Cortés de Madariaga, regresó y planteó la reunión de un congreso,
ante éste, en Cariaco - el 8 de mayo de 1817 - renunció Mariño a las jefaturas, en su nombre y
en el de Bolívar. Allí se eligieron nuevos magistrados y jefes militares. Mas todo se disolvió al
día siguiente. (II,62-63)

Esa sistemática crítica hacia el prócer oriental no era otra cosa que la continuación de una

tradición desarrollada por la historiografía de signo bolivariano ,cuyas bases más sólidas echó

Baralt en su Resumen. Pudiera decirse que entre todos los otros historiadores que acompañaron

a Larrazábal en su tarea de exaltar el pasado nacional venezolano, solamente Yanes escapó a esa

tendencia. Y por ello, seguramente su obra quedó en la oscuridad relativa hasta hace medio siglo.

***********************************

Como se pudo constatar, el concepto de héroe y de lo heroico forma parte del tejido

esencial de la narración histórica <<larrazabaliana>>. En el texto se puede señalar una amplia

gama de usos de la idea del héroe y de lo heroico. Para el escritor la historia la hacían los héroes,

los titanes, los hombres únicos como Simón Bolívar. Todo lo demás era secundario.

Además de la acción de esos gigantes de la talla histórica del Libertador, se destaca

también la resistencia heroica de los combatientes patriotas o republicanos. Entre ellos destaca a

Juan Bautista Arismendi homenajeado como héroe de Margarita y de Venezuela; Mariano

Montilla, Antonio Ricaurte, Atanasio Girardot y José Antonio Páez. A este último, aunque le

reconoce sus proezas, valor y heroísmo , no lo trata con ese miramiento con que lo juzgaron

historiadores anteriores como Montenegro y Baralt.

Al Libertador Simón Bolívar y a Santiago Mariño los enjuició planteando un esquema

parecido a las <<Vidas Paralelas>> escritas por Plutarco en la Antigüedad.


La diferencia en el tratamiento recibido por Bolívar y cualquier otro prócer patrio es

notoria en el discurso historiográfico de Larrazábal. A Bolívar lo presenta como un hombre

superior e imprescindible, un genio cuya palabra tenía un un gran poder, un hombre único capaz

de vencer y superar cualquier obstáculo.

Finalmente, se duele del destino de Miranda y le recrimina -- apelando a conocidas

imágenes de la antigüedad clásica -- no haber resistido como Sertorio o haber muerto como

Leonidas.
NOTAS (Capítulo III, Sección 1.6)

(1) Felipe Larrazábal: Vida del Libertador Simón Bolívar. New York, 1865-1866. (Esta
edición original fue "modernizada" en la edición realizada por la Editorial América ,Madrid,
1918; con prólogo y notas de Rufino Blanco Fombona)
En este trabajo, utilizamos por conveniencia, la edición facsimilar ofrecida por la
Gobernación del Distrito Federal. Caracas, Ediciones de la Comisión del Bicentenario del
Nacimiento del Libertador, 1983
3 vols.

(2) n.a. Para no recargar de largas notas al texto, de aquí en adelante sólo indicaremos al
final de cada ejemplo significativo, el número romano I - II - III (según sea el caso) para indicar
el volumen, seguido de uno o más números arábigos que indicarán la o las páginas específicas de
éste.
1.7.La Idea de Pueblo y de Patria. Patriotas y Realistas. Los Héroes y lo Heroico. En la

obra mayor de Don Eduardo Blanco: VENEZUELA HEROICA. (1)

Idea de Pueblo.

En la obra (2) , tal vez por el tipo de contenido fundamental que la llena -- las heroicas

campañas y grandes batallas -- no se consiguen muchas referencias sobre <<el pueblo>> .No

obstante, se puede decir, que con excepción de un comentario sobre la participación de un grupo

de indígenas incorporados en el ejército patriota, las apreciaciones que hace el autor sobre "el

pueblo" ,son - en gran parte - de signo negativo.

Tales juicios sobre el pueblo -- si siguiéramos el esquema aplicado sobre este aspecto en

las restantes obras analizadas -- caerían dentro de lo establecido como la tercera acepción del

vocablo, esto es, la visión del Pueblo como una masa de gente inferior, plebe o populacho.

Para el autor, el pueblo venezolano que se vio envuelto en ese torbellino de la guerra de

independencia ,tenía grandes limitaciones: ignorante, sin ideales, sin conciencia de su pasado,

manipulable como un rebaño, hostil a la causa republicana , fanático seguidor de los realistas. A

pesar de todo, pudo transformarse en un pueblo de héroes gracias a su aspiración a ser libre; sin

embargo, sus descendientes mostrarán gran ingratitud hacia los héroes libertadores. En suma, el

pueblo ,más que un actor que luchaba a favor de la emancipación, es apreciado como un pesado

fardo que sólo sirvió para obstaculizarla, o en todo caso, como un poderoso aliado de la causa

realista.

Grupos populares como el de los bárbaros llaneros comandados por sanguinarios jefes

como Boves y Morales son considerados uno de los más temibles enemigos de la causa patriota;

mientras que una de las escasas referencias que aparecen sobre los aborígenes, idealiza a éstos

presentando a sus antiguos caciques como precursores de la lucha por la patria.

Como evidencia, examinemos algunas de estas muestras específicas tomadas de la obra

citada :
(a) "aquel pueblo incipiente, tímido ,medroso, nutrido con el funesto pan de las
preocupaciones, sin ideal soñado, sin anales, sin ejemplos; tan esclavo de la ignorancia como de
su inmutable soberano; rebaño más que pueblo; ciego instrumento de aquel que lo dirige, cuerpo
sin alma, sombra palpable, haz de paja seco al fuego del despotismo colonial, sobre el cual
dormía tranquilo, como en un lecho de plumas, el robusto león de Castilla; aquel pueblo de
parias, transformóse en un día en un pueblo de héroes. Una idea lo inflamó: la emancipación del
cautiverio. Una sola aspiración lo convirtió en gigante: la libertad. (p.10)

(b) "Por segunda vez, la altiva encarnación de los grandes propósitos emanados de la
Asamblea republicana de 1811, sentíase amagada de muerte por el esfuerzo insuperable de sus
pujantes enemigos y por la manifiesta hostilidad de nuestro pueblo,que , dominado casi en su
totalidad por el más fanático realismo y la inveterada costumbre de prestar obediencia a nuestros
seculares dominadores, ayudaba con indecible brío a sus propios verdugos en su tarea
exterminadora." (p.85)

(c) "Nosotros también tuvimos héroes de la talla de Hércules, gigantes mitológicos que
escalaron el cielo de la gloria, pero que no dejaron a la tierra descendientes olímpicos. Ellos se
fueron todos, tristes los más, por haber apurado con la muerte la ingratitud del pueblo por ellos
redimido." (p.300)

(d) En relación con los llaneros, sin duda alguna, parte de ese <<pueblo>> venezolano,

dice Blanco: El año terrible, un feroz caudillo dirige una horda, el " mayor número de jinetes

[ que ]

jamás se viera reunido en los campos de Venezuela ... suelta la rienda, hambrientos de botín y
venganza, impetuosos como una ráfaga de tempestad, ocho mil llaneros comandados por
Boves .... es la invasión de la llanura sobre la montaña; el desbordamiento de la barbarie sobre la
República naciente." (p.23)

(e) Finalmente, una acotación sobre otro segmento del pueblo de Venezuela, los

indígenas que pelearon en la batalla de San Félix (Guayana) el 7 de abril de 1817. "... 500 indios

flecheros

acuden ... aquellos valerosos indígenas ,poseídos como estaban de extraordinario ardor, al frente
de sus seculares dominadores, traían a la memoria los tiempos ya remotos de la conquista ... de
parias tornábanse en señores, tras tantos años de esclavitud y oprobio . Allí, alentándoles con el
recuerdo del antiguo heroísmo de su raza, hallábase el espíritu independiente de los más
soberbios caciques de Venezuela, que exterminaron los conquistadores: el de Maracapana, Gil
González y Cayaurima, Taricura, Mayuracari, Guaicaipuro, Paramaconi, Tamanaco, y el heroico
Sorocaima. El siglo XVI ,revivía para ellos en 1817." (p.232)
Sobre esto último -- ese glorioso pasado indígena -- pudiese señalarse que ello representa

un rasgo romántico en el discurso , propio de los autores que idealizaron al "buen salvaje" y las

luchas de las naciones aborígenes que defendían su antigua grandeza.

El discurso histórico de Eduardo Blanco, hombre de una generación muy posterior a

todas las demás ya consideradas, lógicamente , no presenta ese lenguaje ambiguo característico

de los otros escritores venezolanos antes estudiados. En su obra ya no cabe esa ambigüedad

entre "tradición" y "modernidad".

El lenguaje de este literato de exacerbada prosa romántica convirtió la narración de

unos hechos históricos en un poema homérico.

En sus juicios sobre el pueblo venezolano califica a éste de "rebaño" , "parias" ,fanático

realista, hostil a la independencia e ingrato con sus héroes. Sin embargo, ese mismo pueblo así

caracterizado, fue capaz ,gracias a los ideales de libertad, de convertirse en un pueblo de héroes,

de gigantes como Hércules.

Pareciera contradictorio que quien primero tachara en esos términos al pueblo venezolano

le reconociera de la misma manera ese potencial heroico y de sublime inspiración por la libertad.

La Patria, Los Patriotas, Los Realistas.

En relación con el uso de estas categorías, se observa que en la obra de Blanco, éste

sigue, en líneas generales, los criterios de los historiadores que le precedieron.

De los planteamientos del autor , se desprende que para él la Patria es la tierra natal, la

nación de origen, el territorio donde nació y se formó quien lucha. La Patria era la Venezuela

republicana que luchaba por su emancipación ,por su libertad.

Cuando se trata de definir a los bandos enfrentados en la guerra de independencia,

siempre , al igual que Montenegro, Yanes, Baralt, Larrazábal, Austria , González y otros; los

denomina <<patriotas>> o <<Republicanos>> ; y a sus contrarios, los llama <<Realistas>> o

<<Españoles>>. Entendía el autor, como es obvio suponer, que los "patriotas" eran los

partidarios de la defensa de la "Patria" , su independencia, sus nuevas estructuras republicanas,

su revolución emancipadora , y en suma, de la Libertad política.


Por la otra parte, los "realistas" eran los partidarios del Rey español, es decir, de la

corona, de las estructuras políticas tradicionales de la nación española y su tiranía. Tales realistas

muchas veces son denominados "españoles" aunque ,no necesariamente fuesen ejércitos

expedicionarios o de nativos de la península ibérica. Simplemente, se le da el cognomento de

"españoles" a todas las fuerzas que estaban al servicio de España y sus intereses.

Para no hacer demasiado extensa esta parte sólo mencionaremos estos contados ejemplos:

(a) "El 19 de abril de 1810, Caracas se rebela de hecho contra la Madre Patria ..."

(pp.10-11)

(b) En 1813, coincidiendo con la invasión de Bolívar "Mariño, Piar, Bermúdez y otros

intrépidos patriotas asaltan las costas de Güiria ... " (p.19)

(c) Cuando "El héroe triunfador entra a Caracas, es proclamado <<Libertador de la

Patria>> y reorganiza el gobierno republicano." (p.20)

(d) "El 1ro de enero de 1817, torna a pisar Bolívar el suelo de la Patria en las playas de

Barcelona ..." (p.205)

Estas muestras nos permiten hacer estas consideraciones.

El concepto de Patria se expresa en el mismo sentido que venía utilizándose en todas las

obras históricas consideradas. Acá no hay diferencias de ninguna índole, pues para los

historiadores venezolanos del siglo pasado la patria era el terruño natal. En ese sentido al "pisar

Bolívar el suelo de la patria en las playas de Barcelona" se consideraba la idea de suelo patrio en

sentido amplio. Igualmente cuando se expresa lo de la "madre patria" estamos en presencia de

ese mismo sentido general del vocablo patria, en ese caso el lar natal de los ancestros españoles.

Por otra parte, patriota es, evidentemente, quien se identificaba con la patria común, quien

luchaba por su libertad.

Los Héroes y lo Heroico.

Sobre esta temática - por razones obvias - se consigue en la obra una amplia variedad de

ejemplos. Blanco no sólo aborda con maestría literaria la exaltación individual de las virtudes de

varios héroes fundamentales. También canta al heroísmo de grupos y de comunidades. En ambos


casos, considerando a individuos: Bolívar, Páez, Ribas; o los "colectivos" como los de la

invasión y travesía de los 600; los 150 héroes de las Queseras ; los margariteños de Matasiete;

los sitiados de Valencia; o los que se batieron repetidamente en La Victoria, San Mateo y el

campo de Carabobo el autor toma siempre como modelos o referencias los de la antigüedad

clásica grecorromana.

Sería válido plantearse si en este sentido hay una estrecha relación entre Blanco,

Larrazábal y Juan Vicente González pues todos ellos se aferraron a esos modelos clásicos

revalorizados por el llamado <<clasicismo republicano>> que redescubrió las virtudes de la

antigüedad clásica y sirvió de marco artístico-ideológico a los entusiastas de la Revolución

Francesa , no olvidando que hubo una relación muy estrecha entre Eduardo Blanco y su antiguo

maestro Juan Vicente González, que tempranamente lo encaminó en esa dirección. De la misma

manera debió el romanticismo influir en la obra de estos tres autores, pero con fuerza

descomunal lo hizo sobre Blanco.

<<La Batalla de La Victoria>>.

En su cuadro sobre la batalla de La Victoria del 12 de Febrero de 1814, dice el escritor,

que en las naciones hay impresa "una huella sangrienta: allí las ruinas de la patria de Príamo,

allí el

suelo aún palpitante de Maratón, Platea y las Termópilas; allí el Granico, Issus y Arbela; allí los
campos de Trasimeto y Cannas; allí los de Farsalia y Munda; allí Actium con sus olas furiosas
que proclaman la muerte de la Roma republicana; allí el Gólgota siempre resplandeciente; allí las
ásperas gargantas de Roncesvalles; allí ,en fin, mil y más sitios de esforzadas proezas, y Lepanto,
Jemmapes, York-Town, Zaragoza y Waterloo.
Acaso no haya pueblo que deje de poseer uno de esos pedazos de tierra, reverenciados
por el patriotismo, consagrados por la sangre en ellos derramada. Boyacá, Carabobo y Ayacucho,
hablan más alto a nuestro espíritu ,que los poemas inmortales en que Homero y Virgilio narraron
las proezas de los antiguos héroes: campos memorables donde aún resuena con eco misterioso el
fragor del combate, las vibraciones del clarín y el grito de victoria. (a pesar de la falta de
monumentos y del abandono) no por ello los corazones generosos palpitan con menos emoción y
con menos respeto al contemplar aquellos campos de reñidas batallas, donde duermen el sueño
de los héroes, tanto guerrero ilustre y tanta humilde víctima de nuestra magna lucha (...) es La
Victoria: escenario sangriento de una de nuestras más terribles y reñidas batallas ..." (pp.21-22)
[Y se pregunta el autor] " ¿ Qué poder oculto y misterioso comunica ese fuego sublime,
que engendra héroes , realiza prodigios y convierte hasta pequeños en gigantes? ¿ Qué alienta a
aquellos corazones ? ¿ Qué los hace invulnerables a la debilidad, omnipotentes para el
sufrimiento ? [cree el autor, que ello obedece a] una idea, una sola inspiración : La Libertad."
(pp.36-37)

Tomando como ejemplo la célebre acción de San Mateo , dice que esta trascendental

batalla de la guerra de independencia "simboliza el heroísmo de la revolución." (p.51)

En San Mateo y al lado de Bolívar, "escudándole con sus heroicos pechos ,combaten Lino de

Clemente y los hermanos Montilla, Florencio Palacio, el glorioso Ricaurte, el indomable Campo

Elías, Maza, Soublette, Muñoz Tébar, "y aquel patriota insigne, Martín Tovar, tan valeroso como

honrado." (p.70) Todos ellos formaron, sin duda, lo que se llamó una Generación de Héroes. Por

tanto,
".... transmitir a nuestros hijos las tradiciones épicas de las pasadas glorias de la patria, es un
deber sagrado ... [y se debe] evocar una vez más ,con el recuerdo imperecedero de Bolívar, el de
aquellos insignes lidiadores que con relámpagos de gloria iluminaron el portentoso palenque de
San Mateo [...]
Ricaurte, arcángel del denuedo que resplandeces en la historia, entre héroes que encarece la fama
y que la tierra admira --- generación incomparable para la cual parece escrita esta estrofa de un
poeta español.
<<Arrojada y resuelta cual ninguna
Como engendrada en tan heroico empeño
Templóla en sus rigores la fortuna
La ronca tempestad meció su cuna
Y el eco del cañón la arrulló el sueño>> " (pp.83-84)

También, para completar su balance sobre ese glorioso pasado, no olvida elogiar a los

Héroes Civiles que por sus luces, su carácter y virtudes "no hará olvidar nuestro silencio,

respetados por sus luces (...) firmes ... , altivas figuras de Cristóbal Mendoza, el enérgico
gobernador civil de la provincia de Caracas .... ,de Espejo, letrado distinguido, a quien trágica
muerte le acechaba, cuando con su palabra elocuente y briosa, avigoraba los ánimos de los
sitiados de Valencia; de Rodríguez Domínguez, primer presidente del Congreso de 1811, que
había iniciado la revolución dando la libertad a sus esclavos; de Sanz, legislador, filósofo, orador
y poeta, a quien altas celebridades apellidaron el Licurgo de Venezuela; del canónigo Cortés de
Madariaga, el orador tribunicio del 19 de abril ..."

También deben ser recordados, Juan Germán Roscio , Martín Tovar, Miguel Peña, Francisco
Javier Ustariz , el sacerdote Unda ,José Rafael Revenga ,Fernando Peñalver, Pedro
Gual ,Francisco Javier Yanes (eminente letrado e historiador, pero que llegó a participar en
batallas como El Yagual) , Salias, Juan Martínez, Tejera, Diego Bautista Urbaneja, Manuel
Palacio, Ángel Álamo (Síndico de la municipalidad de Caracas que en 1813 declaró a Bolívar
Libertador) ,Ramón Ignacio Méndez (futuro Arzobispo de Caracas) , Coto Paúl (el Dantón de la
Sociedad Patriótica) y muchos otros varones eminentes. (pp.90-92)

La narración de las hazañas de los héroes ya considerados, sirve de antecedente para

recibir el testimonio de admiración hacia otros no menos valiosos y esforzados.

Veamos dos de ellos:

(a) "Entre aquellos 600 denodados que poseídos de la grandeza de su intento, cruzan a
Venezuela desde las costas de Ocumare hasta las llanuras de Barcelona [si se cansan] una voz
prestigiosa los alienta, un espíritu superior ,siempre sereno, les comunica reflexivo heroísmo:
Soublette les habla el lenguaje severo del filósofo; MacGrégor, todo ímpetu, los exita al combate
con su genial intrepidez (...) heroico esfuerzo el de aquel puñado de hombres que así se arriesgan
a todos los peligros, sin más estímulo que el amor a la Patria. Pero los héroes de la libertad son
invencibles: la fuerza moral que los sostiene no reconoce límites ..." (p.194)

(b) En la Batalla de San Félix (Guayana) el 7 abril de 1817,

"El bravo Coronel Chipía, atravesado de un balazo ,rinde la vida en medio de sus soldados que
respetuosamente , sin dejar de combatir , arropan el cadáver de su jefe con la bandera del
batallón <<Barlovento>> . Salóm ocupa el puesto que no abandona sino muerto aquel valiente
oficial. Poco después toca igual suerte al osado Landaeta al enfrentarse a los soberbios veteranos
del batallón <<Cachirí>> .... empapan ... con su sangre la tierra donde se abaten para jamás
volver a levantarse.
Estimulado el coraje de nuestros infantes por Anzoátegui, Pedro León Torres y
Hernández sienten que gravitan sobre ellos la compacta muchedumbre de las tropas realistas ...
pero Piar, a la cabeza de la caballería republicana ,no tarda en auxiliarlos.
Después de destrozar en dos furiosas cargas a los jinetes enemigos, Piar se arroja ... sobre
las columnas de La Torre y Ceruti, embistiéndolas de flanco. (...) Al grito cien veces repetido
de ! Viva Piar ! y ! A la bayoneta ! los republicanos cierran al arma blanca contra sus
desconcertados enemigos ..." (pp.232-233)

La exaltación del heroísmo más puro que observa Eduardo Blanco, lo lleva a extasiarse

ante la constelación de aquellas figuras en las que temprano preveía su grandeza. Dice con

asombro:
"! Qué hombres! Astros brillantes en aquel grupo de estrellas cuyo sol fue Bolívar, cada uno de
ellos en lo porvenir describirá su órbita , alcanzará luz propia , y legará a las futuras generaciones
con el ejemplo de sus virtudes republicanas y gloria para la patria.
Montilla da alto ejemplo por su valor e hidalguía, es el prototipo de los antiguos
paladines .... Venezuela recuerda con orgullo al héroe caballero.
Rivas-Dávila ... murió como Epaminondas, en los brazos del triunfo y de la gloria ....
Soublette es el Arístides americano. Esforzado en la lucha, prudente en el consejo; a las
condiciones del guerrero une las dotes eminentes del filósofo y del hombre de estado;
diplomático hábil, pulcro admistrador, obediente a las leyes como soldado y como magistrado;
de inteligencia clara y de educación muy superior a la de aquellos tiempos, nació predestinado a
muy altos destinos. Colombia y Venezuela ostentarán en sus blasones más de un laurel debido a
los talentos del héroe de la Popa. (...)
Ayala es el soldado del deber; severo, inflexible, tenaz; la fama no le deslumbra, la
ambición no tiene cabida en su alma espartana.... en la Grecia de Leónidas como en la Roma de
los Gracos, hubo caracteres semejantes.
Adrián Blanco, y Jugo, y Maza, y Canelón pertenecen a aquel grupo de jóvenes
guerreros, predestinados al martirio ...
Con tales hombres hay razón para acometer imposibles. " (pp.32-33)

Eduardo Blanco tiene también en su obra unas precisas y , casi siempre hermosas,
semblanzas individuales sobre los protagonistas más notables de la gesta heroica que canta.
Véanse a continuación:

(a) Francisco de Miranda: "No hecho Miranda a descabelladas aventuras, ni menos a


lidiar con los anárquicos espíritus que había exaltado la Revolución ..." (pp.16-17)

(b) Simón Bolívar.


(b.1) "... surgió el Genio singular que daría cima a las reprimidas aspiraciones de la
Patria, que el estupor y el abatimiento trocaría en breve en cantos de victoria , y que tras de recio
batallar crearía a Colombia. Aquel atleta, hasta entonces (1812) no estimado en su justo valer,
era Bolívar." (p.19)

(b.2) Boves avanza desde los llanos, en <<La Puerta>> tres mil soldados son
"acuchillados sin misericordia (...) el nombre de Boves resuena en los oídos americanos como
trompeta apocalíptica ! Cunde el terror ... Caracas se estremece de espanto .... sólo Bolívar no se
conmueve; superior a las veleidades de la fortuna, para su alma no hay contrariedad, ni sacrificio,
ni prueba desastrosa que la avasalle ni lo postre." (p.24)

(b.3) "Sin faltar a la verdad, Bolívar pudo siempre decir : yo soy la Revolución ; en mí se
encarna la República.
Con todas sus faltas reales, con todas las imputaciones con que algunos de los hijos
degenerados de esta América han tratado de empañar su memoria, Bolívar ,siempre grande,
aparece en la Historia, incomparable.
Alejandro, , Carlo Magno y Bonaparte, tienen entre sí puntos de semejanza. Bolívar no se
parece a nadie. Su gloria es más excelsa. Ser Libertador, está sobre todas las grandezas a que
puede aspirar la ambición de los hombres." (pp.82-83)

(c) José Félix Ribas.


(c.1) "Desechemos el recuerdo nefasto consignado en la capitulación de [Miranda en]
1812. Descubrámonos ante la ciudad valerosa que, a los ojos del patriotismo, sirve de pedestal a
la pirámide altísima ,en cuya cima, cual la de un dios olímpico ,descuella la figura de José Félix
Ribas, y llenos de orgullo transportémonos al 12 de febrero de 1814." (p.22)
(c.2) Cuando el Libertador se prepara para el ataque de Boves, además de oponer su tenaz

carácter a ese huracán que avanza, lo enfrenta con "toda una fortaleza: el corazón de José Félix

Ribas." (p.26)

(c.3) Ribas, en la terrible situación, se mostraba airado e imponente como el ángel

Ezequías. "Resplandece sobre su frente olímpica, como lampo de fuego, aquel terrible gorro

frigio que ha de ostentar la cabeza del héroe hasta en la jaula de la picota; brilla en sus ojos la
encendida llama de las grandes pasiones .... colérico aguarda el peligro que le amenaza ,
provocando el destino con un gesto de soberbio desprecio y de arrogante superioridad. (...) con
un gesto imperioso el general republicano refrena la impaciencia de sus enardecidos
compañeros ; sacude la erizada melena como un león irritado, y blandiendo la espada que,
terrible y gloriosa, brilló en los campos de Niquitao y Los Horcones, exclama con vibradora
entonación" una brillante proclama que sacude a los defensores que responden con atronadores
vítores. (pp.30-31)

(c.4) "Entre el escaso número de esos seres singulares , a quienes el peligro les produce
fiebre sublime del heroísmo, la historia cuenta a José Félix Ribas. (Este resiste sucesivos asaltos
en La Victoria) Semejante rasgo da la medida de la energía de Ribas; pero aún hay algo más en
aquella batalla con que formar un canto digno de competir con los más épicos de la Ilíada."
(p.35)

(c.5) "Para vivir en la historia la vida palpitante de la inmortalidad , no basta ser Omar o
Erostrato, César romano o déspota bizantino; no es necesario ascender a más alto: ser Dante,
Gutemberg, Miguel Ángel, Franklin, Napoleón o Bolívar: genios que arrojen luz ,soles inmensos
que no eclipsen los siglos ni amengüen las distancias.
De las que pueden llamarse tinieblas de la historia ,sólo salva la gratitud y el buen criterio
de los pueblos a aquellos de sus héroes que, por virtudes muy probadas ,se hicieron acreedores a
una justa recompensa: y que ,aunque no tenidos por genios universales ,dieron sin embargo de sí
lo que el deber les exigía. Ribas se impone a nuestra admiración ,por su heroísmo; a nuestra
gratitud, por sus altos servicios a la patria. Su renombre vivirá con nosotros mientras aliente la
República." (pp.45-46)

(c.6) José Félix Ribas, después de la derrota en Urica, abandonado, enfermo, cansado con

la larga huida es capturado y conducido hasta Tucupido. "Así termina su carrera de triunfos, a

los 39 años ,aquel pujante lidiador, a quien Bolívar apellidara el invencible. Así el soberbio atleta
selló sus credenciales a la inmortalidad. Su muerte privó a la Patria de un poderoso defensor de
aquellos sus derechos ultrajados que nuevamente tornará a ventilar; para los realistas fue motivo
de gran satisfacción: aquella espada los había flagelado en cien batallas, y Horcones, Niquitao,
Vigirima, Ocumare del Tuy, La Victoria, y la primera de Carabobo, eran inolvidables.
Mutilado el cadáver del héroe, <<la poderosa diestra terror de los enemigos de la Patria,
fue colgada en un palo a media legua de Tucupido en el camino>> ;la cabeza frita en aceite y
puesta en ella, por escarnio, el gorro frigio <<que usara siempre como emblema de la
libertad>> ,la encerraron en una jaula de hierro; y hubo prisa en enviarla a Caracas, en cuya
plaza mayor se colocó en una horca levantada al efecto para tamaña afrenta; y luego, aquel
augusto despojo que impíamente negaron a la tierra, lo mantuvieron suspenso por muchos años,
en la llamada Puerta de Caracas ..." (p.175)

(d) Vicente Campo Elías. En San Mateo, 1814. "Frenético, se arroja Campo Elías sobre

las bayonetas enemigas : sus ojos despiden llamas, sus miradas avasallan y espantan. Desgarrado

el uniforme, el rostro ennegrecido por la pólvora, bañado en su propia y en ajena sangre, ruge

como un león furioso, rompe su espada en las filas de Boves y cae vencido por la muerte en

medio de cien cadáveres." (71)

(e) Manuel Villapol. También en San Mateo (1814) "... se lanza como el rayo, hiere,

destroza, retrocede abrumado por innumerables enemigos, se rehace un instante y, sin flaquear

en la demanda ,acomete de nuevo con indecible arrojo. Su brazo no desmaya, reconquista la

posición perdida ; pero una bala le hiere el corazón al proclamar el triunfo , y al pie de la bandera

que sostiene en su crispada mano, rinde la vida en brazos de la gloria." (p.71)

(f) Antonio Ricaurte: San Mateo, 1814.

Junto con los gritos de triunfo en el campo realista se escucha una explosión que retumba

en todo el valle. Todos lo adivinan "al disiparse el humo que cual fúnebre manto se extiende

sobre la casa del ingenio ... convertido de súbito en un montón de escombros, pregona el
heroísmo de Ricaurte ...! Glorioso sacrificio a que no le induce la desesperación ... ! No; Ricaurte
no es Cambronne en el último cuadro de Waterloo, revolviéndose en su agonía de león , para
escupir el rostro , con frases de desprecio, a su enemigo vencedor. Está más alto. El amor a la
patria es sólo quien le inspira ... Una peripecia de la batalla le sirve de pedestal y sobre ella se
empina. Su talla adquiere las proporciones de los antiguos héroes ...." (p.81)

(g) Juan Bautista Arismendi.

Arismendi fue una notable e incontrastable figura de la revolución. Su carácter lo templó

duramente esa tumultuosa época llena de ira, venganza, sacrificios y heroísmo. Sus

contemporáneos le pintaron como un héroe terrible y, no pocas veces le calumniaron. "el héroe

de Margarita, tenía la talla de los más pujantes lidiadores de la época, y a pesar de los
sangrientos vértigos que quieran enrostrarle para amenguar sus glorias, alcanzó épica grandeza

en aquellos tiempos (...) su gloria tiene por pedestal a Margarita : a la isla diminuta en tamaño,

gigantesca en su acendrado patriotismo ..." (p.245)

(h) José Antonio Páez.

(h.1) Páez en la Batalla de las Queseras, 3 de abril, 1819.


"... un hecho de armas (...) que nada envidia a los combates prodigiosos de la antigüedad. Ahora
bien: ¿ quién llena aquella página ? ¿ quién el moderno Aquiles, el héroe legendario , émulo sin
saberlo de los héroes de Homero ?
Un oscuro pastor de nuestras pampas, uno de esos granos de arena imperceptibles que el
huracán de las revoluciones arrebata del polvo (...) cambia el cayado por la lanza, y, (...) se arroja
al escenario inmenso de futuras y brillantes proezas (...) armada la diestra de aquella lanza
poderosa cuyo brillo hizo palidecer el sol de la invencible España. (...)
El pastor se transforma en guerrero; el guerrero en héroe; el héroe ... en Páez.
Semejante a un centauro extraviado, se ostenta solo en medio de la llanura (...) hay algo
extraordinario y portentoso que se oculta en aquel laberinto de fuego, en aquella algazara
inaudita de lamentos y vítores, en aquel caos de sangre, lágrimas, aspiraciones gigantescas,
crímenes y heroísmos capaces de conmover el mundo." (pp.278-279)

(h.2) Batallas de Páez.


"La fama pregona hechos heroicos que embelesan y pasman. A <<Estanques>> , con sus
Termópilas y sus proezas mitológicas, sigue <<La Mata de la Miel>> ,batalla nocturna donde las
sombras velan la sangre y el estrago, no el heroísmo que hace resplandecer como verdaderas
estrellas los laureles del triunfo. Luego viene <<El Yagual>>, con sus violentos y terribles
asaltos; y <<Mucuritas>> con sus catorce cargas de caballería que asombran , a la vez que
acuchillan a los fatigados tercios españoles (...) ;y <<El Rastro>> tumba gloriosa de Genaro
Vázquez (...) y ... <<Cojedes>> ... ; <<La Cruz>> ... <<Guayabal>> ... y
<<Carabobo>> ,pirámide de gloria ; y el asalto de Puerto Cabello, prodigio de gigantes; y cien y
más combates heroicos y sangrientos ..." (p.281)

(h.3) Con genial temeridad Páez lanza su caballo en el río Arauca, de inmediato, ciento
cincuenta jinetes escogidos de los mejores lanceros del Apure cruzan el caudaloso río y ,en la
opuesta ribera, saludan al asombrado "ejército republicano que le
contesta con ruidosos aplausos, parten veloces tras las huellas de Páez (...) ! Osadía sin
ejemplo ! [ ¿qué pretenden? ] Los ímpetus heroicos no se explican; ellos se ven, se admiran y
producen deslumbramiento y pasmo. (...)
Allá va ,a la cabeza de sus intrépidos llaneros ,el héroe afortunado; todos le miran, todos
le reconocen por su marcial denuedo, por aquella figura atlética (...) exornada de atributos
olímpicos, cual la de los héroes inmortales cantados por Homero (...) los jinetes de Páez avanzan
sobre el centro de la línea española cual los antiguos paladines (...) semejante acometida ,más
que de una batalla, guarda las apariencias de un duelo colectivo, de un torneo caballeresco (...)
aquella empresa temeraria tenía ,en verdad , todo el realce mitológico de los tiempos heroicos de
la Grecia." (pp.291-293)
(h.4) La Gloria de José Antonio Páez.

"En vano ciegas pasiones tratarán de amenguar la prestigiosa aureola que resplandece en torno a
su memoria. Cual llama inextinguible , la gloria de Páez fatigará los vientos que se empeñen en
apagarla, y cada día más vívida y radiante, flotará sobre las olas tumultuosas del mar inmenso del
olvido en que pretenden sumergirla. (...)

Atentar contra las glorias de Páez, es atentar a las glorias de Venezuela. Esos muertos a quienes

maldicen hoy locas pasiones ,debieran ser sagrados; sus faltas, si algunas cometieron,

desaparecen ante el supremo esfuerzo que hicieron por la patria. Obscurecer el brillo que irradia

su memoria es desgarrar nuestra epopeya.

Sería lo mismo que decirle hoy al pueblo griego -- degenerado y abatido -- que todo lo

narrado por Herodoto es sólo una fábula ; que la existencia de Leonidas fue un mito; que la
gloria

de Maratón no pertenece a Milcíades ; "que Arístides ,en fin, no sintetiza el patriotismo de todo
aquel gran pueblo; y veréis la indignación sobreponerse a la indolencia de los descendientes de
Teseo. Porque en la postración en que hoy vegetan ,alientan sólo con los recuerdos del pasado, y
conculcarles su historia, que es su orgullo, es condenarlos a eterna obscuridad.
Las ejecutorias de Páez le hace merecer el respeto del mundo y la veneración de los
venezolanos "cual otro Aquiles, vivirá en la leyenda, y se tendrán por mitos sus hechos
prodigiosos. Como tributo de mi veneración por su memoria, permite !oh Patria ! que esta corona
de laureles ,mal tejida por mi pluma, pero perfumada con el incienso de un corazón reconocido,
ocupe el sitio donde medra el extranjero césped, sobre la tumba de aquel héroe inolvidable."
(pp.300-301)

Hermoso tributo filial, ese que hace el escritor a su héroe, cuando ya éste -- fallecido en

el exilio -- no sólo no podía prodigar favores, sino que más bien podía malponer a quien mucho

recordara sus gloriosas hazañas de la época de la independencia. Quien a finales del siglo

pasado, lo hiciera , corría el riesgo de ser asociado con lo que fue su dilatada vida política

posterior, la que todavía despertaba viejos odios sectarios.

En relación con lo planteado por Blanco acerca del drama contemporáneo del pueblo

griego, nos parece de gran importancia ese juicio sobre la relación entre las pasadas glorias y el

duro presente de ese pueblo. Tales consideraciones, creemos, arrojan luz sobre la propia

situación de los venezolanos.


Seguramente el autor comparaba la antigua grandeza de Grecia y sus aportes al arte

(arquitectura, escultura, teatro, poesía) , a la historia, la filosofía y a todo el saber universal con

su situación para el siglo XIX. Si bien es cierto que tal época estuvo signada por las luchas por su

libertad e independencia, también llevó aparejada condiciones de atraso económico y social.

El discurso de Blanco ofrece, en cierta manera, una reflexión indirecta sobre la dramática

situación venezolana. El juicio del poeta-historiador era resultante , igualmente ,de la

comparación de la epopeya nacional de Venezuela con esa menguada existencia de país

empobrecido, presa del atraso en casi todos los órdenes, y para colmo, humillado por la

dependencia económica semicolonial, una crecida deuda externa, problemas de fronteras, crónica

guerra civil y caudillismo, analfabetismo generalizado y , finalmente, una crisis de identidad.

Claramente nos dice que ,así como el venido a menos pueblo griego no soportaría la

negación de todo su glorioso pasado -- pues nada le quedaría -- tampoco Venezuela podía

olvidar, o permitir que se olvidara, la gloria de José Antonio Páez y de todos sus héroes, pues en

ello le iba su vida como nación libre.

Sólo resta agregar, que el autor al trazar su cuadro sobre la trágica situación griega de su

tiempo, no puede evitar pasearse por todo el panorama historiográfico y literario de los tiempos

antiguos (y también de las siguientes épocas históricas) , ello le permite dibujar con magistral

elegancia el paralelismo entre esos guerreros, héroes y dioses de la antigüedad clásica con los

que hicieron posible alcanzar la independencia de Venezuela.

Esas remembranzas a la "patria de Príamo" ,a Maratón, Platea y las Termópilas; a

Granico, Issus y Arbela; a Trasimeto, Cannas, Farsalia, Munda y Actium; así como a

Roncesvalles, Lepanto, Yorktown, Zaragoza y Waterloo le permiten al autor caracterizar a cada

una de las también gloriosas batallas y campañas libradas en Venezuela por los héroes patrios a

los que compara con Licurgo, Epaminondas, Arístides, Leonidas, los hermanos Graco, Alejandro

Magno y César. Esos prototipos de los antiguos paladines de los tiempos heroicos, algunos

cantados por Homero y Virgilio, los incorpora el autor en su discurso seguramente apuntalado

por los testimonios de Heródoto, Tucídides y los ya antes mencionados historiadores romanos y

grecorromanos. Así el historiador-literato presenta la crónica de los combates entre venezolanos

y españoles o entre patriotas y realistas con ese ropaje clásico que lo cubre todo.
***************************************

Este recorrido por la serie de ejemplos citados como muestras representativas de la obra

estudiada, permite adelantar una primera opinión o conclusión preliminar.

Obsérvase que el tratamiento que hace Eduardo Blanco sobre todos los sucesos

incorporados en su <<poema en prosa>> se ajustan a la verdad histórica, a la luz de los

testimonios más autorizados. Todas esas batallas, esos largos asedios, campañas y acciones

mencionadas son ciertas en lo que se refiere a los hechos en sí. La diferencia fundamental entre

la información que puede leerse en los libros de Feliciano Montenegro Colón, Francisco Javier

Yanes, Rafael María Baralt, Felipe Larrazábal, Juan Vicente González y José de Austria; estriba

básicamente en la forma de presentar el discurso: simple narración acompañada de documentos

validadores del testimonio, en el caso de los historiadores mencionados; presentación poética en

el caso de Blanco.

Cada uno de los cuadros históricos que tienen como tema, bien una batalla ,una campaña

militar ,un "sitio" ; giran siempre sobre la acción de los héroes de diferente jerarquía. Se nota,

que aunque se valora el aporte de la acción de los próceres civiles, son los héroes de carácter

militar, empapados de sangre y combatiendo sin cesar hasta la muerte, los que han de ser mejor

representados por la pluma del escritor.

Una visión idealista, romántica e individualista de la acción histórica se deja traslucir en

el discurso de Eduardo Blanco. Y además, su narración histórica mantiene siempre el tono

epopéyico. De la misma manera, si se considera cuáles personajes forman el núcleo del relato, es

evidente que aunque a Simón Bolívar se le exalta como a un semidiós, es José Antonio Páez

quien recibe el más cálido homenaje filial. Recordemos, que el antiguo coronel compartió

muchos momentos con el viejo Centauro de los llanos, cuando fue su edecán. Mientras que a

Bolívar, a Sucre, a Ribas, a los hermanos Montilla y a tantos otros los conoció a través de los

libros y documentos; a Páez lo pudo retratar oyendo de sus propios labios el relato vivo.

<<Los Anti Héroes>> .

Como una manera de contrastar las virtudes de sus amados héroes con los vicios y otros

pecados de los que pudieran llamarse los <<anti héroes>> , en la obra se historia también a los
que como José Tomás Boves, Francisco Tomás Morales y otros de igual catadura hicieron la

guerra a los patriotas.

Véanse estos dos retratos como ejemplos:

(a) "Si Boves puede compararse al jaguar de nuestras selvas, Morales entre las fieras sólo

encuentra semejanza en el chacal y en la hiena. Boves ,siempre impetuoso , personifica la osadía;

la lucha es su elemento; la cólera le ciega, destroza cuanto se le opone; se complace en la sangre

que derrama y se embriaga con el humo y el estruendo de las batallas. Morales es frío, su espada

no produce relámpagos; pero hiere, hiere sin misericordia. Después del combate mutila a los

cadáveres, degüella los heridos, y disputa el botín despreciado por Boves." (pp.33-34)

(b) "ni Boves ni Morales conocen la piedad: caer en sus manos es caer al sepulcro."

(p.34)

Un comentario final o síntesis.

Las apreciaciones que hace el autor sobre "el pueblo" ,son - en gran parte - de signo

negativo y ellas responden a la caracterización de éste como masa de gente inferior, plebe o

populacho. Ese pueblo venezolano partícipe en la guerra de independencia tenía grandes

limitaciones: ignorante, sin ideales, sin conciencia de su pasado, manipulable como un rebaño,

hostil a la causa republicana , fanático seguidor de los realistas. A pesar de todo, pudo

transformarse en un pueblo de héroes gracias a su aspiración a ser libre; sin embargo, sus

descendientes mostrarán gran ingratitud hacia los héroes libertadores. En suma, el pueblo es

visto como un pesado fardo que sólo sirvió para obstaculizarla, o en todo caso, como un

poderoso aliado de la causa realista.

Grupos populares como el de los llaneros comandados por jefes como Boves y Morales

son considerados uno de los más temibles enemigos de la causa patriota; a los aborígenes, los

idealiza presentando a sus antiguos caciques como precursores de la lucha por la patria.

En relación con la idea de patria en la obra de Blanco se siguen los criterios de los

historiadores que le precedieron. Igualmente los sigue, cuando define los bandos enfrentados en

la guerra de independencia: <<patriotas>> o <<Republicanos>> ; y a sus contrarios,

<<Realistas>> o <<Españoles>>.
Sobre la temática de los héroes y lo heroico hay en la obra amplia variedad de ejemplos.

Se hace la exaltación individual de varios héroes fundamentales y también canta al heroísmo

colectivo tomando como modelos o referencias los de la antigüedad clásica grecorromana.

Simón Bolívar, Ribas, Ricaurte, Girardot y muchos otros héroes, tanto militares como

civiles, son objeto del culto del autor. Sin embargo, sobre José Antonio Páez recaen los más

cálidos elogios. Al hablar del Centauro de los llanos dice que atentar contra sus glorias , es

atentar a las glorias de Venezuela:

Dice que esos muertos debieran ser sagrados pues obscurecer el brillo que irradia su

memoria es desgarrar nuestra epopeya.

NOTAS (Capítulo III, Sección # 1.7)

(1) Eduardo Blanco: Venezuela Heroica .Caracas, 1881


n.a. Por conveniencia utilizaremos una edición mucho más reciente y accesible:
Eduardo Blanco: Venezuela Heroica. Madrid, Editorial Castellana, 1978

(2) Para evitar continuas e innumerables notas, de aquí en adelante, al final de cada "cita"
sólo indicaremos entre paréntesis el número de la o las páginas tomadas del texto (Op.cit.,
Madrid, 1978) - En algunos casos, se hará el subrayado de los aspectos fundamentales.
CAPITULO III

SECCION # 2
III. 2. Análisis General Comparativo del <<Corpus>> Historiográfico Venezolano.

Los aportes de Montenegro (Cuarto Tomo de su Geografía ... ) , de Baralt (Resumen...

) , de Yanes (Compendio ... y su Relación Documentada ...) , de Austria (Bosquejo ...) ,de

González (Biografía de José Félix Ribas) ,de Larrazábal (Vida de Bolívar ...) y de Blanco

(Venezuela Heroica) recogen lo más importante de la historiografía venezolana, y

especialmente ,de la del proceso de emancipación política nacional. Con dichas obras, se intentó

ofrecer una seria explicación sobre la génesis de la identidad venezolana como nación

independiente, así como una justificación del proceso.

Al caracterizar los orígenes coloniales del pueblo venezolano así como de las más

importantes instituciones del país, todos los que escribieron historias más o menos amplias

(Montenegro, Baralt, Yanes, Austria, Larrazábal; pero especialmente el segundo de los

nombrados) lo hicieron apelando fundamentalmente a lo que ya habían publicado los

historiadores que les precedieron (Oviedo y Baños, Depons, los cronistas) .

Todos , sin distinción alguna, centraron su mayor esfuerzo en la presentación de una

detallada narración de los hechos relacionados con la guerra de independencia política nacional.

En el caso de Montenegro, quien publicó la primera de esas narraciones, tuvo la

peculiaridad de presentar unas "memorias en tercera persona" ,pues básicamente ,aportó sus

propios testimonios y los documentos acopiados a lo largo de su experiencia de jefe militar y

político en el bando realista derrotado.

En los casos de Yanes y de Austria también estuvo presente ese aspecto "testimonial" de

la obra ,aunque todos , sin caer en una falsa modestia, se cuidaron mucho de mencionarse a sí

mismos como partícipes de muchos de esos eventos históricos. Sólo lo hicieron en casos

excepcionales, a lo largo de su relato impersonal de los hechos. Y además, Montenegro, Yanes y

Austria trataron de que sus respectivas narraciones históricas tuviesen ,en lo posible, la mayor

veracidad, exactitud y ecuanimidad.


En lo esencial, los planteamientos de estos historiadores, en relación con sus ideas de

Pueblo, Patria, Nación , República, los Héroes y lo Heroico, así como de las definiciones de los

bandos en pugna (Patriotas y Realistas) ; tuvieron la relativa similitud que les daba la influencia

(en mayor o en menor grado) de las concepciones políticas liberales, de los valores aportados por

la tradición hispano-católica y de las ideas propias de la cultura intelectual sustentada en los

clásicos históricos, literarios y filosóficos grecorromanos.

No obstante ,examinando ciertos rasgos típicos del discurso presente en Montenegro,

Baralt y Yanes se puede asegurar que representaron una especie de "clasicismo

ilustrado" ;mientras que en Juan Vicente González, Felipe Larrazábal y Eduardo Blanco está

presente más bien un "clasicismo republicano" que redescubre las virtudes de la antigüedad

clásica y hace referencias a ella. Por supuesto, este clasicismo republicano -- al que la

Revolución Francesa convirtió en uno de sus pilares estéticos y éticos -- se le hermanó con el

romanticismo literario de esos historiadores-poetas.

En cierta manera, la obra historiográfica de Rafael María Baralt recoge lo substancial del

aporte de Montenegro y de Yanes, no solamente en el sentido de las fuentes, sino en cuanto al

enfoque , exento todavía, de ese tono extremadamente heroico-bolivariano del discurso histórico

al estilo de Felipe Larrazábal y otros escritores románticos de la época.

Estos historiadores reflejaron en su discurso su peculiar concepción historiográfica. En

general, todos ellos, consideraron que el contenido fundamental de las obras históricas debía ser

la narrración de los sucesos político-militares. No solamente en obras como la de Austria o la de

Eduardo Blanco, donde pareciera ser obvio ese carácter militar del contenido, también en las

restantes, se dedicaron sus autores a historiar básicamente las acciones bélicas del período

considerado, las primeras décadas del siglo XIX.

Si se compara la caracterización que hacen los autores estudiados sobre los realistas o

españoles, puede notarse que en la obra de Montenegro, comparándola con las demás, es donde

se hace la más nítida diferenciación entre las tropas y oficiales realistas de origen venezolano y

las denominadas "expedicionarias" o españolas propiamente dichas. La razón , la sabemos, fue


que Montenegro quiso destacar positivamente su pertenencia al ejército de línea, un tanto más

profesional y diferenciado de esas bandas de fuerzas irregulares comandadas por sanguinarios

jefes al estilo de Boves y Morales. Los otros historiadores, que no tenían esas muy personales

razones del antiguo coronel realista, no insistieron mayormente en esa sutil diferencia que hubo

entre ser liquidado físicamente por Boves, Morales, Aldama, Chepito González, Remigio Ramos,

Rafael López, Rosete u otro carnicero similar ; o gozar de una ejecución a manos del verdugo

legal o de una expropiación de los bienes, previa sentencia de un tribunal de la corona española.

En general, Yanes, Baralt, Austria, Larrazábal, González y Blanco cuestionaron con

fuerza las acciones de los <<realistas>> ,pero especialmente Yanes , fue extremadamente duro

en su condena global a los realistas, expedicionarios o no, españoles de éste o del otro lado del

Atlántico.

Sobre el <<Pueblo>> , ninguno hace una explicación amplia y profunda sobre su

participación; incidentalmente se menciona su presencia en algunos eventos. La mayoría de las

veces se le menciona asignándole el tradicional y sencillo sentido de Pueblo como pequeña

localidad o centro poblado; otras, como simple agregado de población, masa de vecinos o

ciudadanía en general y , finalmente , se le menciona como sinónimo de masa de gente inferior,

plebe o populacho.

Pueden señalarse elementos diferenciadores en el lenguaje de los escritores analizados.

De ellos, Montenegro Colón pareciera presentar un enfoque ideológico más de "antiguo

régimen" ,no solamente por ser esta obra la primera en escribirse y publicarse sino por la

influencia de sus fuentes y su rancio espíritu de viejo mantuano, su hispanofilia, mentalidad

católica cerrada y cierta "deformación" profesional determinada por sus largos años de vida

militar.

Ya con Baralt y Yanes empieza a observarse cierta ambigüedad conceptual. Lo

tradicional, aunque sigue presente, aparece junto a elementos claramente "modernos". Es

evidente esa evolución en el lenguaje donde se asoma la "modernidad", especialmente en

vocablos que adquieren nuevos y revolucionarios significados. Nos referimos especialmente a

ciertas categorías como <<pueblo>> visto como un colectivo orgánico, la representación ideal de

toda la sociedad politizada y con una identidad cultural.


Dicho lo anterior, si comparamos lo indicado individualmente en cada uno de los

historiadores estudiados, concluiríamos que ninguno de ellos tomó sistemáticamente en

consideración la problemática social o económica. Sólo en la medida que era necesario, se trajo a

colación lo relacionado con el pueblo en su conjunto o con algunos segmentos de él, tales como

los llaneros, los indígenas, los negros o cualquier otro grupo específico.

Por ejemplo ,en el caso de los llamados <<indios>> se les menciona en todas las obras en

los mismos términos, y casi siempre en las mismas circunstancias, esto es, formando parte de

destacamentos de tropas de flecheros realistas , usualmente bajo el control de un cura-guerrero.

De los pocos casos importantes, donde se menciona la presencia de flecheros indígenas

formando parte de las tropas patriotas, uno es el de los que participaron en la batalla de San Félix

, o el de los jefes y soldados que se mencionan acompañando a José Tadeo Monagas, los

legendarios jefes Tupepe y Manaure.

En relación con los negros, su presencia en el discurso historiográfico también es muy

similar. Se denota su presencia episódica en algunos hechos de violencia, cuando agentes

realistas supuestamente los incitaron al saqueo e incendio de propiedades y al asesinato de los

pobladores distinguidos (blancos, criollos, propietarios, cultos) .

La referencia a los llaneros, con excepción , del tratamiento más o menos geográfico y

sociológico que en parte hizo Baralt, se limita a señalar la destacada participación militar de

estos célebres lanceros de caballería, tanto en el bando realista como en el patriota. Lógicamente,

la mayor parte de las caballerías realistas de los tiempos de Boves son las que concentran la

atención de los narradores. También ,cuando posteriormente, José Antonio Páez era ya una

figura destacada (de 1816 en adelante) , se considera ampliamente el papel de éstos en las tropas

y oficialidad patriota.

En síntesis, la visión presentada sobre el pueblo en general o de algunos de sus segmentos

(llaneros, negros, indios) ,especialmente cuando se les considera como masa de gente inferior o

plebe, es siempre negativa. En general, el pueblo es considerado como una masa ignorante,

fanáticamente realista, manipulable por los agentes peninsulares (especialmente por los curas) ,

una turba de enemigos jurados de la causa republicana, etc. A pesar de algunas sutiles diferencias

entre los autores (por ejemplo J.V.González no considera importante lo de la instigación del
clero) predominan entre los autores estudiados los señalamientos peyorativos hacia el pueblo

venezolano, con la excepción de algunos comentarios sobre el patriotismo de grupos de vecinos,

como los de Caracas en momentos estelares como el 19 de abril de 1810, la declaración de

independencia de 1811, la asamblea patriótica que reconoció a Bolívar como Libertador y otros

eventos del año de 1813. Si se apartan esos y parecidos juicios en donde se aprecia al pueblo

como masa general de vecinos o pueblo como comunidad política, el panorama ideológico fue

muy poco favorable hacia la participación del pueblo venezolano. Por el contrario, si se destaca

en términos elogiosos la conducta de las élites , la llamada parte pensante del país, las ilustres

familias, los preclaros varones e ilustres matronas que con su conducta patriótica llevaron

adelante la gesta patriótica. A ellos y no al pueblo, se debió la libertad de la patria, pues la parte

sustancial del pueblo prefirió seguir el camino del saqueo, el pillaje y del fanático apoyo a la

causa del rey español.

La caracterización que hacen los historiadores venezolanos sobre la idea de Nación,

República, Patria , no es ,en líneas generales , muy precisa. A veces utilizan estas nociones de

manera indistinta como términos similares. Podría decirse que mayormente utilizaron el vocablo

Patria para referirse al lar nativo, y por ello, el cognomento de patriota fue el más utilizado para

referirse a los que enfrentaron los intereses de la corona española. A dichos

<<patriotas>> ,igualmente ,todos los narradores del proceso político-militar de la emancipación ,

los denominaron republicanos, o independientes.

Igual que con la idea de Pueblo, al considerar los historiadores venezolanos la idea de

nación, patria y otras relacionadas ; el proceso de "modernización" del lenguaje del discurso

histórico es notable si se comparan los planteamientos de Montenegro, Yanes y Baralt. De la

misma manera que con las otras nociones , es con Baralt cuando aparecen signos evidentes en

ese sentido. Proceso que se acelera con la escritura y publicación de las obras de Austria,

González, Larrazábal y Blanco.

Con estos últimos historiadores -- los románticos -- especialmente con Blanco asistimos a la

consagración de un discurso histórico plenamente modernizado.


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El Discurso Historiográfico Venezolano y sus Referencias a la Antigüedad Clásica.

La continua referencia a los modelos éticos y estéticos , a los paradigmas de valor militar,

heroísmo , virtud y patriotismo propios de la antigüedad clásica es una constante presente en el

discurso historiográfico nacional venezolano, tal como se ha visto en las obras y autores

estudiados. De la misma manera, cuando estos historiadores ,en menor o mayor grado -- directa o

indirectamente -- expresaron su opinión sobre cuál debía ser el tema central de sus obras, esto es,

qué cosa debía considerarse digna de su atención, escogieron como núcleo de ellas la narración

de todo ese proceso político-militar desarrollado en las primeras décadas del siglo XIX

venezolano. Junto con las campañas militares, batallas y combates gloriosos se rescató la

actuación histórica de las principales figuras heroicas nacionales o por lo menos se hizo el

bosquejo biográfico de los más notables actores civiles y militares de la gesta emancipadora. Por

eso pensamos que, más que a Heródoto, en este sentido, pareciera que nuestros historiadores

prefirieron a Tucídides (Historia de la Guerra del Peloponeso) o por lo menos a Tácito quien al

escribir sus Anales se dolió que los tiempos que le había tocado estudiar no tenían la importancia

de las gloriosas épocas anteriores; idea de la cual se hizo eco , como sabemos , Rafael María

Baralt cuando escribió que no había mucho que historiar de los tiempos coloniales comparando

sus hechos con los de la guerra de independencia. Definitivamente, ese "carácter guerrero" de

que se ha acusado a la historiografía venezolana pareciera tener mucho en común con la

tradición clásica.

La historia nacional siempre tuvo muy en cuenta la galería de hombres notables de la

antigüedad grecorromana entre los que se cuentan los actores de la guerra de Troya cantados por

Homero. Igualmente los de las Vidas Paralelas recogidos por Plutarco, quien nos legó la

conocida constelación de caracteres: Alejandro y César, Pericles y Fabio Máximo, Foción y

Catón el Menor, Demóstenes y Cicerón; Cayo Graco, Licurgo, Solón, Arístides y todos los otros

hasta completar medio centenar de figuras. Los paradigmas de maldad o de bondad, de pericia
militar y heroísmo, de grandeza o miseria humana los aportó en buena medida la Vida de los

Doce Césares de Suetonio así como la muy extensa obra historiográfica de Tito Livio

(Décadas ...) y la Historia ... de Polibio. Se establecieron paralelismos entre figuras como Julio

César, Augusto y los máximos héroes como Simón Bolívar. Dichas comparaciones también

permitieron censurar a los anti-héroes (realistas o patriotas) con el estigma de la imagen histórica

de personajes tristemente célebres tales como Nerón o Calígula.

Especial mención sobre ciertos héroes como Alejandro Magno, Julio César , Arístides

(Batalla de Maratón) , Aníbal (guerras púnicas) y otros de igual estatura militar se consigue muy

a menudo en los textos históricos nacionales que apelaban a ellos como ejemplos de grandeza,

genialidad militar , valor o patriotismo.

Quien haya leído a Tito Livio, Tácito u otro de los grandes historiadores romanos estará

de acuerdo con que los escritores venezolanos del siglo XIX dejan ver la influencia de tales

lecturas. Por ejemplo, todos esos historiadores "patricios" de entonces no escondían demasiado

su desaprobación por la conducta del pueblo venezolano. Ellos, en menor o en mayor medida,

criticaron acerbamente la supuesta actitud antipatriótica de vastos sectores que prefirieron seguir

las banderas españolas , dedicarse al saqueo y a las matanzas o ,habiendo recibido ese don

precioso de la libertad, no haber mostrado signos evidentes de respeto y veneración hacia los

héroes que la hicieron posible. Quienes han opinado que en los textos históricos de Tácito o en

los de Tito Livio está presente una posición de permanente descalificación del pueblo así como

de un cerrado espíritu romano pudieran ,de la misma manera , percibir similar tendencia en esos

historiadores venezolanos que inauguraron esa tradición de <<Historia Patria>> cerradamente

antiespañola, de espaldas a las corrientes universales y profundamente "elitesca" en sus

planteamientos sobre la verdadera importancia del pueblo y de las clases superiores en el proceso

de emancipación.

Los historiadores venezolanos de la época -- especialmente -- José de Austria, Juan

Vicente González, Felipe Larrazábal y Eduardo Blanco tuvieron en común una gran admiración

por Simón Bolívar y los héroes patriotas que le acompañaron en su gesta libertadora. Para
expresarla firmemente, ellos asumieron como propio un discurso que se inspiraba en una

temática y un estilo que parcialmente se remontaba a esas clásicas obras.

Veamos los antecedentes del asunto.

Sabemos que ya en la obra de Heródoto se menciona la erección de

monumentos ,estatuas, templos y santuarios en honor de los héroes. En las obras de Plutarco,

Suetonio, Tácito y Tito Livio se reseña no solamente la crónica de los combates sino también

todo lo relacionado con el ceremonial de los "triunfos" que se le reconocían a los victoriosos

jefes militares; asimismo, el ceremonial desarrollado en los "rostros" del Foro romano, la

asignación del título de "Padre de la Patria" a ilustres personalidades, la encomiástica conducta

de las "matronas" , las honras fúnebres dedicadas a personas notables y en especial los honores

rendidos a los muertos en combate, el rescate de unas "águilas imperiales" perdidas en la derrota

de Varo ; los monumentos para honrar a los héroes tales como los arcos de triunfo, columnas

conmemorativas, cenotafios, etc.

Si uno revisa las obras de los mencionados historiadores nacionales puede observar en

ellas importantes paralelismos. Acongojados por la indiferencia de los venezolanos que no

habían levantado los monumentos para honrar a sus héroes, Blanco , así como otros antes que

él , pide erigirlos en La Puerta, Carabobo, La Victoria y San Mateo. De igual manera se reseña la

celebración de los actos triunfales ( recuérdese las entradas de Bolívar como héroe después de

sus campañas en Caracas, Bogotá, Angostura, Quito, Guayaquil, Lima, Cuzco y muchas otras) ;

los homenajes a los mártires de Quito , el elaborado ceremonial para honrar a Girardot, el

recuerdo del heroico sacrificio de Ricaurte, los elogios a las "matronas" de Caracas y de otras

ciudades, la entrega de una banderas tomadas al enemigo en la batalla de Araure al más

destacado batallón que había sido privado antes de su nombre (batallón "sin nombre"

denominado en adelante Vencedor de Araure) .

Es fácil observar que las descripciones que aparecen en las obras historiográficas

venezolanas reflejan una clara convicción ideológica. Los historiadores del país siguieron un

conjunto de preceptos éticos y estéticos al someter a juicio el proceso histórico propio, éstos no

fueron otros que los aprendidos a través de la formación literaria, filosófica e histórica que esas
lecturas hicieron posible. Lógicamente, como puede suponerse, esa formación de "clasicismo

ilustrado" se continuó con la influencia de lo que se ha denominado el "clasicismo republicano"

hijo directo de la Francia revolucionaria.

La Historiografía como sustento ideológico en la formación de la Nación Venezolana.

Consideramos que el discurso historiográfico tejido por los señalados autores, contribuyó

en altísimo grado , con la conformación de una nueva identidad venezolana. No teniendo todavía

-- para entonces -- el pueblo venezolano claramente estructurada dicha identidad, era imperativo

desarrollarla a partir de una nueva conciencia que sustituyera la arraigada tradición de origen

hispano-católico, teñida de "lealismo" y sumisión a la autoridad de la corona española y a la

Iglesia Católica (mentalidad de antiguo régimen) . En relación con esto último, era fundamental

el apego del bajo pueblo a esas expresiones del culto religioso elemental impregnado de

fanatismo.

Sabemos, que más que tratar de edificar una identidad nacional sustentada en todo

aquello que significase continuidad con lo preexistente en los trescientos años de dominio

hispano (ella hubiese sido una "nacionalidad satisfecha") , se prefirió buscar una identidad propia

o sustituta a través de la acentuación de las diferencias :geográficas, de costumbres, de intereses

políticos. No obstante, dado que era un inmenso vacío el que debía llenarse, se apeló a la

construcción de una identidad que partía ,como lo dijo Mario Briceño Iragorry, de un verdadero

"hiato" histórico, montando una conciencia histórica que pretendía explicarlo todo partiendo de

esos días aurorales del 19 de abril de 1810, echando al olvido esos trescientos años de vida

colonial (o "provincial" como otros prefieren) , sólo vistos a la luz de los negativos juicios de la

denominada <<leyenda Negra>> : aniquilamiento de los aborígenes por unos sanguinarios

conquistadores sedientos de metales preciosos, servidumbre y esclavitud para todos,

oscurantismo, represión e intolerancia inquisitorial, absolutismo monárquico, odiosos privilegios

para los representantes de la metrópoli española, tiranía, abandono, injusticia.

Por querer negar todo lo que significase el pasado (bueno o malo) se insistió en construir

una nueva historia que explicara y justificara la profunda transformación política iniciada en

1810 y sirviera de base a la nueva identidad del pueblo venezolano.


Esa historiografía salida de las plumas que ya sabemos, centró la mayor parte de su

esfuerzo en demostrar que éramos una nación distinta no sólo de los enemigos derrotados (los

españoles) sino también de todas esas otras naciones hermanas del continente.

Se buscó explicar y justificar el proceso de emancipación así como la estructuración de

una república sobre bases formales liberales. La tarea de tal historiografía no era otra que cantar

a la libertad política alcanzada a costa de grandes sacrificios en vidas y bienes materiales, en una

larga y cruenta guerra contra una malvada nación de la que sólo se recordaba todo el mal

infligido a sus colonias, llegadas a una edad en que debían y , supuestamente ,podían ser libres.

Toda esa gesta histórica recogida en la obra de notables escritores venezolanos , tenía

como elemento central (en mayor o en menor grado) las acciones de los héroes o próceres de la

nueva república, en especial la vida y el quehacer político-militar del Libertador Simón Bolívar.

Esa Historia Patria, esa historia que reivindicaba a los héroes de una nueva nación ,una

nueva república orgullosamente libre e independiente, acrisolada en las acciones de los cabildos,

los congresos constituyentes y los campos de batalla ; se convirtió desde un principio en un

componente ideológico nacionalista " cementador " de la nacionalidad emergente.


CAPITULO IV

Los Homenajes a los Héroes y el Discurso Historiográfico Venezolano. El Mensaje


Ideológico y su Influencia en la Consolidación de la Unidad Nacional.
CAPITULO IV
(Primera Parte)

Los Homenajes a los Héroes y el Discurso Historiográfico Venezolano: El


<<Corpus>> de Textos Históricos Fundamentales y la Producción Intelectual Menor de la
Venezuela del Siglo XIX.

Sabemos que ,para estudiar el siglo XIX venezolano, especialmente todo lo relacionado con

el período de la emancipación, existe un <<corpus>> historiográfico mayor conformado por

obras como las de Feliciano Montenegro Colón, Francisco Javier Yanes, Rafael María Baralt,

José de Austria, Juan Vicente González, Felipe Larrazábal, Arístides Rojas E. y José María Rojas

E. (el Marqués de Rojas). También deben considerarse los trabajos biográficos de Ramón

Azpurúa y colecciones documentales como las de Cristóbal Mendoza & Francisco Javier Yanes;

la de José Félix Blanco & Ramón Azpurúa y la de Daniel Florencio O'Leary ; todas ellas

conocidas y citadas por los investigadores.

Junto a ese <<corpus>> ,existe un conjunto de materiales impresos menos conocidos o

citados, que lo representa una constelación de biografías "secundarias" , dramas históricos,

descripciones de honras fúnebres, <<coronas>> fúnebres y muchos libros y folletos, escritos en

homenaje a los próceres de la emancipación nacional venezolana.

Un amplio espectro de personalidades ligadas al pasado histórico de Venezuela, muchas de

ellas catalogadas como héroes o heroínas de la patria, acompañadas también de algunos "anti

héroes" y figuras menores, ganó la atención de biógrafos, oradores, poetas, periodistas y otros

intelectuales , que dejaron para la posteridad el rastro escrito de su admiración o de su

preocupación por reivindicarlas o condenarlas. En algunos casos, esos "textos menores" no lo

eran del todo ,considerándose su amplitud y originalidad intelectual; en otros casos (en su

mayoría) , su pequeña extensión y carácter meramente divulgativo si justificaba plenamente

dicha calificación; pues buena parte de esos escritos , sólo reproducían o resumían los

planteamientos esenciales de las obras del <<corpus Historiográfico mayor>>.

Tales producciones intelectuales ,presentes casi siempre en los actos de culto patriótico

rendido a los héroes o próceres en el Panteón Nacional, en las iglesias y cementerios, en las
plazas y monumentos públicos; fueron una importante herramienta de concientización nacional

de la ciudadanía. Pudiese afirmarse que en buena medida, la formación de una conciencia

histórica venezolana, tuvo en esos mensajes patrióticos un factor coadyuvante fundamental.

De la misma manera, pueden considerarse un factor de similar importancia, las obras de

carácter dramático cuya temática se sustentaba en la historia universal, americana o nacional.

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Importancia de la Prensa.

Para el estudio de la así llamada "literatura menor" es muy importante considerar la

publicación y circulación de periódicos durante ese período. Partiendo de esa premisa, se

presentará seguidamente una reflexión general sobre este asunto.

Para el período estudiado, los egresados de las escuelas, colegios y universidades

representaban un grupo selecto; eran los privilegiados que podían acceder a la cultura intelectual.

La lectura de las obras históricas, los manuales escolares y las lecciones recibidas de insignes

maestros ,especialmente para aquellos que tuvieron la suerte de ser discípulos de Montenegro

Colón, Juan Vicente González, Felipe Tejera o algún otro buen maestro; todo ello permitió a las

élites nacionales iniciar su aprendizaje sistemático de la historia venezolana.

Ese mismo segmento minoritario de la población nacional que se consideraba entrenado

intelectualmente como para enfrentar el reto de los estudios académicos, incluyendo la Historia,

era el que usualmente fundaba, redactaba o por lo menos leía los periódicos y revistas.

Sabemos que la prensa venezolana del siglo XIX fue fundamentalmente una prensa

político-partidista, o más exactamente, electoral. Ello explica la gran cantidad de periódicos que

aparecían y rápidamente desaparecían al cumplir el objetivo político para el cual habían surgido.

Sólo muy contados de estos periódicos se interesaron en los asuntos propiamente

históricos. Cuando en el capítulo II estudiamos el impacto que tuvieron las obras de Feliciano

Montenegro Colón, Rafael María Baralt y otros autores; señalamos que la prensa del período

1830-1846 prestó muy poca atención al asunto. Reseñamos sí, algunos trabajos aparecidos en La
Gaceta de Venezuela ; El Venezolano ;El Liberal ; La Bandera Nacional; El Nacional; El

Liceo Venezolano. En ellos aparecieron trabajos sobre los homenajes a los héroes,

especialmente los relacionados con el Libertador Simón Bolívar (traslado de sus restos).

También en algunos se reseñó la importancia de las obras publicadas; en otros se entablaron

polémicas sobre aspectos planteados en las obras; y en la mayoría, solamente se pedía

información sobre los temas a investigar o se publicitaba la venta de las obras.

En las últimas décadas del siglo, aparecieron revistas literarias y periódicos generales que

prestarán mayor atención a la temática histórica insertando crónicas, documentos, copia de

discursos, poemas, biografías, etc.

Un diario como La Opinión Nacional que empezó a circular hacia 1868 y se mantuvo a

lo largo del período guzmancista simboliza muy bien a ese periodismo finisecular. Este y las

decenas de periódicos como El Federalista, La Tribuna Liberal, El Diario de Caracas y otros

;llenaban el debate político nacional con sus campañas a favor o en contra de determinadas

posiciones, pero también insertaban -- en contadas oportunidades -- reseñas sobre la celebración

de alguna efeméride ,el 19 de abril, el 5 de julio, el día de San Simón -- 28 de octubre --

onomástico de Bolívar o el aniversario de la muerte del Libertador, el 17 de diciembre. Cuando

moría algún viejo prócer de la independencia, alguna personalidad política notable, o se

conmemoraban importantes aniversarios del natalicio o de su desaparición física aparecían esos

excepcionales reportajes. Ejemplo de esos reportajes fueron los que dedicó La Opinión

Nacional con motivo de los funerales del Padre y general José Félix Blanco, la reseña de las

honras fúnebres del general Carlos Soublette o de las exequias del general José Antonio Páez.

En la generalidad de los casos, esas notas necrológicas, discursos patrióticos en honor al

personaje fallecido, documentos relacionados con el difunto (hoja de servicios, etc.) pasaban a

formar parte de esas publicaciones denominadas <<Coronas Fúnebres>> que analizaremos más

adelante.

Un caso extraordinario lo representó la gran cantidad de publicaciones históricas

recogidas en la prensa en momentos como el año Centenario del Natalicio del Libertador Simón

Bolívar en 1883, así como en los años precedentes e inmediatos a la fecha central.
Tales publicaciones periodísticas aunque limitaban su temática "histórica" a la

celebración de las efemérides patrias, a la reseña de honras fúnebres a los próceres o a

publicación de algunos trabajos de índole literaria y de inspiración patriótica; cumplían un

valioso papel en la formación de una emergente conciencia histórica de los venezolanos.

En las principales ciudades del país que contaban con un periódico local o recibían los

que se editaban en Caracas y otros centros culturales como Valencia, Maracaibo, Mérida y

Cumaná; podía enriquecerse así el ambiente intelectual propio y contribuir a la proyección de

nuevos valores en las más apartadas poblaciones.

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La Publicación de Textos Relacionados con los Próceres Nacionales, los Héroes y las

Heroínas.

Para tener una idea sobre el tema a explorar, examínese esta lista (en orden alfabético ) de

aquellos que recibieron esa atención de los intelectuales venezolanos. Lógicamente, el registro

debe estar incompleto, pues suponemos que muchos de esos trabajos no pudieron ser llevados a

la imprenta entonces, o sus escasos ejemplares publicados desaparecieron hace largo tiempo.

Lista en orden alfabético de los próceres o personalidades objeto de homenaje o

reivindicación:(1)

- Anzoátegui, José Antonio ( 1877 * , 1889)


- Arismendi, Juan Bautista (1884, 1885, 1890)
- Ayala, Juan Pablo (1877 *)
- Bello, Andrés (1877 *, 1881)
- Bermúdez, José Francisco (1831 1832, 1877*, 1891, 1893)
- Blanco, José Felix (1865, 1872, 1877* , 1878, 1896*)

- Bolívar, Simón: 1831,1833, 1835, 1838, 1839, 1840, 1841, 1842, 1843, 1845, 1851, 1866,
1869, 1872, 1873, 1874, 1875, 1876, 1877*, 1880, 1883, 1886

- Cáceres de Arismendi, Luisa (1885)


- Carrillo, (José de la) Cruz (1865, 1877*)
- Casas, Manuel María de las (1843)
- Centeno Mejía, Ramón (1888, 1889)
- Conde, Juan José (1833, 1848, 1854, 1877*)
- Escalona A., Juan (1877*)
- Flores, Juan José (1856, 1877*, 1883)
- García de Sena, Ramón (1881)
- Girardot, Atanasio (1877*, 1891)
- Gómez, Francisco Esteban (1853, 1877*, 1883)
- Guzmán, Antonio Leocadio (1877*, 1885)
- Heres, Tomás de (1866, 1877*)
- Hernández, Pedro (1847, 1877*)
- Ibarra, Andrés (1875, 1877*)
- Ibarra, Diego (1873, 1875 ,1877*)
- Iribarren, Juan Guillermo (1877*)
- Jugo, Diego José (1890)
- Lara, Jacinto (1877*, 1881)
- Loynaz, José Agustín (1853, 1877*)
- Mariño, Santiago (1854, 1877*, 1890)
- Mejías, Francisco (1870, 1874, 1877*)
- Mendoza, Cristóbal (1829, 1877*)
- Miranda, Francisco de (1877*, 1883, 1884)
- Monagas,José Tadeo (1855, 1869, 1877*)
- Monagas, José Gregorio (1872 , 1877*, 1895)
- Montilla, Mariano (1851, 1877*, 1896*)
- Olmedilla, Francisco (1877*)
- Ortega, Rafael (1836, 1877*)
- Páez, José Antonio (1859, 1873, 1877* ,1883 ,1888, 1890)
- Palacio Fajardo, Manuel (1877*)
- Peña, Miguel (1877*, 1881)
- Peñalver, Fernando (1837, 1877*, 1896*)
- Piar, Manuel (1865, 1877*)
- Pulido, José Ignacio (1877*, 1880)
- Ramos Sánchez de Ch., Eulalia - llamada Eulalia Buroz - (1885)
- Ribas, José Félix (1851, 1865, 1877*, 1890)
- Ricaurte, Antonio (1851, 1863, 1865, 1877*, 1883)
- Roscio, Juan Germán (1865? ,1877*)
- Salóm, Bartolomé (1877*, 1883)
- Sanz, Miguel José (1873, 1877*)
- Silva, José Laurencio (1873, 1877*)
- Soublette, Carlos (1870, 1877* ,1890)
- Sucre, Antonio José (1877*, 1883, 1895, 1896)
- Torres, Pedro León (1877*, 1888, 1889)
- Tovar Ponte, Martín (1844, 1865, 1877*)
- Urbaneja, Diego Bautista (1855, 1877*)
- Urdaneta, Rafael (1864, 1877*, 1880, 1888)
- Ustáriz, Francisco Javier (1877*)
- Vargas, José María (1877*, 1877, 1883, 1886)
- Zamora, José María (1864, 1877*)
- Zaraza, Pedro (1825, 1877*)

***
Otros personajes objeto de atención :
- José Rafael Revenga (atacado por un familiar) -- 1849 --
- José Tomás Boves (antihéroe) -- 1863, 1895 --
- <<el Tirano>> Aguirre (1872)

*******************************************

A partir de una revisión preliminar de las fuentes escritas disponibles, pudimos

establecer la presencia de estas típicas manifestaciones o expresiones intelectuales, que sirvieron

como culto a los héroes en Venezuela.

1. Apoteosis.

Volumen que recogía diferentes materiales en prosa o en verso publicado con motivo de la

conmemoración de notables efemérides. Su contenido era usualmente este tipo de materiales:

1.1. Discurso de orden

1.2. Texto corto en prosa (artículo o editorial de prensa)

1.3. Texto largo en prosa (Reseña, Historia)

1.4. Texto largo en prosa (Biografía)

1.5 .Poema, oda, canto, himno

1.6. Colección de Documentos

1.7. Antología de textos variados

1.8. Grabados (retratos, alegorías)

2. Corona Fúnebre.

2.1. Discurso

2.2. Texto Corto en prosa: reproducción de artículos, editoriales

2.3. Texto largo ,, ,, :reproducción de fragmentos de obras, etc.

2.4. Composiciones poéticas

2.5. Biografía

2.6. Documentos relacionados con el prócer (hoja de servicios)


2.7. Acuerdos de duelo y homenaje

3. Honras Fúnebres.

3.1. Discursos

3.2. Composiciones poéticas

3.3. Publicación de la Biografía del Prócer

3.4. Descripción de las honras fúnebres

4. En Defensa de la memoria de un prócer.

4.1. Recopilaciones documentales

4.2. Historia y documentos reivindicadores

4.3. Publicación de Biografías

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Principales Próceres Objeto de Homenaje o Reivindicación.

Es posible examinar el conjunto de materiales localizados y clasificarlo de acuerdo con el

amplio esquema enunciado antes. Sin embargo, considerando la necesidad de no extender

demasiado este trabajo , solamente presentaremos los más representativos. Al dar inicio al

examen de los seleccionados, además de no reseñarlos a todos, tampoco será posible darles

similar extensión en el ensayo , pues ello depende mucho de la cantidad de textos localizados así

como de la calidad e impacto de los mismos. Por supuesto que, al analizar los diferentes textos

relacionados con los próceres escogidos, necesariamente, se hará mención de muchos de los

restantes.

Un caso muy especial, por razones obvias, es el de los materiales relacionados con el

Libertador Simón Bolívar, a los cuales evaluaremos en capítulo aparte.


De esas sesenta personas que antes presentamos , y que de alguna manera fueron objeto

de la atención intelectual, buena parte de ellas sólo fueron biografiadas una sola vez gracias al

esfuerzo de don Ramón Azpurúa que ,como se sabe , redactó centenares de biografías o recopiló,

corrigió y amplió algunas de las que ya habían sido publicadas. Haciendo un sencillo ejercicio

aritmético podemos concluir que para el período estudiado ,la mayor proporción de trabajos

apareció a partir de 1870 (período guzmancista) .De un total de 136 trabajos localizados, sólo

unos 33 aparecieron antes de 1870, mientras que en las décadas de 1870-1890 se publicaron unos

93 trabajos, agregándoseles, unos diez que aparecieron en la década final del siglo. Debe, sí,

anotarse que no se contabilizan los trabajos sobre Bolívar (el único que registra publicaciones en

casi todos los años del período) , pero si se toman en cuenta las biografías recogidas por

Azpurúa, casi la mitad de ese subtotal. Otra cuestión que debe tomarse en cuenta, es que muchas

publicaciones incluían -- en algunos casos -- variadas expresiones: biografías, discursos de

homenaje o reivindicación, descripción de ceremonias de honras fúnebres, poemas, etc.

En la generalidad de los casos, las publicaciones aparecidas en las primeras décadas del

siglo XIX, corresponden a textos relacionados con el fallecimiento de los respectivos próceres

(Cristóbal Mendoza, Bolívar, Zaraza, Bermúdez, Mariño) . Esas circunstancias (el fallecimiento

y subsiguientes ceremonias) también justifica muchas otras ediciones de discursos, biografías y

otros textos de homenaje heroico en las décadas posteriores.

El mayor número de homenajes literarios registrados en las tres últimas décadas del

pasado siglo, se explica no sólo por el evidente interés del guzmancismo en manipular

políticamente el culto a los héroes como una consistente estrategia nacional legitimadora;

también hubo una razón biológica: muchos de esos próceres iban desapareciendo físicamente ,

dando así oportunidad a las consabidas ceremonias funerarias. Asimismo ,a los nacidos a finales

del siglo XVIII ya se les podía celebrar el primer centenario de su natalicio.

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Como ya se anunció, se examinará sólo una parte de todo ese vasto y variado conjunto de

expresiones intelectuales. Entre ellas y en este orden: las biografías, los discursos patrióticos en

sitios públicos, las obras que sirvieron para reivindicar la memoria de un héroe agraviado, las

coronas fúnebres, las honras fúnebres, las apoteosis y los poemas patrióticos.
Es de destacar, que la publicación de biografías sirvió para múltiples propósitos. Algunas

veces honraron la memoria de un prócer recién fallecido, en otras oportunidades sirvieron para la

"apoteosis" de una personalidad que recibía el homenaje en una ocasión posterior (centenario de

su natalicio, conmemoración del aniversario de su fallecimiento, etc.) .También se echó mano de

ellas para reivindicar una figura a la cual sus deudos o algún admirador consideraban maltratada

por lo planteado en alguna publicación histórica.

Las Biografías de los Héroes y las Heroínas.

Bajo este primer apartado se consideran aquellos trabajos de índole biográfica y de

extensión limitada, publicados en la prensa, en hojas sueltas o en folletos; aunque algunos de

ellos fueron posteriormente incorporados en obras mayores, como fue el caso de la vasta

colección de biografías recopiladas o escritas por Ramón Azpurúa.

Sobre esta obra de Azpurúa (2) es importante señalar que incorporó unas 257 biografías

de héroes militares, próceres civiles, dirigentes políticos, notables intelectuales y pastores de la

iglesia católica. De tales "Hombres Notables" ,unos ciento doce son venezolanos y el resto,

ciento cuarenticinco, lo forman personalidades nativas de Hispanoamérica y de Europa. Es de

hacer notar que muchos de esos biografiados no venezolanos fueron partícipes en el proceso de

emancipación política de Venezuela, algunos ,de manera trascendente, como fueron (entre otros)

Piar, Brión, Campo Elías, Villapol, Mac Gregor, O'Leary, Padilla, Girardot, Ricaurte y

Santander.

En la citada obra de Azpurúa, éste redacta la mayoría de las biografías o actualiza y

amplía algunas de vieja data. En otros casos incorpora algunas que fueron publicadas en la

prensa, en hojas sueltas o en libros mayores como la obra de Felipe Larrazábal.

Entre las biografías escritas por otros autores y publicadas antes de 1877 estaban las de

Fernando de Peñalver, José Francisco Bermúdez, Martín Tovar Ponte, Mariano Montilla, Juan

Pablo Ayala, Carlos Soublette, Simón Bolívar, Luis Ignacio Mendoza, Pedro Zaraza, Cruz

Carrillo, Juan José Flores, José Tadeo Monagas, Diego Ibarra, Diego Bautista Urbaneja,

Francisco Esteban Gómez, Francisco Mejía, Tomás de Heres, José Laurencio Silva, José Agustín
Loynaz, Rafael Ortega, Cristóbal Mendoza, Miguel José Sanz, Pedro Hernández, Juan Guillermo

Iribarren y José Félix Blanco.(3)

A pesar de la tentación ,por ahora nos limitamos solamente a mencionar tales textos, pues

analizar el contenido de cada uno nos llevaría a extendernos demasiado en esta sección.

Como ya afirmamos, muchas de esas publicaciones biográficas fueron de muy modesto

alcance: artículos periodísticos, folletos de escasa circulación, y en algunos casos, un capítulo

menor de una obra más amplia. No obstante, tal publicación de las biografías de los próceres

nacionales fue una de las manifestaciones intelectuales más usuales de culto heroico en el país.

Una Muestra de Tres Biografías.

La presentación de las tres biografías seleccionadas se hará respetando el orden

cronológico de su publicación. A la de Mariano Montilla (1851), seguirán las de Eulalia Ramos

Sánchez de Chamberlain, la llamada Eulalia Buroz (1885) y finalmente la de Ramón Centeno

Mejía (1889) .Como se puede observar, no solamente está cubierto un amplio período sino que

se incorpora una figura femenina, una de las pocas que recibió la atención de los biógrafos.(4)

La Biografía de Mariano Montilla. (5)

José de Austria, el autor del Bosquejo de la Historia Militar de Venezuela

escribió ,como sabemos ,otros trabajos de Historia ,entre ellos una poco conocida biografía del

general Mariano Montilla, publicada con fecha de 30 de septiembre a raíz de la muerte de este

prócer el año de 1851.

Escribió el autor (6), todavía bajo la dolorosa impresión de la desaparición del admirado

amigo y camarada de armas (22 de septiembre de 1851) , una muy completa biografía del prócer.

Dice que éste nació en Caracas el 8 de septiembre de 1782 en el seno de una ilustre ,noble y

distinguida familia. Fueron sus padres, el doctor Juan Pablo Montilla y doña Juana Antonia

Padrón.

Según su biógrafo, recibió Mariano Montilla una buena educación en la universidad de su

ciudad natal y posteriormente viajó a España a servir en el cuerpo de Guardias reales de Corps,

llegando a participar en importantes campañas militares a las órdenes del Príncipe de la Paz.
Cumplidos sus deberes en la metrópoli, logró licencia para regresar a su patria y así encargarse

de los negocios de la familia, pues su padre había fallecido. En esas nuevas circunstancias, pudo

participar en los movimientos que prepararon y llevaron a cabo el proceso de emancipación a

partir de 1810-1811.

Fue Montilla ,junto con los Tovar, Toro, Ribas, León, Ibarra, Ustariz y otros ilustrados y

ricos ciudadanos; uno de los primeros promovedores de la revolución. "Aquellos eran los

próceres de la revolución ,los defensores de la causa del pueblo, los legítimos representantes de

la nacionalidad americana en esta región del Nuevo Mundo, que habían de comprometerlo todo

por ella y por la libertad y por la nueva república." (7)

Participó en las acciones militares desde los días de la proclamación de la Primera

República. Con el despacho de teniente-coronel de caballería se distinguió en el sometimiento de

la sublevación de Valencia ,y afortunadamente ,no sufrió las consecuencias ingratas de la

capitulación de 1812 por encontrarse realizando una importante misión del gobierno en las

colonias extranjeras del Caribe.

Una vez que se reanudó la lucha en 1813, corrió de nuevo a alistarse en las filas

republicanas y participó en los heroicos combates de La Victoria, Charallave, Sabana de

Ocumare, San Mateo, Bocachica y el primero de Carabobo. Perdida de nuevo la república, se

retiró a Cartagena y allí dirigió hasta el final la heroica resistencia de esta sitiada ciudad durante

104 días, hasta que con gran audacia logró ,junto con los sobrevivientes, romper el cerco y

retirarse el 6 de diciembre de 1815 hacia Haití.

Considerando que sus relaciones con Bolívar no eran cordiales entonces, no participó en

las expediciones organizadas hacia Venezuela en 1816; prefirió, en aras de la armonía, viajar a

los Estados Unidos de Norte América así como cooperar en una acción militar para ayudar a la

emancipación mexicana.

Cuando los patriotas, dirigidos por Bolívar ,habían logrado consolidar sus posiciones en

Guayana, decidió regresar Montilla de su "voluntario ostracismo" y reincorporarse en las fuerzas

venezolanas. Lo hace tomando servicio en las tropas mandadas por Rafael Urdaneta en el

Oriente y luego pudo reencontrarse con el Libertador en una ceremonia realizada en Angostura,

cuando éste había regresado de su victoriosa campaña de Nueva Granada en 1819. Restablecida
la gran amistad que antes había unido a ambos, el comandante supremo le pidió a Montilla que

se dirigiera a las costas de Cartagena para poder liberar toda esa importante región que ya este

veterano bien conocía. Fue así que "Montilla parte de Angostura autorizado por el Gobierno y

colocado por Bolívar en la posición en que podía desplegar su genio ,sus conocimientos, su amor

intenso a la independencia de su patria, y a las virtudes cívicas y militares de que ya había dado

muestras." (8)

Después de veinte meses de dura campaña militar, logró Mariano Montilla entrar a la

ciudad de Cartagena -- capitulación mediante -- el 10 de octubre de 1821. Además de los honores

recibidos (Bolívar le pidió que conservara las célebres llaves de Cartagena) fue ascendido a

general de brigada después de la campaña del Magdalena en 1821 y a general de división en

1824.
El autor reitera su admiración al recién fallecido prócer militar y señala que "hace falta
su presencia bajo el cielo de nuestra patria ,rica tan solo de hijos ilustres" . Agrega que la nueva
generación debe ofrecer su gratitud "a esos hombres de alma fuerte y corazón magnánimo que
opusieron sus pechos a las agresiones del despotismo" .Cree igualmente que se debe "rescatar del
sepulcro su gloria entera ,para que el amor y las tradiciones la lleven de corazón en corazón hasta
la remota posteridad y sea el panteón de su generosidad y de sus hazañas el sentimiento mismo
de libertad que sembraron ellos a manos llenas en esta tierra". Y afirma , enfáticamente, que

"detrás de esos hombres no hay más que oscuridad, la degradación del Nuevo Mundo, un vasto
dominio a disposición del monopolio, o el encierro de siervos despreciados ... ellos aparecen de
pie al frente de nuestro continente ,de nuestra existencia republicana y de nuestros anales, como
los Andes que nos cercan por ambos mares y a cuyas faldas combatieron sin descanso ..." (9)

En esta semblanza biográfica el autor cierra sus palabras de homenaje afirmando que

"al lado de Bolívar ,Montilla y todos esos héroes , que nada debieron al encadenamiento de
sucesos anteriores ,a los cuales por el contrario levantaron un dique indestructible , vivirán en la
memoria y con la vida de cuantos pueblos vengan al mundo colombiano a recibir las
inspiraciones de sus aires regeneradores y ensanchar los dominios de la libertad."(10)

Como nos fue difícil sintetizar mucho más el trabajo de Austria sobre Mariano Montilla,

solamente ofreceremos un corto juicio sobre el mismo.


Esta solidaria biografía le hacía justicia -- sin duda -- a un prócer militar que si bien era

recordado por sus heroicas acciones en La Victoria, San Mateo y Cartagena; también lo era por

su participación en la tristemente recordada batalla de La Puerta, combate este, de derrota y

desorganizada retirada, que contribuyó grandemente al distanciamiento personal entre él y el

Libertador. Lógicamente, Austria no echa mucha luz sobre ese incidente ,como tampoco lo hace

sobre las razones por las cuales mientras Montilla resistía valerosamente en Cartagena en los

meses finales de 1815, Simón Bolívar tuvo que contentarse con organizar sus futuras campañas

en su exilio de Jamaica. La razón, la sabemos, fue que este biógrafo ,al igual que muchos otros,

prefirió destacar sólo lo magnánimo de ambos héroes cuando ya se habían reconciliado de los

pasados enfrentamientos. El recordar las heroicas acciones militares y dejar en la oscuridad las

duras recriminaciones que hubo entre los próceres nacionales a lo largo de la dura guerra de

emancipación; se creía , era la mejor manera de rendir homenaje a esas figuras exhibidas como

ejemplo de las nuevas generaciones y de la ciudadanía de las recién emancipadas repúblicas.

Un comentario adicional.

Igual que el caso anterior, Francisco Cobos Fuerte , quien fue ministro del general

Soublette y lo conoció de cerca, escribió en 1870, todavía bajo el impacto de la desaparición del

amigo , unos Materiales para la biografía del general Carlos Soublette en los que ,a manera

de homenaje póstumo, pasa revista a la actuación como magistrado del ex presidente.(11)

Ese gesto de Francisco Cobos al igual que el de José de Austria al redactar la biografía de

Mariano Montilla y darla a conocer a raíz de la desaparición física del ilustre prócer de la

independencia comprueba lo afirmado al principio sobre los múltiples propósitos que cumplió

ese tipo de publicación.

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Eulalia Ramos Sánchez de Chamberlain

(La llamada Eulalia Buroz)

En 1885, Arístides Rojas escribió una biografía - homenaje a la heroína de Oriente. (12) Inicia

el autor la primera parte de su escrito, reproduciendo uno de sus <<Estudios Históricos>>

dedicado a la señora Eulalia, a quien califica de una de las primeras heroínas de la Revolución

Venezolana y la compara con Juana de Montilla, Ana T.Toro de Ibarra, Luisa Cáceres de

Arismendi y otras matronas heroicas que hicieron grandes sacrificios por la patria.(13)

En la segunda parte del texto entra Rojas propiamente a biografiar a su personaje y narra las

vicisitudes de la juventud, el primer matrimonio, el exilio en Cartagena ,Jamaica y Haití; su

nuevo matrimonio con el coronel Chamberlain y su sacrificio final en la Casa Fuerte de

Barcelona.

Con gran dramatismo, se refiere el trágico fin de la pareja en medio del feroz asalto de las

tropas realistas el 7 de abril de 1817. Allí, cuando su esposo vio que parecía todo llegar a su fin,

optó por suicidarse y pedirle a su bella esposa que hiciera lo mismo para evitar los

acostumbrados vejámenes de la soldadesca. Sin embargo, ésta aún estaba viva cuando entraron

los primeros asaltantes. Supuestamente un oficial le propuso salvarle la vida a cambio de que

diera vivas a España y mueras a los patriotas, pero como Eulalia se negó a la bajeza fue muerta a

golpes y disparos y posteriormente mutilada y arrastrada a la cola de un caballo.

Don Arístides Rojas culmina su narración trayendo a colación los testimonios de otros

historiadores que refieren lo ocurrido en esa situación de horror y dolor para la patria.

La citada biografía, la obra dramática , así como una "Oda" incluida ,son un modelo que

reproduce muy bien las preocupaciones o valores del siglo XIX venezolano. Se le canta a esas

delicadas y abnegadas damas, modelos de virtudes del hogar y de la patria. A ellas se les pinta

siempre como <<matronas>> que no escurrieron el bulto por su condición de tales, más bien, se

les vio siempre en la primera línea del deber afrontando las batallas, emigraciones, privaciones,

las persecuciones y el exilio. Esas modélicas damas, émulas de aquellas que adornaban las

páginas de la historiografía clásica grecorromana, una vez más, servían de elemento comparativo
moral, de referencia ética y estética en aquellas narraciones históricas que mayormente

retrataban un mundo de barbarie y salvajismo.

Aunque no negamos que en medio de tales circunstancias de inhumana guerra las mujeres al

igual que sus esposos, hijos, hermanos fuesen capaces de los más nobles y altos sacrificios; es

lógico también suponer, que así como ocurrió con sus contrapartes masculinas, los escritores se

deslizaron por el camino de la idealización de tales hazañas, llegando incluso en algunos casos a

la fabricación de verdaderas leyendas patrióticas, muy buenas por lo demás, para levantar la

autoestima nacional, regional o local.

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La Vida de Ramón Centeno Mejía.

El prócer Ramón Centeno Mejía fue biografiado por J.M. Seijas García (14). El autor de la

obra publicada en 1889 indica en una nota enviada al Dr. Antonio Carreyó (en Barcelona)

presidente de la Sociedad <<Glorias de Anzoátegui>> que su libro es la contribución al

homenaje que se estaba rindiendo al general José Antonio Anzoátegui en el Centenario de su

natalicio, celebrado ese año como una apoteosis en su tierra natal.

En medio de referencias poéticas a los dioses, la inmortalidad, la gloria y a Simón Bolívar;

hace Seijas su bosquejo biográfico de Centeno Mejía. Este nace en Cumaná el 9-10-1807 y desde

muy joven entra al ejército patriota (1820) , participa en la batalla de Tarqui dirigida por A.J.de

Sucre y se mantuvo fiel al Libertador cuando sus compañeros de armas se sublevaron contra la

Gran Colombia en Maracaibo. En esa circunstancias ,prefirió irse hasta Santa Marta a acompañar

al Libertador hasta el final.

Ya muerto Bolívar, se trasladó a Bogotá para apoyar al general Urdaneta (1831) y , al volver a

Santa Marta, fue hecho preso y expulsado después a Jamaica. Posteriormente (1832) pudo

regresar a Venezuela , aunque consiguió mucha resistencia del gobierno de Páez que lo catalogó

de <<boliviano>>. A pesar de todo , el pueblo si lo recibió muy bien y pudo finalmente asentarse

nuevamente en Cumaná y dedicarse a la agricultura, alternando estas tareas con algunas

comisiones militares acordadas por J.T.Monagas ,y otras, ya en tiempos de la Guerra Federal y el

gobierno de J..Falcón.
La breve y sencilla relación de la vida de este luchador patriota nos muestra esa peculiar

manera de presentar los hechos por parte de los escritores que cultivaban ese género para la

época.

Se destaca siempre al juzgar la conducta de los biografiados su lealtad al Libertador como

algo muy relevante que permite considerarlos como partes de ese círculo de fundadores de la

patria. En este caso, se agrega otro elemento como es el utilizar la biografía de un prócer como

expresión patriótica que contribuye a la apoteosis de otro, en este caso, del tempranamente

malogrado general Anzoátegui a quien con justicia se le organizaron tales festejos públicos ese

año de 1889.

La presentación de esta muestra del conjunto de biografías publicadas entonces nos da la

oportunidad de apreciar sus características. Nos parece que la sencillez y limitada extensión de

estos textos les permitió penetrar mucho más que esos vastos trabajos como los de Felipe

Larrazábal. Además , usualmente ,las biografías atraen mucho la atención del público lector no

especializado. Igual que las biografías, los discursos patrióticos en los actos públicos tuvieron

gran importancia y fueron también muy populares en la Venezuela del siglo XIX.

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Los Discursos Patrióticos.

Los discursos patrióticos pronunciados en los actos realizados en las plazas del país ,en

los cementerios y otros espacios públicos servían para celebrar alguna efeméride, la instalación

de estatuas de los héroes objeto de reconocimiento patrio, el homenaje a un prócer recién

fallecido (o la conmemoración del aniversario de su deceso) tuvieron gran importancia en la

formación de una conciencia histórica nacional.

Aunque en las exequias de muchos próceres fallecidos a lo largo del siglo XIX, en la

conmemoración de las más importantes efemérides nacionales y en otras similares oportunidades

se pronunciaban discursos patrióticos, sólo algunos de ellos se publicaban. Ese fue el caso del

pronunciado por Felipe Santiago Casanova el 12 de febrero de 1870, día del entierro del general
Carlos Soublette. Esta semblanza de la personalidad del prócer fallecido fue publicada

posteriormente y ella será analizada más adelante.

Sin más preámbulos, veamos unas muestras representativas de este tipo de literatura

patriótica. Igual que antes, ellas serán presentadas en orden cronológico.

Textos en Honor de Francisco de Miranda.

Los textos sobre Miranda son numerosos. A pesar de todo el carácter polémico de su vida

(resultó hasta execrado por algunos) , el Precursor recibió la atención del culto oficial y también

de talentosos hombres de letras que no estaban atados políticamente con el gobierno.

En los años anteriores y posteriores a la magna efeméride de las fiestas del Centenario del

Libertador en 1883 se realizaron múltiples eventos patrióticos en todo el país. Entre esos actos,

hubo uno el 23 de julio de ese año memorable, se inauguró una estatua del generalísimo en la

plaza del Panteón Nacional. Con ese motivo el Licenciado Luis María Castillo pronunció un

importante discurso (15) .Este, quien se califica a sí mismo de peregrino que vino a <<esta tierra

santa que guarda con amoroso respeto el sepulcro de Bolívar>> dedica su hermosa pieza oratoria

al ilustre Miranda a quien trata de reivindicar en estos términos:

"Miranda ! ¿Quién no pronuncia ese nombre con admiración y respeto?

¿ Quién ignora sus hechos portentosos que dan argumentos a otra Eneida?

¿ Quién no sabe que ese mentor de nuestra independencia consagró toda su vida al servicio de

la libertad en ambos mundos? " (16)

Y agrega que sus palabras no son una biografía, pues en ellas no cabe la inmensa gloria del

héroe. Dice que ya se publicaron los documentos de su biografiado gracias a la labor de Arístides

Rojas y que ahora ofrece su grano de incienso para demostrar que <<la calumnia no puede

manchar la gloria de Miranda >> .

Después de esbozar los rasgos biográficos y referirse a los hechos de 1810-1811 pide que

"calle la maledicencia, enmudezca la calumnia ante esa imagen que se ve y esa historia que se
escribe! [nos recuerda el orador que] entre los romanos, por Ley Remia se marcaba con un
hierro candente la faz del calumniador [por ello] la posteridad de Miranda escribe !
Kalumnatior ! sobre la frente de Urquinaona, Torrente y Díaz voceros de difamación,
falsificadores de la historia, que trataron de arrebatarnos con la gloria excelsa de Miranda,
nuestra propia gloria." (17)

Añade que debe llenarnos de orgullo patrio que el nombre del paisano esté incorporado en el

Arco de Triunfo de París junto con otros heroicos compañeros de Napoleón el Grande y que

además su retrato lo podamos ver en el Museo de Versalles.

Concluye diciéndole al precursor " ! Y tú, Miranda , álzate victorioso sobre tu tumba, que la

calumnia vocinglera no podrá mancillar jamás tu nombre, y entra desde hoy con Bolívar el

Grande, al templo de la gloria inmortal ! " (18)

Resulta chocante , a veces, como puede un orador plantear cualquier asunto (como el de este

caso) importándole solamente que su auditorio o sus lectores comulguen con sus puntos de vista.

Apartando la belleza literaria del discurso (que sin duda la tenía), éste es discutible en cuanto a la

verdad que de él se desprendía. Era cierto que a Miranda se le había calumniado y también era

cierto que Miranda había recibido el reconocimiento de la Francia agradecida a sus servicios a la

Revolución; pero de la misma manera se decía una verdad a medias cuando se quería hacer ver

que los supuestos difamadores ,falsificadores y calumniadores eran sólo esos <<historiadores>>

realistas antes mencionados.

Es conocido que muchísimos patriotas (Bolívar entre ellos) habían cuestionado en términos
muy duros la actuación de Miranda y hasta habían participado personalmente en los tristemente

célebres días finales de la Primera República ,cuando Miranda fue escarnecido por su conducta

de entonces. Considerando este razonamiento, ¿ Cómo era posible plantear que las acusaciones a

Miranda eran en un caso falsificaciones, calumnias y difamación , y en otros (no dicho

directamente por el orador) solamente pecados de juventud de sus detractores ahora

piadosamente borrados de la memoria? (los pecados, no los pecadores) .

Nuevamente se reitera la creencia en que para hacer homenaje a quien se admira y sobre

quien se aspira dirigir el culto de la nación ,débese echar un <<manto de olvido>> sobre lo que

se considera inconveniente a la gloria del héroe, es decir, se sacrifica la verdad histórica en aras

de una verdad acomodaticia con olor a incienso patriótico.


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Discurso en Honor de Francisco Esteban Gómez.

Durante ese año de 1883 -- Centenario del natalicio del Libertador -- como parte del programa

de inauguración de estatuas y plazas, se dedicó una al prócer margariteño Francisco Esteban

Gómez. Para darle la mayor solemnidad al acto, Jesús M. Espíndola H. pronunció un bello

discurso de orden (19), la noche del 14 de octubre de 1883, en La Asunción, isla de Margarita.

El discurso inaugural pintó una cuadro histórico que se inició con la descripción del pasado

contra el que lucharon los patriotas ; lo hizo en estos términos :

"fue un tiempo, señores, en que la América gemía bajo el peso de la más horrible servidumbre.
Toda la vasta extensión del continente era una ergástula donde no se oía sino el chasquido del
látigo del rudo mayoral, el grito de agonía de una raza desgraciada y el ruido siniestro de las
cadenas del esclavo. --- El infeliz Americano estaba privado en absoluto de sus derechos ..." (20)

Pinta la redención de los oprimidos afirmando que "el esclavo se hizo héroe, el siervo

ciudadano, soldado el niño adolescente (...) trabose la lucha encarnizada y tenaz, y fue teatro

portentoso de homéricas hazañas esta tierra gloriosa "(21)

Hace el orador una evocación de la memoria de Bolívar, Mariño, Maneiro, Mata, Arismendi y
del marino Antonio Díaz a quien llama émulo del almirante Nelson; antes de afirmar ante su
auditorio que "aquí nació Francisco Esteban Gómez, intrépido y esforzado como Aníbal, como
Leonidas sagaz y estratégico, inmaculado como Arístides, padre y protector del pueblo como el
primero de los Gracos. -- Aquí nació Gómez, a cuya memoria veneranda rendimos en este
momento solemne el tributo merecido de nuestra profunda admiración y cuya efigie ha venido
recibiendo en este día que habrá de formar época en nuestros anales sacrosantos, las oblaciones
del pueblo redimido a los golpes de su espada triunfadora."(22)

Véase como el orador, presenta al héroe -- Gómez -- en compañía de esa pléyade de

próceres regionales y nacionales; pero no contento con ello, lo hace escoltar por los arquetipos de

la historiografía clásica grecorromana: Aníbal, Leonidas, Arístides y los hermanos Graco. Sin

duda que el orador, hombre culto, conocía bien estos modelos, y se los hace conocer a su
auditorio y a quienes serían sus lectores. La intención, no era otra, que dejar en las conciencias

una idea: la grandeza del héroe.

Francisco Esteban Gómez en la Batalla de Matasiete.

La descripción del combate del 31 de julio de 1817 en el cerro de Matasiete donde los "hijos

de la Esparta Colombiana" comandados por Gómez derrotan a Morillo y sus tropas ,le da pie a

Espíndola no sólo para llamar al escenario de la batalla "roca altiva, eterno monumento de

gloria" sino también para calificar a Morillo de "bárbaro y fiero como una creación siniestra del

Averno".

Esas fuerzas ,a cuya cabeza estaba Morillo, fueron enfrentadas por los escasos defensores de

la patria, los descendientes de los caciques de la América, los argonautas invencibles de nuestros

mares.

Y agrega, que en medio de la batalla, el jefe patriota, Gómez, desafió a Morillo a combatir

entre ellos pero su adversario no aceptó. Por eso tuvo que continuar la pelea hasta derrotar a los

realistas.

Narra finalmente el orador, que Morillo en una carta al rey de España dijo que los

margariteños eran "gigantes que peleaban como tigres y se presentaban al fuego y a las

bayonetas con un valor de que no había ejemplo en las mejores tropas del mundo."

La pieza de oratoria patriótica presenta varios filones que pueden ser críticamente

considerados. Primeramente, tenemos esa reiterada visión que se inscribe dentro de la llamada

<<leyenda negra>>. Parece que los intelectuales de entonces ,se deleitaban todavía , con lanzar

esa carga de adjetivos anti-hispanos. Seguía vivo el ritornelo del supuesto terrible pasado de

cadenas, esclavitud, servidumbre, látigos y obscuridad total: pero siempre sin aclarar quienes

fueron los que realmente soportaron cadenas y látigos (no simplemente en sentido figurado) y

quienes disfrutaron de las ventajas de descender no de los caciques sino de los que derrotaron a

los caciques.

La descripción de los combates, las características de los vencedores y los derrotados y sobre

todo la del jefe (Morillo) tienen toda la exageración que puede esperarse en estos casos.
Contrasta inclusive con el comentario que se hace del <<Pacificador>> cuando se historió la vida

de otro ilustre margariteño (J.B.Arismendi). En esa oportunidad, a Morillo se le llama vencedor

de Bailén y Zaragoza, es decir, un competente soldado que había defendido su patria invadida

por las tropas francesas.

Igual que en otras oportunidades, debe destacarse la tremenda importancia que estos

discursos patrióticos tenían. Ellos eran la fuente fundamental que nutría al pueblo venezolano

que no teniendo acceso directo a los testimonios de los grandes historiadores y sus obras, tenían

si la oportunidad de recibir la síntesis de ese discurso historiográfico a través de esas piezas

oratorias.

******************

Discurso en Honor de Juan Bautista Arismendi.

Una Estatua Para El héroe.

La noche del 27 de octubre de 1884 ,en La Asunción, capital de Margarita, se hizo un acto

público para celebrar la instalación de un busto de bronce del libertador de la isla. Esa noche de

fervor patriótico regional, Pedro Aguirre Guerra saludó el evento con un memorable discurso.

(23)

El orador del acto planteó - con el estilo propio de la época - su homenaje en estos

términos:

Dijo éste entonces, que hubiera querido tener el talento de Olmedo, Fidias y Eduardo Blanco

para hacer una oración digna del héroe. Rememoró las gloriosas batallas de Junín, Pichincha,

Ayacucho, San Mateo y Matasiete ; recordó al patriota insular ,general Francisco Esteban Gómez

, y a la derrota que éste le propinó a Morillo (el vencedor en Bailén y Zaragoza) y calificó al

Chimborazo de pedestal de la grandeza de Bolívar.

Llamó al homenajeado, hijo de la invicta Margarita, la moderna Esparta, tierra heroica; donde

este Espartano de Colombia luchó contra la tenebrosa noche de la esclavitud y tiranía que nos

hizo gemir por tres centurias.


Pasando a otro nivel de su oración, evoca que : "de súbito, los primeros crepúsculos de la

patria

tiñen con sus pálidos fulgores los horizontes de Colombia; la aurora de la libertad ilumina las
cimas de Los Andes, y Bolívar ! Sol de gloria ! , derrama sobre suelo americano los resplandores
de su luz, calienta el pecho de los que llevan en sus venas la sangre de los Incas y funde en su
fuego la cadena del esclavo."

Junto con Arismendi, desfilan por el discurso los numerosos patriotas nativos: Mariño,

Gómez, Maneiro, Díaz, Fermín, Figueroa, Silva, Paz, Ruiz, Tubores. Ellos, son la antesala para

narrar a grandes rasgos la vida del prócer, su actuación como gobernador de la isla, sus

desventuras como prisionero, el drama de su bella esposa al perder el hijo recién nacido en la

prisión. En fin, se compara a Arismendi con Aníbal y le llama héroe valeroso ,que como terrible

rayo , redime la isla y la convierte en la tumba de los tiranos y patria del pueblo más heroico de

la Tierra.

Curiosamente, en una época (1884) en que ya iba cediendo un poco esa desaforada <<leyenda

negra>>, el orador insiste en pintar el pasado colonial como una tenebrosa noche de esclavitud y

tiranía que nos hizo gemir por tres centurias. Llama también la atención esa dolida referencia a

los que llevan en sus venas la sangre de los Incas. No podemos evitar evocar las ideas de Ángel

Bernardo Viso sobre esa tendencia ,muy propia de las élites venezolanas, a mirar ese pasado

indígena y en cambio cerrar los ojos a los abuelos hispanos.

El discurso de Pedro Aguirre Guerra es el que se eleva más hacia ese Olimpo de los héroes.

Hace acompañar a la figura del homenajeado con sus pares de la isla (Francisco Esteban Gómez,

Santiago Mariño, Maneiro, Díaz) pero también lo escolta con el gran Simón Bolívar, el

legendario Aníbal y con el jefe expedicionario español don Pablo Morillo, a quien no descalifica,

sino todo lo contrario, le reconoce todo su prestigio militar para así engrandecer más a su

vencedor. Muy significativo que el orador al desarrollar esa argumentación "anti-española" , no

llegase al extremo de descalificar al máximo representante del enemigo, el general español Pablo

Morillo.
Discursos en el Centenario de Soublette

En un discurso de Felipe Santiago Casanova pronunciado originalmente el 12 de febrero de

1870 -- día del entierro del general Carlos Soublette -- se hizo una semblanza de la vida militar y

acción política del ilustre prócer. (24) Ese mismo discurso sirvió como homenaje en años

posteriores, cuando se publicó como Ofrenda a la Memoria del General Carlos Soublette en

su Centenario, 15 de diciembre de 1889. (25)

El discurso concluyó con esta afirmación:

"Hoy al pagar su tributo a la naturaleza, después de ochenta años de edad; el soldado en los días
de peligro; el magistrado en el despacho administrativo; el diplomático defendiendo los intereses
de su patria en Europa, el legislador en muchas de nuestras asambleas, y el estadista a quien
tanto debe esa misma patria, deja por toda fortuna a su familia, una noble indigencia y un
nombre inmaculado. La república sabrá recompensar aquellos eminentes e importantes
servicios." (26)

Otro discurso, el de Luis Sanojo, pide a la república que se vista de luto, y al hacer la

semblanza de la vida militar y política del finado, insiste una vez más ,en que Soublette dejó a su

familia en la pobreza, lo que dice mucho de su probada honradez. Y agrega como elogio final,

que en los últimos años de su vida éste asumió el papel de un Néstor. (27)

Las ideas enunciadas en los citados discursos anteriores no iban más allá de lo que las

crónicas funerarias habían aportado.


Por ejemplo, se insiste en la valoración de su honradez comprobada por la pobreza de bienes

materiales; y se vuelve a apelar a las figuras de la antigüedad clásica, en este caso, a la figura

homérica de Néstor, el anciano consejero que tanto ayudó a los otros héroes de la Guerra de

Troya.

Finalmente, otros oradores de entonces presentan sus elogios con ocasión del Centenario del

natalicio del prócer,el 15 de diciembre de 1889.

El Dr. Tomás Mármol, la propia noche de la conmemoración, pronuncia un discurso para

solemnizar el recordatorio después de un silencio nacional de veinte años.


También en esa misma fecha y sobre la propia tumba del patriota fallecido en 1870, el poeta e

historiador Marco Antonio Saluzzo agrega su voz para romper ese silencio.(28)

El orador dice que "Corren días de justicia. Días de reparación en que caen falsos ídolos

forjados por la impostura, caen deshechos en polvo, para que se alcen en su vez los símbolos de

la gloria nacional ..." (29)

Y buscando compañía adecuada para Soublette, el orador se lanza en pos del recuerdo de

notables prohombres. Para ello nos rememora lo que fueron sus vidas y su posteridad:

"Coronado con la tiara que forma su triple gloria de sabio, de héroe y de mártir, sacude
Miranda, el Gran Padre de la Patria, aquel, para nosotros oprobioso sueño de más de medio siglo
que durmió en el olvido, y de nuevo lo saludan, atónitos, ambos hemisferios, testigos de sus
heroicos esfuerzos y de sus trágicas desgracias; Páez, el fundador de Venezuela, vuelve a la
patria engrandecido por la apoteosis; renace Urdaneta de su propia fama, sublimado por los
recuerdos épicos de la antigua Colombia; álzase Sucre en el solar paterno cuyas auras, si no
arrullaron sus amores ,celebraron sus triunfos; el nombre de Anzoátegui, tan presto dilatado
famoso como dado al olvido, vibra de nuevo con alabanza; deja Ramos el modesto sepulcro que
la piedad filial le erigiera, para ir a hospedarse entre inmortales; y tú ! oh Soublette ! recibes hoy
la recompensa que a tu virtud debían la patria y tus amigos, la historia y tus contrarios." (30)

Se celebraba la "virtud" , encarnada en ese patriota. Y tal virtud, decimos nosotros, no era

distinta a la que exigía Catón el Censor, la que exigió Cicerón en sus discursos en el Senado de

Roma; la del Areópago de Atenas, o la que Bolívar quería alcanzar con el establecimiento del

Poder Moral de su Constitución de Angostura.

Continuando con su oración, nos señala el autor que sus palabras no pueden recoger todo lo

que fue esa vida de Soublette, ésta más bien es digna de un poema como aquellos que los

antiguos llamaron <<historias>>. Nos dice que "Muchos fueron los servicios

de nuestro prócer en la magna guerra de la independencia; pero -- ¿ de cuál de aquellos

conmilitones suyos y sus iguales en jerarquía no pudiera decirse otro tanto? Sin hablar de

Miranda ni de Bolívar con quienes nadie puede compararse, (...) ¿ Quién podrá decir cuál es

más glorioso entre los invasores de Chacachacare o los mártires de la Casa Fuerte de Barcelona;

entre el denodado defensor de La Victoria, o el sublime suicida de San Mateo; entre el vencedor

de Mosquiteros, o aquel que en el primer Sitio de Valencia se parapeta con los cadáveres de sus

propios soldados; entre el Rustén de las Queseras del Medio o los vencedores de Boyacá; entre
los héroes de Carabobo, o los de Junín, o los de Ayacucho? Nadie cede a nadie en aquellos

inenarrables días ,pero no así cuando se lidian las lides de la libertad." (31)

Impresiona gratamente esa manera de presentar a toda esa pléyade de héroes

venezolanos. A todos ellos -- excluyendo a los que como Miranda y Bolívar colocaba por

encima de esas comparaciones --- les atribuye igual mérito, pues el poeta se ha preguntado

¿ Quién podrá decir cuál es más glorioso ... ? . Y al enumerar ,prácticamente , todas las grandes

gestas de la patria : Chacachacare [Mariño, los Bermúdez] ; la Casa Fuerte de Barcelona [Freites]

; La Victoria [José Félix Ribas] ;la acción del sublime suicida de San Mateo [Ricaurte] y la del

vencedor de Mosquiteros [Vicente Campo Elías] ; el primer Sitio de Valencia [Urdaneta] ; las

Queseras del Medio [José Antonio Páez] ;batalla de Boyacá [Anzoátegui, Soublette, Rondón y

muchos otros] ; Carabobo [Páez, Plaza, Cedeño, Farriar] ; Junín [José Laurencio Silva] ;

Ayacucho [Antonio José de Sucre] ; estaba asignándole a cada uno su valor y con ello, no

homenajeaba a Soublette de manera aislada, sino honrando también a quienes como él lo

merecían en justicia.

Continúa el discurso revisando la vida del héroe, que es , dice, como seguir la vida de

Venezuela misma, valora sus dotes de magistrado apegado a las leyes y culmina citando las

propias palabras del homenajeado que al regresar del ostracismo, dijo que

"algunas faltas he debido cometer cuando mi patria me ha castigado .... [y agregó Soublette] si

algo valen mis palabras, os encarezco la unión entre todos como hermanos y la obediencia al

gobierno." (32)

Culmina el poeta Saluzzo invitando a esparcir flores sobre la tumba de Soublette, flores de

esos campos que amó y por cuya libertad e independencia luchó arrostrando "la ira de los tiranos,

el desdén de los indiferentes, el insulto de los envidiosos, la furia de los demagogos y hasta la

injusticia de sus propios amigos." (33)

La pieza oratoria de Saluzzo es en nuestra opinión la que alcanza los más sublimes registros

para expresar la admiración hacia el homenajeado y a esa constelación de héroes patrios.

El discurso tiene la extraordinaria cualidad de ubicar al prócer en su verdadero contexto, esto es,

no lo convierte en un ser sobrenatural y aislado. Lo valora en su justa medida y lo hace grande


sin pretender empequeñecer a los demás, como era , y es , muy común en los autores de este

género de trabajos.

Es también el homenaje de Saluzzo, una abierta crítica a esa ya arraigada costumbre de la

época de aprovechar el poder político-militar para elevar "falsos ídolos" , que por lo demás, caían

hechos polvo al poco tiempo. Es evidente que la crítica iba dirigida a los gobiernos guzmancistas

que aprovechando su poder tiránico elevaron estatuas, a falsos próceres (el propio Guzmán

Blanco y su padre Antonio Leocadio Guzmán) y establecieron un odioso y ridículo <<culto a la

personalidad>>. Con ello, degradaron los homenajes que justicieramente se hiceron a los que si

merecían la honra de la nación agradecida.

En fin, Saluzzo honra en Soublette, esas raras cualidades que exhibió. Destaca que fue

proverbial su sencillez, honradez y humildad política, así como su espíritu conciliador y

tolerante.

*******************

La Reivindicación de la Memoria de los Héroes. Reparación de Agravios recibidos.

La preocupación de sus deudos por defender la memoria de algún prócer , el celo de sus

camaradas de armas o el de algunos escritores sirvió para se publicaran numerosos trabajos

históricos ,cuyo objetivo específico era enderezar algún supuesto entuerto histórico que dejaba

mal parado al personaje objeto del debate. Entre los más notorios casos conseguimos los de

Ramón García de Sena (1881) , Francisco de Miranda (1883-1884), Juan Bautista Arismendi

(1885) y el de Diego José Jugo (1890) .

El Caso del Coronel Ramón García de Sena.

El año de 1881 fue publicada una obra titulada Verdades Históricas (34) en dos entregas

sucesivas y que tenía como abierto propósito defender la memoria del coronel patriota Ramón

García de Sena. El prócer ,defendido por el escrito patrocinado por sus propios deudos ,murió en

la batalla de La Puerta en 1814.


En la primera entrega puede leerse la justificación moral de lo que se ha escrito y publicado

cuando se dice que "defender la honra y la dignidad de nuestros antepasados contra los injustos

cargos y alevosos ataques, que sus enemigos les dirigen, luego que han dejado de existir, es un

deber sagrado, cuyo cumplimiento Dios y la sociedad nos imponen."

El texto venía acompañado de variados documentos históricos que se presentan para defender

la actuación de García de Sena en su campaña de Barinas (1813-1814). Tales acciones habían

sido duramente criticadas por el barinés Dr.Lucio Pulido en su libro Historia Patria. La

Retirada y Abandono de Barinas por el coronel Ramón García de Sena... (35) ,dicha obra

fue considerada ,por los deudos ofendidos, el trabajo de un detractor.

En la segunda entrega de las Verdades Históricas (36) se insiste en calificar de calumniosas

las afirmaciones del Dr.Pulido sustentadas (según la familia García de Sena) en lo dicho por

historiadores parcializados. Al dar contestación a las nuevas réplicas de Pulido a la primera

entrega del libro; ofrecen ceñirse a la verdad al cuestionar a las citas de autores como

Montenegro, Baralt y Díaz y la autobiografía de Páez. Juzgan que tales citas hechas a propósito

de García de Sena fueron escritas bajo la influencia de sus enemigos.

Este género (texto en defensa de la memoria de un deudo) está presente en variadas

situaciones, entre las que podemos mencionar , la defensa realizada por los descendientes de

Manuel María de las Casas (37) a propósito de su conducta en la entrega de Francisco de

Miranda y del puerto de La Guaira a los realistas después de la capitulación de 1812. En cierta

forma, también sería un caso muy parecido la obra de Mariano de Briceño sobre Arismendi a ser

considerada posteriormente.

En todos los casos considerados, y específicamente en la obra auspiciada por la familia García

de Sena, la intención de los deudos reflejaba los valores, prejuicios e intereses de grupos en

pugna o de distintos puntos de vista de la historiografía de entonces. Cuando la obra enfrenta no

sólo la opinión de Pulido (representante de una rancia y rica familia barinesa) sino también la

visión ofrecida por autores de la talla intelectual de Baralt y Díaz (38) no solamente salía a

relucir el amor por su ilustre antepasado; asistimos a un serio intento de rendir homenaje a un

prócer que consideran tratado injustamente por quienes habían escrito sobre la historia patria.
Como un elemento de juicio, bueno es recordar ,que en una de las más precisas historias

militares escritas y publicadas en el siglo XIX (el ya conocido Bosquejo de la Historia Militar

de Venezuela, escrito por José de Austria) se recoge valiosa información sobre esas campañas

de 1813-1814 donde perdiera la vida García de Sena. En nuestra opinión, en líneas generales, no

se cuestionó su actuación por parte de sus contemporáneos. Austria, que no sólo escribió sobre

esas campañas, sino que participó personalmente en el intento de socorrer a los sitiados de

Barinas, no condenó lo hecho por el jefe patriota que evacuó su escasa tropa de la asediada

ciudad. Pero, por supuesto, el doctor Pulido, descendiente de esos que sufrieron las

consecuencias de haber quedado desamparados en la asediada Barinas, no tenía los mismos

sentimientos.

*************************

Homenajes de Reivindicación a Francisco de Miranda.

La figura de Miranda fue "reivindicada" a través de variadas expresiones intelectuales,

entre ellas una <<Ofrenda>> de 1883 y la publicación de una obra de factura mayor por parte del

Marqués de Rojas en 1884.

<<Una Ofrenda>>.

En la Ofrenda del Estado Bermúdez en el Primer Centenario del Libertador (39), dentro

de los variados materiales que se imprimen ese año de 1883, en el volumen editado como

homenaje histórico, conseguimos también algo relacionado con Miranda.

Se reproduce un "Acta" del 12 de agosto de 1811 en la que se hace constar que en

consideración a a una medida similar del gobierno de Caracas, él de Cumaná ordena recoger

todos los papeles contrarios a Miranda producidos por el gobierno colonial. Ello obedeciendo a

que ahora éste es teniente-general y defensor de la causa patriota. (40)

Se buscaba con ello exhibir un raro documento de esa región que tal vez no tenía algún otro

que presentar como expresión de homenaje al héroe ahora reivindicado. El documento en


cuestión (anterior a 1812) por supuesto no alude a las duras recriminaciones de los que

cuestionaron al precursor su actitud en los difíciles días de la capitulación de 1812 y de la

entrega del generalísimo a los realistas por parte de sus compañeros de lucha que le llamaron

traidor (eso, cuando salía a relucir en los homenajes de entonces, se le calificaba de calumnias).

No obstante, los autores de la <<Ofrenda ...>> consideraron de gran importancia dejar sentado

que esa tierra oriental había iniciado, ya desde los lejanos días de 1811, un esfuerzo por limpiar

el pasado de Miranda. Acá puede verse esa creencia de que los héroes deben ser perfectos e

inmaculados ,y para eso deben hasta recogerse los documentos (¿ para destruirlos?) que puedan

manchar la imagen del aludido.

La figura de Francisco de Miranda , al ser honrada como héroe republicano, no dejaba de

producir en sus contemporáneos cierta desazón. Generaba admiración su venerable imagen de

"precursor de la independencia americana" asociada a sus proyectos constitucionales, su

fracasada invasión de 1806, su bandera tricolor y su activa participación en la Sociedad

Patriótica y en el primer Congreso Nacional constituyente de Venezuela. Por el contrario, no así,

la memoria de sus actuaciones como jefe político-militar de la Primera República -- la

denominada <<patria boba>> -- cuando en sus manos, se perdió ésta, culminando todo con la

ignominiosa capitulación de julio de 1812.

En el culto a este prócer, se trataba siempre de cantar a sus hazañas en favor de la

independencia de los Estados Unidos de América y de la Revolución Francesa. Ello permitía, no

sólo proyectar su estatura universal, sino echar a un lado el tratamiento de esos incómodos

hechos históricos que todos preferían olvidar, pues era difícil conciliar tales eventos con la

actuación de Bolívar y otros importantes protagonistas de la historia nacional.(41)

*********************

<<Un Caso Muy Especial>>.

A pesar de haber anunciado previamente que en esta parte de nuestro trabajo sólo se

considerarían publicaciones comprendidas dentro de la así catalogada como <<literatura

menor>> ; por razones muy especiales , nos atrevemos a insertar acá una importante obra

histórica escrita por el célebre Marqués de Rojas. Veamos esta <<Obra-Homenaje>> del citado
autor, atendiendo más al propósito que la animó, que a su extensión y calidad, muy superior -- lo

sabemos y reconocemos -- a la mayoría de los textos considerados en este capítulo.

Habiéndose ya considerado los otros materiales catalogados como reivindicadores de la

memoria del Precursor Miranda; se abordará ahora la evaluación del extenso volumen de 774

páginas publicado en 1884 y producto del esfuerzo de José María Rojas, el Marqués de Rojas.

(42) Esta obra fue su homenaje personal al generalísimo Francisco de Miranda y constaba de

una Introducción, una semblanza del biografiado y un amplísimo legajo de documentos sobre sus

campañas militares en Francia, las expediciones de 1806, cartas sobre la campaña en Venezuela

y documentos oficiales referentes a las campañas de 1811 y 1812.

En la Introducción a su obra-homenaje dice el autor que

"devolver honra y prestigio publicando testimonios en punto a la verdad histórica empañada por

las sombras del crimen o expuesta con tales mistificaciones que apenas si es conocida de la

actual generación venezolana, he aquí el objeto y la misión de este libro, con el cual trabajamos

en el propósito de historiar los acaecimientos de nuestra patria.

Enmudeciera nuestro entusiasmo si hubiéramos de hacer la apoteosis de un contemporáneo.

En buena hora narren otros con fácil pluma y pomposo elogio el éxito del día; reprodúzcanlo

hasta el infinito en estatuas coronadas con mirto y laurel floridos, y regeneren los estragos que la

intemperie ocasione en ellas. Nosotros, que no sabemos rendir culto al endiosamiento efímero,

narramos con amor las vicisitudes de un destino misterioso .... " [el de Miranda por supuesto].

(43)

Y agrega dolido, que debe hacerse algo por Miranda,"cuyos despojos mortales no tienen

tumba, y cuya fama no ha tenido hasta hoy más homenaje que una estatua de bronce colocada en

la plaza del Panteón de Caracas."(44)

Al hacer su semblanza de Miranda recuerda que ya hizo antes una de Bolívar. Resume las

actividades militares y políticas en Francia, Inglaterra, en la Venezuela de 1810, en la Sociedad

Patriótica junto con Bolívar ,los hechos de 1811 y 1812 hasta culminar con su prisión.

Es evidente que cuando el <<Marqués de Rojas>> hace su homenaje intelectual a Miranda, a

quien admira y a quien quiere hacer rendir merecido culto nacional, lo hace con el arma de la

verdad que le daba su amplísima recopilación documental y su comedido análisis. Asimismo, lo


es ,que alude a la efímera gloria de Guzmán Blanco y sus propias estatuas ,monogramas,etc. .El

autor marca distancia con muchos intelectuales que junto al culto a los héroes que merecían el

amor de la nación ,aprovechaban para destilar las más almibaradas adulaciones al "Ilustre

Americano".

Rojas, al hacer su personal homenaje patriótico-intelectual a don Francisco de Miranda,

no deja escapar la oportunidad de atacar a los que como Guzmán Blanco se habían "auto

homenajeado" con títulos grandilocuentes, estatuas, bautizos de estados, plazas, avenidas,

edificios públicos y otras formas que la adulación contemporánea estimuló y apoyó. No queda

duda, que Rojas, profundamente separado de todo aquello que simbolizaba el rastrero

guzmancismo, prefirió rendir tributo a Miranda, a Bolívar y a otros próceres, a su manera.

******************

El Caso del General Juan Bautista Arismendi.

Para cumplir la meta propuesta, sintetizaremos los aspectos más notables que sobre éste

conseguimos en la literatura consultada. Primeramente tenemos que destacar que la figura de este

general en jefe del ejército libertador casi siempre la conseguimos asociada con la cautivadora

presencia de su esposa, la heroína Luisa Cáceres de Arismendi y de la gloriosa gesta del pueblo

margariteño.

Arismendi, por haber tenido la suerte o la desgracia de haber estado en Caracas en los trágicos

momentos de la <<guerra a muerte>> , fue nombrado gobernador militar interino de esta

provincia, y con ese carácter, debió cumplir con las terribles órdenes del Jefe Supremo de la

república (Simón Bolívar) ,de ejecutar sumariamente a todos los prisioneros españoles que

estaban dentro de su jurisdicción.

Ese duro deber cumplido, así como sus otros largos servicios a la patria, peleando en su natal

Margarita o participando en otros acontecimientos político-militares de la época, le hicieron

ganar un lugar destacado en el recuerdo de los que escribieron la historia de Venezuela.

Cuando Juan Vicente González escribió y publicó su Biografía de José Félix Ribas (45) no

se limitó - como se sabe - solamente a escribir sobre la vida y obra del héroe de La Victoria. La

obra fue más allá de lo que el título sugiere, al profundizar fundamentalmente en el problema de
la llamada <<guerra a muerte>> decretada por Simón Bolívar en 1813 y llevada hasta sus

últimas consecuencias por brazos ejecutores como José Félix Ribas y Juan Bautista Arismendi,

entre otros.

Como ya vimos en páginas anteriores, González en su clásica Biografía dedica buena parte

de sus más duras críticas al jefe margariteño que se responsabilizó de las ejecuciones en Caracas

y La Guaira. Pero, afortunadamente (para J.B.A.) ,en fecha posterior, Mariano de Briceño,

escribió la biografía del prócer junto con una biografía de doña Luisa Cáceres, todo ello en el

contexto de una Historia de Margarita. (46)

El libro de Briceño califica de falsa biografía y libelo difamatorio a lo escrito años antes por

Juan Vicente González. Acusa a éste, de haber descansado en fuentes como la Gaceta de

Caracas redactada por realistas de la catadura de José Domingo Díaz. Sin duda alguna que el

esfuerzo de Mariano de Briceño en favor de Arismendi (a pesar de la carga afectiva que presenta,

pues J.B. Arismendi era su suegro) nos permite adentrarnos en muchos aspectos poco conocidos

de la historia regional margariteña en relación con la guerra nacional de independencia y de la

vida pública del biografiado.

Es evidente que el llamado <<libelo>> de Juan Vicente González, al presentar a

Arismendi como una especie de <<anti héroe>> sanguinario, cobarde e ignorante ; provocó la

reivindicadora respuesta de Briceño y la exaltada consagración oratoria por parte de Aguirre

Guerra; pero éste, no fue el único factor en contra que tuvo la memoria el héroe neoespartano.

Ese negativo retrato elaborado por el iracundo González, lo complementaron los otros

historiadores que testimoniaron sobre la participación del héroe margariteño en la liberación de

su isla natal, pero también criticaron las actitudes de éste al tratar de impedir la salida de tropas

margariteñas hacia otros escenarios de combate, así como su participación en los

acontecimientos de Angostura en 1819, cuando las intrigas contra Bolívar (ausente combatiendo

en Nueva Granada) culminaron con la renuncia del vicepresidente Zea y el nombramiento en su

lugar del general Arismendi, preso para ese entonces en la capital provisional de la república.

Consideramos , que en última instancia, no fueron esos ataques despiadados de González

o las veladas críticas presentes en las obras historiográficas mayores las que moldearon la

opinión del pueblo margariteño sobre su héroe. Más bien lo hicieron, trabajos como el de
Briceño, pero sobre todo, piezas oratorias como la pronunciada por Pedro Aguirre Guerra ,luego

publicada y seguramente - ávidamente leída - por miles de sus paisanos.

Esa literatura <<menor>> , por algunos despreciada, llegaba realmente a la gran masa,

como por el contrario no lo hacían, esas grandes obras de varios tomos, de circulación más que

restringida entre las élites cultas del país.

Las piezas que hemos reseñado antes y que de alguna manera nos ilustran ampliamente sobre

Arismendi tienen lógicamente marcadas diferencias entre sí. Primeramente, el texto de Juan

Vicente González (Biografía de José Félix Ribas) sólo toca tangencialmente a J.B. Arismendi

pues éste no es su tema central, no obstante, su importancia radica en que provocó ese acto de

reivindicación de su memoria a través de la pluma de su deudo Mariano de Briceño.

A la obra de Briceño sobre Arismendi si pudiéramos catalogarla de pieza literaria que

contribuyó a levantarle su pedestal heroico. Tal obra, pretendió hacer justicia a quien se había

querido reducir a ser solamente una figura regional con condenables incursiones en los trágicos

días de la guerra a muerte en Caracas y en la crisis política de 1819 en Angostura.

******************

Reivindicación de Diego José Jugo. (1890)

A este prócer ,Julio Calcaño le escribe y publica en 1890 una biografía (47) que pretende

rectificar algunos errores históricos y así reivindicar su memoria como <<el héroe de Turbaco>>.

El autor afirma que no ha faltado quien cante la gloria de Bolívar y Miranda. Por ello dedica

su trabajo a Jugo quien también realizó obra por la patria .Igualmente comenta las dificultades

presentes en la obra de autores fundamentales como Baralt y Larrazábal (donde se consiguen

errores históricos evidentes). Especialmente, sobre el segundo de los nombrados dice que se hizo

eco de un incidente denominado "la sorpresa de los realistas en Turbaco".

Señala Calcaño que "Don Diego de Jugo, el héroe republicano en aquel combate

homérico, ha dicho por la prensa que <<el desastre de Turbaco fue causado por una sorpresa que

no le era dable evitar a ningún jefe>>. Si el hecho de ser sorprendido un jefe, fuese suficiente

para deslustrar su gloria ¿ Qué sería de la de César sorprendido a las orillas del Sambro? [y
agrega] En asuntos de errores, son aún más notables los que contiene la Historia de la

Revolución de Colombia por D.José Manuel Restrepo ..."(48)

Realizada la crítica a los historiadores consagrados, inicia el esbozo biográfico propiamente

dicho recordando que Jugo perteció a esas familias <<dignas de los Fabios y de los

Escipiones>>. Don Diego nació en Caracas el 5 de agosto de 1798. Se incorporó como oficial del

ejército en las campañas de la Nueva Granada, fue con Bolívar a Jamaica, participó en la

Expedición de Los Cayos (1816), guerreó en Margarita y otras localidades del Oriente y tuvo la

oportunidad de volver a la Nueva Granada acompañando , junto con Montilla, a los legionarios

extranjeros enviados allí en 1820.

El biógrafo apela -- como era costumbre de la época -- a las comparaciones que le

permitiesen darle mayor brillo y belleza a su trabajo. Es así, que el modesto "héroe de Turbaco" ,

se transforma en un digno representante de "los Fabios y los Escipiones" de la antigua Roma, ve

convertida su acción en un "combate homérico" y su figura equiparada a la de César, aunque

fuese derrotado por una sorpresa "a orillas del Sambro". Ese tratar siempre de buscar una

referencia o equivalente necesariamente en los sucesos o personajes de la historiografía clásica,

era muy propio de los intelectuales venezolanos del siglo XIX. Sólo de esa manera, creían

engrandecer a sus objeto de culto.

Cuando los realistas atacaron a Turbaco, fue con sus fuerzas desde Cartagena y derrotó a los

atacantes: se convirtió así en el <<héroe de Turbaco>> el 10 de octubre de 1821.

Ya muerto Bolívar y disuelta la Gran Colombia,regresó a Venezuela y participó en la política

y administración del Zulia. En 1867 se le entregó su diploma de <<Ilustre Prócer de la

Independencia Suramericana>>. Al poco tiempo, el 8 de noviembre de 1871, muere y es

enterrado en Maracaibo en medio de gran admiración popular.

Aquí estamos en presencia de las usuales polémicas entre los que escribían sobre historia

entonces. El punto central es en este caso demostrar que no existió ninguna mancha en el

historial militar del coronel Jugo. Se considera que así se le rinde el tributo merecido a su gloria

ultrajada por esos historiadores tenidos como oráculos por la mayoría de la opinión. Tal posición

responde a una idea fuertemente establecida para la época: los héroes son sobrehumanamente
perfectos. Y si alguna vez alguien se atreve, de buena o de mala fe, a señalar algo que desmejore

esa imagen; siempre habrá alguien que salga <<pluma en ristre>> a enderezar el entuerto.

Coronas Fúnebres y Culto Heroico.

Estas "coronas" no eran otra cosa que un volumen impreso que recopilaba materiales

diversos relacionados con la persona notable fallecida: semblanza biográfica, méritos, honores

recibidos, etc. Entre las "coronas" localizadas tenemos las del general Andrés Ibarra, la de

Antonio Leocadio Guzmán y una para el doctor José María Vargas. No obstante , sólo

consideraremos la primera de ellas.

Una Corona para el Prócer Andrés Ibarra.(1875)

Una obra que nos sirve para conocer algunos aspectos de la vida del prócer fallecido en

1875 es una de las típicas <<coronas fúnebres>> que se publicaban entonces. (49)

El homenaje rendido al prócer consistió en la publicación de un volumen que contenía más de

un centenar de documentos y otros textos diversos: invitaciones para los funerales, decreto de

duelo nacional, biografía del oficial fallecido, selección de editoriales de la prensa nacional,

honores del Estado Guzmán Blanco, acuerdos de duelo de múltiples instituciones (gremios,

logias, periódicos); mesenianas, sonetos, epitafios, acrósticos, poemas recitados ante su tumba,

acuerdos de duelo del Congreso Nacional y de los estados Carabobo, Guárico, Zamora,

Portuguesa. Además, Antonio Guzmán Blanco como yerno del difunto recibe el pésame de los

grupos sociales, instituciones, la prensa, etc.

En su funeral, Andrés Ibarra recibe los honores de <<general en jefe>> y de prócer de la

independencia, destacando los textos publicados, su patriotismo y honradez ejemplar. Para darle

mayor importancia al duelo nacional se invitó a la oficialidad del ejército de la república a

concurrir con sus uniformes enlutados a rendir homenaje a quien representaba la gran obra de la

emancipación política de Venezuela.

La Opinión Nacional ,importante diario guzmancista de entonces, señaló en su editorial

titulado "Duelo de la Patria" (reproducido íntegro en la Corona Fúnebre) que "del cielo de la

antigua Colombia van desapareciendo una a una, las últimas estrellas que quedaban como
luminarias solitarias de aquella inmensa pléyade cuyo reflejo conserva el limpio cristal de la

historia ..." (50) .Se dice que murió a los sesentiocho años de edad y ofrecen detalles de su

participación en los acontecimientos de 1828, cuando le tocó enfrentar a los parricidas de la

conjuración septembrina.

Por su parte el Diario de Avisos (#665) , del cual se reproduce igualmente su comentario,

plantea con el título de "Un Prócer Menos" que "la patria acaba de perder uno de los ilustres

varones que le dieron independencia y libertad ..." .Destacan sus virtudes y por supuesto sus

méritos por salvar la vida de Bolívar en el atentado de 1828, quedando desde entonces inválido

de su mano izquierda por las heridas recibidas.

Culmina el escrito recordando los servicios prestados por Ibarra a la causa liberal y envía su

palabra de pésame a su hijo político, Antonio Guzmán Blanco.

Otro escrito titulado <<Exequias>> apareció en la Opinión Nacional (#1908). Este reproduce

el discurso del Dr.Laureano Villanueva quien profundamente conmovido demanda con su

palabra al tribunal de la historia la apoteosis de los grandes hombres de la patria. El orador hizo

además una semblanza de la vida de Ibarra en sus sesentiocho años.(51)

Esta <<corona fúnebre>> fue una de las pocas que pudimos localizar dedicada a un prócer de

la independencia. Otra que conseguimos es la correspondiente a don Antonio Leocadio Guzmán,

cuyo procerato es discutible, por decir lo menos. Y otra, la publicada en honor del Dr. José María

Vargas, la localizamos en una reedición realizada posteriormente.

La mayoría de tales "coronas" se publicaban como homenaje a personas comunes, y en ellas,

sus familiares y amigos (y casi siempre algún poeta) expresaban su dolor y admiración por la

persona fallecida.

Consideramos que la publicación de la Corona Fúnebre en homenaje a Ibarra fue

evidentemente una manera de rendir homenaje más bien al notable hijo político (A.G.B) y no al

suegro fallecido. Igual pudiera decirse de la correspondiente a Don Antonio Leocadio Guzmán.

(52)

La "avalancha" nacional de dolor por el deceso del antiguo edecán del Libertador, llegó al

extremo de exagerar ,evidentemente , la importancia de éste. Fue cierto que el joven pariente de

Simón Bolívar estuvo en los hechos de 1828 ,pero convertir ese acto de valor en una hazaña para
llegar hasta los honores de general en jefe, pareció a muchos, ir más allá de lo justo. Decir

también que fue uno de esos ilustres varones que nos dieron independencia y libertad, cae en la

misma desproporción.

En fin, puede asegurarse que la magnitud del homenaje (las 240 páginas de textos luctuosos

diversos) no necesariamente evidencian la real importancia histórica del difunto. Rindiéndole esa

desmesurada cantidad de cumplidos se le dio una infame utilización política al asunto. Guzmán

Blanco y su padre aprovecharon para echar las bases de esa venezolana tradición que denominó

Laureano Vallenilla Lanz (hijo) el <<gorrear los héroes>>.

*****************

Honras Fúnebres a Ilustres Patriotas.

Estas les fueron tributadas a quienes habían sido considerados ilustres próceres de la

independencia, héroes, padres o fundadores de la patria. Además de la celebración más

importante (la de Simón Bolívar) ,a lo largo del siglo XIX venezolano varios de estos próceres

fueron objeto de un elaborado ceremonial cívico-funerario. Entre ellos, los generales Carlos

Soublette (1870-1889) ,José Antonio Páez (1876-1888) , José Félix Blanco (1878-

1896) ,Atanasio Girardot (1891). Tomamos en cuenta para presentar el comentario sobre estas

ceremonias ,no solamente el momento cuando efectivamente se realizaron sino también la fecha

de la publicación donde se daba cuenta de dichas "honras fúnebres".

Honras Fúnebres al General Carlos Soublette.(1870-1889)

<<Después que yo muera se me hará justicia>>

(últimas palabras del General Soublette).

Soublette y Páez no recibieron mucha admiración por parte de sus contemporáneos .Aunque,

dadas las características personales de Soublette (tolerante,honrado,austero), éste salió mejor

librado. No obstante, tuvo que desaparecer de este mundo, para que sus méritos fuesen
reconocidos en forma unánime por sus paisanos de entonces. Como puede verse, no se equivocó

el anciano patriota cuando pronunció sus últimas palabras.

Los Homenajes a Soublette a raíz de su Muerte Reseñados por la Prensa de la Época.

En La Opinión Nacional (53) apareció una <<Nota luctuosa sobre la muerte del General

Soublette, acaecida en Caracas el día 11 de febrero de 1870>>.

En dicho comentario periodístico se dijo que "La corona de la patria que forman los héroes de la

independencia y los varones ilustres como administradores probos y patriotas abnegados, se va


deshojando poco a poco bajo el hálito implacable del tiempo; y de su antigua belleza no quedan
ya sino algunas flores medio marchitas, pero majestuosas como las ruinas de un antiguo
monumento. Desde Miranda hasta Bolívar, desde Madariaga hasta Zea, desde Sucre hasta
Bermúdez, desde Urdaneta hasta Carreño y Monagas, todos duermen en el sepulcro el sueño de
la gloria. El último florón que ha caído de esa corona patria, es el general Carlos Soublette,
muerto ayer a las siete y media de la noche, a la edad de ochenta años." (54)

La nota hace una semblanza del ilustre ciudadano que siempre ayudó a su patria con sabios

consejos de concordia y apego a las leyes. Le reconocen dotes de diplomático y estadista y sobre

todo destacan que descendió al sepulcro relativamente pobre.

Esto de la pobreza de Soublette fue señalado de manera destacada en ésta y en otras de

las notas redactadas por quienes rindieron homenaje al héroe recién fallecido. Sin duda alguna,

ello fue algo fundamental en el mensaje. Si bien no se trataría del caso de un verdadero indigente

o pobre de solemnidad, su situación era de, como anotábamos anteriormente, "relativa pobreza" ,

si se comparaba su situación con la de los otros próceres ,que si amasaron una cuantiosa fortuna

desde los tiempos de los arreglos de los "haberes militares". Los muy conocidos casos de José

Antonio Páez y de los hermanos Monagas , que no fueron los únicos , pero que si eran de los más

notorios latifundistas, lógicamente servían de obligada referencia comparativa en materia de

enriquecimiento personal, o de lo que entonces se denominó "las adquisiciones de la lanza".(55)

Otro trabajo publicado también en la misma edición de La Opinión Nacional y titulado

<<Exaltación de los Méritos y Servicios del general Carlos Soublette, con motivo de su
fallecimiento>> nos comunica que las manos del difunto prócer y expresidente nunca se

mancharon con el peculado, que bajó pobre al sepulcro después de vivir muy modestamente.

Sus servicios a la patria comenzaron cuando era un joven imberbe y se incorporó como

portaestandarte del ejército cuando se dio el grito de independencia. Sus ascensos en esas fuerzas

fueron producto de las innumerables campañas en que participó. En una de ellas, cuando

arribaron a Bogotá después del triunfo de Boyacá, y ya siendo jefe de Estado Mayor, Bolívar

colocó sobre su cabeza una corona que le habían obsequiado, diciéndole a Soublette y a

Anzoátegui que eran ellos los que la merecían.

Terminadas sus numerosas campañas militares de la época de la independencia le asignaron

variadas tareas administrativas y legislativas : Ministro, secretario de estado, intendente,

vicepresidente, presidente, agente diplomático, miembro del congreso, etc. Hasta los años

recientes, a pesar de su avanzada edad ocupó sus responsabilidades como magistrado y

ciudadano. (56)

Otro texto que podemos considerar es esta <<Reseña de las ceremonias del entierro del

extinto General Soublette>> : (57)

"Ayer a la hora fijada por el programa oficial, ocho de la mañana, se verificó la ceremonia de
entierro del Ilustre Prócer, general Carlos Soublette. La Iglesia Metropolitana donde tuvieron
lugar los oficios de inhumación, estaba convenientemente decorada de negro y con un aparato de
buen gusto por su sencillez. El tránsito de la casa mortuoria al templo fue exornado, de querer
espontáneo de los vecinos, con colgaduras de luto que hacían más grave el aspecto de la carrera.
El séquito era numeroso y en él se hallaban representados todos los gremios sociales , además de
las corporaciones civiles, órdenes militares, cuerpos diplomático y consular, empleados de la
nación y las congregaciones y funcionarios especiales del estado Bolívar. Abría la marcha el alto
clero presidido por el señor Deán, Gobernador del Arzobispado; y seguía antes del coche
fúnebre, un destacamento del cuerpo de matemáticos, conduciendo arrollada y de luto la bandera
nacional. Los Ilustres Próceres llevaban los crespones del féretro; y el resto de la comitiva
guardaba el orden correspondiente." (58)
Después de las ceremonias en la iglesia fue llevado el difunto hasta el cementerio de los

Hijos de Dios en medio de una gran concurrencia y salvas de artillería. Allí en el camposanto, el

Lcdo Cadenas Delgado pronunció el discurso de rigor para honrar al desaparecido patriota.

Consideran los redactores que no existiendo ningún móvil de interés en la espontánea

concurrencia que expresó tanta veneración y simpatía, debe pensarse que de esa forma la culta

sociedad caraqueña rindió tributo al verdadero mérito y a la virtud. Y concluyen señalando que

tal espontaneidad en el homenaje se debe a las condiciones del ciudadano desaparecido.

"Sólo a la verdadera virtud, a la santa honradez que baja al sepulcro ceñida con la blanca y
humilde toca de la pobreza, es dado arrancar esos honores póstumos, mas bien hijos del corazón
que de la cabeza; esas demostraciones fervorosas, espontáneas como el sentimiento; esa
admiración, ese <<dolor entusiasta>>,si es permitida la figura, que jamás pudo comprar la
malhabida riqueza con su oro, ni la gloria falsa con su engañoso brillo.

He aquí ! oh juventud ! lo único digno de la emulación y de la envidia de las almas que


aspiran a figurar honrosamente en los anales de la patria. Venezuela ha probado en ocasiones tan
memorables como la de ayer, que no será nunca una gran colonia fenicia como Cartago
compuesta de mercaderes descorazonados ,ni una Roma como la de Sexto Tarquino y Tulia; aquí
hay un gran fondo de sentimiento moral que lucha con el interesado positivismo, y al fin
triunfará el primero del segundo, porque es preciso creer en el dedo invisible de la Providencia !
" (59)

Los conceptos vertidos en estos escritos anteriores resumen valores muy arraigados para

entonces en nuestras élites. Tomando en primer lugar las palabras finales que citamos antes, se

ve como una concepción providencialista de la historia es explícitamente enunciada, y aún más,

se lanza un reto al <<positivismo>> que no sabemos exactamente a quien o a quienes aludía. De

la misma forma , véase como el modelo de comparación siempre es la historia clásica de Roma

antigua. A ésta antigua república , cuando aún no había degenerado por la corrupción, se le toma

como modelo de virtud.

La reiterada exaltación a la pobreza y honradez del finado se inscribe en la tradicional

valoración al desprendimiento quijotesco hispano muy propia de la mentalidad moral católica

que juzga como algo pecaminoso la ambición de bienes materiales, la riqueza acumulada, la

búsqueda del éxito como razón de la existencia. Mas que todo, pareciese que nos regodeáramos

en el fracaso que se manifiesta en la pobreza al final de la vida, el martirio, la negación, la

persecución. Acá no podemos evitar, recordar nuevamente la posición de Ángel Bernardo Viso ,

quien magistralmente esboza en su obra esta visión de la mentalidad nacional venezolana.


La enumeración de las virtudes ciudadanas más apreciadas junto con la presencia de un

genuino y desinteresado dolor colectivo por la desaparición del viejo patriota es recogida por los

textos publicados.

También se publicaron otras notas luctuosas en homenaje al finado general en los periódicos

de Caracas y del interior de la república (60). Entre las que se recogen, tenemos las expresiones

de condolencias del gobierno del Estado Aragua, las del señor Evaristo Fombona y de Esteban

Palacios, este último ,presidente del Estado Aragua. Asimismo se hicieron conocer unas

<<Breves crónicas referentes al fallecimiento del general Soublette, para rendirle testimonios de

admiración por su ejemplar existencia al servicio de la nación>> ;unas <<Ultimas Palabras del

General Soublette>>; una nota de condolencia a la familia Soublette titulada <<Pésame a la

familia especialmente afligida en el duelo nacional que ocasiona la muerte del ilustre prócer,

amigo y compañero de Bolívar ,general Carlos Soublette>>; el <<Decreto del gobierno de

Carabobo con motivo de la muerte del general Carlos Soublette>> ; la <<Manifestación de duelo

nacional por la muerte de Carlos Soublette>>;el <<Decreto del encargado de la administración

del Estado Zulia, José María Hernández, en ocasión de la muerte del general Carlos Soublette>>

(decreto de honras fúnebres) ;un artículo de José A.Serrano, donde expresa condolencia por la

muerte de su amigo Carlos Soublette; las <<Honras Fúnebres en el Estado Zulia a la memoria del

General Carlos Soublette>> y finalmente un texto titulado <<Varios ciudadanos de Carúpano se

asocian al duelo nacional por el fallecimiento del General Carlos Soublette>>.

Puede pensarse que hubo muchas otras manifestaciones similares publicadas en la prensa

nacional así como otros actos de homenaje a la memoria del honrado patriota que fue Soublette;

sin embargo , las indicadas son suficiente indicio del impacto nacional del evento.

Todas las producciones citadas eran las muestras de duelo oficial o formal que se estilaban

entonces. Y es de pensar, que el difunto las merecía y ellas reflejaban bien lo que éste había sido.

Esta y otras reseñas de honras fúnebres (en este caso las de Soublette) tienen gran

importancia para el estudio de nuestro tema; ellas expresaban muy bien las costumbres y la

mentalidad de la época. Aunque pudiera señalarse que en todos los tiempos han existido esas

ceremonias y que ellas estaban más o menos generalizadas; la diferencia radicaba en que lo que

pudiese haber sido una simple ceremonia privada, se convertía en una manifestación colectiva de
culto a una personalidad histórica a la que se presentaba como paradigma de la sociedad. Con

esos actos se llevaba un mensaje patriótico a amplios sectores nacionales, que impactados por

esos discursos, sermones, poemas, artículos de prensa se acercaban aunque fuese de manera muy

limitada al conocimiento de su propia historia nacional.

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Honras Fúnebres y Homenajes al General José Antonio Páez

Los Antecedentes del Homenaje Póstumo 1876-1890.

El llamado "Centauro de los Llanos" , "Ciudadano Esclarecido" o "León de Payara" tuvo,

junto con Carlos Soublette, José Tadeo Monagas y Santiago Mariño; entre otros, la particular y

difícil condición de haber sido prócer reconocido de la independencia nacional, y al mismo

tiempo , el carácter de controversial personalidad que ejerció el poder político nacional o la

oposición (cívica o armada) durante largos períodos del tormentoso siglo XIX venezolano. Ello

determinó , a veces , que se inclinara negativamente la balanza, a la hora de reconocerles sus

méritos o rendirles homenaje nacional.

En los años inmediatamente posteriores a la guerra de independencia venezolana, estos

luchadores de la gesta emancipadora, Páez entre ellos, no van a recibir sino el limitado homenaje

de ser llamados <<próceres>> y el recuerdo de sus grados, medallas y condecoraciones; durante

los períodos en que no se los retiraron como represalia política.

Salvo la gran apoteosis hecha a Bolívar en 1842 ,auspiciada por Páez y Soublette, no se

pretendió rendir abierto culto a ese círculo de los <<fundadores de la patria>>, como alguna vez

se les denominó. Por supuesto , que tampoco ninguno de ellos intentó auto-homenajearse con

estatuas y cosas similares a las hechas por Guzmán Blanco y su padre; este último , hasta se hizo

reconocer como <<Ilustre Prócer de la Independencia Suramericana>> sin serlo en realidad.

La hoja de servicios del Gral José Antonio Páez (61), nos permite tener una idea general sobre

algunos de los más importantes reconocimientos que recibió éste durante su larga vida pública y

luego después de su fallecimiento.


Páez fue ampliamente agasajado en las oportunidades que visitó o tuvo que residenciarse en

los Estados Unidos de América, en Francia ,México, Argentina y otros lugares. Allí, en el

extranjero, se le otorgaron grados de general, condecoraciones y otros reconocimientos. Mas en

Venezuela, sólo después que el paso de los años y su muerte en el exilio en 1873 enfrió un poco

la pasión política; su memoria recibió el homenaje patriótico en medio de los actos de duelo

nacional por la traída de sus restos al país.

Antonio Guzmán Blanco tomó la iniciativa oficial en ese sentido, a pesar de los

enfrentamientos políticos que tuvieron hasta los años finales de la Guerra Federal. Dejando en el

olvido ese pasado, decretó el 11 de febrero de 1876 , la colocación de los restos de Páez ,al igual

que los de otros próceres, en el Panteón Nacional.

Como esos restos estaban en New York, ciudad donde había fallecido el general, años

después, el presidente encargado Hermógenes López decretó el 4-2-1888 el traslado de ellos a

Venezuela. Allí en New York se le tributaron honras fúnebres de despedida e igualmente a su

llegada a Caracas se organizaron solemnes exequias a los restos.

El nuevo presidente, Juan Pablo Rojas Paúl ,decretó el 1ro de enero de 1890 la erección de

estatuas a los generales en jefe de la independencia: Juan Bautista Arismendi, Manuel Piar, José

Félix Ribas, Santiago Mariño y José Antonio Páez. No obstante, solamente las correspondientes

a Ribas y J.B.Arismendi se erigieron en realidad. Casi igual suerte corrió la decisión de la

Universidad de Los Andes de levantar una estatua del Centauro en el patio del instituto, de ella

sólo se llegó a concluir la base.

Lo que si se hizo fue celebrar el Centenario del natalicio de Páez el 12 y 13 de junio de ese

año de 1890 con toda la pompa posible en Caracas y todo el país.

Honras Fúnebres al Ilustre Prócer.

Veamos con más detalles el proceso de traslado de los restos del ilustre prócer y ex presidente

a la luz de algunos documentos fundamentales.(62)

Fue el Ministerio de Relaciones Exteriores, a través del consulado venezolano en New York,

el encargado del asunto, complicado en ciertas instancias por problemas judiciales y de


relaciones con los deudos del difunto general, especialmente con uno de sus hijos: Ramón Páez,

quien entabló una demanda de embargo de los restos hasta no conocer exactamente la naturaleza

de los homenajes u honores oficiales que tales restos recibirían en su tierra natal.

Para el 4 de enero de 1888 comunicaba la cancillería que "Deseoso el gobierno de

Venezuela de tener en el Panteón Nacional los restos gloriosos de todos aquellos que se
distinguieron notablemente en la magna guerra de nuestra independencia y hallándose en el
Marble Cemetery de New York los del general José Antonio Páez, varón insigne que ilustró las
páginas de nuestra historia con hechos gloriosísimos conocidos del mundo entero y que llevan la
alabanza de los que al genio y al valor rinden culto, no vacila en traerlos al seno de la patria para
colocarlos en sitio de honor en aquel templo que la nación levantó para tal fin ... "(63)

Finalmente, después de un amplio intercambio de notas entre los representantes del

gobierno y los herederos del finado general, se aclaró la situación y se procedió a concretar el

varias veces anunciado solemne traslado de los restos y homenaje a su memoria. (64)

Llegados los restos de Páez al país, se celebró la apoteosis decretada por el gobierno nacional.

El caso del general J.A.Páez es interesante. Recibió siempre extraordinarios reconocimientos

y homenajes en los Estados Unidos de América, Argentina y otras naciones; pero en su propio

país se le regateó hasta más allá de su muerte aunque fuesen, sus legítimos laureles de patriota.

Sin duda alguna que , como decíamos al comienzo, en la balanza se ponía como de más peso lo

que había sido su vida pública después de 1823 cuando venció al último reducto de resistencia

armada realista en Venezuela.

A partir de allí ,su actuación en los tiempos de la Cosiata, sus dos presidencias, sus

insurrecciones contra Monagas y su <<Dictadura Senil>> de 1861-1863 le produjeron suficientes

enemigos internos como para execrarlo del corazón de buena parte de sus compatriotas.

Sin embargo, es bueno señalar, que no era sólo un asunto de "magnanimidad" de los

gobiernos del tiempo del Liberalismo Amarillo ,la traída de sus restos y la organización de los

actos de homenaje; sin la figura de José Antonio Páez, quedaba un vacío muy difícil de

disimular. Por ello, en aras de legitimar la gloria de sus pares y además la de los promotores de

los homenajes, no se escatimaron esfuerzos por hacerle justicia, aunque tardía, al prócer llanero.

Honras Fúnebres y Homenajes al Padre y General José Félix Blanco.


Sobre este cura de almas, guerrero patriota en la lucha por la emancipación , meticuloso

cronista de las campañas militares de las que fue partícipe, y -- sobre todo -- compilador y

custodio de los papeles del Libertador; se escribió siempre con admiración y respeto. Su nombre

figuró siempre en todas las relaciones que se publicaron entonces sobre la guerra de

independencia y se le asoció más que todo con la noble tarea de rescatar y publicar junto con el

historiador Ramón Azpurúa la colección documental que llevó sus nombres; dándole así

continuidad a la pionera tarea de los doctores Francisco Javier Yanes y Cristóbal Mendoza que

les antecedieron en ese noble trabajo.

Una obra, aunque no escrita por un venezolano, publicada en Londres hacia 1878 nos da una

interesante visión de la Venezuela de entonces. En ese libro escrito por James M. Spence (65) se

describen las escenas del fallecimiento y los funerales del venerable y anciano prócer , ya

restituido de nuevo al orden sacerdotal que había abandonado para convertirse en hombre de

armas, administrador republicano y luchador político liberal.

El autor citado, nos dice que el Padre y general José Félix Blanco murió en Caracas el 18 de

marzo de 1872, cuando ya había alcanzado la edad de noventa años. Lo llama patriota

distinguido que aunque administró bienes del Estado sólo dejó como única riqueza una colección

de documentos de Simón Bolívar. A pesar de su avanzada edad, su muerte fue sentida por todos,

y por ello , el representante del Poder Ejecutivo , señor Antonio Leocadio Guzmán, los ministros

y las fuerzas militares con sus enlutadas banderas y música marcial asistieron al desfile que

atravesó las calles de la ciudad llenas de gente. Hubo un solemne servicio religioso en la

catedral que culminó a las ocho de la noche y después se le dio sepultura al austero republicano.

Esta precisa descripción, aunque realizada por un escritor extranjero, tiene un interesante

valor testimonial sobre el ambiente de fervor patriótico que despertó la desaparición de Blanco

en el pueblo de Caracas y entre los que se consideraban los herederos de las glorias del ejército

Libertador.

El homenaje nacional recibido por el Padre y general José Félix Blanco hacía coincidir

sobre su venerable figura el recuerdo sobre una de nuestras polifacéticas figuras heroicas.

Prácticamente más nadie podía exhibir esa múltiple condición de prócer de los días del 19 de
abril de 1810, capellán y oficial activo en arriesgadas campañas militares, probo administrador

republicano, dirigente político liberal, historiador patriota bolivariano e ilustrado hombre del

clero (nuevamente) en los años finales de su existencia. Su persona era una referencia moral e

intelectual para el país que lloró su desaparición física. Por ello, esos actos reseñados por la

prensa de su tiempo y por el testimonio del libro de Spence estaban más que justificados.

Más adelante, en 1896, se volvió a publicar su biografía junto con la de otros próceres.

Quería el autor de la misma rendir otro homenaje a su venerable memoria.

De acuerdo con lo señalado por Azpurúa (66) el Padre José Félix Blanco nació el 24 de

septiembre de 1782; participó en los acontecimientos del 19 de abril de 1810 y en las campañas

militares de la guerra de independencia nacional. Durante esos años de lucha, fue designado

administrador de las Misiones del Caroní (de gran riqueza entonces) y aunque salió pobre

después de concluir esa tarea renunció a recibir sus haberes militares a que tenía derecho.

Acotamos nosotros, que las reiteradas menciones a su desprendimiento, rectitud y

honradez, eran en cierta manera, una denuncia en contra de los que gracias a las "adquisiciones

de la lanza" se habían convertido en los más ricos latifundistas y árbitros del poder político

nacional.

Aunque fue leal a Bolívar en la crisis política de 1826, posteriormente, el gobierno venezolano

lo encargó de diferentes tareas administrativas y judiciales; entre ellas , las de administrar la

importante renta del tabaco en Barinas que alcanzaba a más de 114.000 pesos.

Participó activamente en la vida política y llegó hasta a ser postulado (como liberal) en varias

oportunidades a la presidencia de la república, aunque sin éxito. Hacia 1855 se retiró a la vida

privada para poder dedicarse a escribir y organizar sus papeles históricos. Finalmente, para el

año 1862 pidió de nuevo al Papa de Roma su rehabilitación sacerdotal, la que obtuvo al año

siguiente.

Cuando muere, una década después, el 18 de marzo de 1872, deja una limpia y larga hoja de

servicios y una vida ejemplar.(67)


Dos comentarios periodísticos de <<La Opinión Nacional>> son incorporados en el texto

homenaje al Padre Blanco. En el primero, el editorial del 19-3-1872, se hace una amplia reseña

sobre la vida y obra del personaje al que califican de "última reliquia viviente de aquel día

inmortal en los fastos de América del Sur" (se refieren al 19 de Abril de 1810) .En el segundo, de

fecha 20-3-1872, se describen los honores rendidos al difunto por parte de las autoridades

representadas por A.L.Guzmán, el alto clero y las fuerzas militares de la guarnición de la capital.

Todos los textos publicados sobre el Padre Blanco coinciden en destacar su honestidad y su

contribución a los estudios históricos al compilar y publicar su archivo bolivariano. En un tiempo

cuando varios próceres que no habían tenido bienes de fortuna antes de la guerra, eran después

(como dijo Vallenilla Lanz) los más ricos del país ; exhibir esa pobreza, a pesar de haber

administrado cuantiosos bienes, y encima de eso haber renunciado a las recompensas materiales

legítimas, era ,sin lugar a dudas, suficiente razón para ser considerado, algo así, como un santo

varón. Al lado de la dilatada riqueza acumulada por Páez y los Monagas, se destacaba aún más la

honrada y austera figura del Padre Blanco.

**********************

Un Recuerdo Sobre las Honras Fúnebres de Atanacio Girardot.(1895)

La mejor expresión intelectual que hemos localizado sobre la significación de Girardot es un

trabajo escrito por don Arístides Rojas (68). Este texto de 1891 describe la trágica muerte del

oficial neogranadino después de la victoriosa batalla de Bárbula en 1813 y las solemnes

ceremonias que se tributaron al finado. En este caso de Girardot, puede apreciarse uno de los más

tempranos y deliberados actos de culto heroico.

De acuerdo con la narración de Rojas, Bolívar decretó (Boletín # 16 del Ejército Libertador

del 1-10-1813) una elaborada ceremonia de honras fúnebres. Se ordenó llevar el corazón de

Girardot en una urna o arca en procesión hasta la catedral de Caracas donde se le honraría
guardándole en lugar destacado. Debía realizarse un desfile, tocarse las campanas, llevar luto el

ejército, etc.

Todo ese ceremonial es criticado como excesivamente romántico o incompatible con la

sencillez republicana; y fue, mas que todo, producto de la imaginación "oriental" de Bolívar. Se

agrega que tales cosas aunque caían muy bien entre nosotros, hubiesen sido rechazadas en el

Norte, y se supone , que el objetivo de toda la ceremonia estuvo dirigida a causar una buena

impresión entre las tropas neogranadinas y en el gobierno y pueblo hermano que las había

enviado.

Reconquistada Caracas por las tropas realistas de Boves, éste pretendió que el arzobispo le

entregara el corazón de Girardot supuestamente colocado al lado del sagrario de la iglesia matriz.

Mas éste se negó a cumplir la exigencia de Boves contestándole que previendo lo que pudiese

ocurrir ya había dado cristiana sepultura a los despojos en el cementerio de la ciudad.

Fue muy triste la historia de la madre del héroe objeto de la crónica de Rojas, pues perdió

también a su esposo en 1816 y a su otro hijo en la batalla de El Sombrero (17-2-1818).A pesar de

todo eso, la anciana Josefa Díaz, madre y esposa de esos mártires estaba en la miseria en 1848

cuando reclamó socorro del Congreso Nacional de su país.

La reseña hecha por don Arístides Rojas sobre el destino del corazón de Girardot y sobre las

desventuras de esa familia patriota nos permite visualizar una muestra pionera de lo que sería el

culto heroico asociado a las ceremonias religiosas como medio de estimular la unidad nacional y

la conciencia de patria.

Muchos otros héroes deberán esperar varias décadas, o hasta siglos, para alcanzar una apoteosis

similar a la realizada con los despojos mortales del hermano neogranadino, que vino a cubrir con

su sangre las laderas del cerro de Bárbula, convirtiéndose así, de allí en adelante, en un símbolo

para una patria que pedía héroes a emular. Solamente, un historiador como José de Austria (entre

los estudiados antes por nosotros) , reseña esos tempranos actos de culto heroico. Recuérdense,

los actos organizados por la Sociedad Patriótica de Caracas (en honor de los primeros miembros

de la misma caídos en batalla) y los auspiciados por la Junta Suprema para honrar a los mártires

de Quito en 1810.

***********************
Las Apoteosis.

Estas interesantes ceremonias de consagración heroica quedaban plasmadas en una

publicación conmemorativa que se dedicaba al homenajeado. Allí se recogían todos los textos

que formaban esta especie de muy solemnes <<Honras Fúnebres>>. Como muestra

representativa de este tipo de expresión intelectual de culto heroico seleccionamos la siguiente:

Apoteosis del Doctor José María Vargas.(1877)

En honor a este prócer civil, se celebró una apoteosis en Caracas el día 27 de abril de 1877

por disposición del <<Gran Demócrata>> General Francisco Linares-Alcántara, entonces

presidente de la república.

Tal Apoteosis del Eminente Ciudadano Doctor José María Vargas fue recogida en una

publicación oficial (69) que contenía un conjunto de documentos relacionados con el homenaje

y traslado de los restos de J.M.Vargas al Panteón Nacional; el discurso del Padre Juan B.Castro

en La Guaira; discurso a los restos de Vargas en el Panteón Nacional ; Silva a la memoria de

Vargas; Discurso de honras fúnebres; Oración del Doctor Riera Aguinagalde en el Panteón

Nacional; Poesías a Vargas y otros textos.

Veamos con más detalles este contenido.

El Padre Castro en su discurso de La Guaira (bautizada entonces como Distrito Vargas) llama

bienhechor a Vargas y hace una semblanza de su vida. Plantea que "Dios que tiene en sus

manos el destino de los pueblos y que los levanta y los abate según su voluntad, al disponer que
Venezuela se elevara al rango de nación libre e independiente, le preparó también hombres que
la dirigieran con sus luces en el nuevo camino que Su Providencia le trazaba. Entre éstos aparece
Vargas que descuella en medio de sus contemporáneos por el doble prestigio de la virtud y el
saber ..... “
El orador, al esbozar los rasgos biográficos de Vargas, su educación y su vida pública concluyó

haciendo notar que "Vargas fue no solamente un sabio y un servidor de sus conciudadanos, sino

también un hombre profundamente religioso."(70)

El texto, típico de la oratoria sagrada de entonces , incorpora, como se ve, una

concepción providencialista de la historia. El Padre Castro recoge en sus palabras un juicio

integral sobre la personalidad de Vargas, al valorarlo no sólo como la figura política que fue,

sino también como hombre de ciencia y de profundas convicciones religiosas católicas. En este

aspecto, era Vargas una de esas pocas personalidades venezolanas que podía exhibir esa

cualidad; pues si descartamos al Padre y general José Félix Blanco, la mayoría de los próceres

nacionales, no fueron figuras asociadas a una profunda fe religiosa. Todo lo contrario, algunos de

ellos, fueron más bien, masones, librepensadores o simplemente indiferentes a esas

preocupaciones teológicas.

Francisco Mármol León pronuncia un discurso en el acto de recibimiento de los restos de

Vargas en el templo de San Francisco en Caracas.

En sus palabras anuncia el significado de las apoteosis a los grandes hombres. Estos los

valoramos cuando los años han pasado, las generaciones se han sucedido y acontecimientos

políticos de extraordinaria magnitud han conmovido el suelo patrio. Hace una narración de los

aspectos notables de la vida de Vargas: sus estudios de medicina, el ejercicio profesional en

Cumaná, los acontecimientos de 1812, su prisión en La Guaira, la terrible historia de 1813-1814,

su emigración forzada, sus nuevos estudios en Inglaterra y finalmente su regreso a la tierra natal

en 1825.

Bolívar ,que era grande verdaderamente, continúa Mármol León, le pone al frente de la

educación pública. Luego vendrá su tiempo al frente de la presidencia donde trató de demostrar

que <<el mundo es del hombre justo>> y su memorable comisión que lo llevó a Santa Marta

para traer los restos del Libertador de vuelta a la patria.

A través de los años continuó como maestro de la juventud, y al final de su vida, dona para el

beneficio de ésta, todos sus bienes, premios, colecciones de libros, etc. Fue un verdadero

"sacerdote de la ciencia [por todo ello, le dice] Anciano venerable, descansa en paz !!" (71)
Véase como el orador asocia al homenajeado con la figura de Bolívar ,que por grande si

era capaz de valorarlo con verdadera justicia (Bolívar lo puso al frente de la educación nacional).

Igualmente, Vargas, consecuente con el Libertador, fue su albaceas y cumplió la honrosa tarea en

Santa Marta. Esa relación con el héroe máximo, era un aspecto de la mayor relevancia a la hora

de valorar otros méritos: aportes como médico ilustre, educador, magistrado civilizado, altruismo

al legar sus posesiones a la universidad.

El cuadro lo cerramos destacando la belleza literaria de textos como la <<Silva a la memoria

del sabio y virtuoso ciudadano Doctor José María Vargas>> ,leída ante su catafalco en la iglesia

de San Francisco en Caracas (72);el discurso pronunciado por el Dr. J.M.Samper en las honras

fúnebres del Dr.J.M.Vargas el día 26 de abril de 1877 también en la iglesia de San Francisco

(73);la Oración a Vargas pronunciada por el Dr.Riera Aguinagalde, orador de orden en el

Panteón Nacional el 27 de abril de 1877, día de la apoteosis (74); las poesías, los editoriales de

los diarios nacionales, la reproducción de la biografía escrita por Azpurúa y finalmente la

<<Corona Fúnebre>> , impresa originalmente en 1854. En ella, cada uno de los colaboradores

escribe un fragmento y lo firma para expresar el dolor por la muerte de Vargas en la ciudad de

New York el 13 de julio de 1853 y la veneración por el sabio y virtuoso ciudadano. (75)

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Un tanto en esa misma dirección de la <<apoteosis>> tributada en 1877 al Doctor

Vargas, conseguimos una expresión intelectual que por su contenido es muy similar al trabajo

precedente. El valioso impreso publicado en 1886 que también localizamos en nuestra pesquisa

es la Ofrenda Presentada a la Memoria del Sabio Dr.José María Vargas, con Motivo de su

Centenario. (76)

El texto, auspiciado por una empresa de farmacia de Maracaibo ,viene ilustrado con un retrato

a página completa del homenajeado. Dicha empresa, fundada desde 1879, tomó el nombre de

Vargas y puso su retrato en su salón principal para honrar al fundador de las ciencias médicas

venezolanas.
En el escrito de presentación se califica a Vargas de magistrado íntegro, abnegado y probo

ciudadano, ilustrado patriota, progresista y filántropo. Además como es de esperar se hace un

balance de su vida desde su nacimiento en La Guaira el 10 de marzo de 1786 hasta su muerte en

la ciudad de New York el 13 de julio de 1853.

Al destacar la integridad, probidad, ilustración, patriotismo y filantropía del Dr. José

María Vargas no sólo se le hacía justicia a sus verdaderas cualidades de hombre civilizado, sino

que se valoraba a uno de los pocos, que no debía su procerato a la casaca militar, las heridas de

guerra o a su participación protagónica en los congresos que echaron las bases de la república.

La página de ofrenda firmada por Anjel Urdaneta (con "j" y que era el patrocinante) culmina

señalando que el 27 de abril de 1877 se había realizado el traslado de sus restos al Panteón

Nacional y con ello el reconocimiento de todo el país a sus méritos.

La obra en cuestión, presenta un variado contenido: literario, histórico, científico.

Veamos algunas de sus partes.

Primeramente, una <<Biografía de Vargas>>.Reproducen una que toman de <Los Hombres

Útiles de Todos los Países> texto editado por Rojas Hermanos. Reitera datos conocidos sobre su

carrera médica, actuación política, virtudes personales.

Discurso del Dr.Gregorio Méndez. Dicha pieza oratoria fue originalmente pronunciada en el

<<Colegio Vargas>> de Curazao el 31-8-1872 con motivo de la colocación de una efigie del

epónimo en el salón de actos.

En el texto se califica a Vargas de modelo para la juventud americana y de ciudadano que

luchó tal como lo hicieron los Sojo, Uztariz, Escalona, Echezuría que combatieron "por sacar a

Venezuela del letargo y la oscuridad de la ignorancia; y, más afortunado que el ilustre .... Sanz,

logró consagrar toda su vida a la obra del patrio engrandecimiento por la propagación de las

luces." (77)

<<A Vargas en su Centenario>> se tituló la Oda escrita en Maracaibo por el Dr.I.Vasquez

como homenaje al ilustre sabio.

En ella el poeta canta al origen de la gloria de Vargas cuando nos dice:

"No al hierro, que homicida suele empuñar la diestra, por el rencor movida en hórrida
palestra ,debes el claro timbre de esa gloria que hoy la patria discierne a tu memoria."
"Ni al veleidoso mando....
"Ni al oro .....
"Si a la virtud ....

Obsérvese, como el poeta canta al hombre cuya gloria no proviene de la carrera de las

armas; ni tampoco de la falsa y vana gloria que se hace crecer gracias al poder político y

económico ( ¿ obvia referencia a los que se auto-homenajeaban, como el Ilustre

Americano? ) .Extasíase sí, el bardo ,ante la virtud, la verdadera fuente de la gloria.

Otra oda, una danza y algunos textos que destacan aspectos particulares del homenajeado

completan la obra: Vargas como químico y una conferencia entre Vargas y Carujo, tomada de un

libro de Laureano Villanueva.

Es evidente que estos homenajes realizados en honor al Dr. Vargas, tanto el de carácter oficial

como el promovido por la iniciativa privada, destacan un tipo de heroísmo diferente al que se

cantaba normalmente. Este estaba representado por las virtudes de Vargas, su dignidad de

magistrado civil, sus aportes a las ciencias médicas y a la educación elemental y superior, una

vida austera y apegada a su fe religiosa y ,finalmente, su filantropía que lo llevó a consagrar su

vida a sus alumnos y sus enfermos.

Las biografías, discursos, poemas, ensayos y otras producciones intelectuales publicadas

destacan siempre al ilustre médico como la representación de la civilización (ciencia, educación,

democracia, ética) enfrentando al atraso, la guerra, la barbarie. Por ello el culto que se ofreció a
tal eminente ciudadano tuvo como oficiantes a notables personas de talento y el altar no podía ser

solamente el del Panteón Nacional.

Frente al militarismo, el caudillismo y la barbarie de las guerras civiles, la silueta del

sabio Vargas se destacaba como una luz que enceguecía en medio de aquella oscuridad. Su

heroísmo se levantaba sobre las aulas y laboratorios de la facultad de medicina, los hospitales y

hogares donde atendía sus pacientes, su rectorado universitario, su despacho presidencial , su

oficina de encargado de la instrucción pública o su curul de senador de la república. Bien era

cierto que no podía proclamar acciones heroicas en los campos de batalla, pues el mundo que

escogió no fue ese, sin embargo, a pesar de quienes intentaron inútilmente enlodar su nombre de

honrado civil (acusándolo de realista, cobarde, reaccionario, etc.) ese nombre siempre salió
inmaculado ante los ojos de sus conciudadanos que si valoraron la virtud de auténtico patriota

venezolano.

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Poemas Patrióticos.

Seguramente, las piezas poéticas reseñadas en esta parte, no fueron las únicas publicadas,

pues además de las que estaban incorporadas en otros textos mayores: Coronas Fúnebres,

Descripción de ceremonias de honras fúnebres, discursos y otras obras; debió haber muchas otras

que ,o no se publicaron, o no han podido ser localizadas todavía. Entre las notables piezas

localizadas están las dedicadas a Francisco de Miranda y a Antonio Ricaurte.

Un Poema a Miranda

El poeta Heraclio Martín de la Guardia también cantó a Don Francisco de Miranda en su

descripción de las fiestas del centenario del Libertador (78). De esa manera se sumó a la

reivindicación del prócer.

En el <<Canto II>> , dedicado íntegro al Precursor le dice a éste:

"Precursor de la luz en la tiniebla


claridades extiende,
y en el fulgor de relámpago la puebla?
Un guerrero !
su nombre
le ostenta el libre Norte ya en su historia !
A Francia democrática envanece !!
Expresión de una idea, mas que un hombre
mensajero parece
del humano derecho y de la gloria !

(....) No triunfa; pero deja


En el abierto surco la simiente !!
va cual león, que por tornar se aleja
y la batalla próxima presiente !!

Despiértase en las venas bullidora


la misma sangre ardiente
herencia de España su opresora !
La misma que en ocaso, y en Oriente
Por la Cruz y la Patria combatía,
y el ibero pendón ,de gente en gente,
triunfante alzó por emular un día !

(...) Y el hado, su enemigo,


cambiole en noche la radiante aurora!
y la tierra indignada fue testigo
de la saña cruel de su opresora !
Quien buscaba la luz cayó en las sombras;
rompió cadenas y murió en cerrojos, (...)
Y a las puertas está del sacro templo;
y del sol de Bolívar
aguarda ver los rayos soberanos:
fue de grandeza y de infortunio ejemplo,
y el odio mereció de los tiranos !!

De capital importancia en este poema es el profundo mensaje histórico que presenta. Ese

canto II rememora lo que fue la vida toda de Miranda. Primeramente, su carácter de "precursor",

que aunque no triunfa deja una simiente; su presencia en el "libre Norte" (los Estados Unidos de

América) y en la "Francia democrática" donde dejó huellas, es una manera de decirle que su

figura es universal.

La sutil alusión a la herencia española de Miranda y los patriotas, cuya sangre común

corría en las venas, era una manera de no olvidar aquel pendón, aquella fe y aquella nación que
había sido la de los antepasados y que trescientos años después, emulando a los mayores,

sostendrán un nuevo pendón, con la misma pasión que le daba esa sangre ardiente que bullía en

sus venas.

Este canto pintó poéticamente lo que fue la tragedia mirandina. Su obra de pionero o

precursor tardíamente reconocida; la desgracia de su larga prisión en el arsenal de La Carraca de

Cádiz hasta su muerte en el obscuro calabozo; y para colmo, el odio de los realistas que lo

persiguió hasta más allá de la muerte.

El poema, a pesar de recordar a la opresora España y sus tiranos, alude también a la España

de la cruz y de la patria, a la que abrazó vastos continentes con su pendón y nos dejó la herencia

de su sangre ardiente.
En fin, el canto a Miranda es un canto a la historia común de ambas naciones, un canto a

Bolívar (quien tan duro recriminó a don Francisco) pero que ahora desde el interior de su

Panteón lo baña con su luz de nuevo sol de la patria que llega hasta la estatua del que

supuestamente les gritó el año de 1812 <<bochinche, bochinche>> .

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Poema a Antonio Ricaurte.

Además de las innumerables menciones que recibe este prócer en la mayoría de las

narraciones históricas nacionales, siempre recordándose su sacrificio heroico en San Mateo

donde hizo estallar el polvorín; nos parece de gran valor el poema de Marco Antonio Saluzzo

titulado <<En Loor a Ricaurte>> fechado en 1863 e incorporado en un texto antológico

publicado en Homenaje al Centenario del Libertador. (79)

Cantó Saluzzo así al héroe neogranadino:

"Pugnaba el patrio acero


por sacudir el yugo de un tirano,
cuyo blasón guerrero,
Nuncio de la maldad y el desafuero,
Era terror del mundo americano.

(...) cual rábidos alanos


invaden ya la tierra abandonada
los furentes hispanos;
Y Boves a su frente, van ufanos
tremolando una enseña ensangrentada.

El héroe apercibido
en la ardua liza, cual león espera
al monstruo fementido,
que, ebrio de sangre y de maldad movido
sobre sangre y maldad, soñando impera.

Ya coronó la cumbre
al son de hórrido estruendo y vocería
la fiera muchedumbre;
Mas, Qué radiante y subitánea lumbre
en faz del astro rey aumenta el día ?

(...) Ricaurte que espera


al monstruo vencedor con pecho fuerte,
sobre la misma ara
Do va a inmolarse heroico, le prepara
suplicio de expiación, lecho de muerte

(...) la tea enciende la pólvora (...)

Salve, prócer indiano,


a eterna fama y a loor nacido !
tu esfuerzo sobrehumano
patentiza a los siervos y al tirano
que quien quiere ser libre no es vencido

(...) El genio de la historia


redimirá tu nombre del olvido,
Tu nombre que de gloria
pura bañado, en plácida memoria
será de gente bendecido.

La patria americana
muestra en Los Andes tu inmortal trofeo,
memoria soberana;
y de odio exenta mas de gloria ufana,
Sus Termópilas mira en San Mateo."

Es difícil decir algo que no signifique sólo admiración por ese canto del fino poeta e

historiador que fue Saluzzo. En él se nos presenta la visión literaria de un duro momento del

sangriento, y por eso así llamado, año terrible.

Y aunque Saluzzo anuncie que estábamos ya exentos de odio, el propio poema está cargado de

todo ese clamor contra los tiranos, sanguinarios, monstruos, alanos (bárbaros), nuncios de la

maldad, fiera muchedumbre, furentes hispanos, etc.

Para Saluzzo, al igual que para otros intelectuales contemporáneos, el ideal de libertad, el

ideal de patria no era otro que el mismo de las gloriosas Atenas y Esparta. Por ello, la mención a

las "Termópilas" era infaltable en la conmemoración del sacrificio del héroe que se inmoló

volando el polvorín en San Mateo y con él a las fuerzas realistas atacantes, ofreciendo su vida,

como lo hizo en la antigüedad el valiente Leónidas deteniendo con sus espadas y lanzas a los

"bárbaros" persas.
Otra muestra de esos poemas patrióticos es este otro dedicado al mismo héroe Ricaurte.

El texto ,compuesto por don Andrés Bello, pintó así al mártir de San Mateo. (80)

<<Con los de Codro y Curcio el de Ricaurte


Vivirá ,mientras hagan el humano
Pecho latir la libertad, la gloria
Vióle en sangrientas lides el Aragua
Dar a su patria lustre , a España miedo:
El despotismo sus falanges dobla,
Y aun no sucumbe al número el denuedo.

A sorprender se acerca una columna


El almacén que con Ricaurte guarda
Escasa tropa: él, dando de los suyos
A la salud lo que a la propia niega,
Aléjalos de sí: con ledo rostro
Su intento oculta. Y ya de espeso polvo
Se cubre el aire ,y cerca se oye el trueno
Del hueco bronce, entre dolientes ayes
De inerme vulgo, que a los golpes cae
Del vencedor: mas no, no impunemente:
Ricaurte aguarda de una antorcha armado.

Y cuando el puesto que defiende mira


De la contraria hueste rodeado
Que ebria de sangre a fácil presa avanza;
Cuando el punto fatal ,no a la venganza,
(Que indigna juzga) al alto sacrificio
Con que llenar el cargo honroso anhela
Llegado ve, Viva la patria, clama;
La antorcha aplica; el edificio vuela.>>

Este, al igual que otros poemas en honor de los caídos en San Mateo, exalta el sublime

valor heroico del joven oficial neogranadino que prefirió entregar su vida antes que permitir que

las huestes de Boves tomaran los ansiados recursos del parque almacenado bajo su

responsabilidad. Este canto, no deja de presentar las usuales referencias a los guerreros de la

antigüedad clásica y al valor de los patriotas que enfrentaban a España.

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Un Comentario Final.

Todos los textos revisados, independientemente de la forma utilizada (simples

biografías, discursos, escritos reivindicadores de la memoria maltratada por alguna otra

publicación, coronas fúnebres, descripciones de honras fúnebres, apoteosis y poemas) ; tenían

algo esencial en común: Esos aportes de los intelectuales de la época contribuían poderosamente

a mantener encendida esa llama patriótica al idealizar las figuras de los próceres -- hombres o

mujeres -- que habían llevado adelante la gesta emancipadora.

Los escritos considerados antes -- en su mayoría -- se garantizaron su amplia difusión a

través de la prensa, las hojas sueltas, los folletos de económica y rápida circulación; pero

también , mediante la palabra viva de los oradores en los diferentes actos cívicos a los que asistía

el pueblo. Esto último, en un país con altos niveles de pobreza, analfabetismo y escasas

bibliotecas era vital para explicarse cómo el mensaje histórico podía llegar a las masas.

El tratamiento recibido por los héroes y heroínas de la patria estaba íntimamente asociado

a un esquema muy generalizado en el mundo intelectual de la época. Esas figuras modélicas

(paradigmas del valor, de la honradez, de las virtudes cívicas, del amor a la patria y a la libertad)

fueron presentadas usualmente comparándolas con las correspondientes o equivalentes de la

historia grecorromana. Casi todos los homenajes fueron realizados a los héroes ya fallecidos

(muchas veces, el escrito se presentaba en los propios funerales del homenajeado) . Y ello, no

solamente fue cierto en el caso de las piezas literarias explícitamente escritas o presentadas con

ese motivo (Descripción de Honras Fúnebres, Coronas Fúnebres, Apoteosis, etc.) ;también , a

muchas biografías, discursos y poemas se les podía asociar a ese ambiente de iglesias,

cementerios y Panteón Nacional.(81)

No cabe duda que en este sentido se seguía una muy antigua tradición que podía

remontarse a esas ceremonias en las "tribunas de las arengas" (Atenas, Roma) , en los

<<Rostros>> del Foro romano, y por qué no, en esa sólida tradición de la oratoria sagrada de la

Iglesia Católica y su elaborado ritual funerario.


NOTAS (Primera Parte del Capítulo IV)

(1) n.a. En los casos donde se indica el año 1877 marcándolo con un asterisco -- 1877 * -- éste
corresponde a la publicación de la biografía de ese personaje en la obra de Ramón Azpurúa
(Biografías de Hombres Notables... , Op.cit, Caracas, 1877) .De la misma manera, en el caso de
la fecha --- 1896* --- esta corresponde a la obra Tres Próceres ... del mismo autor.
Obsérvese que en la lista, solamente J.B. Arismendi, Luisa Cáceres de Arismendi, M.M. de las
Casas, Ramón García de Sena, Diego J. Jugo y Eulalia Ramos Sánchez de Ch. o Eulalia Buroz
no aparecen registrados en las citadas obras de Azpurúa. No obstante, si aparece biografiado un
importante número de otros próceres de los cuales esa es la única mención importante que
conocemos, además de las que obtienen en las obras generales de historia nacional de su tiempo.

(2) Ramón Azpurúa: Biografías de Hombres Notables de Hispanoamérica (Obra mandada a


publicar por el ejecutivo nacional de los Estados Unidos de Venezuela, presidido por el Gran
Demócrata General Francisco L. Alcántara). Caracas, 1877 Cuatro Vols. Edición Facsimilar:
Ampliada con índices alfabéticos, Ilustraciones e informaciones biográficas adicionales. Caracas,
Ediciones Mario González, 1986

(3) No todos los incorporados presentan la respectiva información sobre la primera aparición del
respectivo texto. Se indican las siguientes fuentes: EL LIBERAL (Caracas, 25-7-1837) ; un
texto fechado en Cumaná el 25-12-1831; EL PROMOTOR (Caracas, 1-1-1834)) ; folleto
(J.Austria, Caracas, 1851) ; DIARIO DE AVISOS (Caracas, s/f. # 288) ; EL CORREO DE
CARACAS (3-9-1853) ; GACETA DE VENEZUELA (#289) ; GACETA DEL GOBIERNO DE
CARACAS (# 167 del 11-4-1829) ; Felipe Tejera (1873) ; EL LIBERAL (# 649, Caracas, 1-5-
1847) ; DIARIO DE AVISOS (Caracas, 13-1-1855) ; DIARIO DE AVISOS (Caracas, 20-8-
1853) ; EL CORREO DE ULTRAMAR (#1044, 1870); T.Heres (publicación en Caracas, abril
de 1866) ; GACETA DEL GOBIERNO DE CARACAS (19-3-1828) ; EL COLOMBIANO
(Caracas, 1825) ; Hoja Firmada por “Sus amigos de Trujillo” (1865) ; Hoja publicada en Puerto
Cabello (1856) .

(4) Otra de las pocas damas biografiadas fue Luisa Cáceres de Arismendi. Véase especialmente
la obra citada de Mariano de Briceño: Historia de la Isla de Margarita ... Biografías del
General Juan Bautista Arismendi y de la señora Luisa Cáceres de Arismendi. Caracas, 1885

(5) José de Austria: Biografía del General de División Mariano Montilla (Del Orden de los
Libertadores) .Caracas, Imprenta de Manuel Carreño, 1851
Este mismo trabajo aparece incorporado en la obra de Ramón Azpurúa: Biografías de Hombres
Notables de Hispanoamérica (vol.I, pp.264-294) Por razones de comodidad utilizamos en este
trabajo esta versión, pues la original sólo puede verse en la división de Libros Raros y
manuscritos de la B.N.

(6) n.a. Seguramente Austria tenía casi lista dicha biografía y solamente le agregó algunas
reflexiones finales al conocer la muerte del prócer que había arribado ya a los sesentinueve años.

(7) José de Austria: “Mariano Montilla” en Ramón Azpurúa: Op.cit. vol.I, p.265

(8) Ibidem, p.283

(9) Ibidem, p.293


(10) Ibídem, p.294
(11) Francisco Cobos Fuerte: “Materiales para la Biografía del general Carlos Soublette” pp.19-
31 en Estudios y Discursos Sobre el General Carlos Soublette ... Caracas,ANH,1977

(12) Arístides Rojas: Biografía de Eulalia Ramos Sánchez de Chamberlain, Célebre Heroína
de la Casa Fuerte de Barcelona, llamada erróneamente Eulalia Buroz, victimada el 7 de
abril de 1817. Caracas, 1885 (reimpreso en 1925)

(13) n.a. El texto, aunque escrito hacia 1885, y seguramente divulgado en la prensa; se publicó
también en forma de libro en 1925 como parte de los actos de inauguración de un monumento a
la dama en Barcelona, sitio de su martirio. Ella recibió también otros homenajes, entre los que
podemos mencionar la escritura y puesta en escena de una obra dramática sobre su muerte en la
defensa de la Casa Fuerte de Barcelona. Véase el Primer Libro Venezolano De Literatura ...
(Sección de Teatro Nacional, género histórico y patriótico: “Eulalia Buroz”) .Caracas, 1895 .Ver
también: Ramón B. Luigi: “La Casa Fuerte de Barcelona” (Oda). Barcelona, 1882. pp.103-108 ,
en Apoteosis ... Ofrenda Del Estado Bermúdez ... Caracas, 1883. En realidad la oda sólo hace
referencia a ese lugar como “bastión de libertad”, a Rivas (así con “v”) y Freites; pero no
menciona a la célebre heroína local.

(14) J.M.Seijas García: Rasgos Biográficos del Ilustre Prócer de la Independencia Sur
Americana Gral Ramón Centeno Mejía. Caracas, 1889

(15) Luis María Castillo: Mi Ofrenda al Padre de la Patria en la gloriosa fiesta del de su
Centenario (Discurso de Orden en la inauguración de la estatua del general Francisco de
Miranda....) Caracas, 1883 .
Véase también: Ramón Hurtado Sánchez: Las Fiestas del Primer Centenario del
Libertador .... (recoge el discurso citado antes junto con otros similares)

(16) L.M.Castillo: Op.cit. ,p.47

(17) Ibídem, p.50

(18) Ibídem, p.51

(19) Jesús M.Espíndola H. : Discurso de Orden ... en la Plaza <<Gómez>> de La Asunción ....
La Asunción, spi, 1883

(20) J.M.Espíndola H. :Op.cit. ,p.2

(21) Ibídem,pp.2-3

(22) Idem

(23) Pedro Aguirre Guerra: Palabras Pronunciadas en la Plaza Arismendi la noche del 27 de
octubre ..... La Asunción, 1884
n.a. No debió ser casual la escogencia de la fecha del acto, esto es , el 27 de octubre, víspera de
San Simón, día onomástico del Libertador Simón Bolívar, que entonces se celebraba
preferentemente, de acuerdo con la tradición española en vez del día natalicio , en su caso el 24
de julio.
(24) Felip e Santiago Casanova: “Discurso...” reproducción del texto en pp.167-175. Op.cit.

(25) El mismo discurso reimpreso como Ofrenda a la Memoria del general Carlos Soublette
en su Centenario ... Caracas, Imprenta El Economista, 1890 . pp.183-196. Op.Cit.
(26) Ibídem, p.175

(27) Luis Sanojo: “Discurso...” Ibídem, pp.167-175. ver también pp. 181-183: “Discurso ante la
tumba de Soublette pronunciado por el Lcdo. Manuel Cadenas Delgado”.

(28) Marco Antonio Saluzzo: “Discurso ...”,Ibídem, pp.191-197

(29) n.a. El orador está considerando obviamente las nuevas condiciones políticas a partir de la
reacción anti guzmancista del gobierno de J.P.Rojas Paúl y por supuesto la demolición de las
estatuas del <<Ilustre Americano>>.

(30) M.A.Saluzzo: “Discurso...”,Ibídem, p.190

(31) Ibídem, p.193

(32) Ibídem, p.197

(33) Idem

(34) H.Lange (Representante) : Verdades Históricas (Defensa de la Memoria del coronel


Ramón García de Sena....). Caracas, 1881

(35) Lucio Pulido: Historia Patria. La Retirada y Abandono de Barinas por el coronel Ramón
García de Sena el 18 de enero de 1814. Caracas, 1881

(36) H.Lange (Representante): Verdades Históricas - No.2 - (Vindicación de la memoria del


coronel Ramón García de Sena...). Caracas, 1881

(37) Defensa Documentada de la conducta del comandante de La Guaira Sr. Manuel


María de las Casas en la prisión del general Miranda y entrega de aquella plaza a los
españoles en 1812 ..... Caracas, 1843

(38) R.M.Baralt y Ramón Díaz: Resumen de la Historia de Venezuela ... ,


vol.II, pp. 219 -224

(39) Apoteosis de Bolívar. Ofrenda del Estado Bermúdez en el Primer Centenario del
Libertador.... (documentos) Caracas, 1883

(40) Op.cit. ,p.207

(41) M.Landaeta Rosales: El Panteón Nacional...


Durante el gobierno de Joaquín Crespo (1895), considerándose que los restos de Miranda se
habían perdido en la prisión de La Carraca de Cádiz se decreta la erección de un Cenotafio en el
Panteón Nacional. El monumento de mármol se inauguró el día fijado para la apoteosis del
héroe.
(42) El Marqués de Rojas: El General Miranda. París, 1884

(43) El Marqués de Rojas: Op.cit. ,pp.VII-VIII

(44) Ibídem, p.VIII

(45) Juan Vicente González: José Félix Ribas - Biografía (Prefacio de Rufino Blanco
Fombona). Caracas, MEN, 1946
(46) Mariano de Briceño: Historia de la Isla de Margarita
(Hoy Nueva Esparta) Biografías del General Juan B. Arismendi y de la señora Luisa Cáceres de
Arismendi. Caracas, 1885 (Segunda edición)
n.a. No hemos podido localizar la primera edición de la obra de Briceño, la cual debió publicarse
entre 1865 y 1875, pues a la obra que enfrentó (la de Juan Vicente González apareció en 1865) y
el autor de la Historia reivindicadora de la memoria de Arismendi murió en la última fecha
indicada.

(47) Julio Calcaño: El Héroe de Turbaco. Rasgos Biográficos del Ilustre Prócer coronel D.
Diego José Jugo .... Caracas, 1890

(48) J.Calcaño: Op.cit. ,p.8

(49) Corona Fúnebre en Honor del General Andrés Ibarra, Ilustre Prócer de la
Independencia Sur Americana y el Edecán Herido en Bogotá la noche del 25 de setiembre
de 1828, defendiendo la vida de su jefe el Padre de la Gran Colombia, Perú y Bolivia.
Caracas, 1875

(50) La Opinión Nacional. (Reproducción de textos en Corona Fúnebre ...) ,Op.cit,p.10

(51) La Opinión Nacional. Reproducción de los textos en Op.cit.


N.A. buena parte del discurso del Dr.Villanueva incluido en esa obra consultada en la Biblioteca
Nacional (LRM) está mutilado.

(52) Corona Fúnebre del Ilustre Prócer de la Independencia Sur Americana Coronel
Antonio Leocadio Guzmán .... Caracas, 1885

(53) La Opinión Nacional .(Reproducción de los textos en,


pp. 593 - 595) en Soublette y la Prensa de su Época ... Caracas, ANH, 1979

(54) Op.cit. ,p.593

(55) n.a. Esta fue—en su tiempo—una muy ilustrativa expresión de Simón Bolívar, quien
escribiendo a Don Pedro Gual (carta fechada en Guanare el 24 de mayo de 1821) le confesaba
sus preocupaciones por la situación futura del país.
Simón Bolívar: Obras Completas. vol.I, pp.559-560
Felipe Larrazábal: Vida de Simón Bolívar ... (Op.cit.) ,vol.II, p.272

(56) Soublette y La Prensa ...,Op.cit.,pp.596-604

(57) Ibídem, pp.607-609


(58) Ibídem, p.607

(59) Ibídem, pp.608-609

(60) El Federalista; La Opinión Nacional; El Occidental (Maracaibo) ; El Noticioso


(Carúpano). Ibídem, pp. 609-622

61) Gral. Manuel Landaeta Rosales: “Hoja de Servicios del Gral. José Antonio Páez” , pp.287 -
319, en José Antonio Páez Visto Por Seis Historiadores .... Caracas, 1973

(62) tomo I, pp.400-419, Documentos Para la Historia de la Vida de José Antonio Páez ...
Caracas, ANH, 1976
Ver también: Honores al General José Antonio Páez (Actos de la comisión encargada de
trasladar de Nueva York a Caracas las cenizas de este ilustre prócer de la independencia de
Venezuela). Caracas, Imp. Nacional, 1888

(63) Documentos Para la Historia de ... Páez ... ,p.400

(64) Ibídem, pp.401-410

(65) James M.Spence: The Land of Bolívar... London, 1878


Ver además , La Opinión Nacional (reproducción de textos publicados) . Ramón Azpurúa:
Op.Cit. pp.115-117

(66) Años después del fallecimiento del Padre Blanco y de la celebración de las respectivas
honras fúnebres; Ramón Azpurúa publicó en 1896 una obra en la que incorporó una biografía de
este ilustre sacerdote y general escrita originalmente en 1865 por José Antonio Calcaño y
modificada y ampliada por el mismo Azpurúa en 1877 para su ya mencionada obra mayor.
Ramón Azpurúa: Tres Próceres de la Independencia ... presbítero José Félix Blanco,...
Caracas, 1896
Ramón Azpurúa:Biografías de Hombres Notables de Hispanoamérica. Caracas, 1877. Op.cit.
vol.I, pp. 186 - 214

(67) Véase la nota # 65, reseña de sus funerales.

(68) Arístides Rojas: El Corazón de Girardot 1813-1814 ... Caracas,1891

(69) Apoteosis Del Eminente Ciudadano José María Vargas Celebrada en Caracas el Día
27 De Abril de 1877 ... Caracas, 1877

(70) Op.cit. ,pp.72-77

(71) Ibídem, pp.78-83

(72) Ibídem, pp.83-86

(73) Ibídem, pp.87-94

(74) Ibídem, pp.94-101


(75) Ibídem, pp.189-213

(76) Anjel Urdaneta & Co. (con “j” en el original): Ofrenda Presentada a la Memoria del
Sabio Dr.José María Vargas con Motivo de su Centenario. Maracaibo, 1886

(77) Op.cit. ,p.5

(78) Heraclio Martín de la Guardia: El Primer Centenario del Libertador en Caracas ....
Caracas, 1883

(79) Marco Antonio Saluzzo: “En Loor a Ricaurte” pp. 49-52


en Apoteosis ... Ofrenda del estado Bermúdez... Caracas, 1883

(80) El poema de Bello para honrar a Ricaurte lo conseguimos incorporado en una biografía del
joven militar neogranadino escrita por Ramón Azpurúa en su obra antes citada.
R.Azpurúa: Op.cit. vol.II, pp.512-519 (véase especialmente la página 515 de la obra) > del
fragmento, parte de un poema titulado <<América>> hay otro registro en una obra antológica
titulada Bolívar, Cantos Patrióticos a la Memoria del Libertador. Caracas, 1851
n.a. Aunque no es un Poema—sino una obra dramática - es interesante considerar que hacia 1865
se escenificó en Caracas una obra histórico-dramática que titularon Ricaurte en San Mateo. El
texto, del que sólo tenemos referencias por la obra de Carlos Salas (Historia del Teatro en
Caracas. Caracas, 1967), fue escrita y puesta en escena por el actor español Emilio Segura el día
28 de octubre, onomástico del Libertador.

(81) n.a. Ver apéndices—al final del trabajo—que incluyen otros textos relacionados con los
próceres venezolanos.

**************************************
Capítulo IV.

Segunda Parte.

Obras Dramáticas e Historia de Venezuela.

A lo largo del siglo XIX , varios intelectuales venezolanos escribieron y pusieron en escena

algunas obras dramáticas de contenido histórico. Por ejemplo, en la sección "Teatro Nacional" ,

escrita por E. Méndez, y que es parte de la notable obra colectiva Primer Libro Venezolano de

Literatura, Ciencias y Bellas Artes / Ofrenda al Gran Mariscal de Ayacucho publicada hacia

1895 localizamos una lista de obras dramáticas de carácter histórico, conocidas para ese entonces

(1).

Según el autor, éstas eran: "Boves" ; "Eulalia Buroz" ; "Araure ..." y "Triunfar por la

Patria". El mismo Méndez indica que ese género histórico-patriótico lo cultivaban en Venezuela

Pedro Arismendi Brito, José Bernardo Gómez, Celestino Martínez, Francisco González Guinán y

Felipe Tejera.

Además de las obras dramáticas ya nombradas, se incluyen en el libro, noticias sobre dos

monólogos de José A.Calcaño, Eduardo Calcaño y Elías Toro: "Bolívar en Santa Marta" y

"Miranda en la Carraca".

A pesar de haber obtenido esas referencias, tales obras no pudimos evaluarlas pues no

pudieron ser ubicadas en las bibliotecas consultadas. Solamente pudimos conocer algunos

detalles de la obra titulada Araure ! Drama Histórico En Tres Actos, escrita por Celestino

Martínez (2) y que fue un texto preparado por el autor como homenaje al Libertador en el primer

centenario de su natalicio. El contenido, lógicamente como lo indicaba el título, se refería a la

célebre batalla de ese mismo nombre. Asimismo, pudimos conocer en relación con la obra

mencionada en la lista simplemente como <<Boves>> que la escribió Pedro Arismendi Brito con

el título de Lealtad y Venganza o Cumaná en los días de Boves y fue publicada en Caracas

hacia 1863.
Las obras dramáticas que localizamos y que pudimos analizar como muestra

representativa ,las presentaremos en orden cronológico de acuerdo con la fecha de publicación

del texto o la noticia de su primera puesta en escena. Suponemos que todas ellas efectivamente

fueron representadas públicamente, no obstante, de dos de ellas tenemos mayores noticias: las

tituladas <<Policarpa Salavarrieta>> y <<El Tirano Aguirre>>.

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El Fanatismo Druida ... (1839)

Presentaremos en primer término el trabajo de Pedro Pablo del Castillo quien hizo

imprimir en 1839 un drama histórico escrito en verso suelto, para representarlo en tres actos. El

texto publicado en Caracas apareció bajo el extraño nombre de El Fanatismo Druida o la

Sacerdotisa. (3)

El mensaje de la obra no es otro que un canto o elogio a la libertad de un pueblo que luchaba

contra sus opresores. En la obra, los galos enfrentan a los romanos para defender su suelo.

Lógicamente, la identificación histórica debía ser con los galos (los conquistados, los vencidos,

los aborígenes) y no con los romanos (los conquistadores, vencedores, invasores). De esa

manera, un tema aparentemente extraño a la realidad venezolana, era en última instancia, una

manera poética de predicar contra los antiguos opresores, contra los cuales habíamos luchado

hasta obtener la independencia nacional.

Era una manera sutil de presentar un discurso histórico anti español (leyenda negra) sin

plantearlo abiertamente. En este caso, los galos defendiendo su patria, defendiendo su libertad

contra la opresión de la conquista romana, resultaban idealizados como los equivalentes a los

aborígenes venezolanos enfrentando a los conquistadores españoles que le arrebataron su

libertad. Este paralelismo histórico era lo que seguramente se esperaba que los lectores o los

espectadores del drama llegaran a internalizar.

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Drama Patriótico en Elogio y Recuerdo del Glorioso Día 19 de Abril de 1810 y los

Triunfos .... [de] Simón Bolívar. (1840)

Esta obra dramática dedicada a Bolívar tiene gran importancia por rendir abierto

homenaje al héroe y relacionarse estrechamente con la historia nacional en una fecha tan

temprana como 1840.

El texto titulado Drama Patriótico en Elogio y Recuerdo del Glorioso Día 19 de Abril de

1810 y los Triunfos Inmortales del Primer Caudillo de la Libertad Sudamericana Simón

Bolívar (4) escrito por José María Gámez y publicado en 1840 ,tiene una dedicatoria al Dr. José

María Vargas; sus personajes son Marte y Hércules y la escena corresponde supuestamente a

Caracas, capital de Venezuela.

El decorado sugerido por el autor para la puesta en escena era un templo de color mármol

blanco, dedicado a la inmortalidad. En su pavimento debía verse el Panteón de Bolívar con

trofeos guerreros, cadenas y cetros destrozados, la espada libertadora, palmas y laureles, el

pendón nacional, flores y la estatua de la libertad; todo ello iluminado por el Sol del 19 de Abril.

Escena Única (en verso) Marte y Hércules frente al templo.

En ella menciónanse las batallas de Junín, Ayacucho y Carabobo; la acción toma el camino del

Orinoco, los Andes y el Potosí.

Y dice el dramaturgo a través de sus personajes:

"Referid las campañas numerosas


do inmortales patriotas esforzados
la santa independencia conquistaron
nombrad al impertérrito soldado
que ha dejado el trono conmovido
cual coloso del Sena ...;decid osados
<<que él venció con vosotros los serviles
y dejó en su memoria cinco estados>> " (...)

Continúa la acción dramática cantando al "Aquiles sudamericano" a los campos de

Granada y Venezuela; al apureño y al bogotano y al "suelo en que nacisteis !oh Bolívar !"

Y finaliza con una "Canción Marcial" cantada a coro:


"De la patria el honor y la gloria
ciudadanos alegres cantad;
o ventura feliz diez y nueve
o placer ! el gozar libertad! (...)
pues Caracas recuerda tus glorias;
y a Bolívar su Dios tutelar."

La obra ,de la que no sabemos a ciencia cierta, si en realidad llegó a ponerse en escena y con

cuál éxito o aceptación, tiene todo un trasfondo clásico grecorromano, especialmente en el

decorado sugerido para la puesta en escena y en el estilo.

Junto con esos elementos clásicos (Aquiles suramericano, dios tutelar, inmortales

patriotas) , conseguimos un mensaje nacionalista hispanoamericano y bolivariano ; que canta a

Bolívar (Dios tutelar) ; a la geografía del continente americano (Orinoco, Andes, Potosí) y que

compara al Libertador con Napoleón Bonaparte (cual coloso del Sena).

El lenguaje de la obra y su contenido patriótico y bolivariano, no nos debe extrañar, pues

parece corresponderse muy bien con el ambiente de esa Caracas que ya se preparaba a rendir

homenaje apoteósico al magno héroe dos años después en 1842.

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Policarpa Salavarrieta la Víctima de la Libertad ...(1850)

Este trabajo tuvo un estilo similar a otro que se escenificará posteriormente bajo el título

de <<Patria y Honor>> .

La obra Policarpa Salavarrieta La Víctima de la Libertad: Drama Histórico y

Nacional ... fue escrita por Lisandro Ruedas, quien la hace publicar en Valencia en 1850 y

anuncia además que la estrenó el 19 de abril de ese mismo año en el teatro de esa ciudad.(5)

El drama se escenifica supuestamente en Santa Fe de Bogotá, durante el año de 1817. Los

personajes eran los siguientes: Policarpa; el amante de Policarpa; Samano (el virrey) ; Carlos

Díaz (oficial español) ; un anónimo soldado español; un sacerdote; un alcalde y una comparsa de

soldados, mujeres y gente del pueblo.


Tres actos, divididos éstos en varias escenas , sirven para presentar el espectáculo teatral.

Veamos el primer acto:

Escena 1. Carlos y Henrique, embozados y con una linterna avanzan por una calle oscura.

Espían las casas de los patriotas.

Escena 2. Los dichos de Policarpa. Esta declama unos versos referidos a la patria oprimida

que lucha.

Escena 3. Los dichos y Alejo.

Escena 4. Casa de Policarpa. Mesa con papeles de los patriotas. Los espías tratan de observar

por la ventana para averiguar.

Escena 5. Los dichos de Isabel. Avisan a Policarpa la llegada de un comisionado con noticias

de las crueldades y persecuciones de los españoles. “te llaman la heroína de América". Santander

y los bravos de Casanare agradecen los informes que envías sobre los enemigos.

Acto Segundo. Escena Primera:

Ejecución de los prisioneros patriotas por orden del virrey Samano. Lo hace en honor a un

triunfo de los realistas en Venezuela. Referencia a Bolívar.

Acto Tercero. Fusilamiento de Policarpa. Muere desafiando a los verdugos realistas.

Este drama es pionero de una línea de trabajo que continuará en las décadas siguientes. En él

se recoge la vida de una mujer heroica que la ofrece por un ideal de libertad, que está asociado

por otra parte, con su amor por un hombre comprometido con la misma causa.

Esa actitud de arrostrar todos los peligros por la victoria de la causa de la emancipación

nacional, enfrentando a los malvados realistas , capaces de los mayores actos de crueldad; todo

ello, aunque termine con la muerte en el campo de batalla o con la ejecución de los prisioneros,

sirve de ejemplo moral, de integridad y fe revolucionaria , de martirologio para la posteridad.

Debe considerarse que el mensaje patriótico de este drama representado y seguramente

leído por muchos, es muy claro: Policarpa muere desafiando a los "verdugos realistas" porque es

toda una heroína que sabe que a pesar de su muerte, los que luchaban por la independencia

nacional triunfarían al final. Muere la heroína, pero lo hace con valor, no suplica a sus verdugos,
a los opresores de la patria, que creen que matándola a ella y muchos otros podían derrotar

completamente a los patriotas republicanos.

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El Tirano Aguirre (1872)

¿ Antihéroe o Primer Rebelde de Hispanoamérica ?

El Tirano Aguirre. Drama Nacional escrito por Adolfo Briceño Picón (6) será el

penúltimo de estos "dramones" que comentaremos en esta parte del capítulo. El espectáculo, en

tres actos, fue representado según su autor por primera vez en el teatro de Mérida el 30 de

diciembre de 1872.

El argumento de la obra se inspira en la crónica de un conocido episodio del tiempo de la

Conquista: la llegada de unos <<marañones>> desde el Perú a Venezuela, comandados por Lope

de Aguirre ,el llamado Tirano Aguirre.

Acto primero. La Conspiración.

Escena I. En la noche, cerca del campamento a orillas del río Marañón: Lope de Aguirre

"domador de potros del Perú, el fiero conspirador de Lima, que tiene pacto con el Diablo, según

dicen, se le ha antojado fraguar una conspiración que de estallar esta noche, contra el jefe del

ejército, el general Don Pedro de Ursúa, el cual será decapitado..."

Un ejército de 400 hombres, compuesto por lo más corrompido de Lima, viene en esa

campaña. Enviarlos a buscar "El Dorado" fue la manera que tuvo el virrey de Lima para

deshacerse de tantos bandidos. Uno de los que viene en esa expedición (el joven Arturo Villena)

está enamorado con pasión de la bella Cora, hija de Lope de Aguirre y de una india del Perú.

Escena II. Lope de Aguirre y Antón Llamosas discuten sobre la situación.

Escena III. Lope de Aguirre y Antón Llamosas continúan con la conversación en medio de la

noche.

[Aguirre le dice a su compañero: ] " ... los nobles, Antón, han querido convertir al
sencillo labriego de Oñate en un bandido, y lo han alcanzado ! Cuando salí de España sólo tuve
la mira de tantos aventureros que se lanzaban a la naciente América a hacer fortuna ... pero los
nobles me han perseguido siempre, y no han consentido que el pobre domador de bestias deje su
penoso oficio para adquirir una posición más elevada.... Dotado yo de un espíritu dominador y
turbulento: con el alma henchida de ideas de libertad e independencia, no he podido consentir
jamás en vivir subyugado bajo la mano de hierro de esos oidores y virreyes que nos envía el
idiota Felipe II rey de Castilla y de las Indias..."

Escena IV. En otro lugar, esa noche Arturo de Villena espera a la amada Cora (....)

Escena V. Arturo y Cora. Esta última vestida como sacerdotisa del Cuzco, cubierta de joyas y

con un velo blanco. Tras una larga espera se encuentran y se dicen palabras de amor. Cora dice a

su amado que su madre fue "hija del Sol”, descendiente de Atahualpa. Su madre, antes de morir,

la entregó a su padre Lope de Aguirre y éste la educó en un convento ya que tiene muchísimo

afecto por ella. También ella quiere mucho a su padre.

Escena VI. (....)

Escena VII. Cora y Lope de Aguirre. El padre le comunica a su hija que Guzmán ha pedido su

mano. Se produce una discusión entre Lope y su hija. El padre rechaza la relaciones entre Cora y

Arturo de Villena. Según Lope de Aguirre, este noble caballero desprecia a los plebeyos como él.

En medio de la dramática discusión, Lope dice a su hija que va a matar a Villena.

Cora suplica: "señor, no puedo combatir con la naturaleza: Dios ha hecho a Arturo para amar a

Cora; y a ésta para Arturo..."

Aguirre: "pues yo combatiré con la naturaleza y saldré victorioso. Yo te lo juro".

Escenas VIII-IX-X-XI-XII-XIII (.......)

Combates contra Ursúa, el general.

Todos gritan al final: "vivan los marañones"

(Fin del acto primero)

Acto Segundo. La Prisión.

En la isla de Margarita. Sala del gobernador.

Cora y su aya o "dueña" Torralba. Estaban éstas hablando cuando llega un extraño visitante. Este

no era otro que el amado Arturo que vino disfrazado como indígena local. Amoroso reencuentro,

con gran sorpresa, pues Cora lo creía muerto en la batalla.


El amado le pide a Cora que huya, pues Fajardo atacará y acabará con el Tirano. Luego se va.

Lope de Aguirre le dice a su hija que ella es la soberana de la isla. Después se produce el ataque

contra Aguirre.

Escena Final: Derrotado el Tirano, éste es ejecutado. El verdugo toma la cabeza de Aguirre en

sus manos y la muestra.

*****************

La obra dedicada al Tirano Aguirre tiene varios aspectos interesantes. Primeramente, debe

destacarse que ese formato <<melodramático>> que le pone la presencia de ese amor prohibido a

Cora, por ser su amado un joven noble que Lope de Aguirre detesta, era y es un típico recurso de

los autores para despertar el interés del público, que usualmente gusta de esos enredos de amor,

pasión y dolor.

Por otra parte, el trasfondo histórico de la obra (que no respetaba la exactitud de los sucesos

pasados) servía para que los que conocían total o parcialmente esa crónica de la Conquista en

América y en Venezuela, echaran a volar su imaginación, y además de entretenerse ,valoraran la

importancia de ciertos pasajes de nuestra historia nacional más remota.

El planteamiento de una especie de mensaje de protesta es evidente. En términos sociales,

Aguirre es la dura crítica contra los prejuicios e injusticias sociales de la época. Es el larvado

resentimiento del hijodalgo vasco contra esos nobles engreídos que le cierran las alternativas de

ascenso social. De acuerdo con el texto, Lope de Aguirre expresa la inconformidad con lo

establecido.

A partir de la figura de Cora y su madre indígena, el autor idealiza el pasado indígena

americano (los "hijos del Sol" [Incas], Atahualpa, el Inca destronado y asesinado) .Las escenas

de Margarita también ofrecen esa oportunidad al autor del drama.

En términos políticos, es también Aguirre expresión de rebeldía ante esa monarquía inepta y

sus representantes en América (los oidores de la Real Audiencia, el virrey, los gobernadores).

Cuando dice tener un alma henchida de ideas de libertad e independencia y que ya no quiere

seguir subyugado a la mano de hierro de esos oidores y virreyes; su anarquista desafío a ese

poder absoluto es realmente revolucionario en cierta forma.


Toda su rebelión , que lo lleva a deponer a las autoridades constituidas y a usurpar sus

atribuciones, lo puso en el camino del ajusticiamiento final, no sin antes crear toda una situación

de conmoción político-militar en todas estas comarcas.

Un detalle curioso resultan las afirmaciones de Lope de Aguirre y su hija sobre el poder de la

naturaleza y la posibilidad de vencerla. "pues yo combatiré con la naturaleza y saldré victorioso.

Yo te lo juro" (le dijo Lope a su hija Cora) Estas palabras de reto a la naturaleza se parecen

mucho al desafío del joven Bolívar frente a la plaza de San Jacinto cuando aseguró algo similar:

"Si se opone la naturaleza lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca"; ¿simple

coincidencia? .

Se pudiera pensar que esta aparente "coincidencia" en el desafío a la naturaleza; así como

en ese amor a la libertad y la independencia son una vía para identificar al Tirano Aguirre no con

la figura de un anti-héroe sino más bien con la figura máxima de nuestra historia, Simón Bolívar.

Patria y Honor (1881)

Otra obra localizada y revisada, fue la escrita por Luis Poleo Gonell con el título de Patria y

Honor (Drama en 4 actos y en verso) (7) .Dicha obra dramático-histórica se escenifica

supuestamente en el pueblo de Huamanga, Perú, en 1824. Los personajes, usando trajes militares

de Colombia y España, eran los siguientes: Pérez (gobernador de Huamanga); María (hija del

gobernador) ;Enrique (oficial español) ; General Córdoba; Capitán Alvarez (fusilado en Perú por

traidor) ;Daza (Alberto Antonio Daza, joven granadino muerto en la Batalla de Ayacucho).

La obra, a pesar de su ambientación peruana, se hizo conocer en Venezuela a través de la

edición que realizó el Diario de La Guaira en 1881. Ella tenía como mensaje valorar el

heroísmo del joven Daza en constraste con la traición del otro personaje del drama (el capitán

Alvarez) . Por supuesto, que por medio de esos "dramones" con intervención de todas esas

pasiones (amor,traición,lealtad) y con personajes partícipes en las célebres batallas, se buscaba

no sólo entretener, sino también hacer homenaje a los próceres de la epopeya de la

independencia americana.
A Manera de Conclusión Preliminar.

Todos esos dramas, independientemente de la época histórica que les sirva de inspiración (La

Conquista, la guerra de independencia y Bolívar, la Antigüedad clásica) tienen como idea

central, la lucha por la libertad, la independencia, la patria y la justicia.

Tanto Simón Bolívar, elevado al Olimpo de la gloria, como las figuras <<menores>> que son

tema de los dramas reseñados , se convierten en símbolos para expresar un mensaje nacionalista

y patriota.

La lectura o la asistencia a la representación de esos dramas históricos, permitieron a las élites

y a la parte del pueblo que tenía la oportunidad de disfrutar de esas actividades artísticas, conocer

a partir del enfoque teatral de la época lo que puede denominarse una visión dramática de la

historia nacional.

Pudieron así identificarse con la gloria del Libertador y de la Patria, la celebración de la

efeméride del 19 de abril, el homenaje a los mártires anónimos de nuestra guerra de

independencia, el canto a la libertad de un pueblo sojuzgado y finalmente, una especie de

solidaridad con el primer rebelde "hispanoamericano", algo así , como el más lejano desafío al

despotismo español hecho por quien para el siglo XVI, viniendo de España, sintió estas tierras

como muy suyas, por haberlas conquistado con su propio esfuerzo.


NOTAS (Capítulo IV, Segunda Parte)

(1) PRIMER LIBRO VENEZOLANO DE LITERATURA, CIENCIAS Y BELLAS


ARTES / OFRENDA AL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO.
Caracas, 1895

(2) Celestino Martínez: Araure ! (Drama Histórico en tres actos. Ofrenda al Libertador en su
Primer Centenario).
Caracas, 1883

(3) Pedro Pablo del Castillo: El Fanatismo Druida o la Sacerdotisa (Drama en tres actos en
verso suelto).
Caracas, 1839 (incluye una lista de varias páginas de suscriptores para la obra, tanto de Caracas
como de otras localidades)

(4) José María Gámez: DRAMA PATRIÓTICO (En elogio y recuerdo del glorioso día 19
de abril de 1810 y de los triunfos inmortales del primer caudillo de la libertad sudamericana
SIMON BOLÍVAR). Caracas, 1840

(5) Lisandro Ruedas: Policarpa Salavarrieta: La Víctima de la Libertad (Drama Histórico


y Nacional en tres actos en verso y prosa. Representada por primera vez el 19 de abril de 1850 en
el Teatro de Valencia).
Valencia, 1850
n.a. En un apéndice al volumen IV, pp.I-VI, de la obra de Ramón Azpurúa: Biografías de
Hombres Notables ... (Op.cit.) se ofrece interesante información adicional sobre este personaje
histórico. También hay un buen comentario en el trabajo de Felipe Larrazábal (Op.cit. t.II,pp.85-
87)

(6) Adolfo Briceño Picón: El Tirano Aguirre (Drama Nacional de grande espectáculo en tres
actos... Representado por primera vez en el Teatro de Mérida el 30 de diciembre de 1872 y
repetido el 6 de enero de 1873, con espléndida acogida).
Mérida, 1873

(7) Luis Poleo Gonell: Patria y Honor (Drama en cuatro actos y en verso). La Guaira, 1881
CAPITULO V

Las Instituciones Educativas y los Manuales Escolares: Medios Ideológicos al Servicio de la


Unidad nacional.
Capítulo V

Las Instituciones Educativas y los Manuales Escolares: Medios Ideológicos al Servicio


de la Unidad Nacional.

Una Cuestión Preliminar.

Habiéndose ya analizado ,en líneas generales ,la importancia que tuvieron tanto el
<<corpus>> historiográfico mayor como la así llamada "literatura histórica menor" ,es
necesario precisar cómo tales expresiones intelectuales incidieron también en la ciudadanía
a través de las instituciones educativas y de los manuales escolares de historia utilizados en
esa época.

Igualmente, debe tenerse muy en cuenta que las ideas fundamentales, los mitos
históricos más arraigados en la conciencia de los venezolanos fueron ,en buena medida, una
consecuencia de la acción formadora de la escuela, los maestros y los manuales.

Teniendo presente que el objetivo central de este trabajo es el análisis de la


historiografía venezolana -- en un sentido muy amplio -- para determinar su contribución
al desarrollo del culto a los héroes como elemento formador de una conciencia histórica
nacional, pudiera pensarse que sería pertinente un estudio sobre los manuales de historia,
sin duda alguna, considerados también una muestra legítima de esas "expresiones
intelectuales menores" ya trabajadas en el capítulo anterior. Sin embargo, contando ya con
trabajos como el de Nikita Harwich Vallenilla : <<La Génesis de un Imaginario Colectivo: La
Enseñanza de la Historia de Venezuela en el Siglo XIX>> (1) preferimos remitir a la consulta
de ese importante aporte sobre el problema.

De todas maneras, y sólo para complementar la argumentación adelantada,


presentaremos una apretada síntesis de algunos aspectos contenidos en el ensayo de
Harwich Vallenilla, agregándole , varios comentarios nuestros sobre el problema de los
manuales escolares. De la misma manera, se presentará un bosquejo general sobre el
desarrollo de la educación venezolana del siglo pasado.

************************
El Sistema Educativo Venezolano.(2)

Considerando ahora sólo el sistema educativo formal o escolarizado, en la


Venezuela del pasado siglo, funcionaban solamente dos universidades ,las de Caracas y
Mérida . Ambas instituciones ,junto con varios Seminarios católicos, existían desde los
tiempos coloniales ,cuando se organizaron bajo el patrocinio de la Iglesia Católica y la
Corona española. Además de estas máximas instituciones de educación superior
funcionaban los llamados <<Colegios Nacionales>>, dos de los cuales (los de Valencia y
Maracaibo) llegaron a alcanzar categoría universitaria a finales del siglo XIX.

Estos colegios eran responsabilidad del gobierno nacional , de acuerdo con el


artículo 40 de la Ley sobre instrucción pública del 18 de marzo de 1826, que ordenaba
establecerlos , por lo menos , en las capitales provinciales. Dicha normativa legal siguió
vigente después de 1830, y con arreglo a ella ,se establecieron los siguientes colegios: el de
Trujillo en 1832 ; los de Margarita , El Tocuyo, Carabobo y Coro en 1833; los de Cumaná y
Guayana en 1834 ; los de Barquisimeto , Maracaibo y Guanare en 1837 (el último existía
con el nombre de Colegio San Luis desde 1825) ; el de Calabozo en 1839; el de Caracas en
1840 y el de Barcelona en 1842. Todos ellos eran colegios de varones, con excepción del de
Caracas que lo era para niñas. El caso de Caracas era especial, pues tenía varios colegios
privados, un Seminario Católico, la Academia de Matemáticas (instituto militar) y otros
centros de enseñanza.

En relación con el número de colegios nacionales para niñas, necesario es destacar


que siempre fue inferior al de varones. Fue así que, mientras para 1841 funcionaban cuatro
colegios para niñas, para 1871 habían ocho y para 1889 alcanzaban a once; el número de
colegios (de primera y segunda categoría) para varones alcanzó a once, nueve y veinte
instituciones respectivamente. Parecida desigualdad se notaba al observar el número de
colegios privados dedicados a varones y los señalados para hembras. Todo ello evidenciaba
la poca importancia que se le daba a la educación de la mujer, a la que usualmente sólo se
le preparaba en el mismo hogar ,para que asumiera su futuro papel de ama de casa.
Además de los colegios privados y de los colegios nacionales organizados y
financiados por el gobierno nacional; existían las escuelas de primeras letras que eran (de
acuerdo con la normativa de entonces) responsabilidad de los gobiernos locales y de la
Iglesia Católica. A título de ejemplo puede citarse el Informe que presentó el Dr. José
María Vargas, responsable de la Dirección de Instrucción Pública en 1838. Señalaba éste,
que de las 537 parroquias de la república, 416 no tenían escuela; y que de las 121 del total
que si la poseían, éstas eran atendidas por lo general por "preceptores" improvisados y
sumamente deficientes en su formación. En esas escuelas elementales se enseñaba a leer y
escribir, contar, principios morales y urbanidad, gramática y ortografía del idioma patrio,
principios políticos constitucionales y fundamentos de religión católica.

Para cuando Antonio Guzmán Blanco dicta el Decreto de Instrucción Pública


Gratuita y Obligatoria del 27 de junio de 1870, Venezuela no contaba sino con muy pocos
centros de enseñanza que permitieran enfrentar ese mar de analfabetismo que era la
república de entonces.
Veamos cómo estaba la situación de la educación venezolana en las últimas
décadas del siglo XIX.

Para el año de 1870, cuando Guzmán firma el histórico decreto de instrucción


pública ,continuaba Venezuela (a pesar de haber aumentado significativamente su
población) con un número de escuelas municipales casi igual al de tres décadas atrás.(3) .
Es por eso, que el llamado <<Autócrata Civilizador>> promueve la apertura de 150
cincuenta nuevas escuelas federales para ese mismo año; aumentándose ese número a 600
para el año de 1889 y 700 para el año de 1895.

Para el año fiscal de 1878-1879 existían en el país seis escuelas normales ubicadas
en Caracas, Cumaná, Valencia, Barquisimeto, Ortiz y San Cristóbal. Funcionaban los
siguientes dieciocho Colegios Federales:

a) Ocho Colegios de primera categoría. Los de los estados Barcelona,


Barquisimeto, Bolívar, Carabobo, Cumaná, Portuguesa, Zamora y Zulia.

b) Siete Colegios de segunda categoría. Los de los estados Guzmán Blanco, Falcón,
Guárico, Nueva Esparta, Táchira, Yaracuy y el de la ciudad de Puerto Cabello.

c) Tres colegios de tercera categoría. Los de los estados Apure, Cojedes y Maturín.

Asimismo, para entonces, existían en todo el territorio nacional un total de 964


escuelas federales ,además de las instituciones privadas, tanto de la Iglesia como de
educadores laicos.

Para 1886- 1887 ya se contaba con 1.246 escuelas federales para la instrucción
primaria y con diecinueve colegios federales (cinco de primera categoría y el resto --
catorce -- de segunda categoría) .Se contaba también con once colegios nacionales de niñas
repartidos a lo largo del país y las dos universidades tradicionales ,la de Caracas y la de
Mérida; agregándosele nuevas instituciones de educación superior en Valencia y
Maracaibo. (4)
Debe si aclararse, que la mayor parte de tales escuelas federales eran en su
mayoría institutos que sólo contaban con un maestro -- no siempre idóneo -- para atender
todos los alumnos que cursaban ese nivel elemental de tres años de duración. En el caso de
los llamados colegios nacionales ,luego llamados federales, en ellos existían cátedras de
ciencias políticas, ciencias eclesiásticas, latín, gramática castellana, matemática, filosofía y
otras. Estas instituciones ,en especial las de primera categoría ,estaban facultadas para
otorgar grados menores como el de bachiller.

A pesar de esos evidentes adelantos en materia educativa , los elevados niveles de


analfabetismo se mantenían, no solamente debido a la escasez de escuelas y colegios ,sino al
marcado desinterés de los padres que no consideraban importante la educación de sus
hijos. No obstante que la normativa legal los apremiaba en ese sentido, la mayoría de los
niños y jóvenes se quedaba sin asistir siquiera a una institución educativa elemental. Ello
era una consecuencia directa del tipo de actividad económica predominante, la agricultura
latifundista; así como de la escasa, dispersa, miserable e incomunicada población,
mayoritariamente rural. Las deplorables condiciones económico-sociales y sanitarias de la
población, no eran precisamente la condición ideal para hacer posible una transformación
cultural en el país.

Como síntesis de esa situación véanse estas cifras:

=========================================

Años alumnado población estimada

1841 10.100 1.000.0000

1853 9.000 1.500.0000

1875 21.000 1.800.000

1889 70.000 2.200.000

1895 65.000 2.300.000


Obsérvese que a pesar del importante crecimiento en el número de alumnos
matriculados en las escuelas en las tres últimas décadas del siglo pasado, dichas cifras
seguían siendo irrisorias e inferiores al 1 % .Fue cierto que se hizo un gran esfuerzo en
favor de la educación abriendo escuelas primarias, escuelas normales, colegios y otras
instituciones de enseñanza; pero más allá de ese relativo crecimiento cuantitativo , el país
siguió atado al atraso y a la barbarie.

Entre los más importantes colegios privados del siglo XIX en Venezuela estuvieron
El Colegio de la Independencia fundado por Feliciano Montenegro Colón en 1836 y El
Colegio El Salvador del Mundo, fundado y dirigido por Juan Vicente González un primero
de marzo de 1849. Otros fueron el célebre Colegio Chávez (5-7-1842) ,el Colegio Santa
María (2-10-1859) que sustituyó al Colegio El Salvador del Mundo, ambos ,por varias
décadas, contaron con el liderazgo intelectual del ilustre pedagogo venezolano Don Agustín
Aveledo.(5)

El Colegio de la Independencia

A título de ejemplo ,y considerando su trascendencia histórica en la vida cultural


venezolana ,se ofrecerán algunos datos fundamentales sobre el Colegio de la
Independencia.

Cuando Feliciano Montenegro Colón le participó el 20 de abril de 1836 al


Secretario del Interior y Justicia que el día anterior, aniversario del memorable 19 de abril,
había instalado bajo su dirección una casa de educación privada denominada Colegio de la
Independencia, le informó que el mencionado colegio tendría el siguiente plan de estudios:
Fundamentos de nuestra religión; Urbanidad; Lectura y escritura; Gramática castellana,
latina, francesa e inglesa; Aritmética, álgebra y geometría; Geografía; Elementos de Historia
y de física; Teneduría de libros. (6)

Para los aspirantes a cursar estudios ,anunciaba la apertura de un curso de


filosofía similar en duración al ofrecido en los Colegios Nacionales, para preparar a los
interesados en ser examinados en la universidad y obtener el grado correspondiente.
Paralelo a esos esfuerzos educativos a través de su colegio, Don Feliciano
Montenegro Colón, muy preocupado por la situación de la educación nacional, propuso en
1843 y en 1845 la necesidad de organizar escuelas normales en Venezuela tomando como
modelo el sistema adoptado en Prusia y otros países europeos. Igualmente, insistió en que
los textos o manuales para la educación primaria debían tener uniformidad y sencillez.

Según Montenegro las escuelas normales o <<modelos>> para las restantes


escuelas formarían hombres útiles a través de una educación básica de unos tres o cuatro
años. Esta y la educación superior podía ser gratuita solamente para los alumnos pobres
debidamente escogidos por su aplicación e interés. En dichas escuelas
normales ,organizadas de acuerdo con el reglamento propuesto, se formarían y acreditaría
la idoneidad de los aspirantes al magisterio.(7)

El plan de estudios que debía seguirse en ellas: Lectura y aprendizaje del texto de
doctrina cristiana, escritura, Gramática Castellana, Constitución, Aritmética mercantil,
Teneduría de libros, Geografía elemental, Historia, dibujo y Geometría con aplicación a las
artes, inglés y francés, pudiéndose establecer también otra de Aritmética razonada con
separación de la mercantil.

Además de los aportes de su colegio, la organización de Escuelas Normales y


publicar su importante Geografía ..., Montenegro complementó su labor publicando un
conjunto de <<Obritas>> de Carácter Pedagógico. Dentro de éstas tenemos que considerar
textos tales como sus <<Lecciones de Buena Crianza, Moral y Mundo o Educación
Popular>> ;sus notas sobre el Colegio de la Independencia y su <<Compendio de la Doctrina
Cristiana Esplicada y al alcance de toda especie de persona ...>> (8)

El contenido de todas esas <<obritas>> ,como él mismo las denominaba, nos


permite conocer la mentalidad de la época y del propio autor de tales textos. Este era un
escritor conservador y convencional, su mentalidad no iba más allá de los rancios
principios hispano-católicos tradicionales. Su meta fue siempre <<civilizar>> a sus
paisanos a quienes veía como degradados por la barbarie de tantos años de guerras y vida
de campamento. Su ideal era que toda la sociedad, y en especial los jóvenes, viviesen dentro
de los rígidos principios postulados por la Santa Madre Iglesia Católica y las familias
tradicionales de la élite mantuana, todo ello aderezado por una disciplina espartana, tal vez
herencia de sus largos años de vida militar.
Sobre esto último, escribió el gral José Antonio Páez en su Autobiografía (9) ,que
había oído acusar a Montenegro de severidad draconiana, pero que lo comprendía
plenamente, pues además de lo difícil que es en general el trabajo docente, éste lo fue
mucho más en aquel entonces cuando Montenegro tuvo que tratar de educar a "una
juventud

nacida durante una revolución fecunda en hazañas militares, celosa de su independencia, y


en su mayoría hija de padres valientes hasta la ferocidad, e ignorantes en todo lo que no era el
manejo de las armas. ¿Cómo no gobernar hasta cierto punto militarmente a jóvenes que no
conocían otra disciplina? [y agregó] Si en mi patria fueran a erigirse estatuas a los hombres
eminentes, yo votaría porque se levantara una al hombre que después de las fatigas de la
guerra, de los desengaños de una vida agitadísima, tuvo aun fuerza de ánimo para luchar con
una juventud indócil, cuyos mismos padres no comprendían el valor del servicio que él se
proponía hacerles a ellos y a la patria."(10)

Ese testimonio de Páez y el de muchos otros, nos reiteran, que las preocupaciones
de escritor pedagógico de Montenegro, fueron parte de sus profundas convicciones como
hombre formado en el antiguo Seminario de Caracas y en más de tres décadas de vida
militar.

El Sistema Educativo Formal y la Enseñanza de la Historia Nacional.

Fue muy tardíamente cuando los programas escolares de la época estudiada


incorporaron explícitamente un curso de historia de Venezuela en los primeros niveles de
la enseñanza. Será a partir de la vigencia del decreto ejecutivo fechado el 24 de enero de
1893 cuando se dispone impartir entre otros cursos de las escuelas elementales un
compendio de Historia Patria. De la misma manera, mediante una resolución fechada el 17
de septiembre de ese mismo año, se determinó la enseñanza de un programa de dos años de
Nociones de Historia de Venezuela en las escuelas federales.(11)
Lo antes señalado no nos debe hacer suponer que fue sólo a partir de esa fecha tan
tardía cuando se enseñó historia nacional en los primeros niveles de la educación
venezolana. En realidad desde los inicios de la república hubo maestros que por propia
iniciativa, y dependiendo -- claro está -- de sus conocimientos, ofrecían a sus discípulos
pasajes escogidos de la Historia Patria. Y no fue solamente en casos tan evidentes como los
de Don Feliciano Montenegro Colón o Juan Vicente González quienes en sus respectivos
colegios y escuelas hicieron esfuerzos para que los educandos conocieran la historia
nacional venezolana; hubo muchos más que los acompañaron en esa cruzada histórico-
pedagógica.

En este sentido, la mejor evidencia que puede aportarse es la publicación (mucho


antes de 1893) de varios manuales para la enseñanza de esta materia.

Los Manuales Escolares.

Puede considerarse una buena muestra en este aspecto, los manuales de Feliciano
Montenegro Colón (Geografía General ...),

el de Alejandro Peoli: Compendio de la Historia Antigua y Moderna de Venezuela; el de Juan


Esté: Lecciones Primarias de la Historia de Venezuela ; el Catecismo de la Historia de
Venezuela escrito por Baralt y Manuel María Urbaneja ; el Manual de Historia de Venezuela
escrito por el ilustre literato Don Felipe Tejera; la Historia de Venezuela Para Niños de
Socorro González Guinán y el Catecismo de Historia de Venezuela de Antonia Esteller.(12)

Debe señalarse que, si bien mencionamos ahora al texto de Feliciano Montenegro,


ello no significa que él fuese un manual similar a los otros. Por su extensión (llegó a
publicar cuatro gruesos tomos y dejó uno inédito) y por su nivel intelectual podía
considerarse más bien libro de consulta adecuado para un colegio de primera categoría, la
universidad u otro instituto superior.(13)

De todas maneras, la obra tuvo muy mala acogida por un cúmulo de razones ya
expuestas en el segundo capítulo. Tal situación de rechazo , se repitió en cierta forma con
otras obras y autores. Un caso patético en ese sentido fue el de Rafael María Baralt y
Agustín Codazzi.(14)

El Manual de Alejandro Peoli (1853)


De éste y otros autores de manuales para la educación elemental muy poco se sabe.
(15) Su manual escolar fue el primero (de este tipo) en publicarse y llevó como título el de
Compendio de la Historia Antigua y Moderna de Venezuela. Fue impreso en 1853 y reeditado
al año siguiente en la "Imprenta de Carreño Hermanos". De acuerdo con el juicio de
Harwich Vallenilla tomó como fuente básica al Resumen de la Historia de Venezuela de
Rafael María Baralt y Ramón Díaz.

Este Compendio "adaptado a la tierna inteligencia de los niños" (como su autor lo


presentó) fue consecuencia de una resolución de la Diputación provincial de Caracas --
dictada en 1852 -- estableciendo que se enseñara la historia nacional en las escuelas.

El Manual de Juan Esté (1858)

Sobre Juan Esté tampoco se sabe mucho. Este maestro fue director en una escuela
municipal en San Fernando de Apure y publicó en Caracas (1858) unas Lecciones Primarias
de la Historia de Venezuela. Esta obra fue reeditada en 1876 y al igual que otros manuales de
la época siguió fielmente el Resumen de Baralt y Díaz.

El Manual de Urbaneja y Baralt (1865)

No siendo necesario explicar ahora quién fue Baralt, sólo señalaremos brevemente
que el coautor de este manual fue el Doctor Manuel María Urbaneja Alayón (1814-
1897) ,hijo del prócer civil Diego Bautista Urbaneja. Graduado de ingeniero en la primera
promoción de la Academia de Matemáticas (1837) , Doctor en Derecho de la Universidad
Central en 1864 ,ejerció por muchos años la docencia tanto en la universidad como en
colegios ,algunos fundados por él. (16)

El Catecismo de la Historia de Venezuela (17) fue escrito por él y Rafael María


Baralt. Según el testimonio de Urbaneja, ese manual escolar fue compuesto cuando Baralt
hubo regresado de su viaje a París, a donde fue junto con Codazzi, Ramón Díaz y Carmelo
Fernández a terminar el proceso de edición del antes mencionado Resumen de la Historia de
Venezuela y del Atlas encargado por el gobierno nacional. Señala también Urbaneja, que el
referido Catecismo quedó inédito en su poder desde entonces, y sólo en 1865 ,cuando ya su
querido amigo y condiscípulo Baralt estaba difunto ,decidió hacerlo publicar aunque sólo
abarcaba la llamada "historia antigua" y el principio de la "moderna".
El Catecismo ,como su nombre lo sugiere ,estaba formado por un conjunto de
sencillas preguntas y respuestas sobre la historia de Venezuela "Desde el descubrimiento de
su territorio en 1498 hasta su emancipación política de la monarquía española en 1811".
Cada pregunta la antecedía la letra mayúscula "M" (por el Maestro que interroga) y las
respuestas precedidas de la letra "D" (por el Discípulo que debe contestar) .

Veamos algunos ejemplos:

M. Después de haber referido los principales sucesos de la historia antigua de


Venezuela, quiero me digáis los de su historia moderna, empezando por explicarme las causas
que dieron origen a las revoluciones de este país.

D. El gobierno colonial era malo. A sus providencias se debía que el país estuviese
despoblado, que no hubiese comunicaciones ,que el pueblo fuese ignorante ,que estuviese
dividido en clases; y últimamente que los peninsulares fuesen por lo general revestidos con los
primeros empleos ,a tiempo que los venezolanos eran excluidos de ellos.

M. ¿ Cómo obraron estas causas en el pueblo?

D. Disponiendo su voluntad a la separación de la madre patria, pues la injusticia


tiene por resultado ordinario la emancipación.

M. ¿ Hubo otras causas que influyesen en la de Venezuela?

D. Sí. Una de ellas fue la cooperación que dio España de acuerdo con la Francia a la
independencia de la América británica, la primera y más poderosa de las repúblicas del Nuevo
Mundo. Así la España ofreció a Venezuela el ejemplo de la libertad ....

M. ¿Cuál fue la primera tentativa de independencia que se hizo en Venezuela?

D. La que se conoce con el nombre de Gual y España. (...)

M. ¿ Qué otra tentativa de revolución se hizo después?

D. La que el caraqueño Francisco de Miranda intentó en 1806?

M. ¿Quién era Miranda?

D. Un hombre distinguido que había viajado mucho por la Europa y reunía a una
gran suma de experiencia, conocimientos útiles y variados. ....

[Se agregan variadas preguntas sobre la situación de España 1808-1810, crisis de la


monarquía, formación de juntas, conspiraciones en Caracas, etc.]
M. ¿Qué hombres eran los que estaban a la cabeza de este plan?

D. Los más notables, ricos e ilustrados de la población ; no el pueblo que


pobre ,sumido en la ignorancia ,dividido en clases no entendía las cuestiones políticas , y
apático e indiferente seguía sin reflexión el impulso que le daban sus caudillos. (......)

M. ¿Quiénes eran esos comisionados?

D. El principal era el coronel Simón Bolívar, a cuyos esfuerzos e ingenio se debió


después no sólo la independencia de Venezuela sino la de casi toda la América del Sur, y cuya
gloria se elevó hasta ser la primera y más brillante del Mundo de Colón.

M. Decid algo más de ese hombre extraordinario.

D. Nació en Caracas en 1783 de familia principal y rica ....

[sigue una microbiografía del héroe]

M. ¿Qué otros sucesos de importancia ocurrieron este año (de 1810) en Venezuela?

D. Uno fue la retirada del general Francisco Toro a Caracas con las tropas que había
sacado para reducir a Coro (...)

M. ¿Cuál otro?

D. La llegada del general Miranda a Caracas.

M. Referid más por menor este suceso.

D. Cuando Bolívar llegó a Londres lo primero que hizo fue abocarse con Miranda
(...) le trajo consigo de Londres a La Guaira. (....)

Artículo Tercero.

Año de 1811 (....)

M. ¿Qué clase de personas estaban en uno y otro partido?

D. En el republicano: Bolívar, Miranda, Martín Tovar, los hermanos Francisco y


Fernando Toro, los hermanos Mariano y Tomás Montilla, los hermanos Ramón y Juan Pablo
Ayala, José Félix Ribas y sus numerosos deudos, Mendoza y Escalona, Francisco Javier
Yanes, Juan Germán Roscio, los hermanos Miguel, Francisco Javier y Luis Ustariz, Antonio
Nicolás Briceño, ; y en fin , otros muchos sujetos ,de lo más granado de la sociedad ,ricos e
ilustrados.
M. ¿Y en el partido realista o por lo menos en el conservador?

D. Estaban los empleados subalternos con algunas excepciones, el clero con muy
pocas, y la mayor parte de los españoles y todos los canarios que engañados o ciegos habían
dado mano amiga al 19 de abril.

M. ¿Y el pueblo a qué partido se inclinaba?

D. Fluctuaba por lo general entre sus hábitos perezosos y serviles y su deseo innato
de novedades: si bien no faltaban en su seno algunos individuos que siendo capaces de
concebir la tendencia filosófica de la revolución se declararon abiertamente por ella. .....

****************************

Los fragmentos seleccionados nos dan una clara idea del estilo y del contenido de la
obra histórico-pedagógica compuesta por Baralt y Urbaneja; publicada tardíamente por
este último.

Entre las notas resaltantes sobre el contenido del mismo pueden señalarse el
énfasis que se hace en destacar la participación de ciertos héroes o individualidades en los
acontecimientos referidos. Llama también la atención esa apreciación negativa o despectiva
de la participación del pueblo venezolano en el proceso político-militar de la independencia,
y en contraposición ,un muy buen juicio sobre los principales representantes de las élites
del país.

El Manual de Felipe Tejera. (1875)

Felipe Tejera Rodríguez Sanz (1846-1924) ,hijo de Miguel G. Tejera y de Francisca


Rodríguez Sanz ,sobrina del prócer civil Miguel José Sanz, ilustre abogado y figura
prominente en la época de la emancipación. Estudió en Caracas en el Colegio "Roscio"
donde probablemente fue alumno de Manuel María Urbaneja y en el Colegio "El Salvador
del Mundo" de Juan Vicente González quien ejerció gran influencia en su formación
humanística. (18)
Además de los manuales mencionados (19) ; uno escrito por Don Felipe Tejera
tuvo también una amplia difusión. Este circuló a partir de 1875, pero ya desde 1876 perdió
el apoyo oficial por considerarse inadecuadas sus críticas a la política de "Guerra a
Muerte" aplicada por el Libertador Simón Bolívar. A pesar de esa desaprobación oficial,
por muchos años se le consideró el texto más ampliamente aceptado y utilizado para la
enseñanza, especialmente en las instituciones educativas privadas hasta comienzos del
presente siglo XX.

El Manual de Historia de Venezuela (20) de Don Felipe Tejera fue desde sus
primeras ediciones visto no sólo como un trabajo de cierta calidad literaria, también él
representaba una versión de la historia nacional venezolana alejada de ese estilo anti-
español que habían cultivado algunos autores que le precedieron.

Este manual , de unas 216 páginas ,estaba dividido en dos grandes unidades, la
primera denominada <<Historia Antigua>> (unas 46 páginas) comprendía los
acontecimientos desde el año de 1492 (llegada de Cristóbal Colón el 12 de octubre) hasta los
eventos del año de 1811. Como complemento de la información presentada, el autor resume
cronológicamente lo reseñado en un cuadro de sincronismos históricos ( pp.47-51) que
permite apreciar el paralelismo entre la historia de Venezuela y los procesos ocurridos en
Europa y América.

La segunda parte, la más extensa del manual y que ocupa desde la página 52 a la
216 ,el autor la denomina <<Historia Moderna de Venezuela>> y la subdivide en estos
períodos: Del 5 de julio de 1811 en que se declaró la independencia hasta el año de 1819 en
que se constituyó la gran República de Colombia; desde esa fecha hasta 1830, cuando se
disolvió esa república en "tres nacionalidades soberanas" ; el siguiente transcurrió desde
ese año hasta 1842, cuando se decreta el traslado de los restos del Libertador; sigue desde
esa fecha hasta 1864 cuando se constituye la República federal, la época que corre hasta
"nuestros días" (lógicamente los del autor) .De acuerdo con el contenido del manual este
consideró la periodización histórica hasta el establecimiento de la República federal , sin
embargo ,el tratamiento de los años posteriores a 1842 se reduce solamente a presentar un
apretado balance del desarrollo de las letras nacionales, la música, la ciencia y el progreso
general del país a través de sus principales representantes.
Antes de entrar a tratar el primer período histórico, el autor hace una síntesis de
los principales aspectos "geográficos" de Venezuela: Extensión, límites, regiones, climas,
flora y fauna, cuencas hidrográficas, lagos, montañas más altas, cavernas, yacimientos
minerales y algunos fenómenos naturales.

En la parte propiamente histórica del texto el autor desarrolla los sucesivos


capítulos numerando cada parágrafo ,seguramente para facilitar la consulta o las
preguntas del docente.

Debe también adelantarse que el redactor del manual utilizó ampliamente como
fuentes (casi siempre de manera explícita) conocidas obras de historia como la de Feliciano
Montenegro Colón; la de Rafael María Baralt (Resumen de la Historia de Venezuela ...) ;la
Biografía de José Felix Ribas escrita por Juan Vicente González; la Vida de Simón Bolívar ...
del Dr. Felipe Larrazábal y la Historia Universal de César Cantú. Incorpora además,
información proveniente de los documentos y periódicos de la época.

Nos parece que todos estos autores ejercieron gran influencia en la orientación del
texto, especialmente notoria es la presencia de Juan Vicente González en todo lo
relacionado con el período más cruento de la guerra de independencia. Debemos recordar
que fue González un duro crítico de la política de <<Guerra a Muerte>> .Ello explica la
desaprobación oficial al texto que fue juzgado como demasiado indulgente con España,
muy católico-conservador y no lo suficientemente "bolivariano" para el gusto guzmancista.

Realizaremos algunas consideraciones generales tomando en cuenta lo planteado


en los treintitrés capítulos del período 1811-1819, los veintinueve capítulos del lapso 1820-
1830, los siete capítulos del período 1830-1842 y el apéndice contentivo del desarrollo de la
literatura ,las ciencias y el progreso de la Historia Moderna.

El texto siempre se mantiene en los límites de un relato en riguroso orden


cronológico lineal. El objetivo fundamental, especialmente en la segunda parte de la obra,
es presentar la información sobre cada una de las campañas de la guerra de independencia,
las notas sobresalientes sobre algunos de sus cabecillas: Simón Bolívar, Miranda, Ribas,
Mariño, Urdaneta, Arismendi, Páez, Sucre, Piar, Miguel José Sanz ; y por supuesto ,las
noticias sobre los importantes acontecimientos políticos de esa época.
El tratamiento que da el autor a Miranda es muy comedido, aunque le critica sus
errores militares, solicita respeto y perdón para él, tomando en cuenta el martirio del
venerable anciano. A Bolívar le dedica amplios comentarios biográficos, reseña toda su
amplia carrera político-militar, pero en los mismos términos cuestiona -- en nombre de la
moral cristiana -- algunas de sus acciones, como la llamada "Guerra a Muerte". Al
enjuiciar esa política, toma los conocidos argumentos que aparecieron en la Biografía de
José Félix Ribas escrita por Juan Vicente González, es así, que al igual que ese autor
arremete en contra de Juan Bautista Arismendi, de quien pinta un terrible retrato de
sanguinario y cobarde. Seguramente esa misma procedencia tienen sus durísimos juicios
sobre los jefes realistas Monteverde, Boves, Morales, Yañez, Antoñanzas, Zuazola,
Cervériz, Rosete y otros.

Este manual que antes presentamos, al igual que otros utilizados en el siglo XIX
venezolano, permitieron a varias generaciones de venezolanos conocer los fundamentos de
la historia nacional. Tales textos escolares, en su mayoría, estuvieron sustentados en obras
historiográficas mayores como el Resumen de la Historia de Venezuela de Rafael María
Baralt (21) , por lo que en cierta manera lo esencial el discurso historiográfico mayor pudo
así llegar a mayor cantidad de venezolanos. Sin embargo, a pesar de lo dicho, su impacto
real sobre el país fue muy limitado, considerando que sólo una exigua minoría estaba
incorporada a la educación formal en los escasos colegios y escuelas; y en las mucho más
escasas instituciones de educación superior.

El Manual de Socorro González Guinán (1883)

Esta educadora valenciana fue hermana menor del notable político guzmancista,
periodista e historiador Francisco González Guinán. Fue directora del Colegio de Niñas de
Valencia durante el período 1888-1892 y todavía en 1904 seguía enseñando historia de
Venezuela en ese plantel.

La Historia de Venezuela para Niños editada en Valencia en la Imprenta de La Voz


Pública en 1883 fue convertida en "texto oficial" mediante resolución ministerial de ese
mismo año. Quedó así reconocida como texto de enseñanza de las escuelas federales de
instrucción primaria.
La fuente de su contenido básico -- en última instancia -- no fue otra que el
Resumen de Baralt que llega hasta la autora a través del libro de Peoli, a quien sigue muy
de cerca.(22)

El Manual de Antonia Esteller (1885)

Antonia Esteller Camacho (1844-1930) ,hija del coronel Benito Esteller y de


Concepción Camacho Clemente, era sobrina bisnieta del Libertador y la última
descendiente directa de María Antonia Bolívar de Clemente. Directora de la Escuela
Normal de Mujeres de Caracas desde su fundación en 1893 hasta 1898 y ,posteriormente ,
por poco tiempo en 1908. (23)

**********************

Algo es cierto, tanto esta autora como la mayoría de los restantes escritores de
manuales de historia tuvieron estrechos lazos familiares con importantes magistrados, jefes
militares y políticos del siglo XIX venezolano. Ello les dio la oportunidad de tener
experiencias de primera mano que de alguna manera reflejaron en sus obras.

Una Conclusión Preliminar.

Tomando en consideración lo planteado en el capítulo anterior y lo señalado en


este último que le sirve de complemento, opinamos que la difusión de las <<Obras
Menores>> de la literatura histórico-heroica (muchas veces gracias a la prensa) , la lectura
y representación de las obras histórico-dramáticas; así como la educación formal y los
manuales escolares de historia fueron los más genuinos medios ideológicos al servicio de la
unidad nacional.
Sabemos que siempre la cultura dominante es , obviamente , la que ha sido
generada ,protegida o auspiciada por la cúpula social. En la Venezuela del pasado siglo
XIX ello fue notorio y evidente. Ejemplo de lo señalado fue, sin dudas, no sólo la escritura
de obras mayores y menores de carácter historiográfico. Lo fue también, en grado sumo, la
orientación general de la educación formal que se impartía en escuelas, colegios y
universidades; así como los mensajes transmitidos por los manuales escolares y por la
prensa escrita que insertaba textos de tipo histórico.

Todos los medios -- formales o informales -- contribuyeron a hacer llegar un


mensaje histórico-ideológico básico: en cierta manera, éramos un pueblo indigno que había
dilapidado una herencia, la de la un rico e inmenso territorio, una independencia nacional
y el legado de unos héroes a los que habíamos olvidado.

Se insistía siempre en que le debíamos la libertad a una constelación de héroes


encabezados por un semidiós llamado Simón Bolívar, tomado como la medida del
heroísmo, la gloria, la verdad, la honestidad, la solidaridad y la sabiduría en todos los
órdenes. Por otra parte, el tratamiento que se hacía de la conducta del pueblo venezolano
en los escasos cursos de historia nacional, en los manuales y en la prensa del país no era
precisamente positivo. Cuando se hacía referencia al pueblo era para desaprobar -- sin
explicación alguna -- su actitud a lo largo de las distintas etapas de la guerra de
independencia o en los hechos históricos posteriores. Los duros epítetos recibidos por lo
que genéricamente se definía como pueblo venezolano o por los pobladores de algunas
regiones, provincias o ciudades no eran precisamente una objetiva manera de integrar
realmente a la nación. Además, como ya se afirmó, ese mensaje educativo alcanzaba
directamente a un limitado segmento de la población venezolana.

Es por ello que juzgamos muy significativa la influencia ideológica que las élites
ejercieron entonces (más allá de ese minoritario grupo escolarizado, lector de libros y
periódicos) en las amplias masas -- mayoritariamente analfabetas -- a través de los
discursos

patrióticos en los escenarios públicos, los actos religiosos, donde brillantes oradores
sagrados ofrecían su interpretación de la historia nacional y sus héroes, las ceremonias
fúnebres para honrar los héroes recién fallecidos o las conmemoraciones de las efemérides.
(24)
De igual manera puede decirse que la lectura y ,sobre todo , la asistencia a la
representación de obras dramáticas ,fue un muy eficaz medio de comunicar los valores
nacionales fundamentales a los más amplios grupos de la población del país. Tal vehículo
permitió poner a circular ideas relacionadas con la formación de la nueva patria, sus
héroes y sus antihéroes.

NOTAS del Capítulo V.

(1) De especial importancia para nuestro trabajo fue la consulta del ensayo <<La
Génesis de un Imaginario Colectivo: La Enseñanza de la Historia en Venezuela en el Siglo
XIX >> escrito por el Dr. Nikita Harwich Vallenilla. pp.349-387, Boletín de la Academia
Nacional de la Historia. Caracas, ANH, 1988 (# 282, Abril - Junio, 1988)

(2) Para esta síntesis consultamos, entre otros materiales, Memoria de la Secretaría
de Interior y Justicia (varios años) , <<Memorias Provinciales 1845>> (Recop. Antonio
Arellano M.,Caracas,1973) ; Documentos que Hicieron Historia ; José Gil Fortoul: Historia
Constitucional de Venezuela ; José María Vargas: <<Informe de la Dirección General de
Instrucción Pública, 1838>> ; Recopilación de Leyes y Decretos de Venezuela (Caracas,
1874) ; Francisco González Guinán: Historia Contemporánea de Venezuela (Caracas, 1954)

(3) n.a. Para 1841 se estimaban éstas en 219.

Las cifras que aparecen en las memorias de Instrucción Pública, las que se
incluyen en los presupuestos de gastos y en otras fuentes, no siempre coinciden. Parece que
en algunos casos se sumaban escuelas de diverso tipo (nacionales o federales, municipales,
privadas, etc.) .En otros casos resultan cifras más o menos abultadas por contabilizar como
escuelas a centros con un solo docente, junto con otras de mayor importancia, esto es, de
varios grados y maestros. Otro factor que contribuyó a la disparidad de las cifras
localizadas fue que la materia educativa estuvo en manos de diferentes despachos públicos.

(4) Memorias ... (años indicados)

(5) n.a. El propio Juan Vicente González nos ofrece una explicación sobre su
vinculación y su posterior separación del colegio así como de la calidad pedagógica del
Licenciado Aveledo y otros maestros. Véase, "Colegio El Salvador del Mundo" (El
Foro,Caracas 15 de junio de 1858) texto reproducido en pp.318-320, La Doctrina
Conservadora -- Juan Vicente González (Pensamiento Político Venezolano del Siglo XIX,
vol.3, tomo II). Caracas, Congreso de la República, 1983

(6) Gaceta de Venezuela #276, 7-5-1836, p.1


(7) Proyecto de Reglamento de la Escuela Normal de la Provincia de Caracas
(1843) .En 1845 publicó otro folleto que tituló Exposiciones De Feliciano Montenegro Colón
Sobre La Educación. En él presentó una antología de escritos y documentos suyos sobre el
problema. Véase: Proyecto de Reglamento de la Escuela Normal de la Provincia de Caracas.
Caracas, Imp.George Corser, 1843 ; Exposiciones de Feliciano Montenegro Colón Sobre la
Educación. Caracas, Imp. El Venezolano, 1845

n.a. Seguramente se inspiró también en las obras de los autores españoles


ilustrados. Sobre ellos realizamos una investigación en nuestros estudios de doctorado,
parte de la cual fue publicada en la revista Tiempo y Espacio #11, Enero-Junio 1989, pp.69-
90 .Véase también , Victor Cousin (1792-1867), profesor y académico francés, director de
la Ecole Normale. Visitó Alemania para conocer a fondo su sistema educativo. Presentó un
proyecto o estudio a Guizot en 1833 y éste lo planteó como programa para la reforma de la
educación primaria cuando ocupó el cargo de Primer Ministro y Cousin el ministerio de
instrucción en 1840.(Encyclopaedia Británica - Micropaedia, III,p.200)

(8) obras citadas.Ver además:Feliciano Montenegro: Compendio de Doctrina


Cristiana ...(Aviso de prensa) en El Venezolano,# 160 .Esa referencia hemerográfica y
algunos comentarios del autor a propósito de sus relaciones con el editor Antonio Leocadio
Guzmán nos informan de ese catecismo católico pero no nos ha sido posible todavía
consultar un ejemplar.

(9) Autobiografía de l General José Antonio Páez,Op.cit.

(10) Sobre esa severidad disciplinaria léase lo dicho por J.A.Páez en su


Autobiografía ..., Op.cit. vol.II,p.191. Consultar además: El Venezolano # 89 y # 151
(comentarios de FMC sobre la disciplina de los jóvenes estudiantes)

(11) Rafael Fernández Heres: Memoria de Cien Años. Caracas,Ministerio de


Educación, 1981 (el compilador reproduce las exposiciones de los ministros de Instrucción
Pública de la época)

(12) F.Montenegro C. :Geografía General para el uso de la Juventud ... (Incluía un


tomo de Historia de Venezuela). Caracas, 1833-1837; R.M. Baralt y M.M.Urbaneja:
Catecismo ... (escrito en 1841, pero publicado posteriormente).Caracas, Imprenta de
George Corser, 1865, 74 p. ; Alejandro Peoli: Compendio ...,Caracas, Imprenta de Tomás
Antero, 1853, 267 p. ; Felipe Tejera: Manual de Historia ... ,Caracas, Imprenta Federal,
1875, 216p. ;Socorro González Guinán: Historia de Venezuela ...,Valencia, Imprenta de "La
Voz Pública" ,1883 ,183 p. ; Antonia Esteller: Catecismo ..., Caracas, Imprenta Editorial,
1885, 118 p.

(13) Véase en el capítulo II, sección # 1 todo lo relacionado con la obra de


Montenegro.

(14) n.a. Para no caer en repeticiones, recordemos lo indicado en el capítulo II. Allí
está explicado ampliamente este problema.
(15) Nikita Harwich Vallenilla: Op.cit. pp.361-365. En esa misma sección, el autor
ofrece su juicio sobre los manuales y sus respectivos autores: Juan Esté, Socorro González
Guinán, Antonia Esteller y otros.

(16) Ibídem, p. 361

(17) Rafael María Baralt y Manuel María Urbaneja:Catecismo de la Historia de


Venezuela. Caracas, Imprenta de G.Corser, 1865 (Reimpresión parcial en pp.214-227,
Tomo I. Germán Carrera Damas:Historia de la Historiografía Venezolana, Caracas, UCV ,
1985)

(18) N.Harwich V. Op.cit. , pp.361-362

(19) Sobre el Manual de Historia Universal de Juan Vicente González (Caracas,


1863) -- que en su tiempo tuvo amplia aceptación -- se han publicado importantes trabajos
como el de Antonio Mieres:La Historia de Juan Vicente González en sus Fuentes. Caracas,
Ediciones de la FHE-UCV, 1977

(20) Felipe Tejera: Manual de Historia de Venezuela. Caracas, Imprenta


Federal,1875 (sucesivas ediciones)

Otras obras del autor: Biografía del Licenciado Don Miguel José Sanz (Caracas,
1873), la obra dramática Triunfar con la Patria (Caracas, 1875) ; La Colombiada (Caracas,
1878) ; Historia de la Literatura Española; Perfiles Venezolanos (Caracas, 1881) ; La
Boliviada, (Caracas, 1883) y otros trabajos literarios e históricos.

(21) N. Harwich V. Op.cit. pp. 364-366.

(22) Ibídem, pp.362-365 y siguientes

(23) Ibídem, p.362 y siguientes

(24) n.a. No repetiremos acá los argumentos que esgrimimos en el capítulo


anterior. Tampoco adelantaremos la información que se ofrecerá en el siguiente capítulo,
donde al estudiarse la celebración del Centenario del natalicio del Libertador Simón
Bolívar se hará referencia a las publicaciones periódicas dedicadas a ese asunto y a los
innumerables actos públicos donde abundaron los mensajes históricos.

**************************
CONCLUSIONES GENERALES

CONCLUSIONES GENERALES

1) La revisión general de la literatura relacionada con la formación de los estados


nacionales, especialmente los de Hispanoamérica; el desarrollo del corpus historiográfico y el
culto a los héroes permite concluir en estos planteamientos generales:

1.1.) Entre los teóricos que abordan el problema de la formación del Estado, E. Torres
Rivas presenta una interesante explicación, pues no pretende reducir de manera
"determinista" el asunto ,a un mero proceso en el cual sólo el mercado y la burguesía
nacional respectiva echan las bases del estado y la nación hasta en aquellas sociedades como
las de Hispanoamérica , donde tal mercado y burguesía eran virtualmente inexistentes. Sus
consideraciones sobre la formación de las llamadas oligarquías, así como sobre la
importancia de los componententes <<nacionalitarios>> ,los procesos de control territorial
por parte de los grandes caudillos "absolutistas" y la acción de las ciudades sobre los
respectivos "hinterland" ; son en gran medida la clave para explicar la organización de los
estados hispanoamericanos, herederos de vastos territorios cuyas fronteras coloniales se
resquebrajan durante y después de los procesos de emancipación nacional.

En síntesis, Torres Rivas , sin desconocer los factores estructurales (determinantes en


última instancia) -- esto es -- la importancia del mercado y la burguesía , plantea que los
factores superestructurales, en el caso de América Latina fueron de importancia fundamental,
considerando que no estábamos en presencia de sociedades con un desarrollo similar al de
Europa o los Estados Unidos de América sino ante formaciones econonómico-sociales
producto del desarrollo desigual del capitalismo a nivel mundial expresado ésto en la
descomposición de un vetusto imperio colonial.

1.2.) Considerando la opinión de otros autores sobre estos problemas teóricos, puede
afirmarse que la formación de los estados nacionales hispanoamericanos y del estado
nacional venezolano en particular fue posible ,entre otros factores, por el proceso de
desintegración del imperio colonial español en las primeras décadas del siglo XIX; proceso
que se incubó en las décadas finales del siglo anterior.

Este proceso de emancipación nacional ha sido estudiado a partir de dos puntos de vista:
el que enfatiza que éste fue producto de la voluntad política de las élites y los pueblos que
querían sacudir un yugo colonial que asfixiaba sus aspiraciones de libertad política y
económica; y el que señala , que dicho proceso fue más bien consecuencia de una profunda
crisis general del imperio colonial hispano que hizo posible el simultáneo estallido de los
sucesivos movimientos a los cuales se incorporaron en posiciones de vanguardia los sectores
con mayor conciencia nacional o por lo menos aquellos que atemorizados por los avances del
dominio napoleónico de Europa quisieron salvaguardar sus propios intereses. Planteamientos
como los de Germán Carrera Damas, Miguel Izard y Nikita Harwich Vallenilla se inscriben
en esta última posición.

1.3.) Las afirmaciones de Ruggiero Romano sobre las llamadas <<nacionalidades


satisfechas>> y las <<nacionalidades frustradas>> así como los planteamientos de Angel
Bernardo Viso sobre la falsa conciencia histórica de las élites venezolanas permiten
comprender cabalmente el problema de una huidiza identidad como pueblo, cuestión
estrechamente correlacionada con el problema de la construcción de un discurso
historiográfico coadyuvante al desarrollo de una conciencia como nación y de un genuino
"proyecto nacional".

1.4.) La cabal comprensión de la trascendencia histórica del Culto a los Héroes, tomando
en cuenta sus expresiones desde los más lejanos antecedentes registrados en la poesía épica y
en la historiografía de la antigua Grecia y Roma, pasando por ese monumento que fue el
poema del Cid, por la clásica obra de Carlyle y por todo ese conjunto de textos
contemporáneos que han abordado el tema; permite afirmar que éste ha sido un componente
fundamental del discurso histórico de los pueblos. En Hispanoamérica, en general, y en
Venezuela, en particular, el culto heroico ha estado presente en la vida de sus pueblos a
través de la producción historiográfica y literaria generada sobre todo a partir del proceso de
emancipación nacional al cual había que justificar ante sus supuestos beneficiarios.

En el caso de Venezuela, dicho culto heroico ,y especialmente del que se hizo a Simón
Bolívar, formó lo esencial del corpus historiográfico nacional.

2.) La Historiografía Nacional del Siglo XIX.

2.1.) El estudio realizado permitió conocer, entre otras cosas, las concepciones
historiográficas que predominaban en la Venezuela de entonces. Ello ,a pesar de que en
medio de la producción histórico-patriótica del siglo diecinueve, muy pocos fueron los textos
publicados que llegaban a la categoría de verdaderos libros si excluímos las colecciones
documentales, las memorias o los textos antológicos. En sentido estricto, los trabajos de
cierta envergadura historiográfica fueron muy pocos.

El <<corpus historiográfico mayor>> representado por las obras fundamentales de


Feliciano Montenegro Colón, Rafael María Baralt, Francisco Javier Yanes, José de Austria,
Juan Vicente González, Felipe Larrazábal y Eduardo Blanco más allá de las diferencias
existentes entre ellas, puede ser considerado uno de los más importantes factores que
contribuyó a la estructuración de una conciencia histórica nacional. La obra de los
mencionados historiadores nacionales ,con todos sus peculiares componentes ideológicos
provenientes de los prejuicios y valores de esos escritores "patricios" permitió al pueblo
venezolano valorar su pasado histórico: indígena, colonial y sobre todo el cercano tiempo de
la guerra de emancipación con sus héroes y antihéroes en acción.

2.2.) Hubo una muy estrecha relación entre las obras de Montenegro, Baralt y Yanes; por
descansar mutuamente entre sí buena parte de sus juicios, sustentándolos a partir de las obras
que les precedieron así como por la utilización de muchas fuentes comunes (documentos
realistas y patriotas, periódicos, obras históricas) .A pesar de no haberse publicado en su
tiempo la obra de Yanes, de todas maneras, ella circuló indirectamente a través de los
diferentes autores que la incorporaron entre sus fuentes básicas.

2.3.) La obra de Austria ,junto con la de los autores románticos: J.V. González,
Larrazábal y Eduardo Blanco; se nutrió ampliamente de los aportes historiográficos de
Montenegro, Baralt y Yanes; no obstante, su valiosa contribución representada por las
fuentes primarias que incorpora en su discurso: documentación original de la época de la
emancipación, textos de Simón Bolívar, testimonios de varios camaradas de armas y sus
propias experiencias le dan a su obra un carácter especial. Algo similar pudiera decirse de la
obra de Larrazábal pero solamente en lo referente a la importante colección de documentos
bolivarianos originales que incorporó en su trabajo.

2.4.) El conjunto de textos históricos antes mencionado, fue uno de los instrumentos -- o
una de las vías -- para el desarrollo del culto a los héroes en la Venezuela del siglo XIX.
Entre ellos, lógicamente , hubo diferencias. Montenegro, Baralt y Austria establecieron la
tónica en el tratamiento <<bolivariano>> en la historia venezolana (especialmente Baralt) ,
aunque sin llegar todavía a los excesos de los historiadores "románticos" como González,
Larrazábal y Eduardo Blanco. Una excepción en ese sentido fue la seca prosa de Francisco
Javier Yanes, quien trató al Libertador Simón Bolívar, casi como uno más de los jefes
patriotas, sin nunca caer en lo que se ha denominado el culto desorbitado del héroe. Lo
único ,eso sí, que desarrolló en este sentido fue la construcción de una especie de "leyenda
negra" donde retrató los "anti-héroes" de la patria.

2.5.) En esa muestra de la historiografía nacional no se pudieron apreciar diferencias


fundamentales en los juicios relacionados con el papel jugado por el pueblo en el proceso
histórico. En general, nuestros historiadores tuvieron una visión negativa sobre la
participación del pueblo en los hechos estudiados, especialmente cuando utilizan la categoría
"pueblo" como sinónimo de grupo de gente socialmente inferior, plebe o populacho ;
asociado también, a las características presentes en ciertos segmentos sociales: indígenas,
negros, llaneros.
2.6.) En relación con varias nociones o ideas , entre ellas las de nación, patria,
independencia, libertad; así como la identificación de los bandos enfrentados en la guerra de
emancipación: los realistas y los patriotas; no presentaron mayores contradicciones los
planteamientos de los principales historiadores nacionales (especialmente los primeros) . En
su mayoría ellos tuvieron una relativa similitud en los enfoques, originado ello, seguramente,
en la determinante influencia (en mayor o en menor grado) de la tradición hispano-católica
propia de la mentalidad de los literatos patricios venezolanos o de las más "modernas"
concepciones liberales que fueron penetrando.

Es de destacar que las concepciones propias del "antiguo régimen" o tradicionales no


desaparecieron del todo en el discurso historiográfico nacional. Ellas fueron dando paso
gradualmente a las ideas propias de la "modernidad" en obras como las de Rafael María
Baralt y, especialmente, en los historiadores posteriores a esa primera generación que
escribió todavía bajo el impacto de la emancipación nacional.

3.) El Culto a los Héroes y la <<Literatura Menor>>.

3.1.) Los aportes del corpus historiográfico mayor, junto con los de otros textos (grandes
colecciones documentales, memorias de ilustres próceres, autobiografías como la de José
Antonio Páez) contribuyeron a desarrollar la conciencia histórica nacional; sin embargo, el
vasto conjunto de biografías de héroes (y algunas heroínas) , discursos patrióticos , libros y
folletos que pretendían reivindicar la memoria de algún héroe maltratado, reseñas de honras
fúnebres, las llamadas <<coronas fúnebres>> , las <<apoteosis>> y las obras histórico-
dramáticas que se publicaron y representaron en los teatros del país; todo ello agrupado bajo
la cómoda (y un tanto arbitraria) etiqueta de <<literatura histórica menor>> fue el más
generalizado y eficaz medio para desarrollar el culto heroico en el seno del pueblo
venezolano.

3.2.) El número de textos revisados y que están directamente relacionados con el culto a
los héroes o próceres del siglo pasado, alcanza a unos sesentinueve títulos fundamentales, de
ellos, cincuentidos son de autoría individual y unos diecisiete tienen carácter antológico o
colectivo. Algunos de estos últimos, incorporan en ciertos casos, hasta más de treinta textos
de autores diferentes. Deben ser agregadas además, las nueve "hojas sueltas" , siete dramas
histórico-patrióticos , así como los respectivos trabajos generales u obras mayores. Las
referencias a diferentes materiales citados y el conjunto total de cientos de notas, comprueba
nuestro aserto.

3.3.) Buena parte de los textos decimonónicos investigados son meras reimpresiones de
materiales publicados originalmente en la prensa de Caracas y de otras localidades
importantes tales como Carúpano, Cumaná, Barcelona, La Asunción, Puerto Cabello,
Valencia, Maracay, Maracaibo, Mérida, San Cristóbal. Esa producción intelectual estuvo
limitada fundamentalmente a la escritura de editoriales, notas y ensayos periodísticos, poesía
patriótica, discursos, oraciones fúnebres, etc.

En esa literatura fue común la exaltación de las virtudes, el homenaje a las glorias
alcanzadas por los héroes, la nota luctuosa por la desaparición de los que fueron falleciendo a
lo largo de la centuria o el recuerdo a los que cayeron en las primeras décadas de ella. Todo
eso fue motivo para que nuestros escritores y oradores dejaran para la posteridad expresiones
intelectuales cargadas de fervor nacionalista y de adhesión filial a los considerados padres
fundadores de la patria, especialmente a Simón Bolívar.

3.4.) Una nota que resalta en esa producción es su carácter repetitivo, casi siempre
inspirada por la celebración de honras fúnebres y en las apoteosis organizadas con motivo de
los respectivos centenarios del natalicio de muchos de los que formaron parte de esa
generación que luchó en los campos de batalla, en los cabildos y congresos a partir de 1810.

3.5.) Simón Bolívar y los otros Próceres Seleccionados.

Cuando intentamos conocer cómo se desarrolló el culto a los héroes en el período


estudiado, consideramos sólo una muestra representativa de ellos. La escogencia de tal
conjunto, obedeció fundamentalmente a la consecución de por lo menos un buen texto
representativo, para el estudio del homenaje o reivindicación de cada uno. La casi totalidad
de esos homenajes tuvo lugar en las tres últimas décadas del pasado siglo.

Pudiera afirmarse, sobre la base de la evidencia localizada, que en general no se


desarrolló un culto específico a esos "otros héroes" ,sino en la medida en que cada uno de
ellos formaba parte del gran escenario bolivariano. Esto es, usualmente a cada prócer se le
honró o defendió considerando su participación en campañas al lado del Libertador,
defendiendo la vida de éste, solidarizándose con sus actuaciones o cualquier otra acción
memorable que pudiera servir de substancia para las biografías escritas, los homenajes a los
difuntos o la celebración del natalicio de otros. Lógicamente, las proezas en la defensa de
la patria ,los aportes a la cultura y las virtudes del homenajeado o reivindicado formaban
parte de las producciones intelectuales surgidas al calor de esa admiración por el héroe o
heroína.

3.6.) Parte de esa producción intelectual, estuvo representada por los llamados escritos de
reivindicación que buscaban honrar la memoria de alguien a quien sus biógrafos o familiares
consideraban maltratado por otros autores o publicaciones. Ejemplos de ésto lo tenemos en la
reivindicación o defensa que se hizo a Ramón García de Sena, Juan B. Arismendi, Manuel
M.de las Casas, Francisco de Miranda y Diego J. Jugo.

Los escritores reivindicadores consideraban siempre que se había calumniado la memoria


de tales próceres o que existían evidentes errores de los historiadores que habían tratado el
asunto. Por tanto, echar por tierra esa afrenta era el mejor homenaje que podían ofrecer al
héroe ausente.

3.7.) También debe anotarse en este balance final, que la escritura y representación de
obras dramáticas de cierto contenido histórico o patriótico fue una práctica conocida en
Venezuela. La localización de algunas piezas completas y las noticias que obtuvimos sobre
otras, así nos lo indican. Tales obras (dedicadas algunas a Bolívar) tenían como tema
fundamental la lucha por la libertad de la patria. Un caso muy especial fue la obra <<El
Tirano Aguirre>> . Ella, aparentemente dedicada a un <<anti héroe>>, cantó al primer
rebelde "hispanoamericano" y por ende a una manera de representar la libertad, o por lo
menos a la libertad de rebelarse contra los más inmediatos símbolos de opresión: los agentes
de la Corona española en la América en pleno proceso de conquista.

3.8.) La educación escolarizada -- en sus diferentes niveles y modalidades -- tuvo muy


escasa influencia sobre la población venezolana, considerando que sólo una exigua minoría
tuvo acceso a ella, aún en las últimas décadas del siglo XIX cuando hubo un mayor esfuerzo
relativo por parte de Antonio Guzmán Blanco y sus sucesores. De todas maneras, en el
sistema educativo nacional no hubo -- curricularmente hablando -- mayor interés por la
enseñanza de la historia. Sólo tardíamente hubo obligatoriedad de aplicar un programa para la
enseñanza de la Historia de Venezuela ;aunque algunos ilustres maestros lo hubiesen hecho
antes por su propia iniciativa.

3.9.) La publicación de buenos manuales escolares de Historia de Venezuela y el esfuerzo


pionero de algunos docentes preocupados por la divulgación de la historia patria -- y además
con las condiciones para cumplir esa tarea -- hizo posible que desde los tiempos del Colegio
de la Independencia, de <<El Salvador del Mundo>> y otras instituciones educativas
similares ; se ofrecieran cursos de historia que contribuyeron de alguna manera a desarrollar
la conciencia e identidad nacional, aunque fuese solamente en el seno de reducidos
segmentos de la población del país.

3.10.) Las escasas publicaciones periódicas que insertaban en sus páginas trabajos de
contenido histórico coadyuvaron al desarrollo del culto heroico y de una elemental
conciencia venezolanista. La mayoría analfabeta no tenía acceso directo a tal información;
pero a los que vivían en las principales ciudades, ésta le llegaba fundamentalmente a través
de los discursos y ceremonias patrióticas en plazas, cementerios, iglesias y en el Panteón
Nacional. Los que no asistían a tales eventos cívicos pues vivían en remotas
ciudades ,pueblos y aldeas oían la lectura de la información de prensa de quienes la recibían y
podían leerla y comentarla.

4.) El Culto Heroico al Libertador.

4.1. En los héroes, pero especialmente en el Libertador, vieron nuestros intelectuales la


grandeza ,el carácter semidivino y lo sagrado de su nombre, de sus cenizas, de su memoria y
de su legado. Y por supuesto, también vieron la cualidad de Padre de la Patria y de genitor de
la independencia nacional. Esto dio paso, largo tiempo después, al desarrollo de un exaltado
bolivarianismo que fue típico de la Venezuela de finales del siglo XIX. Como sabemos,
aunque el culto al Libertador empezó abiertamente después de las exequias a sus restos
trasladados desde Santa Marta en 1842; será posteriormente (en el período guzmancista)
cuando alcance su climax.

4.2.) Ese tardío desarrollo del culto al Libertador Simón Bolívar tuvo que ver en parte con
la presencia políticamente dominante de los "godos" (*) en el Congreso Nacional y en otras
instituciones fundamentales del país, tal presencia , finalizó abruptamente en la época de los
Monagas. Ello explica, que cuando en 1842 se hizo el homenaje nacional al Libertador,
todavía existían grupos e individualidades que no perdonaban los supuestos pecados del
ilustre prócer.

___________

(*) n.a. Se afirma que en ese grupo <<godo>> participaron muchísimos ex realistas,
emigrados recién regresados al país, separatistas o "cosiateros" ; y por ello, todavía se
conservaban los viejos rencores dejados por el trauma de la desintegración de la Gran
Colombia y por esa sangrienta "guerra civil" que fue el proceso de emancipación nacional de
Venezuela.

4.3.) Con la excepción de Bolívar, los otros próceres recibieron un modesto


reconocimiento y homenaje a lo largo del pasado siglo. Los que escribieron sobre esos
temas ,establecieron un riguroso sistema para hacerlo, cuya norma central era la valoración
de las acciones de cada uno ,considerando, entre otras cuestiones fundamentales, la lealtad al
Libertador en los momentos cruciales del proceso de emancipación. Por eso, Santiago Mariño
,Manuel Carlos Piar y otros que no "cuadraban" en la crónica bolivariana oficial fueron casi
ignorados. Esto explica el desinterés que hubo por publicar la obra historiográfica de
Francisco Javier Yanes, que no era <<bolivariana>> y juzgaba de manera diferente muchos
eventos ocurridos en el Oriente venezolano: las acciones de Santiago Mariño, Arismendi,
Bermúdez y Bianchi; la reunión del Congreso en Cariaco y otros sucesos.

4.4.) En las últimas décadas del pasado siglo, coinciden varios factores que explican la
presencia de un mayor número de actos de homenaje patriótico. Primeramente, casi todos los
importantes próceres nacionales nacidos a finales del siglo XVIII o a comienzos del XIX, ya
habían fallecido o se cumplía el primer Centenario de su natalicio. En una u otra
circunstancia, el gobierno aprovechó para conmemorar la ocasión en forma luctuosa o
festiva, según fuera el caso. En segundo lugar, la presencia de mentalidadades como la de
Antonio Guzmán Blanco, quien comprendió muy bien la importancia del culto a los héroes,
como una nueva <<religión cívica>> con su gran templo (el Panteón Nacional, lleno con los
restos y cenizas sagradas de los próceres, monumentos y lápidas) que servía de escenario para
las solemnes celebraciones periódicas, donde los pontífices de la nueva religión auspiciada
por el Estado, legitimaban con su prédica patriótica al propio Estado y a quienes lo
encarnaban como jefes políticos y militares.

4.5.) El guzmancismo (con Guzmán o sin Guzmán) hizo el más abierto aprovechamiento
político-partidista de las glorias de los héroes y especialmente de las del Libertador. Con ese
objeto se bautizó o rebautizó a varios estados y poblaciones con el nombre de Bolívar y de
otros próceres de la independencia; con los de los así llamados <<próceres de la federación>>
y con los del propio Guzmán Blanco y su padre. En esa misma línea estuvo la erección de
estatuas, la construcción de monumentos funerarios, plazas y bulevares, la organización de
una Academia Nacional de la Historia y la publicación de gran cantidad de obras históricas y
literarias (usualmente dedicadas al Ilustre Americano o a sus sucesores).
4.6.) En relación con el culto al héroe máximo, el Libertador Simón Bolívar ,se puede
afirmar que el número de los actos de homenaje -- tanto los de tipo intelectual como los que
se expresaron en festejos ,monumentos y disposiciones legales (moneda, condecoraciones,
etc.) -- supera con creces los acordados a la totalidad de los restantes.

Muchas de las producciones intelectuales en homenaje al Libertador están impregnadas de


la más exagerada devoción cuasi-religiosa a su memoria. Y como antes decíamos, se cae en
lo repetitivo al expresar la admiración por el grande Hombre.

A éste se le atribuyen todas las virtudes políticas, morales y sociales. Se considera sagrada su
memoria y se enmarca su actuación en una concepción providencialista de la Historia.

De gran importancia en el culto a Bolívar es la consideración que se hace de su papel


como <<Padre de la Patria>>.

4.7.) La producción de los intelectuales venezolanos, desde los tiempos en que el joven
Juan Vicente González escribió sus primeros textos que posteriormente llamó <<Mis
Exequias a Bolívar>> hasta los publicados en la gran apoteosis del Centenario de 1883 y en
los años inmediatos, siempre consideró que la patria le debía su existencia a la acción del
ilustre prócer. Es más, siempre se cantó a su memoria intentando desagraviarla por las
condenables acciones de los que solamente habían dilapidado la herencia de esa patria libre.

El llamado reiterado a que despertara de su sueño o por lo menos a que jamás se olvidara
su epopeya era parte substancial de los discursos, poemas, himnos y otras muestras del amor
filial nacional.

4.8.) Muchísimas de esas expresiones intelectuales en honor a Bolívar así como todo ese
aparato institucional que canonizaba a los ilustres guerreros de la emancipación, usualmente
escondían gruesas contradicciones. Como sabemos, Bolívar (y también Miranda) consagró su
existencia no solamente a la independencia de la patria en sentido restringido. Su lucha fue
siempre por la emancipación de Hispanoamérica y aspiraba ni más ni menos a construir un
nuevo y grande Estado o un conjunto de estados republicanos que por su peso propio en la
geopolítica de entonces pudiera garantizarse el respeto a su libertad política recién adquirida.
Muy lejos estaba el ideal bolivariano de un estado o <<patriecita>> como el nacido al calor
de la Cosiata y el Congreso de Valencia en 1830.
De tal manera que cuando las élites rendían culto a Bolívar hacían abstracción de los grandes
proyectos que el Libertador defendió hasta expirar en Santa Marta y por los cuales le
execraron los separatistas que más nada quisieron saber de la Gran Colombia, congresos
anfictiónicos, confederaciones andinas y otras ideas que condenaron como meros sueños
descabellados de "Don Simón", como les gustaba llamarlo entonces.

4.9.) Al analizarse la actuación concreta de Bolívar y su relación con la de otros próceres


(por ejemplo Miranda, Mariño, Arismendi u otro) no se hace la más leve mención sobre los
conflictos que hubo entre ellos. Todo lo contrario, todo se resuelve en la más completa
armonía patriótica y hermandad venezolanista. Sólo debía recordarse, según los oficiantes del
culto, la gran lucha común por la independencia sin hacer mención a los duros conflictos con
el propio pueblo venezolano enrolado detrás de las banderas realistas, y por supuesto, sin
hacer mención a los enfrentamientos entre Bolívar y los que desconocieron su
autoridad ,enfrentaron sus puntos de vista políticos o hasta su mismo derecho a dirigir el
proceso político-militar investido de una autoridad suprema que no todos siempre
reconocieron.

5) La <<Leyenda Negra>> VS "Viva España".

Mención aparte merecen los planteamientos de casi todos los que argumentaron a favor
de su homenajeado sustentando puntos de vista que se inscriben dentro de la llamada
"Leyenda Negra".

Fue casi un lugar común en la mayoría de los textos patrióticos describir a los adversarios
en la lucha de independencia nacional con los peores epítetos.

A los partidarios del rey de España se les calificaba de bárbaros, crueles, sanguinarios,
asesinos, cobardes, tiranos, representantes del absolutismo, del oscurantismo y de los que nos
esclavizaron por tres centurias. Junto a esa condena a los trescientos años de esclavitud y
servidumbre, siempre se hace dolida referencia a la tragedia de los aborígenes, personificados
en los principales caciques o hasta en grupos no venezolanos como los Incas del Perú.

Solamente en contadas ocasiones, como por ejemplo en los actos de San Cristóbal en
1883, se rompió con esa tradición de levantar las banderas anti españolas. Allí, en medio del
fervor patriótico y bolivariano se echó a un lado la machacona reflexión sobre las tres
centurias de opresión, tiranía, servidumbre y obscuridad; en cambio, el entusiasmo de la
fecha centenaria se convirtió en un fraterno <<viva España>>.
En buena medida, en esa misma onda se inscriben el discurso del Padre Manuel Felipe
Rodríguez en la Iglesia Metropolitana de Caracas (julio, 1883) y el poema de Francisco
Calcaño a la Batalla de Carabobo y Simón Bolívar.

Unas palabras finales.

Recordando un planteamiento que hicimos en la introducción de esta tesis, en relación


con la importancia que tenía el culto heroico presente en el discurso historiográfico
venezolano como alternativa ideológica ante un vacío dado por los magros resultados
obtenidos por la Venezuela independiente, debemos insistir en ese convencimiento inicial.
Todo ese discurso historiográfico-heroico se convirtió en el mejor sucedáneo (ideológico al
menos) para un pueblo que después de incontables sacrificios por emanciparse sólo alcanzó
una completa frustración en sus expectativas de progreso y bienestar material. Refugiarse en
las "glorias del pasado", pensar más en una especie de edad dorada llena de héroes que hacían
la patria con su espada, fue prácticamente casi la única alternativa abierta a un pueblo que
había obtenido la libertad a costa de todo lo demás, tal como dramáticamente lo confesara el
propio Libertador Simón Bolívar.

Finalmente, afirmamos que la realización de esta investigación nos planteó interrogantes


que todavía no terminamos de responder totalmente. Sin embargo, considerando los hallazgos
logrados, puede adelantarse una conclusión válida sobre el tema trabajado: el culto a los
héroes tuvo gran importancia en la historiografía y literatura venezolana del siglo XIX.

Aunque razonablemente se pueda suponer que muchos de los homenajes a los héroes no
siempre se convirtieron en materiales escritos (en la prensa, folletos, libros) y que tampoco
siempre tales materiales, se conservaron en su totalidad, hasta poder ser localizados en estos
días; suponemos que los testimonios efectivamente localizados y analizados son lo
suficientemente representativos como para servir de soporte a estas conclusiones, aunque no
puedan retratar exactamente ese universo de materiales diversos dedicados a los próceres y a
sus glorias.
FUENTES

FUENTES
1. El <<Corpus Historiográfico Mayor>> . Los Libros Fundamentales Escritos en la Venezuela
del Siglo XIX.

2. El <<Corpus Historiográfico Menor>> :

2.1. Literatura Histórica Venezolana Escrita o Publicada Durante el Siglo XIX: Libros , Folletos
, Publicaciones en la Prensa de la Época.
2.2. <<Hojas Sueltas>> de Contenido Histórico Publicadas Durante el Período Estudiado.
2.3. Obras Dramáticas, Monólogos, Comedias,etc. de Contenido Histórico, Impresas y/o
Representadas en la Época.

3. Memorias, Testimonios.
4. Recopilaciones Documentales; Antologías; Catálogos; etc.
5. Hemerografía Venezolana del Siglo XIX.
(Principales Periódicos del Período)
6. Los Clásicos (Grecia, Roma, España)
Textos Fundamentales y Estudios.
7. Bibliografía General.

7.1 Libros
7.2. Artículos

8. Enciclopedias y Diccionarios.
9. Trabajos Inéditos (Total o Parcialmente)

9.1. Monografías de Seminarios (Doctorado de Historia, UCAB)


9.2. Trabajos de Ascenso (UPEL - IPC)
FUENTES.

1. El <<Corpus Historiográfico Mayor>> :


Los Libros Fundamentales Escritos en el Siglo XIX.

Austria, José de.


BOSQUEJO DE LA HISTORIA MILITAR DE VENEZUELA (Estudio Preliminar por
Héctor García Chuecos) .Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia (vols 29 y
30). Impreso en Madrid, 1960

Azpurúa, Ramón.
BIOGRAFÍAS DE HOMBRES NOTABLES DE HISPANOAMÉRICA (Coleccionadas por
Ramón Azpurúa; obra mandada a publicar por el Ejecutivo Nacional de los Estados Unidos de
Venezuela, presidido por el Gran Demócrata General Francisco Linares Alcántara). Caracas,
Imprenta Nacional, 1877 4 v.
Existe una Edición Facsimilar: Ampliada con índices alfabéticos, Ilustraciones e informaciones
biográficas adicionales. Caracas, Ediciones Mario González, 1986

Baralt, Rafael María y Ramón Díaz.


RESUMEN DE LA HISTORIA DE VENEZUELA. París, Imprenta de H.Fournier y
Compañía, 1841 (3 tomos)
Reimpresión, Caracas, s.p.i. , 1975 (Impresión Facsimilar de la edición en tres volúmenes con
notas de Vicente Lecuna ,realizada por la Academia Nacional de la Historia en su
Cincuentenario)

Bello, Andrés.
CALENDARIO MANUAL Y GUIA DE FORASTEROS EN VENEZUELA PARA EL
AÑO DE 1810 (Con Superior Permiso). Caracas, Imprenta de Gallagher y Lamb, 1810. (Edición
Facsimilar del Banco Central de Venezuela, 1968 con estudio preliminar de Pedro Grases) 64
p.

Blanco, Eduardo.
VENEZUELA HEROICA. Caracas, Imprenta Sanz, 1881
Nota. Hubo una primera edición de 266 páginas que sólo recogía los capítulos o cuadros
sobre la batalla de La Victoria, San Mateo, Las Queseras, Boyacá y Carabobo. Ese mismo año de
1881, la misma empresa publicó otra edición de 599 páginas, ampliada con nuevos cuadros,
además de los anteriores , incorporó los relativos al Sitio de Valencia, la toma de Maturín, la
Invasión de los Seiscientos, la Casa Fuerte, San Félix y Matasiete.
Este contenido es el que se ha venido repitiendo en las sucesivas ediciones hasta nuestros
días. Entre ellas las siguientes: la de Caracas, Monte Ávila Editores, 1972 ; la de Madrid,
Editorial Castellana, 1978 , 395 p. con Prólogo de J.Salgado; la de Caracas, Alfadil, S.A. ,1981
con Prólogo de J.R. Lovera de Sola.

González, Juan Vicente.


JOSÉ FELIX RIBAS - BIOGRAFÍA (Prefacio de R.Blanco Fombona).
Caracas, Dirección de Cultura del Ministerio de Educación Nacional de Venezuela (Biblioteca
Popular Venezolana, vol.5),1946
170 p. (Esta fue una reimpresión de la edición hecha en Madrid por Rufino Blanco Fombona en
1918)
Ver también: González, Juan Vicente: “Biografía de José Félix Ribas” en Juan Vicente
González - La Doctrina Conservadora (PENSAMIENTO POLÍTICO VENEZOLANO DEL
SIGLO XIX. Textos para su Estudio) .vol.2 ,Tomo I, pp.87-272
La versión original se publicó en varias entregas del periódico Revista Literaria ,Caracas,1865

Larrazábal, Felipe.
VIDA DEL LIBERTADOR SIMON BOLÍVAR, New York, 1865-1866
(Esta Edición original fue “Modernizada” y acompañada de un prólogo y notas de Rufino Blanco
Fombona. Madrid, Editorial América, 1918). Hay Edición Facsimilar de la Comisión del
Bicentenario del Nacimiento del Libertador, Gobernación del Distrito Federal, Caracas, 1983
3 vols.

Montenegro Colón, Feliciano.


GEOGRAFÍA GENERAL PARA EL USO DE LA JUVENTUD DE VENEZUELA.
Caracas, Imprenta de Damirón y Dupouy, 1833-1837. (4 vols.)

---------. HISTORIA DE VENEZUELA. Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la


Historia -- #26 -- (Estudio Preliminar por Alfredo Boulton) .MXMLX - Sesquicentenario de la
Independencia. (2 vols.) Nota: Ella es una reimpresión en dos volúmenes del Cuarto Tomo de
su Geografía General ... Caracas, 1837

Yanes, Francisco Javier.


COMPENDIO DE LA HISTORIA DE VENEZUELA. Desde su Descubrimiento y
Conquista Hasta que se Declaró Estado Independiente. (Publicado por la Academia Nacional
de la Historia bajo los auspicios del Gobierno Nacional) .Caracas, Editorial Elite, 1944
(Reedición ampliada de la primera edición de 1840)

Yanes, Francisco Javier.


RELACIÓN DOCUMENTADA DE LOS PRINCIPALES SUCESOS OCURRIDOS EN
VENEZUELA DESDE QUE DECLARO ESTADO INDEPENDIENTE HASTA EL AÑO
DE 1821. (Obra en dos tomos, publicada por la Academia Nacional de la Historia bajo los
auspicios del Gobierno Nacional) . Caracas, Editorial Elite, 1943 (inédita durante un siglo)

===============//////================
2. El <<Corpus Historiográfico Menor>> , Siglo XIX.

2.1. Literatura Histórica. Libros y folletos: Biografías, Discursos, Homenajes, Coronas Fúnebres,
Descripciones de Honras Fúnebres, Apoteosis, Escritos Reivindicatorios, Descripción de
Conmemoraciones Patrióticas; Manuales de Historia.

Aguirre Guerra, Pedro A.


Palabras Pronunciadas en la Plaza Arismendi la Noche del 27 de Octubre, Con Motivo de
la Recepción Pública Hecha al Busto en Bronce del Libertador de Nueva Esparta. (La)
Asunción, 1884 5 p.
APOTEOSIS DEL EMINENTE CIUDADANO DOCTOR JOSÉ MARÍA VARGAS
CELEBRADA EN CARACAS EL DÍA 27 DE ABRIL DE 1877 (Por Disposición del Gran
Demócrata General Francisco Linares Alcántara, Presidente de los Estados Unidos de
Venezuela). Caracas, Imprenta Nacional, 1877 277 p.

APOTEOSIS DE BOLÍVAR. OFRENDA DEL ESTADO BERMÚDEZ EN EL PRIMER


CENTENARIO DEL LIBERTADOR (24 de Julio de 1883).
Caracas, Imprenta al vapor de La Opinión Nacional, 1883 311 p.
[26 textos de obras y autores diversos , diez de ellos sobre Bolívar (poemas, odas, himnos).
Incorpora algunos documentos sobre Miranda y Sucre; el poema “Loor de Ricaurte” y varios
ensayos históricos sobre el Oriente]

Austria, José de.


Biografía del General de División Mariano Montilla (Del Orden de los
Libertadores) .Caracas, Imprenta de Manuel Carreño, 1851

Azpurúa,Ramón.
TRES PRÓCERES DE LA INDEPENDENCIA. Gral. Mariano Montilla, Pro.José Félix
Blanco, Fernando Peñalver (Publicación hecha por la Junta Directiva de la Apoteósis de
Miranda) . Caracas, Tipografía El Cojo, 1896
[En 120 páginas, recoge la biografía de Montilla tomada del libro BIOGRAFÍAS DE
HOMBRES NOTABLES ,la vida de J.F. Blanco escrita por J.A.Calcaño con adiciones de
Azpurúa y un conjunto de documentos oficiales]

Baralt, Rafael María.


Documentos Militares y Políticos relativos a la campaña de vanguardia dirigida por el
Excmo. Sr. General en Jefe Santiago Mariño, publicado por un oficial del Estado Mayor
del Ejército. Valencia, Imprenta Venezolana, 1830.

Baralt, Rafael María y Manuel María Urbaneja.


Catecismo de la Historia de Venezuela. Caracas, Imprenta de G.Corser, 1865 (Reimpresión
parcial en pp.214-227, Tomo I. Germán Carrera Damas: Historia de la Historiografía
Venezolana, Caracas, UCV , 1985)
BIOGRAFÍA DEL GENERAL JUAN JOSÉ FLORES (Publicada por una Sociedad
compuesta de sus compatriotas y amigos de su primera infancia). Puerto Cabello, Imprenta de
Rafael Rojas, 1856 8 p.

BOLIVAR.CANTOS PATRIÓTICOS A LA MEMORIA DEL LIBERTADOR.


Caracas, Oficinas Tipográficas de Briceño y Campbell,1851 120 p.

Briceño, Mariano de.


HISTORIA DE LA ISLA DE MARGARITA (HOY NUEVA ESPARTA).BIOGRAFÍAS
DEL GENERAL JUAN B. ARISMENDI Y DE LA SEÑORA LUISA CÁCERES DE
ARISMENDI. Caracas, Imprenta de El Monitor, 1885.
231 p. (texto de 192 pags. más un apéndice 39 pags. de notas.)

Calcaño, Eduardo.
DISCURSO DE EDUARDO CALCAÑO EN EL PANTEÓN NACIONAL EL 28 DE
OCTUBRE DE 1880. CARACAS, Imprenta de la Gaceta Oficial, 1880. 13 p.

Calcaño, Francisco.
La Batalla de Carabobo Homenaje a Bolívar en su Centenario. Paris, Librería de Garnier
Hermanos, 1883. 14 p.

Calcaño, Julio (Compilador).


DIEZ SONETOS AL GENERAL RAFAEL URDANETA EN SU CENTENARIO (Edición
que hace el gobierno seccional de el Zulia). Caracas ,Tipografía de El Cojo, 1888 10 p.

Calcaño, Julio.
EL HÉROE DE TURBACO. Rasgos Biográficos del Ilustre Prócer Coronel D.Diego José Jugo
(para el periódico El Zulia Literario e Ilustrado) . Caracas, Tipografía El Cojo, 1890 46 p.

Castillo, Pedro Pablo del.


AL LIBERTADOR EN SU PRIMER CENTENARIO. Caracas, Imprenta y Litografía de F.
Rasco, 1883 16 p.

Cervantes, Pedro Pablo.


HOMENAJE PARA EL CENTENARIO DEL LIBERTADOR QUE SE CELEBRA EN
CARACAS. (Ofrenda al Libertador en su Primer Centenario, Impresa por Disposición del Ilustre
Americano, Regenerador, Pacificador y Presidente de los Estados Unidos de Venezuela, General
Guzmán Blanco). Caracas, Imprenta Bolívar, 1883 37 p.

CORONA FÚNEBRE EN HONOR DEL GENERAL ANDRÉS IBARRA, Ilustre Prócer de


la Independencia Sur Americana y el Edecán Herido en Bogotá la Noche del 25 de Setiembre de
1828, Defendiendo la Vida de su Jefe, el Padre de la Gran Colombia, Perú y Bolivia.
Caracas, Imprenta de la Opinión Nacional, 1875 240 p.

CORONA FÚNEBRE DEL ILUSTRE PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA


SURAMERICANA CORONEL ANTONIO LEOCADIO GUZMAN. Homenaje del
Gobierno y Pueblo de Venezuela. Caracas, Imprenta Nacional, 1885 2.vols
Coronado, Vicente.
LA VICTORIA DE CARABOBO. Valencia, Imp. Rodríguez, 1859 12 p.

DEFENSA DOCUMENTADA DE LA CONDUCTA DEL COMANDANTE DE LA


GUAIRA SR.MANUEL MARÍA DE LAS CASAS EN LA PRISIÓN DEL GENERAL
MIRANDA y Entrega de Aquella Plaza a los Españoles en 1812 contra las calumniosas
imputaciones que le han hecho los autores del Resumen de la Historia de Venezuela y otros
historiadores de la revolución de este país. Caracas, Imp. por George Corser, 1843 74 p.

DESCRIPCIÓN DE LAS HONRAS FÚNEBRES TRIBUTADAS A LA MEMORIA DEL


ILUSTRE PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA, BENEMERITO GENERAL JOSÉ
TADEO MONAGAS. Maracaibo, Imprenta de Alvarado y Medrano, 1869 16 p.

Domínguez, Federico.
LAS FIESTAS DE PAEZ EN VALENCIA. Valencia, Imprenta Colombiana, 1859 24 p.
EL CENTENARIO DEL LIBERTADOR EN SAN CRISTÓBAL (Biblioteca de Autores
Tachirenses, vol.83).Caracas, B.A.T, 1983
135 P. (la parte fundamental de la obra es una reproducción facsimilar del texto original de 1883)

Ernst, Adolfo.
LA EXPOSICIÓN NACIONAL DE VENEZUELA EN 1883 (Obra Escrita de Orden del
Ilustre Americano General Guzmán Blanco) . Caracas, Publicación del Ministerio de Fomento -
Imprenta de Vapor de <<La Opinión Nacional>> ,1886.
tomo I,704 p. ;tomo II,427 p. (documentos)

Espíndola H.,Jesús M.
DISCURSO DE ORDEN PRONUNCIADO POR JESÚS M. ESPINDOLA H. EN LA
PLAZA <<GÓMEZ>> DE LA ASUNCION, LA NOCHE DEL 14 DE OCTUBRE CON
MOTIVO DE LA RECEPCIÓN PUBLICA DE LA EFIGIE DEL GENERAL
FRANCISCO ESTEBAN GÓMEZ. (La) Asunción, s.p.i, 1883 7 p.

González, Juan Vicente.


MIS EXEQUIAS A BOLÍVAR . Caracas, Imprenta de El Venezolano, 1842. (ver edición
reciente) “Mis Exequias a Bolívar (1831-1842)”, pp.437-459 .Juan Vicente González - La
Doctrina Conservadora (PENSAMIENTO POLÍTICO VENEZOLANO DEL SIGLO XIX.
Textos para su Estudio) , Vol.2 , Tomo I. Caracas , Publicaciones del Congreso de la República
de Venezuela, 1983

González, Juan Vicente.


“MESENIANAS”: Francisco Javier Yanes (pp.461-467); Fermín Toro (pp.474-478);24 de
noviembre - Andrés Bello (pp.478-482) Juan Vicente González - La Doctrina Conservadora
(PENSAMIENTO POLÍTICO VENEZOLANO DEL SIGLO XIX. Textos para su Estudio) ,
volumen 3 ,Tomo II. Caracas, Publicaciones del Congreso de la República de Venezuela, 1983

Guardia, Heraclio Martín de la.


EL PRIMER CENTENARIO DEL LIBERTADOR EN CARACAS (Descripción de las
Fiestas).CARACAS, Imprenta Editorial, 1883
73 p. NOTA:contiene VI cantos, siendo los fundamentales el (I) dedicado a Bolívar,el (II)
dedicado a reivindicar a Miranda y el III a honrar al Panteón Nacional y a los que allí reposan.

Guzmán, Antonio Leocadio.


“El 17 de Diciembre de 1842” (publicado en El Venezolano # 149, del 20 de diciembre de 1842)
Reproducido en: Antonio Leocadio Guzmán - La Doctrina Liberal (PENSAMIENTO
POLÍTICO VENEZOLANO DEL SIGLO XIX. Textos para su Estudio) , vol.5 ,tomo I, pp.258 -
266 . Caracas, Publicaciones del Congreso de la República de Venezuela, 1983

Guzmán, Antonio Leocadio.


ANIVERSARIO DE LA ENTRADA DE LOS RESTOS DEL INMORTAL BOLÍVAR.
[Caracas?] , La Nueva Imprenta, 1845 13 p.

Guzmán, Antonio Leocadio.


LOS FUNERALES Y LA APOTEOSIS DE BOLÍVAR (Producciones escogidas del señor
Antonio L. Guzmán). Caracas, Imprenta Nacional, 1872 72 p.

Hernández Sanabria, Tomás José.


DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR.TOMAS JOSÉ SANABRIA (Consejero de
Gobierno y Miembro de la Universidad Central de Venezuela, en la función triunfal que esta
corporación consagró a la grata memoria del Héroe Sud Americano General Simón Bolivar,a
quien debe su restauración y engrandecimiento, celebrada el día 19 de febrero de 1843). Caracas,
Imprenta de V.Espinal, 1843 16 p.

HONORES FÚNEBRES AL GRAL. S.MARIÑO. Caracas, Imp. Corser, 1854.

HONORES AL GENERAL JOSÉ ANTONIO PAEZ (Actos de la comisión encargada de


trasladar de Nueva York a Caracas las cenizas de este ilustre prócer de la independencia de
Venezuela). Caracas, Imprenta y Litografía del Gobierno Nacional, 1888. 65 p. (Nota: incluye
documentos y discursos)

Hurtado Sanchez, Ramón.


LAS FIESTAS DEL PRIMER CENTENARIO DEL LIBERTADOR SIMON BOLÍVAR.
Caracas, Imprenta Editorial, 1883 110 p.

LA ABEJA. ALBUM PATRIOTICO-LITERARIO (Homenaje de gratitud de la redacción de


<<La Abeja>> a la memoria ilustre del LIBERTADOR SIMON BOLÍVAR en el primer
centenario de su natalicio 24 de julio de 1883) . Caracas, Imprenta Bolívar, 1883.
(el volumen contiene 35 textos diversos publicados recientemente y en épocas
anteriores:documentos, poemas, discursos, etc.)

Landaeta Rosales, Manuel.


EL PANTEÓN NACIONAL. Caracas,Imprenta Colón, 1896 12 p.

Lange, H.(Representante)
VERDADES HISTÓRICAS (Defensa de la memoria del coronel Ramón García de Sena por
sus descendientes y publicada por H. Lange, representante de la familia García de Sena) .
Caracas, Imprenta de Espinal e Hijos, 1881 25 p.

Lange, H. (Representante)
VERDADES HISTÓRICAS N.2 (Vindicación de la memoria del coronel Ramón García de
Sena de los ataques que le dirige el Doctor Lucio Pulido, hecha por sus descendientes y
publicada por H. Lange representante de la familia García de Sena).Caracas, Imprenta de Espinal
e Hijos, 1881 36 p.

Montesdeoca, Ignacio.
ESBOZO BIOGRÁFICO DEL GENERAL PEDRO LEÓN TORRES. Barquisimeto,
Imprenta Progreso, 1889 28 p.

Morales Marcano, Dr.Jesús María.


BIOGRAFÍA DEL GENERAL DIEGO IBARRA PRIMER EDECÁN DEL
LIBERTADOR SIMON BOLÍVAR. Caracas, Imprenta La Concordia, 1873 34 p.

OFRENDA QUE EL CONCEJO MUNICIPAL DE PUERTO CABELLO DEDICA A LA


MEMORIA DEL LIBERTADOR SIMON BOLÍVAR EN EL PRIMER CENTENARIO
DE SU NACIMIENTO. Puerto Cabello, Imprenta de Ramón Escobar, 1883
226 p. (incluye decretos oficiales y una antología de 17 textos de diversas épocas y autores en
honor a Bolívar)

OFRENDA A LA MEMORIA DEL GENERAL CARLOS SOUBLETTE EN SU


CENTENARIO , 15 DE DICIEMBRE DE 1889. Caracas, Imp.de El Economista, 1890 216
p.
Nota: La obra fue reeditada en forma facsimilar bajo el título de HOMENAJE AL GENERAL
CARLOS SOUBLETTE EN EL CENTENARIO DE SU MUERTE. 1789-1870. Caracas, 1970.

Olivares, José Manuel.


BOSQUEJO HISTÓRICO DE LA VIDA MILITAR DE JOSÉ TADEO
MONAGAS .Caracas, Imp.Ramón Alcalde Piña, 1855 15 p.
PRIMER LIBRO VENEZOLANO DE LITERATURA, CIENCIAS Y BELLAS ARTES.
OFRENDA AL GRAN MARISCAL DE AYACUCHO. Caracas, Tip. El Cojo, 1895 216 p.

Pulido, Lucio.
RECUERDOS HISTÓRICOS CON MOTIVO DE LA COLOCACIÓN EN EL PANTEÓN
NACIONAL DE LOS RESTOS DEL ILUSTRE PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA
SUR-AMERICANA, GENERAL JOSÉ IGNACIO PULIDO (padre). Caracas, Imprenta de
Vapor de La Opinión Nacional, 1880 110 p.

Pulido, Lucio.
HISTORIA PATRIA. LA RETIRADA Y ABANDONO DE BARINAS POR EL
CORONEL RAMÓN GARCÍA DE SENA EL 18 ENERO DE 1814. Caracas, Imprenta de la
Gaceta Oficial, 1881 41 p.

Riera Aguinagalde, Ildefonso: BIOGRAFÍA DEL GENERAL FRANCISCO MEJÍA (Ilustre


Prócer de la Independencia Suramericana) .Barcelona, 1977 (Escrito y publicado por vez primera
en 1874, reeditado en 1944) 96 p.

Rojas, Arístides.
EL CORAZÓN DE GIRARDOT 1813-1814 (De la Colección Leyendas Históricas de
Venezuela, homenaje del autor al 5 de julio de 1891) .Caracas, Imprenta y Litografía del
Gobierno Nacional, 1891
22 p. (el texto está junto con otro trabajo del autor)

Rojas, Arístides.
BIOGRAFÍA DE EULALIA RAMOS SÁNCHEZ DE CHAMBERLAIN, CELEBRE
HEROÍNA DE LA CASA FUERTE DE BARCELONA, LLAMADA ERRÓNEAMENTE
EULALIA BUROZ, VICTIMADA EL 7 DE ABRIL DE 1817 .Caracas, Tipografía Boston,
1925 36 p. (el texto, aunque publicado en esa fecha tardía con motivo de la inauguración de un
monumento en homenaje a la heroína, está fechado en Caracas 24-1-1885)

Rojas, El Marqués de.


EL GENERAL MIRANDA. Paris, Librería de Garnier Hermanos, 1884
774 p.

Rojas, Pedro José.


“Bolívar” (publicado en EL MANZANARES # 20 ,Cumaná ,25-7-1843 ;a propósito de la
creación de una <<Sociedad Boliviana>> en Caracas). Pedro José Rojas - La Doctrina
Conservadora (PENSAMIENTO POLÍTICO DEL SIGLO XIX. Textos para su
Estudio) ,vol.7 ,Tomo I (pp.57-58). Caracas, Publicaciones del Congreso de la República de
Venezuela, 1983

Seijas García, J.M.


RASGOS BIOGRÁFICOS DEL ILUSTRE PRÓCER DE LA INDEPENDENCIA SUR
AMERICANA GRAL. RAMÓN CENTENO MEJÍA. Caracas, (Editor Rafael Arias Poleo) ,
Tipografía de Espinal e Hijos, 1889

Tejera, Felipe.
BIOGRAFÍA DEL LICENCIADO DON MIGUEL JOSÉ SANZ. Caracas, 1873 (El ejemplar
consultado le falta su portada) 40 p.

Tejera, Felipe.
Manual de Historia de Venezuela. Caracas, Imprenta Federal, 1875 (sucesivas ediciones)

Toro, Fermín.
DESCRIPCIÓN DE LOS HONORES FÚNEBRES CONSAGRADOS A LOS RESTOS
DEL LIBERTADOR SIMON BOLÍVAR EN CUMPLIMIENTO DEL DECRETO
LEGISLATIVO DEL 30-4-1842, HECHA DE ORDEN DEL GOBIERNO. Caracas,
Imprenta de Valentín Espinal, 1843
53 p. (incluye apéndice documental)
Ver también: Fermín Toro - La Doctrina Conservadora (PENSAMIENTO POLÍTICO
VENEZOLANO DEL SIGLO XIX. Textos Para Su Estudio) .vol.1 , pp.321-355. Caracas,
Publicaciones del Congreso de la República de Venezuela, 1983.
UN RECUERDO DE BOLÍVAR. Caracas, Imprenta de Tomás Antero, 1835 63 p. (antología
de diversos textos: proclama del Libertador, su testamento, homenajes de Bolivia, Chile, México;
artículo de un diario francés, etc.)

Urdaneta, Anjel & Co. (con “j” en el original)


OFRENDA PRESENTADA A LA MEMORIA DEL SABIO DR.JOSE MARÍA VARGAS
CON MOTIVO DE SU CENTENARIO. Maracaibo, Imprenta Bolívar-Alvarado & Co, 1886
27 p.

Vera, José María.


UN PLATICO DE DULCES !!! POR UN MILLÓN DE PESOS!!! AGUINALDOS DE UN
SOBRINO QUE VALE ! DIEZ MIL PESOS !!! (En prosa fugitiva, pero verdades
irrecusables de hechos contemporáneos, para agregar a la gloriosa historia de UN PRÓCER DE
LA GRAN COLOMBIA). Caracas, Imprenta de Tomás Antero, 1849.

*****************************
2.2. Hojas Sueltas.

Castillo, Luis María.


MI OFRENDA AL PADRE DE LA PATRIA EN LA GLORIOSA FIESTA DE SU
CENTENARIO (Discurso de Orden en la Inauguración de la Estatua del General Francisco de
Miranda Pronunciado por el Lcdo. Luis María Castillo el 23 de julio. Caracas, Imprenta de La
Opinión Nacional, 1883.
Véase también: Hurtado Sanchez, Ramón: Las Fiestas del Primer Centenario del Libertador
Simón Bolívar. (Recoge este y otros discursos en su texto)

CANCIÓN FÚNEBRE POR LA AUSENCIA ETERNA DEL GENERAL BOLÍVAR.


Caracas, Imprenta de Fermín Romero, 1831
(Este texto se publicó originalmente en la Gaceta de Cartagena el 23-12-1830. Asimismo se
publicaron otros similares: Funerales en Bogotá, reimpreso en Caracas, 1842; Discurso
Fúnebre ,Medellín, 1831; Oración Fúnebre, Rio Negro, 1831 y republicado por Devisme,
Caracas, 1832).

Díaz G.,Alirio.
A BOLÍVAR (El Día de su Centenario a Nombre de la Escuela de Medicina de la Universidad
de Colombia) .Imprenta de Echeverría Hermanos, 1883.
EL VENEZOLANO DESMENTIDO POR LA CENTÉSIMA VEZ (escrito firmado por
“Muchos del Pueblo”). Caracas, Imprenta de F. de P. Nuñez, 1841 2 p.

Heres, Tomás de.


CARTA AL EDITOR DEL PATRIOTA PURO. Caracas, Imp.de T. Antero, 1833

HOMENAGE (sic) DE GRATITUD, RESPETO Y ADMIRACIÓN A LA MEMORIA DEL


INMORTAL BOLÍVAR. (incluye varios documentos y firman “los editores caraqueños”,
1838)

Pirela Sutil, J.M.


! SIMON BOLÍVAR ! CENTENARIO (Ofrenda al Padre Inmortal de mi Patria en su Primer
Centenario, el 24 de Julio de 1883, celebrado en Curazao por varios venezolanos y colombianos
y por el entusiasmo general de los hijos de la isla). Imprenta de la Librería Curazao, 1883.

RAFAEL URDANETA. (una lámina con la efigie del Gral. Urdaneta, fechas de su natalicio ,su
muerte, aniversario centenario, servicios prestados a la patria. Tributo de Maracaibo, su ciudad
natal en el centenario del natalicio).
Impreso en la Tip. Bethencourt, Curazao, 1888

Terepaima (seud.)
ELEGIA A LA MUERTE DEL SEÑOR CORONEL JUAN JOSÉ CONDE (1848).
Impr. F.E.Bigotte, 1854
**********************************

2.3. Obras Dramáticas, Monólogos, Comedias, etc. de Contenido Histórico ,Impresas y / o


Representadas Durante el Período.

Arismendi Brito, Pedro.


BOVES: DRAMA HISTÓRICO. Caracas, 1863.

Arismendi Brito, Pedro.


LEALTAD Y VENGANZA O CUMANA EN LOS DÍAS DE BOVES. Caracas,
1863. (Nota: los dos dramas de Arismendi Brito no los pudimos localizar todavía a pesar de
aparecer registrados en las bibliografías consultadas)

Barazarte, Armando.
Un Drama Histórico (En Cuatro Actos y en Versos) .Ciudad Bolívar, Imprenta de Vapor, 1885
77 p.

Briceño Picón,Adolfo.
EL TIRANO AGUIRRE (Drama Nacional de grande espectáculo en tres actos por Adolfo
Briceño Picón. Representado por primera vez en el teatro de Mérida el 30 de diciembre de 1872
y repetido el 6 de enero de 1873, con espléndida acogida). Mérida, Imprenta de Juan de Dios
Picón Grillet, 1873. 128 p.

Briceño Picón, Adolfo.


Ambrosio Alfinger, o los Alemanes en la Conquista de Venezuela (Drama Histórico, Original
en Tres Actos y de Grande Espectáculo) .Mérida, 1887 148 p.
(Manuscrito Obsequio del Dr. Adolfo Briceño Picón al Ilustre Americano—General Antonio
Guzmán Blanco—para el 27 de abril de 1887) .Esta obra ,junto con otras del autor: El Tirano
Aguirre; Ambrosio Alfinger o los Alemanes en la Conquista de Venezuela; Sacrificios por
la Patria y otras fue incorporada en la antología Teatro Andino (Colección de Piezas
Dramáticas compuestas sobre episodios de la Historia de Venezuela) . París, Imp. de la Vda Ch.
de Bouret, 1903 396 p.

Calcaño, Eduardo.
En Pos de la Gloria (Monólogo en Verso) .Caracas, 1890

Calcaño, Eduardo.
Policarpa Salavarrieta (Monólogo en Verso ...) .Caracas, Imp. El Cojo, 1891 15 p.

Calcaño, José Antonio.


Bolívar en Santa Marta (Monólogo en verso) . Caracas, Imp. El Cojo, 1886 16 p.

Castillo, Pedro Pablo del.


EL FANATISMO DRUIDA O LA SACERDOTISA (Drama en tres actos en verso suelto).
Caracas, Imprenta de A.Damirón, 1839 93 p.

Castillo, Pedro Pablo del.


El 19 de Abril o un Verdadero Patriota. (Comedia en dos actos) .Caracas, Imp. de George
Corser, 1842 31 p.
Gámez, José María.
DRAMA PATRIÓTICO (En Elogio y Recuerdo del Glorioso Día 19 de Abril de 1810 y de los
Triunfos Inmortales del Primer Caudillo de la Libertad Sudamericana SIMON BOLÍVAR).
Caracas, Imprenta de Manuel Marquis, 1840 13 p.
Gómez Uzcátegui, José Bernardo.
Eulalia Buroz o la Toma de Barcelona y su Casa Fuerte por los Españoles -- 7 de Abril de
1817 (Drama Heroico, en cuatro actos y en verso) .Caracas, Imp. Editorial, 1885 VIII, 72 p.

González Peña, Simón.


“Apoteosis” Revista épica en verso. En: Ramón Illaramendi. Celebración del Centenario de
Páez en la ciudad de Maracaibo.
Maracaibo, Tip. de Los Ecos del Zulia, 1890 pp.113-115

Guardia, Heraclio Martín de la.


Policarpa Salavarrieta(Drama en tres actos) .Caracas, Imp. de George Corser, 1851 60 p.

J.M.C (Juan Manuel Cagigal?) .


La Restauración de Venezuela (Drama en un acto por J.M.C.) Caracas, Imp. de Tomás Antero,
1833 23 p.

Marcano, Gaspar.
“El Encuentro del Español Pablo Carrera con el Patriota Francisco Machuca en las alturas de
Matasiete” (Diálogo en verso escrito en 1817. Apéndice del Poema del Teniente - Coronel
Gaspar Marcano) .En: Gaspar Marcano, Poema del Teniente - Coronel y Licenciado Gaspar
Marcano y otras producciones patrióticas de 1816 y 1817 relativas a la guerra de
independencia de Margarita. Caracas, Talls. de El Universal ,1917 pp.72-88

Martínez, Celestino.
La Batalla de Araure (Drama en cinco actos ...) .Caracas, Imp. de Valentín Espinal, 1845

Martínez, Celestino.
ARAURE ! (Drama Histórico en tres actos. Ofrenda al Libertador en su Primer
Centenario).Caracas, Imprenta Bolívar, 1883. 48 p.

Micolao y Sierra, Vicente.


Antonio de Guzmán; o ,Recuerdo de 1812 en América (2da Ed, Drama Heroico en un acto y en
prosa) .La Victoria, Imp. del Estado “Guzmán Blanco”, 1879 46 p.

Poleo Gonell, Luis.


PATRIA Y HONOR (Drama en 4 actos y en verso) . Imprenta del <<Diario de La Guaira>>,
1881 67 p.

Ruedas, Lisandro.
LA VÍCTIMA DE LA LIBERTAD (O Policarpa Salavarrieta: Drama Histórico y Nacional en
tres actos en verso y prosa.Representada por primera vez el 19 de abril de 1850 en el teatro de
Valencia). Valencia,Imprenta y Librería de Bartolomé Valdez, 1850.

Tejera, Felipe.
Triunfar con la Patria (Teatro Nacional - Drama original en cuatro actos y en verso) .Caracas,
Imp. Federal, 1875 77 p.

**********************

3. MEMORIAS.

Autobiografía Del General José Antonio Páez (Biblioteca Venezolana de Cultura—Colección


Andrés Bello) .Caracas, Edición del Ministerio de Educación Nacional - Dirección de Cultura,
1946 2 vols.

Díaz, José Domingo.


RECUERDOS SOBRE LA REBELIÓN DE CARACAS (Estudio Preliminar y notas de Ángel
Francisco Brice) .Caracas, Ediciones del Sesquicentenario de la Independencia - Academia
Nacional de la Historia, MCMLXI 600 P.

O’Leary, Daniel Florencio.


MEMORIAS DEL GENERAL O’LEARY (Traducidas del inglés por su hijo Simón B.
O’Leary, por orden del Gobierno de Venezuela y bajo los auspicios de su presidente General
Guzmán Blanco, Ilustre Americano, Regenerador de la República). Caracas, Imprenta El
Monitor. (la obra - XXXVI tomos - incluía la <<Narración>> y gran cantidad de documentos
del archivo de Simón Bolívar. Se publicó en tomos sucesivos durante el período 1879-1888 así
como en ediciones posteriores)

O’Leary, Daniel Florencio.


Memorias del general O’Leary . Caracas, Imprenta Nacional, 1952

O’Leary, Daniel Florencio.


NARRACIÓN. Caracas, Sociedad Bolivariana de Venezuela, 1952.
(Edición de los tres volúmenes de las <<memorias>> propiamente dichas de O’Leary, pues los
restantes sólo agrupaban documentos relacionados con el Libertador Simón Bolívar)
4. RECOPILACIONES DOCUMENTALES; ANTOLOGÍAS ; OBRAS DE REFERENCIA.

Blanco, José Félix y Ramón Azpurúa.


DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE LA VIDA PUBLICA DEL LIBERTADOR DE
COLOMBIA, PERÚ Y BOLIVIA. Caracas, Imprenta de la Opinión Nacional, 1875

Bossio Penso, Bertalibia (Recopilación) .


ARCHIVO DEL GENERAL MANUEL LANDAETA ROSALES. Caracas, Departamento de
Investigaciones Históricas, Academia Nacional de la Historia, 1987 207 p.

CATALOGO DE LA BIBLIOTECA NACIONAL ARREGLADO POR ORDEN


ALFABÉTICO DE AUTORES. Caracas, 1872.
Manuscrito que registra 2.103 obras y 5.375 volúmenes. El trabajo lo inició A.Ernst, lo continuó
el Dr.Felipe Larrazábal y lo culminó y pasó en limpio José de Jesús Lucena.

CATALOGO DE LA BIBLIOTECA DE LA I.UNIVERSIDAD DE CARACAS


( Según los números de las obras. Arreglado por A. Ernst ) .
Caracas, octubre de 1874.
El manuscrito de 235 páginas numeradas reposa en la sección de Libros Raros y Manuscritos de
la Biblioteca Nacional y registra un total de 22.504 volúmenes.

CENTENARIO DEL PANTEÓN NACIONAL (Concurso) .Caracas,Oficina Nacional de


Información, 1975.
329 p. (ocho ensayos de distintos autores sobre el mismo tema)

Cortés, Santos Rodulfo.


ANTOLOGÍA DOCUMENTAL DE VENEZUELA (1492-1900, Materiales Para la
Enseñanza de la Historia de Venezuela).Caracas, 1960

DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE LA VIDA DE JOSÉ ANTONIO PAEZ


(Prólogo: Nicolás Perazzo / Compilación, Selección y Notas de Manuel Pinto).Biblioteca de la
Academia Nacional de la Historia, vol.# 21, col.Fuentes para la Historia Republicana de
Venezuela. Caracas, ANH, 1976 tomo I,439 p.

DOCUMENTOS QUE HICIERON HISTORIA (Siglo y Medio de Vida Republicana 1810-


1961). Caracas, Presidencia de la República - Ediciones Conmemorativas del Sesquicentenario
de la Independencia, 1962. (dos tomos)

Drenikoff, Ivan.
IMPRESOS VENEZOLANOS DEL SIGLO XIX. Caracas,Instituto Autónomo Biblioteca
Nacional y de Servicios de Bibliotecas,1984 237 p.

ESTUDIOS Y DISCURSOS SOBRE EL GENERAL CARLOS SOUBLETTE


(Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, vol.22. Col.Fuentes Para la Historia
Republicana de Venezuela) . Caracas, ANH, 1977 240 p.

González, Juan Vicente.


SELECCIÓN HISTÓRICA (Antología prologada por Germán Carrera Damas).Caracas, Monte
Ávila Editores C.A. ,1978 315 p.

González, Juan Vicente.


PAGINAS ESCOGIDAS (Selección, Notas y Prólogo de Mariano Picón Salas. Epílogo de
Guillermo Sucre).Caracas, MoNte Ávila Editores, C.A, 1986 (La primera edición de esta
antología es 1921) 249 p.

Grases, Pedro.
BIBLIOGRAFÍA DE DON ARISTIDES ROJAS 1826-1894. Caracas, FUNRES, 1977.
------------. INVESTIGACIONES BIBLIOGRÁFICAS (Colección Vigilia #13).Caracas,
Ministerio de Educación - Departamento de Publicaciones, 1968
tomo I,319 p.
--------------. ANTOLOGÍA DEL BELLISMO EN VENEZUELA.
Caracas, Monte Ávila Editores , 1981 478 p.

-------------.EL ARCHIVO DE BOLÍVAR (Manuscritos y Ediciones) .Caracas, Ediciones


Equinoccio - Universidad Simón Bolívar, 1978 296 p.

JOSÉ ANTONIO PAEZ VISTO POR SEIS HISTORIADORES (Edición Homenaje a la


Memoria del General José Antonio Páez en el Centenario de su Muerte) .Caracas, Imprenta del
Congreso de la República, 1973 356 p.

LIBRO DE DECRETOS DEL PODER EJECUTIVO DE VENEZUELA POR EL


DESPACHO DEL INTERIOR Y JUSTICIA 1831-1842.
Caracas, Banco Central de Venezuela, 1973. 388 p.

Martínez, Magda.
IMPRESOS DEL PERIODO 1830-1850 (manuscrito en Biblioteca Nacional). Caracas, 1990.

Mendoza, Cristóbal de, y Francisco Javier Yanes.


Colección de Documentos Relativos a la Vida Pública del Libertador de Colombia y del
Perú, Simón Bolívar. Caracas, Devisme Hermanos, 1826-1829 (veintiún
volúmenes).Posteriormente, se publicó un apéndice preparado por Antonio Leocadio Guzmán.
Caracas, Damiron & Dupouy, 1833 por lo cual dicha colección ha sido identificada también
como las colección Mendoza -Yanes - Guzmán. 1829 - 1833 22 vols.

Montilla, Miriam y Betsy Contreras.


ESTUDIO Y COMPILACIÓN BIBLIOGRÁFICA DE LOS LIBROS Y FOLLETOS
IMPRESOS EN VENEZUELA EN EL PERIODO 1851-1870. Caracas, 1987
(Tesis inédita: Escuela de Bibliotecología, Facultad de Humanidades y Educación - UCV. Tutor,
prof. Carlos Hernández. Ejemplar de consulta en Biblioteca Nacional)

Naranjo de Castillo, Cira y Carmen G.Sotillo.


PRODUCCIÓN BIBLIOGRÁFICA Y POLÍTICA EDITORIAL EN LA ÉPOCA DE
GUZMAN BLANCO (1870-1887). Caracas, Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia
(Fuentes para la Historia Republicana de Venezuela # 44),1987 447 p.
Naranjo de Castillo, Cira y Elke Nieschulz de Stockhausen.
EL LIBERTADOR EN SU CENTENARIO (Una Bibliografía) Conmemoración del
Bicentenario del Nacimiento de Simón Bolívar 1783-1983. Caracas, Fundación John Boulton,
1983.
PENSAMIENTO POLÍTICO VENEZOLANO DEL SIGLO XIX - TEXTOS PARA SU
ESTUDIO. Caracas, Ediciones Conmemorativas del Bicentenario del Natalicio del Libertador
Simón Bolívar - Congreso de la República, 1983. 15 vols.

PRESENCIA DE JUAN VICENTE GONZÁLEZ (Selección, Prólogo y Notas del Dr. Virgilio
Tosta. Libro Homenaje del Liceo Nocturno Juan Vicente González) .Caracas, Tipografía
Garrido, 1954 147 p.

SOUBLETTE Y LA PRENSA DE SU ÉPOCA (Estudio Preliminar y Compilación de Juan


Bautista Querales).Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia, vol.23, Col. Fuentes para
la Historia Republicana de Venezuela. Caracas, ANH, 1979 657 p.

===============///////==============
5. HEMEROGRAFIA VENEZOLANA DEL SIGLO XIX:

GACETA DE VENEZUELA (Caracas, 1832 - 1838)


EL NACIONAL (Caracas, 1833-1838)
LA BANDERA NACIONAL (Caracas, 1837-1839)
EL LIBERAL (1837 - 1848)
EL VENEZOLANO (Caracas, 1840 - 1846)
EL LICEO VENEZOLANO (Caracas, 1842)
EL PATRIOTA (Caracas, 1845-1846)
REVISTA LITERARIA (Caracas, 1866)
LA OPINIÓN NACIONAL (Caracas, 1868 - 1891)

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*************************

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6. LOS CLÁSICOS (Textos Fundamentales y Estudios)
----- Roma, Grecia, España—

Herodoto: LOS NUEVE LIBROS DE LA HISTORIA (Traducción y estudio preliminar por


María Rosa Lida de Malkiel) . México, Grolier International - Editorial Cumbre, S.A. ,1978
548 p.

Homero: ODISEA (Introducción y Notas de José Alsina). Barcelona (España) ,Editorial


Planeta, 1980 396 p.

Homero: LA ILIADA (Introducción Juan Pallí Bonet; Traducción Luis Segalá) .Barcelona
(España) ,Editorial Bruguera, 1981 446p.

Plinio (el Joven):Panegírico de Trajano (Traducción ,Introducción y Notas por Víctor-José


Herrero Llorente) .Madrid, Aguilar, S.A. de Ediciones, 1963
170 p.

Plutarco: VIDAS PARALELAS.


Nota: Existen variadas ediciones, utilizamos dos de ellas. Una ,la de la Biblioteca Básica Salvat
con “Introducción de E.Valenti Fiol y Prólogo y Notas de Carles Riba (Salvat Editores, Estella -
Navarra, España, 1982) ; ella solamente presenta las vidas de Alejandro y César. La otra edición
revisada es la Ediciones Busma, S.A de Madrid, 1983; en ella aparecen las vidas de Demóstenes,
Cicerón, Pericles y Fabio Máximo con un “Estudio Preliminar” de Ernesto Parra.

POEMA DE MIO CID (Versión de Pedro Salinas) .Madrid, Revista de Occidente (Colección
Selecta) , 1969 --- 228 p. ---

Polibio de Megalópolis: Historia Universal bajo la República Romana. Barcelona, 1968


2 vols.

Suetonio: VIDAS DE LOS DOCE CESARES (Estudio Preliminar y traducción revisada por
José Luis Romero) .México, Grolier International - Editorial Cumbre, S.A. ,1978 384 p.

Tácito (Cornelio Tácito) : ANALES (Introducción, Traducción y Notas de José L.


Moralejo) .Madrid, Editorial Gredos (Biblioteca Clásica Gredos) ,1984
418 p (libros I-VI) /// 321 p. (libros XI-XVI)

Tito Livio: Décadas de Tito Livio, Príncipe de la Historia Romana (Traducidas al castellano
por Fr Pedro de Vega, del Orden de San Gerónimo. Corregidas y aumentadas posteriormente por
Arnaldo Byrkman). Madrid, Imprenta Real, MDCCXCVI

Tito Livio: Obras Completas de Tito Livio - Desde la Fundación de Roma (Bibliotheca
Scriptorum Graecorum et Romanorum Mexicana) .México, Universidad Nacional Autónoma de
México, 1955
Volumen :Libros I-II, 437 p.

Tito Livio: La Monarquía Romana (Traducción, Introducción y Notas por Víctor-José Herrero
Llorente) .Madrid, Aguilar, S.A de Ediciones , 1969
180 p.
***********************
ESTUDIOS.

Alizeri Fernández, Ester / Martha Galván Guiot.


LITERATURA GRECO LATINA (Manual de Análisis Básicos). México, Editorial Trillas,
1990 299 p.

Gómez, Argénis José.


JUAN VICENTE GONZÁLEZ Y LOS CLÁSICOS. Caracas, Ediciones de la Facultad de
Humanidades y Educación - UCV, 1979 91 p.

Menéndez Pidal, Ramón.


EL CID CAMPEADOR: Madrid, Espasa-Calpe, S.A. (Colección Austral - volumen extra #
1.000) , 1973 246 p.

Sanz, Victor.
La Historiografía en sus Textos (Desde sus orígenes hasta el Renacimiento) .Caracas, Fondo
Editorial de Humanidades y Educación - Universidad Central de Venezuela, 1985 317 p.

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7. Bibliografía General: Historiografía y Crítica Historiográfica; Estudios Sobre los Héroes y lo


Heroico. Bibliografía y Materiales Hemerográficos de Carácter General.

7.1 Libros.

Bauer, Wilhelm.
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA HISTORIA ( Traducción de la segunda edición
alemana y notas por Luis G. de Valdeavellano) . Barcelona, Bosch, Casa Editorial, 1957 626 p.

Bloch, Marc.
INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA (Breviarios del FCE # 64) .
México, Fondo de Cultura Económica, 1979 159 p.

Bloom, Salomón F.
EL MUNDO DE LAS NACIONES. EL PROBLEMA NACIONAL EN MARX (Traducción
de Roberto Bixio). Buenos Aires, Siglo XXI editores S.A. , 1975

Brading, David.
LOS ORÍGENES DEL NACIONALISMO MEXICANO. México, Ediciones ERA, 1983
138 p.

Briceño Iragorry, Mario.


CASA LEÓN Y SU TIEMPO (Aventura de un anti-héroe). Caracas, Editorial Elite, 1946

Campbell, Joseph.
EL HÉROE DE LAS MIL CARAS (Psicoanálisis del Mito) .México, Fondo de Cultura
Económica, 1992 372 p.

Cañizales Guédez, Emigdio.


El Indio en la Guerra de Independencia. Caracas, Coedición de la Dirección de Cultura de la
U.C.V y la APUCV, 1993
Carbonell, Charles-Olivier: La Historiografía. México, Fondo de Cultura Económica, 1981
163 p.

Carlyle , Tomas.
DE LOS HEROES, EL CULTO DE LOS HÉROES Y LO HEROICO EN LA HISTORIA
(Incorporado en el volumen <<Los Clásicos Carlyle y Emerson: De los Héroes / Hombres
Representativos. Traducciones y Estudio Preliminar de Jorge Luis Borges) .México, Grolier
International - Editorial Cumbre, 1978 399 p.
(La obra de Carlyle ha sido publicada en múltiples ediciones, una muy conocida es la de la
Colección Austral, volumen extra #1009 . Buenos Aires, Espasa-Calpe, 1951 ----- 226 p.)

Carrera Damas, Germán.


EL CULTO A BOLÍVAR (Esbozo para un estudio de la historia de las ideas en Venezuela).
Caracas, Ediciones de la Biblioteca - Universidad Central de Venezuela, 1973 303 p.

Carrera Damas, Germán.


UNA NACIÓN LLAMADA VENEZUELA (Proceso Sociohistórico de Venezuela, 1810-1974.
Conferencias) .Caracas, Edición de la Dirección de Cultura de la Universidad Central de
Venezuela, 1980 220 p.

Carrera Damas, Germán.


HISTORIA DE LA HISTORIOGRAFÍA VENEZOLANA (textos para su estudio) . Caracas,
UCV, 1985 tomo I, 685 p.

Carrera Damas, Germán.


JORNADAS DE HISTORIA CRITICA. Caracas, Ediciones de la Biblioteca - Universidad
Central de Venezuela, 1983 159 p.

Collingwood, Robin George.


IDEA DE LA HISTORIA. México, Fondo de Cultura Económica, 1972 323 p.

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LA HISTORIA COMO HAZAÑA DE LA LIBERTAD. México, Fondo de Cultura
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BIOGRAFÍA DEL ESTADO MODERNO (Traducción de J.A.Fernández de Castro y Carlos
Villegas) .México, Fondo de Cultura Económica (Colección Popular # 63), 1941

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TRES ENSAYOS SOBRE JUAN VICENTE GONZÁLEZ. Caracas, Publicaciones del
Ministerio de Relaciones Interiores, 1987 143 p.

Dumézil, Georges.
EL DESTINO DEL GUERRERO (Aspectos míticos de la función guerrera entre los
indoeuropeos) . México, Siglo Veintiuno Editores, 1990 200 p.

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The Story of Civilization: (Part XI) The Age of Napoleon. A History of European
Civilization from 1789 to 1815) . New York, Simon and Schuster, 1975
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EL MITO DEL ETERNO RETORNO (Arquetipos y Repetición) . Madrid, Alianza Editorial
(El Libro de Bolsillo) ,1992 170 p.

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HOMBRES REPRESENTATIVOS (En el mismo volumen junto con Thomas Carlyle :
Op.cit.) .México, Grolier Internacional - Editorial Cumbre, 1978

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Memoria de Cien Años. Caracas, Ministerio de Educación, 1981

Franceschi G. ,Napoleón .
Vida y Obra del Ilustre Caraqueño Don Feliciano Montenegro Colón .Su Aporte
Historiográfico y Contribución al Desarrollo de la Educación Venezolana de la Primera Mitad
del Siglo XIX. Caracas, DGIRP - Alcaldía de Caracas, 1994 191 p.

Gil Fortoul, José.


HISTORIA CONSTITUCIONAL DE VENEZUELA. Caracas, Ediciones de la Librería
Piñango, 1967 (quinta edición en tres tomos)

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Historia Contemporánea de Venezuela. Caracas, Presidencia de la República, 1954 (15 vols)

Herrera Luque, Francisco (Varios Autores).


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Caracas, Instituto de Estudios Hispanoamericanos, Facultad de Humanidades y Educación -
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LAS IDEAS DE LOS PRIMEROS VENEZOLANOS (Prólogo de Eduardo Arcila
Farías) .Caracas, Fondo Editorial Trópykos (Serie Ensayos) , 1987 183 p.

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Algunas Consideraciones Alrededor de Nación ,Estado (y Libertad) en Europa y América
Centro-Meridional Actas del Sexto Congreso de la Asociación de Historiadores
Latinoamericanistas Europeos (Antonio Annino, Editor .Florencia, mayo 1985).Turin, 1987
(tomo I)

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HISTORIA, BIOGRAFIA Y LITERATURA. VENEZUELA SIGLO XIX (Monografía de
Grado presentada por Colette Siwka para optar al título de Licenciada en Historia...).Caracas,
Dirección de Cultura - Universidad Central de Venezuela (Colección Humanismo y Ciencia #
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Soriano, Graciela.
PERSPECTIVA Y EXPECTATIVA DE LA HISTORIA EN LA ÉPOCA ACTUAL.
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USA) , Prentice-Hall,Inc. , 1981 386 p.

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VENEZUELA PINTORESCA E ILUSTRADA. París, Librería Española de E.Denné Schmitz,
1875 (Impresión Facsimil, Ediciones Centauro, 1986) 2 vols.

Topolsky, Jerzy.
METODOLOGÍA DE LA HISTORIA. Madrid, Ediciones Cátedra, S.A, 1982 519 p.

Torrente, Mariano .
Geografía Universal Física ,Política e Histórica (Dedicada al Excmo. Señor Duque de San
Carlos por Don Mariano Torrente) , Madrid, Imprenta de Don Miguel de Burgos, 1827 - 1828
3 vols.

Torrente, Mariano.
Historia de la Revolución Hispano Americana (Por Don Mariano Torrente autor de la
Geografía Universal) .Madrid, Imprenta de D. León Amarita, 1829 - 1830 3 vols.

Torres Rivas, Edelberto y otros autores.


ESTADO Y POLÍTICA EN AMÉRICA LATINA .México, Siglo Veintiuno Editores, 1985
(Véase especialmente el trabajo de E. Torres R. “La Nación :Problemas Teóricos e Históricos”
pp.87-132)

Uslar Pietri, Arturo.


LETRAS Y HOMBRES DE VENEZUELA. Madrid, Edime, 1974 326 p.

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LOS PASOS DE LOS HÉROES. Caracas, Ediciones Centauro, 1981 363 p.
VENEZUELA 1883 (Varios Autores). Caracas, Ediciones Conmemorativas del Bicentenario
del Natalicio del Libertador Simón Bolívar - Congreso de la República, 1983 (tres tomos)

Viso, Ángel Bernardo.


VENEZUELA: IDENTIDAD Y RUPTURA (La historia como estado de conciencia, el pasado
como introspección y vivencia colectiva).
Caracas, Alfadil Ediciones, S.A. (Colección Trópicos #1),1983 146 p.

Viso, Ángel Bernardo.


MEMORIAS MARGINALES DE PEDRO MIRABAL. Caracas, Monte Ávila Editores, 1992
137 p.

************************
7.2. Artículos:

Brading, David. “Héroes Republicanos y Tiranos Populares”


REVISTA CUADERNOS AMERICANOS (Nueva Época # 11, vol.5, Sep/oct. México). pp.9-
26. Sobretiro sin fecha.

Burns E. , Bradford.
“Ideology in Nineteenth-Century Latin American Historiography” HISPANIC AMERICAN
HISTORICAL REVIEW, 58 (3), Duke University Press, 1978. PP.409-431.

Carrera Damas, Germán.


“Simón Bolívar, el Culto Heroico y la Nación” HISPANIC AMERICAN HISTORICAL
REVIEW, 63 (1),Duke University Press, 1983.
pp.107-145.

Collier, Simon.
“Nationality, Nationalism, and Supranationalism in the Writings of Simón Bolívar” .HISPANIC
AMERICAN HISTORICAL REVIEW. 63 (1) Duke University Press ,1983 , PP . 37 - 64

Córdoba-Bello, Eleazar.
“Formación de la conciencia nacional americana” ( Separata del tomo XXII ) ANUARIO DE
ESTUDIOS AMERICANOS. Sevilla, 1966

Harwich Vallenilla, Nikita.


“La Révolution Francaise Chez Les Premiers Historiens Vénézuéliens” CAHIERS DES
AMERIQUES LATINES (# 10)
pp.275-286

Harwich Vallenilla, Nikita.


“Construcción d’une identité nationale: le discours historiographique du Vénezuéla au XIXe
Siecle” C.M.H.L.B. CARAVELLE (No 62, Toulouse, 1994) pp.241-256

Harwich Vallenilla, Nikita.


“National Identities And National Projects: Spanish American Historiography in the 19 th and 20th
Centuries” STORIA DELLA STORIOGRAFIA , 19 (1991) pp.147-156

Harwich Vallenilla, Nikita.


“La Génesis de un Imaginario Colectivo: La Enseñanza de la Historia en Venezuela en el Siglo
XIX” Boletín de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, ANH, 1988 (# 282, Abril -
Junio, 1988) pp.349-387

Lovera de Sola, Roberto J.


“Eduardo Blanco en su Contexto - A propósito de los Cien Años de Venezuela
Heroica” .Boletín de la Academia Nacional de la Historia, (#258, abril-junio 1982) .Caracas,
ANH, 1982 pp.445-459
Plaza, Elena.
“Rafael María Baralt” .Revista Tiempo y Espacio # 13 (Vol.VII, enero junio, 1990). Caracas,
UPEL-IPC, 1990 (pp.63-96)

Watters, Mary.
<<A Venezuelan Educator: Don Feliciano Montenegro Colón>> . Washington, D.C, (Reprinted
from) THE AMERICAS, Volumen III, January, 1947, Number 3 pp. 277-294
Nota: Existe traducción en español bajo este título:
WATTERS, Mary: “Un Educador Venezolano - Don Feliciano Montenegro Colón” en
BOLETIN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIA. # 30 (119). Caracas, julio-
septiembre 1948 p.269-287

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*****************************
8. ENCICLOPEDIAS Y DICCIONARIOS.

BIOGRAPHICAL DICTIONARY OF LATÍN AMERICAN HISTORIANS AND


HISTORIOGRAPHY. London/Westport, Greenwood Press, 1984 420 p.
(Véase especialmente la introducción escrita por Jack Ray Thomas entre las páginas 3 - 77 de la
obra)

Diccionario de la Lengua Española. Madrid, Real Academia Española, 1984 2 tomos

Diccionario General de la Literatura Venezolana. Mérida (Venezuela) ,Instituto de


Investigaciones Literarias “Gonzalo Picón Febres” - Universidad de los Andes, 1987 2 tomos

Diccionario de Historia de Venezuela .Caracas, Fundación Polar, 1988 (3 vols.)

Diccionarios Ríoduero de Historia Universal. Madrid, Ediciones Ríoduero, 1979 2 vols.

Diccionarios Ríoduero de Literatura. Madrid, Ediciones Ríoduero, 1977 2 vols.

Diccionarios Ríoduero de Mitología Griega y Romana. Madrid, Ediciones Ríoduero, 1984

Funk & Wagnalls New Encyclopedia. New York, Funk & Wagnalls, Inc. (Robert Phillips
Editor) ,1983 30 vols.

New Encyclopaedia Britannica .London ,Encyclopaedia Britannica, Inc. ,1974

Reese, William L.
Dictionary of Philosophy and Religion (Eastern and Western Thought) .New Jersey,
Humanities Press, 1980 644 p.

Scarpetta, M. Leonidas y Saturnino Vergara.


Diccionario Biográfico de los Campeones de la Libertad de Nueva Granada, Venezuela,
Ecuador y Perú, que comprende sus servicios ,hazañas y virtudes.- Reedición facsimilar -
Barcelona (España) ,1978 (un vol.)

The Oxford Dictionary of Quotations. London, Oxford University Press, 1966 1.003 p.

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9. Trabajos Inéditos:

9.1. Monografías presentadas en el Seminario <<La Independencia Política de Hispanoamérica -


la Creación de la Nación. Historia e Historiadores en el siglo XIX: el caso de Venezuela>> (I -
II) bajo la dirección del Dr. Nikita Harwich Vallenilla. UCAB, 1990

Franceschi González, Napoleón.


El Culto a los Héroes: Una Visión del Problema a Partir de una Muestra de la Producción
Intelectual Venezolana del Siglo XIX. Caracas, Universidad Católica Andrés Bello, Mayo, 1990
112 p.

Franceschi González, Napoleón.


<<Don Feliciano Montenegro Colón y su Aporte Historiográfico. Caracas, Universidad Católica
Andrés Bello, Octubre, 1990
105 p.

Plaza, Elena.
<<Historiografía y Nacionalidad:El Resumen de la Historia de Venezuela de Baralt>> .
Caracas, Universidad Católica Andrés Bello , Mayo, 1990
91 p.

Raynero M. ,Lucía.
<<Aspectos Historiográficos en Juan Vicente González>>. Caracas, Universidad Católica
Andrés Bello, Junio, 1990
127 p.

Raynero M. ,Lucía.
<<El Fundamento Histórico de la Nacionalidad Venezolana en la Historiografía de Francisco
Javier Yanes>>. Caracas, Diciembre, 1990
160 p.
*****************************

9.2. Trabajos de Ascenso:

Galíndez C. ,Omar.
<<FORMACIÓN DEL ESTADO NACIONAL EN LOS ESTADOS UNIDOS DE
NORTEAMÉRICA 1600 - 1870>> (Trabajo de Ascenso presentado para optar a la categoría de
Profesor Asociado en el escalafón universitario). Caracas, Universidad Pedagógica Experimental
Libertador , Instituto Pedagógico de Caracas - Departamento de Geografía e Historia. 2 tomos,
669 p.

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