Está en la página 1de 6

3.

6 Escenarios de las relaciones interpersonales


Las demandas e intereses personales
determinan los tipos de relaciones que se
fomenten, de ahí que resulten diferentes tipos de
relaciones en consonancia con los motivos de
cada individuo. Las personas con motivos
comunes se agrupan
para conseguir lo que quieren, en función a esto
surgen escenarios diversos para el desarrollo de
las relaciones interpersonales.

El 1er espacio donde toda persona establece un


contacto con otros individuos es la familia. Este
es además el escenario donde se cultiva la base
de la calidad de las relaciones. Según sea la
relación de los padre con sus hijos se
determinará como estos de comporten en su vida
adulta.
La escuela es el 2do escenario en la vida de las
personas que permite que se concreticen las
relaciones. El grupo de iguales, constituye Ayuda
a que los individuos socialicen.
Otra dimensión de las relaciones interpersonales
son las relaciones laborales; gran parte del
tiempo de la vida de las personas se comparte en
el área laboral, son determinantes para la
satisfacción personal como trabajador.
Muchas personas son despedidas de los
empleos por las malas relaciones
interpersonales. A menudo las personas hacen
un esfuerzo por controlar la agresividad y evitar
correr el riesgo a ser castigados, ya sea con
sanciones o cancelaciones.
Este estado de ánimo se define como una
condición general de descontento e incomodidad.
Las relaciones han de estar sustentadas sobre la
base de la sinceridad, para evitar sentirse
frustrado, infeliz.
Reprimir las emociones para mantener la
apariencia, no es recomendable. Para unas
buenas relaciones interpersonales es importante
tener una actitud positiva, evitando al máximo los
descontentos que producen las frustraciones de
la vida.

Algunas recomendaciones para evitar las


frustraciones y mejorar las relaciones
interpersonales son:

Dar importancia a lo que realmente es


importante.
 Reconocer que los fracasos son parte de la
vida.
 Evitar que las emociones dominen la
situación; algunas veces, cuando las
cosas andan mal, es útil darse tiempo para
pensar y analizarlas mejor opción es abordar la
situación sin afectar las relaciones.
 Desarrollar habilidad para ponerse en el lugar
de la otra persona. Además de tener claro el
propio punto de vista es necesario considerar
el problema desde el punto de vista del otro.

 Las relaciones pueden dañarse cuando una


persona insiste en tener la razón.
 No encerrarse en la frustración. Cuando algo
preocupa, es útil hablar con personas dignas
de confianza y escuchar sus puntos de vista.
 Cultivar técnicas de comunicación efectivas.
La comunicación es la base de las relaciones
interpersonales, tanto así que suele verse
ambos temas como si fueran uno mismo.

3.7 Las actitudes


Una actitud es un estilo de responder a
situaciones específicas, directamente vinculado
al aprendizaje, con carácter relativamente
duradero.
Las actitudes por lo general poseen una carga
afectiva en su razón de ser, por lo que
condicionan el comportamiento de las personas.
La manera de relacionarse con el entorno o con
las personas dependerá de si las actitudes al
respecto son positivas o negativas.

Las actitudes se estructuran por la


combinación de tres componentes:
 los pensamientos
 las emociones
 las conductas

Las relaciones interpersonales son muy


afectadas por las actitudes. El racismo, la
discriminación y los prejuicios son algunas las
actitudes negativas aprendidas en el seno
familiar o en el contexto social.
Por ejemplo
si una persona se acerca a un producto por
primera vez, y conoce solo los aspectos
negativos del mismo, probablemente desarrolle
hacia el mismo sentimiento de negatividad, por lo
tanto su conducta sería la de nunca comprar el
producto o no pagar mucho por él. En este caso
se dice que la persona tiene una actitud negativa
hacia dicho producto.
Esto mismo ocurre con las ideas preconcebidas
hacia las demás personas, y es lo que explica el
tipo de relaciones que se establecen con ciertos
grupos humanos.
Una vez asumida una actitud, es difícil
modificarla; muchas creencias, convicciones y
juicios pueden haberse formado desde los
primeros años de vida y haberse
reforzado una y otra vez.
No obstante, como todo lo que se aprende se
puede desaprender, las actitudes
pueden transformarse: una persona puede
cambiar de actitud respecto a una escuela luego
de que conoce dicha escuela y descubre que
sabía poco o nada acerca
de ésta.
La información juega un rol de primera magnitud
en la modificación de una
actitud.
Existen diferentes tipos de actitudes en función a
la manera como se manifiesten.
A continuación, se detallan algunas:
Actitud emotiva: Se basan en el conocimiento
interno de la otra persona. Cuando
dos personas se tratan con afecto, se toca el
estrado emocional de ambas.
Actitud desinteresada: La persona con actitud
desinteresada no se preocupa, primordialmente,
por el propio beneficio, sino que tiene su centro
de enfoque en la
otra persona y no la considera como un medio o
instrumento.
Las personas que exhiben este tipo de actitud,
poseen cuatro cualidades: apertura,
disponibilidad, solicitud y aceptación.
Actitud manipuladora: La persona con actitud
manipuladora ve a los demás
como un medio, de manera que la atención que
le otorga persigue un beneficio
propio.
Actitud interesada: Puede considerarse como la
consecuencia natural de una situación de
indigencia del sujeto: cuando una persona
experimenta necesidades
ineludibles, busca todos los medios posibles para
satisfacerlas; por ello, ve también en las demás
personas un recurso para lograrlo.
Actitud integradora: Las personas con actitud
integradora buscan regularmente
la comunicación de sujeto a sujeto; procuran
comprender el mundo interior del
interlocutor, persiguen el bien común e intentan
la unificación o integración de
las partes.

También podría gustarte