Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1.2. El pluralismo.
Este apartado se refiere al fin de los partidos, o el para qué son, y se entiende que
son producto de una serie de acontecimientos ya mencionados.
Se podría pensar que ellos no son más que la conexión entre un gobierno y el
pueblo o viceversa, pero sin llegar al poder de la toma de decisiones. Esto sería nada más
que un partido en el gobierno, pero el análisis de la historia lo lleva a decir que dista
mucho de lo que se entiende como el partido que gobierna.
Este apartado solo se trata con fines de poder estipular sintéticamente el objeto de
estudio, lo cual de alguna manera presenta dificultades, pues pueden quedar muchas
observaciones por fuera, y hacerla completa equivale a un desgaste exagerado. Sin
embargo el autor plantea su definición mínima:
“Un partido es en cualquier grupo político identificado por una etiqueta oficial que
presenta a las elecciones, y puede sacar en elecciones (libres o no) candidatos a cargos
públicos”
Para poder construir una teoría sobre los partidos y los sistemas de partidos,
como se ha dicho, es necesario establecer lo que NO es un partido, para QUÉ son, por qué
nacieron, entre otras.
El autor dice que sí importan cuántos son los partidos, porque el número de estos
indica una importante característica del sistema político, es decir la medida en que el
poder político está fragmentado o no, disperso o concentrado. Sartori dice que entre
mayor sea el número de partidos, mayor será la complejidad y probablemente la
complicación del sistema.
5.2 Normas.
Su lógica es, que para saber si un partido se debe o no contar, se deben tener en
cuenta dos normas:
1. Partido único
2. Partido hegemónico
3. Partido predominante
4. Bipartidista
5. Pluralismo limitado
6. Pluralismo extremo.
7. Atomización: se refiere a la ingobernabilidad.
Se puede diferenciar el uno del otro, sea por las características técnicas del
gobierno responsable, pues no está obligado a ir más allá de lo que debe, o también sea
por el que responde, pues éste se debe en gran medida a las conexiones de partido con el
parlamento y con el electorado.
De este capítulo Sartori argumenta que es necesidad reconocer los orígenes para
no perder de vista los efectos fundamentales, por ejemplo, sobre preguntas que rara vez
se hacen, o por qué las características de ellos como estas:
Pero también piensa en ir más allá, afirmando por ejemplo que los partidos no solo
tienen estas funciones, sino que también manipulan la opinión pública.