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Webelos

El punk entendido como provocación en todos los frentes


Evidentemente con el nombre de Webelos (acrónimo para “WE’ll BE LOyal
Scouts”), Mugretone Interior (voz y guitarra), Poison Bambee (voz y bajo) y Spidey
González (batería) no pretendían dar un homenaje explícito a los boy-scouts. Y si
se referían a los exploradores, desde luego lo hacían con la mala uva e
irreverencia que también gastaron, y a raudales, a lo largo de su trayectoria en
muchísimas ocasiones. Porque si algo tuvieron claro desde el principio es que
el punk es provocación, una máxima que aplicaron en muchísimos frentes a la vez.
Mugretone nos lo detalla así: “Hicimos los Webelos para tener enemigos, no para
tener fans (aunque luego surgiesen estos últimos). Pero está claro que había más
gente odiándonos que alabándonos. Y eso es la esencia de un grupo Punk, generar
odio, rabia. Cien millones de detractores no pueden estar equivocados. Éramos el
antigrupo por excelencia”. Además el plan de ruta no contemplaba atrincherarse en
posiciones a la defensiva: “En vez de esquivar lo que nos tiraban y justificarnos,
lo que hacíamos era añadir el nuevo insulto al carro y cargar orgullosos con ello”.
Según recoge la cuidadosa relación que guarda Mugretone de los conciertos que dio
la banda, fue el 17 de enero de 1997, en la madrileña sala Siroco, eso sí bajo el
nombre de Travestis Adoradores de Satán, que tocaron juntos el trío arriba
mencionado. Ya como Webelos, tocan ese mismo año un par de veces, siendo la primera
vez que actúan en Madrid el concierto que dan en el Garaje Sónico con Pretty Fuck
Luck.
El grupo se ha formado con el objetivo de reproducir los sonidos del punk de los
80; como nos cuenta el propio guitarra: “En Webelos hacíamos un revival del Punk
ibérico 80’s con algún elemento más moderno, como nuestra pasión por el Lo Fi de
bandas como Loli and the Chones y otras del sello Rip off Records. Pero siempre
fijándonos en Desechables, Último Resorte, Larsen, Familia Real…”.
Graban en 1998 dos maquetas, editando medio centenar de copias cada una, bajo el
distintivo de un sello que han creado específicamente para dar salida a estas
primeras grabaciones: Tres Cipotes, un personal homenaje al sello independiente de
comienzos de los 80. Es así como resultan “The Webelos are younger and better
looping than the Dwarves” (Tres Cipotes, 1998) y “Los Webelos copian una portada de
los Plasmatics” (Tres Cipotes, 1998). Ambos títulos ponían además de manifiesto la
extensa cultura de la banda a la hora de buscarse referencias. En más de una
ocasión darían muestras de lo amplio de su catálogo de grupos en los que se fijan,
y no siempre para mostrar su admiración. En estas primeras composiciones se
incluyen canciones como “Noise pop fuck off” (de título adoptado de un tema de Dead
Kennedys, “Nazi punks fuck off”), en la que se lanzaba una diatriba en contra
del noise-pop,  una escena con la que convivieron, sin problema alguno por señalar
con sus dardos a bandas en concreto de dicho movimiento. De igual forma, y
aprovechando el tema “Sonic reducer” de Dead Boys, Webelos se refería a Kike
Turmix, otro personaje con el que coincidieron por los mentideros de Madrid: a él
dedicaron su “Turmix reduce”.
El resto del año lo pasan actuando repetidas veces en garitos de Madrid,
especialmente en la sala Trylobite, donde tocarían, por ejemplo, con Guiller
Momonje o Piolines.
Reciben entonces la propuesta por parte de la gente de Producciones Esporádicas,
sello de Raúl (Pili y Sus Lechones) para sacar un sencillo. El grupo tenía la idea
de mantener el logo del sello con el que habían ido editando las maquetas, así que
finalmente “Megadiez” (Tres Cipotes – Producciones Esporádicas, 1999), el primer
vinilo de Webelos saldría como una coedición. Mugretone nos ilustra sobre la
relación con los responsables de Producciones Esporádicas: “Solíamos presentar
nuestras maquetas en el programa de radio de Raúl, Monstereo Sounds. Era fan
nuestro y nosotros de Pili y sus Lechones, que se formaron al poco de formarnos
nosotros. Éramos todos amantes del mongolismo, el punk, el Lo fi, el más cutre
imposible, la provocación,… flechazo instantáneo”.
Un trabajo que, tal y como rezaba en la portada, contenía “10 canciones de amor
para eyaculadores precoces”, presentados con la foto del trío en traje de faena, es
decir, con Poison en el medio, con ceñida minifalda de leopardo y látigo en la
mano, Mugretone como psycho-rocker de tupé mayúsculo, torso al aire y pantalón de
cuero y Spidey ataviado con su inseparable disfraz de Spiderman. Todo ello en
riguroso blanco y negro.
Canciones sin concesiones, directas y sucias, que según sostiene Mugretone, se
grabaron utilizando sólo dos de un cuatro-pistas, y que hablan de sumisión a Johny
(¿podría ser el traidor de los Desechables? –ver “Amor Pirata” (Grabaciones
Interferencias, 1988)-), que propinan patadas en la entrepierna a las conciencias
feministas más rabiosas, que te cuentan de adolescencias rockers o de un presente
en el que todos preconizan la muerte del punk a manos del techno. Webelos consiguen
dejar de forma clara y contundente de qué va su propuesta. El título además, cita
el número de canciones haciendo un guiño al grupo Megadeth, irónicamente en las
antípodas de los gustos de los madrileños.
En enero de 1999 dan el último concierto con Spidey a la batería. Tenía de antes,
otro grupo, Lukas, y no encontraba tiempo para compaginar tanta actividad musical
con sus estudios. En su sustitución entrará Herr Faust ‘n’ Roll, que bajo otro
sobrenombre ya tocara en Electric Garden y en Pretty Fuck Luck. Precisamente ambos
se habían conocido en el concierto que esta última banda había dado con Webelos
antes. Su debut con ellos se produce en mayo de ese año en la denominada 1ª Fiesta
Tres Cipotes en la sala Babylon, donde tocaron con Chopper Chicks y Rhino
Wrestlers.
El nuevo batería nos cuenta cómo era su participación en el grupo: ”Reconozco que
soy malísimo tocando la batería por lo que decidí eliminar accesorios que me
parecieron inútiles del kit de batería (sobre todo el hit hat) y me quedé sólo con
el bombo, timbal base, caja y añadí 2 platos destrozados que me hicieron sangrar
las manos y nudillos en más de una ocasión. Se trataba sólo de llevar el ritmo (de
pie y a toda velocidad) en un grupo “muy Punk”, pero me permitieron (no sé si
contrariados) aportar a la banda cierto grado de primitivismo con un estilo más
simple (si cabe) y tribal, lo cual creo que encajó bastante bien en ese momento con
la música de Webelos…”.
Es con esta formación con la que el grupo afronta la grabación de su LP “Los
Webelos Contra El Homo Sapiens” (Beat Generation – Munster, 2000).
El disco se editó a través del contacto de Nano Ramone (Piolines), tal y como nos
relata Mugretone: “Tenía nuestras maquetas y era fan de la banda. Nos propuso sacar
un disco en su sello, Beat Generation. Le dijimos que sí, pero que tenía que
esperar un poco porque íbamos a sacar antes el Megadiez”.La compañía de Nano es una
satélite de Munster, lo que facilitó además su distribución. “Además a Iñigo (el
dueño de Munster), que también era fan de la banda en sus inicios, le gustó el
disco. Así que salió con los dos sellos, y estaba tanto en el catálogo de Munster
como en el de Beat Generation”.
La colaboración con Munster empieza de hecho un año antes, cuando Webelos
contribuye al recopilatorio “Destruye y mata” (Munster, 1999), un tributo a los
Desechables. Para el mismo participan con “Golpe tras golpe”, que estaba en su
primera maqueta. Al respecto de la elección del tema, se generó una amistosa
disputa con Baby Horror, que les acusaba de haberles “robado” el tema que tenían
pensados ellos versionear para la ocasión. También con Munster participarían en
“Munster Records Goes Hi Fi” (Munster, 2000) donde incluyeron “Celos” del LP
anterior.
Fue grabado en un solo día, el 10 de julio de 1999, en un cobertizo propiedad de
Herr Faust ‘n’ Roll, (descrito por él mismo como “ténebre cripta laboratorio que
fue un antiguo cobertizo de ladrillo destartalado con techo de uralita”) aunque las
voces y mezclas se realizaron en días de los tres meses siguientes. La portada los
presentaba con aire troglodita, en estética que parece querer mezclar a los Cramps
y a Ulan Bator Trío, mientras que en el interior el disco se dispara el nivel de
provocación por el que ha apostado el grupo desde sus comienzos en varios frentes a
la vez. Sus continuos cambios de vestimentas, contemplan sin pudor, puestas en
escena en las que Mugretone y Poison terminan enlazados en lascivas piruetas y
mínimos cintos y taparrabos con los que evitan, a duras penas, la total desnudez.
Así hablaban en un fanzine explicativo sobre el grupo acerca de esta cuestión:
“Somos el grupo más elegante del mundo. Nos vestimos para desagradar y
resplandecer. Nos vestimos para nuestro público, para hacerles el amor en cada
concierto, para que se vayan a casa con la mente sucia y se masturben pensando en
nosotros” decían en la hoja interior.
De hecho Her Faust’n’Roll nos previene de que nada que se pueda oír acerca de los
conciertos del grupo es una exageración: “A bien gracias yo permanecía en un
segundo plano en el aspecto sadoperformático de los shows, escondido tras unas
gafas de sol y un batín de “pseudocientífico”. (…) He visto a Poison fustigar con
saña a Mugretone con un látigo, liarse a hostias con el público, sodomizar pollos
muertos, lanzar cacahuetes al público, apalear a un teletubbi…, etc.”. Acerca de
estas puestas en escena también nos informa Ernie Motor (Kalashnikovss, Aye), que
tocaba entonces en un grupo llamado Jeringa. Testigo de excepción de una escena en
la que los grupos solían hablar de “legalizar la marihuana, libertad para presos
etarras, policía asesina…”, nos relata su experiencia como espectador: “Ver al tal
Mugretone con un miembro tan largo como una trompa de elefante, a una Marta tan
atrevida que daba vergüenza seguirle la mirada y a un Spiderman a la batería debajo
de una bandera yankie, nos situó en el presente del punk madrileño. No
acostumbrábamos a ver espectáculos teatrales dentro del mundo del punk rock y esto
fue como una patada a la censura cultural del momento. Lo peor de todo es que dicha
censura la encontrábamos dentro de nuestro entorno: okupas, pequeñas salas,
festivales…”.
Se empecinan además en mostrar cuál es, a su juicio, la naturaleza real del punk:
“mongolo, estúpido, simplón y políticamente incorrecto”. Y para recalcar este
último aspecto no dudan en hablar de sumisiones peligrosas, como las de una novia
llamada Justine (el mismo nombre que la protagonista de la novela del marqués de
Sade) o el recluso de un campo de concentración que dice no importarle terminar
siendo convertido en jabón (“Hitler vive en un campo de concentración”). Asimismo,
y en una clara provocación con su alrededor, comienzan por atacar
a heavies y hippies (a estos últimos dedican precisamente la versión de los
Deadbeats “Kill the hippies”), se autoproclaman evaluadores únicos y definitivos a
la hora de determinar lo que es verdadero punk, esforzándose además en dejar claro
que todas las imposturas de corte hard-rock deben abstenerse de subirse a disco
carro. Así lo dicen en “Sólo es punk si yo lo digo” o “La importancia de llamarse
Enrique”, un nuevo mensaje para Kike Turmix. Comienzan así su cruzada particular
contra el término compuesto punk-rock. Al menos en su acepción dentro del panorama
musical patrio.
De igual forma proclaman su total hastío hacia cualquier posible contenido político
en las canciones de las bandas punk: “Los grupos que hablan de política nos parecen
aburridos, repetitivos, ridículos y presuntuosos”, decían en el mencionado panfleto
informativo. Preguntado directamente Mugretone sobre la cuestión, nos responde:
“Siempre he dicho que el punk debe ser provocador, pero si haces letras como los
grupos de anarco punk contra el gobierno, el ejército o contra las corridas de
toros (por ejemplo) NO estás provocando a nadie, porque la gente que te escucha
está de acuerdo contigo. El gobierno, los toreros o los militares no escuchan tus
discos. Nuestra idea era provocar al público, a nuestro público, y no sólo
insultándoles en directo, golpeándoles o vistiéndonos de tal o cual manera, todo lo
que rodeaba a Webelos debía ser insultante y ofender a la gente que estaba a
nuestro alcance. Insultar a Aznar no nos servía de nada, había que dirigir nuestro
tocapelotismo contra los “punkies” que venían a vernos”.
Semejante actitud le granjeó la antipatía por parte de un gran número de bandas y
seguidores punk, que rápidamente les tipificaron como una banda “pija”. Es
Mugretone el que nos lo cuenta: “Los punks de cresta, de tribu urbana, se referían
despectivamente a los grupos no politizados y sin pintas como grupos Pijo Punk. Los
grupos no politizados se enfadaban por aquello, pero nosotros dijimos: ¡Vale!
¡Somos Pijo Punks!! ¿y qué? Somos unos pijos (pese a que nuestros instrumentos no
costaban ni la cuarta parte que los de otros grupos que se consideraban no-pijos),
pero hacemos Punk mejor que vosotros y con los ojos cerrados”. En esa línea se
manifestaba en alguna entrevista: “(…) Hay muchos grupos de pijopunk (nosotros
estamos orgullosos de serlo y fuimos los primeros en reivindicar el nombre) que
hacen música punk de verdad. Mientras que otros con cadenas y crestas ya tal se
dedican a hacer crust core y cosas que están más cercanas al metal que al punk”.
Semejante actitud para con bandas de guitarras poderosas representó, en lo que a la
escena de la capital se refiere, una más que evidente declaración de guerra para lo
que vino a denominarse sonido Malasaña. Evidentemente la opinión de Webelos para
con aquellos grupos no era buena. Resumiendo la comunicación con Mugretone al
respecto “Ni nos importaban, ni les importábamos”. Además desmitifica la relevancia
de la etiqueta asociada al barrio madrileño, al menos en el momento que vivieron
ellos: “Se tiende a hablar de la escena de Malasaña en lugar de la escena
madrileña, como si todos los grupos viviesen allí o tocasen sólo allí (como si
fuese Berkeley o algo así). De hecho en nuestra época, en Malasaña ni siquiera se
tocaba, casi. Había salas, pero tipo Maravillas o Siroco, que no eran casi nada
punk. Las salas del punk estaban fuera de la M30 (Trylobite, Gruta…). Yo creo que
aunque todos salíamos por Malasaña y había bares de punk, las cosas realmente
sucedían fuera. Y cada grupo estaba más apegado a su barrio, a su cuna, que a la
zona de marcha, a la hora de decir de donde eran…”.
Llegados a este punto a uno le asalta la duda de cuál sería la extensión de una
posible lista con las bandas con las que consideraban mantener una buena relación.
A pesar de lo que pudiera parecer en un principio, Mugretone nos enumera sin dudar
unos cuantos: “Otros grupos de aquella época como Aerobitch, Sarcastic Bombs, Fast
Food, Sugus, Carbonas… no sé si se pueden considerar malasañeros o no. Con estos
teníamos mas relación y a veces tocábamos juntos (sobre todo con Sarcastic Bombs,
que eran de Canillejas…) Y junto a Sarcastic, con los que mas relación teníamos era
con gente que definitivamente no eran grupos malasañeros y que, como nosotros, creo
que huían de esa etiqueta: Baby Horror (hermanos mayores para nosotros), Pili sus
Lechones (hermanos gemelos y mi grupo favorito de Madrid de todos los tiempos),
Perturbados (geniales), Piolines (maestros), Capitán Entresijos, Chopper Chicks (el
grupo paralelo de Poison), Rhino Wrestlers (hermanos pequeños, aunque se pasasen al
jevi después, jajaja)…”
Así las cosas, el trío toca en un par de ocasiones con Piolines y Capitán
Entresijos, al que se une Victor Coyote en el concierto que dan en marzo en la sala
Siroco de Madrid. En mayo de 2000 Webelos tocará por última vez con Herr
Faust’n’Roll a la batería. “Nunca dijo que se iba del grupo, simplemente, cogimos
otro batería… Estaba haciéndonos el favor de cubrir a Spidey”. Su sustituto
fue Nick Knoxxcema, que también tocaba en un grupo llamado Los Raros.
Con el nuevo batería grabaron un nuevo disco , “Los Éxitos De Los Webeloss Por Los
Punkrockers” (Bazofia, 2002), una colección de 17 temas, de los que únicamente uno
supera, mínimamente eso sí, los dos minutos de duración. Presentado en imitación a
un engendro para el mercado español en el que se recogían versiones de los Sex
Pistols grabado con un grupo de sesión llamado precisamente Los Punk Rockers, a
comienzos de los 80, no deja de tener algo de vuelta de tuerca en su combate contra
los grupos de rock duro haciendo punk. El grupo sigue a pies juntillas el diseño de
dicho disco y en la parte posterior, en la que en el original aparecían fotos de
otros vinilos editados en la misma compañía (con discos de cuentos infantiles
incluidos), aprovecha para incluir los pretendidos sencillos de los que se habrían
sacado los temas que son versioneados. Aprovechan además con ello para homenajear a
varios de sus grupos favoritos, ya que algunas de esas carátulas son copias de
portadas de trabajos de Larsen, Parálisis Permanente, Siniestro Total, Kangrena,
Desechables o Alaska y Los Pegamoides.
Temas trepidantes, de guitarras sucias, a veces con peor sonido que la propia
batería, que se alternan en el ataque a los hippies, la vuelta a la prehistoria, de
pretendidas proclamas de orgullo ante las críticas recibidas por su aparente
condición de grupo pijo punk … Admitida su total renuncia a la inclusión de
cualquier proclama o crítica de contenido político, el grupo se zambulló, de forma
casi a todas luces programada, en una aparente devoción por cierta imaginería nazi.
A la S añadida a su nombre, dándole la caligrafía de las SS alemanas, unen, en “Los
Éxitos De Los Webeloss Por Los Punk Rockers”, algún corte con cierto guiño en esta
línea. Si bien “La venganza de los tenistass nazis” resulta a todas luces una
auténtica broma, “Berlín 1943” tiene el mismo aire tétrico de “1943”, una
controvertida canción de Espasmódicos.
Aunque con esta apuesta Webelos, confesos seguidores del punk de los 80, no hacen
sino imitar modos y modas de bandas de aquella época, su provocación trajo más de
un problema al grupo. En una entrevista concedida un año y medio después de que el
grupo se disolviera, Mugretone contaba: “Es muy triste que te llamen nazi cuando no
lo eres (…) Con los Webelos siempre hemos abusado de la iconografía nazi, pero era
sólo una cuestión estética. Nos chiflaban pelis como la loba de las SS. El sado y
el nazismo van muy de la mano en lo estético. Y nuestras letras siempre han sido
muy incorrectas. Pero cualquier persona con dos dedos de frente sabe que nunca
hemos sido nazis y jamás lo seremos. Es algo que me asquea profundamente”.
Especialmente si encima les valió la respuesta, a veces violenta, de parte del
público. Ya para lafonoteca, el guitarrista nos completaba su opinión al respecto:
“Todo el mundo sabía que no éramos nazis y que odiábamos a los nazis, pero
determinadas personas se empeñaron en que mereciamos que nos diesen una paliza y
buscaban cualquier excusa. Si usábamos parafernalia nazi en nuestros conciertos era
porque éramos un grupo de revival del punk de los primeros 80, epoca en la aquello
era normal. La doble ss del logo de las Vulpess lo copiamos como un homenaje a un
grupo que de nazi no tenia nada. Pero claro a los grupos de los 80 se les permitía
llevar esvasticas o dobles ss (Sex Sistols, Siouxee, Eater, Forgotten
Rebels, Vulpess…) o llamarse IV Reich o hacer canciones como “1943” de Espasmódicos
(echa un vistazo a la letra…), pero a nosotros no se nos permitía”.
Antes de la salida del disco, se produce un nuevo relevo a la batería. Nick, cuyo
último concierto con Webelos es el del día 12 de octubre de 2001 en la sala El Sol
(en aquella ocasión, el trío tocaba con Verónica 37), deja el grupo tras una
discusión. Su sustituto será Peter Porker, que debuta con la banda un par de
semanas después tocando en la actuación que dieron en Gruta 77 con Zodiac Killers.
Ésta sería la formación definitiva hasta la disolución de Webelos.
“Los Éxitos De Los Webeloss Por Los Punkrockers” se grabó, a diferencia de los
trabajos anteriores, sin saber en qué sello iba a ser editado. Una vez que el grupo
tuvo las canciones grabadas probó en un par de compañías, “(…) pero no nos
contestaron. Aun así, antes de que pensáramos en la autoedición, nos llamó un dia
Oscar de Bazofia Records al teléfono de casa y nos dijo: he oído que habeis grabado
un disco nuevo, ¿me lo podeis mandar?”. El responsable del sello de Zaragoza era un
fan del grupo desde que Nano Ramone le había pasado una copia del “Megadiez” un
tiempo antes, y quedó encantado tanto como las canciones como con la idea para el
diseño de portada que le plantea el trío.
El siguiente disco publicado por los madrileños, casi en paralelo al anterior,
fue “Fetichisme” (Evil Baby, 2002), un picture disc de 7” del que se editaron un
medio millar de copias. Su salida a la calle se gestó precisamente cuando todavía
se terminaban de ultimar los detalles del anterior álbum. En plena negociación con
Bazofia Records, Marky, que planeaba lanzar la que luego terminaría siendo la
compañía Evil Baby Records, contacta al grupo para editarles algún trabajo. Dado el
principio de acuerdo para los temas que finalmente constituyeron el LP anterior, el
grupo decide grabar nuevas canciones para sacar un sencillo para la ocasión.
Mugretone comenta sobre el momento: “Para nuestra sorpresa nos dijo que podía ser
un Picture disc. Estábamos encantados, eramos el peor grupo del país e íbamos a ser
los primeros en tener un Picture de entre toda la “escena” punk. La gente se iba a
morir de envidia”.
La portada final con la que se editó el disco es una copia-homenaje directa al LP
de Parálisis Permanente “El Acto” (DRO, 1982), en la que las caras de Eduardo
Benavente y Ana Curra se sustituyen por las de Mugretone y Poison. Mugretone nos
cuenta, sin embargo, que el boceto original para el disco, de la que no nos detalla
demasiado, era bastante controvertida; hasta tal punto de que la fábrica en
Checoslovaquia en la que se iba a confeccionar, “echaron el proyecto para atrás y
se negaron a fabricar una portada tan políticamente incorrecta. Les tuvimos que
explicar que no era más que una broma de humor negro y al final optaron por
fabricar el vinilo si cambiábamos la portada”. La solución de emergencia fue la de
plagiar la de Parálisis Permanente y enviarla, casi a vuelta de correo, para poder
dar salida al disco. El trabajo además se grabó con Spidey a la batería, que volvió
para echar una mano.
Anécdotas aparte, los seis temas del sencillo, de corte similar a la producción
anterior del disco, incluyen himnos rabiosos con un ángulo diferente de la típica
chica de las películas de James Bond, juegos de espías de la KGB y lo que más de
uno ha visto como un gran ejemplo de punk mongolo: “Robot neonazi”. Se incluía
también una versión del grupo italiano Hitler SS y hasta de un tema que era de un
grupo inexistente, Bomitoni Grup;  bueno sólo en el celuloide, el de la película
“Pepi Luci Bom y otras chicas del montón” (Pedro Almodovar, 1980), en el que
aparecía Alaska con esta supuesta banda haciendo una versión de “La Tentación”
de Kaka de Luxe.
“Fuga De Cerebros” (Hillside Strangler, 2003) es el último disco que edita el grupo
cuando está todavía en funcionamiento. En este caso se decantan por la autoedición,
ya que Hillside Strangler es el sello que Mugretone pone a punto, junto a Raspu,
para dar salida, especialmente en sus principios, a discos sencillos de 7”. Resulta
quizás uno de los mejores trabajos, con composiciones de gran intensidad que se
permiten divagar sobre la Guerra Total, la pseudo-política “Atacar Irak” o la
ingeniosa “¿Tienes un trabajo para una chica como yo?” que propone la hipotética
situación de tener que buscar un empleo para una chica de las características de
Poison Bambee.
También en pleno espíritu de hacerlo todo uno mismo, llegaron a editar algún CD-r
interactivo. El guitarrista, nuestro interlocutor a la hora de elaborar la reseña,
nos desanima a investigaciones más concienzudas al respecto: “Era una chorrada, que
tenía un par de videos en directo, mp3 de temas que ya estaban en discos, fotos y
poco más. Totalmente DIY y muy cutre. Ni merece la pena comentarlo”.
En enero de 2004, tras su concierto del día 16, Webelos deciden separarse. En
entrevista un tiempo después decían: “No nos aguantábamos. Peter Porker llegaba
tarde y borracho a los ensayos, Poison me rompía las cuerdas de la guitarra para
que no yo no pudiese tocar … y creo que me robaban el almuerzo”. Para el comunicado
oficial con el que anunciaban el fin del grupo decidían comenzar, en un tono menos
jocoso, con las siguientes palabras: “El punk ha de ser algo efímero, fugaz y
violento, como un escupitajo en la cara. Y nosotros ya nos habíamos extendido
mucho…”. En el mismo tono altivo y desafiante adoptado a lo largo de su trayectoria
añadían: “Siempre hemos pensado que teníamos un don para el Punk (hay que nacer
para ello) y todo este apoyo de los sellos no ha hecho más que confirmar nuestra
suposición. Motivo éste, por el cual somos unos engreídos, unos creídos y unos
déspotas que nos hemos atrevido a afirmar aquello de “sólo es punk si yo lo digo”.
Y cuanto más le escocía a la gente nuestra actitud, más nos crecíamos y más
enemigos hacíamos. Nuestra eterna lucha por la pureza del Punk y contra el heavy
metal que contaminaba por aquella época la escena, hicieron el resto… ”.
Al poco de la disolución sale “Disco Homenaje a Espasmódicos” (Potencial Hardcore,
2004), un CD que lleva la canción “Mata” a cargo de Webelos. La inclusión del mismo
en dicho trabajo tiene su importancia, sobre todo teniendo en cuenta el peso que el
sello madrileño tiene en lo referente a editar y apoyar el punk de la época. De
alguna manera, y a pesar de todo el revuelo que el propio grupo se encargó de
alentar con respecto a quiénes podían enmarcarse o no dentro del género, tiene algo
de reconocimiento para con la música del trío. No en vano, los responsables de
coordinar los contactos con los diferentes grupos reconocieron a Webelos que hubo
voces en contra de que se contase con ellos.
Son muchas más las recopilaciones en las que participan Webelos. La lista, bastante
amplia, incluye además de productos de la casa (como las contribuciones a CDs que
sacaba el fanzine Superpunk, el tributo a los Rip Offs (“The Rip Offs Got a
Tribute” (Hillside Strangler, 2007)) o el “Killed By Qué?” (Hillside Strangler,
2004) y los ya mencionados para Munster, la versión “Frontera francesa” de Larsen
para “We Hate The Underground” (Holly Cobra Society, 2005), el tema “En mi cabeza”
de su primer disco para el CD que editó el fanzine alemán OX, “Me excitas”, una
versión de Ultimo Resorte para “Never Trust A Punk Vol. II” (Rumble Records, 2000).
La última comunicación del grupo, una vez disuelto, se produce cuando Paco,
responsable de Blondes Must Die, se pone en contacto con el grupo para editar la
que sería la primera referencia de su recién creado sello discográfico. Para
entonces Webelos ya no existen, y los tres miembros originales se encuentran
inmersos en un nuevo proyecto, Grupo Sub-1. Ante la oferta deciden recuperar unas
canciones antiguas: “Teníamos esos temas grabados con anterioridad porque los iba a
haber sacado otro chaval, pero como parecía que tardaba en decidirse, le ofrecimos
comprárselos (pagando la grabación que el nos pagó) y dárselos a Paco”. Es así cómo
se gesta “Cero En Matemáticas” (Blondes Must Die, 2006), un sencillo compartido
entre Grupo Sub-1 y Webelos, y que representa el adiós discográfico de estos
últimos.
Mal que le pese a sus más firmes detractores, lo cierto es que Webelos consiguieron
hacerse un hueco en la escena punk de los 90. Su música fue lo suficientemente
impactante y contundente como para convencer aquellos que supieron obviar otras
componentes con las que se arropó la trayectoria de la banda. Al respecto resulta
ilustrativa la anécdota que nos remite el propio Mugretone durante el transcurso de
uno de sus conciertos. Nano Piolín, situado entre el público, contaba a la banda
tras la actuación, cómo un punkie junto a él admitía, a pesar del “asco” que le
provocaba Webelos, lo mucho que le “molaba” su música.
En 2013 hicieron una aparición sopresa, sin anuncio oficial, para poner fin a una
actuación en la que tocaron The William Folkners, Ejército de Desertores y La
Stasi en el Rock Palace de Madrid. Se despedía en aquella ocasión a Vera, activista
cultural en fanzines y radio, antes de su marcha a Grecia.
La actividad de Mugretone tras Webelos se ha extendido a los ya mencionados Grupo
Sub-1, y posteriormente Asiatics y X-Prays. Además es responsable de varios
fanzines, de la puesta en funcionamiento de sellos discográficos y promoción de
conciertos …. La llama sigue pues encendida.

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