Está en la página 1de 24

Solón

filósofo político ateniense de la


antigüedad

Solón (en griego Σόλων) (c. 638 a. C.-558 a. C.) fue un poeta, reformador político, legislador y
estadista ateniense, considerado uno de los Siete Sabios de Grecia.
Solón

Busto titulado 'Solon' (Museo Nacional, Nápoles)

Información personal

Nombre de nacimiento Solón, Σόλων

Nacimiento c. 638 a. C.

Atenas

Fallecimiento c. 558 a. C.

Probablemente Chipre[1] ​

Información profesional

Ocupación Comerciante, legislador, poeta y filósofo

Cargos ocupados Arconte epónimo (desde 594 a. C., hasta 593 a.


C.)

Gobernó en una época de graves conflictos sociales producto de una extrema concentración de
la riqueza y poder político en manos de los eupátridas, nobles terratenientes de la región del
Ática. Su Constitución del año 594 a. C. implicó una gran cantidad de reformas dirigidas a aliviar
la situación del campesinado asediado por la pobreza, las deudas (que en ocasiones conducían
a su esclavización) y un régimen señorial que lo ataba a las tierras de su señor o lo conducía a
la miseria. En particular, se distinguen las reformas institucionales y el nuevo sistema censitario
creados con objeto de abolir la distribución de los derechos políticos basada en el linaje del
individuo y, en su lugar, constituir una timocracia. Como resultado, los estratos medios
obtuvieron una mayor cuota de poder político, pero los estratos más bajos no consiguieron que
fuese oído su reclamo de una nueva repartición de tierras, que en un principio anhelaban.

Biografía

Según Plutarco, es probable que Solón fuese hijo de Execéstidas, descendiente de Codros y por
tanto de ascendencia Melántida, aunque Dídimo de Alejandría lo tiene por hijo de Euforión.[2] ​Su
madre, afirma Plutarco siguiendo a Heráclides Póntico, fue una prima de la madre de Pisístrato.
Durante su juventud, tras caer su familia en la pobreza, hubo de dedicarse al comercio y a
escribir poesía. En principio realizaba esto último sin otro fin que el de entretenerse, pero
progresivamente fue volcando el tono de sus versos hacia un costado más filosófico y
político.[2] ​

De acuerdo siempre con Plutarco, la iniciativa de Solón en empresas comerciales correspondió


más a un afán de aventura y conocimiento que a uno de lucro. El autor resalta la austeridad de
la vida del joven Solón,[2] ​y destaca algunos de sus versos al respecto, en los que el poeta no
distingue diferencia entre

«el que posee gran copia de oro y plata,

campos extensos de abundantes mieses,

y mulas y caballos, y el que solo

tiene un pasar honesto que le baste

a comer y vestir cómodamente;

y si en mujer e hijos a esto acreces

belleza y juventud, la dicha es llena».

— Solón.

Siendo Solón aún joven finalizó la guerra que Atenas mantenía con Megara por la posesión de
Salamina. Aquel, de acuerdo a Plutarco, se dirigió a la plaza y recitó un poema elegíaco
denominado Salamina, con el que convenció a los atenienses de que no debían rendirse. La
guerra volvió a establecerse con Solón a la cabeza y, finalmente, Salamina fue recuperada.[2] ​

Algunos autores antiguos le reconocen a Solón un papel decisivo en la «primera guerra


sagrada», como agitador de los anfictíones en su guerra contra Cirra por el dominio del templo
de Delfos.[2] ​
Su fama de moderado en una época marcada por los conflictos entre un bando popular y la
aristocracia antigua lo llevó al arcontado y a que se le otorgara un poder especial para legislar e
introducir cambios en la forma de gobierno.

Solón ante Creso durante su visita a Sardes, por Gerrit van Honthorst.

Sin embargo, aunque sus leyes resolvían varios problemas de la sociedad ateniense, no era
suficiente para las clases más bajas, que esperaban medidas más radicales, sobre todo en lo
relacionado con la cuestión agraria y la repartición de tierras. Solón en cambio buscaba el justo
medio, atribuyéndosele la frase ”guarda todo con mesura”.

Dejó a los atenienses por el lapso de 10 años, en los que debían respetar las leyes, cosa que no
ocurrió, y recorrió varios países como Chipre, Lidia y Egipto, de donde obtendrá —a partir de
varios sacerdotes—[3] ​el relato de la Atlántida, conservado por Critias y después ampliado y
adaptado[4] ​por Platón en sus diálogos Timeo y Critias, regresando a Atenas durante el gobierno
del tirano Pisístrato, que se mantuvo respetuoso con el viejo legislador. Debatió sobre el sentido
de la ley con el filósofo Anacarsis el escita y falleció el año 558 a. C.

Heródoto relata que en su viaje a Lidia, Solón se entrevistó con el rey Creso. Según la leyenda,
convencido el monarca de ser el hombre más dichoso del mundo, consultó a Solón sobre quién
era, a su juicio, el más afortunado entre los hombres. Solón dio algunos nombres, todos de
personas fallecidas. Consternado Creso por no haber sido nombrado entre ellos, le preguntó si
en tan poco apreciaba su prosperidad. A esto Solón respondió diciendo que no le era posible
ponderar la dicha de un hombre vivo, pues su fortuna es caprichosa y, por tanto, solo puede ser
evaluada una vez que el individuo ha muerto.[5] ​La mayoría de la crítica —incluso Plutarco[6] ​—
considera poco probable que este encuentro se haya producido alguna vez, puesto que a sus
dificultades cronológicas se añade el evidente carácter legendario del relato.[7] ​

Labor política

Contexto histórico

La comunidad ateniense, aunque fundamentalmente agrícola en la época, había alcanzado,


desde los comienzos de su unificación política, una estratificación social ya bastante
avanzada.[8] ​Los eupátridas o «bien nacidos», nobles terratenientes de la zona del Ática, eran
dueños de la mayor parte de la tierra y señores de una considerable proporción de la población.
Al respecto, señala Aristóteles:

Los pobres se hallaban esclavizados no sólo ellos en persona, sino también sus
hijos y sus mujeres, Recibían la denominación de pelates y hectemorioi («los de
la sexta parte»), pues precisamente bajo tales condiciones labraban las tierras
de los ricos. Y, en general, la tierra estaba en manos de unos pocos. Y si los
indigentes no abonaban el precio del arriendo, se los podía llevar esclavizados,
a ellos y a su prole. También los préstamos se aseguraban mediante la
esclavización personal (...)
Aristóteles, Constitución de los atenienses 2.2.

Areópago y Acrópolis de Atenas. Las tierras poseídas por los eupátridas se ubicaban principalmente en las llanuras del
norte y noroeste de Atenas, siendo éstas las zonas más fértiles de toda la región ática.
El estrato intermedio entre eupátridas e indigentes lo constituían dos grupos: geomoros (o
geomori), agricultores dueños de escasas tierras en zonas infértiles; y los demiurgos (o
demiurgi), artesanos sin tierras. Con el progresivo desarrollo del comercio marítimo ático y la
exportación de artesanías, los sectores carentes de tierras productivas (pequeños productores
rurales, artesanos, mercaderes, etc.) se concentraron en Atenas, su puerto (Pireo) y la costa
(Paralia); junto con los metecos, inmigrantes sin derechos políticos e incluso sin derecho a la
posesión de casa propia.[8] ​

Al caer la monarquía, el poder político se basó en un gobierno de nueve arcontes, elegibles año
a año exclusivamente por los eupátridas.[9] ​Al abandonar sus cargos, los exarcontes ingresaban
al Areópago,[nota 1] ​órgano de autoridad indiscutible, que representaba la instancia superior para
la mayor parte de los asuntos y poseía el voto decisivo en la elección de los arcontes. De tal
manera, los eupátridas tuvieron en sus manos, a la vez que la concentración del poder
económico, la concentración absoluta del poder político ateniense.[8] ​

Durante los siglos VII y VI a. C. se produjo la sublevación y posterior lucha de los atenienses
contra los eupátridas y sus instituciones. Los más pobres reclamaban, ante todo, un nuevo
reparto de tierras y la abolición del derecho vigente sobre el endeudamiento. Los estratos
medios, por su parte, en tanto ya poseían cierta estabilidad económica, ansiaban ante todo el
poder político, por lo que exigían la anulación de los privilegios políticos de los eupátridas.[8] ​

Las leyes de Dracón, redactadas hacia el 621 a. C., se promulgaron en el contexto de este


enfrentamiento y, si bien pueden ser interpretadas como una reafirmación escrita de las leyes
vigentes y benefactoras de la aristocracia, también, desde otro ángulo, pueden ser consideradas
como la primera delimitación legislativa, clara y definida, que acotaba la arbitrariedad de los
jueces hasta entonces basados en el Derecho consuetudinario.[8] ​

A comienzos del siglo VI a. C. el enfrentamiento había llegado a un punto sin retorno. Desde
tiempo atrás la situación entre las dos facciones antagonistas estaba bloqueada.[10] ​Aristóteles
se refiere al clima entonces reinante:

La mayoría del pueblo se hallaba subyugado por unos pocos, y el pueblo se


había sublevado contra los nobles. El alboroto era muy fuerte, y durante largo
tiempo unos lucharon contra otros.
Aristóteles, op. cit. 5.2

En este clima de stásis (guerra civil), los dos partidos le eligieron como magistrado de la ciudad
a este poeta-soldado:
[algún otro] no hubiera podido contener al pueblo [...] Pero yo, entre éstos,
como en el espacio entre dos ejércitos, me erigí como un mojón.

Loreux, Nicole, op. cit., p. 174

Estos dos versos son citados por Aristóteles, quien juzgó conveniente transmitirlos.[11] ​
Aristóteles, aludiendo a la división tradicional de las ciudades entre ricos y pobres, opone una
definición de toda ciudad constituida en tres partes. La tercera es la más importante, dado su
posición intermediaria entre los antagonistas: desde el centro se distinguen los extremos más
claramente.[12] ​A este mesón[nota 2] ​político le corresponde la forma media de politeia
(constitución), en tanto «que es la única que está a salvo de la guerra civil»[13] ​Las ciudades
pequeñas, según el «estagirita» están expuestas a disturbios porque es «fácil dividir a la
población en dos sin que quede nada en medio».[14] ​

En el año 594 a. C., Solón fue elegido arconte y árbitro (diallaktés), asumiendo poderes
extraordinarios.[9] ​Según Aristóteles, contó tanto con el apoyo de los eupátridas como con el de
los no nobles, en tanto ambas partes lo veían como defensor de sus respectivos intereses.

Por su origen y por su notoriedad, Solón se contaba entre las primeras


personalidades en el país, y por sus condiciones económicas, en la clase media.
Aristóteles, op. cit.

Fue, pues, elegido Arconte, después de Filómbroto,[15] ​y juntamente


medianero y legislador: a satisfacción de los ricos, por ser hombre acomodado,
y de los pobres, por la opinión de su probidad.
Plutarco, Vidas paralelas: Solón, XVI.

Al asumir como arconte, Solón se propuso realizar una serie de reformas que quedaran
plasmadas en una nueva Constitución ateniense.[9] ​

Reformas constitucionales
Sistema censitario

Solón organizó un sistema timocrático que significó la división de la población no extranjera y


libre en cuatro clases según el volumen (en medimnos o medimnoi) de su producción agraria.
Para los sectores que no obtenían ingresos de la tierra, se confeccionó una equivalencia (v.gr.,
un medimno de cereales o una oveja valían una dracma; un buey, cinco). De este modo, los
derechos políticos de cada individuo dejaban de establecerse de acuerdo a su linaje y pasaban
a considerarse en arreglo a su riqueza. A su vez, la división servía para organizar la milicia.

La clase más alta fue la de los pentacosiomedimnos (Pentakosiomedimnoi), que tenían ingresos
de 500 medimnos o más. Disponían de la plenitud de sus derechos políticos y podían elegir o
ser electos para cualquier cargo gubernamental (incluido el de arconte).[8] ​En tiempos de guerra
ejercían los más altos cargos militares y se les encomendaba a sus miembros el suministro de
los recursos necesarios. En particular, debían hacer entrega de las denominadas «liturgias», que
incluían el armamento de un barco de guerra (trierarquía), la financiación de una embajada en el
extranjero y el montaje de una pieza teatral (coregía).[9] ​

La segunda clase fue la de los hippeis, con ingresos superiores a los 300 medimnos. Contaban
con los mismos beneficios políticos que los primeros.[8] ​Estos debían prestar servicio como
caballeros y mantener el caballo por su cuenta.

La tercera de las clases la constituyeron los zeugitas (zeugitai), cuyos ingresos superaban los
200 medimnos. Este grupo no podía ser electo ni participar en la elección del arconte, aunque sí
en la de los demás cargos y sus integrantes ser electos para ellos. Debían integrarse a los
hoplitas (milicia de infantería pesada) y cargar con los costos de sus armas.

La última clase estaba formada por los tetes (thetes), de ingresos inferiores a los 200
medimnos. No podían ser electos para ningún cargo; podían, en cambio, participar en la
elección de aquellos cargos que no fueran el arcontado. Este grupo, en tiempos de guerra,
constituía la infantería ligera y el grueso de los remeros de la flota de Atenas.

Poder político e instituciones

El areópago o Consejo Aristocrático, en época monárquica había sido el Consejo del Rey y,
durante la época de los nueve arcontes, tribunal supremo en asuntos de justicia. Se le
denominaba Bulé, pero cambió su nombre cuando Solón creó la nueva Bulé. En época de Solón
fue mantenido como un consejo prestigioso que supervisaba el gobierno de la ciudad, el trabajo
de los magistrados, opinaba sobre el gobierno y actuaba como tribunal para delitos graves y de
sangre. Sin embargo, ya no participaba directamente en asuntos administrativos.

La administración y el quehacer legislativo de la ciudad quedó a cargo fundamentalmente de la


asamblea popular (Ekklesía) y de la bulé, ambos organismos establecidos por Solón.[8] ​Esta
última consistía en un Consejo de cuatrocientos ciudadanos (cien de cada tribu o filai del Ática).
Se cree que se ocupaba de proponer leyes, de preparar las reuniones de la ekklesía y, en general,
de realizar las funciones que previamente tenía a su cargo el areópago. La ekklesía o «asamblea
popular» era la que tomaba todas las decisiones de política interior, exterior, legislativa, judicial y
ejecutiva, pero necesitaba la aquiescencia y consejo del areópago y la bulé. La ekklesía elegía a
los arcontes, y por tanto, elegía indirectamente a los nuevos miembros del areópago. Estaba
compuesto por todos los ciudadanos mayores de dieciocho años, varones. Delegaba su poder
ejecutivo en los nueve arcontes y su poder judicial en el areópago (tribunal para los casos de
homicidio voluntario) y en la heliea (tribunal ciudadano).

La heliea era el tribunal de justicia supremo, compuesto por ciudadanos elegidos por sorteo.

Solón es el autor de la Constitución Ateniense del año 594 a. C.

Legislación y Reformas Sociales


Reformas agrícolas

En una de sus primeras medidas como arconte, Solón anuló las deudas contraídas por los
campesinos según las leyes anteriores , y estos recuperaron sus tierras embargadas. La
legislación al respecto fue denominada seisachteia o «supresión de cargas».

El alcance de dicha anulación no está del todo claro. Aristóteles, Plutarco y Diógenes Laercio
interpretaron que la medida anulaba todas las deudas. Dionisio de Halicarnaso, en cambio,
consideró que los efectos alcanzaban solamente a los deudores más indigentes; y Androción,
orador y político discípulo de Isócrates, opinó que no significaba otra cosa que la disminución
de los intereses de las deudas contraídas.[8] [16]
​ ​

Por su parte, el mayor reclamo de los menos privilegiados, que consistía en una nueva
repartición de tierras, no fue considerado.[8] ​

Abolición de la esclavitud por deudas

En su legislación, Solón derogaba la ley vigente en ese entonces según la cual era posible cobrar
deudas mediante la esclavitud del deudor y sus familiares (hektemoroi). La nueva ley amparaba
exclusivamente en lo sucesivo la retribución mediante bienes. Una vez que ésta entró en
vigencia, el arconte compró esclavos con el fin de liberarlos. Esto constituyó un cambio de gran
importancia, puesto que, al prohibirse la esclavitud del deudor, se estaba prohibiendo en sí la
esclavitud del ateniense.[16] ​

Política económica

Algunas de sus leyes en materia económica prohibían la exportación de cereales fuera de la


región del Ática pero estimulaban la exportación de aceite de oliva. Se dispuso el orden y los
métodos a emplear en la plantación y se reguló la forma de cavar y hacer uso de los pozos. Se
estimularon las labores artesanales y se redactó una ley que obligaba al padre a enseñar un
oficio a sus hijos, quedando estos, en caso de no haber recibido dicha educación, eximidos de la
obligación de mantenerlo durante la ancianidad, tal como era costumbre en la época. Entre las
medidas que pretendían evitar el ocio en términos económicos, Solón, si bien mantuvo la ley de
Dracón al respecto, modificó el castigo de pena capital por el de multas y privación de derechos
civiles (atimia).[8]

Por otra parte, si un extranjero se establecía con su familia en Atenas y establecía allí industria o
comercio, podía solicitar el derecho de ciudadanía.[9] ​

La legislación de Solón intentó tanto estimular la actividad productiva como evitar los gastos
improductivos. Por ejemplo, se prohibieron los funerales costosos y la inmolación de animales
en honor al fallecido. De igual modo, afirma Struve que «se prohibió también erigir sepulcros
cuyo costo fuera mayor del de uno que pudieran construir diez personas en el curso de tres
días».

Atenas cambió su unidad de medida, proveniente de Fidón, por una propia; otro tanto hizo con
su moneda, que hasta ese momento era la de Egina. La nueva moneda ateniense era más
liviana. En su conjunto, estas reformas, que acercaban los sistemas atenienses a los entonces
utilizados en Eubea, actuaron favorablemente en la ampliación del comercio de la polis Ática.[8] ​

Solón modificó también la legislación vigente sobre el derecho de herencia. Estableció el


derecho de los individuos varones que no tenían hijos, a testar libremente, pudiendo legar sus
bienes a cualquiera, familiar o no. Hasta el momento de dicha reforma, los bienes pasaban
automáticamente al patrimonio de la familia del fallecido o a su fratría.[8] ​

Matrimonio

Véase también: Epíclera

Plutarco adjudica a Solón las primeras leyes atenienses tendientes a cuidar del patrimonio
paterno tras el casamiento. Según dicho autor, se estableció que si un hombre casado con una
heredera sin hermanos varones no podía darle hijos, ésta tenía derecho a dejarlo y casarse con
un pariente, de modo que la herencia que recibía de su padre —y de la que ella no era dueña en
su calidad de mujer— se mantuviese en el linaje familiar. El marido de una epíclera, asimismo,
quedaba obligado a tener relaciones sexuales con ella al menos tres veces al mes.[2] ​

Según el mismo autor, además, se eliminó de todo matrimonio la entrega de dote por parte de la
esposa, con objeto de reducir las uniones con fines económicos. La novia, al momento de
casarse, solamente debía contar con tres vestidos y alhajas de poco valor.[2] ​

Sexualidad

De acuerdo a algunos autores, Solón dio un marco formal a las costumbres sexuales
atenienses. En un fragmento de la obra Hermanos del poeta y dramaturgo Filemón se alude al
establecimiento de burdeles públicos en Atenas. Esto ha sido interpretado como un intento, por
parte de Solón, de «democratizar» el placer sexual y, a su vez, de promover la idea de un
ciudadano «dueño de sus placeres».[17] ​Si bien son varios los autores que ponen en duda la
veracidad de este hecho, no deja de ser significativo que, varios siglos después de Solón,
existiera un discurso que vinculara a sus reformas la intensificación de la vida sexual
ateniense.[18] ​

Un aspecto importante de su legislación en el ámbito sexual, fue la regulación de la práctica de


la pederastia. Ésta, en la Atenas del siglo VII a. C., era aceptada y carecía de reglamentación.[19] ​
Solón redactó ciertas normas destinadas a reglamentar dicha práctica y proteger a los jóvenes
libres. En la época en que Solón redactó sus leyes, era frecuente que los jóvenes ejercitaran
desnudos en los gimnasios y que fueran seducidos por espectadores maduros. Una norma
establecida en el marco de esta reglamentación prohibía el acceso de los hombres esclavos a
estos recintos y, en general, cualquier intento de relación amorosa entre esclavos y jóvenes
libres. La mencionada reglamentación, que por el hecho de ser tal también implicaba
legitimación, se limitó a prescripciones de esta índole.[19] ​

Plutarco encuentra una explicación para la convivencia de la legislación soloniana con la


institución de la pederastia en aspectos de la vida íntima y de las experiencias del mismo Solón:

De la madre de Solón refiere Heraclides Póntico que era prima de la de


Pisístrato; y al principio hubo una gran amistad entre los dos por el parentesco
y por la buena disposición y belleza, estando enamorado Solón de Pisístrato,
según la relación de algunos. [...] Por otra parte, que Solón no se dominaba en
punto a inclinaciones desordenadas, ni era fuerte para contrarrestar al amor
como con mano de atleta, puede muy bien colegirse de sus poemas, y de la ley
que hizo prohibiendo a los esclavos el usar de ungüentos y el requerir de
amores a los jóvenes, pues parece que puso ésta entre las honestas y loables
inclinaciones, y que con repeler de ella a los indignos convidaba a los que no
tenía por tales.
Plutarco, op. cit.

Aristóteles, por su parte, desmiente la relación amorosa entre Solón y Pisístrato.[20] ​Por otra
parte, la autoría de ciertos aforismos pederastas, atribuida por algunas fuentes —entre ellas,
Plutarco— a Solón, es atribuida, por otras, a Teognis.[21] ​

Otras reformas

Las reformas de Solón limitaron el dominio ancestral absoluto que un padre tenía sobre su
familia. Se prohibió que un hombre vendiera como esclavos a su mujer o hijos o que los
expulsara del hogar. Además, el beneficio de manutención a costa de su descendencia se limitó
a la comida, ropa y entierro.[22] ​

Otra reforma consistió en la admisión de todo ateniense como miembro de una Corte de
Justicia, así como la posibilidad de apelación ante cualquier fallo judicial.[22] ​

Poesía

En sus elegías Solón expresa su conjunto de ideas políticas. Sus versos han llegado hasta
nuestros días de manera fragmentaria, a partir de citas de autores antiguos como Aristóteles,
Demóstenes, Teofrasto, Diógenes Laercio, Diodoro Sículo y Plutarco. En 1966. Sin embargo,
también existe controversia sobre la veracidad de ciertos fragmentos, y es posible que algunos
de los versos que se le atribuyen no sean de su autoría.[23] ​

En lo que respecta a la autenticidad de la poesía soloniana, destaca el hecho de que, en la


antigüedad, era usual atribuir la autoría de las obras de poetas desconocidos o poco populares
a otros de renombre.[24] ​Varios estudiosos han puesto en duda algunos versos atribuidos a
Solón por su referencia a hechos todavía no ocurridos; o bien, en otros casos, porque la
evidencia recogida les ha adjudicado un origen anterior.[24] ​Por su parte, es notoria la
coincidencia entre varios fragmentos solonianos y algunos de la Theognidea, conjunto de
poemas de su contemporáneo Teognis de Megara. En este caso no resulta sencillo dilucidar
cuál de ambas es la fuente original, o si existió en cambio una fuente previa que luego fue
atribuida, por separado, a ambos poetas.[24] ​

Durante el siglo IV a. C., las leyes y elegías de Solón eran conservadas por Aristóteles, quien se
encargó de compilarlas, y Teofrasto.[23] ​Presumiblemente, la compilación de Aristóteles se
perdió y fue posteriormente recuperada por Apelicón y llevada a Roma por Lucio Cornelio Sila en
el 82 a. C., mientras que otra fuente fue comprada por Ptolomeo II.[23] ​Es posible que los
historiadores antiguos que más se dedicaron a estudiar a Solón, como Plutarco, obtuvieran sus
fuentes de la biografía del gobernante realizada por Hermipo de Esmirna, o bien, que accedieran
a copias no conocidas de la obra de Aristóteles o de las propias leyes.[23] ​

De acuerdo a Plutarco, Solón comenzó a escribir poesía como pasatiempo, y en un tono más
popular que filosófico. Su estilo elegíaco pudo haberse debido a la influencia de Tirteo,[25] ​si
bien incursionó en otros géneros líricos como el troqueo y el yambo, de tono más vital y
directo.[26] ​

En cualquier caso, sus versos son más significativos desde el punto de vista histórico, como
testimonio escrito de su pensamiento y reformas, que desde el estético.

La justicia según Solón

En sus elegías, Solón presenta la idea de justicia como un poder divino y como un orden natural
y autorregulado. A este respecto, compara la justicia con el mar: «el mar es revuelto por los
vientos; mientras alguien no lo mueva, es la más justa de todas las cosas». Gregory Vlastos
analiza que, mientras que para Semónides de Amorgos el mar tiene una naturaleza dual en la
que alterna su apariencia (a veces calmo, a veces tormentoso o perturbado), para Solón la
perturbación no es su estado natural o justo; y si entra en este estado, ha de existir para ello una
causa perturbadora.[22] ​Junto a Gregory Vlastos, es «partidario de esta concepción de la justicia
como principio inherente, inmanente al orden social, dentro de un organismo político y con una
ley de causalidad semejante a las del mundo físico en los filósofos jonios»,[27] ​Werner Jaeger, en
Solon's Eunomie. Están en contra, Eric A. Havelock,[28] ​H. Lloyd-Jones,[29] ​quienes aducen un
mismo concepto de justicia en Solón que en Hesíodo. En la misma línea se halla Michael
Gagarin.[30] ​

Para Solón, la justicia es un asunto concerniente a la comunidad, en arreglo a dos nociones: la


paz común y la «libertad común». Cualquier acto de injusticia que ponga en riesgo la seguridad
común amenazará asimismo la seguridad «individual» de cada miembro de esa comunidad; de
igual manera, cualquier daño directo a un miembro de la polis será un daño indirecto a ella
misma. Y el hecho de que sea «indirecto» solo lo hará más riesgoso en tanto no se podrá
predecir el grado o cualidad de sus efectos. De aquí que cualquier injusticia individual deba
concernir a todos. Estas consideraciones tuvieron consecuencias prácticas en la legislación de
Solón; fue este quien, por primera vez en Grecia, escribió una ley sobre criminalidad por la que
se habilitó a cualquier ciudadano, en determinadas circunstancias, a emprender acciones por
ofensas hechas a otros, aunque éstas fueran de carácter aparentemente «individual» y no
colectivo.[22] ​

La noción de libertad común nace de la misma base: la esclavitud de cualquiera pone en peligro
la libertad de todos. De esta manera, la esclavitud de los campesinos deudores no produce el
único efecto de su desgracia personal,[nota 3] ​sino también un efecto —indirecto e impredecible—
sobre la polis. Una ciudad esclavizada por un mal tirano tuvo que ser previamente dividida y la
esclavitud individual es una manera de llevar tal empresa a cabo, así como de legitimar la
primera. Por otra parte, los esclavos mismos cuentan con el poder necesario para sublevarse y
robar a la polis su libertad, es decir, la libertad común. La comunidad debe, por tanto, velar por la
libertad de todos sus miembros.[22] ​
Solón también se refirió a la cuestión agraria en sus elegías:
«El que había venido para saquear, lleno de
esperanzas,

creyendo hallar aquí grandes riquezas,

esperaba que yo, acariciando suavemente,


sería fiero en mi manera de ser.

Mas entonces se equivocaron, y ahora,


enojados por ello,

me miran de soslayo como a un enemigo.

No importa: lo que prometí, cumplí con la


ayuda de los dioses,

no en balde trabajé. Tanto me desagrada

gobernar por la fuerza tiránica, como en las


campiñas,

dar a los malos y a los nobles parcelas


iguales».

— Solón.

Tabla de correlaciones
Gentili -
Diehl Bergk = West Adrados Autor loc. cit. Título
Pratto

Eclogae Phisicae,
Elegía a
1 1 13 1 Estobeo Dialectae et Ethicae III 9,
las musas
23

2, 1-
2, 1-2 1 2, 1-2 Plutarco Vidas Paralelas Solón 8, 1 Salamina
2

2, 3- Diógenes Vidas de los filósofos


2, 3-8 2 2, 3-8 Salamina
8 Laercio ilustres I, 46

3 3 4 3 Demóstenes Discursos 19, 254 Eunomía

4, 1- Constitución de Atenas 5,
4, 1-3 4a 4, 1-3 Aristóteles
3 2

4, 4- Constitución de Atenas 5,
5 4c 4, 4-8 Aristóteles
8 3

4, 9-
6 4, 9-12 Plutarco Vidas Paralelas Solón III, 2
12

5, 1- Constitución de los
7 5 5, 1-6 Aristóteles
6 atenienses 12, 1

5, 7- Constitución de los
8 6 5, 7-10 Aristóteles
10 atenienses 12, 3

Vidas Paralelas Solón XXV,


5, 11 9 7 5, 11 Plutarco
6

Vidas Paralelas Solón


6 10 28 6 Plutarco
XXVI, 1

Vidas Paralelas Solón XXV,


7 11 19 7 Plutarco A Filocipro
6

Diodoro Biblioteca histórica IX, 20,


8 15 11 11
Sículo 3

Diógenes Vidas de los filósofos


9 14 10 10
Laercio ilustres I, 49

Diodoro Biblioteca histórica IX, 20,


10 12 9 8
Sículo 2
11 13 12 9 Plutarco Vidas Paralelas Solón III, 6

12 16 25 12 Plutarco Amat. 5 p. 751b

13 17 23 13 Platón Lisias 212de

Eclogae Phisicae,
14 18 24 14 Estobeo Dialectae et Ethicae IV, 33,
7

Eclogae Phisicae,
15 19 14 15 Estobeo Dialectae et Ethicae IV, 34,
23

Clemente de
16 20 16 16 Stromateis V, 81, 1
Alejandría

Clemente de
17 21 17 17 Stromateis V, 129, 5
Alejandría

18 22 22 (22a West) 18 Proclo In Tim. 20e

Filón de De opificio mundi 104 (I


19 23 27 19
Alejandría 36, 8)

20 24 26 20 Plutarco Amat. 5 p. 751e

Pseudo-
21 25 29 21 de Iustitia 374a
Platón

22, Diógenes Vidas de los filósofos


26 20 22, 1-4
1-4 Laercio ilustres I, 60

22, Vidas Paralelas, Publícola


27 21 22, 5-6 Plutarco
5-6 XXIV, 5

Pseudo-
22, 7 28 18 22, 7 Amat. 133c
Platón

23, Vidas Paralelas, Solón XIV,


29a 33 23, 1-7 Plutarco A Foco
1-7 9-15

23, Vidas Paralelas, Solón XIV,


29 32 23, 8-12 Plutarco A Foco
8-12 8

23,
34, 4-5 + 35, 6-7 23, 13- Constitución de los
13- 29b Aristóteles A Foco
(34 West) 21 atenienses 12, 3
21
24 30 36, 3-21 + 31, 6- 24 Aristóteles Constitución de los
7 (36 West) atenienses 12, 4

36, 20-21 (37 23, 13- Constitución de los


25 31 Aristóteles
West) 21 atenienses 12, 5

26, Ateneo de
32 38 26, 1-5 Deipnosophistae, XIV, 645f
1-5 Náucratis

26,
33 39 26, 6-7 Pólux Onomástico X, 103
6-7

Ecl. 374 (p. 396 Lobeck -


26, 8 34 40 26, 8 Frínico
484 Rutherford)

23, 13- Pseudo 2,99 (Paroem. Gr. I, 213,


27 35 30
21 Digeniano 11)

28 40 31 28 Plutarco Vidas Paralelas, Solón III, 5

Choric. Gaz. 2,6 (p. 29, 10 Forester-


29 37 43 West 29
Or. Richtsteig)

Véase también

Decálogo de Solón

Horos

Democracia ateniense

Clístenes de Atenas

Critias

Critias (diálogo)

Atlántida

Dracón

Predecesor:
Arconte epónimo
Sucesor:

Filombroto 594 a. C. - 593 a. C. Dropides


Notas

1. Su formación se atribuye a Solón. Cf. Plutarco, Solón 19.1; Marco Tulio Cicerón, De officiis
I.22.75; Julio Pólux, 125

2. Término comúnmente traducido y admitido como «clase media».

3. Sobre el particular, cf. Lewis, John, Solon Slavery and Slawlessness in Solonian Athens. (htt
p://www.classicalideals.com/Solon%20Slavery%20Dike7.pdf)

Referencias

1. Linforth, I. M. Solon the Athenian, University of California Press (1919), p. 308. (http://books.g
oogle.com/books?id=ZwEdAAAAYAAJ&dq=solon+place+of+death&source=gbs_navlinks_s)
En Google Books.

2. Plutarco, Vidas Paralelas. Volumen II: Solón & Publícola; Temístocles & Camilo; Pericles &
Fabio Máximo. Madrid, Editorial Gredos, 1996. ISBN 978-84-249-1796-8

3. Por las fuentes que Plutarco consultó en Egipto, igual estudió derecho durante años en Egipto
de sus conversaciones con Sonjis de Sais y Psenofis de Heliópolis (Plutarco, Vidas Paralelas.
Solón)

4. Tal y como sostiene Plutarco (Idem.)

5. Heródoto, Historia, (I, 29-33)

6. Plutarco, Vida de Solón 27.

7. Gómez, Jesús. El tópico optimum non nasci y las argumentaciones humanísticas de miseria
hominis (http://revistadeliteratura.revistas.csic.es/index.php/revistadeliteratura/article/view/2
02/213) , p.36, nota complementaria n.º 6, en Revista de literatura, CSIC, vol. 72. n.º 143
(2010), pp. 33-54.

8. Struve, Vasili Vasílievich (1985). «El Ática en los siglos VII y VI a. C.». Historia de la antigua
Grecia. Madrid: Sarpe. ISBN 84-7291-736-6.

9. Görlich, Ernst J. (1973). «Atenas y Solón». Historia del mundo (5.ª edición). Barcelona:
Ediciones Martínez Roca. pp. 83-89. ISBN 84-270-0093-6.

10. Loreux, Nicole (2008). «La guerra civil en Atenas. La política entre la sombra y la utopía».
CIUDAD: Editorial Akal. p. 175. ISBN 978-84-460-2541-2.
11. Aristóteles, Constitución de los atenienses, 12.5 (fr. 25 Diehl; en la edición de Martin L. West,
Iambi et elegi graeci, Oxford, Clarendon, 1971-1942 (2 vols.), tomo II, fr.37-9-10. Cf. Plutarco,
Solón 16.4; Elio Arístides II.360, ediciones Dindorf (paráfrasis de los vv. 9-10)

12. Loreux, Nicole, op. cit., p. 172.

13. Aristóteles, Política IV.1291b 7 y sigs., para las dos partes opuestas; para las tres partes,
1295b 1-3; para el mesón y los extremos, 1294b 17-18; para la constitución del medio, 1296a
7.

14. Aristóteles, Política IV.1296a 9-13.

15. Arconte solo durante el año 594 a. C.

16. Hidalgo de la Vega, María José; Sayas Abengochea, Juan José; Roldan Hervás, José Manuel
(1998). «Solón y sus reformas». Historia de la Grecia antigua. Salamanca: Ediciones
Universidad de Salamanca. ISBN 84-7481-889-3.

17. Halperin, David (2002). Rachel Adams, David Savran, ed. The masculinity studies reader (htt
p://books.google.com.uy/books?id=ec8w6ZiwQD8C) (en inglés). Blackwell. p. 74. ISBN 0-
631-22659-1. Consultado el 7 de noviembre de 2010.

18. Halperin, David M. «The democratic body: Prostitution and citizenship in classical Athens» (htt
ps://archive.org/details/onehundredyearso0000halp/page/101) . One hundred years of
homosexuality: and other essays on greek love (en inglés). Routledge. p. 101 (https://archive.
org/details/onehundredyearso0000halp/page/101) . ISBN 0-415-90096-4. Consultado el 7
de noviembre de 2010.

19. Sergent, Bernard. «Paederasty and political life in archaic greek cities» (http://books.google.co
m.uy/books?id=dfbqWF1TCyYC) . En Rommel Mendès-Leite, Pierre-Olivier de Busscher, ed.
Gay Studies from the French Culture (en inglés). p. 154. Consultado el 7 de noviembre de
2010.

20. Aristóteles, op. cit., 2.17.

21. Hubbard, Thomas (2003). «Solon» (http://books.google.com.uy/books?id=0-lpuGp776YC) .


Homosexuality in Greece and Rome: a sourcebook of basic documents (en inglés). Berkeley:
University of California Press. p. 36. ISBN 0-520-22381-0. Consultado el 7 de noviembre de
2010.

22. Vlastos, Gregory. «Solonian justice» (http://links.jstor.org/sici?sici=0009-837X%28194604%29


41%3A2%3C65%3ASJ%3E2.0.CO%3B2-%23) . Classical Philology (en inglés) (Chicago:
University of Chicago Press) 41 (2). Consultado el 25 de octubre de 2010.
23. Scafuro, Adele (2006). «Identifying solonian laws». En Josine H. Blok, André P.M.H. Lardinois,
ed. Solon of Athens. New historical and philological approaches (en inglés). Brill. ISBN 978-
90-04-14954-0.

24. Lardinois, André (2006). «Have we Solon's verses?». En Josine H. Blok, André P. M. H.
Lardinois, ed. Solon of Athens. New historical and philological approaches (en inglés). Brill.
ISBN 978-90-04-14954-0.

25. Oxford Classical Dictionary (1964) «Solon.».

26. Cambell, David A. (1982). «Intro». Greek lyric poetry (en inglés). Bristol: Bristol Classical Press.

27. Valdés Guía, Miriam, "El modelo político de Solón: la aplicación de dike y la participación del
demos en la politeia", en Modelos políticos y sociedad en el mundo griego, Studia Historica,
vol. 23, Salamanca: Ediciones Universidad de Salamanca, 2005, p. 60. ISSN 0213-2052

28. Havelock, Eric A., The Greek Concept of Justice: From its Shadow in Homer to its Substance
in Plato, Cambridge: Harvard University Press, pp. 256-257. ISBN 978-06-7436-220-8

29. Lloyd-Jones, H., The Justice of Zeus (http://books.google.es/books?id=68j3DZ-a04YC&printse


c=frontcover&dq=Lloyd-Jones+The+Justice&source=bl&ots=U9tP1sv9kI&sig=1lJ6sSJRMTUY
dZbiKHG2-2RBkBg&hl=es&ei=t63NTLqoJ8vL4AbOh4XdDA&sa=X&oi=book_result&ct=result&r
esnum=4&ved=0CCoQ6AEwAw#v=onepage&q&f=false) , pp. 44 y ss.

30. Gagarin, Michael, Dike in Archaic Greek Thougt, "CPh" 69 (1974), p. 190, n.33

Bibliografía

Fuentes históricas
Aristóteles, Constitución de los atenienses. Tr. Manuela García Valdéz. Madrid, Gredos, 1984.
ISBN 84-249-0934-8

Plutarco, Vidas Paralelas. Volumen II: Solón & Publícola; Temístocles & Camilo; Pericles & Fabio
Máximo. Madrid, Editorial Gredos, 1996. ISBN 978-84-249-1796-8

Ediciones de los poemas


Ernst Diehl, Anthologia lyrica Graeca, Leipzig, Teubner, 1925. (Importante publicación: la
bibliografía posterior cita a Solón por el orden de los fragmentos en esta edición)

Gentili, B. y C. Prato (ed.), Poetarum Elegiacorum Testimonia et Fragmenta 1, Leipzig, Teubner,


1988
Rodríguez Adrados, Francisco. Líricos griegos elegiacos y yambógrafos arcaicos (siglos VII-
V a. C.). (CSIC) Ed. Alma Mater, 1990. ISBN 978-84-0003-187-9

Rodríguez Tobal, Juan Manuel: El ala y la cigarra. Fragmentos de la poesía arcaica griega no
épica. Edición bilingüe. Hiperión. Madrid. 2005.

West, M. L. (ed.), Iambi et Elegí Graeci II, Oxford, Clarendon Press, 1972

Estudios críticos
Rodríguez Adrados, Francisco. Historia de la democracia de Solón a nuestros días. Ed. Temas
de Hoy, 1997.

Domínguez Monedero, Adolfo y otros, Historia del mundo clásico a través de sus textos, 15 -
Solón y Atenas. pp. 168-180 Madrid, Alianza, 1999. ISBN 978-84-206-8682-0

López Ferez y otros, Historia de la literatura griega, 2ª Ed. Madrid, Cátedra, 1988

Josine H. Blok, André P. M. H. Lardinois, ed. (2006). Solon of Athens. New historical and
philological approaches (en inglés). Brill. ISBN 978-90-04-14954-0.

Loraux, Nicole (2008). «La guerra civil en Atenas. La política entre la sombra y la utopía».
CIUDAD: Editorial Akal. pp. 171-180. ISBN 978-84-460-2541-2.

Enlaces externos

Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Solón.

Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Solón.


ALMANDÓS, Laura: Igualdad y diferencia en la democracia ateniense, 2003.
Texto (https://web.archive.org/web/20070630101526/http://www.humanas.unal.edu.co/
publicaciones/libros_2004/pdf_encuentros/igualdad_democracia.pdf) en PDF en el sitio
(http://www.humanas.unal.edu.co/nuevo/) de la Facultad de Ciencias Humanas de la
sede de Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia.
La tierra “esclava” del Ática en el s. VII a. C.: campesinos endeudados y hectémoros.
Texto (https://web.archive.org/web/20100402131546/http://revistas.ucm.es/ghi/021301
81/articulos/GERI0606120143A.PDF) en PDF en el sitio (http://revistas.ucm.es/) de
las revistas de la Universidad Complutense de Madrid.
Diógenes Laercio: Vidas, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres; I, 45 - 67: Solón.
Texto español (http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/121405287189359409
87213/ima0042.htm) en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.

Texto español en Wikisource.


Texto griego en Wikisource.
Plutarco: Vidas paralelas.
Solón.
Texto español en Wikisource.
Texto (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:2008.01.0
063) inglés con índice electrónico en el Proyecto Perseus. En la parte superior
derecha se encuentran los rótulos activos "focus" (para cambiar al texto griego)
y "load" (para el texto bilingüe).
Texto griego en Wikisource.

Publícola.
Texto español en Wikisource.
Texto inglés (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:2008.
01.0059) en el Proyecto Perseus, con las características indicadas antes.
Texto griego en Wikisource.

Comparación entre Solón y Publícola.


Texto español en Wikisource.
Texto inglés (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus:text:2008.
01.0034) en el Proyecto Perseus, con las características indicadas antes.
Texto griego en Wikisource.
Sobre Solón.
Texto inglés (http://www.perseus.tufts.edu/hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A2008.0
1.0479%3Avolume%3D1%3Atext%3D5%3Asection%3D1) en el Proyecto Perseus, con
las características indicadas antes.
Thomas R. Martin: An Overview of Classical Greek History from Mycenae to Alexander
(Panorama de la historia de la Grecia Antigua desde la época micénica hasta la de Alejandro);
texto inglés con índice electrónico en el Proyecto Perseus.
Véanse este apartado y el siguiente: The Reforms of Solon (http://www.perseus.tufts.edu/
hopper/text?doc=Perseus%3Atext%3A1999.04.0009%3Achapter%3D6%3Asection%3D2
5) (Las reformas de Solón).
Biografía y algunos poemas de Solón (http://remacle.org/bloodwolf/poetes/falc/solon/oeuvr
e.htm) , en francés, en el sitio (http://remacle.org/) de Philippe Remacle (1944 - 2011): trad.
de Ernest Falconnet. Ed. de Garnier;[1] (http://www.classiques-garnier.com/) París.
Otro texto biográfico y más traducciones de poemas (http://remacle.org/bloodwolf/poetes/so
lon/poesies.htm) ; en el mismo sitio. El texto biográfico es de Plutarco en traducción
francesa de Dominique Ricard (1741 - 1803), que lo publicó en su edición de las Obras morales
y de costumbres: Œuvres morales (1783 - 1795).
Datos: Q133337

Multimedia: Solon (https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Solon)

Citas célebres: Solón

Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Solón&oldid=136365199»


Última edición hace 3 meses por SeroBOT

El contenido está disponible bajo la licencia CC BY-


SA 3.0 , salvo que se indique lo contrario.

También podría gustarte