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PROBLEMÁTICA:
Los hombres conocen la ley espiritual de dar a otros; sin embargo, muchas
veces el egoísmo no los deja vivir esta ley a cabalidad.
ACTIVIDAD INTRODUCTORIA:
Proyectemos el siguiente video que nos muestra cómo se cumple la ley de la
siembra y la cosecha, algún día o de alguna forma, recibimos de lo que damos
a los demás.
https://www.youtube.com/watch?v=Gcnbxc5Zul0
IDEA PRINCIPAL:
Este video nos muestra un pequeño ejemplo de lo que puede significar la
bendición de Dios a través de otras personas, cuando nos enfocamos en
bendecir más que en buscar que nos bendigan.
Hoy es un día para entender una ley espiritual que puede cambiar por
completo nuestras vidas, y es que cada siembra tiene sus consecuencias,
decidir bendecir a otros y sembrar semillas en los demás, sin esperar
nada a cambio, trae una cosecha inimaginable a nuestras vidas.
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TIEMPO DE PREGUNTAR:
¿De qué forma han sido bendecidos por otras personas?
¿De qué forma han bendecido a otros también?
¿Creen que recibimos de lo que damos? ¿Por qué?
Comparta como líder algún testimonio relacionado con este tema, ya sea
suyo o de alguna persona en específico que conozca.
Las bendiciones que Dios nos da no son para que se queden con nosotros.
Su deseo es que lleguen también a los demás.
1 Samuel 20:12-15
“Y Jonatán le dijo a David: —Te prometo por el Señor, Dios de Israel, que
para mañana a esta hora, o a más tardar, pasado mañana, hablaré con
mi padre e inmediatamente te haré saber qué piensa acerca de ti. Si él
habla bien de ti, te lo haré saber. Pero si está enojado y quiere matarte,
que el Señor me castigue y aun me mate si no te advierto para que
puedas escapar y vivir. Que el Señor esté contigo como antes estaba
con mi padre. Y que tú me trates con el fiel amor del Señor mientras que
yo viva. Pero si muero, trata a mi familia con este fiel amor, aun cuando
el Señor elimine a todos tus enemigos de la faz de la tierra”.
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1 Samuel 20:27-33, 42
2 Samuel 20
Jonatán era el hijo del rey Saúl, era el siguiente en ocupar el trono
después de su padre; sin embargo, él tenía claro que quien ocuparía el
reino sería David, el hijo de Isaí. El corazón de Jonatán no se dejó llevar
por el orgullo y la rivalidad, sino que siempre pudo actuar con bondad
delante de David, Jonatán dio lealtad a David y estuvo dispuesto a entregar
su vida por él, a pesar de su posición, no se negó a estar dispuesto a
ayudar siempre a David, y sobre todo cuando más lo necesitaba.
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De igual manera sucede con nosotros, no podemos pensar que lo
sembrado algún día queda en “saco roto”, todo lo contrario, Dios conoce
muy bien cuando damos y bendecimos a otros sin olvidar la fecha, el lugar
y el corazón. Tarde que temprano recibiremos de lo que sembramos
porque esta ley espiritual no tiene fecha de vencimiento.
EJERCICIO CREATIVO:
EL ANTÍDOTO
Pequeñas decisiones que traen grandes cambios.
Juntos van a construir el antídoto contra el orgullo y todo lo que les impide
bendecir a los demás, hagan una lista de esas pequeñas decisiones, que
tomando acción a diario, pueden traer grandes cambios y bendiciones
para otras personas.
CONCLUSIÓN Y ORACIÓN
Finalmente, ayúdelos a identificar y a reconocer todo lo que ha impedido
que sean hombres decididos y que buscan bendecir a otras personas,
renuncien a todo amor por el dinero y al egoísmo de pensar solo en su
propio beneficio, reconozcan que son bendecidos para bendecir. Decidan
bendecir a otros con lo que tienen, si bendecimos a otros seremos
bendecidos.
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