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Un láser (del acrónimo inglés LASER,amplificación de luz por emisión estimulada de radiación) es un
dispositivo que utiliza un efecto de la mecánica cuántica, la emisión inducida o estimulada, para
generar un haz de luz coherente tanto espacial como temporalmente. La coherencia espacial se
corresponde con la capacidad de un haz para permanecer con un pequeño tamaño al transmitirse por
el vacío en largas distancias y la coherencia temporal se relaciona con la capacidad para concentrar la
emisión en un rango espectral muy estrecho.
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El primer láser fue uno de rubí y funcionó por primera vez el 16 de mayo de 1960. Fue construido por
Theodore Maiman. El hecho de que sus resultados se publicaran con algún retraso en Nature, dio
tiempo a la puesta en marcha de otros desarrollos paralelos. Por este motivo, charles Townes y Arthur
Leonard también son considerados inventores del láser, el cual patentaron en 1960. Dos años después,
Robert Hall inventa el láser generado por semiconductor. En 1969 se encuentra la primera aplicación
industrial del láser al ser utilizado en las soldaduras de los elementos de chapa en la fabricación de
vehículos y, al año siguiente Gordon Gould patenta otras muchas aplicaciones prácticas para el láser.
Ahora sí que El 16 de mayo de 1980, un grupo de físicos de la Universidad de Hull liderados por
Geoffrey Pert registran la primera emisión láser en el rango de los rayos X. Pocos meses después se
comienza a comercializar el disco compacto, donde un haz láser de baja potencia, en ese entonces su
función era leer los datos codificados, su forma física era en forma de pequeños orificios (puntos y
rayas) sobre un disco óptico con una cara reflectante. Y así con esa secuencia de datos digitales se
transforma en una señal analógica permitiendo la escucha de los archivos musicales. En 1984, la
tecnología desarrollada comienza a usarse en el campo del almacenamiento masivo de datos. Y fue
entonces que, En 1994, en el Reino Unido, se utiliza por primera vez la tecnología láser en
cinemómetros para detectar conductores con exceso de velocidad. Posteriormente se extiende su uso
por todo el mundo. En 2002, científicos australianos «teletransportan» con éxito un haz de luz láser de
un lugar a otro. Dos años después el escáner láser permite al Museo Británico efectuar exhibiciones
virtuales. En 2006, científicos de Intel descubren la forma de trabajar con un chip láser hecho con silicio
abriendo las puertas para el desarrollo de redes de comunicaciones mucho más rápidas y eficientes. En
fin todo esto así empezó la historia del láser, ya que poco a poco descubrían o mas bien inventaban
nuevos funcionamientos del láser.
Aplicaciones ( 4 diapositivas)
Cuando se inventaron, en 1960, los láseres se calificaron como «una solución a la espera de un
problema». Desde entonces, se han vuelto omnipresentes y actualmente pueden encontrarse en miles
de aplicaciones, en campos muy variados, como la electrónica de consumo, la tecnología de la
información, la investigación científica, la medicina, la industria y el sector militar. En muchas
aplicaciones, los beneficios de los láseres se deben a sus propiedades físicas, como la coherencia, la
mono cromaticidad y la capacidad de alcanzar potencias extremadamente altas. A modo de ejemplo,
un haz láser muy coherente puede enfocarse por debajo de su límite de difracción que, a longitudes de
onda visibles, corresponde solamente a unos pocos nanómetros. Cuando se enfoca un haz de láser
potente en un punto, este recibe una enorme densidad de energía. Esta propiedad permite al láser
grabar gigabytes de información en las microscópicas cavidades de un CD, DVD o Blu-ray. También
permite a un láser de media o baja potencia alcanzar intensidades muy altas y usarlo para cortar,
quemar o incluso sublimar materiales. El rayo láser se emplea en el proceso de fabricación de grabar o
marcar metales, plásticos y vidrio.
Las propiedades de las baterías de Li-ion, como la ligereza de sus componentes, su elevada capacidad
energética y resistencia a la descarga, junto con el poco efecto memoria que sufren o su capacidad
para funcionar con un elevado número de ciclos de regeneración, han permitido diseñar acumuladores
ligeros, de pequeño tamaño y variadas formas, con un alto rendimiento, especialmente adaptados a las
aplicaciones de la industria electrónica de gran consumo. Desde la primera comercialización de un
acumulador basado en la tecnología Li-ion a principios de los años 1990, su uso se ha popularizado en
aparatos como teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles y altavoces inalámbricos. La mayor
parte de los aparatos que sean inalámbricos necesitan baterías.
Sin embargo, su rápida degradación y sensibilidad a las elevadas temperaturas, que pueden resultar en
su destrucción por inflamación o incluso explosión, requieren, en su configuración como producto de
consumo, la inclusión de dispositivos adicionales de seguridad, resultando en un coste superior que ha
limitado la extensión de su uso a otras aplicaciones.
A principios del siglo XXI, en el contexto de la creciente carestía de combustibles derivados del
petróleo, la industria del automóvil anunció el desarrollo, proliferación y comercialización de vehículos
con motores eléctricos basados en la tecnología de las baterías de iones de litio, con los que se pueda
disminuir la dependencia energética de estas fuentes a la vez que se mantiene baja la emisión de gases
contaminantes.
Mayores fabricantes
Los mayores fabricantes de celdas de litio se encuentran en China, Corea, Japón y USA.
Ahora los Inconvenientes de las baterías ( 14 diapositivas)
A pesar de todas sus ventajas, esta tecnología no es el sistema perfecto para el almacenaje de energía,
pues tiene varios defectos, como pueden ser:
•Duración media: depende de la cantidad de carga que almacenen, independientemente de su uso.
Tienen una vida útil de unos 3 años o más si se almacenan con un 40% de su carga máxima (en realidad,
cualquier batería, independientemente de su tecnología, se deteriora si se almacena sin carga. Basta
con recordar el proceso de sulfatación que ocurría en las antiguas baterías de zinc-carbón cuando se
almacenaban al descargarse completamente).
•Soportan un número limitado de cargas: entre 300 y 1000, menos que una batería de níquel, por lo
que ya empiezan a ser consideradas en la categoría de consumibles.
•Son costosas: si bien el precio en la actualidad baja rápidamente debido a su gran penetración en el
mercado. Podemos decir que se utilizan en todos los teléfonos móviles y ordenadores portátiles del
mundo y continúa extendiéndose su uso a todo tipo de herramientas portátiles de baja potencia.
•Pueden sobrecalentarse hasta el punto de explotar: están fabricadas con materiales inflamables que
las hace propensas a detonaciones o incendios, por lo que es necesario dotarlas de circuitos
electrónicos que controlen en todo momento su temperatura.
•Peor capacidad de trabajo en frío: ofrecen un rendimiento inferior y reduciendo su duración hasta en
un 25%.
•Una elevada densidad de energía: acumulan mucha mayor carga por unidad de peso y volumen.
•Poco peso: a igualdad de carga almacenada
•Gran capacidad de descarga. Algunas baterías de Li-ion —las llamadas "Lipo" Litio-ion Polímero (ion de
litio en polímero)— se pueden descargar totalmente en menos de dos minutos.
•Alta tensión por célula: cada batería proporciona 3,7 voltios, lo mismo que tres baterías de Ni-MH
(Batería de níquel-metalhidruro) o Ni-Cd (Batería de níquel-cadmio) (1,2 V cada una).
•Mínimo efecto memoria.
•Descarga lineal: durante toda la descarga, la tensión varía mucho: si la tensión nominal de una celda
de litio es de 3,6V, la tensión máxima se hallará en torno a 4,2V, mientras que la tensión mínima
recomendada es 2,5V para evitar la descarga profunda de la batería y la reducción de su vida útil. Eso
facilita el conocer con buena precisión el estado de carga de la batería.
•Larga vida en las baterías profesionales para vehículos eléctricos. Algunos fabricantes muestran datos
de más de 3000 ciclos de carga/descarga para una pérdida de capacidad del 20% a C/3.
•Facilidad para saber la carga que almacenan. Basta con medir, en reposo, la tensión de la batería. La
energía almacenada es una función de la tensión medida.
•Muy baja tasa de autodescarga: cuando guardamos una batería, ésta se descarga progresivamente,
aunque no la usemos. En el caso de las baterías de Ni-MH, esta "autodescarga" puede suponer más de
un 20% mensual. Muchas de ellas, tras seis meses en reposo, pueden retener un 80% de su carga.