Está en la página 1de 1

Caso 18

Motivo de consulta

Este es el caso de la madre de Juan, niño de 6,5 años cuando llegaron a consulta. La madre estaba
emocionalmente rota. En aquellos momentos eran frecuentes los insultos graves hacia ella (“estúpida”)
y una constante manipulación afectiva poniéndola a prueba a cada momento. Así era frecuente que en
determinadas situaciones sociales (aniversarios, encuentros padres, actividades varias) su hijo la
insultaba en público con verbalizaciones como “Vete de aquí” “No te quiero ver”. La madre además
había tenido que soportar los inevitables comentarios de terceras personas al respecto de la educación
de algunos niños lo que aún hacia estar más insegura en cualquier situación con su hijo.

Las relaciones en casa con la madre eran muy complicadas con episodios frecuentes de desobediencia y
desafío a su autoridad. Con el padre estas situaciones eran de menor intensidad, si bien, era la madre
quien pasaba la mayor parte del tiempo con Juan.

Juan, pese a ser hijo único, parecía alternar una gran necesidad de atención y afecto por parte de su
madre (preguntarle constantemente si le quería, interrumpir conversaciones con otras personas, celos
del padre, etc.) y al mismo tiempo iban produciéndose episodios de menosprecio y agresividad verbal.
En algunos momentos, especialmente si la madre era capaz de mantener la calma, los menosprecios
podían volverse hacia el mismo, victimizándose de que era “muy malo” “se le iba la cabeza” o “soy un
tonto”. La madre solía responder ante estas conductas con un gran temor e inseguridad hasta el punto
de ver a su hijo como un problema para su propia estabilidad emocional y manifestaba haber perdido el
amor de madre, llegando a odiar el período vacacional porque suponía estar más tiempo con su hijo.

En el colegio se habían empezado a producir algunas conductas impulsivas (pegar a algún compañero)
por lo que había sido castigado. A Juan no le gustaba contar estos episodios en casa y cuando lo hacía
solía victimizarse (“no me puedo controlar”, “todos los niños me van a odiar”).

Antecedentes:

Juan pertenece a una familia de clase media acomodada y nivel de estudios universitario. La familia
nuclear está compuesta por los padres y Juan. Ambos padres trabajaban en el momento de la
evaluación del caso.

El padre obedecía a un perfil bastante rígido e impulsivo y el niño de pequeño había presenciado ciertos
episodios hostiles (verbales) del padre hacia la madre. Estos episodios aumentaron a raíz de que el
padre sufriera un accidente de coche y estuviera dos meses reposando en casa. Esto había deteriorado
las relaciones de la pareja hasta el punto que se planteó por parte de la madre una posible separación
que no se produjo. Cuando llegaron a consulta el padre estaba totalmente implicado en encontrar ayuda
para corregir los comportamientos de Juan, especialmente con su madre.

Historia evolutiva

Nacido de parto natural, pero con ayuda de fórceps. Primeras palabras a los 14-15 meses. Empezó a
andar al año y medio. Percentiles de peso y talla siempre por encima de su edad. No hay enfermedades
relevantes ni ningún tipo de intervención o accidente. Control de esfínter nocturno no asumido hasta los
6 años. Alergia a algunos alimentos (algunos tipos de fruta).

Cuidadores habituales los padres hasta los 7 meses que empezó en la guardería.

Juan tiene cierta torpeza motriz.

Patrón de sueño bastante normalizado si bien hay días que parece muy inquieto con despertares
nocturnos.

Los primeros informes escolares (P-4, P-5) determinan una buena adaptación a la escuela y la
consecución sin ningún tipo de problema de los objetivos de aprendizaje. Actualmente está en el ciclo
de Primaria y no hay ningún tipo de problema o retraso en su aprendizaje.

Los padres definen a Juan como desafiante e impulsivo (primero hace, luego piensa). A nivel emocional
como muy sensible y baja autoestima, si bien, puede mostrarse también alegre en muchas ocasiones.

También podría gustarte