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Si se aplica esfuerzo a un material a alta temperatura, ese material se estirara y acabara por
fallar, aun cuando el esfuerzo aplicado sea menor que la resistencia de cedencia a esa
temperatura.
Una deformación permanente que depende del tiempo, bajo una carga o un esfuerzo
constante y a altas temperaturas, se llaman termofluencia o simplemente fluencia. Una gran
cantidad de fallas que suceden en partes que se usen a altas temperaturas se puede atribuir a
la termofluencia o a una combinación de fluencia y fatiga. En esencia, en la termofluencia el
material comienza a “fluir” con lentitud.
Además, los granos cerca de la superficie de fractura tienden a ser alargados. Las fallas
por ruptura dúctil suceden en general cuando la velocidad de fluencia es alta, la
temperatura de exposición es relativamente baja y tienen tiempo de ruptura cortos. Las
fallas de ruptura frágil generalmente muestran poca formación de cuello y con frecuencia
ocurren más a bajas velocidades de fluencia y altas temperaturas. Cerca de la superficie
aparecen granos equiaxiales. Las fallas de ruptura frágil por esfuerzos suelen presentarse
con la formación de huecos en la intersección de tres límites de grano y la incidencia de
otros huecos a lo largo de los límites de grano por procesos de difusión.
EL ENSAYO DE TERMOFLUENCIA:
Determina la fluencia o el cambio continuo en la deformación de un material, a temperaturas
elevadas. Es un ensayo de gran peso cuando se selecciona el material para fabricar partes que
transmiten potencia en maquinas a altas temperaturas. Consiste en someter a un esfuerzo constante
a una probeta cilíndrica que se ha colocado previamente dentro de un horno para aumentar su
temperatura. Cuando se aplica el esfuerzo de tensión la probeta se deforma obteniéndose así
ε1 que luego se compara con la deformación unitaria ε a temperatura normal.
Ensayo de fluencia:
Si consideramos la termofluencia de un metal policristalino puro a una temperatura por encima de
la mitad de su punto de fusión absoluto, ½ T. fusión, y con una muestra de tensión recocida se
somete a una carga constante de suficiente magnitud para originar una deformación podemos
representar el cambio en la longitud de la muestra, por encima de un periodo de tiempo, frente a
incrementos de tiempo, obteniéndose así la curva de termofluencia adyacente.
Durante la primera etapa, el metal se endurece por deformación para soportar la carga aplicada, y la
rapidez de la termofluencia decrece con el tiempo a medida que el endurecimiento por deformación
se hace cada vez más elevado. A altas temperaturas (valores superiores a 0,5Tf del metal) durante la
segunda etapa, se restablece el proceso, involucrando dislocaciones muy móviles que contrarrestan
el endurecimiento por deformación, tanto que el metal continúa alargándose (termofluencia) a una
velocidad de estado estacionario. La pendiente de la curva determofluencia (dε/dt=ε) en la segunda
etapa se refiere como mínima rapidez de termofluencia.
Durante la segunda etapa, la resistencia a la termofluencia del metal o aleación es más elevada.
Finalmente, para una muestra sometida a caga constante, la rapidez a la termofluencia se acelera en
la tercera etapa debido a la estricción de la muestra y, además, a la formación de vacíos,
particularmente a lo largo de los límites de grano.
A bajas temperaturas (inferiores a 0,4 T. fusión) y esfuerzos bajos, los metales presentan fatiga
primaria pero prácticamente ninguna fatiga secundaria, ya que la temperatura es demasiado baja
para la recuperación de la temperatura difusional. Sin embargo, si la tensión de un metal se
encuentra por encima de la resistencia límite a la tensión, el metal se alargará en un ensayo
ordinario de ingeniería de tracción. En general, si la tensión del metal que está sufriendo
deslizamientos se ve incrementada, la rapidez de la termofluencia se verá también incrementada