FLUENCIA LENTA

CREEP
Según vimos, en ensayos del tipo estático, las deformaciones plásticas que experimentan los
metales a temperatura ambiente producen un endurecimiento que mejora su resistencia, pero a
temperaturas muy superiores a la ambiente, los metales no incrementan su resistencia y esto es
debido a que se facilita la movilidad de los átomos en la estructura, que al establecer nuevas
orientaciones en los cristales, neutralizan el efecto de endurecimiento provocando deformaciones
plásticas en forma continua, dando como resultado una fluencia lenta en el tiempo que comienza
bajo tensiones coincidentes con el límite de fluencia del material.
Al proceso físico de alargamiento lento y progresivo se lo denomina “de deformaciones en el
tiempo, fluencia lenta o efecto creep”.
El análisis del efecto creep es utilizado para dimensionar órganos de máquinas o de estructuras
sometidos a tensión constante cuando trabajan bajo condiciones de temperatura, como ser
calderas, válvulas de escape, etc. A diferencia del análisis resistivo mediante un ensayo estático,
en el ensayo para verificar el comportamiento bajo efectos del creep en los metales, se deben
ensayar una serie de probetas, las que son sometidas a cargas constantes, pero a distintas
temperaturas con el objetivo de determinar en todos los casos la fluencia lenta, pues para cada
material y carga existe una temperatura límite hasta la cual las deformaciones que se producen
no provocan la rotura. Pasada esta temperatura, la velocidad de deformación aumenta hasta la
fractura del material.
La máquina de ensayos es del tipo siguiente, en donde básicamente se somete a calentamiento a
la probeta y luego se le aplicada la carga considerada. Una vez que la probeta está a la
temperatura inicial de ensayo, se determina el primer valor de la curva y luego se van
determinando distintos puntos de la curva temperatura en función del tiempo hasta la rotura del
material.

Una vez fijadas la carga y temperatura del ensayo, según las condiciones de operación a que
pudiera estar sometido el material, se calienta la probeta hasta alcanzar la misma temperatura y

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se toma la medida de la longitud inicial en ese instante, aplicando luego la carga de ensayo en
forma cuidadosa y no instantáneamente.
A partir de ese momento, se toman medidas del alargamiento a intervalos prestablecidos, que
pueden ser hasta diarios o semanales, según la rigurosidad de la experiencia, no debiendo
efectuarse en ningún caso menos de 50 determinaciones de deformación vs temperatura.
Dependiendo del tipo de análisis, los ensayos generalmente tienen un promedio de duración de
1000 horas y en los casos en que el efecto del creep se produzca en años, dichos valores se
extrapolan para determinar las conclusiones del ensayo.

Si a la probeta le aplicamos a temperatura ambiente un esfuerzo de tracción cuyo valor no supere

el límite elástico del material, se producirá un alargamiento elástico inmediatamente después de
aplicada la carga, que permanecerá constante cualquiera sea el tiempo de permanencia de la
misma.
Ahora bien, si bajo la misma tensión se eleva la temperatura, se produce un alargamiento
inmediato, mayor que el anterior, debido principalmente a que el módulo de elasticidad de los
metales disminuye al aumentar la temperatura.
Como se aprecia en el gráfico, la curva de ensayo consta de tres etapas:
- En la primera etapa el alargamiento inicial es rápido y a medida que este aumenta, la
velocidad de creep disminuye. Este efecto es debido al fenómeno de endurecimiento por
deformación, el cual disminuye el rápido incremento de la misma.
- La segunda etapa del creep, conocida como creep estacionario, está representada por una
variación lineal, que nos manifiesta que la tasa de crecimiento de la deformación se
produce a velocidad constante por efecto de la combinación del endurecimiento por
deformación y el recocido contra acritud. Durante este periodo la sección transversal
prácticamente se mantiene constante.
- La tercera etapa se caracteriza por un rápido aumento de la velocidad de deformación, lo
que origina la aparición de defectos que al ir en aumento generan microgrietas que

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 derivan en la rotura, la que se ve facilitada por la disminución de sección que
experimenta la probeta. En el caso de los materiales frágiles, no se presenta dicha etapa.

CARACTERISTICA DEL CREEP

Para analizar el efecto creep, podemos admitir que a bajas temperaturas los metales rompen a
través de los cristales, mientras que si la rotura se produce a altas temperatura (en la mayoría de
los metales a partir de un valor superior al 40 % de la temperatura de fusión), la fractura tiene
lugar en los bordes de aquellos, es así que, para una misma tensión y material, los alargamientos
que se obtienen a temperaturas menores que la mencionada, se asemejan a un movimiento
elástico entre los elementos constituyentes. A temperaturas superiores, si bien el fenómeno que
tiene lugar es poco conocido, se admite que el escurrimiento se produce por la movilidad de los
átomos, que se asemeja a un proceso similar al que se obtendría en un líquido muy viscoso.
Por lo tanto, se deduce que hasta ciertas temperaturas el endurecimiento provocado por la
deformación del material ejerce su efecto y el creep no se produce si las tensiones no son lo
suficientemente grandes como para superar el aumento de la resistencia. A altas temperaturas, la
estructura cristalina adquiere un flujo viscoso, lo que sumado al hecho de que el endurecimiento
ofrece, en estas condiciones menor resistencia a las deformaciones plásticas los granos del metal
pueden deslizarse aun para pequeños valores del esfuerzo.

PROBETAS
Las probetas para el ensayo de creep son similares a las utilizadas en tracción estática, siendo de
sección cilíndricas y con las correspondientes terminaciones superficiales indicadas en la norma.
En el figura se muestra la probeta tipo, normalizada según ASTM E 1139:

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