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Lista de personajes:

1. Rohman, guerrero humano.

2. Kleo, cazadora semielfa.
3. Livia, druida semielfa.
4. Odiula, juglar mediana.
5. Krash, pícaro goblin.
6. Jaimoler, pícaro semielfo.
7. Yara, hechicera elfa.

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Día 1- La Fortaleza de Faarlath

Un grupo de aventureras formado por un humano guerrero llamado Rohman,

una semielfa cazadora llamada Kleo, una semielfa druida llamada Livia, una
hechicera llamada Eme y un enano conocido como El Barbas se encuentran en
un antiguo paso de montaña entre Alisea y Corvania. Es una hermosa tarde ee
otoño, los últimos rayos de luz caen de forma oblicua entre las escarpadas
montañas. Desde las alturas divisan una antigua fortaleza abandonada y
totalmente invadida por la maleza. Descienden hasta Faarlath, la antigua
fortaleza del Comandante Akros, lugarteniente del Rey Agarod de Alisea. En
las inmediaciones ven una hoguera y a un viejo tapado con ropajes. Desconfían
de él y detectan que siente miedo. Les dice que es un antiguo bibliotecario de
Antiqua, que está aquí en busca de un antiguo Grimorio. Pide ayuda a las
aventureras ya que su anterior ayudante no ha salido aún del interior de la
fortaleza. Justo en ese momento se escucha un grito desde el interior. Las
aventureras entran y encuentran el cuerpo medio muerto del enano ayudante
del anciano. Tras una intensa pelea con unos no muertos encuentran al
Comandante en la sala protegiendo el Grimorio, así como a la misteriosa bestia
que atacó al enano, que ahora parece andar herida entre las sombras del
techo. El comandante detecta olor demoníaco en ellos y tras unos primeros

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intercambios de golpes deciden parlamentar con él. Le hacen ver que no tienen
nada que ver con el demonio, que intuyen que se trata del viejo "bibliotecario".
Akros les explica que los demonios, comandados por un tal Zygofer o Zytera,
anda tras el Grimorio. Viendo que el paradero del Grimorio ha sido desvelado, le
cede la protección del libro a la hechicera del grupo, haciéndoles jurar que lo
mantendrán a salvo. Se trata del hechizo "Expulsar demonio". Akros, al fin
liberado de su tarea, se desvanece y alcanza la paz. Justo en ese instante
aparece el viejo hechicero, deshaciéndose de su disfraz y mostrando su
verdadero aspecto demoníaco. Tras vencerle, el demonio se transforma en
múltiples murciélagos y sale volando.
Las aventureras logran 5 anillos de plata con el emblema de los Hermanos
Herrumbrosos de un cofre y una gema que deja caer el cadáver del enano, que
se desvela ahora como un cadáver mucho más antiguo, evidentemente
manipulado por el demonio. Salen de la fortaleza y acampan sin más
sobresaltos.

Día 2- El cachorro y el trol.

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Tras desmontar el campamento hallan un cachorro entre unos arbustos que
huye de un trol que ya se ha comido a sus hermanos. Vencen al trol y se llevan
consigo al cachorro. Mientras, el compañero enano que se ha quedado dormido
ha avanzado hasta el pueblo más cercano para esperar a las aventureras.

Día 3- Los Lupinos enfermos y el Dragón.

Abren de nuevo la marcha y se encuentran unos lupinos que han perdido el

pelaje debido a unos extraños cristales en una cueva que alberga un dragón
pequeño, atrapado hace años por cristales mágicos. Las aventureras,
temerosas de enfermar intentan convencer al grupo de lupinos que entren a
por el dragón a cambio de curarles la enfermedad. Dejan aislado a uno por sí
acaso. Los tres lupinos que entran no vuelven a salir y se escuchan toses y
esputos. El lupino que ha quedado aislado se enfada con las aventureras e
intenta atacarles pero cae derrotado y es controlada por la hechicera
nigromante. Así, le hacen entrar a por el dragón ya que al estar muerto no se
verá afectado por la enfermedad. Al cabo de un rato, sale con el dragón en
brazos y se lo entrega a las aventureras. Se van dejando tras de si al lupino
no-muerto y al resto de sus camaradas olvidados dentro de la cueva

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Día 4- El enano Andred.

Se encuentran a un enano llamado Andred que ha estrellado su globo

aerostático en un árbol. Toda su familia murió en el derrumbamiento de un
túnel mientras el se hallaba al otro lado. Tras eso, renegó de su dios 'Gran' y ya
jamás volvería a andar por la tierra, se dedica a viajar en globo y robar en
casas de aldeanos despistados. En un primer momento desconfía de las

aventureras pero cuando la hechicera arriesga su vida para salvarlo este

parece estar más receptivo. Su globo está lleno de monedas y 3 ballestas. Le
ayudan a bajar para curarle pero la cuerda se rompe y el enano cae al suelo
con estruendo, desde ahí, sin apenas poder moverse por tener la pierna rota,
insulta, escupe y amenaza a las aventureras. Rohman decide poner fin
misericordiosamente la vida del enano pero cuando le ve llorando y hablando
sobre su familia no puede ejecutar el golpe así que le curan a cambio de la mitad
de su dinero y un par de ballestas. El enano, agradecido, les pregunta sobre el

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origen del martillo que lleva la druida, Livia. Esta le dice que es de un compañero
enano que les está esperando en el pueblo. El enano pide acompañar a las
aventureras pero la hechicera detecta odio y venganza en la mente del enano,
indicando que quizás sean de clanes enemigos. Así que le dejan atrás,
guardando celosamente sus pocas pertenencias y maldiciendo en voz baja a las
aventureras.

Día 5- Livia y el zorro

Mientras el grupo aprende nuevas habilidades y talentos, la druida Livia sale a

cazar. Se topa con un zorro y lo que en un primer momento parece una caza
sencilla se torna en una mortífera lucha por la vida. El zorro lanza ataques sin
parar y la druida se ve sobrepasada por ellos. Justo cuando está apunto de
morir, con su armadura hecha polvo, usa su poder de trato con los animales
para hacer las paces con el zorro y que cada uno siga su camino. Vuelve al
campamento y sin tiempo para descansar siguen su camino hacia el pueblo. A
unos 15 kilómetros del pueblo la vigía ve una escena dantesca de cuerpos con
las tripas abiertas, gimiendo, arrastrándose por el suelo y un carro saqueado
entre ellos y el río. Debido a las pocas fuerzas que les quedan a las aventureras
deciden acampar y afrontar esa situación al día siguiente. El cachorro y el
dragón lo miran todo divertidos y juegan ente ellos.

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Día 6 - Los 12 esclavistas, nuevas amistades y Pueblo Hueco.

Nuestras aventuras se despiertan por la mañana y dejan a Livia durmiendo. La

hechicera y el dragón han desaparecido por la noche. Antes de partir, al
campamento llegan Jaimoler y Yara (un semielfo pícaro y una elfa hechicera).
Todos juntos se enfrentan a la situación del día anterior. Lo que en un primer
momento parecía el resultado sangriento de una refriega violenta, resulta ser
una emboscada por parte de una docena de esclavistas. Después de una ardua
batalla en el linde del bosque, matan al último esclavista y van a saquear el
carro en busca de armas. Tras eso, Jaimoler y Yara se van a buscar flores al
bosque. En esas aparece Livia que se acaba de despertar y regresa junto al
grupo sin dar mucha importancia a lo ocurrido. Kleo, la buscasendas, es la
encargada de buscar el camino correcto en dirección al pueblo; pero la batalla
le ha dejado tan afectada que le cuesta encontrar el camino. Así que bajo la
atenta mirada de Rohman hace un sobre esfuerzo para hallar el camino, que

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aunque lo encuentra, le deja en un estado catatónico por un fuerte ataque de
ansiedad. Livia, a pesar de que conoce el hechizo capaz de curar a Kleo, decide
no curarla así que Rohman la mete en el carro y se la llevan al pueblo. Del
pueblo ven salir un comerciante que les dice que Pueblo Hueco es un pueblo de
blandengues que se refugiaban de la niebla de sangre y que se construyó sobre
un antiguo lugar de muerte. El comerciante se va refunfuñando sobre un enano
cervecero del pueblo que le ha amenazado.

Toda esta escena la ha observado un viejo goblin llamado Krash y Odiula, una
mediana de 18 años que hace dos días partieron de un pueblo cercano en busca
de aventuras y de la famosa cerveza de Yarwin. Mientras Odiula intenta
entretener al impasible Rohman, Krash se cuela en la parte de atrás del carro
y amenaza a Livia y a Rohman (a este último poniéndole un cuchillo en el
cuello). Les propone un acuerdo: Krash y Odiula ofrecen información sobre esas
tierras y curar a Kleo a cambio de protección. Estos aceptan así que Odiula
prepara el laúd y le canta una hermosa canción de amor entre un Orco y una
Elfo que saca a Kleo de su estado catatónico. Sin embargo la canción deja un
poco triste a Odiula y se le rompe una cuerda del laúd. Rohman promete
arreglarlo más tarde. Se dirigen a La Taberna los tres Cráneos, donde Yarwin
sirve su magnífica cerveza, y antes de entrar conocen a un niño con el pelo
alborotado y que acaricia lo que parece un pájaro muerto. Les cuida el carro y
la mula a cambio de unas monedas. Entran a la taberna, que al ser mediodía
está vacía a excepción de dos orcos sentados juntos y una figura oculta en un
rincón. Odiula entabla amistad con el par de orcos y Krash convence a Livia de
que vaya a hablar con la extraña figura del rincón. Cuando se acerca ve un
charco en el suelo donde está sentado. La figura se gira y la mira, es un
fantasma que le pega un buen susto. Yarwin les habla de sus intenciones de
expandir el comercio siempre y cuando la señora Pollmor no le continúe
sablando a impuestos y haciéndole la vida imposible. Rohman sale a buscar al
herrero para arreglar su armadura. Livia va a hablar con Nirvea, la matrona
del pueblo, que le dice de verse al día siguiente a compartir saberes ya que ese
día no puede porque debe atender un parto, se muestra misteriosa y le pide que

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no le diga nada al Hermano Herrumbroso Sturkas. El resto del grupo sube
hasta el risco y ve un monolítico un agujero en la punta rodeado por un círculo
de piedras como cuchillos.

Al acercarse ven que hay inscrito lo siguiente: "El camino al último lugar de
descanso del conde Népola se mostrará a la medianoche de la luna llena".
Krash divisa en la plaza a un hombre que les observa y entra en la posada del
Muerto. El grupo se reúne y entra a la posada. Krash se esconde en un rincón
mal iluminado. Kleo se ofrece a ayudar a Olm y su mujer Gemla a servir los
platos a cambio de unas monedas. Rohman sube a las habitaciones a arreglar
el laúd de Odiula y luego baja a cenar y hablar con Sturkas, el Hermano
Herrumbroso. Le habla acerca de los anillos, le miente y le dice que se los robó a
unos bandidos, le da dos anillos a cambio de 13 monedas de plata. Otro lo sigue
conservando Kleo. Krash se dedica a robar a todos los clientes hasta que pe
descubren y, convertido en un niño goblin, responsabiliza al enano Yarwin de lo
sucedido. Se monta un pequeño revuelo hasta que el bardo Dalb, un semielfo que
está de visita en Pueblo Hueco, se pone a cantar con Odiula acerca de Roca de
los Vientos. Un lugar allende las estribaciones septentrionales de las montañas.

"Díez generaciones antes de nuestra era, el cruel rey Agarod declaró que Alisea
estaba superpoblación. Quiso expandir su reino comandado un ejército al otro
lado de las montañas, a Corvania, donde cayó en batalla contra las hordas
demoníacas del hechicero Zygofer. Con su derrota se perdió el cetro Nekheka,
que se rumorea que era la fuente de su poder. Sin embargo, la voluntad del rey
ardía con tal fiereza que se negó morir y montó guardia durante años en la
fortaleza de Roca de los Vientos. La leyenda cuenta que Agarod volverá a
marchar un día para recuperar la vara de Nekheka y completar su conquista
de Corvania. Pero la maldición se rompió de repente y el rey no muerto y sus
hombres se dirigieron finalmente a su descanso último. Se rumorea que el
tesoro de Agarod aún permanece en Roca de los Vientos, guardada para
siempre por espíritus malvados y las bestias del hechicero."

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La posada entera estalla en vítores al escuchar leyendas de su antiguo rey.
Como Odiula parece interesada en la historia Dalb le aconseja que no vaya ya
que podría ser peligroso. Pero que si, por lo que fuera, decidiera ir igualmente,
sería un honor para él acompañarla y cantar sus hazañas.

Cuando ya se han marchado todos los clientes de la posada, uno de estos

últimos se desvia del camino para mear entre unos arbustos y es pateado hasta
la muerte por un Gul. El Gul señala a Rohman y golpea su escudo en señal de
batirse en duelo. Pero Kleo rápidamente rompe el cristal y le dispara una flecha
que lo derrumba mientras desaparece entre la niebla. Suben a las habitaciones
a dormir y Krash realiza un rezo hacia Eor.

Dia 7 - La quema de los barcos.

Por la mañana Jaimoler y Yara llegan al pueblo y se dirigen a La Posada del

Muerto. Allí desayunan y ven a Kleo intentando reparar el cristal que rompió la

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noche anterior, pero al no ser ella cristalera no lo consigue arreglar. Krash
baja y se lleva de la cocina las sobras de tripas y demás deshechos para
desayunar. Jaimoler, Odiula y el bardo Dalb se van a fumar unas hierbas de
origen hobbit al altozano donde se encuentra el antiguo cementerio, alli Odiula
se coloca y escribe una canción ofensiva hacia Yarwin. Kleo y Yara, antiguas
amigas que hace años que no se veían, aprovechan para ponerse al día y llegan
a la Taberna los Tres Cráneos, pero al hallarse cerrada por ser por la mañana
vuelven con el grupo. Krash ha intentado tener una audiencia privada con la
señora Pollmor pero Dalia, la hija del herrero Ness, que hace de cuidadora de
la señora le dice que vuelva más tarde ya que aún está durmiendo. El grupo se
reúne y espera a mediodía para hablar con la señora Pollmor. Krash parece
tener motivaciones distintas al resto y pretende aniquilar al enano para
quedarse con su taberna. Los demás no acaban de entender estas motivaciones
ya que no pretenden quedarse mucho tiempo en el pueblo. Dalia recela de dejar
entrar al grupo hasta que ve a Rohman, que al ser humano fornido le genera
seguridad. Le proponen a la señora Pollmor el plan de Krash pero ella no quiere
que haya derramamiento de sangre ya que Yarwin cuenta con el apoyo de un
nutrido grupo de orcos y otros seres. Les propone quemar los barcos mercantes
del enano con el fin de hundirnos negocio y obligarlo a exiliarse, a cambio les
ofrece armas, armaduras, recursos y un caballo. Cuando el grupo acepta la
oferta Kleo ve al niño del día anterior espiando por la ventana. Le persigue
hasta que le da alcance pero le ve tan asustado e inocente que le deja marchar
con una amenaza de que no diga nada de lo que ha visto. Cuando salen de la
casa de Pollmor, en la plaza del pueblo se encuebtran a los dos orcos de Yarwin
que les dicen que este va a dar un discurso por la tarde que no pueden perderse.
Krash intenta convencerles de que abandonen a Yarwin pero estos le rechazan
y le prohiben la entrada a la taberna. grupo se organiza de la siguiente
manera: Kleo, Yara y Odiula van a la taberna a escuchar el discurso; Rohman
va a por el carro y el caballo para prepararse para una posible huida y Krash y
Jaimoler van sigilosamente hasta los barcos y, tras dejar noqueado al único
Orco que hace guardia, queman los barcos. En la taberna, mientras Yarwin
convence a todos de la necesidad de ampliar el comercio y destronar a la

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señora Pollmor como alcaldesa, un Orco ve por la ventana como arden los
barcos y da la señal de alarma. Yarwin llama a todos a las armas para
combatir a Pollmor y a los suyos. Yara pretende pegar fuego a uno de los orcos,
quizás como distracción, quizás como divertimento pero es convencida de no
hacerlo. Aprovechando el caos originado el grupo se reúne con Rohman y
escapan por la puerta este. Acampan al otro lado del río dejando tras de si un
pueblo en conflicto civil, bañado en sangre y fuego. Mientras Krash sacrifica
sus horas de aueño para montar guardia de entre las sombras aparece el
bardo Dalb con sus ojos amarillos. Les dice que le parecen un grupo muy
divertido y que le gusta su forma de causar el caos. Además parece estar muy
interesado en Odiula; interés evidentemente recíproco al pedirle ella de dormir
juntos. Krash intenta persuadir a Dalb de que desconfíe de los medianos ya que
son engañosos y tienen un lado oscuro pero él le responde que es precisamente
esa oscuridad la que le atrae de Odiula. Por la noche se escuchan ruidos que
pueden interpretarse como 'efusivas muestras de cariño'.

Dia 8 -

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