El turismo religioso: Una nueva expresión de fe

Ultima mente, ha tenido mucho auge la expresión de “turismo religioso”, con

éste término nos adentramos en la realidad del inmenso número de personas que
realizan viajes a la diversidad de lugares religiosos que ofrece el mundo, México,
jalisco, y por qué no decirlo, también en nuestra Diócesis de san Juan de los Lagos,
que recibe millones de turistas al año, principalmente, el Santuario de la Virgen de
San Juan de los Lagos, el Santuario de Santo Toribio Romo, y en Mezquitic, el
llamado “niño del cacahuatito”, son algunos de los más visitados.

Aunque el termino trata de ser inclusivo y pudiera pensarse, que turismo

religioso, no es propiamente el fin que persigue un Santuario católico, ya que hay
una diferencia muy grande entre el turista y el peregrino, entre el laico y el devoto;
sin embargo, lo incluye, porque cuando hablamos turismo religioso, estamos
abarcando a todas las personas que visitan nuestro Santuario, Santo Toribio Romo;
si sólo hablamos del término peregrino o más aun, del devoto, no podemos incluir a
todas personas que lo visitan. Para explicar más propiamente esto tenemos que
definir los siguientes conceptos:

1. Turismo religioso: Hablamos del desplazamiento de personas que

realizan un viaje con el fin de perseguir gracias espirituales, no refiere
a personas con una religión concreta, son turistas que persiguen
diversos fines, puede ser el mero conocimiento de sitios físicos donde
han acontecido intrínsecamente hechos espirituales interesantes, por
simple acervo cultural, por conocer tales lugares, o simple curiosidad.
2. Turismo católico: Definimos al conjunto de personas católicas que se
acercan a lugares donde puedan vivir una experiencia de fe y que a
rara vez aprovechan la oportunidad para un sano esparcimiento.
3. Peregrino: se define al que por devoción visita un lugar o un santuario
considerado sagrado. Pero que busca una experiencia, un encuentro
con lo sagrado.
4. Devoto: es la persona que muestra una profunda devoción religiosa, y
cumple los mandamientos o prácticas propias de su religión.
 Una vez aclarados dichos términos, podemos sintetizar, decir que, el
Santuario de santo Toribio Romo, recibe muchos devotos o peregrinos, turistas
católicos, es quedarse cortos, el santuario también acoge muchas personas que no
son de ninguna religión definida, no todos son católicos, no todos son devotos,
algunos son turistas que persiguen diferentes fines. Aunque si hay que señalar que
nuestro ideal es que cada día, cuando salen de él, sean menos turistas y más
devotos, por ello debemos propiciar el kerigma, la fraternidad, un espacio
arquitectónico espiritualmente cuidado, la bendición de personas y objetos
devocionales, el amor a los restos de una persona con un gran testimonio católico,
y lo más importante, la celebración de los sacramentos de la Eucaristía y la
Confesión.

De esta manera, el turismo religioso, es una nueva expresión de fe, en

muchas personas que buscan al Supremo, lo Trascendente, o simplemente una
profunda experiencia espiritual. En lo particular hemos sido testigos en estos años
de milagros contados por la intercesión de Santo Toribio, de las diversas
manifestaciones de la gracia y de conversiones religiosas. El santuario atrae cada
día a más nuevas personas, y cada una se va con una experiencia religiosa
diferente, esperamos, como decíamos, que vayan siendo menos turistas y más
devotas y así el santuario pueda cumplir la misión que desde su nombre persigue.
Esta búsqueda va en un doble sentido, en sentido bíblico, pero también ordinario,
ya que Dios se vale de muchos medios para accionar el espíritu en nosotros.