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Informe derechos humanos

Pablo Carvallo Caro

GRUPOS VULNERABLES Y DE ESPECIAL PROTECCIÓN

Grupo vulnerable escogido: Personas con discapacidad.

El número de casos de vulneración de los derechos de las personas con discapacidad,


referidos a la discriminación y a la falta de igualdad de oportunidades, está
experimentando un incremento. La mayoría están relacionados con la falta de acceso a
bienes y servicios, tanto públicos como privados, y la carencia de apoyos adecuados en la
inclusión escolar de niñas y niños con discapacidad.
Las personas con discapacidad carecen de las mismas oportunidades con las que cuenta la
población general y se enfrentan a un cúmulo de obstáculos físicos y sociales para:

*Recibir educación.
*Conseguir empleo, incluso estando calificados.
*Tener acceso a la información.
*Obtener el adecuado cuidado médico y sanitario.
*Desplazarse.
*Integrarse en la sociedad y ser aceptados.

Los derechos internacionales de las personas con discapacidad:

La Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad señala
lo siguiente:

Deberá garantizarse a las personas con discapacidad su plena inclusión y participación en


la comunidad, especialmente para que puedan elegir su lugar de residencia en igualdad de
condiciones y no se vean obligadas a vivir con arreglo a un sistema de vida específico.

Se les asegura el acceso a servicios de salud y rehabilitación. Se proporcionarán programas


de atención de salud gratuitos o asequibles (en precio y ubicación) de la misma variedad y
calidad que para la población general, incluso en el ámbito de salud sexual y reproductiva.
Se prohíbe la discriminación en seguros de salud o de vida y se capacitará a personal
médico.

Deben llevarse a cabo ajustes razonables en función de las necesidades individuales,


asegurando que las personas con discapacidad no queden excluidas del sistema general
de educación, tanto la primaria como la secundaria y la superior.

Es importante que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de alcanzar y


mantener la máxima independencia, capacidad física, mental, social y vocacional, con la
inclusión y participación plena en todos los aspectos de la vida, en particular la salud,
empleo, educación y servicios sociales.

Debe reconocerse el derecho de las personas con discapacidad a trabajar en igualdad de


condiciones; lo que incluye la oportunidad de ganarse la vida mediante un trabajo
libremente elegido o aceptado en un mercado y un entorno laborales que sean abiertos,
inclusivos y accesibles a las personas con discapacidad.

Los Estados salvaguardarán y promoverán el ejercicio del derecho al trabajo, incluso para
las personas que adquieran una discapacidad durante el empleo, adoptando medidas
pertinentes y la promulgación de legislación. Se enfatiza la protección contra el trabajo
forzoso u obligatorio.

Realidad en Chile:

Uno de cada cinco chilenos adultos tiene alguna discapacidad, y los problemas de
accesibilidad los marginan de participar plenamente en la sociedad. Obstáculos en las
calles, un transporte hostil y falta de fiscalización a leyes que los protegen, siguen
invisibilizando a un importante sector de la población que ven vulnerados día a día sus
derechos fundamentales.
Obstáculos en calles y edificios, falta de rampas y espacios que no consideran las
características de las distintas discapacidades, obligan a estas personas a solicitar
asistencia, lo que atenta contra su autonomía. Incluso, en el diseño de las viviendas, no se
contemplan bajadas o espacios adecuados para que personas que se desplazan en silla de
ruedas, o con ceguera puedan desplazarse con comodidad y sin riesgos. Todo eso se suma
a la realidad de enfrentarse con una sociedad que no logra ver las necesidades de las
personas con discapacidad, y ocupan indebidamente sus espacios o las ignoran en sus
diseños.

Cómo se protege en Chile a personas con discapacidad:

El 10 de febrero de 2010 entró en vigor la Ley N°20.422 que Establece Normas sobre
Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de las Personas con Discapacidad.

Señala que el Estado garantizará a las personas con discapacidad el acceso a los
establecimientos públicos y privados del sistema de educación regular o a los
establecimientos de educación especial, según corresponda, que reciban subvenciones o
aportes del Estado. Los establecimientos de enseñanza parvularia, básica y media
contemplarán planes para alumnos con necesidades educativas especiales y fomentarán
en ellos la participación de todo el plantel de profesores y asistentes de educación y
demás integrantes de la comunidad educacional en dichos planes.
Establece que se entiende por igualdad de oportunidades para las personas con
discapacidad, la ausencia de discriminación por razón de discapacidad, así como la
adopción de medidas de acción positiva orientadas a evitar o compensar las desventajas
que tienen para participar plenamente en la vida política, educacional, laboral, económica,
cultural y social.

Con el fin de garantizar el derecho a la igualdad de oportunidades, el Estado establecerá


medidas contra la discriminación, las que consistirán en exigencias de accesibilidad,
realización de ajustes necesarios y prevención de conductas de acoso.

Esta ley, define cinco principios rectores que deben considerarse y ponderarse, en todo
momento, para efectos de hacer una correcta aplicación de la ley. Estos son, el acceso a
una vida independiente; la accesibilidad y diseño universal a entornos, bienes y servicios;
la intersectorialidad y la participación y diálogo social.

Bajo el amparo de esta ley se creó el Servicio Nacional de Discapacidad (SENADIS), el cual
corresponde a un servicio público funcionalmente descentralizado y desconcentrado
territorialmente, que tiene por finalidad promover el derecho a la igualdad de
oportunidades de las personas con discapacidad, con el fin de obtener su inclusión social,
contribuyendo al pleno disfrute de sus derechos y eliminando cualquier forma de
discriminación fundada en la discapacidad, a través de la coordinación del accionar del
Estado, la ejecución de políticas y programas, en el marco de estrategias de desarrollo
local inclusivo.

En conclusión podemos apreciar que existen organismos estatales encargados de velar


por los derechos de las personas con discapacidad así tanto en Chile como en el resto del
mundo, pero la discriminación a este grupo de personas aún existe, sus derechos e
integridad aún se ven vulnerados por personas que no empatizan con la situación de los
demás y ven la necesidad de suplir solo sus propios intereses, es por ello que la educación,
los principios éticos y valores forman un papel fundamental a la hora de enfrentarnos
ante un caso de discriminación de cualquier tipo ante personas con algún tipo de
discapacidad.

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