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SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE

Analiza sintácticamente las siguientes oraciones:

1. La película es apta para menores.


2. Nuestra confianza en el entrenador no tiene límites.
3. Andrés se enamoró de la hermana de Luis.
4. Con los años te has vuelto un gruñón.
5. Me interesa mucho tu futuro profesional.
6. Carlos siempre se queja de su mala suerte en los partidos.
7. ¿Qué puede hacer uno en situaciones de tanto peligro?
8. Pedro y tú no le disteis un beso a vuestra madre.
9. Nos conformamos con una cena frugal.
10. El fósil fue hallado en el jardín de una casa de las afueras.

Indica el valor de la forma “se” en cada una de las siguientes secuencias:

1. A ellos se les antojó comer pasteles.


2. Mis libros Juan se los compra en cuanto salen.
3. ¡Qué bien se vive en este país!
4. El mérito de la victoria habrá que dárselo a los jugadores.
5. Mi mujer se arregla varias veces al día.
6. Se convocarán elecciones la próxima semana.
7. El jugador se lesionó al caer al suelo.
8. Los espárragos se comen con los dedos.
9. A veces se queja uno sin razón.
10. Asno se es desde la cuna hasta el sepulcro.
11. Juan y Pedro siempre están gritándose.
12. Marta se recorrió el país en dos meses.
13. No sé si se la entregó a tiempo.
14. Se está hablando de ese tema en todos los medios.
15. Si no te comes el filete se te enfriará enseguida.
ANTOLOGÍA DE TEXTOS DE LÍRICA CANCIONERIL

Un poema cancioneril de Jorge Manrique:

No tardes, Muerte, que muero;


ven, porque viva contigo;
quiéreme, pues que te quiero,
que con tu venida espero
no tener guerra conmigo.
Remedio de alegre vida
no lo hay por ningún medio,
porque mi grave herida
es de tal parte venida,
que eres tú sola remedio.
Ven aquí, pues, ya que muero;
búscame, pues que te sigo;
quiéreme, pues que te quiero,
e con tu venida espero
no tener vida conmigo.

Otro de Manrique:

Con dolorido cuidado,


desgrado, pena y dolor,
parto yo, triste amador,
d’amores desamparado,
d’amores que no d’amor.

Y el corazón, enemigo
de lo que mi vida quiere,
no halla vida ni muere
ni queda ni va conmigo;
sin ventura, desdichado,
sin consuelo, sin favor,
parto yo, triste amador,
d’amores desamparado,
d’amores que no d’amor.
La más célebre serranilla del Marqués de Santillana:

sean tan fermosas


Moza tan fermosa nin de tal manera,
non ví en la frontera, fablando sin glosa,
como una vaquera si antes supiera
de la Finojosa. de aquella vaquera
Faciendo la vía de la Finojosa.
del Calatraveño Non tanto mirara
a Santa María, su mucha beldad,
vencido del sueño, porque me dexara
por tierra fragosa en mi libertad.
perdí la carrera, Mas dixe:--«Donosa
do ví la vaquera (por saber quién era),
de la Finojosa. ¿aquella es la vaquera
En un verde prado de la Finojosa?...»
de rosas e flores, Bien como riendo,
guardando ganado dixo: --«Bien vengades;
con otros pastores, que ya bien entiendo
la ví tan graciosa lo que demandades:
que apenas creyera non es desseosa
que fuese vaquera de amar, nin lo espera,
de la Finojosa. aquessa vaquera
Non creo las rosas de la Finojosa.»
de la primavera

Una muestra de verso de arte mayor castellano:

Al muy prepotente don Juan el segundo


a aquel con quien Júpiter tovo tal celo
que tanta de parte le fizo del mundo
cuanta a sí mesmo se fizo del cielo;
al gran rey de España, al César novelo
al que con Fortuna es bien fortunado;
a aquel en quien caben virtud y reinado
a él la rodilla fincada por suelo.

(Juan de Mena, Laberinto de Fortuna)

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