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OBISPADO CASTRENSE DE COLOMBIA

VICARÍA EPISCOPAL PARA LA PASTORAL


ESCUELA DE TEOLOGÍA
BIBLIA UNO – JULIO A NOVIEMBRE 2020

CÁNON HEBREO: La biblia hebrea está organizada en tres partes: la Ley, Los
Profetas y los Escritos. Se denomina TANAK y contiene 40 libros, así:
T ORÁ – La Ley: Génesis-Éxodo-Levítico-Números-Deuteronomio.
a
N EBI’IM – Los Profetas: José-Jueces-1 y 2 Samuel-1 y 2 Reyes-Isaiás-
Jeremías-Ezequiel-Oséas-Joel-Amós-Abdías-Jonás-Miqueas-Nahum-Habacuc-
Sofonías-Ageo-Zacarías-Malaquías.

K ETUMBIM – Los Escritos: Salmos-Proverbios-Cantar de los Cantares-


Lamentaciones-Job-Sabiduría-Eclesiastés-1 y 2 Crónicas-Esdras-Nehemías-
Ester-Rut-Daniel.

CÁNON CRISTIANO: Es la clasificación de los libros de la Biblia que tuvo lugar


en los primeros siglos de la Iglesia Cristiana. Fue en el Concilio de Roma del
año 382, cuando la Iglesia junto al papa San Dámaso I instituyeron el Canon
Bíblico con la lista de los libros del Antiguo Testamento de la Versión de los
LXX (Setenta) escrita en griego en los siglos III al II a.c. Y la división del
Antiguo Testamento consta de 46 libros, así:

El Pentateuco: Génesis-Éxodo-Levítico-Números-Deuteronomio.
Los Libros Históricos: José-Jueces-1 y 2 Samuel-1 y 2 Reyes-1 y 2 Crónicas-
Esdras-Nehemías-Tobías-Judith-Ester-1y 2 Macabeos-Rut.
Los Libros proféticos: Isaiás-Jeremías-Baruc-Ezequiel-Daniel-Oséas-Joel-
Amós-Abdías-Jonás-Miqueas-Nahum-Habacuc-Sofonías-Ageo-Zacarías-
Malaquías.

Los Libros Poéticos y Sapienciales: Salmos-Proverbios-Eclesiastés-Cantar de


los Cantares-Lamentaciones-Job-Sabiduría-Eclesiástico.

NOTA: La reforma protestante, adoptada por Martín Lutero, en el siglo XVI,


tomó el Canon Hebreo.

GÉNESIS / “EN EL PRINCIPIO”

El Génesis es el primer libro del Pentateuco y, por tanto, el primer libro de la


Biblia.
Su nombre es “en el principio”, con la palabra griega “génesis”; En hebreo
“bereshit”, que son las palabras con las que comienza la obra.
Génesis es una palabra griega que significa origen, principio, creación.
Se trata de una obra anónima atribuida a Moisés, como el resto de los libros
que forman la Ley-Pentateuco.
Hoy sabemos que se trata de una atribución con el objetivo de dar autoridad
al libro y que sus autores fueron varios y de distintos momentos, sobre todo
en el periodo de exilio de Babilonia (S. IV a.c.), en donde se redactan y
configuran una buena parte de las tradiciones que narra la obra.
Aunque aparentemente sigue un orden cronológico comenzando por la
creación, la obra es el resultado final de la clasificación de genealogías y
narraciones en un sentido aleatorio.

El libro narra los orígenes del mundo y de la humanidad, donde encontramos


los dos relatos de la creación; el pecado y la serpiente; la historia de Caín y
Abel; los descendientes de Adán; el diluvio y el Arca de Noé; la torre de Babel
y los orígenes de Israel.
Se trata de una colección de mitos, algunos de ellos con paralelismos en la
literatura mitológica sumeria, asiria y babilónica, como el “Enuma Elish y
Gilgamesh”.

El libro narra las historias o ciclos de los patriarcas de gran contenido


legendario: Abraham, Isaac, Jacob y José. Son narraciones cortas que intentar
fijar un árbol genealógico que justifiquen el origen de las tradiciones
familiares y la constitución del pueblo de Israel.

Tanto las narraciones cargadas de rasgos míticos como las leyendas


patriarcales fueron recopiladas con el objetivo de transmitir la creencia en un
ÚNICO DIOS, EL Dios de Israel, en medio de un contexto acostumbrado al
politeísmo.

Una buena parte de las tradiciones que se narran en el Génesis fueron


determinantes para la supervivencia de la identidad de los israelitas en el
exilio de Babilonia. Aunque algunas se habían transmitido de forma oral, el
exilio se convirtió en un escenario idóneo para crear nuevas historias, como
los relatos de la creación, el diluvio universal, el origen del mal, entre otras.

El exilio es la razón principal que llevó a Israel a poner por escrito su cultura,
su tradición y su identidad. Estaban destinadas para las nuevas generaciones
para nacían o crecían en el exilio. Aquellos que no habían conocido la vida en
Jerusalén, quienes escuchaban hablar de un solo Dios en medio de muchas
divinidades.

Los israelitas salieron sin nada de Jerusalén luego de su destrucción en el 587


a.c. y regresaron décadas después, cargado con una cultura, una identidad y
una nueva religión, el judaísmo. Fueron al exilio como israelitas y regresaron
como JUDÍOS.

ÉXODO / “SALIDA”
El Éxodo es el segundo libro de la Biblia.
El nombre significa en griego “salida”. En hebreo el nombre es SHEMOT que
significa “nombre”.
Moisés es el protagonista del libro que, en forma de epopeya, narra la
historia del pueblo de Israel en Egipto y su marcha (salida) a la tierra
prometida.
El Éxodo contiene leyes, himnos y oraciones y recoge las tradiciones de los
grandes símbolos religiosos que son las tablas de la Ley con los Diez
Mandamientos, el becerro de oro y el Tabernáculo con el Arca de la alianza y
el candelabro de siete brazos (Menorá).
Para certificar el poder del Dios del pueblo hebreo, se narran los
acontecimientos extraordinarios de las plagas, el paso del mar Rojo, el maná
y la zarza ardiente.
Desde el punto de vista legal, el libro contiene el Código de la alianza en
donde se encuentran las leyes más antiguas del pueblo hebreo.
El libro se desarrolla en tres escenarios: Egipto, el desierto y el monte Sinaí.
Se describe la situación de esclavitud en la que se encontraban los hebreos
en Egipto y su liberación, después narra la salida y paso por el mar Rojo, y
termina con los acontecimientos que tienen lugar en el Sinaí y la llegada a la
tierra prometida.
Fueron diferentes tradiciones antiguas que se fueron transmitiendo a lo largo
de las generaciones. Fue el exilio en babilonia, el momento en el que se
reunieron aquellas tradiciones y se crearon otras nuevas dando lugar al libro
que hoy conocemos. Lo anterior cuestiona la historicidad de los
acontecimientos que se narran en la obra. Había que resaltar la experiencia
de la esclavitud y la liberación para garantizar la esperanza del regreso a su
tierra.
Se trata de una tradición exclusivamente bíblica que pretende transmitir un
mensaje que tiene que ver con la identidad y la cultura de un pueblo. Es una
respuesta a las preguntas sobre el origen, el pasado y la tradición.
Para el autor, o los autores, lo importante era convencer que ellos eran el
PUEBLO ELEGIDO POR DIOS.

LEVÍTICO / “CONSAGRADO”
El Levítico es el tercer libro de la Biblia. Su nombre viene del griego “sobre los
levitas” En hebreo el nombre es Vayikra, que significa “y llamó” que son las
palabras con las que comienza el libro.
Fue atribuido a Moisés, pero los diferentes estilos literarios y las diferentes
etapas redaccionales hacen que se hable de varios autores anónimos y de
distintos momentos de escritura.
A primera vista, era un libro para uso de los sacerdotes encargados del culto
y del cumplimiento de las tradiciones religiosas. Sacerdotes pertenecientes a
la tribu de Leví.
El contenido del libro pone de manifiesto la necesidad de establecer una
normativa que estructure la vida del pueblo hebreo destacando todo lo
relacionado con la pureza y la santidad.
La obra contiene una recopilación de ritos y sacrificios que formaban parte
de la liturgia en donde el Templo tenía un papel destacado.
El libro es un manual de liturgia hebrea. Allí se establece la normatividad que
se ha de seguir en cada celebración religiosa o en cada momento de la vida
del judío. Era una advertencia del peligro a que se exponían si introducían
otras tradiciones religiosas.
La experiencia del exilio fue determinante en la redacción final de este libro.
El libro está estructurado en tres partes: Leyes para los sacrificios. Leyes para
los sacerdotes. Leyes de pureza y santidad.
Las leyes para los sacrificios incluyen los ritos a seguir para la realización de
holocaustos, oblaciones, sacrificios de comunión, sacrificios expiatorios y
sacrificios de reparación.
Las leyes para los sacerdotes incluyen ritos de consagración, las normas de
duelo, ofrendas y la prohibición de bebidas alcohólicas.
Las leyes de pureza y santidad establecen cuáles son los animales puros y los
impuros, el proceso de purificación de la mujer que da a luz, enfermedades
de la piel como la lepra y su purificación, las impurezas sexuales, el gran día
de la expiación, y la ley de santidad. Normas en materia sexual, deberes
religiosos y sociales, la forma de consumir los alimentos sagrados, el
calendario para las festividades y los a;os santos.
NÚMEROS / “EN EL DESIERTO”
El libro de los Números es el cuarto libro de la Biblia. Su nombre proviene del
griego que significa “números”. En hebreo el nombre es “Bemibdar” que
significa “en el desierto”.
También fue atribuido a moisés, aunque sabemos que es el resultado de un
largo proceso de redacción en el que colaboraron diversos autores anónimos
en distintos momentos de la historia. El libro incluso se refiere a Moisés en
tercera persona.
Fuentes antiguas lo datan en el 622 a.c. en los tiempos de la reforma de
Josías.
El nombre del libro designa una buena parte de su contenido: está lleno de
referencias numéricas, cifras consignadas con precisión y minuciosidad. Los
jefes de las tribus, el número de poblaciones, la cantidad de sublevados, los
datos de los animales que tenían que ser sacrificados, el reparto del botín
conseguido. Todo esto para mostrar la grandeza del pueblo de Israel.
Se muestra un Moisés estratega y calculador, un líder con el perfil idóneo
para movilizar a la multitud.
Son tres partes en este libro: los levitas y los censos, las etapas del desierto y
la Pascua, y las leyes para las fiestas del calendario.
El carácter legal lo encontramos en la fijación de normas como las primicias
del pan, los flecos de los vestidos, la expulsión de los impuros, los celos, el
adulterio, el nazireato y los diezmos.
Además de Moisés y Josué, la obra destaca la figura de Aarón y su hijo
Eleazar como fundadores de la casta sacerdotal y todo lo que tiene que ver
con la liturgia y el culto.
Los autores recuerdan que Dios actúa a lo largo de la historia, que dios habita
en medio del pueblo y que el pueblo está obligado a cumplir con los
preceptos y mandatos para evitar el castigo.
El mensaje de la obra es esperanzador: Dios es misericordioso y siempre
perdona y perdonará las infidelidades de su pueblo.
DEUTERONOMIO / “SEGUNDA LEY”
El libro del Deuteronomio es el quinto libro de la Biblia. Su nombre viene del
griego que significa “segunda ley” En hebreo es “Devarim” que significa
“palabras’’
Este libro no sólo contiene textos legales sino también discursos
exhortativos, escritos poéticos y una buena colección de textos narrativos.
La literatura legal se encuentra en la parte central en el denominado Código
Deuteronómico, además de las prescripciones de los Diez mandamientos o
Decálogo.
La obra narra una nueva entrega de la legislación por parte de Moisés a su
pueblo. Si la primera tuvo lugar en el Sinaí, ésta tiene lugar en los llanos de
Moab.
Esta segunda Ley se presenta como una prolongación de la primera. Las dos
juntas formarán la esencia del patrimonio religioso y cultural pueblo hebreo.
El Deuteronomio contiene textos de diferentes épocas, algunos de ellos muy
antiguos y otros muy posteriores. La obra adquiere su redacción definitiva en
el periodo que va del reinado de Josías en Juda (639 al 608 a.c.) hasta el final
del exilio en Babilonia (537 a.c.).
La estructura del libro se divide en los cuatro discursos de Moisés: el primero
lo muestra como un gran orador que presenta la Ley de Dios y cuenta la
peregrinación del Horeb hasta Moab. El segundo contiene una serie de
normas, decretos, bendiciones y maldiciones.
El tercer discurso contiene una descripción de la Alianza de Moab entre Dios
y el Pueblo. Moisés allí habla de su propia muerte. Y el cuarto discurso es de
bendiciones y despedidas de Moisés.
Toda la obra presenta una fraternidad solidaria en la que todo es de todos,
en la que la propiedad pertenece a Dios, y éste se la entrega a los seres
humanos para su uso y disfrute de forma temporal.
La tierra es el patrimonio más importante que Dios da a su pueblo; el otro
don divino es la libertad. Estos dos dones son el premio al cumplimiento de
las leyes y a la fidelidad a Dios.
Tomado del libro Guía de la Biblia, Introducción general a la Sagrada
Escritura, Jaime Vásquez Allegue, editorial Verbo Divino, pp. 179-189.

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