Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gran parte de las células tumorales producen substancias que están ausentes en los tejidos
normales, y que son susceptibles de identificarse en las células tumorales o en el suero
sanguíneo. A estas sustancias se les denomina "Marcadores Tumorales" (MT) y como la
mayoría de ellos han sido identificados por procedimientos inmunológicos, se les ha llamado
colectivamente "Antígenos Específicos Tumorales" (AET) aunque su detección puede estar
basada en su actividad biológica, tratándose de substancias con estructura enzimática u
hormonal.
Los MT son substancias que circulan libremente en la sangre, y muestran una correlación
entre sus concentraciones, el estado tumoral y su proliferación. Pueden ser: enzimas,
proteínas, hormonas y antígenos. Los MT están presentes debido al metabolismo alterado de
las células transformadas y pueden ser identificados histológicamente en el tejido tumoral (MT
celulares), o bien en un fluido corporal (MT humorales). Su principal aplicación consiste en:
la detección, diagnóstico, monitoreo, clasificación, estadificación, localización, pronóstico y
seguimiento del tumor. Los marcadores tumorales son producidos por el propio tumor o por el
cuerpo como respuesta a la presencia de cáncer o ciertas condiciones benignas (no
cancerosas). La medición del nivel de los marcadores tumorales puede ser útil, cuando se
utiliza junto con radiografías y otras pruebas, para la detección y el diagnóstico de algunos
tipos de cáncer. Sin embargo, la medición de los niveles de los marcadores tumorales por sí
sola no es suficiente para diagnosticar un cáncer por las siguientes razones:
Utilidad de los Marcadores Tumorales: pueden utilizarse para definir una entidad
patológica particular, para su diagnóstico, estadificación, pronóstico y en algunos casos es
utilizado como screening en la población. (Screening: estrategia aplicada para detectar una enfermedad
en individuos sin síntomas de tal enfermedad)
2
posible que un hombre presente una o ambas afecciones y que tenga también cáncer de
próstata. Un nivel de PSA normal se considera que es de 4.0 nanogramos por mililitro
(ng/mL) de sangre. Para los hombres de 50 años o menos, un nivel de PSA debe estar por
debajo de 2.5 ng/mL. en la mayoría de los casos.
2. Marcadores Utilizados para Diagnóstico:
a. Cáncer de ovario: CA 125
b. Cáncer de testículo: Gonadotrofina Coriónica Humana (HCG) y Alfafetoproteína (AFP)
c. Cáncer de Tiroides: Tiroglobulina y Calcitonina
d. Cáncer de páncreas: CA 19.9
e. Sarcoma de Ewing (tumor maligno, enfermedad rara en la cual las células neoplásicas se ubican en el
hueso o en tejidos blandos, con mayor frecuencia en pelvis, fémur, húmero, y costillas): t(11; 22)
f. Melanoma: Tirosinasa
g. Linfoma: t(8;14) , t(11;14) , t(2;5) , t(3;14)
3
4. Marcadores utilizados para Seguimiento:
a. Ca colorrectal: Antígeno Carcinoembrionario (CEA)
b. Ca de mama: CA 15.3
c. Ca de próstata: Antígeno Prostático Específico (PSA)
d. Ca de ovario: CA 125
e. Ca de Tiroides: Tiroglobulina y Calcitonina
f. Ca de testículo: Gonadotrofina Coriónica Humana C y Alfafetoproteína (AFP)
g. Cáncer de páncreas: CA 19.9
h. Linfoma: t(8;14) , t(11;14) , t(2;5) , t(3;14) (alteraciones citogenéticas de los cromosomas)
ANTÍGENOS ONCOFETALES
Los antígenos oncofetales son proteínas que se expresan en los tejidos de un organismo en la
fase de desarrollo fetal pero no en el individuo adulto normal. Sin embargo, aparecen a
concentraciones elevadas en las células cancerosas, por lo que pueden utilizarse como
marcadores tumorales para detectar la existencia de un tumor maligno.
4
2. ALFA-1-FETOPROTEÍNA (A.F.P.)
Con el nombre de fetoproteínas se han agrupado algunas moléculas de glicoproteínas que
se encuentran en el suero sanguíneo fetal, y que desaparecen en el suero del adulto
normal.
La alfa 1 ha sido la más extensamente estudiada, y se ha identificado como un MT de gran
utilidad en el diagnóstico oncológico. Su hallazgo en tejidos neoplásicos la caracterizó
como un antígeno oncofetal. Es producida por las células del hígado del embrión y tejidos
del saco vitelino. La producción por el feto se presenta desde la semana decimocuarta y
durante todo el embarazo, para descender rápidamente durante las primeras semanas de
la vida extrauterina.
En el adulto normal se han encontrado concentraciones menores de 20 ng/mL. Durante el
2o. y 3er. trimestres del embarazo los niveles en el suero de la madre alcanzan 500
ng/mL. Las elevaciones anormales encontradas en el suero materno, o en el líquido
amniótico, están relacionadas con anormalidades fetales; principalmente alteraciones del
aparato urinario y malformaciones del tubo neural. Su determinación en el L.C.R. es un
apoyo en el diagnóstico de los disgerminomas del S.N.C. y de la carcinomatosis
meníngea. Su principal aplicación radica en su producción por el carcinoma hepatocelular
y el teratocarcinoma testicular; así como en tumores de células embrionarias. Pequeñas
elevaciones transitorias se presentan en pacientes con hepatitis viral, cirrosis y daño
hepatocelular.
Los trastornos no cancerosos que pueden causar niveles elevados de AFP incluyen
condiciones benignas del hígado como cirrosis o hepatitis; ataxia telangiectasia (enfermedad
hereditaria poco frecuente, autosómica recesiva, afecta el sistema nervioso, el sistema inmunológico y otros
sistemas del cuerpo. Los síntomas se presentan en niños pequeños); embarazo y síndrome de
Wiscott-Aldrich (enfermedad caracterizada por infecciones recurrentes, eczema, y trombocitopenia
que provocan mayor tendencia al sangrado).
5
Los niveles de PSA han demostrado ser útiles para supervisar la eficacia del tratamiento del
cáncer de la próstata, y para controlar la recaída después de que el tratamiento ha terminado.
Cuando se usa el PSA para controlar la recaída del cáncer, un solo nivel elevado puede que
no sea de mucho valor.
Se sigue estudiando la utilidad de las pruebas regulares de detección utilizando exámenes
rectales digitales y chequeos del nivel de antígeno prostático específico en los hombres entre
55 y 74 años. Los investigadores también están estudiando nuevas maneras de aumentar la
exactitud de las pruebas del antígeno prostático específico. El mejorar la exactitud de las
pruebas del PSA puede ayudar a los médicos a distinguir una hiperplasia prostática benigna
de un cáncer de la próstata y así evitar procedimientos adicionales innecesarios, como las
biopsias.
CA 125
El CA 125 es producido por una variedad de células, pero particularmente por células de
cáncer ovárico. Los estudios han demostrado que muchas mujeres con cáncer ovárico tienen
niveles elevados de CA 125. El CA 125 se usa principalmente en el manejo del tratamiento del
cáncer ovárico. En las mujeres con cáncer ovárico que están siendo tratadas con
quimioterapia, una disminución en el nivel de CA 125 generalmente indica que el cáncer está
respondiendo al tratamiento. Por otro lado, un aumento en los niveles de CA 125 durante o
después del tratamiento puede indicar que el cáncer no está respondiendo a la terapia o que
algunas células cancerosas permanecen aún en el cuerpo. Los médicos también pueden
utilizar los niveles de CA 125 para supervisar la recaída de los pacientes con cáncer ovárico.
No todas las mujeres con niveles elevados de CA 125 tienen cáncer ovárico. Los niveles de
CA 125 también pueden aumentar por los cánceres del cuello y cuerpo del útero, páncreas,
hígado, colon, mama, pulmón y del tracto digestivo. Los trastornos no cancerosos que pueden
causar aumento en los niveles de CA 125 incluyen la endometriosis, la enfermedad pélvica
inflamatoria, peritonitis, pancreatitis, enfermedad del hígado y cualquier trastorno que inflame
la pleura (el tejido que rodea los pulmones y recubre la cavidad del pecho). La menstruación y
el embarazo también pueden causar un aumento de CA 125.
CA 19.9
El CA 19–9 inicialmente se detectaba en pacientes con cáncer colorrectal, pero también se le
ha identificado en pacientes con cáncer del páncreas, estómago y de los conductos biliares.
Los investigadores han descubierto que, en los pacientes con cáncer pancreático, los niveles
más altos de CA 19–9 tienden a estar relacionados a los casos de enfermedad más
avanzada. Los trastornos no cancerosos que pueden elevar los niveles de CA 19–9 incluyen
el cálculo biliar, pancreatitis, cirrosis del hígado, y colecistitis.
6
CA 15.3
Los niveles CA 15.3 se usan primordialmente para seguir el curso del tratamiento en las
mujeres diagnosticadas con cáncer de mama, especialmente en su forma avanzada.
Raramente los niveles de CA 15.3 se elevan en las mujeres con cáncer de mama en su fase
temprana. Los cánceres del ovario, pulmón, y la próstata también pueden elevar los niveles de
CA 15.3. Estos niveles elevados de CA 15.3 pueden estar relacionados con trastornos no
cancerosos tales como enfermedades benignas del seno o el ovario, endometriosis,
enfermedad pélvica inflamatoria y la hepatitis. El embarazo y la lactancia también pueden
causar aumento en los niveles de CA 15.3.
CA 27.29
Similar al antígeno CA 15.3, el CA 27.29 se encuentra en la sangre de la mayoría de las
pacientes con cáncer de mama. Los niveles del CA 27.29 pueden utilizarse junto con otros
procedimientos (como las mamografías y niveles de otros marcadores tumorales) para
controlar la recaída en las mujeres con cáncer de mama en etapas II y III previamente
tratadas. Los niveles del CA 27.29 también pueden estar elevados en cánceres del colon,
estómago, riñón, pulmón, ovario, páncreas, útero e hígado. El primer trimestre del embarazo,
la endometriosis, los quistes ováricos, la enfermedad benigna del seno, enfermedad del riñón
y enfermedad del hígado son trastornos no cancerosos que también pueden elevar los niveles
del CA 27.29.
7
neuroblastoma; carcinoma de células pequeñas del pulmón, tumor de Wilms (tipo poco frecuente
de cáncer renal); melanoma; y otros cánceres del riñón, testículo, páncreas y tiroides. Sin
embargo, los estudios de la NSE como un marcador tumoral se han concentrado
principalmente en los pacientes con neuroblastoma y con carcinoma de células pequeñas del
pulmón. Las medidas de los niveles de la NSE en pacientes con estas dos enfermedades
pueden proporcionar información sobre la extensión de la enfermedad y el pronóstico del
paciente, así como la respuesta del paciente al tratamiento.
Neuroblastoma: enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) a partir de los neuroblastos
(tejido nervioso inmaduro) de la glándula suprarrenal, el cuello, el tórax o la médula espinal.