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ACADEMIA DE IDIOMAS Y ESTUDIOS PROFESIONALES (AIEP)

ESCUELA DE CONSTRUCCIÓN E INGENIERIA


CARRERA: CONSTRUCCIÓN CIVIL
OBRAS DE INSFRAESTRUCTURA

MUELLE DE BUCALEMU

PARTICIPANTE

DIAZ BRAVO, FABIAN ELIAS

FACILITADOR:
GOMEZ GERMAN
ABRIL, 2022
Con un nuevo muelle cuenta la localidad de Bucalemu, en la Región de O'Higgins. El
proyecto busca beneficiar a los pescadores artesanales del balneario, ya que no contaban
con las condiciones óptimas para su trabajo.
La obra fue inaugurada este jueves y cuenta con la instalación de un muro de contención de
rocas, estacionamiento para los botes de los trabajadores y una grúa de ocho toneladas, que
permitirá la entrada y salida de las embarcaciones del muelle.
El Intendente de la Región de O'Higgins, Pablo Silva, comentó que "acá está la inversión
de $6.000 millones, que atiende las necesidades de los pescadores, de la gente de escasos
recursos, de una localidad alejada y eso nos pone contentos".
"Esta infraestructura marítima va a permitir que los pescadores artesanales de Bucalemu
puedan trabajar de manera más segura en épocas que antes no sé podía", añadió el alcalde
de Paredones, Sammy Ormazábal.

¿Qué paso en realidad?

La estructura inaugurada en 2018 tuvo un costo de más de seis mil millones de pesos, pero
no cumplió su objetivo, causó problemas a la comunidad y daños medioambientales. Desde
la Seremi de Obras Públicas de O'Higgins afirman que las obras para resolver la
problemática costarían otros dos mil millones de pesos más.

En lugar de ello, la edificación embancó la playa y cortó la conexión con un humedal hoy
en riesgo de secarse. Tampoco fomentó el turismo. Y peor aún, en las últimas semanas, dos
pescadores han sufrido accidentes y sus botes, ahora dañados por el sedimento, deben ser
remolcados de manera particular, fuera de una playa que no hace más que crecer.

El caso, según explican desde la Dirección de Obras Portuarias, a cargo del proyecto,
terminó en tres investigaciones: una auditoría ministerial, un sumario y una denuncia ante
el Ministerio Público.
La multimillonaria iniciativa a cargo de la Dirección de Obras Portuarias (DOP),
perteneciente al Ministerio de Obras Públicas (MOP)- contemplaba una “explanada de
operación” para los pescadores. Contaba con una grúa y un muelle, además de un
rompeolas que protegería a los botes frente a eventos meteorológicos adversos.

Para ello, se abrió una primera licitación, convocada el 30 de diciembre de 2015, en la que
participaron cuatro empresas, resultando ganador la Constructora Gonzalo Orellana
Limitada.

Al principio, una de las condiciones para comenzar esta obra era que no podía superar los 5
mil millones y debía ser ejecutada en un plazo de 5 meses, pero la entrega se atrasó más de
un año y aumentó un 32.86% su monto. Es decir, se pagó un total de poco más de $6.642
millones.

Según cuenta el alcalde de Paredones, Sammy Ormazábal, el Ministerio de Obras Públicas


contrató a través de la Dirección de Obras Portuarias un estudio de ingeniería para construir
este rompe olas.

Cuando estuvo terminado el diseño, dos años después aproximadamente, los ingenieros de
la DOP se lo expusieron a la comunidad: pescadores, buzos y lugareños. Estos últimos le
plantearon que, así como estaba definido el diseño no iba a resultar y justamente advirtieron
que se iba a producir un embancamiento, es decir, aumentaría el nivel de la arena,
desplazando las aguas mar adentro.

Tal como fue advertido por los lugareños, a los cinco meses comenzaron los problemas: se
tuvo que cambiar las coordenadas del enrocado por petición de los pescadores y debieron
contratar obras extras. En efecto, en su fase de construcción modificaron un giro en el eje
del molo principal, es decir, el muro contra las defensas del agua, y se acortó la longitud de
ambos molos que conforman la estructura. En otras palabras, el proyecto se debió ir
modificando mientras era construido.
Los cambios, aunque importantes, no fueron suficientes y las autoridades debieron llamar a
una nueva licitación, esta vez, para remover la arena que se acumuló producto de los
errores de cálculos. El sedimento impedía a los botes avanzar o derechamente los dañaba.

la Empresa Raymar, se hizo cargo por casi $472 millones de evacuar la arena.

El ingeniero civil Rigoberto Guajardo, quien realizó una investigación en la zona junto a la
Universidad Católica de Valparaíso, el problema real es que se construyó en la
desembocadura de un estuario y cada cierto tiempo la laguna se llena de agua y todo el
sedimento que tiene llega al mar, entonces se produce el proceso llamado embancamiento,
donde se llena de arena. El profesional explica:

“Hicieron el trabajo de sacar la arena con máquinas gigantes, la tomaban y la dejaban 300
metros hacia el norte, y en la noche llegaba el mar y la dejaba ahí mismo”

Una vez más, los trabajos volvieron a ser insuficientes. Se contrató una tercera empresa, la
constructora Tecno Terra. ¿El propósito? Demoler por $157 millones el molo norte. Fueron
120 metros de largo nunca utilizados los que se desarmaron y las casi dos toneladas de
piedras se enterraron temporalmente según la DOP, bajo las dunas que adornan el sector, a
unos metros del mar.
¿Muelle de Bucalemu un Nuevo Fracaso?

La idea del muelle era para que sirviera de abrigo a los pescadores, la construcción de este
generó una disminución de la energía del oleaje, y todo el material que transporta la
corriente, se termina depositando justo detrás del muelle.

Todo ello, ha provocado un ensanchamiento de la playa y la línea de costa empezó a crecer


más de 12 mil metros cuadrados por año. Lo que antes era agua, hoy es arena. Hasta el
término del 2020 había 50 mil metros cuadrados nuevos de playa.

“Toda la gente tiene una concepción del muelle como un fracaso. No funcionó para lo que
fue construido” expresa Guajardo, el ingeniero civil.

Dentro de la licitación del Ministerio de Obras Públicas, el objetivo de esta infraestructura


era mejorar las condiciones de operaciones para los pescadores, pero con cada cimiento
levantado, la situación empeoró.

El embanque siguió igual y fue una pérdida de dinero enorme. A todas luces uno se daba
cuenta que no iba a funcionar, remarca el alcalde Ormazábal. Durante todo un año
estuvieron sacando arena con camiones que fue todo un desastre y obviamente no dio
resultado.
Posible solución

la solución definitiva se dividirá en tres pasos: la primera fue la demolición del contramolo,
ya efectuada. Lo que viene ahora es alargar el molo norte en 40 metros hasta alcanzar los
290 metros de longitud. Esta licitación fue adjudicada nuevamente a la empresa Gonzalo
Orellana, quienes en los próximos días iniciarán los trabajos.

Por último, el tercer paso es la construcción de un molo secundario que tendrá un largo de
127 metros y permitiría un área protegida, disminuyendo la agitación. También considera
un paso estrecho de 50 metros de ancho que servirá de entrada al mar, pero toda su
implementación dependerá del comportamiento del sistema en las etapas anteriores.

La segunda y tercera etapa apuntan en la DOP se realizarán en conjunto con los sindicatos
de pescadores.

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