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AUDITORIO-TEATRO-CINE

Pueden parecer iguales o similares, pero existen importantes detalles que podemos
pasar desapercibidos entre la arquitectura funcional de un auditorio y un teatro.
En un teatro se exhiben obras de un alto contenido escénico. De forma que debe
estar provisto de los mejores elementos técnicos para ello como una tramoya
(sistema de cuerdas y poleas para colgar escenografía), sistema de iluminación por
áreas con sistema de controles independientes, ciclorama para hacer juego de
luces ambientales sobre él, camerinos para que los actores puedan vestirse y
características, etc.

Un auditorio no cuenta con sistema de tramoya, aunque los hay con un sistema de
sonido y luminotécnico muy avanzado, que puede sostenerse mediante tiros de
poleas. Pero básicamente el auditorio funciona para «ser escuchado», bien en una
conferencia, o cualquier actividad en la que no se requiera una tramoya, como,
por ejemplo, una ponencia de un partido político.

La presentación de una orquesta sinfónica en cambio, si es de cámara, ò un


cuarteto de cuerdas, por poner un ejemplo, tiene unos requisitos más específicos y
particulares a un teatro o a un auditorio, de ahí que se le llame también Sala de
Conciertos.

En los últimos años vemos también como se está transformando y fusionando en


una combinación entre auditorio y teatro. En la planificación y diseño de una
instalación como un teatro-auditorio intervienen múltiples disciplinas como son:
ergonomía, antropometría, biomecánica, arquitectura, diseño interior, ing. civil, ing.
eléctrica, ing. mecánica, psicología ambiental, seguridad, etc.

Pero sin duda es el confort y la máxima seguridad, junto con la concentración del
observador en la escena la que prioriza cualquier diseño de un espacio de las
características de las cuales estamos hablando.

En espacios minimalistas donde la funcionalidad prima sobre la estética recargada


y suntuosa de algunos teatros clásicos, podemos ver cómo el espacio juega un
papel principal para adaptarse a diferentes situaciones. No es frecuente pues que
las butacas de determinados auditorios cuenten con sistemas de retracción o
replegado, incluso que puedan desplazarse filas enteras y cambiar el sentido de su
orientación.

De esta forma podemos encontrar auditorios contemporáneo, que se adaptan a


numerosos cambios para tratar de ofrecer a un público cada vez más exigente, las
condiciones idóneas para ver una película, escuchar un concierto, asistir a un
musical (donde se puede cenar mientras se mira el espectáculo), o simplemente
convertirse en un espacio horizontal diáfano para recibir espectadores de pié en
un concierto de pop-rock, o en un pase de modelos. Interesa señalar que las
condiciones de accesibilidad y, más especialmente las condiciones acústicas
intrínsecas a cada uno de esos eventos y al aforo, es decir, cuestiones
estrictamente funcionales ligadas a la transformabilidad del auditorio.
Las butacas para auditorios se diseñan para ofrecer una polivalencia y
adaptabilidad en función del uso que se le vaya a dar. Una buena butaca debe
ofrecer unos niveles de absorción acústica similares, tanto si está vacía u ocupada.
Para los auditorios se opta por butacas de estructura de madera, bloque de
espuma de célula abierta en asiento y respaldo, con un espesor que no sobrepase
los 4 cm, y tapizadas con tejidos absorbentes. También se existen en el
mercado butacas plegables que reducen el espacio considerablemente,
además de estar instaladas sobre unas guías ocultas para replegar varias filas juntas
y habilitar así un espacio para otros usos.

Las butacas para teatros propiamente dichas, son aquellas que podemos
encontrar en teatros clásicos y tradicionales, están dejando paso a butacas más
modernas que se adaptan a espacios funcionales, se caracterizan porque la
mayoría de las que encontramos en el mercado y que cuentan con respaldos
inclinables ya que la mayoría están diseñados para eventos para larga duración y
si no cuentan con la comodidad no serán aptos para teatros. Se usan por lo general
en teatros, pero también y dados los diseños actuales, sirven igualmente para
auditorios, cines donde siempre se ofrecen eventos de larga duración, las butacas
para teatros también ofrecen apoyabrazos con los que nos proporcionan una
mayor comodidad.

La butaca plegable Metoll, cuenta con un diseño que bien podría


recomendarse para salas de conferencias, pero son muy sugerentes para
cualquier tipo de espacio público, tales como auditorios o cines. Por su
configuración, estos asientos reducen considerablemente el espacio entre filas,
facilitando así la limpieza del suelo, y lo que es más importante, en caso de
evacuación, el público puede salir de manera holgada sin tropezones.

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