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Juzgado del Trabajo de Valparaíso acogió tutela laboral

de trabajadores venezolanos por haberse vulnerado


garantía de indemnidad.
El Tribunal indicó que la garantía de indemnidad, como todo derecho fundamental, constituye un
límite a los poderes empresariales.
17 de mayo de 2018

El Juzgado de Letras del Trabajo de Valparaíso acogió la denuncia de tutela laboral


por vulneración de derechos fundamentales con ocasión del despido y la nulidad
del despido, deducidas por dos trabajadores en contra de un restaurante.

Los denunciantes indicaron, como indicios de la vulneración de derechos, que el 28


de junio de 2017, decidieron interponer fiscalización anónima, ante la Inspección
Provincial del Trabajo de Santiago, debido a dudas que les aquejaban sobre todo
en razón del no pago de cotizaciones previsionales, no entrega de comprobantes
del pago de sueldo, y en su caso particular, como pareja, arrendaban una pieza a
su empleador, el que descontaba mensualmente arriendo, sin embargo, al no
entregar liquidaciones, no había ningún registro de aquello. Con posterioridad a
aquello, a su jefe se le informó el hecho de haber realizado una denuncia y su
correspondiente solicitud de fiscalización ante la Inspección del Trabajo por los
siguientes motivos: no declaración ni pago de cotizaciones previsionales, no
escriturar contrato de trabajo, no llevar registro de asistencia, no entregar
comprobante de pago de remuneraciones, no pago de remuneraciones, falta de
información de riesgos laborales. La primera visita del Inspector se produjo el 06
de julio de 2017, en la que aprovecharon de señalar el tema de los pagos de
arriendo descontados del sueldo, y no registrados en las liquidaciones de pago,
que en estricto rigor, jamás se les hicieron llegar. Ante dicha situación, el
Inspector tomó nota de lo señalado, pero es en ese momento que el ex empleador
descubre que han sido ellos quienes interpusieron la solicitud de fiscalización. Así,
su jefe los citó a ambos el 09 de julio de 2017, oportunidad en la que les señaló, a
propósito de solicitar la fiscalización, en este país no eran más que unos “simples
venezolanos”, procediendo en dicho acto a señalar que estaban despedidos y que
debían agarrar sus cosas y no volver más. El despido fue verbal, ordenándoles,
además, abandonar la pieza que le arrendaban. La situación señalada
anteriormente no sólo implica un despido verbal e indebido sino que, además, es
un despido vulneratorio de los derechos fundamentales, toda vez que el despido
finalmente ocurre como represalia por haber acudido a la inspección del trabajo
solicitando la correspondiente denuncia y fiscalización, por los incumplimientos
laborales en los que estaba incurriendo el ex empleador.

En la sentencia, el Tribunal indicó que la garantía de indemnidad, como todo


derecho fundamental, constituye un límite a los poderes empresariales, reconocido
en el inciso primero del artículo 5º del Código del Trabajo, Así, si existió, como en
este caso, represalia o despido frente al ejercicio legítimo de la denuncia ante la
autoridad administrativa, existió vulneración de la garantía de indemnidad de la
que es titular el actor. Asimismo, y a mayor abundamiento, la denunciada no logró
acreditar por falta de contestación de la denuncia y de prueba incorporada a la
causa, ningún hecho que fundamente razonablemente su actuar.
Por lo anterior, el Tribunal concluyó declarando que fue vulnerada la garantía de
indemnidad de los actores, y asimismo acogió la nulidad del despido ante la falta
de respuesta de la demandada, condenando a la empleadora al pago de las
indemnizaciones correspondientes, con condena en costas. Asimismo, ordenó a la
demandada a ofrecer disculpas públicas a los denunciantes por los hechos que
derivaron en su despido.

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