UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

CRIMINALISTICA
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

CURSO: CRIMINALISTICA

DOCENTE: ZARZOSA CAMPOS, CARLOS.

INTEGRANTES: ALDANA CARRANZA, MARICIELO CRISTINA.

BRAUL PORRAS, SOFIA REYNA.
GUERRA MONSEFU, CRISTIAN EDUARDO.
HURTADO JACOBO, STEFANI.
JIMENEZ SOLAR, CARLOS DAVID.
MERINO VALLADOLID, GEORGIA.
MUÑOZ URBINA, IME JANEL.

CICLO: VIII

SECCIÓN: “A”

TRUJILLO-PERÚ
2020

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ÍNDICE
Índice

Introducción…………………………………………………………………….………03

La criminalística………………………………………………………………………..04
1. Origen de la criminalística……….…………………………………………………..04
2. Origen de la criminalística en el Perú …………………………..………………...…06
3. Concepto…………………………………………………..……………………..…..07
4. Objeto de estudio………………………………………………….………………....08
5. Ciencias que apoyan la criminalística…………………….……………………..……12
6. La función de la policía nacional del Perú, ¿prescrito en el artículo 67 del
NCPP resulta adecuada?……………………………………...……………...………14
7. Caso concreto……………………………………………………………....………..15

Conclusiones……………………………………………………………………………18
Referencias bibliográficas…………………………………………………………..….19

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INTRODUCCIÓN

Incluso en nuestros días, es reiterada la confusión entre los términos “Criminalística”,

“Criminología”, “Policía Científica”, “Policía Técnica”, “Policiología”, entre otros, los

cuales tienen significados diferentes a pesar de que se refieren a disciplinas que se

encuentran relacionadas entre si y cuya aplicación y campo de estudio resulta semejante.

Con el transcurrir del tiempo y la convivencia del hombre en sociedad, además del enorme

progreso tecnológico experimentado en la presente sociedad del riesgo y de la

información, ha acarreado el nacimiento de nuevas “ciencias” cuyos orígenes se remontan

muchos siglos atrás. La Criminalística y la Criminología son ejemplo de lo anterior,

consecuentemente surgidas por la necesidad del hombre de explicar ciertos fenómenos y

de buscar siempre la resolución de conflictos en sociedad, la primera como colaboración

directa al descubrimiento de la verdad real sobre los hechos presuntamente punibles

acaecidos, y la segunda como forma de remediar estos, de “enderezar” el comportamiento

desviado del hombre y la mujer en sociedad, con el fin de entender el fenómeno de la

conducta desviada.

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LA CRIMINALISTICA

1. Origen de la criminalística

La historia de la criminalística, registra en el año de 1892 en la Universidad de Gratz,

Austria, la obra de Hanns Gross profesor de Derecho Penal y también Juez Instructor,
escrita tras veinte años de experiencia y observaciones a la que denomino: “Handbuch
fur Untersuchungsrichter als System der Kriminalistik” (Manual del juez para la
investigación del crimen); en esta obra por primera vez etiqueta a los métodos de apoyo
a la investigación criminal como Criminalística. En esta obra se presentó a la
Criminalística como una valiosísima disciplina penal que indica el conjunto de
conocimientos que han de poseer en su formación profesional, cuantos participen en
la Administración de la justicia punitiva (policías, jueces, abogados criminalistas, etc.),
sobre todo en el sentido de que se familiaricen con las actividades del mundo criminal
en todos sus aspectos.

La aludida obra, posteriormente dos años después fue publicada en España con el
nombre de: “Manual del Juez. Subsistema de Criminalística”. El contenido del Manual
para Jueces de Instrucción comprende diversos materiales como antropología, Argot
Criminal, Contabilidad, Criptografía, Dibujo Forense, Documentoscopia, Explosivos,
Fotografía, Grafología, Hechos de Tránsito, Interrogatorio; etc.”

Seis años después, esto es en 1898 el doctor Hanns Gross, continúa dando muestras de
su interés por el estudio del crimen a través de lo que empezó y continuó denominando
Criminalística fundando el Archivo para antropología criminal y Criminalística. En
1912 crea el Instituto Universitario de Criminología en su ciudad natal de Gratz donde
tres años después murió dejándonos su obra como un apreciado legado de mucha
utilidad para luchar contra el delito respetando los derechos fundamentales del
delincuente conforme propugna el nuevo paradigma del Derecho Procesal Penal
Garantista – Adversativo que venimos implementando.

Sin embargo, consideramos oportuno dejar constancia de la advertencia formulada por

el maestro JIMENES DE ASUA, quien señala que la llamada hoy “Criminalística”
tiene antecedentes, mucho más lejanos de los que indican los autores alemanes al
señalar como iniciador de esta disciplina a Jagemann quien, entre 1838 y 1841,

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escribió un Hamdbuch der gearichtlichen untersuchungskunde (Manual de la

investigación forense). En efecto, Marcelo Finzi ha reivindicado la prioridad para dos
italianos: el paduano marco Antonio Blanco y el florentino Antonio María Cospi. En
la obra de Blanco en 1549 se pretende persuadir a los jueces de que no apliquen la
tortura sin maduras reflexiones, y distingue los indicios que facultan para aplicar el
tormento de los que han de servir para determinar la condena (indicium ad
condemnationem), pues en este último tienen que ser muy concluyentes. Es curioso
que tanto Blanco como Cospi, traten de las huellas de los pies o de los pasos dejados
por el delincuente en el lugar del delito, pues la tierra puede estar balneata et humida;
de las cosas dejadas por el culpable en el lugar del delito; de las cualidades personales
del imputado, ocupándose Blanco particularmente de su fisionomía y del
comportamiento del sujeto ante el juez (si vacila temeroso, empalidece, miente, etc.).
Tampoco falta en ninguno de estos antiguos autores italianos la referencia a las pruebas
de sangre que emana del muerto en presencia del asesino, con que se aproximan a las
viejas ordalías y que Cospi busca rodear con tanta prudencia que con sus consejos se
evitaría errores causados por semejante superstición (la de que la herida del muerto
sangre si su victimario se aproxima al cadáver). La obra del florentino Cospi Il giudice
criminalista conforme lo destaco Marcelo Finzi no obstante fue escrita doscientos
cincuenta años antes se aproxima a la obra de Hanns Gross “Handbuch fur
untersuchungsrichter als system der Kriminalistik”. Y, algo más las empareja, a decir
de Finzi; las dos obras han sido escritas por dos hombres apasionados de su tarea,
Gross dice de sí mismo haber sido un juez instructor “cuerpo y alma”, y Cospi, habla
del celo y del afecto, casi del ardor que movía gustoso al servicio de su profesión.

Dentro de las muchas publicaciones que posteriormente aparecieron en Europa,

destaca el Tratado de criminalística escrito en seis tomos por Edmond Locard en el
año de 1935 en Francia.

En América latina la influencia de la Criminalística para la investigación del delito

llegó con la edición de la obra de Hanns Gross en el año 1900 que llegó paralelamente
con los trabajos de Sir Francis Galton quien en Inglaterra enunciaba los principios
fundamentales de la Dactiloscopia: inmutabilidad, perennidad y variedad. Con ello, se
sentó las bases o principios de una de las tres grandes aéreas doctrinarias de la

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Criminalística, la identificación, a la que luego se sumarán en el tiempo la formalidad

del Estudio de la Escena del Crimen y el Trabajo en el Laboratorio.

La denominación de Criminalística fue aceptada en el Segundo Congreso

Latinoamericano de Criminología realizado en Santiago de Chile en 1941 con los
fundamentos de Luis Sandoval, Israel Drapkin, Gilberto Llanos entre otros. En chile
tres años después, esto es en 1944 tuvo lugar el Primer Congreso Panamericano de
Criminalística, que reunió a delegados de toda América, ahí se recomendó la creación
del Instituto de Criminalística, de Medicina Legal y de Criminología, los mismos que
conforme se acordó deberían estar coordinados entre sí por medio de un Consejo
Directivo conformado por sus respectivos directores. Los avances de las ciencias en el
mundo y su asimilación en nuestro continente hicieron que el área de criminalística de
la escena del delito y del trabajo en laboratorio se desarrolle con luz propia apareciendo
en el firmamento de la investigación criminalística institutos de criminalística a nivel
de universidades y fundamentalmente dentro de las instituciones policiales.

2. Origen de la criminalística en el Perú

En el Perú, el accionar de la criminalística se inicia en el año 1892 con el área de

identificación humana cuando se abre el Gabinete de Identificación Antropométrica
en la Oficina Central de Policía a cargo de médicos de la policía y estudiantes de la
Facultad de Medicina de la Universidad Mayor de San Marcos que basan su estudio
en el método del “Bertillonaje” en alusión a su mentor Alfonso Bertillon o conforme
éste lo denominó la Antropometría. El bertillonaje fue sustituido, en 1915 por el
sistema dactiloscópico implantado por Juan Vucetich y quedó a cargo del personal de
la Sección de Identificación Dactiloscópica del Cuerpo General de Investigaciones y
Vigilancia, conocido con las siglas de “CIVI”.

El área de trabajo de la Criminalística en laboratorio, se inicia formalmente con la

implementación del Laboratorio de Técnica Policial creado el 27 de marzo de 1937 y
que fue aprobado por acuerdo del Congreso de la República seis años antes.

La Criminalística en el Perú en esta área de la investigación criminal tomó el modelo

del Laboratorio del FBI de Washington de los Estados Unidos de Norteamérica, fue
implementado con personal e instrumental de las ramas de Biología, Química,

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Medicina, Balística y Grafotecnia. En 1972 el Laboratorio se trasladó a sus entonces

modernas instalaciones ubicadas dentro de la Escuela de la Policía de Investigaciones
del Perú conocida por sus iníciales de la P.I.P., en el distrito de Surquillo Departamento
del Lima donde hasta la fecha permanece. Entre los años 1986 – 1987 el Laboratorio
de Criminalística del Perú fue modernizado con instrumental y equipamiento de
Cromatografía, Microscopía Electrónica, Microscopía Óptica Binocular y
Espectrofotometría de Absorción Atómica; lo que permitió que se renueven
procedimientos periciales con alta tecnología.

3. Concepto

Existen diferentes denominaciones y diversos conceptos acerca de la Criminalística,

según las escuelas que la inspiran o la naturaleza que se le atribuye.

Hans Gross, definió a la Criminalística como el "Arte de la instrucción judicial fundada

en el estudio del hombre criminal y los métodos científicos de descubrir y apreciar las
pruebas".

López Gómez y Juan Antonio Gisbert Calabuig, en el "Tratado de Medicina Legal",

la definen como "El estudio de las técnicas médicas y biológicas, usadas en la
investigación criminal sobre las huellas y los objetos de los hechos delictuosos".

Hawsserer, la define como "El conjunto de conocimientos sobre las cosas que tienen
vinculación con el delito, o que puedan encontrarse en conexión con el mismo, o que
resulten útiles para su descubrimiento".

Alberto Hellwing (juez Postdam), sostiene que "En su conjunto es la Enciclopedia del
peritaje.

Edmond Locard, la conceptualiza como "La investigación de la prueba del delito,

mediante el establecimiento de las pruebas indiciarias y la agrupación de las nociones
en un cuerpo de doctrina".

Ladislao Thot, afirma que "La Criminalística es la ciencia auxiliar del derecho penal,
que se ocupa de los métodos y modos prácticos de dilucidar las circunstancias de la
perpetración de los delitos e individualizar a los culpables".

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Del Picchia Filho, indica que la Criminalística es "El conjunto de conocimientos

técnico-científicos aplicados a la función judicial de la investigación criminal y, del
estudio de la prueba indiciaria constituida por los vestigios materiales de naturaleza no
biológica".

Según el Manual de Criminalística de la Policía Nacional del Perú, La

criminalística es una disciplina técnico-científica, jurídica y metodológica que integra
diferentes áreas del saber científico, aplicables a la investigación del delito, a fin de
establecer por el análisis de los indicios o evidencias, el móvil, las pruebas, las
circunstancias y los medios empleados para su ejecución, así como la identificación
del autor y autores.

4. Objeto de estudio

Lo que la criminalística busca, su finalidad o propósito, es descubrir, verificar

científicamente el delito, al delincuente, a la víctima y la forma y circunstancias en las
que se ha producido el hecho criminal. Observar, estudiar y examinar vestigios,
indicios y evidencias de cualquier naturaleza dejados por algún individuo, organismo
u objeto; con el fin último de reconstruir, determinar los detalles y pormenores, o la
verdad de una cosa o de un hecho.

Para conseguir estos objetivos, la investigación criminalística deberá responder las

siguientes interrogantes, conforme al planteamiento de Hans Gross, las cuales deberán
ser integradas al planteamiento del problema del investigador criminalista y
consecuentemente, las respuestas se constatarán con la respectiva hipótesis inicial para
determinar si se ha logrado descubrir o verificar el delito cometido.

¿QUÉ SUCEDIÓ?

Es la pregunta fundamental para el comienzo adecuado de la investigación criminal a

menudo depende de ella que la investigación continúe en forma adecuada. Para
responder la interrogante ¿QUE SUCEDIÓ?, el investigador debe de realizar
diligencias preliminares, con el propósito de recabar indicios que revelen el “otro
dato”, esto es poder determinar: a) lo que realmente ha ocurrido; y b) que lo que ocurrió
es delito, esto es si lo que ocurrió es subsumido o tipificado por un tipo penal concreto.

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Sin embargo, en la práctica se puede constatar que la determinación de lo “QUE

SUCEDIÓ” aparece descrito plenamente en la denuncia de parte o se puede inferir de
los medios probatorios que se adjuntan; y del silogismo que se realiza entre la premisa
mayor (tipo penal) y la premisa menor (hecho imputado)

¿QUIÉN LO HA COMETIDO?

Esta interrogante en algunos casos, no resulta de fácil respuesta, sea por la forma como
se ha producido el hecho, o a que el autor, en la casi generalidad de casos busca que
su crimen no sea descubierto, propósito por el cual oculta su identidad además de
pretender desaparecer los indicios y evidencias de la escena del delito. Además, puede
extenderse a otra pregunta relacionada con la identificación de la víctima del delito:
¿Quién es la víctima? Interrogante que emerge en los supuestos en que el fallecido no
puede ser fácilmente reconocido sea porque la putrefacción avanzada le haya
desprendido los pulpejos de la yema de los dedos impidiendo su identificación
dactiloscópica o porque el autor del crimen ha intentado desaparecer el cadáver con lo
que la respuesta a la interrogante aludida, al igual que la primera, se torna compleja.

¿CUÁNDO?

La respuesta a esta pregunta es trascendental para la investigación criminalística,

porque nos determina el tiempo en que se cometió el delito. En los delitos de homicidio
la data de la muerte será estimada con mayor precisión en las primeras 24 horas post
morten evaluando el estado de los signos: livideces, rigideces, enfriamiento corporal
y deshidratación. A las 24 horas aparece una mancha verdosa en los flancos del
abdomen. A los 2 -3 días aparecen las líneas vasculares visibles que corresponden a la
marmorización en el tegumento. El cuerpo se va hinchando y ennegreciendo por
acción de bacterias y gases formándose ampollas. El olor a pútrido se hace presente,
las ampollas se rompen y aparecen larvas de moscas a los 5-7 días. Hay sangre
hemolizada que fluye por algunos orificios naturales por donde están las larvas o fauna
cadavérica. Los cambios post morten dependen de factores como: clima, naturaleza de
la muerte, ambiente cerrado o abierto, vestimenta, etc.

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¿DÓNDE?

La importancia de saber donde ocurrieron los hechos radica en que “el resultado de la
infracción, sus vestigios y los instrumentos con que se cometió el delito” se encuentran
normalmente en aquel lugar, al que la criminalística denomina la “escena del crimen”
y que, como sabemos, es fuente inagotable de indicios y evidencias cuyo hallazgo nos
permitirán descubrir, con rigor científico lo que sucedió.

Se entiende como lugar de los hechos o escena del crimen “el sitio donde se ha
cometido un hecho que puede ser delito”. Toda investigación criminal, casi siempre,
tiene su punto de partida en el lugar de los hechos, y muchos criminalistas ya han
expresado: “que cuando no se recogen y estudian los indicios en el escenario del
crimen, toda investigación resulta más difícil”. En la escena del crimen las huellas
hablan de las acciones sucesivas que realizó el delincuente para perpetrar su crimen;
ahí los rastros y señales hablan de la identidad de las personas (victima (s) y victimario
(s)) que intervinieron en el hecho; por ello se afirma que la escena del crimen o lugar
de los hechos es “fuente inagotable de indicios y evidencias”; por tal motivo, es
imperativo proteger adecuadamente en primer término “el lugar de los hechos” a fin
de que el personal del Ministerio Público, Peritos y Agentes de la Policía, lo encuentren
en su forma primitiva esto es tal y como lo dejó el o los autores del hecho. Es
conveniente tener en cuenta que el autor del hecho en su paso por el escenario del
crimen, deja indicios de su presencia y de la comisión de su conducta, así como
también, en la mayoría de los casos se lleva algunos vestigios del lugar y de la víctima.
El reconocimiento del lugar del delito es un reconocimiento legal planificado,
coordinado y ordenado por el Juez o por el Fiscal durante la investigación preparatoria,
a fin de comprobar las huellas y otros materiales que el delito haya dejado en los
lugares y cosas o en las personas. (Art. 192. 1 y 2 CPP).

¿CÓMO?

La respuesta a la pregunta como ocurrió el hecho que se investiga nos indica el lugar
y tipo de indicios que corresponde ubicar y recoger en la escena del delito, que como
sabemos es el manantial inagotable de indicios y evidencias. Descubrir cómo
ocurrieron los hechos nos permitirá recrear el hecho determinando el lugar en el que
se encontraba la víctima, así como la de su victimario, así como si fueron uno más de

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uno los que participaron en su ejecución, la distancia en la que se encontraron uno del
otro, posición, etc. Es la pregunta fundamental para el comienzo de la investigación.

¿CON QUÉ?

Esta pregunta nos permite descubrir que medios han sido utilizados para cometer el
delito, por ejemplo, un cuchillo, machete, martillo, fierro, explosivo, etc. Para
responder esta pregunta el investigador deberá de tener presente el principio de
correspondencia.

¿POR QUÉ?

La respuesta a esta interrogante es determinante para resolver el caso porque implica

descubrir el “móvil del delito” es decir el motivo por el cual el sujeto ha cometido la
acción de interés criminalística. Es fundamental para resolver con solvencia este
interrogante el estudio de la personalidad del imputado, sus gustos, temores, pasiones,
pasatiempos, todo ello es necesario conocer para entender mejor el hecho materia de
investigación. Es necesario no confundir “móvil” con “dolo”. El dolo, es el
conocimiento y la voluntad de la realización de todos los elementos del tipo objetivo
y es el núcleo de los hechos punibles dolosos. La conciencia es el conocimiento de
estar realizando el tipo objetivo, ésta debe ser actual, es decir debe estar presente en el
momento que se realiza el hecho; su conocimiento no es exacto o científico, sino el
propio de un profano -persona promedio. No se exige que el sujeto sepa que ese hecho
está en contra del ordenamiento jurídico. La voluntad es el querer realizar los
elementos objetivos del tipo. En este sentido se debe distinguir en el dolo la doble
dimensión de conocimiento y voluntad. Sólo el que sabe lo que ocurre puede querer
que ocurra, es decir aplicar su voluntad a conseguir el resultado que tenga en la cabeza.
El sujeto debe ser consciente de que concurren todos los elementos del tipo objetivo.
El móvil no es la mismo que el “dolo” del delito, pues por este se entiende la
intencionalidad de cometer el delito.

El móvil adquiere relevancia en el ámbito de la culpabilidad cuando se analiza el grado

de reproche que se le puede dar al comportamiento de la persona. Por ejemplo: un
sujeto que comete un hurto de dinero con el móvil de utilizarlo para pagar una
operación de urgencia y, de esta forma, salvar la vida de su madre enferma.

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5. Ciencias que apoyan la criminalística

La Criminalística, desde sus inicios se ha nutrido de cuanto aporte artístico, técnico o

científico haya coadyuvado a enfrentar el reto de responder a seis interrogantes de oro:

✓ ¿Qué?
✓ ¿Dónde?
✓ ¿Cómo?
✓ ¿Cuándo?
✓ ¿Quién?
✓ ¿Con qué?

CIENCIAS NATURALES

a. Físico - Química

Con el aporte de estas especialidades, se contribuye al esclarecimiento de hechos

delictivos, determinando si alguna sustancia química ha sido utilizada en la
comisión de un delito; como suele suceder en casos de envenenamiento,
adulteración de productos cosméticos, hidrocarburos, alimentos, medicamentos y
otros; así como la identificación de drogas y estupefacientes.

b. Biología

Ciencia que aplicada a la Criminalística, coadyuva al esclarecimiento de delitos

como lesiones, homicidios, violaciones, contaminación de alimentos y de bebidas,
delitos económicos, ecológicos, etc., mediante análisis de sangre, semen,
secreciones y excreciones orgánicas, pelos, restos de tejidos orgánicos en prendas
de vestir, instrumentos materia del delito, en personas, cadáveres y en el lugar de
los hechos; identificación de restos y especímenes animales y vegetales
relacionados con hechos delictuosos; exámenes microbiológicos de alimentos, de
bebidas, de muestras ambientales y otros exámenes especiales biológicos.

c. Medicina

Orientada "intrínsecamente" al valor de la vida humana, así como al estudio de los

fenómenos externos e internos que la afectan, perjudican o se presentan en acciones
de responsabilidad legal en lo penal y civil.

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d. Psicología

Apoya a la Criminalística a través del empleo de métodos técnicos psicológicos;

permite establecer el grado de capacidad mental y conductual de los sujetos
comprometidos en hechos delictuosos, sean sospechosos, inculpados, víctimas o
testigos, con el objeto de contribuir a la administración de justicia, así mismo
desarrolla la profilaxis delictiva y de readaptación del delincuente.

e. Estomatología

Ciencia que con sus conocimientos y técnicas se encargan de establecer la especie,

edad, sexo y raza en cadáveres y restos óseos; la valoración de daños del macizo
cráneo facial y la identidad de las personas naturales.

F. Informática

Su apoyo está referido a la transmisión y procesamiento de datos o informaciones

sistematizadas electrónicamente; permite reducir volúmenes y simplificar a través
del computador, informaciones cada vez en menor tiempo y de mejor calidad
minimizando los errores humanos.

Esta área no es inmune al delito o criminalidad, habiendo sufrido las consecuencias

de los "virus informáticos" en muchos sistemas computarizados; por otro lado, han
ocurrido también robos sistemáticos con códigos claves o tarjetas falsificadas;
siendo los especialistas los llamados al esclarecimiento de este tipo de delitos.

CIENCIAS JURÍDICAS

a. Derecho penal
Como parte del Derecho Público, trata del conjunto de normas establecidas por el
Estado, que determinan los delitos, las penas y las medidas de seguridad que se
aplican a los titulares de los hechos punibles, con la finalidad de prevenir y reprimir
dichos hechos. Tipifica al delito, lo valora y lo establece, proporcionándole de esta
manera a la Criminalística el marco legal de los hechos que debe investigar y que
constituyen delitos, diferenciándolos claramente de otros tipos de actos jurídicos.

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b. Derecho procesal penal

Tiene por finalidad llevar a la práctica las disposiciones penales, mediante la
sustentación de pruebas de cargo y de descargo que conducirá a una determinación
judicial, consistente en una punibilidad absolutamente dentro del proceso penal. De
esta manera proporciona a la Criminalística normas y procedimientos que se deben
observar en la investigación de un delito, así como también lo relacionado con los
peritos y los dictámenes que emiten éstos en el ejercicio de sus funciones.

c. Derecho constitucional
Como ley de leyes apoya a la Criminalística otorgándole a la Policía Nacional del
Perú la facultad de combatir la delincuencia, facilitando enormemente el trabajo de
investigación científica del delito.

6. La función de la policía nacional del Perú, ¿prescrito en el artículo 67 del NCPP

resulta adecuada?

La investigación criminal no puede ser concebida como un simple instrumento ni

mucho menos reducida a un mero conjunto de procedimientos y actuaciones, ya que
la función policial es una condición básica para avanzar hacia mayores niveles de
desarrollo humano, económico y político – social, tal como se espera en una sociedad
legítimamente organizada. Concebida así, la función de la Policía Nacional en la
investigación criminal, resulta evidente, que esta tarea necesariamente debe estar a
cargo de una Policía de Investigaciones Especializada que deberá de ocuparse además
de la investigación del hecho concreto materia de denuncia; de desarrollar un plan de
gestión de largo plazo y sobre la base de paradigmas de planificación asociados a la
calidad, la transparencia, la eficiencia y la eficacia. De esta forma, se podrá alcanzar
objetivos estratégicos fundamentales para una labor policial moderna como: el
permanente fortalecimiento de la investigación criminal, la realización de prevención
estratégica como medio por el cual se busca lograr la capacidad de anticipación a través
del análisis y la gestión de la información y del conocimiento; el control migratorio y
la seguridad internacional.

Los referidos cambios se van produciendo en forma acelerada, lo cual puede ser
fácilmente comprobado, al ingresar a internet o encender la televisión. Dichas
transformaciones afectan a todos los ámbitos de la sociedad y tiene que ver, entre otros

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fenómenos, con la globalización, la fragmentación social y los cada vez más

sorprendentes avances científicos y tecnológicos. Sobre lo que resulta imperativo
reflexionar en torno al futuro desarrollo de la INVESTIGACION CRIMINAL y su
relación con el profesional que estamos formando, habida cuenta de lo urgente que es
conciliar los fenómenos antes descritos con nuestra propia adaptación a los cambios,
en forma y tiempo acorde a los requerimientos de seguridad y justicia del país.

7. Caso concreto

“OBSERVACIÓN A LA SOCIEDAD NACIONAL”

El distinguido abogado y profesor Gino Ríos Patio en su obra un “Un momento con la
Criminología” realiza una magnífica síntesis magistral que solo pueda llevarla a cabo
quien recorrió con paciencia los caminos de la criminología, en palabras de Zaffaroni.
Y bien, varios de sus comentarios, nos lleva a reflexionar sobre lo real que es la
convivencia con el delito, pues en la sociedad actual los hechos delictivos son
difundidos mediante los medios de comunicación a fin de que podamos enterarnos si
el Estado está contribuyendo con la seguridad y en otras ocasiones los medios de
comunicación solo se publican cierta comisión de delitos para excitar el morbo de la
sociedad y eventualmente predisponen a cometer dichos hechos delictivos. Sin
embargo, lo que no se cuenta es que existe una “cifra negra de criminalidad” la cual
nace a partir de todas las denuncias no formuladas, probablemente por factores
económicos, sociales o hasta por la falta de confianza del sistema penal que tienen las
víctimas. Es casi seguro que, todos o algún familiar ha sido víctima de alguna
modalidad delictiva, conociendo de esa forma la cara superficial del delito, sin
embargo, existen factores criminógenos y causas que originan el crimen que no es lo
mismo que los móviles del delincuente sino el origen causal del delito. Entonces, al
ser víctima de un crimen, enfrentamos no solo el dolor de un perjuicio patrimonial sino
también un daño moral, responsabilizando de todo esto en primer lugar al Estado por
el hecho de no habernos brindado seguridad, por no eliminar los delitos, y por no
sancionar a quienes lo cometen, en otras palabras, el Estado no estaría cumpliendo los
fines planteados: seguridad integral y bienestar general. Por lo tanto, lo anterior
incentiva a que los ciudadanos intenten conseguir la llamada justicia popular, con
acciones directas, haciendo justicia con mano propia, aprehendiendo a los

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malhechores, como lo que ahora llamamos “arresto ciudadano”. Es allí, donde se

evidencia que estos hechos realmente aparecen en Estados donde su política criminal
es solamente el empleo de nuevos tipos penales o la creación de nuevas comisarías,
fiscalías, cárceles, hasta la reducción de beneficios penitenciarios, estimulando el
castigo.

El autor señala que, el delito, el delincuente y la víctima son entidades inseparables en

un estudio serio del crimen. Por lo tanto, el Estado no podrá solo enfocarse en medidas
direccionadas hacia los delincuentes sino también deberá considerar a la víctima a
quien se le expropió su derecho de la acción y de tutela jurisdiccional efectiva.

Ahora bien, el destacado Gino Ríos, invita a conocer científicamente los aspectos
centrales de la temática criminológica, su concepto, su evolución, objeto, finalidad,
dilemas, paradigmas, entre otros, de modo que, contribuyamos con el Estado a hacer
frente al delito de manera positiva.

En el Perú existen carencias académicas en cuanto a esta temática, ya que no se

constata ninguna universidad que forme a verdaderos criminólogos ni programas que
especialicen interdisciplinariamente a profesionales de diversas ciencias sociales en
criminología. Mientras, no exista lo mencionado, seguiremos combatiendo el crimen
inútilmente mediante el agravamiento de penas y la reducción de beneficios.
Observando cada vez más las tendencias de desviación en los individuos, imposiciones
de sanciones penales, saturación en las cárceles, permitiendo la afectación de nuestros
derechos a la dignidad, vida, libertad, tranquilidad, entre otros.

Seguimos expectantes del telón de fondo criminógeno constituido por la mala

formación y socialización del hombre, la pérdida de valores y la deshumanización de
la persona. Más aún si frente a la influencia de los factores educación y cultura y de
otros traídos por el estilo neo liberal, el conjunto biopsicosocial del ser humano se
debilita y estremece. Dejándonos llevar por el sistema penal, instituciones y agentes
que solo están inmiscuidos en el autoritarismo lindante con la arbitrariedad
discriminatoria y selectiva del ius puniendi estatal.

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Actualmente, nos preocupa que el crimen se genere en el poder y en cuanto la

utilización del poder hace a las víctimas más vulnerables y se evidencia el carácter
injusto y selectivo, la violencia y la estigmatización.

Ya para concluir, tal como lo dijo el filósofo y jurista alemán Gustav Radbruch, para
tratar eficazmente el comportamiento desviado, que no debe conocer su única
caracterización como delito sino las distintas consideraciones de disturbios,
situaciones problemática, conflictos y otras que solamente pueden conocerse gracias a
la criminología, cuyo estudio debería promoverse finalmente en nuestro país mediante
la enseñanza en todos los niveles y modalidades del sistema educativo y la creación de
escuelas de Criminología para que en virtud de su carácter multidisciplinario permita
reestructurar el sistema social, económico y político en aras de la recuperación del
hombre.

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CONCLUSIONES

✓ La investigación criminalística en la actualidad tiene una meta definida,

producir la prueba pericial, con base en el elemento físico recogido en el lugar

de los hechos, función conocida también como Criminalística de campo, la cual

está fundamentada exclusivamente en los resultados científicos sustentables,

valorables, estandarizados, reproducibles y por consiguiente con

incuestionable técnica y método científico.

✓ La Criminalística desde su surgimiento y su evolución, ha recopilado una serie

de procedimientos y técnicas para formar las disciplinas que las constituyen

científicamente, dándole riqueza intelectual para aplicarla en la práctica,

primero en el sitio del suceso, con los procedimientos indicados, los cuales

provienen de la Criminalística de Campo y luego en el Laboratorio de

Criminalística, ya sea en balística, Documentología, Sistemas de Identificación

Humana (Dactiloscopia, Fotografía, etc.), entre otras.

✓ La finalidad de la criminalística consiste en convertir los indicios y evidencias

en Pruebas Periciales para esclarecer el hecho delictivo.

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRUJILLO
CRIMINALISTICA
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

✓ Dirección de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. Manual de

Criminalística. Lima, 1990.

✓ Dirección de Criminalística de la Policía Nacional del Perú. Manual de

Criminalística. Lima, 2014.

✓ Zarzosa, E. La criminalística y la investigación del crimen en el Nuevo Código

Procesal Penal. Editorial Edunt. Trujillo, 2017.

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