Está en la página 1de 36

Normas fiscales y deontología

Cumplidos los requisitos formales previos y aceptada la inscripción en la matrícula,


el profesional procede a jurar que desempeñará fiel y legalmente la profesión.

Normas Fiscales y Deontología

Los corredores

Juramento

Regulación de los corredores públicos inmobiliarios

Normas previsionales e impositivas

Deontología

Martilleros y corredores públicos

Referencias
LECCIÓN 1 de 8

Normas Fiscales y Deontología

Mediante el estudio de este módulo, intentaremos desarrollar los conceptos


de normas fiscales y deontología e interpretar y asimilar su importancia
como condición indispensable para el ejercicio profesional. El martillero y
corredor público debe comprender que, cumplidos los requisitos previos,
efectuado el juramento y una vez otorgada la habilitación para ejercer la
profesión, sobre él comienza a recaer una serie de deberes, obligaciones y,
por ende, también los derechos que actualmente se encuentran estipulados
en el Código Civil y Comercial de la Nación, además de lo regulado en cada
provincia por las leyes de colegiación.

Para ello, en la presente lectura nos centraremos en el siguiente relato:

Enrique se encuentra recibido de Martillero Corredor Público y Corredor


Inmobiliario. Ha completado su colegiación y ha obtenido su matriculación.
Pero advierte que su actividad profesional no solamente se constituye,
consolida y desarrolla en el marco de la colegiación obligatoria, sino en el
respeto de la ética y la moral. ¿A que se refiere la ética profesional? ¿Difiere de
la moral? ¿Se encuentran plasmadas en un cuerpo normativo? ¿Es obligación
del profesional tenerlas en cuenta y respetarlas?
Si bien en la práctica puede parecer que los conceptos de ética y moral
responden a una consideración aproximadamente uniforme, en realidad
resulta necesario diferenciar ambas nociones.

Hay que señalar que, tal como lo afirma Etxeberría (1991), la moral se
muestra como un conjunto de normas y valores existentes en una sociedad,
que orientan y prescriben las conductas de modo inmediato. La ética, por su
parte, es una instancia reflexiva que ofrece argumentos que fundamentan la
existencia de una moral y la necesidad de asumirla.

La mirada que la ética ejerce sobre la vida


profesional demuestra la causa generativa de
la llamada deontología profesional.

Cabe destacar que dicha disciplina tiene completitud en razón de un conjunto


sistematizado de diferentes obligaciones que conciernen a aquellos que
detentan un determinado ejercicio profesional. Por ejemplo, los deberes de
los martilleros públicos para con la profesión, consigo mismos, con la
sociedad, el cliente, la magistratura, los colegas y el cuerpo profesional
correspondiente (Ferrater Mora, 1984).
Los deberes deontológicos apuntan a un objetivo común, lo suficientemente
concreto y limitado a cada una de las conductas profesionales a las que se
está refiriendo dicha deontología, que es tender a garantizar una realización
de conducta honesta (Andruet, s.f.).

La ética se ocupa de la noción de bien, de lo que es bueno hacer por el


hombre, y por ello se afirma que se trata de un saber de tipo integrador o
unificador, porque no se limita a ninguna ciencia en particular (Andruet, s.f.).

C O NT I NU A R
LECCIÓN 2 de 8

Los corredores

Requisitos, inhabilidades, incompatibilidades, inscripción en la matrícula,


procedimiento, juramento, ejercicio ilegal de la profesión y colegio
profesional. Consideraciones de algunas normativas provinciales. Estatuto.

Tal como se mencionó anteriormente, el capítulo XII del Decreto 202661  es

incorporado en su totalidad por la Ley modificatoria 250282, la cual regula


con precisión y desde el artículo 31 todo lo atinente al corredor público. Allí se
indica que al ejercicio del profesional también le es aplicable lo dispuesto en
esta normativa para los martilleros, siendo requisitos de condición
habilitante:

[1] Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu

[2] Ley 25028. (1999). Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la Ley 20.266]. Honorable Congreso

de la Nación Argentina. Recuperado de https://cutt.ly/8gnpRIq

a) Ser mayor de edad y no estar comprendido en ninguna de las


inhabilidades del artículo 2º;
b) Poseer título universitario expedido o revalidado en la
República, con arreglo a las reglamentaciones vigentes y las que

al efecto se dicten3.

[3] Art. 2. Ley 25028. (1999). Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la Ley

20.266]. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://cutt.ly/8gnpRIq

Para poder ejercer la actividad de corredor público, el profesional deberá


inscribirse en la matrícula de la jurisdicción correspondiente, por lo que
deberá reunir los siguientes requisitos:

a) Acreditar mayoría de edad y buena conducta;

b) Poseer título conforme expresa art. 32, inc. “b”;

c) Acreditar hallarse domiciliado por más de un año en el lugar


donde pretende ejercer como corredor;

d) Constituir la garantía prevista en el art. 3º inc. “d”;

e) Cumplir con los demás requisitos que exija la reglamentación

local4.

[4] Anexo I. Ley 25028. (1999). Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la Ley

20.266]. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de https://cutt.ly/8gnpRIq


Está claro que la legislación establece las pautas de exigencia generales.
Pero, además, los profesionales no deben comprender las inhabilidades e
incompatibilidades que se estipulan en la tabla 1.

Tabla 1: Inhabilidades e incompatibilidades

Por incompatibilidades
Están inhabilitados (artículo 2)
(artículo 7)
Por incompatibilidades
Están inhabilitados (artículo 2)
(artículo 7)

-Los empleados públicos


-Aquellos que no pueden ejercer el matriculados como martilleros
comercio. tendrán incompatibilidad, salvo
excepciones de leyes especiales.
-Los fallidos y concursados cuya De igual manera quedan
conducta hubiese sido calificada como exceptuados los que están
fraudulenta o culpable, hasta cinco (5) comprendidos en el artículo 25
años después de su rehabilitación.
de la presente Ley 6.

-Quienes estén inhibidos judicialmente.


-Tener presente: para el corredor
no se expresa una
-Los condenados con accesoria de
incompatibilidad directa dentro
inhabilitación para ejercer cargos
de las condiciones habilitantes
públicos y los condenados por: hurto,
que impone el artículo 32, ya que
robo, extorción, estafas y otras
solo se remite a las inhabilidades
defraudaciones (véase el texto
del artículo 2. Pero la mayoría de
completo en https://cutt.ly/qgnpvzu).
las normas colegiales le impone
incompatibilidad al corredor,
-Los excluidos temporaria y
tomando como base lo
definitivamente del ejercicio de la
expresado en el artículo 31  in
actividad por sanción disciplinaria.
fine.

-Los incapaces5.

[5] Art. 2. Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo Nacional. [6] Art. 7. Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo
Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu Nacional. Recuperado de
https://cutt.ly/qgnpvzu

Fuente: adaptado de artículos 2 y 7de la Ley 20266/1973 y Capítulo 12, introducido por Ley 25028/1999.
C O NT I NU A R
LECCIÓN 3 de 8

Juramento

Cumplidos los requisitos formales previos y aceptada la inscripción en la


matrícula, el profesional procede a jurar que desempeñará fiel y legalmente
la profesión.

Una vez que el profesional ha cumplido con las exigencias de la ley de fondo
y con los requerimientos que le pudieren efectuar sus respectivos colegios
profesionales se acepta, entonces, el pedido de inscripción en el organismo
que gobierna la matrícula y se deberá efectuar el juramento respectivo. Este
manifiesta el cumplimiento fiel y legal de la profesión ante la autoridad del
colegio profesional que esté designado por el Directorio. Cabe recordar que
dichas solemnidades u otras exigencias podrán variar conforme la
requisitoria que la ley local ordena al respecto.

Recuerda que es necesario que en este punto sepas y comprendas lo


estipulado en los artículos 1345, 1346, 1347, 1348 y concordantes del Código
Unificado.

Cabe agregar que el artículo 33 de la Ley 20266 in fine de la presente


normativa nacional indica claramente que si no se cumplimenta con las
condiciones habilitantes exigidas para esta profesión, por más que se posea
título universitario, no se podrá ejercer la profesión ni cobrar honorarios. El
poder de control y defensa de la actividad profesional lo poseen los colegios
profesionales, pues ellos tienen las potestades necesarias para caer “con
todo el peso de la ley” ante un hecho detectado de ejercicio ilegal de la
profesión, por lo que los infractores deben ser denunciados. Más aun, quien
está colegiado no debe proporcionar participación en las funciones
respectivas a personas no matriculadas.

El profesional ya matriculado se convierte en miembro activo de la institución


que lleva el gobierno de la matrícula. Es por ello que debe conocer de manera
precisa la función profesional y las leyes que reglamentan el ejercicio.
También debe saber que existe un ordenamiento que regula la propia vida
institucional, aquel que está constituido por el estatuto, pues hacer referencia
al Estatuto Institucional implica hablar de la norma legal básica para el
gobierno de un organismo público o privado, la cual se caracteriza por tener
fuerza de ley para establecer el orden eficaz de un cuerpo.

El Estatuto del Colegio Profesional comprende la “ley interna” a la que deben


ajustarse tanto los matriculados como sus autoridades. Conocer el estatuto
es conocer a la institución que gobierna la matrícula.

Es de suma importancia que, como futuro profesional, visualices y


comprendas las normativas de regulación de la actividad del martillero y
corredor público de tu provincia, ya que en la actualidad estamos viviendo un
proceso de ratificación –o, por qué no, de transformación– tendiente a
mantener o modificar los rumbos de las funciones profesionales. Por eso,  es
menester estar informados acerca de estos cambios y observar la evolución
legislativa que se pudiere suscitar en cuanto a las instituciones y sus
respectivos estatutos.

C O NT I NU A R
LECCIÓN 4 de 8

Regulación de los corredores públicos inmobiliarios

Regulación de los corredores públicos inmobiliarios. Situación


en la Región Centro y Buenos Aires. Su incidencia en el resto
del país

Actualmente, solo se requiere que el futuro profesional sea un constante


observador de los cambios que se pudieren generar en cuanto a la situación
de su colegiación, o bien ante la decisión de una normativa de fondo que
regule específicamente el corretaje público inmobiliario. En este sentido, y tal
como se ha desarrollado en el presente módulo (específicamente en cuanto
a lo ya estudiado sobre la Región Centro y la situación de los colegios
profesionales), es sabido que, por ejemplo, tanto en Buenos Aires como en el
resto de las provincias del país, los usos y costumbres vienen conformando
bases sólidas sobre un determinado aspecto: el corretaje inmobiliario.

No obstante, la normativa de fondo que actualmente regula la profesión


indica que se debe poseer un título para ser martillero (artículo 1), la
necesidad de matricularse en el organismo profesional o judicial (artículo 4) y,
para ser corredor (artículo 32, inciso b) también la obligatoriedad de tener el

título universitario e inscribirse en la matrícula (artículo 33)7.


[7] Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu

Los usos y costumbres producen efectos de importancia en la vida y las


actividades de las personas. Actualmente, puede observarse una serie de
acciones tendientes a buscar soluciones positivas que coadyuven a
establecer un nuevo proceso marcado por la evolución del rubro inmobiliario,
que presenta características propias por las cuales se requiere una
redefinición normativa.

Tener en cuenta: muchos de los colegios profesionales, antes de


aceptar la respectiva inscripción incluyen como requisito que el
futuro colega incorpore constancia de CUIT y de inscripción en el
Monotributo.

C O NT I NU A R
LECCIÓN 5 de 8

Normas previsionales e impositivas

Régimen actual. Generalidades

Todo profesional, tanto los colegiados que ejercen cotidianamente la


profesión como aquellos que están matriculados y no la ejecutan, deben
realizar la inscripción ante la AFIP (Administración Federal de Ingresos
Públicos), organismo que regula las obligaciones y derechos de los
contribuyentes a nivel nacional.

Al momento de inscribirse, los profesionales deberán optar por uno de los


regímenes vigentes: Responsable Monotributo o Responsable Inscripto en el
Valor Agregado. Durante el inicio de la actividad, la mayoría se inscribe en el
monotributo, que representa un régimen opcional y simplificado para
pequeños contribuyentes. Básicamente, consiste en un tributo integrado de
cuota fija que comprende 2 aspectos:

Tabla 2: Componentes del monotributo


Cotización provisional fija
Impuesto integrado (aportes de jubilación y de obra
social)

Se establece por categorías


determinadas sobre la base de:
Este régimen integrado y
simplificado implica que con el
- ingresos brutos obtenidos según
pago de una cuota fija mensual
facturación;
se está exento del pago del
Impuesto a las Ganancias y del
- superficie afectada a la actividad
Impuesto al Valor agregado
(oficina) y energía eléctrica consumida;
(IVA).

-  personal a su cargo.

Fuente: Elaboración propia

Información de referencia:  en el desarrollo de la actividad profesional,


siempre surgen modificaciones tanto previsionales como impositivas de
interés para el contribuyente, por lo que es menester estar atentos a las
resoluciones de la AFIP (por ejemplo: facturación electrónica para
inmobiliarias).

Los beneficios de estar adheridos al régimen del monotributo son:

integración al sistema tributario y previsional vigente, dejando de


lado la informalidad;
contar con obra social y una prestación básica universal
(jubilación).

Ahora bien, ¿qué conceptos comprende el pago del monotributo? Con el


pago mensual de una cuota única, el monotributista está cumpliendo con las
siguientes obligaciones:

1 Impuesto a las Ganancias;

2 Impuesto al Valor Agregado (IVA);

3 aportes al Régimen Previsional Público del Sistema Integrado de


Jubilaciones y Pensiones (SIJP);

4 aporte al Sistema Nacional del Seguro de Salud.

El martillero o corredor público adherido a este sistema deberá pagar un monotributo por todas las
operaciones de ventas y/o servicios que realice y está obligado a emitir facturas tipo “C”, si correspondiere,
ya que todo el procedimiento dependerá también de la categoría que posea ante la AFIP. Asimismo, deberá
tener exhibida, en un lugar visible, su constancia de inscripción en el régimen de monotributo, el

comprobante del pago del mes en curso y el formulario N° 6118.

[8] Véase información alusiva sobre la Caja Previsión Social De Buenos Aires en

http://www.marticorba.org.ar/caja_inf_institucional.html
Para cumplir con la norma impuesta y brindar todos los servicios
profesionales que le incumben al martillero y corredor público,
obligatoriamente este debe registrarse en la AFIP para otorgar factura
correspondiente por el cobro de sus comisiones y efectuar los aportes de ley,
por lo que deberá contar con el asesoramiento del profesional en la materia
(contador).

C O NT I NU A R
LECCIÓN 6 de 8

Deontología

Deontología, Moral y Derecho

Andruet señala que la diversidad moral:

(…) resulta ser un fenómeno absolutamente natural, por lo cual


finalmente siempre se impone una reflexión ulterior que de
alguna manera discierne acerca de la conveniencia o exigencia
de una moralidad sobre otra. A la luz de dicho conjunto de
consideraciones, no se puede dudar que los principios éticos
habrán de tener un especial interés, no sólo para la vida social
en general, sino también para la realización profesional. De allí
resulta la influencia que la ética ejerce sobre la vida profesional,
convirtiéndose en la génesis de la denominada “Deontología
Profesional”, a veces constituida como un capítulo más, y en
otras ocasiones presentándose como no muy diferenciada de la
“Ética Profesional” (s.f., http://goo.gl/pxFX4J).

 
Como afirmamos antes, la mirada que la ética ejerce sobre la vida
profesional demuestra la causa generativa de la llamada Deontología
Profesional.

Bentham define por primera vez la deontología en general, como la “ciencia


de los deberes o teoría de las normas morales” (1834, p. 6). Aplicada a las
profesiones, se denomina Deontología Profesional y es la disciplina que se
ocupa de determinar y regular el conjunto de responsabilidades éticas y
morales que surgen en relación con el ejercicio de la profesión,
especialmente aquellas que tienen repercusión social.

Más adelante, el autor agrega que “su contenido se basa y justifica en los
principios y normas de la ética y la moral. El objetivo específico de la
Deontología Profesional consiste en la aplicación de estos principios a cada
profesión” (Bentham, 1834, p. 6). Veamos las diferencias entre la ética
profesional y la deontología profesional.

Respecto a la utilización que hacemos de la denominación de deontología no


se puede dejar de lado que la misma implica poder formular un tratado
acerca de los deberes que una determinada profesión o disciplina como tal
posee (Bentham, 1834). La deontología también tiene algunas
consecuencias de carácter sancionador.

Además, como ya dijimos, los deberes de toda deontología apuntan a


garantizar una realización de conducta honesta (Andruet, s.f.).
Siendo entonces que los mencionados deberes que conllevan dicho objetivo,
a su vez, bien pueden ser diferenciados en principio como deberes positivos
y también negativos. Tal como lo indica Pérez-Serrano Jáurregui (2001), los
deberes positivos son aquellos que imponen la ejecución de una
determinada conducta y la violación de los mismos implica una omisión. Por
otra parte, los deberes negativos son los que ordenan la abstención de una
acción determinada y la violación de estos representa una trasgresión
(Andruet, s.f., p. 2).

Veamos como ejemplo el ámbito profesional del martillero y corredor público

en la provincia de Córdoba, en donde la Ley 71919 y el Estatuto rigen dichos


comportamientos profesionales y patentizan de manera específica los
deberes positivos o de realización en lo que resulta del contenido deóntico
que se impone al colegiado.

[9] Ley 7191. Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Poder Ejecutivo de la Provincia de Córdoba. Recuperado de

https://cutt.ly/YgngCe5

Como requisito ineludible para su ejercicio posterior, este debe


efectuar un juramento profesional que impone realizar tal
ejercicio de manera "leal y honrada". Es mediante este
juramento que se recoge de modo evidente la noción auténtica
de la probidad profesional, puesto que, en esencia, la probidad
es la bondad. (Andruet, s.f., p. 4).
El juramento es un deber positivo o de realización que resulta del contenido
deontológico y que se le impone al colegiado en virtud de la futura probidad
de sus acciones.

Andruet  añade que “a modo en general, el conjunto de deberes que conforman


la Deontología es algo semejante a lo que los sociólogos nombran como “usos
y costumbres” de determinados grupos y que tienen una cierta obligatoriedad
en determinados grupos o sociedades” (s.f., p. 4).

“Los deberes negativos, sin duda alguna, son los que ocupan una mayor
extensión dentro de las enumeraciones de los diferentes códigos
deontológicos y admiten distintos parámetros como elementos que generan
la taxonomía” (Andruet, s.f., p. 2). Ejemplo de ello son las llamadas
deslealtades profesionales definidas en el marco de la Ley 7191, la cual
impone un juramento a los profesionales, basado en una manera de cumplir
la vida profesional de modo leal y honrado.

Ahora bien, respecto a la vinculación con la ética, decimos que ésta:


Posee un carácter especulativo con independencia que esté
dispuesta a ordenar la conducta hacia el bien de los hombres, y
no pierde por ello su carácter rigurosamente metafísico. Sólo en
función de dicha comprensión es que puede hacerse una
determinación acertada de los contenidos deontológicos de
todas y cada una de las profesiones. (Andruet, s.f., p. 4).

La ética se ocupa de la noción del bien, de lo que es bueno hacer por el


hombre y por ello es que se afirma que se trata de un saber de tipo
integrador o unificador, porque no se limita a ninguna ciencia en particular
(Andruet, s.f.).

Por otro lado, en relación con la vinculación que presenta la deontología con
el derecho, cabe aclarar que ambos presentan un contenido normativo. En
este sentido, la violación de los deberes que la deontología propone supone,
de manera inmediata, una marcada “desaprobación valorativa del cuerpo
social (desaprobación moral) que integra dicho opus profesional y a la que se
le adiciona algún tipo de sanción específica de carácter jurídico positivo”
(Andruet, s.f., p. 4).

El hecho de que la Deontología Profesional se encuentre en un lugar


intermedio entre la ética y el derecho provoca, de algún modo, que su
naturaleza sea prioritariamente de tipo moral. Se constituye como un todo
orgánico que determina el desarrollo y la concreción de los principios y
valores morales que devienen esenciales para la profesión de que se trate.

Tal como menciona Hortal Alonso,

La Deontología es el ámbito donde se armonizan los principios


éticos con las reglas que disciplinan una profesión determinada,
comprendiendo por tal, el conjunto de actividades ocupacionales
en las que de forma institucionalizada se presta un servicio
específico a la sociedad por parte de un conjunto de personas
específicamente preparadas y facultadas para ello, y que se
dedican de forma estable a esas actividades, obteniendo de
ellas un medio de vida. (1994, p. 14).

Se puede decir que la ética determina las actuaciones desde lo interno o


autónomo del propio sujeto sin perjuicio de que ello, a su vez, sea un análisis
especulativo que del mismo bien el hombre ha realizado. La deontología, en
cambio, lo hace desde lo externo y generalmente desde un código.

En vistas del entramado interno de los códigos deontológicos


señalamos, nuevamente, que existen deberes positivos y
negativos que conforman los mismos, y mencionamos, además,
que los mencionados deberes positivos pueden ser reconocidos
de dos maneras: por una parte pueden ser advertidos con una
valencia de reconocimiento de carácter universal y, por lo tanto,
deviene de imposibilidad promover un código deontológico que
pueda despreciar alguno de ellos, a saber: la probidad u
honestidad, el interés y el decoro. En segundo lugar,
encontramos los restantes deberes positivos de la Deontología
del Derecho que también se formulan como principios
deontológicos, aunque ya no con carácter universal sino con una
valencia propiamente asignada a cada uno de los ámbitos
profesionales en los que la realización del Derecho se puede
manifestar. (Andruet, s.f., p. 8).

Dicho lo anterior cabe destacar que

Coexisten éstos junto con los otros, mas lo que no puede existir
a primera vista es varios de ellos, por la lógica razón que en
algunas ocasiones dichos “Principios Sectoriales de la
Deontología del Derecho" entran en conflicto y contradicción
entre sí. Por caso entonces, si se trata de quien ejerce la
magistratura, dicho principio sectorial será iluminado a la luz de
la independencia e imparcialidad del juez; si fuera del abogado
litigante, el mismo pasa por la libertad en el ejercicio de la
profesión de abogado; si se tratara de quienes cumplen su rol
profesional en el Ministerio Fiscal, entonces el nombrado
principio sectorial será el de asegurar y promocionar la justicia y
la legalidad; y, finalmente, si se tratara de quien ejerce la función
notarial se promocionará el adecuado certificado público, si es
corredor asegurar la identidad y capacidad legal de quienes
contrataren negocios; y así sucesivamente en cada uno de los
ámbitos profesionales donde se desempeña el profesional.
(Andruet, s.f., p. 8).

C O NT I NU A R
LECCIÓN 7 de 8

Martilleros y corredores públicos

Martilleros y corredores públicos: derechos, obligaciones,


facultades, prohibiciones. Sanciones. Referencias de leyes
provinciales

En este ámbito, los derechos se evidencian en todo aquello que tienda a


considerar al profesional en su condición, es decir, lo regulado a fin de
establecerle facultades, garantías y dignidad tendientes a reafirmar su
persona desde el rol de martillero y corredor público dentro de la sociedad.

Importante: una vez matriculado el profesional, conforme la legislación,


comienza a poseer una serie de derechos: aquellos que le son propios en el
ejercicio de su rol.

En lo que refiere a legislación nacional, el Decreto Ley 20266/7310 contempla


los derechos del martillero, y el Código los del corredor en los siguientes
textos:

[10] Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu

Tabla 3: Derechos del martillero y del corredor


Martillero Corredor público

a) Cobrar una comisión según los Tiene derecho a la comisión


aranceles (mínimos y/o máximos)
estipulada si el negocio se
aplicables en la jurisdicción que actúa
o colegio profesional que celebra por su intervención. Si no
corresponda.Se exceptúan los hay regulación de comisiones,
martilleros en relación de dependencia
tiene derecho a la del uso del
laboral a empresas de remate o
consignaciones conforme acuerdo lugar12. 
laboral suscrito.

La remuneración dependerá de
b) (Reintegro de gastos) Percibir del
comitente, el reintegro de los gastos supuestos específicos de
del remate, convenidos11. obligación de pagar13.

[11] Art. 11. Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo

Nacional. Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu Cuando interviene un solo


corredor, éste tendrá derecho a
percibir retribución de cada una
de las partes, salvo pacto en
contrario; si intervienen en el
negocio más de un corredor,
cada uno tendrá derecho a exigir

remuneración a su comitente14.

Gastos (excepción). El corredor


no tiene derecho a reembolso de
gastos, aun cuando la operación
Martillero Corredor público

encomendada no se concrete,

salvo pacto en contrario15.

Las reglas de este Capítulo no


obstan a la aplicación de las
disposiciones de normas
especiales al rubro del
corretaje16.

[12] Art. 1350. Código Civil y Comercial.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/3ggwAc3

[13] Art. 1352. Código Civil y Comercial.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/3ggwAc3

[14] Art. 1351. Código Civil y Comercial.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/3ggwAc3

[15] Art. 1354. Código Civil y Comercial.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/3ggwAc3

[16] Art. 1355. Código Civil y Comercial.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Recuperado de https://bit.ly/3ggwAc3
Fuente: elaboración propia a partir de Decreto Ley 20266 y Código Civil y Comercial.

Referirse a las obligaciones del profesional implica resaltar toda aquella


situación en la cual el martillero y corredor público tiene el compromiso de
cumplir la norma en virtud de su condición profesional, para el ejercicio de las
funciones y facultades que le fueron atribuidas y que juró desempeñar fiel y
legalmente.

El profesional está obligado al cumplimiento preciso de la normativa, tanto de


aquella que regula la función como de las obligaciones que impongan leyes
las especiales.

Hablar de las facultades del profesional implica referirse a las potestades


que este posee en razón de su conocimiento o formación profesional. Estas
se encuentran expresamente indicadas en la norma, en la cual le son
reconocidas las funciones o incumbencias que le son propias.

Tabla 4: facultades de martilleros y corredores

Martilleros  Corredores 
Martilleros  Corredores 

a) Poner en relación a dos o


más partes para la conclusión
a) Efectuar ventas o remate público de
de negocios sin estar ligado a
cualquier clase de bienes, excepto las ninguna de ellas por relaciones
limitaciones resultantes de leyes de colaboración, subordinación
especiales.  o representación.

No obstante una de las partes


b) Informar sobre al valor venal o de podrá encomendarles que la
mercado de los bienes para cuyo represente en los actos de
ejecución del contrato mediado.
remate los faculta esta ley.
b) Informar sobre el valor venal
c) Recabar directamente de las oficinas o de mercado de los bienes que
pueden ser objeto de actos
públicas y bancos oficiales y
jurídicos.
particulares, los informes o certificados
necesarios para el cumplimiento de las c) Recabar directamente de las
oficinas públicas, bancos y
obligaciones previstas en el artículo 9.
entidades oficiales y
particulares, los informes y
d) Solicitar de las autoridades certificados necesarios para el
competentes las medidas necesarias cumplimiento de sus deberes.
para garantizar el normal desarrollo del
acto de remate 17. d) Prestar fianza por una de las
partes 18 .
[17] Art. 8. Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo Nacional.
[18]   Art. 17. Ley 20266. (1973). Poder
Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu
Ejecutivo Nacional. Recuperado de
https://cutt.ly/qgnpvzu
Fuente: elaboración propia a partir de artículos 8 y 34 del Decreto Ley 20266/73

Por otra parte, las prohibiciones que aplican en la gestión profesional


representan todo aquello que no le está permitido realizar al martillero y
corredor. Es decir que sus implicancias serían contrarias a las de un permiso,
una autorización o a una facultad otorgada. Es por ello que deben ser
observadas por el martillero y corredor público, puesto que la infracción o
incumplimiento traerían como consecuencia la imposición de sanciones con
efecto de “castigo” impuesto por la autoridad competente. Dichas
consecuencias pueden materializarse como “penas”, las cuales pueden ser
pecuniarias (multas), de suspensión del ejercicio o inhabilitación definitiva
(cancelación) de la matrícula, sin perjuicio de cualquier otra sanción –distinta
a la regulada en la normativa profesional– que le pudiere caber al profesional
por el daño causado.

Marco regulatorio:  el futuro martillero y corredor público debe conocer a


fondo el marco regulatorio en su respectiva provincia. Si la coincidencia
elemental está contemplada en la norma de fondo, no cabe duda de que las
aplicaciones efectivas dependen de los organismos que gobiernan la
matrícula, pues así lo ratifica la normativa nacional.

En la legislación nacional, Decreto 20266, se estipulan claramente las


prohibiciones y sanciones (capítulos IX y X), tomando como referencia la

actuación del martillero. En cuanto al corredor público19, se expresa en el


capítulo XII (aquel que fuera incorporado por la Ley 25028 en un apartado
especial sobre prohibiciones y sanciones para el corredor) que: "es aplicable
al ejercicio del corretaje lo dispuesto en esta ley respecto de los martilleros,
en todo lo que resulte pertinente y no se encuentre modificado en los

artículos siguientes”20. Por su parte, el Código Unificado destina un artículo


con el contenido de prohibiciones específicas para el corredor. “Está
prohibido para el corredor: a) adquirir por sí o por interpósita persona efectos
cuya negociación le ha sido encomendada; b) tener cualquier clase de
participación o interés en la negociación o en los bienes comprendidos en

ella”21.

[19] A los efectos de conocer aquello que le está prohibido al corredor estipulado por ley, se le requiere al alumno

dirigirse al art. 1348 del Código Civil y Comercial de la Nación.

[20] Art. 31. Ley 20266. (1973). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de https://cutt.ly/qgnpvzu

[21] Art. 1348. Código Civil y Comercial. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de

https://bit.ly/3ggwAc3

Es necesario que el futuro profesional conozca a ciencia cierta todo lo


atinente a sanciones debidamente estipulado en el ordenamiento legal local.
Téngase presente, además, que la ignorancia o el desconocimiento de una
norma no lo excluye de su verdadero cumplimiento, pues ante la violación de
la misma recae indefectiblemente la sanción. Los colegios profesionales de
las provincias argentinas poseen las facultades pertinentes sobre la
actividad profesional, tal como se ha explicado en el presente módulo. La
tarea de quien estudia dicha materia es, entonces, comenzar a recopilar toda
la información referida a los usos, costumbres y normativas vigentes que
existen a nivel provincial, ya que si bien se cuenta con el conocimiento de la
regulación a nivel nacional, es necesario tener presente la normativa
provincial correspondiente.

¿Tienes en tus manos un ejemplar de la ley local que regula la actividad


profesional en tu provincia, como así también de aquellas normativas
vinculantes? Ten en cuenta que ello es de vital importancia para la formación
profesional, a fin de lograr un futuro desarrollo efectivo de la función del
corretaje.

C O NT I NU A R
LECCIÓN 8 de 8

Referencias

Andruet  (h), A. S. (s.f.). Deontología del Derecho y aceptación de causas


forenses. Recuperado de http://cia.org.ar/cia_historia.php

Código Civil y Comercial de la Nación (2014). Recuperado de


http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/235000-
239999/235975/norma.htm

Código de Comercio de la República Argentina  (1889) Recuperado de


http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do?id=109500

Ley 20266.  (1973). Régimen legal de martilleros y corredores. P.E.N


Recuperado de http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/55000-
59999/56724/texact.htm

Ferrater Mora, J. (1984). Diccionario de filosofía. Madrid: Alianza.

Hortal Alonso, A. (1994). La ética profesional en el contexto universitario.


Madrid: Universidad Pontificia de Comillas.
Ley 7191. (1984). Ley de Martilleros y Corredores Públicos. Poder ejecutivo
de la provincia de Córdoba. Recuperado de
http://www.saij.gob.ar/legislacion/ley-cordoba-7191
ley_martilleros_corredores_publicos.htm

Ley 9445. (2008) Corredor Público Inmobiliario. Legislatura Unicameral de la


prov. de Córdoba. Recuperado de http://www.cpcpi.org.ar/ley.9445.php

Ley 20266.  (1973). Poder Ejecutivo Nacional. Recuperado de


http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/verNorma.do;jsessionid=9D5A
5EDCCF6C83A6A8EF5B6296F96E15?id=56724

Ley 25028. (1999). Régimen legal de Martilleros y Corredores [reforma de la


Ley 20266]. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado de
http://www.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/60000-
64999/61719/norma.htm

Pérez-Serrano Jáurregui, N. (2001). La formación ética en los profesionales


del derecho en Ética de las Profesiones Jurídicas. Madrid: Universidad
Pontificia de Comillas.

También podría gustarte